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Tema 3 Reducción Activación

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TEMA 3: TÉCNICAS PARA

REDUCIR LA ACTIVACIÓN
Relajación muscular progresiva y respiración abdominal
Desensibilización sistemática
Tema 3: Técnicas para reducir la activación

■ 1. Relajación muscular progresiva


■ 2. Respiración abdominal
■ 3. Desensibilización sistemática
■ Ley de Yerkes- Dodson (1908)
RENDIMIENTO

ACTIVACIÓN
1. Relajación muscular progresiva y
respiración abdominal
■ Son los primeros métodos que se desarrollaron para
reducir las respuestas de ansiedad
■ Han servido como componentes fundamentales en
muchas técnicas planteadas posteriormente
(Desensibilización Sistemática) para el manejo de
los problemas asociados a un exceso de activación.
Relajación muscular progresiva y respiración abdominal
■ Las estrategias para reducir la activación se deben implementar cuando el
necesario análisis funcional así lo indique
■ Se indagará cuál es la función de la respuesta de ansiedad, pues en algunos casos
es posible que la ansiedad constituya una forma adaptativa de responder ante
determinados estímulos ambientales.
■ Este análisis permitirá descubrir que, en muchas ocasiones, no son las respuestas
de ansiedad en sí lo que debe modificarse, sino los estímulos que las nutren o los
reforzadores que las mantienen.
■ Por tanto, no procede establecer una relación lineal entre elevadas respuestas de
ansiedad y empleo de técnicas de relajación o desactivación de la ansiedad.
Relajación muscular progresiva y respiración abdominal

■ Se aplicará en los casos en que se ve útil moderar directamente la


respuesta de ansiedad,
– por ejemplo porque resulta desproporcionadamente alta
considerando los estimulos que la desencadenan (por ejemplo,
ante una situación de mínimo pero posible riesgo o dolor, como
una cirugía menor y sencilla, se genera un miedo tan elevado que
imposibilita la intervención)
– o, porque se dispara ante estímulos que no deberían representar
ninguna amenaza (por ejemplo, ante un viaje a pocos kilómetros
y muy seguro).
1.1. Qué es la relajación muscular
progresiva
■ Jacobson 1924
■ Consiste en indicar al sujeto que tense determinados grupos musculares, que
concentre su atención en esas sensaciones de tensión, que, unos segundos
despues, afloje la tensión y, de nuevo y finalmente, que se fije en las sensaciones.
■ Es decir, se trata de un entrenamiento de discriminación: al tensar previamente y
elevar el umbral de sensación se ayuda al sujeto a discriminar mejor la tensión de la
distensión de ese músculo para, así, relajarlo de forma más clara e intensa.
■ Este proceso favorece que la persona se relaje mientras entrena (tensando y
soltando) los grupos musculares.
Bernstein y Borkovec (1973)
Sesión 1: 16 grupos musculares
• Mano y antebrazo dominante • Cuello y garganta
• Bíceps dominante • Pecho, hombros y parte superior
• Mano y antebrazo no dominante de la espalda
• Bíceps no dominante • Región abdominal o estomacal
• Frente • Muslo dominante
• Parte superior de las mejillas y • Pantorrilla dominante
nariz • Pie dominante
• Parte inferior de las mejillas y • Muslo dominante
mandíbulas • Pantorrilla no dominante
• Pie no dominante
Bernstein y Borkovec (1973)

Sesión 2: 7 grupos Sesión 3: 4 grupos


Mano y brazo dominantes Mano y brazos
Mano y brazo dominantes Cara y cuello
Cara Tórax, hombros, espalda y abdomen
Cuello y garganta Pies y piernas
Tórax, hombros, espalda y abdomen
Pie y pierna dominantes
Pie y pierna no dominantes
Bernstein y Borkovec (1973)

