La Cantuta
La Cantuta
La Cantuta
esde los EEUU que no vea con buenos ojos la direccin que iban tomando las medidas
comerciales de Fujimori hacia los pases asiticos.
La mesura es una virtud de los sabios. Para los griegos constitua un elemento cen
tral de la civilizacin. La mesura comporta asignar lo que corresponde en justicia
, la correccin en el juicio, la sensatez en la evaluacin. Implica guardar las prop
orciones y decidir con equidad. Por ello sorprende que el Tribunal haya condenad
o al ex presidente Fujimori a 25 aos de prisin, la pena mxima, por los crmenes de Ba
rrios Altos y la Cantuta , perpetrados, segn la sentencia, en el marco de una est
rategia de Estado guiada por objetivos criminales. El Tribunal no consider ningn a
tenuante en absoluto. Una desmesura incomprensible.
Todo ciudadano que mira el pasado con un mnimo de objetividad conoce bien, porque
lo sufri en carne propia, que el rgimen de terror, bombas y sangre desplegado por
Sendero Luminoso y el MRTA durante la dcada de los 80, fue revertido por Fujimor
i en los 90 con una estrategia de pacificacin que ali a las Fuerzas Armadas con la
poblacin y privilegi la Inteligencia. As se derrot al terrorismo y el Per recuper la
seguridad y la paz. Los crmenes de Barrios Altos y la Cantuta fueron desviaciones
de esta estrategia, homicidios execrables que iban a contracorriente de un mode
lo exitoso que, a diferencia de lo sucedido en la dcada anterior, disminuy dramtica
mente las violaciones a los derechos humanos. El Tribunal considera que esto no
fue as, que Fujimori no dirigi una estrategia de pacificacin sino una de aniquilami
ento y homicidios.
El Per fue atacado por el terrorismo ms sanguinario de todos los tiempos y lo venc
i limpiamente. Pero el gobernante que encamin al pas hacia esa victoria ha sido con
denado a una pena similar (o incluso mayor) que la de quienes le hicieron la gue
rra al pas y estuvieron a punto de destruirlo y hacerlo inviable. Este despropsito
resulta inexplicable para el ciudadano de a pie y enva una psima seal a quienes as
umen retos difciles en circunstancias excepcionales.
Durante los aos 90, cientos de profesionales y tcnicos honestos trabajaron en el s
ector pblico dando forma e impulsando las reformas que modernizaron al pas e hicie
ron posible la llegada de inversiones, el incremento de las exportaciones y el a
uge del turismo. El crecimiento econmico de los ltimos 15 aos ha sido posible porqu
e en los aos 90 se venci al terror, se construy la paz, se gener confianza y estabil
idad. Estos cientos de peruanos, como los millones que apoyaron al presidente Fu
jimori en el arduo trabajo de reconstrucci n del pas, no respaldaron a un gobierno
criminal dedicado a matar inocentes, sino a una gestin sensata, que recuperaba e
l sentido de futuro de una nacin devastada por el terrorismo y la ineptitud de su
clase dirigente.
Ciertamente, el decenio de Fujimori tuvo graves errores y no estuvo exento de co
rrupcin, autoritarismo y actos indignos. Pero pacific al pas, acerc al Estado a la p
oblacin y sent las bases de un Per moderno, encaminndolo hacia el desarrollo sosteni
ble. Sin embargo, el Tribunal ha condenado al ex presidente a 25 aos de prisin. Hi
strica desmesura.
La visin parcial del Tribunal ha conducido a que an los adversarios de Fujimori pe
rciban este fallo como injusto. Si antes de la sentencia un 40% de peruanos --se
gn encuesta de la PUCP-- pensaba que el juicio era una venganza poltica, es probab
le que luego de la sentencia esta cifra se incremente. El Tribunal ha convertido
a Fujimori en mrtir y ello probablemente conduzca a su reivindicacin poltica en el
2011.