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ALGUNOS RASGOS DE LA ORGANIZACIN SOCIAL
DE LOS INDIGENAS DEL GRAN CHACO
1os Braunstein 2 Jose Braunstein Organizacion social (...) del Gran Chaco 3 Algunos rasgos de la organizacion social de los indigenas del Gran Chaco Jose A. Braunstein Resultara aparentemente paradojico para quien conozca la obra del Dr. Bormida que uno de sus discipulos le dedique in memoriam un trabajo sobre sociologia etnograIica, Sin embargo ese acto tiene un sentido proIundo para el autor de estas paginas que excede el mero hecho de la aproximada contemporaneidad entre la Iinalizacion del manuscrito y la sentida perdida, porque desde el comienzo de su colaboracion con ese estimado Maestro Iue este el tema, la linea sobre la que aquel condujera su propedeutica. En el ao 1969 nos propuso interesarnos en la sociologia de 1os mataco, tarea que realizamos como adscriptos al Instituto de Antropologia de la Facultad de FilosoIia y Letras de la Universidad de Buenos Aires, el que por entonces tenia como sede el Museo EtnograIico. En el marco de esa investigacion Iue que realizamos nuestros primeros trabajos de campo sistematicos que Iueron subsidiados en algunos casos por el CONICET y siempre dirigidos por el Dr. Bormida. 1 En su original posicion sobre la cultura, los estudios sociologicos eran abordados desde una perspectiva concreta e integrativa intentando realizar una eidetica de la sociedad primitiva. Para ello Bormida proponia una hermeneutica de lo que los indigenas pensaban sobre su sociedad negando al mismo tiempo toda actitud reductiva que impusiera teorias que deIormaran los hechos etnograIicos con su particular escorzo. 2 Esta posicion no negaba la necesidad de integrar los Ienomenos estudiados en una etnograIia 'tradicional que permitiera una traduccion sumaria y externa de lo que se mostraba interna y exuberantemente a traves de las maniIestaciones lingisticas de los indios. En el curso de nuestras investigaciones chaqueas Iuimos notando que era ese aspecto externo el que presentaba mas diIicultades; porque si al principio creiamos que el mismo, estaba solucionado ya por la etnograIia, pronto advertimos que lo poco que habia al respecto en las Iuentes, o bien adolecia de
1. El autor es miembro de la carrera del Investigador CientiIico del Consejo Nacional de Investigaciones CientiIicas y Tecnicas y a partir del ao 1974 Iue becario de iniciacion y perIeccionamiento del mencionado organismo. Esta monograIia corresponde al Iinal de ese ciclo de investigaciones iniciado en 1969 y dirigido siempre por el Dr. Bormida. 2. V. Bormida, M., 1969 a; 1969 b; 1969 e; 1970 y 1976. 4 Jose Braunstein innumerables contradicciones y lagunas o bien se presentaba en un nivel de generalidad tal 3 que no nos permitia un cotejo eIiciente con los datos que ibamos obteniendo. Por ello, a partir de que nos Iue otorgada la primera beca del CONICET, siempre bajo la direccion del Dr. Bormida, propusimos como temas primero el de los 'Sistemas de Organizacion de la Realidad de los Indios del Chaco y posteriormente el de su 'Organizacion Social. De tal modo nuestro trabajo mantuvo su continuidad a lo largo de mas de 8 aos durante los cuales concretamos una serie de monograIias que cubrian aspectos parciales desde una u otra perspectiva. 4 Las paginas que siguen intentan completar en un nivel muy general un panorama global de algunos de los rasgos 5 de lo que Iueron las diIerentes sociedades de los indios del Chaco. El objeto es entonces el de realizar una etnograIia remitida a un tiempo en que estas sociedades, aun no tan inIluenciadas por la colonizacion occidental, presentaban una serie da rasgos peculiares. 6 Las diIerentes etnias de que nos hemos ocupado en esta investigacion Iueron las de los mataco, chorote, chulupi y maka (relacionadas dentro de la misma Iam. ling. Matako-maka); los toba y pilaga (Iam. ling. Guaycuru); los lengua (Iam. ling. Lengua); los chiriguano (Iam. ling. Tupi-Guarani) y los chamacoco y ayoreo (Iam. ling. Zamuco). Se trata de los grupos indigenas hoy superstites
3. Por ejemplo, en un trabajo de Murdock (G.P., 1951, p. 422) reIerido a este punto, el autor enuncia algunas Iormas aproximadamente coincidentes con nuestros resultados, pero un cotejo con los mismos dara idea clara de lo que queremos expresar: 'Marriage is monogamous with onlv infrecuent exceptions, and the mataco alone require bride price. Extended families are general, their form depending upon the prevailing rule of residence. This is alwavs matrilocal initiallv and usuallv permanentlv, but a shift to patrilocal residence is more or less common among the Pilaga and mataco. Descent is bilateral. Kinship terms are reported onlv for the mataco, where thev are of the Hawaiian tvpe. Este parraIo es uno de los mas completos resumenes que pueden encontrarse en la literatura sobre nuestro tema, lo que nos habla de Ienomenos practicamente inexplorados. 4. V. Braunstein, J. A., 1974 a; 1974 b; 1974 e; 1976 e; 1977 a; 1977 b. 5. Hemos dejado de lado intencionalmente aspectos tales como los que hacen a la jeIatura, algunas normas matrimoniales como poliginia, sororato y levirato, e inIinidad de otros que han Iormado parte de nuestra investigacion pero no agregaban elementos diagnosticos en el nivel de generalidad propuesto. De cualquier modo, el analisis de esos rasgos en una Iorma comparativa semejante a la utilizada en este trabajo sera en el Iuturo objeto de nuevas elaboraciones. 6. V. al respecto el primer acapite de este trabajo sobre las Iormas de las sociedades chaqueas. Organizacion social (...) del Gran Chaco 5 en el Gran Chaco, entre la mayoria de los cuales hemos adquirido una cierta experiencia de campo en los ultimos aos. Las categorias contempladas en este estudio, tanto en la investigacion de campo como en la revision de Iuentes -que incluyo su critica mas o menos pormenorizada- incluyeron ciertas normas matrimoniales (localidad, linealidad, exogamia); las nomenclaturas de parentesco (de reIerencia, tratamiento, duelo, etc.); las unidades de la sociedad (aspectos morIologicos y dinamicos) y las agrupaciones (aspectos politicos y clasiIicatorios). La razon principal por la que nos hemos basado en la descripcion de estas categorias es que a partir de ellas se elaboran los conceptos de 'organizacion social y 'estructura social tal y como los concibe la etnograIia tradicional. Ademas, el relevamiento uniIorme en las etnias chaquenses de estas categorias nos permitio realizar algunas comparaciones que consideramos esclarecedoras y se constituyen al mismo tiempo en una base Iirme para una Iutura elaboracion historica acabada de estos temas, los que han sido desgraciadamente ignorados en este sentido en el area chaquea hasta ahora. Ademas hemos intentado proveer algunas lineas de orientacion para el desarrollo de una perspectiva hermeneutica sobre los temas expuestos. La utilizacion de esas categorias expuestas no implica desconocer que estos temas estan siempre intimamente ligados y solo pueden ser aislados en aras de la claridad de la exposicion. A lo largo de este estudio observamos que siempre las descripciones abstractas solicitan muchos de los datos que aparecen en otras partes de| trabajo por lo que muchas veces las reiteraciones son inevitables. La tarea que se realizo sobre las categorias apuntadas antes Iue encarada tendiendo a dar respuesta a cuestionarios explicitos que estan incluidos en los diIerentes inIormes de beca al CONlCET 7 y que Iueron usados tambien limitadamente Iuera del area chaquea. Con respecto a los criterios de transcripcion de palabras aborigenes usados en cada caso, ellos se atienen a los empleados por los diIerentes autores de que Iue tomada la inIormacion, y en los casos en que los datos prevenian de nuestro material dichos criterios deben reIerirse a los trabajos anteriores escritos por el autor sobre cada grupo particular.
7. V. Cuestionario para el relevamiento de grupos ayoreo, 1975 y Cuestionario para el relevamiento de datos sobre la estructura social de los grupos etnograIicos chaquenses. 20 inIorme de beca de perIeccionamiento 1977. 6 Jose Braunstein Para este trabajo hemos utilizado Iuentes de diIerente orden. La investigacion bibliograIica contemplo tanto los trabajos generales que sobre este tema se han publicado cuanto monograIias particulares sobre los grupos indigenas chaqueos que hemos hecho objeto de nuestra encuesta. Todo esto al margen de la bibliograIia utilizada para deIinir o precisar el marco teorico y metodologico en el que nos hemos desplazado. Por ello, en el acapite correspondiente 8 hemos optado por consignar separadamente los trabajos generales y teoricos de las monograIias particulares ordenadas por el grupo etnico a que se reIieren. La investigacion bibliograIica Iue complementada por medio de inIormacion recolectada en diversos trabajos de campo por el autor y otros colaboradores del Centro Argentino de Etnologia Americana. 9 Los grupos en los que el autor realizo trabajos de campo que contemplaron parcial o exclusivamente los temas expuestos en esta monograIia Iueron los de los mataco-Guisnay, Toba-Pilaga, Pilaga, Toba orientales, maka, ayoreo, lengua y chiriguano. Ademas se utilizaron algunos de los datos estadisticos relevados por el autor y otros investigadores en el curso, del Censo realizado durante la la etapa de Investigacion Integral de la Poblacion Indigena del Rio Pilcomayo, relevamiento que incluyera los grupos etnicos mataco-Nocten, Toba occidentales, chorote, Chulupi, mataco-Guisnay, Toba-Pilaga, Pilaga y Toba orientales. Los Iines de esta monograIia pueden comprenderse por la conviccion que el autor tiene de la necesidad de sentar las bases para Iuturos trabajos sobre este tema en el area, bases que no existian por la ausencia de una perspectiva sistematica; ademas de ello, por el deber de realizar ciertas rectiIicaciones de diversos errores y conIusiones que se han ido acumulando durante los aos de la investigacion etnograIica chaquea sobre el tema de sus sociedades. Entre estos Iines debimos incluir tambien necesariamente el de la conIeccion de una carta de distribucion de algunas de las instituciones mencionadas, asi como el de la busqueda de una caracterizacion global de las sociedades del area. Si este
8. V. BibliograIia. 9. Debemos agradecimiento a la totalidad del grupo de trabajo del CAEA, pero en especial al Lic. Mario CaliIano quien nos enseara el abecedario del etnograIo de campo y al Dr. F. Pages Larraya, quien nos ubico por primera vez en la riqueza etno graIica del Chaco paraguayo. Tambien agradecemos a quienes leyeron este manuscrito en su version original por el aliento que nos prodigaron, particularmente a John Palmer de OxIord University y a Alejandra SiIIredi de la Universidad de Buenos Aires cuyos valiosos consejos hemos tratado de reIlejar en la presente redaccion. Organizacion social (...) del Gran Chaco 7 trabajo ha cumplido con sus objetivos, los resultados que exponemos a continuacion deberan verse prontamente ajustados y en algunos casos desmentidos por la natural proIundizacion de estas investigaciones. Chapadmalal, 10-1-1979
8 Jose Braunstein I. Forma de las sociedades chaqueas Si intentamos una descripcion de la Iorma que adoptaron las sociedades tradicionales de los indios del Chaco en un momento determinado de la historia no podriamos obtener un panorama que respondiera a una conIormacion mas o menos estable, desde que algunos de estos grupos -sobre todo los geograIicamente marginales y los que adoptaron el caballo como elemento central de su cultura- no dejaron de modiIicarse desde el comienzo de la colonizacion espaola hasta nuestros dias. Por ello, como marco previo a la comprension de las Iormas tradicionales de organizacion de las suciedades chaqueas, debemos tener presentes las circunstancias historicas que determinaron el Iracaso de dichas Iormas, circunstancias relacionadas con la presencia de nuestra cultura penetrando cada vez mas proIundamente en los rumbos chaqueos. En la primera epoca, en que el contacto puede caracterizarse como deIinidamente periIerico y restringido a los aspectos militares y misionales, la modiIicacion comprometio principalmente a los grupos que se encontraban en situaciones extremas en el Gran Chaco. Zamucos y guaycurues eran evangelizados por los jesuitas antes de la expulsion, al tiempo que las tribus australes adquirian el horse complex 1 como sus vecinos pampeanos y patagonicos. Los chiriguano, evangelizados por los PP. Iranciscanos del Colegio de Propaganda fide de Tarija cubrian los bordes occidentales. Pero la experiencia evangelizadora suIrio un importante retroceso a partir del alejamiento jesuitico y los grupos del este (prevalentemente de Iam. ling. Guaycuru) y del norte (Iam. ling. Zamuco) reelaboraron una relacion con el blanco caracterizada por el enIrentamiento. Si bien los del norte, mas aislados y ocupando zonas de escaso interes para la epoca consiguen mantenerse sin alterar demasiado sus pautas sociales tradicionales, al sur y al este Mocovies, Abipones, Tobas, Pilagaes, Mbaya-guaycurues y payaguas retoman y generalizan el uso del caballo y, aprovechando su sistema organizativo algo mas complejo que les permite uniIicar contingentes de hombres relativamente numerosos para la epoca, logran mantener la Irontera con el blanco e incorporar en su merodeos algunos elementos que ya resultaban imprescindibles para su modelo cultural y que habian sido
1. Este tecnicismo Iue acuado por los etnograIos norteamericanos para caracterizar la cultura de los indios de las llanuras de ese subcontinente concebida como un conjunto de rasgos asociados cuya base es la economia ecuestre. El termino se suele extender a otras areas en las que la introduccion del caballo promovio la Iormacion de conjuntos culturalmente semejantes. Organizacion social (...) del Gran Chaco 9 adoptados junto con el caballo (algun tipo de ganaderia, hierro, etc.). Este modelo del complejo ecuestre tambien Iue incorporado por algunas tribus lengua y maka del Chaco boreal y central. Esta situacion persistio hasta el ultimo cuarto del siglo XIX en que las nuevas nacionalidades surgidas del desmembramiento del imperio colonial espaol comienzan la reivindicacion del territorio chaqueo. En el panorama etnograIico de ese momento aun se mantenian las viejas pautas sociales de los grupos aislados del interior, en tanto que los modelos organizativos de las tribus marginales y aquellas que habian adoptado el caballo estaban en Iranco retroceso -en el sentido de una integracion a la cultura occidental o una readaptacion a las condiciones chaqueas- debido a la inoperancia militar Irente a ejercitos modernos como los que habian surgido en esos ultimos cien aos bajo el signo de los adelantos tecnicos y al calor de las luchas por la emancipacion. A partir de entonces las Iormas epigonales que adopto la Penetracion blanca en el area chaquea ya no estuvieron caracterizadas, como en los siglos anteriores, por la casi exclusiva presencia militar y misional que habia cumplido el rol de desequilibrar deIinitivamente a las sociedades que podian presentar un Irente de resistencia a la colonizacion, sino por la penetracion economica con vistas a la explotacion de la extensa llanura. Los ingenios azucareros en el Chaco centro-occidental, la intensiva explotacion Iorestal a lo largo de todo el eje Paraguay-Parana al mismo tiempo que la progresiva ingresion de corrientes colonizadoras caracterizadas por la implantacion de la agricultura intensiva, tuvieron una inIluencia mucho mas determinante en el modo de vida de los grupos aborigenes que la extensiva explotacion pecuaria que habia caracterizado hasta ahi la penetracion economica blanca de los siglos anteriores en las zonas marginales, teniendo como centros dispersores las ciudades de Santa Cruz de la Sierra, Salta y Santiago del Estero en el oeste y de Asuncion, Corrientes y Santa Fe en el este. Por otra parte, las reivindicaciones nacionales sobre diversas partes de la region culminaron dramaticamente con la guerra Paraguayo-Boliviana de 1933 que modiIico poderosa y deIinitivamente el panorama etnograIico chaquense. Pero el principal impacto en los modos de vida tradicionales de los chaqueos se produjo cuando estos comenzaron a aceptar el papel de braceros en las grandes explotaciones blancas y a recibir la nueva experiencia evangelizadora protestante. Por todo esto, tomamos como punto de reIerencia historico un momento ideal en el desenvolvimiento de las Iormas culturales etnograIicas chaquenses inmediatamente 10 Jose Braunstein previo al ultimo cuarto del siglo pasado, cuando los viajeros encontraban un panorama mucho menos homogeneo que el que vieron los que recorrieron el Chaco 50 aos despues. Las descripciones que nos han dejado los integrantes de la expedicion sueca de 1901-2, el baron Erland Nordenskjld y el conde Eric von Rosen, marcan precisamente el momento de ruptura y homologacion de los modelos tradicionales. Aunque esta adscripcion historica es necesariamente esquematica e ideal y los diIerentes grupos etnicos participaron en diIerentes grados y Iormas en el proceso expuesto, todos recibieron de uno u otro modo el impacto de este ultimo momento de da conquista chaquea. Inclusive los ayoreo, de quienes hasta hoy pueden ubicarse algunas bandas sin contactos, suIrieron la inIluencia de la guerra del Chaco librada parcialmente en su territorio. En el momento historico a que haciamos reIerencia se podian encontrar en el area las mismas etnias que actualmente si llamamos de este modo a los grupos humanos caracterizados por ser portadores de una misma lengua, pero con una dispersion y un control del territorio muy diIerentes de los actuales. Estaban y practicamente extintos o dispersos los lule, tonocote y vilela estos ultimos migrantes a la Provincia de Corrientes con el nombre de 'chunupi-, en el Chaco austral. Reducidos los Mocovi y payagua a una progresiva integracion -los primeros en las Provincias argentinas del Chaco y Santa Fe y los segundos en Asuncion-, limitados los otrora poderosos Mbaya guaycuru al grupo norteo de los caduveo -instalados en territorio brasileo-, tan solo los Toba y Pilaga entre las etnias de la Iam. ling. Guaycuru, en el Chaco central predominantemente, mantenian una sociedad independientemente organizada segun los modos tradicionales. En una y otra ribera del Pilcomayo y tambien en el curso medio del Bermejo, las etnias de la Iam. ling. Matako-maka tambien mantenian por entonces relativa Iidelidad a las Iormas tradicionales. Otro tanto sucedia con los lengua y los Zamuco mencionados anteriormente, en el Chaco boreal. Los chiriguano -Iam. ling. Tupi-Guarani- en el Chaco occidental habian temporalmente estabilizado sus modelos organizativos viviendo en las aldeas misionales regidas por el Colegio Franciscano de Tarija. Los chane -Iam. ling. Arawak- del Chaco occidental, aunque ya deIinitivamente guaranizados, recomenzaban un modo de vida independiente -tambien en aldeas misionales, con modelos similares a los de los chiriguano- despues de siglos de dominacion guaranitica, en tanto que los guana -la tribu Arawak desplazada al interior del territorio chaqueo que habia mantenido esa particular relacion con los Mbaya-guaycuru Organizacion social (...) del Gran Chaco 11 que describen los cronistas- se instalaba por entonces Iuera del area chaquea en el territorio hoy brasileo de la margen izquierda del rio Paraguay, instalacion que dio como resultado la conIiguracion cultural que hoy conocemos como 'tereno. Todas las etnias chaquenses que entonces estaban Iirmemente asentadas en el territorio se organizaban en unidades que podemos denominar con el tradicional termino de 'tribus Estas unidades sociales, de caracter predominantemente politico, coinciden en lineas generales con las unidades culturales y lingisticas que se denominan 'dialectos Pero aunque la asociacion entre 'tribu 'dialecto y 'subcultura es Irecuente no parece ser siempre necesaria. Lo que es practicamente seguro es que -si existio algun caso- era muy raro que una tribu abarcara a la totalidad de una etnia. Muy raramente tambien estas tribus se constituian en unidades locales 2 estando compuestas en casi todos los casos por un numero variable de bandas que si poseian ese caracter. El algunos casos, sin embargo, ambas unidades sociales -la deIinida politicamente y la de caracter local- parecen haber coincidido. Con respecto a la banda, esta es un conjunto de Iamilias que comparten la localizacion. En el Chaco podian ser nomades o semi-nomades, implicando respectivamente una movilidad no ritmada por el ciclo anual o ritmada por el mismo; podian ser permanentes o semi-permanentes, implicando respectivamente que la totalidad de sus integrantes permanecian asociados a lo largo del ciclo anual o que se separaban en determinado periodo del mismo; podian ser estables o inestables en su composicion, implicando que las Iamilias integrantes de la banda no cambian o lo hacen a lo largo de los aos. Las bandas eran a su vez conceptuadas muchas veces corno Iamilias extensas aunque en la mayoria de los casos muchos de los nexos parentales tuvieran el caracter de nexos 'creados' mas que 'reales'. 3 Por Iin, en el seno de las bandas podian siempre distinguirse Iamilias compuestas relacionadas cuyos integrantes tenian entre si nexos 'reales'. Es esta la
2. Vale decir, que la totalidad de les miembros compartian una misma 'aldea. Esto implica una utilizacion parcial del concepto de 'localidad que en esta monograIia incluye la comunidad de habitat toponimicamente reconocida. En ese sentido utilizamos el concepto que discutimos cuando nos reIerimos (V. mas adelante) al caracter local de las unidades tribales partiendo del hecho de que el nombre de las mismas respondia casi siempre a las caracteristicas regiones en que se asentaban. 3. Esta nomenclatura desarrollada por algunos autores norteamericanos implica en deIinitiva el hecho de si los nexos ademas de reconocidos son genealogicamente trazables e. no por los inIormantes. 12 Jose Braunstein unidad social mas diIundida en todo el Chaco y la que actualmente presenta las caracteristicas deIinidas de unidad social minima que articula la Iluida situacion de los grupos etnograIicos superstites. Sobre ella, minimo comun denominador de las sociedades chaqueas, se construyo la unidad cultural que ha llevado a algunos investigadores a sostener la semejanza organizativa de todos los indigenas del area. 4
Este modelo general de progresiva integracion de unidades sociales Iuncionaba y era conceptuado en Iorma diIerente en las diversas etnias y tribus. El estudio de estas diIerencias desde una perspectiva comparativa es objeto de este trabajo. Para esto, no hemos querido detenernos en cuestiones de deIinicion que exceden absolutamente el marco de la investigacion que exponemos, en particular las que implican palabras tales como 'estructura' y 'estructura social' Pretendemos desligarnos de esta manera de puntos de partida teoricos que podrian conducirnos a reducciones de ese caracter cuando tan solo pretendemos una aproximacion descriptiva y, cuanto mas, comparativa de los Ienomenos expuestos. Con preIerencia utilizamos por esto la nocion de 'organizacion social' tal corno es expresada por Lowie: 5 'des groupes qui constituent la societe, de leurs fonctions, de leurs relations mutuelles et des facteurs qui determinent leur croissance. En realidad no creemos que pueda delimitarse exactamente el complejo de Ienomenos culturales que se reIieren a las relaciones entre hombres en una comunidad etnograIica con el termino de 'sociedad' del mismo modo que se lo emplea en nuestros circulos academicos, si se desea superar de algun modo un mero enIoque externo. Normalmente la conciencia etnograIica no concibe del mismo modo que nosotros una categoria de 'sociedad' ya que abarca en un plano de igualdad a las relaciones entre hombres, ciertos entes de la naturaleza y otras entidades cosmicas. Por otra parte, tambien a menudo, individuos humanos en relacion de relativa proximidad y que nosotros incluiriamos sin duda dentro del mismo grupo social, no mantienen entre si relaciones de ningun tipo o lo hacen involucrandose mutuamente en Iorma que para sus respectivas conciencias nada indica que compartan la naturaleza
4. RaIael Karsten en su obra de 1932 (V. mas adelante) establecio un modelo bastante semejante al que exponemos denominando 'tribu a lo que en este trabajo se llama 'etnia, 'subtribu o 'clan a lo que denominamos 'tribu, y 'comunidad aldeana a lo que denominarnos 'banda y que Grubb (V., 1911) denomina 'clan. El primero de los autores nombrado aIirma explicitamente la semejanza de los modelos organizativos de todos los indios del Pilcomayo. Organizacion social (...) del Gran Chaco 13 humana. El termino ya mencionado de 'organizacion social' consideramos que describe una situacion lo suIicientemente Iluida como para abarcar a todas estas concreciones diIerentes. Asi, hemos restringido para este trabajo el termino 'estructura social' al conjunto de aquellos vectores -linealidad, localidad, exogamia, parentesco, etc- que permiten tradicionalmente clasiIicar a una comunidad humana y que se reIieren con preIerencia a las relaciones entre hombres. Con respecto a la terminologia utilizada en este trabajo, hemos seguido en lineas generales la propuesta por G. P. Murdock en su clasico Social Structure de 1949.
