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Manual H 1 y 2
Manual H 1 y 2
Manual H 1 y 2
HISTORICOS I
Un estudio Plan de estudios teológicos a
distancia
semi-inductivo de los
Libros Históricos.
INTRODUCCION:
Es importante conocer la historia de Israel porque en ella se nos revela el mensaje del antiguo
testamento, además la historia del pueblo escogido y la revelación de Dios están inseparablemente
entretejidas. A través de la vida de Israel, sus acontecimientos, sus guerras, sus deportaciones y
resurgimientos espirituales, Dios se revelo llevando a cabo sus elevados propósitos. Sobre todo, la
historia de Israel nos relata como Dios preparó el escenario por medio de su pueblo, el camino para
redimir la humanidad.
Los libros históricos comienzan con Josué y terminan con Ester. Narran la conquista de Canaán y el
establecimiento de Israel en ella, el periodo de la anarquía política y social, la iniciación del reino,
su posterior florecimiento, decadencia y caída, el cautiverio babilónico y restauración.
EL TEMA PRINCIPAL:
LA FIDELIDAD A JEHOVA COMO PORTADORA DE BENDICION Y LA INFIDELIDAD
COMO PORTADORA DE RESULTADOS FUNESTOS.
Se cumplen al pie de la letra las profecías de Moisés que aparecen en Deuteronomio cap. 28. Los
escritores de los libros históricos detallan los repetidos fracasos de Israel y nos muestra que era
imposible que la ley efectuara la salvación, por lo tanto era necesaria la intervención de un redentor
divino.
Estos libros abarcan aproximadamente un periodo de tiempo de ochocientos a mil años desde la
invasión de Josué en el siglo XV o XIII antes de Cristo, hasta, Nehemías cuatrocientos cuarenta y
cuatro años A. de C.
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LA CONQUISTA DE CANAAN
I INTRODUCCION AL LIBRO DE JOSUE
El libro de Josué recibe su nombre de este general, no porque él sea considerado el autor
de todo el libro, sino porque él figura como héroe. Su nombre significa “JEHOVA ES
SALVACION” o “JEHOVA SALVA”. Se nos presenta en el Pentateuco como el ayudante
de Moisés (EX. 24:13) y su lugar-teniente en la guerra contra Amalec (EX.17: 8 al 16)
debido a esto que algunos estudiosos llegaron a pensar que antes del Exodo Josué había
sido un oficial del ejército egipcio, (Josefo un historiador judío del siglo I cuenta una
tradición oral que en cierta ocasión Josué dirigió al ejército contra etiopia) era un hombre
de gran fe, firmeza de carácter y valentía. Junto a Caleb dio un buen informe de Canaán
sobre la base que había visto como espía, recomendó que Israel invadiera inmediatamente
la tierra de Canaán “pues Jehová nos la entregara” (Num.14:8). No hay que extrañarse que
Dios lo escogiera para suceder al caudillo de los hebreos (Num.27:15 -23).
Por ser uno de los dos sobrevivientes del éxodo de Egipto, Josué era ya un hombre anciano.
Había presenciado las plagas de Egipto, el cruce del mar rojo, los grandes milagros de Dios
y los fracasos de Israel en el desierto. Conocía tanto el poder de Dios como la debilidad
humana. Josué había tenido una experiencia con Dios y fue comisionado para conquistar
Canaán.
Como Moisés, él gozaba de la comunión con Dios (Josué 1:1 al 9 y 5:13 al 15), pero no se
puede comparar con el gran libertador. Era un hombre de acción más que pensador. Su
tarea no fue legislar, ni recibir revelaciones sublimes, ni desarrollar conceptos morales o
teológicos. Era un hombre práctico, un soldado fiel que tenía un solo trabajo: conquistar
Canaán y repartir la tierra a las tribus. Observación de C.O. Guillis: “no se puede imaginar
la conquista de Canaán sin Josué”.
II AUTOR
Según la tradición judía, el libro fue escrito por Josué. Se nota que muchos de los escritos
fueron escritos por un testigo ocular. (Josué 24:26 dice que “escribió Josué en la ley de
Dios”). Sin embargo, es evidente que Josué no escribió todo el libro, pues relata su
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fallecimiento y acontecimientos que sucedieron después, tales como la conquista de Hebrón
por Caleb (Josué 15:13,14 y jueces 1:1, 10,20) y la conquista de Lesem por los danitas
(Josué 19:47; Jueces 17 y 18).
Se ignora la fecha cuando se escribe el libro, pero se cree que fue antes de la época de
David, pues menciona a los jebuseos como los habitantes de Jerusalén “hasta hoy”(Josué
15:63).estos fueron desalojados por el rey David (2° de Samuel 5:6,7).
b) Demostrar la fidelidad de Dios en cumplir sus promesas que le había dado a los
patriarcas de llevar a los descendientes a la tierra prometida y entregarla en sus manos.
(Josué 21:43-45).
c) Enseñar la santidad de Dios a los israelitas en los juicios a los cananeos depravados.
