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Revista Ñawpa Marca 4
Revista Ñawpa Marca 4
Revista Ñawpa Marca 4
ÑAWPA MARCA
Doris Coaquira Carita
Conocer para proteger: Una propuesta de gestión del patrimonio arqueológico en el sitio Gloria Chica 9
José Quispe Orosco
Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte Tardío en la
meseta de Parinacochas – Ayacucho 21
Rodrigo Padilla Sinchi
Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en el distrito de San Jeró-
nimo de Surco, Huarochirí 45
Harry Pizarro Anaya
Analizando un caso de estudio: La restauración del antiguo Tribunal Mayor de Cuentas – Casa
Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999) 73
Raúl Adanaqué Velásquez
El cacicazgo San Juan de Végueta y el testamento de Antonio Urdanivia Sipán. Lima, 28 de septi-
embre de 1729 97
Pieter van Dalen Luna, Anthony Villalta Tello y Roberto Tello Cuadros
Determinación de las ocupaciones culturales y sus características en la sección superior de Cerro
Portillo, valle medio del Rímac (Carapongo) 109
Gori Echevarría López
Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34 y Área de Influencia. Ucayali. Perú
125
Pieter van Dalen Luna
Un sitio arqueológico prehispánico tardío en Vicas, cuenca alta del río Santa Eulalia - Huarochirí 153
Juan Conde Vilca
Calzados prehispánicos en la sierra sur. Evidencias de Chulkumayu en la cuenca alta del río
Pampas – Ayacucho 157
COAQUIRA CARITA, Doris: “Conocer para proteger: una propuesta de gestión del patrimonio
arqueológico en el sitio Gloria Chica”.
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 9-20 / ISSN: 2221-7819
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COAQUIRA CARITA, Doris: “Conocer para proteger: una propuesta de gestión del patrimonio
arqueológico en el sitio Gloria Chica”.
ÑAWPA MARCA
Revista de investigaciones sociales andinas y amazónicas.
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 9-20 / ISSN: 2221-7819
ÑAWPA MARCA
Revista de investigaciones sociales andinas y amazónicas.
ÑaMa
Volumen 2, Número 4 / abril – junio de 2022. Año 2.
Ñawpa Marca es una publicación científica periódica, donde se publican trabajos de investigación
originales e inéditos en el campo de la arqueología y áreas afines, a nivel de la región andina y amazónica
o regiones cercanas. Está dirigida a un público interesado en conocer las últimas investigaciones
arqueológicas y culturales sobre el área andina-amazónica. Es de periodicidad cuatrimestral.
DIRECTOR:
Anthony Ulises Villalta Tello
Jr. José Balta 295, Carabayllo -.Lima - Lima.
EDITOR:
Miguel Antonio Mota Labán
COMITÉ ASESOR EDITORIAL:
Dr. Alberto Bueno Mendoza, Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Dr. Pieter Dennis van Dalen Luna, Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Mg. Wilber Bolívar Yapura, Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco.
Mg. Ilder Elar Cruz Mostacero, Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo.
Dr. Eyne Omar Bendezú De la Cruz, Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica.
COMITÉ REVISOR POR PARES:
Lic. José Gabriel Amorín Garibay, Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga.
Lic. Donal Gutiérrez Espinola, Ministerio de Comercio Exterior y Turismo.
Lic. Guido Casaverde Ríos, Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Lic. Nancy Santander Málaga, Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Mg. Daniel Eduardo Cáceda Guillén, Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Lic. Rubén Antonio Wong Robles, Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Mg. Ismael Pérez Calderón, Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga.
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN:
James Quilca Chuco
Primera edición, junio de 2022.
Calle Los Halcones 181, Dpto. 301, Lima 27, Lima-Perú.
Teléfono (0054) 01-442 0458.
Correo electrónico: revistañawpamarca@hotmail.com
El editor recibe los artículos, los cuales son seleccionados y revisados por el comité revisor por pares. Cada
artículo es responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la opinión del editor. Está permitida
cualquier reproducción, siempre citando al autor y a la revista como fuente.
Foto de la carátula: Vista del sitio arqueológico de Gloria Chica. Contracarátula: Edificación Inca del sitio
de Incahuasi de Parinacochas, frente al volcán Sara Sara.
ISSN: 2221-7819
Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú, Nº 2020-04210.
Tiraje: 200 ejemplares.
Impreso en el Perú / Printed in Perú.
Impreso en junio de 2022.
JUAN GUTEMBERG EDITORES IMPRESORES E.I.R.L.
Av. Bolivia 148, int. 2069 (Centro Comercial Centro Lima), Lima – Lima – Perú.
Teléfono: 240-0523.
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COAQUIRA CARITA, Doris: “Conocer para proteger: una propuesta de gestión del patrimonio
arqueológico en el sitio Gloria Chica”.
ÍNDICE
Introducción 7
Pieter van Dalen Luna, Anthony Villalta Tello y Roberto Tello Cuadros
Determinación de las ocupaciones culturales y sus características en la
sección superior de Cerro Portillo, valle medio del Rímac (Carapongo) 109
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 9-20 / ISSN: 2221-7819
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COAQUIRA CARITA, Doris: “Conocer para proteger: una propuesta de gestión del patrimonio
arqueológico en el sitio Gloria Chica”.
INTRODUCCIÓN
Nos enorgullece presentar el cuarto número de la revista Ñawpa Marca, la cual es un
espacio de encuentro para arqueólogos y académicos en las ciencias sociales a nivel nacional e
internacional, donde investigadores nacionales publican investigaciones inéditas y
sobresalientes que aportan de nuevos teorías y técnicas para entender nuestras sociedades del
pasado, asimismo, tenemos algunos artículos que resaltan las investigaciones históricas en
nuestro país. Nuestro objetivo es servir como una plataforma de colaboración, aprendizaje y
divulgación, fomentando el diálogo constructivo que impulsan nuestras disciplinas sociales.
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 9-20 / ISSN: 2221-7819
Casa Nacional de Moneda, realiza un derrotero histórico desde la creación del recinto (1683),
detallando las reconstrucciones (1687, 1746 y 1873) hasta su puesta en uso social.
En quinto lugar, tenemos el artículo de Raúl Adanaqué Velásquez, titulado “El cacicazgo
San Juan de Végueta y el testamento de Antonio Urdanivia Sipán. Lima, 28 de septiembre de
1729”, en este artículo, el autor realiza la descripción del testamento de Antonio Urdanivia Sipán,
Cacique de San Juan de Végueta, en este testamento se señala la herencia (tierras, animales)
del cacique, las deudas y tributos que tenía que cobrarse, asimismo, señala a sus herederos sus
sobrinos Francisco Bentura, Juan Alonzo y Liberata, hijos de su hermana María Magdalena y el
reparto de las tierras de herencia a sus sobrinos por no tener herederos forzosos.
En sexto lugar, tenemos el artículo de Pieter van Dalen Luna, Anthony Villalta Tello y
Roberto Tello Cuadros, titulado “Determinación de las ocupaciones culturales y sus
características en la sección superior de Cerro Portillo, valle medio del Rímac (Carapongo)”, este
artículo es el resultado del proyecto de investigación arqueológica que realizaron los autores con
el apoyo de alumnos de la UNMSM en el año 2018, donde se revelaron hallazgos que
permitieron dar como evidencia que en este sitio existió evidencia ceremonial en la cima del
Cerro Portillo.
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COAQUIRA CARITA, Doris: “Conocer para proteger: una propuesta de gestión del patrimonio
arqueológico en el sitio Gloria Chica”.
ARTÍCULO ORIGINAL
Resumen
Se conocen diversas investigaciones arqueológicas, históricas, etnohistóricas y
catastrales para el valle medio del rio Rímac, estos trabajos se realizaron mediante
reconocimientos en superficie y excavaciones en sitios seleccionados. Sin embargo, el
sitio arqueológico de Gloria Chica, a la fecha no presenta trabajos de investigación
(excavación y conservación) y menos trabajos que encaminen hacia una gestión de
patrimonio arqueológico, motivo por el cual, el presente artículo tiene como objetivo
determinar aquellas estrategias que nos guíen hacia una gestión de recuperación del
sitio arqueológico de Gloria Chica.
Palabras Claves: Valle medio del rio Rímac, Gloria Chica, Gestión de Patrimonio
Arqueológico, estrategias, recuperación, sitio arqueológico.
Abstract
Various archaeological, historical, ethnohistorical and cadastral investigations are known
for the middle valley of the Rímac river, these works were carried out through surface
surveys and excavations in selected sites. However, the archaeological site of Gloria
Chica, to date, does not present research work (excavation and conservation) and less
work that leads to the management of archaeological heritage, which is why, the objective
of this article is to determine those strategies that guide us towards a recovery
management of the Gloria Chica archaeological site.
Key words: Middle valley of the Rímac river, Gloria Chica, Management of
Archaeological Heritage, strategies, recovery, archaeological site.
* Artículo recibido: enero del 2022. * Artículo aprobado: mayo del 2022.
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INTRODUCCIÓN
El presente artículo trata sobre una propuesta hacia la gestión de patrimonio
arqueológico en el sitio de Gloria Chica con el fin de recuperar el sitio arqueológico a través
de estrategias o actividades que involucren a la participación activa de la ciudadana. El sitio
está ubicado en el distrito de Ate, provincia Lima y departamento Lima. Fue declarado y
aprobado como Sitio Arqueológico con la Resolución Directoral Nacional N° 0084 por el
Instituto Nacional de Cultura en el año 2007. Se escogió como eje de investigación, ya que
hasta la fecha no presenta intervenciones arqueológicas, ni trabajos de conservación y
restauración, solo se ha llegado a aproximaciones a nivel superficial. Motivo por el cual, el
presente estudio tiene como objetivo determinar las estrategias que nos guíen hacia una
gestión de Patrimonio arqueológico en el sitio arqueológico de Gloria Chica.
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COAQUIRA CARITA, Doris: “Conocer para proteger: una propuesta de gestión del patrimonio
arqueológico en el sitio Gloria Chica”.
Figura 1: Imagen de la ubicación del sitio arqueológico Gloria Chica, valle medio de la margen
derecha del rio Rímac. Fuente Google Earth.
Las referencias bibliográficas para el sitio arqueológico son escasas, ya que hasta la
fecha se conocen solo estudios a nivel descriptivo en trabajos de prospección, registros en
superficie, levantamientos del sitio y del valle medio del Rímac. Los estudios arqueológicos se
iniciaron con Villar Córdova (1935) quien señala y describe la existencia de palacios, conjunto
de edificios rectangulares de gruesas paredes de adobón para la zona media del valle medio
del Rímac. Luego, Louis Stummer (1954: 221) es el primero en intentar hace una tipología de
sitios ubicados algunos en la cumbre de los cerros y otros en la falda de los cerros de cuerpos
en forma de tapiales, a partir de la prospección arqueológica y un análisis de la arquitectura y
material asociado a los asentamientos. Más adelante, el arquitecto Arturo Jiménez Borja
(1988: 7) lleva a cabo la mayor intervención de trabajos de conservación y restauración para
los sitios de Huaycán de Pariachi, San Juan de Pariachi y Puruchuco, siendo este último como
el más significativo para su análisis de los Periodos Tardíos y lo interpreta como la residencia
de elite de un curaca local.
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 9-20 / ISSN: 2221-7819
Figura 2: Imagen panorámica del sitio arqueológico Gloria Chica: compuesto por la técnica
constructiva del tapial y piedra unida con argamasa. Vista de Oeste a Este.
El primer investigador en describir el sitio fue Carlos Milla (1974), quien observa con
detalle el edificio y su conjunto de Gloria Chica como:
“La hondonada se ve pequeño, destacan muros de recintos rectangulares, regularmente
conservados, material adobón con numerosas colcas rectangulares bajo el nivel de los
cuartos. En la parte más alta hay tumbas saqueadas, en piedra rustica mediana, circular,
80 de altura que se estrechan en su parte media y remontan en techo de laja hallamos
una tumba casi intacta con huesos humanos largos, paredes sólidamente hechas en
piedra y barro grueso similares y más destruidos, había varias en diferentes niveles en
lo que parecen restos de andenes de construcción separaba todo un poblado que uso la
piedra mediana de cerro para sus tumbas. Las paredes de adobón serian de pobladores
posteriores. En una unidad arquitectónica con patios y habitaciones más o menos como
Puruchuco había que investigar el campo de cultivo ubicado debajo a este sitio. En las
quebradas adyacentes hay tumbas de piedra en terraza hasta cerca de 50 mts más arriba
de las ruinas.” (Milla 1974: 87).
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COAQUIRA CARITA, Doris: “Conocer para proteger: una propuesta de gestión del patrimonio
arqueológico en el sitio Gloria Chica”.
de los monumentos. A fines de la década de 1990, el Lic. Luis Felipe Villacorta hace un estudio
del valle medio y bajo del rio Rímac proponiendo la existencia de Conjuntos Palaciegos
(Villacorta 2001) y los caracteriza por estar encerrados en muros perimétricos, tener áreas
abiertas con depósitos y recintos con funciones residenciales y de almacenamiento. Luego en
el 2004 postula que la arquitectura del poder estuvo íntimamente ligado a un tipo particular de
edificio: La residencia de elite o palacio. (Villacorta 2004).
Figura 3: Panorama de la Residencia de Elite del sitio arqueológico Gloria Chica. Al fondo se
visualiza la urbanización San Germán. Vista de Sur a Norte.
Para llevar a cabo el estudio actual, se recurrió a diferentes fuentes bibliográficas como
Tesis, libros, artículos nacionales e internacionales con el propósito de sintetizar y entender
aquellos conceptos de gestión, turismo del patrimonio arqueológico y como la participación
ciudadana es fundamental para generar una identidad cultural, valorización y recuperación del
sitio arqueológico. Primero, nos basaremos en la definición de Gestión de un sitio arqueológico
de María Ángeles (2017:51) define que es el conjunto de actividades orientadas a la
protección, revalorización y difusión de los bienes del patrimonio arqueológico, desarrolladas
por entidades públicas o privadas. A continuación, empezaremos a citar los diferentes
conceptos sobre una gestión de patrimonio arqueológico:
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 9-20 / ISSN: 2221-7819
Para realizar una Gestión del Patrimonio Cultural, según nos explica Iris Donayre
(2020:153) en su estudio para la zona arqueológica Huaycán de Pariachi: implica todo lo
relacionado con las estrategias que facilitan, apoyan y conducen a la puesta en valor del
Patrimonio Cultural y para que éstos vuelvan a tener una función social. En tal sentido, la
gestión de patrimonio es un proceso en el cual se llevan a cabo acciones como: la detección
de un bien cultural o natural que se encuentre en peligro, el registro y documentación de estos
bienes, la investigación científica y participativa, la intervención relacionada a las actividades
de conservación y/o restauración, la difusión y acciones de concientización en la población y
la puesta en función social de los habitantes, dependiendo del bien de que se trate, este
proceso abre diversas posibilidades (DeCarli, 2006).
Manuel Rodríguez (2018), nos presenta en su artículo una visión detallada del sistema
de protección del patrimonio cultural y natural de la humanidad. Explica que la protección esta
regulada y orientada por mecanismos de convención de las normas jurídicas que forman parte
de la legislación nacional y de los tratados internacionales.
Sabemos que el turismo arqueológico posee como objetivo principal promover el interés
público en la protección y la conservación del patrimonio arqueológico. Esto lo recalcan Alberto
Moreno e Ignacio Sariego (2017) en su artículo de “Relaciones entre turismo y Arqueología” e
indican que lo más valioso del patrimonio arqueológico es cuidar de nuestro pasado visible,
ya que Perú cuenta con una variedad exquisita de patrimonios naturales y culturales que se
deben valorar y proteger conjuntamente, en el turismo la arqueología es un componente
significativo que viene a ser íntegra en una comunidad para así evitar riesgos. (Moreno y
Sariego, 2017).
Así mismo, José Carlos Hayakawa (2016), tuvo como objetivo gestionar el patrimonio
edificado a través de la prevención para evitar el incremento de viviendas de las comunidades
urbanas, por ende, este artículo desarrolla y facilita la implementación de una gestión más
equilibrada para el cuidado de los bienes culturales. También explica los alcances sobre la
potencialidad de los conceptos de Patrimonio y Gestión.
Jerly Aliana, Nelly Faustino y María Silva (2021), proponen como objetivo principal en su
Tesis de Maestría, identificar aquellos aliados estratégicos para optimizar la gestión en los
sitios arqueológicos de Lima Metropolitana y aquellas estrategias para capacitar a la
ciudadana con la finalidad de generar un vínculo con el patrimonio cultural, en particular hacia
los sitios arqueológicos.
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COAQUIRA CARITA, Doris: “Conocer para proteger: una propuesta de gestión del patrimonio
arqueológico en el sitio Gloria Chica”.
Figura 4: Vista del conjunto arquitectónico de tapial del sitio arqueológico Gloria Chica. Vista
de norte a sur.
Figura 5 (izquierda): Vista de los muros de tapial del sitio arqueológico Gloria Chica. Vista de
sur a norte. Figura 6 (derecha): Vista de la técnica constructiva expuesta en uno de los
conjuntos arquitectónicos. Vista de norte a sur.
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 9-20 / ISSN: 2221-7819
Figura 7: Vista de un vano de acceso compuesto por piedra y argamasa del sitio arqueológico
Gloria Chica. Vista de sur a norte.
Figura 8: Vista de los muros con la técnica constructiva del tapial y muros de piedra con
argamasa en el sitio arqueológico de Gloria Chica. Vista de oeste a este.
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COAQUIRA CARITA, Doris: “Conocer para proteger: una propuesta de gestión del patrimonio
arqueológico en el sitio Gloria Chica”.
Entonces, tras citar estos trabajos y ejemplos mencionados arriba, podemos asegurar la
importancia de la gestión de un Patrimonio Arqueológico y como esto promueve al ciudadano
en generar un interés hacia la protección y valorización del Patrimonio.
De este modo, se plantea la siguiente problemática: existe una escasa gestión del
patrimonio arqueológico en el distrito de Ate, a pesar que el Ministerio de Cultura engloba y
registra a los sitios de San Juan de Pariachi, Gloria Grande y Gloria Chica como una “Zona
Arqueológica Monumental” quedando en ese nivel. Además, la participación ciudadana es
fundamental para iniciar una gestión de recuperación del sitio arqueológico. Por ello,
planteamos la siguiente pregunta: ¿Cuáles son las estrategias a seguir para una gestión en el
sitio arqueológico de Gloria Chica? Y como objetivo general es: Determinar las estrategias
que nos guíen hacia una gestión de Patrimonio arqueológico en el sitio arqueológico de Gloria
Chica.
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 9-20 / ISSN: 2221-7819
A MANERA DE CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFIA:
ALANIA, Jerly; FAUSTINO, Nelly; SILVA, María. (2021). Lineamientos para la gestión de los
sitios arqueológicos de Lima Metropolitana. Trabajo de investigación para optar el grado de
Magister. Universidad del Pacifico. 93 pp.
18
COAQUIRA CARITA, Doris: “Conocer para proteger: una propuesta de gestión del patrimonio
arqueológico en el sitio Gloria Chica”.
ANGELES QUEROL, María. (2017). Manual de Gestión del Patrimonio Cultural. Ed. Akal.
Madrid, 541 pp.
DONAIRE, Iris. (2020). Gestión del Patrimonio Cultural de la Zona Arqueológica de Huaycán
y su impacto en el Desarrollo Turístico. Revista San Gregorio (38): pp. 152-162.
JIMÉNEZ, Arturo. (1988). Puruchuco. Serie Perú libros. Biblioteca Nacional del Perú. Lima.
PÉREZ, Amalia. (2006). Gestión del patrimonio arqueológico. Ed. Ariel. Barcelona: pp. 75-
83.
STUMMER, Louis. (1954). Antiguos centros de Población en el valle del Rímac. Sobretiro de
la Revista del Museo Nacional. Tomo XXIII. Lima.
VILLACORTA, Luis Felipe. (2001). Arquitectura monumental: forma, función y poder. Los
asentamientos del valle medio bajo del Rímac (periodos Intermedio Tardío y Horizonte Tardío),
2 tomos. Tesis para optar el título de Licenciado en Arqueología. Facultad de Letras y Ciencias
Humanas; Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú.