5. 5 V. Lowie. R., 1969, p. 11. 14 Jose Braunstein II. Conjuntos residenciales como unidades de la sociedad chaquea Los modelos demograIicos a que responden las sociedades tradicionales chaqueas aparecen en lineas generales perteneciendo a tres tipos: 1) el de bandas nomades o seminomades de composicion mas o menos estable pero de magnitud variable segun el grupo y de caracter permanente; 2) el de sociedades con una morIologia doble regida por el ritmo estacional con bandas semipermanentes e inestables en su composicion agrupadas en determinado periodo del ciclo anual en un lugar Irecuentemente Iijo y Iamilias extensas nomadizando en un amplio territorio durante los restantes periodos; y 3) el de linajes localizados seminomades asociados mas o menos establemente entre si por medio de vinculos matrimoniales en conjuntos no muy numerosos de esas unidades. Todas estas unidades sociales se agrupaban en tribus que se Iundaban en condiciones politicas. Estos tres tipos de organizacion se modiIicaron en el curso de la historia de la colonizacion del Chaco en el sentido de producir aldeas progresivamente mas permanentes; pero este proceso vario segun el area y el grupo etnico de acuerdo a modalidades y tiempos especiales, siendo resultante en parte de la inIluencia de la cultura occidental, en algunos grupos se vio apoyado por Iuerzas culturales internas, en tanto que en otros solo Iue el producto de la acomodacion obligada de los indios a la convivencia con las sociedades blancas. De los tres modelos, el ultimo de los mencionados es el de deIinicion mas insegura porque los grupos chiriguano Iueron tempranamente modiIicados en este aspecto por la inIluencia occidental y su descripcion sistematica corresponde a un modelo caracteristico del siglo pasado cuya principal unidad estaba constituida por aldeas permanentes en las que los primitivos linajes se habian desdibujado parcialmente. Este Iue el unico modelo social en el que no prevalecia el separatismo que tan bien describiera Lowie 1 sobre la base de la comparacion demograIica. La familia extensa matrilocal La Iamilia nuclear siempre aparecia en el Chaco subordinada o Iormando parte de unidades mayores o subordinando a otras Iamilias nucleares. Ese conjunto de por lo menos dos unidades nucleares es lo que en etnograIia se conoce como 'Iamilia extensa'. Esta unidad, presente en todos los grupos chaqueos con rasgos mas o menos deIinidos de Organizacion social (...) del Gran Chaco 15 matrilocalidad, involucra cuanto menos dos generaciones y es actualmente el modelo comun sobre el que se articulan todas las sociedades de indios de esta area. La Iamilia extensa matrilocal parece haber desempeado un rol independiente especialmente en el caso de las tribus de habla Zamuco. El modelo demograIico que hemos enumerado en primer termino, el de los chaqueos tipicos, diIeria del de los ayoreo y chamacoco en que si bien la banda era considerada regularmente un grupo de parientes al que se aplica la traduccion de 'Iamilia', e inclusive al que nosotros hemos reIerido en este trabajo alternativamente como 'Iamilia extensa', los nexos genealogicos entre esos parientes no eran siempre trazables, relacionado esto, sin duda, con la mayor importancia demograIica de estas unidades. En eIecto, entre los ya mencionados ayoreo y chamacoco el hogasui y nanapso son respectivamente las unidades que articulan las restantes. Esta unidad posee tambien un papel politico preponderante en la organizacion de estos indios ya que esta presidida siempre por un jeIe cuyo rango y poder sealaban los de la Iamilia toda en relacion a las otras que integran la sociedad. Sin su jeIe, la Iamilia extensa no puede existir independientemente y se deshace pasando sus miembros a integrar otras Iamilias extensas con las que los ligan lazos de sangre. Este hecho produce una gran complejidad en la composicion de las diIerentes Iamilias extensas porque muchas veces sus integrantes estan unidos por nexos colaterales de relativa extension y proviniendo tanto del lado materno cuanto del paterno. La unidad que estamos describiendo debe ser comprendida como comportando una pauta de linealidad bilateral que caracteriza, con escasas excepciones, a las sociedades chaqueas. La relacion entre Iamilias extensas para conIigurar las bandas -estables y permanentes entre los chaqueos tipicos pero solo existentes como tales durante la epoca de siembra y recoleccion entre los grupos de la Iamilia Zamuco- se caracteriza entre los ayoreo y chamacoco por un sistema de alianzas y preeminencias entre jeIes y nunca esta excluida la posibilidad de la separacion o la uniIicacion de o con otras Iamilias. La integracion en un nivel mas general que hemos llamado 'tribus era en estos dos grupos mucho mas Iluida aun y variaba entre sumarias relaciones de alianza y deIinidas relaciones de enemistad y exterminio. El caso de las Iamilias extensas de los pueblos chaqueos tipicos se diIerenciaba del anterior en que esta unidad perdia en tiempos pasados mucha de
1 Lowie, R., 1946, pp. 340-341. 16 Jose Braunstein su importancia en aras de un conjunto parental conceptuado en Iorma marcadamente similar pero que abarcaba a la totalidad de la banda y subordinaba las Iamilias extensas a la autoridad de un jeIe. Inclusive en el caso de los chiriguano quienes verosimilmente poseian en tiempos de su ingreso al Chaco una organizacion articulada sobre una unidad parental unilineal, la Iamilia extensa matrilocal se impuso paulatinamente como unidad organizativa basica mostrando la potencia inherente a este sistema hoy generalizado en todos los grupos del Chaco y manteniendo su Iuerza y su vigencia. Esto permite incluso el mestizaje entre las etnias que es hoy bastante Irecuente pero que puede serlo mucho mas en los proximos aos. La banda nmade Todas las tribus pertenecientes a las Iamilias lingisticas mataco-maka, guaycuru y lengua se organizaban segun este patron, considerandose los miembros de cada una de las bandas como parientes entre si. Las unicas variantes que se pueden establecer son las de los raros grupos que prescribian el matrimonio internamente a la banda y los de aquellos que lo prohibian. Ambos modelos estan en relacion probablemente con caracteristicas demograIicas, ya que el primero exige seguramente bandas numericamente superiores, aunque probablemente con una concepcion del mundo mucho mas aislacionista. Por el otro lado, bandas mucho mas pequeas pero necesariamente en asociacion matrimonial, parecen haber producido agrupamientos sociales mas poderosos de un rango superior al de la banda. Asi, pertenecen al primer tipo algunas de las bandas mataco, de los que hoy habitan en territorio Iormoseo. Por otro lado, al otro tipo pertenecen la totalidad de las tribus de habla guaycuru, los maka y probablemente los chulupi y chorote. Este patron demograIico aunado a la bilateralidad ya descripta se ajusta acabadamente al modelo de deme deIinido por G. Murdock que apareceria en el Chaco en sus variantes caracteristicas en el tipo que hemos descripto inicialmente y como matrideme en el otro. En todos los casos en que la ideologia maniIiesta este modelo organizativo, el desIazaje con respecto a las 'pautas reales pareceria ser muy marcado, debiendose este hecho probablemente en parte a las condiciones del cambio a que se ven sometidos actualmente los grupos, aunque no nos caben dudas sobre la existencia de tendencias matrimoniales internas a este tipo de sociedad que son claramente disruptoras. Con respecto a esto, existen entre los grupos chaqueos una serie institucionalizada de actitudes Organizacion social (...) del Gran Chaco 17 violatorias de los principios positivamente valorados de matrimonio que se relacionan tambien, en general, con la actitud de licencia sexual prematrimonial que aparece en las Iuentes como una observacion constante. De estas hemos relevado y en parte estudiado la 'posesion kvutisli de los mataco 2 y la magia amorosa idiaGafk de los Toba y los Pilaga, implicando ambas la posibilidad de Iormacion de uniones no regidas por las normas expuestas. Tambien similares son las costumbres imperantes entre los ayoreo y chamacoco de establecer una clase de mujeres llamada dibe o vutoro respectivamente, 3 termino que traducen regularmente como 'ramera ateniendo basicamente a la liberalidad de sus relaciones sexuales mas que a un aspecto economico de las mismas. Estas instituciones deben ser relacionadas -probablemente- con las 'wantons de los timbira y los sherente del Planalto. 4
El caso de las bandas o grupos locales ayoreo y chamacoco es muy diIerente a pesar de cierta semejanza externa. Para estos indios el grupo local es una unidad labil y compuesta estacionalmente por grupos Iamiliares sin nexos parentales necesarios entre si. La jerarquia entre las Iamilias extensas y entre los jeIes de las mismas, dos aspectos del mismo Ienomeno, no dependen directamente de las relaciones parentales entre las diIerentes unidades sino que es consecuencia del equilibrio entre jeIes mas o menos poderosos de acuerdo a un esquema que mas adelante veremos. En los intercambios rituales de prestaciones y bienes se utilizaba un modelo general que ordenaba a la sociedad en base a la pertenencia de cada uno a uno de los siete sib, lo que habilitaba un conjunto enorme de alianzas posibles. La banda se integraba de esta manera siguiendo un modelo que los restantes chaqueos aplicaban a1 nivel que hemos denominado 'tribu, de un caracter marcadamente politico que trataremos a continuacion. Las tribus del Chaco En cierto modo se puede aIirmar que las tribus, bandas tradicionalmente aliadas, representaban la extension maxima de los limites de los nexos parentales. Esta unidad social ha sido rara vez descripta en la literatura etnograIica del Chaco y es
2. Braunstein, 1. A., 1975. 3. V. Bormida, M. & CaliIano, M., 1978, p. 133 y Susnik, B., 1969, pp. 115 116. 4. Lowie, R., 1946, p. 313 18 Jose Braunstein equivalente a lo que Kersten llama 'clan o 'subtribu. En el interior de estas agrupaciones de bandas regularmente aisladas se concentraban la mayoria de los nexos de parentesco de estos grupos. Regularmente estas unidades poseian una denominacion de raiz geograIica que denota claramente la comunidad de habitat que conceptualmente representa la cercania que habilita los contactos. El problema de los limites mas lejanos de los grupos sociales clasiIicados como matrimonialmente habiles (desposables), es decir, el problema de la delimitacion de la endogamia, presenta un continuo inverso al que hemos expuesto para las normas exogamicas. Si estas eran sumamente rigidas en el interior de las bandas de grupos de habla guaycuru, aquellas eran mas coercitivas en el caso de las tribus de habla Matako-maka. Sin duda alguna para la mayoria de estas ultimas asi como para las Lengua-mashkoi y Guaycuru, esos limites estaban Iijados inIormalmente en los conjuntos de bandas aliadas que periodicamente se reunian realizando intercambios, concertando matrimonios -mecanismo regular de las uniones exogamicas-, actividades rituales -en particular ceremonias de iniciacion-, juntas de bebida -antecedidas por convites- implicando cierta alianza en las actividades belicas, conviviendo por determinados periodos de tiempo que permitian el intercambio de noticias, la uniIormacion cultural y especialmente lingistica, es decir, un cierto grado de diIerenciacion con respecto a conjuntos semejantes y, en Iin, produciendo sentimientos de pertenencia cuando menos a una unidad localizada regionalmente y, en los casos de las tribus de habla guaycuru, a una unidad politica con autoridades regionales que Iuncionaban sobre todo en los casos de guerra. Numerosas reIerencias bibliograIicas y otras eIectuadas por nuestros inIormantes de casos que en la jerga etnograIica se conocen como 'intercambio de hermanas pero que podriamos incluir en un mismo genero de Ienomenos con el matrimonio secundario conocido como 'sororato o 'levirato -implicando la union de individuos cuyo conyuge ha muerto con hermanas o hermanos del mismo respectivamente-, y, en los casos en que existe la norma poliginica, la Iorma de la poliginia sororal, asi como ciertas constantes en las nomenclaturas de parentesco, notables en especial en los casos de nomenclaturas de duelo que involucran signiIicativamente a parientes de distinta generacion y grado, pero pertenecientes al mismo grupo ligado con el propio por lazos aIinales en una misma categoria parental, nos remiten precisamente a la clase de dinamica social en la que el indigena conceptua prevalentemente la asociacion Organizacion social (...) del Gran Chaco 19 entre conjuntos sociales mas que entre individuos aislados. La mayoria de las normas expuestas pueden entenderse como mecanismos internos a esas alianzas, es decir, como Iormas de mantener la estabilidad de esas maximas unidades politicas que constituian el universo de reIerencia social del individuo etnograIico chaqueo. Por la misma deIinicion que hemos expuesto de estas unidades se desprende que los limites de las mismas eran necesariamente imprecisos y debieron modiIicarse grandemente con el transcurso del tiempo y la variedad de las alianzas y las disensiones entre los diIerentes grupos-Iamilias; sin embargo la entidad de las agrupaciones culturales chaqueas debe buscarse en el nivel de estas unidades que Iueron, historicamente, relativamente estables. Las razones de esa estabilidad se hallan, en ciertos casos, como el de algunos de los lengua mas occidentales, en que estas tribus representaban -por lo menos idealmente- grandes unidades Iamiliares a las que se extendia la nomenclatura de parentesco de la totalidad de las bandas que las componian; en otros, como los chorote descriptos por Karsten en los permanentes e insuperables conIlictos que oponian esas tribus a las restantes. En unas y otras la norma imponia una endogamia relativamente estricta. * El caso inverso, caracterizado por una relativa Iluidez, es el de las bandas de habla guaycuru que no solo renovaban Irecuentemente sus alianzas internas sino que se caracterizaban por ser muy proclives a las alianzas interetnicas, como lo demuestran la tan conocida relacion de los Mbaya-guaycuru con los Guana, Arawak chaqueos, y la alianza proIunda de la tribu toba mas nortea con bandas lengua, cuya resultante epigonal se encuentra en la comunidad paraguaya de 'El Cerrito. Estas diIerencias pueden deberse probablemente a las concepciones antropologicas de cada grupo, es decir a la extension del principio etnocentrico. Los Tobas, por ejemplo, no restringen su idea de humanidad a la propia banda como hemos comprobado que algunos mataco hacen, sino que la extienden -en la categoria lingistica de qom- a casi todos los aborigenes por ellos conocidos.
*. La reIerencia a los chorote, en este sentido apoyado en el trabajo de Karsten, es tambien desmentida por este investigador cuando se reIiere al caso del viejo Atamo, asi por otros datos reIeridos a continuas alianzas interetnicas e intertribales de estos indios con chulupi y tapiete, segun comunicacion personal de A. SiIIredi. 20 Jose Braunstein En las etnias en que hemos registrado unidades de este tipo, las tribus no parecen haber sido demasiado numerosas, Karsten anota tres para los chorote 5 que probablemente coincidan con las variantes dialectales de esa lengua; el mismo numero Iue registrado por nosotros para los maka. Algo mayor parece haber sido el numero de las tribus chulupi. El caso de los dialectos toba, incluyendo a ntokowit, takshik, achilamolek, mokowit, laaGashik y pilaga, parece haber sido semejante y podria pensarse inclusive en una diIerenciacion cultural prematura, concomitante a los primeros contactos con los blancos, para incluir por lo menos a los Abipones en este conjunto. Por Iin los lengua cuentan probablemente con un conjunto mucho mas numeroso de tribus a juzgar por el cuadro que presenta BelaieII, 6 incluyendo a los sanapana, angaite y kashkiha. En nuestra encuesta de 1977 7 hemos recogido decenas de nombres identiIicatorios de parcialidades consideradas discretas y entre ellas mas de una quincena se reIiere sin duda a antiguas tribus lengua. El caso de los Charnacoco para los que la bibliograIia describe tres tribus (Horio, Ebidoso y Tumereha) tambien puede integrarse a este modelo aunque la identiIicacion de estas unidades corresponde a un momento tardio en que el contacto con los blancos habia producido la diIerenciacion de dos secciones, la de los chamacoco 'mansos. y la de los 'bravos, incluyendo entre los primeros a las dos primeras tribus mencionadas y en los segundos a la restante dividida en 'los del palmar y 'los de la selva. 8 Los ayoreo, quienes Iueron estudiados en estos aspectos por el Lic. M. CaliIano y el autor 9 tambien se dividian en este nivel en tres grandes tribus: los Gidaigoosode ('gente de la aldea' o del sitio llamado Gidaiode por razones legendarias en las cercanias del ex-Iortin Ingavi), los diekedehnaigoosode ('gente de un lugar desconocido' ubicados al norte de los anteriores) y los garaigoosode ('gente del campo)' ubicados en la zona del cerro Chovoreca. El mecanismo legendario por el que esta tribu se disperso en un tiempo relativamente proximo a la actualidad Iormando otros nuevos segmentos de este tipo parece aclarar Iacetas de la dinamica de estos sistemas de organizacion social. Las actuales
5. Karsten, Op. Cit., pp. IS-19 6 BelaieII, J., 1936a, pp. 193-194 7 lengua E 8i1977, Pablo Saavedra-Lorenzo Fernandez y E8v, Lasto-L. Fernandez 8 BelaieII, J., 1936a, pp. 193-194, 9 CaliIano, M., & Braunstein, J., 1973. 6. BelaieII, J., 1936a, pp. 193-194. 7. lengua E8i 1977, Pablo Saavedra-Lorenzo Fernandez y E8v, Lasto-L. Fernandez. 8. BelaieII, J. 1936a, pp. 193-194. Organizacion social (...) del Gran Chaco 21 agrupaciones de bandas que reconocen los ayoreo y que provienen precisamente de aquella escision son las de los wecamitogoosode ('gente del otro lado'), los nupedoigoosode ('gente de las hondonadas'), los kocokoigoosode (gente de los caadones, que por su Iorma recta y estrecha se parecen a las casas del patron cultural 'blanco' (kocokoia) y los Garaigoosode remanentes en el habitat antiguo. Como se advierte inmediatamente, los nombres de todas estas agrupaciones corresponden a caracteristicas toponimicas asi como los expuestos para los 'chamacoco bravos, los sociagay (chuIupi) de BeIaieII que incluyen a 'los 'del aligator', la 'gente del rio', la 'gente del norte' y la gente del monte`; los maka 10 que reconocen a los aseptiket (que es un toponimico que hace reIerencia a la zona donde existen numerosos arboles aseptuk, asimilado al gentilicio que indica tanto las caracteristicas geograIicas de la region del asiento como el elevado numero de sus integrantes), los ipholhhetlhup (nido de los Jabiru mvchteria), y los tefevaf ('los que viven en el oeste'). Con respecto a estas grandes unidades o asociaciones de bandas existe un modelo que diIiere probablemente tanto en la Iuncion como en los mecanismos de integracion respectivos. Se trata de algunos de los mataco entre quienes existian sin duda Iormas de clasiIicacion semejantes, es decir basadas en toponimicos, Iuncion de sus nociones cosmologicas usuales. De tal modo, las categorias deIinidas internamente incluyen a 'gente del rio' -tewoklelev, 'del monte' tailelev, 'del campo' ahlolelev, y 'del cerro' tachenaflelev. De estos interpretamos que diIieren en cuanto a la Iuncion y los mecanismos de integracion en tanto que no estarian constituidos -por lo menos en todas las regiones que ocupa esta extendidisima etnia- por bandas proclives al intercambio matrimonial, ni existiria una jerarquia Iormal entre lideres de las diIerentes agrupaciones locales que permitiera algun tipo de uniIicacion temporaria. La unica denominacion dialectal que podemos traducir de las que se han empleado tradicionalmente para esta etnia se identiIica apretadamente con el nombre de una banda (vejozwej-wos). Los chiriguano tambien llegaron en su historia social a organizarse en tribus similares a las que hemos descripto pero basadas en comunidades aldeanas permanentes aliadas bajo el regimen de un Tubicha rubicha (jeIe supremo). Estas grandes y poderosas unidades llamadas guara dejaron de existir con el desmembramiento del sistema misional
9. CaliIano, M. & Braunstein, J., 1973. 10. maka, E1v. 1977, Honorio-Andres Tsemhei. 22 Jose Braunstein en Bolivia y la progresiva migracion hacia el norte del territorio argentino, y hoy ya los inIormantes no recuerdan ni siquiera el signiIicado del termino, aunque una encuesta mas proIunda y extensa que la realizada por nosotros deberia llevarse a cabo si se intentara reconstruir la organizacion de este pueblo en el pasado. El hecho que en la mayoria de los sistemas de clasiIicacion tribal expuestos pueda resaltarse que estas macrounidades sociales son tambien deIinidas sobre aspectos de la localizacion utilizandose las caracteristicas del habitat en su identiIicacion, nos conduce a postular que en esta categoria debe buscarse la clave de los sistemas de organizacion social chaqueos. Practicamente todos estos grupos sociales poseen como caracteristica distintiva en el contexto de la propia clasiIicacion de la etnia a que pertenecen, la comunidad lingistica en el nivel del dialecto y este rasgo es, desde un punto de vista externo, probablemente Iuncion de los nexos sociales al igual que el intercambio matrimonial deIiniendo de esa manera una unidad cultural ademas de social. En este punto debemos exponer lo que consideramos una de las principaIes conclusiones a que arribamos en el desarrollo de nuestra investigacion. Se reIiere a la necesidad de tomar las unidades que en este trabajo hemos denominado 'tribus' como base para cualquier descripcion cultural en el area chaquea. El punto de partida debera ser un minucioso trabajo de deIinicion ubicando en lo posible el desarrollo de estos conjuntos humanos en el tiempo y el espacio. A cada uno de ellos deberian reIerirse las monograIias etnograIicas como medio de evitar las generalizaciones que siempre se han realizado cuando el objeto del etnograIo era una 'etnia' deIinida externamente sobre una somera base lingistica que presenta la diIicultad adicional de realizarse sobre lenguas practicamente desconocidas. La hipotesis consiste en que inclusive el panorama etnohistorico del Chaco podra verse Iecundado por una perspectiva como la que se propone que contempla el estudio de los Ienomenos tan remanecientes en el area de Iision y Iusion de grupos sociales. Organizacion social (...) del Gran Chaco 23 III. DESCENDENCIA EN LAS SOCIEDADES CHAQUEAS Se llaman normas de descendencia o linealidad a aquellos principios por los cuales se aIilia a cada individuo de una sociedad con determinado grupo de parientes. Es notable que este aspecto de la sociologia primitiva ha ,ocupado comparativamente muchos de los esIuerzos de los estudiosos de estos problemas. En particular las sociedades que siguen normas unilineales -es decir patri o matrilineales aIiliando a un individuo exclusivamente con los parientes del padre o la madre respectivamente- se han constituido en uno ,de los campos clasicos de los estudiosos etnograIicos tradicionales. Siguiendo el modelo propuesto por Murdock 1 , se deIinen dos tipos de sociedades al margen de los recien mencionados. Se trata de las que siguen principios bilineales -que superponen normas patrilineales y matrilineales- y aquellas que los siguen bilaterales -las que no resaltan la proximidad de cada individuo ,con ninguna de las lineas genealogicas- Estas ultimas tambien suelen deIinirse como sociedades sin linealidad desarrollada o deIinida. En la region chaquea son muy escasos los grupos humanos que poseen normas de descendencia unilineales. En particular los Zamuco y seguramente los amazonicos clasiIican grupos de parientes siguiendo la norma patrilineal; pero, sobre todo en el primer ,caso, el modelo social emergente diIicilmente pueda clasiIicarse como una -sociedad regida por principios unilineales exclusivamente. En este acapite realizaremos una revision de algunas de las aIirmaciones clasicas con respecto a las tribus del Chaco -que en nuestra opinion siguen normas bilateralespara Iinalizar con algunas consideraciones acerca de las que si poseen normas de linealidad deIinida. Los grupos con normas bilaterales de descendencia La mayoria de las etnias chaquenses, en particular aquellas que se han considerado tradicionalmente como 'tipicas de esta area, es decir aquellas que pertenecen a las Iamilias lingisticas Matako-maka y Guaycuru y, por otra parte, tambien los Lengua, poseen pautas bilaterales de descendencia. Esto implica que no acentuan la relacion con respecto a una linea deIinida de parientes en detrimento de la otra, aunque puedan distinguir clasiIicatoriamente, en el marco de determinados campos semanticos, a ambos grupos parentales. Sin embargo, algunos autores han aIirmado la vigencia de principios 24 Jose Braunstein unilaterales de descendencia para algunos de estos grupos. Una resea de la discusion a proposito de esas aIirmaciones parece necesaria para el esclarecimiento de la cuestion, aunque un detallado analisis de este punto excederia el marco de este trabajo ya que implicaria la discusion de determinados aspectos que van desde la perspectiva teorica del escritor de tales aIirmaciones hasta la hermeneutica historica de las Iuentes en el marco de una ciencia etnologica que aun no ha deIinido acabadamente su terminologia. Con respecto a la aIirmacion de RaIael Karsten 2 reIerida a la matrilinealidad de los indios del Pilcomayo (Toba, mataco, chorote y chulupi), y, en particular de los chorote quienes poseerian un verdadero derecho materno se deben hacer algunas precisiones: en principio 3 aIirma este autor la semejanza de los sistemas de organizacion social de los indios pilcomayenses diciendo: 'The social organization among all tribes oI the Pilcomayo is Iundamentally the same,.... Esta aIirmacion coincide con parte de nuestras conclusiones, aunque para Karsten esta organizacion se caracteriza morIologicamente en una clasiIicacion que incluye progresivamente a la 'tribu', la 'subtribu' o clan', y las 'comunidades aldeanas. 'Among all oI them the 'tribe is a Iairly loose social unit, being simply composed by Iamilies related to one another by blood. (n. 1: Then in the Iollowing pages I Sometimes use the word 'clan, this term has merely reIerence to the 'sub-tribe, by which I simply mean a number oI Iamilies recognizing consanguinity). ( ... ) Within the sub-tribes, again, the Ieeling oI blood-relationship is strong. Such a sub-tribe consists oI a number oI village communities, each composed oI a Iew Iamilies closely related to one another. Como hemos expuesto 4 este modelo coincide con nuestras inIormaciones pero asentandose mas en los principios de localidad y bilateralidad que en los expuestos por Karsten; y, al mismo tiempo, distinguiendose en esta morIologia general distintos modos
1. V. Murdock, G. P., 1949, p. 15. 2. Karsten, R., 1932, pp. 43-59 3. Ibid. p., 43 4. V. acapite anterior sobre ''Iorma de las sociedades chaqueas. Organizacion social (...) del Gran Chaco 25 de articulacion de las unidades sociales ya que estas varian en importancia relativa a las demas. En eIecto, Iunciones basicas de estas unidades tales como las de la solidaridad, la conceptuacion del parentesco, la regulacion de la exogamia, etc., se diIerencian marcadamente de una etnia a otra. En especial Karsten establece otra semejanza entre todas las tribus mencionadas sobre la base de los principios de linealidad Iemenina. Revisando sus aIirmaciones a este respecto, se observa que ese autor establece un nexo causal o mas bien no realiza una clara distincion entre los principios que rigen la localidad matrimonial y el status politico-juridico de los sexos y de este, a su vez, con las normas de descendencia o linealidad que siguen los grupos por el estudiados. Creemos poder demostrar que estas diIerencias de enIoque se sustentan basicamente en problemas de deIinicion y no en deIectos en la observacion y descripcion de Ienomenos que coinciden bastante con los observados por nosotros. Por otra parte, la independencia de esos rasgos parece estar bien demostrada en la etnologia contemporanea. Las aIirmaciones que comentamos estan contenidas en el siguiente parraIo: 5
'A social Ieature characteristic oI all Chaco tribes is the relative matriarchy or 'mother right prevailing among them. Descent is traced through the Iemale, the child being supposed to belong to the mother's, and not to the Iather's, tribe or clan. Closely connected with this idea is the custom prevailing among most matriarchal peoples, that when a man marries, be stays with his wiIe's Iamily, becoming a member oI her clan. All these Ieatures are Iound among the Pilcomayo tribes, but particularly among the Choroti where 'mother right has developed into real mother-rule. Thus in those parts oI the Choroti country where they are neighbors with other tribes and intermarriage takes place, it is the rule that iI the woman is oI the Choroti tribe the children become members oI that tribe, whereas, iI a Choroti man marries a woman oI another tribe, he himselI and the children become members oI that tribe. This was particularly noticeable in regard to the AshIusIay in the South with whom the Choroti Irequently intermarry. Thus the 'great chieI oI the Choroti living near the Iort Guachalla, the old Atamo, was on his Iather's side oI Ashluslay descent, but his mother being a Choroti woman he had himselI become a Choroti. ( ... ) The 'mother right oI the Choroti and oI other Chaco tribes is in Iact only a 26 Jose Braunstein secondary phenomenon, evidently dependent on the social conditions which have developed among the tribes in this country, and which in their turn are due -at least in part- to geographical causes. As to the Choroti, it is to be noticed that among them the women in general have great social importance, to such an extent in Iact, that we may speak oI a real gynaecocracy. This is in the Iirst place due to the numerical disproportion between the sexes which, at least at present, exists in the tribe.'' Leyendo con atencion el texto antecedente, notamos que la norma de descendencia es deducida por su autor de la de localidad. Conocemos algunos otros casos entre indios del Chaco en que un hombre que no posee ascenedientes etnicamente homogeneos ha logrado una posicion de preeminencia en el grupo local que habita, tal como el viejo Atamo. Sin embargo, en ningun momento Karsten demuestra a lo largo del texto que el concepto de 'pertenencia' que utiliza sea compartido por los hombres a los cuales se reIiere. Los casos por nosotros relevados que presentan similitudes parecen indicar que en grupos locales que se consideran practicamente homogeneos como Iormando una unica Iamilia, como es el caso de los chorote y Toba que se caracterizan por una pautada exogamia por lo menos en relacion a una determinada unidad -equivalente en este caso a la 'comunidad aldeana de Karsten- casi todos los individuos estan de algun modo relacionados con miembros de otras aldeas, e inclusive, el caso del mestizamiento con individuos pertenecientes a bandas de diIerente etnias aparece como un Ienomeno mas o menos Irecuente. Esto ocurre sobre todo cuando son compatibles los modelos organizativos de una y otra etnia, tal como parece ser el caso de los chorote y los chuIupi (Ashluslay). Por Iin, la aIirmacion reIerida a la mayor importancia social de la mujer explicada sobre la base de las caracteristicas geograIicas -la real dependencia de la recoleccion en estos grupos- y la desproporcion demograIica entre los sexos, no parecen concluyentes desde que otras etnias del Chaco en similar dependencia del medio poseen principios de linealidad inversos a los Postulados y se conocen en la literatura etnograIica numerosos casos de sociedades patrilineales con una desproporcion demograIica similar. Por otra parte, aunque no es el caso negar la inIluencia social de la mujer, no podemos compartir la idea de la preeminencia politica de ese sexo, ya que para los grupos reIeridos y, en especial para los Toba y los chorote, ha sido descripto un regimen de jeIatura
5. V. Karsten, R., 1932, pp. 49-50. Organizacion social (...) del Gran Chaco 27 masculina Iuerte (en oposicion a otros grupos chaqueos) tanto en el nivel de la tribu como de la banda. En deIinitiva, aunque se ha intentado reiteradamente en la historia de la etnologia hallar relaciones causales similares a las que postula Karsten entre descendencia y status politico-juridico de los sexos y de este con la localidad matrimonial, los resultados distan mucho de ser concluyentes como para legitimar tales nexos. El problema teorico que subyace en todo el analisis sociologico de la obra de Karsten es la cuestion del totemismo, cuestion deIinida tradicionalmente sobre la base de sociedades unilineales. 6 En eIecto, el interes de ese autor 7 por el problema se maniIiesta inclusive cuando niega la existencia entre los indios del Chaco de 'a clan organi:ation in the strict sense asi como de totemismo y realiza la salvedad de un cierto principio totemico embrionario entre los Toba que, Iuera de toda duda, se ubica en el terreno absolutamente riesgoso. 8
Un analisis preliminar de las pautas que regulan el matrimonio con determinados grupos (exogamia-endogamia) en estas etnias de acuerdo al autor de Indian Tribes of the Argentine and Bolivian Chaco es necesario, ahora. En particular la