■ Sesión 4 y siguientes: Evocación: Se trata de transferir el


control de la respuesta de relajación a la orden a los
diferentes grupos musculares, sin necesidad de tensarlos
previamente.
■ "Concentra ahora tu atención sobre los brazos. Vas a relajar
los bíceps. Ya. Aflójalos lo más que puedas. Nota la
distensión. Muy bien"
1.2. Variantes
■ Relajación diferencial: Consiste en la aplicación de la tensión únicamente en
aquellos grupos musculares que se encuentran relacionados con una actividad,
manteniendo relajados aquellos que no son necesarios.
■ Relajación condicionada: La relajación muscular progresiva se asocia a una palabra
que el sujeto se dice a sí mismo, con el fin de que esta se condicione y pueda
usarse en situaciones de ansiedad.
■ Relajación pasiva: Aplicación únicamente de los ejercicios de relajación de los
grupos musculares, sin tensión previa. Está indicada para sujetos que no pueden
tensar los músculos por patologías orgánicas.
■ Relajación por evocación: El paciente se entrena en el procedimiento estándar, para
después aprender a relajarse dando la orden a los diferentes grupos musculares,
sin necesidad de tensarlos previamente.
1.3. Desvanecimiento y retirada de las
condiciones del entrenamiento para favorecer la
generalización
1.4. Evaluación de la relajación
■ Evaluar el grado de adquisición de esta destreza.
– Observación del proceso,
– Autoinforme del paciente
– Posible respuesta a determinadas señales
– Cuestionarios elaborados al efecto.
– Biofeedback: EMG, REP (mejor). Problemas de generalización
– Motivación del sujeto para ir poniendo en práctica por su cuenta la técnica de
relajación y realizar los ejercicios varias veces al día,
1.5. Problemas
■ En personas con dificultades particulares, como lesiones concretas, se evitará la
tensión muscular de esas zonas, o será mínima
■ Resultará un método menos aconsejable para personas sin capacidad de
concentración sostenida (por ejemplo, pacientes con demencias, determinadas
formas de esquizofrenia, muy medicados, etc.).
■ La medicación ansiolítica puede representar un problema importante si provoca ya
una relajación muscular que vuelva difícil apreciar el contraste entre tensión y
distensión, y si la toma de la pastilla se concibe como un método siempre mejor
para relajarse que la práctica de la relajación muscular.
■ Distracciones
■ Sensaciones extrañas o molestas: mareo, gravidez, pesadez…
2. La respiración abdominal
■ Más breve que la relajación muscular progresiva
■ Normalmente no lleva aparejado un nivel de relajación tan intenso, pero que puede
resultar muy eficaz como método para disminuir la activación de forma sencilla y
rápida (por esta razón es el método más aconsejable en algunos problemas, por
ejemplo para el tratamiento del trastorno de angustia)
■ La demostrada eficacia de la respiración abdominal para disminuir la ansiedad se
debe a que la ansiedad va asociada muy frecuentemente a la hiperventilación, que
se puede contrarrestar gracias a una respiración más profunda y rítmica.
■ En general, aunque no se esté hiperventilando, respirar de esta manera facilita
rebajar los niveles de activación y encontrarse más tranquilo.
2. La respiración abdominal
■ Respirar abdominalmente consiste en lograr una respiración más profunda implicando a
los músculos del abdomen para que el oxígeno llene más los pulmones y el aire llegue
más profundamente.
■ Supone, una respiración
– más amplia, que alcanza las zonas inferiores del pulmón.
– Regular o rítmica, que debe disminuir de frecuencia progresivamente.
■ Sentado, mano en el estómago y en el pecho
■ Aprox 10 resp/minuto (adecuado) 7 (bueno) 5 (óptimo)
■ Sinus arritmia La inspiración aumenta la frecuencia cardíaca al disminuir el tono vagal,
durante la espiración se restablece el tono vagal, lo que lleva a una disminución de la
frecuencia cardíaca.
■ El paciente con un trastorno de angustia pueda reproducir esta forma de respirar ante
los primeros síntomas de la crisis de pánico y, así, detener su escalada hasta cierto
punto, o que lo realice de forma preventiva, programándose varias veces al día esta
practica a fin de mantener una activación baja.
3. Desensibilización sistemática
■ La Desensibilización Sistemática está considerada como la primera técnica de
modificación de conducta diseñada para el tratamiento de un trastorno psicol
ógico.
■ Su desarrollo en los años cincuenta por parte de Joseph Wolpe puede
tenerse por ejemplar en el proceso de elaboración de técnicas que siguió
luego la modificación de conducta:
– Fundamentado en investigaciones de la Psicología básica, en particular
