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Los Concilios Cristologicos
Los Concilios Cristologicos
Los Concilios Cristologicos
INTRODUCCIN
Hemos visto que Jess, en todo su comportamiento, ha dejado traslucir su
identidad. Pero dijo explcitamente quin era? Los ttulos explcitos de Mesas, Seor,
Hijo de Dios, etc, se los aplic a s mismo o, por el contrario, los encontramos en los
evangelios porque la comunidad primitiva se los ha atribuido a Cristo?
Si abrimos el evangelio, nos encontramos con una serie de datos constantes:
Jess o se ha aplicado a s mismo los ttulos mesinicos, o no se ha negado aceptarlos
cuando el pueblo o alguien se los ha aplicado.
La pregunta ahora es qu pasara si Cristo nunca se hubiese aplicado o dejado
aplicar dichos ttulos mesinicos? Seguira estando demostrado su mesianismo o no?
I. CRISTOLOGA IMPLCITA
Hemos dicho que, si examinamos atentamente los evangelios, veremos cmo
Cristo, de una forma implcita, dio a entender frecuentemente cul era su identidad. El
recurso a este estudio de sus manifestaciones implcitas lo comenz el exegeta
protestante Ksemann, discpulo de Bultmann y disconforme de la actitud antihistrica
de su maestro.
En una conferencia dada en Marburgo en 1953, critic Ksemann duramente el
infundado escepticismo de su maestro1. La tesis de Ksemann era esta: puede ser que
los ttulos explcitos de la identidad de Jess (Mesas, Hijo del hombre, Seor, Hijo de
Dios) provengan de la comunidad primitiva, pero, prescindiendo de ellos, no se puede
dudar de que Cristo de una forma implcita, a travs de todo su comportamiento y su
enseanza, ha dejado constancia histrica de quin era.
Este mtodo ha sido seguido despus por muchos exegetas, Bornkamm,
Jeremas, Lconi, entre otros. M. Bouttier ha afirmado lo siguiente: La conciencia que
Jess ha tenido de su misin y de su tarea se revela en su comportamiento y en sus
palabras ms que en todos los ttulos de los que podra haberse adornado 2.
La ventaja de este mtodo es que, mientras la huella de la comunidad primitiva
se ha podido dejar sentir ms en los ttulos explcitos de su dignidad, es prcticamente
imposible que se haya dejado sentir en textos aparentemente insignificantes y que,
adems, pertenecen a logias de la ms antigua tradicin. Esto no quiere decir que
despreciemos los ttulos explcitos que pueden ser estudiados tambin basndonos en
la criteriologa actual.
El hecho de la predicacin de Jess en torno al reino. La conciencia que tiene
Jess de ser en persona el reino que lo hace colocarse en el centro de su propio
mensaje. Las comparaciones que hace Jess de su misma persona con las instituciones
sagradas de Israel como la ley, el sbado, el templo, o el mismo nombre de Dios.
II. LA FE DE LA IGLESIA
Es curioso constatar que a lo largo de los siglos no se ha sabido entender a
Jess. Esto es lgico, porque toda la vida de Jess es un misterio: un Dios con dos
naturalezas, una divina y otra humana.
Casi todas las herejas han mirado a Jess desde un ngulo de vista y han
despreciado o minusvalorado, consciente o inconscientemente, el otro. Pero todas las
herejas han aportado mayor luz a este Misterio y la Iglesia ha podido profundizar en
este nico tesoro que da razn de nuestra fe: Jesucristo.
As pues podemos decir con san Pablo: "Para los que aman a Dios, todo
coopera al bien"3; tambin las herejas, porque, gracias a ellas o a causa de ellas, ha
salido resplandeciente, luminosa y esplndida la figura de Jesucristo nuestro Seor.
Jess ha sido, es y ser un misterio, porque es al mismo tiempo Dios y hombre
verdadero. En l conviven dos naturalezas distintas, la humana y la divina, en una sola
Persona divina.
Por eso, las diversas herejas cristolgicas se han dado por no saber conjugar
estas dos realidades: es al mismo tiempo verdadero Dios y verdadero hombre. Unos,
por querer valorar la divinidad, menoscaban la humanidad. Otros, por el contrario, por
querer valorar la humanidad, menoscaban la divinidad o, simplemente, la niegan. El
dogma catlico, en el concilio de Calcedonia 4, lo expresa as: "Nuestro Seor Jesucristo
es verdaderamente Dios e Hijo unignito de Dios, y verdaderamente hombre nacido
de Mara, dotado de alma racional y de cuerpo; consubstancial al Padre segn la
divinidad y consubstancial a nosotros segn la humanidad, en todo menos en el
pecado; ambas naturalezas, perfectas y sin confusin, conforman una nica persona
divina".
Estas son las principales herejas o errores doctrinales sobre la persona de
Jess, Hijo de Dios, y cmo fueron rechazados y combatidos:
1. Docetismo: hereja difundida en el siglo I, por Marcin, Valentn y Baslides
(estos ltimos, gnsticos) que reduce la carne de Cristo a una apariencia: "Parece que
come, parece que camina, parece que est cansado...". Tanto san Juan en sus cartas 5
como san Ignacio de Antioqua luchan contra este error. Jess es verdadero hombre
que come, bebe, se cansa, camina, llora, se admira.
2. Ebionismo: hereja difundida en el siglo II en ambientes judeocristianos
que niega que Cristo haya sido engendrado por el Padre y reconoce en Cristo al hombre
investido por el Espritu Santo en el Bautismo. Esta hereja fue condenada por san
Ireneo de Lyon diciendo que Cristo es verdadero hombre y verdadero Dios.
Verdadero Dios porque slo Dios puede dar eficazmente la salvacin y restablecer la
unin con los hombres. Verdadero hombre porque corresponde al hombre reparar su
falta. Por ser Dios repar la ofensa infinita que el hombre perpetr contra Dios. Por ser
Hombre el hombre qued redimido y su cuenta saldada.
2
E. KSEMANN, Das Problem des historischen Iesus: Zeit. Theol. Kirch. 51 (1954), 125-153.
M. BOUTTIER, Du Christ de l'histoire au Jsus des vangiles (Pars 1969), 89.
3
Rm 8,28
4
Es el cuarto de los primeros siete concilios ecumnicos de la Cristiandad (451), y sus definiciones
dogmticas fueron desde entonces reconocidas como infalibles por la Iglesia Catlica y por la Iglesia
Ortodoxa. Rechaz la doctrina del monofisismo, defendida por Eutiques, y estableci el Credo de Calcedonia,
que describe la plena humanidad y la plena divinidad de Cristo, segunda persona de la Santsima Trinidad.
5
1 Jn 4, 2
6
Cuando se habla de "gnosis" se hace alusin a ese conocimiento esotrico (gnosis viene del verbo griego
"conocer"), adquirido no por aprendizaje u observacin emprica, sino por revelacin divina, como
emanacin de Dios. Esta gnosis ha dado mucha guerra a la Iglesia desde entonces y muchas sectas de hoy
siguen este camino. De la gnosis al pantesmo hay slo un paso.
7
Refirindose al concilio de Nicea, donde se aclar que Jess es verdadero Dios y verdadero hombre.
8
Ha habido dos documentos muy importantes al respecto: el primero llamado Libertatis nuntius, sobre
algunos aspectos de la teologa de la liberacin, del 6 de agosto de 1984; y el otro, "Libertatis conscientia",
sobre la libertad cristiana y liberacin, del 22 de marzo de 1986. Ambos, emanados de la Congregacin para
la Doctrina de la fe, con la aprobacin del Papa Juan Pablo II.
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