Tema 4. Sentido - y - Referencia. - Teorias - Del - Signif
Tema 4. Sentido - y - Referencia. - Teorias - Del - Signif
Tema 4. Sentido - y - Referencia. - Teorias - Del - Signif
Introducción
1. El problema del significado en la filosofía del lenguaje
1.1. La filosofía del lenguaje
1.2. El significado lingüístico
1.3. Sintaxis, semántica y pragmática
2. La dimensión semántica del significado
2.1. Sentido y referencia en Frege
2.2. Las descripciones definidas de Russell
2.3. La teoría de la verdad de Tarski
3. La dimensión pragmática del significado
3.1. El significado como uso en Wittgenstein
3.2. Los actos de habla de Austin
3.3. El principio de cooperación de Grice
Conclusión
Bibliografía y webgrafía
Guión-resumen
Cuestionario
Introducción
Ofrecemos en este tema una presentación general del problema del significado, tal
y como éste se entiende actualmente dentro de la filosofía del lenguaje. De acuerdo al
título propuesto, haremos especial hincapié en la doctrina de Frege, quien sostiene al
comienzo mismo de esta disciplina, a finales del XIX, que la referencia (lo denotado) y
el sentido (el modo en que se ofrece lo denotado) son las dos dimensiones en que se
desdobla el significado de cualquier expresión lingüística.
En el primer apartado vamos a situar el problema del significado dentro de la
filosofía del lenguaje. Explicamos también un modo de enfocar la distinción entre
semántica y pragmática que servirá para estructurar nuestra aproximación filosófica al
significado. En el siguiente apartado tratamos su dimensión semántica. Comprobaremos
(estudiando a Frege, Russell y Tarski) hasta dónde se puede llegar cuando atribuimos
significado a expresiones del lenguaje con independencia de las intenciones y acciones
comunicativas de los hablantes. En el tercer apartado nos volvemos hacia la pragmática,
en la cual se entiende que el significado no es algo que se predique tan sólo de las
expresiones lingüísticas, sino que tal vez (siguiendo a Wittgenstein, Austin y Grice)
haya que entender el significado como algo que se predica de los actos de habla, que
son acciones humanas en las cuales se utiliza el lenguaje.
Si hubiera que escoger material, a partir de los apartados 1.1, 1.3, 2.1 y 3.2 podría
organizarse una respuesta de examen más que suficiente.
ENLACE: Este tema se solapa parcialmente con el 3, a pesar de que ambos se pueden estudiar de manera
independiente. También desarrolla algunas ideas que en el tema 72 sobre Wittgenstein y Russell sólo
quedan esbozadas. Por último, es conveniente leer este tema antes de abordar el 39 sobre lenguaje moral.
1. El problema del significado en la filosofía del lenguaje
Iniciamos la caracterización de la filosofía del lenguaje por vía negativa, esto es,
diciendo lo que no es filosofía del lenguaje. Y de las muchas cosas que no son filosofía
del lenguaje nos interesan los saberes acerca del lenguaje que podrían, en un momento
dado, confundirse con aquélla.
PREGUNTA-CLAVE: ¿Qué es la filosofía del lenguaje? ¿Qué lugar ocupa el significado dentro de la
filosofía del lenguaje?
idea
signo referente
signo referente
nombres propios
pronombres y deícticos
términos
contables
signos generales
lingüísticos incontables
declarativas
oraciones
no declarativas
En los apartados que siguen, como hemos dicho, nos referiremos solamente al
significado de términos singulares y de oraciones, cuyas funciones respectivas consisten
en nombrar individuos concretos y describir hechos. Pero antes vamos a aclarar cuáles
son las dimensiones semántica y pragmática del significado.
1. Sintaxis. Tiene que ver tanto con la estructura de las expresiones del lenguaje
como con las relaciones que tales expresiones mantienen entre sí, todo ello sin
salir del propio lenguaje.
2. Semántica. Tiene que ver con todo tipo de relaciones entre expresiones del
lenguaje y entidades externas al lenguaje.
3. Pragmática. Tiene que ver con el uso que del lenguaje hacen las personas de
acuerdo a sus creencias y deseos.