VILLACORTA, Luis Felipe. (2004). Los palacios de la costa central durante los períodos
Tardíos: de Pachacámac al Inca.
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 9-20 / ISSN: 2221-7819
VILLAR, Pedro. (1935). Las Culturas Prehispanicas del Departamento de Lima. Homenaje al
IV Centenario de la Fundación de lima o Antigua ciudad de los Reyes. Edicion auspiciada por
la H. Municipalidad de Lima.
DATOS DE LA AUTORA
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OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte
ARTÍCULO ORIGINAL
Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”.
Resumen
Abstract
This essay is an outline to understand the spatial organization of one of the most important
archaeological sites located in the southern part of the department of Ayacucho, visibly it
corresponds to the Late Horizon Period (1470 AD - 1532 AD) because it has a planimetry
and architecture of Inca imperial invoice. The objective of this work is to elucidate the
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 21-44 / ISSN: 2221-7819
INTRODUCCIÓN
Asimismo, la organización espacial fue premeditada por los Incas, pensamos que, no era
construir por construir en cualquier espacio, el hombre andino entendió muy bien el espacio
circundante (apus, constelaciones, ríos, calendarios, etc.). Incahuasi es uno de ellos, muy aparte
de ser una simple arquitectura, estuvo fusionado o concatenado con varios puntos de carácter
ceremonial (Sara Sara, Atamarca, Incahuasi, Laguna Parinacochas, Qhapaq Ñan, etc.) y
geopolítico (dominio de áreas de cultivo emplazados en los valles de Sacsara, Pararca, Tonco,
etc), y en las partes altoandinas estarían controlando la producción ganadera.
UBICACIÓN GEOGRÁFICA
El sitio arqueológico Incahuasi, se localiza a 6.49 km al norte del anexo de Tarco, adyacente
a la laguna de Parinacochas y a 32 km al este del volcán Sara Sara, políticamente corresponde
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OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte
Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”.
Figura 1: Vista satelital del sitio arqueológico Incahuasi y la posible Qollqa (google earth).
Colinda con canteras de roca de tipo arenisca, utilizado en las construcciones de las
viviendas. Según Casaverde (2016) menciona que, Incahuasi ostenta arquitectura de carácter
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 21-44 / ISSN: 2221-7819
monumental con litos labrados de estilo Inca imperial, con accesos que conducen a sectores
selectos donde debieron residir grupos del poder local, representantes del estado imperial,
existen también estructuras rectangulares conocidas como kallancas, asociadas a patios
cuadrangulares presentando algunas de estas estructuras divisiones internas, las que sugieren
actividades administrativas, existen diferentes etapas constructivas lo que sugiere cambios y/o
modificaciones en el proceso de ocupación cultural.
Canziani (2020, p. 18) haciendo referencia sobre los cronistas menciona que la estructura
ceremonial denominado ushnu debía estar apostado en el centro de la plaza o cerca de uno de
sus lados. Posiblemente en Incahuasi exista un ushno en la parte central de la plaza,
lamentablemente por factores antrópicos ha sido desmantelados, en la actualidad no se puede
evidenciar con claridad.
La plaza y la kallanka principal están flanqueados por dos riachuelos, aguas que discurren
hacia la laguna de Parinacochas, este tipo de planificación no es particular en sitios incas de
carácter administrativo, la misma plaza de Cusco posee como componente el río Huatanay
(Gasparini y Margolies, 1977), este elemento (yacu) vital ha sido considerado de mucha
importancia, siendo utilizados para la limpia del cuerpo, para la agricultura, del abastecimiento
en el consumo mismo, por lo que fue venerado como una huaca de segundo orden (Carrión,
1955). El lado este, norte y sur de la plaza está constituido por construcciones de tipo vivienda
de planta rectangular y cuadrangular, lamentablemente, por el estado de conservación en el que
se encuentra, es difícil poder observar a detalle.
Canziani informa que, en los alrededores de los centros urbanos se localizaban centenares
de estructuras de depósito, conocidas como qollqas, para la conservación y almacenamiento de
distintos productos (Gasparini y Margolies, 1977; Hyslop, 1990; Morris y Thompson, 1985;
Canziani, 2016). Al parecer se está repitiendo este tipo de planificación en Incahuasi, a 300 m al
lado noroeste de la plaza, sobre un promontorio rocoso donde se puede evidenciar una
24
OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte
Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”.
En tanto, este sitio cumplió un rol fundamental dentro de la organización espacial del
imperio inca, controlando la producción local, realizando la integración sociopolítica con los
grupos locales y legitimando poderes del imperio Inca a través de las deidades locales y otros.
Fig. 2. Vista en detalle de la organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi y algunas
huacas (Fuente: SIGDA).
Según la RAE se entiende por organización del espacio, la extensión que contiene toda la
materia existente, en términos geográficos, podemos decir que es la extensión que contiene toda
la superficie terrestre (https://dle.rae.es). Es el medio en el que están distribuidos toda la materia
viva e inerte, el hombre desde su aparición estuvo sujeto a las determinaciones de las reglas de
la naturaleza, los incas no fueron ajenos a las reglas del espacio circundante, lograron entender
expresamente el comportamiento del ecosistema. El ecosistema es el receptáculo, pero no solo
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 21-44 / ISSN: 2221-7819
para posisionarse dentro de ella, sino saber cohabitar y adaptarse a un conjunto de conceptos
(relaciones, cosmología, producción, etc.) en tanto, el medio geográfico ha ejercido real y
profunda influencia sobre las sociedades humanas, y debemos agradecer a los modernos
geógrafos históricos haberlo subrayado:
“Las crecientes del [rio], reproducidas a intervalos regulares, no sólo permitieron al [estado
inca] alimentar a una numerosa población; también obligaron a crear una firme organización
centralizada, la cual permitió a dicha población aprovechar el poder fertilizador de las aguas
del río. Esa misma situación promovió la observación precisa de las estaciones, una de
cuyas consecuencias fue la invención del calendario que utilizamos y el descubrimiento de
elementos geométricos y astronómicos fundamentales, desarrollados por los [incas] y por
los hombres de ciencia posteriores” (Childe, 1925, pp. 67-68).
Aun no logramos entender del todo completo los conceptos abstractos cognitivos del
hombre andino sobre su medio circundante, no solo es la bipartición o cuatripartición, las
constelaciones, los ceques (líneas imaginarias), etc.; sino va mucho más allá, la organización
espacial en realidad aún carece del entendimiento profundo, existe interrogantes como ¿Porque
están tomando esta fracción reducido de terreno para asentarse, cuando existe terrenos más
amplios? ¿Acaso es solo por la orientación de los astros y los caminos? Considero que se debe
analizar a profundidad la organización espacial de modo concomitantemente con los conceptos
de los bienes físicos y las ideologías (abstractos).
Cabe traer a colación el argumento de Steward (1955) cuando manifiesta que, los seres
humanos no reaccionan a la trama de la vida solamente mediante su constitución orgánica
dirigida genéticamente. La cultura, más que potencial genético para la adaptación, ajuste y
sobrevivencia, explica la naturaleza de las sociedades humanas. Más aún, la trama de la vida de
cualquier sociedad humana local puede extenderse mucho más allá que el medio físico inmediato
y del conjunto biológico. En los estados, naciones e imperios, la naturaleza de un grupo local
está determinada en mucho mayor medida por estas instituciones mayores, que por sus
adaptaciones locales. Si la naturaleza de las comunidades humanas es el objeto del análisis,
entonces las explicaciones se encontrarán utilizando conceptos y métodos culturales e históricos,
y no los conceptos biológicos.
26
OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte
Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”.
Figura 3: Vista del tramo del Contisuyo, ubicado al suroeste de Incahuasi (foto: Google Earth).
Según Suel (2008) indica que, un territorio dividido y regulado por normas se denomina
ordenamiento territorial (p. 09), evidentemente durante el Horizonte Tardío (1470 DC - 1532 DC)
se ha perfeccionado el ordenamiento territorial, en primer lugar se planificó la vía del Qhapaq
Ñan, una red vial que controló, integró y selló la hegemonía Inca, posteriormente se construyeron
centros de avanzada, luego centros administrativos en ciertos segmentos de la longitud del
camino, estos centros cumplieron funciones administrativas, ceremoniales, etc. Asimismo están
los chasquihuasis, lugares de descanso para los mensajeros que trasladan las misivas en nudos
de hilo (quipus), del mismo modo, fijaron las huacas principales en cada terreno conquistado
como es el caso de Sara Sara. Cada componente antes mencionado estaba bajo control político,
económico, social y religioso por personas encargadas en la administración de bienes del imperio
Inca, con el objetivo de llevar a cabo una adecuada organización territorial imperial. Cardona
(2018) informa sobre los Incas de Parinacochas, según Guamán Cagia, curaca de los aymaraes,
señaló en la Visita de Atico y Caravelí (1549) que: “…. ellos cuidaban los ganados del Inca en
Parinacochas y que [por ello] le daban carne seca (charqui), ropa de cumbe de lana y de plumas,
27
ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 21-44 / ISSN: 2221-7819
mates, ojotas, maíz y ají; también le enviaban mujeres (indias) cuando las solicitaba” (Galdós,
1977, p. 79; Cardona, 2018, p. 161).
Según Bingham (1922) en referencia al sitio arqueológico Incahuasi menciona que están
visitadas solo durante la tercera semana de agosto (es posible que se refiere a la feria
internacional llevado a cabo ese mes del año), en el momento de la feria anual. En la plaza ahora
desierta había muchas piedras bajas de rectángulos parcialmente cubiertos con adobe y listos
para ser convertidos en casetas. La plaza estaba rodeada de largas construcciones con techo
de paja de adobe y piedra, en su mayoría de toscos sillares. Unos pocos sillares mostraban
signos de haber sido cuidadosamente revestidos por antiguos canteros. Algunos sillares sueltos
pesaban media tonelada y habían desconcertado los intentos de los constructores modernos. Al
construir la gran iglesia, se aprovechó un hermoso muro de sillares ceñidos. Incahuasi fue bien
nombrado. Hubo una vez aquí una casa Inca, posiblemente un templo; los lagos eran una vez
objeto de culto, o casa de reposo, construida para permitir a los jefes y recaudadores de
impuestos para viajar cómodamente sobre los vastos dominios de los incas” (Bingham, 1922, p.
33; Quichua, 2016, p. 10).
Según Vivanco (2019) menciona que la presencia Inka en esta zona andina, fue
administrado por el inca Pachakutiq quien incorporó a formar parte de la provincia de Kuntisuyo.
El wamani Incahuasi de Parinacochas ha sido considerada por los inkas, como una zona
productora de maíz y lana, por lo que se transformó la infraestructura agrícola: andenes, canales
y reservorios; asimismo, los corrales para el pastoreo de camélidos (p. 279). El territorio de los
Pariguanacochas y Layramarcas, es considerablemente extenso y compuesto por diversos pisos
ecológicos, los terrenos altoandinos han sido propicios para la crianza de camélidos, mientras
tanto los terreno pertenecientes al piso ecológico quechua fueron aprovechados para producción
del maíz, por lo que el Inca Garcilaso de la Vega haciendo referencia del viaje del Inka Mayta
Cápac a Parinacochas señala: “Este Inca, después de realizar importantes conquistas ordenó se
prepare un ejército que se encaminaría a la región del Kontisuyu, fue así que entró a esta región
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OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte
Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”.
de Pariguanacochas, con el cual nombran aquella provincia, que es grande, fértil, hermosa y
tiene mucho oro; y los españoles, le llaman Parinacochas”.
Al ser un espacio internodal en el segmento de la red vial inca (Qhapaq Ñan del Contisuyo)
ha sido considerado un centro administrativo de alcanse fundamental para el imperio Inca,
además, no solo está ejerciendo la administración económica, sino también dirigiendo las
ceremonias sobre la huaca principal Sara Sara. Polo de Ondegardo (1571), en su crónica
“Religión y gobierno de los Inkas” argumenta lo siguiente: “Del templo del Sol salían como de
cuatro, ciertas líneas que los indios llamaban ceques, o hacíase cuatro partes conforme a los
cuatro caminos reales que salían del Cusco…”. Este camino al mar fue el más importante del
Tawantinsuyu, esto se refiere a la ruta del pescado.
Asimismo, Antonio Raimondi visitó Parinacochas en 1863 y da cuenta del Qapaq Ñan del
Kontisuyu: “Existen restos de un camino antiguo de 150 pies de ancho entre piedras y cascajo
con dirección al mar…”; también se refiere a la ruta del pescado que corre con dirección hacia
Puerto Inca en Atiquipa (Arequipa), comarca donde se pudo evidenciar colcas que fueron
utilizados como almacenar pescado para posteriormente ser enviado hacia Incahuasi y Cusco,
respectivamente.
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 21-44 / ISSN: 2221-7819
En su unidad de origen y creencia, la montaña de Sara Sara fue considerada la huaca más
importante a una altura de 5 705 msnm (Fowler 1924: 224.) y se distinguía por representar lo
femenino (Monografía de la provincia de Parinacochas, 1951, p. 340; Quichua, 2016, p. 5).
Coincidimos con las fuentes orales que indican que Sara Sara es una mujer joven apuesta que
en reiteradas ocasiones habría encantado a los viajeros que transitaban por la margen derecha
del aquel volcán (Pullo – Maran); asimismo según las mismas tradiciones orales, argumentan
que por la simpatía de Sara Sara hubo un conflicto entre Achatayhua y Anchakata, dos apus
(masculinos): el primero fue herido y por consiguiente perdería a la joven Sara. Asimismo,
Cardona (2018) hace mención sobre Sarasara, una huaca considerada femenina que gozaba de
propicia reputación, llegando a tener destacados a su servicio 2000 mitimaes, algunos
identificados como chinchaysuyus y 200 ovejas hembras con sus respectivos padrillos (Julien,
1998, p. 506). Además, esta huaca u oráculo tuvo alcances importantes dado que poseía
ganados y personal al servicio.
Por otro lado, la meseta de Parinacochas al parecer estuvo administrado directamente por
el inca (Cardona, 2018, p. 162), Túpac Inca Yupanqui que era hijo de Pachacutec, contaba con
terrenos localizados en el extremo este del Chinchaysuyu, en la provincia de Parinacochas, los
mismos que al momento de la visita era administrado por uno de sus biznietos (Julien, 1998, p.
506); además, este Inca sería quien determinó los reasentamientos y las delimitaciones
territoriales a través de amojonamientos. Parinacochas, en cambio, formó parte de las haciendas
reales en manos de la panaca de Túpac Inca Yupanqui y estuvo, por lo tanto, bajo una directa
administración desde el Cusco.
La kallanca de forma rectangular con eje longitudinal de este a oeste posee dimensiones
de 40 m por 8 m, está ubicada en el primer sector, posee accesos orientados hacia la plaza
principal, así como al volcán Sara Sara. Gasparine y Margollies (1977) en relación a las kallankas
indican que, se trataría de un gran galpón de planta rectangular muy alargada con techos de dos
aguas sostenido por series de pilares hincados a lo largo del eje longitudinal. Uno de los lados
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OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte
Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”.
más largos, con varios vanos, da siempre sobre la plaza principal (p. 204). Asimismo, algunos
cronistas proporcionan una información muy importante, cuando señalan que en cada uno de
estos palacios, templos y edificaciones principales estaban dotados en sus frentes que daban a
la plaza de amplios ‘galpones’ que conocemos como kallanka. De modo que estas edificaciones
de planta rectangular alargada, no sólo definían el perímetro de la plaza Inka del Cusco, sino que
cada una de estas kallankas aparentemente constituía una gran área techada que servía de zona
de recepción previa al ingreso a sus respectivos complejos, como también pudieron servir de
espacio de representación pública en determinados eventos y celebraciones (Gasparini y
Margolies; 1977, pp. 46-72, 206-208; Hyslop, 1990; 40-44).
Por la ruta del pescado llegaba a Incahuasi los pescados frescos y luego continuarían su
trayecto hacia Cusco, según Cardona (2018) refiriéndose a la velocidad con la cual podían
desplazarse algunos productos e importantes noticias requeridas por la cúpula del Estado Inca,
Murúa anotó:
“Cuando el Ynga quería comer pescado fresco de la mar, con haber setenta u ochenta
leguas desde la costa al Cuzco, donde él residió, se lo traían vivo y buyendo, que cierto
parece cosa increíble en trecho y distancia tan larga, y en caminos tan ásperos y fragosos,
porque lo corrían a pie y no a caballo, pues nunca los tuvieron hasta que los españoles
entraron en esta tierra” (Murúa, 2001[1612], p. 350; Cardona, 2018, p. 157).
Antonio Vásquez de Espinosa reportó en 1623 que en la costa de Chala “[…] ay algunos
indios pescadores [donde pescan mucho pescado regalado para toda la comarca y para la tierra
adentro] ay buenas lisas y pegesrreyes, y otros” (citado en Julien 1998: 503; Cardona 2018),
prosigue señalando que al sur de Atico había lobos marinos y un pueblo de pescadores que
capturaba mucho pescado que luego de salarlo era llevado a la sierra” (Cardona, 2018, p. 159).
CENTRO ADMINISTRATIVO
Los centros administrativos incas fueron espacios de carácter estratégico, construidos cada
cierta distancia y ubicados a la vera de la red vial Inca, estos van obedeciendo ciertos objetivos,
como: control de producción local, vigilancia y cumplimento de mano de obra, control y sanción
sobre levantamientos o rebeliones, etc. Estos cánones fueron encargados para su cumplimento
al jefe local por el inca. Incahuasi es uno de los centros administrativos de segundo orden ubicado
en el tramo del Contisuyo evidentemente estuvo a la expectativa del normal desarrollo del poder
(gobierno) socio-económico, religioso y militar del estado imperial. Cardona (2018) menciona
que, el escenario de valles y quebradas que forma este abanico que descienden desde
Parinacochas hacia el litoral de Caravelí, en Chala y Atiquipa, va exponiendo simultáneamente
una serie de rutas empleadas prehispánica e históricamente para conectar las poblaciones y
cacicazgos que ocupaban la costa, la meseta y valles de Parinacochas, así como los productivos
valles de Cotabambas en Apurímac, rutas que debe entenderse en el marco de un complejo
sistema político y administrativo que incluía el santuario de Incahuasi, Sarasara y la laguna de
Parinacochas (p. 167).
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 21-44 / ISSN: 2221-7819
Según Santillana (2020, p. 18) indica que el Estado Inca, se sabe, estructuró una eficiente
administración acorde con la múltiple y compleja configuración política y social del
Tahuantinsuyu. Su propósito fue manejar información, acceder a recursos humanos y bienes y
tener control de las deidades regionales. Este diseño político se materializó en el sistema
administrativo que articuló los diversos territorios y provincias del Tawantinsuyu, configurando la
red de centros administrativos encabezado por el Cuzco capital: “…. permitían la centralización
de una serie de operaciones administrativas, ceremoniales y económicas que eran esenciales
para asegurar la base política, militar y económica sobre la que se sustentaba el Estado” (Ibid,
2020, pp. 23,24). Los caminos son vías de comunicación entre dos o más puntos, fueron
construidos para unir poblaciones con áreas donde se tuviera intereses diversos, tales como
mantener y reforzar lazos políticos, administrativo-económicos, para trazar rutas de intercambio
y para articular espacios rituales y sagrados. La jerarquía de los caminos se encuentra
relacionada con características tales como su longitud, el periodo cultural en que fueron
construidos y utilizados, el espacio geográfico en donde fueron hechos, y, principalmente, hacia
dónde nos conducen.
Se requería una burocracia administrativa que mediara entre las comunidades locales y
estatales. Siempre que fue posible se empleó las estructuras burocráticas y a los líderes étnicos
locales. Pero cuando estas no existían, o en casos de lucha y conflicto, fue necesario crear
nuevas estructuras. Se necesitó, también, un bien planeado sistema logístico y de
comunicaciones. Sin estos hubiera sido difícil afianzar conquistas distantes e incluso los
comienzos de una real consolidación (Morris, 2020, p. 53). Los centros administrativos fueron
construidos a una distancia de 4 o 5 días de camino el uno del otro, al final de cada día había
una estación de paso y al final de cada 4 o 5 días, una ciudad (Ibid, p. 96).