en principios de aprendizaje;
– Derivación de su aplicación al ámbito psicopatológico o problemas de
comportamiento más generales;
– Concreción muy estricta (y protocolizada) del procedimiento para su
aplicación;
– Finalmente, su comprobación empírica en múltiples muestras de sujetos..
3. Desensibilización sistemática
■ Esta estrecha asociación entre investigación y práctica clínica es el ideal
de la modificación de conducta y la razón por la que con sus técnicas se
hayan obtenido tan buenos resultados en contextos tan distintos y hayan
acabado por conformar los tratamientos de elección ante muchos de los
problemas en que intervienen los psicólogos.
■ La Desensibilización Sistemática, aunque se usa menos en la practica
clínica que los métodos de exposición, sigue resultando igual de eficaz,
en particular para las fobias especificas (como el miedo a los animales, a
intervenciones dolorosas, a volar, a situaciones de temor a la evaluación
académica pese a dominarse la materia, y, en general, en todas aquellas
en que resulta difícil jerarquizar una exposición en vivo), y en otros
trastornos en que plantear de entrada un contacto directo con lo temido
resulta intolerable para el sujeto.
Desensibilización Sistemática
■ Es un procedimiento para disminuir las respuestas de
ansiedad condicionadas ante determinados estímulos:
■ El sujeto se expone (en imaginación) de manera muy
progresiva -y jerarquizada de menos a más - a los estímulos
que desencadenan ansiedad, al tiempo que emite una
respuesta incompatible con la ansiedad (por ejemplo, la de
relajación);
■ De esta forma, se produce un nuevo condicionamiento
según el cual los estímulos antes aversivos pierden su
carácter ansiógeno y la persona gana control para
enfrentarse realmente a las situaciones temidas.
■ Wolpe desarrolló la DS a partir de los estudios sobre las neurosis
experimentales en animales y concluyó que el proceso de aprendizaje
que podría servir para eliminar esas reacciones era la inhibición recí
proca (incompatibilidad de actuación simultánea del sistema nervioso
simpático y del parasimpático)
■ Wolpe barajó y usó varias respuestas incompatibles con la ansiedad,
como la relajación, las conductas de tipo asertivo, la excitación sexual
o conductas apetitivas con alimentos, pero en su procedimiento está
ndar se decantó por la primera por su manejabilidad y versatilidad.
■ Esta respuesta de relajación la procuraba por medio de un
entrenamiento muy abreviado de la relajación muscular progresiva de
Jacobson, por eso el aprendizaje de la relajación sigue siendo un
requisito para la puesta en práctica de la DS.
■ Hoy en día existen distintas teorías para explicar los efectos
positivos y la eficacia de la DS.
■ Con una alta probabilidad, la mejoría no proviene - como
creía Wolpe - de la inhibición recíproca, pues el sistema
nervioso simpático y parasimpático no funcionan de forma
tan incompatible como en su época se creía.
■ En realidad, los procesos de habituación, de pérdida de
sensibilización y, fundamentalmente, de extinción que se
dan por la repetida aplicación de la técnica explican mejor
sus resultados.
3.1 Proceso de aplicación de la
Desensibilización Sistemática
■ a) aprendizaje de un método de relajación
■ b) Elaboración de la jerarquía
■ c) Pruebas previas de calidad de la imaginación y de
respuesta emocional a la imaginación
■ d) aplicación de la secuencia de DS.
a) aprendizaje de un método de relajación
■ La aplicación de la DS se inicia con el aprendizaje de alguna técnica
que proporcione un estado incompatible con la ansiedad.
■ En el caso de los adultos, en general, se recomienda el empleo de
una técnica de relajación con la que el sujeto se sienta a gusto y se
desenvuelva bien
■ Tradicionalmente, la relajación muscular progresiva de Jacobson ha
sido la más empleada, pero si el sujeto consigue una buena relajación
con la respiración diafragmática, el Entrenamiento Autógeno de
Schultz, imágenes emotivas, etc., estos métodos también pueden
aplicarse.
■ La respuesta de relajación se juzgaba crucial porque era el medio de
contrarrestar la fuerza de la respuesta de ansiedad.
■ Sin embargo, hoy en día se cuestiona esta teoría y se han propuesto
otras hipótesis según las cuales la relajación es útil no tanto porque
favorezca esa competición entre sistemas sino porque facilita que el
sujeto siga en contacto con los estímulos aversivos sin dar una
respuesta de escape o evitación.
■ Por tanto, la calidad o intensidad de la respuesta de relajación
importa menos que el que proporcione seguridad a la persona para
continuar imaginando los estímulos ansiógenos
b) Elaboración de la jerarquía
