Lactancia Materna
Lactancia Materna
Lactancia Materna
los primeros seis meses del recién nacido y recomiendan que a partir de esa edad
otros alimentos propios para su edad.2 Hay evidencia que sugiere que la lactancia
Según la OMS y la Unicef, a partir de los dos primeros años la lactancia materna
puede extenderse hasta que el niño, la niña o la madre decidan, sin que exista
Unicef.5
La mala nutrición durante las primeras etapas del ciclo de vida puede conducir a
que necesitan en el equilibrio adecuado, así como ofreciendo protección contra las
enfermedades.
mientras se continúa con la lactancia materna hasta los dos años de edad o más.
Datos clave
Amamantar por seis meses o más se asocia con una reducción del 19% en el
amamantar.
La lactancia materna protege contra el síndrome de muerte súbita infantil
Los bebés que son amamantados tienen un 60% menos riesgo de morir por
síndrome de muerte súbita infantil, comparados con los que no son amamantados.
El efecto es aún mayor para infantes que reciben lactancia materna exclusiva.
El apego entre madre e hijo aumenta cuando las madres interactúan con sus hijos
con respuestas más sensibles de las madres y la seguridad que se genera con el
apego.
que los adultos que fueron amamantados tuvieron salarios más altos, un efecto
Las políticas que apoyan la lactancia materna en los lugares de trabajo son
de grupo.
Los adultos que fueron amamantados cuando niños tienen 3,4 puntos más en los
renovable y es producida por las madres y consumida por los bebés sin polución,
empaque o desechos.
“Si hubiera una nueva vacuna que previniera 1 millón o más de muertes infantiles
por año, y que además fuera barata, segura, administrada por vía oral, y que no
necesitara una cadena de frío, sería una política imperativa de la salud pública. La
Las mujeres que amamantan tienen un 32% menos de riesgo de tener diabetes
tipo 2, un 26% menos de riesgo de tener cáncer de mama y un 37% menos riesgo
Comodidad. Cualquiera de los dos padres (o cualquier otro cuidador) puede darle
el biberón al bebé en cualquier momento (aunque esto también es aplicable a las
madres que se extraen leche materna utilizando bombas de extracción). Esto
permite que la madre comparta con su pareja la tarea de alimentar al bebé, lo que
ayuda a esta última a involucrarse más en este crucial proceso y en la formación
del vínculo que suele conllevar.
Flexibilidad. Una madre que alimenta a su bebé con leche de fórmula puede dejar
a su bebé con su pareja u otro cuidador sabiendo que lo podrá alimentar durante
su ausencia. No necesitará extraerse leche con una bomba ni organizarse el
horario de trabajo u otras obligaciones y actividades en función de las tomas del
bebé. Tampoco necesitará buscar un lugar recogido cuando tenga que amamantar
al bebé en público.
Dieta. Las mujeres que optan por la lactancia con leche de fórmula no necesitan
preocuparse de que lo que coman o beban pueda afectar a sus bebés.
Precio. La leche de fórmula puede ser cara. Las variantes en polvo son las más
baratas, seguidas de las variantes concentradas, siendo las más caras las que se
venden listas para el uso. Y las leches especiales (por ejemplo, de soja o
hipoalergénicas) son más caras, a veces mucho más caras, que las leches de
fórmula básicas. El costo de alimentar a un bebé con leche de fórmula básica
durante el primer año de vida ronda los US $1.500 (o los 1.500 €).
500 calorías por día, para mantener la salud y nutrición adecuada, además de ser
aconseja adoptar ningún tipo de dieta restrictiva para bajar de peso durante este
período.
food y lasaña;
chocolates y helados;
Pescados ricos en mercurio, como pez espada, caballa, atún y tiburón;
Algunos tés, como jengibre, boldo o alcachofa. Conozca otros tés que no
del bebé. Vea con más detalle qué no debe comer durante la lactancia.
mg de cafeína por día no provoca ningún problema en el bebé, por lo que la mujer
lactante puede beber entre 2 a 3 tazas de café por día intentando que no sea
café
dilia
Por natural que sea el proceso de lactancia, a veces puede ser desafiante.