VII CONTENIDO
A) PREPARATIVOS
A1- Josué es comisionado: Josué 1:1 – 9 Moisés murió pero los planes de Dios no
fracasaron, pues ningún hombre es indispensable. Dios comisiono a Josué para que
continuara con los planes de conquista y ocupación de Canaán. Aunque los israelitas
tendrían que ir a la guerra para ocupar palestina, más el territorio era un regalo de Dios y
una heredad para su pueblo. Las promesas alentadoras a Josué indican que había
desfallecido en algo su corazón por las siguientes razones:
1- Tenía que cruzar el río Jordán, el río estaba desbordado por los deshielos que bajaban
del monte Hermon (Josué 3:15).
2- El enemigo lo estaría esperando en la otra orilla cuando cruzaran el caudal del río.
3- Los enemigos aunque estaban debilitados, debido a sus conflictos bélicos eran hombres
de guerra.
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Josué movilizó a todas las tribus a pesar que los rubenitas y gaditas y parte de la tribu de
manases se habían establecidos al oriente del Jordán, estos respondieron con presteza
cuando Josué les recordó que tenían que combatir con sus hermanos unánimes contra los
cananeos. Se debe aclarar que en el tiempo de Josué no se ocupó toda la tierra de Canaán
como se había prometido en Josué 1:4 la pregunta es ¿falló la promesa de Dios? ¡No! en
ningún sentido la promesa falló, el pueblo de Israel tenía que apropiarse por fe la palabra
dicha por Dios y destruir a los cananeos “todo lugar que pisare la planta de vuestros pies” y
sin embargo no ocuparon toda la tierra de la promesa y cohabitaron la tierra con algunos
cananeos.
A2- La misión de los espías: Jericó era clave para las pretensiones de avanzadas
de conquista de los hebreos ya que Jericó estaba construido en medio de dos cerros, ellos
guardaban el desfiladero y además eran la puerta de entrada a ese país, su habilidad como
general queda demostrada en su estrategia de conquista, la ocupación no fue por el sur que
era la lógica de ataque, sino que Josué ataco por el centro del país para dividirlo en dos y
continuó su ocupación por región. Josué envió a dos espías para conocer el estado de ánimo
de los cananeos y estos fueron a la casa de Rahab la ramera, su casa era un lugar donde un
extraño podía entrar sin causar sospecha y donde se podían escuchar los chismes de las
gentes. Dios de seguro que estaba preparando el corazón de ésta mujer no solo para ayudar
a los espías sino también para quedar registrada en genealogía mesiánica de Jesucristo
(Mat. 1:5) y ser elogiada en los héroes de la fe (Hebreos 11:31). El informe de los espías
demostró a Josué que los habitantes de Jericó estaban aterrados y le demostró que Jehová
Dios los estaba entregando en sus manos.
a) Motivos del milagro: Dios abrió el río Jordán en una manera sobrenatural por tres
razones:
1- Para engrandecer a Josué antes los ojos de los israelitas a fin de conquistar su confianza
y lealtad al nuevo líder. (Josué 3:7)
2- Para desarrollar la fe de los Hebreos y demostrarles que echaría a los cananeos de sus
tierras que fluye leche y miel. (Josué 3:10)
3- Para sembrar el terror en sus enemigos y dar un testimonio a todos los pueblos de su
poder y fidelidad. (Josué 5:1; 4:23,24)
Gilgal sirvió como base de operaciones para el ejército hebreo. En este lugar los israelitas
hicieron dos preparativos más.
1- La circuncisión de los varones de Israel, era el rito de la señal que eran parte del pacto
del pueblo de Dios (génesis 17:7-14) y espiritualmente significaba la renovación del
corazón (Rom. 2:29; col. 2:11) la segunda generación en el desierto no había sido
circuncidada ni había celebrado la pascua, pues estaba bajo disciplina divina por haber
rehusado entrar hace 38 años a la tierra prometida (Núm. 14:20-35). Ahora el milagro del
Jordán demostraba que nuevamente gozaban del favor divino y por lo tanto el pueblo
hebreo observo los dos ritos.
2- La pascua conmemoraba la liberación de Egipto y proveía una oportunidad al pueblo de
tener comunión con Dios. Como los ritos prepararon a los israelitas para la guerra santa, de
igual manera el creyente se prepara para la lucha espiritual despojándose de las obras de la
carne.
Josué y los israelitas conquistaron Canaán en tres campañas, las cuales abarcaron un
periodo de siete años. Treinta y un reyes y siete naciones fueron subyugados, cuyos
nombres se encuentran registrados en el capítulo 12 de jueces. Después de dividir Canaán
en dos partes, Josué conquistó la región sureña. Luego tomó posesión de la parte norteña.
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a) Para evitar un sitio prolongado y evitar que los israelitas se desanimaran y evitar que las
ciudades estado cananeos recobraran ánimo y se reorganizaran y atacaran a Israel.
b) Para enseñar a Israel que la tierra de Canaán era un regalo de Dios recibido por fe más
bien que una victoria por sus armas.
c) Para aumentar la fe de los israelitas a fin de que ganaran las futuras batallas. La fe más
obediencia produce victoria.