■ Mientras aprende la relajación en sesión y practica en casa, el terapeuta
seleccionará - junto con el sujeto - una lista de las situaciones vinculadas a su fobia
y las ordenará en función del temor que le generen, de forma que las primeras sean
las que menos ansiedad le produzcan y las superiores las que más.
■ Se debe elaborar una jerarquía por cada situación problema (por cada fobia o
temor).
■ Una forma práctica de hacerlo consiste en entregar al paciente varias fichas en
blanco (entre quince y veinticinco) para que describa en ellas con el mayor detalle
posible situaciones que cubran una gama amplia de ansiedad (casi nula, muy poca,
poca, mediana, alta, muy alta, máxima).
■ Debe trabajarse con situaciones realistas, aunque no todas las haya experimentado
efectivamente el sujeto.
■ Las jerarquías que se elaboran así deben ser idiosincrásicas o particulares para
cada paciente, aunque su fobia sea muy típica, pues las diferencias individuales
deben considerarse con atención en la DS.
■ Con frecuencia estas jerarquías
– son temáticas (por ejemplo, para el temor de tomar un medio de transporte
puede estar constituida por ítems como: subirse a un autobús, subirse a un
taxi, ir en el metro, ir en un tren de alta velocidad, ir en un avión, ir en un
barco, etc.),
– o bien espaciotemporales, esto es, graduadas en función de la distancia
espacial o temporal con la situación temida (por ejemplo, días que faltan antes
de un viaje en avión; o distancia física de un animal temido).
– Pueden combinarse ambos tipos de jerarquías (temáticas y espacio-
temporales),
– En ningún caso conviene que tengan menos de 15 ítems o bastantes más de
20.
c) Pruebas previas de calidad de la imaginación
y de respuesta emocional a la imaginación
■ Una vez escritas con el suficiente detalle para que sean fácilmente evocadas en la
imaginación, resulta más sencillo ordenar estas fichas y ponderarlas.
■ Para ello, se emplea una escala de 0 a 100, y en la que, en un principio, es
oportuno puntuar de 10 en 10 (esto es, valorar las fichas con 10, 20, 30...) y luego
poner otras intermedias de 5 puntos (esto es, 15, 25, 35...). Estas unidades para la
ponderación del nivel de ansiedad o malestar, que también ideara Wolpe, se
denominan Unidades Subjetivas de Ansiedad (USAs) y sirven primero para organizar
correctamente la jerarquía y, posteriormente, para valorar el avance de la DS.
■ Una forma de facilitar el proceso de ponderación de las situaciones descritas en las
fichas consiste en empezar por los extremos; esto es, poner primero la ficha que
tiene 5 o 10 de USA, luego la que llegaría a 95 o 100, y luego las intermedias: 50,
25, 75, y seguir situando el resto a partir de las primeras valoradas, pudiendo
reajustarlas en cualquier momento, naturalmente.
c) Pruebas previas de calidad de la imaginación
y de respuesta emocional a la imaginación
■ A continuación, se llevará a cabo una prueba de imaginación.
– Resulta ineludible para comprobar que la persona es capaz de
imaginar con claridad la situación temida o si responde o no no
emocionalmente ante su evocación.
– Esto no quiere decir que, en la situación real, no sufra una
respuesta de ansiedad intensa, sino solo que carece de una
imaginación lo bastante viva como para figurarse esa situación.
c) Pruebas previas de calidad de la imaginación
y de respuesta emocional a la imaginación
■ La práctica en imaginación consiste en indicar a la persona que se relaje e imagine
vivamente lo que se le va a proponer.
■ Se le describirá una situación neutra (sin relación ninguna con la situación de
ansiedad), por ejemplo que evoque un lugar donde estuvo hace unos días. Cuando
lo recuerde con nitidez, debe indicarlo levantando el dedo índice de la mano. Se le
preguntará por algún detalle para comprobar la calidad del recuerdo.
■ A continuación se escoge una de las fichas de la jerarquía que haya sido valorada
como muy ansiógena (80 USAs o más) y se le leerá. De nuevo, la persona debe
anunciar que ya la imagina levantando el dedo.
■ Inmediatamente, se le preguntará si le produce ansiedad,
– Si es así y el sujeto responde claramente con ansiedad, la DS es un método
idóneo para su tratamiento.
– Por el contrario, si a pesar de imaginarla adecuadamente no le afecta
emocionalmente, no se seguirá con el último paso de la DS, aunque tanto el
entrenamiento en relajación como la jerarquía valgan para el tratamiento con
otro procedimiento (otro tipo de exposición).
d) Aplicación de la secuencia de Des Sist
■ Se continuará con la aplicación de la DS por medio de una secuencia que debe seguirse sin
alteraciones.
