Modelos - de - Gestion - en - Salud - Sena PDF
Modelos - de - Gestion - en - Salud - Sena PDF
Modelos - de - Gestion - en - Salud - Sena PDF
Federico Tobar
Buenos Aires
2002
1
Índice
PRESENTACIÓN....................................................................................................................................... 5
¿QUÉ ES GESTIÓN?................................................................................................................................. 7
ADMINISTRACIÓN VERSUS GESTIÓN ......................................................................................................... 8
¿CÓMO EXPLICAR LAS ORGANIZACIONES? ................................................................................. 9
¿CUALES SON LOS DESAFÍOS EN LA GESTIÓN INSTITUCIONAL? ................................................................ 11
Principales desafíos planteados por la Teoría de las Organizaciones .............................................. 11
Nuevos desafíos de la gestión............................................................................................................. 14
PARTICULARIDADES DE LA GESTIÓN EN SALUD...................................................................... 15
COMPONENTES DE UN SISTEMA DE SALUD ............................................................................................... 16
Modelo de gestión .............................................................................................................................. 17
Modelo de financiación...................................................................................................................... 18
Modelo de Atención............................................................................................................................ 18
NIVELES DE GESTIÓN EN SALUD .............................................................................................................. 19
SÍNTESIS .................................................................................................................................................. 20
BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................................................................... 23
EVALUACIÓN ......................................................................................................................................... 25
BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................................................................... 72
EVALUACIÓN ......................................................................................................................................... 74
CAPÍTULO 4. ESTRATEGIA................................................................................................................... 77
LA ESTRATEGIA EN LA ORGANIZACIÓN...................................................................................... 79
I. DEFINICIÓN DE LA MISIÓN .................................................................................................................... 81
CÓMO DEFINIR LA MISIÓN ....................................................................................................................... 81
II. CONVALIDAR LA MISIÓN ..................................................................................................................... 87
III. DESARROLLAR UN PLAN .................................................................................................................... 88
MATRIZ PRI ............................................................................................................................................ 89
Prestigio ............................................................................................................................................. 89
Influencia ........................................................................................................................................... 90
Recursos ............................................................................................................................................. 90
EVALUACIÓN DE DESEMPEÑO ........................................................................................................ 92
3
Gestión orientada a resultados .......................................................................................................... 92
Eficiencia, eficacia y efectividad en la organización ......................................................................... 93
Limitaciones del control de gestión.................................................................................................... 94
La evaluación depende del tipo de organización ............................................................................... 95
Modelos de organización y modelos de evaluación ........................................................................... 96
Análisis de desempeño y reconversión institucional .......................................................................... 96
Algunas recomendaciones para los evaluadores ............................................................................... 98
BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................................................................... 99
4
PRESENTACIÓN
Términos, como gestión, administración, innovación y estrategia son utilizados cada vez
con mayor frecuencia, en particular en los servicios de salud. Sin embargo, tal vez es más
lo que se habla y se escribe de ellos que lo que se piensa y elabora en profundidad. Hay
muy poco pensamiento organizado sobre las organizaciones y muy pocas cosas novedosas
sobre la innovación en ellas.
Este libro introduce al lector en los conceptos centrales de la gestión y presenta una
guía para el análisis y revisión de una organización. El enfoque propuesto se centra en la
noción de modelo de gestión y presenta de forma detallada y esquemática cada uno de
sus componentes permitiendo de esta manera no solo identificar y eventualmente criticar
los modelos de gestión vigentes en las organizaciones sino también contar con elementos
para el diseño de modelos de gestión alternativos e innovadores.
El libro está dividido en cuatro capítulos. El primero, bajo el título “la gestión y sus de-
safíos”· se propone que el lector logre diferenciar las nociones básicas de gestión y admi-
nistración, así como las características particulares de la gestión en salud.
Para ello la clase está organizada en cuatro secciones. En la primer sección se aborda y
discute el concepto de gestión. Se presenta a la gerencia debatiéndose entre constituir
una ciencia o un arte. Además se contrasta a la gestión con la administración presentán-
dolas como enfoques diferentes y en algunos casos contrapuestos. La segunda sección
involucra una breve revisión de la teoría de las organizaciones y su evolución. De forma
muy esquemática se presentan cuatro problemas centrales que los pensadores de la Teo-
ría de las Organizaciones se han planteado buscando esquemas o modelos analíticos para
explicar las organizaciones, sus éxitos y fracasos. La tercer sección presenta un enfoque
particular que se adopta en este curso para explicar las organizaciones centrado en tres
grandes grupos de desafíos de la gestión institucional. La cuarta sección presenta un con-
junto de particularidades de la gestión en salud.
El segundo capítulo, lleva el título “modelos de gestión” y se propone que el lector lo-
gre identificar los componentes centrales de un modelo de gestión. Para ello la clase está
organizada en tres secciones. La primera presenta la noción de modelo de gestión y lo
compara con el concepto de paradigma. En la segunda se presentan los componentes del
modelo de gestión de una organización y se analizan sus especificidades. Por último se
hacen algunas consideraciones particulares de las organizaciones de salud.
El capítulo 3 lleva el título “Gestión y cambio” y se propone que el lector consiga identi-
ficar las características y dimensiones del cambio en las organizaciones. Para ello la clase
está organizada en tres secciones. En la primera se analiza el significado del cambio en la
organización. Se parte de revisar el significado de la innovación organizativa para luego
plantear el problema desde el concepto de del modelo de gestión. Luego se plantean dos
grandes modalidades del cambio del modelo de gestión: la reconversión y la reingeniería.
Por último se presentan las categorías centrales del diseño de organizaciones.
5
espacio. Y, fundamentalmente, presenta herramientas para evaluar el desempeño de ese
despliegue.
6
CAPÍTULO 1. LA GESTIÓN Y SUS DESA-
FÍOS
¿Qué es Gestión?
Aunque es una de las palabras más utilizadas no se puede decir que exista un verdade-
ro consenso sobre el significado de la palabra. Por un lado, con frecuencia se hace refe-
rencia a la gestión como una ciencia. Pero ¿hay una auténtica ciencia de la gestión?. Pocos
pueden sentirse seguros de tener una respuesta absoluta a este interrogante. ¿Cuantas
veces los libros dirigidos a los ejecutivos evocan textos esotéricos, manuales de autoayuda
o discursos de charlatanes?. Sin embargo, es evidente que cada vez necesitamos más de
alguna instrucción gerencial. No sería muy desatinado hablar hoy de un analfabetismo
organizativo que bloquea el desempeño de las personas en las instituciones.
Se ha descrito también a la gerencia como un arte1. Desde esta óptica el conductor no
es necesariamente un artista pero si tal vez un artesano que pasó
Cada vez ne-
por una determinada escuela donde incorporó algunas herramien-
cesitamos más
tas, técnicas y conceptos, pero cuyo desempeño depende de una
de algún grado
dosis de talento personal que ningún maestro puede garantizar.
de instrucción en
Probablemente ningún campo del conocimiento haya avanzado
gerencia
tan poco en los últimos veinte siglos como la ciencia de las organi-
zaciones. Las organizaciones han crecido en tamaño y complejidad
más que nuestro conocimiento sobre ellas. Como le sucede al aprendiz de brujo, nuestra
invención nos ha superado y muchas veces se nos vuelve en contra.
Se han inventado múltiples herramientas, se han desarrollado cantidad de discursos y
constructos teóricos. Sin embargo es difícil aún hablar de paradigmas organizativos y son
pocos los auténticos modelos de gestión que han podido ser identificados y caracterizados
con verdadero rigor científico.
Tal vez más que una ciencia o un arte la gestión cumple hoy el rol que la alquimia
desempeñaba en la edad media. Es un conocimiento terapéutico que no da garantías de
bienestar a su poseedor, pero si este lo combina con ciertas habilidades personales le
permitirá tener un buen pasar y agraciarse con el poder. Veamos, sino, como describía
Marguerite Yourcenar a Zenón, el personaje central de su celebre Opus Nigrum:
«Ubicumque idem: los príncipes quieren aparatos para aumentar o salvaguardar su po-
der; los ricos oro, y corren con los gastos de nuestros hornillos durante algún tiempo; los
cobardes y los ambiciosos desean saber el porvenir.. … el pueblo tiene razón al ver en
nosotros los adeptos de una magia negra o blanca. Hacer que dure lo perecedero, adelan-
tar o atrasar la hora prescrita, adueñarse de los secretos de la muerte para luchar contra
ella, utilizar las recetas naturales para ayudar o para burlar a la naturaleza, dominar al
mundo y al hombre, rehacerlos, crearlos, tal vez…»2
1
Sobre la caracterización de la gestión como ciencia y arte ver: MOTTA, Paulo. Gestão contemporanea a arte
e a ciencia de ser dirigente. Río de Janeiro. Record.1991
2
YOURCENAR, Marguerite. Opus Nigrum. Alfaguara. Madrid. 1995.
7
Así como con los alquimistas de antaño se espera hoy del gerente -aquel que practica
la gestión-, no que transforme hierbas en pociones pero si insumos en productos y a estos
en dinero. Pero con la evolución del sistema mundial de comercio, la integración de los
mercados y el consecuente aumento de la competencia, hoy se exige más que nunca a los
nuevos alquimistas que preserven nichos de mercado. Si los antiguos alquimistas debían
transformar el cobre en oro se espera de sus descendientes que transformen commodities
en productos innovadores -de alto valor agregado-. Que hagan durar emprendimientos a
los que ya les llegó su hora. Que preserven cargos y funciones que ya han prescrito.
Pero el rol del gerente ha evolucionado. En términos amplios y tradicionales el rol del
gerente consistía en tomar decisiones que afecten a la producción de bienes y servicios
buscando maximizarla. Así, al menos, lo definían los “padres” de la administración, autores
como Frederic Taylor, Henry Fayol o Charles Babagge, que acuñaron lo que luego fuera
conocido como “Escuela Clásica de la Administración”.
A lo largo de los años los contextos fueron cambiando y el pensamiento organizativo
fue evolucionando. Surgieron diferentes posiciones sobre cómo deberían tomarse esas
decisiones. Se incorporaron primero criterios de logística militar e ingeniería, luego de
economía. De la mano de esta última ingresaron técnicas como la contabilidad y la
estadística que iniciaron una larga trayectoria de aportes a la toma de decisiones. En 1971
el Premio Nobel de Economía fue otorgado a un sociólogo, Herbert Simon, por su “Teoría
de las Organizaciones”. A partir de entonces la problemática de la gestión pasó a ser
abordada predominantemente desde las ciencias sociales. La discusión sobre qué es la
gestión o, más precisamente, qué debe hacer un gerente se nutrió de la sociología, la
antropología y la psicología.
Durante las tres últimas décadas la preocupación central sobre cómo se deben tomar
las decisiones se desplazó primero hacia la gente, a los actores involucrados en la
organización y luego se comenzó a centrar en el contexto, en los entornos en que se
desempeña la organización. Las preguntas fueron cambiando. Primero la clave consistía en
¿cómo dividir el trabajo para producir más?. Luego surgió una preocupación mayor por la
calidad: ¿cómo organizarse para producir más y mejor?.
Pero los cambio en el contexto fueron incorporando nuevas exigencias y la mayor
preocupación pasó a ser ¿cómo adaptarse a un entorno cambiante?. Las respuestas a esta
última pregunta se centraron en dos premisas, innovación y velocidad. El sociólogo Alvin
Toffler, más conocido por sus predicciones futuristas, afirmaba hace casi veinte años que
el rol del gerente en los comienzos del siglo XXI consistiría en acelerar los tiempos de
cambio. Michael Porter, otro de los gurúes de la administración (en este caso del
marketing) sentenciaba que en la estrategia competitiva se debería optar por producir y
vender muchos bienes y servicios masivos a bajo precio (commodities) o unos pocos
bienes y servicios de altísimo valor agregado y consecuentemente de alto precio. Las
situaciones intermedias resultan mucho más vulnerables. En otras palabras, una de las
disyuntivas que cada vez aparece con más frecuencia en la gestión es ¡hacer más de lo
mismo o hacer cosas diferentes?
En conclusión, se podría redefinir el rol del gerente en la actualidad como un agente de
cambio y adaptación, un acelerador de los mismos, pero fundamentalmente un
constructor de certezas, un abridor de caminos para la organización.
8
nes. De hecho, cada escuela o enfoque privilegia determinadas dimensiones de las organi-
zaciones o aspectos de la actividad gerencial. Por este motivo, es frecuente que cada nue-
va teoría involucre una nueva manera de comprender la dinámica de las organizaciones y
de explicarlas, utilice sus propios conceptos y términos.
Las dificultades en la definición de conceptos tales como administración y gestión más
que indicar supuestas insuficiencias teóricas de estas disciplinas parecen reflejar la com-
plejidad que involucran ambas expresiones. Por otro lado, ha sido señalado también que la
elaboración teórica que sirvió de sustento a la administración y a la gestión resultó alimen-
tada por realidades disímiles.
En Inglaterra y los países de lengua francesa se utilizan de forma diferente las pala-
bras management (frecuentemente traducida como gestión) y administration (traducida
como administración), empleándose la primera para el área privada, mientras que la se-
gunda estaría asociada a la administración pública3.
Aún cuando en Argentina, junto a otros países de América Latina, los términos Gestión y
Administración han sido usados indistintamente, el cuerpo de conocimientos que ellos se
vincula tienden a diferenciarse progresivamente. Emplear el término gestión connota
abandonar los modelos normativos, las organizaciones burocráticas, el control de procedi-
mientos. Ouchí decía que donde no se pueden controlar ni evaluar los resultados todos los
esfuerzos se tienden a concentrar en evaluar los procesos. Entendemos hoy al concepto
de gestión más asociado con el control de resultados, con un enfoque estratégico, con una
orientación hacia los actores, se utilizan con frecuencia las metáforas de la organización
como sistema cultural, como mente. En contraposición se tiende a describir como adminis-
tración al conjunto de conocimientos y herramientas más normativas, más centradas en el
control de procesos, donde se utilizan con frecuencia metáforas mecanicistas de la organi-
zación4.
La distinción entre administración y gestión puede resultar estéril cuando se trata de en-
frentar la toma de decisiones diaria y rutinaria de una organización, pero se torna impor-
tante cuando se trata de analizar el fenómeno del cambio en las organizaciones.
3
Ver: MOTTA, Paulo Roberto, 1991 Op. Cit.
4
Al respecto de las metáforas ver: MORGAN, Gareth. Imágenes de la Organización. México D.F. Alfaome-
ga. 1994
9
ma no alcanzó aún un desarrollo relevante. El mismo término “turbulencias” que se em-
plea para describir este contexto cambiante connota el subdesarrollo del pensamiento or-
ganizativo y su dependencia de las ciencias consolidadas de las cuales debe extrapolar sus
términos.
El dilema del cambio en la organización requiere de un abordaje complejo e interdisci-
plinario. Hay un conjunto de reduccionismos, de tentaciones de la cuales el analista orga-
nizacional debe escapar. Se trata del canto de sirenas que pueden desviarnos de nuestro
camino hacia aguas peligrosas.
Hemos avanzado La primera tentación es la del Doctor Frankenstein. Se
bastante en la com- trata del científico que creyó que la tecnología le permitiría
prensión e interpreta- crear un nuevo hombre y de hecho lo consiguió, solo que
ción de las organiza- la sociedad lo consideró un monstruo. Algo similar ocurre
ciones pero poco en su con los abordajes del cambio en las organizaciones. Mu-
explicación chos autores han partido de un reduccionismo que supone
al cambio organizativo como variable dependiente de la
innovación tecnológica5. Cómo se demostrará en secciones
posteriores, el progreso tecnológico actúa como condicionante pero no como determinante
de la innovación organizativa.
La tercer tentación es el escape hacia adentro. Se trata del procedimiento inverso al an-
terior que implica el riesgo de perder la realidad concreta de la organización fragmentando
5
Ver por ejemplo: ILUNDAIN VILA, José Miguel. Factores de cambio en el entorno, algunas orientaciones para
la empresa. Madrid, editorial ESIC. 1997.
6
Para un excelente análisis crítico de esta postura ver: FERNANDEZ PARDO, Carlos Alberto. Introducción a la
Psicosociología de las organizaciones. Buenos Aires. Grupo editor tercer Milenio. 1999.
7
Op Cit. Página 15.
10
sus procesos relevantes en unidades “micro” tan solo centradas en el individuo y su psi-
que, como si el conjunto organizacional se redujera a partes discretas y separables. Como
concluye Fernández Pardo, no podemos explicar los procesos relevantes de una organiza-
ción partiendo del estudio psicológico de cada uno de sus miembros y agregando poste-
riormente sus resultados esperando obtener al final un “individuo promedio” el cual nos
ofrecería la pauta distintiva de la organización8.
En conclusión, para superar los tentadores cantos de sirenas es fundamental no solo
apuntar a comprender e interpretar sino también a explicar las organizaciones. Y en ese
sentido sostendremos aquí como tesis que comprendemos a las organizaciones a través
de su misión y objetivos, pero las explicamos a través de los procesos, comportamientos y
resultados que suponemos congruentes con aquellos.
La comprensión de misiones y objetivos nos remite al contexto de la Sociedad, sus ins-
tituciones y normas. Mientras que, la explicación de las organizaciones nos conduce a sus
procesos internos y a las dimensiones específicas del desempeño organizacional.
8
Op Cit. Página 16.
9
BERRY, Michel. “Cultura e institución en los estudios sobre management: Confrontación de experiencias
académicas francesas y estadounidenses”. Curso dictado en el marco del Programa de Posgrado en Cien-
cias Sociales del Trabajo del Centro de Estudios Avanzados de la UBA. Buenos Aires, 20 al 22 de abril de
1999.
10
PIZZA, Wilson. “Pontos críticos na ciencia das organizacões” Revista de Administração Pública 24(3):142-61.
Mayo-julio de 1990.
11
I. distinguir los tipos de racionalidad,
No se justifica que II. identificar las funciones,
una empresa exista III.desarrollar de patrones objetivos para evaluación de
solo para ganar desempeño,
plata IV.mediación entre requisitos funcionales e intereses subs-
tantivos.
11
WEBER, Max. Economía y Sociedad. México D:F. Fondo de Cultura Económica. 1986. 14 edición.
12
facciones, pero en realidad suelen ser los síntomas de una confusión subyacen-
te»12.
II. En relación a las funciones de las organizaciones sabemos que este es un requisito
para que existan. Ninguna empresa existe para ganar plata, esto es algo que consiguen
mientras desempeñan una función útil para la sociedad en su conjunto. Mientras generan
algún tipo de valor. La clave es identificar y formular con precisión cual es esa función
principal (a la que llamamos misión) que la organización asume en el mundo, en la socie-
dad. Porque el día en que la empresa o la organización deja de cumplir esa función desapa-
rece. Pero además de esa función principal hay funciones secundarias, requisitos a ser
cumplidos para alcanzar la misión. Algunas son más centrales, más importantes que otras.
Es decir, hay una relación de figura y fondo. Identificar esa relación es una instancia impor-
tante para el análisis de las funciones de la organización.
III. El tercer problema es el de la evaluación y el control de gestión. Una vez que tene-
mos claro que funciones debemos cumplir cómo sabemos si vamos bien o mal, si estamos
alcanzando los objetivos (eficacia), si estamos utilizando bien los recursos (eficiencia), si
estamos generando resultados útiles a la sociedad (efectividad). Aquí hay dos desafíos.
Primero evaluar es comparar con algo. Una evaluación objetiva requiere de estándares, de
normas, de patrones objetivos para comparar lo que estoy haciendo en mi institución con
esos patrones. ¡volvemos a la administración normativa¡ ¿quién le pone el cascabel al gato?
¿quién está capacitado o autorizado para decirle a una institución altamente especializada
qué es lo que debe hacer, o mejor dicho, cuanto, cómo y de qué forma?. El segundo desa-
fío en el diseño de instrumentos de control de gestión es que si se pone mucho énfasis en
eliminar la subjetividad en la evaluación se puede perder la perspectiva crítica de lo que se
está haciendo es decir se puede estar haciendo bien lo inadecuado.
IV. El cuarto problema consiste en alinear la misión de la institución con los intereses
de las personas. La organización solo se vertebra cuando esto se consigue. La misión define
el significado de la institución, establece el sentido y la dirección hacia donde esta avanza.
Es el tren al norte – tomando la metáfora de Albrecht- por lo cual quien no decide ir en ese
sentido debe bajarse del tren. Pero hay una metáfora aún mejor que la del tren. Jorge Luis
Borges en su poema “El Golem” recupera el relato de un rabino en Praga que luego de
hacer un muñeco buscó imitar a Dios dándole vida. Sin embargo, el Golem nunca dejaba de
ser torpe, nunca cumplía con los deseos de su creador. Borges concluye el relato ironizando
que tanto se lamentaba de su creación el Rabino mirando al Golem como lo hacía Dios
mirando al rabino.
En síntesis, se podría postular que toda la teoría de las organizaciones gira en torno a cua-
tro grandes cuestiones:
I. Fundamento
II. Significado
III. Evaluación
IV. Coordinación.
12
Este postulado es válido también para organizaciones sin fines de lucro. Ver: ALBRECHT, Karl. La misión de
la empresa. Buenos Aires. Paidós Empresa 44.199. Página 28.
13
Problemas centrales de la teoría de las organizaciones
I. Fundamento: ¿Porqué pertenecer a la organización?
II. Significado: ¿Qué debe hacerla organización?
II. Evaluación: ¿Cómo saber que se está haciendo bien?
IV. Coordinación: ¿Las personas y la organización van en la misma dirección?
Ser
Estar
Hacer
Particularidades de la gestión en salud
¿En qué se diferencia la gestión en salud de la gestión de otro tipo de instituciones?
15
Las particularidades de la gestión en salud se desprenden básicamente de las formas
en que las personas buscan cuidados de salud (es decir la demanda) y de la lógica que las
organizaciones (básicamente servicios de salud) siguen para proveer dichos cuidados.
La medicina no se integra de forma completa al mundo de los negocios. La medicina
desempeña un rol particular en la sociedad que no comparte íntegramente con aquello
que ha sido denominado “industria de la atención médica”.
Ese rol especial puede ser definido al menos a través de tres dimensiones. En primer
lugar, cuando una persona percibe algún problema de salud no acude a la medicina em-
presarial sino a la “medicina”. En segundo lugar, los gobiernos no delegan la responsabili-
dad por la habilitación y acreditación profesional a la industria de la atención médica sino
a la profesión médica. Por último, si hay un sector de actividad en el cual es válido el pro-
verbio “se ha puesto el carro adelante del caballo” esa es la industria de la atención médi-
ca, donde la medicina siempre ha señalado el camino y la organización empresarial no ha
hecho más que seguirlo. Dos ejemplos de ellos son: el moderno hospital desarrollado no
como una empresa sino como un seminario médico y los seguros de salud desarrollados
no por su rentabilidad sino para viabilizar los servicios médicos. En ambos casos la medici-
na actúo como catalizador para el cambio y la empresa surgió luego13.
En síntesis, la problemática de la gestión en salud parece haber una tensión entre dos
formas de pensar, por un lado el de la medicina y por el otro el de la gestión o administra-
ción de empresas. Se planteará a continuación dos distinciones conceptuales que permiten
identificar con mayor precisión las particularidades de la gestión en salud. Se trata, en
primer lugar, de una distinción de orden y en segundo lugar de una distinción de grado.
La primera involucra identificar tres componentes diferentes de todo servicio o sistema de
salud, cada uno de los cuales circunscribe decisiones específicas. La segunda distingue
tres niveles de decisión en la gestión de salud.
