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Psicoeducación
Psicoeducación
Psicoeducación
¿Te ha puesto a pensar alguna vez que su dolor puede ser un dolor emocional? ¿Conoce el
poder de las emociones sobre su cuerpo?
¡Y nosotros muchas veces las ignoramos! Saben que muchas de las situaciones y muchos de los
dolores que nos ocurren vienen de ahí ¡Son la manifestación de un dolor emocional! Porque
créanme, si no gestionamos nuestras emociones, si no las escuchamos, ellas nos gritarán, pero en
forma de dolor emocional.
Existen numerosas investigaciones que avalan el poder de las emociones sobre el cuerpo
humano. De hecho, seguramente han escuchado «se me hace un nudo en el estómago por los
nervios», «el corazón me late a mil por hora» y muchas más. Esta vez quiero hablarles de algo más
profundo incluso, de cómo las emociones que no gestionamos adecuadamente, que callamos, que
ignoramos, se manifiestan en el cuerpo en forma de dolor y hasta incluso enfermedades. Los
investigadores han encontrado una relación más que evidente entre el dolor crónico y el estrés
o diversos traumas no superados. Un estrés que no gestionamos, un estrés que no cuidamos
puede dejar su marca permanente en nuestro cuerpo. Y cuerpo sólo tenemos uno.
También encontramos evidencias científicas entre los problemas emocionales que presentan
las personas y su salud física. Si supiéramos cómo trabajar esos problemas emocionales y cómo
resolverlos, mejoraría nuestra salud y, por tanto, nuestra vida.
Necesitamos encontrar qué problemas emocionales están causando nuestro dolor emocional y
nuestros problemas físicos. Aprender a entrenar y gestionar de manera adecuada las
emociones, acabaremos conociéndonos profundamente y conectando con nuestra verdadera
identidad y esencia.
Voy a desgranar algunos dolores generalizados que esconden en realidad un dolor emocional muy
grande. Quizá nos identifiques con alguno de los pensamientos que expongo e incluso esto nos
permita el saber cómo afrontar ahora nuestros dolores si son dolores emocionales.
Dolor de espalda: Estás a cargo de muchas responsabilidades, en el trabajo lleva muchas tareas
y muchas otras personas dependen de usted. Además, es quien lleva el dinero a casa y paga la
mayor parte de las facturas. La educación de los niños, la alimentación, las actividades de ocio, todo
pasa por su filtro y necesita darle el visto bueno. No sabe delegar (o no quiere) y te lleva trabajo
a casa siempre que puede. Sin duda, es un ejemplo de fortaleza, tesón (firmeza y decisión) y
seguridad. pero a qué precio.
Consejo: No se esfuerce en ser quien no es. Concédase tiempo y reflexione todas las
posibilidades: asimilar nuevas situaciones requiere su tiempo. El cambio es necesario, forma
parte de la vida. Necesitamos ponerte en marcha y sacar esos pensamientos que se juntan y
aturden nuestra mente. Pasar a la acción.
Vamos a ir un paso por delante de nuestro cuerpo, ¿les parce? Aprendamos la lección antes de tener
que vivirla en nuestras carnes. Tenemos que aprender a ver el dolor emocional como síntoma, no
como consecuencia.
Las emociones mal gestionadas se convierten en enfermedades, muchas de ellas muy graves. Si
escuchamos a nuestras emociones, si perdonamos, si amamos, si agradecemos, si disfrutamos la vida,
todas sus emociones «atascadas» desaparecerán. Por todo esto, se considera que las emociones son
un componente vital que debemos manejar adecuadamente.