6. V. Levi Strauss, C., 1965, pp. 33-5. 7. Karsten, R., Op. Cit., p. 43. 8. En eIecto, la denominacion interetnica de los Toba es, por parte de sus vecinos la de 'hijos del suri (Rhea americana)' o 'suris' (tradicionalmente juris o suris para los quechua-hablantes, wanslav slavis (suris Colectivo) para los mataco, etc.) y existen algunas creencias entre estos miembros de la Iam. ling.. Guaycuru relativas a un 'andu cosmico' de las que nos hablara, entre otros, Lehmann-Nitsche (1923); a un 'dueo de los andues', un caracteristico boss que regula su caceria; y toda una serie presente en mitos, leyendas y rituales. Este hecho no debe asombrarnos desde que la relacion que establecian estos indigenas con el animal de reIerencia estaba signada, entre muchas otras cosas, por constituir el mismo una de las principales piezas de caza y, probablemente, la mas codiciada entre ellos. Por otra parte, la cantidad de signiIicaciones que atribuyen, en general, todos los indios del Chaco a este animal abarcaria -sin ninguna duda cientos de paginas. Sin embargo, jamas hemos relevado inIormacion alguna en siete trabajos de campo llevados a cabo en diIerentes comunidades de esta gran etnia, ni tampoco hemos conseguido un dato Iirme en la bibliograIia con respecto tina relacion mistica entre el andu y los Toba como no sea en el shamanismo. Por el contrario, hemos relevado reiteradas veces la aIirmacion que ya apareciera en DobrizhoIIer (P. M., 1968, V. II, p. 28) con respecto a la costumbre de la depilacion de las cejas en la que se realiza una asimilacion de los 'alemanes a los andues en Iorma de burla por lo espesas que tienen las mismas. Por ultimo, no encontramos ningun nexo logica entre la denominacion interetnica de un grupo y sus posibles creencias totemicas. 28 Jose Braunstein aIirmacion 9 en la que niega la exogamia de 'subtribu parece en cierto modo contradictoria con la reproducida precedentemente aIirmando la pertenencia de los hijos al clan o tribu de la madre, hecho que es ejempliIicado con el caso del viejo Atamo. 10 Esta contradiccion solo puede ser salvada si consideramos que Karsten nunca aIirma la endogamia en este nivel- aunque, como veremos, debia existir una deIinida tendencia en este sentido- por lo que esta debia, probablemente, estar condicionada por la enemistad que ese autor asigna a los diIerentes 'clanes' chorote entre si. Podemos intentar algunas respuestas tentativas a este interes aparentemente sobredimensionado por deIinir grupos de parientes unilineaIes. En primer lugar la relativa prevalencia de la problematica del totemismo en la etnograIia europea clasica de la que Karsten no parece haberse evadido. En segundo lugar, teniendo en cuenta la epoca en que el etnograIo escandinavo realizo sus trabajos, 11 la relativa pobreza del aparato conceptual elaborado por la etnograIia para la comprension de los Ienomenos sociales que no se enmarcaran en los modelos tradicionales de las sociedades australianas y otras que habian recibido atencion preponderante de los etnograIos hasta entonces. Esa atencion se debia probablemente al hecho de aparecer esas sociedades corno particularmente distantes de nuestros propios modelos y por lo tanto exoticas e inexplicables en cierto modo. Ademas, la atencion hacia esos modelos Iue justiIicada desde la perspectiva teorica del momento, en particular desde que se habia intentado reconocer en ellas 'etapas' del modelo ideal del desarrollo social humano. De esta manera podia en cierta Iorma negarse la entidad etnograIica de sociedades que no siguieron precisamente esos modelos. De cualquier modo la pregunta principal que nos planteamos subsiste en toda su complejidad. Por que el autor que comentamos objeta, entonces, la entidad clanica de las sub-tribus de que nos habla si estas son unilineales y exogamas? La respuesta podria estar contenida probablemente en la indeIinicion que puede implicar la utilizacion de los criterios de descendencia tal y como Karsten los emplea en la conIusion con los de la localidad
9. Karsten, R., Op. Cit., p. 43, dice: 'The chief reason whv the 'sub-tribes of the Chaco indians cannot he called 'clans` proper is that thev are not exogamous. 10. ibid. p. 49. Tambien V. mas atras en este mismo acapite. 11. Se puede aIirmar que hasta 1949 en que aparecen los clasicos de Murdock, Lowie y Levi-Strauss sobre este tema, la mayoria de los etnograIos encontraban diIicultades semejantes a las que exponemos del trabajo de Karsten. Organizacion social (...) del Gran Chaco 29 matrimonial; en eIecto, la aIirmacion 12 con respecto a la pertenencia 'clanica` del hijo de un hombre no parece ser expresion y consecuencia de la norma de localidad y dudamos realmente que un indio chaqueo e inclusive un chorote estaria de acuerdo con la aIirmacion reIerida a su pertenencia al grupo de su madre, por lo menos en el sentido que esta palabra 'pertenencia' tiene para la etnograIia. Es cierto que 'pertenece' al grupo local de la madre, desde que vive con el, pero es acaso menos pariente por ello del grupo en que nacio su padre? La respuesta, sin ninguna duda, es un categorico no. Los resultados de Karsten han sido la Iuente de muchas de las aseveraciones publicadas sobre la sociologia etnograIica del Chaco, como las de Krickeberg 13 y Steward & Faron, 14 quienes generalizan para toda el area las conclusiones antes expuestas, y otros trabajos generales y manuales de divulgacion. 15 Por otra parte, SiIIredi 16 tambien coincide con Karsten en el punto de las normas de Iiliacion de los chorote pero sobre la base del analisis de los tabues de incesto y de la clasiIicacion del conjunto de los parientes maternos en la categoria de 'ikai fwenthli: lit. camino uno solo. Los tabues de incesto vedan en esa etnia el intercambio sexual con los parientes maternos de un individuo. Sin embargo, la prohibicion matrimonial en el seno del grupo local, si este era considerado una Iamilia, -como era el caso de esta y muchas otras etnias chaqueas- debe Iorzosamente conducir a un sistema de reglas similares a las que la autora expone, partiendo de la base de la aplicacion ajustada de la regla que determina la uxorilocalidad de los matrimonios como se aIirma en el mismo trabajo. 17 Por otra parte, la distincion del conjunto de los parientes maternos y de los paternos no se extiende a la terminologia de parentesco que es simetrica, 18 y el hecho de que exista la posibilidad lingistica de distinguir unos y otros conjuntos parentales no implica necesariamente una mayor proximidad de unos u otros. Conclusiones similares pueden extraerse para los chulupi 19 y los maka por el caracter
12. Karsten, R., Op. Cit., p. 49. 13. Krickeberg, W., 1946, p. 171. 14. Steward, J. H. & Faron, L. C., 1959. 15. V. Entre otros Canals Frau, S., 1953. 16. SiIIredi, A., 1973, p. 97. 17. V. SiIIredi, A., 1973, p. 96. 18. V. mas adelante el acapite relativo a 'parentesco y el 'apendice correspondiente. 19. Wicke, Ch. R. & Chase-Sardi, M., 1969, p. 484. 30 Jose Braunstein simetrico de la terminologia de parentesco consanguineo, un modelo muy semejante de localidad y exogamia y, por Iin, la aIirmacion de que 'todos son parientes aunque no vivan juntos. 20
Para los mataco las posiciones de los especialistas en relacion a este punto varian desde aquellos que siguiendo a Karsten les atribuyen un modo de descendencia matrilineal hasta los que como Fock 21 y Metraux 22 les asignan uno patrilineal. La postura de Fock debe entenderse en el marco del modelo que el propone y que discutiremos mas adelante 23 de una sociedad patrilineal, exogama y matrilocal. En el caso del sabio suizo la aIirmacion debio ser modiIicada con posterioridad a la aparicion del Handbook of South Americans Indians ya que Murdock, 24 quien toma a los mataco para su muestra, sobre la base de inIormaciones publicadas y otras ineditas de Metraux los considera bilaterales. En lo que respecta a una 'moderada tendencia a la 'patrilinealidad que menciona De los Rios 25 para los mataco de M. San Patricio opinamos que es resultado de la situacion de contacto sin que se ligue necesariamente a las ideas aborigenes relativas a los procesos biologicos de la reproduccion y sus connotaciones epistemologicas. 26 Palmer 27 aIirma que ''it is uncertain that a concept of unilineal descent actuallv exists among the mataco coincidiendo con nuestras conclusiones reIerentes a la bilateralidad en este grupo. 28 En este punto parece conveniente recordar el aserto de Lowie 29 reIerido precisamente a estos casos: ' ... we should not be surprised to Iind characteristics oI unilateral systems among loosely organized peoples. However, we must be careIul not to ascribe a matrilineal or a
20. Se trata de una aIirmacion del maka Andres Tsemhei recopilada en 1977, aunque otras similares pueden hallarse en el material proveniente de muchas de las otras etnias chaquenses. 21. Fock, N., 1963. 22. Metraux A., 1946, p. 302. 23. V. mas adelante el acapite relativo a 'exogamia. 24. Murdock, G. P., Op. Cit., 1949. 25. De los Rios, M. A., 1975, p. 64 y n. 3. 26. V. Braunstein, J. A., 1976, p. 136 27; Palmer, J., 1977, p. 51. 27. Palmer, J., 1977, p. 51. 28. Braunstein, J. A., 1976, pp. 136-137. 29. Lowie, R. H., 1936, p. 327. Organizacion social (...) del Gran Chaco 31 patrilineal pattern on the basis oI such elements: such classiIication must rest on explicit statements that children are reckoned kin with their mother or their Iather. Un problema especial propone la sociedad lengua que posee una terminologia de parentesco asimetrica que tiene relacion con la regulacion de la exogamia 30 pero que no parece implicar una tendencia a sealar la descendencia en Iuncion de solo una de las lineas parentales. Un inIormante respondio a la pregunta sobre si se hacia diIerencia entre los parientes del padre y los de la madre diciendo: 'si /se hace/. Hay muchos tios y tias tambien /que son/ parientes de la mama. Siempre asi, /de mi/ papa hay tambien tios /que son/ parientes; y ante la pregunta sobre si unos eran mas importantes para el que los otros, respondio que 'igual mi mama y mi papa, igual cuando /son/ parientes de mi papa o parientes de mi mama. 31 Puede pensarse que los tabues del incesto encuentran su razon de ser en la nocion -de parentesco genealogico; sin embargo, para los lenguas no son menos parientes aquellos individuos con los que el matrimonio es permitido, por -que el parentesco abarca a la totalidad de la tribu. En el ao 1975, cuando realizabamos una genealogia de la inIormante Francisca Pinacte en la comunidad toba de M. Tacaagle se produjo un dialogo que nos parece poder reIlejar las diIicultades de la problematica expuesta que pudieron conducir a muchas de las conIusiones que reseamos en este capitulo. En aquel momento intentabamos averiguar si alguna norma explicita entre los Toba podia explicar el hecho de que nuestra inIormante no recordara los nombres de los hermanos de la madre ni los de las hermanas del padre a pesar de aIirmar enIaticamente que tanto uno como el otro progenitor tenian hermanos y hermanas y negar que ella tuviera mas relacion con una rama que con la otra. Por Iin dijo: 'porque ellos viven lejos, /en/ Bartolome /de las Casas, Formosa/, todos ellos tienen sus Iamiliares. No estan al lado de nosotros. Esta concepcion no es unilineal segun se concibe esa nocion actualmente aunque pudo sin ninguna duda -sobre todo en grupos que no Iueran tan constantes en sus alianzas como los Tobas y con menor relevancia de las normas de matrimonio entre hermanos- 32 promover la teoria que la localidad materna condiciona la descendencia materna; porque en las Iamilias chaqueas son las mujeres las que permanecen y los
30. V. mas adelante el acapite correspondiente a 'exogamia. 31. M. Nueva Vida (Rep. del Paraguay), '77, E7v., Lorenzo Fernandez, lengua. 32. V. mas adelante el acapite correspondiente a 'conjuntos residenciales. 32 Jose Braunstein hombres los que circulan, y consecuentemente los lazos con los parientes paternos son diIusos aunque los indios no realicen diIerencias entre ambas lineas. Sin embargo, si tenemos en cuenta hasta que punto la nocion de Iamilia como grupo local reemplaza a nuestra idea de Iamilia como conjunto genealogico, 33 y en que medida los principales roles politicos de esos grupos son cumplidos por individuos provenientes de conjuntos sociales distantes, la idea de una norma de descendencia materna se desdibuja basta practicamente desaparecer. Los grupos que tienen normas de linealidad definida De la totalidad de los grupos chaqueos considerados, solamente los que hablan lenguas de la Iamilia Zamuco y los chiriguano (incluyendo los grupos amazonicos guaranitizados) poseen unidades sociales caracterizadas por normas de linealidad deIinida; y el caso de los primeros debe diIerenciarse radicalmente del de los segundos. En eIecto, los ayoreo y chamacoco del Chaco boreal poseen ciertamente la idea de pertenencia a grupos sociales deIinida sobre la base de una norma patrilineal, pero esos grupos sociales que aparecen normalmente en la literatura etnograIica como 'clanes carecen totalmente de localizacion deIinida, por lo que, siguiendo las deIiniciones que nos habiamos propuesto, debemos considerarlos como sib. 34 El caso de los Tupi-Guarani chiriguano y de los restantes grupos chiriguanizados es diIerente porque se presume 35 que los mismos ingresaron al area chaquea organizados en patrilinajes localizados, es decir, Iamilias deIinidas sobre la base de la linealidad paterna que habitaban juntas. La perdida temprana de la patrilocalizacion en aras de la localizacion postmatrimonial en el hogar de la esposa parece haberse compensado con la Iormacion de un tipo de unidad residencial en aldeas permanentes durante la epoca colonial. Las mismas eran unidades que tendian a Iomentar las uniones endogamicas evitando de este modo la dispersion de los linajes paternos y permitiendo la preservacion de algunos de los modos sociales originarios. 36
33. V. Braunstein, J. A., 1974 b, p. 78. 34. V. Murdock, G. P., 1949, p. 47 y pp. 65-78. 35. V, Susnik, B., 1968. 36. Braunstein, J. A., 1976, p. 125. Organizacion social (...) del Gran Chaco 33 Las sib de las tribus de habla Zamuco Los ayoreo se dividen en 'siete clanes (sibs) patrilineales, exogamos, jerarquizados entre si y no localizados, 37 en tanto que los de los chamacoco parecen haber sido ocho 38 o siete 39 contandose entre ellos un 'clan endogamo. Las sib chamacoco tambien estaban caracterizadas por la descendencia patrilineal asi como por una jerarquia inherente. El orden de las jerarquias de las sib de los ayoreo se pueden advertir en el siguiente cuadro: 40
cikenoi etakori pikanerai dosapei kutumuahai posonhai nurumini Al mismo tiempo, en ambas etnias existe un orden entre los sibs que Susnik describe como de 'mitades, aunque esa misma autora advierte 41 'el poco enIasis que maniIiestan los chamococos respecto a las mitades sociales; algunos dejan traslucir cierto temor de hablar, y otros un rechazo visible. Ese orden reIleja preIerencias matrimoniales entre los chamacoco 42 y un regimen de circulacion de determinadas prestaciones en ambas etnias. Las correspondencias son como sigue: 43
37. Bormida, M., 1973, n. 18. 38. Cordeu, E. J., 1978, p. 105. 39. Susnik, B., 1969, p. 138; aunque posteriormente (p. 142) menciona un octavo al que caliIica de 'extinto'. V. tambien Baldus, H., 1931 y BelajeII, J., 1936, p. 192. 40. Bormida, M. & CaliIano, M. 1978, p. 100. 41. Susnik, B., 1969, p.141. 42. Ibid., p. 146. 43. V. Bormida, M. & CaliIano, M., 1978, p. 102 y Susnik, B., 1969 pp. 1 41-142. 34 Jose Braunstein Orden de las sib ayoreo chamacoco *
Cikenoi ...................... posonhai kutumarxa.................. namoxo etakori........................ dosapei posthsraxa.................. taxoro pikanerai.................... kutamuahai tymthsrxa................... dosypthsk nurumini .................... lacymthsrxa ............... (?) dycykyrmysthsi En ambos casos se describe la situacion de una sib que no tiene correspondiente para el intercambio entre los ayoreo y que es endogama para los chamacoco. El origen de estas unidades sociales y el parentesco que ellas expresan parecen sin embargo diIerir en algun grado en las concepciones de ambas etnias. Para los ayoreo, sus clanes corresponden exactamente a aquellos en los que se dividia la humanidad primigenia, considerandose los miembros de un mismo clan como descendientes directos de esos antepasados (nanibahade). El sentido de las sib en la cultura ayoreo excede sin duda su Iuncion de regulacion social para cubrir el horizonte de las nociones que permiten clasiIicar la realidad. En eIecto, los entes del mundo -incluyendo tanto los de la naturaleza como los de la cultura- actual, originados tambien a partir de determinados nanibahade que cambiaron su Iorma en el tiempo originario, 'pertenecen a las diIerentes sib segun y conIorme hayan pertenecido los diIerentes antepasados a cada uno de los segmentos sociales. Cada kucierai (sib) permite de tal modo introducir un orden que es general para la totalidad del cosmos. Los kenaxo 44 chamacoco, a diIerencia de los segmentos ayoreo, se
* . El grupo |ths| reemplaza por razones tipograIicas al signo |y| acentuado || del original. 44. Con respecto a la designacion de las sib, Cordeu (E. J., 1978, p. 104) dice: 'Ahora bien, nuestras investigaciones no conIirman la existencia de vocablos que sustantivicen especiIicamente la nocion de unidades unilineales (patrilineales) y exogamas -a excepcion de Dich.kenzaro- sin localizacion determinada y que descienden de un antepasado comun, que en etnologia se conocen generalmente con el nombre de clanes; o, mas correctamente, de sib. ReIiriendose a sus unidades sociales de este tipo, los Ishir utilizan locuciones que incluyen los terminos orio u orrio (nosotros`) o, con mas Irecuencia, kenaxo, a continuacion del hombre de cada unidad particular / ... / En eIecto, el vocablo kenaxo en cualquiera de los contextos que se emplee, apunta siempre a indicar la diIerencia especiIica que singulariza un ente Organizacion social (...) del Gran Chaco 35 originaron a partir del nexo establecido entre un antepasado originario y un personaje teoIanico (axnabsero) al que aquel mato o intento matar en el episodio del drama mitico de la occision de los axnabsero que constituye uno de los principales elementos en la conIormacion del mundo actual para los chamacoco. 'Cada uno de los ocho clanes o kenaxo chamacoco, ademas de observar determinadas reglas matrimoniales, caracterizarse por una determinada 'personalidad clanica e integrar ciertas obligaciones sociales y mitico-religiosas, posee un axnabsero 'Iundador se liga con determinada especie natural, y su nombre reIleja ambos aspectos en diversos sentidos. 45
Desde una perspectiva comparativa parece deIinitivamente claro que la institucion de estos segmentos sociales entre las tribus norteas del Chaco esta ligada a la semejanza estructural del Iuncionamiento en tiempos etnograIicos de ambas sociedades, asentada esta seguramente en un origen historico comun o en semejantes inIluencias culturales de las areas vecinas. La indudable relacion lingistica que se puede apreciar entre algunos de los nombres de la serie de sib de uno y otro grupo parece conIirmar esa hipotesis. Por otra parte, desde el punto de vista sociologico, el hecho de una ausencia practica de solidaridad entre los integrantes de cada uno de estos segmentos, mas notable entre los ayoreo que entre los chamacoco, plantea un problema cuya resolucion teorica no podemos oIrecer pero que abre a nuestro juicio posibilidades no exploradas en el campo de la antropologia social. En eIecto, al margen de los grandes grupos de parientes exogamos y patrilineales, estas tribus se articulan sobre otro tipo de unidades sociales que son caracteristicamente residenciales (matrilocales). De hecho, como vimos en el apartado anterior, esas unidades sociales determinan en cierta Iorma un nexo con los parientes maternos que ha sido deIinido como de mayor proximidad que con los paternos, a pesar que, como hemos visto, los individuos de estas etnias heredan conceptualmente la pertenencia a otro grupo que sigue esencialmente una linea genealogica diIerente. El hogasui ayoreo y el nanapso chamacoco son la celula del sistema social de esos grupos y, Irente a ellos, las dilatadas sib que los atraviesan pierden mucha de su importancia en lo
respecto a otro de la misma clase; asi, las Irases uturbo kenaxo o chiperme kenaxo, indican respectivamente 'otro color' u 'otro pajaro'.... 45. Cordeu, E. J., 1978, p. 105. 36 Jose Braunstein que hace a solidaridad y otras Iunciones de las unidades sociales. Ahora bien, distinguiendo lo que hace al principio de la localidad como Iundamento del ser de estas unidades, si enIocamos nuestra atencion en investigar cuales son los criterios epistemologicos que la conciencia indigena utiliza para caracterizarlos, no encontramos en ningun momento indicio alguno que nos hable de algun principio de linealidad deIinida. Por el contrario, en su interior el parentesco es incontestable y la terminologia para designarlo se aplica primordialmente en el seno de este grupo, ya que la que se usa para el parentesco 'clanico se restringe a una palabra 46 excluida de ese universo lexico. La indistincion terminologica -comun con la mayoria de los grupos chaqueos que hemos descripto como bilaterales- entre parientes de la linea paterna y materna, se muestra como un indicio complementario de la indiIerenciacion clasiIicatoria. Por otra parte, en el interior de estas Iamilias extensas la solidaridad es maxima. Recapitulando, en estos grupos encontramos dos distintos tipos de unidades superpuestas. El primero caracterizado por la linealidad paterna y la exogamia se mueve en el plano de lo puramente pensado. El segundo caracterizado por la localidad materna y la solidaridad es el que se advierte exclusivamente si contemplamos a las sociedades de habla zamuco desde el angulo de su practica social. La linealidad de los amaznicos en el Chaco Aunque esta en discusion cual Iue la norma de linealidad caracteristica de los grupos de la gran Iam. ling. Tupi-Guarani antes del contacto intensivo con los blancos, 47 se acepta que los chiriguano introdujeron en el Chaco occidental muy poco antes de la llegada de los espaoles un modelo de descendencia unilineal que consistia en patrilinajes
46. Los ayoreo designan a cualquier pariente 'clanico con la palabra 'diosi' (Bormida, M. & CaliIano, M., 1978, p. 93). Los chamacoco, en cambio, pueden extender la terminologia que se usa en la propia Iamilia local para reIerir a los parientes clanicos (Susnik, B., 1957) (13.3 y 14.2). 47. La polemica a que nos reIerimos comenzo con los trabajos de Ch. Wagley y E. Galvao (V. 1946 a y b) sobre el parentesco Tupi-Guarani que, en cierto modo, desmitiIicaron el tema al atribuir a esas sociedades un modo de descendencia bilateral a despecho de la terminologia de parentesco asimetrica y de la enraizada posicion tradicional que atribuia a estos grupos de 'Iloresta tropical' sudamericanos un tipo de Iiliacion patrilineal. Posteriormente se sucedieron las contestaciones y polemicas aunque Organizacion social (...) del Gran Chaco 37 patrilocalizados. 48 Este modelo de linealidad parece haberse conservado a traves de la historia social de esta etnia en el Chaco aunque los linajes patrilocales se disolvieron en unidades sociales de tipo aldeano en las que convivian Iamilias extensas matrilocales pero manteniendo conciencia de su unidad. Por el contrario, los grupos prechiriguano del Chaco occidental y los que vivieron en el interior de esa area hasta el siglo pasado (Los chane y guana de la Iam. ling. Arawak) parecen haberse sustentado en una norma inversa matrilineal de la que quedaban algunos rastros a Iines del siglo pasado a despecho de una guaranitizacion casi completa. 49
actualmente parece prevalecer una posicion contraria a la de esos autores respecto a este particular punto. 48. V. Braunstein, J. A., 1976, p. 117; seguimos en este punto la opinion de la Dra. B. Susnik (1968). 49. Nos reIerimos a los datos de E. Nordenskjld (1912, pp. 198-199) y A. Metraux (1935, p. 419) sobre jeIatura Iemenina en estos grupos. 38 Jose Braunstein IV. LOCALIDAD POST-MATRIMONIAL La regla de residencia matrimonial que seguian las tribus del Gran Chaco es la que tecnicamente se conoce como 'matrilocalidad'. 1 Mas precisamente suele usarse en la literatura el termino 'uxorilocalidad' que describe ajustadamente las caracteristicas de la norma. Testimonios de esta costumbre se pueden encontrar ampliamente distribuidos en la literatura y ya Lowie 2 caracterizo con ella a los grupos del area resaltando el contraste con los de Fuegopatagonia que siguen una norma de localidad inversa. Metraux 3 aIirma en terminos generales algo similar pero haciendo la salvedad de que la pareja puede, pasado cierto lapso de tiempo, desplazarse hacia el grupo local del hombre. 4 Para los lengua, Susnik 5 aIirma que 'la residencia uxorilocal se observaba con todo rigor, excepto si intervenia el rapto; y Grubb 6 dice: 'as native law requires that the man must leave his own people, and join those oI his wiIe, . . '. Con respecto a los chamacoco, Susnik 7 aIirma que 'la residencia era antes siempre uxorilocal. Una ligera variante se encuentra cuando se revisa la literatura de los ayoreo del Chaco boreal: 8 'la residencia de la nueva pareja es Irecuentemente matrilocal, aunque existen casos en que ella se establece en la Iamilia del esposo. Segun los ayoreo el matri o patrilocalismo mas que ser un hecho
1. Murdock (G. P., 1949, p. 16) dice: 'II custom requires the groom to leave his parental home and live with his bride, either in the house oI her parents or in a dwelling rearby, the rule oI residence is called matrilocal. 2. Lowie, R. H., 1946, pp. 314-315. 3. Metraux, A., 1946, p. 302. 4. Metraux (Ibid.) generaliza diciendo: 'to the man's band. En el manual de Lowie (R. H., 1969, p. 76) se puede hallar una reIerencia que involucra este tipo de Ienomenos: 'Nous trouvons tres communement qu'un mari commence sa vie conjugale avec ses beaux-parents, remplissant a tous egards les Ionctions d'un domestique, mais qu'il Ionde plus tard, souvent apres la naissance des enIants, un menage independent. Cest le cas des Hidatsa, des Ovambo de l'AIrique du sud, des Khasi d`Assam. L`inIluence de la parente maternelle est allors moins prononcee que dans les associations matrilocales permanentes. Sin embargo, en su trabajo del Handbook oI South American Indians (Lowie, 1946, p. 315) asigna a los grupos chaquenses, --exceptuando los chane-Arawak- el tipo de matrilocalismo permanente. 5. Susnik, B., 1977, p. 232. 6. Grubb, B., 1925, p. 214 7 Susnik, B., 1969, p. 115 8 V. Bormida, M. & CaliIano, M., 1978, pp. 92-93 9 Metraux, A., 1937, p. 384 10 SiIIiedi, A., 1973, p. 96. 7. Susnik, B., 1969, p.115. 8. V. Bormida, M. & CaliIano, M., 1978, pp. 92-93. Organizacion social (...) del Gran Chaco 39 institucionalizado, depende de las relaciones aIectivas de los hijos con los padres, ya que los padres por ambas partes tratan de lograr que los esposos vivan con ellos. Esto nos muestra la complejidad del problema del que podemos encontrar otro ejemplo en Metraux para los Toba-Pilaga 9 : 'Si les demarches preliminaires ont ete Iaites par la Iemme, c'est elle qui vient vivre chez son mari, au contraire, si c'est l`homme qui a maniIeste ses intentions d'abord, il va s'etablir chez ses beaux-parents. Il n'existe pas chez ses indiens de regles bien etablies quant a la matrilocalite. D'une Iaon generale, c'est la Iemme qui decide de cette question. L'inestabilite de la costume a cet egard provoque des conIlits. J'ai vu une vieille Iemme se ruer sur sa bru et la battre a coups de poing, lui reprochant d'avoir oblige son Iils a resider dans la hutte de sa mere elle. Elle voulait que son Iils revint, car elle n'avait personne pour I'entretenir. Ses acces de colere n'eurent d'ailleurs auncun resultat. ... Ceci se produit assez souvent du Iait que le Iils vit dans la hutte de sa mere (matrilocalite). Ejemplos similares Iueron Irecuentemente recogidos por nosotros en toda el area del Gran Chaco. Entre los mataco, despues de habersenos aIirmado en reiteradas oportunidades la vigencia de la pauta matrilocal, un inIormante nos aseguro que dependia de cual de los conyuges 'se sentia mas a sus padres, interpretando el que regularmente era la mujer la que tenia mas necesidad de su compaia. Los chorote expresan su norma uxorilocal de la siguiente manera: 10 'No nos separamos nunca. Las hijas y los yernos tienen que vivir junto con nosotros toda la vida. Esta es la costumbre -sakais- de nosotros. Un testimonio semejante se puede hallar en Karsten, 11 involucrando a los chorote, Toba y mataco, quien, como antes vimos, intenta explicar esta costumbre por el papel central que le cabe a la mujer en la economia de estos pueblos y la desproporcion numerica de los sexos motivada por el inIanticidio Iemenino. 'From this point oI view we must also explain the custom that a man who marries must go and live with his wiIe's Iamily. It is mainly due to the reluctance oI her parents to separate Irom her on account oI the work she perIorms. Lo que, de ser correcto este razonamiento permanece sin explicar desde un punto de vista Iuncional es precisamente esa norma de
9. Metraux, A., 1937, p. 348. 10. SiIIredi, A., 1973, p. 96. 11. Karsten, R., 1932, pp. 50 y 61. 40 Jose Braunstein inIanticidio Iemenino por la que aparentemente se destruian los seres mas valiosos de la comunidad. La norma uxorilocal tambien es seguida con bastante rigor por los maka. Es muy Irecuente que los inIormantes relacionen la norma residencial que exponemos con cuestiones economicas como hacia un hombre mataco en M. San Andres: 12
'yo tenia que vivir en la casa de mi suegro, y yo meta mariscar (cazar, recolectar miel) lo que yo podia; y /mi/ suegro estaba contento. /En/ el tiempo cuando yo no estaba casado con su hija el tenia que mantener /a/ toda la Iamilia. Pero cuando yo estaba casado, entonces yo nomas tenia que mantener /a/ toda la Iamilia En otros casos tambien suele resaltarse la integracion a la Iamilia politica como un hecho de mutua proteccion y aIianzamiento social como hacia nuestro inIormante toba en M. Tacaagle: 13 'Si, antes alguno vivia con su suegro, pero alguno dice que se apartaba. Pero el encargo mas importante que ellos tenian era la responsabilidad deI yerno /que/ cuidaba al suegro como /si Iuera/ su padre y el suegro cuidaba al yerno como hijo. Si pasa alguna cosa o le atropellan al yerno, el suegro /se/ hace responsable /como/ si Iuera /su/ hijo de conIianza. Pero hay muchos yernos que son muy malos, no lo quieren al suegro ... '. Ambos textos exponen claramente algunos de los desajustes que provoca esta norma en las sociedades chaqueas. En la muestra que toma Murdock 14 se considera a un grupo chaqueo, el de los mataco, como neolocales sobre la base del testimonio de Metraux. Sin embargo, este en una obra anterior 15 15 no solo aIirma la matrilocalidad de este grupo sino que transcribe las quejas de los hombres molestos por tal norma tradicional: 'Ellos decian que sus suegros se apoderaban de los productos de sus campos y de su casa. No es raro que un hombre se divorcie de su mujer para escapar a la tirania de la Iamilia de ella. Ademas, los padres de la mujer estan siempre dispuestos a volverse contra su yerno si su hija tiene alguna razon para quejarse de el. En general, cuando a los indios se les pregunta sobre sus costumbres matrimoniales responden aIirmando la matrilocalidad como norma, inclusive los Toba y los ayoreo de los ejemplos anteriores; sin embargo, ante una encuesta observacional, la
12. Miguel Ortiz, E 3 i 1972. 13. Vicente Segundo-Alberto Muratalla, E 2 i, 1975. 14. Murdock, C. P., 1949. 15. Metraux, A., 1944, pp. 13-14. Organizacion social (...) del Gran Chaco 41 cantidad de grupos Iamiliares que maniIiestan un desacuerdo con tal costumbre es sorprendente. 16 De hecho, la norma uxorilocal en el Chaco se resiste al encasillamiento como una regla Iormal e inclusive a las explicaciones teoricas que ha suscitado. Palmer, 17
quien realizo un regesto de tales teorias, conIrontandolas con el caso de los mataco, dice: 'Martin (1969) proposes various explanations Ior the existence oI matrilocality: the generally accepted view is that matrilocality is a Iunction oI a sexdetermined economy in which women play a major part; it is a reIlection oI their occupational eIIort and their ascribed social status - Martin, thereIore, interprets it as economically signiIicant, saying that it is more eIIicient Ior women to gather in their territory oI birth. The argument could equally well apply to male hunting activities which beneIit Irom being perIormed in Iamiliar territory (although this means oI production is consistently less eIIicient that gathering. Martin Iollows Steward and Faron (1959) and Leacock (1955) in saying that gathering is individualistic and competitive whereas hunting is cooperative. mataco practices, however, contradict this theory, and the collective nature oI gathering activities may itselI explain matrilocality by ascribing, it a structural Iunction as a means oI preserving the unity oI Iemale kin and thereby ensuring economic cooperation in the search Ior Iood. Martin ascribes a converse structural Iunction to matrilocal residence by saying that the distribution oI male in the bands oI their aIIinal relatives creates intersocietal and internal cooperation while the localised clustering oI related males that result Irom patrilocality cause Ieuding and internal war. This equilibrium theory appears to ignore two important points -Iirstly, that the distribution oI males in the bands oI their aIIinal relatives produces in-law Iriction and disputes and, secondly, that iI matrilocality promotes greater political stability how is one to account Ior the intertribal warIare that traditionally existed among the mataco?. En el ao 1974 realizamos un relevamiento estadistico de las poblaciones indigenas del rio Pilcomayo; 18 de el extrajimos una muestra de cuatro comunidades matacas. Si bien la encuesta no estaba dirigida a obtener datos de
16. Un ejemplo de ello es la muestra estadistica que aparece mas adelante; aunque para poder establecer la verdadera vigencia de la norma uxorilocal se deberia, en rigor, realizar en este caso un seguimiento historico mas que un relevamiento sincronico. 17. V. Palmer, J. H., 1977, pp. 52-53. 18. Investigacion Integral de la Poblacion Indigena del Rio Pilcomayo. 1 etapa, Censo. CAEA, CONICET, llevada a cabo junto con los Lic. Edgardo Cordeu y AlIredo Tomasini. 42 Jose Braunstein esta indole, contabilizamos el numero de uniones aIinales y de ellas el numero que mantenia una estructura de Iamilia compuesta, es decir que incluia en la misma unidad habitacional o contigua a parientes de alguno de los conyuges o de ambos. Consideramos matrilocales a aquellas que incluian a parientes de la mujer, patrilocales a las que incluian a parientes deI hombre e indeterminadas a las que lo hacian con parientes de ambos; tambien cruzamos estos datos con los de las edades de los dueos de casa. Los datos provistos por esta estadistica no son deIinitivos por la enorme labilidad de las estructuras Iamiliares chaqueas que tienden a incorporar segmentos parentales aislados. Nosotros pensamos que esos segmentos que se separan de unidades Iamiliares normalmente por la recomposicion que implica la muerte de un jeIe de Iamilia tienden a agruparse con parientes masculinos en situacion de preeminencia. Este hecho puede ser una de las principales causas de deIormacion de los datos que operamos sobre localidad post-matrimonial porque matrimonios que siguieran el ciclo normal expresado, es decir uxorilocaIes, tenderian en etapas tardias a incorporar sectores de la parentela del marido al tiempo que se limitaria progresivamente e incluso podria tender a desaparecer la correspondiente parentela de la esposa. Para disminuir la posibilidad de error con respecto a este punto establecimos igualmente, en los casos de matrimonios que convivian en Iamilias compuestas, si el hombre era o no el jeIe de las mismas. Los datos obtenidos pueden resumirse 19 en que las 188 uniones aIinales presentes en las cuatro comunidades tomadas como 'testigo, el 86.2 mantenia la estructura de Iamilia extensa, ya sea compartiendo la unidad habitacional o en unidades habitacionales contiguas y el 43.1 del total correspondia a Iamilias compuestas matrilocales con tendencia a no ser dependientes de unidades Iamiliares mayores despues de los 40 aos del hombre, solo el 29. 8 del total convivia con parientes del esposo, de los que ninguno en que el hombre Iuera mayor de 40 aos estaba subordinado en el seno de otra unidad Iamiliar; el restante 13.3 del total permanecio indeterminado, o bien por poseer en el momento de la encuesta una estructura de Iamilia nuclear o bien por tener incorporados miembros de las parentelas de ambos conyuges. Como conclusion extraemos que existe en esta sociedad una tendencia deIinida hacia la residencia post-matrimonial uxorilocal, aunque este hecho sea de diIicil Iormalizacion.
