Núñez PDF
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133-150
Normal schools: findings and reflections upon a long and amazing history.
Chile (1842-1973)
Resumen
Abstract
This article outlines the history of the early run-state normal schools in Chile. It
synthesizes some findings about their actors: students, principals and professors. Also
analyses institutional development problems, between 1842 and 1889. A discussion
focuses on normal schools evolution until 1973 is presented, including hypothesis
for further research. Probably it will find not only achievements, but also problems
and tensions.
Key words: teachers training, history of education, educational policies, Chile
El mejoramiento y la felicidad del pueblo fue el gran sueo de la elite que fund la
Repblica. Esta aspiracin deba lograrse mediante la difusin de las luces, que se
alcanzara principalmente por el acceso al saber mediante la educacin. Era el medio
probado y seguro para hacer efectivo el sueo ilustrado. Cmo derramar educacin para
todos fue una interrogante que se resolvi descartando alternativas. La escuela como
instrumento de enseanza simultnea fue acordada no sin antes considerar opciones
como la educacin lancasteriana o enseanza mutua.
En la frmula escolar de enseanza simultnea, era central el maestro o preceptor.
En las escasas y precarias escuelas heredadas de la monarqua, existan unos pocos
escoleros, trmino despectivo aplicado en la poca a quienes enseaban en aulas
primarias. En la sociedad que sala del coloniaje haba pocas personas mnimamente
capaces y dispuestas a desempear tal oficio. La multiplicacin de escuelas tena aqu
su piedra de tope.
A comienzos de la dcada de los aos de 1840 qued claro que, sin perjuicio de
seguir empleando personal improvisado, era indispensable que el Estado crease la pro-
fesin de preceptor, mediante una escuela ad hoc: la escuela normal, institucin que
ya exista en diversos pases europeos y muy recientemente en los Estados Unidos.
enseanza. No obstante, los planes de estudio de las normales femeninas tuvieron di-
ferencias menores respecto al currculum de los varones. La uniformidad estaba en los
genes del sistema normalista.
El currrculum de las escuelas normales fue bien analizado por Cox y Gysling (1990: 42
y ss.), a partir de una mirada sociocultural a sus planes de estudio, ya que no existan los
que hoy se conocen como programas de enseanza. No obstante, entre el plan de 1842
y los planes fijados a partir de la ley de instruccin primaria de 1860 hubo numerosas
modificaciones de detalle en los planes de las normales santiaguinas, as como en el
currculum de las nuevas escuelas de provincia, debidas al accionar de los ministros
de instruccin y a iniciativas de los directores de ambas escuelas. En general se trataba
de planes inicialmente muy cercanos a las materias que se enseaban en las escuelas
elementales, con ampliaciones de ndole humanista, propias del liceo de la poca, y, de
vez en cuando, fugaces adiciones prcticas como vacunacin, telegrafa, trabajos
de aguja y otros. Se enseaba pedagoga terica, basada en manuales de catequesis
europeos, y la pedagoga prctica se ensayaba en escuelas anexas a cada normal (Nez,
2009: 98-118).
La moralidad tuvo en dicho currculum una presencia tanto o ms importante que
la instruccin: sea como norma escrita en el plan de estudios, sea como contenido de los
discursos oficiales regulatorios de la cotidianeidad escolar, sea mediante el currculum
oculto. Se han estudiado, para la escuela normal de preceptores de Santiago, las exigen-
cias de moralidad de las familias de los alumnos, los estndares de disciplina de stos,
el internado como dispositivo de moldeamiento, los castigos (frecuentemente fsicos)
y los premios como estmulos al aprendizaje memorstico de materias enseadas en
forma de inculcacin (Nez, 2009: 32-48). Un indicio significativo lo da el siguiente
prrafo de un informe del Director Guillermo A. Moreno:
Sujeta la Escuela a un rgimen de estricta vigilancia, las acciones del alumno no
pueden pasar desapercibidas para el empleado, que se encuentra siempre en aptitud
de prevenir unas i de reprimir otras, aprovechndose de las circunstancias ms insig-
nificantes para obrar en el nimo de su autor, a fin de que se abstenga de aquellas en
virtud de convencrsele de los malos resultados que le habran producido, i se precava
de incurrir en la repeticin de stas en virtud del mal moral o fsico que se le hace
sufrir por haberlas cometido. Seguido con tezn (sic) este sistema, se han alcanzado
los frutos que era de esperar. Fuera de un caso de insubordinacin, nacida en gran
parte del carcter violento del individuo, i cuatro de fuga, provenida exclusivamente
de falta de vocacin, la estadstica criminal del Establecimiento no rejistra otros a
que pudiera darse el nombre de delitos; frmanla faltas livianas, ms o menos graves,
El discurso oficial sobre educacin popular, docentes y escuelas normales nunca fue
acompaado de un financiamiento suficiente. Se hicieron en ellas gastos ordinarios
relativamente aceptables. Los alumnos tuvieron al menos alojamiento, alimentacin,
vestuario y un equipamiento didctico mnimo previsto por el Estado. Los informes
oficiales de los directores de normales no se quejaban de las remuneraciones de sus
profesores. En cambio, se preocupaban de los textos que, o no existan o eran escasos,
porque no se escriban, por ausencia de traducciones o simplemente por economa.
