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Infancia y Poder - RESUMEN CAP. 3

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NARODOWSKI - INFANCIA Y PODER: CAP 3 “LA PEDAGOGIZACIÓN DE LA INFANCIA”

DESPUÉS DE COMENIUS
➔ La pedagogía de la modernidad → se instala a partir de dos tipos de enunciados en apariencia
contradictorios entre sí aunque estrechamente entrelazados.
◆ La pedagogía diseña una infancia discriminada en tanto tal en virtud de la constatación
de una carencia o de un conjunto de carencias → no posee la autonomía ni el buen juicio
ni el tino propios de los adultos. Son cuerpos débiles, ingenuos, manipulables, en formació n.
◆ Los niñ os son objeto de dos operaciones fundamentales → (1) constituyen campo de
estudio y de análisis y (2) a la vez son empujados a emigrar del seno de la familia a
unas instituciones producidas a efectos de contenerlos en su ineptitud y de formarlos
para que, justamente, puedan abandonar o superar la carencia que les es constitutiva ⇒ A
la discriminación etaria le sigue una delimitación institucional.
➔ Al tiempo que abandona la producció n y el nú cleo primario social bá sico → la niñez es recogida
por la pedagogía para someterla al régimen epistemológico de su observación y análisis y al
régimen institucional que garantizará su encierro ⇒ 2 operaciones bá sicas ya que son
configurantes del discurso pedagó gico moderno y, a la vez, son complementarias ya que una
insinúa de inmediato a la otra.
◆ El destierro del niño de su ámbito de localización anterior acompaña el destierro de la
mirada ingenua sobre el cuerpo infantil ⇒ Ahora serán unos instrumentos afinados los
que, con aguda penetración, habrán de demarcar las posibilidades y los límites del
conocimiento y la formación de los niños.
➔ A partir del siglo XVII europeo, la pedagogía habrá de construir y reconstruir por decenios, por
siglos esos instrumentos entre los que, la misma escuela, ocupa un lugar central ⇒ LA ESCUELA
MODERNA es en el discurso pedagógico ese medio que se pudo constituir para garantizar la
sumatoria de metas procuradas, las utopías establecidas.
◆ La escuela de la pedagogía moderna → se instala como una maquinaria eficaz
p/consolidar el dispositivo de alianza escuela-familia + distribuir saberes a la
población infantil siendo esta escuela la que permite un alcance mayor a través del
dispositivo de SIMULTANEIDAD SISTÉMICA.
➔ La obra comeniana → posee algunas características que acaban por hacer que este instrumento no
abarque completamente la pedagogizació n exhaustiva del cuerpo infantil.
➔ Si la escuela es el instrumento que la pedagogía delinea para la producción de saberes , es
necesario estudiar cuáles son esos saberes que las instituciones de secuestro efectivamente
procesan a la luz de la pedagogía.
◆ La cuestió n parece abrirse a una mirada má s fina sobre aquellos saberes que pueden
generarse en relación a la determinación, por parte de los dispositivos que conforman
las instituciones escolares.
➔ En la Didáctica Magna, la pedagogía se sitúa en un campo no del todo definido en lo atinente a la
intensidad de las experiencias escolares y a la relació n entre lo aprendido ahí y los usos futuros de
esos aprendizajes ⇒ la línea que separa lo instituido escolarmente de lo no-instituido de ese
modo es por momentos endeble y sufre a lo largo de la obra distintas valoraciones que le
otorgan un carácter ambiguo.
➔ El énfasis mayor está puesto en la "vigilancia epistemoló gica" má s que sobre otros dispositivos
típicos de las instituciones ⇒ em la obra comeniana el control está puesto al servicio de la
marcha adecuada del método, de la correcta elaboració n de los libros de texto didácticos y de la
armó nica selecció n de los contenidos del aprendizaje para la vida.
◆ A estos elementos está n atados aquellos otros que verifican un riguroso comportamiento de
los educandos.

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➔ Si Comenius representa un inicio de la pedagogía, un punto de partida fundante → es porque su
poder transdiscursivo produjo ciertos acoples evidentes en el seno de lo pedagógico. A pesar
de esto, es menester abrir una nueva fase en la historización de este discurso a partir de lo
generado por algunos autores posteriores que, por razones diversas, se abocaron al diseño
minucioso de los caracteres propios de la institución escolar.
