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Guarini, Carmen - Baldosas Contra El Olvido, Las Practicas de La Memoria y Su Construccion Audiovisual

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Revista Chilena de Antropología Visual - número 15 - Santiago, Agosto 2010 - 126/144 pp.- ISSN 0718-876x. Rev. chil. antropol.

vis.

Baldosas contra el olvido: las prácticas de la memoria y su construcción


audiovisual1.

Carmen Guarini2

Resumen
Partiendo de la propuesta de MacDougall de analizar qué aspectos de la cultura no-
visibles, pueden ser accesibles a un abordaje donde lo visible se transforme en un
camino hacia lo no-visible, este artículo se propone dar cuenta de una estrategia de
investigación fílmica que se aleja de la metodología clásica. En el marco de una
investigación sobre Imagen y Memoria se analiza la producción de las “baldosas por la
memoria” existentes en algunas veredas de Buenos Aires, como un fenómeno en torno
al cual reflexionar desde un taller de cine dictado en el 2008. El proceso del taller y sus
resultados, sirvieron para explorar por un lado los procesos que llevan a la
estructuración de la mirada a partir de una “investigación fílmica tercerizada” y por otro
acerca de los aspectos performativos del tema tratado.

Palabras claves: imagen, memoria, performatividad, investigación fílmica.

Tiles against oblivion: memory practices and visual construction.

Abstract
Based on the idea of MacDougall to analyze what non-visible cultural’s aspects, can be
accessible where the visible becomes a road to the non-visible, this article proposes to
give an account of a filmic research strategy that away from the classical methodology.
As part of an investigation on Image and Memory I analyze the production of "tiles
from memory" exists in some roads in Buenos Aires, a phenomenon around which
reflect from filmic workshop given in 2008. The workshop’s process and its results
were used to explore first the processes that lead to the construction of the gaze based in
a "outsourced filmic research” and second, about the performative aspects of the issue.

Keywords: Image, memory, performativity, filmic research.

1
Una primera versión de este artículo fue presentada en las V JORNADAS DE INVESTIGACIÓN en
ANTROPOLOGIA SOCIAL – UBA, Noviembre, 2008.
2
Investigadora CONICET / Docente Universidad de Buenos Aires. cguarini@filo.uba.ar

1
1. Introducción

Hace largo tiempo que se viene discutiendo el carácter científico de una investigación
audiovisual, o lo que podría ser dicho de otro modo, la rigurosidad de conocimiento que
posibilita el uso de técnicas audiovisuales para la investigación. Cuando hablamos de
“técnicas audiovisuales” estamos hablando no sólo de los procedimientos técnico-
materiales para el registro audiovisual sino en la forma en que estos son implementados
y sus consecuencias a nivel epistemológico. Esto significa que no sólo se habla de una
“herramienta” y/o “técnica” de investigación, sino de la serie de conceptos que deben
orientar la utilización de ambas. Es decir, nos encontramos hablando de un marco
teórico propio de la Antropología Visual (AV) que ha demostrado sus posibilidades, sus
ventajas y desde luego sus aportes a la construcción de conocimiento sobre el mundo
social.

En un artículo relativamente reciente David MacDougall (2005) retoma viejas


discusiones y propone revisar algunos conceptos que permitirían redimensionar sus
objetos de estudio en este campo de investigación. Partiendo de cuestionar el famoso
trabajo “Principles of Visual anthropology” se permite concluir que aquella obra en
cierta forma inaugural, no aclaraba ningún “principio”.

Resume rápidamente los principios y presupuestos más comunes que ese libro
sustentaba y que recorrieron durante cierto periodo nuestra disciplina, constituyendo los
primeros intentos de construir una teoría de la Antropología Visual: 1) el incipiente
campo es concebido a imagen del film etnográfico de la época; 2) la AV es pensada
como un mero instrumento al interior de las practicas antropológicas ya existentes; 3)
los films deben ser realistas e “instrumentales” y tienen que tener un carácter
informativo o didáctico (para enseñanza sobre los terrenos de investigación
antropológica); 4) se debe filmar para “recolectar” datos; 5) el trabajo antropológico se
hace después en el análisis de lo filmado o son ilustraciones de corrientes
antropológicas ya existentes (defendían esto Margaret Mead, Dominique Lajoux,
Timoty Asch; Rouch y Mark MacCarty tenían propuestas diferentes); 6) filmar sirve
como diario de campo o para dar clases (ilustrar). Casi todos estos presupuestos
resumen así una tendencia prioritariamente didáctica.

