Un Siervo Brillante

UN SIERVO BRILLANTE.
Base bíblica: Mateo 11:7-11.

Contexto: Juan estaba en la cárcel y Jesús se encontraba en la cumbre de su popularidad.
Juan el Bautista fue un hombre escogido y apartado por Dios para un propósito. El cual
era, preparar el pueblo de Israel para la venida de Jesucristo (Lc 1:15-17; Jn 1:6-7).
Según 4:12 y 14:3, 4 (véase sobre estos versículos), Juan el Bautista había sido llevado
prisionero por el Rey Herodes Antipas. Había sido encerrado en la tenebrosa fortaleza de
Macaero, moderna Khirbet Mukâwer, ubicada unos ocho kilómetros al este del Mar
Muerto y unos 24 kilómetros al sur de su extremo norte.
Josefo narra que Juan fue encarcelado en el Castillo de Machaerus, al este del mar
Muerto. Se calcula que Juan ministró unos dieciocho meses antes de su encarcelamiento y
que había estado en la cárcel unos doce meses cuando mandó a sus discípulos a Jesús.
La prisión era parte de uno de los palacios de Herodes, lo cual explica la posibilidad de la
acción relatada en Mr. 6:25–28. Aunque su encarcelamiento debe haber sido una prueba
muy triste, a Juan le era permitido recibir visitantes. De ellos él había sabido acerca de las
actividades de Jesús, el mismo de quien Juan el Bautista había dicho tantas cosas
maravillosas.
I.-PEQUEÑO HOMBRE DE GRAN VALOR.
A.-Juan de todos los profetas antes que él fue el único que no se menciona que haya
realizado grandes prodigios y milagros tales como los hizo, Moises o Elias al ojo humano.
B.-Lo que si se menciona en la Biblia es que había sido bautizado desde el vientre de su
Madre con el Espíritu Santo, y que la preparación de su ministerio fue en el desierto
donde se alimentaba de Miel y langostas (Mateo 3:4) siendo el de descendencia
sacerdotal (Lucas 1:8) y pudiendo escoger una vida más cómoda el no olvido el valor de
su llamado y especial Misión.
C.- Aquí Jesús corrige una conclusión errada que algunas personas podían sacar acerca
de Juan debido a la pregunta en que había revelado su duda acerca de Aquel a quien
había señalado previamente como el Mesías, conclusión según la cual el Bautista sería
una persona voluble, vacilante. Pero es de resaltar la importancia de este dato, que de
pocas personas Jesús hizo un elogio tan extraordinario como de Juan el bautista, empezó
preguntándoles a su audiencia ¿Qué fue lo que salieron a vez? Al desierto cuando
salieron en masa al encuentro de Juan.
1.- ¿Salieron a ver una caña sacudida por el viento? Esto puede decir dos cosas:
a.-En las orillas del Jordán crecían muchas cañas; la frase una caña (junco) sacudida
era una especie de proverbio para referirse a la cosa más corriente del mundo.
DIANA ALVARADO
A). -Entonces cuando la gente bajaba a ver a Juan ¿Salían a ver algo tan simple y
ordinario como las cañas que mece el viento a la orilla del rio que no podían estar
erguidas cuando soplaba el viento en el desierto?
B). -Seguro no fueron a ver a Juan como a una persona vulgar y corriente, el
mismo hecho que una multitud saliera a verlo lo comprueba.
2.-Juan no era un hombre inconstante, cambiable, sin convicción mucho menos sin
valor; sino alguien de gran valor, brillante, un testimonio sublime.
II.-UN HOMBRE DE VERDAD.
A.- ¿Habían salido a ver a alguien que llevada una ropa lujosa y delicada? Tal persona
seria un cortesano y eso sí que no era Juan: No sabía nada de la afectación, ni halago de
la corte.
1.-No era un hombre doblado por el aplauso ni por el desagrado del pueblo, si hubiera
tenido ese carácter, habría elogiado al rey Herodes, en lugar de condenar su pecado.
Lucas 3:18-20.
a.- ¿Por qué estaba en la cárcel? Herodes estimaba a Juan según Marcos 6:20; por eso
si Juan hubiera aprovechado ese aprecio que Herodes sentía por él, habría estado en
el palacio en lugar de la cárcel.
B.-Su misión era peligrosa, porque era decirles la verdad a los reyes y al pueblo de
Israel.
1.-Era embajador de Dios, su vestuario de piel de camello proclamaba sumisión
espiritual.
a.-No era cortesano de Herodes.
b.- Un hombre sin miedo a cumplir con la misión a la que fue llamada.
III.-EL VERDADERO ESPLENDOR DE UN SIERVO ES CUMPLIR CON LA MISION
ENCOMENDADA.
A.- ¿Habían salido a ver un profeta?
1.-“Más que un profeta” porque Juan no solamente profetizaba (véase p. ej., Mt.
3:7–12) sino que él mismo era objeto de la profecía. El mismo era el precursor del
Mesías anunciado por las profecías. Así que, Jesús prosigue: Este es aquel de quien
está escrito: He aquí yo envío mi mensajero delante de tu rostro, quien preparará el
camino delante de ti. Malaquías 3:1.
Un profeta pregonero de la verdad de Dios.
2.-El que había sido profetizado. Lucas 1:13-17; Mateo 3:3.
DIANA ALVARADO
a.-Dios no oculta lo que va hacer a sus siervos. Amos 3:7.
B.-Como profeta hacia y tenía dos cosas.
1.-Trae el mensaje de Dios. Mateo 3:1-2.
a.-Juan el bautista traía mensaje de arrepentimiento. Strong #3340: De meta,
“Despues”, y noeo, “Pensar”. El arrepentimiento es una decisión que resulta en un
cambio de mente, lo cual a su vez lleva a un cambio de propósito y acción.
b.-Es precisamente lo que el mensaje de Juan el bautista quería provocar en las
personas.
2.-Tiene el valor de proclamarlo.
C.-Juan era nada menos que el Heraldo (emisario, mensajero de Dios).
1.-Abrirle camino al Mesías fue su misión y no se pudo tener misión más gloriosa
que esa.
a.-Lucas 1:17 nos dice: “E ira delante de el con el espíritu y poder de Elías, para
hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la
prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto”. Mt
11:14; 17:13.
b.-Además cumpliría la profecía de Malaquías 4:5-6.
IV.-UNA RECOMPENSA MAYOR.
A.-Una verdad general.
1.-Los profetas del Antiguo Testamento instrumentos grandes de la gloria de Dios.
B.-Pero Juan el bautista vino abrir el camino del don de la gracia de Dios y el arribo del
Mesías. El reino al que se refiere es el mismo que Jesús establecería en los seguidores
de aquella época y el gobierno de Jesús en el corazón que le aceptan y hoy se llama
iglesia.
C.-En el nuevo pacto, por medio del sacrificio de Jesucristo somos aún mayores al
aceptar, creer y valorar además de amar en el sacrificio de Jesús.
1.-hebreos 8:6.
DIANA ALVARADO

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