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Mundos Jovenes Mundos Adultosart04
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Mundos Jovenes Mundos Adultosart04
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Este artculo es una produccin en el marco de la implementacin de Proyectos de Promocin de la Convivencia Escolar que realiza la ONG ACHNUPRODENI (Asociacin Chilena para las Naciones Unidas, Programa de Defensa de los Derechos de Nios, Nias y Jvenes) en distintas regiones del
pas. Agradezco los comentarios y sugerencias de Viviana Schultz, Francis
Valverde, Maite Dalla Porta, Mara Elena Duarte y Griselda Suazo.
Socilogo, educador popular en el mundo juvenil, docente universitario de
la ctedra Sociologa de lo Juvenil. Coordinador del rea de Investigacin y
Docencia de ACHNU-PRODENI. E-mail: duartesolis@entelchile.net.
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bres fortalecen la reproduccin de la asimetra patriarcal. Las relaciones de gnero que desde ah se configuran estn significadas en ese
mbito y en la permanente invisibilizacin de lo femenino a favor de
la sobre valoracin de los aspectos masculinos de dichas relaciones.
Por ejemplo, en lo econmico los hombres van asignndose la conduccin pblica y las mujeres van siendo relegadas a lo domstico, a
lo ms como administradoras de dicho espacio; esto junto a una divisin de lo real social entre lo pblico y lo privado, que relega a las
mujeres a este ltimo y posiciona a los hombres en la esfera pblica, a
partir de la pretensin de que slo en ella se definen las cuestiones
importantes de nuestra sociedad, mientras que lo domstico es mirado
con desprecio; en el mbito de la sexualidad, adems de reducir la
sexualidad de la mujer a la reproduccin y negarle su posibilidad de
placer, se la define como perteneciente a algn hombre, que vive su
sexualidad con ansias de propiedad sobre dicha mujer; y desde una
perspectiva religioso cultural, el hombre se asume como hecho a imagen y semejanza de Dios, mientras que la mujer es presentada como
inferior, objeto y proyeccin del pecado. Es la imagen de Eva asociada a todo lo femenino.
De esta forma se van generando un conjunto de imgenes que
muestran a la mujer como incapaz, dbil, dependiente, estpida, pasiva,
servicial, entre otros atributos que la relegaron por mucho tiempo a un
plano inferior en las relaciones sociales y que la han invisibilizado en las
distintas esferas sociales. En contraposicin, los hombres construyen sus
autoimgenes como seres capaces, fuertes, independientes, inteligentes,
activos, lderes, entre otros atributos que les sealan como los que controlan las relaciones sociales, en la intimidad y en el mbito externo, y
ejercen su poder de acuerdo a un designio definido como divino. As, se
ha dado una naturalizacin de estas relaciones de gnero, que por una
parte esconden sus races de produccin histrica, y por otra, pretenden
negar cualquier posibilidad de transformacin de ellas.
A partir de esto que hemos sealado, nuevos estudios muestran que en el plano de las generaciones, esta asimetra social se gest
en un paulatino proceso histrico que tuvo caractersticas especficas
de acuerdo a cada cultura y al tipo de sociedad en que se daba. 4 Sin
embargo, existen cuestiones de orden comn, que se presentan cuando
los grupos mayores fueron construyendo una autopercepcin de su rol
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social, en que se atribuyeron las responsabilidades de educar y transmitir sus conocimientos a los nuevos grupos menores. Dicho proceso,
fue asentando la nocin de poder adulto frente a otros grupos que en el
tiempo han sido nominados de distinta manera (infantes, nios, nias,
jvenes, adolescentes, pberes, muchachos, muchachas). Este poder
adulto se reforz en la medida que se construyeron una serie de smbolos, discursos y normas que avalan el rol social atribuido.
De forma similar a las relaciones de gnero, la construccin de
la familia permite la consolidacin de este estilo relacional asimtrico,
en que ser mayor implica gozar de una serie de privilegios en desmedro de las y los considerados menores. As, los padres y madres, los
hermanos y hermanas mayores, los familiares cercanos de mayor
edad, poseen una posibilidad de controlar y definir las opciones que
nios, nias y jvenes asumen. La racionalidad que orienta este poder
plantea que ser menor implica estar naturalmente en preparacin
para ser mayor-adulto, generando la consolidacin de este estilo relacional asimtrico, en que ser mayor implica gozar de una serie de privilegios en desmedro de las y los considerados menores.
