Guía Epistemología 2024
Guía Epistemología 2024
Guía Epistemología 2024
Licenciatura en Genética
INTRODUCCIÓN A LA EPISTEMOLOGÍA
Y LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA
Cuerpo docente:
Año 2024
PRESENTACIÓN
OBJETIVOS
MODALIDAD DE LA EVALUACIÓN
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Formato del trabajo grupal:
a. Tipología Times New Roman tamaño 12, interlineado 1,15. Márgenes 2,5 cm.
b. Extensión (sin sección iv): mínimo 4 páginas, máximo 6 páginas.
c. Secciones:
i. Introducción: presentación del tema con un mínimo de extensión de media
carilla.
ii. Desarrollo: en esta sección deberán aplicar las herramientas provistas a lo
largo de la cursada para el análisis de la temática elegida
iii. Reflexiones finales: articular los diversos contenidos de la materia para
elaborar una reflexión original.
iv. Referencias bibliográficas: de acuerdo a normas APA.
Evaluación individual:
a. Participación en la discusión colectiva de los contenidos teóricos, de las actividades
prácticas y de los trabajos grupales de sus compañerxs.
b. Aportes en el trabajo grupal.
Condición libre:
La evaluación consta de:
a. La presentación escrita de un breve ensayo original de un máximo de 3 carillas que
conste de una reflexión acerca de las potencialidades, limitaciones e inquietudes a
considerar en el trabajo vinculado a la genética.
b. Una defensa oral del ensayo presentado articulando con los contenidos teóricos y las
herramientas de análisis epistemológico provistas en la materia.
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CRONOGRAMA
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UNIDAD 1: Epistemología y ciencia
Tema específico:
Formas de acceso al conocimiento, Ciencias Pseudociencias y Creencias. Explicación y
predicción. El rigor del lenguaje en la ciencia, ambigüedad y vaguedad. La epistemología y
su utilidad en el contexto de las disciplinas básicas y aplicadas. Ciencias Fácticas y Formales.
Bibliografía:
Klimovsky, G. 1994. “Desventuras del Conocimiento Científico”. AZ Editora
Bunge, M. 1985. ”La Ciencia, su Método y su Filosofía". Ediciones Siglo Veinte
13/03/2024
Actividad 1.1: Escribir una breve presentación individual mencionando por qué eligen la
licenciatura en genética y qué te imaginás que podés hacer con esta carrera.
Actividad 1.2: Discutir en base a los siguientes disparadores. ¿Qué es la ciencia? ¿Para qué
sirve la ciencia? ¿Qué es la genética? ¿Para qué es útil la genética? ¿Por qué es importante la
genética?
20/03/2024
Actividad 1.3: Debatir acerca de las nociones de ciencia y de genética en base a las
dimensiones epistemológicas.
a. ¿Qué se sabe? (Epistémica)
b. ¿Cómo se sabe? (Metodológica)
c. ¿Qué se considera que existe? (Ontológica)
d. ¿Qué evidencia hay? (Fenomenológica)
e. ¿Qué instituciones son relevantes o participan? (Institucional)
f. ¿Qué trayectorias personales tienen quienes definen las acciones? (Biográfica)
g. ¿Qué eventos temporales determinan las condiciones de posibilidad? (Histórica)
h. ¿Qué factores espaciales determinan las condiciones de posibilidad? (Geográfica)
i. ¿Qué finalidades presentan el saber y las acciones realizadas? (Teleológica)
j. ¿Qué valores se encuentran involucrados? (Axiológica)
k. ¿Qué se considera verdadero? (Veritativa)
l. ¿Qué se considera bueno y malo? ¿Quiénes lo definen? (Ética)
m. ¿Qué proyectos de vida colectiva subyacen? (Política)
n. ¿Qué prácticas se llevan a cabo? (Praxiológica)
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UNIDAD 2: Teorías científicas
Tema específico:
Teorías científicas contemporáneas. Hempel: La estructura de las teorías científicas. Kuhn:
La noción de Paradigmas y revolución científica. Popper: el falsacionismo. Lakatos:
Concepto de programas de investigación científica. El problema de las clasificaciones: el
anarquismo epistemológico.
Bibliografía:
Chalmers, A. 1976. ¿Qué es esa cosa llamada ciencia? Siglo veintiuno editores.
Kuhn, T. 1962. La estructura de las revoluciones científicas. Editorial Fondo de Cultura
Económica.