Dios había prometido entregar la ciudad en manos de los israelitas, pero ellos tenían que
cumplir al pie de la letra los mandatos divinos. Tenían que rodear la ciudad una vez por día
durante una semana. El arca del pacto ocupaba un lugar especial de honor simbolizando
que Dios mismo rodeaba Jericó. La ciudad fue anatema a Jehová, dedicada a destrucción y
debían ser muertos todos los seres vivientes y entregados al santuario todos objetos
preciosos, Jericó seria ofrecida a Jehová como primicia de las conquistas. La ciudad debía
de ser desolada y no ser reedifica y quedar como símbolo de juicio sobre aquello que es
degradante.
Israel perdió solamente una batalla en siete años de guerra, la derrota ante Hai. La
cantidad de baja era poca. ¿Por qué fueron los israelitas sobrecogidos de pánico? Porque
era evidente que algo desagradó a Jehová y que él les retiro esa ayuda con la cual ellos
habían contado. Además los cananeos cobrarían ánimo para atacar a una a Israel. Josué
busco a Jehová y la respuesta divina indico el pecado en el campamento que había
provocado la derrota. Se desprenden algunas lecciones de la derrota.
Los gabaonitas, viendo perdida la causa de Canaán, buscan alianza con los israelitas. Su
conducta pone de relieve el pánico producido por la invasión hebrea. ¿Por qué fueron
engañados los israelitas por los gabaonitas? “no consultaron a Jehová” (9:14). No obstante
el engaño gabaonita, los israelitas cumplían con su parte del pacto por que habían jurado
por Jehová (9:19), les dejaron la vida pero los condenaron a esclavitud perpetua, esto
demuestra cuan sagrado era el juramento en aquel entonces.
Una coalición de cinco reyes del sur, deseosos de venganza y castigar la traición de los
gabaonitas les atacan. Pero Josué acude en su ayuda a socorrerlos, derrotando
decisivamente a los de la coalición.
Jehová interviene contra los enemigos de Josué, primero siembra pánico que los pone en
fuga; luego la espantosa granizada; y si esto fuera poco, el día se prolonga para que los
israelitas completen su victoria.
¿Cómo se puede explicar el hecho de que se detuvo el sol? Hay varias explicaciones:
a) El pasaje es una cita de un libro de poesía, Jaser y no ha de interpretarse literalmente.
b) Realmente el sol solamente pareció detenerse. Fue un fenómeno de la luz solar en la
tarde, es decir el cambio de dirección que experimenta la luz al pasar por un medio a otro.
Ciertas condiciones atmosféricas en el atardecer parecen retardar el sol, pero en realidad es
la refracción de la luz.
c) Josué pidió que Dios le diera alivio del sol abrasador. Dios contesto mandando una
tormenta.
d) Es una narración que ha de ser interpretada literalmente. Si uno cree en un Dios
omnipotente, no hay problema en creer los milagros. La cosa extraordinaria no es que Dios
detuviera el movimiento de la tierra, sí que hiciera caso a la voz de un hombre (10:14). La
oración puede mover montañas pero en este caso parece detener el paso del tiempo.
Probablemente Dios desacelero la velocidad de la rotación de la tierra, prolongando así el
día.
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Por otra parte, la arqueología testifica en cuanto a la veracidad del relato bíblico tocante a la
destrucción de las ciudades de Laquis y Debir. Se encontró una gran capa de ceniza en ellas
que se remonta al siglo XIII A.C. toda la alfarería bajo la capa era de los cananeos, y la que
había encima de ella israelita.
Las ciudades del sur cayeron una tras otra en una serie de rápidos y devastadores ataques
de los israelitas.
Alarmados por las noticias del sur, referente a la conquista de los hebreos, Jaban Rey de
Hazar, formo una poderosa coalición de las ciudades – estados del norte. En un ataque
relámpago Josué sorprendió al enemigo en el valle de meron, lugar escabroso donde los
temibles carros no podían maniobrar bien. La liga del norte fue derrotada decisivamente.
Si Josué no hubiera podido destruir las fuerzas del norte de un solo golpe, habría tenido
que subyugar las ciudades una tras otra, una tarea muy prolongada. Sin embargo esto no
significa que Israel ocupara Canaán. Las campañas de Josué fueron batallas de destrucción
y exterminio más bien que un intento de adueñarse de la tierra y ocuparla; destruyeron las
mayores para la ocupación, los israelitas no tendrían que luchar si no con las ciudades
aisladas (13:1-13; 17:12 y 13).
Puesto que la tribu de Levi ha sido apartada para ministrar en las cosas religiosas, no recibe
territorio sino que está sostenida por los diezmos y ofrenda de las otras tribus.
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“Jehová Dios de Israel es la heredad de ellos” (13:33). También era necesario que los
levitas fueran esparcidos en toda la nación, ya que, ellos tendrían que ministrar
espiritualmente y enseñar la religión. Pero necesitan donde residir y es por eso que se
entregan 48 ciudades con sus alrededores tomadas de las otras tribus y distribuidas por
suerte entre las varias familia de Levi (Josué caps. 20 y 21). Se ubica el tabernáculo en Silo,
de esta manera la ciudad llega a ser la capital religiosa donde acude la nación. A falta de la
unidad política, este centro espiritual de las tribus es de gran importancia. De las 48
ciudades entregadas a los levitas, seis son designadas ciudades de refugio, tres en
Transjordania y tres en Canaán, estas ciudades de Silo son salvaguardia contra la venganza
injusta y las resultantes luchas sangrientas, pues a ellas pueden huir los que han causado
muerte por accidente. No hay policía en Israel y le toca al pariente más cercano como
vengador de sangre. La persona que ha matado a otra puede contar con un proceso justo y
un asilo, si no es reo de homicidio deliberado.
