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F Del Lenguaje I
F Del Lenguaje I
F Del Lenguaje I
b) Hipótesis inicial: Faktum lingüístico y ser del lenguaje como tema común de
los problemas de la Filosofía del Lenguaje. El problema de la intencionalidad intrínseca
o derivada del lenguaje.
El segundo problema que encontramos es cómo lo distinguimos de la Lingüística. Para
ello, primero debemos analizar qué es el lenguaje. El lenguaje es un conjunto reglado de signos
(o “entidades particulares”) que nos sirven para referirnos a las cosas y para comunicarnos.
Observamos 3 componentes, para los que Lingüística sigue siendo suficiente:
1. “Conjunto de signos”: Semiótica. “Conjunto de signos reglados”: Sintaxis.
2. “que nos sirven para referirnos a las cosas”: Semántica.
3. “y para comunicarnos”: Pragmática.
Según este esquema, no parece que la FL tenga su objeto justificado. Por ello, lo que
surge es la idea de que, quizá, lo que se debe poner en el centro no es tanto la parte de “…del
lenguaje”, sino a “Filosofía de…”. La Filosofía es el ser de algo, su “intencionalidad”
(aboutness), su “hacia qué”, “acerca de qué”, “sobre qué”, a dónde nos lleva la palabra/los
signos. Podemos hablar de una intencionalidad directa (la palabra lleva a la cosa) o derivada (la
palabra llega a la cosa a través del concepto).
“Hay FL”, el argumento es doble: (1) Aunque no sepamos cuál es su objeto, hay objeto
de la FL; (2) podemos ofrecer una hipótesis de lo que es el objeto de la FL y 5 razones de
conveniencia de esta hipótesis.
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El argumento (extraído de la introducción a la compilación de Valdés) es el siguiente:
Si yo tengo criterios para reconocer qué casos caen bajo una palabra, tengo también criterios
para reconocer el concepto, aunque no sepa exactamente qué es. Tenemos capacidad para
corregir nuestros juicios. Se puede decir que hay objeto de la FL porque somos capaces de
reconocer que un problema es objeto de la FL, aunque no sepamos definir la generalidad de su
objeto.
La hipótesis propuesta por María Cerezo es la siguiente: “El objeto de la FL es dar
cuenta de las condiciones de posibilidad del Faktum lingüístico, esto es, del hecho de que hay
lenguaje”. Hay que dar cuenta de qué es lo que hace posible que haya comunicación por medio
de signos, cuáles son las condiciones de posibilidad del lenguaje. Partimos de un argumento
transcendental: la condición de posibilidad de la comunicación es que el PNC exista, porque hay
posibilidad de llegar a acuerdos y a desacuerdos, por lo que admitimos cierto sentido en las
palabras.
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b) Filosofía del lenguaje y Psicología. Psicología del lenguaje y ciencias
cognitivas.
El lenguaje lo usamos los sujetos particulares a partir del pensamiento. Por su parte, la
psicología del lenguaje estudia los procesos (en sujetos particulares) que se producen en la
cabeza del hablante, por lo que es una aproximación particular, mientras que la FL es universal.
Además, nos encontraremos con muchas anomalías, porque también trata el qué ocurre en la
cabeza de un hablante que no usa bien el lenguaje.
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6. Revisión de la hipótesis inicial. Los problemas de la filosofía del
lenguaje: las relaciones entre pensamiento, lenguaje y mundo.
a) El triángulo Mente-Lenguaje-Mundo.
En el libro The meaning of meaning, de Ogden y Richards se propone el siguiente
triángulo:
b) Valor del cuadro para ilustrar los problemas de que se ocupa la Filosofía del
lenguaje.
La relación Sujeto ↔ Lenguaje atiende a las teorías del significado.
La relación Lenguaje ↔ Mundo atiende a la verdad y condiciones de verdad.