13
Para profundizar en este análisis se recomienda ver: STUDIN, Ira. Strategic Healthcare
Management. Nueva York. Irwing Professional Publishing. 2000.
16
Gráfico 2: Componentes de un sistema de salud
Dimensión Económica
Dimensión
Modelo de Modelo de Política
Financiación Gestión
Modelo de
Atención Dimensión
Médica
Modelo de gestión
La problemática del modelo de gestión consiste en la definición de las prioridades del
servicio, en cuales son las decisiones que deben ser tomadas desde la conducción, qué
valores las guían, quién las toma y cómo las toma.
Por ejemplo, las prioridades de un hospital público no siempre son similares a las de
un hospital privado. De forma similar, las prioridades de un hospital de baja complejidad
no son idénticas a las de otro de alta complejidad.
Si en lugar de un servicio de salud se considera un sistema de salud a nivel nacional se
pueden distinguir dos cuestiones centrales del modelo de gestión: a) Por un lado los valo-
res que guían al sistema, b) por el otro las funciones del Estado en salud.
Desde esta óptica, la dimensión política del sistema de salud consistiría en definir qué
tipo de informaciones deben ser suministradas a la población, qué servicios debe proveer
directamente el Estado, cuales y cómo debe comprar el Estado al sector privado y por
último, cómo se debe regular a las empresas de salud.
Se denomina con- Definir un modelo de gestión involucra definir el Ser el
versión al proceso hacer y el Estar de la organización o dicho de otra forma
por el cual los recur- definir el esquema de conversión que aspira desarrollar la
sos son transforma- organización. Se denomina conversión al proceso por el cual
dos en objetivos. los recursos son transformados en objetivos. Es algo que
solo pueden lograr personas organizadas y nunca pueden
alcanzar las máquinas por si solas.
En síntesis, desde la perspectiva del modelo de gestión es importante detectar en ca-
da caso (servicio o sistema) cuales son los principios y valores que guían el sistema, cuales
son las principales decisiones relacionadas con la conducción del sistema, quién las toma y
cómo se toman.
Nuestro abordaje del modelo de gestión no se agota aquí, será objeto específico de la
clase II de este curso.
17
Modelo de financiación
La problemática del financiamiento involucra un conjunto de definiciones económicas.
Estas pueden ser sintetizadas a través de tres grandes preguntas: a) ¿Cuánto se debe
gastar en salud?, b) ¿De dónde deben provenir los recursos?Y c) ¿Cómo asignar los recur-
sos?
Modelo de Atención
A diferencia de las dos anteriores, la problemática de los modelos de atención es es-
trictamente médico-sanitaria. En otros términos, se trata de la dimensión técnica más es-
18
pecífica del sector. Las cuestiones que involucra son aquellas vinculadas con la forma en
que debe ser dividido y organizado el trabajo médico para dar la respuesta adecuada a las
demandas y necesidades de la población.
¿Cómo prestar?. Se trata de definir ¿qué prestadores deben ser responsables de la
provisión de servicios? En el sentido de los niveles de complejidad o adecuación e calidad
de los servicios. ¿Con cuales criterios o padrones deben operar?. La problemática de la
calidad involucra dimensiones técnicas en las cuales el saber sanitario es insubstituible.
¿Dónde prestar?. De la misma manera, es necesario recurrir al saber médico sanita-
rio para establecer ¿en qué lugares y de qué manera se debe distribuir la oferta?. ¿Qué
criterios de referencia y contrareferencia adoptar?
Una clara distinción de estas tres dimensiones es fundamental a la hora de pensar los
sistemas y lo servicios de salud ya que a menudo se corre el riesgo de reducir la discusión
solo a una de esas dimensiones. Así, mientras que en las décadas anteriores se tendía a
discutir solo el modelo de atención, en los últimos años la discusión tendió a restringirse
solo a la problemática de la financiación.
Gestión
Gestión Clínica Gestión dede Gestión
centros de
Servicios
Sistemas
14
ORTÚN RUBIO, Vicente (1996). “Innovación en sanidad”. En: MENEU, Ricardo & ORTÚN RUBIO, Vicente
(ed.) Política y gestión sanitaria: la agenda explícita. AES. Barcelona.
19
objetivos y en ellas el principal desafío de la gestión es coordinar y motivar a las personas
para lograr alcanzar dichos objetivos.
Un ambiente de microgestión o gestión clínica donde la mayor responsabilidad cabe a
los profesionales. Una particularidad del sector salud es que el médico es responsable por
la asignación del 70% de los recursos a través de millares de decisiones diagnósticas y
terapéuticas tomadas cotidianamente en condiciones de incertidumbre, y para ello gestio-
na: coordina y motiva a otras personas del propio servicio o de servicios centrales y de
apoyo.
Síntesis
En términos generales gerenciar o hacer gestión es tomar decisiones. Aunque hay mu-
cha literatura, cursos e incluso sistemas informáticos que ayudan a esta toma de decisio-
nes no se ha podido aún establecer un modelo o forma universalmente más valido o apro-
piado que otros para la toma de decisiones.
Administrar también involucra decidir. Las diferencias entre administración y gestión
radican en cómo se toman las decisiones, cual es la forma en que se toman esas decisio-
nes. Durante mucho tiempo se consideró que se podía lograr formas “científicas” y objeti-
vamente racionales para tomar todas aquellas decisiones que involucra la conducción de
una organización. Administrar sería, entonces, ordenar, disponer los recursos de la organi-
zación de forma racional. Se confiaba en la premisa de que se lograría resultados de forma
eficiente a través de esquemas de división del trabajo, de una máxima normatización de
las actividades que cada miembro de la organización ejecuta
La teoría de las organizaciones evolucionó más en el sentido de entender la toma de
decisiones fundamentalmente como una forma de conducir seres humanos. La noción de
gestión está más asociada a esta nuevo forma de concebir las decisiones.
Se puede sintetizar los supuestos de este enfoque a través de las siguientes premisas:
I. Una organización es mucho más que recursos. Para obtener una organización
hace falta más que dinero. Transferir una firma, transferir una empresa es más fácil que
transferir una organización. Ese algo más que los recursos físicos, que los recursos finan-
cieros, que la tecnología e incluso que los recursos humanos (al menos en un sentido es-
tricto de los mismos) es la armonía. Un plus valor entre las partes, esa alma que da vida a
un cuerpo sano. Es la sincronía entre los objetivos, las acciones e intereses de los agentes
y los recursos desplegados. Una nación es mucho más que un conjunto de hombres en un
territorio. Una organización también es mucho más que un conjunto de hombres con una
infraestructura. Para que ambos existan deben vertebrarse acciones, intereses, motivacio-
nes por tras de objetivos comunes (mancomunados).
II. Alcanzar esos objetivos comunes es lo que se denomina conversión. Trans-
formar recursos en objetivos. Es el principio vital de toda organización. Las instituciones
solo viven mientras consiguen esto. Cuando dejan de hacerlo son como cuerpos que dejan
de respirar. Pero hay veces que el ambiente donde esa conversión se produce se altera
significativamente, que la tecnología con que se realiza es totalmente reformulada, que los
propios agentes institucionales dejaron de ser los mismos. Todos estos, son condicionan-
tes del cambio en la organización pero no lo determinan. Son factores que coadyuvan y
facilitan pero no garantizan el cambio en al organización. Se pueden hasta cambiar las
formas de hacer las cosas sin estar cambiando su significado.
III. Gestión es la preocupación y la ocupación en esa sincronía entre las ac-
ciones y los objetivos. No hay gestión de cosas, sólo de personas, de voluntades y de
acciones. El resto puede tranquilamente ser denominado administración. La administración
existe, es importante, pero no es gestión. No responde a la esencia de la organización a
20
aquello que le da vida. Es por eso que decimos que nuestras instituciones tienden a ser
sobreadministradas y subgestionadas. Porque las cosificamos, nos preocupamos demasia-
do con lo que no es importante y poco con lo fundamental. Estamos más pendientes de
las herramientas que de los modelos. De las recetas que de la ideología.
IV. El cambio en la organización se produce sólo a nivel de la gestión. No hay
cambio administrativo, no hay cambio a partir de las herramientas. Sólo hay cambio en las
personas. Sólo las personas generan cambios organizativos. Lo hacen cuando introyectan
conductas, cuando sincronizan sus acciones hacia un rumbo determinado y diferente del
anterior, cuando comienzan a pensar, a actuar a querer y a sentir distinto. Por eso condu-
cir el cambio organizativo es tan difícil como conducir personas. Hace falta comprenderlas,
hace falta persuadirlas, hace falta protegerlas y enseñarles.
V. El cambio organizativo no se induce desde afuera ni se compra. Para enten-
der y conducir el cambio no basta con reducir a las organizaciones a otros sistemas más
conocidos. Las organizaciones no pueden ser pensadas solo como sistemas sociales, ni
reducidas a esquemas psicológicos, ni mucho menos biológicos, tecnológicos o peor aún,
solo mecánicos. El pensamiento organizativo incursionó por todos estos caminos con éxito
relativo. Pero el pensamiento organizativo ha contribuido muy poco a explicar la innova-
ción gerencial y el cambio en las organizaciones. La gestión innovadora permanece aún
como algo ignoto, que no se aprende en las escuelas ni posgrados de management, una
habilidad casi mágica y muy cotizada, entre la ciencia y el arte. Conducir el cambio es
convertir los problemas de la sociedad en necesidades sentidas para cambiar.
VI. Innovar es un hacer nuevo, hacer otra cosa o hacer de otra forma. Reconver-
tirse es ser distinto es avanzar hacia otra dirección o en otro sentido. Algunas veces re-
convertirse es innovar, en realidad, unas pocas veces. Una mayor cantidad de veces quie-
nes se reconvierten tan solo se adaptan a nuevas reglas de juego claudicando de toda
pretensión de ser, o de avanzar en alguna dirección. En ese sentido estricto reconvertirse
es solo permanecer. Aguantar es más que sucumbir pero menos que ser.
22
Bibliografía
DRUCKER, Peter. La organización del futuro. Buenos Aires. El Ateneo.1997.
CASINELLI, Héctor. “El management que viene, lo único permanente será el cambio”.
Mercado. Páginas 129-132. Enero de 1998.
MINTZBERG.H; QUINN,J.B& VOYER,J. El proceso estratégico. México D.F. Simon & Schus-
ter Company. 1997.
MINTZBERG.H. El poder en la organización. Barcelona. Ariel. 1978.
MORGAN.J. Imágenes de la organización. México D.F. Alfaomega. 1994
MOTTA, Paulo. Gestão contemporanea a arte e a ciencia de ser dirigente. Rio de Janeiro.
Record.1991
ORTÚN RUBIO, Vicente. Innovación en sanidad. En : MENEU, Ricardo & ORTÚN RUBIO,
Vicente (ed.) Política y gestión sanitaria: la agenda explícita. AES. Barcelona.
1996.
STUDIN, Ira. Strategic Healthcare Management. Nueva York. Irwing Professional Publish-
ing. 2000.
TOBAR, F & FERNÁNDEZ PARDO, C:A. Organizaciones solidarias. Buenos Aires. Lugar edi-
torial. 2001.
La pagina web del NHS Centre for Reviews and Dissemination de la Universidad de York, cuya mi-
sión es promover el ejercicio basado en la evidencia, incluye bases de datos y buscadores especí-
fico de literatura científica sobre evacuación, MBE, etc. Incluye un buscador en su base de datos
de evacuación económica de interés para mi modulo en el curso: http://nhscrd.york.ac.uk
Buscadores de Datos en Salud - HEALTH A TO Z, THE ENGINE FOR HEALTH AND MEDECINE.
http://www.healthatoz.com:80/
Centro de Investigación Para el desarrollo de Canadá (IDRC). Incluye publicaciones sobre gestión
de salud. http://www.idrc.ca/lacro/publicaciones/compartimos
De la Universidad McMaster (Canada). Prestigioso desde los años ochenta. Contiene una recopila-
ción on line de las publicaciones y documentos de trabajo elaborados por el staff del Centro con
buscador incluido (Literature Database):
23
Buscadores de Datos en Salud - HARDIN META DIRECTORY OF INTERNET HEALTH SOURCES
http://www.lib.uiowa.edu/hardin/md/index.html
La pagina web de los colegios de médicos de España (OMC) es bastante buena y tiene enlaces in-
teresantes. http://www.medena.es/
La EIU vende por internet sus informes sectoriales, pero hay resúmenes disponibles. Vea por
ejemplo:"The medical device industry: business strategies for success"
http://store.eiu.com/description/R901des.asp
Un estudio sobre indicadores de utilización y cosunmo de servicios. Se puede ver en: Com-Ruelle
L., Dumesnil S. "Concentration of health care expenditures and heavy consumers France 1995.
CREDES, n° 1269, 1999/06, 172 pages. http://www.credes.fr/english/biblio/resu99.htm#126
El CREDES tiene un conjunto de investigaciones sobre economía y gestión de la salud, entre ellos
hay varios relacionados con la demanda y el consumo http://www.credes.fr/english/lastissues.htm
En el Sitio de BMJ hay una variada colección de artículos referentes a gestión en salud.
www.bmj.com
En el sitio de la Iniciativa regional de reforma del sector de la salud en América Latina y el Caribe
se encuentran varios documentos en español útiles, especialmente en lo que hace a instrumentos
desde el Estado: http://www.americas.health-sector-reform.org/spani
En la página de Health System Change (Centro de estudios del cambio de los sistemas de salud)
hay diversos artículos relacionados con los temas del modulo 3, por ejemplo
http://www.hschange.com
En la página de la Asociación Latina para el Análisis de los Sistemas de Salud hay mucha informa-
ción relativa a Estado y mercado en Salud: http://www.isciii.es
24
EVALUACIÓN
Por favor lea con detenimiento el siguiente caso y luego responda las preguntas abajo
planteadas:
Caso 1. Dos modelos diferentes
El Dr. Urdapilleta es médico pediatra y se ha desarrollado como jefe del servicio de pe-
diatría durante largo tiempo, por su experiencia y por sus contactos en el Ministerio ha
sido nombrado como Director del Hospital de Plumas Verdes.
Luego de redecorar su oficina, colgando los diplomas obtenidos a lo largo de su carrera
profesional, Urdapilleta pidió que le hicieran un listado discriminando los médicos y demás
recursos humanos, con su nivel de capacitación, la cantidad de consultas, giro cama,
egresos de los distintos servicios del hospital.
Al iniciar su tarea, se dio cuenta que nunca se había desarrollado un organigrama del
Hospital y canalizó sus energías en esta tarea, así como la de desarrollar un manual con
las misiones y funciones de cada área con su correspondiente presupuesto.
Su idea, era que al establecer cuales eran las competencias de cada servicio, se mejo-
raría la tarea de atender a los pacientes. Otro de los recursos que utilizaría era desarrollar
manuales de procedimientos al interior de cada servicio, poniendo los tiempos que el es-
timaba apropiado para una consulta de calidad y el tratamiento más efectivo.
El Dr. Urdapilleta era hijo de la Profesora Urdapilleta, docente de nivel medio de biolo-
gía, que siempre le recalcó el valor referente a la educación. Urdapilleta inició un Plan de
Capacitación Interno para el personal del Hospital. Ahora bien, como estaba programada
para un determinado día se vio obligado a suspender los turnos que se habían agendado
para el mismo. Esto no le preocupó porque Urdapilleta confiaba en que la capacitación
mejoraría la performance del hospital.
Los resultados de la Administración de Urdapilleta fueron contradictorios para el perso-
nal de salud y los pacientes, dado que algunos de los problemas se resolvieron parcial-
mente.
Los consultorios externos se tornaron abarrotados de pacientes y las listas de espera
crecieron. Lo médicos afirmaban que esto era consecuencia del cumplimiento de los pro-
tocolos y los tiempos establecidos por el reglamento para una consulta de calidad.
El servicio de pediatría, lugar de origen de Urdapilleta se vio beneficiado, ya que el Di-
rector del Hospital incrementó las camas para internación. Pero otros servicios se queda-
ron sin camas de internación y sumado a ello, una enfermera dedicaba el tiempo resultan-
te de la no atención de las camas transferidas a pediatría, a tomar mate y tejer al cro-
chet. Por otro lado, como la enfermera estaba en el nuevo organigrama en el referido
servicio, no parecía apropiado transferirla nuevamente.
Otra de las innovaciones impulsadas por Urdapilleta fue la entrega de turnos. Como los
turnos para los consultorios externos eran dados al ingreso, en el pasillo del hospital, Ur-
dapilleta pensó que esto no estaba bien porque se acumulaban desde altas horas de la
mañana los pacientes y era un lío para la circulación de los médicos. Luego de pensar,
llegó a la conclusión, que lo mejor era entregar los turnos a última hora de la tarde para
las consultas a realizarse al día siguiente. Como resultado, de cada 10 turnos que se habí-
an dado el día anterior, solo 5 asistían efectivamente. Esto le generó a Urdapilleta la idea
que evidentemente no tenían graves problemas de salud, porque de lo contrario no se
ausentarían de la consulta. Nunca pensó, que tal vez los pacientes no concurrían porque
necesitaban el doble de dinero para el pasaje: primero para retirar los turnos y luego para
realizar la consulta. Pero efectivamente, ahora el personal del hospital circulaba más có-
modo por el hospital, porque no había efectivamente gente en los pasillos.
25
Por aquellos días, tal era el entusiasmo de Urdapilleta que se concentraba más en reali-
zar los inventarios de cada servicio y sus insumos, en lugar de asistir a las reuniones en el
Ministerio que antes frecuentaba tanto.
La poca atención al medio ambiente externo de la organización, le costó el puesto al
Dr. Urdapilleta. El presidente de la Sociedad de Fomento de Plumas Verdes le venía pi-
diendo una entrevista hace tiempo, pero como él estaba tan preocupado por la reorgani-
zación del hospital no lo atendió. Así fue como frente a la poca permeabilidad de Urdapille-
ta, el presidente de la Sociedad de Fomento fue a ver al Ministro de Salud, que como en
aquellos días estaban en pleno proceso de elecciones, pidió la cabeza del pediatra.
Un nuevo Director fue nombrado en el Hospital de Plumas Verdes, el Dr. Mendez. Sin
tanta experiencia como Médico o Jefe de servicio pero con habilidades para relacionarse
con las personas, desarrolló una estrategia diferente.
Mendez convocó una primera reunión con todos los trabajadores del hospital, tratando
de indagar ¿Que se hace en el Hospital? ¿Cómo se hace? Y ¿Para quién se hace?. De esta
reunión pudo elaborar un listado de problemas que afrontaba el hospital, pero como le
decía su abuela: el que mucho abarca poco aprieta, entonces llegó a la conclusión de que
había que establecer prioridades, ya que no podía hacer todo a la vez.
El nuevo Director nombró a un asistente al que le encomendó la tarea de realizar una
encuesta a los trabajadores del hospital pidiéndole que jerarquicen los problemas y que
establezcan quien es el principal responsable para la resolución de cada uno de ellos.
Paralelamente Mendez se preguntaba si eran los problemas identificados por los traba-
jadores del hospital iguales a los que detectaba la comunidad. En tal sentido, pensó en su
primer momento reunirlos, pero luego pensó que tal vez podría ser un tanto apresurado.
Por dicho motivo, se reunió con el Presidente de la Sociedad de Fomento y nuevamente le
preguntó ¿cuales eran los principales problemas del hospital y quien era el responsable
por su solución?.
A esta altura, Mendez ya tenía dos caras de una moneda. Por un lado la visión de los
trabajadores del Hospital, por el otro la de los usuarios. Creía que él no podía encargarse
de todo y que resultaba necesario delegar. Miraba el organigrama que había hecho el ex-
director Urdapilleta y veía que los diferente problemas identificados no eran competencia
de un área determinada, sino que atravesaban a diversas áreas. En tal sentido consideró
que la mejor manera era formar grupos por problemas o área problemática: 1) Turnos, 2)
Infecciones Hospitalarias, 3) Organización Interna de los Servicios, 4) Medicamentos y 5)
Historias clínicas
Aquí le surgió otro interrogante, ya que no sabía si estos grupos debían figurar o no
en el organigrama y su preocupación era más por estropear el que había hecho Urdapille-
ta. La cuestión es que quería hacer intervenir a los involucrados, y para eso convocó des-
de los médicos hasta el mismo presidente de la Sociedad de Fomento que participó anali-
zando los problemas, sus responsables y su relación con otras áreas del hospital.
Pregunta 1. Por favor, identifique, según su criterio, cuales fueron las principales priori-
dades en la gestión de cada uno de los directores:
Orden Dr. Urdapilleta Dr. Mendez
1)
2)
3)
4)
Si lo considera necesario fundamente en este espacio su selección:
26
Pregunta 2. Por favor, identifique, según su criterio, cuales decisiones tomadas por
cada director podrían ser clasificadas como administración y cuales como gestión (liste la
cantidad de decisiones que considere apropiada)
Dr. Urdapilleta Dr. Mendez
Gestión • •
Administración • •
27
Pregunta 4. El siguiente es un listado de objetivos que involucra la gestión de salud.
Por favor marque con una cruz las que considera usted que involucran predominantemen-
te la macrogestión, cuales la mesogestión y cuales la microgestión:
Decisión Nivel
Ma- meso Micro
cro
a) Establecer criterios para acreditación de los hospitales
b) Derivar los pacientes diagnosticados con una determi-
nada patología a otro establecimiento
c) Definir qué profesionales hacen falta en cada servicio
d) Incorporar un modelo de pago capitado a los prestado-
res de primer nivel dentro de un seguro de salud.
e) Reducir la Tasa Media de Permanencia para los pacien-
tes de una determinada patología
f) Descentralizar los hospitales públicos
g) Definición de un esquema para las interconsultas
28
CAPÍTULO 2. MODELOS DE GESTIÓN
¿Qué entendemos por modelo de gestión? Llamamos aquí modelo de gestión a un mo-
delo de toma de decisiones dentro de la organización. Es decir, la secuencia, ordenada y
(a veces) racional en la cual deben son planteadas y resueltas sus decisiones.
Siempre hay un modelo de gestión. Toda organización posee un modelo de gestión. Es-
te puede ser más o menos explícito, más o menos racional,
Modelo de ges- sus prioridades pueden o no ser “transparentes”; pero siempre
tión es una forma existen. Siempre están aunque no las veamos a simple vista,
sistemática de to- aunque no se lo explique directamente. Una modalidad de
ma de decisiones análisis organizacional consiste justamente en hacer explícito
propias de la orga- el modelo de gestión vigente. El analista puede descubrir que
nización. fulano está en realidad subordinado a mengano aunque en el
organigrama formal esto sea al revés. Puede, por ejemplo,
detectar que las reparaciones y obras de mantenimiento en un determinado servicio se
consiguen cuando alguno de los empleados está informalmente relacionado con el jefe de
mantenimiento, y que de poco sirve simplemente mandarle a este un memorándum.
El concepto de modelo de gestión adquiere relevancia en los años ochenta. Antes se
hablaba de estilos de gerencia y se estudiaba a los héroes ó próceres de las grandes cor-
poraciones tales como Watson en IBM, Mary Kay, Lee Iacoca etc... Los Japoneses demos-
traron que el éxito empresarial no respondía exclusivamente a una cuestión de liderazgo y
que otras variables pueden tener un gran peso como determinantes del éxito, entre ellas
adquieren importancia los componentes culturales de cada institución.
Probablemente La primera aproximación la hace Henry Mintzberg con su clasificación
que distingue cinco tipos de organización15: Estructura simple, Forma divisionaria, Buro-
cracia mecánica, Burocracia profesional, Adhocracia.