Los grupos Pariguancochas y Layramarcas (Julio C. Tello 1940) son grupos étnicos que
estarían integrando a la macro étnica de los Rukanas perteneciente al Periodo Intermedio Tardío
(1100 d.C. – 1470 d.C.), en las prospecciones realizadas se ha evidenciado una cantidad
considerable de instrumentos bélicos fragmentados dispersos en la superficie exactamente en la
parte noroeste de la laguna de Parinacochas, correlato suficiente que indica un conflicto y
resistencia por parte de estos grupos al embate del imperio Inca. Asimismo, se evidencia sitios
arqueológicos ubicados en la cima de los cerros como es el caso de Layramarca de Sacsara -
Pullo, sin embargo, Quichua argumenta que los poblados de carácter defensivo [que están]
asentados en las partes altas de los cerros y en las zonas bajas sin mayores evidencias bélicas,
indican que el Periodo Intermedio Tardío (900-1438 d.C.) no fue exclusivamente un periodo de
constantes guerras como explican las investigaciones arqueológicas en el centro y norte de
Ayacucho (González, 1992, p. 42; Quichua, 2016, p. 7). Consideramos hasta cierto punto valido,
cabe precisar que nuestra disciplina trabaja directamente con artefactos concretos, sin tomar
informaciones solo de carácter etnohistórico, por lo tanto, inferimos que la construcción de
Incahuasi sería resultado del antagonismo entre los grupos locales y el estado Inca (Cardona,
2018), en tanto que no existiera la autoridad local encomendada, los incas imponían la suya,
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OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte
Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”.
ESPACIO DE INTERCAMBIO
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Las hipótesis que orientaron esta investigación proceden de las ideas de Polanyi (1957) y
Murra (1956 y 1962b), quienes sostienen que una de las funciones de los grandes centros
administrativos era la redistribución de una amplia variedad de bienes a través de diversos
«pisos», tanto ecológicos como culturales. El postulado es que el complejo de los depósitos
servía en gran medida como el «centro» de una red de redistribución y, por tanto, que los
asentamientos en que estaban ubicados funcionaban como centros redistributivos de
intercambio, análogos a los centros mercantiles que se encuentran en otros contextos.
REDISTRIBUCIÓN DE EXCEDENTES
Es importante la argumentación de Earls (1976) que los Incas enfocaban sus esfuerzos
administrativos en el cultivo del maíz y dejaban la regulación de los tubérculos a las
organizaciones tradicionales locales, por lo que cabría concluir que se daban cuenta de las
limitaciones del Estado para el mantenimiento del equilibrio económico ante el impacto de
circunstancias extraordinarias y no predecibles. La organización político-económica inca
consistía entonces de dos niveles de control. El primero, basado en el maíz, mantenía el equilibrio
del sistema político frente a las perturbaciones no controlables, dentro de los límites permisibles,
mediante estos mecanismos calendáricos y tecnológicos que organizaban la redistribución
eficiente de la plusvalía. Un segundo nivel de control basado en la autonomía de los grupos
locales sobre la regulación del cultivo de tubérculos y la redistribución de su plusvalía local.
En caso de calamidad u otra perturbación exterior al sistema, que sobrepasara los límites
de organización de la plusvalía, tal el caso de una sequía general que durara muchos años, o
una invasión militar que afectara los propios mecanismos administrativos -como lo hicieron los
españoles- al punto que el primer sistema cayera en un desequilibrio irreparable, el segundo
quedaría para salvaguardar la supervivencia de, por lo menos, algunas de las unidades
etnopolíticas locales. Incahuasi a igual que los otros centros administrativo ha cumplido entre
muchas, la función de recaudar el tributo de las poblaciones locales (Layramarcas y
pariguanacochas). Cabe precisar que los maíces más preciados por el inca estaba en el valle de
Pararca, según fuentes orales estos maíces eran trasladados hasta el Cusco y consumido
especialmente por los incas de la elite, quizá por este aprecio a este producto tan elemental en
el mundo andino se haya denominado a esta huaca importante de Sara Sara (maíz - maíz). El
resto de la producción habría sido acopiada desde los valles de Sacsara, Tonco, Cora Cora,
igualmente fueron recaudados desde las partes altoandinas, productos como; lanares, charqui,
chuño y entre otros productos. Dato importante es que, estamos evidenciando en Incahuasi, una
Qollqa de forma rectangular con pequeñas subdivisiones, esta qollqa está ubicada a 300 m en
el lado noroeste de Incahuasi.
CENTRO CEREMONIAL
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OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte
Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”.
realizaba la gran fiesta al maíz (Sara Aymoray Raymi) el furor de esta fiesta se presenciaba en
el mes de mayo, justo en la temporada de la cosecha de este producto especial. La orientación
que domina Incahuasi es fenomenal dado que desde la plaza central se puede entrelazar o
concatenar varios puntos de carácter ceremonial que posteriormente intentaremos desarrollar en
las siguientes páginas.
INCAHUASI DE CAHUACHO
Figura 5: Vista en detalle del acceso trapezoidal del Incahuasi de Cahuacho, con una orientación
de Sur a Norte. En la imagen se aprecia al fondo la laguna de Parinacochas, una huaca que expone
un conjunto de amarus.
Lorenzo Huertas (2008) citando a Cristóbal de Albornoz (1984) refiere que el Inca Tupa
Yupanqui reedificó y amplió los santuarios del Titicaca y del nevado Sarasara (p. 257). Algunos
distantes del Cuzco como la huaca constituida por el nevado del Sara Sara: adoratorio activo
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 21-44 / ISSN: 2221-7819
hasta hoy, del excepcional maíz de las macroetnias Rukana, Cabana y Andamarca (Zumaeta,
2020, p. 31). Según Zuidema (2020) en Albornoz se hace referencia a la huaca Sara Sara qu se
sorprende y ubica una breve lista que cierra una observación —la que despertó su interés por
ella—sobre la huaca Sarasara, en la provincia de Parinacochas. Dice así (1989: p. 194):
“De Parinacocha [adoraban a] Sarasara. Y de todas las provincias tomaron la [huaca] mas
principal e de quien tenian los naturales notiscia, que las traían al Cuzco, e que hablavan
por sus meses, cuando hazian sus fiestas los yngas, como esta dicho. Esta notiscia
alcanzaron en Quito y en toda la tierra”.
Figura 4: Vista desde el lado noroeste el volcán de Sara Sara, huaca importante durante el imperio
inca.
Antes (1989: 182) ya había prestado atención a esta huaca y a otra mencionada a
continuacion, como sigue: “Sarasara es un cerro nevado y en el una piedra del dicho nombre.
Topa Ynga Yupanqui. Era una piedra en figura del dicho ynga, que fue el que gano a el Sol la
dicha provincia, como esta referido. Tenian en mucha veneracion este bulto, y con muchas
haciendas”.
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OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte
Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”.
Las huacas, nos dice Albornoz, “hablaban por sus meses” y tenían “sus fiestas”; el contexto
revela la intención de sus palabras: cada huaca hablaba en el Cuzco en su propio mes y en su
propia fiesta. Sarasara, la piedra, y otras rocas como ella, habían sido llevadas al Cuzco y muy
probablemente colocadas cerca de la ciudad, en la dirección de su provincia, tal como lo
explicase Polo. Johan Reihnad (1996) ubica una Capacocha en la cima del volcán Sara Sara y
denominado Sarita.
En base a los datos ubicados no cabe duda que este apu ha sido uno de los oráculos muy
venerados (Curátola, 2016), dicho apu se localiza adyacente al camino real de Qhapaq Ñan que
va en orientación de este a oeste (Cusco - Puerto Inca). Además, debemos añadir que,
últimamente hemos descubierto una estructura rectangular de aproximadamente 50 m de largo
por 12 m de ancho en la cima, es posible que en este espacio se haya desarrollado algún evento
ceremonial de tamaña trascendencia, llevado a cabo por un oficiante de esta huaca.
PUQUIO ATAMARCA
Este importante manantial se ubica al pie y lado NO del volcán Sara Sara, en 1992 y 1993
hubo una sequía en toda la zona sur de Ayacucho, a consecuencia de este fenómeno catastrófico
se secó la laguna de Parinacochas (brotaron sales), las gentes empezaron a transitar de un lado
para otro, obviamente existía pantanales en algunas partes. A finales de 1993 viajamos de un
poblado llamado Osqollo – Puyusqa, en ese tramo pudimos evidenciar este famoso puquial, muy
venerado por la gente local, observamos a una distancia de 50 m, que manaba una gran cantidad
de agua la cual discurría hacia la laguna. Lo sorprendente es que este puquio estaba circundado
(protegido) por una estructura rectangular, obviamente en mal estado de conservación por el
paso del tiempo y la afectación por las sales que contiene esta laguna. Bajo esta evidencia
asumimos que este puquial es una huaca, por esta razón estarían preservando con este tipo de
construcciones, las piedras utilizadas para el recinto son de tipo caliza, que naturalmente no se
encuentra por ese sector, debieron trasladar desde una cantera que está ubicada a 700 m.
Actualmente esta huaca se encuentra sumergida bajo el agua de la laguna antes mencionada,
posteriormente en otros trabajos estaremos documentando mayores datos.
Existen fuentes orales sobre la importancia que le dan a este producto tan apreciado
durante el imperio inca, en la zona de Quilcata aún pervive algunas informaciones básicas y
también canciones en alusión al sara (maíz), aquí debo dejar la información recopilada por el Sr.
Franklin Merino C. (2021):
“Sara Aymuray Raymi En los actuales centros poblados y distritos de las provincias de
Parinacochas y Paucar del Sarasara de la Región Ayacucho, existen relatos antiguos
contados oralmente de padres a hijos. Entre ellos, existe una llamada “Sara Aymoray
Raymi”, expresión Quechua o Runa Simi que significa “Fiesta de cosecha de maíz”. Los
párrafos siguientes son algunos retazos de esos relatos orales en Quechua sobre la citada
fiesta. SARASARA HUACCAPA HATUN MITAN HATUN MINKAN HATUN AYNIN HATUN
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 21-44 / ISSN: 2221-7819
HAYLLIN HATUN QASWAN HATUN HARAWIN SARA KALCHAY SARA ARKUY SARA
TIPIY SARA ASTAY SARA ISKUY SARA MUJUY SARA KUTAY SARA AQAY SARA
PIRWAY Mamasara, Hatun Warmi Sara Kausay Wachag (Grandiosa madre progenitora de
semientes de maíz). Era una mujer fértil, fecunda, diligente, amorosa que moraba en las
entrañas del nevado Sarasara, y a quien le atribuían la abundancia de maíz de los pata
pata (Andenes). Razón por la cual, los incas y Hatun Runa (sembradores incas) convirtieron
en su Huacca, lugar sagrado para sus rituales, ofrendas y fiesta. Por gratitud a esta
divinidad convirtieron el proceso de producción de maíz en actos sagrados, creando la Gran
Fiesta de Cosecha de Maíz o Sara Aymoray Raymi. ¿Cómo era la fiesta Sara Aymoray
Raymi? “Era una fiesta colectiva de cosecha de maíz que el Inca y los Hatun Runa
realizaban en las tierras del Inti, Inca y Hatun Runa, en cada ayllu de la región Sarasara
poniendo en ejecución su Minka, Ayni y Mita; seguida de actos sagrados llamados Sara
Kalchay, Sara Arkuy, Sara Tipiy, Sara Astay, Sara Iskuy, Sara Mujuy, Sara Kutay, Sara
Aqay y Sara Pirway; con ceremonias rituales en Inkawasi, Quilcata y Incapatiyanan
(adoratorio en las cumbres del nevado Sarasara); todo ello, en medio de cantos de Haylli,
Qaswa, música y danzas, por gratitud a Mamasara” Se emplea la expresión “región
Sarasara” para referirnos a los actuales centros poblados y distritos que integran las
provincias de Parinacochas y Paucar del Sarasara. La fiesta habría sido una de las
celebraciones agraria más importante del Contisuyo, por su sacralidad y fama que se
realizaba en la Pampa de Incahuasi a orillas de la laguna de Parinacochas. Cuentan que
muchas delegaciones de ayllus peregrinaban al Sarasara para participar de la fiesta.
AYUNO El hijo del Sol habiendo llegado a Inkahuasi iniciaba su ayuno. Comía con
sacralidad solamente Sara Aco Sanco (Harina de maíz revuelto con Llama Wira o cebo de
llama). INTI MUCHAY. El día indicado, el Inca con su ejército, sacerdotes, naciones
visitantes se reunían en la pampa de Inkawasi para recibir al padre Sol. Era la ceremonia
de adoración que llamaban Inti Muchay (Besar al Sol). Para lo cual, desde el alba esperaban
la salida del Sol por una de las cumbres del volcán nevado Sarasara. La salida del Sol era
sagrada, por ello, las Intip Akllan (Las escogidas del Sol) al ver los primeros rayos Ratay
(Trepar) las cumbres del Sarasara, entonaban Harawikunata, mientras los participantes se
mantenían acuclillados Umanta Kumuspa (Con la cabeza doblada) a medida que los rayos
bajaban bañando los cerros y llegaba a Inkawasi, los congregados estallaban en coro de
Haylikuna. Luego el Inca se dirigía a un altar de piedra que existía en el patio del recinto de
Inkahuasi, donde alzando un kero de oro salpicaba con sus dedos chicha y hacia beber a
su padre la sagrada Sara Aqa (Chicha de maíz), acto que era acompañado plegarias,
cantos de Harahui y Haylli ejecutado por su ejército, sembradores y cantoras escogidas.
Ciertamente, quien experimente ver la salida del sol desde el recinto de Inkawasi, podrá
confirmar que es un gran espectáculo, parece que el astro saliera de las entrañas mismas
del nevado. ¿Qué habría sentido la población incaica participante de la fiesta ver al padre
Sol salir del nevado?
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OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte
Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”.
entonces el lugar con el nombre de Pullusqa, y sus cargadores decían Inka kuyuskaptin. Es
posible que el origen del nombre del actual distrito de Pullusqa con su capital Incuyo sea la
historia mencionada. Continuando el camino pasaba por los ayllus de Lacaya, Chacaraya
y llegaba a Pararca (Hoy Distrito de Pararca). El Inca en horas de la mañana cruzaba el rio
de Pararca a través de una hermosa Chaca (Puente) hecho con Huascakuna (Sogas) de
diverso grosor hechos con pelambres de alpacas y llamas y otras de Llaqa (Maguey seco)
que se obtenía de una planta llamado Chuchau (Maguey), estas sogas eran sujetadas de
mamposterías de piedra que tenía el puente en cada lado. Estas sogas eran hechas por los
Ayllus de Aulla y Pararca quienes tenían la responsabilidad de su funcionamiento y
conservación. Hoy en su lugar se ha reemplazado con un puente moderno de arena y
cemento, construido por un ingeniero enamorado de una linda Puchqo Manzana (Gentilicio
de bellas mujeres Pararqueñas). Esta Chaca (Puente) incaica era parte del camino Inca
que recorre abismos profundos del Contisuyo. Los caminos están aún allí. Cruzando el
puente se llega a Killa Killa, lugar muy empinado donde cierta vez el Inca Tupac Yupanqui,
cayo de su Apana (Litera) quien molesto ordeno a su ejército hacer tajos en el camino de
buen ancho Ñanta Mulluchispa (Haciendo curvas en el camino) así lo hicieron y llegaron al
ayllu de Quilcata. Killa, Killa, es el nombre dado a esta parte del camino, debido a que a
partir de este lugar las Killap Akllankuna (Las escogidas de la Luna) se ubicaban en lomadas
al borde del camino, desde donde ejecutaban cantos de Harawis al paso del Inka y sequito.
Para esta ocasión el camino estaba adornado con Qantu Waytakuna hasta el mismo
nevado. Continuando la subida el Inca llegaba al Ayllu de Quilcata, descansaba en la
vivienda de los Quilqa runa hombres dedicados a cultos propiciatorios y predicciones del
tiempo. Estos hombres vivían en el barrio de Wayllas junto a un pequeño cerro llamado
Quilcata Orqo, los Quilcateños actuales le dicen maqueta de Sarasara, por tener una
configuración parecida al Nevado. Quilcata era un ayllu pequeño, rodeado de grandes
andenes, con una pampa ceremonial de 20 mil m2 aproximadamente, a esta pampa llegaba
el Camino Inca, totalmente empedrado desde Pararca. Igualmente, de esta pampa salían
caminos secundarios que unían las Tierras del Sol, del Inti y Hatun Runa. En la actualidad
la pampa ceremonial se convirtió en la plaza de armas del distrito de Quilcata y en la parte
donde había un Usno para rituales orientado hacia el Sarasara, lo reemplaza la iglesia
católica dando espaldas al Sarasara. En un extremo de esta pampa aún existe una fuente
de aguas surgentes llamado Pagcha, que continua entregando agua proveniente del cerro
Allqani (Guerrero mitológico petrificado guardián de Quilcata). Las aguas son consideradas
regalo de este guerrero, para calmar la sed del Inka y ejercito. El ayllu de Quilcata estaba
conformado por dos barrios llamado Wayllas y Qilana. Wayllas es el barrio masculino y
Qilana el femenino, ambos barrios eran complementarios. En la actualidad bailando
Huayllacha continúan repitiendo el estribillo “Wayllas/Gilanan, Wayllas/Gilanan,
Wayllas/Gilanan”. Todo quilcateño sabe estribillo. Existió en el ayllu de Quilcata mujeres
creativas llamadas Auaq acllakuna (Tejedoras escogidas), quienes empleando el Telar de
Cintura diseñan e inventan la Apascha. De ellas dice la tradición oral, que habitaron Hilana
Akllawasi (Casa de tejedoras escogidas). Actualmente el recinto existe en estado ruinoso.
TINKAY o LIBACION El Inka y Sacerdotes de Quilcata se dirigían al cerro Pillullu Orqo,
ubicado en el sector de Wampu, cerro construido intencionalmente con la forma de un seno
y se cree que es de Mamasara, ciertamente tiene la forma anatómica del seno de mujer. El
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cerro en su parte central tiene un agujero como del pezón de la mujer. En ese agujero el
Inca desde un Kero de oro vertía Chuya Aqa o esencia de la chicha de maíz, igualmente
vertían la sangre del roedor silvestre llamado Chumpullo. Acto que involucraba mucha
sacralidad. QOMPUY ENCIENSAMIENTO El Inka, con sus sacerdotes y Akllas al alba
salían de Quilcata y se dirigían a Purkututu, lugar sacro considerado como el aparato
reproductor femenino de Saramama. En ese lugar reverente realizaba su ritual llamado
“Qompuy” en agradecimiento por la abundante agua que recibía por ese puquio. Para ello,
los sembradores reunían y formaban en los andenes aledaños a las agua surgentes
decenas de montículos de Qombrusta ( ), leña de Qeñua, Pagpa ( ), Taya y Tantar Kichka.