Esta división del objeto de estudio induce una división análoga en la semiótica
como ciencia, que se divide así en tres disciplinas: sintaxis, semántica y pragmática,
cada una de las cuales ocupada con una de las tres dimensiones correspondientes.
¿Cuál es la relación entre la semiótica y la teoría del significado? La semántica,
como las otras dos disciplinas, no es sino una parte (por fundamental que resulte) de la
teoría del significado. La otra parte importante es la pragmática. En menor medida
tenemos que la sintaxis aporta las condiciones de posibilidad más elementales del
significado, es decir, articula las expresiones del lenguaje de modo que puedan llegar a
ser significativas.
Los enfoques de la semántica y de la pragmática son complementarios pero no
son fácilmente comparables entre sí. No son enfoques opuestos, ya que adoptar uno de
ellos no impide tomar algo del otro; pero tampoco están jerarquizados, ya que no puede
decirse que la semántica esté integrada completamente en la pragmática. Y la clave de
esta relación radica en esto: ambas disciplinas se ocupan del significado, si bien difieren
en el fenómeno del cual predican dicho significado. La semántica toma como unidades
mínimas de significado ciertas expresiones lingüísticas, mientras que la pragmática
toma como unidades mínimas de significado ciertas acciones humanas a las que suele
llamar actos de habla. Así, aunque los estudios de pragmática son posteriores en el
tiempo a los de semántica, un orden temporal que se refleja en la estructura de este
tema, ni la pragmática es una especie de refinamiento o mejora de la semántica, ni dejó
de hacerse semántica cuando comenzó a hacerse pragmática. En el estado actual de la
cuestión, lo que observamos son dos modos muy distintos (complementarios pero mal
comunicados entre sí) de afrontar un mismo problema.
PREGUNTA-CLAVE: Diferencia entre sintaxis, semántica y pragmática. Relaciona estos conceptos con
la teoría del significado dentro de la filosofía del lenguaje.
Una observación algo paradójica es que toda expresión nominal tiene sentido pero
no necesariamente referencia. Al hablar de “el último número primo” o de “el francés a
la vez más alto y más bajo en el año 2007” estamos usando expresiones que tienen
sentido pero no tienen referencia, a pesar de que el sentido es el modo de darse de la
referencia. En casos así se tiende a pensar que el sentido es una especie de propiedad
abstracta que puede ser satisfecha o bien por un solo individuo o bien por ninguno. Por
otro lado, observamos que si bien dos expresiones con la misma referencia pueden tener
distintos sentidos, como ya hemos visto al comentar los ejemplos del planeta Venus o
del punto P, en cambio dos expresiones con el mismo sentido han de tener la misma
referencia, si es que ésta existe para alguna de las expresiones.
Por último, ¿qué ocurre con expresiones que son nombres propios? Un nombre
propio como “Venus” parece tener una referencia pero no un sentido. La solución de
Frege en este punto, de nuevo, puede dar lugar a imprudentes incursiones en el
psicologismo. Lo que él propone es que todo nombre propio posee un sentido, que es el
de aquella descripción que un hablante particular asocia al nombre propio. Esto
significa que el sentido de un nombre propio es relativo a una persona, lo que no
significa que sea algo que esa persona tenga en su mente como proceso o estado
psicológico. El sentido es relativo, no subjetivo.
Resumen. La tabla siguiente nos servirá para recapitular lo dicho hasta ahora,
teniendo en cuenta, eso sí, que sólo recogemos el caso más simple de sentido y
referencia en el caso de las oraciones.
PREGUNTA-CLAVE: Discute cómo llega Frege a las conclusiones de la tabla de más arriba en el caso
de términos singulares y de oraciones declarativas.
∃x [ Rx ∧ ∀y (Ry → x = y) ∧ Cx ]
Como se ve, hemos reducido (3) a una fórmula donde las únicas expresiones
nominales son variables lógicas. Y como estamos ante una fórmula sin variables libres,
tiene sentido preguntarse por su verdad o falsedad.
En este caso tenemos que la fórmula es claramente falsa, pues no existe un
elemento tal que sea a la vez rey de Francia y calvo. La reducción parece convincente.
