Abuso Sexual Donde Acudir
Abuso Sexual Donde Acudir
Abuso Sexual Donde Acudir
No espere que lo diga. Si de un día para otro su hija de tres años se niega a
saludar a un pariente o a un conocido; si su hijo de cinco años llora cuando le
toca ir a la clase de karate; o si a los ocho años vuelve a mojar la cama, papá,
mamá indague más. Su pequeño puede haber sido víctima de un abuso sexual.
“Cuando se trata de un abuso sexual es más evidente las señales que da el niño
o adolescente; es más fácil de detectar. En los primeros tipos de abusos,
los síntomas no son visibles y se suelen ignorar, pero justamente son los
primeros pasos que abren paso a la agresión física”, explica Angeyeimar Gil,
trabajadora social y consejera de Protección del Niño y Adolescente del
municipio Sucre.
Algunas de las señales emocionales y gestuales que emiten los niños, niñas y
adolescentes cuando su intimidad ha sido vulnerada, son evidentes. Gil
detalla que existen tres tipos de abuso: aquél en el que el pequeño es sometido
a situaciones no aptas para su edad, por ejemplo a ver una película pornográfica;
los actos lascivos, que consisten en tocar al niño sin su consentimiento; y la
violación con penetración, al que se considera propiamente como abuso sexual.
“Se rompe el estereotipo. Pensamos que el niño es más vulnerable cuando está
con una persona y lugar desconocido en horario nocturno. Entonces nos
descuidamos y nunca pensamos que pueden ser abusados en sitios cotidianos,
durante una visita a la casa del padrino”, manifestó el especialista y especificó que
estos episodios no son exclusivos de los estratos sociales bajos.
Cecodap atendió un caso de una niña de tres años a quien su madre llevó a
consultar con los especialistas de la organización sin fines de lucro. La mujer indicó
que en varias oportunidades había escuchado a su nena expresiones vinculadas
con “leche” mientras jugaba con sus muñecos. Luego de evaluaciones
psicopedagógicas se determinó que la niña había sido víctima de abuso sexual y se
refería a la sustancia seminal.
Angeyeimar Gil, trabajadora social del Consejo de Protección de Sucre, relató que
una adolescente de 17 años de edad estuvo en el centro para pedir apoyo, junto
con su madre. Antes de que se concertara esa cita, la joven pasó una semana sin
salir de su casa a otras actividades sociales y su mamá notó el cambio, pero no se
imaginó que su hija estaba siendo acosada.
“Si se trata de un familiar cercano, guardan silencio aunque se sepa del abuso.
Hacen una especie de pacto de sangre y de alguna manera se sacrifica al niño por
el resguardo de esta persona”, dijo Pereira. Esto tiene que ver con las normas
internas de los penales en los que se suele ejecutar a los violadores por lo que “las
familias no quieren cargar en su conciencia que ese familiar vaya a pasar por eso”.
“Hay que enseñarles que pueden decir que no a lo que no quieren ser expuestos,
sin importar de qué persona se trate. Hay que enseñarles a distinguir
las caricias con intenciones sexuales de las de cariño, y mostrarles que las
partes púdicas son privadas y que ninguna persona lejana o cercana puede
tocarlas sin su consentimiento”, recomendó Pereira, el director de Cecodap.