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Tema 11 - Dictadura de Primo de Rivera
Tema 11 - Dictadura de Primo de Rivera
Tema 11 - Dictadura de Primo de Rivera
2º Bachillerato
TEMA 11.
El sistema Liberal y la Restauración se desmoronan a partir del Desastre del 98. Durante
los primeros años del reinado de Alfonso XIII, se abordaron desde planteamientos
regeneracionistas algunos de los grandes problemas del país: poner fin al caciquismo con
la moralidad, reformar los partidos; atender a los desequilibrios sociales creando el
Instituto Nacional de Previsión y el Instituto de reformas Sociales; reducir las tensiones
regionalistas con la ley de Mancomunidades; ganarse al ejército con la ley de
Jurisdicciones, etc.
Sin embargo, algunos hechos clave como la semana Trágica de Barcelona de 1909, el
asesinato de Canalejas (1912), La formación de las Juntas Militares de Defensa, la
Revolución de 1917, el asesinato de Dato, el Desastre de Annual (ambos en 1921), la
conflictividad obrera del trienio bolchevique y la ambigua actitud del Rey, condujeron al
viejo sistema canovista a un callejón sin salida.
• Las causas.
• Conclusión
Tras la Primera Guerra Mundial las democracias europeas entran en crisis, se culpaba a
los sistemas parlamentarios de la Gran Guerra y de los daños por ella ocasionados,
apareciendo como alternativa sistemas políticos de corte autoritario; por la derecha: los
fascismos y por la izquierda: las Dictaduras del Proletariado. Precisamente el miedo a la
revolución socialista facilitó el apoyo de la oligarquía y burguesía españolas al Golpe
militar y dictadura de Primo de Rivera. Sin ser fascista, Primo de Rivera era admirador de
Mussolini, a quien vio como un defensor en la lucha contra la corrupción y la anarquía que
afectaban a Italia. El mismo rey Alfonso XIII llegó a denominar a Primo como “ mi
Mussolini”.
Junto a la crisis política se suma la crisis económica del capitalismo (crack del 29 y Gran
Depresión), que harían necesario en adelante la intervención del Estado para la resolución
de los problemas económicos, esta crisis provocó mayores apoyos a los Totalitarismos.
Por otro lado, alcanzan un gran protagonismo las fuerzas ajenas al sistema que se
radicalizan. Republicanos, nacionalistas, socialistas, anarquistas y el sindicalismo cuentan
con un fuerte apoyo popular principalmente en las ciudades industriales como se puso de
manifiesto en la semana Trágica de Barcelona y en la crisis de 1917.
Descrédito de la figura del Rey: A Alfonso XIII le gustaba inmiscuirse en la política activa
hasta límites constitucionales y tendía a dejar constancia que era el jefe supremo del
ejército. Al participar en los problemas políticos de manera directa, la monarquía se fue
erosionando.
El impacto de la guerra de Marruecos: España consigue en la Conferencia de Algeciras de
1906, el protectorado del norte de Marruecos pero es incapaz de asegurar su dominio
ante la oposición de los rifeños liderados por Abd el Krim. Las continuas derrotas como la
del Barranco del Lobo en 1909, el incremento de soldados con reservistas, la mayoría de
origen humilde, van a generar una fuerte conflictividad social y revueltas populares
fuertemente reprimida durante los sucesos de la Semana Trágica, si sumamos los
desastres de Annual y Monte Arruit (1921) con más de 13000 bajas, se entiende que
aumentaran las críticas al Ejército, a los dirigentes políticos y que crecieran los apoyos a
los partidos de izquierdas.
La grave situación del orden público y la fuerte conflictividad social motivada por las
profundas desigualdades socioeconómicas, el alza de precios, la corrupción política, la
creciente actividad de los partidos políticos de izquierdas tuvo su momento más álgido en
la huelga general de 1917 y durante el Trienio bolchevique (1917-1920), la violencia,
atentados, el “pistolerismo” en Cataluña sufragado por las clases altas y medias por el
miedo a las protestas populares y atentados… generó una situación de inestabilidad y
deterioró definitivamente el sistema.