◆ Caracteres que conservan una matriz común en la obra comeniana, aunque poseen un
alcance de calidad diferente a algunos de los allí inscriptos.
➔ El núcleo de la diferencia central que instala esta nueva discontinuidad → a partir de fines
del siglo XVII y hasta mediados del siglo XIX, buena parte del discurso pedagógico se aboca a
maximizar el poder institucional por sobre el poder epistemológico.
◆ A la pedagogía de esta discontinuidad le importa fundamentalmente, antes que nada,
MIRAR ⇒ La observació n del cuerpo infantil, la mesura de sus actos, la explicació n de sus
logros, la predicció n de sus dificultades pasa a ser el elemento primordial.
➔ La utopía comeniana en sus dos dimensiones → comienza a ser reconsiderada pero como un
fenómeno inmediatamente posible, como una ilusió n realizable. El tiempo de las palabras ha
terminado.
◆ La acción concreta en pos de la educación de la infancia y de su permanencia en los
establecimientos es un primer punto problemático.
◆ La organización concreta de escuelas que habrán de recibir a millares de alumnos es
una segunda cuestión conflictiva.
◆ Es el momento en que el dispositivo de alianza debe ser experimentado + en que la
simultaneidad sistémica precisa ser probada + en que la forma definitiva de
metodología didáctica será decidida.
➔ La OPERACIÓN DE DISTRIBUCIÓN EN GRAN ESCALA DE SABERES ESCOLARES está a punto de
comenzar → Es menester verificar las posibilidades y limitaciones sociales concretas de la
acción estatal como vehículo de la operación. Es imprescindible constatar la capacidad del
magisterio actuando de acuerdo con el método y, ademá s, será imperioso resolver la cuestión
de la formación de los recursos docentes necesarios para posibilitar el efecto deseado.
➔ En cuanto a LOS ALUMNOS → habrá ahora que generar mecanismos apropiados para la
educación en cada edad, garantizando la gradualidad. Ya no se trata de proclamar sino de
realizar, de poner en prá ctica rituales que con anterioridad parecían inalcanzables y ahora, con el
devenir del desarrollo social, parecen má s pró ximos.

VIGILANCIA Y SILENCIO
➔ Modelo pedagó gico creado por Comenius → la estabilidad de su aplicació n y la armonía entre sus
componentes estaba concentrada en la correcta utilizació n del método didáctico. En la pedagogía
de La Salle → esta estabilidad y esta armonía serán efecto de la estricta disposición
disciplinar de los cuerpos involucrados, incluso cuando se establezca (varios siglos después) el
criterio de "respeto al educando".
◆ En Comenius → la disciplina es un instrumento que se aplica a situaciones coyunturales
◆ En La Salle y en pedagogos posteriores → disciplina = ingrediente determinante (aunque
sea "democrática" y "antiautoritaria") y no un residuo producido aleatoriamente.
➔ Táctica principal dentro de esta estrategia disciplinaria → la vigilancia constante sobre el
cuerpo infantil por parte del profesor, quien en virtud de dicha táctica también construye su
propio lugar dentro de la institución educacional.
◆ El objetivo primordial es la no ocurrencia de faltas antes que el castigo como
consecuencia de su aparició n.
➔ Ademá s, la disciplina escolar poseerá la característica de no solamente evitar por medio de la
vigilancia el accionar errado de los educandos sino de provocar en ellos una actitud
constante de cuidado frente a lo que podría ser considerado una falta.
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◆ Finalidad de la vigilancia → producir una serie de conductas adecuadas vinculadas a la
sumisión a la autoridad de los profesores ⇒ Dentro de estas conductas se hallan ciertos
formalismos inherentes a un "buen alumno", a un alumno "educado" o "civilizado". Ser, pero
también parecer, son los logros buscados:
➔ La vigilancia del profesor tiene entonces un doble efecto → (1) controla e impide; (2) actúa
como soporte de las acciones de los educandos incluso más allá de su presencia.
◆ La mirada del profesor produce y es omnipotente → capaz de controlar en la cercanía y en
la distancia.
◆ Poder corrector → el cuerpo infantil debe generar los efectos insinuados por la mirada
de la autoridad.
◆ Mirada discreta a veces, directa otras, siempre presente en producción de toda actividad
escolar que se pretenda satisfactoria.
➔ La vigilancia → abarca todas las actividades escolares; nada puede quedar hecho sin ser
observado y chequeado.