19. V. Matriz de datos al Iinal del acapite. Braunstein, J., 1975, pp. 55-57. Organizacion social (...) del Gran Chaco 43 El caso de los chiriguano es particularmente interesante para la conIrontacion con las perspectivas teoricas que antes expusimos porque al tratarse de una etnia tipicamente agricola no parecen poder aplicarse los argumentos reIeridos al tipo de economia y la division sexual del trabajo. Esto trae a colacion tambien el argumento de Lowie 20 quien rebate las causales economicas del principio de localidad al descreer de la concepcion cristalizada por la etnograIia sobre la division sexual del trabajo, ya que estas costumbres cuentan con numerosas excepciones. Los tratados tradicionales sobre los chiriguano 21 suponen que debieron haber ingresado en la region chaquea como portadores de la norma patriIocal. Sin embargo, a Iines del siglo pasado y a principios de este Iueron descriptos 22 como matrilocales: 'el joven reside los primeros 4 o 5 dias en casa de su suegro sin dejarse ver. Solo despues se deja ver junto a su esposa. Por ultimo concurren a la casa del padre del hombre donde son agasajados con chicha y regalos. Luego regresan abiertamente a lo de los suegros donde preparan un Iestin de chicha con que convidan a sus parientes y amigos. Por otra parte Nordenskjld 23 dice: '. . cette Iamille comprend quelqueIois en plus, les maris des Iilles qui, pendant leurs Iianailles et les premier temps du mariage, habitent chez leurs beaux-parents. Una reIerencia mas concreta se encuentra en Nino 24 quien denomina 'ley a esta norma: 'es ley de los chiriguano que el esposo debe vivir en casa del suegro, tan luego que se contrae matrimonio,... En un trabajo anterior 25
considerabamos a esta una de las principales variaciones en la estructura social de los
20. Lowie, R. H., 1946, pp, 318-319. 21. V. Susnik, B., 1968. 22. Nino, B. de, 1912, pp. 206-207. 23. Nordenskjld, E., 1912, p. 152. 24. Nino, B. de, 1912, p. 207, n. 1. 25. V. Braunstein, J. A., 1976 y Braunstein, J. A., 1977c. 44 Jose Braunstein chiriguano que condiciono el cambio de las unidades sociales basicas habilitando la conIormacion de las grandes aldeas en las que vivian cuando Iueron descriptos. Organizacion social (...) del Gran Chaco 45
46 Jose Braunstein V. PARENTESCO EN EL CHACO Los datos en que nos hemos basado en esta parte de nuestro estudio corresponden a todos aquellos a los que, provenientes de las Iuentes, hemos tenido acceso, ademas de los que nos Iueron amablemente proporcionados por los investigadores del equipo del Centro Argentino de Etnologia Americana 1 . En este acapite compendiamos la inIormacion en lo reIerente tanto a la extension de las nomenclaturas de parentesco, es decir, la deIinicion del grupo social que en cada caso era denominado por medio de este lexico, como la clasiIicacion de las diIerentes nomenclaturas de parientes segun las tipologias clasicas de Murdock 2 y Lowie. 3
Extensin de las terminologas Como aporte para la comprension de las diIerentes unidades en que se articulan las sociedades chaqueas, su signiIicacion e Interrelacion, es importante establecer la entidad de los grupos para los que se utiliza la nomenclatura correspondiente al universo lexico del parentesco. Como vimos, la organizacion social de los aborigenes del Chaco estaba caracterizada por conjuntos de parientes localizados. Dichos conjuntos diIerian en muchos casos en cuanto a su magnitud demograIica, pero al margen de esas diIerencias hemos podido establecer una serie de semejanzas Iundamentales en lo relativo a las categorias de linealidad y localidad que venimos de analizar, encontraremos en este punto una de las claves para la comprension de los diIerentes modelos organizativos ya que aunque las unidades sociales estan presentes uniIormemente en casi todos los grupos
1. Nos Iue proporcionada inIormacion sobre parentesco en grupos del Chaco por Marcelo Bormida, Mario CaliIano y Andres Perez Diez (ayoreo); Alejandra SiIiredi y Miguel de los Rios (chorote); AlIredo Tomasini (mataco del sur del rio Bermejo y Chulupi), a quienes deseamos expresar nuestro agradecimiento. Este conjunto de inIormaciones que Iue complementada con relevamientos de campo en los casos de los grupos para los que no se contaba con bibliograIia, esta trataba el tema marginalmente, o, simplemente, cuando se nos presento la oportunidad de hacerlo. Se incluyeron asi nomenclaturas Toba (M. Tacaagle), Pilaga (Pozo de Navagan), maka (Asuncion), lengua (M. Nueva Vida), mataco (M. San Andres y M. San Martin) y chiriguano (M. Cruce de Pichanal). Mucha de esta inIormacion aparece en el 'Apendice' correspondiente de este trabajo. 2. Murdock, C. P., 1949, pp. 223-224. 3. Lowie, A. H., 1929, XIX, 84-9. Organizacion social (...) del Gran Chaco 47 chaqueos, las caracteristicas en cuanto a la extension de la categoria de 'parientes son Iundamentales para el establecimiento de las diIerencias de signiIicacion entre esas unidades y, por lo tanto, para el de su articulacion reciproca. La nocion de 'Iamilia entre los grupos de lengua Zamuco, al margen de los grandes grupos unilineales; de parientes (sib) que cumplian Iunciones basicamente ceremoniales y en la regulacion de la exogamia, se restringe a lo que hemos denominado hasta aqui 'Iamilia compuesta o 'Iamilia extensa, incluyendo a los parientes separados de la misma pero que alguna vez vivieron con ella. Es oscura la extension de las categorias parentales a partir de la separacion de la Iamilia extensa. Los ayoreo aIirman que consideran hogasi al pariente que vive o ha vivido en el hogasui pero no incluyen a los hijos de este pariente en esta clase si no habitan junto a ellos. Es claro que en el caso de los hijos varones que se alejan del hogasui en virtud de la norma matriIocal, permanecen ligados al mismo por los lazos lineales de la herencia de sib. Algo similar puede presumirse para los chamacoco; aunque la inIormacion de Susnik 4 de que el grupo residencial era la celula social de los antiguos chamacoco habla en Iavor de la asimilacion de ambos modelos por lo menos en lo que respecta a este punto, no poseemos evidencia concluyente al respecto. Desde luego las posibilidades nomenclatorias incluyen a los parientes del padre y a los descendientes del hermano de la madre, pero ello no es contradictorio desde que esta unidades no eran demasiado estables Iisionandose y recomponiendose en relacion a determinadas circunstancias. La caracteristica problablemente mas relevante de este sistema para la mente indigena era la localizacion. Los ayoreo suelen traducir la palabra hogasui como vecino ademas de como 'pariente 5
porque muchas veces los miembros de estas unidades estan ligados por nexos agnaticos o cognaticos muy distantes. De cualquier modo, la terminologia permite asimilar generacionalmente a todos los integrantes en unos pocos tipos. La principal razon de la descomposicion de estas Iamilias radica en la desaparicion Iisica o en la perdida de poder -generalmente con la edad- de su jeIe. Cuando esto sucede y no hay entre los miembros otro hombre que pueda, en virtud de su status, reemplazarlo, los integrantes de la Iamilia buscan, aisladamente o en Iamilias nucleares, otro grupo emparentado de algun modo para
4. Susnik, B., 1969, pp. 169-170. 5. Bormida, M. & CaliIano, M., 1978, p. 93. 48 Jose Braunstein que los acoja. Ejemplos de esta dinamica para los chamacoco pueden encontrarse en la obra de Susnik. 6 Estas Iamilias extensas nomadizaban aisladas durante gran parte de| ciclo anual para reunirse en aldeas semipermanentes en el comienzo de la temporada de las lluvias, cuando 'canta' el pajaro Asohna para los ayoreo y se realiza una Iiesta dedicada al nanibahade de ese nombre que es ceremonia principalisima y practicamente unica en el calendario ritual de estos indigenas. Esta doble morIologia social era tambien parte del modelo organizativo chamacoco corno puede verse en Cordeu: 7 Las bandas uniIamiliares, casi siempre nomadas. ..., se congregaban en el diip (aldea) a Iin de celebrar los ritos de iniciacion de los jovenes y el ceremonial conexo. .... En estas Iamilias compuestas la nota principal era la maxima solidaridad grupal donde practicamente todos los bienes eran compartidos y circulaban. 8 La exogamia, y, en parte, la nomenclatura de parentesco -en los ayoreo una biIurcacion en la primera generacion ascendente y entre los chamacoco tambien en la primera descendente- sealaban la distincion ,entre parientes de una y otra linea. En los aspectos de relacion parece existir entre los parientes por la rama paterna y materna una absoluta indistincion para los ayoreo, prevaleciendo los nexos con quienes integraban eIectivamente el grupo Iamiliar localizado Iueran estos de una u otra de las ramas. En el caso de los chamacoco se establecian en cambio ciertas diIerencias. 9 Si estos ultimos parecen haber podido extender su terminologia de parentesco al tratamiento con los miembros de la propia sib aunque estos no habitaran permanentemente con el nanapso ( Iamilia) 10 , los ayoreo carecen inclusive de esa posibilidad debiendose utilizar el termino generico de 'idiosi' 11 para sealar una relacion de tal tipo. Pero ese termino implica a individuos con los que puede no existir ninguna relacion de solidaridad e inclusive una enemistad que pueda llegar hasta la matanza. 12
Muy similar al expuesto es el modelo Iormal de aplicacion terminologica para los chaquenses tipicos (guaycuru y mataco-maka) con la diIerencia que en casi todos estos
6. Susnik, B., 1969, p. 169. 7. Cordeu, E., 1978, p. 75. 8. Bormida, M. & CaliIano, M., 1978, p. 95. 9. V. Susnik, B., 1969, pp. 154-185. 10. Susnik, B., 1970, 13.3 y 14.2. 11. Bormida, M. & CaliIano, M., 1978, p. 93. 12. Ibid., p. 97. Organizacion social (...) del Gran Chaco 49 las Iamilias nomades eran demograIicamente mas considerables y contenian individuos con lazos muchas veces intrazables. Tampoco esas Iamilias se reunian periodicamente entre si siguiendo un ritmo estacional o ritual preIijado rigurosamente. De cualquier modo, la terminologia de parentesco se utilizaba siempre para designar al individuo del propio grupo local o banda. Cuanto mas, se establece una diIerencia clasiIicando a los parientes 'propios`, es decir aquellos que pertenecen a la misma Iamilia nuclear, 13 extensa involucrada en el grupo local, y la Iamilia de lugar'13. En estos grupos la terminologia no muestra una biIurcacion en la generacion ascendente 0 descendente como sucede entre las de habla Zamuco, pero tienen la particularidad, en especial las de habla guaycuru pero tambien los chulupi y los maka, que tambien esta presente en los lengua y tibiamente en los chamacoco, de poseer una terminologia de duelo que en algunos casos practicamente duplica la terminologia de parentesco usual. Estas nomenclaturas se utilizan despues de la muerte de un pariente para designar a los supestites, quedando los terminos habituales, en algunos casos, estrictamente tabuados. 14 La norma ha sido posiblemente diIundida en el Chaco a partir de las etnias guaycuru o lengua mashkoi, desde que estan presentes en todas las etnias de esas Iamilias lingisticas. En el caso de los lengua las terminologias de duelo pueden asociarse a la practica de la tecnonimia -implicando este termino un cambio de nombre de los parientes concomitante con el nacimiento de un nuevo vastago en la Iamilia- siguiendo las teorias aceptadas con respecto a estas nomenclaturas. 15 Sin embargo, aunque en el Chaco la tecnonimia ha sido relevada tambien entre los ChuIupies y los maka que poseen terminos de duelo, aparece igualmente entre los ayoreo que no los tienen, y esta completamente ausente entre las tribus guaycuru. Este hecho suscita un problema por la distribucion pareja y extendida que poseen los terminos de duelo que han sido consignados desde el S. XVIII para las etnias de distribucion extrema del tronco guaycuru (Mocovi y Mbaya-guaycuru), por lo que en ultima instancia tendemos a postular un origen independiente de las dos practicas. Por Iin, tanto unas como las otras sociedades pueden ser relacionadas sin diIicultad con el tipo establecido por Needham; 16 sin embargo, el uso de la
13. Entre los mataco del Pilcomayo, quienes dicen inyaj ta slmya e inyaj ta wet respectivamente. 14. Needham, R., 1959. CIr. Wicke, Ch. & Chase-Sardi, M., 1969. 15. Geertz, C., 1966, CIr. Wicke, Ch. & Chase-Sardi, M., 1969, p. 486. 16. Needham, R., 1959, CIr. Wicke, Ch. & Chase-Sardi, M., 1969, p. 487. 50 Jose Braunstein terminologia de duelo entre los Toba, por ejemplo, se acomoda de un modo tan ajustado a la explicacion de Needham 17 de la signiIicacion de los cambios lexicos por la muerte de un pariente que modiIica el status de la relacion entre dos conjuntos sociales -en este caso bandas aliadas en su totalidad-, y es esta norma tan capital para el Iuncionamiento de su organizacion social, que dudamos pueda considerarsela como un prestamo cultural posterior a la constitucion de estas sociedades como tales. 18
En el Chaco la idea de 'Iamilia' no se restringe por lo comun a la banda nomade. Por el contrario, ya hemos visto que para los ayoreo y chamacoco existen grandes unidades de parentesco no localizadas (unilineales) y el caso de los lengua que comentaremos mas adelante tambien presenta objeciones a tal aIirmacion. Generalizando, entre los chaqueos los nexos Iamiliares se extienden a grupos localizados cada vez menos ligados por parentesco a medida que se amplia la distancia geograIica que los separa. En el tratamiento con esos grupos, exclusivamente en el caso de parientes con los que existen nexos trazables, se aplica la misma terminologia que se utiliza en el interior de la banda. La extension del parentesco al interior del grupo local o banda es testimoniada por Henry 19 en los siguientes terminos: 'the Pilaga live in villages oI about 50 to 200 persons. Each village has a chieI, Villages are made up oI Iamilies, whose members stand in varying degrees oI kinship, some close, genealogically speaking, some so remote as to belong in the category oI the 'created tie. Tambien las bandas chorote y Chulupi, segun Nordenskjold 20 poseian el caracter de una gran Iamilia: 'Les indiens Chorotis disent qu'ils sont tous Ireres. Il semble bien, en eIIet, que chez eux comme chez les Ashluslays, la tribu constitue une
17. Ibid., p. 61, CIr. Wicke, Ch. & Chase-Sardi, M., 1969, p. 487. 18. Ch. Wicke y M. Chase-Sardi (1969, p. 487) aIirman: 'Chulupi may be the Iirst South American group reported to have mourning terms. Sin embargo, tres aos antes de la publicacion de esos autores habia sido editado el articulo de E. Miller (1966) en la misma publicacion periodica que la obra de aquellos autores sobre una terminologia Toba que incluia los 'mourning terms; y aun, leyendo con atencion los lexicos que aparecen en las Iuentes antiguas, como por ejemplo los del P. Tavolini (1856) sobre Mocovies (V. apendice) se pueden hallar otras terminologias de duelo. 19. Henry, J., 1951, p. 188. 20. Nordenskjld, E., 1912, p. 29. Organizacion social (...) del Gran Chaco 51 grande Iamille. posteriormente agrega: 21 '`Nous sommes tous Ireres', telle est la pensee que gouverne toutes ces communautes. Metraux, en su trabajo de l937 22 nos presenta una situacion algo modiIicada, reIiriendo al proceso de concentracion social en aldeas. Entre los Toba de Sombrero Negro -o Toba-Pilaga segun el mismo Metraux- las unidades locales caracteristicas aun conservaban su independencia en el interior de la aldea con su regimen dependiente de un jeIe unico: '. ... ces cacique ne regissaient que trois ou quatre Iamilles tout au plus, vivant a part a l'interieur du camp, Celui-ci se composait de plusieurs groupes qu'on designait par le nom de leur cheI:. ... .. Esta es la Iorma que adoptan los principales grupos toba que aun mantienen su unidad tribal en colonias y misiones. Henry, en su trabajo sobre los Pilaga 23
dice: 'Now, though most houses are still multi-Iamily dwelling, they are small and people who once lived under a single rooI now may occupy separate dwellings so close to one another as to scarcely leave room Ior a person to pass between. Such groupings are hier to be called households. Their members share Iood, common residence, and kinship ties. Una situacion en todo similar nos pinta Palavecino: 24 '..., un poblado de cien almas se compone de tres o cuatro grandes chozas que estan siempre alineadas en semicirculo, con la concavidad mirando hacia el norte. En cada choza vive un grupo de gente compuesta de dos, tres o mas matrimonios con sus hijos y varios viejos y viejas, en total hasta unas treinta o cuarenta personas. Cada matrimonio tiene asignado su lugar dentro de la choza. Respecto al Iuncionamiento de estos grupos parentales a los que hemos deIinido en los acapites anteriores como siendo generalmente matrilocales y bilaterales, podemos describirlo en los mismos terminos que lo hicimos para el hogasui de los ayoreo diciendo que su caracteristica principal era la maxima solidaridad. Ejemplos de esto abundan en la literatura y en el material provisto por nuestros inIormantes. Dice NordenskjId 25 a este respecto: 'Si l'on donne deux chemises a un Indien Choroti au Ashluslay, il en cedera une, certainment, a un autre, et peut-etre meme les deux. uand un Indien a un pain, il le
21. Ibid. 22. Metraux, A., 1937, p. 389. 23. Henry, J., 1951, p. 118. 24. Palavecino, E., 1933, p. 534. 25. Nordenskjld, E., 1912, p. 31. 52 Jose Braunstein partage en petits morceaux pour que tout le monde puisse en goter. Igualmente Henry 26
nota lo mismo para los Pilaga, sealando que 'membership in the same household constitutes a very close tie; but membership in the same household plus a close kinship tie is the closest bond sharing Iood most oIten. Como vimos antes, este autor se reIiere a segmentos correspondientes a las antiguas bandas, aunque probablemente de menor extension que ellas, que permanecen actualmente localizados en el interior de las aldeas estables en Iorma de casas asociadas (household). El caracter Iamiliar de las bandas mataco, resaltado incluso por la existencia de nombres de banda 27 ha sido tratado por nosotros en otros trabajos y responde apretadamente al concepto general que estamos exponiendo, incluyendo la extension terminologica -en ese caso con limites coincidentes mas o menos estrictamente con los de cada banda- y la maxima solidaridad social. Tambien el caso de los lengua que son descriptos por la literatura 28 se ajusta a lo que hemos expuesto para los chaqueos tipicos. Sin embargo, hemos podido relevar entre los lengua occidentales una conIiguracion particular que inclusive, como veremos mas adelante, se diIerencia en el plano de la terminologia de parentesco. Esa conIiguracion consiste en la extension del parentesco a la totalidad de la tribu, conjunto social que incluye a varios grupos locales. En ese caso, cada una de las tribus lengua poseia un nombre y los inIormantes aIirman que eran endogamas. 29 'Porque antes si, vivia un grupo /en/ un lugar Iijo donde pueden crecer sus Iamilias y pueden extender sus idiomas. ... /antes/ habia un lugar Iijo donde viven, Pero ellos salieron /de/ ese lugar para cazar. Ellos viven ahi, entonces ellos se mudan otra vez para que encuentren los animales o las otras comidas; cuando ellos guardan mucha carne o sea /de/ las otras comidas, entonces se vuelve a donde viven /en/ un lugar Iijo. ( ... ) Tambien vivian juntos los parientes. Los que quieren casarse se casan tambien /en/ ese mismo lugar. No se van a otra parte. Solamente /en/ ese mismo lugar, donde viven los parientes, se casan.... Esta nocion endogamica debe ligarse a la unidad que denominamos tribu, que no carece de aspectos deIinidos de localizacion aunque las Iamilias extensas (bandas) no vivieran en contigidad. Ante la
26. Henry, J., 1951, p. 188. 27. 'named groups en la literatura, cIr. Metraux, 1946 y Palmer, J., 1977; V. tambien respecto a los nombres de banda, Braunstein, J., 1975, 1976 y 1978. 28. Susnik, B., 1977 y Grubb, B., 1911 29. lengua, M. Nueva Vida, 1977 E 7 v Lorenzo Fernandez. Organizacion social (...) del Gran Chaco 53 pregunta sobre si era posible el casamiento entre Killithluaywom * y Mapimentaka (dos tribus diIerenciadas), nuestro inIormante respondio: 'Bueno, no se hace antes asi, no se casan /con/ cualquier persona. Porque ellos tienen su regla especial para que no prometan para irse a la otra tribu. Veremos posteriormente como esta conceptuacion, particular probablemente de algunas de las tribus lengua occidentales se reIleja en el plano terminologico. La terminologia de parentesco 'original' de los chiriguano se articulaba en la distincion entre el grupo de parientes que habitaba la misma casa, que conIiguraba un linaje patrilineal -tecua y los grupos parentales de los tecua vecinos que en conjunto Iormaban el tenda o pueblo. Cada unidad tecua mantenia diversos lazos con las otras, entre estos el de las alianzas matrimoniales no era de los menos importantes. En el interior del menor segmento social la terminologia era marcadamente clasiIicatoria, usandose las mismas palabras para designar a los parientes lineales y colaterales, segun el sexo del reIerido y el reIerente, la generacion y la edad relativa en el interior de cada clase de edad. En el segundo segmento, la aldea, los terminos marcaban las diIerencias entre los miembros ya Iuera en Iuncion del poder relativo de cada uno, como en el caso hii-tutti: sobrino uterino-tio materno, o de las clases matrimoniales, como en el caso de tipe-tutti: sobrina uterina-tio materno. 30 Por ello, en el interior del tecua, en el que habitaban juntas originalmente las Iamilias Iormadas por los hermanos del padre y las hermanas de la madre de cada ego (tanto en uno como en otro caso, los terminos clasiIicatorios podian implicar a los primos paternos de cualquiera de ellos hasta un grado elevado), teniendo en cuenta que existia una constante de intercambio de mujeres entre los tecua, unos y otras eran denominados respectivamente tu o papa y hai o chii utilizando siempre los mismos terminos que el chiriguano usa para reIerirse al padre y la madre propios respectivamente. Algo similar sucedia con el resto de las generaciones. En el interior de la aldea-tenda, por el contrario, prevalecia el tratamiento diIerencial con el linaje materno, donde la relacion
* El grupo |th|| reemplaza por razones tipograIicas al signo |l| cruzado |-| del original. 30. El matrimonio avuncular recuerda a las pautas 'de edad matrimonial que describe Susnik (1969, p. 158) para los chamacoco. En este sentido quizas se podria extender la interpretacion de Lowie (1946, p. 315) a estas ultimas: 'An ingenious device Ior eIIecting the same end without running counter to the matrilocal rule is avuncular marriage. 54 Jose Braunstein hii-tutti (sobrino uterino-tio materno) se hacia general para marcar los nexos de poder entre los jovenes y los mayores, o los seguidores y los lideres; en tanto que tipe-tutti (sobrina uterina-tio materno) se generalizaba para marcar las relaciones entre clases matrimoniaIes, implicando la norma matrimonial entre parientes cruzados una necesidad, por lo menos originaria, de la sociedad chiriguano. Posteriormente estos terminos excedieron sus marcos de tenda para proyectarse en el tratamiento entre miembros de las grandes conIederaciones-guara, e inclusive en todo el contexto de la etnia. La relacion de respeto sobrino,-tio materno y con ella la nomenclatura, se extendio a cualquier contacto amistoso entre un hombre joven y otro mayor, e inclusive a integrar las normas de etiqueta segun las describe el P. de Nino. 31 Se puede decir que esta nomenclatura paso de enunciar las relaciones de poder internas al tenda a ocupar un lugar preeminente en las escalas de poder de las conIederaciones regionales guara, sobre todo en relacion a los jeIes de las mismas. Esto sucedio porque la cantidad de hii-sobrinos de que pudiera disponer cada uno de ellos era una de las determinantes Iundamentales del poder que maniIestaba en relacion a los otros, en tanto se resumia en el numero de guerreros potenciales de los que disponia. Este proceso de cambio semantico debe haber sido paralelo a la institucion de la norma poligamica para la jeIatura, en tanto que esta institucion se apoyaba basicamente en esa terminologia. Con el matrimonio en los diversos pueblos de su dependencia, el tuvicha rubicha conseguia colocar al grueso de los hombres en edad combatiente de cada uno de sus tenda en posicion de hii para con el. Otro Ienomeno que debio suceder contemporaneamente debe haber sido la Iormacion de una aristocracia de jeIes que se transmitia por linea de sangre y que es un caso particular en el conjunto de los pueblos de las tierras bajas de Sudamerica. 32 Por otra parte, el proceso es exactamente simetrico al que ocurrio con el termino tipe que paso progresivamente a designar a cualquier mujer que, por no pertenecer al propio linaje, pudiera incluirse en un status matrimoniable, y, por lo tanto, proveer nuevas alianzas. Este termino amplio de tal modo su campo semantico que llego a abarcar no solo ya a sobrinas uterinas, sino, desconociendo el antiguo principio de generacion, a primas, tias, o a cualquier mujer chiriguana que no Iuera Oriente por linea
31. Nino, (B. de, 1912, pp. 265-266) dice: 'Se visitan de un pueblo a otro y en el primer encuentro, 6 en la primera visita dicen inmediatamente segun la edad de la persona a quien ve: Ndempuama pa tuti? buenos dias tio, si es de maana ... 32. Lowie, B., 1946, p. 347. Organizacion social (...) del Gran Chaco 55 paterna. Ello implico al mismo tiempo el cambio de un regimen de matrimonio prescriptivo a uno preIerencial que solo proscribia el matrimonio con los parientes paternos. Una de las consecuencias inmediatas parece haber incluido el desarrollo de la norma del privignado -estableciendo la posibilidad de un hombre de casarse con la hija de un anterior matrimonio de su propia esposa- que describen las Iuentes y que estaba posibilitada, en cuanto a las normas de edad, por la antigua pauta del matrimonio uterino. El colapso del sistema de agrupacion en conIederaciones marco deIinitivamente los cambios en la conceptuacion del parentesco que son reIlejados por las actuales nomenclaturas desapareciendo para siempre los conceptos de tecua y guara, limitandose la proscripcion a parientes paternos con lazos cercanos y las preIerencias matrimoniales a los restantes individuos de la propia aldea. 33 En cuanto a la clase de edad de ego la nomenclatura chiriguano es actualmente de tipo 'hawaiano', es decir, no realiza diIerencia entre primos paralelos, cruzados y hermanos, pero es muy probable que haya llegado a ese modelo desde otro tipo 'dakota' 34 o inclusive desde un modelo 'sudanes' similar al que se describe para los Guaranies del Guayra en el 'Tesoro de la lengua del P. Ruiz de Montoya. 35
Clasificacin de las nomenclaturas de parentesco Para la clasiIicacion de las terminologias de parentesco chaqueas hemos utilizado los tipos deIinidos por Murdock (1949) y Lowie (1929) basados respectivamente en las denominaciones que se utilizan para reIerirse a los parientes de la generacion de ego, y a los de la primera generacion ascendente y descendente. Hemos incluido tambien otros dos rasgos que permiten trazar lineas internas entre estas terminologias que presentan, por lo demas, notables semejanzas entre si. Se trata de sealar aquellas terminologias en las que esta presente una nomenclatura de duelo, es decir, una variacion concomitante a la muerte de un pariente, y aquellas para las que se ha sealado la vigencia de esa 'mezcla entre nombres propios y terminos de parentesco -que es la regla tecnonimica (ciertos parientes cambian su denominacion de un modo determinado por el nacimiento de algun
33. V. mas adelante acapite de 'exogamia' en este mismo trabajo. 34. Esta seria la propuesta de MacDonald (1965) para los grupos Tupi-Guarani arcaicos. (V. mas atras, acapite de 'linealidad' en este trabajo). 56 Jose Braunstein miembro de la Iamilia). La descripcion de las nomenclaturas de parentesco en el Chaco puede hallarse mas adelante en un apendice ad-hoc.