El énfasis en los procedimientos aceptados de recolección de datos, hipótesis y pruebas


proveía la manera más segura de demostrar que la AV también podía ser una ciencia
social rigurosa aunque se podía ver, ella exigía nuevos conceptos (MacDougall, 2005:
23). De este modo y como afirma con acierto el mismo autor, la AV era (y aun lo es)
vista en general no como una nueva contribución para la antropología sino como un
modo diferente de comunicar intereses ya definidos por la antropología escrita. Una
suerte de representación pictórica del conocimiento antropológico.

Por tal razón, plantea en este texto, si se desean desarrollar “Nuevos principios” lo que
debemos hacer es construirlos en torno a estrategias que exploren dimensiones de la
vida social diferentes de las ya definidas en términos verbales o cuantitativos.

MacDougall propone analizar entonces qué aspectos de la cultura no-visibles, pueden


ser accesibles a un abordaje diferente, donde lo visible se transforme en un camino
hacia lo no-visible. Sin formularlo en estos términos, pero en esta misma dirección, yo
he estado trabajando todos estos años en relación a los temas de construcción de

2
Memoria y de Olvido. Precisamente interesada en analizar la forma en que desde las
prácticas sociales visibles podríamos llegar a comprender los significados no-visibles,
presentes en los procesos que materializaban dichas prácticas. (Ver por ej. “El diablo
entre las flores”, 2003 o “Meykinof”, 2006; ver también Guarini, 2006)

Salir de la verbalización, observar los procesos, implica no sólo repensar los objetos de
una investigación desde lo audiovisual sino sus resultados, ya que como MacDougall
sugiere muchos siguen pensando/trabajando las imágenes como si fueran una serie de
proposiciones verbales sin tener en cuenta que: “Como ya lo demostró Deleuze el film
es una forma paralingüística. Antes de un film la imagen no es nada, es presencia
física. No es conocimiento, no es enunciación, no es traducción, no es un código” (ibid:
24).

Sin duda nuestra disciplina, y a pesar de los esfuerzos de muchos investigadores, sigue
estando teñida por encuadres teóricos positivistas y formas realistas e ideologizadas del
relato que abarcan no sólo lo que se explora sino la forma en que se da cuenta de ello.
Tal vez más que por defecto, por exceso; es decir por temor a caer fuera del terreno de
cientificidad reconocible.

Tanto desde los aspectos investigativos como de presentación de resultados, lo


audiovisual en las ciencias sociales persigue una formulación que va a contrapelo de su
propia especificidad. Muchos han debatido todo esto, pero todavía no se avalan sus
resultados. Y desde mi perspectiva, ellos están (o una parte de esos resultados) en la
tensión que emerge entre la exploración del mundo y la construcción de imagen.

Comparto con MacDougall en que “La AV debe buscar formas de construcción de


conocimiento por fuera de las áreas legitimadas, lo que implica un cambio en el
contenido de ese conocimiento” (ibid: 27). También agrega que se deben reconocer los
dominios o terrenos conceptuales apropiados para la AV, por ejemplo en áreas donde la
antropología escrita se aproximó con cierta dificultad.

MacDougall propone así hablar de una “Antropología Visual Reconceptualizada”,


destacando tres principios posibles a seguir: a) utilizar las distintas estructuras
expresivas del medio audiovisual en contraposición con aquellas originadas en la prosa
expositiva; b) desarrollar formas de conocimiento antropológico que no dependan de los
principios de la metodología científica validada y c) explorar las áreas de la experiencia
social en la que el medio audiovisual demuestre determinada afinidad expresiva, como
la topográfica, la temporal, la corporal, la personal (ibid:27).