27/03/2024
Extracto de Wikipedia:
Enlace: https://es.wikipedia.org/wiki/Ox%C3%ADgeno#Descubrimiento
El oxígeno fue descubierto por el farmacéutico sueco Carl Wilhelm Scheele, que produjo
oxígeno gaseoso al calentar óxido de mercurio y varios nitratos alrededor de 1772. Scheele
llamó al gas «aire del fuego», porque era el único apoyo conocido para la combustión, y
escribió un informe de su descubrimiento en un manuscrito que tituló «Chemische
Abhandlung von der Luft und dem Feuer» («Tratado químico del aire y del fuego») y envió a
su editor en 1775, si bien no se publicó hasta 1777.
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1774 y le habló sobre su experimento y cómo había liberado el nuevo gas. Scheele también
escribió una carta a Lavoisier, el 30 de septiembre de ese mismo año, en la que describía su
propio descubrimiento de la sustancia antes desconocida, pero el francés nunca accedió a
recibirla. Después de la muerte de Scheele se encontró una copia de la carta entre sus
pertenencias.
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Al menos tres personas diferentes tienen motivos para reclamarlo como suyo, y otros muchos
químicos de comienzos de la década de 1770 pueden haber enriquecido el aire en un
recipiente de su laboratorio sin saberlo. El progreso de la ciencia normal, en este caso la
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química neumática, preparó el camino a una ruptura muy profunda. El primero de los
candidatos a haber preparado una muestra relativamente pura del gas fue el boticario sueco
C. W. Scheele. Con todo, podemos pasar por alto su trabajo dado que no se publicó hasta
después de que el descubrimiento del oxígeno se hubo anunciado repetidamente en otras
partes, por lo que careció de efectos sobre el patrón histórico que más nos interesa aquí. El
siguiente en reclamar la prioridad fue el científico y teólogo británico Joseph Priestley, que
recogió el gas emitido por óxido rojo de mercurio calentado como una muestra más de una
investigación normal en marcha sobre los "aires" emitidos por un gran número de sustancias
sólidas. En 1774 identificó el gas producido de esta manera como óxido nitroso y en 1775,
tras ulteriores pruebas, como aire ordinario con menos cantidad de flogisto de la usual. El
tercer pretendiente, Lavoisier, inició el trabajo que lo condujo al oxígeno después de los
experimentos de Priestley de 1774, y es posible que lo hiciera como resultado de las pistas
suministradas por Priestley. A comienzos de 1775, Lavoisier informó de que el gas obtenido
calentando el óxido rojo de mercurio era "el propio aire completo, sin alteración [excepto
que]. .. más pu- ro, más respirable".3 Hacia 1777, probablemente con la ayuda de una
segunda pista de Priestley, Lavoisier había llegado a la conclusión de que el gas constituía
una especie distinta, uno de los dos constituyentes principales de la atmósfera, conclusión
que Priestley nunca fue capaz de aceptar. Este patrón de descubrimiento suscita una
pregunta que se puede plantear acerca de todo fenómeno nuevo que se haya presentado a la
conciencia de los científicos. ¿Quién fue el primero en descubrir el oxígeno, Priestley o
Lavoisier, si es que fue alguno de ambos? En cualquier caso, ¿cuando se descubrió el
oxígeno? Planteada de esta manera, la pregunta podría formularse incluso si sólo hubiera
existido un pretendiente.
Aquí no nos interesa en absoluto una respuesta que emita un fallo acerca de la prioridad y de
la fecha. Sin embargo, el intento de ofrecer un dictamen dará luz sobre la naturaleza del
descubrimiento, pues no existe una respuesta del tipo buscado. El descubrimiento no es el
tipo de proceso sobre el que sea adecuado plantear la pregunta. El hecho de que se formule
(la prioridad en el descubrimiento del oxígeno se ha puesto repetidamente en tela de juicio
desde la década de 1780), es un síntoma del sesgo en la imagen de la ciencia que confiere al
descubrimiento un papel tan fundamental. Consideremos de nuevo nuestro ejemplo. La
candidatura de Priestley a ser el descubridor del oxígeno se basa en la prioridad a la hora
de aislar un gas que más tarde se identificó como una especie distinta. Pero la muestra de
Priestley no era pura, y si sostener en la mano oxígeno impuro equivale a descubrirlo,
entonces eso es algo que hizo cualquiera que haya embotellado alguna vez aire atmosférico.
