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Capacitación

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La lactancia materna es una de las formas más eficaces de garantizar la salud y la

supervivencia de los niños. Sin embargo, contrariamente a las recomendaciones de la


OMS, menos de la mitad de los lactantes se alimentan exclusivamente con leche
materna.

La leche materna es el alimento ideal para los lactantes. Es segura y limpia y contiene
anticuerpos que protegen de muchas enfermedades propias de la infancia. Además,
suministra toda la energía y nutrientes que una criatura necesita durante los primeros
meses de vida, y continúa aportando hasta la mitad o más de las necesidades
nutricionales de un niño durante la segunda mitad del primer año, y hasta un tercio
durante el segundo año.

Los niños amamantados muestran un mejor desempeño en las pruebas de inteligencia,


son menos propensos al sobrepeso o la obesidad y, más tarde en la vida, a padecer
diabetes. Las mujeres que amamantan también presentan un menor riesgo de padecer
cáncer de mama y de ovario

Datos clave

La lactancia materna ayuda a prevenir el sobrepeso y la diabetes tipo 2 en la


niñez

La lactancia materna prolongada reduce el riesgo de sobrepeso y obesidad en un 13%,


lo que contribuye a combatir las enfermedades no transmisibles causadas por la
obesidad. También disminuye el riesgo de diabetes tipo 2 en 35%.

La lactancia materna protege contra la leucemia en la niñez

Amamantar por seis meses o más se asocia con una reducción del 19% en el riesgo de
leucemia en la niñez, comparado con un período más corto o con no amamantar.

La lactancia materna protege contra el síndrome de muerte súbita infantil

Los bebés que son amamantados tienen un 60% menos riesgo de morir por síndrome
de muerte súbita infantil, comparados con los que no son amamantados. El efecto es
aún mayor para infantes que reciben lactancia materna exclusiva.

La Lactancia Materna promueve el apego

El apego entre madre e hijo aumenta cuando las madres interactúan con sus hijos
mientras amamantan. Períodos más prolongados de lactancia materna se asocian con
respuestas más sensibles de las madres y la seguridad que se genera con el apego.
La duración de la lactancia materna esta positivamente asociada con los
ingresos

El seguimiento a una cohorte de niños 30 años después de su nacimiento, mostró que


los adultos que fueron amamantados tuvieron salarios más altos, un efecto que fue
mediado por el aumento en los años de escolaridad.

El mejor comienzo:

Si la madre y el bebé están sanos, independientemente del tipo de parto que hayan
tenido, es importante que el recién nacido sea colocado encima de su madre, en
estrecho contacto piel con piel y permitirles a ambos mantener dicho contacto, sin
interrupciones ni interferencias, al menos hasta que el bebé haya hecho la primera
toma de pecho, e idealmente durante todo
el tiempo que madre a hijo deseen.

El recién nacido tienen unas capacidades


innatas que, si le dejamos, pone en marcha
al nacimiento. Puesto boca abajo sobre el
abdomen de su madre, gracias a sus
sentidos (sobre todo el tacto y el olfato) y
a sus reflejos, es capaz de llegar por sí sólo
al pecho materno. Irá reptando hasta él, lo olerá, lo tocará con las manos y
posteriormente con la boca y finalmente, será capaz de agarrarse al pecho
espontáneamente, con la boca totalmente abierta, abarcando el pezón y gran parte de
la areola.

Técnica de la lactancia
La mayoría de los problemas de lactancia se deben a problemas en la técnica de
lactancia, bien por una posición inadecuada, un agarre no correcto o una combinación
de ambos.

Un buen agarre
Una buena técnica de lactancia evita la aparición de complicaciones como grietas y
dolor, vacía correctamente el pecho y permite una producción de leche adecuada para
cada bebé.
Para un buen agarre es importante que todo el cuerpo del bebé esté enfrentado a la
madre, y que al abrir la boca introduzca gran parte de la areola, especialmente por la
parte inferior (donde tiene la barbilla) para que al mover activamente la lengua no
lesione el pezón. Los signos que nos indicarán un buen agarre son: que el mentón del
bebé toca el pecho, que la boca está bien abierta, el labio inferior está hacia fuera
(evertido) y las mejillas estén redondas o aplanadas (no hundidas) cuando succiona.
Además se tiene que ver más areola por encima de la boca que por debajo.
Posturas para amamantar
No existe una única posición adecuada para amamantar, lo importante es que la
madre esté cómoda, que el agarre sea adecuado, y que el bebé esté enfrentado y
pegado al cuerpo de la madre. A continuación te explicamos algunas posturas que
pueden favorecer el inicio de una lactancia feliz y duradera.