El primer principio me lleva a pensar que el trabajo audiovisual nos ha acercado en


ocasiones muy cerca del campo de la teoría del cine. Esta ha brindado numerosos
conceptos que fueron y son aprovechados para resolver aspectos que no pueden ser
abordados desde la teoría antropológica (algunos ejemplos podrían ser los conceptos de
“escena”, “profilmia”, “plano secuencia”, etc.) y que se han visto particularmente útiles
en nuestra practica fílmica.

El segundo principio se plantea como un verdadero desafío epistemológico. En cuanto


al tercer enunciado consistente en la identificación de los dominios conceptuales o
campos de acción que sean particularmente apropiados para la AV, si bien MacDougall
plantea que no se trata de delimitar áreas de trabajo exclusivas, desde mi punto de vista

3
se corre el peligro de relegar la AV a terrenos diferenciados. Cuando en realidad creo
que es necesario comprender que aun dentro de los mismos dominios conceptuales
formulados por la antropología clásica existen espacios o intersticios que sólo pueden
ser explorados desde la AV o que también pueden serlo.

El tema del presente trabajo se encuentra enmarcado por estas reflexiones previas y se
trata de una nueva investigación elaborada en torno a una metodología que involucra un
conjunto de actores como parte de la misma investigación.

Interesada en el creciente proceso de memorialización que se está dando en la sociedad


argentina en estos últimos años, comencé a trabajar en los procesos de producción de
una serie de “marcas” que continúan dando cuenta de procesos de construcción de
Memoria en nuestra sociedad con el propósito de producir “marcas sociales”. Estas
marcas cobran diferentes formas: los emergentes Museos de la Memoria, placas,
monumentos, nominaciones de lugares, son algunas de ellas. La visibilidad de estas
marcas en algunos casos permite la intervención de los registros audiovisuales (video,
fotografía) que fijan así tanto los resultados como las prácticas políticas y sociales
concretas que los producen.

¿En qué forma vincular esto con los postulados de Mac Dougall? Desde la antropología
social y la sociología se viene investigando en nuestro país estos procesos de memoria y
de memorialización en forma intensiva. Por mi lado vengo abordando este mismo
espacio desde la AV desde hace ya bastantes años, interesada no en la ilustración de
tales procesos sino en la manera en que desde nuestro campo podemos profundizar
algunos aspectos del conocimiento de los mismos, difícilmente abarcables por otros
recursos analíticos. Así, parte de estos resultados fueron sucesivamente plasmados en
algunas películas (La voz de los pañuelos, 1992; Jaime de Nevares, último viaje, 1995;
H.I.J.O.S. el alma en dos, 2002) y en algunos análisis escritos (Guarini, 2003, 2006).

Con la idea de seguir explorando estos caminos postulados por MacDougall, he


intentado indagar en nuevas formas teorico-metodológicas de aproximación de lo que
denomino el “objeto fílmico-antropológico”, en este caso los procesos de producción de
las “baldosas por la memoria” y sus actores (grupos de memoria), para lo cual la
circunstancia del dictado de un Taller de cine me ha servido como base.

Comienzo entonces por abordar el análisis del fenómeno de las “baldosas por la
memoria” existentes en algunas veredas de Buenos Aires, como un fenómeno en torno
al cual reflexionar desde un taller de cine que dicté durante los meses de julio y agosto
de 2008. Este proceso de enseñanza-aprendizaje y sus resultados, me sirvieron para
comenzar a analizar por un lado los procesos que llevan a la estructuración de la mirada
a partir de una “investigación fílmica tercerizada” y por otro acerca de los aspectos
performativos del tema tratado.

Muy modestamente estos resultados provisorios creo que abrevan y al mismo tiempo
contribuyen en la dirección de las propuestas de MacDougall.

2. Una investigación fílmica “tercerizada”

Dado los límites de tiempo del taller “Dos Continentes” (un curso de dos meses
organizado por el Observatorio de cine en Buenos Aires) creí oportuno que los

4
participantes trabajaran sobre temas que pudieran despertar su interés y al mismo
tiempo proveerles cierto conocimiento sobre aspectos de nuestra sociedad con los
cuales, en tanto extranjeros, no estaban familiarizados. Decidí entonces darles un
aspecto de mi tema de investigación concreto: la fabricación de las baldosas por la
memoria.