Además, si Priestley fue el descubridor, ¿cuándo hizo el descubrimiento? En 1774 creyó que
había obtenido óxido nitroso, una especie que ya conocía; en 1775 vio el gas como aire
deflogistizado, que no es aún oxígeno, ni siquiera un tipo inesperado de gas para los
químicos del flogisto. La candidatura de Lavoisier puede que sea más sólida, pero presenta
los mismos problemas. Si le negamos el premio a Priestley, no se lo podemos otorgar a
Lavoisier por el trabajo de 1775, que lo llevó a identificar el gas como "el propio aire
completo". Presumiblemente tenemos que esperar al trabajo de 1776 y 1777 que hizo que La-
voisier viera no solamente el gas sino también qué era el gas. Con todo, incluso esta
concesión del premio podría ser objetada, pues en 1777 y hasta el fin de sus días, Lavoisier
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insistía en que el oxígeno era un "principio de acidez" atómico y que el gas oxígeno se
formaba solamente cuando dicho "principio" se unía con el calórico, la materia del calor.
¿Diremos por tanto que el oxígeno aún no se había descubierto en 1777? Algunos se sentirán
tentados de hacerlo, pero el principio de acidez no se borró de la química hasta después de
1810, y el calórico subsistió hasta la década de 1860, mientras que el oxígeno se había
convertido en una sustancia química normal antes de cualquiera de estas fechas.
Está claro que necesitamos un vocabulario y unos conceptos nuevos para analizar sucesos
como el descubrimiento del oxígeno. Aunque sin duda sea correcta, la frase "el oxígeno fue
descubierto" induce a error al sugerir que descubrir algo es un acto único y simple,
asimilable a nuestro concepto usual de ver, que asimismo es cuestionable. Ésta es la razón de
que supongamos con tanta facilidad que descubrir, al igual que ver o tocar, debería ser
inequívocamente atribuible a un individuo y a un instante temporal. Mas esta última
atribución es siempre imposible, cosa que también ocurre con frecuencia con la primera. Si
ignoramos a Scheele, podemos decir con seguridad que el oxígeno no se había descubierto
antes de 1774, y probablemente diríamos también que ya había sido descubierto hacia 1777
o poco después. Pero dentro de esos límites u otros similares, cualquier intento de fechar el
descubrimiento será inevitablemente arbitrario, porque descubrir un nuevo tipo de fenómeno
es necesariamente un suceso complejo que entraña reconocer tanto que algo es, como qué es.
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UNIDAD 3: Investigación
Tema específico:
La experimentación como base del conocimiento científico. Concepto de prueba y error.
Tipos de investigación. Métodos inductivo y deductivo. Comunicabilidad de los datos
científicos. Racionalidad y objetividad. Noción de verdad en ciencias.
Bibliografía:
Chalmers, A. 1976. “¿Qué es esa cosa llamada ciencia?” Siglo XXI Editores.
10/04/2024
Actividad 3: Analizar una potencial contaminación de un río por un tambo cercano con las
siguientes preguntas disparadoras:
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UNIDAD 4: Metodología experimental
Tema específico:
Complejidad de las ciencias, interdisciplinas y pluralismo metodológico. Reduccionismo y
pluralismo en ciencias básicas. Diseños metodológicos. Desafíos de la transferencia
tecnológica.
Bibliografía:
Lewontin, R, Rose, S, Kamin, LJ. 1984. “No está en los genes: racismo, genética e
ideología”. Bolsillo Drakontos.
26/04/2024
Actividad 4: Analizar la problemática detrás del caso del Golden Rice (El gato y la caja)
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la distribución de la riqueza o del desperdicio ―como pasa con las toneladas de tomate que
no tienen el tamaño de la hamburguesa― pero, a los fines de esta historia, sigamos
pensando en términos de rendimiento de cultivos. A partir de esta época se empezaron a
adoptar una serie de medidas, como el uso de maquinarias y agroquímicos que
incrementaron abruptamente el rendimiento de los cultivos en el mundo. Este proceso fue
llamado Revolución Verde, que, según quién cuente la historia, significó salvar a la
humanidad de millones de muertes por hambre o condenarla irreversiblemente al uso
incrementado de agroquímicos y al diseño de nuevos, dado que, al aplicar presión de
selección sobre malezas y predadores, irremediablemente colaboramos con seleccionar
variedades de malezas y predadores que también resistan al agroquímico en cuestión.
