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Cómo Hacer Un Ventilador Casero Paso A Paso

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CÓMO HACER UN VENTILADOR CASERO PASO A PASO

El ventilador es uno de esos aparatos electrodomésticos que podemos encontrar en


prácticamente todas las viviendas de cualquier país en donde se sufra de meses de intensas y
elevadas temperaturas principalmente en verano, siendo común que una sola familia cuente
con diversos ventiladores para mantener una constante circulación del aire con la intención de
refrescar sus habitaciones, para aliviar la incomodidad que el calor veraniego suele provocar. Si
eres de esas familias calurosas, descubre en este post cómo hacer un ventilador casero paso a
paso.

Sin embargo, lo cierto es que aunque asociamos directamente el ventilador como


un artefacto de uso doméstico para refrescar habitaciones, sus aplicaciones
están ampliamente extendidas en diversas industrias y son parte fundamental de
nuestros días, encontrando pequeños ventiladores en diversos artefactos
tecnológicos y grandes ventiladores como parte de la maquinaria de
funcionamiento de aviones y maquinaria industrial.
De hecho, los primeros ventiladores que se pueden considerar modernos ya que
su operación no dependía del movimiento manual del usuario o algún esclavo
agitando palmas para aliviar el calor de algún aristócrata, fueron precisamente
pensados y utilizados en beneficio de la industria minera en el año de 1832 y
encontraban su fuerza motora en el movimiento de ruedas hidráulicas, y no fue
sino hasta cincuenta años más tarde que se presentaron los primeros ventiladores
alimentados con energía eléctrica.
Los primeros ventiladores eran de mesa y poco a poco se fue innovando hasta
llegar a la gran variedad de diseños, formas y colores que tenemos en la
actualidad. Aunque en el uso doméstico la llegada de los aires acondicionados
puede haber mermado un poco el uso del ventilador, lo cierto es que este es más
económico y el consumo de energía que requiere es considerablemente
menor, por lo que el ventilador ha sobrevivido a la competencia y se mantiene
como uno de los electrodomésticos más solicitados por los usuarios.
El funcionamiento de un ventilador es extraordinariamente eficiente para su
simplicidad. Un ventilador es una serie de aspas unidas al centro que giran en una
sola dirección mediante un motor, permitiendo dispersar el aire en una dirección
determinada y a una velocidad pre programada. Suelen estar confeccionados de
metal o plástico y se protegen mediante una rejilla o caja para evitar que algún
objeto se introduzca entre las aspas dañando su funcionamiento o provocando
algún accidente.

Aunque encontrar ventiladores domésticos en el mercado es sumamente sencillo y


suelen ser comercializados en una diversa gama de precios y modelos que
permiten que prácticamente cualquier persona tenga acceso a estos
electrodomésticos, lo cierto es que fabricar tu propio ventilador casero es una
actividad a la par de divertida y funcional, que ayuda a fomentar el espíritu de
colaboración familiar y es posible aprovecharla para enseñar a los más pequeños
algunos fundamentos de la física.
VENTILADOR RECARGABLE HECHO CON CARTÓN

Otra gran manera de reciclar cartón es haciendo un ventilador recargable. Será útil


cuando se quede sin energía o desee mantener bajos los costos de los servicios
públicos. Para hacer uno, dibuja un círculo de 15 cm de diámetro en un trozo de
cartón cuadrado usando un compás y un lápiz. Dibuja un círculo más pequeño de
3 cm dentro y dos círculos más de 3 cm de diámetro fuera.

Usando el pequeño círculo interior como punto medio, corta formas oblicuas para
crear las hélices del ventilador. Pegue los tres pequeños círculos de cartón y
complete el proyecto como se ilustra en el video tutorial fácil de seguir que se
encuentra arriba. Aquí se usa una batería recargable de 4 V, que proporciona
alrededor de 4 horas de potencia del ventilador antes de que necesite cargarse
nuevamente

VENTILADOR SIN ASPAS

Si vives con el miedo constante de que un ventilador de aspas motorizado no


funcione correctamente y te caiga encima como en las películas, tienes un niño
curioso que podría intentar meter las manos en un ventilador o no le gusta la
estética del ventilador de aspas, un ventilador sin aspas es una buena opción para
su hogar. Y no tiene que gastar cientos de dólares en uno, porque puede hacerlo
usted mismo usando artículos del hogar y de fácil acceso.
Para realizar este proyecto, necesitará un cubo de plástico y un tubo de filtro de
agua, un tubo y un acoplamiento de PVC de 110 mm, una botella de spray para el
cuerpo, un motor de 12 V y una batería de 12 V, y un interruptor eléctrico. Luego
puede seguir el tutorial paso a paso en el video de arriba para completar la
construcción de su ventilador sin aspas.

VENTILADOR DE MESA ELÉCTRICO HECHO CON


BOTELLA

No tire a la basura su próxima botella vacía de Coca-Cola (u otro refresco). Úselo


para hacer un ventilador de mesa simple que pueda llevar a cualquier parte y
salvar a la Madre Naturaleza de más plástico. Además de la botella, también
necesitará un motor de 12 V CC, una batería de 9 V, un interruptor y una forma de
poliestireno.
Con todos los materiales listos, corta con cuidado la botella de plástico en dos
mitades. Marque tres esquinas en la mitad superior de la botella y use un cuchillo
de mano para cortar hélices oblicuas. Caliente ligeramente el área alrededor de la
tapa para hacer que las hélices se vuelvan rígidas para una rotación y enfriamiento
efectivos.

Luego, cree un agujero en la tapa de la botella y conecte el motor, el interruptor y


la forma de poliestireno.. A continuación, tendrá un ventilador de mesa de trabajo
para mantenerlo fresco.

VENTILADOR DE ESTUFA CON LEÑA DE BRICOLAJE

Este proyecto de ventilador de estufa de leña es perfecto para un artesano experto


que busca algo un poco más desafiante que un ventilador de botella de plástico de
bricolaje. Para hacerlo, necesitará un solo disipador de calor de CPU de 120 cm,
un elemento Peltier, un motor de 1,5 V, al menos seis hélices, una placa base de
aluminio de ⅛ de pulgada y seis tornillos y tuercas.
En lugar de electricidad, funciona con el calor de la estufa. Una vez que reúna los
suministros, vea el video de arriba junto con la guía de construcción detallada para
obtener instrucciones paso a paso sobre cómo hacer uno.