La relación Sujeto ↔ Mundo atiende a la intencionalidad, a las teorías de la acción
lingüística (pragmática y actos del habla), teorías de la mente, teorías condicional-
veritativas del significado…
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En la relación Sujeto ↔ Mundo el Lenguaje también está implicado (tesis del
relativismo lingüístico), pues determina cómo conocemos el Mundo.
En la relación Sujeto ↔ Lenguaje ambas son parte del Mundo, al usar el
Lenguaje, ya lo estamos implicando, pero también, al hablar de condiciones,
estamos refiriéndonos a la situación en el Mundo.
En la relación Mundo ↔ Lenguaje, para hacer uso de este Lenguaje, para
conocer, se necesita un Sujeto.
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Los rasgos fundamentales de la dimensión expresiva del lenguaje son dos: la
significatividad, esto es, hablar con sentido, el lenguaje dice algo del mundo; y la veracidad o
falsedad, que se deduce de la correspondencia con el mundo.
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“Juan es alto” tiene tres palabras, pero es V tanto para type como para token. Nunca hay
dos signos ejemplares iguales, pero siempre hablaremos del mismo signo tipo.
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introduciendo el logicismo, que consiste en derivar las verdades matemáticas de las verdades
lógicas, definir conceptos matemáticos en términos de conceptos lógicos. Al afirmar el
logicismo, decimos que la matemática es analítica, a priori y necesaria.
Frege distingue entre dos tipos de pruebas: las analíticas (lógicas) y las empíricas. Dirá
que la matemática sólo estará bien fundamentada si se prueba de manera analítica. Querrá crear
un lenguaje formal o conceptográfico para derivar las verdades matemáticas de las verdades
lógicas. En este lenguaje conceptográfico habrá ciertas novedades, que afectarán a la manera en
que entendemos el lenguaje, generando problemas con la Filosofía del lenguaje.
También distingue entre cómo conocemos algo (cuestiones de génesis) y cómo lo
justificamos/fundamentamos. Le importará que la matemática esté bien fundamentada, así que
el problema se encontrará en cómo probarla. Las pruebas pueden ser lógicas (que no derivan de
la experiencia) o empíricas (que proceden de la experiencia); las que necesita la matemática son
las pruebas lógicas. Al hacer pruebas lógicas, a veces, el lenguaje es engañoso, debido a la
ambigüedad, la vaguedad y el hecho de que haya aspectos en el lenguaje que no son relevantes
para la prueba lógica (a lo que llama coloración o pigmentación del lenguaje, esto es, cómo
afecta la subjetividad al lenguaje). Todo esto hace que el lenguaje ordinario no sea apto para
definir los conceptos matemáticos/lógicos, y por ello creará su lenguaje formal o
conceptográfico.
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f) La multiplicidad de análisis en función y argumento. La perspectiva como
determinante del análisis.
Se pueden ofrecer 3 análisis en términos de función (si no más):
(x) conquistó las Galias
César conquistó (x)
(x) conquistó (y)
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La referencia de los nombres propios es el objeto determinado que designan. Su sentido
es la manera de presentarlos.
Ejemplo: “Lucero vespertino”, cuya referencia es Venus (el planeta) y cuyo sentido es
el modo en que Venus se presenta. Es la definición o descripción que asociamos.
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el PSEC: al cambiar una parte de la oración por otra expresión con la misma referencia no
cambia la referencia del todo. Por ejemplo: “Felipe IV es alto” y “El rey de España es alto”
tienen la misma referencia (V o F).
Los problemas que plantean los lenguajes naturales son dos, principalmente: que se
puede atribuir más de un sentido a un signo y que a veces usamos signos que no tienen
referencia.
b) Nuevos problemas:
- Problemas epistemológicos: la noción de captar el pensamiento.
Los pensamientos existen con independencia del sujeto que los piensa. Es como si se
dijera “La ciencia existe. Cáptala”.