Se conformaron dos equipos de cuatro personas cada uno y la primera etapa estuvo
compuesta por lecturas sobre el tema Memoria en simultaneo con el inicio de un trabajo
de “terreno” que comenzaba en los weblogs que algunos grupos de “emprendedores de
memoria” (Jelin y Langland; 2003) desarrollaron en Internet. Yo misma les acerqué las
primeras informaciones consistentes en anuncios, historia de los grupos e incluso planos
barriales con la ubicación de las baldosas en la ciudad de Buenos Aires (Ver
http://memorialmagro.blogspot.com/)

1. Mapa de la ubicación de las baldosas en distintos barrios de Buenos Aires

Además junto con mi ayudante en el taller3, les propusimos la escritura de un diario


grupal de la experiencia (se trataba de un grupo de alumnos extranjeros en su mayoría)
a través de un blog que creamos a tal fin.

El primer post de este blog decía: http://www.doscontinentes2008.blogspot.com/

Sábado 12 de julio de 2008

3
El cineasta Christoph Behl.

5
El asunto es la memoria…

Primeras reacciones sobre el taller de cine.


En viaje, tomando distancia de la semana transcurrida, todo ocurrió a gran
velocidad. Planteo de una propuesta para explorar y filmar, sumarse a la
partida, sumergir al grupo en una perspectiva temática nueva. Mostrarles mi
idea sobre el asunto.
Reacciones: desconcierto, asombro, dudas, inseguridad, y de pronto algunas
cosas comienzan a darse. El grupo comenzó a andar… Todavía las propuestas
son frágiles, primeros pasos, pero se van animando a ver, a preguntar, a filmar.
Todavía son balbuceos pero lo que importa es comprender un proceso. Los
resultados vendrán con el tiempo. Pienso en la frase de Candau: "una
sociedad esta mas unida por sus olvidos que por sus recuerdos". Cómo poner
esto en escena? (CG).

Lo primero que apareció fue el impacto que la temática produjo en estas personas que
tenían experiencias muy diversas en el campo audiovisual y nula sobre el tema
propuesto. Pudimos ir observando tanto a través del blog, como de las discusiones en
clase, la manera en que esta propuesta se fue convirtiendo en una experiencia que
transformó su forma de ver tanto la ciudad como nuestra sociedad y su lugar mismo en
tanto productores de imágenes.

La situación así planteada, me fue ubicando frente a una experiencia nueva para mí: una
mirada y un registro de los actores sociales, sus prácticas y sus discursos que me
llegaban en forma indirecta. Se establecía un doble recorte y una reelaboración del
“objeto fílmico” en forma colectiva. Se fueron discutiendo conceptos y estrategias de
registro que llevarían al resultado final de dos cortos documentales.

En el blog ellos iban revelando elementos de sus miradas individuales y de las


discusiones que entre ellos mismos se iban dando. Aparecían, cual cuaderno de notas,
sus temores, sus experiencias, equivocaciones y conflictos en las nuevas relaciones que
iban construyendo. Aparecieron las fotos, las reflexiones y hasta momentos de gran
hilaridad y desparpajo que daban cuenta de la alegría que también les iba produciendo
el ir descubriendo capa a capa el tema y sus protagonistas.

Los primeros posts daban cuenta de cierta perplejidad y angustia:

En un principio, cuando me enteré del tema sobre el que teníamos que


investigar la idea me encantó, ya que yo desde España, lo que más ganas
tenia de tratar y de lo que siempre más he oído hablar allí es de las famosas
“Madres de Mayo”… en fin ese tema y el del cacerolazo son de los que más
hablamos nosotros por aquellos barrios de este país.
En cuanto me enteré me puse a mandar mensajes a mis amigos contándoselo
y bueno, estaba muy entusiasmada… pero con los días, o me atrevería a decir
que el segundo día del taller de realización me entró el miedo, me sentí muy
perdida, el tema era mucho más amplio de lo que pensaba y mi cabeza no
daba abasto, se me hacía muy grande, ese era (o sigue siendo) mi
problema(Fany).