MATERIALES PARA HACER UN VENTILADOR


CASERO
Para hacer un ventilador casero nada mejor que utilizar materiales que podemos
encontrar en nuestro hogar, de preferencia reciclando algunos objetos que ya no
utilizamos o partes que de otra manera terminarían en la basura, en este caso te
explicaremos como hacer un ventilador casero con este tipo de
materiales. Necesitarás:
 Placa de cartón delgado, de aproximadamente 20×40 centímetros.
 CD viejo inservible.
 Cable USB genérico
 Tubos de cartón, puede ser de rollo de papel higiénico.
 Un motor de algún juguete viejo, pequeño como de un carrito o una muñeca
que anda, para que la
 corriente USB sea suficiente para movilizarlo.
 Tijeras u algún objeto punzocortante
 Silicona
 Plumón o marcador
CÓMO HACER UN VENTILADOR CASERO PASO A
PASO

Para empezar a hacer tu ventilador casero, coloca el CD sobre la placa de


cartón delgado y dibuja su contorno circular dos veces, a uno de los círculos
incluye el agujero del centro y al otro no. Corta el circulo que no tiene marcado el
agujero y consérvalo.
Por otro lado al círculo con el dibujo del agujero dibújale otro círculo por dentro de
un radio de aproximadamente un centímetro y medio y márcale líneas
transversales a la parte exterior de la rueda de cartón dividiéndola en ocho
secciones del mismo tamaño. Cuida que estén iguales ya que serán las aspas de
tu ventilador casero.
Corta el círculo y corta las aspas, dejando los círculos centrales del cartón sin
cortar, te debe quedar una figura como de una flor, que serán las aspas
del ventilador casero.
Dobla ligeramente cada una de las secciones cortadas aproximadamente 45
grados dándole la forma de aspas que tu ventilador casero necesita. Para que las
aspas se mantengan en esa posición, coloca silicona en cada orilla interior para
darle dureza.

Conserva las aspas de cartón, mientras secan toma el cable USB. Separa la
cubierta plástica del cable en el extremo más pequeño el que suele utilizarse para
la conexión al móvil y corta su punta para dejar los cuatro cables pequeños libres.
Verás que los cables tienen cuatro colores distintos, conserva únicamente el
cable rojo y negro, los demás elimínalos no serán necesarios.
Para armar la base de tu ventilador casero, toma los tubos de cartón y pégalos
de sus orillas con silicona para obtener un tubo de cartón del doble de largo. Ahora
realiza un corte como un agujero de aproximadamente un centímetro de diámetro
en el borde inferior del tubo doble.
Una vez que el tubo se encuentre bien pegado, deberás pegarlo al centro del
primero círculo de cartón que cortaste, para de esta manera crearle una base firme
que no se bambolee al momento de funcionar.
Introduce el cable USB por el orificio del tubo de cartón pegado a la base con la
parte del USB por el lado de la base y los cables por encima. Ya tienes la base y
las aspas de tu ventilador casero, por lo que ahora montaremos la fuente de
poder que permita su movimiento.
Corta un círculo de cartón del mismo diámetro del tubo de cartón y al centro hazle
un orificio grande por donde pueda pasar el cable USB. Pégalo sobre la parte
superior del tubo de cartón pasando el cable por el orificio para que quede por
fuera.
Para terminar de hacer un ventilador casero, pela la mitad de los cables rojo y
negro que sobresalen de la base de cartón y conéctalos al motor de juguete. Pega
el motor a la base. Una vez bien firme en la base el motor, toma tus aspas de
cartón e introdúcelas por el centro al eje del motor pegándolo con abundante
silicona. Déjalo secar y listo, conecta el extremo del cable USB directamente a un
computador o a un adaptador de corriente eléctrica y disfruta la brisa de
tu ventilador casero.
CÓMO HACER UN VENTILADOR CASERO SIN MOTOR
Ya hemos visto todos los pasos para poder hacer, y disfrutar, de tu ventilador
casero pero lo cierto es que el hecho de que implique la corriente eléctrica hace
que sea algo más elaborado de modo que vamos a explicaros ahora cómo lo
podéis hacer pero sin motor.
MATERIALES

Para hacer nuestro ventilador casero sin motor vamos a necesitar una serie de
materiales que de hecho podemos tener fácilmente en casa ya que todos ellos son
reciclables para lo que deseamos hacer. Esto es lo que necesitas:
 Una botella de plástico, que puedes ser por ejemplo una botella de lejía
 Botella de plástico de agua
 Tornillo largo
 Vela fina o mechero
 Gomas
 Lápiz
 Alambre fino
 Tapón de plástico
PASOS A SEGUIR
Lo primero que debemos hacer es coger la vela fina o el mechero, y calentamos
la punta del tornillo largo, de modo que puedas hacer un agujero perfecto en
el tapón de la botella así como en la base de esta.
Cogemos ahora las gomas (al menos seis o siete) y el lápiz y lo que hacemos
es pasar las gomas a la vez hasta dejarlas por la mitad del lápiz. Cogemos el
alambre fino y lo pasamos también por las gomas. Una vez hayamos hecho
esto, gira o retuerce el alambre dando vueltas sobre sí mismo.
Debe quedarte un extremo largo de alambre que vas a tener que pasar por la
botella junto a las gomas. Comienza introduciendo el alambre por el agujero de
la base, lo pasas hasta el extremo del tapón y lo sacas. Comprueba que las gomas
y el lápiz han quedado como pegadas a la base.
Ahora coge un tapón de plástico le haces un agujero, lo pasas por el sobrante
del alambre y lo dejas pegado al tapón de la botella con las gomas.
Coge ahora la botella de plástico de agua y con la ayuda de unas tijeras,
recortas por el cuello más o menos de modo que solo te quede la parte superior,
deberás hacer varios cortes en esta de modo que cuando lo abras te queden
como las hélices del ventilador.
Ahora coloca esa hélice, enroscada al tapón que hemos colocado
anteriormente en la botella con las gomas y comprueba que cuando das la
vuelta al lápiz y este se enrolla con las gomas, la hélice da vueltas sin
necesitad de motor eléctrico.
CÓMO HACER UN VENTILADOR CASERO CON UNA
CAJA
Una caja de plástico y un ventilador de escritorio pequeño, nos pueden servir
también para hacer un ventilador que sea más grande.

MATERIALES
 Una caja de plástico grande con tapa.
 Un pequeño ventilador de escritorio
 Codo de PVC
 Bridas de plástico
 Un cuchillo
 Pegamento de PVC
 Hielo
PASOS A SEGUIR

Comenzaremos haciendo un agujero del tamaño del ventilador y uno del


tamaño del codo de PVC en la tapa de la caja.
A continuación, tienes que hacer pequeños orificios alrededor del orificio del
ventilador. Se utilizarán para pasar las bridas que sujetarán el ventilador en su
lugar.
Coloca el ventilador de escritorio sobre el orificio y asegúralo con las bridas
para cables. Esto es lo que permitirá enfriar tanto el aire interior como el aire
exterior.
Coloca el codo de PVC y fíjalo con el pegamento de PVC.
Solo tienes que preparar agua helada en una botella de agua, un bol con
cubitos de hielo o un gran bloque de hielo para tener hasta 5 horas de
enfriamiento durante una ola de calor. Agrégalos a la caja y ¡listo!.
Luego enciende el ventilador para enfriar el aire ambiente con el ventilador
grande que acabas de crear y que habrás comprobado que  es fácil de fabricar y
realmente económico. Incluso si no es silencioso, también es bastante discreto. Y
además, se puede trasladar a cada habitación para enfriar el aire caliente de la
casa. Frescura garantizada.
CÓMO HACER UN VENTILADOR DE MANO

Ya hemos visto cómo podéis hacer un sencillo ventilador casero sin motor pero
también podemos hacer uno de mano, que te puedes llevar a cualquier lado y que
además funciona con corriente aunque es de lo más sencillo de elaborar.
MATERIALES

Para hacer este ventilador de mano necesitas los siguientes materiales:


 Un ventilador que puedes reciclar de un PC 
 Un interruptor (que puedes comprar en una ferretería)
 Un clip de batería de 9 voltios 
 Cinta aislante
 Pelacables
PASOS A SEGUIR
Comenzamos a hacer nuestro ventilador de mano, pelando los cables y
cortándolos de modo que nuestro ventilador sea lo más pequeño posible (la
idea es llevarlo donde queramos).
Hacemos la conexión del interruptor colocando bien de positivo a negativo.
Cuando estén hechas las conexiones, se le añade la batería de nueve voltios y
aseguramos la conexión a esta con un poco de cinta aislante.
Ahora deberemos acabar de conectar la batería al ventilador, para que
cuando encendamos el interruptor este comience a funcionar y cuando lo
apaguemos, se pare.
¡Listo! de manera sencilla ya tendremos hecho nuestro ventilador de mano. 
https://espaciociencia.com/como-hacer-un-ventilador-casero/
El origen del ventilador
Sufrir porque hace mucho calor es un problema que ha afectado a los seres
humanos desde el inicio de los tiempos. Las opciones para solucionar esta
situación son variadas: pararse a la sombra, tirarse al agua, o abanicarse con
algo. Esta última quizás es la menos práctica, considerando que a uno se le
cansa el brazo usando un abanico. Los reyes antiguos solucionaron esto
usando esclavos que se cansaran por ellos, pero no todos tienen esa opción.
Así es como – antes del aire acondicionado – la invención del ventilador fue
brillante, y el aparato sigue usándose en múltiples versiones hasta hoy.

Uno de los primeros ventiladores semi-mecánicos ya se usaba 500 años


antes de Cristo en la India y Medio Oriente. El “punkah” era un ventilador que
se colgaba del techo, cubierto por un marco de tela, que funcionaba cuando
los sirvientes (o “punkawallahs”) tiraban unas cuerdas que permitían mover el
ventilador. Sin embargo, las versiones autónomas – sin necesidad de
sirvientes que lo impulsaran – no aparecerían hasta la Revolución Industrial,
en el siglo XIX.

Uno de los primeros ventiladores mecánicos o “bomba de aire” apareció en


1832, construido por Omar-Rajeen Jumala. El aparato usaba grandes aspas
metálicas o de madera y estaba pensado para la industria. Las hojas eran
impulsadas inicialmente con ruedas hidráulicas, y se usaron en minas de
carbón y fábricas.

Cuando Thomas Alva Edison y Nikola Tesla introdujeron la energía eléctrica


de forma masiva a fines del mismo siglo, los ventiladores eléctricos
comenzaron a aparecer. Fue, de hecho, un aprendiz de Edison el que en
1886 presentó el primer ventilador eléctrico.

El estadounidense Schuyler Skaats Wheeler estudiaba ingeniería en


Columbia College, escuela que dejó a los 21 años para convertirse en
asistente de electricidad en una empresa. Al año siguiente, comenzó a
trabajar con Edison en su proyecto para construir la primera planta de energía
eléctrica, basada en vapor. En esta empresa, Wheeler vivió el lanzamiento de
la ampolleta, y luego trabajó en la instalación y operación de varias plantas de
energía en los siguientes años. En 1886, Wheeler dejó la empresa de Edison
y comenzó a trabajar con Crocker & Curtis Electric Motor Company, compañía
dedicada al desarrollo de pequeños motores eléctricos. Este desarrollo fue lo
que le permitió crear uno de sus mayores inventos: el ventilador eléctrico.

Wheeler también inventaría luego otras cosas, como ascensores eléctricos,


controles para motores y otros. También se convirtió en presidente del
Instituto de Ingenieros Eléctricos de Estados Unidos. Crocker & Curtis pasó
luego a ser Crocker & Wheeler, instalada en Nueva York, desde donde se
empezó a vender el ventilador de Wheeler, de tamaño pequeño diseñado
para ponerlo sobre una mesa.
Poco después, el ingeniero alemán-estadounidense Philip Diehl creó una
versión para poner en el techo, que permitía ventilar áreas más amplias.
Diehl, que había sido aprendiz en las fábricas de máquinas de coser Singer,
instaló unas aspas de ventilador sobre un motor de máquina de coser,
poniendo todo luego todo en el techo, invento que patentó en 1887. Diehl
luego haría otra modificación, agregando una articulación al ventilador, lo que
permitía dirigir el aire. Este fue el primer ventilador oscilante.

En las primeras décadas de 1900, un ventilador común estaba hecho con


aspas de lata, dentro de una caja de lata. Sin embargo, la reja contenedora
tenía espacios bastante grandes, así que varios niños se hirieron los dedos y
las manos jugando con el aparato. Después de 1920, los avances producidos
en el trabajo del acero permitieron producir en masa ventiladores de distintas
formas, bajando los precios y mejorando la seguridad. En los años siguientes,
el diseño también llegó a estos aparatos, con modelos “art deco” y también
con llamativos colores.

(cc) gibbyli

El aire acondicionado hizo que varios fabricantes salieran del negocio, pero el
ventilador sigue siendo más barato y todavía es útil para tanto para capear el
calor como para permitir recambios de aire dentro de un espacio. Aunque
muchos han cambiado por fuera con distintos diseños y tamaños, por dentro
siguen siendo prácticamente iguales a los de 1890 – excepto quizás por
los modelos diseñados por Dyson , que no utilizan aspas de la forma
tradicional para hacer viento. La mayoría son eléctricos, aunque también
existen hidráulicos, con motores de combustión o a energía solar, de distintos
tamaños y para distintos objetivos. Por ejemplo, el PC que estás usando
ahora probablemente tiene uno adentro, al que seguramente escuchas
trabajar como loco en los días calurosos.

https://www.fayerwayer.com/2011/11/el-origen-de-el-ventilador/?outputType=amp
Batería
Te explicamos qué es una batería y cómo funciona este artefacto.
Además, los tipos de baterías que existen y qué es una pila.

¿Qué es una batería?
Una batería eléctrica, también llamada pila o acumulador eléctrico, es un artefacto
compuesto por celdas electroquímicas capaces de convertir la energía química en su
interior en energía eléctrica. Así, las baterías generan corriente continua y, de esta
manera, sirven para alimentar distintos circuitos eléctricos, dependiendo de su
tamaño y potencia.

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Las baterías están plenamente incorporadas a nuestra vida cotidiana desde su
invención en el siglo XIX y su comercialización masiva en el XX. El desarrollo de las
baterías va de la mano con el avance tecnológico de la electrónica. Controles remotos,
relojes, computadores de todo tipo, teléfonos celulares y un enorme grupo de artefactos
contemporáneos utilizan pilas como fuente de alimentación eléctrica, por lo que se
fabrican con diversas potencias.

Las baterías poseen una capacidad de carga determinada por la naturaleza de su


composición y que se mide en amperios-hora (Ah), lo que significa que la pila puede
dar un amperio de corriente a lo largo de una hora continua de tiempo. Mientras mayor
sea su capacidad de carga, más corriente podrá almacenar en su interior.

Por último, el breve ciclo de vida de la mayoría de las baterías comerciales las ha
convertido en un potente contaminante de aguas y suelos, dado que una vez cumplido su
ciclo vital no pueden recargarse ni reusarse, y son desechadas. Tras oxidarse su cubierta
metálica, las pilas vierten al medio ambiente su contenido químico y alteran su
composición y su pH.

Ver además: Conductividad eléctrica

¿Cómo funciona una batería?