Otra gran contribución es la de Gareth Morgan con su revisión de las teorías de la or-
ganización a través de las imágenes y metáforas en que se apoyan16. Sin embargo, es
poco lo que se ha avanzado en la caracterización de los modelos de gestión. Allí donde
carecemos de un concepto necesitamos al menos una figura literaria como la metáfora.
Pero tengamos en cuenta que si una metáfora nos facilita la descripción y hasta la com-
prensión de ciertos aspectos de una organización, sería imposible explicar a esta última
metafóricamente17
Más recientemente Peter Drucker afirmó que sólo hay tres grandes “paradigmas” de
conducción empresaria18. Uno fue el clásico, desarrollado por los grandes teóricos de la
revolución industrial como Babagge, Taylor y Fayol, pero sin duda llevado a su mayor ex-
presión por Henry Ford, basado en la organización funcional, la economía de escala y la
15
La tipología de Mintzberg será estudiada con mayor detenimiento en la sección “diseño de organizaciones”
de la clase3.
16
MORGAN.J. Imágenes de la organización. México D.F. Alfaomega. 1994
17
Op Cit. Página 17
18
DRUCKER, Peter. La organización del futuro. Buenos Aires. El Ateneo.1997.
29
estandarización. Después vino el modelo de las grandes divisiones o unidades de nego-
cios, qué básicamente tiene su paradigma en General Motors, cuando se divide por grupos
de productos y apunta a distintos mercados. Eso se fue difundiendo por todo el mundo y
después las divisiones se transformaron en unidades más pequeñas, como la de estrate-
gia y la de negocio.
Finalmente, hoy aparece el nuevo paradigma, mucho más hori-
Cuando el
zontal, donde las personas asumen mandos múltiples y los límites
modelo de ges-
de la empresa ya no están definidos, porque parte de ellos están
tión se formali-
en la otra compañía que trabaja con ella.
za la intuición
Es un universo de un nuevo tipo de estructuras mucho más in-
cede lugar a la
terrelacionadas, cambiantes, donde los roles de las personas son
razón
más complejos, no solo porque actúan para distintas organizacio-
nes sino porque, además los mandos obedecen mucho más a lo que se conoce como el
management del conocimiento19.
19
CASINELLI, Héctor. “En el management que viene, lo único permanente será el cambio”. Mercado. Páginas
129-132. Enero de 1998
30
Cada desafíos
desafíos de la Gestión Institucional
involucra dimensiones del Modelo de
Gestión
Estar Ser
Hacer
Componentes del modelo de gestión
Acorde con los tres niveles o dimensiones de análisis planteados, los componentes del
modelo de gestión pueden ser identificados distinguiéndolos dentro de cada dimensión.
En primer lugar, dentro de la dimensión del Ser, aquello que hace a la esencia misma
de la organización, se sitúan la misión, la visión y los valores.
Pero nadie es, sino que está siendo. Como decía Aristóteles “el Ser no se dice”, se
hace. La esencia no se manifiesta sino es en la consistencia y en la existencia. Es en el
hacer donde vemos la consistencia, la consistencia de lo que se hace en si mismo (de una
acción con otra acción) y de lo que se hace con los que se es (con la misión), con lo que
se debe ser, con lo que se quiere ser (con la visión) y con aquello en los que los actores
(agentes) de la organización creen (con los valores).
En consecuencia, en segundo lugar, dentro de la dimensión del hacer se distinguen las
prioridades, las funciones y las acciones.
Además, el existir tiene dimensiones concretas, dimensiones observables y físicas. Se
trata del estar, de las condiciones de existencia. En este componente distinguimos por
orden de importancia, primero a la cultura propia de la organización, segundo a su estruc-
tura formal y tercero al ambiente externo que también condiciona a la organización.
Pero los componentes del modelo de gestión no son compartimentos estancos. Están
relacionados entre si como si fueran diferentes piezas de un motor, diferentes órganos de
un ser vivo. Cuando uno se altera es necesario que os otros también lo hagan para que la
organización subsista y se adapte. En otras palabras, el modelo de gestión involucra la
interrelación de todos sus componentes para que la conversión pueda concretarse.
31
Componentes del Modelo de
Gestión
•Misión
Ser •Visión
•Valores
Estar •Prioridades
•Cultura Hacer •Funciones
•Estructura
•Actividades
•Ambiente
A continuación serán descriptos en detalle cada uno de los componentes identificados
en las tres dimensiones.
El SER de la organización
Misión
Tradicionalmente la misión ha sido definida como la razón e existir de la empresa20.
También se la define como el objetivo principal o más alto de la empresa. Podemos agre-
gar a estas precisiones una definición nuestra: La misión es la contribución de la institu-
ción a la sociedad. Se trata de aquello por lo cual hace falta que la institución exista. No se
puede definir prioridades sin ella. Es a través de ella que definimos la eficacia porque la
misión es lo que, por definición, debe hacer la institución21.
El “Ser” no Sin misión no hay organización. Si un grupo de personas no consi-
es un bien gue definir la dirección hacia la que pretenden avanzar no consegui-
transable rán sincronizar sus esfuerzos.
Tal vez el autor que más profundamente haya trabajado esta di-
mensión de Ser de la organización haya sido Karl Albrecht. En su ce-
lebre Libro “La misión de la empresa”, este autor define metafóricamente la misión como
“el tren al norte” al cual se suben todos los agentes de la organización22.
Otro de los referentes del pensamiento organizativo que más se ha preocupado con el
análisis del significado de la misión es Peter Drucker, quien advertía:
20
BRACKER, Jeffrey. ”The Historical Development of the Strategic Management Concept”. Academy of Mana-
gement Review 5(1980): 219-4.
21
Sobre el concepto de eficacia en las organizaciones volveremos más adelante en el capítulo 4.
22
Ob.Cit.
32
«No hay nada menos productivo que hacer eficientemente lo que no debe ser
hecho…
Usted puede adquirir insumos, tecnología, in-
fraestructura y hasta excelentes ejecutivos en
el mercado pero no puede comprar una mi-
sión»23.
23
DRUCKER, Peter. Dirección de instituciones sin fines de lucro. Buenos Aires. El Ateneo.1993.
33
las bases del hacer. En otros términos la misión expresa en qué creemos y luego de allí
surgirá el cómo hacer.
Hay, incluso, un fundamento lógico de esta primacía del ser. En la lógica, existe la ley
de la identidad por la cual lo que es, es. También está la ley de la contradicción, por la
cual nada puede ser y no ser al mismo tiempo. Y además, la ley del tercero excluido, por
la cual todo debe ser o no ser. Aparte de estas leyes está también la navaja de Ockham –
de la cual se podría decir que es más una estética práctica que una ley- por lo cual las
entidades lógicas no deben multiplicarse más de lo necesario.
Cuando se redefine la misión se está cambiando de negocio. Redefinir la misión
es la forma más profunda de alterar la esencia de la organización. Por eso es lo más difícil
de lograr de forma efectiva24.
Visión
La visión es una imagen de lo que los miembros de la organización quieren que esta
llegue a ser. Como señala Albrecht es de observar que la palabra clave es “imagen”25. Tie-
ne que ser algo que se pueda describir y que la gente pueda ver con los ojos de la mente.
Es un cuadro mental de la empresa, que opera en un ambiente según algún criterio de
excelencia, y es apreciada por lo que aporta.
Algunas veces se toma a la visión como sinónimo de slogan. Esto no es adecuado si se
limita su concepción a la idea de una premisa publicitaria
La visión cobra vi- pero si es adecuado cuando se atiende a la etimología de la
da cuando todos los palabra. Slogan para las tribus medievales de las tierras
agentes ven que su altas significaba grito de guerra, era el fundamento de la
aporte es decisivo batalla expresado de forma verbal y sintética.
Para que la visión funcione adecuadamente debe cumplir
con tres requisitos:
Un concepto enfocado. Algo que vaya más allá de los tópicos; una premisa de crea-
ción de valor que las personas puedan realmente describir como existente. La visión cobra
vida cuando se consubstancia con los valores como afirmaba Kant: “los conceptos sin vi-
sión están vacíos, la visión sin conceptos es ciega”.
Una sensación de propósito noble. La visión es una herramienta estratégica, debe
persuadir y motivar hacia fuera y hacia aden-
tro de la institución. Por ello es importante Cómo definir la vi-
que genere compromiso. Esto se obtiene sión
enunciando algo que los agentes sientan que
• ¿Cómo queremos que
realmente vale la pena hacer, algo que pueda
nos vean?
crear valor, realizar un aporte. Que sugieran
que haciéndolo, de algún modo, se puede • ¿Qué aspiramos llegar a
convertir al mundo en un lugar mejor, se pue- ser?
de contribuir a mejorar la vida de las perso- • ¿Qué imagen nos impul-
nas. sa?
Una probabilidad verosímil de éxito. Algo
24
El capítulo 4 de este libro plantea los pasos básicos para redefinir la misjón y provee un conjunto de ejem-
plos de organizaciones de salud.
25
Op Cit. página:169
34
que la gente pueda creer con realismo que es posible y que, aunque no se alcance a la
perfección, por lo menos justifique que se luche por ello. Un enunciado muy noble pero
poco creíble suena pretencioso e impostor.
Valores
Un servicio de salud que integraba una red mayor disponía de una misión establecida
“desde arriba” como “Brindar servicios de alta complejidad garantizando máxima resoluti-
vidad a los problemas de salud de la población beneficiaria de un seguro social de salud”.
Las prioridades resultaban claras y concretas e incluso las autoridades habían planteado
una visión “ser percibidos como un establecimiento de excelencia que brinda servicios con
máxima tecnología y calidad”. Todos los profesionales del establecimiento tenían excelen-
tes antecedentes académicos. Pero algunos no querían trabajar con los otros. Provenían
de diferentes escuelas, respectaban a diferentes referentes médicos. Incluso llegaban a
despreciarse entre si. El resultado fue que el perfil de las admisiones se aproximó poco a
las prioridades que pretendían fomentarse desde la misión y la visión.
Para que la misión y la visión sean algo más que palabras es ne-
Cómo se cesario que estén articuladas con los valores de la gente que forma
hacen las cosas parte de la organización. Es posible que un grupo esté de acuerdo
resulta tan im- con una misión y una visión, pero que caiga en conflicto porque los
portante como distintos agentes de la organización tienen valores diferentes acerca
cuales son las de lo qué es trabajar, y acerca de cómo trabajar juntos. Dicho de
cosas que se otra manera, el Ser de la organización no es solamente el Qué sino
hacen también el Cómo. Cómo se hacen las cosas resulta tan importante
como cuales son las cosas que se hacen.
Los valores son los principios, estándares y acciones entendidos por la gente en una
organización, que consideran inherentemente meritorios y de mayor importancia26. Los
valores de una persona son aquello que responde a la pregunta ¿qué es lo que me impor-
ta?.
Los seres humanos se orientan en función de creencias. No todas nuestras decisiones
son tomadas en función de los valores pero ellos permean nuestras vidas y nuestro accio-
nar. Son como una inercia imbatible y probablemente incorregible. Todos tenemos un sis-
tema de valores profundamente conectados. Estamos motivados y tomamos decisiones en
base a ese sistema de creencias y valores. “Aquel que no vive como piensa termina
pensando como vive” -decía un viejo refrán-. El hombre no consigue vivir en
conflicto consigo mismo durante mucho tiempo. No puede hacer algo de forma
permanente sabiendo que no es lo que debe hacer.
José Ortega y Gasset distinguía la Fé de las creencias. La primera involucra la religión.
La segunda es algo distinto, es aquello que heredamos de nuestros padres y sedimenta en
nuestra conductas. Nuestras creencias se expresan más claramente cuando reaccionamos
sin pensar, sin meditar. Las creencias, los valores son nuestra orientación intrínseca, nues-
tra forma espontánea de reaccionar.
Si todos tuviéramos los mismos valores sería fácil trabajar en grupos. En otras palabras
la organización sería sólo una cuestión de orden. Entonces si hacer gestión y administra-
ción serían enteramente sinónimos. Hay incluso un fundamento bíblico de nuestra desor-
ganización:
26
SCOTT, Cynthia; JAFFE, Dennis y TOBE, Glenn. Visión, Valores y Misión Organizacionales. México D.F. Grupo
editorial Iberoamérica, 1997. Página 4.
35
Cuenta el libro del Génesis que una vez los hombres decidieron or-
ganizar sus fuerzas y habilidades para construir un puente que le
permitiera llegar hasta Dios. Para ello comenzaron a edificar una
torre hacia el Cielo. Al principio Dios miraba con buenos ojos este
emprendimiento por ser un esfuerzo solidario y dedicado. Pero
luego dijo. Si los hombres consiguen terminar la torre querrán ser
dioses. Por eso confundió sus mentes y sus lenguas de modo que
unos no entendían lo que decían los otros.
La torre de Babel se desplomó en mil pedazos y desde entonces los pueblos andan por
diferentes regiones y hablan diferentes lenguas. Desde entonces la organización es casi un
milagro. Es decir, desde entonces es muy difícil sincronizar las fuerzas, los impulsos de las
personas con objetivos comunes.
Allí donde hay valores compartidos habrá mayor facilidad para en-
Los valores contrar una dirección común, para compartir y consensuar priorida-
son fuentes de des. Por lo tanto, es necesario poder aclara los valores, tener idea del
fortalezas por- rango de creencias que influyen en el proceso de toma de decisiones
que impulsan a y así encontrar maneras compartidas de establecer las prioridades.
las personas a Hay incluso organizaciones que escriben un credo, una declaración de
emprender principios que o es otra cosa más que los valores compartidos.
Cuando los valores son explícitos y están alineados con la misión y
visión de la organización no hace falta disponer de re-
glas. Cuando hay sincronía, la conversión de la organi- Cómo aclarar los valores
zación surge por el deseo, la voluntad y la energía de
sus agentes. Los valores son un conjunto de entendi- • ¿Cómo se trata la gente
mientos básicos en la organización sobre cómo hacer entre sí?
las cosas. De ellos se desprenden definiciones del tipo • ¿Qué es lo más importan-
de: cómo trabajar juntos (las relaciones hacia adentro), te para la gente de la or-
qué se priorizará (qué es lo que realmente importa), ganización?
cómo se tratará a los demás (las relaciones hacia afue- • ¿Cómo hacen sus nego-
ra). Estos entendimientos suelen ser comprendidos cios?
pero rara ves son expresados. Casi todos los valores de
• ¿A quienes admiran?
la organización y el equipo son inconscientes en el sen-
tido de que están bajo la superficie y no se exploran ni • ¿Qué cosas no estarían
debaten abiertamente. Traerlos a la luz del día realza el dispuesto a hacer?
27
acuerdo y la conexión .
27
Scott, et al. Op. Cit. página 25.
36
El HACER de la organización
Prioridades
En general existen diversos caminos que una organización puede transitar para alcan-
zar su misión. Definir prioridades es seleccionar caminos en la búsqueda de la misión. To-
da organización se enfrenta al problema de cómo asignar los recursos disponibles para
alcanzar su misión y cumplir con las funciones que esta requiere. Para que haya funcio-
namiento debe haber asignación de recursos y esta siempre obedece a algún criterio sea
este explícito y transparente o no. Los modelos de gestión que evitan asumir prioridades
privilegian el estar al hacer. En otros términos, se olvidan de su misión.
Es en la definición y en la instrumentación efectiva de las prioridades donde comienza a
ponerse en práctica la consistencia de la organización. Como dijéramos antes, la consis-
tencia de los sujetos y sus acciones entre ellos y la consistencia con el Ser de la organiza-
ción. Es claro que para avanzar en una determinada dirección necesitamos remar todos en
un mismo sentido. Sin embargo, en organizaciones comple-
En toda organiza- jas ese sentido no resulta tan evidente. Muchos caminos
ción el gerente tiene parecen llevar hacia el mismo lugar y es entonces cuando
una función indelega- los actores de la institución comienzan a discordar sobre
ble relacionada con la cual camino resulta más adecuado. Sólo cuando las priori-
coordinación dades resultan claras y son incorporadas (introyectadas) por
todos los actores de la institución comienza a haber una
verdadera organización ó – parafraseando a Ortega y Gasset, comienza a vertebrarse la
organización.
La visión cobra vida cuando todos en la organización perciben como su aporte se con-
vierte en un factor decisivo. Una forma de avanzar hacia ello es lograr que todas las per-
sonas en todos los departamentos o sectores de la organización traduzcan la visión en
papeles y metas que tengan significado para ellas personalmente28. En otras palabras se
puede pensar a la visión de la organización como un gran rompecabezas donde cada pieza
configura un cuadro pequeño que contribuye a
formar el cuadro grande. Pero el cuadro gran- ¿Cómo identificar prio-
de solo se configura cuando todas las piezas ridades?
están en su lugar. El papel específico que cada
persona tiene que desempeñar para alcanzar Las preguntas clave para identificar
la visión es como una pieza individual del las prioridades son:
rompecabezas. Si las piezas no están bien • ¿A qué le damos importan-
definidas no se consigue armar la figura prin- cia?
cipal. • ¿Cuáles son los riesgos que
Ken Blanchard formuló un instrumento pa- no puedo correr?
ra verificar la concordancia entre la visión y • ¿Cómo puede cada uno con-
las prioridades individuales al que llama el tribuir a la visión?
“planificador de diez prioridades”29. Como a
• ¿Se corresponden las priori-
menudo hay diferencia entre lo que las perso-
dades individuales con la vi-
nas creen que deben estar haciendo día a día
sión?
y lo que su jefe cree que debieran hacer, es
28
Esta es la propuesta del empowerment tal como la formula Ken Blanchard. Ver: BLANCHARD,K; CARLOS, J.
RANDOLPH, A. Empowerment. Bogotá. Grupo editorial Norma. 1997 . pagina 44.
29
Op. Cit.
37
recomendable que cada uno haga una lista y que comparen la prioridad de las cosas de
las dos listas.
Funciones
Hacer es funcionar. Para alcanzar la misión es imprescindible encontrar un modelo de
división del trabajo que defina unidades organizativas capaces de asumir funciones. La
coordinación de estas funciones es el proceso de conversión que permite que se alcance la
misión. Las funciones son los requisitos que deben ser cubiertos para alcanzar la misión.
Cada función constituye un conjunto articulado de actividades que es coherente en si
mismo y que facilita el desempeño (función-amiento) de la organización.
Existen funciones finales y funciones intermedias o de apoyo. A medida que estas últi-
mas cobran peso por sobre las primeras los procesos se complejizan y la institución se
torna cada vez más burocrática. Parkinson postuló que a partir de un determinado mo-
mento las organizaciones tienden a expandir más sus funciones de apoyo que sus funcio-
nes sustantivas. Esto significa que dejan de existir para cumplir una misión y que su mi-
sión pasa a ser existir (o mejor dicho subsistir).
Al analizar las fun- En la Teoría de las Organizaciones la preocupación por las
ciones la clave es funciones fue el eje de la corriente de pensamiento que lleva
verifica que no se su nombre: el funcionalismo. Sin embargo, desde mediados
esté sobredimensio- de los noventa se renovó la discusión cuando muchas grandes
nando las de apoyo organizaciones comenzaron a plantearse si la integración ver-
por encima de las tical era la única vía adecuada para crecer con competividad.
sustantivas En otro términos, la pregunta pasó a ser ¿hace falta que todo
lo hagamos en la empresa?. Muchas empresas líderes comen-
zaron a tercerizar partes de sus actividades. Por ejemplo, las grandes automotrices de
América Latina y otra regiones no son más que montadoras de autopiezas. La clave de la
gestión no es entonces fabricar bien las piezas sino comprarlas bien. Hacer buena gestión
de proveedores. La misión de las empresas automotrices radica en fabricar vehículos de
tales o cuales características no en fabricar piezas.
Muchas empresas comenzaron profundos movimientos de tercerización de parte de su
producción de bienes y servicios.
Incluso se incorporó una nueva palabra a inacabables modismos del management, se
trata del outplacement que literalmente significa hacer las cosas afuera.
Hasta los ochenta, por ejemplo era poco probable que un hospital público contratara
empresas para proveerle limpieza, ropa
limpia o alimentación. Junto con un mayor ¿Cómo identificar funcio-
autonomía en la gestión hospitalaria se nes?
registra un crecimiento relativo de la parti-
La pregunta clave para determinar las
da “servicios de terceros” en sus presu-
funciones es:
puestos. Hoy los hospitales tienden a sub-
• ¿Qué es lo que no puedo dejar
contratar no solo lavanderia, seguridad,
de hacer para cumplir la mi-
limpieza sino también otros servicios como
sión?.
los traslados en ambulancias, la factura-
ción, servicios de informática y administra- • ¿Qué está relacionado con mis
ción. objetivos finales?
En síntesis, la clave es ¿Qué hace falta • ¿Qué de lo que hacemos es
que hagamos nosotros y qué podemos nuestra esencia -nos permite
delegar?. La respuesta central es, debe- Ser- y qué de lo que hacemos
mos hacer todo aquello que esté directa- nos ayuda a hacer?
mente vinculado con el cumplimiento de
38
nuestra misión y podemos delegar parte o todo el resto.
Actividades
Las actividades son a las personas (agentes o empleados) lo que las funciones a las
unidades organizativas. El trabajo es organizado de forma que cada actor involucrado
asuma un conjunto de tareas que pueden ser más o menos estandarizadas.
La normalización o estandarización se logra por:
las descripciones de las tareas de cada puesto,
la especificación de los resultados a lograr, la estandarización de los procesos,
la predeterminación de las habilidades de los agentes,
la regulación de los comportamientos.
En muchas de nuestras organizaciones se continúa con procesos rituales que no tienen
sentido, que no contribuyen en nada al Ser de la organización. En los Viajes de Gulliver,
Lemuel Gulliver visita una tierra extraña poblada por una sociedad
Una excesiva de astrónomos que pasan sus días absortos en calcular los movi-
carga de trabajo mientos cotidianos de los cuerpos celestes. Después de haberlo
solo es un pro- hecho con diligencia durante muchas generaciones, han llegado a
blemas cuando se creer que si dejaran de realizan esos cálculos día tras día, los
trata de activida- cuerpos celestes dejaría de moverse. Karl Albrecht nos advierte
des no estandari- sobre una definición de funciones ritualista al estilo de los astró-
zables. nomos visitados por Gulliver30. Quien sentó las bases de esta as-
tronomía fue el padre de la Teoría de las Organizaciones, Frede-
rick Wiston Taylor, pilar de las escuela clásica o científica de la administración. Taylor fue
el Adam Smith de la administración, igual de seguido e igual de criticado que el economis-
ta escocés. A Taylor se le atribuye (y lo hace sobre todo Peter Drucker) el liderazgo en la
irrupción del pensamiento gerencial basado en la estandarización, la codificación y la en-
señanza de prácticas que –de esta forma- permitirían el trabajo eficiente. Sin embargo, al
mismo tiempo, hay quienes le acusan de haber comprometido a generaciones completas
de gerentes con la robotización insensata de los trabajadores al eliminar la originalidad y
la discreción en sus tareas.