Caleb es un ejemplo extraordinario de creyente pío y fiel (14:6 – 15; 15: 13 – 19). Era uno
de los exploradores de Canaán que tenía fe. Hacía más de 45 años que Moisés le había
prometido una recompensa, aunque Caleb tenía que esperar largo tiempo, nunca perdió la
fe ni se dio por vencido. Cumplió siguiendo a Jehová. Ilustraremos los buenos resultados
de ser fiel.
1) Fue un hombre cuya visión y fe para lograr cosas iban siempre en aumento. Pidió la
región de Hebrón, no obstante que era una de las partes más difíciles para conquistar (Núm.
14:24 al 30; Deut. 1:36), “dame pues este monte” dijo porque no le espantaron los gigantes.
2) Fue un hombre cuyas fuerzas iban siempre renovándose, a pesar de sus 85 años, podía
decir “todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió”.
3) Fue un hombre que transmitía bendiciones a otros como Otoniel para tomar Quirit-Sefer
(Debir) luego le recompenso dándole a su hija Acsa y un terreno con dos fuentes de agua,
no cabe duda alguna que su ejemplo y valentía fue un factor importante para hacer de
Otoniel el primer libertador de Israel en la época de los jueces. (Jue.3:7 – 11)
Al terminar la guerra, Josué despidió a las tropas de las tribus que se ubican en
Transjordania. Por poco se formó una trágica guerra por un altar que construyeron los de la
tribus de Gad, Rubén y Manases. Las tribus en Canaán pensaron que las tribus de
Transjordania se habían apartado política y religiosamente. Felizmente, una comisión fue
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enviada para investigar el asunto antes de que enviaran un ejército para castigar a los
supuestos ofensores.
Cuando Josué llego al ocaso de su vida, reunió dos veces a los líderes y la gente para darles
un reto final. El tema del primer discurso (caps. 23) es el poder y fidelidad de Jehová.
Contiene además una ferviente exhortación al pueblo que permanezca leal a Dios. Él había
repartido a los israelitas hace veinte años la tierra de Canaán y aún no habían expulsado a
todos los cananeos. La comodidad y ventajas personales habían apagado el celo que tenían.
Ellos contemporizaban con el enemigo y Josué procuro estimularle a una obediencia
completa a Dios.
En el segundo discurso (cap. 24) Josué hizo recordar que todo lo que había notable y
glorioso en su historia era gracias a Dios. Les advirtió que perderían sus tierras si eran
desleales a Jehová. Les rogó dramáticamente que se decidiesen a elegir como su jefe a Dios
y renovó el pacto con ellos en Siquem.
Dice C.H. Benson. “Josué es uno de los pocos personajes bíblicos de quienes no se
registran ni faltas, ni fracasos. No era tan capaz y versátil como Moisés, pero el verdadero
secreto de su éxito estaba en su fe, él creía en Dios y creía en sus seguidores, esperaba
grandes cosas de ellos y se atrevía a grandes cosas con ellos.
JUECES
INTRODUCCION
I. Título: Se llama jueces por los personajes que Dios levantó en momentos difíciles para
librar a las tribus de Israel de sus opresores. Al obtener la victoria, quedaban reconocidos
como gobernantes. Ejercían su poder principalmente juzgando al pueblo, así recibían el
nombre de jueces.
Sin embargo, eran más libertadores que jueces (3:9,15). No eran como reyes, ni se permitía
que sus hijos heredaran sus puestos, semejante a los profetas fueron llamados de Dios, y al
morir no había sucesor. Otoniel fue el primer juez y Samuel el último.
Los jueces eran de distintos rangos sociales e incluyeron a una mujer, el espíritu de Jehová
venia sobre los libertadores tomando posesión de ellos y dándoles un carácter carismático.
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Por regla general no tenían milagros como credenciales; solamente ganaban victorias.
Tenían muchos desperfectos pero también valentía. Su obra era brutal pero necesaria,
ilustran la verdad de que Dios escoge lo vil y lo menospreciado para avergonzar a los
fuertes.
II Autor: Según la tradición Samuel era el autor, sin embargo nadie lo sabe a ciencia
cierta. Fue escrito después de la coronación de Saúl, pues dice “en estos días no había rey
en Israel” (Jueces 21:25).
IV Versículo clave: Cap. 21:25 “en estos días no había rey en Israel; cada uno hacia lo
que bien le parecía”. Este versículo se repite cuatro veces y muestra la confusión y caos
que resulta cuando no hay autoridad central y vigorosa. El fracaso de Israel era la
preparación de la monarquía prometida por Dios (Deut. 17: 14,15).
También este es un libro de derrotas lo contrario al libro de Josué, por un lado el libro
de Josué muestra sus victorias en siete años sobre siete naciones y jueces muestra sus
fracasos de siete apostasías, siete opresiones y siete liberaciones después de la muerte de
Josué. Muy a menudo se describen acciones brutales por sus caudillos, era una lucha por la
existencia. Se describen detalles repugnantes con un realismo asombroso pero el escritor no
aprueba los actos de brutalidad solo los relata.