Por eso es vital buscar ayuda de inmediato si tiene dificultades para amamantar
en casa.
durante los primeros meses podrían significar que su bebé no está recibiendo
Las sesiones que consistentemente duran más de 50 minutos también son motivo
recibiendo.
toda la noche. La alimentación frecuente y las 24 horas del día es una parte
cada pocas horas para ganar suficiente peso y prosperar. Si su recién nacido
4. No escucha tragar con frecuencia cuando su bebé amamanta una vez que ha
cuando comience a amamantar, luego trague con más frecuencia a medida que
continúa una sesión y con menos frecuencia nuevamente cerca del final. Tragar es
una excelente señal de que, en realidad, está ingiriendo leche. Si parece que no
posible que no pueda oír a su bebé tragar cuando toma pequeños sorbos de
desde que le llegó la leche. El aumento de peso inadecuado es una de las señales
por día, su orina es de color amarillo oscuro o está manchada de rojo, o el color de
sus heces sigue siendo oscuro en lugar de amarillo y suelto. Si usted o su pediatra
bebé durante los primeros días. Esto puede ayudar a asegurarse de que estén
lactancia pueden proporcionarle un diario especial para registrar las tomas y los
suficiente leche. Es posible que también desee que le examinen los senos.
8. Experimenta una congestión mamaria grave. Los senos duros y dolorosos
extractor de leche eléctrico hasta que sus senos se hayan ablandado un poco. La
posible que su bebé no esté bebiendo suficiente leche o que esté succionando de
manera ineficaz.
detectar una infección en el pezón o en los senos, como mastitis, y ayudarla con
en el lado menos dolorido o incluso usar un extractor de leche eléctrico hasta que
situación.
INGURGITACIÓN MAMARIA
La ingurgitación mamaria puede aparecer a los dos o tres días del parto en ambos
pechos, que se ponen tensos, hinchados y calientes. Suele generar mucha
preocupación, porque los pechos están hinchados y doloridos, el bebé tiene
dificultad para agarrarse y la madre se siente impotente al intentar vaciar el pecho
sin conseguirlo. En realidad la ingurgitación no se debe a un acúmulo de leche,
sino a la congestión de la glándula mamaria, es decir, a la inflamación debida a la
dilatación vascular producida en la glándula que se está preparando para la
lactancia. Puedes prevenirla ofreciendo el pecho con frecuencia durante los
primeros días.
Para aliviar las molestias puedes aplicar frio local (geles térmicos, bolsas de hielo,
compresas frías…) entre las tomas e, incluso, tomar un antiinflamatorio como el
ibuprofeno si no eres alérgica o padeces algún problema que lo contraindique.
Si con estas medidas no consigues que el bebé se agarre al pecho, puedes probar
la técnica de la presión inversa suavizante, que consiste en presionar en la zona
que rodea la base del pezón, o consultar a un profesional con experiencia.
DOLOR
Los primeros días es normal sentir una molestia en los pezones durante la toma,
ya que el embarazo produce un aumento de la sensibilidad en los pezones que
suele desaparecer poco después del parto. Sin embargo, un dolor intenso o
persistente no puede considerarse normal y suele indicar que existe algún
problema. Lo más frecuente es que el dolor se deba a una compresión del pezón.
Como consecuencia pueden aparecer grietas y además se dificulta el vaciado de
la mama con riesgo de complicaciones como mastitis, disminución de la
producción de leche, escasa ganancia de peso etc. Si padeces dolor durante la
toma o las molestias de los primeros días no desaparecen, conviene que lo
consultes para identificar la causa y evitar el dolor y las posibles complicaciones.
GRIETAS EN EL PEZÓN
Si las grietas tardan en curarse a pesar de haberse resuelto la causa que las
provocó, hay que sospechar una sobreinfección bacteriana y puede ser necesaria
la aplicación de una pomada antibiótica tras la toma. Esto lo decidirá el profesional
sanitario experto en lactancia. En todo caso, antes de la toma conviene retirar los
restos con una gasa empapada en agua o suero fisiológico aplicada durante unos
minutos sobre el pezón.