Las baterías tienen celdas químicas con un polo positivo y otro negativo.

El principio fundamental de una batería consiste en las reacciones de oxidación-


reducción (redox) de ciertas sustancias químicas, una de las cuales
pierde electrones (se oxida) mientras la otra gana electrones (se reduce), pudiendo
retornar a su configuración inicial dadas las condiciones necesarias: la aplicación
de electricidad (carga) o el cierre del circuito (descarga).

Las baterías contienen celdas químicas que presentan un polo positivo (ánodo) y


otro negativo (cátodo), así como electrolitos que permiten el flujo eléctrico hacia el
exterior. Dichas celdas convierten la energía química en eléctrica, mediante un proceso
reversible o irreversible, según el tipo de batería, que una vez completo, agota su
capacidad para recibir energía. En eso se distinguen dos tipos de celdas:

 Primarias. Aquellas que, una vez producida la reacción, no pueden volver a su


estado original, agotando así su capacidad de almacenar corriente eléctrica.
También se les llaman pilas no recargables.
 Secundarias. Aquellas que pueden recibir una aplicación de energía eléctrica para
restaurar su composición química original, y pueden ser empleadas numerosas
veces antes de agotarse del todo. También se les llaman pilas recargables.

Tipos de batería
Las baterías de litio tienen mejor densidad de energía y mejor tasa de descarga.

Existen muchos tipos de baterías, atendiendo a los elementos empleados en su


fabricación, tales como:

 Baterías alcalinas. Comúnmente desechables. Emplean hidróxido de potasio


(KOH) como electrolito. La reacción química que produce energía ocurre entre el
zinc (Zn, ánodo) y el dióxido de manganeso (MnO 2, cátodo). Son pilas sumamente
estables, pero de corta vida.
 Baterías de ácido-plomo. Comunes en vehículos y motocicletas. Son pilas
recargables que cuando están cargadas poseen dos electrodos de plomo: un cátodo
de dióxido de plomo (PbO2) y un ánodo de plomo esponjoso (Pb). El electrolito
empleado es ácido sulfúrico (H2SO4) en solución acuosa. Por otra parte, cuando la
batería está descargada el plomo se encuentra en forma de sulfato de plomo (II)
(PbSO4) depositado en plomo metálico (Pb). Entonces, durante la carga inicial el
PbSO4 se reduce a Pb en las placas negativas, y se forma PbO2 en las positivas. En
este proceso el plomo se oxida y se reduce a la vez. Por otro lado, durante la
descarga el PbO2 se reduce a PbSO4 y el Pb se oxida para producir también PbSO4.
Estos dos procesos se pueden repetir cíclicamente hasta que los cristales de
PbSO4 se vuelven demasiado grandes por lo que pierden reactividad química. Este
es el caso donde se dice coloquialmente que la batería se ha sulfatado y hay que
sustituirla por una nueva.

 Baterías de níquel. De muy bajo coste pero pésimo rendimiento, son algunas de las
primeras en manufacturarse en la historia. A su vez, dieron origen a nuevas baterías
como:
 Níquel-hierro (Ni-Fe). Consistían en tubos finos enrollados por
láminas de acero niquelado. En las placas positivas tenían hidróxido de
níquel (III) (Ni(OH)3) y en las negativas hierro (Fe). El electrolito
empleado es hidróxido de potasio (KOH). Si bien su duración era muy
larga, se dejaron de fabricar por su bajo rendimiento y su alto costo.
 Níquel-cadmio (Ni-Cd). Están compuestas por un ánodo de cadmio
(Cd) y un cátodo de hidróxido de níquel (III) (Ni(OH) 3), e hidróxido de
potasio (KOH) como electrolito. Estos acumuladores son perfectamente
recargables, pero presentan baja densidad energética (apenas
50Wh/kg). Además, cada vez se usan menos debido a su elevado efecto
memoria (reducción de la capacidad de las baterías cuando realizamos
cargas incompletas) y a que el cadmio es muy contaminante.

 Níquel-hidruro (Ni-MH). Emplean oxihidróxido de níquel (NiOOH)


para el ánodo y una aleación de hidruro metálico como cátodo. Poseen
una mayor capacidad de carga y menor efecto memoria respecto a las
baterías de Ni-Cd, además no afectan el medio ambiente ya que no
tienen Cd (muy contaminante y peligroso). Fueron las pioneras en
usarse para vehículos eléctricos, dado que son perfectamente
recargables.
 Baterías de iones de litio (Li-ION). Emplean como electrolito una sal de litio. Son
las baterías más empleadas en la electrónica de pequeño tamaño, como celulares y
otros artefactos portátiles. Se destacan por su enorme densidad energética, sumado
a que son muy livianas, tienen pequeño tamaño y buen rendimiento, pero poseen
una vida máxima de tres años. Otra ventaja que tienen es su bajo efecto memoria.
Además, al sobrecalentarse pueden explotar, ya que sus elementos son inflamables,
por lo que su costo de producción es elevado debido a que hay que incorporarles
elementos de seguridad.
 Baterías de polímero de litio (LiPo). Son una variación de las ordinarias baterías
de litio, presentan mejor densidad de energía y mejor tasa de descarga, pero
presentan el inconveniente de quedar inutilizadas si pierden su carga por debajo del
30%, por lo que es fundamental no dejar que se descarguen completamente.
También pueden sobrecalentarse y explotar, por lo que es muy importante nunca
dejar pasar demasiado tiempo hasta mirar la batería, o siempre mantenerla en un
lugar seguro lejos de sustancias inflamables.

Pila y batería
En muchos países de habla hispana se usa únicamente el término batería.

Los términos pila y batería en este contexto son sinónimos, y provienen de los


tiempos iniciales de la manipulación humana de la electricidad. Los primeros
acumuladores consistían en agrupaciones de celdas o discos metálicos para aumentar la
corriente suministrada inicialmente, y que podían disponerse de dos formas: uno sobre
el otro, formando una pila, o uno junto al otro, en forma de batería.

Debe aclararse, no obstante, que en muchos países de habla hispana se emplea


únicamente el término batería, y se prefiere acumulador para otros artefactos eléctricos,
como los condensadores, etc.

https://concepto.de/bateria/

Ventilador
máquina de fluido que produce una corriente de aire

 Idioma
 Descargar en PDF
 Vigilar
 Editar
Este artículo o sección tiene referencias, pero necesita más para
complementar su verificabilidad.

Para otros usos de este término, véase Ventilador (desambiguación).

Un ventilador es una máquina de fluido o, más exactamente, un aparato que transmite


energía para generar la presión necesaria con la que se mantiene un fluido continuo de
aire en distintas partes. Se utiliza para usos muy diversos como: ventilación de
ambientes, refrigeración de máquinas u objetos o para mover gases, principalmente el
aire, por una red de conductos. En su versión más corriente, un ventilador es
un aparato que absorbe energía mecánica y la transfiere a un gas, proporcionándole un
incremento de presión no mayor de 10 kPa (1000 mm c. a. aproximadamente), por lo
que da lugar a una variación muy pequeña del volumen específico y por tanto se podría
considerar como una máquina hidráulica.

Ventiladores industriales en una fábrica en Barcelona.

Ventilador pequeño, llamado «abanico» en algunas zonas.


0:56

Sonidos de ventilador

El ventilador convencional consiste de una serie de aspas rotativas que actúan sobre el
aire y lo dispersan en un medio determinado.