Es curioso porque al hablar de memoria yo pensé más en la capacidad de


recuperar la información acumulada en la sinapsis de las células, y esas cosas.
Y busqué por ahí (Angeles).

Si la memoria colectiva está formada por un montón de minimemorias


personales, ¿cuántas tienes que conocer para poder pintar por lo menos un

6
esquema? Estoy recopilando algunas de esas historias, cómo vivieron
diferentes personas los hechos. Las historias no tienen nada que ver y las
conclusiones que ellos extraen tampoco. ¿Qué queremos recordar? ¿A las
personas? ¿Los hechos? Lo que hicieron? ¿Lo que querían hacer? ¿Lo que no
lograron hacer? ¿Lo que les hicieron a ellos? Me está costando mucho
entender a este país (Angeles).

A veces me parece que no sea posible pensar de hablar de memoria. No existe


sola, la memoria no puede existir si no en el presente, en el “ahora”; un objeto
no contiene en su propia materialidad alguna memoria porque esta sólo vive en
los movimientos espontáneos del pensamiento (Sara).

O también reflexiones del ayudante del taller:

O sea el olvido está siempre conectado con el recuerdo. Por lo menos


deberíamos recordar que estamos olvidando algo. Será eso lo que es tan
doloroso en este país. La falta de memoria, pero si la existencia de un recuerdo
que nos hace sentir que estamos olvidando.
Pregunta: ¿Puede existir un olvido social voluntario?
Pregunta: ¿La construcción de las placas es “hacer memoria” o “un recuerdo
del olvido?” (Crhistoph).

El blog se fue transformando en una valiosa fuente de información y de contrastación de


reflexiones y análisis de los alumnos. Las imágenes que se iban intercalando también
me permitieron realizar un seguimiento del avance y de las dificultades internas y
externas que ellos enfrentaban.

Oggi ho provato a fare una ripresa delle placche in Av.Corrientes e in Plaza


Almagro, ma c’era ormai troppa poca luce troppa poca gente. Per quel poco ho
potuto osservare mi è parso che iv badasse piu di tanto. Per lo meno la
maggior parte delle persone non le calpestavano, non so se volontariamente o
per istinto, pero non c’era nessuno che si fermasse a osservarle. Nemmeno
uno sguardo di sfuggita. C’erano, non lontano da me, due ragazzi fermi a
parlare che si erano accorti della mia presenza, cosi mi sono avvicinata a loro e
gli ho fatto qualche domanda. Eravamo a quatro metri dalle placche e loro no
sapevano nemmeno cosa fossero” (Sara)4.

3. Las baldosas por la memoria: una experiencia performativa

El 2 de Diciembre de 2005 se realizó una convocatoria a un lanzamiento público: la


colocación de un “primer cerámico” (baldosa) en la vereda de la iglesia de la Santa Cruz
en homenaje a las doce personas secuestradas- desaparecidas el 10 de diciembre de
1976 cuando salían de un encuentro de familiares de personas desaparecidas.

Distintas organizaciones barriales nucleadas en una coordinadora autodenominada


"Barrios por memoria y justicia" se propusieron un trabajo de memoria en la ciudad de
Buenos Aires, con el fin de reconstruir historias de vida de los militantes populares
4
“Hoy he intentado sacar una foto de una baldosa en la Avenida Corrientes y en Plaza Almagro, pero
había poca luz y muy pocas personas. Por lo poco que pude ver me pareció que las esquivaban. Por lo
menos la mayoría de la gente no las pisoteaban, yo no sé si voluntariamente o por instinto, pero no había
nadie las miraba. Ni siquiera una mirada al pasar. Allí, no muy lejos de mí, dos chicos siguen hablando de
que habían notado mi presencia, por lo que me acerqué y les hice unas cuantas preguntas. Éramos cuatro
metros de las placas y ni siquiera sabían que estaban”.

7
detenidos-desaparecidos o asesinados por el terrorismo de Estado -antes y durante la
última dictadura militar. Una propuesta de devolverles su identidad como personas y
como luchadores comprometidos socialmente. Esto permitiría además una reflexión
acerca de lo acontecido en nuestro país que podría alcanzar a las nuevas generaciones.