Ten en cuenta que durante la lactancia las pequeñas glándulas que están en la
areola proporcionan hidratación al pezón, por lo que no es recomendable que te
laves los pezones antes y despúes de las tomas para evitar retirar esta protección
natural. La ducha es suficiente para una higiene adecuada.
MASTITIS
Aunque sufrir una mastitis puede resultar duro y además, en muchas ocasiones
está precedida de otros problemas con la lactancia, debes de saber que con el
tratamiento adecuado notarás una gran mejoría en 24 horas. No te desanimes.
Puede serte de ayuda el consultar con un profesional experto en lactancia que
diagnostique la causa y te ayude a evitar recaídas y complicaciones.
El tamaño y la forma del pecho y de los pezones no tiene por qué ser un motivo de
preocupación, a menos que tu bebé tenga dificultades para hacer un agarre
adecuado. En ese caso los profesionales te ayudarán a encontrar una postura
cómoda que favorezca el agarre.
La forma y tamaño del pecho deben ser tenidas en cuenta para adoptar una
postura en la que la boca y la cabeza del bebé estén alineadas con el eje del
pecho y pezón de su madre, tal y como se muestra en las siguientes figuras.
Los pezones planos no suelen ser un problema dado que para mamar de forma
eficaz el bebé debe introducir en la boca no sólo el pezón, sino una parte
importante de la areola. Puedes facilitar el agarre si antes de la toma estimulas
manualmente el pezón para que sobresalga un poco más.
Los pezones invertidos suelen deberse a unos conductos galactóforos cortos, que
son los conductos que transportan la leche de los lóbulos mamarios al pezón. Esta
situación mejora tras un periodo de lactancia. Las primeras tomas pueden ser
dolorosas debido al estiramiento que la succión provoca sobre dichos conductos.
Se ha comprobado que no resulta útil la realización de ejercicios de estiramiento
de los pezones durante el embarazo ni el uso de escudos prenatales. Estos
últimos son unos escudos plásticos que tienen un aro interior pequeño que ejerce
una presión suave para facilitar la salida del pezón.
Si tienes pezones invertidos te puede ayudar tratar de extraer el pezón con una
jeringa o con el sacaleches, o bien estimularlo rotándolo o mojándolo con agua fría
justo antes de la toma. El contacto piel con piel, la postura de crianza biológica® y
el agarre dirigido pueden también ayudarte.
Las pezoneras pueden resultarte muy útiles si con las medidas anteriores el bebé
no consigue un buen agarre. Con las tomas los conductos se irán elongando y
desaparecerá el dolor. Si tus pezones son grandes para la boca del bebé hasta
que su crecimiento le permita conseguir un agarre adecuado puede ser necesario
que te extraigas la leche con sacaleches y se la administres. También puedes
probar el uso de pezoneras, teniendo en cuenta que sólo entrará parte del pezón o
que estará muy comprimido y, por lo tanto, el vaciado del pecho no será
adecuado. En este caso, tras la toma será conveniente que completes el vaciado
con extracción.
Algunos recién nacidos están muy adormilados durante los primeros días y no se
despiertan para mamar. Conviene que le despiertes para que haga al menos 8
tomas al día. Prueba a ponerlo en contacto piel con piel, a masajear sus pies, a
cambiarle el pañal o a desnudarle, y si es necesario, ayúdale a engancharse al
pecho.
Otros recién nacidos maman con frecuencia pero no succionan de forma efectiva y
suelen dormirse en el pecho. Puedes ayudarle comprimiendo el pecho mientras
succiona para facilitar la salida de la leche y relajando la compresión durante las
pausas.
Hasta que tu bebé haga tomas eficaces es recomendable que te extraigas la
leche o el calostro para estimular la producción y ofrecérselo con una
cucharita, vasito, jeringa o tetina.
Los lactantes con frenillo corto pueden tener dificultad con el agarre y producir
dolor durante la toma. Esta dificultad puede compensarse si se les ayuda a
conseguir un agarre profundo, con lo que disminuye la compresión del pezón y el
dolor. Además pueden necesitar más tiempo para mamar y puedes ayudarle
comprimiendo el pecho durante la succión. En algunos casos puede ser necesaria
la corrección quirúrgica.
Miller