Las organizaciones mecánicas o burocráticas controlan las actividades de sus agentes a
través de las tareas y procesos. Para ello es requisito poder describir con mucha precisión
cuales son dichas actividades, como es cada paso dentro de ellas. Así se establecen re-
glamentos o manuales de procesos que determinan con máxima exactitud que se debe
hacer en cada momento o situación. Si el entorno cambia, o si algún factor exige una
adaptación de la institución esta descripción de actividades queda inmediatamente caduca
y debe ser reprogramada. Por eso lo más típico es que en ese tipo de instituciones la re-
sistencia al cambio sea mucho mayor. Tal vez el mejor ejemplo sea el del cuartel militar en
el cual un coronel dispuso que un recluta montara guardia custodiando un banco que aca-
baba de ser pintado. Diez años después, cuando la pintura del banco ya había sido des-
gastada por el tiempo, en el cuartel aún se mantenía la guardia permanente al banco.
En contraposición con las instituciones mecánicas, más rígidas, las instituciones más
flexibles no controlan procesos sino resultados. Esto requiere que se puedan estandarizar
los resultados, sean estos económicos (facturación, ganancias, etc.), sean en términos de
productividad y calidad, etc..
Por último, en algunas instituciones resulta muy difícil estandarizar tanto los procesos
como los resultados a ser logrados. Esto es así por la complejidad y alta especialización del
trabajo realizado. En estos casos se suele estandarizar no las actividades sino las habilida-
des de los trabajadores.
30
ALBRECHT. Op. Cit. Página 49.
39
Durante los años 70 se aplicaba una modalidad de análisis industrial hoy prácticamente
olvidadas, eran las denominadas Job Evaluation a partir de las cuales un analista se para-
ba (o sentaba) al lado de cada empleado durante una o varias jornadas y anotaba en una
planilla todo lo que el operario hacía y cuanto demoraba en hacerlo. A partir de ese regis-
tro se procedía o bien a estandarizar las actividades o bien a evaluar y monitorear el des-
empeño.
En la actualidad quedan cada día menos puestos de trabajo cuyas actividades puedan
ser estandarizadas absolutamente. Los cambios en el entorno y las innovaciones producti-
vas surgen de forma tan acelerada que las normas deben ser repensadas constantemente.
Las empresas buscan la forma de organizar el trabajo más adecuada para obtener ma-
yor racionalidad en la asignación de recursos y en la toma de decisiones en general. La
teoría no es muy contundente al respecto. En un libro reciente Charles O´Reilly III y Je-
frey Pfefer de la Universidad de Stanford demuestran a través de un amplísimo conjunto
de ejemplo cómo distintas organizaciones obtuvieron buenos resultados adoptando estra-
tegias y formas de organización diferentes31.
31
O´Reilly III, Charles & Pfefer, Jefrey. Hidden Value. Gestión -Book Summary-.2000.
40
El Estar de la Organización
Estructuras
Toda actividad a escala requiere de algún modelo de división del trabajo. Esto implica
definir funciones, distinguir actividades y asignarlas a los actores involucrados en la insti-
tución. Así surge la dualidad subordinación/supervisión. Esto es, una cadena de mando
donde hay un jefe o superior y un subordinado y este a la vez es superior de otro. Cuando
esta jerarquía responda exclusivamente a un modelo racional de
La estructura
división del trabajo se denomina estructura organizativa. Es decir
es la forma de
se trata de un orden jerárquico establecido en función del proce-
división del traba-
so de producción.
jo en la organiza-
Cada posición en esa cadena de mando es denominada uni-
ción
dad organizativa. Son unidades organizativas todas las que des-
empeñan alguna función explícita. El organigrama es una repre-
sentación gráfica de la estructura y en él se identifican todas las unidades organizativas.
Sin embargo debe considerarse que en la mayoría de las organizaciones hay una brecha
entre la cadena de mando real y la representada en el organigrama. Es decir hay subordi-
nados que no responden a sus superiores así como hay flujos de cooperación horizontales
entre unidades organizativas que no dependen del mismo superior. Una forma de evaluar
la estructura es comparar la estructura real con la formal, el organigrama diseñado y el
que se puede reconstruir a través de las representaciones de los actores involucrados en
la organización.
Por un lado, hay principios artesanales básicos del diseño de organizaciones que deben
ser respetados por cada estructura. Por el otro, la estructura no es solo el organigrama. Es
importante percibir cual es la forma real de división del trabajo. ¿Quién hace cada cosa?.
Muchas veces los puestos y hasta las gerencias son solo formales. Como una tarjeta de
presentación para impresionar al interlocu-
tor. Cada unidad organizativa, cada cuadra- ¿Cómo analizar la estruc-
dito del organigrama debe ser responsable tura?
al menos de una función específica y clara32.
Cuando las funciones no son precisas ni Las preguntas a través de las cuales se
claras, entonces no hay división del trabajo puede detectar la estructura son:
ni estructura. Por ejemplo, Nestor Rodríguez • ¿Cómo está dividido el trabajo?
Campoamor, veterano consultor de las Or- • ¿Cuantas secciones o sectores
ganización Panamericana de la Salud afir- hay?
maba que muchas veces había sido designa- • ¿Quién depende de quién?
do para coordinar un proyecto de asistencia • ¿Cómo está representada en el
técnica, pero sólo había sido realmente co- organigrama?
ordinador cuando se le había habilitado para
• ¿Cómo es la cadena de mando
escoger a los miembros del equipo y
manejar sus contratos y remuneraciones.
real?
• ¿Cómo lo perciben los agentes
de la organización?
Cultura e Incentivos
La visión mecanicista no es suficiente pa-
ra dar cuenta de la dinámica de las organizaciones. A veces las estructuras, por más ra-
32
El tema diseño de estructuras será retomado en el capítulo 3 .
41
cionalmente diseñadas que estén no garantizan el cumplimiento de las funciones. Otras
veces grupos invertebrados son más eficaces que organizaciones complejas y de amplios
recursos. Luego del enfoque mecanicista se ensayaron interpretaciones culturales y con-
ductistas de las organizaciones buscando decodificar las motivaciones de los actores-
Las motivaciones para participar en una organización son múltiples, pero se puede listar
un conjunto de modalidades:
• Aspectos vinculados a la retribución económica directa o indirecta
• Aspectos vinculados a la capacitación
• Aspectos vinculados al confort
• Aspectos vinculados al ambiente interno
• Aspectos vinculados al ambiente externo
• Aspectos vocacionales y valorativos en
general Elementos para anali-
Herbert Simon, quien ganó el premio Nobel de zar la cultura interna
Economía con su teoría de las Organizaciones,
• ¿En esta empresa se puede
postuló que cuando se puede decodificar lo que
recurrir a mecanismos de
las personas buscan dentro de la organización es
control rígidos o flexibles?
factible incorporar estímulos que permitan orien-
tar sus conductas hacia las funciones de la institu- • ¿Qué le importa a la gente
ción. Se trata de los incentivos, que pueden ser que está dentro de mi or-
definidos como estímulos dirigidos a armonizar los ganización?
objetivos individuales con la cultura de la organi- • ¿qué los motiva?
zación. Los incentivos no son siempre iguales ni • ¿a quién y por qué respe-
valen para todos los casos. tan?
Por ejemplo, en algunos casos es imprescindible • ¿porqué se quedan o por-
incentivar la producti- qué se van de la organiza-
Las organizaciones vidad de los emplea-
son sistemas cultu- dos, en otros la calidad del producto. En determinadas organi-
rales , tienen códi- zaciones se trata de incentivar la resolutividad de los agentes.
gos, valores, estí- Esto es incrementar su responsabilidad. Para algunas personas
mulos y castigos funcionarán los incentivos salariales, para otras no.
La clave del éxito del modelo de gestión
es adecuar la cadena de mando para obte- Elementos para anali-
ner una mayor amplitud de control. Nueva- zar los incentivos
mente, la determinación de los instrumentos
de control adecuados dependerá del contex- • ¿Qué queremos estimular?
to en el que se sitúa la organización. Esto • ¿Los incentivos deberían
nos lleva a su vez a la formulación de nue- ser individuales o grupa-
vos interrogantes: les?
• ¿Los incentivos deberían ser institui- • ¿Los incentivos deberían
dos para todo el personal o sólo para ser instituidos para todo el
un grupo? personal o sólo para un
• ¿Los incentivos deberían ser indivi- grupo?
duales o grupales?
• ¿Qué queremos estimular?
42
Ambiente externo
Todas las organizaciones funcionan en un determinado contexto, un mercado, un mo-
mento (coyuntura) y realizan un intercambio con él. La propia conversión es en si un in-
tercambio ya que la organización recibe un conjunto de recursos o insumos y entrega un
conjunto de productos o servicios. Pero además se intercambia información, insumos, re-
cursos humanos, subproductos o derivados, etc…En algunos casos la organización benefi-
cia a otra con su funcionamiento, en otros hay otras organizaciones que facilitan el funcio-
namiento de esta. Se trata de las externalida-
des del proceso de conversión o proceso pro- Elementos para analizar
ductivo.
En las organizaciones pequeñas o poco po-
el contexto externo
derosas impera una lógica darwinista en rela- Las preguntas que permiten analizar
ción a su contexto, son forzadas a adaptarse la relación con el contexto son:
al medio. Las organizaciones poderosas no se • ¿Cómo nos relacionamos con
adaptan, hacen el medio, imponen sus reglas. el medio?
Un ejemplo de esto es la afirmación de Akio • ¿Qué externalidades nos
Morita, es CEO de Sony, cuando afirmaba “fa- afectan?
bríquenme un buen producto y yo les fabricaré
• ¿Qué externalidades produci-
un buen cliente”33
mos?
33
MORITA, Akio. Made in Japan. Buenos Aires. Atlantida. 1986.
43
demandas y los avances de la medicina pueden haber generado nuevas preocupaciones,
nuevos programas que se han superpuesto a la misión original del servicio34. Como resul-
tado es frecuente comprobar que nadie, dentro de la organización, tiene una idea clara del
porqué de su existencia y de qué debe conseguir. Es frecuente que no haya un sentido de
misión tangible que oriente las acciones del servicio.
En América Latina gran parte de los mayores establecimientos hospitalarios públicos
surgen como respuesta a brotes epidémicos. Así, en el Cono Sur muchos establecimientos
fueron consolidados en la lucha contra la Tuberculosis. En muchos caso ni siquiera se tra-
taba originalmente de hospitales sino de colonias aisladas geográficamente para evitar el
contagio y la propagación de la enfermedad. Una vez erradicada, o al menos controlada,
esa endemia, los servicios tendieron a crecer puesto que se registraba una demanda sos-
tenida de la población por servicios. Sin embargo, lo hacían de forma desordenada, sin un
rumbo fijo. Esta falta de orientación se refleja con frecuencia en las arquitectura de los
establecimientos. Como las expansiones y reformas siempre siguen criterios y prioridades
diferentes los edificios suelen terminar pareciendo injertos deformes donde no se termina
de imponer ningún estilo ni criterio constructivo.
Las dos mayores amenazas en la definición de la misión de los servicios de salud son
por un lado el inmovilismo y por el otro, las disputas inter-
35
Los servicios de sa- nas sostenidas . El inmovilismo es un mal propio de las
lud se encuentran en burocracias y afecta particularmente a la administración
una encrucijada entre pública. Se trata de una inercia administrativa que obsta-
responder a los cam- culiza todo intento de cambio. Se siguen los procesos de
bios en el entorno y forma ritual hasta tal punto que se convierte en un culto a
ceder al interés de sus la resistencia al cambio. La amenaza del inmovilismo re-
agentes (en general sulta mayor cuanto más estable es el entorno de la orga-
profesionales) nización. En realidad, hoy sería difícil encontrar un servicio
de salud en un entorno estable, ya sea debido a cambios
en la demanda, la tecnología médica ó los procesos de redefinición de los modelos de fi-
nanciación en servicios de salud.
La segunda amenaza consiste en que la organización redefina su rumbo pero no como
resultado de una reflexión integral consensuada sino por iniciativa de un grupo de interés
interno. Con frecuencia se trata de un servicio de determinada especialidad que asume
protagonismo al impulsar un cambio transformando su crecimiento en prioritario. El pro-
blema consiste en que otros servicios también reacciona y así la institución se convierte en
un arena de disputas que da lugar a un proceso de escalada simétrica en el cual nunca
hay prioridades claras ni estables.
Los servicios de salud corren el riesgo de definir su misión
La participación de de forma autocrática. Las organizaciones que requieren de
los agentes y de los altas inversiones en capital humano, o siguiendo la moda, que
usuarios en la toma “gestionan conocimiento”, se debaten entre dos extremos. Por
de decisiones en or- un lado, se registra una propensión a orientarse excesivamen-
ganizaciones de sa- te hacia los resultados, por el otro hacia las personas que las
lud es más difícil de- integran (agentes). El primer polo marca un modelo de ges-
bido a la complejidad tión autocrática, que somete a los agentes y los sacrifica en
técnica de la mayoría pro de alcanzar sus objetivos. El segundo involucra la tenta-
de las decisiones ción de transformar la organización en un club social en el
34
PETERS. Joseph. P. El proceso de planificación estratégica para hospitales. Masson. Barcelona 1992. Página
10.
35
BURMENSTER, Haino & RICHARD, Jean Pierre. “Planejamento e Gerencia Estratégicos” en: CASTELAR Rosa
Maria, MORDELET, Patrick & GRABOIS, victor. Gestão Hospitalar. ENSP. Rennes. 1993. Página 107.
44
cual los miembros y su satisfacción resultan más importantes que los objetivos
empresariales.
Por su carácter de burocracias profesionales los hospitales y otros servicios de salud
tendieron más hacia el modelo autocrático. La especificidad del conocimiento médico cons-
tituye un obstáculo para el desarrollo de modelos de gestión participativos. Durante mu-
chos años los buenos directores de hospitales eran médicos que no acostumbraban a con-
sultar mucho ni a dar demasiada participación de sus decisiones. El liderazgo se basaba
más en el conocimiento respecto a los requisitos del adecuado funcionamiento de unos
cuantos servicios, que en el carisma.
Sin embargo, durante los últimos años hemos aprendido que para alcanzar la calidad
en los servicios de salud es necesario superar las fases del control y la garantía para llegar
a esquemas de calidad total. Esto exige la participación de los agentes del servicio, requie-
re escuchar más de una campana, integrar comités interdepartamentales que atraviesen a
toda la organización.
Resulta más fácil y operativo que la misión sea analizada y formulada por desde la cú-
pula de la organización y luego transmitida hacia los niveles inferiores. Pero, en un am-
biente con tendencias autocráticas resulta muy difícil que los directivos consigan formular
una misión capaz de motivar y sincronizar conductas. Es decir, cuando el liderazgo no es
muy fuerte resulta necesario abrir la discusión y en las organizaciones profesionales esto
es más importante que en las demás. Ningún jefe de servicios médicos permanece callado
de forma disciplinada si alguien llega de afuera a evaluarlo. Entonces es mejor escuchar
sus opiniones. Pedirles a ellos que identifiquen las fortalezas y debilidades de cada unidad
organizativa y a partir de allí componer el cuadro total de la organización.
En los últimos años estamos aprendiendo a concebir a la organización orientada al
cliente. Pero es muy importante percibir que en el hospital además del usuario o pacientes
hay clientes internos muy calificados que son los principales responsables por la calidad
técnica y la calidez del servicio final brindado al cliente externo. El desafío consiste en que
el superar la tentación autocrática y desplegar un modelo de gestión participativo que
otorgue un lugar más protagónico a los profesionales de la salud que integran el servicio
es como arrojar una bola de nieve desde la cima de la montaña. Los directivos pueden
sentir que pierden el control y no saben en qué puede terminar el proceso.
En los servicios de salud hay determinantes técnicos de la misión. En 1946 la Organiza-
ción Mundial de la Salud adoptó la siguiente definición:”El hospital es parte integrante de
una organización médica y social cuya misión consiste en proporcionar a la población asis-
tencia médico sanitaria completa, tanto curativa como preventiva, cuyos servicios llegan
hasta el ámbito familiar. El hospital es también un centro de formación de personal sanita-
rio y de investigación biosocial”. Tal definición registró una fuerte influencia sobre las de-
claraciones de misiones de los hospitales, en particular de los públicos. Entre inicios de la
década del 60 y finales de la del 80 muchos países de la región incorporaron leyes que
reglamentan la actividad hospitalaria y clasifican a los establecimientos según criterios
técnicos.
En la década de los ochenta comienza a profundizarse la tendencia hacia la descentrali-
zación de los servicios en un sentido que les confiere mayor autonomía. De forma conjun-
ta, los modelos de financiamiento son redefinidos y los hospitales públicos comienzan a
compartir desafíos similares a los privados. Sin embargo, en ese contexto y luego de una
larga tradición de definiciones centralizadas de las misiones de los establecimientos esto
no resultó fácil.
Las clasificaciones técnicas distinguen a los hospitales según:
Función: en generales y de especialidades;
Tipo de pacientes: en agudos (o de corta permanencia) y crónicos (o de larga y media
permanencia)
45
Ámbito geográfico de influencia: en locales, distritales (del área programática) y re-
gionales.
Nivel asistencial: según las características del edificio, las instalaciones, el número de
personal empleado, la organización y el funcionamiento técnico se establecen diferen-
tes niveles de complejidad.
Dependencia patrimonial: o propiedad, distinguiendo los públicos de los privados.
De acuerdo a esta taxonomía, en lo hospitales se tiende a restringir su definición de mi-
sión a fijar en cual de las categorías de cada una de estas cinco variables operan. Enton-
ces las definiciones suelen seguir el tipo de: “Brindar servicios generales a los pacientes
agudos de la localidad X”. Ó con más frecuencia: “Brindar servicios médicos a nivel de
internación, formar profesionales e investigar”. Como ha sido señalado, la limitación de
este tipo de definiciones consiste en que no permiten deducir prioridades.
46
generales e intermedios para luego avanzar sobre los finales se está optando por una es-
trategia verticalista.
Las soluciones llegarán sólo con el desarrollo integrado de los tres grupos de servicios.
Para el caso, convocando a los jefes de servicios para que colaboren en la definición de los
objetivos de cada sector. Para establecer luego, un sistema de evaluación del cumplimien-
to de esos objetivos, apoyándose en una metodología de incentivos con transparencia de
criterios, para el necesario control social.
En otros términos, el modelo de gestión puede ser definido como una modalidad de ar-
ticulación entre los intereses individuales y la misión institucional Los estudios del hospital
desarrollados desde el enfoque contingencial afirman que no existe un modelo de gestión
adecuado para todos los hospitales. Las variables de mayor peso en la determinación del
modelo de gestión apropiado son el entorno en que se desenvuelve el hospital y la tecno-
logía de qué dispone.
La clave del éxito del modelo de gestión es adecuar la cadena de mando para obtener
una mayor amplitud de control. En esta empresa se puede recurrir a mecanismos de con-
trol rígidos o flexibles. Nuevamente, la determinación de los instrumentos de control ade-
cuados dependerá del contexto en el que se sitúa la organización.
47
• Separar incapaces o ineficientes o retribuir en función de la productividad
En los servicios de salud se desarrollan procesos entre distintos grupos de trabajo arti-
culados. Cada uno aporta un producto distinto para satisfacer la necesidad del siguiente
cliente en la cadena productiva, esto requiere un alto grado de coordinación. El producto
final está destinado a satisfacer las necesidades y las demandas de los clientes usuarios
de los servicios.
¿Para qué se usan los incentivos en los servicios de salud? En general en salud se bus-
ca mejorar la productividad, eficiencia y calidad, basada en la comprensión del trabajo
como un proceso de múltiples actores y en el principio de actuación preventiva.
¿Los incentivos deberían ser instituidos para todo el personal o sólo para un grupo?. En
el área de salud las alternativas más utilizadas son:
• Incentivar sólo al equipo directivo
• Incentivar a los directivos y a los médicos.
• Incentivar a todo el personal.
La primera de las alternativas, utilizada por ejemplo en la reforma del sistema de salud
andaluz, tiene la ventaja de ser fácil de implementar y de no requerir grandes sumas de
dinero. Por otra parte es innegable la influencia que el cuerpo directivo tiene sobre los
resultados de las organizaciones. Pero al mismo tiempo tiene el efecto contraproducente
de no tener en cuenta ni a los médicos ni al resto del personal hospitalario, siendo que
estas organizaciones son sumamente complejas, que requieren un alto grado de especiali-
zación, y que las decisiones más graves y urgentes se toman en forma descentralizada (las
clínicas), por lo que deja afuera a sectores clave para la obtención de resultados institu-
cionales. Sin embargo en el mundo empresarial, éste el enfoque de otorgar incentivos sólo
a los directivos es el más utilizado.
La segunda de las alternativas, contempla la inclusión de los médicos. Esto resulta de
principal importancia, ya que la profesión médica ha logrado mantener su identidad ideo-
lógica y preservar sus intereses ante la sociedad, a pesar de la creciente división horizontal
del trabajo asistencial, y de la aparición de numerosas profesiones que complementan y a
veces cuestionan su campo de actividad, evitando que ello implicase pérdida de poder o
cuestionamientos profundos sobre su práctica.
Pero si bien incluye a los médicos, también deja al resto del personal hospitalario, lo
cual, por tratarse de instituciones sumamente complejas, conspira contra el éxito del pro-
grama.
Con respecto a la última, cabe señalar que resulta la que requiere mayor cantidad de
fondos para su implementación y la que mayores dificultades presenta para su puesta en
funcionamiento a pesar de lo cual aparece como la más aconsejable siempre y cuando los
fondos destinados fueren suficientes para incentivar las conductas de todos los agentes
involucrados.
¿Los incentivos deberían ser individuales o grupales?. Con respecto a esta pregunta,
parece claro que en este tipo de organización los incentivos no deberían ser individuales
sino grupales, inclusive hay abundante literatura que apoya la idea de incentivar al perso-
nal en su conjunto no diferenciando servicios o equipos ganadores y perdedores, pues las
causas del éxito o fracaso de los mismos suelen ser sumamente complejas y en general no
dependen exclusivamente de la actividad de los mismos. El proceso de atención de la sa-
lud es colectivo, por lo tanto, una propuesta de incentivos a la actuación individual resulta-
ría inconsistente o incluso contraproducente.
48
Síntesis
La noción de modelo de gestión refiere a la forma como se toman las decisiones. En
toda organización se toman decisiones de forma más o menos explícita, racional, transpa-
rente y participativa. Por lo tanto siempre hay un modelo de gestión, puede ser consciente
o no, puede ser adecuado o no.
Definir el modelo de gestión involucra definir cuales son las principales decisiones que
se toman en una institución, cómo se las toma, quien y cuando las toma. En otros térmi-
nos, involucra definiciones desde el ser, desde el hacer y desde el estar.
Hacer gestión involucra sincronizar a los actores con la organización. La premisa es que
si los intereses de los actores, si sus valores, no están alineados con la misión de la orga-
nización tarde o temprano la gente experimentará tensión o frustración.
El primer paso es tener un propósito, una razón de existir, una misión. De ella se deri-
varán todas las prioridades. El segundo es tener una visión. Tener visión involucra aclarar
los valores, centrase en la misión y extenderse hacia un proyecto claro y preciso. Por lo
tanto el ciclo se completa aclarando los valores, haciéndolos explícitos. Estableciendo con
precisión ¿qué le importa a esta gente? ¿Qué le importa a esta organización?.
La visión cobra vida cuando todos en la organización perciben como su aporte se con-
vierte en un factor decisivo. Allí surgen las prioridades con claridad y precisión. En síntesis,
la clave es ¿Qué hace falta que hagamos nosotros y qué podemos delegar?. La respuesta
central es, debemos hacer todo aquello que esté directamente vinculado con el cumpli-
miento de nuestra misión y podemos delegar parte o todo el resto.