Luego le prendían fuego echándole hojas de Coca Quinto, Llama Wira. El Qosni (Humo)
invadía las faldas del Sarasara, como para limpiarle o defender de Layqakunamanta
(Hechiceros malos), y que no se enferme su madre. Tambien el Inka, levantando su Kero
de oro salpicaba gotas de Aqa (Chicha de Maíz) a los Apus (Ispiritus) de Allqani, Illaqaqa,
Puca Puca, en agradecimiento por acompañar y cuidar a su madre, de igual forma vertía
abundante chicha en las aguas surgentes y andenes agradeciendo a Mamasara por la
abundancia de esas aguas. SARA MAMALLAY PURKUTUTU YAKUCHAYKITA AMA
CHAKICHIYCHU SARA MUJUCHAYTARAJ MISKI YAKUCHAYKIWAN
CHICCHIRIMUCHUN GINA MAMALLAY ISPAYLLA ISPARIMUMUY PORKUTUTU
YAKUCHAYKITA KAUSARIKUNAYPAJ CHAYMI KAYRACHAYKIPAS YAKUCHAYKI
RAYKU SAPA TUTA TAKIPAYASUNKI CHAYNAM AYLLULLAYPAS TAKIPALLASUNKI
TUSUPALLASUNKI YAKUCHAYKI RAYKU MANA KAPTINQA AYLLUNTINCHA
ÑAKARIYMAN WAÑUYCHA APAWANMAN INKAP TIYANANPI ORACION Era un ritual de
ofrenda que realizaba el Inka de manera personalísimo asistido por su sacerdote, en Inkap
Tiyanan (Adoratorio Inca), ubicado en una de las cumbres del nevado Sarasara. Llegaba a
este santuario subiendo por el camino de Chacamarca, Puka rumi, Wankarama. En este
adoratorio realizaba la adoración personal a su madre Saramama, agradeciendo por todas
las subsistencias recibidas, y por haberle regalado agua sin la cual no podrían los Ayllus
sobrevivir. Enseguida, reverente ofrendaba los mejores productos de cosecha, hojas de
coca, Mullu, Chegchi Sara, chicha, puyñu, llama Wira, Apascha, Illa Rumi, ídolos de
camélidos que eran enterrados por los contornos del adoratorio. De la misma manera,
sacrifican Chumpullu cuya sangre en un Puyño (Cantaro) llevaban a un Machay (Cueva)
localizado en el mismo nevado para que Saramama pueda beberla, también entregaban
Conopas (Ídolos de animales hecha en piedra y madera). El Inca en este santuario solía
quedarse muchos días conversando con su madre. INICIO DE LA GRAN COSECHA DE
MAIZ El Inka bajando del nevado Sarasara a Quilcata, comunicaba a los representantes de
los Ayllukuna de la región Sarasara, el consentimiento de Mamasara para iniciar la cosecha
de maíz o Sara Aymoray Raymi. Correspondiendo al mes de Mayo actual. Igualmente,
ordenaba el Sara Kuskiy o la búsqueda de Illa Sara o Kuti Sara, que consistía en la
ubicación de choclos que tengan los dientes en formación circular o dos choclos unidos,
particularidades que era considerada como una bendición, razón por lo cual Hatun
runakuna (Los sembradores incas) afanosos procuraban encontrar mazorcas con esas
características. MINKA, AYNI Y MITA. Durante la cosecha de maíz la Minka, el Ayni y la
Mita, se mostraba vigorosa, potente, llegando a su mayor sacralidad en medio de las
expresiones de sus ritos, cantos, música y danza. KAYQA MAMAY AYLLUYPA HATUN
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OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte
Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”.
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alrededor de los montículos de los granos, luego empleando sus manos escogían los
mejores granos de maíz exclusivamente para semilla, como haciendo un control de calidad
riguroso considerando su color, salubridad, tamaño. Estos granos eran depositados en las
Pirwas que tenía cada ayllu del Sarasara. Todo este acto era acompañado de Harawikuna
ejecutadas por cantoras vírgenes. SARA KUTAY. Consistía en moler los granos de maíz
con un Tunau (Batan) sobre un Maray (Plataforma plana de piedra). Me dicen en esta fiesta
se producían abundante Sara Aco (harina de maiz) producto de Tagsa Sara, o Chusu Sara
con las cuales hacían Sanco un alimento especial para los días de fiesta. SARA AQAY
Consistía en llevar a unas chicherías ubicados cerca al palacio de Incahuasi, los granos de
maíz considerados Peqa, donde un grupo de mujeres Maraypi Peqa Sarata Kutaspa
(Moliendo el maiz hongueado) y otros procesos preparaban grandes cantidades de chicha.
Todos los participantes bebían la chicha para sentir sanación, vitalidad y salud. Asímismo,
de los mejores granos hacían Asua (Chicha fresca) muy sabrosas para que tome el Inka y
sequito. Las chichas eran de buen sabor y de óptima calidad. SARA PIRWAY. Consistía en
almacenar maíz perteneciente al Inca y del Sol, en las Collcas (Depósitos) de cada Ayllu.
Otra parte lo almacenaban en Collcas que había en los caminos. Otras se enviaban a los
depósitos del cuzco. Los Hatun Runa almacenaban su maíz en las Pirwas de su vivienda,
hechas de maguey y otros vegetales. La Collca estaba aromado con hierbas especiales,
para alejar roedores y alimañas. Durante la madrugada las Akllas hacían rituales a las
Cabrillas invocando protección para las Colqas, hasta la nueva temporada de siembra. LA
MITA INCAICA. Desde Puerto Inca ubicado en el centro poblado de Atiquipa próximo al
puerto de Chala – Arequipa, llegaban a Inkawasi los Mitayoc (Trabajador dedicado a la
Mita), con cientos de llamas cargando Qocha Yuyu (Duvillaea antárctica), producto
comestible, muy nutritivo, que luego de un proceso de secado se comía en esta fiesta. Esta
población que cumplía la Mita estaba especializaba en la recolección de algas marinas. Su
permanencia en esta caleta era por temporadas, para dar paso a otras poblaciones para
que recojan el alga. Dicen que toda la población de los Ayllus del Tawantinsuyo tenía como
dieta el Qocha Yuyu. De igual forma pescaban Challwa (Nombre dado a los peces del mar
en general), y desde esta caleta llevaban pescados frescos para el Inca, Kuracas,
sacerdotes, señores principales del Cuzco y personalidades importantes de los centros
incaico. También en sus orillas existe un ecosistema de vegetación de lomas donde
levantaron grandes extensiones de terrazas para cultivar diversos productos aprovechando
la humedad que trae las brisas marinas de la estación invernal. Cuentan los antiguos
quilcatinos que fiesta de maíz en tiempos de la colonia fue reemplazada por la Feria de
Inkawasi.”
ALGUNAS CONCLUSIONES
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OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte
Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”.
Por otro lado, observando la planificación de este sitio uno se queda atónito, ¿Por qué se
erige en este espacio cuando en realidad existe otros espacios más amplios? Consideramos que
la cosmogonía y cosmología inca ha traspasado el mero hecho del lugar físico, ellos habrían
estudiado el lugar y ver de qué manera iban organizando con los demás componentes, jugar con
las constelaciones astronómicas, el tiempo factor fundamental, los riachuelos casi siempre están
presentes adyacentemente en este tipo de centros.
Otro asunto es organización del espacio, posee una plaza central con un posible ushno en
la parte central, las kallankas están orientadas a la plaza principal, consideramos que la dualidad
existe, a partir de la plaza hacia el lado N esta los hanan y hacia el sur el resto de los recintos
del hurin.
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PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en
ARTÍCULO ORIGINAL
el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”.
Resumen
A partir de una exploración realizada por el autor en los anexos poblados de Ayas y
Linday1, jurisdicción del distrito de San Jerónimo de Surco (Huarochirí), se
proporcionará información entorno a los sitios arqueológicos aledaños de Higospuquio
(2750 m.s.n.m), Huacapune (3700 m.s.n.m), Peña Culebra (2800 m.s.n.m.),
Cantahuaycho (2350 m.s.n.m) y Coto gentil (2720 m.s.n.m). Tales evidencias son
significativas dada la carencia de literatura arqueológica para la parte alta del valle del
Rímac. Postulamos que la construcción de los asentamientos registrados estarían
ligados a la sacralización del agua, ello debido a que estos sitios se encontrarían
inmersos en un complejo sistema de relaciones visuales y de ordenamiento del
espacio.
Palabras claves: San Jerónimo de Surco, Ayas, Linday, Huarochirí, pinturas rupestre, Rímac,
simbolismo del agua.
Abstract
From an exploration carried out by the author in the populated annexes of Ayas and
Linday, jurisdiction of the district of San Jerónimo de Surco (Huarochirí), information
will be provided on the neighboring archaeological sites of Higospuquio (2750
m.s.n.m), Huacapune (3700 m.s.n.m), Peña Culebra (2,800 meters above sea level),
Cantahuaycho (2,350 meters above sea level) and Coto Gentil (2,720 meters above
sea level). Such evidence is significant given the lack of archaeological literature for
1 Bajo el título “Evidencias arqueológicas en la sierra de Lima: espacio, paisaje y rito en San Jerónimo de Surco,
Huarochirí” hemos presentado un reporte preliminar sobre los trabajos suscitados en dicha área de estudio como
ponencia en el IX Coloquio de estudiantes de Arqueología realizado en la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos (UNMSM) los días 14 y 15 de Noviembre del 2019.
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 45-72 / ISSN: 2221-7819
the upper part of the Rímac valley. We postulate that the construction of the registered
settlements would be linked to the sacralization of water, due to the fact that these
sites would be immersed in a complex system of visual relations and spatial ordering.
Keywords: San Jerónimo de Surco, Ayas, Linday, Huarochirí, cave paintings, Rímac, water
symbolism.
La cuenca del río Rímac se origina en la vertiente occidental de la cordillera de los andes –
a una altitud máxima aproximada de 5.508 m.s.n.m.–, en el nevado Paca a unos 132 kilómetros
al nor-este de la ciudad de Lima.
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PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en
el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”.
valle se torna muy estrecho, con paredes laterales, un talud muy empinado y paisajes diversos.
Debido a estas características, el valle del Rímac presenta una orografía que encierra paisajes
y climas diferentes que van desde el cálido en la sección media (Chaupiyunga) hasta el gélido
clima de Ticlio.
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Debido a que la mayoría de los sitios prospectados han recibido serias afectaciones por la
mala gestión dentro de las comunidades aledañas, tales como alteración de estructuras y
huaquearía, las descripciones serán breves.
Higospuquio2
El sitio arqueológico de Higospuquio se ubica a unos 2750 m.s.n.m. sobre la ladera Este
del cerro Tomapongo y actualmente está muy destruido. Para su emplazamiento se ha construido
grandes terrazas, las cuales permiten que la arquitectura se adapte a la topografía. La
arquitectura del sitio se caracteriza por presentar estructuras habitacionales y estructuras
funerarias hechas de piedra semi canteada unidas por argamasa de barro.
2 El sitio fue registrado inicialmente en el catastro del Arq. Carlos Milla Villena (1974), quien lo ubico durante el
periodo Intermedio Temprano, esta asignación es tentativa y se basa en la propuesta teórica de dicho autor sobre
un supuesto «triángulo geográfico» (Milla, 1974-1975). También se menciona que el sitio tiene una doble
ocupación debido a la presencia de estructuras soterradas y construcciones exteriores.
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PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en
el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”.
En el caso de las estructuras funerarias estas son de tipo machay, compuestos por una o
dos cámaras individuales (Figuras 8 y 9), las cuales se encuentran adecuadas al interior de
grandes abrigos rocosos. En el caso de las estructuras de una sola cámara se ha registrado una
especie de cista en el interior (Figura 10) mientras que las estructuras de dos cámaras se
caracterizan por encontrarse separadas por un muro compartido de roca canteada con argamasa
de barro.
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PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en
el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”.
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PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en
el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”.
Figura 12: Mano de moler hallada in situ cerca de un conjunto de estructuras soterradas.
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Huacapune
Con respecto a las estructuras mortuorias, estas se presentan en dos tipos: A) mausoleos
de medidas aprox. 3.50 m. de alto que presentan tres cavidades superpuestas de 1m. de alto
cada una; y B) cistas soterradas de forma circular, con una profundidad de aprox. 1.50 m. de
alto y un diámetro aprox. de 3 m., la presencia del material cultural es escasa (Figura 20).
3 Registrado en el catastro de Milla Villena (1974) como Waka-pune A y B, asociado cronológicamente –en base a
su propuesta teórica del “triángulo geográfico” (Milla, 1974-1975)–, al periodo Intermedio temprano;
posteriormente, Alberto Bueno (1992) indica que el sitio presenta ocupación humana desde el Periodo Intermedio
Tardío.
4 Si bien la primera propuesta de sectorización es dada por Morford y Gitlitz (1969), recientemente Mazzi y Bazán
muros altos que cercan peñones rocosos, estos últimos poseen formas caprichosas de una forma circular; también
poseen terrazas que protegen –y restringen– el acceso al sitio. Estos peñones estarían representando a los
ancestros de cada comunidad, el cual ha sido petrificado y es donde se colocaban a las momias principales. Kuri
también significa rayo (Arriaga, 1920).
6 Mazzi y Bazán (2021) indican que se puede visualizar desde el peñón de Huacapune cinco sitios arqueológicos
pertenecientes a las jurisdicciones de San Jerónimo de Surco, San Andrés de Tupicocha y Matucana.
7 Este canal parte desde la laguna de Ucte y pasa por todo el asentamiento (Mazzi, 2018).
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PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en
el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”.
Figura 15: Plano de Huacapune donde se aprecian los sectores públicos (Sector A, B y D) y
sectores privados (Sector E y C), propuestos por Mazzi y Bazán (2021).
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el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”.
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Figura 20: Fragmentería registrada en el sitio de Huacapune. Cortesía de Luigi Mazzi, modificado
por nosotros.
Cantahuaycho9
El sitio se encuentra situado al este del anexo de Linday, en la ladera del cerro Tomapongo
a unos 2350 m.s.n.m., las estructuras se encuentran adaptadas a un relieve desigual y con
diferencias de altura dando la sensación de estar construidos escalonadamente; las
construcciones se encuentran organizadas en conjuntos que comparte un espacio abierto a
modo de patio y que en ocasiones el techo de los edificios llegan a ser el piso o patio de otras
estructuras. Los edificios se organizan entorno a patios. Las estruc-
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PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en
el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”.
Figura 21: Ubicación de la pintura de Peña Culebra. La flecha señala la ubicación de la pintura.
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turas identificadas tienen planta irregular de dimensiones grandes, con techo de grandes lajas
de roca y una altura externa que va desde 1.50 m. a 2.20 m.; además, presenta vanos de acceso
construidos con jambas y dinteles, para ello se han empleado piedras de grandes dimensiones
con forma rectangular.
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PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en
el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”.
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Figura 28: Mano de moler, hallada in situ cerca del conjunto de estructuras unitarias.
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PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en
el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”.
Coto Gentil10
Ubicado a unos 2720 m.s.n.m emplazado sobre una pampa denominada “boquicuesta” al
oeste del cerro Tomapongo, siguiendo el camino que parte de Cantahuaycho. El sitio (Figura 29)
se caracteriza por presentar estructuras rectangulares (Figuras 30 y 31), con muros que
presentan un acabado en piedra canteada, unida por argamasa de barro. Los edificios presentan
techos de grandes rocas dispuestas a modo de mastabas. Estos edificios se encuentran
asociados a estructuras soterradas (Figura 32). Algunas de las estructuras rectangulares
presentan dos vanos de acceso (Figura 33), similares a los reportados para Huacapune.
Actualmente el sitio ha sido muy depredado por la actividad humana, por ello, la fragmentería es
muy escasa, evidenciándose solo dos tipos de pasta –marrón oscuro y naranja–, utilizado para
ollas y cantaros (Figura 34).
Figura 30: Vista en 3D de una estructura rectangular del sitio de Coto Gentil. La imagen es
nuestra.
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Figura 31: Vista de una estructura rectangular y una estructura unitaria pequeña.
Figura 32: Vista de una estructura unitaria pequeña y una estructura unitaria soterrado.
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el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”.
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CONCLUSIONES
A partir de los datos recogidos durante esta prospección en los anexos poblados de Ayas
y Linday se puede sugerir la existencia de un patrón repetitivo de formas constructivas 11: las
estructuras soterradas y las estructura unitarias y estructuras rectangulares; así mismo, también
registramos tres tipos de estructuras funerarias: machay, cistas soterradas y, posiblemente,
estructuras con dos vanos. La poca presencia de la cerámica diagnóstica hace imposible
asignarle una temporalidad clara a cada asentamiento, pero podemos sugerir que estos edificios
podrían estar tentativamente asociados al Periodo Intermedio Tardío; también debemos indicar,
en base a las características arquitectónicas y posibles funcionalidades, que el sitio de
Huacapune sería el lugar principal y, probablemente, el más antiguo, al cual asociamos con el
periodo Horizonte Medio teniendo la función de centro ceremonial integrador asociado al culto al
agua.
Los datos históricos hallados en el Manuscrito de Huarochirí de 1608, hablan de dos grupos
asentados en esta zona: los Huayllas y los Surcos. Sobre estos grupos tenemos la siguiente
información en relación al culto a Pariacaca:
11 Debemos indicar que otros sitios ubicados en la margen izquierda como en Chingana y Huanano (Foto 28),
pertenecientes al distrito de San jerónimo de Surco, difieren de estas características aunque presentan algunas
similitudes. Esperamos complementar la información recopilada en próximos trabajos.
12 Esto se podría ver en la relación que existe entre canal que parte desde la laguna de Ucte el cual se asocia al
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PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en
el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”.
“Los Surcos prefieren que sean los Huayllas quienes bailen para ellos. Si estos se han
casado con mujeres de la comunidad [los de Surco] y si observan estos ritos, los [Surco] no
les quitan sus chacras u otras cosas por ser forasteros. Mas bien los estiman y los ayudan.
/Y es cierto que/ cualquiera de estos Huayllas que residen en Surco cuando vienen a
comprar coca a Suquiacancha pide a la vendedora que aumente su porción por ser el
huacsa. Hoy día aprovechan la ocasión de cualquier pascua importante de los cristianaos
para celebrar estas pascua y ejecutar estos bailes; y la gente de Surco aventaja a todas las
otras comunidades [en su celo]” (Taylor, 1987, p. 177; los subrayados son nuestros).
La información expuesta es valiosa puesto que se sugiere que los Huayllas al ser estos
forasteros (¿Yacuases?) eran subordinados de los Surco (¿Huaris?); esto tomaría relevancia
debido a que se afirma la cohabitación en un ayllu forastero a consecuencia del casamiento con
mujeres locales, en dicho sentido, se estaría estableciendo una relación de subordinación: solo
por medio de la especialización ritual se les hubiera permitido integrarse a la comunidad y
alcanzar el favor particular del dios regional; esto se ve reflejado en el hecho de que los Huayllas
eran quienes iban a bailar en remplazo de los Surco durante las celebraciones a Pariacaca,
siendo estos los huacsas. Al respecto de este término, el Manuscrito menciona que:
“[Cada vez que] Pariacaca conquistaba [una comunidad] de las alturas, estableciéndose allí
[como huaca local], prescribía lo necesario para su culto. Estas instrucciones eran idénticas
para todas las comunidades […]/Se dice que / Pariacaca [escogió a un miembro] de cada
[linaje a quien] dio las instrucciones siguientes: “Tú eres quien cada año organizarás las
pascuas según las tradiciones que yo he establecido”. A éste [le dio] el nombre de huacsa
[y le ordenó] celebrar bailes tres veces por año trayéndole coca en bolsas de cuero muy
grandes” (Taylor, 1987, pp. 167-169; los subrayados son nuestros).
De esta sección destacamos que la dedicación de los ayllus de San Jerónimo de Surco
hacia las fiestas en honor a las huacas y, sobre todo, la presencia de una deidad del rayo –y los
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elementos asociados a ello13– como los posibles ata y curi14 que, a su vez, se asocian a los
nevados, símbolos del culto al agua.
13 Fabian de Ayala en su “Errores, ritos, supersticiones y ceremonias de los yndios de la prouincia de Chinchaycocha
y otras del Piru (1603)”, con respecto al culto del rayo, indica: “La muger que paria dos de un uientre los atribuyan
al rayo // que llaman curi y despues que los tratan los españoles como les an oydo dezir quando truena Sanctiago
lo llaman por este nombre y se lo ponen a los assi nacidos Sanctiago o Curi muy sin excepcion quedando este
nombre por apellido de sobrenombre en la succession de los tales y la muger que los paria auia de ayunar
ynfaliblemente doze dias absteniéndose de comer agi y sal y de que no llegase a ella su marido todos los doze
dias en reuerencia del rayo pidiendole que no la empreñase otra uez” (Duviols, 1974-1976, p. 282).
14 Revisar Bravo (2014) para una explicación más detalladas sobre los illas, atas y curis.
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PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en
el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”.
Figura 36: Vista de uno de los tantos reservorios de agua hallados en Ayas, los cuales se
encuentran asociados a una cruz.
Figura 37: Vista panorámica desde Higospuquio y su visualización hacia los sitios de Pariasune y
Punsho Pukro ubicados en la jurisdicción de Matucana (la flecha roja indica la ubicación de ambos
asentamientos).
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AGRADECIMIENTOS
A Luigi Mazzi por compartir el plano y las imágenes de Huacapune que acompañan este
artículo, a Bradymir Bravo por la sugerencias y discusiones que se vertieron en este artículo. A
El Champal de Cocachacra y en especial a Marion Ona por el apoyo en las prospecciones a la
zona de Ayas.
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Boletin del Seminario de Arqueología PUCP/Instituto Riva-Agüero 15-16, pp.53-60 + laminas.