Lactancia a demanda
Lactancia a demanda significa ofrecer el pecho siempre que el bebé lo pida, (sin contar
el número de tomas) y todo el tiempo que pida (sin fijarnos en la duración de cada
toma). No es conveniente retirar al bebé del pecho, sino que es preferible que suelte el
pecho espontáneamente.
Los bebés quieren mamar cuando hacen movimientos de chupeteo, bostezan, se
llevan la mano a la boca o hace sonidos de llamada. No es necesario esperar a que
lloren.
Los bebés necesitan agarrarse al pecho no sólo para comer sino también para
tranquilizarse. Por otro lado, cada vez que succiona del pecho, las hormonas de la
lactancia se ponen en funcionamiento, incluso aunque el niño no esté sacando leche.
Para evitar interferencias no se recomiendan el empleo de chupetes ni tetinas, hasta
que la lactancia esté bien instaurada (al menos las primeras 4-6 semanas). Además las
tetinas pueden favorecer un mal agarre y la aparición de grietas.
Tampoco se recomienda el uso de pezoneras de manera sistemática. Sólo en casos
especiales, y prescritas por un profesional experto en lactancia, pueden resultar útiles.
Para el bebé puede ser más fácil encontrar el pezón recubierto por la pezonera, pero le
será más difícil extraer la leche, sobre todo la del final de la toma, que contiene más
grasa.

¿Hasta cuándo amamantar?

Se recomienda la lactancia materna exclusiva


hasta los 6 meses de edad y con una
alimentación complementaria adecuada, hasta
los dos años de vida o más.
Está bien demostrado que el lactante no
necesita nada más que leche materna hasta los seis meses de edad ya que ésta le
aporta todos los nutrientes necesarios y por otro lado, la introducción más temprana
de otros alimentos puede causarle problemas.
A partir de los 6 meses, y hasta el año de edad, después de la toma al pecho se le
pueden ofrecer paulatinamente otros alimentos. De esta forma el bebé los aceptará
mejor y aseguraremos que recibe todas las calorías y nutrientes que necesita.
Madre e hijo/a deben decidir hasta cuando mantener la lactancia.
Alimentación, bebidas y medicamentos
La mujer que amamanta no precisa dietas especiales. La mejor alimentación proviene
de una dieta sana y variada, evitando aditivos y contaminantes. Sólo en algunos casos,
por enfermedad o problemas nutricionales, puede el médico aconsejar algunos
suplementos.
En los países en los que no hay una yodación total de la cadena alimentaria, como
España, para asegurar que la leche materna aporta las cantidades adecuadas de yodo
al lactante, se aconseja a la madre que tome un suplemento de 200-300 mcg/día de
yodo durante todo el embarazo y lactancia, además de cocinar sus alimentos con sal
yodada y comer pescado. En muchos países de Latinoamérica, este suplemento no es
preciso porque hay una adecuada yodación de la cadena alimentaria.
Aunque está comprobado que el aroma de los alimentos pasa a la leche y puede hacer
cambiar su olor y su sabor, no hay ningún alimento prohibido durante la lactancia. Esos
cambios de sabor que experimenta la leche materna ayudan al bebé a familiarizarse
con diversos sabores, lo que le permitirá aceptar más fácilmente la alimentación
complementaria. Sólo en el caso de observar de forma repetida que tras haber comido
la madre un determinado alimento, el bebé muestra algún tipo de molestias (vómitos,
diarreas, erupciones, malestar o rechazo de la
leche), puede ser necesario evitar ese alimento en
concreto.
Tampoco existen alimentos obligatorios durante la
lactancia. Se recomienda una dieta sana y variada,
como en cualquier otra época de la vida, y saciar el
hambre, sin recurrir a un exceso de dulces o
picoteo. El ejercicio físico suave, como un paseo de
una hora al día, contribuirá a mejorar la salud de la madre y a la recuperación del peso
previo al embarazo.

Cafeína: Se debe evitar el consumo en exceso de café, bebidas con cola, té y chocolate.
Y en todo caso, consumirlos justo después de la toma de pecho. Grandes dosis de
cafeína (más de 3 tazas de café) pueden producir irritabilidad y falta de sueño en el
bebé, aunque en algunos casos se pueden presentar síntomas con dosis más bajas.