Como casi todo el mundo sabe, en Asia (porque nadie lo vio venir pero esta historia era
sobre Asia), el consumo de arroz es más alto que en otros continentes, y llega al extremo en
Bangladesh, donde comen 173 kilos por año por persona, lo cual no sólo es muchísimo, sino
que además significa que el arroz es la base de la alimentación de la mayoría de esa
población. El problema es que el arroz como fuente única o prácticamente única de
alimentación tiene falencias. Y una de ellas, tal vez la principal, es la del beta-caroteno, un
compuesto muy abundante en la zanahoria, que es fuente de vitamina A y que le proporciona
ese color naranja neandertal tan característico.
Así como José Barrita fue jefe de la barra brava de Boca Juniors, Oscar Carman se convirtió
en presidente del Automóvil Club Argentino y Norberto Garrote se especializó en violencia
familiar, Angela See demostró que la vitamina A es fundamental en varios pasos del
desarrollo de los ojos, y que la falta de ésta puede provocar ceguera y otras deficiencias
visuales. Es por ello que la ceguera (y la mortalidad) infantil son problemáticas tremendas
en Asia que, en su momento, la biotecnología intentó resolver.
Pero la alimentación en los humanos es un fenómeno muy complicado. Por un lado, somos la
única especie que desarrolló enfermedades basadas en la sobrealimentación (en nosotros
mismos y en los animales que dependen de nosotros para alimentarse, como las mascotas o
el ganado). Este no es un dato menor: el sobrepeso en Estados Unidos podría hacer que la
expectativa de vida de la próxima generación sea menor que la actual, algo que nunca pasó
en la historia. Por otro lado, tenemos hambrunas, una problemática mucho mayor que pone
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en riesgo la vida de las personas más que cualquier otro factor, y que afecta a cerca de
ochocientos millones de humanos.
Los problemas comenzaron desde las pruebas de cultivo, en donde grupos detractores de la
modificación genética de organismos destruyeron las siembras piloto en Bangladesh. Luego
empezaron a aparecer trabajos científicos en los que se discutía si la vitamina A podía ser
asimilada eficientemente al comer el Arroz Amarillo, otros en los que se proponía incluso
que podría ser tóxico. Hasta acá, nada diferente a la resistencia que encuentran casi todos
los organismos transgénicos, cuya liberación (es decir, la libertad de comercializarlos luego
de la aprobación de los organismos regulatorios) a menudo causa problemas. En India, por
ejemplo, el cultivo de un algodón transgénico ―que lleva el gen de una toxina que mata
insectos predadores― llevó a la quiebra a los pequeños productores porque, si bien el
algodón modificado fue un éxito, las semillas sólo se podían comprar a Monsanto, la
multinacional dueña de la patente.
Pero el arroz anunciado como el alimento que iba a terminar con la ceguera infantil en Asia
tuvo un problema más, un problema que nadie supo anticipar: su color. Porque el Golden
Rice, al producir beta-caroteno, no sólo suplementa la vitamina A, sino que también cambia
el color de los granos y les da un aspecto entre amarillo y naranja, como las zanahorias. Y
por más que su sabor no cambie, la resistencia al consumo, sobre todo en Bangladesh e
Indonesia, fue muy alta, a tal punto que actualmente el Golden Rice está por engrosar la lista
de fracasos transgénicos junto con el FlavrSavr.
Lo que los científicos no vieron es que, al parecer, el tradicional color blanco del arroz tiene
implicancias culturales muy importantes. El filósofo chino Confucio lo asociaba a la pureza
y era muy específico respecto a cómo debía conservarse y servirse. Mientras tanto, en varios
lugares el arroz marrón (o integral, como le decimos acá) está asociado despectivamente a
la pobreza y a los campesinos, aun entre los propios miembros de las clases más humildes,
que lo desprecian por esa razón tan injustificada a pesar de su mayor valor nutricional. Los
imaginarios colectivos pueden ser crueles y a menudo el consumidor no es el ser racional e
informado del que hablan los manuales de economía.
Es justo decir también que el arroz blanco es más fácil de almacenar sin que se eche a perder
y resiste mejor las malas cosechas, pero esta no es una historia sobre personas pragmáticas.
Y tampoco hay que dejar de lado una de las explicaciones más comunes en lo que atañe al
ser humano: cuando las cosas se hicieron siempre de un modo, por muy buena que sea tu
propuesta, a veces no podés cambiarlas ni a punta de biorevólver.