PADILLA, Rodrigo. (2018). Las estrategias de poder Yauyos en el valle medio del Rímac: la
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PULGAR VIDAL, Javier. (1967). Geografía del Perú, las ocho regiones. Editorial ausonia.
71
ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 45-72 / ISSN: 2221-7819
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PIZARRO AMAYA, Harry: “Analizando un caso de estudio: La restauración del antiguo Tribunal Mayor
ARTÍCULO ORIGINAL
de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999)”.
“Analyzing a case study: The restoration of the old Main Court of Accounts
– National Mint House (now Peru Numismatic Museum) (1997-1999)”.
Resumen
Abstract
This article is the result of the research work carried out in the subject of Methodology
of Diagnosis, Evaluation and Intervention of Immovable Cultural Heritage (MEDIEPAC)
in charge of Dr. Arq. José Carlos Hayakawa Casas, as part of the curriculum of the
Master of Cultural Heritage Management of the postgraduate area of the Faculty of
Social Sciences of the Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), during
the 2021-I cycle.
INTRODUCCIÓN
El estudio de caso trata sobre la restauración del Antiguo Tribunal Mayor de Cuentas –
Casa Nacional de Moneda, ahora Museo Numismático del Perú durante los años 1997-1999, y
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 73-96 / ISSN: 2221-7819
Se ha seguido la metodología estándar para estudios de caso (Díaz de Salas et. al. 2011),
que define al mismo como el estudio de fenómenos, momentos concretos, etc. utilizando
métodos cuantitativos y cualitativos, siendo en esencia una estrategia de investigación que
comprende todos los métodos conocidos en ciencias sociales que busquen: contextualizar el
problema, tener estándares de investigación, determinar los métodos de análisis, organizar los
datos y establecer alternativas.
En este trabajo hemos realizado los siguientes pasos: la selección del caso, elaboración de
preguntas de investigación, localización de fuentes y posterior recopilación de datos, la
interpretación de los mismos y la elaboración de un informe con las conclusiones respectivas.
1 Basado en el syllabus del curso Metodología de Diagnóstico, Evaluación e Intervención del Patrimonio Cultural
Inmueble.
2 Basado en Fuentes documentales e historia monetaria (2014) de Dionisio de Haro y en Antecedentes históricos
del Tribunal Mayor de Hacienda y Audiencia Real de Cuentas del Virreynato (sic) del Perú (1981), en formato
revista de la Contraloría General del Perú.
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PIZARRO AMAYA, Harry: “Analizando un caso de estudio: La restauración del antiguo Tribunal Mayor
de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999)”.
Figura 2: Evolución del predio y del paisaje urbano: 1675, 1908, 1924 y 19443.
3
Plano de Nolasco (1675), plano de Lima por el centenario de la batalla de Ayacucho (1924), Plano de acequias
(1908) y foto aérea del SAN (1944).
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Entre los años de ejecución del proyecto (1997 a 1999), el Perú estaba bajo la dictadura
cívico-militar de Alberto Fujimori (1990-2000), quien entraba en un proceso de crisis política en
busca de una fraudulenta re-reelección, que trajo consigo la destitución de los magistrados del
Tribunal Constitucional. Esta crisis estuvo agravada por la inestabilidad económica mundial de
1998 y el ENSO del mismo año.
El "Antiguo Tribunal Mayor de Cuentas", forma parte del actual Conjunto Arquitectónico
correspondiente a la "Casa Nacional de la Moneda"; ubicada en la esquina formada por los
Jirones Junín (antiguamente Calle Moneda) N° 781, 791 y Paruro (antigua Calle del Molino
Quebrado) N° 528, Distrito del Cercado de Lima, Provincia de Lima, Departamento de Lima, en
la Zona Monumental, precisamente en la Microzona A IV del Centro Histórico de Lima, formando
parte del Ambiente Urbano Monumental del Jr. Junín, (Antiguo Camino al Pueblo del Cercado).
Se ingresa directamente desde la calle a la sección que fuera ocupada por el Antiguo
Tribunal Mayor de Cuentas (Jirón Junín N° 781). Cuenta con un ingreso secundario desde el
interior de la Casa de la Moneda. Entre los inmuebles vecinos más importantes tenemos el actual
Congreso de la República, el actual Museo de la Inquisición y como espacio público la Plaza
Bolívar. El uso actual es institucional (museo y oficinas administrativas) y el propietario es el
Estado (Banco Central de Reserva del Perú).
4
El "Inventario del Patrimonio Monumental Inmueble de Lima (Valles de Chillón, Rímac y Lurín)" realizado por la FAUA UNI
(1993) y el “Proyecto de restauración y adecuación al nuevo uso del Antiguo Tribunal Mayor de Cuentas-Casa Nacional de la
Moneda” (1997).
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PIZARRO AMAYA, Harry: “Analizando un caso de estudio: La restauración del antiguo Tribunal Mayor
de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999)”.
galerías con arcos y una pileta al centro. Su filiación cultural es virreinal, estilo neoclásico (actual).
Presenta un área de 9,728.70 m², correspondiendo el área intangible 7,980 m². Para el proyecto
de restauración solo se consideró un área intangible de terreno de 699.68 m². Su estado de
conservación es bueno al estar en uso social. No presenta amenaza de destrucción, ni se
encuentra tugurizado. Está saneado legalmente y ha sido declarado monumento 5.
Según la memoria descriptiva del “Proyecto de restauración y adecuación al nuevo uso del
Antiguo Tribunal Mayor de Cuentas-Casa Nacional de la Moneda” (1997) el área intangible
comprende el sector que ocupa el Antiguo Tribunal Mayor de Cuentas, el Museo Numismático,
los Antiguos talleres de Laminación, Corte y Fundición, la Imprenta general y las Oficinas
Administrativas.
El sistema estructural presenta muros portantes, techo plano horizontal y las siguientes
características:
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Marco Teórico
Este caso es un ejemplo de Restauración, ya que tuvo como objeto modificar los rasgos
perceptibles del objeto. Estamos hablando también de un ejemplo de Arquitectura Perdurable
que por sus cualidades o significados debe perdurar para las generaciones venideras (Rivera
2002). Entre las principales cartas y resoluciones de conservación y restauración identificadas
en el proyecto, se encuentran las siguientes (López Morales 2009):
6 Basados en lo recogido en la Revista Arkinka 45 (1999) y contrastada por comunicaciones personales con José
María Gálvez y Jorge Marroquín.
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de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999)”.
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- Las resoluciones de Icomos de Moscú, Rusia (1978): “La protección de ciudades históricas y
barrios históricos en el contexto de desarrollo urbano”.
PRESENTACIÓN DE RESULTADOS
Fase de diagnóstico
El área intangible estaba integrada por los siguientes componentes: un sector del antiguo
Tribunal Mayor de Cuentas, el Museo Numismático, los antiguos Talleres de Laminación, Corte
y Fundición, la Imprenta General y las Oficinas Administrativas, con un área de 7,980 m² en dos
niveles de edificación.
7 Proyecto de Restauración y Adecuación a Nuevo Uso del Antiguo Tribunal Mayor de Cuentas Casa Nacional de
Moneda- Convenio de Cooperación Mutua INC-BCR (1997)
8 El posterior Museo Numismático de Lima.
9 Resolución Directoral 298 del 31 de agosto de 1995.
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de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999)”.
Estas son etapas que se relacionan estrechamente unas con otras en la ejecución del
proyecto y que se desarrollan en paralelo a lo largo de la ejecución de la obra.
Tipología arquitectónica
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Se mantuvieron los objetivos iniciales que vienen desde el anteproyecto: a) rescatar y poner
en valor el sector de la Casa Nacional de Moneda que ocupó el "Antiguo Tribunal Mayor de
Cuentas"; b) adaptar a nuevo uso, el Monumento Histórico-Artístico en mención, de manera que
pueda cumplir funciones de Museo Numismático del Perú.
Esto supuso el desmontaje de todas las adiciones que no estuviesen relacionadas a esos
momentos y que alteraban la originalidad del inmueble, además de algunos trabajos de
restauración con un diagnóstico errado.
Para esto fue muy importante el aporte de la arqueología histórica y la historia del arte
siguiendo el ejemplo de la Carta de Venecia (1964), y las normas de Quito (1967), además de
seguir los principios de la llamada “restauración objetiva” que recomienda la inclusión de
excavaciones arqueológicas y calas murales antes y durante las restauraciones en edificios
históricos para tener una lectura total y científicamente contrastable de la composición y
evolución del inmueble. La estrategia de este proyecto, ya totalmente enfocado al uso social del
bien patrimonial, se puede evidenciar en su organigrama, basado en la compilación de
información varia:
Dirección
técnica
Proyecto de
consolidación y
refuerzo
estructural
Investigación
arqueológica
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de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999)”.
Todos estos criterios se pueden evidenciar en el análisis del bien inmueble antes de la
intervención y después de la misma12 (ver figura 7).
12 Gracias a la hipótesis de trabajo de Villanueva (2017), como parte de un curso en la Facultad de Arquitectura de
la UPC.
13 Conceptos tomados de la EASD de Valencia. http://www.easdvalencia.com/
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Figura 8. Vistas de las obras ejecutadas en el corredor del segundo patio. Se observan los trabajos
de cajuelas de albañilería. Fuente Arriola 1998.
INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS
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de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999)”.
La Casa Nacional de Moneda tiene como ingreso un gran portón que da a un patio central
cuadrangular, con una pileta de concreto y piedra labrada con una escultura en bronce, rodeada
por un jardín cercado por una reja de hierro.
A los lados del patio existen corredores de madera de arquillos vidriados, al igual que en el
segundo piso del siglo XIX. La parte moderna comprende construcciones levantadas para el área
de producción, ubicadas al fondo del inmueble.
Mediante las ocho salas que nos ofrece este museo, los visitantes podemos aprender sobre
la evolución de la moneda, el arte que contiene cada pieza, su proceso de fabricación y las
diferentes herramientas con las cuales se acuñaban.
Desde el 2004, el Estado peruano brinda de forma gratuita el ingreso al Museo Numismático
del Perú, con un recorrido guiado a través de él y una muestra de vídeos sobre la historia de la
moneda en el Perú y de la Casa Nacional de la Moneda. Bajo un detallado contexto histórico el
museo nos ayuda a darnos cuenta de cómo la evolución de la moneda está intrínsecamente
relacionada con los acontecimientos históricos de la nación.
Las intervenciones realizadas cumplieron en primera instancia con los objetivos trazados
desde la fase del anteproyecto, respetando las dos etapas de la arquitectura más importantes o
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de las que quedan mejores evidencias materiales: las estructuras que se remontan al siglo XVII
y que fueron reconstruidas luego del terremoto de 1746; la realizada a mediados del siglo XX
para que funcione el Tribunal Mayor de Cuentas (Correa 1999).
Figura 13. Vista de desmontaje de los ambientes del segundo piso, dejando los ambientes que dan
a la fachada. Se observa el entramado y el enquinchado. vista de área que no será intervenida, se
observan que los ambientes previos han sido desmontados. Fuente Arriola 1998.
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Figura 14. En los trabajos de exploración se encontró una ofrenda al “apu”. Una vasija de regular
dimensión se ubica en la cimentación de un muro a una altura de 0.90 m con respecto al nivel de
la vereda. Fuente Arriola 1998.
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Figura 15. Pintura mural durante los trabajos de exploración. Fuente Arriola 1998.
El escritorio o estudio ubicado al costado del patio también fue el ambiente restaurado, con
cuatro alacenas que servían para guardar valores, libros u otros documentos. La carrocera fue
restaurada de acuerdo al hallazgo de un piso empedrado y se ha podido distinguir una puerta en
forma de arco que comunica con el escritorio. El pozo arqueológico es producto de las
excavaciones arqueológicas realizadas durante la fase de ejecución del proyecto, ubicado bajo
el piso empedrado, compuesto por un cántaro de cerámica de forma ovoide con diversos
materiales al interior, en lo que según los arqueólogos y arquitectos se trataría de una especie
de pago o ritual fundacional al momento de la construcción de la casa en periodos coloniales 14
La sala o principal es el ambiente más importante de la casa, lugar donde se realizaban las
actividades sociales y que corresponde al siglo XVIII. El techo artesonado de madera es una
herencia de la arquitectura mudéjar15, presenta en el inferior un pintado con motivos barrocos y
una cenefa con tonos azules. El oratorio está conformado por una hornacina que contiene a un
retablo o lienzo que puede cerrarse por dos hojas de madera entablada. La tinajera colocada
sobre bases de azulejos. Estas tinajas recibían el agua fresca que goteaba de una piedra de
14 No se han realizado estudios arqueométricos que puedan definir si este hallazgo corresponde a la primera casona
colonial del siglo XVI antes de la misma Casa de la Moneda.
15 Estilo arabesco traído en el siglo XVII.
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de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999)”.
filtrar ubicada en el nivel superior. El piso era del tipo pastelero colocado en “espina de pez”, el
cual ha sido reintegrado con ladrillos hechos de cerámica más resistente.
La decoración mural restaurada data de los siglos XVIII y XIX, conformando zócalos, frisos
y chambranas polícromos. La cuadra restaurada fue en sus momentos de uso social un área
familiar, con estilo mudéjar y servía como comedor. Se compone de un poyo y ventana de
balaustres que data del siglo XVIII. La cámara o aposento de dormir data del siglo XVIII que
conecta con la sala, la cuadra y el segundo patio o traspatio, con artesonado de madera,
hornacina y una recámara que para el año de restauración no había sido habilitada. El callejón o
chiflón que servía para conectar el patio principal y el traspatio también fue restaurado.
Figura 16. restos de un tramo de piso de canto rodado en la carrocera y la vasija arqueológica
(Fuente Colección del arquitecto José Gálvez).
CONCLUSIONES
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Figura 16: fachada incorporada a la Casa de la Moneda y perspectiva del primer patio en la planta
baja. (Fuente Correa 1999).
Quizá con una normativa más clara y actualizada a las convenciones sobre patrimonio
arquitectónico histórico, este proyecto no hubiera demorado los años que gastó en ser
aprobados, aunque esa demora fuese favorable, al evidenciarse errores en la fase de
diagnóstico, comprensibles ante la ausencia de un proyecto de evaluación que incluyeran
excavaciones arqueológicas que contrastaran los planos o registros históricos acerca de la
evolución del edificio.
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PIZARRO AMAYA, Harry: “Analizando un caso de estudio: La restauración del antiguo Tribunal Mayor
de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999)”.
BIBLIOGRAFÍA.
CORREA ORBEGOSO, José. (1999). Casa del Tribunal Mayor de Cuentas. Arkinka, N°45.
DE SALAS, Sergio; MARTÍNEZ, Víctor & MORALES, Cecilia. (2011). Una guía para la
elaboración de estudios de caso. Razón y palabra, 75.
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ADANAQUÉ VELÁSQUEZ, Raúl: “El cacicazgo San Juan de Végueta y el testamento de Antonio
ARTÍCULO ORIGINAL
Urdanivia Sipán. Lima, 28 de septiembre de 1729”.
“The chiefdom of San Juan de Végueta and the will of Antonio Urdanivia
Sipán. Lima, September 28, 1729”
Resumen
Palabras claves: Cacicazgo de San Juan de Végueta. Tierras en Mazo. Ayllus de Végueta.
Corregidor de chancay. Tributos.
Abstract
The curacazgo was a pre-Hispanic institution used by the Spanish domination, with
the name of cacicazgo, to obtain benefits for the benefit of civil, military and
ecclesiastical officials and individuals. The caciques or curacas in colonial Peru played
an important role in the development of the economy of the Peruvian viceroyalty. They
were the key piece to be able to administer the colonial workforce and, fundamentally
as the link between the two antagonistic groups due to the different situation in the
political and social organization. The scholars use the testimonies left in the notarial
protocols as those included in any evidence or judicial file.
Keywords: Chiefdom of San Juan de Végueta. Lands in Mazo. Ayllus de Végueta. Chancay
corrector. Tributes.
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INTRODUCCIÓN
La sobrevivencia del sistema del cacicazgo se debió a tres causas importantes. La primera,
haberse dedicado a la rentable actividad económica del arrieraje; la segunda, a la posibilidad de
tener entre sus descendientes sobrevivientes varones para así mantener el prestigio y los bienes
acumulados, evitándose en este caso la división de los caudales entre los herederos; y, la
tercera, haberse esforzado por aparecer como fiel cristiano respetando los preceptos de la Iglesia
y cumpliendo fielmente las disposiciones coloniales.
HUAURA
El señorío de Huaura ha sido estudiado por Rostworowski (1978:136-143) sobre la base de
una visita administrativa realizada en 1549. En esta se menciona a pueblos especializados en
actividades económicas. Por ejemplo, Vytan era un lugar de pescadores que posteriormente fue
conocido como Végueta; Carquín también fue un lugar de pescadores; en cambio, Mazo lo era
de agricultores.
Cook (idem. 81-89) en su estudio sobre Végueta, nos dice que los ayllus existentes en 1623
eran: Conin, Cavijon, Mochique, Quipico, Aucayán y Chacaca. En 1683 fueron: Conin, Llayco y
Canas, los demás fueron indicados como indios forasteros.
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ADANAQUÉ VELÁSQUEZ, Raúl: “El cacicazgo San Juan de Végueta y el testamento de Antonio
Urdanivia Sipán. Lima, 28 de septiembre de 1729”.
Hizo su testamento el 28 de septiembre de 17291. Ahí declaró que sus padres legítimos, ya
difuntos, eran Ignacio Urdanivia y María Holguín. Después de declarar haber vivido en la fe
católica y temiendo a la muerte dictó su testamento en la siguiente manera.
Primeramente, que después de sus días su cuerpo sea amortajado con el hábito de San
Francisco y sea enterrado en la iglesia de San Lázaro o en la parte que sus albaceas dispongan.
Además, deben acompañar la cruz alta, cura y sacristán de la parroquia y todo lo que dispusieran
sus albaceas a quienes les dejó libertad para que dispongan del funeral y entierro de su cuerpo.
Dejó a las mandas forzosas y acostumbradas cuatro reales y otros cuatro reales a los santos
lugares de Jerusalén.
Deudor
Acreedor
Tributos
La cobranza y posterior pago del tributo corrió a cargo del cacique del pueblo de reducción.
Según la retasa de Végueta, correspondía pagar el entero del tributo de catorce indios. Ya tenía
1 Archivo General de la Nación (AGN). Registro Notarial. Escribano Arredondo, F. Cayetano de. Protocolo No. 63.
Años 1727-1730. Folios 307-309v.
99
ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 97-108 / ISSN: 2221-7819
pagado hasta el tercio de San Juan del año 1729. Solamente quedaba restando cuatro pesos y
medio por los 14 indios sujetos. Fue el general Pedro Prieto corregidor de la villa de Chancay
quien en los cinco años que fue autoridad le cobró, por 40 indios, en exceso cuando en realidad
eran 14 de acuerdo a la razón del contador de retasas.
Matrimonio
Fue casado y velado según las normas católicas con María Clara y que durante el dicho
matrimonio no tuvieron hijo alguno. Además, la dicha María Clara, no llevó dote alguna.
Sus bienes
Además, en una caja grande de Panamá tenía conservados los títulos y papeles de las
tierras y otros trastes de valor. De esta relación de bienes podemos inferir que se dedicó al
arrieraje de Végueta a Lima, transportando maíz y animales de cerda para aprovechar la
manteca necesaria para uso diario en la preparación de los alimentos.
Tierras
Reparto de la herencia
Las tierras las reparte entre sus sobrinos por no tener herederos forzosos. A Esteban de
Orejón, hijo de Estefanía de Coca, su hermana, legó una fanegada de tierra. A Joseph de Loza,
Juan Benito y “al otro hermano por no acordarme de su nombre,” hijos de María Holguín, ya
difunta, una fanegada de tierras a cada uno respectivamente. A Juan Marcos, hijo de su hermana
Juana Holguín, se le entregue otra fanegada de tierra. Asimismo, a Masta, su sobrino, hijo de su
hermana Leonarda se le entregue una fanegada de tierras.
Albaceas
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ADANAQUÉ VELÁSQUEZ, Raúl: “El cacicazgo San Juan de Végueta y el testamento de Antonio
Urdanivia Sipán. Lima, 28 de septiembre de 1729”.
cuñado para que entren en todos sus bienes los vendan y rematen en almoneda pública o
fuera de ella para que se pueda ejecutar las disposiciones y derecho a un buen entierro
cristiano.