- La falta de fundamento de la verdad como propiedad de algunos pensamientos.
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Tema 3. Términos, descripciones y proposiciones en Russell.
1. Introducción.
a) La importancia de Russell: ruptura entre expresión y estructura.
Russell es un empirista convencido, por lo que le preocupa cómo conocemos hechos del
pasado, por ejemplo, que no pueden contrastarse con la realidad, o cómo podemos conocer la
mente de otro sujeto. Hay otro conocimiento que no es empírico, que no es por percepción: el
conocimiento por descripción. Este es el conocimiento que nos proporciona el lenguaje.
Desarrolla la Teoría de las descripciones definidas:
El análisis de la expresión no siempre corresponde con el análisis del contenido o
estructura. En Frege las partes del signo llevan a las partes del contenido. Russell propone
romper esta correspondencia. Ruptura entre signo - contenido en cuanto al análisis de ambos.
(El texto de Strawson trata sobre esto).
b) Obras.
Es un autor muy prolífico, pero vamos a centrarnos en dos obras fundamentales
- Principios de la Matemática (1903). Sigue a Frege y sus ideas de la
Conceptografía. Etapa “prehistórica”.
- Sobre la denotación (1905). Cambio radical de opinión. Etapa “importante”.
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Russell es un gran referencialista. La referencia de un signo es su significado y está
asociada inmediatamente a él. No hay mediaciones. Para Frege el sentido mediaba entre el signo
y el contenido. El signo a la vez expresa y presenta.
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b) Expresiones denotativas.
Russell empieza a pensar en proposiciones como “Juan vio un hombre” (en el que
tenemos la misma estructura presentada antes, pero “hombre” sería “( ) concepto”, y cuya
relación de indicación no quedaría exactamente clara). Con la teoría de que las palabras indican
ello a lo que se refieren, esto no termina de explicarse bien. Otro ejemplo: “Todos los hombres
son bípedos”, donde “todos los hombres” es un concepto, pero “son bípedos” no se atribuye al
concepto de “hombre”, sino a las cosas que caen bajo ese concepto.
El problema en el que nos encontramos al aceptar lo anterior es el que sigue: tenemos
expresiones que indican algo que no es aquello sobre lo que la oración habla. La solución sería
que “Juan vio a un hombre” se podría analizar tal que: “Juan” = cosa, nombre propio; “vio” =
concepto, “( ) ver ( )”; “un hombre” tiene que indicar algo que me derive al hombre que vio
Juan, a lo denotado, aquello de lo que la oración realmente habla. Tenemos, por tanto, una
nueva relación semántica en los términos, que son los complejos denotativos (indicados por
expresiones denotativas), cuya esencia es denotar términos.
Puzle 3, sobre las oraciones existenciales negativas. Russell dice que se puede analizar
la forma lógica de dos maneras:
1.- x [Rx y (Ry → x=y) (Rx)]
“Existe una cosa tal que es rey de Francia, y que es única, y no existe una cosa tal que es
rey de Francia”. Pero esto es una contradicción.
Solución a la contradicción:
2.- [Rx y (Ry → x=y)].
No existe una cosa tal que sea rey de Francia y que sea única.
Conclusión: Se cambia la negación al principio. No es que haya una cosa que es rey de
Francia y no existe, sino que no hay una cosa que es rey de Francia. No hay contradicción, la
negación se saca de la forma lógica.
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Es la relación lógica básica. Se da también entre las premisas de un argumento y su
conclusión. Modus ponens.
b) Presuposición.
A presupone B si y solo si A es V o F solo si B es V.
*En A.- “El rey de Francia es sabio”; B.- “Existe un rey de Francia”, Russell diría que
hay implicación, mientras que Strawson diría que hay presuposición.
Russell: si “el rey de Francia es alto” es verdadero necesariamente se afirma que hay un
rey de Francia. Lo implica.