Con este fin comenzaron a recorrer los barrios buscando testimonios en el lugar donde
cada desaparecido vivió, hizo su escuela, trabajó, transitó su militancia, o donde fueron
asesinados. El propósito de este trabajo fue elaborar algún elemento material que
pudiera dejar un rastro de su existencia, marcando su paso por cada uno de esos barrios.
De allí surgió la idea que estas “marcas” se establecieran en las veredas por las que
transitaron y de esta forma hablaran de ellos. Así es que se llega al señalamiento de
ciertos lugares como huellas o mojones en el suelo, que permitiera una construcción
simbólica en la memoria social.

Pensaron entonces en una señalización realizada en un mosaico de cerámica que llevaría


el nombre del/la desaparecido/a y se colocaría en la acera remplazando una (o más)
baldosas existentes. La idea, que fueron concretando poco a poco hasta alcanzar hoy
numerosos barrios, pretendía que estos mosaicos o baldosas -con un modelo uniforme
en toda la ciudad- estuvieran en todas las veredas de los barrios por los que estos
militantes sociales transitaron en algún momento de sus vidas.

2. Instalación baldosa

8
El propósito declarado fue y sigue siendo “mantener el recuerdo vivo, sostener la
memoria alerta...” como modo de honrar a los que no están y mantener fresca su
presencia, su vida, su lucha.

Estas primeras instalaciones de las "Baldosas por la memoria" apuntaron así a


reconstruir la vida y pensamiento del vecino desaparecido o asesinado, colocando un
recordatorio en el que fuera su domicilio. Con el correr del tiempo este recordatorio
varió en su forma y apariencia según el barrio y la oportunidad. Por ejemplo en un
primer momento fueron autoadhesivos y hoy son de cemento y cerámica, y los diseños
varían según el grupo que los realice.

Estas baldosas no abarcan sólo las desapariciones o muertes acaecidas durante la época
del terrorismo de estado del gobierno militar, sino también las que se produjeron antes,
durante la represión ilegal materializada en el final del gobierno democrático previo al
golpe de 1976.

3. Baldosas colocadas en la Plaza Almagro

Se fue así conformando con el correr del tiempo una Coordinadora autodenominada
"Barrios por memoria y justicia" que hoy está integrada por organizaciones de los
barrios de Flores, Floresta, San Cristóbal, Parque Patricios, San Telmo, La Boca,
Liniers, Villa Luro, Matadero, Chacarita, Colegiales, Pompeya, Villa Lugano, Villa
Celina, Soldati, Almagro y el Hospital Posadas. Con el tiempo comenzaron inclusive a
sumarse grupos en el interior del país.

9
4. Los grupos “emprendedores de memoria”: Barrios por Memoria y Justicia

Este fenómeno fue desde su inicio una construcción colectiva. La idea como dijimos fue
“marcar”, “señalar” no sólo el lugar físico y material de una calle, una vereda, sino un
espacio inmaterial, “el imaginario social”.

Marc Augé utiliza el concepto de “entornos de memoria” para denominar a los grupos
o asociaciones que se erigen en constructores o guardianes de memoria; serían los
mismos que Jelin denomina “emprendedores de memoria”. La idea principal es que
estos grupos nunca desaparecen sino que están siempre en transformación y aun afirma:
“hay cada vez mas individuos que se consideran “custodios de la memoria” de su
grupo de pertenencia, razón por la cual solo podemos esperar una producción y
fragmentación cada vez mayor de lugares y de memoria y consecuentemente de dichos
entornos” (Candau, 2002:14).

4. Grupo de Almagro-Balvanera en plena fabricación de baldosas

Confirmando esta conclusión vemos que en Argentina a partir del golpe de estado de
1976 se dio un aumento paulatino pero progresivo de individuos primero, grupos y
organizaciones después, que se constituyeron como constructores en su inicio y
guardianes más tarde, de la historia reciente.

Con los años se fue produciendo una fragmentación de algunos de estos grupos (por
divergencias políticas o estratégicas) y al mismo tiempo que fueron resignificando sus

10
consignas, fueron emergiendo nuevos guardianes o emprendedores que se sumaron a
esta construcción (Guarini, 2006:242-43).