En cada cultura y en cada contexto especfico, las formas de
relaciones que se van estableciendo entre los grupos sociales as mirados, estn caracterizadas por esta condicin de poder y control que los
mayores poseen respecto de los menores y cmo stos, de una u otra
forma, reaccionan resistindose a la situacin, o bien amoldndose a
ella por medio de diversos mecanismos. El dato duro ms usado para
generar la pertenencia a uno u otro grupo es la edad, pero ella a nuestro juicio, no construye realidad y constituye slo un referente de
aproximacin. 5
A partir de estos elementos, podemos afirmar que, en tanto
nuestra sociedad construye sus relaciones de gnero desde una perspectiva patriarcal, en que lo masculino posee una valoracin positiva
permanente en desmedro de lo femenino, desde la perspectiva de las
relaciones entre adultos y los diversos grupos denominados menores,
estamos en presencia de una sociedad que se articula desde una perspectiva adultocntrica. Es decir, se sita como potente y valioso a
todo aquello que permita mantener la situacin de privilegio que el
mundo adulto vive, 6 respecto de los dems grupos sociales, los cuales
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son considerados como en preparacin para la vida adulta (nios, nias y jvenes) o saliendo de (adultos mayores). 7
Es decir, ser adulto es lo constituyente en nuestra sociedad, es
aquello que otorga status y control en la sociedad. Si se es hombre,
rico, blanco, cristiano y adulto, con seguridad se posee una ventaja
sobre el resto de la poblacin. La discriminacin sufrida por efecto de
la edad, como clave de rotulacin social, posee una fuerza definitoria,
tanto como las discriminaciones de gnero, raciales, econmicas, etc.
En el mismo proceso, se da una suerte de valorizacin de lo juvenil,
en cuanto lo bello, lo romntico, el tiempo de los ideales, etc. Si bien
en el imaginario social este reconocimiento a lo juvenil pareciera contradictorio con las versiones adultocntricas, podemos ver que l est
asociado directamente con las nociones de consumo para tener belleza; cumplimiento de patrones de gnero dominantes para ser romntico (sumisa la mujer, conquistador el hombre); ideales que son permanentemente desalojados en importancia al ser asumidos como sueos
juveniles..., que ya pasarn. Como vemos, este reconocimiento positivo en el imaginario social puede ser ledo crticamente como una
frmula de buscar integracin al consumo, adaptacin a roles y patrones de conducta establecidos como normales.
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Esta situacin descrita se ampla a los diferentes espacios sociales y, por lo tanto, tambin al sistema educativo. En l, la verdad, la
razn, lo correcto, son atribuciones que el mundo adulto posee de por
s, independiente de las situaciones concretas y de los contextos en
que ellas se den. Lo que fundamenta esta situacin es la condicin de
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privilegio que los docentes de distinto tipo tienen, por ser adultos ms
que por el nivel de aporte que su opinin o accin generan. Este ser
adulto, se expresa principalmente por su condicin de educador de
otros y se considera tambin que son profesionales y, por lo tanto, son
algo en la vida: trabajan, muchos estn casados, tienen hijos-hijas. 10
Ser adulto entonces, es una definicin desde la cultura asignada para
quienes desempean ciertos roles hacia s y hacia otros-otras (profesional-trabajador de algn tipo, paternidad-maternidad, educadordocente, gua, responsable).
El mundo adulto va desarrollando este estilo de relaciones en la
medida que percibe a los grupos menores como eventuales relevos de
esta funcin social, a la que se le define como imprescindible y como
tarea vital de la adultez. 11 El discurso del futuro de la patria con el que
permanentemente se est bombardeando a los y las estudiantes en el liceo, viene a reforzar esta imagen: deben prepararse para cumplir lo que
su pas espera de ustedes, nosotros (los adultos) les prepararemos.
Sin embargo, el mundo adulto le teme al mundo joven, 12 lo
que le lleva a extremar las condiciones para ejercer esta tarea educativa-formativa. Por ello no es extrao que las definiciones acerca de la
juventud o de la infancia estn todas en funcin de llegar a ser adulto,
y en el contexto de sociedades capitalistas de mercado, ser adulto
exitoso. Los jvenes estudiantes son considerados valiosos si en el
transcurso de sus doce juegos del colegio (o especficamente los
cuatro de la media) muestran disposicin para cumplir con dicho rol
futuro. Vale decir, se espera de ellos y ellas adaptabilidad, docilidad,
esfuerzo, disciplina, respeto a la autoridad-adultos. La dinmica escolar, la cotidianeidad en dicho espacio social, se construye a partir de
estos parmetros, en que las relaciones se configuran desde el ejercicio
del poder, como abordbamos anteriormente. Los adultos, y tambin
quienes se comportan como tales, son los que poseen el control sobre
las decisiones, sobre lo que vale, sobre lo que se puede. 13
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Es importante destacar que ninguno de estos roles-atribuciones hace referencia al estilo de vida, a las opciones valricas, a la calidad de su ejercicio
profesional (tema vital en el caso de docentes-educadores), ni tampoco a sus
formas de relacionarse con las y los jvenes.