Strawson: para que “el rey de Francia es alto” tenga valor veritativo, tiene que existir un
rey de Francia. Que exista, que sea verdad que hay un rey de Francia, condición necesa-
ria para que el rey de Francia es alto tenga valor veritativo. Presupone.
d) Presuposición y negación.
Si A presupone B, no-A también presupone B.
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Tema 4. La proposición como figura de los hechos. El Tractatus
Logico-philosophicus.
1. Introducción.
a) El objeto del Tractatus.
En Wittgenstein observamos varias etapas: la del Tractatus Logico-philosophicus
(1921-1922), una etapa de transición (1921-1929) y la de las Investigaciones filosóficas (1956).
En el Tractatus coge toda la doctrina de Frege y Russell y las lleva a sus últimas
consecuencias. En las Investigaciones propone una nueva doctrina original.
Hay múltiples interpretaciones del Tractatus: una empirista (desde el Círculo de Viena),
otra existencialista (Schopenhauer), otra genética (Kenny, Anscombe) …
Obras pre-tractarianas: Notes on logic (1913), Notes dictated to Moore in Norway
(1914), Notebooks (1914-1917), Prototractatus (1918). Todas estas obras son en las que se
“pelea” con los problemas que tratará en el Tractatus.
La estructura del Tractatus es la siguiente:
1-2.063 → Ontología tractariana.
2.1-2.225 → Teoría general de la figuración.
3-3.5 → Aplicación de la teoría de la figuración al signo y al pensamiento.
4-4.53 → Teoría del sentido.
5-5.641→ Teoría de las funciones de verdad.
6-6.54 → Aplicación: lógica, matemática, ciencia… (no a la ética ni a la filosofía).
7 → Silencio.
b) La noción de proposición.
“Todo aquello que puede ser dicho, puede decirse con claridad; y de lo que no se puede
hablar, mejor es callarse” → todo el libro trata de todo aquello que puede ser dicho. Una teoría
que abarque todo lo que puede ser dicho, es todo aquello que puede ser pensado. El objeto del
Tractatus es expresar los límites del sentido, dar cuenta de todo lo que puede ser dicho o
expresado. Para analizar esto, da dos teorías de la proposición: la teoría de la figuración
(pictórica/pintura) y teoría de las proposiciones de verdad.
El lenguaje solo puede hablar de los hechos, no de un valor, del deber ser, de la ética.
Con las expresiones lingüísticas se simulan las relaciones en el mundo, el lenguaje genera
posibilidades de las cosas en el mundo (y con esto se resuelve el problema de las oraciones
falsas). Se introduce el elemento de la posibilidad, la figuración de cómo pueden relacionarse
los objetos en el mundo. La gramática del lenguaje da la posibilidad de captar posibilidades,
dado que se pueden combinar los términos de distintas maneras, de forma que podemos
formular oraciones falsas. La veracidad corresponde a cuando el lenguaje señala el mundo (si
proponemos una oración falsa, no tenemos este señalamiento).
El problema es que con el lenguaje no se puede hablar del deber ser, que es de lo que
tratan los problemas importantes, ya que solo puede describir los hechos, hablar de cómo es el
mundo.
2. La teoría de la proposición como función de verdad.
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a) La revisión wittgensteiniana de los análisis de la proposición de Frege y
Russell.
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“Una proposición es una función de verdad de proposiciones elementales; una
proposición de verdad es una función de verdad por sí misma” (Wittgenstein, Tractatus, 5).
Cualquier combinación de valores veritativos es admisible en las proposiciones
elementales (p, q). Todo esto lo construyó Wittgenstein de manera lógica, no miró nunca el
mundo. Independencia lógica de las proposiciones. En el mundo encontramos siempre que unos
estados de cosas provocan otros, es decir, que hay dependencia entre las cosas que se dan:
causalidad, relaciones… Si las proposiciones elementales son lógicamente independientes, ¿qué
expresan? En términos ontológicos, si “p” (proposición elemental) representa algo del mundo y
“q” (proposición elemental) también, no hay conexiones necesarias entre los estados del mundo.