VI Bosquejo:
VII Contenido
I Condiciones en Israel Caps. 1:1 – 3:6
Cuando Josué repartió a las tribus la tierra prometida le quedaba a cada una reclamar su
herencia y desalojar a los restantes cananeos, algunas tribus igual a Caleb comenzaron bien,
pero la mayoría de ellas estaban cansados de la guerra. En vez de destruir a los cananeos
ponían a trabajar por ellos a algunos y a otros los dejaban vivir en los rincones de sus
territorios. Así el pueblo israelita no cumplió completamente su misión de visitar el juicio
de Dios sobre la iniquidad de Canaán.
Al ver la desobediencia de Israel, Dios envió un mensajero para llamar al pueblo a renovar
su promesa de lealtad. Probablemente era el ángel del pacto, una apariencia del Cristo pre-
encarnado les reprendió por su mala correspondencia a los favores de Dios. Dios no echaría
más de la tierra a los cananeos y se dan tres razones.
Se presenta en 2:11 – 19 un ciclo que se repite continuamente en la historia del libro y este
tiene cinco aspectos.
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II) Dios castiga a su pueblo entregándolos a sus enemigos quienes los oprimen y los
esclavizan
III) El pueblo se arrepiente y clama a Jehová
IV) El señor tiene misericordia de ellos, levantando un libertador que derrota a sus
enemigos.
V) Hay reposo y fidelidad religiosa hasta que muere el libertador y luego el ciclo se repite.
Se enseñan tres cosas importantes, la ira de Dios contra el pecado, Dios no permitía que
Israel siguiera en la apostasía si no que en su amor castigaba a los reincidentes. Luego
demuestra la misericordia divina, Dios perdona y salva cuando se arrepienten. Finalmente,
señala la pecaminosidad del hombre. “Al morir el juez, ellos volvían atrás y se corrompían
más que sus padres” (2:19; 2°Pedro 2:22).
La primera opresión castigadora procedía del lejano norte. El libertador, Otoniel (león de
Dios), fue yerno de Caleb y conquistador de Debir. Sus hazañas militares habían ganado la
confianza de los israelitas en su capacidad de jefe militar. Sin embargo el secreto de su
victoria fue que el “Espíritu de Jehová vino sobre él”, expresión que significa que recibió el
impulso divino y el poder sobrenatural para realizar su misión. El espíritu de Dios se
apoderaba de los hombres para capacitarlos a tener valentía y fuerzas más allá de una
persona normal.
Después del fallecimiento de Otoniel, Israel volvió a la idolatría. Fue castigado 18 años con
la ocupación moabita, el libertador Aod, era surdo que le permitió engañar a Eglon y
asesinarlo.
La opresión vino porque el pueblo abandono a Jehová y fueron castigados por los
madianitas, pueblo nómada que merodeaba con sus camellos en la península del Sinaí.
Los 32.000 israelitas que respondieron al llamado de Gedeón constituían una fuerza
pequeña comparado con los 35.000 que componían el ejército madianita. Sin embargo Dios
quiso disminuir el número de los soldados hebreos no solamente porque la batalla seria
ganada por el poder de Dios sino también porque Dios obraría a través de instrumento que
reunieran las cualidades necesarias. Se permitió que los valerosos volvieran a sus casas.
Aunque los 10.000 israelitas que quedaron fueron todos valientes. Dios redujo aún más la
cantidad para que nadie pudiera atribuir a la victoria a la fuerza humana en vez de atribuirla
a Jehová. Dios también quería usar a los más aptos. Lo que oyó Gedeón en el campamento
de los madianitas demostró que Dios había preparado el camino para el triunfo, sembrando
temor en los enemigos. La táctica militar de Gedeón provoco pánico en los indisciplinados
escuadrones madianitas que se creyeron atacados por un numeroso ejército. En la confusión
y oscuridad, muchos se atacaron unos contra otros, y emprendieron precipitada huida hacia
el Jordán.
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G) El carácter mixto de Gedeón 8:22 – 34
Gedeón demostró gran prudencia cuando rehusó el título de rey, pero se comportó de un
modo poco sensato cuando pidió los zarcillos de oro para hacer un efod tras el cual “todo
Israel se prostituyo”. Es probable que aquí el efod se refiera a una imagen de Dios la cual
estaba en la ley prohibida. Además Gedeón tenía muchas esposas e hijos, la causa de
tribulaciones en su familia después de su deceso. A pesar de todo, Gedeón es uno de los
más nobles de los jueces. Se caracteriza por su cautela, valentía y constancia. Se incluye en
la lista de los héroes de la fe, que se haya en la carta de los hebreos. (Hebreos 11:32).