◆ Mirada que atraviesa muros y paredes, que controla actividades, que se apoya en todos los
ámbitos del establecimiento pero también acompañ a a los alumnos hasta la puerta de la
escuela e, incluso, hasta la calle → el orden debe instalarse en todos los ámbitos
institucionales pero no tanto el orden de los estudios y los métodos: esto está má s o
menos instalado ⇒ Son los cuerpos los que ahora deben permanecer en el exacto lugar
que la institución les asigna.
➔ Este orden reposa sobre una presencia constante del maestro quien "No dejará su lugar a no ser
por gran necesidad" (Conduite: pá g. 24).
◆ Pero esta presencia precisa de una distancia mesurada en relación a los alumnos → Las
palabras, los gestos, la vestimenta del docente, todo debe ser pensado en funció n de
constituir el punto de referencia del que mira, del que controla, del que finalmente puede
llegar a castigar → El maestro no debe "familiarizarse con los alumnos" (Ibid.), no puede
hablar livianamente, no debe permitir que los alumnos le hablen sin guardar el debido
respeto (Ibid.).
➔ Existe la búsqueda de una imagen de maestro capaz de advertirlo todo, incluso cuando no se
encuentra presente → La seriedad del educador es un constituyente principal en la
construcción de esta imagen.
◆ El maestro debe ser una persona seria porque ésa es la característica central de los
adultos. El maestro no ríe ni hace cosas que puedan provocar risas en sus discípulos o en
los padres o en los otros maestros.
➔ Un campo de vigilancia = un espacio sometido a control ⇒ Todos los elementos que lo
componen habrá n de regularse en funció n de las metas estratégicamente planeadas.
◆ El SILENCIO es un factor determinante ya que favorece la detección de la producción de
acciones equivocadas produciendo un recorte minucioso alrededor de ellas.
◆ A la vez, el silencio es un instrumento de control en la medida en que es el maestro el
único capaz de romperlo en ciertas circunstancias, dejando en evidencia al niñ o que no se
somete a estas clá usulas
◆ El control metódico de la sala de clase → el silencio sea un valor de respeto absoluto ⇒
Hablar es un atributo permanente de los profesores y los alumnos sólo pueden hacer
uso de esa capacidad en el momento en que se les es encomendado.
● Pero el hacer silencio no se restringe simplemente a la interdicción del habla.
● El cuidado de su propio cuerpo por parte de los educandos debe ser tal que de los
mismos no puede emanar sonido alguno, ni del cuerpo en movimiento ni del cuerpo
está tico.
➔ Este afán de silencio llega a tal punto en su rigor y exactitud que La Salle propone el método
de las señales (73) para lograr la absoluta falta de sonidos en el salón de clases → A través de
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un instrumento creado con estos fines, el maestro sin hablar habrá de distribuir las tareas y
asignar los lugares correspondientes.
◆ La señal sustituye a la palabra y en manos del docente abona el silencio presente; un
silencio construido con dedicación.
➔ El maestro debe reunir todas las condiciones → habrán de generar posteriormente un ámbito
visible y silencioso: un espacio controlado hasta la exasperación. El maestro debe cuidar todas
estas características que se precisan para una buena actuació n docente:
➔ Las características del que enseña deben estar pulidamente labradas → El magisterio ya no
puede liberarse a la mera buena voluntad de una vocación: un riguroso proceso de
formación habrá de inscribir en el cuerpo docente sus condiciones necesarias para la tarea
educativa.
◆ La Salle instaura una Escuela Normal en la que los futuros profesores aprenderán a
ocupar el lugar del que sabe, del que vigila, del que es capaz de contribuir a la
producción de saberes en la institución escolar de una manera correcta.
➔ Con La Salle surge → la profesionalización de la tarea docente: la escuela deja de ser un
asunto estrictamente eclesiástico para participar directamente (como quería Comenius) de
la res pública.
◆ Ademá s, estos profesionales son responsables frente a sus superiores respecto del éxito
de sus acciones educativas y de su conducta privada en general ⇒ la práctica
magisterial quedará definitivamente atrapada en una organización limitada que
impone reglas específicas a su desarrollo.