Adems, el Estado fue muy renuente a invertir en la construccin de edificios, incluyendo
los costosos internados. Prefera arrendar casas para instalar las escuelas. Pero era muy
difcil encontrar los locales adecuados, especialmente en las ciudades de provincia. Este
fue el taln de Aquiles de la formacin de maestros/as. Limit no slo las matrculas,
sino tambin el cumplimiento de los planes de estudio, en ramos que requeran alguna
instalacin especial, como laboratorios, gimnasio o bibliotecas, que no se pudieron
implementar durante dcadas (Nez, 2009: 109-115).
En las dcadas de 1860 a 1880 la red pareca estabilizarse pero el modelo institu-
cional de formacin no lograba consolidarse. Surgieron disyuntivas acerca de los medios
para cumplir el propsito fundacional y, por consiguiente, dudas acerca del carcter
de las normales. Por una parte, haba dificultades para reclutar alumnos meritorios,
se estimaban ineficaces las prcticas de seleccin para el ingreso y crecan los grupos
de alumnos eliminados durante el primer ao de estudios. Por otra parte, ante la baja
productividad de las escuelas normales se propona la alternativa de instalar, en algunas
escuelas primarias superiores de provincias, dispositivos para formar all grupos de
futuros preceptores. Lo costoso del rgimen de internado y del mantenimiento gratuito
de los alumnos tentaban a reintroducir, al menos parcialmente, el rgimen de externado.
Adems, los estudios en las normales eran asimilados, de hecho o de derecho, a los
estudios secundarios de los liceos. Esto, en cierto sentido, legitimaba la formacin nor-
malista y, en otro, contribua a la desercin de parte de sus egresados hacia horizontes
distintos del desempeo en escuelas elementales. Por ltimo y contradictoriamente,
siempre impactaban sobre la economa poltica de la formacin normalista, los bajos
salarios docentes y la imperiosa exigencia de producir ms preceptores y preceptoras
graduados y retenerlos en la enseanza primaria popular. Las memorias anuales de los
sucesivos Ministros de Instruccin Pblica al Congreso Nacional y los informes de los
directores de las normales, anexos a aquellas, abundan en diagnsticos, demandas y
proposiciones sobre este tramado estructural.
La reforma alemana
La investigacin respecto a las primeras dcadas de las escuelas normales que recin
se ha sintetizado dio pistas para un esfuerzo reflexivo y de construccin de hiptesis
fundadas sobre el devenir de estas instituciones hasta su disolucin en 1973.
La evolucin larga de las normales contuvo una combinacin de logros y fracasos,
fortalezas y debilidades, que son explicables no slo por la dinmica interna de las
escuelas y sus actores, sino tambin por fuerzas histricas ms amplias. El propio des-
envolvimiento de la sociedad chilena, en sus dimensiones econmico-sociales, polticas
y culturales, en ms de 130 aos, influy directamente, en trminos que la brevedad
de este artculo no permite explicar. Se ha organizado una exploracin en torno a los
siguientes ejes principales.
Los preceptores no slo deban poseer los conocimientos a impartir, sino tambin
cultivar los valores y practicar las destrezas propias de la profesin pedaggica. Hacer
realidad esta propuesta cost largos esfuerzos y nunca se realiz plenamente.
En trminos ms amplios, es resaltable que el Estado oligrquico y liberal haya
emprendido directamente la construccin de una profesin socialmente necesaria.
Desde 1842, el Estado de los Bulnes, los Montt, los Varas o los Santa Mara sostuvo una
poltica, a menudo mezquina y con matices cambiantes, pero persistente en hacer del
preceptorado una profesin, al modo como sta era entendida en la poca. Se espe-
raba cumplir de este modo y ms eficazmente los propsitos oficiales de moralizacin
e integracin cultural subordinante de las masas populares.
En este marco, la profesin magisterial se entendi como un dominio tcnico de
saberes transmitidos y ejecutados de acuerdo a lo normal. No alcanz la de maestro
primario el estatus contemporneo de las profesiones de nivel superior, que logran
autonoma, autoridad y legitimidad social basada en la condicin universitaria de su
preparacin inicial y de su formacin continua. Pero aport una proporcin importante
del personal tcnico necesario para difundir la educacin elemental.
Puede sostenerse que las escuelas normales fueron pilares del proceso de construccin
sociocultural de la nacin. Sus fundadores conceban a estas instituciones como herra-
mientas del proceso civilizatorio y de edificacin de nacin. Los egresados de ellas eran
definidos como una suerte de misioneros laicos que transmitan a sus alumnos y a sus
comunidades los valores patriticos y de ciudadana. Se responsabilizaban de inculcar la
base cultural mnima y comn que deba cohesionar el pas. Esta tarea se cumpli regu-
larmente, de acuerdo con las normas que fueron evolucionando en 130 aos de historia.