Generalmente, las aspas/rotor/hélice, fundamentales en los ventiladores, están


contenidas dentro de algún tipo de estructura o caja. Esto les permite dirigir el aire hacia
la dirección deseada y también lo hace más seguro, ya que previene que objetos entren
en contacto con las hojas.[cita requerida]
Índice


o

o
o
o
o
o
o



o


HistoriaEditar

Ventilador de mesa Westinghouse antiguo, ejemplo de ventilador axial.

Los ventiladores más antiguos, de los que se tiene referencia, eran manuales, en
principio con mango fijo, como el flabellum, que aparece en la cultura egipcia, al menos
desde la dinastía XIX, para pasar posteriormente en el siglo V a. de C. a la Antigua
Grecia, en la que tenía forma de palmeta, tal como aparece en pinturas de vasos de
cerámica. También de la Antigua Roma hay pinturas en las que se representan esclavos
manejando el flabellum.
Manejado también por esclavos, pero ya con cierto mecanismo, es el «abano», que era
un bastidor con tela gruesa que se colgaba del techo y se movía mediante un sistema de
cuerdas y poleas, que ya usaban los árabes a principios del siglo VII. También se
encuentra en la India y Medio Oriente con el nombre de punkah.
En China, el origen del abanico rígido se sitúa hacia 2697 a. C., con el
emperador Hsiem Yuan, y la referencia escrita más antigua (1825 a. C.) menciona dos
abanicos de plumas ofrecidos al emperador Tchao Wong, de la dinastía Zhou.
[
cita requerida]
Pero el ventilador similar o precursor del que conocemos hoy como tal aparece en 1886,
y es un invento del estadounidense Schuyler Skaats Wheeler, que fue comercializado
por su empresa Crocker & Wheeler, instalada en Nueva York. Era de pequeño tamaño y
diseñado para ponerlo sobre una mesa. Casi simultáneamente apareció en Alemania una
versión de techo creada por el ingeniero Philip Diehl.[cita requerida]
UsosEditar
El tipo de ventilador más conocido se utiliza para la ventilación o para aumentar la
velocidad del aire en un espacio habitado, básicamente para refrescar.[nota 1] Por esta
razón, es un elemento muy utilizado en climas cálidos.

Un ventilador de piso. En países como Argentina, este tipo de ventilador es llamado


«turboventilador»,[nota 2] porque, además del giro de la hélice central, se produce
independientemente el giro de la parrilla frontal.

Como máquinas de transporte, los ventiladores se usan principalmente para producir un


flujo de gases de un punto a otro. Dicho flujo se puede utilizar como soporte para
transportar otras sustancias u otros materiales como ocurre en la fluidización en la que
partículas sólidas (cenizas, polvos, basuras, etc.) se mueven suspendidas en una
corriente de un fluido.[cita requerida]
También de forma secundaria, se utiliza el ventilador para asistir a un intercambiador de
calor con funciones de disipador o de radiador, con el fin de aumentar la transferencia
de calor entre sólido y aire o entre fluidos que interactúan. Un ejemplo de esto son
los evaporadores y condensadores en los sistemas de refrigeración por aire, en los que
un ventilador mejora la eficiencia de la transmisión entre el refrigerante y el aire
ambiente. Otro ejemplo muy actual, son los conocidos como coolers o ventiladores de
las computadoras. Aunque de pequeño tamaño, cumplen las mismas funciones,
mejorando la transmisión entre un componente electrónico y una pieza, generalmente de
aluminio o cobre, llamada radiador, para así disipar el calor producido por el paso de la
corriente eléctrica.[cita requerida]
Los equipos de acondicionamiento de aire conocidos como unidades de tratamiento del
aire, disponen de uno o dos ventiladores centrífugos para hacer circular el aire a través
de la unidad y de la red de conductos que distribuye el aire tratado en una edificación o
en un proceso industrial.[cita requerida]
También utilizan un ventilador, generalmente centrífugo, los quemadores de
las calderas de combustibles, tanto líquidos como gaseosos, para aportar el aire
necesario a la combustión y facilitar la mezcla combustible-comburente en el interior
del hogar.[cita requerida]
Los dispositivos de ventilación utilizados en lugares en los que se requiere más
ventilación que la natural proporcionada por los huecos de fachadas, son ventiladores
que extraen el aire viciado y provocan la entrada de aire fresco por «depresión», o bien,
impulsan aire fresco y evacuan el aire viciado por «sobrepresión». Aunque más caro, es
más eficaz utilizar ambos sistemas simultáneamente, sobre todo si el aire se distribuye
mediante bocas de entrada y salida en cada local.[cita requerida].
Ventiladores y compresoresEditar
Aunque tanto los ventiladores como los compresores tienen como función impulsar un
gas aumentando su presión, entre ambos existen diferencias: El objeto fundamental de
los primeros es mover un flujo de gas, a menudo en grandes cantidades, con aumentos
generalmente reducidos de presión; mientras que los segundos están diseñados
principalmente para producir grandes presiones y flujos de gas relativamente pequeños.
cita requerida]
[

En el caso de los ventiladores, el aumento de presión es generalmente tan insignificante,


comparado con la presión absoluta del gas, que la densidad de este puede considerarse
inalterada durante el proceso. Esto implica, que el gas puede modelarse como líquido
incompresible y por consiguiente no hay diferencia entre la forma de operación de un
ventilador y de una bomba, o lo que es lo mismo, matemáticamente se pueden tratar en
forma análoga.[cita requerida]
Tipos de ventiladoresEditar

Ventilador centrífugo

No existe una clasificación:[1] de los ventiladores que se pueda considerar oficial o


reconocida. Aquí se ofrece la siguiente:
Atendiendo a su funciónEditar
 Ventiladores tubulares: para acoplar o intercalar en un conducto circular.
 Ventiladores murales: conocidos también como extractores, tienen la función de
trasladar aire entre dos espacios, separados por el muro en que se ubica el extractor.
 Ventiladores de chorro: aparatos usados para proyectar una corriente de aire
incidiendo sobre personas o cosas.

Atendiendo a la trayectoria del aireEditar


 Ventiladores centrífugos: en ellos, la trayectoria del aire sigue una dirección axial a la
entrada y paralela a un plano radial a la salida. Entrada y salida están en ángulo recto. El
rodete de estos aparatos está compuesto de álabes que pueden ser: «hacia delante»,
«radiales» o «hacia atrás».
 Ventiladores axiales: la entrada de aire y su salida siguen una trayectoria según
superficies cilíndricas coaxiales.
 Ventiladores transversales: la trayectoria del aire en el rodete es normal al eje, tanto a
la entrada como a la salida, cruzando el cuerpo del mismo.
 Ventiladores helicocentrífugos: son aparatos intermedios de los anteriores. El aire
entra como en los axiales y sale igual que en los centrífugos.

Atendiendo a la presiónEditar
 Ventiladores de baja presión: se llaman así los que no alcanzan los 70 pascales.
Suelen ser centrífugos. Los más característicos son los utilizados en climatizadores.
 Ventiladores de media presión: cuando la presión llega entre los 70 y 3000 pascales.
Pueden ser centrífugos o axiales.
 Ventiladores de alta presión: cuando la presión está por encima de los 3000 pascales.
Suelen ser centrífugos, con rodetes estrechos y de gran diámetro.