Herederos
Nombró por sus herederos universales a sus sobrinos Francisco Bentura, Juan Alonzo y
Liberata, hijos de su hermana María Magdalena:
“para que todo lo que asi fuere lo haian y hereden con la bendision de Dios y la mia atento
a no tener como asi lo declaro herederos forzosos asendientes ni desendientes que
lexitimamente y comforme a derecho me puedan y devan heredar”.
Firmó el testamento, dado en Lima, conjuntamente con los testigos Antonio Carrillo,
Bernardo Garrido y Joseph Agaia Caquin Chimo.
Antonio Zipan (F.) Josep Agaya Caquin Chimo (F.)
P. To. Antonio Carrillo (F.)
Barnardo Garrido (F.)
BIBLIOGRAFÍA.
101
ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 97-108 / ISSN: 2221-7819
ANEXO
1
En el nombre de Dios todo poderoso amen= Sepan quantos esta carta de testamento ultima y
final voluntad vieren como yo don Antonio Urdanivia Sipan natural que declaro ser del pueblo de
San Juan de Vegeta de donde actualmente soy casique y gobernador hijo lexitimo que declaro
ser de don Ygnacio Urdanivia y de doña María Holguin ya difuntos estando como estoi enfermo
en cama de la enfermedad que dios nuestro señor a sido servido de darme pero en todo mi
acuerdo y memoria natural creiendo como firmemente creo en el misterio de la santissima trinidad
Padre, Hijo y espíritu santo tres personas distintas y un solo Dios verdadero y en todo lo demas
que nuestra santa madre iglesia católica, apostolica, romana cree y enceña devajo de cui a feé
y creencia e vivido y protexto vivir y morir como catholico fiel cristiano y temiendome de la muerte
que es cosa natural a toda criatura humana otorgo que hago y ordeno mi testamento en la forma
y manera siguiente==
Primeramente encomiendo mi alma a Dios nuestro señorque la crio y temiendo como /307v/
presio infinito de la presiosa sangre muerte y pasion y el cuerpo a la tierra de que fue formado.
Ytten. Es mi voluntad que quando la de Dios nuestro señor fuere servido de llevarme de esta
presente vida mi cuerpo se amortaje con el avito de nuestro Padre San Francisco y sea
sepultado en la iglesia parrochial de señor san Lasaro o en la parte y lugar que paresiera a mis
alvaseas y le acompañe la cruz alta, cura y sachristan de la parrochia y el de más
acompañamiento que paresciera a mis alvaseas a cuia disposición dejo la forma de mi funeral y
entierro.
Ytt. Mando a las mandas forzosas y acostumbradas quatro reales a todas ellas con que las aparto
de mis vienes y otros quatro reales a los santos lugares de Jerusalem donde xpto nuestro vien
obro nuestra redempcion.
Ytt. Declaro le soi deudor a don Joseph Barela Gallego que asiste en la villa de Guaura diez y
seis pesos mando le paguen de mis vienes.
Ytt. Le soi deudor al doctor don Marcos de Mata, cura de dicha villa de Guaura quarenta pesos
y a cuenta de ellos le tengo dadas ocho o nueve fanegas de mais a razon de tres pesos cada
fanega mi [sic] y asimismo me a de abonar el flete de seis mulas de carga á razon de tres pesos
cada una de ellas y una carga de carbón en dos pesos y una cabra en doce reales que dichas
partidas importan quarenta y sinco pesos y quatro reales siendo las dichas cargas de mais ocho
y siendo nueve importan quarenta y ocho pesos y quatro reales que solo se estará a lo que dijere
102
ADANAQUÉ VELÁSQUEZ, Raúl: “El cacicazgo San Juan de Végueta y el testamento de Antonio
Urdanivia Sipán. Lima, 28 de septiembre de 1729”.
el dicho doctor don Marcos de Mata y es mi voluntad se cobre el restante de los quarenta pesos
por mis vienes .
Ytt. Devo al capitan Juan Ñañes dos pesos mando se le paguen de mis vienes.
/308r/
Ytt. Declaro que de los reales tributos que estan a mi cargo como tal governador tengo enterado
y satisfecho al marques de Torre Vermeja correxidor y justicia maior de la villa de Chancay asta
el tercio de San Juan de este presente año y solo quede restando quatro pesos y medio sin
quedar a deber cosa alguna por esta razon de los catorze yndios tributarios que pagan tasa y
estan a mi cargo.
Ytt. Declaro que debo a dicho señor Marquez de Torre Vermeja sesenta pesos procedidos de
algunas fianzas de yndios que hize mando se le paguen de mis vienes.
Ytt. Declaro que el dicho señor Marquez me es deudor de cien pesos de a ocho reales que como
tal correxidor de dicha villa de Chancay me deve pagar de el salario de sinco años que se
cumplirán por navidad de este presente año á razon de veinte pesos en cada uno de ellos según
la asignacion de S.M. me tiene echa, mando se cobren por mis vienes.
Ytt. Declaro que el general don Pedro del Castillo correxidor que fue de dicha villa de Chancay
me es deudor de quinientos pesos o lo que constare por una quenta que para en poder de don
Juan Xenis Teran natural de dicha villa de Guaura y escrivano público de ella y esta cantidad que
me debe prosedio de la demasia que me cobrava en cada un año por razon de los tributos que
estavan a mi cargo pues siendo assi que solo es el numero de catorze yndios los que solo se an
pagado me cobrava el numero de cuarenta y debe justamente restituirme esta demasia pues
aunque me a insignuado el que nos compongamos no lo e querido aser, y asi mando se cobre
esta dicha cantidad por mis vienes.
Ytt. Declaro fui casado y velado según orden de Nuestra Santa Madre Iglesia con María Clara y
durante el dicho matrimonio no tuvimos ningunos ningunos (sic) hijos ni tampoco trajo a mi poder
/308v/dote alguno declarolo asi para que conste.
Ytt. Declaro que el general don Pedro Prietto correxidor que fue de la dicha villa de Chancay en
los sinco años que fue correxidor me estubo cobrando por raszon de los reales tributos que
estavan a mi cargo á razon de quarenta yndios y siendo asi que solo devia enterar por la razon
del contador de retazas dichos catorze y esta demasia mando a mi alvasea la recauden y cobren
por mis vienes que asi es mi voluntad.
Ytt. Declaro por mis vienes los siguientes. Primeramente tres mulas de carga aparexadas de
reata abajo, y un cavallo almendrado aguililla. Ytt. Una potranca castaña asimismo aguililla. Ytt.
Otra yegua jobera de paso llano. Ytt. Una reja grande buena. Quatro lampas, una hacha. Ytt.
Quarenta cabesas de ganado de cerda entre chicas y grandes. Ytt. Treinta cabras entre chicas
y grandes.
103
ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 97-108 / ISSN: 2221-7819
Ytt. Una caja grande de Panamá en que estan unos titulos y papeles de las tierras y otros trastes.
Ytt. Declaro tengo por mis vienes dies y ocho fanegadas de tierras que estan en las tierras de
Mazo en dicha jurisdiccion de Guara que las compre de su magestad según el titulo que tengo
de ellas dado por don Juan Antonio de Urra, juez medidor que fue de tierras en dicha villa.
Ytt. Declaro que asimismo tengo ocho fanegadas de tierras immediatas a las de arriva
expresadas las quales herede de de (sic) mis antepasados y estan empeñadas en poder de el
licenciado don Antonio de Loza que las empeño don Sebastian Garcia Sipan mi abuelo /309r/ al
abuelo del dicho licenciado don Antonio de Loza mando que mis alvaseas las recaude por mis
vienes.
Ytt. Declaro que el capitán Juan Bidal me es deudor de veinte y nuebe pesos procedidos del
harrendamiento de las tierras del casicasgo mando se cobren por mis vienes.
Ytt. Es mi voluntad que a Esteban de Orejon mi sobrino hijo de Estefania de Coca mi hermana
se le da una fanegada de tierra que asi es mi voluntad . Asimismo se les den á Joseph de Loza,
á Juan Benito y al otro su hermano por no acordarme de su nombre todos tres mis sobrinos hijos
de Maria Holguin difunta y una fanegada de tierras á cada uno que asi es mi voluntad.
Ytt. Asimismo es mi voluntad que á Juan Marcos mi sobrino hijo de Juana Holguin mi hermana
se le de otra fanegada de tierra.
Ytt. Asimismo es mi voluntad que á Masta mi sobrino hijo de Leonarda mi hermana se le de una
fanegada de tierras.
Y para cumplir y pagar este mi testamento, mandas y legados y todo lo en el contenido dejo y
nombro por mis alvaseas y thenedores de vienes á Jasinto de Santa María y a Jasinto Caro mi
cuñado para que entren en todos mis vienes los vendan y rematen en almoneda publica o fuera
de ella. Den cartas de pago parescan en juicio o fuera del y agan todo quando convenga en razon
de dicho alvaseasgo que el poder que para ello se rrequiere y es necesario ese les doi con libre
y general administracion y sin ninguna limitazion para que puedan husar del el tiempo que el
derecho dispone /309v/ que yo les prorrogo todo el que hubieren menester.
Y por el presente revoco y anulo y doi por ningunos de ningún valor fuerza ni efecto otros
qualesquiera testamentos cobdisilos poderes para testar y otras ultimas disposiciones que antes
104
ADANAQUÉ VELÁSQUEZ, Raúl: “El cacicazgo San Juan de Végueta y el testamento de Antonio
Urdanivia Sipán. Lima, 28 de septiembre de 1729”.
de esta haia fecho y otorgado por escripto ó de palabra que quiero no valgan ni hagan fee en
juicio ni fuera del salvo este testamento que ahora hago y otorgo que quiero se guarde cumpla y
execute por ultima y final voluntad en aquella via y forma que mas haia lugar en derecho que es
fecho en la ciudad de los reies de el Perú en veinte y ocho días del mes de septiembre de mil
setecientos y veinte y nuebe años y el otorgante a quien yo el presente escribano publico doi fee
conozco como asimismo la doi de que a lo que parescio esta en todo su acuerdo memoria y
entendimiento natural lo firmo de su nombre siendo testigos llamados y rogados don Antonio
Carrillo, don Bernardo Garrido, don Joseph Agaya Caquin Chimo
105
ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 97-108 / ISSN: 2221-7819
ANEXO 2
Topo derivado de tupu: Garcilaso de la Vega en su comentarios reales dice ser una hanega
de tierra para sembrar maíz; pero que tiene hanega y media de las de España, tambien llama
tupu á una legua de camino. La academia española lo hace del espacio de legua y media, y en
algunas aritmeticas modernas se le señala cinco mil varas cuadradas.
Fanegadas.—Como los valles se repartieron á españoles se dieron los sitios con esta
medida, cuyo nombre se encuentra en las ordenanzas del señor Toledo de 21 de enero de 1577
mas se nos asegura varia en las provincias del sur.
En un libro que se halla en el tribunal de cuentas de repartimientos del tiempo del duque de
la Palata, se halla la siguiente anotación firmada por el contador general de tributos don Juan
José Leuro, que dice:
¨La fanegada de tierra se compone de 288 varas de longitud y 144 de latitud que hacen
41,472 varas planas ó cuadradas que es el territorio total que ocupa la fanegada, esta tiene
36 almudes de á 1,152 varas, por que cada almud tiene 48 varas de longitud y 24 de latitud.
En: CÓRDOVA y URRUTIA, José María 1839[1991] Estadistica Historica, Geografica,
Industrial y Comercial. De los pueblos que componen las provincias del Departamento de
Lima. Tomo I:135.
106
ADANAQUÉ VELÁSQUEZ, Raúl: “El cacicazgo San Juan de Végueta y el testamento de Antonio
Urdanivia Sipán. Lima, 28 de septiembre de 1729”.
ANEXO 3
FIRMA DEL CACIQUE ANTONIO URDANIVIA SIPAN
Firmado como ANTONIO ZIPAN
107
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108
VAN DALEN LUNA, Pieter; VILLALTA TELLO, Anthony y TELLO CUADROS, Roberto: “Determinación
ARTÍCULO ORIGINAL
de las ocupaciones culturales y sus características en Cerro Portillo, valle del Rímac (Carapongo)”.
Resumen
Palabras claves: arqueología, valle medio del Rímac, estrategias de adaptación, Lurigancho,
áreas ceremoniales.
Abstract
This article presents the results of the archaeological investigations carried out in 2019
in the upper section of the Cerro Portillo archaeological site, located on the right bank
of the middle valley of the Rímac river. The excavations revealed the discovery of
109
ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 109-124 / ISSN: 2221-7819
ceremonial evidence in the upper part of the hill, of ceramic characteristics that show
part of the religious paraphernalia of the ancient populations of the Rimac valley.
INTRODUCCIÓN
Las investigaciones arqueológicas en la margen derecha de la sección media del río Rímac
se han centrado en cuatro zonas principales: En la zona de Huachipa y la quebrada de
Huaycoloro (Cajamarquilla) donde algunos trabajos de investigación han determinado una larga
tradición alfarera que va desde el Formativo hasta periodos tardíos; la zona de Carapongo y la
zona de Ñaña.
El sitio arqueológico de Portillo se encuentra ubicado en la margen derecha del valle medio
del río Rímac, a 550 metros de altura, ubicándose el punto datum (WGS-84) en la parte central
a N 8673110 y E0 297333, en la cima y ladera media del cerro Portillo. Topográficamente el área
es poco accidentada, con laderas empinadas. El sitio se encuentra orientado hacia el sur.
Políticamente se ubica en la localidad de Carapongo, distrito de Lurigancho, provincia de Lima,
región Lima.
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VAN DALEN LUNA, Pieter; VILLALTA TELLO, Anthony y TELLO CUADROS, Roberto: “Determinación
de las ocupaciones culturales y sus características en Cerro Portillo, valle del Rímac (Carapongo)”.
Figura 1: Mapa de ubicación de Cerro portillo con respecto al valle bajo y medio del río Rímac.
Existe un canal de irrigación antiguo que pasa por la base del cerro, desde donde la invasión
del Asentamiento Humano El Cerrito La Libertad, ha destruido considerablemente las estructuras
arqueológicas, las cuales según la ficha técnica y memoria descriptiva de declaratoria del sitio
arqueológico por el ex Instituto Nacional de Cultura, estaban conformadas por plataformas
continuas escalonadas y extendidas, sobre el cual se emplazó pequeños habitáculos y recintos
de función doméstica con muros a base de piedras canteadas unidas con poca argamasa o sin
argamasa, así como la presencia de estructuras funerarias. Lamentablemente tras la invasión
del Asentamiento Humano y el tráfico de terrenos en zona arqueológica de parte de sus
directivos, se removió considerablemente el terreno de manera constante (hasta el año pasado
se ha continuado removiendo con maquinaria este sitio arqueológico destruyendo las pocas
estructuras que quedaban en pie). Se puede observar en superficie por toda la ladera del cerro,
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 109-124 / ISSN: 2221-7819
abundante fragmentería cerámica de pasta roja oscura, la cual se encuentra muy erosionada y
destruida.
En la ladera superior del cerro se aprecia pequeños espacios planos o cimas intermedias
en las cuales se aprecian estructuras; aunque gran parte de este sitio ha sido alterado por la
población del Asentamiento Humano, quienes invadieron también esta zona, alterando gran
parte de las evidencias. Este asentamiento se encuentra declarado Patrimonio Cultural de la
Nación desde 1998 y es uno de los pocos sitios que se encuentra inscrito en Registros Públicos
(SUNARP).
112
VAN DALEN LUNA, Pieter; VILLALTA TELLO, Anthony y TELLO CUADROS, Roberto: “Determinación
de las ocupaciones culturales y sus características en Cerro Portillo, valle del Rímac (Carapongo)”.
piedras canteadas, sin argamasa intermedia. La capa S es de tierra color gris, entremezclada
con pequeñas gravas. Es semicompacta, de naturaleza eólica, de 0.02 m de espesor; es una
capa formada por la acumulación de pulvurescencia compactado por el agua de las lluvias, no
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 109-124 / ISSN: 2221-7819
se encontró material cultural mueble. La capa A está conformada por una capa de tierra de color
marrón entremezclado con grava, de naturaleza semicompacta, de entre 0.15 m y 0.10 m. No se
encontró material cultural mueble. Sobre esta capa se están emplazando las bases de estas
terrazas, las cuales corresponden a periodos contemporáneos, elaborados por un grupo de
invasores que ocuparon esta parte del terreno, siendo luego desalojados, quedando estas dos
terrazas. Se observa abundantes piedras grandes sueltas. La capa B es la capa geológica, de
color amarillenta, combinada con pequeñas gravas que hacen compacto el terreno.
UNIDAD 8: Esta es una trinchera de 8 x 3 metros, emplazado en una zona plana del cerro,
en las coordenadas UTM: 8673299N, 297421E. No se encontró ninguna evidencia arqueológica.
114
VAN DALEN LUNA, Pieter; VILLALTA TELLO, Anthony y TELLO CUADROS, Roberto: “Determinación
de las ocupaciones culturales y sus características en Cerro Portillo, valle del Rímac (Carapongo)”.
Las hileras que conforman la terraza son irregulares, no uniformes. La capa S está conformada
por un colchón de vegetación seca (achupalla), combinada con tierra de color gris, mezclada con
grava en pocas proporciones, de naturaleza semicompacta y de 0.04 metros de grosor, no se
encontró material cultural arqueológico mueble. La capa A es de color amarillenta con pequeñas
gravillas (en menor proporción), con abundante inclusión de excremento de ganado caprino y
algunas plantas de achupalla en la parte superior. Al finalizar la capa, a 0.38 metros de
profundidad (el grosor de la capa es entre 0.05 metros y 0.38 metros, apareciendo solo en el
área de la terraza, no existiendo en más de la mitad de la extensión de la unidad), se pudo ver
la extensión de la terraza de 9 metros de largo con 0.50 metros de altura máxima, presentando
en la parte superior de la terraza una pequeña estructura semisubterránea de 0.42 metros de
diámetro, elaborada con piedras canteadas pequeñas y medianas sueltas. Se observó también
un pequeño acceso a la parte superior de la terraza, a modo de vano, con su umbral de piedra
alargada. Este vano tiene 0.52 metros de ancho y una altura conservada de 0.09 metros. No se
encontró material cultural arqueológico mueble. La capa B está conformada por la roca madre
aflorante de color amarillento, de naturaleza sólida, la cual aflora en el 75) de la unidad hacia la
superficie.
115
ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 109-124 / ISSN: 2221-7819
canteadas de diferentes tamaños, elaborado por pircado simple (sin argamasa). Tiene un
diámetro de 0.49 metros y 0.12 metros de profundidad. Al excavar la estructura de pudo observar
la base que está hecha de piedra de diferentes tamaños que se condicionan en el terreno, no se
observan que estén unidos con argamasa, sino como un pircado. Tiene 0.05 metros de grosor.
No se encontró material cultural arqueológico mueble. Se observan algunas piedras sueltas de
tamaño mediano y grande (de hasta 0.30 metros de largo). La capa A es tierra de color marrón
claro amarillento combinado con gravas, de naturaleza compacta. Esta capa solo aparece en un
25% del área total de la unidad. Tiene 0.10 metros de grosor. Al culminar esta unidad se identificó
el basamento de la estructura semisubterránea, la cual descansa sobre la roca madre. No se
encontró material cultural mueble al interior, ni al exterior.
Figura 7: vista de la capa estéril, unidad 10. Vista de la estructura en el lado derecho.
UNIDAD 11: Está conformada por una cuadrícula de 8 x 8 metros, en las coordenadas UTM:
8673207N, 297520E, ubicada en un área de poca pendiente. Al interior de esta unidad se halló
una estructura de planta circular, edificada con piedras canteadas de diferentes tamaños, sin
argamasa. La secuencia estratigráfica identificada en esta unidad es la siguiente: La capa S es
un suelo compacto de origen eólico, formado por la acumulación de piedras (gravas) y tierra, de
0.05 metros de grosor. Presenta residuos vegetales secos (achupalla). Al momento de excavar
la capa S, se observa que la tierra va cambiando a un tipo de tierra color más marrón claro (pues
la parte de esta capa en contacto con el ambiente está en contacto con la humedad ambiental),
combinadas con gravas en menor proporción. La estructura circular tiene 0.48 metros de
diámetro interno, formado por piedras sueltas medianas que la delimitan. No se halló materiales
culturales muebles. La capa A, está conformado por la roca madre de origen geológico, de color
amarillento. No se encontró material cultural.