➔ Así como el maestro pasa a ocupar el lugar del que mira en lo que respecta a los alumnos, él
mismo aparece en la obra lassalleana como objeto de otras miradas (las del director), quien
a su vez podrá estar directamente controlado por un inspector (el que no deja de observar,
además, a maestros y alumnos)
◆ Se instituye una cadena de vigilancia en la que sus eslabones permanecen unidos en
virtud del control que unos ejercen sobre otros. Se instalan así en las instituciones
educacionales relaciones de poder sustentadas en la capacidad de mirar y juzgar; en el
poder ordenador de los niveles superiores sobre los inferiores; en la diagramació n de
ámbitos perfectamente delimitados donde cada elemento se situará bajo la observació n
atenta y rigurosa de los elementos superiores.
➔ LA SITUACIÓ N DOCENTE → profesió n docente: aparece en la obra lassalleana y en el desarrollo de
la pedagogía posterior en virtud de la posesión de cualidades intelectuales y que, inclusive,
muchas de estas cualidades son producto de una formación paciente y meticulosa del
magisterio, parece prudente volver sobre el concepto de "intelectual vigilado" que nos
sirviera para el análisis del magisterio en otros ámbitos discursivos (Narodowski, 1989).
◆ Su capacidad de comprensión + de acción sobre la realidad educativa está atrapada y a
la vez producida por los dispositivos propios de la institución escolar moderna. En el
caso comeniano, el maestro es objeto de una permanente vigilancia sobre su producció n
didá ctica; en el caso lassalleano, se trata de la instalación de una cadena de directo
control sobre el cuerpo docente ⇒ ambas tácticas son enteramente complementarias y
contribuyen a encauzar rectamente la labor del enseñ ante.
➔ Destino del profesorado moderno:
◆ Por un lado constituye el referente y ejemplo de la acción infantil; guía de su educación
y su mirada todopoderosa amonesta, bendice o castiga según el caso → el magisterio
suele ser elevado a los niveles má s altos de veneració n que a un oficio le puede tocar. Su
razón de ser reposa en cualidades intelectuales perfectamente detectables: erudició n,
capacidad de transmisió n de conocimientos, autoridad, producció n de saberes sobre sus
alumnos, etc.

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◆ Por otro, todo ese arsenal está supeditado a un camino específico del que es poco
probable salir, so pena de castigo efectuado por quienes lo vigilan a él. ⇒ VIGILANTE
VIGILADO, la cadena de la autoridad escolar pone los conocimientos del que enseñ a en
funció n de una estrategia disciplinaria general de la que ni él, que es su ppal ejecutor, puede
escapar.
➔ J. Bentham → modelo panó ptico de control social: el efecto buscado es triple. Por una parte,
intenta un riguroso control sobre los cuerpos bajo mirada. Por otra, y admitiendo la
imposibilidad de una vigilancia constante sobre cada prisionero, se pretende un monitoreo
basado en jerarquías bien establecidas que implanten mecanismos de "presencia invisible".
Finalmente, el modelo panó ptico enfatiza la capacidad de maximización del tiempo por parte
de los "hombres actuantes bajo inspección".
➔ El poder que contiene una "vigilancia jerá rquica" deriva en una red de supervisores
perpetuamente supervisados, cuestió n que encaja perfectamente con la cadena "inspector-
director-maestro-alumno" propugnada por la Conduite. La homogeneidad de la mirada
panóptica permite que se deleguen capacidades de vigilancia de un estrato superior a uno
inferior con el fin de hacer más perfecto, más abarcador, al mecanismo.
➔ Ese vigilante se despliega jerárquicamente y suele encarnar en distintos sujetos de control
que, a su vez, se corresponden a cada nivel de la escala jerárquica, y que cumplen su función
controlados por sus superiores.
➔ En la Conduite → la pretensión panóptica y jerarquizante llega al punto de crear estratos
incluso entre los alumnos: se señala la conveniencia de disponer de "monitores" o de alumnos
que "iniciarán a otros" (pá g. 253), retomando la receta comeniana del uso de "decuriones", la
que a su vez posee un inocultable origen jesuístico.
◆ Sin embargo, la disposició n general del modelo lassalleano no se configura dotando de un
lugar de vigilante al alumno; éste será el carácter central de los denominados "métodos
mutuos". Lo que sí ya se delinea con singular fuerza es el diseñ o arquitectó nico de la
escuela en funció n de la visibilidad panó ptica: la Conduite refiere cómo serán las buenas
escuelas y cómo habrán de disponerse los alumnos en cada clase.