Atendiendo a las condiciones de funcionamientoEditar


 Ventiladores estándar: son los aparatos que vehiculan aire sin cargas importantes de
contaminantes, humedad, polvo o partículas agresivas con temperaturas máximas de
40 °C , si el motor está en la corriente de aire.
 Ventiladores especiales: son los diseñados para tratar aire caliente, corrosivo, húmedo
etc., o bien para ser instalados en el tejado o dedicados al transporte neumático
(fluidización).

Atendiendo al sistema de accionamientoEditar


 Accionamiento directo: cuando el motor eléctrico tiene el eje común, o en
prolongación con el del rodete o hélice del ventilador.
 Accionamiento por transmisión: como es el caso de transmisión por correas y poleas
para separar el motor de la corriente del aire (por caliente, explosivo, etcétera).

Atendiendo al control de las prestacionesEditar

Ventilador de piso

Es el caso de ventiladores de velocidad variable mediante el uso de: reguladores


eléctricos, compuertas de admisión o descarga, modificación del caudal por inclinación
variable de los álabes de las hélices, etcétera.
Mención aparte tienen los ventiladores con uso exclusivo de refrescamiento que se
utilizan en el ambiente doméstico o en pequeños espacios y que disponen de un sistema
de soporte para su ubicación:

 De pared: se fijan a la pared, permitiendo una mayor circulación en lugares pequeños,


donde el uso de ventiladores de otro tipo sería engorroso debido al tamaño o a la
disposición del local, o en conjunto con otros ventiladores, proporcionando una mayor
circulación de aire.
 De mesa: son ventiladores axiales de baja potencia utilizados especialmente en oficinas
o en ambientes donde necesitan poca ventilación. A veces también los hay centrífugos.
 De pedestal: similares a un ventilador de mesa pero que se apoyan en el suelo por
medio de un pedestal y además se puede regular su altura. Se usan mucho en los
dormitorios, especialmente en lugares de clima caliente.
 De piso: son portátiles y silenciosos, posibilitan que sean colocados en el suelo en
cualquier ambiente de una casa, pudiendo ser trasladados a cualquier parte. Los hay de
varios modelos y formas.
 De techo: son ventiladores verticales, sus aspas están en posición horizontal, y por lo
tanto el aire va hacia abajo. Muy comunes, utilizados en habitaciones donde no hay
espacio disponible en las paredes o el suelo, pueden ser muy peligrosos si no están
correctamente fijados al techo.
 Sin aspas: son ventiladores con una forma circular tradicional pero en lugar de tener
aspas (hélice) impulsan el aire por medio de canales de aire que generan la misma
función.

Cabe también destacar que los ventiladores de techo se han convertido en un elemento
muy popular gracias a su nueva función de lámpara. Así, podemos hacer la siguiente
clasificación:

 Con luz.
 Sin luz: son ventiladores de techo cuya función principal es refrescar el área, estos
suelen incorporar o se le puede añadir una luz si se desea pero deberían de ir
acompañados por focos.

Curva característica de un ventiladorEditar

Curva característica de un ventilador


Los parámetros necesarios para la selección de un ventilador son; el caudal que debe
mover y la pérdida de carga a vencer al rozamiento del aire con los conductos, rejillas,
etcétera. Los ventiladores helicoidales pueden mover un gran caudal, pero comunican
poca presión al aire, por lo que no se suelen utilizar en instalaciones de conductos. Para
este caso los ventiladores habituales son los centrífugos, que pueden vencer una pérdida
de carga elevada.
El caudal y la presión de un ventilador, son variables dependientes que se pueden
relacionar[2] mediante una curva de trabajo. Se ensaya el aparato variándole la carga
desde el caudal máximo al caudal cero. Todos los pares de valores obtenidos caudal-
presión se llevan a unos ejes coordenados, obteniéndose un grupo de curvas, cuyo
conjunto recibe el nombre de característica del ventilador.
Se observan en la figura curvas diferentes. Cada una de ellas representa un valor distinto
y su lectura se hace en las escalas que la enmarcan.
Obsérvese que a descarga libre, es decir cuando la presión estática (Pe) es nula, el
ventilador da el máximo caudal que puede mover; en este punto la Presión total es igual
a la dinámica (Pt = Pd). Asimismo, cuando el ventilador esta obturado, es decir que da
el mínimo caudal, la Presión dinámica (Pd) es nula; en este punto, la Presión total es
igual a la estática (Pt = Pe). Otra curva que se puede ver en el gráfico:[3] es la curva de
rendimiento (η), que se lee en % en la escala de la derecha. Se ve que el rendimiento del
ventilador, depende del caudal que está moviendo y se marca el rendimiento máximo.
La zona idónea de trabajo del ventilador, por tanto, es el tramo A-B de su curva de
«presión estática». Entre B y C su funcionamiento es inestable, el rendimiento
desciende rápidamente y aumenta notablemente el ruido. Por ello, en muchos catálogos
se representa solo el tramo eficaz de funcionamiento, obviando el tramo hasta la presión
máxima de que es capaz.

Para conocer el punto[4] en que trabajará un ventilador, una vez determinada la pérdida
de carga que debe vencer, no hay más que marcarla sobre el eje de ordenadas. A partir
de aquí y con una horizontal se corta la curva de presión estática en un punto, a partir
del cual y mediante una línea vertical, en el eje de abscisas se obtiene el caudal que
proporcionará el ventilador en cuestión, trabajando contra la pérdida de carga que se ha
considerado inicialmente.
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Ventilador
Ventilador o aire
acondicionado: ¿qué es
más conveniente tanto en
salud como en ahorro?
 Con cuál de ambos quedarse es una cuestión que en
ocasiones, o para ciertas personas, puede ser difícil de
resolver

Ventilador de techo 1 Pixabay

Cristian Vázquez
25 de agosto de 2020 22:32h

3
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Ventilador o aire acondicionado. Con cuál de ambos


quedarse es una cuestión que en ocasiones, o para
ciertas personas, puede ser difícil de resolver. Conviene
tener presentes todos los beneficios y las desventajas
de cada uno en relación con el otro al momento de
decidir cuál conviene más. 

Elegir un ventilador para pasar la ola de calor


SABER MÁS

En principio corresponde decir lo básico. El aire


acondicionado tiene la capacidad de enfriar el
ambiente. El ventilador, en tanto, no lo hace: solo
remueve el aire, y de ese modo ocasiona un descenso
en la sensación térmica de las personas. Un descenso
que llega a ser de hasta 5 ºC, como detalla una Guía
Práctica de la Energía editada por el Ministerio de
Industria.

A menudo, con eso resulta suficiente para obtener un


aceptable confort térmico. Sin embargo, en las
jornadas de verano en que las temperaturas superan
con holgura los 30ºC, los efectos de un ventilador
difícilmente puedan acercarse al bienestar que el aire
acondicionado posibilita. 

Ahorro económico, la ventaja más visible


Mencionado ese punto, corresponde señalar también
que las ventajas de los ventiladores son numerosas. En
primer lugar se destaca el aspecto económico. Por un
lado, porque el precio promedio de cualquier
ventilador es notoriamente más barato que el de
cualquier equipo de aire acondicionado. Por otro,
porque sus necesidades energéticas son mucho
menores: el consumo de electricidad puede ser hasta
un 90% más bajo.