116
VAN DALEN LUNA, Pieter; VILLALTA TELLO, Anthony y TELLO CUADROS, Roberto: “Determinación
de las ocupaciones culturales y sus características en Cerro Portillo, valle del Rímac (Carapongo)”.
Figura 8: vista final de la excavación de la unidad 11, nótese la estructura circular elaborado en
tiempos contemporáneos.
UNIDAD 13: Se trata de una unidad de 4 x 4 metros, en las coordenadas UTM: 8673170N,
297492E. La secuencia estratigráfica identificada es la siguiente: La Capa S está conformada
por tierra semi-compacta de color gris con pequeñas gravas y con presencia de piedras grandes.
Esta capa tiene 0.04 metros de grosor. En una de las esquinas (lado N) de la cuadricula se
observa la capa A (afloramiento rocoso). Se observa, desde antes de retirar esta capa, un
alineamiento de piedras de una sola hilera, de planta semicircular y forma lineal ovalada, que
correspondería a un pequeño paraviento. Tiene 1.12 metros de largo y 0.18 metros de grosor.
La capa A es la roca madre, de color marrón amarillento, conteniendo en la interfacie con la capa
S, pequeñas gravas que se han desprendido de la roca madre.
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 109-124 / ISSN: 2221-7819
UNIDAD 14: Esta unidad es una trinchera de 8 x 2 metros, ubicada en un espacio plano,
junto a la cruz de madera (cruz de camino), en un área cubierta de vegetación seca (achupalla),
en las coordenadas UTM: 8673162N, 297560E. En los alrededores de la unidad hay
118
VAN DALEN LUNA, Pieter; VILLALTA TELLO, Anthony y TELLO CUADROS, Roberto: “Determinación
de las ocupaciones culturales y sus características en Cerro Portillo, valle del Rímac (Carapongo)”.
ESTADO DE CONSERVACIÓN
INTERPRETACIONES Y DISCUSIONES
En las unidades ubicadas hacia el lado oriental del sitio se halló dentro de la capa A (de
poco grosor), algunas estructuras de planta ovalada, de sección semisubterránea, edificadas con
piedras canteadas sueltas, mampuestas sin argamasa. Esto nos lleva a plantear tres posibles
hipótesis sobre la funcionalidad de estas estructuras:
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 109-124 / ISSN: 2221-7819
Con respecto al posible paraviento, este aflora a la superficie, estando conformado por
piedras sueltas, como se observa en la fotografía, por lo que es difícil darle una cronología, más
aún cuando tampoco se recuperaron materiales muebles en los alrededores. Los paravientos
son sitios estacionales edificados en diversas regiones de los Andes con el objeto de ser refugios
estacionales a pastores o viajeros.
Las estructuras funerarias observadas en la parte media baja y baja del sitio si presentan
filiación cultural prehispánica tardía, correspondiente a la cultura Ichma. Ichma o Ichimay es como
se conoce al señorío o nación que se desarrolló inmediatamente antes de la llegada de los Incas
en los tres valles de Lima: Pachacamac, Rímac y luego Carabayllo (Bazán; 1990, Díaz; 2002a,
2002b, 2004, Cornejo; 2000, Morales; 1993). El centro principal era el centro de Pachacamac,
centro ceremonial más importante de toda la costa central, santuario del dios del mismo nombre,
al cual los Incas adoptaron por su importancia como una de las divinidades del imperio (Eeckhout;
2008, Franco; 1996). En el valle medio del Rímac (donde se ubica cerro Portillo), existen otros
sitios Ichma, muchos de ellos con ocupación del Tawantinsuyu, como Huaycán de Pariachi,
extenso sitio con arquitectura monumental a base de tapiales principalmente, San Juan de
Pariachi, Hunchihuaylas, La Puruchuca, Puruchuco, entre otros; muchos de estos con presencia
de palacios (Villacorta; 2003, 2004).
Las excavaciones realizadas por Camilo Dolorier (2017) en el sitio de Portillo le permitieron
identificar la presencia de mitimaes Chaclla que estarían ocupando este territorio desde la
quebrada de Jicamarca. Miguel Cornejo Guerrero (2000, p. 154) tomando le referencia de
Rostworowski y Espinoza señala que los Chacllas conquistaron Carapongo, Huampaní y
Huachipa. Lida Casas (2017), señala en base a sus excavaciones en los sitios arqueológicos
Carapongo B y Caraponguillo, que durante el Periodo Intermedio Tardío, esta zona estuvo
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VAN DALEN LUNA, Pieter; VILLALTA TELLO, Anthony y TELLO CUADROS, Roberto: “Determinación
de las ocupaciones culturales y sus características en Cerro Portillo, valle del Rímac (Carapongo)”.
ocupado por los Ishmas, quienes ampliaron la frontera agrícola con la construcción de canales
y reservorios.
Puruchuco es otro asentamiento tardío de gran importancia, ubicado en el valle del Rímac,
distrito de Ate. Fue ampliamente investigado y restaurado por Arturo Jiménez Borja, en la
segunda mitad del siglo pasado. El monumento está edificado a base de tapiales elaborados en
paños murarios, aunque existen algunos muros de adobe en la parte interna, así como
segmentos de piedra en algunos remates. Puruchuco correspondió a la residencia de un curaca
local durante el Horizonte Tardío. En los alrededores existen sitios arqueológicos Ichma, como
Huaquerones donde Guillermo Cook identificó debajo de un asentamiento humano moderno, una
extensa área funeraria.
CONCLUSIONES
Las excavaciones realizadas en el Cerro Portillo, valle medio del Rímac, aunque limitadas
y restringidas, han permitido identificar un conjunto de edificaciones de aparente función ritual,
ubicadas en la parte superior del cerro. Estas estructuras son muy recurrentes en la cima de los
cerros que se elevan desde el valle mismo, correspondiendo a pequeños santuarios de culto al
agua y al paisaje circundante. En la parte baja y media del cerro se identificó ocupaciones del
Intermedio Tardío, conformado por pequeñas unidades habitacionales y estructuras funerarias,
lamentablemente destruidas por las invasiones de asentamientos humanos.
AGRADECIMIENTOS
BIBLIOGRAFÍA
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tardíos: de Pachacamac al Inca”. En: Bulletin de l’Institut Français d’Etudes Andines. No 33(3).
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123
ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 109-124 / ISSN: 2221-7819
124
ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34
y Área de Influencia. Ucayali. Perú”.
ARTÍCULO ORIGINAL
Resumen
Abstract
This article is based on the archaeological evaluation report of the seismic exploration
work carried out in Lot 34 and Area of Influence in 2002; on the upper basin of the
Ucayali river, in the department of the same name in the Peruvian Amazon. The main
methodological aspects are exposed, as well as the results of the evacuation, which
included the recognition of various archaeological sites, the recovery of movable
cultural material, and the prevention of damage to the archaeological heritage. It
1 La versión original de este informe fue entregada por el autor al arqueólogo Anselmo Lozano como reporte de
labores el año 2002. Esta versión ha sido editada y modificada en algunos aspectos para su publicación respectiva.
La mayor parte de la documentación fotográfica se encuentra en poder del arqueólogo Lozano y no pudo ser usada
en esta publicación.
125
ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819
INTRODUCCIÓN
El área cubierta por la exploración símica abarcó bosque amazónico, cuencas de ríos y
laderas montañosas, donde, en condiciones normales es prácticamente imposible deambular en
forma libre. Debido a esto, desde una perspectiva arqueológica, los procedimientos de
penetración en el territorio, por la exploración sísmica, constituyeron una oportunidad para
realizar un reconocimiento a zonas difíciles de acceder sin una logística compleja. Esto dio como
resultado el hallazgo de diversos sitios arqueológicos y material arqueológico aislado,
corroborando el hecho de que el territorio ha sido ocupado desde la antigüedad.
Este informe sólo abarca los aspectos del trabajo de campo y se hizo de acuerdo a los
parámetros previstos en el Reglamento de Investigaciones Arqueológicas del Instituto Nacional
de Cultura del Perú, y fueron llevadas a cabo por el que suscribe, bajo la coordinación del
arqueólogo Anselmo Lozano Calderón, durante los meses de julio y agosto del año 2002.
METODOLOGÍA
El reconocimiento y prospección
126
ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34
y Área de Influencia. Ucayali. Perú”.
tanto, la aproximación de campo, como ya dijimos, está restringida a las formas de penetración
de las que dispone la empresa exploratoria.
Tabla 1: Nomenclatura de las líneas de exploración símica 2D, Lote 34 y Área de Influencia.
Nomenclatura Símica Nomenclatura arqueológica
REP-02-01 L34AI-01
REP-02-02 L34AI-02
REP-02-03 L34AI-03
REP-02-04 L34AI-04
REP-02-05 L34AI-05
REP-02-06 L34AI-06
REP-02-07 L34AI-07
REP-02-08 L34AI-08
REP-02-09 L34AI-09
REP-02-10 L34AI-10
REP-02-11 L34AI-11
La forma de reconocimiento de los sitios fue por observación directa del terreno, durante
las visitas programadas a las líneas de exploración símica. Ya que los sitios se ubicaron en la
línea o próximos a ella, los rasgos de identificación incluyeron características topográficas,
disposición y distribución de materiales muebles, y la distinción de alteraciones físico culturales
en el entorno. En ningún caso se practicaron excavaciones o cateos de reconocimiento.
La clasificación y nomenclatura
De igual modo los elementos arqueológicos aislados fueron identificados por una clave que
incluye la mención del Lote y línea de procedencia; también como el número correlativo de
127
ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819
recuperación, así: L34AI-01-E01; lo cual significa: Lote 34 y Área de Influencia, línea 01,
Elemento arqueológico aislado 01.
Los materiales provenientes de los sitios se identificaron con la clave del sitio y un número
correlativo, independientemente del tipo de material del que se trate, así: L34AI-01-S01, 001;
siendo el último número el que identifica al material específico.
Geografía
128
ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34
y Área de Influencia. Ucayali. Perú”.
La zona cubre parte de las regiones naturales de selva alta, marcada por los declives de la
vertiente oriental de la formación orogénica de “El Sira” y las zonas inferiores dominadas por
colinas y llanos de la selva baja hacia la margen derecha del río Ucayali, el mismo que puede
reconocerse como el divisor natural entre estas regiones. La diferencia de altitudes en estas
zonas va de los 300 hasta los 1000 m; con un clima general cálido húmedo.
Hidrográficamente corresponde al alto Ucayali entre las localidades de San José y Villa San
Luis, teniendo como afluentes importantes a los ríos Cohengua, Tahuania, Cumario,
Geneponshea, Sheshea, Unini, y quebradas de importacia como Puntijao y Apinihua que
discurren en el área de infuencia.
ANTECEDENTES DE INVESTIGACIÓN
Las investigaciones petroleras en el Lote 34 se han llevado a cabo desde 1973 y han
cubierto sísmica y pozos exploratorios, sin embargo, esta es la primera vez que se hace una
supervisión arqueológica de los trabajos de investigación petrolera. Las tablas 2 y 3 (tomadas
del Estudio de Impacto Ambiental 2002) graficarán el tipo de estudio llevado a cabo, la fecha y
la compañía ejecutora.
Seco con
Runuya Hispanoil 1975 11 545 36
índices de gas
129
ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819
Figura 1. Mapa hídrico de Ucayali, con la ubicación del área de exploración sísmica, en el Lote 34
y Área de Influencia. Tomado del Gobierno Regional de Ucayali.
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ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34
y Área de Influencia. Ucayali. Perú”.
De acuerdo al Estudio de Impacto Ambiental (2002), estos sitios fueron registrados por el
arqueólogo Rogger Ravines en abril del 2001, salvo los dos primeros sitios, registrados por
William Allen (1960), y Peter Roe respectivamente. La mayoría de los sitios se ubican en terrazas
aluviales y cerca o dentro de actuales asentamientos humanos.
LA PROSPECCIÓN SÍSMICA
La prospección sísmica en su conjunto es una actividad compleja que involucra una gran
cantidad de personal, infraestructura y servicios, los mismos que se adaptan a las circunstancias
del trabajo y el territorio. Hay que resaltar que todas estas operaciones tienen un impacto en el
terreno y pueden afectar de una forma u otra el contenido cultural del mismo, así como también
el medio ambiente circundante.
Tabla 5: Alteraciones Globales Previstas por Sísmica 2d Modificada (285 Km.). Lote 34 Y
Área de Influencia
Actividad Ha. Aprox. TM Carga
Línea Sísmica: 285 Km. Ancho: 1,2 34, 2 -
Campamento Base Logístico: (2ha.) – Zona
2,0 -
Intervenida
Campamento Sub – Base 1,0 -
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819
Logística
El proyecto incluyó la apertura de once (11) líneas sísmicas 2D con un total de 340.295 km,
de longitud lineal (Figura 2). Todas las líneas tuvieron un ancho máximo de 1,2 m. El siguiente
cuadro (Tabla 6) muestra el código y ubicación de las líneas sísmicas de acuerdo al programa
previo de 9 líneas sísmicas (basado en el EIA-2002)
Fuente: REPSOL-YPF
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ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34
y Área de Influencia. Ucayali. Perú”.
Figura 2. Ubicación y nomenclatura de las líneas sísmicas en la cuenca alta del río Ucayali. Plano
elaborado por la compañía exploratoria.
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819
a. Campamentos
Se compone de:
• Campamento Base Logístico (CBL). Su construcción demandará 15 días y su
desmantelamiento 5 días.
• Campamento Sub – Base. Representa el lugar de apoyo logístico complementario al
Campamento Base, su extensión no sobrepasa 1,0 has.
• Campamentos volantes (CV). Presentan una dimensión aproximada de 10 m x 15 m
(150m2) localizados a una distancia alterna de 3,5 kms. y cercanos a los helipuertos.
b. Helipuertos (HP)
Presentan un área total de 60 x 40 m (2,400 m2) y una plataforma de 6 x 6 m (36 m2). Se
ubican cada 3.50 Km. en las líneas sísmicas.
Operaciones
Aunque las etapas mencionadas son exclusivas, ellas se llevan paralelamente en las líneas
de acuerdo a los avances de las labores; algunas de las obras de infraestructura se realizan,
además, siguiendo este progreso.
a. Topografía.
Esta actividad incluye la apertura de trochas o líneas rectas de distancia fija (varios
kilómetros) y 1,5 m de ancho en los cuales se va a practicar el registro sísmico. La apertura de
las líneas incluye el registro topográfico de la longitud y la elevación, así como su ubicación
geodésica con GPS.
Las líneas van exactamente acotadas cada 25 m. y es en esta etapa donde se implementan
los helipuertos (HP), drop zones (DZ), campamentos volantes, y se registran todos los rasgos
topográficos relevantes que servirán en el trabajo posterior.
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ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34
y Área de Influencia. Ucayali. Perú”.
Figura 3. Trabajo de taladro| en la operación de perforación para explosivos. Fotografía por Gori-
Tumi, 2002.
b. Perforación
Aquí se ejecuta el taladrado (Fig. 3) y cargado de orificios tubulares con explosivos, lo que
son detonados por los miembros del equipo de registro. Los pozos se realizan cada 25 m.
consistiendo de un número de tres, ubicados a 1,5 m de distancia entre ellos. Las cargas se
componen de 1.0 Kg. de explosivo colocadas a 3.0 m de profundidad.
c. Registro
Esta labor involucra la participación de tres grupos distintos: 1. “Sismo A”, el cual se encarga
de tender una línea de cable con terminales sensibles para detectar movimiento del suelo, 2. El
equipo de registro o “casa blanca”, el cual utiliza una cabina de procesamiento, desde donde se
hacen las detonaciones y el registro de los resultados de la sísmica de reflexión; y 3. “Sismo B”
el cual retira el cable de la línea.
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819
d. Reforestación
Es la última etapa correspondería también a las labores de cierre de la exploración. Sigue
inmediatamente a la de registro y se encarga de cerrar todas las líneas mediante la reforestación
de sus helipuertos, drop zones, y cualquier otra área abierta usada para infraestructura (como
algunas zonas especiales para la cabina de registro).
EVALUACIÓN ARQUEOLÓGICA
Evaluación
La evaluación arqueológica se llevó a cabo del 5 de julio al 25 de agosto del año 2002 en
el área que comprende las 11 líneas sísmicas del Lote 34 y Área de influencia. La evaluación
consistió de la revisión de los procedimientos de exploración sísmica 2D y de parte del territorio
en donde las operaciones se realizaron, con el fin de identificar y prevenir las afectaciones al
patrimonio arqueológico. Esta actividad incluyó la visita a campamentos bases, campamentos
volantes y diferentes grupos de trabajo en operaciones de topografía, taladro, registro y
reforestación.
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ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34
y Área de Influencia. Ucayali. Perú”.
RESULTADOS
Todos los sitios ubicados y los materiales arqueológicos recuperados fueron registrados de
acuerdo a los procedimientos descritos en la metodología, de esta forma podemos exponer los
siguientes resultados.
SITIOS ARQUEOLÓGICOS
Se ubicaron y reconocieron cuatro sitios arqueológicos (Tabla 10), uno de los cuales, el sitio
L34AI-09-S01, se halló dentro del área del Campamento Base.
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819
Este sitio arqueológico fue encontrado por personal laboral la segunda semana del mes de
mayo, dentro del área del campamento principal de operaciones. El hallazgo se hizo cuando se
hacía un pozo para el bladder de almacenamiento de combustible JP-1, en la sección norte de
la zona llamada campamento Villa San Luis; siendo identificado originalmente por el arqueólogo
Anselmo Lozano
La excavación no afectó toda la extensión del sitio arqueológico, excepto un área de 10 m2,
donde se observó cerámica arqueológica a hasta los 30 y 40 cm de profundidad. Salvo el área
descrita el resto del yacimiento se mantuvo sin alteraciones evidentes ya que los contenedores
se hicieron sobre nivel superficial.
El mes de julio hicimos una observación adicional en el sitio, y pudimos apreciar que este
puede ser reconocido en superficie; existiendo materiales arqueológicos dispersos en un área
de más de 100 m2, que incluyen fragmentos de cerámica y restos líticos (Fig. 4 y 5). También se
verificó la presencia de esta asociación material (lítico y cerámica) en cortes abiertos de hasta
30 cm. de profundidad, hechos por personal de la compañía para infraestructura operativa en la
misma área (Fig. 6). Hay que anotar que la cerámica se encuentra en mal estado de
conservación, siendo su manipulación muy delicada.
El sitio se encuentra en la cima de una loma natural, la cual forma parte de un grupo de
colinas leves sobre una de una terraza aluvial ubicada 200 m al oeste del río Unini,
aproximadamente a 2 Km de la desembocadura de este río en el Ucayali. El relieve es visible ya
que el área se encuentra deforestada para servir de asiento al campamento y zona de pasturas.
De acuerdo al personal de la compañía, el actual propietario de la zona no tiene conocimiento
de que el lugar es un sitio arqueológico.
Este sitio fue reconocido el 16 de julio del 2002 cuando se realizaba el trabajo de shooters
(consistente en la detonación de cargas de explosivos) y “sismo b” en la Línea Sísmica 9; a 5 m.
al norte de la línea, a la altura de la estaca número 446. Se halló a la entrada a una parcela, en
una zona parcialmente deforestada y sembrada con frutales.
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ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34
y Área de Influencia. Ucayali. Perú”.
Figura 4. Cerámica proveniente del Sitio Arqueológico L34AI-07-S01, “Cocani”. Fotografía por
Gori-Tumi, 2002.
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819
Figura 5. Material lítico proveniente del Sitio Arqueológico L34AI-07-S01, “Cocani”. Fotografía
por Gori-Tumi, 2002.
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ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34
y Área de Influencia. Ucayali. Perú”.
Este sitio arqueológico fue descubierto el 27 de julio del 2002 en circunstancias en que se
estaba evaluando el trabajo de “registro” y el uso de su cabina de aparatos llamada “Casa
Blanca”. El sitio consiste de una extensa área de desechos de cerámica en mal estado de
conservación, dispersos en un área aproximada de 20 x 40 m. Se ubicó sobre la ladera de una
colina, 300 m al oeste del río Ucayali, cerca de la desembocadura del río Cocani;
aproximadamente 30 m al norte de la Línea Sísmica 6 a la altura de la estaca 545.