La preocupación de los gerentes por establecer con precisión las tareas y actividades de
sus subordinados tiende a aumentar cuando el Ser queda menos definido. Cuando no hay
valores compartidos, o cuando los hay pero no coinciden con la misión, es indispensable
establecer reglas, normas y procesos. En el caso contrario, cuando si hay un esquema de
valores alineados con una razón de ser de la organización, las normas se vuelven irrele-
vantes.
Cómo guía para el análisis de los modelos de gestión vigentes en una organización se
puede proponer el siguiente esquema:
49
Dimensión Componentes 1. Aspectos a tener en cuenta
Ser Misión 2. ¿Qué soy?
3. ¿Qué hago?
4. ¿Quien más puedo hacer lo que yo hago?
5. ¿Hacia donde vamos?
6. ¿Cómo sabemos si lo que estamos haciendo lo
estamos haciendo bien?
7. ¿Quienes son nuestros clientes?
8. ¿Cuales son nuestros productos o servicios fi-
nales? ¿qué ofrecemos?
Visión 9. ¿Cómo queremos que nos vean?
10. ¿Qué aspiramos llegar a ser?
11. ¿Qué imagen nos impulsa?
12. ¿Cómo se trata la gente entre sí?
13. ¿Qué es lo más importante para la gente de la
organización?
Valores 14. ¿Cómo hacen sus negocios?
15. ¿A quienes admiran?
16. ¿Qué cosas no estarían dispuesto a hacer?
Hacer Proridades 17. ¿A qué le damos importancia?
18. ¿Cuáles son los riesgos que no puedo correr?
19. ¿Cómo puede cada uno contribuir a la visión?
20. ¿Se corresponden las prioridades individuales
con la visión?
Funciones 21. ¿Qué es lo que no puedo dejar de hacer para
cumplir la misión?.
22. ¿Qué está relacionado con mis objetivos fina-
les?
23. ¿Qué de lo que hacemos es nuestra esencia -
nos permite Ser- y qué de lo que hacemos nos
ayuda a hacer?
Actividades 24. ¿Se pueden describir con relativa precisión las
tareas que desempeña cada agente?
25. ¿Cuan estables y rutinarias son estas activi-
dades?
26. ¿Qué tipos de mecanismos de supervisión o
control se realizan sobre la tareas?
27. ¿Qué tipos de mecanismos de supervisión o
control se podrían realizar sobre la tareas?
50
Estar Estructura 28. ¿Cómo está dividido el trabajo?
29. ¿Cuantas secciones o sectores hay?
30. ¿Quién depende de quién?
31. ¿Cómo está representada en el organigrama?
32. ¿Cómo es la cadena de mando real?
33. ¿Cómo lo perciben los agentes de la organiza-
ción?
Cultura e 34. ¿En esta empresa se puede recurrir a meca-
nismos de control rígidos o flexibles?
incentivos
35. ¿Qué le importa a la gente que está dentro de
mi organización?
36. ¿qué los motiva?
37. ¿a quién y por qué respetan?
38. ¿porqué se quedan o porqué se van de la or-
ganización?
39. ¿Qué queremos estimular?
40. ¿Los incentivos deberían ser individuales o
grupales?
41. ¿Los incentivos deberían ser instituidos para
todo el personal o sólo para un grupo?
Ambiente 42. ¿Cómo nos relacionamos con el medio?
externo 43. ¿Qué externalidades nos afectan?
44. ¿Qué externalidades producimos?
51
Bibliografía
ACKOFF, Russell,L. Creating the Corporate Future. Nueva York. John Wiley & Sons. 1981.
BLANCHARD,K ; CARLOS, J. RANDOLPH,A. Empowerment. Bogotá. Grupo editorial Norma. 1997
DRUCKER, Peter. Management, task-responsabilities-practices. Nueva York. Harper & Row publishers
Inc.1974.
MORGAN. Gareth . Imágenes de la organización. México D.F. Alfaomega. 1994MORITA, Akio. Made
in Japan. Buenos Aires. Atlantida. 1986.
PETERS. Joseph. P. El proceso de planificación estratégica para hospitales. Masson. Barcelona 1992.
BURMENSTER, Haino & RICHARD, Jean Pierre. “Planejamento e Gerencia Estratégicos” en: CASTE-
LAR Rosa Maria, MORDELET, Patrick & GRABOIS, victor. Gestão Hospitalar. ENSP. Rennes.
1993.
SCOTT, Cynthia; JAFFE, Dennis y TOBE, Glenn. Visión, Valores y Misión Organizacionales. México
D.F. Grupo editorial Iberoamérica, 1997.
Bibliografía On Line
Revista Via Salud. N° 17- Tercer Trimestre del 2001. Patricia Gómez de León - Diana Pin-
to. “Incentivos para calidad en Salud”. El artículo propone una estrategia para mejora
de la calidad prestacional en base a incentivos a ser empleados en el sistema de seguridad
social en Colombia. Las estrategias que se trabajaron en los pilotos fueron: información-
educación a los usuarios sobre el sistema de salud y sus derechos, manejo de quejas co-
mo una oportunidad de mejoramiento, premios de calidad y referenciación competitiva
aplicada a procesos críticos. http://www.cgh.org.co/revista/2103/articulo.htm
GREEN, Larry (2001).”The Ecology of Medical Care Revisited”. New England Journal
of Medicine Volume 344 Number 26, June 28, Disponible On line
en:http://content.nejm.org/content/vol344/issue26/index.shtml
LÓPEZ ARBELOA, Pablo - “Los grupos relacionados por el diagnóstico (GRD) como
sistema de medida del producto hospitalario”, en Gestión en Salud. Agosto. Disponi-
ble On line en:www.gestionensalud.com
52
FERNÁNDEZ DÍAZ, Jesús M. “La gestión sanitaria en el próximo siglo”, en Gestión
en Salud. Agosto. Disponible On line :www.gestionensalud.com
Journals
http://www.healthweb.org/browse.cfm?categoryid=1438
http://www.healthweb.org/browse.cfm?subjectid=44
www.gba.gov.ar/salud/
www.hospital.uchile.cl/institucional/planificacion.html
www.redtelework.com/htl/sectores/default.asp?Categoria_Id=548§or=4 - -
www.bibliomed.com/gestion/
www.respondanet.com/espanyol/Conferencias/jim.htm
53
Evaluación
Por favor lea con detenimiento el siguiente caso y luego responda las preguntas abajo
planteadas:
Un seguro de salud en la encrucijada
De repente sintió un incontrolable impulso por tomar el portaretratos. Como si el poder
tener en sus manos aquella antigua fotografía pudiera remontarlo al pasado, recuperar la
alegría de aquellos viejos tiempos. Allí estaban todos sus mejores amigos de los años do-
rados. Una avalancha de recuerdos se le vino encima: noches en vela preparando exáme-
nes, consejos sentimentales y luego más noches en vela haciendo guardia, interconsultas
informales frente a los primeros desafíos clínicos, las primeras oportunidades laborales; un
conjunto de experiencias que entonces resultaban tan excitantes.
El teléfono comenzó a sonar pero Pablo G, no consiguió reaccionar. Continuó, atónito,
sentado en su despacho. Se había sumergido en el intento de recuperar un poco de aquel
entusiasmo juvenil, cuando a mediados de los setenta junto a tres de sus mejores amigos
decidieron fundar la empresa. En aquella época su vida le parecía un sueño. Iniciaban un
camino como empresarios autónomos, habrían una puerta hacia la prosperidad. ¡Si tan
solo hubiera sospechado en aquella época las deudas y problemas que llegaría a tener
veinticinco años después!.
Un golpe seco, de un puño liviano anunciándose en la puerta, lo trajo de vuelta logran-
do lo que había resultado imposible a la campanilla del teléfono. Su secretaria entró deci-
dida para avisarle que la señora X, una de las más distinguidas y poderosas afiliadas al
seguro médico, estaba aquí por un reclamo y no parecía dispuesta a aceptar excusas para
no ser atendida.
Ordenó a su secretaria que la hiciera pasar de forma inmediata y le ofreciera un Café.
Pablo G había aprendido a tratar a este tipo de afiliados que él apodaba “los difíciles”. En
general eran influyentes, decididos y nunca estaban conformes con los servicios recibidos.
Pensó que desde hacía unos pocos años dedicaba la mayor parte de su tiempo a negociar
y persuadir.
Cuando la empresa se consolidó su vida cambió, pero no en el sentido que él esperaba.
Una vez que Cuidados Médicos S.A se había posicionado en el mercado como empresa
que brindaba acceso a servicios de salud de primera calidad para sectores pudientes,
cuando habían conseguido saldar el préstamo inicial y ya se podían dar el lujo de hacer
publicidad por televisión. Ya nada era logro ni entusiasmo, todo eran problemas.
En primer lugar, de pronto habían aparecido los difíciles, reclamando no solo cuidados
médicos, sino mimos y explicaciones. Los médicos contratados, que en la propaganda eran
anunciados como “un prestigioso elenco de los mejores profesionales de la salud” parecían
perder todo su prestigio en un abrir y cerrar de ojos. Los difíciles nunca se contentaban
con el primer diagnóstico, siempre querían una segunda opinión. Para ellos todas las pres-
cripciones eran cuestionables, siempre tenían información sobre tratamientos “mejores”.
Además, resultaba imposible decirles que esas prácticas no estaban cubiertas por su plan.
Amenazaban con denuncias, con mover sus influencias, con hacerlo saber a todo el mundo
y con cartas a los principales periódicos del país. Pablo G comenzaba a sospechar que ga-
naría en tiempo, tranquilidad y tal vez en dinero si se los sacara de encima de una vez por
todas.
En segundo lugar, el Congreso de la Nación parecía dispuesto a aprobar un proyecto de
Ley que obligaba a los seguros privados de salud como Cuidados Médicos S.A a brindar un
plan de cobertura médica que incluía prácticamente todas las prestaciones existentes. Esto
los obligaría a incrementar las cuotas cobradas a sus asegurados una vez más (reciente-
mente las habían incrementado cuando el gobierno aprobó la extensión de un impuesto
54
del que antes estaban exonerados). Si esto se producía la sustentabilidad de Cuidados
Médicos S.A se vería seriamente amenazada puesto que en los dos últimos años habían
perdido un 20% de facturación debido a que muchos de sus afiliados cambiaron a planes
de menor nivel de cobertura (y por lo tanto más económicos) o simplemente abandonaban
el seguro dejando de pagar las cuotas mensuales correspondientes.
Por insuficiente flujo de caja, desde hacía seis meses habían comenzado a retrasarse en
los pagos a los prestadores. Esto le había significado enemistarse con algunos de sus vie-
jos amigos (aquellos retratados en la foto). Si en un comienzo contratar las prestaciones
médicas resultaba fácil porque contaban con un basto conocimiento del mercado presta-
dor y podían ofrecer inmejorables condiciones de pago, hoy su reputación como financia-
dores se deterioraba día a día. Algunos de sus socios proponían cambiar las modalidades
contractuales transfiriendo una parte del riesgo a los proveedores de servicios. Pero Pablo
G temía que esto pudiera afectar la calidad y oportunidad de los servicios y como su prin-
cipal tarea consistía en atender a los clientes resultaba especialmente sensible a la cues-
tión.
Para colmo de males estaban desembarcando en el sector algunas de las grandes fir-
mas extranjeras y amenazaban con quedarse con la mejor parte del mercado. Si bien has-
ta ahora no habían crecido mucho, resultaban amenazadores porque estaban invirtiendo
en la adquisición de empresas aseguradoras pequeñas y en algunos sanatorios.
Pablo G volvió a mirar el retrato, se detuvo en la expresión relajada de su amigo Mar-
celo y pensó que hoy está a punto de iniciarles una demanda legal. Durante el primer mes
de vida de Cuidados Médicos S.A Marcelo era el prestador estrella y Pablo G tuvo que lla-
marlo para que aquel aumentara sus prestaciones.
- ¿Qué querés que haga si la gente está sana?- se había excusado Marcelo
¡Recuerde doctor Marcelo que no existen personas sanas sino pacientes insuficiente-
mente estudiados¡– Le había contestado Pablo G en tono jocoso, y ambos rieron.
Hoy no sabían como hacer para detener la avalancha de consultas, estudios diagnós-
ticos e incluso hasta internaciones. Cada mes se veían más tentados de auditar las fac-
turas que Marcelo presentaba a Cuidados Médicos S.A , pero hasta ahora la única solu-
ción que habían encontrado era ponerlo último en la lista de acreedores.
Pregunta 1. ¿Cuales son los principales problemas de Pablo G? ¿Podría usted listarlos
por orden de importancia ó clasificarlos?
Or Problema de gestión
den
1)
2)
3)
4)
Pregunta 2. ¿Podría usted enunciar una misión adecuada para cuidados Médicos S.A?
Pregunta 3.
55
¿Podría usted listar los principales cambios que afectaron la actividad de cuidados Mé-
dicos S.A desde sus inicios hasta el presente?
Dimensión Cambios
Ser
Hacer
Estar
56
CAPÍTULO 3. GESTIÓN Y CAMBIO
El concepto de Innovación
“Nada es permanente más que el cambio” decía Heráclito y esta premisa se aplica a
nuestra instituciones. Son demasiados los vectores del cambio como para que todo siga
igual. El cambio en el entorno es una amenaza al “Estar”. Pone a nuestras organizaciones
en jaque y por este motivo las organizaciones buscan adaptarse a los nuevos escenarios o
buscan adaptar los nuevos escenarios a ellas. Pero así como ocurre en el ajedrez a veces
hay salidas decorosas, a veces es necesario sacrificar alguna pieza y a veces irremedia-
blemente el jaque se transforma en mate.
Algunas organizaciones responden a los nuevos desafíos incorporando herramientas de
gestión, tales como softwares, procedimientos sofisticados de presupuestación y planes de
marketing. Otras redefinen algunos de los elementos de su modelo de gestión y al alterar
una parte alteran el todo, ya que, como se ha mencionado, la organización es un sistema
articulado.
En su sentido etimológico innovar es un hacer nuevo. El concepto de innovación social
alude a la capacidad de transformación de una sociedad a partir de asumir sus propias
necesidades y de modificar sus estructuras para incorporar las nuevas soluciones tecnoló-
gicas36. Si innovación involucra cambio en el uso corriente del vocablo este cambio es fun-
damentalmente tecnológico. Sin embargo, cabe distinguir diferentes niveles del cambio
tecnológico. En primer lugar hay una diferencia de género entre cambio técnico y cambio
tecnológico. Por otro lado, se pueden distinguir diferentes niveles del cambio tecnológico.
En tercer lugar, aún cuando el cambio tecnológico pueda involucrar un cambio social no
siempre este se produce a nivel de la gestión.
36
ALBORNOZ, Mario. “Innovación tecnológica, Innovación Social”. En : ALBORNOZ, Mario; SUAREZ, Francisco.
Argentina. Sociedad e Informática. Buenos Aires. Eudeba. 1988. Páginas 18-32.
57
La técnica es una herramienta en la cual se plasma parte
La simple incorpo- del progreso técnico y que propone uno o varios tipos de
ración de una com- usos. Se transforma en tecnología en la medida en que esos
putadora para la ad- usos son aceptados, se propagan y alteran prácticas y per-
ministración de un cepciones. La sola incorporación de una computadora para
determinado servicio la administración de un determinado servicio difícilmente
difícilmente impacte altere las formas en que son tomadas las decisiones en el
sobre el modelo de servicio ni la relación entre proveedores y usuarios. Por
gestión ejemplo, muchos hospitales latinoamericanos han adquirido
durante la década del noventa softwares para calcular sus
costos prestacionales, sin embargo en muy pocos la disponibilidad de información cambió
el modelo de gestión. Es decir, en muy pocos esos softwares sirvieron para que las deci-
siones se tomen de manera diferente. Otro ejemplo lo constituyen las encuestas sociales y
los programas de procesamiento georeferenciado de información (SIG, o en su versión
inglesa GIS) que aún constituyendo poderosas herramientas potenciales para la planifica-
ción social han registrado un escaso impacto en nuestros municipios.
La innovación tecnológica involucra la incorporación de nuevos actores, nuevos roles,
nuevos valores. Solo hay cambio tecnológico cuando cambian las relaciones sociales. No
es otra cosa que un cambio de modelos. En conclusión el progreso técnico no es sinónimo
de innovación tecnológica.
Otra importante contribución es la de Josep Schumpeter
herramienta es una quién desarrolló una trilogía que divide al proceso de cambio
prolongación de las tecnológico en tres estadios. El primero es el de la inven-
manos mientras que el ción, que comprende la generación de nuevas ideas. El se-
modelo es una prolon- gundo estadio, el de la innovación, supone el desarrollo y
gación de la mente. conversión de estas nuevas ideas en productos y procesos
comercializables. El tercer estadio, es el de la difusión,
donde los nuevos productos y procesos se extienden por el
mercado potencial. Desde esta óptica, la investigación básica se relaciona con la inven-
ción, la investigación aplicada y el desarrollo con la innovación y el impacto de una nueva
tecnología se produce en el estadio de difusión37.
37
ORTUN, Vicente. “Innovación organizativa en sanidad”. En: MENEU, Ricardo; ORTUN, Vicente. Política y
gestión Sanitaria: una agenda explícita. Barcelona. Asociación de Economía de la Salud. 1996. Páginas
157-176.
58
se incluyen medidas tales como las incorporación del médico de familia, el sistema de cui-
dados progresivos, la internación domiciliaria, o aún de los esquemas de medicina basada
en la evidencia.
La innovación a nivel de los productos intermedios involucraría mejoras o alteraciones
en la calidad y productividad de la asistencia ambulatoria u hospitalaria, tales como au-
mentos del giro-cama, reducciones en la tasa de reinternación, etc… Adviértase que aún
involucrando mejoras sensibles sobre el servicio o sobre el sistema, estas innovaciones no
garantizan un impacto sobre los productos finales, estos es sobre las condiciones de salud
de la población.
La innovación en la gestión implica cambiar la forma en que se definen y toman las de-
cisiones dentro del servicio o sistema. Puede involucrar
Cambiar el modelo cambios en la forma que se establecen la prioridades socia-
de gestión no es solo les o aún las prioridades asistenciales. Esto involucra tanto
incorporar una nueva cambios en las modalidades de asignación de recursos,
herramienta adminis- como de rendición de cuentas o de monitoreo y evaluación.
trativa La innovación que se registra a nivel de la gestión se
denomina también innovación organizativa. En la bibliogra-
fía especializada se pueden identificar dos vectores de la
innovación organizativa. Por un lado el avance técnico que provee insumos para el cambio
tecnológico (en el sentido amplio anteriormente descripto) y por el otro los cambios en el
entorno que plantean presiones y establecen demandas cambiantes sobre la organización.
38
ORTUN. Op Cit.
59
¿Donde habrá innovación organizativa? Allí donde se encuentren nuevas formas
de hacer las cosas, de proveer los servicios de resolver las necesidades la población.
Donde se revisen las prioridades,
donde las decisiones se planteen de Hipótesis sobre innovación y
otra forma y sean tomadas por
otros –o por más- actores. Allí don-
cambio organizativo
de se logren nuevos diseños organi- • En conclusión, de lo hasta aquí ex-
zativos, nuevos arreglos institucio- puesto se pueden extraer algunas
nales. Innovar es romper con pau- hipótesis para el análisis de la in-
tas establecidas. La innovación tien- novación organizativa:
de a flexibilizar la organización ante • El progreso técnico no siempre se
las demandas del medio, implicando traduce en innovación tecnológica.
una reducción de la incertidumbre
• La innovación tecnológica impulsa
que genera el contexto39. La inno-
pero no garantiza la innovación or-
vación ocurre cuando la organiza-
ganizativa.
ción responde a una demanda am-
biental, cambiando su estructura, • Puede haber innovación organiza-
proceso o conducta organizacional tiva sin innovación tecnológica.
para satisfacer la demanda que per- • Los cambios es el entorno motivan
cibe del medio. En este sentido la innovación organizativa.
cuando la organización innova está • El cambio en la gestión se produce
produciendo “fortalezas”. a nivel de las conciencias y conduc-
¿Cómo promover la innovación? tas de los actores involucrados en
Desde una perspectiva económica la las organizaciones (agentes).
competencia y en primer instancia la
• La primera es condición necesaria
supervivencia, constituye el motor de
pero no suficiente de la segunda.
cualquier innovación40. La dinámica
innovativa será diferente en contextos,
o mejor dicho en “mercados”, donde
se compite a través de precios, a través de la diversificación de los productos (o servicios)
o por la calidad de los mismos. Las reglas de la competencia afectarán tanto a la innova-
ción tecnológica como a la organizativa. En conclusión, no habría incentivos para innovar
sino hay mercado o donde existe un mercado limitado. La receta que se desprende de
esta línea de análisis para activar la innovación sería suministrar dosis adecuadas de mer-
cado a los servicios sociales.
Otra perspectiva destaca que la innovación se apoya, en parte, en componentes cultu-
rales y actitudinales. El mercado provee los incentivos pero los cambios son activados por
gerentes innovadores. La innovación en gerencia social se podría lograr captando, for-
mando o incentivando a una elite de innovadores sociales. Un conocido libro de Osborne
y Gaebler titulado “La reinvención del gobierno” resulta paradigmático para esta vertien-
te41. Sin embargo, este abordaje no llega a rechazar la premisa anterior de la necesidad de
un entorno competitivo. De hecho, las organizaciones siempre compiten, aunque a veces
lo hacen por precios, otras por calidad y otras simplemente por prestigio.
39
Para una interesante definición ver: DROVETA, Mabel Susana; GUADAGNINI, Horacio Mario. “Innovación”,
voz del: Diccionario de Administración y Ciencias Afines. México.D.F. Ed. Limusa. 1995. Página 102.
40
Ib idem.
41
OSBORNE.P; GAEBLER. La reinvención del gobierno. Buenos Aires. Paidós. 1995.
60
Grandes modalidades de cambio del modelo de gestión
En esta sección se analiza el significado del cambio en el modelo de gestión y se com-
paran dos grandes modalidades de cambio: la reconversión y la reingeniería. Antes de
plantear algunas herramientas para pensar esta última en las organizaciones se presentan
la bases del diseño de organizaciones utilizando un caso clásico de la administración como
ejemplo.
¿Qué es reconvertirse?
Las organizaciones atraviesan procesos similares a los de las personas. Los seres
humanos crecemos y nos convertimos en adultos a través de una
Para nosotros trayectoria larga y compleja. Hay un componente biológico o metabó-
“Ser” y “estar” lico de nuestro crecimiento. Un componente físico. Sin embargo, un
son cosas dife- cuerpo desarrollado no es condición suficiente para que un niño se
rentes. convierta en adulto. Hace falta también un desarrollo madurativo,
aquello que hace que no solo parezcamos sino que nos comportemos
como hombres.
Cuando crecemos vamos tomando conciencia de nuestra fragilidad, de nuestra vulnera-
bilidad al medio, de todo lo que nos falta para llega a ser adultos. Un componente impor-
tante en nuestra maduración son nuestros referentes, nuestros padres y parientes, nues-
tros arquetipos; que imprimen una imagen de hacia donde queremos llegar. Su presencia
hace que a pesar de ver nuestras limitaciones sigamos esperanzados ante la ilusión de que
algún día seremos fuertes, íntegros y equilibrados como ellos.
En síntesis, “madurar” no es solo “crecer” sino también “hacer” para llegar a “ser”. Es
en estos aspectos que las organizaciones se nos parecen. Nuestras organizaciones son, un
poco, como nuestros hijos… “cargan con nuestros sueños y nuestras frustraciones” como
dice la canción. Reflejan nuestro carácter, nuestra personalidad, en ellas proyectamos
nuestras expectativas, como nos vemos, cómo queremos que nos vean.
