El Maestro de Escuela Dominical Infantil
El Maestro de Escuela Dominical Infantil
El Maestro de Escuela Dominical Infantil
DOMINICAL INFANTIL
Un maestro bien formado en la escuela Dominical es
seguro que rendirá, y los niños alcanzaran madurez y
estabilidad en su estado emocional, una iglesia que
forma sus líderes se hace sólida, y cumple con el
propósito de cristo Jesús. Detengámonos para
reflexionar y tener en cuenta estos 5 consejos para
ser un buen maestro de Escuela Dominical.
1. ¿Eres un buen cristiano?
“Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti
mismo?”. (Romanos 2:21)
Antes de tener el privilegio de enseñar acerca de la palabra de
Dios, es necesario haber nacido de nuevo, tener la enseñanza
bíblica y doctrinal, y ser coherente en el testimonio para que lo
que se predique se aplique.
mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y
que se le hundiese en lo profundo del mar.” (Mateo 18:6).
2. Menospreciar a los niños y la importancia de prestarle atención a su
salvación, va en contravía de la salvación que Dios quiere darnos a todos.
“Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo
que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en
los cielos. Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había
perdido.” (Mateo 18:10-11 ).
3. Un mal maestro puede impedir que los niños se acerquen a Jesús y que
por lo contrario lo vean como alguien lejano e inaccesible.
“Dejad a los niños venid a mi y no se los impidáis” (Marcos 10:14)
UN BUEN MAESTRO DE ESCUELA DOMINICAL ES CONSIENTE DE
SU GRAN RESPONSABILIDAD, POR ESO ES RECOMENDABLE
RECORDAR LOS SIGUIENTES 5 PELIGROS DE NO REALIZAR UNA
BUENA LABOR
4. Un maestro debe ser diligente en fortalecer e incrementar su ministerio de maestro, pues
el descuido y conformismo puede hacer que con el pasar del tiempo se olvide la esencia de
la palabra, hasta el punto de caer en errores doctrinales y tener que volver a repasar los
fundamentos de la fe, lo cual termina afectando a los alumnos quienes esperan que con el
pasar del tiempo el maestro crezca en conocimiento, carácter y gracia, y no todo lo
contrario.
“Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que
se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y
habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.”
(Hebreos 5:12)
5. La labor de la enseñanza debe ser realizada sin intereses egoístas, sin esperar gloria,
reconocimiento o ganancia deshonesta, el corazón del maestro de niños debe guardarse
para Dios, pues al desviarse puede terminar enseñando lo que no conviene a los niños.
“Que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no
conviene”. (Tito 1:11)
Sin duda la herramienta fundamental y el motivo y razón de ser de un buen
maestro de escuela dominical es la presencia de Dios en su vida sin la cual nada
podemos hacer.
Dwight Moody fue evangelizado precisamente por su resuelto maestro de
escuela dominical Eduardo Kimball, quien nunca se imaginó que su noble labor
seria la semilla que daría lugar a través de Moody a un hermoso avivamiento en
el ministerio de la escuela dominical con los niños de Chicago.
El éxito de este ministerio de Moody en la escuela dominical fue la compasión
por las almas perdidas de los niños que eran traídos de la calle, lo cual lo llevó
más adelante a no tener solamente ese ministerio con los niños sino como
evangelista, hasta el punto que fue llamado el gran evangelista del siglo XIX.
Cultivar nuestra relación con Dios a través de la oración, el ayuno, las vigilias y
demás actividades espirituales será el motivo por el cual los niños reciban la
bendición en cada clase.