Pero muchos críticos se preguntan si realmente se dice lo mismo en la frase inicial y en
su supuesta formalización. En esta última se habla de la existencia de algo; si ese algo
existe, la fórmula es verdadera, y falsa en caso contrario. Mas en la frase (3) parece más
bien que se está pedicando algo acerca de un sujeto, con lo que primero habría que
aclarar si existe o no ese sujeto.
PREGUNTA-CLAVE: ¿Qué es una descripción definida? ¿Qué dice la teoría de Russell sobre
descripciones definidas? Explica lo que ocurre si se lleva al extremo.
¿Qué tienen que ver el significado y la verdad? Ya hemos visto que tanto las
partes de una oración como la oración misma son expresiones lingüísticas susceptibles
de recibir un significado, que en términos intuitivos puede verse como aquello que es
descrito por la expresión. También hemos visto que las oraciones, además de tener un
significado, pueden ser verdaderas o falsas con respecto a un estado de cosas. El
problema interesante sería discutir si a partir de una noción se puede definir la otra o
bien se trata de dos nociones independientes una de otra.
Alfred Tarski (1902-1983) comenzó a tratar matemáticamente el concepto de
verdad en un seminario sobre lógica que daba a finales de la década de 1920 en la
Universidad de Varsovia. También se trataban conceptos que dependían de aquél, como
los de consecuencia, definibilidad, etc. El objetivo inmediato era fundamentar mejor
una serie de teoremas lógicos de la época (Completud, Löwenheim-Skolem...) donde se
utilizaba de una manera un tanto vaga la noción de “fórmula verdadera con respecto a
una estructura”. En 1933 publica en polaco un artículo muy técnico: “El concepto de
verdad en los lenguajes de las ciencias deductivas”, donde ya están presentes casi todas
sus aportaciones a este tema.
La teoría de la verdad de Tarski fue pensada para relativizar el concepto de verdad
a diferentes lenguajes artificiales, conque sólo en relación a ellos tiene sentido hablar de
verdad. “El problema de la definición de la verdad adquiere un significado preciso y
puede resolverse en forma rigurosa solamente para aquellos lenguajes cuya estructura se
ha especificado exactamente.” (Tarski, 1944: 283). Así pues, dados ciertos lenguajes
artificiales L, L'... (uno de ellos podría ser el de la lógica de predicados) no tiene ya
ningún sentido hablar de verdad en abstracto sino de L-verdad, L'-verdad... Asimismo,
dado un lenguaje L, la verdad con respecto a L ó L-verdad se entiende como un
predicado metalingüístico Ve, donde e es una expresión de L y Ve se leería diciendo que
e es una expresión L-verdadera.
La verdad, pues, se predica de expresiones lingüísticas, no de creencias
psicológicas ni de pensamientos abstractos. Por otro lado, la verdad se predica en
relación a cierta estructura (modelo matemático de aquello sobre lo cual se habla). Aquí
nos contentaremos con enunciar las condiciones necesarias que Tarski impone sobre
cualquier definición de L-verdad que vaya a darse por satisfactoria. Las expresiones
nominales y predicativas de L tienen que estar interpretadas con respecto a una
estructura, lo cual significa simplemente que todas las expresiones de L han de tener un
significado. Una vez alcanzado esto, se requiere:
Es a propósito del punto 3 que Tarski pone su famoso ejemplo: es verdad “la
nieve es blanca” si y sólo si la nieve es blanca. Se trata de la Convención T, que muchos
asimilan sin más a la definición de verdad de Tarski. Tanto esta condición como las
demás condiciones han de ser cumplidas por cualquier definición de verdad para que
dicha definición pueda ser aceptada como satisfactoria.
PREGUNTA-CLAVE: Expón las 3 condiciones que, según Tarski, debe cumplir toda definición de
verdad. ¿Qué podría ocurrir si no se separa entre lenguaje y metalenguaje? Relaciona la Convención T
con el problema de la sinonimia entre raciones.
PREGUNTA-CLAVE: ¿Qué significa que el significado de una palabra sea su uso? Relaciona esta
afirmación con la idea de juegos del lenguaje.
PREGUNTA-CLAVE: Enuncia y explica los aspectos de todo acto de habla. Muchos autores dicen que
no son aspectos sino actos coincidentes, ¿podrías dar algún argumento a favor de esto último?