El auge de los nacionalismos periféricos. El nacionalismo catalán y vasco era mal visto
tanto por el ejército como por los grupos de ideología derechista, a pesar de que el
catalanismo era en aquel momento muy moderado, a excepción de algunos grupos como
Acció Catalana, escindido de la Lliga.
A todo esto hay que añadir el descontento militar. Desde el desastre del 98 las críticas no
paran y se acrecientan por la actuación en Marruecos, por el excesivo número de
mandos y por la pésima dotación y preparación de los soldados rasos. Por otro lado, el
ejército piensa que debe intervenir de nuevo en la vida política ante la incapacidad del
gobierno para dar soluciones a la asfixiante conflictividad social, ideológicamente se va
deslizando hacia posiciones cercanas al fascismo italiano. Se organiza a través de la
Junta de Defensa y el Manifiesto de 1917. Las críticas al ejército por el desastre de
Annual con más de 13000 muertos, la elaboración del Informe Picasso y el que se fuera a
discutir en las Cortes para depurar responsabilidades, allanó el camino al golpe de
Estado.
La Dictadura tuvo siete años de vida en las que sucedieron dos formas de gobierno: El
Directorio Militar (1923-1925) y el Directorio Civil (1925-1930), así denominados por la
procedencia de sus miembros. El Directorio Militar se presentaba como un régimen de
carácter interino con la pretensión de resolver los problemas pendientes; el Directorio Civil
pretendía la institucionalización del régimen y mostraba más interés por las cuestiones de
índole económico y social.
El mismo día de golpe dio a conocer un “manifiesto inaugural al País y al Ejército” donde
expresaba su propósito de liberar a España de los profesionales de la vieja política y
emprender urgentes reformas económicas, sociales y políticas, iniciando una etapa
personalista y paternalista simbolizada en su conocida expresión: “a mí no me borbonea
nadie”. El golpe de Estado se justificó con el argumento de que el régimen constitucional
estaba bloqueado y desprestigiado y existía un grave peligro de revolución social. El
dictador concibió su acción como un remedio indispensable para volver al orden de la
Restauración. No pretendió establecer un régimen definitivo; ésta contradicción entre la
liquidación política de la Restauración y la provisionalidad del sistema dictatorial se
volvería contra él.
El Golpe de Estado fue apoyado por la llamada “masa neutra” (la mayor parte de la
población que no entiende de política), el Ejército, la Iglesia, la burguesía y el rey. Los
líderes de los partidos dinásticos no se opusieron,ni la mayor parte de la prensa.
El Golpe de Estado triunfó, sobre todo, por la actitud de dos fuerzas: la burguesía y el
movimiento obrero.
4- ETAPAS DE LA DICTADURA
Se denominó así al gobierno formado por encargo del Rey, constituído exclusivamente por
oficiales de alta graduación. Primo de R. concentra todos los poderes. Las primeras
medidas del Directorio Militar mostraron su carácter dictatorial:
Control por parte del ejército de todos los resortes de la vida del país. Nada más tomar
el poder se declaró el estado de guerra en todo el territorio nacional y se sustituyeron
los antiguos gobernadores civiles por militares, lo que sería el instrumento principal de
la lucha contra el caciquismo. Acompañado de la militarización del orden público y de
una represión del obrerismo más radical (cenetistas y comunistas).
Suspensión del régimen constitucional, disolución de las cámaras legislativas, cese de las
autoridades civiles, prohibición de las actividades de los partidos políticos y de los
sindicatos, censura de la prensa, etc.
El Directorio militar se propuso solucionar con autoridad y orden los conflictos más graves
del país: el caciquismo, el nacionalismo, el problema de Marruecos y el orden público.
◦ Para acabar con el caciquismo se lleva a cabo una reforma político-administrativa y se
promulga el Estatuto Municipal de 1924, pero resultó inoperante al otorgarse a los
Gobernadores Civiles, que eran militares, demasiadas atribuciones sobre los municipios, el
hecho de que continuaran nombrando alcaldes y diputados provinciales acredita que había
surgido un nuevo caciquismo, sin haber sido eliminado el viejo. La regeneración prometida
quedó en una gran farsa.