➔ La Salle reafirma la pertinencia de la instrucción simultánea en detrimento de la enseñanza
individual: en la senda trazada ya por Comenius, la simultaneidad de la sala de clase asume
ahora una envergadura superior → un maestro que se alza por sobre todos los alumnos y es
capaz de controlar las actividades que están a un mismo tiempo efectuando ⇒ LA
PEDAGOGÍA MODERNA SE TORNA IRREMEDIABLEMENTE LASALLEANA.
◆ La Salle → Realización insertada en el seno de la pedagogía y la escuela→ una
observación total, precisa, penetrante y centralizada constituye en forma primaria a la
institución escolar moderna.
➔ A pesar del énfasis colocado en la vigilancia, la estrategia disciplinaria no posee una sola
modalidad → coexisten dos especies de disciplina en la obra de La Salle: una de orden
represivo y otra de orden preventivo. .
◆ En dicha obra es lo preventivo lo que sobresale. Al contrario que en el texto de Comenius,
donde lo cuantitativamente poco destinado a la disciplina se ubica en el á mbito del castigo
en tanto punició n ejemplar → aquí se pretende que la mirada del maestro y la
disposición de los elementos institucionales prevengan cualquier transgresión por
parte de los alumnos. Si para Comenius la prevenció n es innecesaria cuando el método es
correctamente aplicado por el maestro, en el nuevo rumbo que toma la pedagogía la
prevención no es una consecuencia de la didáctica sino el principio básico en el que
radica la táctica de vigilancia.
➔ Esto no significa que el castigo no conforme otra práctica en la pedagogía lassalleana; por el
contrario, las correcciones habrán de poseer un lugar significativo en el modelo pero

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solamente a condición de que las mismas no sean frecuentemente utilizadas sino que se
apliquen raramente.
◆ La Salle explicita que estas correcciones pueden ser evitadas si la vigilancia es operada
de un modo cierto, ya que en maximizar sus efectos reside la habilidad y la pericia del
profesor; ahora será n: "el silencio, la vigilancia y la moderació n del profesor las que
establecen el buen orden del aula y no la dureza y los golpes" (Ibid.).
➔ La aplicación de los correctivos está dispuesta con el objeto de que esta parte de la estrategia
disciplinaria no implique la posibilidad de caídas en excesos, en el dejarse llevar del maestro
por sus afectos personales. Esta condició n, que ya aparece en Comenius a propó sito de la
administració n de los castigos corporales, es desarrollada en La Salle con una llamativa
minuciosidad.
➔ Justo (1991: p.230-233) → diez "condiciones para una buena corrección" ⇒ da una muestra de
cómo se disponen los elementos propios de la táctica de represión.
◆ Profesionales del castigo, la corrección ejercida por el maestro debe ser pura y
desinteresada, caritativa, justa, convenientemente adaptada a la transgresión,
moderada, tranquila, prudente, de aceptación voluntaria por parte del alumno,
respetuosa hacia el profesor y silenciosa del lado del maestro.
➔ Esto aspira a demostrar cómo la nueva discontinuidad se expresa con singular potencia en la
historia del pensamiento pedagógico. P/Comenius → los castigos debían ser pú blicos a fin de
que sirvieran de ejemplo a todos los alumnos.
◆ El discurso de la pedagogía, a partir de La Salle → generará una intimidad entre castigado
y profesor; intimidad en la que el educando debe asumir su culpa en forma "voluntaria y
respetuosa" a cambio de la no utilización de la violencia corporal y de la moderación en
la aplicación del correctivo.
➔ La pedagogía adopta definitivamente una racionalidad propia en lo que respecta a la justicia
escolar ⇒ la disciplina escolar es un modo sui generis de aplicación de castigos que supone
modalidades enteramente propias y por entero ininteligibles fuera del ámbito de la
institución escolar (Narodowski, 1992) → El correctivo debe ser racionalmente elaborado y
tranquilamente aplicado.
➔ Las relaciones jurídicas elaboradas en la institución escolar constituyen un sistema propio
que está contenido como táctica de castigo en la línea de la estrategia disciplinaria.
◆ Es uno de los elementos que hacen de la escuela una institución de secuestro → sus
reglas provocan un impacto harto significativo en el ordenamiento intramuros de los
cuerpos; má s su fuerza en parte se diluye en la confrontació n con otras legalidades ajenas,
pertenecientes a otras instituciones.
➔ La disciplina escolar es un motor del buen funcionamiento educacional y pasa a ocupar el
lugar que en la pedagogía comeniana ocupaba el método ⇒ El cuerpo infantil ha sido
expuesto a una operación de pedagogización y la disciplina escolar es la expresión más
visible de este proceso.