35. Ruiz de Montoya, P. S. J., 1640, CIr. LaIone uevedo, S., 1917. Organizacion social (...) del Gran Chaco 57 Fam. Ling. Etnia Primos 1 asc. 1 desc. Ter. Duelo Tecnon. LENGUA Lengua E Lengua O H I M M M M
ZAMUCO Chamacoco Ayoreo I H M M M L
- -
GUACURU Caduveo Toba Pilaga Mocovi H H H H M L L L M L L L
- - - - MATACO- MAKA Maka Chulupi Chorote Mataco H H H H L L L L L L L L
- -
- - TUPI-G. Chiriguano H M M - - Primos: H (Hawaiano); I (Iroques) 1 asc.: L (Lineal); M (Union biIurcada) 1 desc.: L (Lineal); M (Union biIurcada) Ter. duelo t tecnon.: () presencia; (-) ausencia
58 Jose Braunstein Organizacion social (...) del Gran Chaco 59 60 Jose Braunstein VI. EXOGAMIA EN LAS SOCIEDADES CHAQUEAS Para exponer este punto deben realizarse algunas salvedades. La primera de ellas y mas trascendental es que -al margen de las tribus que distinguen agrupaciones sociales unilineales-, no existen en los grupos chaqueos normas que sean claramente explicitas como reguladoras del matrimonio. Si las distinciones se realizan eIectivamente, estas se limitan a la mayor o menor conveniencia del matrimonio dentro o Iuera de determinado grupo parental, sin hacer del punto un tema excesivamente coercitivo de la cultura. Para los grupos parentales de extension variable que componen la mayoria de las sociedades chaqueas, el modelo ideal de matrimonio abarca un continuo en el que la preIerencia esta puesta en los parientes no excesivamente cercanos. De este modo advertimos que los grupos locales que Iorman bandas varian sus normas desde los que -demograIicamente mas numerosos- maniIiestan preIerencias hacia el matrimonio interno a la agrupacion, hasta los que -demograIicamente mas restrictos- regulan sus preIerencias en el exterior de la misma. Mucho mas clara parece la articulacion exogamica que descarta a los parientes cercanos para la union matrimonial. Esta aparece en Iorma diIerente en los distintos grupos. Para los mataco, el impedimento matrimonial no excede la proximidad de un solo vinculo parental; para los guaycuru, en cambio, se amplia hasta tres. Teniendo en cuenta lo expuesto en el sentido de que en el grueso de los casos a que nos reIerimos en este punto no tratamos con normas estrictas y explicitas sino mas bien con tendencias expresadas casi siempre en Iuncion de una conveniencia, o, simplemente, como un comportamiento tradicional no cuestionado pero solo debilmente coercitivo, podemos clasiIicar a las sociedades chaqueas en tres tipos de acuerdo a sus regulaciones matrimoniales respecto de los grupos sociales dentro de los que conciben la Iormacion de vinculos matrimoniales y de aquellos con los que dichas relaciones se consideran prohibidas o inconvenientes, es decir, regulaciones endogamicas y exogamicas respectivamente. El primer tipo corresponde al modelo social de los chaquenses tipicos, el segundo al de las tribus de habla Zamuco y el tercero a las etnias de Iiliacion amazonica en el Chaco. Organizacion social (...) del Gran Chaco 61 Los chaquenses tpicos Dentro del conjunto de pueblos que se agrupa bajo esta denominacion, debemos distinguir el modelo de, por lo menos, algunos sectores de la etnia mataco a los que corresponde un subtipo diIerenciado del conjunto. Las caracteristicas articulaciones de exogamia y endogamia en las sociedades chaqueas tipicas deben Iijarse, las primeras, en el nivel de la banda nomade y en el nivel de la tribu las segundas. Este modelo de matrimonio preIerencial implica diversos grados de rigidez: la exogamia de banda esta Iirmemente pautada en las tribus de habla guaycuru, en tanto que en las tribus lengua y mataco-maka la rigidez de la pauta es mucho menor. Un punto extremo lo representan los mataco -o cierta parte de esta etnia- como veremos mas adelante. 1 Con respecto a la endogamia tribal los extremos del continuo se invierten, siendo los chorote sumamente rigidos en este aspecto y las tribus de habla guaycuru muy proclives a los matrimonios intertribales e inclusive interetnicos. En cuanto a la endogamia, el caso de los mataco parece tambien un caso extremo, lo que tiende a conIirmar que debe ser tratado como un subtipo diIerenciado. Tal como aIirmamos, la mayoria de los chaquenses tipicos se caracterizaron notablemente por la vigencia de principios exogamicos que excluian el matrimonio en el interior del grupo local o banda. En nuestra encuesta, los inIormantes pertenecientes a las etnias Toba y Pilaga se maniIestaron categoricamente en este sentido. En eIecto, Tobas y Pilagas, consideran que cada una de las bandas que nomadizaban en territorios mas o menos Iijos en tiempos etnograIicos constituia una Iamilia entre cuyos miembros el matrimonio estaba expresamente descartado. Con respecto a los Pilaga, aIirma E. Palavecino 2 que 'la union matrimonial entre parientes esta interdicta hasta el punto de considerarse incestuoso el casamiento entre primos. Este hecho, que coincide con nuestros datos, aparece como contradictorio en relacion al conocido trabajo de Metraux 3 quien trata conjuntamente a los Pilaga con los Toba instalados en las cercanias de Sombrero Negro, en la Provincia argentina de Formosa sobre el rio Pilcomayo: 'Je crois avoir pu etablir comme certain l'union Irequente de la
1. Este hecho ya Iue notado por Metraux (A., 1946, p. 302). 2. Palavecino, E., 1933, p. 559. 3. Metraux, A., 1937, p. 384. 62 Jose Braunstein niece avec le Irere de la mere. Le Iils peut egalement se marier avec la Iille du Irere de la mere (cousins croises). Ceci se produit assez souvent du Iait que le Iils vit dans la hutte de sa mere (matrilocalite). II est egalement permis de prendre pour Iemme la Iille de la soeur du pere (cousine croisee), car 'elle n 'est pas de votre Iamille (sic); par contre, la Iille de la soeur de la mere (cousine parallele) est interdite pour la raison contraire. Il en est exactement de mme pour la Iille du Irere de pere (cousin parallele). Il ne serait pas impossible un grand-pere d'epouser sa petite-Iille, mais en compensation il devrait payer un cheval. Ce dernier renseignement, je dois le dire, Iut contredit au cours d'une enqute subsequente. ' Aparte de la inseguridad del mismo Metraux con respecto a la ultima posibilidad matrimonial expuesta se debe tener en cuenta la aIirmacion inicial en la que expone: 'Je n'ai malheureusement pu demeler l'echeveau des prohibitions matrimoniales dans les quelles KEDOK s'embrouillait et se contradisait. Nosotros creemos poder aIirmar que la contradiccion entre los testimonios que acabamos de exponer no es mas que aparente y que se Iundamenta en las diIerencias en cuanto a enIoques de la encuesta. En eIecto, el conjunto de reglas que enuncia Metraux es coincidente con la regla de exogamia de banda rigurosa donde tienden a convivir conjuntos de hermanas -por lo menos desde la perspectiva clasiIicatoria- casadas con hombres muchas veces hermanos clasiIicatorios entre si en el mismo grupo local. Esta tendencia expresada por Metraux como un sistema de matrimonio prescriptivo mas bien que preIerencial conduce a Iormular un modelo rigido del tipo del de las sociedades Tupi-guaranies arcaicas. 4 De cualquier modo, nuestras
4. V. acapites sobre 'descendencia (n. 47) y 'nomenclaturas de parentesco (n. 34) en donde se reIiere a la polemica que puede resumirse en las posiciones encontradas de Ch. Wagley & E. Galvao (1946) y Macdonald (1965). Los primeros aIirman la linealidad bilateral y nomenclatura en la generacion del ego de tipo Hawaiano y el segundo, en consonancia con la posicion tradicional, la linealidad paterna o una 'tendencia' hacia ella y la nomenclatura, por lo tanto, de tipo Dakota para las antiguas sociedades Tupi-Guarani. Puede verse tambien Shapiro (1968). Esta polemica se amplia considerablemente si se considera el caso Siriono, traido a colacion por R. Needham (1961), quien apoyandose en HoImberg (A., 1950) sustenta la tesis de que esa sociedad es 'a matrilineal instance oI asymetric prescriptive alliance ('intercambio generalizado' de Levi Strauss - 1969 p. 291). Las modernas investigaciones sobre Siriono tienden a aIirmar la bilateralidad de ese grupo, quedando las consideraciones sobre linealidad materna en un campo semejante al que hemos visto en el acapite correspondiente para los chaqueos tipicos. Creemos que el problema de los grupos que exponemos se encuentra en el mismo orden que aquella polemica. Es probablemente sobre la base del parraIo de Metraux precedentemente Organizacion social (...) del Gran Chaco 63 investigaciones en el area, y en particular sobre grupos de habla guaycuru, incluyendo al conjunto tribal al que se reIiere Metraux en el parraIo antecedente no parecen conducirnos hacia la Iormulacion de un sistema de matrimonio prescriptivo, sino preIerencial, o aun, si cabe, menos Iormalizado. Si el inIormante Kedok utilizaba la palabra espaola 'Iamilia para traducir ndzikpi o i`-wo tal como lo hicieron muchos de nuestros inIormantes e interpretes, debe entenderse la aIirmacion anterior de que 'ella no pertenece a su Iamilia como 'ella no pertenece a su grupo local o banda. El problema consiste, desde nuestro punto de vista, en la diIicultad en la busqueda de un conjunto sistematico y Iormalizado de prohibiciones o prescripciones que regulen el matrimonio sobre la base del sistema de categorias (clasiIicatorio) representado por la nomenclatura de parentesco, cuando esa base parece necesariamente que en estos grupos debe ser buscada en el sistema de clasiIicacion de unidades sociales, cuya relacion con el de parentesco -aunque intimamente conectados- no es precisamente y siempre concordante y univoca. El caso de los Kaduveo, que presentan notables variaciones en sus modelos sociales segun los datos historicos, parece sin embargo poder encuadrarse perIectamente en los limites antes expuestos. Oberg 5 dice: 'An individual is prohibited Irom marrying parallel and cross cousins, or anyone whom be or she calls sister or brother. A ese respecto Ribeiro 6 aIirma que 'E proibido o casamento entre pessoas que se tratam como irmaos, salvo os 'irmaos socialmente determinados, que e permitido com alguna reprovaao. La categoria que el autor antes citado reIiere como 'hermanos socialmente determinados' proviene basicamente de la integracion de los cuadros de cautivos en el seno de las bandas que debian tener un aspecto bastante semejante a las del resto de las tribus de lengua guaycuru. En ese sentido, la tesis del articulo antes mencionado implica la progresiva integracion en la banda Iamiliar de los contingentes de cautivos a lo largo de varias generaciones. La inclusion de los cautivos en categorias de parentesco y, por lo tanto, en caracter de miembros mas o menos propios de las bandas, parece poder explicar mas propiamente su exclusion como clase matrimoniable que el caracter de 'casta' que
reproducido en el texto, que Lowie (R. H., 1946, p. 317) incluye a los Pilaga en el gran conjunto de pueblos sudamericanos con prescripcion matrimonial entre primos cruzados, lo que no consideramos una conclusion ajustada. 5. Oberg, K., 1949, p. 62. 6. Ribeiro, D., 1948, p. 179. 64 Jose Braunstein muchos autores han pretendido ver en los grupos sociales Kaduveo a partir de la descripcion que realiza el P. J. Sanchez Labrador 7 de los antiguos Mbaya-guaycuru: 'no hay estatuto ni costumbre entre los guaycurus que les obligue a casarse con los de su nacion misma. Vese tal cual casado con cautiva, ya espaola, ya Niyolola. Es verdad que regularmente se casan entre si; y tienen a una especie de desdoro manchar su generosa sangre con la ajena. Sucede con estos barbaros lo que en otras partes de la America: aunque tengan por vil el tronco, se borra la vileza en las ramas esto es, aunque la madre 6 el padre Iuese cautivo, si emparento con los Eyiguayeguis sus hijos gozan privilegios de tales y pueden casarse con los que ya miran como iguales. Por Iin, un punto semejante puede ser sustentado con relacion al grupo social que las Iuentes identiIican con la 'nobleza tanto en este grupo como entre los Abipones si tenemos en cuenta que los matrimonios exogamos y pactados entre grupos y personas con semejantes status debian Iavorecer la inmovilidad vertical, sobre todo en tribus como las norteas que habian, muy probablemente, jerarquizado las pautas de herencia de la jeIatura sobre las de eleccion, inIluidos por los Guana-Arawak con los que mantenian contactos permanentes. Con respecto a las tribus lengua la exogamia de banda es aIirmada por Grubb 8
quien usa la palabra 'tribe' en el sentido de 'grupo local': 'An indian would not under any circumstances deal in this way /Ior inmoral purposes/ with. his own tribes women, aunque una implicita contradiccion puede notarse con la aIirmacion precedente 9 de que ' ... in the primitive state oI the people they mix in a very small circle, and meet with no partner with they could mate, except those whom they played with Irom childhood.; lo que pareceria implicar que individuos criados en el mismo grupo local podian llegar al matrimonio. Nuestros inIormantes lengua de las parcialidades occidentales coincidieron en cuanto a las reglas de exogamia con las expuestas por Susnik 10 , mencionandose la regla de exogamia local, aunque diIiriendo en cuanto a la extension de la terminologia de parentesco y a la clasiIicacion de los primos como hemos visto. En realidad en el trabajo de Susnik no se realiza una clara diIerencia entre la antigua entidad de las bandas o grupos locales residenciales y la de las tribus que incluian siempre a varios de ellos. La diIerencia en este
7. Sanchez Labrador, J. P., 1910, V. II, p. 28. 8. Grubb, B., 1911, pp. 214 y ss. La siguiente cita corresponde a la p. 216. 9. Ibid., p. 215. Organizacion social (...) del Gran Chaco 65 sentido puede ser explicada probablemente por diIerencias regionales entre los lengua 11
orientales y occidentales que harian mayor o menor hincapie respectivamente en la entidad endogamica de las parcialidades tribales. Susnik distingue dos momentos en la evolucion de la norma. El primero coincidiendo con nuestras inIormaciones y las de B. Grubb en el que se regulaba la exogamia de banda como entidad localizada, y el segundo tan solo como entidad de pertenencia cuya cualidad de localizacion habia cambiado abruptamente, 'ateniendose tan solo la prohibicion de las relaciones nupciales entre parientes clasiIicatorios. 12 Por Iin, la etnogaIa paraguaya describe una clasiIicacion lengua en tres categorias para las prohibiciones matrimoniales 13 , en la ultima 'twseiha se incluyen los 'tabues por parentesco que involucran la prohibicion del matrimonio de una mujer con el hijo de su tio materno y de un hombre con la hija de su tia paterna, extendiendose los respectivos tabues a todas las mujeres de la linea paterna y a todos los hombres de la materna respectivamente. La entidad de las prohibiciones presenta especial interes por oponerse exactamente a las regulaciones enunciadas por Metraux 14 para los Toba-Pilaga que, agregadas a las particularidades que presenta la nomenclatura de parentesco en este grupo, pareceria hablar en el sentido de lo que se denomina 'un sistema de intercambio generalizado' o de 'alianza asimetrica`. 15 En eIecto, la superposicion de las normas de exogamia local con otras que evitan el matrimonio con bandas previamente aliadas debia Iorzar a entablar un sistema matrimonial en un 'circuito' de grupos locales que debia incluir por lo menos a tres de ellos. En el primero, la norma de exogamia local excluiria -en virtud de la pauta matrilocaI- a los hijos e hijas de las hermanas de la madre; en el segundo -en virtud de la norma enunciada por Susnik-, el grupo local paterno, los hombres excluirian el matrimonio con las hijas de las hermanas del padre; en el tercero -por la
10. Susnik, B., 1977, pp. 230-232. 11. La Dra. B. Susnik trabajo entre los lengua que en esta monograIia denominamos 'orientales que son los que ocupan la zona donde B. Grubb Iundo la antigua Mision Central Anglicana de Makthawaya, basicamente de Iiliacion Mashkiptom y que pertenecen a la misma tribu a la que se reIiere primordialmente B. Grubb (1911). Nuestro trabajo de campo Iue llevado a cabo, en cambio, muy al occidente, en M. Nueva Vida, en la colonia Mennonita de Menno. 12. Susnik, B., 1977, p. 232. 13. Ibid. 14. V. mas atras en este mismo acapite. 15. Levi-Strauss, C., 1969, p. 291; Needham, R., 1961, pp. 239-240. 66 Jose Braunstein misma regla anterior-, las mujeres excluirian a los hijos de los hermanos de la madre. De este modo, la extension del parentesco clasiIicatorio en toda la tribu, implica desde un punto de vista Iormal un modelo en el que el circuito matrimonial debia reproducirse siempre en el mismo sentido ya que los hombres no podian retornar por matrimonio a la banda de la que era originario su padre. Este modelo social plantea el interesante problema teorico de la existencia de sistemas de este tipo en sociedades no unilineales y, en las que en ultima instancia, no hay coincidencia entre las normas de localidad y linealidad. 16
En lo que respecta a las bandas chorote las inIormaciones que nos ha dejado R. Karsten 17 niegan que exista exogamia entre las unidades sociales a las que denomina 'clanes', lo que puede leerse en el sentido de que la categoria es irrelevante en el nivel social al que hemos denominado 'tribu', ya que, aunque aIirma explicitamente la separacion y enemistad tradicional entre los diIerentes 'clanes', al mismo tiempo describe reiteradamente la presencia de matrimonios interetnicos que parecerian negar una estricta norma endogamica en este nivel. 18 Por otra parte, las aIirmaciones de NordenskjId 19 en el sentido de la prohibicion del matrimonio entre primos, aunadas a las que conceptuan a las bandas chorote y chulupi (AshlusIay) como Iamilias extensas 20 hablan en Iavor de la existencia de una norma exogamica en el nivel de la banda. Este hecho es tambien reIrendado por SiIIredi 21 quien habla de 'exogamia de parcialidad', aunque se reIiere a la diIicultad de Iijar con precision el alcance de la norma por la actual Iusion de parcialidades en una misma aldea. sta autora concluye Iijando una tendencia maniIiesta estadisticamente en la localidad de La Merced (Pcia. de Salta, Argentina) hacia el intercambio entre las dos divisiones etnicas (para nuestra nomenclatura seguramente antiguas tribus). La descripcion de Norderiskjld 22 de una aldea chulupi (Ashluslay) a la que atribuye mas de mil integrantes parece permitirnos asimilar el modelo de este grupo al
16. Levi-Strauss (1969, 331) aIirma que la estructura de los 'sistemas de intercambio generalizado' es independiente del tipo de Iiliacion en tanto requiere el caracter armonico entre esta y la localidad matrimonial. 17. Karsten, R., 1932, p. 43. 18. V. acapite de 'descendencia'. 19. Nordenskjld, E,, 1912, p. 184. 20. Ibid., pp. 29 y 31. 21. SiIIredi, A., 1973, p. 96. Organizacion social (...) del Gran Chaco 67 que describimos, considerando en este caso que esa 'aldea debia estar Iormada por numerosas Iamilias extensas y constituir lo que hemos denominado una 'tribu'. El modelo maka parece ser similar al chorote, prevaleciendo el principio de exogamia de Iamilia extensa localizada por sobre el de las determinaciones genealogicas, pero no estando las diIerentes Iamilias extensas matrilocales aisladas como ocurria siempre en las tribus guaycuru y Irecuentemente -por lo menos- entro los lengua, chorote y Chulupi, sino unidas en una misma comunidad que adquiria e este modo un caracter Iuertemente endogamo. La banda maka parece un equivalente por ello de la tribu en otras etnias del Chaco, sobre todo en lo que respecta a su solidaridad interna. Debemos comentar aparte el caso de las regulaciones matrimoniales en la etnia mataco, a las que hemos considerado un subtipo particular en el conjunto que estamos exponiendo. En terminos generales los mataco responden al mismo patron que acabamos de exponer, tal como se desprende de las aIirmaciones de Nordenskjld, 23 de Karsten, 24 de Fock 25 y de Lowie. 26 Con respecto a la modalidad exogamica. El segundo de los autores mencionados, en el contexto de que 'the social organization among all tribes oI the Pilcomayo is Iundamentally the same,..., la identiIica con la del grupo chorote y tambien Toba. El caso de Fock es completamente diIerente ya que postula un modelo en el que dos bandas estarian aliadas y relacionadas por matrimonio en Iorma de mitades exogamicas, pero explicitamente sobre una base politica. Cada una de estas bandas se denominaria 'wikye. Nosotros no hemos podido comprobar en reiterados trabajos de campo en la misma zona en que Fock trabajo las aIirmaciones que anteceden. Nuestros inIormantes negaron siempre la alianza permanente entre bandas y aIirmaron desconocer la palabra registrada por el autor escandinavo. La Iundamentacion estadistica que presenta el autor que discutimos consiste en la aIirmacion de haber hallado en la localidad de Mision El uto (Pcia. de Formosa) 81 matrimonios exogamicos sobre no total de 88; es decir, un porcentaje algo mayor del 92 sobre el total de casos contemplados. Solo una diIerencia radical con los parametros considerados por nosotros puede explicar la que existe con
22. Nordenskjld, E., 1912, p. 29. 23. Nordenskjld, E., 1912, p. 184; V. tambien mas atras en este trabajo. 24. Karsten, R., 1932, p. 43. 25. Fock, N., 1963. 68 Jose Braunstein nuestros datos 27 que indican tan solo un 4.9 de exogamia para esta comunidad que es, curiosamente, la que posee un indice menor en el total de la muestra considerada que incluyo a todas las poblaciones matacas de la margen argentina del rio Pilcomayo. El hecho que en su articulo comience a considerar ese autor el problema de las bandas inmediatamente a partir de las aIirmaciones sobre exogamia, y la ambigedad con que se reIiere a los grupos locales, nos sugiere la posibilidad que el proIesor Fock haya tomado su encuesta estadistica sobre la Iiliacion que cada persona establece con su Iamilia de lugar' o banda. De ser asi, existio un error de apreciacion porque las bandas malacas no existen ya como unidades deIinidas desde hace por lo menos cuarenta aos en la zona considerada, habiendo sido reemplazadas en su aspecto de localizacion por los establecimientos misionales evangelicos cuya composicion no respeta la de las antiguas bandas sino que en ellos conviven representantes de muchas diIerentes de aquellas. Nuestra encuesta Iue tomada precisamente sobre el lugar de nacimiento de cada conyuge en cada una de las parejas Iormadas en esas comunidades. Otro autor, John Palmer 28 sostiene la teoria de la exogamia sobre la base de la terminologia de parentesco que clasiIica juntos a hermanos, primos y otros miembros de la generacion de ego que integran la banda, aunque reconoce la ocurrencia de casos de endogamia contradictorios con tal teoria. En particular menciona dos casos registrados en su trabajo de campo en la aldea Iormosea de El uebracho. De cualquier modo, este autor aIirma como unica posibilidad para el analisis de las regulaciones matrimoniales en esta etnia la reIerencia a 'tendencias' mas que a sistemas de alianza preIerenciales o prescriptivas. Por Iin, Metraux 29 aIirma que 'Endogamous unions in a mataco band tend to exceed in number the exogamous ones. Sobre la base de material de este autor, Murdock 30 postula la posibilidad de agrupar a los mataco con las etnias organizadas en deme tipicos, es decir, grandes parentelas bilaterales y endogamas. Es notable ademas el hecho de que Nordenskjld, cuya posicion respecto a este problema ya hemos expuesto, haya notado la Irecuencia con que aparece el tema del 'incesto` entre
26. Lowie, R. H., 1946, pp. 316-317. 27. Investigacion Integral de la Poblacion Indigena del Rio Pilcomayo. 1 etapa: Censo. CAEA, CONICET, 1974, V. Braunstein, J. A., 1975, p. 46. 28. Palmer, J., 1977, p. 49. 29. Metraux, A., 1946, p. 302. 30. Murdock, C. P., 1949, p. 63. Organizacion social (...) del Gran Chaco 69 hermanos en la mitologia de los mataco: 31 'il est remarcable que le marriage entre Irere et soeur est souvent mentionne dans les legendes indien nes alors qu'il n'existe jamais chez les Indiens actuels. Nous verrons plus loin deux nouveaux cas d'union semblable. Il est bien peu probable que ses legendes remontent a une epoque si lontaine que les marriages entre Irere et soeurs Iussent permis. Nuestra propia encuesta sobre los mataco nos ha llevado a adoptar una posicion Irente a este problema muy similar a la tesis ,sostenida por Metraux, 32 consistente en que cada una de las bandas era una entidad discreta con respecto a las otras, una especie de monada en la que la endogamia tenia un papel determinante. InIormacion similar Iue recogida por De los Rios 33 en M. San Patricio (Prov. de Salta, Argentina). Hemos intentado en un trabajo anterior tratar de comprender las nociones de pertenencia que esta actitud matrimonial comporta. 34 Creemos que, en todo caso, la salvedad realizada por Palmer 35 en el sentido de que solo deberiamos hablar de tendencias, es oportuna en este caso, y que, por otra parte, todo el sistema matrimonial esta proIundamente alterado en la actualidad, por lo que, cuanto mas, podemos tan solo intentar reconstruir un modelo historico. Por ello, la mera actitud observacional debe complementarse necesariamente con una encuesta sistematica sobre los recuerdos que poseen los pocos inIormantes que aun pueden reIerirnos a una vida montaraz sin contactos permanentes con nuestra cultura. De cualquier modo todos los modelos expuestos hablan de que el conjunto de uniones posibles debia tender a limitarse entre el grupo prohibido de la Iamilia compuesta y les limites externos de la solidaridad politica, es decir, la sociedad que hemos denominado 'tribu`. Las principales diIerencias parecen haber consistido en este conjunto de etnias entre las que preIerian una exogamia de banda y las que preIerian el matrimonio en el interior de esa unidad. Estando ella deIinida desde el mero angulo de la asociacion habitacional, es Iacil pensar que la variacion podia muy bien responder a diIerencias en cuanto a morIologia social mas que a diIerentes concepciones sociales. Es decir, que si demograIicamente la banda agrupaba tan solo a una Iamilia extensa, aquella debia tender a
31. Nordenskjld, E., 1912, p. 97 n. 2, 32 V. mas atras, n. 29. 32. V. mas atras, n. 29. 33. De los Rios, M., 1975, p. 64. 34. Braunstein, J. A., 1976. 70 Jose Braunstein la exogamia e inversamente si agrupaba a muchas Iamilias extensas, aunque se consideraran estas emparentadas entre si. No debemos descartar que las variaciones morIologicas pudieran ocurrir organicamente en algunas de estas sociedades o ligarse a Iortuitos hechos historicos posibilitando las variaciones de esta norma (exogamia de banda) en una misma etnia a traves del tiempo o en diIerentes regiones. Esto pareceria poder explicar las aparentes contradicciones que han resultado no solo del analisis cuidadoso de la bibliograIia sino inclusive en el mismo trabajo de campo. Las tribus de habla Zamuco El modelo social al que se acomodan ayoreo y chamacoco es mucho mas estable -exceptuando diIerencias menores- que el que acabamos de exponer, incluyendo en ellos las regulaciones reIerentes al aspecto de la delimitacion de unidades sociales con prescripciones matrimoniales explicitas. En particular nos reIerimos a la existencia en estas etnias de grandes grupos de parientes clasiIicados segun la descendencia patrilineal. La norma regular en cuanto al punto que tratamos es una rigurosa exogamia de sib. Sin embargo, existen algunos puntos que oscurecen relativamente el panorama. Por un lado, en los casos en que Iue posible realizar una veriIicacion observacional, aparecen numerosas parejas que violan objetivamente la norma; 36 por el otro lado, para los chamacoco ha sido enunciada una norma de endogamia por lo menos para una de las sib, la de los Dich.kemzero. 37
* Las principales diIerencias entre las regulaciones de una y otra etnia consisten en que las de los ayoreo parecen reducirse a una norma de matrimonio preIerencial en el exterior de la propia sib, en tanto que las normas chamacoco se ordenan en un conjunto prescriptivo regulando el matrimonio entre determinadas sib, e inclusive, segun Susnik, 38 clasiIicando dos conjuntos de sib opuestos como mitades aunque