◦ La actuación contra los desórdenes públicos produjo efectos inmediatos. Primo de Rivera
utilizó como instrumentos el ejército, la represión de nacionalismos, intelectuales y CNT,
encarcelamiento de líderes, la prohibición de manifestaciones y la censura de prensa. El
deterioro del orden público se corrigió. La delincuencia común retrocedió. Pero su error
fue confundir con delincuencia lo que era simplemente protesta o reivindicación política del
movimiento obrero. Para auxiliar a las fuerzas del orden público, intentó extender a toda
España la institución catalana del Somatén, cuerpo paramilitar contrarrevolucionario y
adicto al régimen.
Después del éxito militar del desembarco de Alhucemas y los éxitos económicos de los dos
años, Primo de Rivera creó el Directorio Civil, esto significa que la dictadura dejaba de ser
transitoria, parecía querer estabilizarse como un régimen permanente.
MEDIDAS POLÍTICAS
nuevo partido procedían básicamente de las filas del catolicismo, de los funcionarios de las
administraciones y de los caciques rurales. De ella saldrían los representantes de la
Asamblea Nacional que debía elaborar una nueva Constitución, con lo cual quedaba roto
definitivamente el pilar fundamental del sistema de la Restauración: la Constitución de
1876.
La Asamblea Nacional Consultiva. Primo de Rivera intentó institucionalizar su régimen
sustituyendo el Parlamento por una Asamblea Nacional Consultiva (1927). La asamblea
tuvo un carácter corporativo y autoritario; estaba compuesta por representantes de las
corporaciones elegidos por sufragio indirecto (patronales, representantes de obreros...), por
funcionarios y por representantes sociales escogidos desde el poder. El cometido era la
elaboración de la Constitución de la dictadura. El anteproyecto fue muy laborioso (dos años
y medio) y tuvo serias dificultades, finalmente no prosperó por dos causas fundamentales:
Su carácter ilegítimo (no venía precedido de elecciones constituyentes ni representativas) y
tenía profundas carencias democráticas (no división de poderes, soberanía compartida,
mucho poder al rey, etc).
Creó el Comité Regulador de la Producción Industrial para controlar todos los sectores
productivos y supervisar las actividades económicas hasta en los menores detalles: precios,
volumen de producción. Así, cualquier empresa necesitaba permiso gubernamental para
instalarse, ampliarse o trasladarse de localidad.
Incrementó las inversiones públicas para financiar las redes de carreteras,ferrocarril, obras
hidráulicas y regadíos.
Creó los monopolios de Telefónica y CAMPSA. Esta última compañía (concebida por el
ministro de Hacienda José Calvo Sotelo) controlaba en exclusiva la importación, refinado,
distribución y venta de petróleo en nuestro país. El 30% del capital de CAMPSA era estatal
y el resto de las acciones quedaron en manos de grandes bancos privados (Banesto,
Vizcaya, Hispano y Urquijo).
Para la regulación del trabajo, se creó el Consejo Nacional del Trabajo (1924) y la
Organización Corporativa del Trabajo en 1926, a imitación de la Carta del Lavoro de la
Italia fascista que pretendía eliminar los conflictos sociales mediante la intervención del
Estado, la integración de los sectores moderados del movimiento obrero y la represión de
las organizaciones más radicales. Esta tenía una composición mixta que se organizaba en
Comités Paritarios (igual representación de patronos y de obreros), que se hallaban bajo la
tutela del Estado, y contó con el silencio expectante del PSOE y la colaboración de la UGT
(la CNT fue prohibida). El mismo líder socialista Francisco Largo Caballero pasó a formar
parte del Consejo Nacional del Trabajo.