Abimelec (significa moloc es padre) era el más indigno de los hijos de Gedeón y su madre
tal vez era una concubina cananea, este mató a sus hermanos tal vez como un sacrificio
humano a los baales salvo jotan. La fábula de jotan ridiculiza la elección de Abimelec y
predijo con exactitud el desastre que se producía. Abimelec no era juez verdadero era un
usurpador. La única preocupación al ser herido mortalmente era su reputación
Vueltos a la idolatría más grosera, los hebreos fueron castigados por invasiones de los
filisteos y amonitas. Finalmente clamaron a Dios pidiendo ayuda. Jehová respondió
recordándoles probablemente por medio de algún profeta las numerosas veces que los había
libertado en el pasado, y que ellos siempre lo dejaron para servir a dioses ajenos. ¿Por qué
Jehová se negó a liberarles? Es evidente que no se habían arrepentido. Sin embargo, cuando
destruyeron sus ídolos, Jehová fue angustiado a causa de su aflicción (10:16). Se convocó
una asamblea general de las tribus para buscar a un hombre que tomara la jefatura del
ejército Israelita. Se la ofrecieron a Jefte.
¿Quién era Jefte? hijo de una prostituta y echado de su casa por sus hermanos legítimos y
rechazado por su pueblo se vio obligado a vivir en una región semi-civilizada. Se hizo
famoso como jefe de una tropa que hacia correrías contra las tribus del desierto. No
obstante temía a Jehová y le enseño a su hija el temor a Jehová. Jefte acepto la jefatura de
Israel con tal que después de la guerra se le otorgara la jefatura civil de toda Galaad. Se
observa un rasgo de bondad de Jefte en el hecho que trato de arreglar pacíficamente la
disputa con Amón. Cuando la guerra se hizo inevitable Dios descendió con su espíritu
sobre Jefte y le inspiro para conducir el ejército hebreo a la victoria. ¿Dios le dio la victoria
por que Jefte había hecho un voto de sacrificar a la primera persona que saliera de su casa
con tal que Dios le diera los amonitas en sus manos? También la ley prohibía semejante
sacrificio. Pero a Jefte le dio la victoria no por el necio voto de sacrificio si no por la fe que
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estaba en él. Dice C.O. Gillin, “es una demostración de la gracia de Dios que él puede
realizar cosas prodigiosas, con hombres tan ineptos como él” a pesar de los errores de Jefte,
el libro de hebreos elogia su fe (hebreos 11:32). Nota: hay estudiosos que piensan que su
hija no fue sacrificada en holocausto, sino consagrada a una vida de soltería (ver 11:37 y
38). Pero el pensamiento de Martin Lutero es tajante y claro “La hija pidió permiso para
lamentar su virginidad, porque en el antiguo Israel el tener hijos era el máximo honor para
la mujer, y morir soltera la peor desgracia”
Los filisteo procedentes de caftor o sea creta (Deut. 2:23), se radicaron en la región
litoral de Palestina. Durante muchos años continuaron siendo los peores y más persistentes
enemigos de Israel y mantuvieron bajo su dominio mucha parte de Canaán. Sansón
comenzó una guerra que duro hasta que fueron derrotados definitivamente por el rey David.
Una comparación de los pasajes bíblicos parece demostrar que las magistraturas de Jefte,
Sansón y Elí coincidieron, puesto que cada uno de ellos desempeñaba las funciones de Juez
en diferentes partes de Israel.
Sansón significa “sol” ya que sería un rayo de luz para el pueblo hebreo que estaba
oprimido, al igual que en los caso de Isaac, Samuel y Juan el bautista, el nacimiento de
sansón de una mujer estéril fue efectuado por intervención divina. Predestinado por Dios
para luchar por la liberación de su pueblo, sansón vivió toda su vida en aquel estado de
consagración legal que se denomina nazareato. El voto nazareo tenia ciertas prohibiciones:
a) Abstenerse de todo jugo de la vid, la cual simboliza el gozo natural, el nazareo debía
encontrar su gozo en Jehová.
b) No cortar su cabellera, lo cual señalaba la consagración de su fuerza a Dios.
c) No tocar nada inmundo pues el nazareo era santo a Jehová.
La mayoría de las hazañas de sansón están relacionadas con enredos con mujeres filisteas,
algo prohibido por la ley y nada recomendable para un libertador de Israel. Pero Dios
predomina sobre su punto débil, su falta de autodominio en cuanto a las mujeres, para
iniciar las hostilidades que culminan en el castigo merecido de los filisteos (14:4) después
de sus victorias iniciales sansón juzgó a Israel 20 años. La sensualidad finalmente lo
condujo a su caída. Se enamoró de Dalila, la cual aunque no hubiese sido filistea
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simpatizaba con ellos, por tres veces rechazo a los filisteos cuando la mujer lo traiciono. La
tragedia llega a su clímax cuando sansón, durmiendo sobre las rodillas de Dalila, se
despertó pensando en escapar como de costumbre, la palabra de Dios dice: “no sabía que
Jehová ya se había apartado de él”. Sería un error pensar que su fuerza residía en su pelo
largo, esto era solo un símbolo de su consagración. Ya había faltado cada vez más su voto
nazareo con sus aventuras inmorales. Solo le quedaba la larga cabellera y cuando esta fue
cortada Dios se apartó de él. El trato que recibió sansón por parte de los filisteos ilustra las
consecuencias de transgredir ideales morales, sin embargo la matanza efectuada por sansón
en su muerte debilito a los poderosos filisteos e hizo posible victorias posteriores.