Las principales tesis en torno a los juegos del lenguaje que provienen del segundo
Wittgenstein, así como los estudios sobre los actos de habla debidos a Austin y otro
autores, son tomados como punto de partida por el filósofo británico Paul Grice (1913-
1988) en su célebre artículo “Lógica y conversación” (1975), considerado por muchos
el escrito fundacional de la pragmática formal. En dicho artículo se sostiene que toda
conversación es un modo de interacción por turnos sumamente estructurado, sólo que
sus reglas son implícitas, pueden ser eventualmente violadas y además están sujetas a
revisión. Por lo demás, vuelve a la noción de verdad y parece obviar la de fortuna, que
relega en todo caso al seguimiento de reglas pero no a las oraciones en sí.
El “principio cooperativo” (PC) es la regla más importante que rige cualquier
conversación. De este principio se desprenden, o al menos han de adecuarse, todas las
demás reglas conversacionales. Grice (1975: 516) lo define en estos términos: “Haga
usted su contribución a la conversación tal y como lo exige, en el estadio en que tenga
lugar, el propósito o la dirección del intercambio que usted sostenga.” Lo que Grice
llama “estadio” suele denominarse hoy día “turno”, que no es otra cosa que el lugar que
ocupa una contribución de un hablante durante una conversación.
Como PC es demasiado amplio y sus términos no están definidos con exactitud,
conviene desarrollarlo más, igual que un jurista desarrollaría los principios de una
constitución. El propio Grice propone a este efecto cuatro máximas:
PREGUNTA-CLAVE: ¿Cuál es el principio de cooperación de Grice? Enuncia también las máximas que
se siguen de él. Define implicatura y pon algún ejemplo parecido al de “vete a casa y descansa”.
Conclusión
Bibliografía y webgrafía
Fuentes secundarias
Acero, J.J. (1994). Filosofía y análisis del lenguaje. Madrid: Cincel, 11985. [Obra
introductoria con la que se han iniciado en la filosofía del lenguaje muchos
estudiantes en los últimos 20 años. Excelente desde un punto de vista diáctico,
aunque no trata autores recientes. Interesante también porque traza la curva
histórica ascendente y descendente de la filosofía analítica.]
Acero, J.J., Bustos, E., Quesada, D. (1989). Introducción a la filosofía del lenguaje.
Madrid: Cátedra. [Buena introducción. El nivel es intermedio, ni muy elemental ni
muy especializado. La exposición es clara, ágil, toca los temas importantes y
comienza con un capítulo muy útil dedicado a distinciones conceptuales.]
Escandell, M.V. (2006). Introducción a la pragmática. 2ª ed. Barcelona: Ariel, 11996.
[Buena introducción al campo de la pragmática. Con abundantes referencias a la
filosofía del lenguaje y un tratamiento muy ordenado de autores y tópicos.]
García Suárez, A. (1997). Modos de significar. Una introducción temática a la filosofía
del lenguaje. Madrid: Tecnos. [Obra enciclopédica que trata prácticamente todos
los tópicos de la disciplina. Lo hace desde un punto de vista sistemático en lugar
de histórico. Explicaciones claras, aunque a veces un poco esquemáticas.]
García-Carpintero, M. (1996). Las palabras, las ideas y las cosas: una presentación de
la filosofía del lenguaje. Barcelona: Ariel. [Obra similar a la anterior, que sin
embargo trata menos tópicos. Los que discute, eso sí, los discute en profundidad,
lo cual deja entrever en ocasiones las opiniones del propio autor, que es un
destacado especialista a nivel internacional.]
Kenny, A. (1997). Introducción a Frege. Madrid: Cátedra, 11995. [Es una de las muchas
introducciones a Frege, que recomendamos aquí por ser fácil de encontrar y
tambien por ser clara en su planteamiento, que es cronológico.]
Guión-resumen
Cuestionario
6. La Convención T de Tarski
a) Determina la definición de verdad.
b) Sirve para distinguir entre lenguaje y metalenguaje.
c) Es una más de las condiciones que debe cumplir toda definición de verdad.
d) Ninguna de las anteriores.
Respuestas: 1.d, 2.c, 3.a, 4.b, 5.c, 6.c, 7.a, 8.d, 9.c, 10.a