Además, en el caso del aire acondicionado –salvo los


equipos portátiles– también hay que añadir el costo de
la instalación. Y en ocasiones se suman dificultades
adicionales, como normativas municipales que
impiden la colocación de estos equipos o que la
vivienda sea de alquiler y la inversión no se compense.
Los ventiladores de suelo o de pie, en cambio, no
necesitan instalación alguna. Los de techo sí, pero de
todas formas se trata de un trabajo más simple y, en
consecuencia, más barato.

Con las torres portátiles de aire acondicionado se


ahorra en instalación pero se pierde en consumo, dado
que estos son los equipos menos eficientes. Según
un análisis de la comparadora Selectra, una torre
portátil representa un gasto de casi el doble que un
equipo con el sistema de mayor rendimiento (Inverter
A+++). 

Para un uso de 184 horas por mes -algo más de seis


horas diarias-, el gasto con un aire portátil sería de
unos 25 euros, contra los 13,50 euros del otro aparato.
Y, por otra parte, las torres portátiles también suelen
ser bastante más ruidosas.

Medioambiente y salud
Más allá de lo económico, hay otros aspectos en los
cuales los ventiladores también se presentan como
ventajosos. Uno de ellos es el relacionado con el
medioambiente. El más bajo consumo energético no
solo redunda en una factura menos abultada, sino
también en una menor producción de gases
contaminantes, responsables del cambio climático.

En concreto, como ha destacado la organización Fondo


Mundial para la Naturaleza (WWF), el uso excesivo
del aire acondicionado contribuye con el llamado
fenómeno de la “isla de calor”: la acumulación de
altas temperaturas en las grandes ciudades. Las otras
causas de este fenómeno son la presencia masiva de
hormigón y de gases contaminantes y la escasez de
espacios verdes. 

Se produce, entonces, una suerte de círculo vicioso,


pues la “isla de calor” nos conduce a utilizar más
medios artificiales de regrigeración. Y también hay que
tener en cuenta los posibles efectos de ambos
sistemas sobre la salud. De acuerdo con
la Sociedad Española de Neumología y Cirugía
Torácica, “hasta un 20% de los cuadros catarrales,
laringitis, faringitis o procesos bronquíticos se producen
en verano a causa del uso inadecuado del aire
acondicionado”.

Ese uso inadecuado asume básicamente dos formas. La


primera, poner el aire demasiado frío, sobre todo al
dormir, cuando la temperatura corporal desciende.
Esto genera, entre otras cosas, que los cilios (pequeños
pelos que tenemos en los conductos del aparato
respiratorio) pierdan movilidad, lo cual reduce la
eficacia del sistema de defensa natural del organismo.
La segunda forma son los cambios bruscos de
temperatura, que impiden que el cuerpo tenga tiempo
de aclimatarse.

Sequedad en el ambiente, otro elemento


importante

Otra característica del aire acondicionado es que seca


demasiado el ambiente. Si no se utiliza un
humidificador, esto puede generar irritación en los ojos
y la garganta. Y también puede contribuir con una
posible deshidratación, no solo por la falta de humedad
en el aire sino también porque el frescor tiende a
retrasar la sensación de sed.

De todos modos, hay que remarcar que también el uso


del ventilador puede afectar la salud.
Un estudio publicado el año pasado por científicos de
Australia determinó que, en ambientes muy secos, el
ventilador puede resultar ineficaz para bajar la
sensación térmica y, peor aún, podría tener un efecto
negativo sobre la tensión sanguínea y el ritmo cardiaco.
Por ello, el humidificador también se torna esencial en
estos casos.

Por su parte, un artículo publicado en la revista Live


Science explica que, si se ha de dormir con el
ventilador encendido, se debe procurar ponerlo a buena
distancia y sin que el flujo de aire apunte de manera
constante sobre la persona que duerme. La razón es
que la brisa que generan sus aspas también origina que
se resequen los tejidos internos de la boca y la nariz, lo
cual puede conducir a irritación, rinitis y otros
problemas.

Un dato más a favor del ventilador es que requiere


mucho menos mantenimiento. Los equipos de aire
acondicionado requieren de la limpieza de sus filtros al
menos una vez al año. En caso de que esto no se
realice, el moho y las bacterias que allí se acumulan
son puestas en circulación en el ambiente y
aumentando el riesgo de contraer alergias y
problemas respiratorios.

Por todos estos motivos, el ventilador puede ser la


alternativa más apropiada para quienes deseen ahorrar
dinero y tiempo, evitar riesgos para su propia salud y
contribuir también con la salud del planeta. Eso sí:
deben saber que en los días más calurosos es posible
que no puedan evadirse del bochorno estival.
https://www.eldiario.es/consumoclaro/ahorrar_mejor/ventilador-aire-acondicionado-
conveniente-salud-ahorro_1_6179886.html

Leyes de los ventiladores

Todo lo que debes saber sobre las leyes de los


ventiladores
En la norma UNE 100-230-95, que trata de este tema, encontramos lo siguiente:

Si un ventilador debe funcionar en condiciones diferentes de las ensayadas, no


es práctico ni económico efectuar nuevos ensayos para determinar sus
prestaciones.

Mediante el uso de un conjunto de ecuaciones designado con el nombre de


LEYES DE LOS VENTILADORES es posible determinar, con buena precisión, las
nuevas prestaciones a partir de los ensayos efectuados en condiciones
normalizadas.

Al mismo tiempo, estas leyes permiten determinar las prestaciones de una serie
de ventiladores geométricamente semejantes a partir de las características del
ventilador ensayado.

Las leyes de los ventiladores están indicadas, bajo forma de relación de


magnitudes, en ecuaciones que se basan en la teoría de la mecánica de fluídos y
su exactitud es suficiente para la mayoría de las aplicaciones, siempre que el
diferencial de presión sea inferior a 3 kPa, por encima del cual se debe tener en
cuenta la compresibilidad del gas.

Con el ánimo de precisar un tanto más lo que expone la norma UNE, podríamos
decir que cuando un mismo ventilador se somete a regímenes distintos de
marcha o bien se varían las condiciones del fluído que trasiega, pueden
calcularse por anticipado los resultados que se obtendrán a partir de los
conocidos, por medio de unas leyes o relaciones sencillas que también son de
aplicación cuando se trata de una serie de ventiladores homólogos, esto es, de
dimensiones y características semejantes que se mantienen al variar el tamaño
al pasar de unos de ellos a cualquier otro de su misma familia.

Estas leyes se basan en el hecho que dos ventiladores de una serie homóloga
tienen homólogas sus curvas características y para puntos de trabajo
semejantes tienen el mismo rendimiento, manteniéndose entonces
interrelacionadas todas las razones de las demás variables.

Las variables que comprenden a un ventilador son la velocidad de rotación, el


diámetro de la hélice o rodete, las presiones total, estática y dinámica, el caudal,
la densidad del gas, la potencia absorbida, el rendimiento y el nivel sonoro.

Las normas intenacionales ISO, 5801-96 (E) y WD 13348-1998, a estas variables


les asignan los siguientes símbolos y unidades, que aquí usaremos para ilustrar
las definiciones y aplicaciones.