Ironizando sobre la relación entre nosotros y nuestras organizaciones Marx42 decía
“nunca pertenecería a un club que acepte tipos como yo”.
42
Groucho Marx, ¡por supuesto!.
62
En tiempos de convulsiones, de turbulencias, de cambios permanentes; es difícil man-
tener los referentes. Nuestro carácter y nuestro idioma de raíz latina nos presenta una
dificultad adicional que no atraviesan los nórdicos. Para nosotros “ser” y “estar” son cosas
diferentes. Bien diferentes. Estar es durar, permanecer, subsistir en un nicho. Depende de
nuestra determinación pero más depende del contexto. En tiempos de turbulencias y tor-
mentas el estar es amenazado.
El ser es la esencia de la existencia, es la raíz de nuestra trascendencia, aquello que
nos proyecta por sobre las cosas, por sobre el contexto. El ser es menos condicionado por
el contexto que el estar. El ser no se discute. “La vaca es vaca, no toro” decía una consig-
na del general Rosas a la población. El ser se hace.
Como las personas, las organizaciones van creciendo llenas de indeterminaciones pero
con la esperanza de sentar cimientos sólidos. Pero en tiempos de mutación de repente
descubren que construyeron esos cimientos sobre el magma. La esencia de las organiza-
ciones, aquello más ligado con su ser es la conversión. La capacidad de concretar objeti-
vos, de transformar insumos en productos. Desde hace unos años se ha instaurado entre
nosotros un neologismo que expresa los desafíos de estos tiempos “reconversión”. Re-
con-versión es cambiar la versión, es redefinir los objetivos. Reemplazar los referentes,
mirarnos en un espejo distinto del que teníamos. Aceptar que la vaca puede ser toro -en
los términos del restaurador-.
La reconversión es a las instituciones lo que el divorcio es a las personas. Una redefini-
ción del rumbo. Una alteración del estar que llega a afectar al
La reconversión ser. Cambiar el rumbo, o sea redefinir hacia donde se quiere
es como el divor- ir. La característica central de este proceso es que se asemeja
cio: una redefini- más a la maduración que al crecimiento. La reconversión no
ción del rumbo es una función natural de las organizaciones, es el resultado
de un esfuerzo, de un “hacer” particular, centrado en el cam-
bio.
Para reconvertirse las organizaciones tienen que “hacer”. Reconvertirse es un hacer pa-
ra otro ser y otro estar.
Así como las personas, las organizaciones tienen estilos. Se preocupan mucho por al-
gunas cuestiones y poco por otras. Dos organizaciones pueden hacer lo mismo de diferen-
tes maneras. Ese rasgo estructural que en las personas llamamos personalidad en las or-
ganizaciones se denomina modelo de gestión. La reconversión no implica siempre un
cambio del modelo de gestión pero si un replanteo del mismo.
Hemos mencionado que entre los desafíos de la gestión institucional el primero es defi-
nir el Ser. Como afirma Albrecht, de muchas maneras, la crisis actual de la empresa es
una crisis de significado43. Las personas no están seguras de sí mismas porque ya no
comprenden el “porqué” que está detrás del “qué”. Ya no tienen la sensación de que las
cosas están bien definidas y que el trabajo duro conduce al éxito. Cada vez experimenta
más dudas e incertidumbre acerca del futuro de sus organizaciones y, en consecuencia,
acerca de sus propios futuros y carreras. Cada vez hay más organizaciones que, junto con
sus miembros, sufren una crisis del significado.
Por otro lado, el propio éxito y el crecimiento de las organizaciones les tiende trampas.
En la nueva era de la empresa, lo que necesita es una mejor respuesta a la pregunta
“¿por qué?, así como buenas respuestas a la pregunta “¿Cómo?”. Cada vez son más las
organizaciones que afrontan interrogantes fundamentales acerca de su destino. Están ante
la necesidad de redefinirse, de repensar lo que están haciendo, de una manera básica.
43
ALBRECHT, Karl. Op Cit. 1996:35
63
Diseño de organizaciones
Toda organización requiere un modelo de división del trabajo. Este modelo no es único,
y para resultar adecuado a la organización debe contem-
Dos empresas con plar un conjunto de factores entre los cuales merecen des-
misiones idénticas ac- taque la misión de la organización, el mercado o ambiente
tuando en el mismo en que se desempeña y la tecnología con que opera.
mercado se pueden Llamamos estructura de la organización al modelo que
plantear estructuras la misma adopta para dividir el trabajo entre sus miem-
organizativas diferen- bros. El organigrama es la representación gráfica de ese
tes modelo de división del trabajo. es decir, pueden elegir
diferentes caminos para llegar al mismo lugar. Pero cuan-
do los diseñadores de la organización optan por un determinado camino la exponen a un
conjunto de riesgos, definen sus puntos fuertes y sus puntos débiles.
El secreto del diseño organizativo radica en identificar cual configuración resulta más
adecuada para cada tipo de organización en cada momento y lugar determinado. Los ele-
mentos de una estructura deben ser seleccionados para alcanzar la congruencia interna o
armonía, así como una congruencia básica con la situación de la organización. Aunque se
pueden identificar algunas reglas no hay recetas acabadas para el diseño organizativo. Sin
embargo, se puede enumerar un conjunto de hipótesis que permitirán orientar el diseño
de organizaciones:
La eficacia de una organización resulta de su capacidad para arti-
Cada forma de cular sus recursos (humanos, físicos, tecnológicos y financieros) con
supervisión se sus objetivos (misión).
adecua mejor a Toda organización en cada momento puede adoptar un estructu-
un tipo de estruc- ra que resulte más eficaz. Es decir que le permita alcanzar sus obje-
tura tivos con un menor empleo de recursos.
El autor que probablemente más ha contribuido a nuestra com-
prensión de las organizaciones y su diseño ha sido Henry Mintzberg d ela Universidad Mc
Gill de Canadá. Según este autor el diseño de la estructura involucra dos definiciones: di-
vidir el trabajo en diferentes tareas, y coordinar tales tareas.
Los modelos de coordinación de tareas son cinco: a) ajuste mutuo, b) supervisión dire-
cta, c) estandarización de procesos, d) estandarización de resultados, e) estandarización
de habilidades.
El ajuste mutuo coordina el trabajo a través de la comunicación directa e informal. Por
ejemplo, es la forma en que se comunican y coordinan dos tripulantes de un bote de re-
mo, o entre un maestro artesano y un aprendiz.
En la supervisión directa hay una persona responsable por los otros, impartiendo ins-
trucciones y monitoreando sus actividades. Por ejemplo: Cuando se trata de un bote de
regatas y son varios lo remadores y un lider, lo mismo ocurre con un equipo de futbol.
Otro ejemplo es el de un taller donde hay varias personas que desempeñan tareas
diferentes pero todas ellas bajo la supervisión de un solo responsable que centraliza las
principales decisiones.
La estandarización de procesos es realizada en un escritorio o un tablero de diseño, an-
tes de que el trabajo en si sea realizado. Los procesos son estandarizados cuando cada
paso en la ejecución de un trabajo está programado de antemano. Un ejemplo se obtiene
en las instrucciones de los juguetes para armar o de los electrodomésticos. En ellas los
niños (o sus padres) tienen un detalle paso a paso de cómo ejecutar el montaje o la ope-
ración.
64
Las salidas o resultados son estandarizados cuando se definen con precisión sus carac-
terísticas específicas, tales como las dimensiones, el desempeño, el costo, etc. Cuando una
empresa de remises envía un chofer a recoger una persona o un paquete no le indica que
camino debe seguir, solo el punto de partida y el de llegada.
Estandarizar Estandarizar habilidades consiste en establecer qué tipo de
procesos es el me- entrenamiento precisan las personas que van a desempeñarse
canismo de control en un puesto. Se recurre a la estandarización de habilidades
típico de las buro- cuando ni el trabajo, ni los resultados pueden ser padroniza-
cracias mécanicas dos. El mejor ejemplo es, tal vez, el de los hospitales, es difícil
indicarle a un médico cómo proceder en cada caso o que resul-
tado especifico debe obtener con cada paciente, sin embargo
si se puede determinar qué debe saber el médico para brindar un servicio adecuado.
La introducción de mecanismos de coordinación en una organización tiende a describir
un proceso en forma de espiral. Cuando el trabajo de la organización se torna más com-
plejo la coordinación tiende a cambiar desde el ajuste mutuo a la supervisión directa, lue-
go hacia la padronización, de ser posible de los procesos de trabajo, sino de los resultados
o aún de las habilidades, para luego volver hacia el ajuste mutuo inicial.
En la mayoría de los casos el organigrama representa de forma completa y exhaustiva
la estructura de la organización.
En el organigrama se pueden apreciar: a) los criterios adoptados para dividir el trabajo
en tareas, b) las jerarquías formales de la institución, c) los flujos de comunicación dentro
de la organización y d) los pasos o peldaños que todo subordinado debe recorrer para
avanzar hacia posiciones superiores.
66
Estructura simple
La combinación funcionó tan bien que doña Raku nuevamente se vio ahogada en pedi-
dos. Por lo tanto, nuevos empleados fueron necesarios. Decidió contratar sus tres nuevos
empleados entre los egresados de la escuela de cerámica. La decisión se fundamentó en
todo el tiempo que le llevó entrenar a la señorita Bisque, mientras que los nuevos emplea-
dos sabrían qué hacer desde el primer día. Aún con cinco personas la coordinación no pre-
sentaba problemas.
Burocracia mecánica
Sin embargo, cuando otros dos empleados más fueron incorporados comenzaron a sur-
gir problemas de coordinación. Un día la señorita Bisque tropezó con un balde de esmalte
quebrando cinco jarrones y otro día doña Raku al abrir el horno descubrió que por error
los floreros habían sido esmaltados color fucsia. En ese momento ella comprendió que
siete personas en una pequeña fábrica de cerámica no coordinan sus tareas por medio del
mecanismo simple de la comunicación informal. Y lo que complicó aún más las cosas fue
que doña Raku quien se había auto instituido presidente de Cerámicas S.A. se veía obliga-
da a pasar cada vez más tiempo con los clientes. En realidad por entonces ella estaba más
para ser vista con vestido elegante que con usando jeans . Por eso nombró a la señorita
Bisque gerente del taller, consagrando todo su tiempo a supervisar y coordinar el trabajo
de los cinco obreros de la cerámica.
Forma divisionaria
La forma divisionaria es aquella en la cual la empresa se divide en un conjunto de cen-
tros de negocios. Se implantan cuando Cerámicas S.A crea centros de productos a los cua-
les se les fijan padrones de desempeño que indican qué se espera que en cada año ob-
tengan un nivel determinado de facturación, de utilidades, de niveles de crecimiento, etc…
44
Un trabajao que da cuenta de este debate es la tesis de maestría de Francisco Braga, titulada
Examinando Alternativas para a Administração dos Hospitais: Os Modelos de Gestão
Descentralizados e por linha de Produção, Escola Nacional de Saúde Pública, Rio de Janeiro,
1991.
68
organización comenzando desde el hacer o desde el estar resultará contraproducente o,
en el mejor de los casos, una pérdida de tiempo. Es decir, una organización que no sabe
hacia donde debe ir no conseguirá resolver sus problemas si rediseña su organigrama o
redefine sus procesos.
Aún cuando por este camino se consiga incrementar la eficiencia se corre el riesgo de
estar haciendo mejor lo que no se debe hacer.
Del análisis estratégico se derivan prioridades y para organizar el hacer y el estar en
función de esas prioridades es necesario contar con un modelo adecuado de evaluación
del desempeño de la institución. En otras palabras, una vez que se sabe a donde se debe
ir surge la cuestión de cómo saber si estamos avanzando en la dirección correcta y a qué
velocidad estamos avanzando.
Por último se debe pensar en los aspectos más mecánicos de la organización: la
estructura y los procesos.
Allí se debe revisar el diseño organizativo y entonces si podemos ver si vale la pena ini-
ciar una reingeniería o no. Y los mismo ocurre con las actividades. Solo una vez que sa-
bemos qué es lo que debemos hacer y cómo sabemos si lo estamos haciendo bien o no
recién entonces podremos empezar a pensar en estandarizarlas.
Reingenieria
“ ..parecía que cada vez que nos reuníamos
en grupo para trabajar necesitábamos organi-
zarnos de forma diferente a la anterior. He
aprendido más adelante en mi vida, que te-
nemos la propensión a enfrentar cada nueva
situación a través de una reorganización. ¡Qué
forma magnifica para crear una ilusión de pro-
greso, mientras se produce solo confusión, in-
eficiencia y desmotivación!.”
Petronio
69
Estructura formal versus real
Lo real no es lo que figura en normas o papeles sino lo que
Lo real es lo que se da siempre. Lo que ocurre de forma cotidiana o ritual. Una
se manifiesta en estructura o un determinado proceso son reales solo cuando las
las conductas de personas actúan de acuerdo a ellas. De nada sirve un organi-
las personas grama que dice que el Dr Perez es jefe del señor Gomez si este
último jamás se reporta al primero. De la misma manera, de
nada sirve que al señor Gomez se le haya provisto un hermoso
manual en donde se detalle cada paso de sus actividades si dicho manual termina olvidado
en un cajón o decorando un estante. • ¿Con quién se relacionan?
1.El primer paso para comenzar a pensar la
• ¿De quién dependen?
reingeniería de estructuras consiste en interro-
gar al personal subalterno acerca de cómo ven • ¿Quién depende de ellos?
ellos la estructura. En sentarse con ellos e inten-
tar diseñar el organigrama percibido. Las pre-
guntas clave son:
2. En función de la información recolectada se configura el organigrama percibido por
el agente. La actividad puede hacerse de forma grupal con tres o cuatro empleados de un
mismo sector.
Una vez que se han reconstruido los organigramas percibidos se los compara con el or-
ganigrama nominal o formal, el que consta en documentos tales como estatutos o decre-
tos. En la medida de lo posible es recomendable realizar el diseño del organigrama perci-
bido junto a los mismos entrevistados. Desarrollar el proceso de reingeniería con transpa-
rencia puede ayudar a hacer más viable el cambio dentro de la organización.
¿A cuantas personas se debe entrevistar? Eso depende de la información que se va re-
colectando. Si luego de relevar tres sectores o unidades organizativas (utilizando la jerga
de los analistas de O&M45) se constata que no hay discrepancias no será necesario esco-
ger una muestra mayor. Tal vez para verificar es conveniente relevar a una persona más
que pertenezca a otro sector y tenga poco contacto con los primeros.
Es importante tener en cuenta que la información recolectada puede resultar sesgada
por la opinión y actitud del entrevistado.
3. Una vez que la muestra resulta suficientemente representativa se procede a analizar
la información recolectada.
¿Cómo se analiza el relevamiento de estructuras?. Se miran los organigramas
recolectados y el nominal desde las funciones finales a las intermedias o mejor dicho de
las unidades organizativas responsables por las funciones finales. El criterio central es re-
visar en qué medida el estar facilita es ser y el hacer. Por lo tanto, todas las relaciones se
deben observar a la luz de la visión y las funciones.
4.En función de estas cuestiones se puede configurar una chek list en la cual se consta-
te el nivel de coherencia del diseño organizativo con la visión y sus puntos débiles. El re-
curso gráfico de una matriz de colores ayuda mucho a percibir las fortalezas y debilidades.
El paso siguiente es confeccionar una matriz FODA –Fortalezas, Oportunidades, Debili-
dades y Amenazas-
O en el caso de que ya se hubiese desarrollado una, revisar la existente.
El objetivo es avanzar en la identificación de oportunidades y amenazas ya que luego
pasaremos a revisar procesos y tendremos que identificar en qué medida estos procesos
colaboran con la transformación de amenazas en oportunidades.
Se podría elaborar una guía para confeccionar la FODA pero no debería ser cerrada ya
que perdería el carácter estratégico. La función de la matriz sería sintetizar los aspectos en
que la actual estructura resulta funcional o disfuncional a la organización. Para ello debe
considerarse no solo el ser de la organización (Misión y visión) sino también factores del
ambiente y factores del hacer. Las líneas podrían ser:
1.Mercado:
• ¿Cual es el mercado? ¿Quienes son los competidores? ¿Cual es el nivel
de competencia? ¿Cómo sabremos si el mercado se ha saturado?
• ¿Cuales son las fallas del mercado? ¿Quién lo regula? ¿Cómo lo regula??
Cómo es en otros lugares?
2.Demanda:
• ¿Qué la determina?¿ qué características tiene? ¿Se pueden identificar
tendencias?.
3.Oferta:
• ¿Qué ofrecemos al mercado?
• ¿De qué nivel de variedades disponemos (diversificación)?
• ¿Sabemos cuando conviene diversificar o aumentar la oferta?
• ¿Cómo variar la oferta?
71
Síntesis
El siguiente esquema sintetiza las categorías propuestas para pensar en cambio en la
organización y promoverlo:
Bibliografía
ALBORNOZ, Mario. “Innovación tecnológica, Innovación Social”. En : ALBORNOZ, Mario; SUAREZ,
Francisco. Argentina. Sociedad e Informática. Buenos Aires. Eudeba. 1988. Páginas 18-32.
BLANCHARD, K; CARLOS.J.P & RANDOLPH. Empowerment. Bogotá. Grupo Norma.1996.
BRAGA, F. Examinando Alternativas para a Administração dos Hospitais: Os Modelos de
Gestão Descentralizados e por linha de Produção, Tesis de maestría. ENSP, Rio
de Janeiro, 1991.
DRUCKER, Peter. La organización del futuro. Buenos Aires. El Ateneo.1997.
GÓNGORA, Norberto. “Reforma del Estado y posibilidades de un cambio en el modelo de gestión”.
En: Revista Perspectiva y Dialogo Internacional (6) 7:163-70. Buenos Aires. 1994:
MINTZBERG.H; QUINN,J.B& VOYER,J. El proceso estratégico. México D.F. Simon & Schuster Compa-
ny. 1997.
MINTZBERG.H. Diseño de organizaciones eficientes. Buenos Aires. El Ateneno. 1982.
MINTZBERG.H. El poder en la organización. Barcelona. Ariel. 1978.
MORGAN.J. Imágenes de la organización. México D.F. Alfaomega. 1994
MORITA, Akio. Made in japan. Buenos Aires. Atlantida. 1986
ORTÚN RUBIO, Vicente. Innovación en sanidad. En : MENEU, Ricardo & ORTÚN RUBIO, Vicente
(ed.) Política y gestión sanitaria: la agenda explícita. AES. Barcelona. 1996.
72
PETER, Lawrence. J. Las fórmulas de Peter. Barcelona. Plaza & Janés Editores. 1973.
TOBAR, F & FERNÁNDEZ PARDO, C:A. Organizaciones solidarias. Buenos Aires. Lugar editorial. 2001.
TOBAR, Federico. “El poder de la simulación en las organizaciones”. Enfasis management. Año 5
número 1. Enero.
BÁSCOLO, Ernesto & SANCHEZ DE LEÓN, Adolfo “Reformas en el Sector Público de Salud: Es
necesario introducir condiciones de competencia para el desarrollo de un modelo de mercado
interno?”, en Gestión en Salud. Agosto. Disponible On line
en:http://www.gestionensalud.com
73
Evaluación
El siguiente es el relato de un caso real y ha sido extraído de bibliomed.com. Por favor
léalo con atención y luego responda las preguntas formuladas a bajo.
74
sistemas de incentivación ligados a la actividad, basados en el principio de proporcionali-
dad al esfuerzo individual o de los equipos y, naturalmente, al beneficio económico que se
genere para la Institución. Los sistemas empleados están en relación con: 1º la prolonga-
ción de jornada ligada a un aumento de actividad, 2º la mejora de la gestión clínica que
permitiera, manteniendo la calidad, obtener beneficios para la institución y 3º un exceso
de actividad sobre unos mínimos pactados con las distintas Unidades. Uno de los principa-
les conceptos introducidos en los últimos años para la mejora cuali-cuantitativa de las em-
presas, incluidas las sanitarias y por supuesto los Hospitales, se basa en los incentivos a la
producción. Secundariamente a la incentivación y al aumento de la actividad privada, junto
con los pequeños incrementos derivados de la suba salarial ligada al Convenio Colectivo, la
masa salarial media de los Facultativos ha ido aumentando en los últimos 5 años un por-
centaje del 42,3%, siendo una situación incuestionablemente unida a los incentivos y a los
honorarios de los pacientes privados. El cálculo empírico que se puede realizar llega
aproximadamente a una cantidad de u$s 16,7 millones anuales de facturación ligados di-
rectamente a la actividad que se hace en relación con los incentivos económicos, es decir,
que si se disminuyera por alguna razón la facturación que en ese momento se debía a los
incentivos, se retornaría así de forma rápida y progresiva a la situación de los años 80.
Concierto Insalud
El concierto Insalud con el Servicio Nacional de Salud, principal cliente de la FJD, sin
duda supone un aspecto clave para entender toda la historia de la FJD y, por supuesto, el
momento al que nos estamos refiriendo. Se trata de un concierto que reunía las enormes
cualidades de beneficiar ampliamente a ambas partes. Los precios que se fijaron por pro-
ceso fueron prácticamente idénticos a los que se facturaban por estancias, es decir, no se
elevaron.
Lo que sí sucedió, como preveíamos, es que se puso en marcha la capacidad de hacer
mucho más, de aumentar la producción hasta un 16% el primer año y por lo tanto creció
la facturación haciendo más con los mismos recursos empujados por la retribución varia-
ble. Son estas dos armas, el concierto por procesos y la retribución variable, los dos pila-
res del desarrollo espectacular de estos años. Durante este tiempo la FJD fue capaz de
abaratar los procesos y al mismo tiempo aumentar continuamente la facturación, un mo-
delo sin inflación reconocido en toda España.
Inversiones
Respecto a este apartado se tomó una decisión arriesgada que verdaderamente dio re-
sultado. La situación de descapitalización en cuanto a obras y equipos que había a princi-
pios de la década del 90 como consecuencia de la falta de inversiones de los 80, hacía
necesario invertir de forma acelerada e importante para poner a la Fundación en condicio-
nes de ventaja tecnológica y de creación de nuevos productos para ofertar a la demanda
pública y privada. La situación del Hospital en 1997 lo sitúa a la cabeza del Estado en
cuanto a tecnologías asistenciales, pudiendo afirmar que en ese momento no nos supera-
ba institución alguna. Es verdad que hubo prioridades motivadas por la necesidad de ofer-
tar procesos productivos y de alta rentabilidad muy rápidamente, pero se llegó al momen-
to de abordar otras mejoras no ligadas directamente a la productividad que estaban bien
descriptas en el plan director vigente.