◆ De la ocurrencia de indisciplina → es el alumno el que cargará con la responsabilidad
de no actuar correctamente, de no asumir sus deberes, de no guardar el respeto que en
tanto infante le merece el adulto que lo forma.
◆ La pedagogía → habrá de elaborar las herramientas teóricas para comprender,
corregir o excluir al alumno.
◆ La Salle apela a la profundizació n del dispositivo de alianza para demostrar que es el niñ o el
culpable de la indisciplina, nunca el maestro: “es necesario decirles a los padres que no
escuchen las quejas de sus hijos contra el profesor [...] y, si los padres no quieren que éstos
sean castigados, no deben enviarlos a la escuela”.
➔ La ocurrencia de castigos se sigue solamente a la ocurrencia de faltas ⇒ No hay error posible
en el profesor y, a la vez, la posibilidad de error recae solamente en el alumno. Pero, ademá s,
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si los padres no quieren ver a sus hijos castigados, no deben enviarlos a la escuela, lo que supone
que la asistencia a la misma trae de suyo necesariamente el castigo a los que concurren.
◆ Definició n sincera, la vigilancia nunca es completamente eficaz y la táctica de castigo es,
para La Salle, inherente a la escolaridad.
➔ Este proceso de paulatina pedagogización trae consigo → procesos de producción
disciplinaria sobre el cuerpo infantil + la generación de saberes sobre la infancia.
◆ La pedagogía moderna comienza su programa de categorización del alumno de acuerdo
al comportamiento escolar observado ⇒ La pedagogización del cuerpo infantil
posibilita a La Salle la construcción de una analítica rigurosa a efectos de su
caracterización, llegándose a una tipología constituida por: "viciados, niñ os mal
educados y voluntariosos, niñ os naturalmente atrevidos e insolentes, niñ os livianos,
alumnos obstinados, niñ os mimados, tímidos, mentalmente deficientes, niñ os muy
pequeñ os, alumnos recién llegados" (Justo, 1991: pá g. 268).
➔ Se produce la normatización de la actividad escolar infantil dotando de un nombre a cada
clase de comportamiento inadecuado.
➔ Esta tipología al igual que otras construidas a efectos de control racional de la conducta
infantil (como por ejemplo la tipología construida por La Salle tomando como objeto a los niñ os
que dejan de asistir a la escuela) se basan en el conocimiento exhaustivo que el profesor
produce sobre el cuerpo infantil.
◆ En la Conduite se prescribe la redacció n de un Catálogo de las buenas y malas cualidades de
los alumnos. El profesor como árbitro genera un inventario prolijo y preciso que
atestigua la marcha de cada uno de los educandos. En este catálogo o ficha personal,
todo lo respectivo al alumno será hecho constar, incluso los elementos que
aparentemente no poseen una importancia primaria.
➔ La lista de los elementos de la conducta de los alumnos a tener en cuenta en la ficha son
muchos, ya que los ítems de interés recorren palmo a palmo las características de los
educandos, desde su carácter y su potencial de aprendizaje hasta la situación social y
familiar. (pag 115 muy buena cita)
➔ Es evidente que la vigilancia sobre el cuerpo infantil está delimitada claramente por los
criterios que demarcan cuáles son los elementos a observar en el alumnado → Estos
elementos completan los segmentos má s significativos de la actividad del educando en la
institució n escolar y tienden a un control objetivo del comportamiento pasado y presente,
aportando evidencias para la predicció n del rumbo futuro que el desarrollo educacional del
alumno puede tomar.
◆ Lo que se pretende es normalizar el cuerpo infantil, promoviendo criterios homogéneos
de evaluación de su conducta, criterios que —como pudo observarse— permanecen
atados al buen encauzamiento disciplinario de los alumnos.
➔ De acuerdo a los anteriores criterios → podría afirmarse que ser un buen alumno significa
fundamentalmente permanecer de buen grado en el lugar asignado por la institución,
cumpliendo con todos los rituales inherentes a esa condición y que la dinámica escolar
especifica cotidianamente a los alumnos ⇒ estos criterios de evaluación de la actividad
escolar del alumno han permanecido en el seno del discurso pedagógico moderno durante
siglos, si se hace abstracció n de la historia de la construcció n de instrumentos teó ricos.