O) Evaluación de Sansón: sansón figura entre los jueces como un caso singular. No
acaudillo al pueblo en la guerra ni le llevo a la victoria, sino que él solo ataco a los filisteos.
¿Por qué? Es evidente que los israelitas no estaban dispuesto a levantarse contra sus
opresores (15:9 -13). Aunque sansón era un héroe de la resistencia el siempre anteponía sus
intereses antes que los de la nación. Su motivo, aun en su muerte, fue vengarse de sus
atormentadores. Guardo la señal de su larga cabellera de su voto de consagración, pero
repetidas veces violo la consagración de su espíritu. El pago y las consecuencias de una
consagración violada fue la humillación y la muerte. ¿Por qué uso a un hombre tan
indigno? Quizás sea que en aquellos sombríos días, cerca del fin de los jueces, sansón era lo
mejor que había para usar como libertador. Por lo menos estaba dispuesto a rendirse al
espíritu, de modo que Dios podía usarlo en beneficio de su pueblo Israel.
P)
CAPS. 17 – 21
En esta sección se presenta algunos de los aspectos más vergonzosos de esta época
oscura de la historia del pueblo hebreo. Se habla de engaños y robos, de una ignorancia
espiritual en que fabrico un ídolo pensando que representaba a Jehová, se habla de
corrupción espantosa y de guerras entre las tribus de Israel. Gillis comenta: “En efecto uno
de los propósitos de su autor parece ser el de mostrar la época que seguiría, la época
monárquica, sería mejor que la de los jueces.
El segundo apéndice revela la corrupción moral causada en parte por la influencia del culto
a baal. El pecado de los “hombres perversos” de Gabaa se asemeja al de los habitantes de
Sodoma (Gen. 19:5) y provoca la indignación de todo Israel, sin embargo, los benjamitas
no quieren remediar el gran mal, y son brutalmente diezmados en la guerra. Para que
benjamín no desapareciera y para que renaciera, las otras tribus entregan mujeres a los
sobrevivientes de la tribu de benjamín. El libro termina con una observación muy acertada.
“en estos días no había rey en Israel; cada uno hacia lo que bien le parecía”. Insinúa que
cuando cada uno hace lo que le parece bien, por lo general hace mal. Israel necesitaba un
rey.
RUT
I INTRODUCCION
Se reconoce universalmente que el libro de Rut es una de las más breves y encantadoras
historias de la literatura hebrea. Fue escrita en un estilo literario de interés humano, humor,
tragedia y amor. Es uno de los libros bíblicos que reciben el título de su protagonista
femenina. Tanto en Ester, como en Rut se destacan los ejemplos personales de valor,
decisión y lealtad; en ambos libros se observa la providencia de Dios, disponiendo todos los
detalles en las vidas de los fieles.
1) Autor y fecha : Se desconoce el autor, pero puede ser que fuera escrito en una época
posterior a la coronación del rey David, pues al final del libro aparece su genealogía.
2) Propósito y valor del libro: Formar un puente entre la época de los jueces y la época
de Samuel y David. Y demostrar que existía bondad y fidelidad a Dios en Israel durante el
tiempo cruel y anárquico de los jueces.
a) No todos los hebreos se dieron a la idolatría, concupiscencias y derramamiento de
sangre. Ross dice: “nos pinta un cuadro de la santas bendiciones que descienden sobre la
vida social y domestica de cualquier época, cuando aparece una fe sencilla a Dios y un
amor al prójimo”.
19
b) Revelar la providencia de Dios. Dios ordena las cosas más ordinarias de la vida para
llevar a cabo sus planes.
c) Proporcionar una lección misionera, demostrando de qué manera una mujer gentil se
convirtió en seguidora fiel del verdadero Dios y como se incorporó al pueblo de Dios.
Noemí, una inconsciente misionera gano una pagana a la fe de Israel.
d) Demostrar de qué manera David, el antecesor del Mesías descendió de una mujer gentil
cuya fe y no su raza fue la que la salvo.
4) Versículos claves: 1: 16 – 17
II CONTENIDO
1) La elección de Rut CAP. 1
El hambre que azoto Belén puso en marcha una cadena de acontecimientos de una historia
que revela la providencia divina como el heroísmo humano. La emigración a Moab, el
casamiento de los hijos con moabitas, la muerte de los varones dejando tres viudas
desamparadas y la decisión de Noemí de retornar a Belén, preparaban el escenario para una
de las decisiones más nobles de la biblia (1: 16 – 18).
A pesar de las palabras desalentadoras de Noemí y el ejemplo de Orfa, Rut eligió participar
en el incierto destino de una compañera anciana yendo a una tierra cuyo Dios y habitantes
eran enemigos de Moab. No solamente escogió a Noemí sino que también al Dios de
Noemí, renunciando a su antigua religión y vieja vida. ¿Cómo se compara con la elección
del Cristiano (Fil. 3:8)?
Ante la fría reacción de las mujeres de Belén, Noemí atribuyo sus adversidades al castigo
de Dios. Sus amargas experiencias la habían cegado momentáneamente a la gran bendición
de tener a su lado una nuera noble y leal. No pudo vislumbrar la posibilidad de que Dios le
diera un futuro agradable.