Esta política económica se vio favorecida por la buena coyuntura vivida entonces en el
mundo. Los resultados fueron la disminución espectacular del número de huelgas,
reducción del paro, la construcción de modernas obras públicas y el aumento de la
producción (especialmente de hierro, acero y cemento). Por contraste, el Estado se
endeudó en exceso, más con los gastos para los fastos de 1929 (Exposición Universal de
Barcelona y la Iberoamericana de Sevilla), siete veces superior al de 1924, además, los
principales beneficiados resultaron ser los grandes grupos capitalistas españoles. De
manera que, cuando cambió la coyuntura económica (Gran Depresión), el capital extranjero
invertido o depositado en los bancos españoles se retiró y la peseta de depreció,
provocando una crisis general de la economía.
Por otro lado, la modernización no afectó a las estructuras campesinas, que siguieron con
una baja productividad sin aumentar la superficie ni mejorar las técnicas de cultivo. La
emigración encubrió la grave situación al disminuir la población activa agraria, que pasó
de un 57% a un 45% en 1930.
Las migraciones interiores se dirigieron allí donde la oferta de trabajo era mayor, y fueron
las grandes ciudades (Madrid, Barcelona) las que acogieron a mayor número de
inmigrantes. Con el desarrollo de las actividades comerciales y los servicios aumentó la
demanda de mano de obra femenina y, por primera vez, hubo mujeres que desempeñaron
cargos de responsabilidad en los gobiernos municipales.
comunistas y los anarquistas, determinados sectores del ejército y la casi totalidad de los
intelectuales.
Los políticos de la vieja guardia: al principio su postura fue de expectativa, creían que el
Golpe de Estado era inevitable y que el régimen resultaría poco duradero. Pero con el paso
del tiempo su acritud fue en aumento.
Los republicanos, que estaban desunidos, en 1926 firmaron una especie de pacto: La
Alianza Republicana para luchar contra la dictadura.
Los intelectuales y el ejército de la Península, serán las dos fuerzas que contribuyan más
directamente en la caída de Primo de Rivera. Pero junto a estas, hubo otros problemas,
tales como la cuestión catalana y el movimiento obrero.
distanciamiento incluso en los sectores que, como la Lliga Regionalista, habían acogido
la Dictadura con evidente simpatía.
Pero, además, tampoco supo frenar a un movimiento obrero que, a medida que pasaba
el tiempo, iba tomando posiciones. A partir de 1928 el PSOE empezó a pensar que,
puesto que no había un auténtico régimen parlamentario, la única salida debería ser la
república; y lo mismo propusieron el partido comunista y los anarquistas de la CNT.
el Rey encargó al General Berenguer que se hiciera cargo del gobierno y condujera al país
a la normalidad constitucional de 1876, sin hacer peligrar la monarquía. Pero la lentitud en
tomar decisiones para la vuelta a la normalidad, fue perjudicial para su solución. La
oposición y la opinión pública mostraron su descontento hacia lo que irónicamente se
denominaba la dictablanda. Después de un año, muchos políticos habían perdido confianza
en el futuro de la monarquía, y la popularidad del rey había quedado deshecha por una
constante campaña contra él. Además el pueblo español había experimentado un cambio
profundo y la opinión pública, que parecía dormida hasta entonces, ahora empezó a
participar en la vida política y, se expresaban en contra de un régimen monárquico.
En agosto de 1930 se llegó el Pacto de San Sebastián, que reunió a las fuerzas principales
Tradicionalmente, los siete años de dictadura se han interpretado como un paréntesis para
poner en orden la política nacional y volver al modelo de la Restauración. Hoy se
considera que no fue ese el espíritu de Primo y que el resultado de lo que se hizo durante
la Dictadura era incompatible con la vuelta al sistema de la Restauración.
San Sebastián de 1930, como la única salida para crear un sistema político democrático
en España.
Incluso los mayores logros de la dictadura como el desmantelamiento del caciquismo, las
mejoras sociales y el crecimiento económico se volvieron en contra de la oligarquía que la
había apoyado porque en España se había desarrollado un movimiento social que no
aceptaba ni las viejas formas caciquiles ni el ordeno y mando militar.
Recursos:
https://www.actticsociales.com/h%C2%AA-cont-de-espa%C3%B1a-2-%C2%BA-bach/
bloque-9-la-crisis-de-la-restauraci%C3%B3n/b-9%C2%BA-1-la-dictadura-de-primo-de-
rivera/