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UNIDAD 5: Ciencia y Tecnología para la Sociedad
Tema específico:
Producción y comunicación científica. Incorporación del conocimiento al cuerpo de la
ciencia: redacción científica y preparación de publicaciones. Difusión y divulgación.
Transición hacia la producción.
Bibliografía:
Folguera, G. 2020. “La ciencia sin freno”. CFP24 Ediciones.
15/05/2024
Luego de introducir mosquitos con esa bacteria, pudo observarse un retroceso del 77% de los
casos de dengue y del 86% en las internaciones vinculadas a esta enfermedad en Yogyakarta.
Un equipo de científicos logró reducir significativamente los casos de dengue en la ciudad de
Yogyakarta, Indonesia, luego de introducir mosquitos con la bacteria Wolbachia para
contener esta enfermedad que provoca más de 50 millones de infecciones anuales en el
mundo.
Los resultados del estudio de tres años de duración fueron publicados en el New England
Journal of Medicine y mostraron un retroceso del 77% de los casos de dengue y del 86% en
las internaciones vinculadas a esta enfermedad en Yogyakarta, situada en la isla de Java.
“Es el resultado que esperábamos desde hace tiempo. Tenemos la prueba de que el método
Wolbachia es fiable”, señaló Scott O'Neill, director del Programa Mundial del Mosquito,
perteneciente a la Universidad de Monash, situada en Australia, que dirigió el estudio.
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La bacteria Wolbachia, que se encuentra en moscas de la fruta y otros insectos, impide la
propagación del virus en los mosquitos portadores del dengue, los Aedes aegypti, y la
infección en humanos cuando pican. Otras investigaciones también demostraron que este
método es eficaz en prevenir otras enfermedades transmisibles a través de mosquitos como el
zika, el chikunguña o la fiebre amarilla.
Debido a esto, en este nuevo estudio se introdujo la bacteria en una población de mosquitos
en algunas zonas de Yogyakarta para medir cómo incidía en las infecciones a humanos de
entre 3 y 45 años. Luego, la prueba se amplió a toda la ciudad y a regiones vecinas, lo que
abarcó una población de 2,5 millones de personas. La comunidad científica espera que este
método se convierta en un arma clave en la batalla contra el dengue, una enfermedad que
provoca dolores musculares, fiebre y náuseas y, en los casos más graves, hemorragias e
incluso la muerte. El dengue también es la enfermedad transmisible por mosquitos que se
propaga más rápidamente, ya que provoca más de 50 millones de casos por año, 8 de ellos en
Indonesia.
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Extractos de “El agua no se le niega a nadie: estudio social sobre la prevención del dengue
en un barrio de Clorinda, Formosa, nordeste argentino” de Andrea Mastrangelo
Posicionamientos:
Antropóloga:
La información recolectada en terreno permitió precisar que el acopio en los patios se
intensificó por la mala calidad de servicio de la red de agua potable, más que cualquier otra
razón. El testimonio de una vecina de la última calle planificada del ejido urbano es
especialmente claro a este respecto: Cuando tenía agua de bomba —agua subterránea con
bombeo manual— tenía el tanque en el patio, pero no guardaba. Tenía para el día, para sacar
un balde para el baño, para limpiar la casa. Ahora cuando vino el agua potable empecé a
guardar porque se corta. Y con los chicos no se puede estar sin agua.
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medios rurales. Se trataría de un hábito en los ancianos que está siendo superado por la
educación escolar y la información en las nuevas generaciones.
Antropóloga:
Sin embargo, al analizar las opiniones de la encuesta, de un total de 61 unidades domésticas,
solamente seis hogares, un 9 % del total, expresó preferencia por consumir agua de lluvia aun
cuando cuenten con agua potable de red dentro del domicilio. En estos casos, el rechazo al
agua potable de red y la preferencia por consumir agua de lluvia no dependía unívocamente
de la edad, de la educación ni del ingreso de los entrevistados. El olor y el gusto fueron los
factores determinantes para rechazar el agua tratada: “Pone oscuro el (mate) cocido; lava el
mate. Es horrible. Por eso prefiero el agua de lluvia para tomar y para cocinar” (Rec. 25 y
26). Aun cuando no implicara la sustitución por agua de otros orígenes, el cloro fue
informado como factor de rechazo con mayor frecuencia que los sólidos suspendidos. En los
grupos focales los agentes de campo informaron que “a veces la gente dice que las larvas
(“isocambõ” en guaraní) vienen por las cañerías de agua” tratada. Este es otro indicio que
muestra que los pobladores locales no confían en que el agua potable sea limpia, y por tanto,
saludable.