35. V. mas atras, Palmer, J., 1977, pp. 48-53. 36. A. Perez Diez establecio en algunas comunidades ayoreo de Bolivia, algunos casos de matrimonios endogamicos en el ao 1974. 37. Dycykymysthsr * o Dthscthskthsmthssthsr * de Susnik, V. acapite de 'descendencia'. * . El grupo |ths| reemplaza por razones tipograIica al signo |y| acentuado || del original. 38. Susnik, B., 1969, p. 142. Organizacion social (...) del Gran Chaco 71 excluyendo al 'clan Dycykymysthsr (carancho) endogamo. 39 En lo que respecta a las agrupaciones unilineales chamacoco, Cordeu 40 expresa algunas diIerencias con lo expuesto por Susnik; 'Por motivos que en realidad no se conocen exactamente, los siete kenaxo, aparte de Dich.kemzero, integran dos agrupaciones numericamente muy desiguales; aparte de las razones invocadas en la predicacion mitica, es probable que intervenga en ello circunstancias demograIicas, historicas o derivadas del proceso de cambio (...). El termino Enexek designa mutuamente a los miembros de aquellos clanes que comparten especiIicamente la mencionada pauta de oposicion complementaria, ...; y mas adelante 41
aIirma que 'las investigaciones cumplidas solo permiten hablar de ciertas tendencias al matrimonio preIerencial, operantes en el interior del esneio. En rigor, asi como ninguna regla explicita veda, por ejemplo, el casamiento entre Kut`merexa y Dos.pek, tampoco es imposible, al parecer, el enlace de los primeros con miembros del clan Namoxo; no obstante, el inIormante arriba citado aIirma la existencia de interdicciones matrimoniales entre individuos tmerexa y kut'merexa Iundadas -no sabe bien el motivo- en los nexos conyugales entre Nemourt y Pauchata. Un panorama de las regulaciones exogamicas como presenta el ultimo autor mencionado para los chamacoco, aproxima las mismas a las que parecen regir entre los ayoreo. En eIecto, en esta etnia las sib estan jerarquizadas y, aunque los inIormantes no establecen un sistema de preIerencias matrimoniales entre las mismas, si se establece una correspondencia necesaria para los intercambios de bienes y prestaciones rituales que parecen Iundar en gran medida la cohesion social en esta etnia. Estas prescripciones presentan varios problemas sobre los que no seria del caso extendernos aqui. 42
39. Esto no es extrao si se tiene en cuenta la advertencia de Murdock (G. P., 1949, p. 47) con respecto a que la extension de los grupos unilineales de parientes se relaciona con las tendencias hacia la endogamia de los mismos en una Iorma directa. 40. Cordeu, E., 1978, p. 116. 41. Ibid., pp. 119-120. 42. Tambien existen normas semejantes en la etnia chamacoco (V. Cordeu, E., 1975) lo que presenta el problema de si las regulaciones exogamicas pueden interprelarse como consecuencias del sistema de prestaciones en los chamacoco o, este ser relictual en los ayoreo por la perdida de las regulaciones mencionadas. Dos hechos pueden conducirnos precisamente en la direccion de considerar al de los ayoreo un sistema empobrecido por la perdida de la regulacion exogamica. El primero es la utilizacion del vocablo yakotei para designar la relacion entre kucierane (sib) ligados por este 72 Jose Braunstein Aparte del complejo problema de la exogamia de sib en las dos etnias de esta Iamilia lingistica, que parece ser un caso aislado en el area chaquea, existe un conjunto de regulaciones en este sentido mucho mas relacionadas con las del resto de los chaqueos: se trata de la exogamia de Iamilia extensa. Este grupo social se integra en Iorma en todo semejante a la de los chaqueos tipicos con una pareja central, sus hijos e hijas, los conyuges de estas y menos Irecuentemente de aquellos, ademas de otros parientes de diversos grados que se agregan a ella en virtud de carecer de un grupo de parientes semejante de reIerencia mas proximo, tal es el caso de ancianos de una u otra linea, etc. Este es el aspecto del hogasui ayoreo asi como era probablemente el del nanapso chamacoco. De hecho, si la norma uxorilocal Iuera respetada rigurosamente, en estos grupos localizados corresponderia una alternancia de las generaciones en relacion a su pertenencia de sib, pero, la extension de la terminologia de parentesco a la totalidad de este agrupamiento, y, por lo tanto, la de la categoria de 'parientes que en rigor se designa con el mismo termino que 'vecinos. 43 habilita el intercambio matrimonial constituyendose en una idonea herramienta de cohesion social. Por otra parte, en estas etnias no existian grupos sociales mayores que basaran su actitud solidaria en Iuncion de un parentesco real o Iicticio como ocurre en la totalidad de los chaquenses tipicos; sino que aquella se basaba Iundamentalmente en aspectos politicos 44 no teniendo los parientes de sib una necesaria relacion solidaria desde que los sib estaban uniIormemente distribuidas en la totalidad de la etnia. Por ultimo, la morIologia estacional doble que caracterizaba a estos grupos que, en el invierno se descomponian en las 'bandas uniIamiliares', es decir, las Iamilias compuestas de las que hemos hablado, y a partir del comienzo de la temporada de las
sistema de obligaciones reciprocas, si tenemos en cuenta que con tal nombre se designa al conyuge (sing. yakote). (Para una exposicion mas detallada de la 'relacion yakotei' entre las diIerentes sib ayoreo V. Bormida, M. & CaliIano, M., 1978, pp. 99-102); el segundo es la semejanza -cuyo estudio seria necesario proIundizar- entre un modelo como el postulado con otros que Irecuentemente ocurren en la vecina area del Planalto brasileo. 43. Bormida, M. & CaliIano, M,, 1978, p. 93. 44. CaliIano, M. & Braunstein, J., 1973. Organizacion social (...) del Gran Chaco 73 lluvias se unian en aldeas 45 para realizar las tareas de 'chacra', pero, sobre todo, las actividades ceremoniales y, en particular, la Iiesta anual dedicada a Asohna entre los ayoreo y a Debilbite entre los chamacoco, condicionaba que en la temporada ceremonial se realizaban los intercambios reIeridos y, probablemente tambien los matrimonios. Era esa epoca especialmente en la que regian todas las regulaciones reIerentes al sistema de las sib por lo que podria pensarse en una cierta 'extension natural' de los principios del intercambio a los del matrimonio en este contexto, asi como que este modelo debia marcar una tendencia Iuerte hacia la endogamia de aldea. Etnas de filiacin amaznica Este grupo de pueblos, correspondiente en lineas generales a dos diIerentes troncos lingisticos y concentrados prevalentemente en el Chaco centro y noroccidental, estuvieron caracterizados -probablentente- por normas de exogamia que proscribian el matrimonio en el interior de un determinado grupo unilineal de parentesco. Con respecto a los chiriguano 46 dichas normas matrimoniales toman como base el estricto respeto de los tabues de incesto en el interior del linaje paterno-tecua, aun cuando este perdio su caracter local. El P. de Nino 47 observo 'el respeto que proIesa el chiriguano a la consanguinidad, en cualquier grado que se la considere. DiIicilmente se une en matrimonio con una prima en cuarto grado y procura respetar aun los grados mas lejanos. Sin embargo, no aclara este autor ni se lo hace en la obra de P. Giannechini 48 si persistia a Iin del siglo pasado la norma patrilineal que agrupaba a los parientes con los que el matrimonio era prohibido, pero las investigaciones llevadas a cabo entre los chiriguano de la Pcia. de Salta (Argentina) 49
parecen conIirmar que esta norma subsistio a los proIundos cambios en la organizacion social de esta etnia a lo largo de los ultimos cuatro siglos. Con respecto a los chane
45. El gage ayoreo y el dip chamacoco: CaliIano, M. & Braunstein, J., 1973 y Cordeu, E,, 1978. 46. Braunstein, J. A., 1976, pp, 126-128. 47. Nino, B. de, 1912, p. 205. 48. Giannechini, P. D., CIr. Romano, S., & Cattunar, H., 1916. 49. Braunstein, J. A., 1977. 74 Jose Braunstein (Arawak), Nordenskjld 50 aIirma que: '..., el matrimonio entre primos esta permitido; y Metraux 51 habla de matrimonio entre primos cruzados. La exogamia de tecua como aspecto negativo estaba complementada por el sistema de alianzas entre esos linajes en el seno de la aldea-tenda. Fue esta ultima norma la que se desarrollo Iuertemente en la medida que la unidad aldeana Iue aIirmandose. A este respecto dice Metraux 52 que en su epoca existia una marcada endogamia en el interior de los tenda, aunque la unidad de los linajes debia ser para esa epoca ya totalmente borrosa. En este punto corresponde ademas hacer la salvedad del caso de los caciques regionales que tomaban esposa regularmente en cada una de las aldeas de su dependencia. Al principio, la rigidez y limitacion del sistema de alianzas debia restringir las clases matrimoniales a los parientes cruzados. Es decir, la prohibicion matrimonial dentro del tecua debia producir un sistema de intercambio de mujeres como una de las mas importantes Iacetas del 'intercambio generalizado' que se realizaba entre las casas comunales proximas y que podia Iormalizarse tambien en los convites de chicha u otros. Por ello los terminos que marcaban la relacion con los linajes emparentados por via Iemenina, es decir, que no pertenecian al nucleo Iamiliar, sobre todo los terminos de parentesco que marcaban la desigualdad generacional, pasaron con el tiempo y la dilucion paulatina de las grandes unidades tecua en beneIicio de la comunidad social aldeana a articular la mayoria de las relaciones sociales importantes entre los chiriguano. Es el cambio semantico de esas palabras 53 lo que muestra la tendencia al cambio de las normas matrimoniales, porque la uniIicacion de las comunidades aldeanas en conIederaciones guara Iue parte del resultado de una cierta necesidad belica donde el papel que antiguamente cumplian los sobrinos uterinos, el de guerreros de la aldea con relacion al jeIe -su tio materno-, paso a ser desempeado por hombres sin necesaria relacion de parentesco -sobre todo en unidades sociales de semejante magnitud-. Paralelamente, los medios de las antiguas alianzas matrimoniales entre los tecua, las sobrinas uterinas, pasaron a ser mujeres tampoco unidas necesariamente por parentesco, desde que los grandes jeIes tuvicha rubicha adoptaron la norma poligamica en las diversas aldeas en
50. Nordenskjld, E., 1912, p, 184. 51. Metraux, A., 1935, p. 421. 52. Ibid., p. 431. Organizacion social (...) del Gran Chaco 75 Iuncion de alianzas cada vez mas amplias. El sentido del cambio de las normas de exogamia entre los chiriguano parece haber sido, por lo expuesto, el de un sistema de matrimonio prescriptivo -ya Iuera matrimonio avuncular o de primos cruzados- hacia un sistema que simplemente prohibia el matrimonio con la rama paterna pero en el que el margen de eleccion era sumamente amplio aunque con tendencias a limitarse en el interior de la aldea.
53. V. acapite sobre 'parentesco en este trabajo. 76 Jose Braunstein CONCLUSIN Desde el ao 1949 en que se publico la ultima parte del Handbook oI South American Indians de Steward, se produjeron numerosas variantes en el panorama teorico de la etnograIia y la etnologia, pero los estudios chaqueos permanecieron practicamente abandonados durante ese lapso. La impresion de Social Structure de Murdock y de Estructures elementaires de la parente de trauss, ambos casualmente en el mencionado ao, modiIicaron y dieron gran impulso a los estudios de sociologia etnograIica; pero mientras las monograIias del 'Handbook' Iueron revisadas, discutidas y en algunos casos contestadas mediante nuevos e importantes trabajos de campo y a la luz de la caudalosa bibliograIia teorica para otras areas de Sudarnerica, hasta el ao 1969 tan solo la obra aislada de la Dra. B. Susnik llevo adelante la diIicultosa tarea de bosquejar lo que hasta hoy no es mucho mas que un boceto de la pintura etnograIica del Gran Chaco. Los relativamente pocos investigadores europeos y norteamericanos que en los ultimos treinta aos se han ocupado del area chaquea han desarrollado una obra Iragmentaria sustentada en largas y concienzudas estadias en el campo. A partir del ao 1969 el equipo Iormado y conducido por el Dr. M. Bormida en el Instituto de Antropologia de la Universidad de Buenos Aires primero y en el Centro Argentino de Etnologia Americana (CONICET) despues, encaro la tarea de proIundizar la etnograIia chaquea; este trabajo debe ser enmarcado en esa tarea de conjunto. El monumental 'Handbook' de Steward, al margen de sus meritos indiscutidos, dio lugar a criticas como las que realizo el propio G. P. Murdock 1 basadas en la utilizacion de criterios comparativos inconsistentes y en el uso excesivo de criterios negativos en la caracterizacion de las diIerentes areas culturales, que conducen a la necesidad de postular una etnograIia comparativa para Sudamerica basada en una descripcion completa de las caracteristicas positivas de las culturas mas simples. Otros autores como Oberg 2 intentaron desarrollar el modo de encarar los datos etnograIicos de Steward a un tiempo 'taxonomic, developmental, and historical. Esto es, buscando en una tipologia de estructuras sociales realizada sobre un modelo proveniente de la biologia- la respuesta a la necesidad de organizar el heterogeneo conjunto de las
1. Murdock, G. P., 195l, p. 415. Organizacion social (...) del Gran Chaco 77 tribus de las Tierras bajas de Sudamerica; los resultados de esos trabajos y en particular la caracterizacion de un tipo de 'tribus homogeneas no se acomodan con Iacilidad a los datos provenientes del Chaco. Como aIirmamos en la introduccion, no es este un trabajo con aspiraciones teoricas, sin embargo no podemos evadir el comentario sobre la situacion de algunas de las teorias mas usuales con respecto a los datos que hemos expuesto. Hemos podido comprobar que en la generalidad de los casos, los modelos de organizacion social de los indios del Chaco no pueden interpretarse a partir de los postulados del 'intercambio matrimonial' de trauss, porque, cuanto mas, caerian en el grupo marginado en el trabajo de ese autor que se caracteriza por poseer 'estructuras complejas'; 3 de cualquier Iorma nos hemos mantenido en la linea de tratar de exponer -cuando Iue posible- las reglas explicitas de regulacion matrimonial, aquellas que Iueron inIeridas a partir de la observacion -solo incipientemente estadistica-, y aquellas que se deducen de las terminologias de parentesco, tal y como Iuera el razonable reclamo expuesto en una de las numerosas y sustanciales criticas a la obra del reconocido investigador Irances. 4 Por Iin, Iueron las propuestas teoricas de G. P. Murdock las mas utiles herramientas para la descripcion de las sociedades chaqueas en el nivel que nos habiamos propuesto. Las principales conclusiones de esta investigacion pueden resumirse, segun dos lineas de interes, una reIerida directamente a la proIundidad alcanzada en el conocimiento del tema propuesto y la otra a cierto aporte que pueden realizar nuestros resultados para el Iuncionamiento operativo de la etnograIia chaquea en el Iuturo. La primera consiste en la Iundamentacion de la tesis sobre la eIectiva vigencia de un modelo que se ha postulado como de integracion progresiva de las unidades sociales de cada una de las etnias chaquenses. La dinamica y constitucion internas de esas sociedades se encuentran prevalentemente en el plano de las ideas indigenas sobre la comunidad de asentamiento, tanto en el caso de la Iamilia como en el de la banda y la tribu. Esas ideas muestran, en general, en los niveles demograIicamente mas limitados, la incidencia de una actitud que identiIica la comunidad Iamiliar, sin apelar a normas
2. Oberg, K., 1955, p. 472. 3. V. Levi Strauss, 1969. 78 Jose Braunstein deIinidas de linealidad con el conjunto de parientes bilateralmente establecido, y, a medida que aumenta la extension demograIica, regulandose progresivamente en mayor medida en virtud de principios de alianza que abarcan desde las matrimoniales y economicas hasta las territoriales y politicas. Las diIerencias entre las modalidades de articulacion de estas unidades en cada grupo, han sido revisadas de acuerdo al orden categorial usual de la etnograIia, resultando que las mismas no se rigen Iormalmente, en la mayoria de los casos, por normas prescriptivas sino mas bien que proscriptivas y pueden tan solo expresarse en caracter de tendencias o grados. Esto parece conducir a la hipotesis que la viabilidad del poco especializado modelo organizacional de los grupos chaqueas depende en cierta medida de la Ilexibilidad para el ajuste entre principios que son en algun grado contradictorios y que se resumen en el mantenimiento de la conceptuacion de la unicidad de localizacion territorial como criterio basico para cada una de las unidades -desde las mas pequeas hasta las grandes- aunque en cada caso varien los Iundamentos que justiIican la comunidad de habitat. En eIecto, un ejemplo claro es la superposicion entre la idea de la extension indeIinida de los nexos parentales bilaterales -en principio regulando criterios exogamicos- y la necesidad de establecer alianzas con las unidades vecinas -condicionando, por el contrario, una deIinida actitud endogamica. De este modo, si los chaqueos atendieran consecuentemente a sus criterios sobre el parentesco en el momento de contraer alianzas matrimoniales, estas podrian solo muy diIicultosamente ser concretadas desde que con una perspectiva estrictamente genealogica, considerando la restriccion demograIica, puede postularse un permanente cruzamiento multiple entre las diIerentes lineas que integran cada tribu. Si, por el contrario, las necesidades llevan a un individuo o comunidad a requerir algun tipo de ayuda externa, esta tendria muy pocas posibilidades de concretarse sin una consistente red de relaciones parentales subyacentes. El grado de ajuste, y las respuestas que cada etnia haya encontrado para superar de algun modo estas y otras contradicciones estructurales parecen poder explicar las principales diIerencias entre los grupos chaqueos en este sentido. Cual sea la Irecuencia que caracterice a las tendencias que mencionamos y hasta que punto el avance de los estudios en este campo puede depender de la Iormulacion de nuevas categorias que clariIiquen nuestra comprension de estos Ienomenos, son cuestiones que aun no estamos preparados
4. Korn, F., 1973, p. 144. Organizacion social (...) del Gran Chaco 79 para responder acabadamente con los datos de que disponemos, aunque en alguna medida se haya intentado dar cuenta de ellas o tender algunas lineas que Iaciliten su analisis Iuturo. El segundo punto que deseamos resaltar en Iorma conclusiva surge como un corolario del anterior, segun la resea de los modos de organizacion social de los indigenas del Chaco, y se reIiere a la necesaria delimitacion de las unidades sociales chaqueas que pueden servir como base para una reconstruccion etnograIica de los modos tradicionales, que permita, por Iin, una comprension proIunda del 'modo de estar en el mundo de los habitantes de estas latitudes. La evidencia parece concluyente en el sentido que los conjuntos sociales que detentaban un alto grado de uniIormidad cultural no debieron exceder el marco de lo que hemos denominado 'tribu. Por ello, el estudio de las condiciones historicas de las tribus chaqueas antes de su asentamiento deIinitivo debera ser necesariamente complementado con una investigacion lingistico-dialectologica que, sin ninguna duda se convertira, en caso de ser realizada, en una de las herramientas metodologicas mas utiles para la tarea etnograIica Iutura en el area chaquea. 80 Jose Braunstein BIBLIOGRAFIA Belaieff, Juan 1936 Tabla de identiIicacion de las tribus del Chaco Paraguayo. Revista de la Soc. Cient. del paraguay, T. ITT, n 6, Asuncion. Brmida, Marcelo 1969a Seminario sobre pensamiento mitico. Ed. OIicina de Publicaciones de la Facultad de FilosoIia y Letras de la Universidad de Buenos Aires, Es. As. 1969b Mito y Cultura. Bases para una ciencia de la conciencia mitica y una etnologia tautegorica. Runa, V. XII, Es. As. 1969e Problemas de heuristica mitograIica. Las Iuentes miticas a nivel etnograIico. Runa, V. XII, Es. As. 1970 El metodo fenomenologico en etnologia. S. F. A., Es. 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Organizacion social (...) del Gran Chaco 81 BIBLIOGRAFIA ESPECIAL Las citas reIeridas al material original que se menciona en esta monograIia se realizaron reIiriendo al lugar y ao de la encuesta; el numero de cinta magnetoIonica en que el material esta archivado; y el nombre del interprete y el inIormante en ese orden respectivamente. chamacoco Baldus, Herbert 1931 Notas complementares sobre os indios chamacoco. Revista de Museu Paulista, 17. pp. 529-551. Belaieff, 1uan 1936 b Clanes entre los chamacoco. Rev. Soc. Cient. del Paraguay, p. 192, Asuncion. Cordeu, Edgardo 1. 1975 El kaamtak. Una expresion ritual de los indios chamacoco o Ishir. Scripta Ethnologica, N 3, parte 2, pp. 91-100, Bs. As. 1978 Dema-dioses y muerte de los dioses en la mitologia chamacoco. inedito. Susnik, Branislava 1957 Estudios chamacoco. Boletin de la Sociedad CientiIica del Paraguay y del Museum Andres Barbero, Vol. 1, EtnograIia N 1, Asuncion. 1969 chamacoco I. Cambio cultural. 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Mus. Par. Em. Goeldi. Ant. n. 37. Susnik, B. 1968 Chiriguano 1. Dimensiones etnosociales. Museo EtnograIico Andres Barbero, Asuncion. Wagley, Charles & Galvo, Eduardo 1946 a 0 parentesco Tupi-Guarani (Tupi -Guarani Kinship). Bol Mus. Nac., n. s. Antr. 6, 24 pp., Rio de Janeiro. 1946 b 0 parentesco Tupi-Guarani. Consideraes margem de uma critica). Sociologia, S. Paulo, 8, pp. 305-308. 86 Jose Braunstein INDICE Presentacin ...................................................................................................... . Forma de las sociedades chaqueas .......................................................... . Conjuntos residenciales como unidades de la sociedad chaquea............. . Descendencia en las sociedades chaqueas .............................................. V. Localidad postmatrimonial ........................................................................... V. Parentesco en el Chaco............................................................................... V. Exogamia en las sociedades chaqueas..................................................... Conclusiones...................................................................................................... Bibliografa ......................................................................................................... Bibliografa Especial ........................................................................................... Apndice : Nomenclaturas de parentesco chaqueas ...................................... Apndice : Terminologas de duelo en el Chaco............................................... Organizacion social (...) del Gran Chaco 87 Apndice : Nomenclaturas de parentesco chaqueas En este apendice hemos reproducido las nomenclaturas de parentesco que se utilizaron durante este trabajo. Se sigue la convencion de reproducir el termino en lenguaje aborigen y a continuacion su traduccion utilizando las siglas de la 'kin tvpe notation' traducidas al castellano de la siguiente manera: La totalidad de los tipos de parientes Iueron consignados mediante el empleo y combinacion de los ocho tipos elementales que son: Pa. (padre); Ma. (madre); Ho. (hijo); Ha. (hija); Hno. (hermano); Hna. (hermana); Eo. (esposo); Ea. (esposa); Para la combinacion de estas unidades se debe tener en cuenta que el punto que separa un tipo elemental de otro implica siempre la relacion genitiva (de, de la), y el orden de sucesion de los tipos elementales corresponde al que se emplea en castellano para describir parentescos, Ejemplo: Pa.Ma.Ea.Hno. (padre de la madre de la esposa del hermano) (es decir, el abuelo materno de la cuada) Las siglas entre parentesis indican alternativas de la inmediatamente precedente en un tipo complejo de pariente. Si la alternativa implicara a su vez a un tipo de pariente complejo, se consignara entre parentesis ambos elementos de la oposicion. En todos los casos (tipos elementales o complejos) opuestos en el interior de un tipo complejo, no se consignara el punto entre ambos elementos alternativos. Ejemplos: Pa.Pa(Ma). (padre del padre o de la madre, es decir, abuelo) Hno.(Pa.Ma)(Ma.Ma). ( hermano del padre de la madre o de la madre de la madre, es decir, tio abuelo materno) Los tipos de parientes separados por un punto y coma (;) indican alternativa en la signiIicacion del termino entre ellos. Ejemplo: Hno;Ho.Hno.Pa;Ho.Hno.Ma ( hermano o hijo del hermano del padre o hijo del hermano de la madre) 88 Jose Braunstein Si la sigla entre parentesis estuviera separada por un punto y apareciera un exponente numerico despues del segundo parentesis, este numero indicara las veces que debe repetirse el conjunto entre parentesis. Ejemplo: Ea.(Ho) 3 (esposa del hijo del hijo del hijo, es decir, esposa del bisnieto) Cuando despues de un tipo de pariente se consigna la sigla (sg.) signiIica que la denominacion puede ser extendida a todos los parientes de la generacion del tipo precedente, dependiendo la extension de este uso de la del universo lexico del parentesco en el grupo de que se trate. Ejemplo: Hno.Pa(Ma).sg. (Hermano del padre o de la madre, es decir, tio o cualquier individuo masculino de su generacion) Cuando se designa a un tipo de pariente que incluye entre sus componentes semanticos el de ser mayor de edad que el ego se pospone la inicial (M.), si incluye el de ser menor de edad que el ego se pospone la inicial (m.). Si se desea consignar que el pariente mayor o menor lo es solo del ultimo tipo o tipos que aparecen en una Iormula compleja, este o estas deberan consignarse entre parentesis sucedidas por las siglas expuestas. Ejemplos: Hno.M. (hermano mayor) Ho.Hno.Pa.m. (hijo del hermano del padre, menor que el ego, es decir, primo hermano menor de edad) Ho.(Hno)m.Pa. (hijo del hermano menor del padre, es decir, primo hermano, hijo del hermano menor del padre) Cuando se desea indicar que los terminos incluyen entre sus componentes semanticos el sexo de la persona que habla, se posponen las siglas (hh.) de hombre hablando o (mh.) mujer hablando respectivamente. Ejemplo: Eo.Hna.hh. (Esposo de la hermana, hombre hablando) Eo.Hna.mh. (Esposo de la hermana, mujer hablando) Organizacion social (...) del Gran Chaco 89 1. Familia Lingstica Zamuco 1.1. Chamacoco (Ebitoso, Tomarha) 1.1.1. Segun Susnik, 1970, 13.3 y 14.2; Susnik, B., 1963, pp. 99-101. 1.1.1.1. -rxata: Ea. (reI. cuando la esposa ya tiene algun hijo) /Eb: aku/pegu/ pakete. 1.1.1.2. -bei, bc: Eo.; To.: pabai/Eb.: pabc 1.1.1.3. -imint: Ho. 1.1.1.4. -imenta: Ha. hh. 1.1.1.5. -b/bic/ekt: Ho. hh. (mh. si el Ho. ya paso por la ceremonia de iniciacion)/To.: apab) 1.1.1.6. -bica: Ha. hh. 1.1.1.7. pkata, akata, lakata: Ha. mh. 1.1.1.8. -ixt: Ho. mh. (pequieo) 1.1.1.9. -ixta: Ha. mh. (pequea) 1.1.1.10. di y/diy: Pa. (reIerencia y tatamiento) 1.1.1.11. lata/lta: Ma. (3 P.) 1.1.1.12. oTe: Ma. (1 P.) 1.1.1.13 -is: Hno.hh., Hno.hh.sg. 1.1.1.14 -isit, st: Hno.M.hh, Hno.M.hh.sg. (icluye el parentesco de sib) 1.1.1.15. -isit apab: Hno.m. (ya adulto) 1 1.1.16. -sab: Hno.m.hh. 1.1.1.17. -isit prok: Hno.M. 1.1.1.18. etit, piti'p: Hno.M. (Si esta ya casado o ha pasado al status de nep.pa) 1.1.1.19. it: Hno.sg.mh. 1.1.1.20. it balut: Hno.M.mh. 1.1.1.21. en-t/ent: Hna.sg. 1.1.1.22. ent balta: Hna.M.mh. 1.1.1.23. -anemi/-anemica: Hna.M.hh. 1.1.1.24. -nap: Hna.m.hh. 1.1.1.25. lek'ama/lkma: Hno.Pa. 1.1.1.26. pkrmic: Hno.Pa.hh.; To: etrama 1.1.1.27. yok yirit: Hno.Pa.mh.; To: etrama 1.1.1.28. yamma: Hno.Ma. 1.1.1.29. prap: Hno.Ma.hh. 1.1.1.30. oTe iis: Hno.Ma.mh.; pariente de la Ma.mh. 1.1.1.31. tamma: Hna.Ma. 90 Jose Braunstein 1.1.1.32. oTe nanap: Hna.Ma.hh. 1.1.1.33. pitirap: Hna.Ma. (reIerencia) 1.1.1.34. dob/do`be: Hna.Pa.; Eb: dahobo 1.1.1.35. piniwap: Hna.Pa.hh. 1.1.1.36. pataidza: Ea.Hno.Pa. 1.1.1.37. y`ik`me: Eo.Hna. Pa. 1.1.1.38. lekia/lk: Eo.Hna.Ma.; Eo.Ma. 1.1.1.39. panta/nanta: Ea.Hno.Ma. 1.1.1.40. -ab: Ho.Hno.hh. 1.1.1.41. yok pbe: Ha.Hno.hh. 1.1.1.42. pbxic: Ho.Hno.mh. 1.1.1.43. pbxica: Ha.Hno.mh. 1.1.1.44. -itab: Ho.Hna.hh. 1.1.1.45. -sab: Ha.Hna. 1.1.1.46. yancik: Ho.Hno.Ma; Ho.Hna.Pa. 1.1.1.47. yancuwte: Ha.Hno.Ma; Ha.Hna.Pa. 1.1.1.48. -it: Ho.Hno.Pa. 1.1.1.49. -ent: Ha.Hno.Pa. 1.1.1.50. doSt: Ho.Hna.Ma. 1.1.1.51. lasibica: Ha.Hna.Ma. 1.1.1.52. dk: Pa.Pa(Ma). 1.1.1.53. koL/kolle: Ma.Pa.(Ma). 1.1.1.54. -animiy: Ho(Ha).Ho(Ha) (plural) 1.1.1.55. pbic: Ho.Ho.hh. 1.1.1.56. pbica: Ha.Ho.hh. 1.1.1.57. pkur: Ho.Ho.mh. 1.1.1.58 pbe: Ha.Ho.mh. 1.1.1.59. -oXit: Pa.Ea (Eo). 1.1.1.60. -oXota: Ma.Eo. 1.1.1.61. PoXota yata: Ma.Eo. 1.1.1.62. -asirap: Eo.Ha. 1.1.7.63. psrak: Eo.Ha (Mayor de edad) 1.1.1.64. pkre: Ea.Ho. 1.1.1.65. pset/-aSirak/leSirak: Hno.Ea.; Eo.Hna. 1.1.1.66. pbiit: Hno.Eo. Organizacion social (...) del Gran Chaco 91 1.1.1.66. pagotro: Hna.Ea. 1.1.1.68. psete: Hna.Eo. 1.1.1.69. -ilbit: Ho.Hno.Ea. 1.1.1.70. dlibta: Ha.Hno.Ea.