Tabaco: el humo del tabaco es muy perjudicial para la salud y el momento del
embarazo y la lactancia puede ser una buena excusa para dejar de fumar. Si resulta
imposible dejarlo, es importante no fumar nunca en presencia del bebé, tampoco
hacerlo dentro de casa y fumar justo después de darle la toma (así estará más alejada
de la siguiente). Siempre será mejor darle el pecho que darle una leche artificial,
porque la lactancia materna disminuye el riesgo de infecciones respiratorias y asma a
las que son más propensos estos bebés. Los hijos de madre o padre fumadores no
deben dormir con sus padres en la misma cama (colecho).
Alcohol: el alcohol también es perjudicial para la salud de la madre y del bebé. El
alcoholismo crónico es incompatible con la lactancia. Aunque tomar vino o cerveza con
moderación no perjudica la salud de la madre, puede perjudicar al bebé amamantado
y es preferible evitarlo. En cualquier caso, no se debe dar el pecho en las 3 horas
siguientes a haber bebido alcohol y no se debe practicar el colecho en estos casos.

La lactancia materna mejora la salud de los bebés y sus madres

 La lactancia materna es la forma óptima de alimentar a los bebés, ya que


proporciona los nutrientes que necesitan de forma equilibrada, al tiempo que
protege frente a la morbilidad y la mortalidad debido a enfermedades
infecciosas.

 Los niños amamantados tienen un


menor riesgo de maloclusión dental y
la investigación ha demostrado que
existe una relación entre la lactancia
materna y mejores resultados en las
pruebas de inteligencia.

 La lactancia materna también ayuda a mejorar la salud materna, ya que reduce


el riesgo de cáncer de mama, cáncer de ovario, hipertensión y enfermedades
cardiovasculares.

Qué tan seguido debo amamantar a mi bebé?

Los recién nacidos amamantan frecuentemente, cerca de 8 a 12 veces en 24 horas.


Alimente a su bebé cada vez que muestre signos de tener hambre, como:
• chuparse las manos o los dedos
• hacer ruidos con los labios o abrir la boca cuando le tocan los labios
• girar la cabeza para buscar el pezón de la madre
• retorcerse o estar muy inquieto cuando esté dormido
Muchas madres creen que llorar es el único signo que indica que su bebé tiene
hambre. Pero, en realidad es un signo de ansiedad. Los bebés hambrientos muestran
signos de hambre antes de empezar a llorar. Observar y responder pronto a los signos
de hambre de su bebé puede evitar que llore.
¿Cómo puedo saber si mi bebé está tomando suficiente leche?

Usted puede asegurarse de que su bebé está


tomando suficiente leche de diferentes maneras.
Una manera es contar el número de pañales
mojados y sucios. El color, la textura y la frecuencia
de las deposiciones de su bebé amamantado
cambiarán conforme su bebé crezca. La siguiente
gráfica proporciona una guía para monitorear la
frecuencia y el color de las deposiciones diarias de
su bebé, así como sus pañales mojados. Las casillas muestran el menor número de
cambios de pañal para la mayoría de los bebés. Está bien si su bebé tiene más cambios
de pañal de los que se muestran. Su bebé puede producir más de 6 deposiciones al día
después de la primera semana. Después de 6 semanas, puede que haya menos pañales
sucios. Otra manera de saber si su bebé está tomando suficiente leche es el aumento
de peso. No se preocupe si su bebé baja un poco de peso durante los primeros días, es
normal.

¿Puedo alimentar a mi bebé con leche materna y fórmula?


Alimentar a su bebé con leche materna y fórmula durante el primer mes puede
disminuir su producción de leche. Si su bebé se llena con fórmula y no amamanta, sus
senos producirán menos leche.

¿Por qué se siente como si no estuviera produciendo leche?


La primera leche que producen las mamás
nuevas se llama calostro. El calostro es una
sustancia pegajosa y amarillenta llena de
vitaminas y minerales. Le proporciona a su
bebé inmunidad y nutrición. Aunque no
parezca mucho, es suficiente para llenar el
estómago de su bebé en los primeros días. Al
nacer, la barriga de su bebé no es más grande
que una canica (aproximadamente de una a
dos cucharaditas). Para el día 10, el estómago de su bebé crecerá al tamaño de una
pelota de ping-pong (aproximadamente dos onzas). Su suministro de leche aumentará
en unos días para mantenerse al día con las necesidades de su bebé.
¿Por qué me duelen los senos cuando mi bebé amamanta?