Nuevas actividades
Con los aumentos de productividad evidentes del Hospital se consiguió equilibrar la
cuenta de resultados, alcanzándose beneficios económicos considerables, pero a pesar de
ello, en modo alguno suficientes para poder pagar la deuda que se había generado en la
década anterior. Por este motivo se decidió abrir nuevas vías de trabajo, siempre en rela-
ción con nuestra actividad principal, que nos llevarán a obtener las entradas necesarias
para hacer frente a la deuda. Deuda que había que afrontar a partir de 1998 al estar así
75
explicitado en los Presupuestos del Estado de 1995 y no disponer en nuestro caso de la
cobertura política de otros hospitales en nuestra misma situación. En vista de ello se inicia-
ron los trabajos encaminados a la creación de FJD Medicina Móvil y se iniciaron los trámi-
tes para constituir una compañía de seguros que, junto con algunas otras ideas, iban a
formar la base del "holding" Fundación Jiménez Díaz. FJD Medicina Móvil es una sociedad
anónima participada en un 75% por la FJD cuyo cometido es acercar a las áreas que no
dispongan de determinada tecnología (RNM, Hemodinámica Diagnóstica, Medicina Nuclear
y otras) nuestras instalaciones móviles para realizar las técnicas que se contraten a través
de concursos públicos o contratos privados. Esta empresa tiene un Consejo de Administra-
ción con presencia de la Dirección Médica y del Patronato Rector y es considerada por
todos los analistas de alta rentabilidad económica. El trabajo que desarrolla en esta em-
presa beneficiaría directamente a su principal accionista (la FJD) y además, aunque en
menor medida, a múltiples profesionales de la Fundación que se encargan de las funciones
sanitarias que correspondan a cada disciplina sobreañadidas a las propias habituales. El
Centro Médico Jiménez Díaz realizaría aquello que no sabemos hacer en nuestra organiza-
ción (y en casi ningún Hospital), es decir, atender a personas sanas rápida y eficazmente
con chequeos preventivos. Además se instalaría en su interior el Instituto Oftalmológico
Jiménez Díaz, enfocado en forma directa y primordial al cliente. Ambas inversiones au-
mentaron el patrimonio de la FJD en una cantidad superior a u$s 6,7 millones.
Programa "Excelencia"
En los primeros meses de 1994 se toma la decisión desde la Gerencia de llevar al Pa-
tronato un programa de trabajo junto con una consultoría externa que se llamó Programa
Excelencia y que consistía en realizar un exhaustivo estudio de todos los procesos que se
hacían en la Clínica. Los beneficios se valuaron en unos u$s 8 millones y el patronato
aprobó el proyecto, pero prudentemente se decidió comenzar con el sistema de suminis-
tros o insumos porque calculábamos que con el superávit de este sector en un año (se
confirmaron posteriormente unos u$s 2,7 millones) sería suficiente para hacer frente a
todo el contrato como así fue. La segunda fase de este programa con la actuación en todo
el Hospital probablemente fuera demasiado ambiciosa para lo que podía aguantar la es-
tructura hospitalaria y superó la capacidad individual y colectiva de seguir a una velocidad
y potencias muy altas. Sin embargo, existe la evidencia de que el proyecto fue eficaz y hay
datos, como los aumentos de la Cirugía, la actividad de Radiodiagnóstico, la mejora de
Urgencias, Consultas externas, sector de Investigación, el ajuste de algunas plantillas, la
organización de Admisión o las Guías de práctica clínica, que así lo demostraron a pesar de
no estar cuantificados. Debemos decir para terminar, que a lo largo de este proceso y a
pesar de la reducción de más de cien camas, no disminuyó la planta de personal de la
Fundación, sino que se aprovechó al personal con programas de reciclaje y de formación
específicos, aumentando incluso, el número de puestos de trabajo de la Institución.
76
CAPÍTULO 4. ESTRATEGIA
77
guirá destinar de forma efectiva parte de sus recursos para investigar y planificar en un
sentido estratégico.
Significado de la estrategia
Según cuenta Platón, cierta vez Sócrates se enfrentó con el militarista Nicomáquides.
En aquella época los atenienses votaban para elegir a sus generales (en griego stratego).
Sócrates comparó las actividades de un empresario con las de un general y señaló a Ni-
comáquides, que en toda tarea, quienes la ejecutan debidamente tienen que hacer planes
y mover recursos para alcanzar objetivos. El resultado fue que Nicomáquides el militar
perdió las elecciones ante Antístenes, un prominente empresario.
Al caer las ciudades-Estado también desapareció esta idea de la estrategia como una
problemática generalizada y no solo como una competencia exclusiva de la guerra. Prácti-
camente solo en el siglo pasado se comenzó a recuperar el conocimiento estratégico para
el área empresarial.
El griego strategos significa planificar la destrucción del enemigo en razón de un uso
eficaz de los recursos. En el uso empresarial que se da al término no es necesariamente
para destruir al enemigo pero si implica ganar, obtener una victoria que se mide en ga-
nancias, ventas, prestigio y otros objetivos. Por este motivo la estrategia siempre es com-
petitiva ya que solo existe cuando hay otro al que se puede vencer.
En la actualidad se utilizan diferentes definiciones de estrategia:
“Es un plan unificado, comprensivo e integrado de las ventajas de la organización
frente a los desafíos den entorno. Es diseñada para garantizar que los objetivos
básicos de la empresa serán alcanzados”46.
“ Es la afirmación de los fundamentos y significados de una organización para al-
canzar sus objetivos, que están sujetos a un conjunto de constricciones ambienta-
les. De forma alternativa, la estrategia organizacional son las pautas fundamenta-
les que tanto en el pasado como en el presente definieron los recursos así como
las interacciones ambientales que indican como la organización podrá alcanzar sus
objetivos47.
“El objetivo tradicionalmente atribuido a la estrategia corporativa es proveer di-
rección, dotar a la compañía del sentido y el propósito de una misión. Frecuente-
mente se ignora un segundo objetivo de la estrategia corporativa que es conseguir
cohesión. Este último, no sólo es importante sino que resulta más esencial que el
primero48.
“ Para nuestros propósitos, formular estrategias es una respuesta que no se des-
tina resolver problemas sino a redefinirlos como subproblemas en términos más
familiares y comprensibles. AL contrario que el razonamiento analítico aplicado a la
solución de problemas y toma de decisiones, la función d ella estrategia no es re-
solver problemas sino estructurar en las que los problemas emergentes sean
resolubles49”.
46
GLUECK,William. Strategic Management and Business Policy. Citado por STUDIN, Ira. Strategic Healthcare
Management. Nueva York. Irwing Professional Publishing.2000. página 10.
47
HOFER,Charles / SCHENDEL, Dan. Strategy Formulation: Analytic Concepts. Citado por STUDIN, Ira. Strate-
gic Healthcare Management. Nueva York. Irwing Professional Publishing.2000. página 10.
48
UYTERHOEVEN, Hugo. et al. Strategy and organizations. Citado por STUDIN, Ira. Strategic Healthcare Man-
agement. Nueva York. Irwing Professional Publishing.2000. página 11.
49
RUMMELT, Richard P. Strategic Management: A New View of Bussiness Policy and Planning- Citado por STU-
DIN, Ira. Strategic Healthcare Management. Nueva York. Irwing Professional Publishing.2000. página 11.
78
“Estrategia se refiere a aquello que una organización quiere ser, no a cómo se conduce
a sí misma para llegar a ello50”.
No es intención de este documento “cerrar” una definición de estrategia (no sería muy
estratégico intentarlo). Sino solo tomar de las diferentes definiciones algunos elementos
que ayuden a pensar y formular estrategias.
Ya en la historia que nos narra Aristóteles obtenemos tres nociones importantes. En
primer lugar, la estrategia no es monopolio de una profesión o un sector. En segundo lu-
gar, no sólo involucra a la fuerza (bélica) sino también a la negociación (empresarial). En
tercer lugar (y esto es tal vez lo más interesante de la anécdota, el empresario Antístenes
le ganó las elecciones al militar Nicomáquides desplegando una estrategia de persuación
en la que se dio el lujo de tener a Sócrates como jefe de campaña. La moraleja es que la
comunicación, la persuación la motivación son tanto o más importantes que los oropeles,
estandartes, condecoraciones y toda la experiencia en el uso de la fuerza.
En las definiciones modernas se encuentran muchos puntos en común. En primer lugar,
siempre se vincula la estrategia a la consecución de objetivos. En segundo lugar, se plan-
tea que aparecen desafíos en el ambiente. Léase, nuevas tecnologías, nuevos productos,
nuevos mercados, nuevos actores o viejos actores con nuevos libretos.
Hasta aquí, el significado más importante tiene que ver con la definición de la dirección,
el qué, el hacia donde vamos. Esto que en el análisis de los modelos de gestión hemos
definido como el Ser de la organización. En síntesis, no hay estrategia sin misión. O dicho
de otro modo, la misión es una precondición para el despliegue estratégico.
Sin embargo, una de las definiciones agrega un nuevo sentido al término, la cohesión.
Es decir, no importa solo hacia donde vamos sino con quienes.
Con frecuencia una primer aproximación a la problemática de la estrategia se centra en
la distinción de dos abordajes diferentes:
• La planificación estratégica.
• El pensamiento estratégico.
La planificación estratégica es una función necesaria en toda organización compleja que
involucra formular las actividades de la organización desde una visión amplia, global y de
largo alcance. Planeamiento (que deriva de Plan) significa identificar los recursos ac-
cesibles y disponerlos de forma que permitan alcanzar objetivos concretos y
prefijados.
El pensamiento estratégico es aquel que se preocupa por las formas en que una or-
ganización despliega su misión en el tiempo y el espacio. Solo por la definición ya
vemos que no hay pensamiento estratégico sin misión.
A continuación se sugiere un esquema para introducir la perspectiva estratégica en la
organización artculado con los conceptos de modelo de gestión e innovación. No se trata
de la única (ni probablemente de la mejor) forma de plantear la cuestión.
La estrategia en la organización
50
TREGOE, Benjamin & ZIMMERMAN, John W. Top Management Strategy. What it is and How to Make it
Work. Nueva York. Simon And Schuster. 1980.
79
Por ello desde la planificación estratégica se con-
templa que una norma puede ser racional pero la Ideas para la planifi-
gente puede no aceptarla. La imagen más clara de
cómo funciona la planificación estratégica la obtene- cación estratégica
mos si pensamos en un jugador de ajedrez. Este no en la organización
solo se debe preocupar con la reglas del juego sino • Definir o redefinir la
en pensar y anticiparse a la jugadas que pueda reali- misión
zar su contrincante.
Aunque la planificación siempre surge desde una • Convalidar la misión
organización, gran parte de los manuales de planifica- • Identificar problemas
ción estratégica son se refieren a las instituciones en claves
si sino a políticas de gobierno. El análisis aquí pro- • Formular actividades
puesto se concentra en proveer elementos para in- • Identificar metas
corporar la estrategia dentro de las organizaciones.
• Convalidar metas a la
A pesar de que toda simplificación es arbitraria,
luz de la matriz exis-
podemos arriesgarnos a enumerar algunos principios
tencial de la organiza-
centrales que guían la planificación estratégica:
ción
Planificar es identificar los recursos accesi-
bles y disponerlos de forma que permitan al- • Diagnosticar la situa-
canzar objetivos. La planificación será más efectiva ción organizacional en
cuantas más personas y más participación se involu- función de Prestigio,
cren en el proceso. recursos e influencia
El primer paso de la planificación de una organiza- • Evaluar el desempeño
ción consiste en definir su misión organizacional: organizacional
¿cual es la razón de ser de la organización?.
El segundo paso consiste en ratificar la misión de forma participativa. La misión es
examinada a la luz de dos tipos de información fundamentales: el contexto externo y el
contexto interno.
Una vez establecida y ratificada la misión se despliega el proceso de planificación estra-
tégica. El mismo consiste básicamente en programar actividades fijando metas y objetivos,
pero sin “perder el norte”, es decir de forma coherente y adecuada con las prioridades que
se desprenden la misión.
Programar es desplegar los recursos en el tiempo y el espacio. Para ello se contempla
un diagnóstico estratégico de la organización centrado en el examen de tres variables: su
prestigio, sus recursos y su influencia. En otros términos, estamos suponiendo que la tec-
nología y el dinero son solo algunos de los factores que determinan la capacidad de
conversión de la organización.
Por último, a medida que la organización avanza en la ejecución de las actividades pro-
gramadas es fundamental su evaluación. En el capítulo siguiente se presentan algunas
herramientas para evaluación de desempeño en las organizaciones.
80
I. Definición de la misión
3. Del enunciado se debe poder inferir quién es el cliente. La definición del clien-
te se hace en función de una premisa de necesidad básica y definitoria que lleva a esa
persona (o entidad) a considerar la posibilidad de vincularse o hacer negocios con nuestra
empresa. No es necesario definir un nicho de mercado o proveer estadísticas sobre la po-
blación objetivo sino de aclarar qué es lo que se les ofrece o mejor aún, para qué lo
hacemos, cómo pensamos contribuir con ellos.
5. Cuando hay dificultades para comenzar por la misión puede ser útil inten-
tar comenzar por identificar la visión. En ambos casos se trata de definir al Ser de la
organización. Dentro de él misión y visión son elementos complementarios, una puede
llevarnos a la otra. La premisa es obtener un punto de apoyo para comenzar a pensar. La
visión explora oportunidades, por ello es menos permanente. Puede ser enunciada como
un aviso publicitario que busca el impacto inmediato sobre el lector. En algunos casos es
más fácil contestar a preguntas del tipo: ¿Cómo queremos que nos vean? ¿qué aspiramos
llegar a ser? ó ¿qué imagen nos impulsa? ¿a quién nos queremos parecer?.
82
Ejemplos de visiones de hospitales son:
“Investigación y docencia con atención personalizada y compasión al enfermo”
(Mount Sinai Medical Center)
“Alcanzar el liderazgo internacional en el campo de la asistencia médica” (Hospi-
tal Corporation Of America).
“Desplazar los recursos de la comunidad de las intervenciones médicas intensi-
vas que caracterizan la práctica moderna de la medicina hacia prácticas alternativas
menos caras que fomenten la buena salud y el bienestar o reduzcan las internacio-
nes costosas” (Swedishamerican Corporation).
“Ser el centro de referencia para problemas osteopáticos en el mercado sanitario
de todo Missouri, Kansas,Arkansas, y Oklahoma” (Oak Hill Hospital).
“Cooperar con los apoyos que se puedan lograr en la comunidad para mejorar la
salud en el este de la ciudad, en especial de los más pobres y a través de la educa-
ción y concientización”(Samaritan Health Center de Detroit).
“Consolidar un H.General autónomo capaz de absorber la gran mayoría de las
prestaciones en las cuatro especialidades básicas” (Hospital do Portão, Curitiba).
6. Avanzar hacia atrás. El truco para comenzar a avanzar por este camino deductivo
hacia la misión es comenzar por la meta, por definir cómo queremos que sea la organiza-
ción en el futuro. Es la estrategia del cangrejo, la misma técnica para la resolución de pro-
blemas que se utiliza para resolver juegos complicados como el cubo mágico o el senku.
Consiste en retroceder desde la situación ideal o imagen objetivo hasta la situación actual
o problemática.
Un ejemplo puede ayudar a percibir mejor la idea. Los dueños de una cadena de res-
taurantes de cocina tradicional comenzaron la planificación estratégica a partir de definir
una imagen clara: la del ambiente hogareño. A partir de allí consiguieron responder a las
preguntas correspondientes a la visión:
¿Cómo queremos que nos vean? Cómo la continuación de las casas paternas de los
clientes.
¿Qué aspiramos llegar a ser? el restaurante más acogedor y familiar.
¿Qué imagen nos impulsa? Un ambiente y cocina hogareña
¿A quién nos queremos parecer? A nuestra abuelas.
7. Buscar que el enunciado resulte claro para los clientes y para los agentes
de la organización. El mayor desafío de la gestión es lograr sincronizar las actividades
de los agentes con la misión de la organización. La única forma de lograr esto es involu-
83
crando a las personas con la misión, logrando su adhesión a su premisa de valor; a no ser
que se trate de una organización vigilante, muy vertical, centrada en el control y la audito-
ría. Cuanto más clara resulte la misión para los agentes de la organización más fácil resul-
tará establecer prioridades y coordinar esfuerzos. La mayoría de los denominados “pro-
blemas de comunicación” dentro de una organización surgen por desentendidos sobre lo
que la institución es y debe hacer.
Russel Ackoff destaca la importancia de enunciar la misión de forma que esta otorgue
sentido a todo lo que se hace dentro de la organización: “Una misión puede movilizar a
una organización hacia una acción concertada, puedeser a la planificación lo que el santo
Grial para las Cruzadas: la imagen de algo muy deseado acompañada de un compromiso
para lograrlo”51.
8. No pretenda definir la misión enseguida. Como observó Peter Drucker “nada
parece más simple o más obvio…(y sin embargo) ¿A qué nos dedicamos? Es casi siempre
una pregunta difícil, y la respuesta correcta casi nunca es obvia”52. A veces, los directivos
de la organización son vencidos por la tentación de obtener una respuesta fácil. Buscan
una definición que englobe todo lo que se hace hoy dentro de la organización. El error es
que no están consiguiendo sedimentar prioridades de gestión dentro de la misión definida.
Se puede evitar esta tentación reemplazando la pregunta en tiempo presente ¿A qué nos
dedicamos? Por el condicional ¿A qué deberíamos dedicarnos? Y mejor aún sometiendo la
misión a las disyuntivas del futuro ¿A que nos dedicaremos a la vista de los cambios que
suceden?.
La misión debe ser enunciada de forma simple, precisa y sintética. Es un enunciado del
modo en que la empresa debe hacer negocios.. Define a sus clientes, la premisa de valor
que les ofrece y cualquier medio especial que se utilizará en la creación de un valor para el
cliente que obtenga y conserve su interés.
Aunque la efectividad de la planificación será proporcional a los niveles de participación
que involucre, la definición de la misión debe comenzar por en la cumbre de la organiza-
ción. Si el principal desafío de la gestión es crear certezas, la mayor de ellas reside en defi-
nir el significado de la organización. La claridad del significado y dirección en toda la organi-
zación nunca puede ser mayor que la de su cúpula. Algunos especialistas en alta gerencia
alertan sobre los cuidados a tener en la formulación de la misión:
“Definir la misión es establecer el propósito y la dirección de la organización. Ningún
enunciado de la visión o la misión puede tener mucho sentido si no se origina en al-
gún concepto válido sobre lo que se necesita para tener éxito. No puede ser una tri-
vialidad. No es un eslogan. No es un ejercicio periodístico; supone reflexión cuidado-
sa, clara, creativa, disciplinada y madura” (Albrecht, 1996:32).
El citado autor utiliza la metáfora de la misión como el tren al norte: la idea impulsora
fundamental de la empresa, ante la cual se derrumba toda resistencia.
De los autores que han abordado el problema de cómo enunciar la misión se puede ex-
traer un listado de sugerencias.
Buscar definiciones cortas. Drucker enfatiza que no deben emplearse más de ocho
palabras. Cuando el enunciado es extenso termina no definiendo prioridades. Un claro
ejemplo suelen ser los documentos antiguos que establecen las misiones de los organis-
mos públicos. Se trata de páginas enteras en las que se llega al detalle de cada función e
incluso cada actividad. En síntesis, en esos casos se trata a la misión como un requisito
burocrático de la administración, no como una herramienta estratégica de gestión.
51
ACKOFF, Russell,L. Creating the Corporate Future. Nueva York. John Wiley & Sons. 1981. Página 107.
52
DRUCKER, Peter. Management, task-responsabilities-practices. Nueva York. Harper & Row publishers
Inc.1974. Página 77.
84
La lengua inglesa –tal vez originarse en tiempos de guerra- tiene la ventaja de ser muy
sintética. Recuerde, si alguna vez tuvo que traducir un texto que usted haya redactado
originalmente en español como se reducía en su versión inglesa. Por este motivo, es pro-
bable que no consigamos ser tan exactos como pretende Drucker –que además de hablar
en inglés es suizo-
Albrecht es un poco más permisivo que Drucker pero afirma que la prueba de si la mi-
sión es o no demasiado extensa es verificar si cabe en el dorso de una tarjeta de presen-
tación. El autor sugiere que si el enunciado pasa esta y otras pruebas vale la pena hacerlo
imprimir en todas las tarjetas de los agentes de la empresa.
Del enunciado se debe poder inferir quién es el cliente. La definición del cliente
se hace en función de una premisa de necesidad básica y definitoria que lleva a esa per-
sona (o entidad) a considerar la posibilidad de vincularse o hacer negocios con nuestra
empresa. No es necesario definir un nicho de mercado o proveer estadísticas sobre la po-
blación objetivo sino de aclara qué es lo que se les ofrece o mejor aún, para qué lo hace-
mos, cómo pensamos contribuir con ellos.
85
Cuando hay dificultades para comenzar por la misión puede ser útil intentar
comenzar por identificar la visión. Se trata de definir al Ser de la organización. Dentro
de él misión y visión son elementos complementarios, una puede llevarnos a la otra. Se
trata de obtener un punto de apoyo para comenzar a pensar. Los estudios de cognitividad
han demostrado que muchas personas experimentan bloqueos ante el desafío de enfren-
tarse con una hoja en blanco (Maitlin, 1994). Por este motivo, es útil encontrar alguna
definición que ayude a comenzar a explorar la premisa de valor. En algunos casos es más
fácil contestar a preguntas del tipo: ¿Cómo queremos que nos vean? ¿qué aspiramos lle-
gar a ser? ó ¿qué imagen nos impulsa? ¿a quién nos queremos parecer?.
Avanzar hacia atrás. El truco para comenzar a avanzar por este camino deductivo
hacia la misión es comenzar por la meta, por definir cómo queremos que sea la organiza-
ción en el futuro. Es la estrategia del cangrejo, la misma técnica para la resolución de pro-
blemas que se utiliza para resolver juegos complicados como el cubo mágico o el senku.
Consiste en retroceder desde la situación ideal o imagen objetivo hasta la situación actual
o problemática.
Un ejemplo puede ayudar a percibir mejor la idea. Los dueños de una cadena de res-
taurantes de cocina tradicional comenzaron la planificación estratégica a partir de definir
una imagen clara: la del ambiente hogareño. A partir de allí consiguieron responder a las
preguntas correspondientes a la visión:
¿Cómo queremos que nos vean? Cómo la continuación de las casas paternas de los
clientes.
¿Qué aspiramos llegar a ser? el restaurante más acogedor y familiar.
¿Qué imagen nos impulsa? Un ambiente y cocina hogareña
¿A quién nos queremos parecer? A nuestra abuelas.
Buscar que el enunciado resulte claro para los clientes y para los agentes de
la organización. El mayor desafío de la gestión es lograr sincronizar las actividades de
los agentes con la misión de la organización. La única forma de lograr esto es involucran-
do a las personas con la misión, logrando su adhesión a su premisa de valor; a no ser que
se trate de una organización vigilante, muy vertical, centrada en el control y la auditoría.
Cuanto más clara resulte la misión para los agentes de la organización más fácil resultará
establecer prioridades y coordinar esfuerzos. La mayoría de los denominados “problemas
de comunicación” dentro de una organización surgen por desentendidos sobre lo que la
institución es y debe hacer.
86
II. Convalidar la misión
La misión es el mayor pilar del modelo de gestión, todas las actividades que en ella se
desarrollen deben ser consistentes con la misión. Sin embargo, a su vez la misión debe ser
consistente con dos escenarios: el interno y el externo. Lo que convalida la misión es el
entorno.
Una vez definidas estas cuestiones podemos examinar la misión a la luz del am-
biente interno. Las preguntas para examinar la misión son:
¿Es la misión - tal como ha sido definida - compatible con el espíritu fundacional?
¿Qué dirían nuestros usuarios de la misión tal como ha sido definida?
¿Que dirían los trabajadores de la organización de la misión tal como ha sido definida?
87
III. Desarrollar un plan
Desde una organización desarrollar un plan estratégico de gestión es un ejercicio que
permite anticipar decisiones. Esta es la esencia de la gestión estratégica.