Organizacion social (...) del Gran Chaco 93 2. Familia lingstica Lengua Mashkoy 2.1. Lengua 'orientales. Mision Central Anglicana. Predominio de los dialectos Paisi:apt y Maskpto. 2.1.1. Segun Susnik, B., 1977, pp. 238-242. 2.1.1.1. apta a wa: Ea. 2.1.1.2. nta a wa: Eo. 2.1.1.3. tata: Pa. 2.1.1.4. meme: Ma. 2. 1.1.5. hatte apkln a p: Ho. 2.1.1.6. hattnklana: Ha. 2.1.1.7. hwok/hawok: Hno.M.; Ho.Hno(Hna).Pa(Ma).M. 2.1.1.8. yaiya: Hna.M.; Ha.Hno(Hna).Pa(Ma).M. 2.1.1.9. eya a ling/klya a ling: Hno(Hna).m.; Ho(Ha).Hno(Hna).Pa(Ma).m. 2.1.1.10. eiha: Hno.Pa.; Hno.Pa..sg. (exceptuando el Pa.) 2.1.1.11. apai/apa: Hno.Ma.; Hno.Ma.sg. 2.1.1.12. hatm: Hna.Pa.; Hna.Ma.sg. 2.1.1.13. memai: Hna.Ma.; Hna.Ma.sg. (exceptuando la Ma.) 2.1.1.14. eyei: Hno(Hna).Eo(Ea); (Eo. Hna).(Ea. Hno).; (Eo. Ha).(Ea Ho). 2.1.1.15 ybyata: Pa.Ea(Eo). 2.1.1.16. ybyama: Ma.Ea(Eo). 2.1.1.17. atai: Pa.Pa(Ma). 2.1.1.18. amai/a a mai: Ma.Pa(Ma). 2.1.1.19. ta a win: Ho(Ha).Ho(Ha).
2.2. Lengua occidentales`. Mision Nueva Vida. Predominio de los dialectos Kilwaywomo y Mapiimentaca,* 2.2.1. noviembre-diciembre de 1977. InI. Lorenzo Fernandez. 2.2.1.1. tawa: Eo.; Ea. 2.2.1.2. tata: Pa. 2.2.1.3. meme: Ma. 2.2.1.4. sepe: Ho. (pre-iniciatico) 2.2.1.5. sakok: Ha. (pre-iniciatico) 2.2.1.6. hate: Ho.; Ha.; (post-iniciatico); Ho(Ha).Hno. 2.2.1.7. matkyekok: Ha. 2.2.1.8. hawok: Hno.M.; Ho.Hno.Ma.M. 94 Jose Braunstein 2.2.1.9. yialin: Hno(Hna).m.; Ho(Ha).Hno.Ma.,m. 2.2.1.10. yaya: Hna.M.; Ha.Hno.Ma.M. 2.2.1.11. koko: Hno.Ma. 2.2.1.12. eyaha: Hno.Pa. 2.2.1.13. hatem: Hna.Pa(Ma). 2.2.1.14. iyippenem: Ho.Hna. 2.2.1.15. yipma: Ho.Hna.Pa. 2.2.1.16. yiathlo: Ha. Hna.Pa. 2.2.1.17. ata/seta: Pa.Pa.(Ma). 2.2.1.18. ama/sema: Ma.Pa(Ma). 2.2.1.19. etaawen: Ho(Ha).Ho(Ha). 2.2.1.20. eyaha apkitka: Ho(Ha).Hno.Pa. 2.2.1.20. haatemayitka: Ho(Ha).Hna.Ma. 2.2.1.21. yyamethlko: Ea.Hno.Pa(Ma).; Ha.Hno.Eo(Ea). 2.2.1.22. eyipiyey: Ho.Hno(Hna).Eo(Ea). 2.2.1.23. apepiye: Hno(Hna).Ea(Eo). 2.2.1.24. hawey: Eo.Hna; Eo.Hna.Pa(Ma). 2.2.1.25. eyipiyata: Pa.Ea(Eo). 2.2.1.26. eyipiyamo: Ma.Ea(Eo). 1.2.1.27. eyiphayem: Eo.Ha.
3. Familia lingstica Mataco-Mak 3.1. Maka. Colonia Fray Bartolome de las Casas. Asuncion. 3.1.1. noviembre 1977. InI. Andres Tsemhei. 3.1.1.1. -haya: Eo., Ea. 3.1.1.2 -nene: Ma. 3.1.1.3. -tata: Pa. 3.1.1.4. -ma`ts: Hno.M.; Hno M.sg. 3.1.1.5. -k`ini`j: Hno.m.; Hno.m.sg. 3.1.1.6. -kywti`: Hna.M.; Hna.M.sg. 3.1.1.7. -ya`s: Ho. 3. 1. 1. S. -ya'si: Ha. 3.1.1.9. -yejeIe: Hno.(no propio`); Ho.Hno.Pa. 1.1.1.10. -yejeIe`ki: Hna.(no propia`); Ha.Hno.Pa. 3.1.1.14. -totok: Hno.Ma(Pa). Organizacion social (...) del Gran Chaco 95 3.1.1.12. -tethl: Hna.Ma(Pa). 3.1.1.13. -a's: Ho.Hno(Hna). 3.1.1.14. -asi`: Ha.Hno(Hna). 3.1.1.15. -yapaykeikya: Hno.Pa(Ma). 3.1.1.16. -yajtethl: Hna.Pa(Ma). 3.1.1.17. -yilpik: Ho.Hno(Hna). 3.1.1.18. -yilpeki: Ha.Hno(Hna). 3.1.1.18.1. -ke`t: Pa.Pa(Ma). 3.1.1.20. -keti`: Ma.Pa(Ma). 3.1.1.21. -yuk: Ho.Ho(Ha) 3.1.1.22. -yuki: Ha.Ho (Ha). 3.1.1.23. -yekewke`t: Pa.Ea(Eo). 3.1.1.24. -yekeiike'ti': Ma. a (Eo). 3.1.1.25. -yagaxtethl: Hna.Ea (Eo). 3.1.1.26. -yoqotjyok: Hno.Ea(Eo). 3.1.1.27. -yatsIe: Pa.(Ea.Ho)(Eo.Ha). 3.1.1.28. -yatsIeki`: Ma.(Ea. Ho)(Eo. Ha). 3.1.1.29. -yiIelu': Eo.Ha.; Eo.Hna.; Eo.Ha.Hno(Hna); etc. 3.1.1.30. -yiIeli`ts: Ea.Ho; Ea.Hno.; Ea.Ho.Hno(Hna); (pueden ser usados por cualquier miembro de la Iamilia del conyuge)
3.1. Maka 3.1.2. Segun BelaieII, J., 1940, p. 58. Incluye preIijos de 1 p. 3.1.2.1. en ew ha ia: Eo; Ea. (?) 3.1.2.2. ta ta/: in ta ta/: Pa. 3.1.2.3. na na: Ma. 3.1.2,4. ia as: Ho. 3.1.2.5. mac: Hno.M. 3.1.2.6. kin ij: Hno.m. 3.1.2.7. ku ty: Hna.M. 3.1.2.8. kin ja: Hna.m. 3.1.2.8. ii ie Ia: Ho.Hno(Hna).Pa(Ma). 3.1.2.8. ii ie Ia ki: Ha.Hno(Hna).Pa(Ma). 3.1.2.9. to tok: Hno.Pa(Ma). 3.1.2.10. to to ki (?): Hna.Pa(Ma). 3.1.2.11. iil pyk: Ho.Hno(Hna). 96 Jose Braunstein 3.1.2.12. iil pe ki: Ha.Hno(Hna). 3.1.2.13. qet: Pa.Pa(Ma). 3.1.2.14. qe ty: Ma.Pa(Ma). 3.1.2.15. ke iuk: Ho.Ho(Ha). 3.1.2.16. ke iu ki: Ha.Ho(Ha). 3.1.2.17. tat tat: Eo.Ma. 3.1.2.18. ia lak: Ea. Pa. 3.1.2.19. ke iuk: Ho.Eo(Ea). 3.1.2.20. ke iu ki: Ha.Eo(Ea). 3.1.2.21. ia hea Ia ki: Hna.Eo(Ea); Ea.Hno.
3.2. Chulupi 3.2.1. Segun Wicke, Ch. & Chase-Sardi, M., 1969, pp. 488-490. 3.2.1.1. yijaya: Eo.; Ea. (Sin hijos) 3.2.1.2. yich'akIa: Eo.; Ea. (con hijos) 3.2.1.3. tata: Pa. 3.2.1.4. mimi: Ma. 3.2.1.5. yaos: Ho. 3.2.1.6. yiase: Ha. 3.2.1.7. chikla: Hno.M.; Hno.M.sg. 3.2.1.8. chita'a: Hna.M.; Hna.M.sg. 3.2.1.9. onaj: Hno.m.; Hno.m.sg. 3.2.1.10. sunia: Hna.m.; Hna.m.sg. 3.2.1.11. yivelj: Ho.Pa(Ma).; Ho.Pa(Ma). de cualquier pariente consanguineo en la generacion de ego. 3.2.1.12. yivelhche: Ha.Pa(Ma).; Ha.Pa(Ma). de cualquier pariente consanguineo en la generacion de ego. 3.2.1.13. yit`jo`ok: Hno.Pa(Ma). cualquier pariente masculino en la generacion de los padres excepto el Pa. 1.2.1.14. yit'oj: Hna.Pa(Ma).; cualquier pariente Iemenino en la generacion cle los padres excepto la Ma. 3.2.1.15. yiIakl`a: Ho.Hno(Hna).; cualquier pariente masculino en la generacion de los hijos excepto el hijo. 3.2.1.16. yiIakche`: Ha.Hno(Hna).; cualquier pariente Iemenino en la generaci6n de los hijos excepto la hija. 3.2.1.17. yikt`e`ech: Pa.Pa(Ma); Pa.Pa(Ma). Pa(Ma); Pa.Pa(Ma).sg; Pa.Pa(Ma).Pa(Ma).sg. 3.2.1.18. yikt'e: Ma.Pa(Ma); Ma.Pa(Ma).Pa(Ma); Ma.Pa(Ma).sg.; Ma.Pa(Ma).Pa(Ma),sg. Organizacion social (...) del Gran Chaco 97 3.2.1.19. yino`otzich`a: Ho.Ho(Ha).mh; Ho.Ho(Ha).Ho(Ha).mh; Ho.Ho(Ha).mh.sg.; Ho.Ho(Ha).Ho(Ha).mh.sg. 3.2.1.20. yinoz`ojke`e: Ha.Ho(Ha).mh; Ha.Ho(Ha).Ho(Ha).mh; Ha.Ho(Ha).mh.sg.; Ha.Ho(Ha).Ho(Ha).mh.sg. 3.2.1.21. yitaukshich'a: Ho.Ho(Ha).hh; Ho.Ho(Ha).Ho(Ha).hh; Ho.Ho(Ha).hh.sg; Ho.Ho(Ha). Ho(Ha).hh.sg. 3.2.1.22. yitauklishe'e: Ha.Ho(Ha).hh; Ha.Ho(Ha).Ho(Ha).hh; Ha.Ho(Ha).hh.sg; Ha.Ho(Ha). Ho(Ha).hh.sg. 3.2.1.23. yinjaoyaos'a: Eo.Hna.Pa(Ma).Pa(Ma); Eo.Hna.Pa(Ma).Pa(Ma).Pa (Ma); Eo.Hna.Pa (Ma).Pa(Ma).sg; Eo.Hna.Pa(Ma).Pa(Ma).Pa(Ma).sg. 3.2.1.24. yinjaozao: Ea.Hno.Pa(Ma).Pa(Ma); Ea.Hno.Pa(Ma).Pa(Ma).Pa(Ma); cualquier aIinal Iemenino en la generacion de los abuelos o bisabuelos. 3.2.1.25. yinjayas'a: Eo.Ma; Eo.Hna.Pa(Ma); cualquier aIinal masculino a traves de los padres en la generacion de los padres. 3.2.1.26. yinjaozo`a: Ea.Pa; Ea.Hno.Pa(Ma); cualquier aIinal Iemenino a traves de los padres en la generacion de los -padres. 3.2.1.27. yazanach: Ho.Ea(Eo); cualquier aIinal masculino a traves del conyuge en la generacion de los hijos con excepcion de los coaIines (32 y 34). 3.2.1.28. yazanche: Ha.Eo(Ea); cualquier aIinal Iemenino a traves del conyuge en la generacion de los hijos con excepcion de los coaIines (33 v 35). 3.2.1.29. yikakt`ech: Pa.Ea(Eo); cualquier aIinal masculino a traves del conyuge en la generacion de los padres. 3.2.1.30. yikakt`e: Ma.Ea(Eo); cualquier aIinal Iemenino a traves del conyuge en la generacion de los padres. 3.2.1.31. yitaumit`a: Eo.Ha; Eo. de cualquier pariente consanguineo en la generacion de los hijos. 3.2.1.32. yitaumite`e: Ea.Ho; Ea de cualquier pariente consanguineo en la generacion de los hijos. 3.2.1.33. yijayaIa: Cualquier aIinal masculino a traves del conyuge que es a su vez conyuge de un pariente consanguineo del propio conyuge y con quien ego comparte residencia. 3.2.1.34. yija yaIache: cualquier aIinal Iemenino a traves clel conyuge que es a su vez pariente aIinal del conyuge y con quien ego comparte residencia. 3.2.1.35. yik`o`outeIa: Cualquier aIinal masculino a traves del conyuge y que es a su vez pariente aIinal del conyugue con quien ego comparte residencia. 3.2.1.36. yik`o`outeIache: Cualquier aIinal Iemenino a traves del conyuge que es a su vez pariente aIinal del conyuge con quien ego comparte residencia. 3.2.1.37. yiIakl`u: Eo.Hna. 3.2.1.38. yiIaklis`a: Ea.Hno. 3.2.1.39. yika`atjok: Hno.Ea(Eo); cualquier consanguineo del conyuge de su generacion. 3.2.1.40. yikaut`oj: Hna.Ea.(Eo); cualquier consanguineo Iemenino del conyuge de su generacion.
3.3.2. Dialecto ohuaha. La Gracia (Argentina). 1977, InI. Pedrito Relevamiento Lic. M. A. de 1os Rios.* 3.3.2.1. hikien-a: Ea. 3.3.2.2. -et: Ma. 3.3,2.3. hinia: Pa. 3.3.2.4. hilis ihia: Hno(Hna).Pa. 3.3.2.5. hi'isnis: Ho(Ha).Hno(Hna). 3.3.2.6. hikien-a hiniaa: Pa.Ea. 3.3.2.7. hikien-a et: Ma.Ea. 3.3.2.8. ihwilis: Ea.Hno.Ea. 3.3.2.9. hihweliu: Eo.Hna.Ea. 3.3.2.10. hikiethla hiniaa ihia: Hno(Hna).Pa.Ea., etc. 3.3.2.11. hikienthla thlet ihia: Hno(Hna). Ma.Ea.; etc. 3.3.2.12. hikienthlaihia: Ho(Ha).Ha.Hna.Ea.; etc.
3.4. Mataco 3.4.1. M. San Andres y M. San Martin (Formosa, Argentina), 1971 v 1972; InI. Luis Amperes, Miguel Ortiz y otros. Parcialidades Tewokleley. V. Braunstein, J. A., 1974a pp. 72-79. 3.4.1.1. -chejwa: Eo; Ea. 3.4.1.2. -jcha: Pa. 3.4.1.3. -ko: Ma. 3.4.1.4. -slas: Ho; Ho.sg. (exceptuando sobrino). Este uso puede ser particular de la zona estudiada, ya que en otras areas la denominacion generacional corresponde a Ho.Hno(Hna). 3.4.1.5. -slase: Ha.; Ha..sg. (exceptuando sobrina) 3.4.1.6. -chila: Hno.M; Ho.Hno(Hna).Pa(Ma).M.; Hno.M.sg. 3.4.1.6. -chinij: Hno.m; Ho.Hno(Hna).Pa(Ma).m.; Hno.m.sg. 3.4.1.7. -chita: Hna.M; Ha.Hno(Hna).Pa(Ma).M;. Hna.M.sg. 3.4.1.8. -chi`na: Hna.m; Ha.Hno(Hna).Pa(Ma).m.; Hna.m.sg. 3.4.1.9. -witok: Hno.Pa(Ma).; Hno.Pa(Ma).sg. (exceptuando al Pa.) 3.4.1.10. -witoj: Hna.Pa(Ma).; Hna.Pa(Ma).sg. (exceptuando a la Ma.) 3.4.1.11. -wakla: Ho.Hno(Hna). 3.4.1.12. -waklani: Ha.Hno(Hna). 3.4.1.13. -chti: Pa.Pa(Ma); Pa.Pa(Ma).sg; Pa.Eo(Ea). 3.4.1.14. -katela: Ma.Pa(Ma); Ma.Pa(Ma).sg; Ma.Eo(Ea). 100 Jose Braunstein 3.4.1.15. -katok: Hno.Ea(Eo). 3.4.1.16. -katoj: Hna.Ea(Eo). 3.4.1.17. -jwayenek: Eo.Ha; Eo.Hna. (En las prenieras epocas de matrimonio) 3.4.1.18. -slachejwa: Eo.Ha; Eo.hna.; (cualquier hombre ligado por matrimonio a la Iamilia extensa) 3.4.1.19. -tichie: Ea.Ho; Ea.Hno; (cualquier mujer ligada por matrimonio a la Iamilia extensa) 3.4.1.20. -cheyas: Ho.Ho(Ha); Ho.Ho(Ha).sg.; Eo.Ha. 3.4.1.21. -cheya: Ha.Ho(Ha); Ha.Ho(Ha).sg; Ea. Ho. 3.4.1.22. kawakla: Eo.Hna. 3.4.1.23. -kawaklani: Ea.Hno.
4. Familia lingstica Guaycur 4.1. Toba 4.1.1. M. Tacaagle (Formosa, Argentina), 1975, InI. Guillermo Muratalla, Tribu autodenominada LaaGashik (los Pilaga dicen Takshik). V. Braunstein, J. A., 1976 b). 4.1.1.1. ita'a: Pa. 4.1.1.2. jate'e: Ma. 4.1.1.3. jalek: Ho. Organizacion social (...) del Gran Chaco 101 4.1.1.4. jale: Ha. 4.1.1.5. iua/jamo-oua: Eo; Ea. 4.1.1.6. jaqaja: Hno; Hna; Ho(Ha).Hno(Hna).Pa(Ma). 4.1.1.7. japichoqo`olek: Hno.M. 4.1.1.8. janoqlek: Hno.m. 4.1.1.9. japilole/japilo`ole: Hna.M. 4.1.1.10. jano`ole: Hna.m. 4.1.1.11. itesoqo`/intesoqo: Hno.Pa(Ma). 4.1.1.12. jasodo: Hna.Pa(Ma). 1.1.1.13. jasoi: Ha.Hno(Hna). 4.1.1.14. jasoik: Ho.Hno(Hna); Ho.Hno(Hna).Ea. 4.1.1.15. jakome/jakte: Ma.Pa(Ma); Hna.Pa(Ma).Pa(Ma). 4.1.1.16. japi`: Pa.Pa(Ma).; Hno.Pa(Ma).Pa(Ma); Eo.Hna.Pa.Pa(Ma). 4.1.1.17. iual: Ho(Ha).Ho(Ha); Ho(Ha).Ho(Ha).Hno(Hna). 4.1.1.18. idaua: Hno(Hna).Eo(Ea); Ho(Ha).Hno(Hna).Pa(Ma).Eo(Ea).; Ho(Ha).Hno(Hna).Eo; Ho.(Ha).Ho(Ha).Hno(Hna).Eo(Ea). 4.1.1.19. jalek idawa: tipos de parientes masculinos denotados por idaua. 4.1.1.20. jale idaua: tipos de parientes Iemeninos denotaclos por idaua. 4.1.1.21. jelli'i: Eo. Hna.; Eo. Ha. Hnn(Hna). Pa(,Nla'; Eo. Iin,. Pa(,la; Eo. Hna. Ma. Pa(Ma). 4.1.1.22. uete: Fa. Hno.; Ea. He. Hn((Hna). PaMa). 4.1.1.23. holua: Ea. Hno. Pa (Ma). 4,1.1.24. bolua amo-oua/japi'amo-xia: Fa. Hno. Pa (Ma). Pa (Ma). 4.1.1.25. jacho': Cualquiera a quien el conyuge llama ita'a ites(q(', japi'. 4.1.1.26. jacbodo: Cualquiera a quien el coilyuge llama jate'e, jasodc), iakone ,1.1.1.27. jacl(zia-anek: El esposo de cualquier jale, lasosi, iual; tambien suele usarse enmo alterna.tiva para jelli'i. 4.1.1.28. jate: Esposa de cualquier jalek, jasosik, itial. 4.1.1.29. jad)na-aua: Eo. Hna. Ea (Eo).; Ea. Hlio. Ea (Eo,. 4.1.1.30. ateiia: cualquier pariente de una generacion ascendente de jadcna-anck. 0 ate. 4.1,1.31. jata-at: lIo (lla). Eo. 4.1.1.32. as jalek: Ho. Ea.
102 Jose Braunstein 4.1 .1 . 33. jas jale: Ha. Ea. 4. 1 .1 . 34. jale-elta'a: Eo. Ma. 4.1.1.35. jalate'e Ea. Pa.
Organizacion social (...) del Gran Chaco 103 4.1.2. Segun Miller, E., 1966. Corresponde al dialecto que las bandas del norte (Laa Casik llaman Kulla-al'ek; probablemente los autodenominados N'tawowit.* 4.1.2.1. ita'a: Pa. 4.1.2.2. thsate'e: Ma. 4.1.2.3. thsalec: He. 4.1,2.4. thsale: Ha. 4.1.2.5. iua/yamo-(ua: Eo.; Ea. 4.1.2.6. thsaqaya: llno; I-Ina; 14o(Ha). Htio(Hna). Pa(Ma). 4.1.2.7. thsapichaqa': Hno. M. 4.1.2.8. thsadoq: lino. M. 4.1.2.9. thsapilte: llna. M. 4.1.2.10. thsano'o: Hna. ni. 4.1.2.11. itesqo': Hno. Pa(Ma).; Eo. Hna. Pa(Ma). 4.1.2.12. thsasodo Hna. Pa(Ma).; a. Flno. Pa(Ma,'. 4.1.2.13. thsa.hi: Ha. Hno(Hna).; lla. llno(Hna). Eo(Ea). 4.1.2.14. thsasoshie: Ho. Hno(Hna).; H(. IIno(Hna). Eo(Ea). 4.1.2 15. icote: Ma. Pa(Ma),; Hna. Pa(Ma). Pi(Ma).; Ea. Hno. Pa(Ma), PaCMa). 4.1.2.16. thsapi: Pa. Pa(Ma).; Hno. Pa(Ma). Pa(Ma).; Fo. Flna. Pa(Ma). 4.1.2.17. iual: Ho(Ha). Ho(Ha),; Ho(Ha). Ho(Ha). Hno(Hna).; Ho(Ha). Ho (Ha). Hno(Hna). Eo(Ea). 4.1.2 |S. idaua: Hno(Hna). Eo(Ea).; Ho(Ha). Hno(Hna). Pa(Ma). Ei(Ea). 4.1.2.19. thsclli'i: E,o de cualquier thsaqaya, sea hermana o prima. 4.1.2.20. uete: Ea. de cualquier thsaqa3,a. 4.1.2.21. thsaho': cualquiera a quien el conyuge llama ita'a, Iiitesqo', thsaji. 4,1.2.22. tbsachodo: cualquiera a quien el conyuge llama yatc'e, yascido, icote. 4.1.2.23. thsadonaxance: El esposo de cualquier jale, jasosi. iual. 4.1.2.24. th-ate: esposa de cualquier yalec, yasosbic, iual. 4.1.2.25. thsadonaxaua: Eo. Hna. Eo(Ea).; Ea. lino. Eo(Ea.. 1 . 1 . 2.26. iiateua: Cualquier pariente de una generacion ascendente de adonaxanec o yate.