■ Esta secuencia se lleva a cabo en sesión y no debe prolongarse más allá de 20-25 minutos por
la dificultad que supone mantener más tiempo la atención en las imágenes descritas.
■ La secuencia se inicia pidiendo a la persona que se relaje y que procure imaginar con la mayor
nitidez posible lo que se describe; es más: debe verse actuando en la escena, participando, y
no como un mero observador.
■ Una vez ya relajado, se toma la primera ficha y se lee despacio. Se pregunta a la persona si ya
la visualiza con claridad y, si es así, que lo indique levantando el dedo índice de la mano. La
escena se mantiene entonces unos 15-20 segundos más. A continuación se le pregunta si le
genera ansiedad y que lo señale de nuevo levantando el dedo.
■ Si no lo levanta - y, por tanto, esa escena no le produce ansiedad - se vuelve a leer nuevamente
la misma ficha y se repite el proceso durante un tiempo algo mayor (30-40 segundos). Si la
imagina claramente y sigue sin sentir ansiedad, se pasa a la siguiente de la jerarquía y se
continúa así con la secuencia, pero entre escena y escena, el sujeto debe centrarse de nuevo
en la relajación al menos unos 40 segundos.
■ No importa que un ítem se presente más de dos veces, en especial si existe alguna duda
respecto a que el sujeto presente aún algo de ansiedad, aunque sea leve. Por todo ello,
habitualmente no se pasa más de 3 o 4 fichas en cada sesión de Desensibilización.
■ Justo en el momento en que la persona señala que tiene ansiedad ante una escena, se
retira inmediatamente la escena y se le dice: "deja de imaginarlo y céntrate en relajarte".
■ Se espera un minuto y, una vez pasado, se vuelve a leer la misma escena.
■ Si de nuevo la persona manifiesta sentir ansiedad, otra vez se le indica que deje de
imaginar y que se relaje.
■ Se vuelve entonces a leer la ficha anterior, que ya había pasado sin ansiedad. Tras
superar de nuevo sin ansiedad la anterior, se vuelve a leer la ficha superior (que había
producido la respuesta de ansiedad) y, en caso de que reaparezca la ansiedad, se le
indica que deje de imaginar, se le da un tiempo más prolongado para que se relaje
intensamente y se interrumpe el procedimiento por ese día.
■ Por tanto, en la DS, si al imaginar una escena, a pesar de estar previamente relajado, por
dos veces aparece la ansiedad, se detiene el procedimiento y se rehace la jerarquía
incluyendo una escena menos ansiógena que la no superada
■ Por ello se emplea una escala con intervalos de 10 o 5 USAs, de forma que, si nos
ocurre esto, puedan redactarse otras escenas con puntos intermedios.
– Esto es, si el sujeto había pasado sin ansiedad una escena con 25 USAs y
ahora al imaginar la de 30 experimenta ansiedad (por dos veces), hay que
redactar otra nueva que tenga unos 27 o 28 USAs. Por el contrario, si imagina
con la suficiente viveza dos o tres veces una escena y ya no aparece ninguna
ansiedad (o muy baja), se estima que se ha desensibilizado ante ella.
■ Cuando comience la siguiente sesión se hará por un ítem que ya fuera superado,
pero que se repite antes de seguir la secuencia.
■ En este procedimiento resulta clave avanzar en la jerarquía únicamente cuando hay
seguridad de que los ítems ya no levantan respuestas de ansiedad, pues de lo
contrario podría producirse un efecto contraproducente: una sensibilización a esas
situaciones.
■ En resumen: al imaginar esas escenas la ansiedad tiene que ser inexistente o muy
leve y siempre manejable. La superación no debe obedecer a una incompleta
imaginación de la escena, sino a continuar relajado a pesar de visualizarla.
■ Mientras sigue el proceso de Desensibilización es importante que el sujeto no
haga ninguna prueba de exposición en vivo; debe primero finalizar toda la
jerarquía sin tener respuestas de ansiedad.
■ Luego, una vez terminada y consolidada esa Desensibilización a las imágenes
imaginadas, llega el momento de hacer un proceso de exposición en vivo que,
en cualquier caso, no estará completamente libre de ansiedad, aunque sí en
un nivel manejable que permitirá un afrontamiento exitoso.
■ El refuerzo positivo por enfrentarse en la realidad a las secuencias antes
temidas sostendrá el aprendizaje adquirido.
■ Durante la secuencia, cuando el terapeuta esté leyendo las tarjetas
– Se ceñirá a su contenido, sin añadir nuevos detalles,
– Observará bien al paciente para detectar sus respuestas de ansiedad y, si
estas se presentan, dará siempre una respuesta neutra (no de
contrariedad si aparece la ansiedad o de satisfacción si no es así), dirá
únicamente: "imagina", "relájate", "deja de imaginar", etc.
3.2. Variantes en la Desensibilización