En otros términos, gestión es vencer la incertidumbre. Generar esquemas de trabajo
estables y adecuados para alcanzar los objetivos de la organización. ¿Pero cómo se puede
generar formas de trabajo estables en un mundo altamente cambiante, inseguro y plaga-
do de incertidumbres? La mejor forma es prever el futuro. Hay un cliché respecto a los
gerentes que los clasifica en tres tipos: a) los que generan los cambios, b) los que inter-
pretan los cambios y se adaptan a ellos y c) los que no los distinguen y cuando todo ha
cambiado se preguntan ¿Qué me pasó yo tenía una empresa y ahora no tengo nada?.
La planificación estratégica así como la prospectiva no consisten en adivinar el futuro
sino en reducir la incertidumbre que el mismo involucra. La cuestión no es saber qué va a
pasar sino qué diferencia habrá para nosotros si las cosas cambian de una u otra manera.
La estrategia deductiva permite comenzar a llenar los casilleros de la matriz existencial
de la organización, aquella que cruza el Ser, el Hacer y el Estar con la historia de la insti-
tución (o al menos con su temporalidad) definiendo como eran estas tres dimensiones en
su comienzo, como son ahora y como serán en el futuro.
La ventaja de usar esta matriz existencial consiste simplemente en que permite identifi-
car con mayor precisión cuales son los problemas o decisiones importantes y cuales no.
No es otra cosa que plantearse la trayectoria existencial de la organización en términos de
su modelo de gestión. Lo que fundamenta su aplicación es que, como ha sido señalado,
cuanto más claro nos resulta cual es el modelo de gestión vigente más fácil es identificar
prioridades.
Tomemos por ejemplo un servicio de salud que surgió en la década del cuarenta por
iniciativa autónoma de un grupo de la sociedad civil preocupado por un brote de Tubercu-
losis. Se instituyó así un hospital comunitario que luego pasó a ser absorbido (y por lo
tanto financiado) por el gobierno local. Pero en la actualidad la TBC ha sido prácticamente
88
erradicada en esa región (que está avanzada en su transición epidemiológica) y no se jus-
tifica un servicio de alta complejidad especializado en TBC.
Aunque probablemente nunca haya sido enunciada en palabras en sus comienzos la
misión resultaba clara: brindar respuesta médica local ante la epidemia de TBC. Al estati-
zarse y crecer en envergadura el hospital atraviesa su primer reconversión y asume la
misión de Constituir el servicio regional de referencia en TBC brindando máxima resolutivi-
dad a los casos detectados en la región.
Con el transcurso del tiempo la incidencia de la TBC disminuyó. Por un lado debido al
desarrollo social que permitió a la población de la región superar algunas de las condicio-
nes de riesgo que la hacían especialmente vulnerables. Pero, otro lado, debido a la efecti-
vidad de la asistencia brindada por el hospital en cuestión y a su incorporación temprana
de los progresos tecnológicos en diagnóstico y tratamiento.
La demanda del hospital comienza a cambiar y este desarrolla nuevas funciones. Por un
lado crece el peso de la investigación y docencia. Por el otro lado, en el perfil de los egre-
sos (case mix) prevalecen otros diagnósticos como Efisema pulmonar crónico, Cáncer de
pulmón, e incluso Sida. Es entonces cuando la toma de decisiones comienza a resultar
menos simple ya que no resultan claras cuales deben ser las prioridades en la conforma-
ción de la agenda de investigación, en el reclutamiento de nuevos especialistas, en la ex-
pansión edilicia, etc...
Para superar este dilema los actores protragónicos del hospital o eventualmente las au-
toridades sanitarias regionales o nacionales, deberán reformular la misión. Entre las opcio-
nes se puede establecer al hospital como centro de referencia regional en infectocontagio-
sas. En este caso es probable que el Sida pasaría a ser la mayor prioridad.
También podría pensarse en mantener la especialización exclusivamente en TBC pero
como la demanda tendería a disminuir se debería reducir el tamaño del hospital y conse-
cuentemente su presupuesto. Se trataría entonces de operar un down sizing (una de las
mayores modas en organizaciones durante la segunda mitad de la década del noventa).
Una tercer alternativa sería definir la misión como constituir un centro de referencia na-
cional en investigación, tratamiento y docencia sobre enfermedades pulmonares. Pero en
este caso, probablemente dejaría de ser sustentado por el gobierno local para pasar a la
órbita de una universidad o del gobierno nacional.
Matriz PRI
Llamamos matriz PRI a un esquema de diagnóstico estratégico de las organizaciones
centrado en tres dimensiones: su prestigio, los recursos con que opera y la influencia so-
bre terceros que consigue ejercer.
Todas las contingencias que experimenta una organización se refieren a un proceso
complejo que se desenvuelve en torno a los bienes "sociales" que resultan decisivos para
su mantenimiento. Un “bien” considerado extremadamente valioso en, este caso, es el
prestigio. Las organizaciones por lo general mantienen entre sí una “competitividad” pe-
culiar en torno a ese bien. No es el único. Los otros dos bienes son, por un parte la in-
fluencia, y por otra, los recursos. La premisa clave sobre la que opera la matriz PRI es
que una organización que funciona adecuadamente, qué consigue convertir sus recurso en
la concreción de objetivos, es aquella que articula las tres dimensiones en una retroali-
mentación positiva.
Prestigio
Es el grado de reconocimiento social de nuestras acciones en la medida que posee un
efecto de legitimación. Como la fuente de legitimación descansa substancialmente en la
creencia que suscitan los principios y la misión, es evidente que el prestigio es un activo
89
intangible. Un indicador adecuado del grado de prestigio es la duración en el tiempo. Indi-
ca que se trata de una organización que ha sabido sobrellevar cambios en su entorno y
responder positivamente a distinta clase de desafíos. Es algo probado que la experiencia
es una fuente de prestigio por cuanto permite una ponderación de la idoneidad y difícil-
mente puede ser sustituida por la simulación de imagen a través de los medios. No po-
dríamos asumir ligeramente, que este "bien social" y la reputación que conlleva, constituye
una cualidad sobreabundante. Mas bien, debemos considerar que acontece lo contrario. La
tasa de devaluación del prestigio no se relaciona de manera directa con el incremento de
los costos que conducen a dicha devaluación, sino que lo hace en forma mas que propor-
cional. Es suficientemente sabido que el crédito social acumulado en años puede llegar a
disiparse en cuestión de días. Por ejemplo, muchas investigaciones dedicadas al recuento
de organizaciones de la “sociedad civil”, no parecen detenerse a considerar las sucesivas
“refundaciones” con cambios de nombre y misiones, por parte de quienes padecieron la
devaluación de su prestigio53. Lamentablemente, su reposición demanda ingentes esfuer-
zos que han de afectar otros dos "bienes" no menos escasos e igualmente sometidos (co-
mo ocurre con la influencia y los recursos) a tensiones competitivas, que no pueden ser
ignoradas aquí. Las distintas organizaciones saben perfectamente el realismo que tiene
preguntarse cual es el costo que pueden estar afrontando en términos de prestigio, pero
también de influencia o de recursos, por las cosas que están haciendo y por hacerlas de
una determinada manera.
Influencia
Es el grado en que podemos determinar las acciones de los demás. La influencia posee
un innegable poder normativo para configurar la realidad y los comportamientos. Debe
tenerse en cuenta que actualmente una corriente llamada “institucionalista” considera que
el grado de influencia que exhibe una organización en su entorno predispone a su imita-
ción por otras.
La influencia, por otra parte, puede transformarse en una forma “indirecta” de conducir
preferencias temáticas y agendas de trabajo en distintos campos. Se ha descubierto, en
relación a esto, que las organizaciones exitosas pasan a constituirse primero en referentes
para otras organizaciones, luego en “casos ejemplares” de imitación adaptativa, y final-
mente, en “paradigmas” de su género. Precisamente, una organización exitosa cuando es
“paradigmática”, ha conseguido reunir en una combinación altamente virtuosa, dos bienes
intangibles como son prestigio e influencia. En este caso, las organizaciones paradig-
máticas devienen nudos indiscutibles y expectantes de futuras redes en expansión. Redes
que, a su vez, redistribuyen influencia. Redes cuya fortaleza es aquella que derivan de la
“coalición” que establecen sus nudos más consistentes.
Recursos
Podemos considerar aquí los activos materiales o tangibles que sostienen la misión, el
flujo de ingresos para el financiamiento de sus programas, lo que ciertamente traduce
compromisos de la misión que distingue a una organización. El nivel de recursos disponi-
bles condiciona en sumo grado la eficacia de las actividades. Por lo pronto, coloca a la
organziación ante la paradoja siguiente: ¿como obtener recursos si carecemos previamen-
te de prestigio o influencia? Se sabe que la relación que una organización establece con su
entorno, suele traducirse en un modelo de recursos / dependencia. Constituye una restric-
ción que impone desafíos característicos con las fuentes proveedoras ya sean estas perso-
53
Sobre la aplicación de la matriz PRI al caso específico de las organizaciones de la Sociedad Civil ver: TOBAR,
F & FERNÁNDEZ PARDO, C:A. Organizaciones solidarias. Buenos Aires. Lugar editorial. 2001.
90
nas privadas, fundaciones, organismos públicos o internacionales. Uno de los principales
desafíos es el que lleva implícito el “intercambio” de grados de prestigio o influencia (co-
sto) por monto de recursos (ingresos).
La matriz PRI es una orientación que permite a cada organización contemplar y analizar
su situación en términos de su capacidad de conversión pero sin limitarla al capital tecno-
lógico o financiero. La institución está equilibrada no solo cuando sus stocks de prestigio,
recurso e influencia son altos sino cuando es posible incrementar una de estas dimensio-
nes en función de las otras. Es decir cuando se dispone de recursos e ideas para comprar
prestigio (por ejemplo a través de una campaña de propaganda), o influencia política. Ó
cuando es posible acceder a nuevos recursos a través de la influencia que tiene la
organización.
91
Evaluación de desempeño
Algunas empresas vienen aplicando, desde hace unos años, evaluaciones del desempe-
ño de sus empleados. En ciertos casos funcionan como una herramienta poderosa para
mejorar dicho desempeño. Especialmente cuando las evaluaciones se complementan con
incentivos tales como la promoción de categorías o rangos, el aumento salarial o la distri-
bución de bonos y premios.
Sin embargo, para que la evaluación sirva realmente a la organización, para que la
haga fuerte y al mismo tiempo más flexible y adaptable a los nuevos contextos, es conve-
niente que no se limite a medir o monitorear el desempeño de los empleados sino a eva-
luar realmente la organización. Esta evaluación exige una estrategia centrada en una vi-
sión del conjunto. En consecuencia las acciones para orientar la gestión a resultados surgi-
rán como una forma de sincronizar las partes (cada trabajador, cada sección de la empre-
sa) con el todo (la empresa en su conjunto, con su misión y en el contexto en el cual ac-
túa).
92
Lógica de la gestión orientada a resultados
¿Qué?
¿Quién?
Medición de desempeño ¿Cuando?
¿Cómo? Diagnóstico
¿Para qué?
Evaluación de desempeño ¿Por qué? Estrategia
¿Cuál impac-
to?
93
Preocupado por esa baja eficacia un artillero americano de apellido Simms descubrió un
método para aumentar la eficiencia del poder de fuego. Su idea era muy simple, cambiar
la orden “apunten, disparen” por “apunten mientras disparan”, lo único que había que
hacer era cambiar la mira. Hasta ese entonces la mira estaba situada arriba del cañón, con
los disparos este retrocedía y se perdía precisión en la longitud del disparo. Simms probó
desplazando la mira al costado del cañón.
En 1902 se probó en la China que el cañón de Simms era más eficiente ya que lograba
más del doble de blancos con la misma cantidad de municiones. Sin embargo solo cuando
la manejaba Simms se lograba hundir los barcos enemigos o destruir sus posiciones. El
presidente de EEUU creó entonces una escuela de artillería y nombró a Simms a cargo de
ella para que enseñara a todos a disparar con su nuevo método y su nuevo cañón.
¿Qué nos enseña esta anécdota? Que la eficiencia puede estar en la tecnología pero la
eficacia está en las personas y la efectividad surge de las relaciones que ellas establecen.
El cañón puede ser mejor pero no es suficiente para ganar batallas así como las batallas
no son suficientes para ganar la guerra.
94
El siguiente diagrama ilustra esta dinámica del control presupuestario:
95
Modelos de organización y modelos de evaluación
El modelo de división del trabajo que adopta una organización (es decir su estructura)
puede facilitar o dificultar la identificación de los resultados esperados. Esto se debe a que
aún cuando los directivos pueden tener muy claros los
En algunos diseños objetivos y prioridades de la organización, los subordina-
las personas entienden dos pueden desconocerlos. Un primer distinción entre las
qué se quiere de la formas de división del trabajo puede ser entre el modelo
organización, en otros de cadena de montaje versus el modelo divisional. En el
solo saben qué es lo primero cada persona o sector desarrolla o trabaja sobre
que la organización una parte del servicio o producto final de la empresa. Co-
quiere de esa persona mo ha sido brillantemente ironizado por el cine en pelícu-
las como “Tiempos modernos” y “La clase obrera va al
paraíso”, este modelo que concibe a la organización como
un mecanismo puede resultar alienante para sus miem-
bros. Es decir, pueden llegar a ser muy dedicados a una tarea que ni siquiera saben para
qué sirve.
El caso contrario es aquel en el cual una persona o una división se hace cargo inte-
gralmente de todas las acciones se utiliza mucho en las agencias publicitarias y consulto-
ras. En este tipo de empresas un grupo de trabajo –generalmente liderado por un geren-
te- se hace cargo de todas las actividades que exige satisfacer a uno o más clientes. Cada
división se hace responsable por alcanzar determinados resultados tales como utilidades, o
la renovación del contrato con el cliente, etc…
Veamos los dos modelos a través del ejemplo anterior del taller de herrería. Cuando se
pasa de la estructura simple –donde todos hacían lo mismo- al modelo de cadena de mon-
taje correspondía a quién estaba en la cúspide de la organización velar por la efectividad
de las acciones. Pero si en lugar de dividir el trabajo por funciones la familia de herreros
hubiera decidido dividirse la cartera de clientes, correspondería a cada uno preocuparse
integralmente por todas las actividades concernientes a cada pedido. Es decir, atender a
los clientes, presupuestar las rejas y otros trabajos, confeccionarlos, instalarlos e incluso
verificar si estos resultan o no adecuados a las necesidades cotidianas de quienes los soli-
citaron.
En las organizaciones que siguen la forma divisional la evaluación de desempeño no in-
volucra tantas dificultades porque el modelo de división del trabajo que adoptó facilita la
identificación de los resultados esperados de cada sector. Pero en una empresa burocráti-
ca tradicional que funciona inspirada en el modelo de la cadena de montaje pude resultar
muy difícil para cada persona identificar cual es su contribución en la búsqueda de los ob-
jetivos comunes de la organización.
96
El PE está determinado por la capacidades y dominios técnicos y productivos de la or-
ganización. Mide la capacidad de la empresa para competir en esa determinada función o
actividad. Responde a las preguntas:
III. ¿Cuan buenos somos haciendo esto?
IV. ¿Qué ventajas obtenemos haciendo esto?
En otros términos se podría plantear que el VE mide las ventajas absolutas del desem-
peño de una determinada función para la organización, mientras que el PE mide las venta-
jas comparativas que el desempeño de esa función otorga a la organización. El primero
está orientado hacia si mismo (el “Ser”) el segundo hacia el mercado (el ambiente o “es-
tar”).
La evaluación de desempeño la desarrollan los miembros del directorio. Para ello se
confecciona un listando del conjunto de funciones, proyectos o actividades que se desarro-
llan en la organización, al lado del listado se incluyen dos columnas una para el VE y otra
para el PE. Luego cada miembro del directorio debe adjudicar, según su propio juicio, un
puntaje entre el “0” y el “10” a cada item para cada una de las dimensiones. La puntua-
ción final se puede graficar a través de un par de ejes cartesianos como se hace en el
ejemplo siguiente:
10 - VE a
8-
6- b
4-
2– d
c PE
¡ ¡ ¡ ¡ ¡
Como lo ilustra el gráfico con lo diferentes puntos de color , se pueden obtener situa-
ciones donde:
• Existe alto VE y alto PE: se trata de actividades óptimas que resultan priorita-
rias y deben ser mantenidas como tales.
• Existe alto VE y bajo PE: se trata de prioridades en las cuales se registran debi-
lidades competitivas y que por lo tanto, requieren de inversiones o acciones pa-
ra su fortalecimiento.
• Existe bajo VE y alto PE: se trata de acciones no prioritarias en las cuales se
cuenta con algún nivel de destrezas o ventajas competitivas. Es necesario eva-
luarlas con mayor detenimiento puesto que pueden desviar recursos de las
áreas o funciones prioritarios de la organización.
• Existe bajo VE y bajo PE: se trata del tipo de actividades o funciones que deben
ser eliminadas o al menos minimizadas dentro de la organización ya que ni re-
sultan indispensables ni se hacen bien. Como diría el tango son “una herida ab-
surda”.
En otras palabras las situaciones más críticas resultan aquellas en las que vemos poca
relación con el Ser de la organización y mucha con el Contexto. Es decir donde nos cono-
cemos poco a nosotros mismos y conocemos bastante el otro. No es que se trate de la
peor situación sino de la que requiere mayores consideraciones puesto que en las otras
tres las medidas a ser tomadas resultan más claras. Esto queda claro en las palabras del
milenario general chino Sun Tzu:
97
Por consiguiente, se dice que si conoces a los demás y te conoces
a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los
demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y gana-
rás otra; si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo, co-
rrerás peligro en cada batalla.
Lo que se mide se hace. Por eso es mejor tratar de no limitar la evaluación a la me-
dición de la eficiencia. De lo contrario puede ocurrirnos lo que sucedió a los médicos
del “Enfermo imaginario” de Moliere cuando afirmaron “la operación fue un éxito,
pero el paciente murió”. Volviendo al ejemplo de Simms, lo importante no es gastar
pocas balas sino ganar la guerra y ello solo se consigue cuando hay armonía entre
las acciones de todos los miembros.
La organización condiciona la evaluación. Cada modelo de estructura organizativa
facilita determinadas modalidades de evaluación. En algunos casos será necesario
evaluar procesos, en otros habrá que preocuparse más con los resultados. Lo im-
portante es no confundirlos.
Hacer transparentes los instrumentos para mejorar el desempeño. Verifique
que todos los miembros de la organización entiendan qué es lo que se está eva-
luando y porqué se realiza esa evaluación. Pregúnteles cuales son sus prioridades,
qué consideran más importante cuando trabajan. Luego compare las prioridades de
ellos con las que se han fijado para la organización (premisa 1 de este mismo lista-
do). Finalmente discuta con los miembros de cada sector qué medidas e instrumen-
tos se pueden emplear para mejorar el desempeño. Esto no es otra cosa que hacer
converger ambas listas de prioridades.
98
Bibliografía
ACKOFF, Russell,L. Creating the Corporate Future. Nueva York. John Wiley & Sons. 1981.
DRUCKER, Peter. Management, task-responsabilities-practices. Nueva York. Harper & Row
publishers Inc.1974.
MORITA, Akio. Made in Japan. Buenos Aires. Atlantida. 1986.
PETERS. Joseph. P. El proceso de planificación estratégica para hospitales. Masson. Barcelona
1992.
BURMENSTER, Haino & RICHARD, Jean Pierre. “Planejamento e Gerencia Estratégicos” en: CAS-
TELAR Rosa Maria, MORDELET, Patrick & GRABOIS, victor. Gestão Hospitalar. ENSP.
Rennes. 1993.
Bibliografía On Line
Revista Via Salud N° 13 - Tercer Trimestre del 2000 Academias Nacionales de los Estados
Unidos. “Informe: Prevenir las muertes y las lesiones por errores médicos, requiere cambios
dramáticos en todo el Sistema de Salud”. Este reporte propone una estrategia integral pa-
ra el gobierno, la industria, los consumidores y los proveedores de servicios de salud,
con el fin de reducir los errores médicos. Adicionalmente, le pide al Congreso de los Es-
tados Unidos que cree un centro nacional para la seguridad del paciente, y que se en-
cargue del desarrollo de nuevas herramientas y sistemas necesarios para enfrentar los
problemas persistentes
http://www.cgh.org.co/revista/2003/articulo.htm
Revista Via Salud N° 12 - Segundo Trimestre del 2000. Ricardo Martínez Rivadeneira.” Ponga
a funcionar su planeación estratégica”. El artículo expone una herramienta de planificación
estratégica, el concepto Balanced Scorecard y presenta las características de su implemen-
tación en hospitales y clínicas. (El acceso al artículo se debe pagar)
http://www.cgh.org.co/revista/2002/index.htm
http://www.ciegs.upv.es/
www.buscasalud.com
www.sitiosdesalud.com
www.hioti.org
www.bvs.org.ar
www.healthweb.org
99
Biblioteca de centros de salud
http://www.us.es/baccs/
Evaluación
Por favor lea con detenimiento el siguiente caso y luego responda las preguntas
abajo planteadas:
El hospital en la encrucijada
El hospital ha multiplicado sus servicios e incrementado de forma sostenida su per-
sonal y su presupuesto. Sin embargo, ya no es lo que era. Donde antes parecía impe-
rar el prestigio de los grandes patriarcas y la motivación de sus seguidores hoy prolife-
ran conflictos y mezquindades.
Una gran parte de la actividad del hospital se desarrolla en los consultorios exter-
nos, los cuales no dan abasto para atender la demanda de la población aense. Ade-
más, los pacientes internados ya no son íntegramente derivados de otros servicios. El
70% de los ingresos provienen del sector ambulatorio del propio hospital. Esto ha oca-
100
sionado conflictos con los otros servicios de menor complejidad. Además, antes se
atendían pacientes de todo el país y hoy el 80% viven en el área próxima al hospital.
La tuberculosis fue prácticamente erradicada de A, en buena medida gracias al pro-
pio hospital. Los médicos más antiguos aún añoran los días en que aquellos bucólicos
pacientes ingresaban en manadas. No hay ahora un perfil claramente predominante
entre los egresos del hospital. La mayoría continúa siendo de infectocontagiosas (aun-
que el SIDA desplazó a la TBC entre las causas principales). Por otro lado, los discípu-
los del Dr. Z conformaron un excelente servicio de enfermedades respiratorias y pul-
monares, aunque se concentran en la investigación y el tratamiento de afecciones cró-
nico-degenerativas.
El ministro considera un absurdo continuar incrementando el presupuesto del hospi-
tal. Afirma que sería mucho más adecuado destinar esos recursos a prevención y aten-
ción primaria. El director del hospital, por su parte, apela al prestigio de la institución y
a la importancia de su rol en la investigación y docencia. Además manifiestan su inte-
rés y compromiso con la APS e incluso solicita más recursos argumentando que el hos-
pital es el principal agente de Atención Primaria del país.
A su vez, se multiplican los conflictos en el interior del hospital. Cada servicio se
disputa el espacio físico, las camas, las enfermeras y las asignaciones presupuestarias
con los otros. El director no encuentra una forma de limitar las disputas y cada deci-
sión parece una nueva oportunidad para aumentar el conflicto.
Consignas
Se solicita al alumno que responda de forma sintética:
¿Qué le recomendarían hacer al ministro para resolver los problemas del hospital?
1.……………………………………………………………………………………………………………………….
2.……………………………………………………………………………………………………………………….
3.……………………………………………………………………………………………………………………….
4.……………………………………………………………………………………………………………………….
5.……………………………………………………………………………………………………………………….
En función de la respuesta anterior describan la siguiente matriz, para el hospital:
Propuesta En la actualidad En el comienzo
Ser
Hacer
Estar
101