141
ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819
Este sitio se halló en el caserío Diamante Azul, durante una visita realizada con miembros
del equipo medico y administrativo de la compañía cuando realizaban trabajos de extensión en
la zona, el día 5 de agosto del 2002. Este caserío fue cruzado por la línea sísmica 9, por lo cual
se convirtió en un área de visita y actividad obligada para la compañía; y por tanto parte de la
zona evaluada arqueológicamente.
Unini se ubica en una terraza nivelada baja, inmediatamente al margen oeste del río del
mismo nombre, el cual colecta al Ucayali varios kilómetros al norte. La terraza es prácticamente
plana, incluso en zonas que no han sido habilitadas para vivienda o chacra. La tierra en superficie
contiene arcillas y arenas, conformado por depósitos fluviales.
El sitio arqueológico consistió de una amplia zona de desechos culturales en buen estado
de conservación, que incluyeron abundante cerámica y material lítico, cuya extensión cubre casi
toda la superficie del caserío; con un área mínima de 200 m 2 por la dispersión de la cerámica.
Algunos pobladores han reconocido haber encontrado vasijas enterradas cuando construían sus
casas en algunas zonas más periféricas, lo que da una idea de la amplitud real del yacimiento.
142
ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34
y Área de Influencia. Ucayali. Perú”.
Durante el trabajo de evaluación se pudo recuperar material arqueológico que había sido
colectado irregularmente por miembros del personal de la compañía, personal obrero o de staff
(Tabla 11). Debido a que este material fue levantado sin un procedimiento controlado, no se pudo
reconocer el lugar de origen, aunque en muchos casos sí se pudo rastrear la ubicación del
mismo.
Una descripción de las circunstancias del hallazgo y las características de las piezas
recuperadas sigue a continuación.
a. Hacha. L34AI-10-E01
El día 16 de julio al estar evaluando el trabajo de “sismo” se pudo tomar contacto con el
grupo “verde” o de reforestación. En este grupo uno de los trabajadores nos dijo que había
recogido un hacha de piedra (a la cual llamó “hacha incaica”) en la Línea Sísmica 10. Según el
autor del hallazgo, la pieza se encontró en un banco de piedras en la orilla de una quebrada que
colecta al río Ucayali, aproximadamente sobre la estaca 861 de la referida Línea 10.
El artefacto, en excelente estado de conservación, fue entregado el día 23 de julio del 2002
en el Campamento Base, y consistió de un hacha de caliza blanca tallada y pulida finamente, de
7.6 cm. de alto x 5.6 cm. de ancho (Fig. 7).
El día 18 de julio del 2002 en el Campamento Base Cocani se hizo la recuperación de una
pequeña pieza escultórica, la misma que fue encontrada por el lavandero del campamento.
Según este trabajador, la pieza se halló en la maquina de secado entre las ropas del supervisor
de taladro, del equipo de perforación No 4.
Al ser cuestionado, el supervisor negó ser el responsable del objeto. No obstante, fuera el
caso que él o su equipo colectaran esta pieza, es probable que ésta haya provenido de la Línea
Sísmica 5. La pieza mostró un excelente estado de conservación (Fig. 8), a pesar de haber sido
lavada (sometida a un estrés físico-químico).
c. Cerámica. L34AI-09-E03/04
El día 23 de julio del 2002 uno de los miembros del equipo de reforestación hizo entrega,
en el Campamento Base Cocani, de dos fragmentos de cerámica, los cuales, según el autor del
levantamiento, provienen de la Línea Sísmica 9. Estas piezas fueron y colectadas mientras el
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819
equipo realizaba sus actividades de reforestación entre las estacas 621 y 631 de la referida línea,
siendo halladas en superficie.
Se trata de dos fragmentos cerámicos muy similares (Fig. 9), de pasta gruesa, cocción
oxidante y superficie exterior corrugada e interior llana. Nosotros recorrimos la referida línea y no
pudimos verificar la presencia de material arqueológico entre las estacas señaladas por el
informante, lo más probable es que se halla confundido el dato de su ubicación.
Figura 7. Hacha de caliza, proveniente de la Línea Sísmica 10. Fotografía por Gori-Tumi, 2002.
Esta pieza, conjuntamente con otro artefacto lítico, fueron recogidos por uno de los
ingenieros de la compañía el día 30 de julio del 2002, en circunstancias en que realizaba un
reconocimiento geológico. Según el autor del levantamiento, las piezas se hallaron en un radio
de 1m2, en asociación a un fragmento cerámico; entre las estacas 527 y 528 de la Línea Sísmica
9.
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ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34
y Área de Influencia. Ucayali. Perú”.
La mano de moler, hallada en un excelente estado de conservación, mostró una zona activa
convexa y algunas secciones fracturadas. Presentó también incisiones en su cara anterior, sin
formar un orden aparente o algún tipo de representaciones figurativa.
Figura 8. Pieza escultórica, proveniente de la Línea Sísmica 5. Fotografía por Gori-Tumi, 2002.
Esta pieza tiene el mismo contexto que la mano de moler ya que fue recogida el mismo
momento y por el mismo ingeniero. Se trata de un canto rodado ligeramente alargada y delgado,
con desgastes marcados en sus extremos, probablemente por su uso como percutor. Su estado
de conservación es bueno.
El objeto, de origen natural, presenta un contorno circular con una oradación en uno de sus
lados, lo cual le da la forma de un vaso irregular.
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819
L34AI-10-
01 Línea 10 Hacha Bueno 1
E01
L34AI-05-
02 Línea 05 Pieza escultórica Bueno 1
E02
L34AI-09- Cerámica,
03 Línea 09 Bueno 2
E03/04 fragmentos
L34AI-09-
04 Línea 09 Mano de moler Bueno 1
E05
L34AI-09-
05 Línea 09 Percutor lítico Bueno 1
E06
L34AI-07-
06 Línea 07 Piedra horadada Bueno 1
E07
Total 7
Otros
El sitio consiste en dos líneas de cruces cristianas plantadas en una superficie plana de
aproximadamente 100 m2, la cual no muestra ninguna referencia escrita. Algunas señales, como
cruces, han sido marcadas con machetes en los árboles, mientras otras han sido echas
físicamente con ramas cortadas.
El área esta ligeramente deforestada, aunque no hubiese sido posible hallar el sitio sin que la
trocha la haya atravesado. Igualmente, el lugar no tiene ninguna referencia y esta alejado varios
kilómetros del poblado más cercano. Se infiere que el lugar es una zona particular de
enterramientos, la cual sea mantenido de manera reservada por los pobladores locales.
b. Fósiles. L34AI-07-fósil
El día de 7 de agosto del 2002 se observaron una serie de fósiles, los que se hallaron en el puerto
del Campamento Base Cocani (Fig. 7). Esta zona, como casi toda el área de exploración sísmica,
presenta afloramientos de rocas estratificadas las cuales contienen restos paleontológicos. Estos
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ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34
y Área de Influencia. Ucayali. Perú”.
se verifican principalmente en las orillas de los ríos o en los cortes laterales de lagunas terrazas
que bordean sus cauces.
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819
Durante el trabajo de evaluación se pudo recuperar dos flechas producidas por pobladores
locales, las que fueron entregadas por personal de la compañía el 11 de agosto del 2002. Estas
flechas se encontraron clavadas en el suelo de la Línea Símica 5, por el grupo de regado de
material de registro o “sismo A”, en las estacas 691 y la 1459; que son zonas de terrazas bajas
y amplias planicies aluviales sobre la margen derecha del río Ucayali.
Lamentablemente desconocemos las fechas en que se hicieron los levantamientos, los que
fueron realizados por los ingenieros responsables del proyecto. La presencia de estas flechas
significó la paralización momentánea del proyecto, siendo interpretadas primariamente como una
prohibición del paso, ya que estos territorios pertenecen a las comunidades nativas de la zona;
no obstante, nunca se confirmó ningún mal entendido entre la compañía y las comunidades
nativas.
Las flechas se componen de tres partes, la punta, el cuerpo y las plumas. La punta esta
elaborada en madera de ponillo siendo aserrada en uno de sus lados. El cuerpo se compone de
una caña llamada “checote”, muy ligera. Y las plumas son de un ave llamada “zancatze”.
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ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34
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L34AI-05-
05 Línea 05 Flecha Bueno 1
Et03
Total 7
CONCLUSIONES
La ocupación arqueológica del área debió ser extensiva, especialmente en la parte oeste
de la zona de exploración sísmica, donde se ubican las faldas de la cordillera del Sira. Esto se
puede inferir, ya que todos los materiales registrados, exceptuando las dos flechas de la línea 5,
se hallaron en la margen izquierda del río Ucayali y muy cerca de su cauce. La cercanía a la
cadena montañosa el Sira, principalmente desde la línea 4 hasta la línea 9, es un factor en la
conservación de la evidencia, especialmente de los asentamientos arqueológicos en áreas no
inundables.
Los sitios arqueológicos hallados no son tan grandes como los descritos por otros autores
para la zona norte del Lote y de la misma cuenca del Ucayali, lo que podría estar en razón de
nuestra limitación logística para un reconocimiento de mayor amplitud, ya sea por la cobertura
de bosque o las restricciones de la línea de exploración sísmica. Las evidencias observadas son,
por tanto, básicas respecto a la naturaleza y extensión de los sitios, y no incluyen
consideraciones sobre la cronología y la asociación cultura hasta mejores análisis.
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819
Dos piezas pueden considerarse excluyentes, el hacha tallada y pulida, en piedra caliza y
la pequeña escultura lítica. Ambas en excelente estado de conservación. Lamentablemente
estas piezas, así como varios de los materiales muebles ya descritos, provienen de sitios que no
nunca pudimos reconocer. Si estos materiales provienen de sitios particulares, la suma total de
yacimientos arqueológicos registrados alcanza los 10 sitios; lo cual es un índice moderado del
potencial arqueológico del área.
No obstante, en base a lo que se pudo evaluar, el nivel de impacto en los sitios y materiales
arqueológicos fue grande, con una afectación comprobada en siete de 10 sitios arqueológicos;
detrimento físico en un sitio (sitio Cocani), y remoción de material arqueológico en seis. Si
tomamos en cuenta que nuestra evaluación consideró solo dos meses de los seis que duro la
operación, entonces podemos hacernos una idea de los posibles impactos de estos trabajos en
el área.
RECOMENDACIONES
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ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34
y Área de Influencia. Ucayali. Perú”.
1. Un arqueólogo debe formar parte del staff operativo de la compañía, porque es el único capaz
de distinguir un material cultural y su importancia.
3. La compañía debe considerar tener una oficina encargada de arqueología, donde se puedan
estudiar y clasificar los materiales culturales recuperados. Esta oficina estaría relacionada
directamente con la oficina de Medio Ambiente de la compañía contratista.
4. Entre los elementos que son materia de la protección y estudio se deben incluir todos los
tipos de artefactos culturales, como los arqueológicos, ya sean muebles o inmuebles,
además de materiales con valor etnográfico como cerámicas, armas (flechas, dardos, etc.)
instrumentos, y otros. Así como también objetos paleontológicos.
Todos los materiales recuperados fueron trasladados y depositados en los ambientes del
Instituto Nacional de Cultura, filial Moyabamba. Para lo cual consta un acta. Este depósito se
hizo en medida que es la filial de Moyabamba la encargada de la supervisión de los trabajos de
exploración sísmica del Lote 34 y Área de Influencia, del departamento de Ucayali.
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819
BIBLIOGRAFÍA
152
VAN DALEN, Pieter: “Un sitio arqueológico prehispánico tardío en Vicas, cuenca alta del río Santa
Eulalia - Huarochirí”. NOTAS
Resumen
Palabras claves: Arqueología, Huarochirí, cuenca del río Santa Eulalia, arquitectura, Andes
Centrales.
Abstract
A brief record of a small archaeological site located in the heights of the province of
Huarochirí in the district of Huachupampa is presented. The registration of this site was
carried out fortuitously in 2005 as part of an inspection carried out in the surroundings.
However, it is important, since its characterization will allow us to know a little more
about the archeology of these high Andean territories.
Keywords: Archaeology, Huarochirí, Santa Eulalia river basin, architecture, Central Andes.
153
ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4 / 2022, 153-156 / ISSN: 2221-7819
INTRODUCCIÓN
El año 2005 con motivo de una inspección que como parte del instituto Nacional de cultura
realizáramos junto con los arqueólogos Pedro Patrocinio Marcos y William Tomaylla Yupanqui al
distrito de Huachupampa, identificamos un sitio arqueológico sin nombre el cual denominamos
como Vicas, al igual que el nombre del anexo donde se encontraba ubicado.
UBICACIÓN
El sitio se encuentra ubicado en la margen izquierda de la cuenca alta del río Santa Eulalia,
afluente por la margen derecha del río Rímac, en la ladera de una colina. Políticamente se ubica
en el anexo de Vicas, distrito de Huachupampa, provincia de Huarochirí. El sitio tiene una
dimensión de 150 x 50 metros. La vía de acceso al sitio se realiza por la carretera afirmada de
Santa Eulalia a Yauli. De allí se sigue por el camino de herradura que va en forma zigzagueante
de suave pendiente hasta el sitio, a 4 Kms. del pueblo de Vicas. El sitio se encuentra emplazado
en una ladera del cerro que se eleva junto al pueblo. El sitio se encuentra orientado de esta a
oeste. Se trata de un conjunto arquitectónico no monumental.
EL SITIO ARQUEOLÓGICO
El sitio se define por la presencia de una trinchera en el extremo oeste, recintos en la parte
superior de la colina, terrazas que rodean a la parte superior y andenes en la periferia del sitio.
- La trinchera. Se orienta de sur a norte y tiene una extensión de 5m. de ancho por 20m. de
largo con una profundidad superior a 1.50m. La trinchera se define por dos muros que recorren
en forma paralela en dirección Norte – sur. El muro lateral oeste está hecho mediante la
técnica de terraza con piedras de tamaño medio a grande. El muro lateral este tiene un ancho
de 3 metros con una elevación superior a los 1.30m. de altura. Para su construcción se
utilizaron piedras canteadas hacia el exterior y relleno de tierra suelta y cascajo en el interior
del muro. El nivel del piso original no está definido debido al avanzado proceso de erosión.
- Los recintos. Está conformado por 10 a 20 recintos muy destruido y reutilizado por los actuales
ganaderos. Generalmente los recintos presentan planta de forma cuadrangular con esquinas
curvos, sus vanos se definen por dos lajas dispuestas en forma vertical. Los muros están muy
destruidos y no es posible determinar la altura original, forma de cubierta, sistema de
ventilación y acabado final. Algunos de los recintos se asocian a pequeños hoyos de forma
circular de 1.30m. de diámetro definido por alineamientos de piedras canteadas. Hay una
reutilización del espacio por parte de los actuales ganaderos.
- Terrazas. Hacia ambos lados de la colina, inmediatamente después de los recintos, aparecen
un conjunto de terrazas que habrían funcionado como patios o como base para la edificación
de los recintos domésticos.
154
VAN DALEN, Pieter: “Un sitio arqueológico prehispánico tardío en Vicas, cuenca alta del río Santa
Eulalia - Huarochirí”.
- Andenes. Está conformado por un conjunto de andenes distribuidas desde la quebrada hasta
la cima de la colina Vicas. La construcción de los andenes se hizo con el empleo de piedras
de tamaño medio en forma irregular. Actualmente, muchos de los andenes cercanos al sitio
están abandonados y solo es aprovechado la vegetación que crece en los meses de verano
por los criadores de ganado vacuno.
Existen muy pocas investigaciones arqueológicas en la cuenca alta del río Santa Eulalia.
Siendo los pioneros Julio C. Tello y Próspero Miranda (1923) quienes realizan descripciones en
San Pedro de Casta (Marcahuasi). Posteriormente, en base a una inspección realizada en la
represa de Antucocha en el mismo Distrito de Huacupampa, se publicó sus características (van
Dalen, 2010). Alfonso Ponciano (2006) present las características del sitio de Japaní. Por su
parte, Alfredo Altamirano (2014) analizó unas huancas de Huachupampa con formas de
camélidos.
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
BUENO, Alberto. (1992). Huarochirí ocho mil años de historia. Huarochirí. Lima, Perú: Munici-
palidad de Santa Eulalia de Acopaya.
155
ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4 / 2022, 153-156 / ISSN: 2221-7819
PONCIANO, Alfonso. (2006). Japani: Tukuy Rikuq, 3, pp. 39-49. Lima: Editorial Grupo Kuntur.
VAN DALEN LUNA, Pieter. (2010). Sistemas agrícolas e Hidráulicos en la región altoandina del
departamento de Lima, provincias de Yauyos y Huarochirí. Boletín de Lima, 161, pp. 47-59. Lima.
156
CONDE, Juan y BAEZ, Gino: “Calzados prehispánicos en la sierra centro-sur: evidencias de
Chullkumayu en la cuenca alta del río Pampas NOTAS
- Ayacucho”.
Resumen
Abstract
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ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4 / 2022, 157-163 / ISSN: 2221-7819
INTRODUCCIÓN
En la actualidad, la mayor parte de la población andina utiliza los calzados de jebe, los
cuales fueron introducidos en las primeras décadas del siglo pasado. Antes de esta época, la
mayor parte de la población utilizaba los calzados elaborados de diferentes materiales, que eran
menos resistentes que los calzados de jebe. En la época prehispánica se utilizaron diversos tipos
de calzados por las condiciones del terreno en los Andes, permitiendo la comodidad al momento
de caminar en los diferentes espacios.
No obstante, los estudios sobre los calzados prehispánicos son escasos. Uno de los
trabajos más detallados es de Abal (2010) y Vitry (2013) (2014) los cuales provienen de los Andes
Meridionales de la época Inca. Asimismo, en los Andes Centrales se han encontrado evidencias
de calzados, principalmente en la costa (Ministerio de Cultura, 2012; van Dalen, 2016); sin
embargo, no existen trabajos completos y actuales. Por el área de nuestro estudio existen
investigaciones generales sobre el pasado prehispánico como los estudios de Muñoz y Núñez
(2006) y otros (Vivanco, 2014; Carrera, Farfán, & Gonzales, 2014; Isbell, 2005); mas no
encontraron este tipo de evidencias.
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CONDE, Juan y BAEZ, Gino: “Calzados prehispánicos en la sierra centro-sur: evidencias de
Chullkumayu en la cuenca alta del río Pampas - Ayacucho”.
Se identificaron 5 calzados de los cuales tres se encuentran impares. Las plantas de los
calzados están elaboradas principalmente de cuero, (probablemente de camélidos) que
protegían las plantas del pie del terreno recio. También, está constituida por soguillas o ataduras
a modo de fijación del pie, las cuales se encuentran trenzadas o retorcidas, elaboradas de fibra
de camélido y cabellos humanos.
Para la clasificación de los calzados abiertos, se tomó la nomenclatura propuesta por Abal
(2010), quien determinó 4 tipos a partir de los restos hallados en los Andes Meridionales: llanke,
chapito, ojota o usuta y shukuy. Posteriormente, Vitry (2014) agrega un tipo más a los propuestos
por Abal, a la que denomina como “orco kawkachum”. Si comparamos con cada uno de las
características de estos tipos de calzados, en este hallazgo al menos existen un tipo de calzado
prehispánico bien definido: sandalia tipo Llanke.
159
ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4 / 2022, 157-163 / ISSN: 2221-7819
Aunque no hay un registro de cómo estaban depositados en relación con el individuo y los
demás materiales asociados, probablemente estos calzados fueron puestos como ajuar
funerario. Así, estos objetos adquirieron un valor simbólico formando parte de los rituales
funerarios andinos. Además, los materiales registrados habrían cumplido un rol muy importante
en la vida social de los individuos que forman parte de los contextos funerarios.
CONSIDERACIONES FINALES
Estos hallazgos nos permiten ver un panorama general del uso de los calzados en la época
prehispánica, principalmente en la cuenca alta de Pampas. Probablemente no sea el único tipo
de calzado que se utilizaba durante la época; pero estos hallazgos nos dan a entender algunas
características de los calzados que utilizaron en sus diferentes actividades cotidianas. Además,
estas investigaciones suman al entendimiento de las poblaciones del área.
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