No hay relaciones causales, tampoco hay relaciones de exclusión. Es un compromiso fortísimo.
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1.- Al problema de la falta de referencia: propone analizar la proposición hasta alcanzar
constituyentes de la proposición semánticamente simples y ahí postular objetos ontológicamente
simples como referencia de los constituyentes. Simple significa que no se puede analizar más.
2.- Al problema de las oraciones falsas: introduce una novedad, la posibilidad (forma).
A veces, con las proposiciones no decimos cómo están relacionados los objetos, sino cómo
pueden estar relacionados. Las oraciones falsas presentan posibles estados de cosas, como
cualquier proposición. Cuando es V, hablamos de un estado de cosas que se da en el mundo,
cuando es F, el estado de cosas no está en el mundo.
Se habla de figuración (bild en inglés) porque son formas de pintar, figurar, las cosas en
el mundo, es un retrato, como pintar una figura que está por una cosa del mundo y las relaciones
entre ellas.
Se habla de “deducción trascendental” porque se entiende que los objetos y los nombres
son la condición de posibilidad de la significatividad. Tengo cosas, me pregunto por sus
condiciones de su posibilidad. Los objetos son condición de posibilidad del significado si soy
referencialista. En realidad, es un postulado.
c) Ontología tractariana.
¿Cómo sabemos las posibilidades que hay?
- Hay cosas que son imposibles para los sujetos, pero no para los objetos. Hay
combinaciones que son posibles y otras que no. La forma son posibilidades
combinatorias de un objeto con otro.
- Los objetos se combinan en posibles estados de cosas. La combinación de objetos
es la forma, que es la posibilidad de esa estructura (modos de combinación de
objetos, y viene determinada por la esencia/naturaleza de las cosas, el principio de
las operaciones).
- Hay combinaciones de objetos que se dan efectivamente, los hechos (a lo que
llamamos mundo, en palabras de Wittgenstein: “el mundo es todo lo que es el
caso”) y otras que no se dan efectivamente.
Lo que define los objetos tractarianos es con qué se pueden combinar, su “esencia”
viene dada por la posibilidad combinatoria con otros objetos. Ahora bien, hemos alcanzado una
noción de simplicidad inalcanzable, absoluta. Podemos entenderla en el lenguaje como
simplicidad semántica, que es indefinible, y en el mundo, simplicidad, que es indivisibilidad. A
los simples indefinibles en el lenguaje Wittgenstein los llama “nombres”, y a los simples
indivisibles en el mundo, “objetos”.
* “Los objetos solo pueden decirse, llamados, solo podemos hablar sobre ellos”.
Para Wittgenstein en cambio no hay esencia. Lo que define el objeto simple es con qué
objeto se puede combinar para dar lugar a posibles estados de cosas. Alcanza una noción de
simplicidad absoluta. En el lenguaje se puede entender como simplicidad semántica, es
inanalizable. Indefinibilidad en el lenguaje, simplicidad ontológica en el mundo. No puedo
descomponer ese objeto. A los simples en el lenguaje se les llama “nombres”; en el mundo,
objetos. El concepto de “nombre” en este caso es un concepto tractariano. Signo primitivo, los
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llama Wttg también. No hay ejemplos en el Tractatus. Si el mundo fuera solo datos de los
sentidos, un objeto sería un punto en el espacio.
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d. Que tenga el carácter de verdad.
Pero el lenguaje, al presentar un posible estado del mundo, no representa cómo es
efectivamente, no se explica el carácter asertivo de las proposiciones.
(3) Cuando presentamos un estado de cosas decimos que “se da así”, pero, ¿qué pasa
cuando negamos? Decimos cómo no están combinados los objetos. No figuramos cosas
negativas, sino posibilidades en el mundo, pero a menudo, al hablar del mundo, usamos la
negación.