104 Jose Braunstein 4.1.3. Segan Vellard, J., 1969, pp. 13-14. Se trata de Tobas de la laguna El Espinillo, probablemente muy aIines a los de Tacaacle cuya terminologia describimos en 4.1.1. El relevamiento corresponde al ao 1930 del inI. 1 Jose Tosi. 4.1.3.1. nkataa; Pa. 4.1.3.2. laici: Ma. 4.1.33. ialik': Ho. 4.1.3.4. ialek': Ila. 4.1.3.5. iakaia: Hno.; Hna. 4.1.3.6. mtesko: Hno, Pa(Ma). 4.1.3.7. esc;do: Hna. Pa(Ma). 4.1.3.8. iacu; iaco: Pa. Ea(E(. 4.1.3.9. acodo: Ma. Ea(Eo). 4.1.3.10. dawa: Hno(Hna). EoEa).; Eo(Ea). lIno.ClIna). 4,1.3.11. edonoronk': Eo. Ha. 4.1,3.12. iatti: Ea. Ho. 4.1.3.13. Iaade: Pa. Pa(iNla). 4.1.3.14. tira; cira: Ma. Pa(Ma). 4.1.3.15. nek'tovv-k': Hnn. (Hno(Hna). 4.1.3.16. nek'tole.
Organizacion social (...) del Gran Chaco 105 4.2. Toba-Pilaga. 4.2.1. Sombrero Negro (Fonnosa, Argentina). Segun Metraux, A., 1937 pp. 387-389. Corresponde al dialecto que se conoce entre los Pilaga y Laa Gasik como 'acilano I'ek' ('tronco del rio'). Se consignan entre barras (//) las diIerencias con el lexico de Tebboth, T., 1943, p. 168. 4.2.1.1. heIle yuwa: 0. 4.2.1.2. haIii yui,a: Ea. 4.2.1.3. taradena;,Itagadena/; kadita (19 p. p|.);/Cne) ta; yet'a/: Pa. 4.2.1.4. ci-dena; kadate (19 p. pl.); lyat'e/: Ma. 4.2.1.5. mae i-yalik; yalak: Ho. i 4.2.1.6. maci-yale: Ha. 4.2.1.7. yalik: Ho. Ea. hh.; Ho. Eo. mb. 4.2.I.S. yale: Ha. Ea. hh,; Ha. Fo. mh. 1 4.2.1.9. cokollk: Hno. M.; Ho. Iino(Hna). Pa(Mi). M.; Hno. M. (adoptivo), 4.2.1.10. nokolik: Hno. m.; Llo. (Hno(Hna). Pa(NIa). in.; Hno. rn. (adoptivo). 4.2.1.11. yaqaya: Hno. (generico: gente de la propia aldea). 4.2.1.12. piloje: Hna. M.; Ha. Hno. Pa. ',4.; Hna. M. (adoptiva). 4.2.1.13. nole: llna. ni.; Ha. Hno. Pa. rn.; Hna. ni. Cadoptiva). 4.2.1.14. te-soko: Hno. Pa.; Eo. Ma.; Pa. Ea. 4.2.1.15. sodo: Hna. Ma.: Fa. Pa.; Ea. Hno. Pa.; Nla. Ea. .2.1.16. rnaci-la-nugeraras,a: Hna. Ma. 4.2.1.17. mac'i-la-nugerawa: Hno. Pa. 4.2.1.18. rnaci-te-soko: 1-Iiio. Ma,; Fo. Nla. 4.2.1.19. macin-tc-soko: Hno. Pa. 4.2.1.20. /itijoco/: Hno. Pa(Ma). 4.2.1.21. maci-sodo: Hna. Pa.; Ea. Hno. Pa. 4.2.1.22. te soko lowa: Ea. Hno. Ma. 4.2.1.23. sodo lowa: Eo. Hlia. Pa(iNla).
106 Jose Braunstein 4.2.1.24. yalie: Eo. Hna. Pa(Ma).; Ho, PaCMa). hh.; E,). Ha. lina.; Eo. Fia. (Hna). Pa(Ma).; Eo. Hna. mb. 4.2.1.25. yivvete: Ea, Hno. Pa(Ma).; Ea. Ho. Hno(Hna).; Ea. Ho. Hno(Hna). Pa(Ma), Ea. |Ino. hh.; Ha. Pa(Ma). 4.2.1.26. yidawa: Ho. Pa(Ma). mh.; Hno(IIna). Eo. iih.; Hnn(Hna). Ea. Lh. 4.2.1.27. yoiik: FIo. llno(Hna). 4.2.1.28. yole: Ha. Hno(I-Ina). 4.2.1.29. yapena; /yapiena,/: Pa. Pa(Ma). 4.2.1.30. komena; /iconieina/: Ma. Pa(Ma). 4.2.1.31. iwal: Ho(Ha). lIo(Ha). 4.2.1.32. y-yodo; vi-yodot (I,? p. pl.': Pa(Ma). Ea. 4.2.1.33. yonaranik: Eo. Ha. 4.2.1.34, yate: Ea. Ho. 4.2.1.35. maci-yalie: Eo. Hna. hh.
Organizacion social (...) del Gran Chaco 107 4. 3. AIOC.V. 4.3.1. Segun LaIone uevedu, S. A., 1892, pl,. 169-170, 4.3.1.1. tagadena, yet'a: Pa. 4.3.1.2. chidena, yet'a: Pa. 4.3.1.3. yalie: Ho. 4.3.1.4. yali: Ha. 4.3.1.5. Ilipilogot: Ho. 19. 4.3.1.6. najogoua: H)(Hna). Eo(Ea),; Ea. Pa. 4.3.1.7. yachocolic: Hno. M.; Ho. Hno(Hna). Pa(Ma). M. 4.3.1.8. yanocolie: Hno. m.; He. Hno(Hna). Pa(Ma). m. 4.3.1.9. yapilo'oli: Hna. M.; lla. llno(Hna). Pa(Ma). M. 4.3.1.10. yanoli: Hna. m.; Ha. Hiiu(Hna). Pa(Ma), m. 4.3.1.11. Iiitijcco: Hno. Pa(rvla). 4.3.1.12. yajodo: Hna. Pa(Ma. 4.3.1.13. yolie: Ho. Hno(Hna). 4.3.1.14. yoli: Ha. Hno(Hna). 4.3.1.15. yapiena: Pa. Pa(Ma).; Hno. Pa. Pa(Ma).; Pa. Pa(Ma), Pa(Ma).; llno. Pa. Pa(Ma). Pa(Ma). 4.3.1.16. icomeina: Ma. Pa(Ma).; Hna. Ma. Pa(Ma).; Ma. Pa(Ma). Pa(Ma).; Hna. Nla. Pa(Ma). Pa(Ma). 4.3.1.17. yiual: Ho(Ha). Ho(Ha); Ho(Ha). Ho(Ha). Ho(Ha). 4.3.1.18. yiyodo: Pa(Ma). Eo(Ea).; Hno(Hna). Pa(Ma). EoCEa).; Pa(Ma). Pa(Ma). Eo(Ea). 4.3.1.19. yonaganic: Eo. Ha. 4.3.1.20 yatie: Ea. He. 4.3.1.21. yiueti: Ea. Hno. 4.3.1.22. ya'li: En. Hna. 4.3.1.23. yidaua: Hno(llna). Ea(Eo). 4.3,1.24. yona,aua: En. Hna. Ea,E,,); a. Hiio. E-aCEo).
108 Jose Braunstein 4.3.2. Segun Tavolini, F. F, 1893, pp. 11-13. 4.3.2.1. yetaa: Pa. 4.3.2.2. yactee: Ma. 4,3.2.3. yyalek: Ho. 4.3.2.4. yyale: Ha. 4.3.2.5. yova:Eo.; Ea. 4.3.2.6. yaschilarva: Eo.; Ea. (cuando estan casados por iglesia). 4.3.2.7. yeaya: Hno. 4.3.2.8. nappi: Pa. Pa(Ma). 4.3.2.9. ycomena: Ma. PaMa). 4.3.2.10. yval: Ho. Ho(Ha). 4.3.2.11. yval: Ha. Ho(Ha). 4.3.2.12. niecteseS: Hno. Pa(Ma). 4.3,2.13. yassoro: Hna. Pa(Ma). 4.3.2.14. yektecek: He. Hno(Hna). 4.3.2.15. yassouse: Ha, Hno(Hna). 4.3.2.16. niyoceo: Pa. Eo(Ea). 4.3.2.17. niyoecore: Ma. Eo(Ea). 4.3.2.18. yaddonarnlk: Eo. Ha. 4.3.2.19. yacte: Ea. Ho. 4.3.2.20. yavaleglecta: Eo. Ma. 4.3.2.21. yavaleyactee: Ea. Pa. 4.3.2.22. yavaleqliiyalch: He. Eo(Ea). 4.3.2.23. yayaleyale: Ha. Eo(Ea). 4.3.2.24. yaak: (pariente).
Organizacion social (...) del Gran Chaco 109 4.4. Cacluvco. 4,4.1. Segun Ribeiro. D., 1948, pp. 181-185. 4.4.1.1. ia-tad: Pa.; Hno. Pa(Ma). hh.; Hno. Pa. mh.; I-lo. Hno(Hna). Pa(Ma). Pa; Ho. Hna(Hno). Pa(Ma). Ma. hb. 4.4.1.2. ie-ded/e-iodod: Ma.; Hna. Ma. hh,; Ha. Hno(Hna). Pa(Ma). Ma. hb. 4.4.1.3. in-nio.txua: Hno. hh.; Hna. mb.; He. Hna(Hn. Pa(Ma). lih.; Ha. Hno (Hna). Pa(Ma). mh. 4.4.1.4. ili-drat: Hno. M. 4.4.1.5. ilo-txu: Hno. m. 4.4.1.6, in-na-guin-ha: 1-Ino. mh.; Ho. Hna(Hno). Pa(Ma). inh. 4.4.1.7. in-nib-alo: Hna. hh; Ha. Hno(Hna). Pa(Ma). hb. 4.4.1.8. ili-dralot: Hna. M. 4.4.1.9. 16-tx6-txa: Hna. m. 4.4. 1. 10. ion-niguit: Ho.; He. Hno. hh.; He. Hna. mb.; He. Ha. Hno(Hna). Pa(Ma). mh; He. He. Hno(Hna). Pa(Ma). hh. 4.4.1.11. An-nat: 14a.; Ha. Hnc,. hh.; Ha. Ho. Hno(Hna). Pa(Ma). hh. 4.4.1.12. ile-dit: He. Hno. mh.; He. Ho. Hno(Hna). Pa(Ma). mb. 4.4.1.13. ile-te: Ha. Hno. mh.; Ha. Hna. mh.; Ha. Ha. Hno(llna). Pa(Ma). mh.; Ha. Ho. Hno (Hna). Pa (Ma). mh. 4.4.1.14. te-txeguit: He. Hna. hh. He. Ha. HnoCUna). Pa(Ma). hb. 4.4.1.15, te-txet: Ha. Hna. hh.; lla. Ha. Hno(Hna). Pa(Ma). hli. 4.4.1.16. ia-ojiodo: Hna. Ma(Pa). mh.; Ha. Hno(Hna). Pa(Ma). Pa.; Ha. Hno (Hna). Pa (Ma). Ma. mh. 4.4.1.17. ine-txud: Hno. Ma. nlh.; Ho. Hno(Hna). Pa(Ma). Ma. mh. 4.4.1.18. ine-lokud/ie-me: Pa. Pa(Ma).; Hno, Pa. Pa(Ma).; Hno. Ma. Pa(Ma). 4.4.1.19. ia-mit: Ma. Pa(Ma).; Hna. Ma. Pa(Ma.; Hna, Pa. Pa(Ma). 4.4.1.20. i-ua-ludi: Ho. Ho (Ha). sg. 4.4.1.21. i-ua-teti: He. llo (Ha). sg. 4.4.1.22. S-dauat: Ea; Eo. (sin hijos) 4.4.1.23. io-txa-haua: Ea.; Eo. (con hijos). 4.4.1,24. in-nala-tudi: Ea.; Eo. (separados) 4.4.1.25. io-txi-hadit: Pa, Ea(Eo). 4.4.1.26. io-txi-hat: Ma. Ea(Eo). 1.4.1.27. ia-nin-hdot: Ea. Hno. Pa(Ma).; Es. Pa. 4.4,1,28. ia-nin-Tiudi: Fe. Hna. Pa(Ma).; Fe. Ma. 4.4.T.29. i-lat: Fa. Hno. hh. 1.4.1.30. ie-deu-det: Hna. Ea. hh.; Fa. Hno. mh,; Hn2. Eo. mb. 4.4.1.31. ia-niu-udit: Fo. Hna. 110 Jose Braunstein 4.4.1.32. ie- deu-dit: Hno. Ea. hh.; Hno. E(i. inh. 4.4.1.33. iha-tet: Ea. Ho. 4.4.1.34. iha-dit: Eo. lla. 4.4.1.35. e-inigui: He. Fa (Fo. 4.4.1.36. e-ina: lla. Ea(E.
Organizacion social (...) del Gran Chaco 111 4.4.2. Segun Oberg, K., 1949, pp. 60-62 4.4.2.1. ciodi: Pa.; Hno. Pa. 4.4.2.2. ciodo: Ma.; Hna. Ma.; Ea. Hno. Pa. 4.4.2.3. vonegi: Ho.; Ho. Hno. hh.; He. Hna. mh.; Ho. Ho. Hno. (Hna). Pa (Ma). hh.; He. Ha. Hno(Hna'l. Pa(Ma'l. inh. 4.4.2.4. yonat: Ha.; Ha. Hno. hh.; Ha. Hna. mh.; Ha. llo. llno. CHna). Pa (Ma). hh.; Ha. Ha. Hno(Hna). Pa(Mi). mb, 4.4.2.5. iledi: H,. llna. hh.; llo. Hn.. iiih.; Ho. Ha. HiioCHna). Pa(Ma). hh., Ho. He. Hno (Ilna). Pa (Ma). mh. 4.4.2.6. iriualo: Ha. Hna. hh,; Ha. Hno. mh.; Hi. Ha. |Ino(llna). Pa(Ma). hh.; Ha. Ho. Hno (Hna). Pa (Ma). mh. 4.4.2.7. copi: Hno, M. hh.; Ho. Hno(Hna). Pa(Ma). M. hh. 4.4.2.8. ilochochi: Hno. Tn. hh.; He. Hno(Hna). Pa(Ma). m. hh. 4.4.2.9. iniualo: Hna. hh.; Ha. Hno(Hna). Pa(Ma). hh. 4.4.2.10. inagiurat: Hno. mh.; Ho. Hno (Hna). Pa(Ma). mh. 4.4.2.11. iludralut: Flna. M. mh,; Ha. Hno(Hna). Pa(Ma). M. mb. 4.4.2.12. ilochoche: Hna. m. mh.; Ha. Hno(Hna). Pa(Ma). m. mh. 4.4.2.13. inechudi: Hno. Ma.; Eo. T-Ina. Pa(Ma). 4.4.2.14. veachudo: Hna. Pa.; Ea. Hno. Ma. 4.4.2.15. inclucudi: Pa. PaCMa). 1.4.2.16. iamit: Ma. Pa (Ma). 4.4.2.17. itialudi iuat: llo (Ha). Ho (Ha). sg. 4.4,2.18. yccana: Ea. 4.4.2.19. yodava: Eo. 4.4,2.20. virate: Ea. Ho. 4.4.2.21. iradi: Eo. Ha. 4.4,2.22. galate: Ea. Hno. 4.4,2.23. iadedeude: Eo. Hna. 4.4.2.24. voshirodi: Pa. Ea (Eo). 4.4.2.25. oshirate: Ma. Ea (Eo).
112 Jose Braunstein 5 . Familia linguistica Tupi-Guaiani 5. 1. Chiriguano 5. 1. 1. Segun Giannechini, P. D., corresponde al S. XIX y Iue publicada por Romano, S. y Cattunar, H., 1916, pp. XLI-XLII y debe haber sido recolectada en alguna de las Misiones Franciseanas del Coleoio de Propaganda Fide de Tarija. tu; Papa: Pa.; Hno. Pa. 5.1.1.2. chi; ha: Ma. 5.1.1.3. tai: He. hh.; He. Hn((Hna). Pa(Ma). hh.; Ea. He. hh. 5.1.1.4. tayi: Ha. hh,; Ha, Hno(Hna). Pa(Ma). hh. 5.1.1.5. rnembi: He. rnh.; Ha. rnb. 5.1.1.6. Liquei: Hno. M. hh. 5.1.1.7. tigi: Hno. m. hh, 5.1.I.S. quigi: Hno. M. mh. 5.1.1.9. quigi tigi: Hno. iii. mli. S. 1 . 1 . 10. tindi: Hna. M. Lb. 5. 1. 1. 11. tindi ipiquii: Hna. ni. lih. 5.1.1.12. tique: Rna. M. mb, S. 1. 1. 13. piquli: Hna, m. nib. 5.1.1.14. membi cuimbae: He. Hno (Hna). Pa (Ma). mb. 5.1.1.15. membi cua: Ha. Ilno (Hna). Pa (Ma,. mb. 5.1.1.16. yeche: Hna. Pa. 5.1.1.17. tutti: Hno. Ma. 5.1.1.18. chii: Hna. Ma. 5.1.1.19. hii: He. Hno (Hna). 5.1.1.20. tipe: Ha. Hno (14na). 5.1.1.21. tui: Pa. Pa (Ma). 5.1.1.22. vari: M,,i. Pa (Ma). 5.1.1.23. humuninu: H(, (Ha','. He (Fli). hb. 5.1.1.24. hamanino: He (Ha). Ho (Ha). mh, 5.1.1.25. bovaya: Pa. Ei. hh.; llno. Ea. hb.; Eo. Ha. bb. 5.1.1.26. ha'lcho: Ma. a. lili.; Eo(Ea). He. Hno(T-Tna. hll. 5,1.1.27. taitati; tai: Ea. Ho. hh. 5.1.1.28. mentu: Pa. Fo. mh. 5.1.1.29. mes: Ma. Eo. nih. 5.1.1.30. membitatti: Ea. 14o. mh. 5.1.1.31. mpeu: Eo. Ha, inli.; Hno. o. mh. 1.1.1.32. yuquei: Hna. Fe. mb. Organizacion social (...) del Gran Chaco 113
114 Jose Braunstein 5.1.2. M. Cruce de Pichanal (Salta, Aracntina), 1977. InI. Jose Soruco, nacido en Bolivia pero no perteneciente a los nucleamientos de las antiguas misiones Franciscanas del Colegio de Tarija. 5.1.2.1. ceme: Eo. 5.1.2.2. cemireko: Ea. 5.1.2.3. ceru: Pa. 5.1.2.4. cesi: Ma. hh.; Hna. Pa(Ma). hh.; Hna. Ma. mh. 5.1.2.5. cesimi: Ma. mh, 5,1.2.6. cera: Ho. hh. 5.1.2.7. cera*: Ha. hh. 5.1.2.8. cenlemm: Ho. mh.; Ha. mh. 5.1.2.9. cerikei: Hno. M. hh,; Ho. Hno(Hna), Pa(Ma). M. lib. 5.1.2.10. cerigui: Hno. m. hh; Ho. Hno (Hna). Pa (Ma). m. hh. .1.2.11. cekio: Hno. mh.; Ho. Hno(Hna). Pa(Ma). mh. 5.1.2.12. cerindi: Hna. hh.; Ha. Hno(Hna). Pa(Ma). bh. 5.1.2.13. celk*i: Hna. mh.; Ha. Hno(Hna). Pa(Ma). mh. .1.2.14. ecruti: Hno. Pa. hh. 5.1.2.15. cetuti: Hno. Ma. hh.; Hno, Pa(Ma). mh.; Pa. Ea. Ho. mh. .1.2.16. cerii: Hc. Hno. hh.; Pa. Ea. Ho. hh. S.|. 2.17. cemperai: Ho. Hno. mh. 5.1.2, 1 S. cetipe: Ha. Hno. hli. S. 1. 2.19. cempereta: Ho. Hna. hb. 5.1.2.20. cememuircta: Ho. Hna. mh. 5.1.2.27. ciyetipe: Ha. llna. hh.; Ma. Ea. Ho. hh. 5.1.2.22. ceramui:Pa. Pa (Ma). hh. 5.1.2.23. ciareh: Ma. Pa (Ma. hh. 5.1.2.24. ceramumino: Ho (Ha). Ho (Ha). hh. 5.1.2.25. ceramarino. Ho (Ha). Ho (Ha). nih. 5.1.2.26. cowaya: Pa. Ea. hh, '. 1. 2.27. cera'ico: Ma. Fa hh.; |Ina. Ea. hh. 2.1.2.28. cememdu: Pa. Eo. mh. 5.1.2.29. cernesi: Ma. Eo. mh. 5.1.2.30. cerozaya: Fo. Ha. hh.; Eo. Hna. hh.; Hno. Ea. hh.; Eo(Ea). Hno. Ea. hb. 5.1.2.31. cempeu: Ec. Ha. rnh.; Eo. Hna. mh. 5.1.2.32. cerairati: Ea. Ho. hh.; Ea. Hno. hh. 5.1.2.33. cememvitatti: r-a.; Ho. mh. . 1. 2. 34. ceinendureta: Hno. Eo. mb. Organizacion social (...) del Gran Chaco 115 1.2.35. ceyukey: Ea. Hno. mb. 1. 2. 36. ceytikerai: Hna. Eo. mb.; Fo. Hna. Eo. mh, 1.2.37. ciyece: Ma. Fa. Ho. mh.
116 Jose Braunstein 1. Familia lin,istica Zamuco 1.1. Chamacoco l. l. l. Segun Susnik, 1970, 13.3 y 14.2 -imesur: Pa. (Ma). bh. Ma. (Pa). mli. 1.1.1.3. lek'ama limsur: Hno. Pa. (Pa). hlb. 1.1.1.4. pinixata: Hna. Ma. (Ma). hb. 1.1.1.5. liner'ak: Ho. Hna. (Hna). hh. 1.1.1.6. pibitark: Pa. Ea. (Ea). 1.1.1.7. pibitora: Ma. Ea. (Ea). 1.1.I.S. libitur/piltar: Hno. Eo. (Eo). 1.1.1.9. pimtura: Hna. Ea. (Ea). 1.1.1.10. pibitura: Hna. Eo. (Eo).
Organizacion social (...) del Gran Chaco 117 Apendice: Terminologias de duelo en el Chaco En este apendice hemos reproducido las terminologias de duelo que se utilizaron durante este trabajo. Se sigue la convencion de reproducir el termino en lenguaje aborigen y a continuacion su traduccion utilizando las siglas de la kin tvpe notation traducidas al castellano como se indica en el apendice anterior. La unica innovacion respecto al codigo ya expuesto se reduce al agregado del pariente del ego que ha Iallecido y que motiva el cambio de terminologia, al Iinal del tipo de pariente correspondiente indicado entre parentesis y con el signo () pospuesto. Ejemplo: Ho.Hno(Hna).Pa(Ma).(Pa). (hijo del hermano o de la hermana del padre o de la madre cuando el padre ha muerto; es decir, primo cuando ha muerto el padre de ego)
2. Familia lingistica Lengua-Masbkoi. 2.1. Lengua occidentales. 2.1.1. Mision Nueva Vida, 1977, inI. Lorenzo Fernandez. Estos terminos son verdaderos necionimos, posponiendose al nombre de una persona a la que se ha muerto un patiente.* iiinse. Iem. Sin otro pariente 2. 1. 1. 1. Ho, Ha - yocksee yoksee yoksee tankok 2.1.1.2. Pa, Ma hakk haitkok hakok tankok 2.1.1.3. Hno. Pa,(Ma) kaimap kamatkok 2.1.1.4. E(,, Ea-t- talmte talmte 2.1.1.5. Hno, Ulna rnathlai i,,,iathlk,ctkok
118 Jose Braunstein 3. Familia lingistica Mataco-Maka. 3. 1. Maka. 3.1.1.1. te'e: Ma. (Hno). InI. Andres Tscinhei. , 3.1.1.1. te'e: Ma. llno). 3.1.1.2. yilapbik: Ho. (He). 3 . 1.1.3. yilapbiki: Ha. (He). 3.1.1.4. yapk'as: Hno. (Hno). 3.1.1.5. yapk's: Hnl. (Hna). 3.1.1.6. yahalkele'i: Pa. (Hno). 3.1.1.7. yejeIe'ek'i: Hno. 3.l, l. S. ejeIe'ek'i: Ho. 3.1.1.9. inejeIe'ek'i/inatuatsik'i: dice cualquier integrante de la Iamilia de un muerto mayor que el que habla. 3.1.1.10. ink'inijik'i: dice cualquier integrante de la Iamilia de un muerto mengr que el que habla. 3.1.1.11. yiwjyulelax: dice cualquier persona a cualquier miembro de la Iamilia del conyuge cuando este ha muerto y cualquier integrante de la Iamilia de una persona que ha muerto a su conyuge viudo. 3.1.1.12. lenhet: Pa. (Ma), .1.1.13. yiIti': Nla. (Pa).
Organizacion social (...) del Gran Chaco 119 3.2. Chulupi. 3.2.1. Segun Wicke, Ch. & Cliase-Sardi, M., 1969, pp. 488-490. klaklay: Pa. (Ho). 3.2.1.2. napi iiiiiiii: Ma. (Ho). 3.2.1.3. zuzu: Pa. Pa(Ma). sg (Ho).; Pa. Pa(Ma). Pa(Ma). sg. (Hc). 3.2.1.4. yaya: Ma. Pa(Ma). sg. (Ho).; Ma. Pa(Ma). Pa(Ma), sg. CH(-i 3.2.1.5. yikut'aya: Uno. M. sg. (Ho). 3.2.1.6. chitaklaya: Hna. M. sg. (Ho). 3.2.1.7. yich'inishkla'i: Hno. m. sg. (Ho). 3.2.I.S. yicli'injaoklai'a: Una. m. sg. (Ho). 3.2.1.9. yivanIaklay: Eo. (Ho). 3.2.1.10. vivanIaklaya: Ea. (llo), 3.2.1.11. yishaIkla'i: Eo. Una. (Ho). 3.2.1.12- yiIezi: a. llno. (llo).
120 Jose Braunstein 4. Familia lingaistica Guaycuru. 4. 1 . Toba. 4.1.1. M. Tacaagle (Formosa, Argentina), 1975, InI, Guillermo Muratalla. 4.1.1.1. i'aicle: Ma (Pa).; Ea. Hno. Pa. (Hno. Pal-). 4.1.1.2. takla': Pa. (Ma). din-Giialacke: Cualquier pariente muerto. 4.1.1.4. ji'o-Go-Gua: dice cualquier persona a cualquier iiiieiiibro de la Iamilia de| conyuge cuando este ha muerto, y cualquier integrante de la Iamilia de una persona que ha muerto a su conyuge. 4.1.1.5. ji'o-Gopi: la Iamilia del conyliac en su totalidad despues de la muerte de aquel.
Organizacion social (...) del Gran Chaco 121 4.1.2. Segun Miller, E., 1966.* 4.1.2.1. thsi'oxoxua: Esposa de un jaqaja Iallecido, y cualquier idaua si la esposa de ego ha Iallecido. 4.1.2.2. idoit: cualquier jadona-Ganet si el jale, iawsi o iual Iemenino que los relacionaba ha Iallecido, y cualquier jachc si la esposa del ego ha Iallecido. 1 4.1.2.3. idoite: cualquier jate si el jalek, jasesik o vial masculino que las relacio- naba ha Iallecido, y cualquier jachodo si la esa de| ego ha Iallecido.
122 Jose Braunstein 4.2. Toba-Pilaga. 4.2.1. Segun Metraux, A., 1937, pp, 387389. Entre barras Tebboth, T. 1943, p. 168. 4.2. 1. 1. yatacala: Pa. (Ma).
Organizacion social (...) del Gran Chaco 123 4.3. Mocovi. 4.3.1. Segun LaIone uevedo, S. A., 1892, pp. 169-170. 4.3.1.1. yatacala: Pa. (Ma.). 4.3.1.2. yadena: Ma. (Pa). 4.3.1.3. japiloc: llo. CPa).; Ho. (Ma). 4.3.1.4. mapiagaic: Pa. (Ho.). 4.3.1.5. mapiagai: Nla. 4.3.1.6. paic: Fo. (Ea). 4.3.1.7. pai: Ea. (Eo). 4.3.1.8. yayogoua: Eo. Ha. (Ha--).; Ea. Ho. (Ho).
Robertson, R. (2005) - La Promesa Conceptual de La Glocalización Comunidad y Diversidad (Traducción Al Español Desde El Instituto de Psicología Social)