Es posible que sienta dolor si su bebé no está colocado adecuadamente o si no se


agarra correctamente del pezón. Hable con el personal de lactancia de WIC para
obtener ayuda con el posicionamiento y el agarre. ¡Las madres, abuelas, hermanas,
otros familiares y amigos que han amamantado también pueden ser buenas fuentes
de información!

¿Cómo me preparo para volver al trabajo si estoy amamantando?

Si regresa al trabajo poco después del nacimiento de su bebé, es mejor que haga un
plan de cómo trabajar y amamantar. Busque una guardería o una niñera cerca de su
trabajo y hable con ellos sobre sus planes para amamantar. Puede usar un extractor de
leche para recolectar y almacenar leche para que su bebé tenga mientras está en el
trabajo.

Algunos problemas que se pueden presentar y solucionar

Grietas en el pezón

Al empezar con la lactancia es posible que los pezones estén más sensibles y pueden
producirse grietas, es conveniente:

• Cambiar los discos absorbeleches a menudo y que sean transpirables para que la piel
permanezca seca.

• Evitar pomadas, salvo las prescritas por profesionales de la salud.

• La mejor prevención es que la postura de la madre y del bebé sea correcta y, sobre
todo, que su boca abarque la mayor parte de la areola.

Si a pesar de todo salen grietas, es importante que los pezones estén secos, no hay que
lavarse tras la toma, sí extraer un poco de leche y extenderla sobre los pezones
dejándolos secar al aire libre, o incluso con aire del secador durante unos segundos. Si
persisten o se observa empeoramiento, acudir a un profesional sanitario para hacer
una valoración y tratamiento.

Pechos hinchados y dolorosos (ingurgitación mamaria)

Conviene diferenciar entre el pecho hinchado, caliente y duro por aumento del flujo
sanguíneo y acumulación de leche, de unos pechos edematosos, brillantes y rojos
propio de los pechos ingurgitados. En el pecho hinchado aplicar antes de las tomas
calor local mediante una ducha, paño o bolsa de agua caliente, facilita la salida de la
leche y reblandece la areola. Incluso antes de la toma puede ser útil vaciarlo un poco
manualmente. Después de la toma aplicar frío local durante unos minutos. Dar de
mamar con más frecuencia y asegurar el buen agarre del bebé al pecho. Si el pecho
está brillante, con zonas enrojecidas, el pezón tan estirado que el bebé puede tener
problemas para agarrarse, la leche no fluye fácilmente, incluso la madre puede tener
unas décimas de fiebre,entonces estamos ante un pecho ingurgitado.

Mastitis

Es una infección en una zona de la mama que la mayoría de las veces ocurre por
sobreinfección de leche retenida y que se manifiesta con dolor, calor y enrojecimiento
de la zona. Es muy importante vaciar totalmente el pecho después de la toma,
orientando la cabecita del bebé hacia la zona inflamada, de forma que la mandíbula
del bebé quede sobre la zona a vaciar y cambiar las posturas a lo largo de las diversas
tomas del día. No es aconsejable interrumpir la lactancia. Ante la sospecha acudir
siempre al médico o médica de familia o matrona, quienes darán las indicaciones y el
tratamiento a seguir.

Cuidados de la madre

Higiene

La lactancia no supone llevar una


higiene especial. Es suficiente la ducha
diaria con agua y el jabón habitual y
lavarse las manos en cada toma. Antes
y después de las tomas es mejor no lavarse y mucho menos con jabones “especiales”,
que suelen ser muy agresivos y sólo consiguen más humedad en la zona, y mayor
predisposición a grietas. Los pezones deben mantenerse sin humedad, Se pueden
utilizar protectores entre el pecho y el sujetador que empapen el posible goteo y
cuando estén húmedos, cambiarlos. Para prevenir grietas e incluso para “cerrarlas”, en
el caso de que éstas apareciesen, se recomienda después de dar de mamar exprimir
unas gotas de leche y extenderlas sobre el pezón y areola mamaria. Durante los
primeros días, cuando las mamas están más sensibles y todavía no se tiene instaurado
el hábito de la lactancia, se puede aplicar unas gotas de aceite de oliva.