Antropóloga:
En efecto, las unidades domésticas del barrio donde se realizó el estudio no acopian agua
“porque son pobres”, “son ignorantes y no saben”, “son sucios” o “respetan una costumbre de
sus antepasados”, lo hacen porque la cooperativa de agua potable presta un servicio
insuficiente. Esto es, en los patios del barrio Terete se acopia agua por un déficit de
infraestructura urbana de la ciudad de Clorinda. Y si hay mayor incidencia de dengue entre la
población de menor ingreso es porque la pobreza aumenta la exposición al riesgo, pero no
porque en las casas de más altos ingresos no haya criaderos de Aedes aegypti.
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UNIDAD 6: La ética profesional
Tema específico:
Relaciones entre Ciencia, Tecnología y Sociedad. Responsabilidad y ética en la ciencia y la
tecnología. Bioética ambiental. Cambio climático. Desafíos presentes y futuros.
Bibliografía:
Forti S. 2014. “Los nuevos demonios. Repensar hoy el mal y el poder”. Edhasa.
05/06/2024
VIH: el polémico experimento genético para proteger a dos mellizas del virus que fue
calificado de "estúpido y peligroso"
https://www.bbc.com/mundo/noticias-48500239
Las dos primeras personas en ser sometidas a una edición genoma -dos bebés mellizas- han
recibido una mutación que reduce sus expectativas de vida, señala una investigación. El
profesor He Jiankui conmocionó al mundo cuando alteró genéticamente a las mellizas en un
intento de protegerlas de VIH. Pero un estudio publicado en Nature Medicine indica que la
gente que manifiesta de manera natural esa mutación que el biofísico intentaba replicar es
más proclive a morir joven. Los expertos tildaron sus acciones de "muy peligrosas" y
"estúpidas".
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embriones en una clínica de fertilización in vitro y les aplicó tecnología de ingeniería
genética para alterar el gen CCR5. Las niñas que resultaron de ese experimento -conocidas
como Lulu y Nana- nacieron el año pasado.
El problema es que CCR5 cumple un papel más amplio en el cuerpo que sólo hacer a las
personas vulnerables al VIH. Está activo en el cerebro y en el combate contra otras
infecciones, particularmente la gripe. El estudio, realizado en la Universidad de California
en Berkeley, examinó a casi 410.000 personas en Reino Unido. Demostró que aquellos que
sólo tenían la versión mutada de CCR5 tenían 20% más probabilidad de morir antes de los
78 años. "En este caso, es probablemente una mutación que la mayoría de la gente no
querría tener", comentó el profesor Rasmus Nielsen, de UC Berkeley. "Realmente, en
promedio, estás peor teniéndola". La investigadora docente Xinzhu Wei dijo que la
tecnología de edición de genoma conocida como CRISPR seguía siendo demasiado riesgosa
para usarse con niños.
Las implicaciones para Lulu y Nana no son muy claras. "Es imposible predecir si las
mutaciones que se les hicieron a las mellizas tendrán algún efecto", dijo el profesor Robin
Lowell-Badge, del Instituto Francis Crick. No todos los que tenían la mutación natural en el
estudio murieron jóvenes, aunque eran más propensos. Además, la expectativa de vida
depende de una compleja mezcla del ADN con que naciste y el mundo en que vives. Para
complicar las cosas más, el profesor He mutó el CCR5 de manera similar, en lugar de
idéntica, a cómo la gente que es resistente al VIH. El profesor Lovell-Badge afirma que el
estudio "demuestra una vez más que He Jiankui fue estúpido en optar por mutar el CCR5".
Hubo una condena universal de parte de los científicos cuando He hizo el anuncio en
noviembre. Algunos describieron el experimento como "monstruoso". Y fue criticado por
experimentar cuando los riesgos no estaban claros para unas menores que, de cualquier otra
manera, eran saludables, y por ir en contra de la ley en China. También hubo indignación
porque el VIH puede ser tratado y casi no había riesgo de que la enfermedad les fuera
pasada por el padre seropositivo a sus hijas. Las autoridades chinas investigaron y
concluyeron que el profesor He había actuado ilegalmente en aras de "fama y fortuna". El
profesor He constantemente ha defendido sus experimentos y, durante una cumbre en Hong
Kong, dijo sentirse "orgulloso" de su trabajo en la edición del genoma.
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