Otro concepto que emerge posteriormente y que servirá a los fines de nuestra
investigación fílmica, es el de “memorialización”, que abarca la idea de monumento
como algo integrado a la vida cotidiana de las personas. Este concepto nos permitirá
hablar de formas de marcación o de señalización de la memoria que busca diluirse
voluntariamente en la cotidianeidad. En este contexto un comentario realizado por
algunos miembros del grupo de Baldosas… nos decían: “si no hubiéramos querido que
la gente las pisara (las baldosas) hubiéramos hecho otra cosa” (Ver foto).

5. Baldosas colocadas en la Plaza Almagro

¿Cuáles debían ser las estrategias más adecuadas entonces, para filmar esta idea de
memorialización que aparecía bajo esta nueva forma? El registro de su fabricación era
el proceso inicial a partir del cual podrían ser relevados dimensiones poco conocidas de
esta nueva práctica social y de memoria.

El proceso de realización de una baldosa comienza por la discusión acerca de “quién”.


Es decir a quién se le fabricará una baldosa. La selección de los nombres de los
desaparecidos llegan de diversas formas y sus historias son recabadas por un trabajo
realizado por los grupos mismos entre sus familiares, amigos o testigos.

Una vez establecido el quién o quiénes (algunas baldosas mencionan un grupo de


nombres), se procede al armado de su historia. Se reconstruye su biografía, y se busca a
parientes que puedan recordarlos y aportar datos. Una vez definidos estos elementos se
decide la fecha de armado de la o las baldosas y se convocan a los miembros del grupo

11
que deseen participar. Todo es voluntario y algunas veces estos grupos deciden
organizarse en forma de “jornadas” abiertas también a los vecinos. Las “marcas”
comienzan entonces aun antes de su propia materialización.

Una vez construida la baldosa (proceso que abarca desde la compra de los materiales
hasta la misma construcción) se estaciona en algún lugar para su secado y se establece
un cronograma para su colocación. Puede coincidir con alguna fecha o ser aleatoria pero
en todos los casos implica un nuevo trabajo logístico ya que deben pedirse los permisos
necesarios (al gobierno de la ciudad, a los vecinos) y el día anunciado se realiza un acto
público que congrega autoridades, familiares, amigos, otras organizaciones y vecinos.

Algunos elementos consignados por los alumnos en nuestro blog-diario nos permiten
entender aspectos de la dinámica de estos grupos:

Hemos estado con el grupo de Almagro en La Casona. Primero hemos hablado


sobre el acto del martes para saber sus impresiones, nos comentan que estuvo
bien, pero que la directora (de la escuela) no parecía muy a favor. A lo largo del
proceso de preparación ya habían tenido problemas con ella, el mismo día
quiso suspender el acto por la manifestación. Les sentó especialmente mal su
comentario en el discurso en el que afirmó que “hay que aprender de la
memoria, de los errores” por el tono ellos interpretan que quería decir que la
lucha armada fue un error. Durante la charla hablamos de varios temas que
nos dan líneas de investigación, vamos a separarlas para poder ordenar el
material.

Aparecen entonces descripciones de los problemas a los que se enfrentan los


“emprendedores” pero también de su compromiso con la tarea que se han propuesto:

-Seguimiento y mantenimiento de placas. Ellos no lo hacen de manera


sistemática pero tienen pensado establecer un sistema. Las visitan de camino
a sus trabajos y cuando vienen amigos que les llevan a hacer una ruta guiada.

-Numero de calle inexistente. Fueron a poner una placa en un lugar donde


hace 30 años había un Petit Hotel en el que vivía un desaparecido. Ahora el
número no existe y el lugar lo ocupa un taller de reparación de coches.
Decidieron no poner allí la placa. La pondrán en otro lugar relacionado con la
persona.

-Nombres en las placas. Al principio ponían el nombre “oficial” de la persona,


no contactaban con la familia hasta la colocación. Después vieron como
muchas familias preferían que pusieran el nombre por el que eran conocidos.