■ Lo descrito en el apartado anterior corresponde al procedimiento original y estándar


de la DS. Pero, además de esta modalidad, se han desarrollado algunas variantes
que facilitan su aplicación a distintos contextos y que son recomendables ante
determinados problemas.
■ a) Desensibilización en vivo
■ b) Desensibilización en grupo
■ c) Desensibilización a través de realidad virtual
■ d) Desensibilización como técnica de control.

a) Desensibilización en vivo

■ En personas a las que les resulta difícil evocar con nitidez o


reaccionar emocionalmente a estímulos meramente imaginarios
resulta pertinente decantarse por la Desensibilización en vivo.
■ En la Desensibilización en vivo las situaciones o estímulos se
presentan realmente, es decir, en vivo.
■ Se diferencia de la DS, en donde la presentación de los estímulos es
siempre imaginaria
■ En la D en vico, no necesariamente se trabaja con la respuesta de
relajación de forma semejante a la DS.
a) Desensibilización en vivo
■ Se construye y puntúa la jerarquía de forma semejante a la de la DS, pero estará
formada por situaciones reales
– que se traerán a la consulta
– o se irá en persona allí donde se pueden vivir las situaciones. (Para las situaciones
externas, el tearapeuta -o alguien entrenado por él- estarán presentes para dar las
instrucciones.)
■ Como se trata de una secuencia de Desensibilización (y no tanto una exposición) las
exposiciones no serán prolongadas y se comenzará con niveles muy bajos de ansiedad.
■ La clave es siempre que el sujeto permanezca tranquilo para que no llegue a
experimentar respuestas de ansiedad inmanejables.
■ Como inconvenientes de esta modalidad puede apuntarse la dificultad para encontrar
unas situaciones en vivo tan precisas como las que se pueden describir
imaginariamente o la mayor dificultad para tener controlada la situación en un escenario
con estímulos reales.
■ La Desensibilización en vivo se ha aplicado de forma muy exitosa en problemas como
las disfunciones sexuales, en programas diseñados de acuerdo con los conocidos
tratamientos de Master y Johnson.
b) Desensibilización en grupo
■ Se aplica a un grupo de personas (normalmente no más de seis) que sufren una
fobia o un temor semejante,
■ De esta forma, se economizan tiempos y dinero en la intervención.
■ Se construyen jerarquías que reúnen elementos comunes para todos los miembros
del grupo, se aprende simultáneamente el procedimiento de relajación y se
presentan a todos las escenas siguiendo la secuencia común
■ El ritmo tendrá que acomodarse al de la persona que vaya más lenta, pues no
deben darse respuestas de ansiedad.
■ En este tipo de aplicación, el procedimiento no podrá ser tan minucioso ni tan fácil
de controlar como en una implementación individual, pero para problemas como la
fobia a los aviones, en que las personas presentan notables similitudes, puede ser
una buena alternativa.
c) Desensibilización a través de realidad virtual
■ La realidad virtual es una tecnología aún en desarrollo, aunque un
conjunto de resultados ya publicados la convierten en una opción
aconsejable para problemas como las fobias a animales o la
agorafobia.
■ En rigor, esta modalidad supondría una situación intermedia entre la
DS y la Desensibilización en vivo pues, aunque los estímulos que
emplea no son reales, tampoco son imaginados.
■ Según ha demostrado la investigación, si bien la calidad de la imagen
y su realismo pueden ser un elemento facilitador, para su eficacia
clínica por encima de todo el sujeto ha de experimentar una
sensación inmersiva; esto es, que se viva participando dentro de la
escena reconstruida con el aparato.
d) Desensibilización como técnica de control
■ Es una modalidad algo diferente, ya que no se acomoda al principio
de trabajar siempre con niveles bajos de ansiedad y retirar las
escenas en cuanto aparecen las respuesta de ansiedad.
■ Se siguen los primeros pasos de la DS (aprendizaje de la relajación,
elaboración de jerarquía, secuencia de lectura de las imágenes
ansiógenas) pero, cuando se describe la escena, si el paciente
anuncia que siente ansiedad, se le pide que mantenga la
visualización e, intensificando la relajación, trate de contrarrestar esa
ansiedad hasta hacerla desaparecer.
■ Dado el carácter activo de esta modalidad, se puede tener más por
una técnica de afrontamiento (o coping) que de Desensibilización
propiamente dicha.
MIEDO A LA ARAÑAS (Ejemplo de jerarquía)
■ 1. Pensar en una araña
■ 2. Mirar un dibujo de una araña hecha por un niño
■ 3. Mirar un dibujo muy detallado de una araña
■ 4. Mirar una foto de una araña
■ 5. Mirar una tela de araña vacía