2.- El segundo problema es el del carácter asertivo del lenguaje. Tenemos que tener en
cuenta que los objetos pueden relacionarse, pero debemos ver cuáles se relacionan. Las
proposiciones, en cuanto se profieren, se “convierten” en hechos. Esto supone que la
combinación efectiva (ya no solo posible) en el lenguaje, supone la combinación efectiva en el
mundo. Cuando la oración que se propone no se correlaciona efectivamente con la combinación
en el mundo, entonces hablamos de oraciones F.
Los hechos lingüísticos (esto es, oraciones proferidas) pueden afirmar cómo es el
mundo. Con el lenguaje “jugamos” con las posibilidades combinatorias del mundo, pero el
hecho lingüístico puede asertar cosas que no son hechos ontológicos (el mundo). El carácter
fáctico, entonces, es el que da cuenta del carácter asertivo del lenguaje. Una cosa es la relación
de nombrar y otra es la relación de decir. Decir es presentar la combinación de nombres como si
en el mundo los objetos se combinaran así; nombrar es la relación del nombre con su objeto.
3.- El tercer problema es que en la teoría de la figuración no se puede dar cuenta de las
proposiciones negativas. Se puede decir que un objeto hace “x”, pero eso no refleja, no figura,
que no hace “y”, aunque lo implique.
Para resolver los problemas que se plantean, Wittgenstein dice que hay una proyección
de una de las redes sobre la otra, por lo que se rompe la simetría. Sería el sujeto metafísico el
que posibilita que haya esta proyección, pues es algo fuera de las dos redes que da sentido, a la
proyección y que no es mundo. La correlación entre los objetos de las dos redes es la relación
figurativa, y esta está posibilitada por el isomorfismo. Ahora se trata de ver en qué dirección,
esto es, cómo tenemos que romper la simetría y decir cosas. Para ello, se da una dirección, y con
ello, se da una proyección.
En la teoría de la figuración decimos que hay una bipolaridad de la proposición, esto
es, que una proposición puede ser V o F, por lo que estamos aludiendo a la teoría de las
funciones de verdad. Las proposiciones son tanto una figura de los hechos como una función de
verdad. Ahora, ¿cómo se combinan estas dos teorías?:
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- Las proposiciones elementales son aquellas que están totalmente analizadas (son
simples), presentan realmente posibilidades combinatorias de nombres simples, ya
que se ha dado un análisis estructural completo.
- Las combinaciones de funciones de verdad son no elementales, es decir, signos
proposicionales no analizados.
- La tabla de verdad representa las posibles combinaciones de valor de proposiciones
elementales, que presentan varios mundos posibles. Al decir que determinada
proposición se da, hablaremos de que el mundo real será uno representado por las
combinaciones (en los mundos posibles) en los que esa proposición que se da sea V,
y, al contrario, si decimos que no se da, en aquel mundo en el que sea F.
- Esto implica que, para dar cuenta de la veracidad o falsedad de la proposición
debemos mirar cuál de todos los mundos posibles es el real.
Tesis: “Todas las proposiciones elementales son lógicamente independientes entre sí”.
Generalización: Para todo objeto, si es proposición elemental, va a tener la propiedad de
ser independiente lógicamente.
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Contraejemplo: Hay que encontrar algo que sea proposición elemental pero no sea inde-
pendiente lógicamente – Proposiciones de grado.
Prueba:
a. Que las proposiciones de grado son atómicas: No pueden analizarse más o se perdería la
capacidad de distinguir un grado de otro. Inanalizable = atómica.
b. Que se excluyen: para entender la exclusión, tiene que introducir los números.
Conclusión del texto: Además de haber necesidad lógica en las proposiciones compues-
tas (por los conectivos que usamos), hay necesidad en el mundo. Cabe la causalidad. Cambia su
concepción del mundo.
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