Alimentación

La correcta alimentación de la madre durante la lactancia es muy importante, ya que el


bebé recibe todos los nutrientes necesarios para su desarrollo a través de la leche
materna.
En general, se recomienda una dieta sana y equilibrada durante la lactancia. No es
necesario seguir una pauta de alimentación específica, pero sí prestar atención a
algunos alimentos beneficiosos y otros que pueden ser perjudiciales.
Lo más importante es la variedad y el aporte nutricional de las frutas, verduras,
cereales, legumbres, carnes, pescados, huevos y lácteos.
El embarazo no es momento para adelgazar, pero tampoco hay razón que justifique el
“comer por dos”. Hay que mejorar la calidad de lo que se come y de eliminar los
“extras” y evitar el “picoteo” entre horas, sobre todo alimentos ricos en grasas y
azúcares (bollería y pastelería industrial, refrescos,…).

Suplementos vitamínicos
A pesar de que se consuman grandes cantidades de frutas y verduras, la mayoría de
médicos recomiendan tomar suplementos vitamínicos durante la lactancia.
En función de cada mujer y sus necesidades, es posible seguir con las vitaminas
prenatales o que el médico recete otros complejos multivitamínicos.
En general, las vitaminas y los minerales que no deben faltar durante la lactancia son
los siguientes:
Calcio.-La madre deberá consumir al menos 3 o 4 porciones diarias de alimentos ricos
en calcio (leche, yogur, sardinas, almendras, espinacas o tofu) para conseguir el aporte
necesario, unos 1.000 mg diarios. Para asegurarse que esto se consigue, lo mejor es
tomar un suplemento de calcio.

Vitamina D.-Es importante para el crecimiento de los huesos porque ayuda a absorber
mejor el calcio. No es posible conseguir la cantidad de vitamina D necesaria durante la
lactancia con la alimentación y, por tanto, será necesario un aporte externo.

DHA.-Como hemos dicho, esta vitamina se consigue a través de la ingesta de pescados,


mariscos y huevos. En caso de no comer las suficientes porciones de pescado
semanalmente, será necesario un suplemento adicional de DHA para conseguir la
cantidad diaria recomendada (200-300 mg).

Además, las mujeres lactantes deben aumentar la ingesta diaria de las vitaminas del
grupo A y B presentes en frutas
y verduras entre un 30 y un
50%, ya que sus requerimientos
aumentan considerablemente
en este periodo.

Bebidas en la lactancia
La hidratación continua es muy importante durante la lactancia para asegurar la
producción de leche diaria.
La leche materna contiene un 85-90% de agua. Por este motivo, se aconseja tomar al
menos 2 litros (8 vasos) de agua al día, aparte de la cantidad de agua proveniente de
frutas y verduras.
El consumo de agua también se puede alternar con otras bebidas como las infusiones,
los zumos naturales, los caldos y las sopas.

Higiene bucodental

Durante el embarazo conviene revisar la boca, y si fuera necesario realizar el


tratamiento oportuno además de extremar la higiene con pasta fluorada y evitar
consumir productos cariogénicos (que contengan azúcar). La madre no debe
contaminar con su saliva objetos que
se pueda llevar el bebé a la boca
(chupetes, tetinas, mordedores,
sonajeros…). En el primer trimestre
de embarazo la matrona deriva a la
mujer embarazada al Programa de
Salud Bucodental.

¿Qué mitos existen sobre la


alimentación de la madre durante la lactancia?

A lo largo de la historia, ha habido algunas creencias sobre la leche materna y la


lactancia que finalmente han demostrado ser falsas. Algunas de ellas puedes leerlas
aquí:
 Mi leche no es buena

 Los enfados o las peleas cortan la leche


 La leche acuosa es mala
 Los alimentos fríos reducen la leche
 Si tu madre no tenía mucha leche, tú tampoco la tendrás
Todas estas afirmaciones sobre la lactancia materna son falsas.

Mitos

 Lactancia se debe frenar a cierta edad


 Es necesario consumir alimentos especiales en esta etapa de lactancia
 Tienen que encorvarse hacia adelante para dar pecho
Verdades

 Lactancia disminuye el riesgo de padecer cáncer de mama, hemorragia y depresión

posparto, entre otras enfermedades


 La leche materna es el alimento más adecuado para un bebé
 Disponer de un lugar que considere cómodo para amamantar
 Usar la técnica de enganche para evitar pezones agrietados
 Utilizar crema para evitar pezones agrietados
 Lavar con jabón entre cada período de amamantamiento

Anexo

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