Curiosamente, la institucin escuela normal fue creacin europea que Chile imit
muy anticipadamente en el hemisferio occidental. Varios de los directores y directoras
y parte del profesorado de las normales histricas fueron extranjeros o normalistas
chilenos que hicieron estudios de especializacin en el exterior. En cierta medida, las
normales fueron tambin canal de internacionalizacin.
Cuando se crearon las primeras escuelas normales, no existan las clases medias.
Cuando desaparecieron, este sector social era ya amplio y gravitante. Se dice que las
clases medias surgieron principalmente del ascenso de capas determinadas de las clases
pobres, principalmente mediante el desarrollo educacional. Las escuelas normales
jugaron al respecto un doble rol: por una parte, fueron por s mismas vehculos del
desplazamiento de sectores populares hacia un nivel ms alto y diferenciado; por otra
parte, fueron constructoras del vehculo mismo, al ser parte significativa del propio
desarrollo educacional.
En las dcadas de 1840 y siguientes del siglo XIX, las normales, aunque pequeas,
fueron de los primeros y estrechos canales de ascenso de sectores populares. El Estado
y los grupos influyentes de la poca conceban la educacin primaria como un artefacto
de moralizacin o de los vastos grupos desposedos. Para integrarlos disciplinadamente
al orden oligrquico haba que civilizar a los agentes de civilizacin. No bastaban el
clero, ni los militares profesionales. Era necesario crear una estructura de preceptores,
desplegados por todo el territorio. Pero en la sociedad de entonces no haba una capa
disponible para tal rol. Hubo que recurrir a hijos de familias empobrecidas, principal-
mente de las provincias y el campo, que no tenan otras oportunidades de proyectar a
sus hijos. La escuela normal fue el puente o la escalera ms accesible. Ya se ha hecho
referencia al internado, la gratuidad de los estudios y, agreguemos, la seguridad del
empleo posterior, no importa cun mal pagado, ni cun difcil su ejercicio.
En las dcadas finales del siglo XIX, las escuelas normales ya podan ofrecer un
canal de formacin que poda no slo garantizar un empleo estable, sino tambin estudios
que permitan acceder a la universidad. A pesar de diversas polticas para arraigar a los
normalistas en las aulas primarias, hubo frecuente desplazamiento de alumnos desde la
misma normal o desde el ejercicio magisterial hacia el ejercicio de la docencia secundaria
o hacia otras formaciones profesionales de mayor prestigio y recompensa.
En el siglo XX hubo una contribucin directa de las escuelas normales a la formacin
del magisterio. ste fue un sector profesional y funcionario en paulatino incremento,
que lleg a ser uno de los ms numerosos del servicio pblico que, a su turno, se ex-
pandi por efecto del trnsito del Estado liberal al Estado interventor. El profesorado
se convirti en base social de dicho Estado y adquiri una influencia social y poltica
incomparable con la del preceptorado del siglo XIX (Nez, 1986, pp. 79-80 y 133-135).
Adems del aporte a la dinmica de clases sociales, hay que valorizar histricamente
el hecho de que una suma importante de ex normalistas han jugado roles destacados en
la vida cultural y poltica del pas: numerosos intelectuales, escritores y artistas tuvieron
su formacin postprimaria en una escuela normal; otra proporcin complet su forma-
cin en los institutos pedaggicos y sirvi en la enseanza media o universitaria y otra
cantidad ha desempeado representacin edilicia y parlamentaria, as como liderazgos
polticos y sociales de primera lnea.
No puede afirmarse que, por su currculum y sus prcticas pedaggicas, las es-
cuelas normales hayan sido necesaria y automticamente semilleros de creatividad y de
democracia o de reivindicacin social. Es probable que muchas de las personalidades
sealadas hayan sobresalido justamente como rechazo a una formacin normalista
prescriptiva y uniformante. Con todo, por accin o reaccin, la cultura nacional, el
sistema educativo en su conjunto, y el desarrollo poltico del pas, se beneficiaron del
aporte creativo y generoso de antiguos normalistas.
Poco se ha estudiado el ciclo largo del conjunto de las escuelas normales. Persiste en la
memoria colectiva una imagen que ms bien corresponde a la de los aos 30 a 50 del
siglo recin pasado. Poco se sabe de las primeras escuelas, de la difcil construccin
institucional de un sistema, de los actores de entonces y de los dilemas y opciones
que se pusieron en juego para instalar los dispositivos de formacin que llegaron a
consolidarse en la primera mitad del siglo XX. Al otro lado, prcticamente no se
conocen los lentos y poco visibles procesos de erosin del modelo clsico de escuela
normal, ni las tensiones a que se vio sometido en las dcadas de la gran expansin
de la educacin primaria.
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