Símbolo Concepto Unidad

Dr Diámetro hélice/rodete m

Lwt Nivel Potencia total sonora dB

n Velocidad rotacional s-1

Pr Potencia mecánica suministrada al ventilador W

Pf Presión del ventilador Pa

qv Caudal de entrada m³/s-1

r Densidad kg/m-3

Además debe tenerse en cuenta, antes de aplicar las leyes de los ventiladores
que los valores conocidos lo sean de un aparato de la misma familia trabajando
en las mismas condiciones bajo las cuales queremos determinar los nuevos
valores y que las condiciones del ventilador considerado sean todas
proporcionales a las correspondientes del tomado como punto de partida y
cuyos valores reales de ensayo se conozcan. También es necesario que la
velocidad del fluído dentro del ventilador sea proporcional de uno a otro y para
lo cual debe comprobarse que la razón entre la velocidad periférica de dos
puntos de un rodete sea la misma que la de entre la de dos puntos semejantes
del otro rodete.

A medida que se vayan exponiendo las leyes que rigen para las variaciones de
los ventiladores, se desarrollarán ejemplos de aplicación para mejor facilitar su
comprensión.

Fig. 1. Variación del diámetro

1. Ejemplo de aplicación

Las fórmulas para el cambio de diámetro deben usarse con precaución ya que
sólo son válidas si los ventiladores que relacionan son rigurosamente
semejantes. En la práctica siempre hay desviaciones de semejanza, que no se
aprecian ostensiblemente y más cuando se trata de aparatos de la misma
familia.

Supongamos un ventilador de 450 mm de diámetro del que conocemos da 5.000


m³/h a 12 mm c.d.a. con un nivel sonoro de 65 db (A) y que absorbe de la red
480 W. ¿Qué caudal, presión, ruído y potencia sonora tendrá otro aparato
semejante de 630 mm 0?

La aplicación de las ecuaciones del cuadro anterior resuelven el problema:


El ventilador de 630 mm tendrá:

Caudal qv = 5.000  630³/ 450³ = 13.720 m³/h

Presión p = 22 630² / 450² = 43 mm c.d.a.


Potencia absorbida = 480 630 5  / 4505 = 2.582 W

Nivel sonoro Lwt = 65 + 70 log 630 / 450 = 75 dB (A)

Fig. 2. Variación de la velocidad

2. Ejemplo de aplicación

Sea un ventilador que, girando a 1.400 rev/min, dé un caudal de 15.000 m³/h a


una presión de 22 mm c.d.a. instalado en un sistema determinado. La potencia
absorbida y la potencia sonora sean respectivamente 1.500 W y 88 dB (A).

Se pregunta, ¿qué presión y caudal daría girando a 2.000 rev/min? ¿Cuánto


consumiría entonces? Y el ruido, ¿qué valor alcanzaría?

Caudal qv = 1.500 2.000 / 1.400 = 2.143 m/h

Presión PF = 22 2.000² / 1.400² = 44,9 mm c.d.a.

Potencia Pr = 1.500 2.000³ / 1.400³ = 4.373 W

Nivel Potencia sonora Lwt = 88 + 50 log 2.000 / 1.400 = 95,7 dB (A)


3. Ejemplo de aplicación

Con estas mismas fórmulas se puede resolver un problema muy común en la


práctica. Supongamos que después de haber hecho una instalación con un
ventilador determinado comprobamos que rinde un caudal de 2.300 m³/h en vez
de los 3.000 que exigía el pliego de condiciones. Si actualmente el ventilador
gira a 800 rev/min se nos plantean las siguientes preguntas: ¿A qué velocidad
deberá girar el aparato para cumplir las especificaciones? ¿En qué proporción
aumentará la potencia absorbida por el motor? ¿Cuánto aumentará el ruido?
Despejando «n» de la fórmula del caudal, tendremos:

n = n0 qv / qv0 = 800 3.000 / 2.300 = 1.043 rev/min

O sea, que si podemos aumentar la velocidad del ventilador hasta las 1.043
rev/min se obtendrán los 3.000 m³/h deseados.

Pero la potencia consumida será mucho mayor, ya que

Pr / Pr0 = 1043³ / 800³ = 2.22

y vendrá multiplicada por 2,22 lo que traerá consigo cambiar el motor.

El ruido aumentará en:

Lwt - Lwt0 = 50 log 1.043 / 800 = 5,8 db(A)

lo que, según los casos, puede ser precupante.


Fig. 3. Variación de la densidad

4. Ejemplo de aplicación

Las curvas características de los ventiladores que figuran en el catálogo están


dadas a condiciones normales de presión atmosférica, temperatura y humedad.
Ello significa que se refiere a un aire normal estándard con una densidad de 1,2
kg/m³.

En muchas ocasiones los aparatos trabajan en condiciones distintas de las


normales, como es el caso de un ventilador dentro de una cámara de
congelación con un aire de una densidad mucho mayor de la normal. O bien un
ventilador instalado en México DC en donde la presión atmosférica es mucho
menor y por la circunstancia de la altitud moverá un aire de densidad inferior a
la normal.

Sea por ejemplo un ventilador que a condiciones normales da 5.000 m³/h, 22


mm c.d.a. de presión, que gasta 480 W y tiene un nivel de potencia sonora de 65
db (A). ¿Qué rendirá este ventilador dentro de una cámara frigorífica a –35 ºC?

Debemos calcular primero la densidad

r (273 - 35) = 1,2 (273 + 20) = 1,48 kg/m³

lo que se traduce en que la densidad es inversamente proporcional a las


temperaturas absolutas.

Aplicando ahora las fórmulas del cuadro correspondiente, tendremos:

q = 5.000 m³/h
p = 20 1,48 / 1,2 = 27,1 mm c.d.a.

P = 480 1,48 / 1,2 = 592 W

L = 65 + 20 log 1,48 / 1,2 = 66,8 dB

Hay que observar que aunque el aumento de presión puede parecer ventajoso en
algunos casos, la característica resistente del sistema aumenta en la misma
proporción por lo que desaparece la ventaja del aumento de presión.

Y que en cuanto a la potencia, sí que debe tenerse en cuenta el aumento


experimentado, aunque en el caso concreto de aumento de densidad por
disminución de temperatura el motor no se recalentará en exceso por disfrutar
de una mayor refrigeración, si es que la realiza con el aire frío. De todas formas
es aconsejable controlar el gasto del motor.

Las fórmulas de los cuadros anteriores pueden resumirse en los dos a


continuación, que nos permiten calcular el caudal, la presión, la potencia y el
ruido de un ventilador variando varios parámetros a la vez.

Fig. 4. Variación de varios parámetros

Todas estas fórmulas hasta ahora resuelven el problema directo, en efecto


variando magnitudes independientes como son el diámetro, la velocidad y la
densidad, nos permiten hallar el resultado aerodinámico y acústico
consecuencia de tales variaciones es decir encontramos el caudal, presión y
nivel.

Pero algunas veces es práctico poder resolver el problema inverso, como por
ejemplo: ¿Qué diámetro deberá tener un ventilador para conseguir tal caudal y
tal presión? ¿A qué velocidad deberá girar el aparato?

Las fórmulas del cuadro siguiente resuelven algunos de estos casos inversos si
bien cabe mencionar que proceden de las anteriores, sin más que despejar las
magnitudes que se requieren
calcular. 

Fig. 5. Variación de varias prestaciones

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