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PAU Nº 109 - Texto P. de Rivera
PAU Nº 109 - Texto P. de Rivera
PAU Nº 109 - Texto P. de Rivera
A finales del verano de 1923 se produce el Golpe de Estado cuando el general Primo de Rivera manda
ocupar los servicios telefónicos de Barcelona, ya que era el gobernador de la Capitanía general de Cataluña
y lee este comunicado. El pronunciamiento no es apenas contestado por los medios económicos, políticos
y sociales. Encontró escasa resistencia en una opinión pública nacional cansada de la inestabilidad política.
El rey Alfonso XIII no condena el Golpe mandando a formar gobierno a Primo de Rivera, haciendo que
dimitiera el gobierno reformista y liberal de García Prieto y legitimando de esta manera el propio golpe de
Estado.
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El Golpe de Estado puso fin a la larga crisis sufrida por el sistema de la Restauración canovista y su
impotencia para abordar los problemas del país que venían arrastrándose desde la pérdida de las posesiones
de Ultramar en 1898 y el ascenso al trono de Alfonso XII en 1902.
Esta situación se volvió aún más grave desde la crisis general de 1917: crisis militar (formación de Juntas
de Defensa), parlamentaria (cerradas las Cortes, la Lliga Regionalista de Cambó convoca a los
parlamentarios de los partidos no dinásticos a reunirse en Barcelona en la llamada Asamblea Nacional de
Parlamentarios) y finalmente la crisis obrera (protestas por las malas condiciones de la clase trabajadora y
de la carestía de la vida como consecuencia de la situación económica provocada por la 1ª Guerra Mundial).
Los gobiernos entre el periodo de 1918 – 1923 tuvieron que enfrentarse a una continua debilidad política
además del recrudecimiento de la lucha obrera, sobre todo en Barcelona (Huelga de 1919). A esta situación
se añadía la cuestión de la Guerra de Marruecos, agravada por el Desastre de Annual (1921) y la posterior
investigación sobre el mismo (Expediente Picasso) que había provocado la impopularidad del ejército y del
propio rey.
En cuanto a los apoyos recibidos, con esta coyuntura de inestabilidad en todos los sentidos (política,
económica, social), tenemos al propio rey Alfonso XIII, la postura del pueblo, en especial las élites
económicas y las clases medias, que aceptaron la nueva situación. También fue apoyado por la prensa, el
propio ejército, la Iglesia y la burguesía, en especial la catalana, harta de que la inestabilidad social
perjudicara sus intereses económicos, pues Primo de Rivera les había prometido mayor autonomía regional
y proteccionismo arancelario. Solamente la CNT y el PCE convocaron manifestaciones y huelgas, pero ni
UGT, ni el PSOE opusieron resistencia al Golpe, por lo que Primo de Rivera declarará ilegales a los
primeros, y mantendrá y colaborará con los segundos.