➔ Estas fichas individuales de los alumnos colaboran en la producción de saberes sobre la
infancia → estimulan la elaboración de medios teóricos precisos y adecuados para
comprender a la niñez en proceso de aprendizaje escolar.
◆ Es así que, a partir de la generalización de esta voluntad de control sobre estos procesos
escolares, el discurso pedagógico comenzará a esforzarse por darse a sí mismo un
régimen de construcción y validación de los enunciados referidos a la actuación de la
niñez → De ahí que el recurrente conocimiento "de las potencialidades del niñ o" operará
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como expresió n manifiesta de una pretensió n de verdad; construirá analíticas que
explicará n y categorizará n a la infancia en tanto que alumnos.
◆ La voluntad de pedagogizar la infancia, atravesándola por categorías que estipulan su
normalidad, que homogeneizan su desarrollo, que uniformizan sus dificultades posibles y
su virtual solució n.
➔ Si desde el punto de VISTA EPISTEMOLÓGICO, la pedagogía moderna va a normatizar la
infancia; desde el punto de VISTA INSTITUCIONAL la normaliza.
◆ Las fichas → consisten en un sistema meticuloso de recolección de información acerca
de los alumnos, lo que contribuye a prevenir posibles imprevistos en la táctica de
vigilancia.
◆ C/alumno va a poseer su ficha y cada ficha va a hablar de un alumno. Sin embargo, la
ficha será elaborada por el maestro y solamente los maestros tendrán acceso a ella:
tras el poder epistemoló gico capaz de construir analíticas y categorías respecto de los
alumnos, la ficha expresa el poder discrecional sobre el saber de la infancia.
➔ Sin embargo, la ficha o catálogo en tanto escrituración de ese saber iniciático marca la
prescindencia personal del experto en la institución escolar puesto que todo maestro es
intercambiable en la medida en que el registro de los conocimientos sobre el alumnado facilita la
conducció n de los mismos por parte de cualquiera que tenga acceso a las fichas y posea el saber
del experto. La docencia se despersonaliza en tanto que se profesionaliza.
➔ Justo (1991: pá g. 274) detecta otros cinco catá logos propiciados en el capítulo III de la segunda
parte de la Conduite. Los cinco también se refieren a los alumnos (admisió n, promociones, orden
de la lecció n en que se encuentra un alumno, atrasados y ausentes y visitas a alumnos ausentes)
⇒ Como se puede observar la escuela va adquiriendo, con la confección de fichas o catálogos,
el hábito de acumular información valiosa.
◆ Este proceso de acumulación trae aparejado un proceso creciente de burocratización:
las instituciones escolares contienen cada vez más elementos y su administración es
cada vez más compleja.
➔ Al contrario de la vigilancia sobre los alumnos, el control sobre el profesor no es todavía
escriturado. Sin embargo, el maestro no escapa a la rendición de cuentas y a la corrección
respecto de sus acciones, rendición y corrección que lo tornan un intelectual vigilado.

LAS REGLAS DE LA BUENA EDUCACIÓN Y EL DISPOSITIVO DE ALIANZA


➔ La vigilancia del cuerpo infantil + el control panóptico sobre el alumnado como el castigo
posible sobre ellos se extienden a dos ámbitos que merecen una atención especial → Uno, el
dispositivo de alianza; otro, la reglamentación a través de las reglas de civilidad.
➔ El funcionamiento adecuado de la institución escolar se establece a partir de un mecanismo
de alianza entre el profesor y los padres de los alumnos (Didáctica Magna, aunque Comenius no
establecía los mecanismos concretos que habrían de hacer perdurar el dispositivo y, a la vez,
garantizar su eficacia)
◆ En los textos lassalleanos → se encuentran expresados en forma asaz pormenorizada hasta
los elementos aun de apariencia efímera o circunstancial que fortifican y respaldan la
operatividad del dispositivo.
◆ La Salle contribuye a perpetuar la tradición que imagina al maestro como sustituto de
los padres.
◆ Línea comeniana → aquí también se razona a favor de la necesidad de que sean idóneos
los encargados de la educación de los niños.
◆ No hay discontinuidades respecto del eje central instalado por Comenius; el dispositivo de
alianza se asienta en una división social de funciones y, a propósito de ésta, en la
especialización de algunas personas en la profesión educadora.

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➔ El dispositivo de alianza escuela-familia debe instalarse, a la luz de la pedagogía lassalleana,
en un contrato entre maestros y padres, contrato prácticamente explícito.