-Repercusión mediática. No envían notas de prensa. Los reportajes que les


han hecho no han sido nunca por iniciativa del grupo. Sólo sale una nota en
cada colocación en el diario Pagina 12 (diario nacional de ideología centro
izquierda en el que escriben reputados periodistas). El inserto lo hace un
compañero de ellos de manera gratuita. No están muy contentos con las
interpretaciones que en la prensa se hacen de las baldosas.

-Referentes de las placas. Ellos conocen dos referentes: en París hay unas
pequeñas placas metálicas en las paredes en memoria de los maquis. Cada 14
de julio los parisinos les ponen flores. En Israel hay placas metálicas en el
suelo también relacionadas con la memoria.

Estos apartados nos dan muchas posibles líneas de investigación sobre las

12
que trabajar. Vamos a tener que empezar a decidir cuales seguimos (Grupo 2).

5. Imagen, memoria y olvido: algunas hipótesis y ciertas conclusiones

Como hipótesis de este trabajo de investigación en torno al tema de la construcción de


la memoria y su registro audiovisual sostengo que la producción de imágenes es
constitutiva de las prácticas y de las identidades de los grupos que sostienen una lucha
por la instalación de memorias. Es indudable que esta hipótesis desborda los alcances de
esta investigación, pero me permite continuar explorando en tal dirección.

6. Marcha del 24 de marzo de 2010. Otras señalizaciones.

Sin ninguna duda la producción de imágenes (en sus múltiples formatos) está
fuertemente vinculada a los procesos de construcción de memoria estos últimos veinte
años.

La palabra imagen refiere no sólo a lo que se da en términos de resultado, y que el


diccionario señala como: “una imagen (del latín imago) es una representación visual de
un objeto mediante técnicas diferentes de diseño, pintura, fotografía, video, etc.”.
Desde la perspectiva del análisis audiovisual antropológico es necesario considerar
también ciertas prácticas sociales implicadas por un fuerte componente visual.

Podemos avanzar algunas conclusiones, que serán retomadas en próximos trabajos:

1. El olvido y la memoria considerados como procesos que se contienen mutuamente,


elaboran modos de representación tanto materiales como simbólicos que pueden ser

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delimitados y analizados a través del registro audiovisual.

2. La investigación fílmica nos permite indagar en los procesos de construcción de


memoria y de olvido permitiendo entender desde nuevas perspectivas de análisis los
procesos de resignificación y de reubicación política de los actores pasados y presentes,
activos en estos procesos de memoria (Ver Guarini, 2003, 2006).

3. Estas nuevas perspectivas de análisis conllevan la reformulación de nuestras


herramientas de investigación, implicando el análisis de otras miradas a nuestros
resultados.

Esta nueva experiencia de memorialización, de marcación de memoria, me permite


explorar aspectos referentes a la performatividad de los grupos emprendedores de
memoria, dentro del cual me permito incluir el equipo de investigación-rodaje.

7 y 8. Gran bandera de los desaparecidos en la marcha del 24 de marzo de 2010.

14
La utilización de una investigación que denomino “performativa” me permite manejar
datos previamente seleccionados y reelaborados por los alumnos-equipo de
investigación que me posicionan frente a un proceso de doble extrañamiento ¿Es esta
una forma que me permite deconstruir aspectos de mi mirada para pasar a tomar
elementos que integran la mirada de ellos?

En todo caso estas preguntas, me permitirán seguir explorando los modos que puede
tomar la construcción del objeto en una investigación y más aun en una investigación
audiovisual.

Vuelvo a Mac Dougall y a su idea acerca de lo necesario para la AV de desarrollar


formas de conocimiento antropológico que no dependan de los principios de la
metodología científica validada y que se profundicen aspectos que pueden ser mas
difícilmente abordados desde una perspectiva clásica. Para eso hace falta cambiar
ciertas formas de razonamiento y de demostración que nos vienen del campo de las
ciencias naturales y elaborar también nuevos conceptos que nos ayuden a delimitar
nuevos campos de observación y de construcción de problemas antropológicos actuales.

15
Bibliografía

Ardévol, Elisenda.
1994. La mirada antropológica o la antropología de la mirada: De la
representación audiovisual de las culturas a la investigación etnográfica con una
cámara de video. Universidad Autónoma de Barcelona,Tomo I.

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