■ 6. Tocar una tela de araña vacía


■ 7. Mirar una araña en una caja
■ 8. Coger una caja con una araña
■ 9. Mirar una araña real mientras atraviesa una habitación, desde un extremo
■ 10. Mirar una araña real desde el centro de la habitación
■ 11. Mirar una araña real que se acerca

■ 12. Dejar que una araña suba por algún objeto que tienes agarrado
MIEDO A INTERVENIR EN CLASE
■ 1. En casa, la noche antes de ir a clase
■ 2. En el autobús hacia el colegio antes de clase
■ 3. Caminando hacia tu clase
■ 4. Entrando en clase y caminando hacia mi pupitre
■ 5. Mirando a la gente que hay alrededor
■ 6. Caminar y decir “hola” a alguien de la clase
■ 7. Te sientas en la primera fila
■ 8. Te sientas en la última fila
■ 9. Asientes ante un comentario que el profesor ha hecho en clase
■ 10. Haces una pregunta desde la primera fila de la clase
■ 11. Haces una pregunta desde la última fila de la clase, todos te miran
■ 12. Contestas una pregunta corta desde la primera fila
■ 13. Contestas una pregunta corta desde la última fila
■ 14. Contestando a una pregunta larga
■ 15. Haces un comentario sobre una idea que se ha expuesto en clase
■ Tema 3: Técnicas para reducir la activación.
■ 1. Relajación muscular progresiva
– 1.1. Qué es la relajación muscular progresiva
– 1.2. Variantes
– 1.3. Desvanecimiento y retirada de las condiciones del entrenamiento para favorecer la
generalización
– 1.4. Evaluación
– 1.5. Problemas
■ 2. Respiración abdominal
■ 3. Desensibilización sistemática
– 3.1 Proceso de aplicación de la Desensibilización Sistemática
• a) aprendizaje de un método de relajación
• b) Elaboración de la jerarquía
• c) Pruebas previas de calidad de la imaginación y de respuesta emocional a la
imaginación
• d) aplicación de la secuencia de DS.
– 3.2. Variantes de la Desensibilización sistemática
• a) Desensibilización en vivo
• b) Desensibilización en grupo
• c) Desensibilización a través de realidad virtual
• d) Desensibilización como técnica de control.

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