➔ La inscripción en la escuela es el primer paso en el establecimiento de la alianza: son los
padres (o sus enviados) los que hacen entrega del cuerpo del niño para su formación en una
institución escolar. En ese acto, ademá s, quien recibe al niñ o habrá de inquirir acerca de sus
costumbres escolares y familiares: "... si ya frecuentó la escuela, por qué razó n la dejó [...] si es de buenas
costumbres [...] si sufre algú n disturbio o enfermedad corporal [...] si no frecuenta compañ eros libertinos...".
➔ Anámnesis fatal, el dispositivo de alianza se posiciona sobre la construcción de un inventario
que, a partir de la posterior confección de los catálogos, habrá de acompañar al niño, de
modo que los expertos puedan hacerse cargo del cuerpo infantil con conocimiento de causa.
◆ Estas respuestas de los padres y los alumnos en relació n a la vida pasada de ambos parece
constituir un dispositivo de confesión (Foucault, 1987), a partir del cual es posible hablar
sobre sí mismo, es posible constituir el propio cuerpo en un campo de introspección no
pudorosa y extraer de allí los secretos que para la pedagogía moderna son
determinantes en la conducta cotidiana del niño en tanto alumno de la instit. escolar.
➔ La confesión incita a hablar acerca de lo oculto, lo inconfesable ⇒ se abre al mundo laico, se
generaliza como uno de los mecanismos generales que irá a garantizar un funcionamiento
reglado de las escuelas.
◆ El dispositivo de alianza reposa sobre este beneficio de inventario → la confesió n lleva a
fojas cero la relació n entre profesores y padres puesto que nada de lo que acontece fuera
de los muros escolares puede quedar en secreto.
➔ El dispositivo de confesión expresa la "violencia primal" en referencia al proceso por medio
del cual se infantiliza a la infancia o, más estrictamente, se la pedagogiza → la conducta del
niño estará ahora a disposición de categorías y conceptos inteligibles a partir de la
pedagogía. La acció n del niñ o ahora será juzgada y consecuentemente corregida en relación a
los instrumentos teóricos que la pedagogía ha construido para intervenir en ella.
➔ Pero, al mismo tiempo, el proceso de anámnesis convierte a la pedagogía en un saber
socialmente generalizado ya que todos los que participan de la alianza conocen y controlan
los criterios de normalidad.
◆ Estos criterios elaborados son de dominio enteramente pú blico y la implantació n de estas
entrevistas por parte del discurso pedagó gico extenderá el saber acerca de la infancia
correcta a todos los participantes del proceso escolar, incluso a los mismos niñ os.
➔ Los procesos de anámnesis se irán refinando y los criterios de diagnóstico serán —a partir de
los inicios del siglo XX— de origen psicológico: los expertos continú an construyendo los
criterios pero, dada su complejidad, son ellos los ú nicos capaces de administrarlos .
➔ Otro elemento importante que hace a la estrategia disciplinaria → control del cuerpo infantil
a través de las reglas de civilidad.
◆ El lugar que ocupan las reglas de buena educació n en el contexto de la pedagogía de los
siglos XVII y XVIII es importante, sobre todo a la luz del devenir posterior del discurso
pedagó gico.
➔ Enfoque sobre el control del cuerpo infantil → las reglas de civilidad tienden a fijar lo mismo en
el ámbito específico que le corresponde en la institución escolar, y es un poderoso auxiliar de
la táctica de vigilancia: todos los comportamientos de los alumnos son reglados pero no sólo
en su visibilidad: las actitudes, la buena voluntad, el buen tono y la docilidad son valores que
esta etapa de la pedagogía moderna hace resaltar sin cesar.
◆ Si el dispositivo de alianza garantiza la normalizació n del pasado del alumno a través de la
categorizació n de sus conductas, las reglas de civilidad imponen un campo de referencia
concreto al que tiene que atenerse el ojo que observa, parámetros estrictos acerca de lo
que es un buen alumno o un mal elemento.

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➔ La niñez debe ser embutida en formas de comportamiento que harán de cada uno de ellos un
alumno educado donde la generosidad y la modestia no por fingidas dejarán de ser
felicitadas y aunque lo único que busquen sea el halago; aunque sean interesadas y serviles,
merecerá n el apoyo y la buena calificació n de los maestros. Si se es callado, gentil, diligencioso y
presto a servir a la voluntad adulta, se estará en el buen camino.

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