Mi madre siente que ya cumpli su tarea, el da que la ltima de sus hijas se
casa y ya todos sus hijas e hijos son alguien en la vida.
Helio Gallardo, 1996. El autor afirma: para el adulto, el joven condensa la
doble amenaza de liquidacin biolgica y simblica.
Diego Prez y Marco Meja, 1997.
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Una trada es definida como un conjunto de tres seres o cosas estrechamente vinculadas o relacionadas entre s. El ejercicio analtico de construccin
que se realiza intenta distinguir para una mejor comprensin, pero considera
permanentemente los cruces y transversalidades que en la cotidianeidad se
dan entre los distintos elementos.
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a)
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Primer vrtice:
mundo adulto controlador-mundo joven sumiso
En el primer vrtice de la trada, el mundo adulto aparece como normativo y sancionador. En el liceo son vistos como las y los que
saben todo, y tendran la capacidad de decidir por los y las dems, ya
habran vivido lo suficiente para indicar-educar en aquello que se debe
hacer y tambin en lo que se aparta de la normalidad esperada. El
mundo adulto es considerado como tal en nuestra sociedad si muestra
madurez, la que estara directamente relacionada con la capacidad de
cumplir el rol esperado en tanto proveedores, educadores, capacitadores, cauteladores de lo correcto. En el liceo y en otros espacios sociales de formacin, lo adulto estara dado por la capacidad de conducir a
las nuevas generaciones hacia el xito segn los patrones ofrecidos
por la sociedad capitalista, su economa de mercado y su ideologa
neoliberal.
El mundo juvenil en tanto, es visto como un grupo en proceso
de formacin para un cierto futuro. Por esto, se espera de los estudiantes actitudes de obediencia y sumisin que faciliten y hagan posible la
tarea ya mencionada del mundo adulto educador. Desde esta lgica se
derivan varias caractersticas de las relaciones generacionales, que en
el mundo estudiantil tienen el efecto de mostrarles como incapaces,
como ignorantes, como los que deben obedecer porque son menores, porque no poseen autoridad, etc. Las y los jvenes no existen,
son permanentemente invisibilizados, en tanto slo son tratados como
alumnos. 15
b)
MINEDUC-MECE,
1995.
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instala como eje del control y de la toma de decisiones en dichas sociedades. Es aqu cuando la escuela, el liceo y posteriormente la universidad, comienzan a jugar un rol vital en la preparacin de quienes
van a dirigir los distintos espacios sociales. Sin embargo, es importante considerar que en el pequeo grupo familiar o de amigos-amigas, la
posesin de conocimientos tiene tambin un rol muy similar de generacin de condiciones de posibilidad para el ejercicio de cierto poder,
que est mediado por este acceso al conocimiento. El cumplimiento de
una cierta cantidad mnima de aos de estudio y la posesin de cierto
reconocimiento social (el cartn de secundaria al menos, o el ttulo
profesional como ideal) son elementos que dan cuenta de ello.
En la medida que la complejidad de las sociedades modernas
es mayor, lo que se valora hoy es la posesin de informacin. Ya no
es ni la experiencia ni el conocimiento, sino que es la posesin de
cantidades de informacin lo que produce el status buscado. El acceso
hoy a tecnologa de punta, la posesin de las ltimas versiones de todo
lo que existe en la circuitera computacional (especialmente internet),
la posibilidad de ser testigo mediante la televisin de guerras, competencias deportivas, espectculos en el mismo momento en que se producen aunque se estn materializando en el otro lado del planeta, generan una sensacin de globalidad en el imaginario, que necesariamente pone en situacin de privilegio a quienes pueden acceder y
controlar dichos espacios.
En este proceso, del cual hemos marcado tres momentos, la relacin adultos-jvenes se va desplazando desde un control nico del
mundo adulto que posee la experiencia y la transmite a las generaciones
jvenes, hacia aquellas condiciones de trnsito en que los adultos docentes-formadores (que saben) comienzan a ser cuestionados por los jvenes estudiantes que acumulan conocimientos cada vez mayores, para ser
ms que sus maestros. Finalmente la posesin de informacin, a la
que accede mayormente hoy el mundo joven, pone en situacin de no
control al mundo adulto, que se queda atrs en la modernizacin de
sus formas de conocer y relacionarse con el mundo.
As en la actualidad, y dadas estas condiciones de informarseconocer, es que el mundo adulto aparece como menos capaz de cumplir su rol de orientador del mundo joven. Las y los estudiantes manejan mucha informacin por su fcil acceso a los medios de comunicacin y a las ofertas de la computacin, esto ocurre en menor medida
en los sectores empobrecidos. Aun as, su socializacin presente se
est produciendo en dicho ambiente, por lo que son mucho ms recep-
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