Salmo 138
Salmo 138
Salmo 138
El salmista está tan agradecido con Dios que exclama: “Dios mío, ¡quiero alabarte de todo corazón!
¡Quiero cantarte himnos delante de los dioses!” (v. 1 TLA). Él está sumamente agradecido con Dios por
tres razones:
1) Dios escucha: los dioses imaginarios, delante de quienes quiere alabar a Dios para humillarlos, no
pueden escuchar, mucho menos responder oraciones. Pero, Jehová es real. No lo podemos ver ni tocar,
pero sí podemos sentir el alivio de ser escuchados por alguien que nos comprende y ama.
David, quien era el Rey de Israel, jamás entró al templo, solo podía arrodillarse mirando hacia el templo
(v. 2). Nosotros en Cristo tenemos acceso directo hasta el tercer cielo, “Así que acerquémonos
confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el
momento que más la necesitemos” (Hebreos 4:16).
A la bendición de ser escuchados, el salmista agrega: “En cuanto oro, tú me respondes; me alientas al
darme fuerza” (v. 3 NTV). ¿Cómo no alabar a Dios por eso?
2) Dios tiene palabra: Me encanta como lo expresa la “Nueva Traducción Viviente”: “alabo tu nombre
por tu amor inagotable y tu fidelidad, porque tus promesas están respaldadas por todo el honor de tu
nombre” (v. 2 up NTV). ¡Bendito sea Dios! No solo podemos desahogarnos delante de su presencia por
medio de la oración, también nos ha dado su Palabra. Esa Palabra que crea, vivifica y re-crea.
Los cielos podrán desplomarse, la tierra desmoronarse, los mares podrán secarse; pero la Palabra de
Dios permanece para siempre. Es decir, sus preciosas promesas para nosotros seguirán en pie cuando
todo se derrumbe. ¿Cuánta confianza tienes en la Palabra de Dios?
3) Dios será reconocido por otros: Los versículos 4 al 6 expresan el gozo del salmista al contemplar la
alabanza que rinden a Dios “todos los reyes de la tierra”. Para David era un privilegio muy grande relatar
a otros la bondad de Dios. Era un alto honor exaltar a su Dios delante de todo el mundo, él conocía tan
íntimamente al Señor que tenía la absoluta seguridad que todos los que conocieran las maravillas de
Dios también lo adorarían. ¿Te deleita ver a otros caer de rodillas delante de Dios por tu testimonio?
¡Oh que divina experiencia caminar con Dios por la vida! Tú puedes tener la misma intimidad con Dios
que David desarrolló, solo necesitas practicar tres hábitos esenciales: 1) orar, 2) estudiar la Biblia y, 3)
testificar de su amor y poder sobre ti.
#RPSP
Salmo 138
Pr. Selvin Sosa
fb.com/selvinsosa77