Rut no era haragana sino laboriosa saliendo a los campos para espigar. La ley daba a los
pobres y extranjeros permiso para recoger espigas atras de los cosechadores, (Deut. 24:19,
20), sin embargo lo poco que se podía recoger podría satisfacer escasamente las
necesidades más necesarias, se pone de relieve las bondades del rico terrateniente Booz en
su trato con sus obreros y Rut. Es pronto para reconocer la fidelidad y abnegación de la
20
moabita y extenderle privilegios especiales. Noemí al saber lo que paso vio la mano de
Dios en el asunto porque Booz era su pariente cercano.
a) Estaba obligado a rescatar al pariente cercano que había sido vendido a esclavitud (lev.
25:47, 48).
b) A comprar el campo o herencia que fue alienado (Lev. 25:25 – 28).
c) Vengar la sangre (Núm. 35:19)
d) Casarse con la viuda de su pariente sin heredero a fin de dejar descendencia que llevaría
el nombre del difunto (Deut. 25:5 – 10), al primogénita de este matrimonio se le considera
legalmente como hijo del fallecido marido, heredero de su propiedad.
El pariente más próximo cedió su derecho a Booz, pues sabía que tendría que redimir la
tierra del difunto, y que esta sería la heredad del hijo que resultara de esta unión. No quiso
perjudicar más a su familia asumiendo esta responsabilidad, en una costumbre antigua se
quitó el zapato y se lo dio a Booz. El zapato simbolizaba el tomar posesión del terreno (jos.
1:3), y el quitarlo significaba renunciar a todo el derecho de sentar pie en él. Booz se casó
con Rut convirtiéndose en el esposo redentor y a la vez proveyendo un hogar para Noemí.
A si Rut figura como bisabuela del Rey David y queda en la línea genealógica del Mesías
recibiendo una gran recompensa por su fidelidad a su suegra y por su fe en Dios.
Muchos escritores ven esta historia un hermoso cuadro de Cristo, nuestro pariente redentor
que tomo una novia gentil, convirtiéndose así en el esposo redentor. En el antiguo
testamento se aplica la expresión “pariente cercano” a Jehová, como redentor de su pueblo,
y en el nuevo testamento se le aplica a Jesucristo (Rom. 11: 26; Isaías 59:20).
21
LIBROS HISTORICOS I I
Segunda parte de un estudio semi-
inductivo de los Libros Históricos.
22
LA MONARQUÍA
INTRODUCCIO
Nombre de 1 Samuel y 2 Samuel: Estos dos libros forman uno solo entre los hebreos y se
llama Samuel, no solamente porque Samuel era el personaje principal en la primera parte
del libro, sino también porque él inauguró la monarquía y ungió a Saúl y David. Del autor y
de la época de la composición del libro no tenemos noticia cierta.
Relación con Jueces: La primera parte de 1 Samuel nos cuenta la historia de Elí y Samuel,
los últimos jueces de Israel. 1 Samuel abarca el tiempo de transición, el cambio de gobierno
bajo los jueces a la monarquía. Al principio de ese período, Israel era una confederación de
tribus esparcidas por toda Palestina y por su separación unas de otras eran
constantemente amenazadas por sus enemigos. Estaban sin embargo, vinculadas por su
común fe en Dios y el sentido de destino. Comprendían la necesidad de renunciar a una
parte de su libertad para formar una unidad política bajo el liderazgo o un rey. Poco a poco
se realizaron la unificación, poder y prosperidad. Aunque Samuel y Saúl contribuyeron a
todo esto, el factor principal de esta transformación era David y él es él que ocupa por lo
tanto el centro de la atención.
Propósito: Dar un informe sobre el origen de la monarquía, con una exposición de las vidas
que más tuvieron que ver en el reino: Samuel, Saúl y David. Desde el punto de vista
profético, se presenta la historia de la nación para demostrar que la infidelidad era
premiada con el favor y las bendiciones de Dios. Así que el versículo clave es 1 Sam. 2:30
Bosquejo:
23
E. Algunos acontecimientos en el reino divídico 2 Sam. 21 – 24
CONTENIDO
24
Las noticias que Dios había levantado un verdadero profeta en Israel se divulgaron para toda
la nación. Fue el comienzo de un largo ministerio profético. En tiempos críticos, con el fin
de volver al pueblo elegido a la fe verdadera, Dios levantaba profetas. Eran guardianes de la
conciencia de la nación e interpretaban eventos a la luz de la mente de Dios. Amonestaban
y reprendían al pueblo y predecían el futuro con el propósito de encaminar a los israelitas
en las sendas del Señor. Samuel, Natán y Elías fueron precursores de los grandes profetas
que escribieron libros del Antiguo testamento.
¿Por qué permitió Dios que los filisteos capturaran el arca? (a) Para traer castigo sobre la
casa de Elí. 8b) Para disciplinar a todo Israel. De la noche a la mañana la nación se
encontraba sin sacerdotes, sin ninguna señal de la presencia de Dios y sin lugar autorizado
de sacrificios. (c) Para que Jehová revelara su supremacía sobre los dioses paganos. La
captura del arca resultó humillante para los hebreos, pero trajo gloria a Jehová entre los
filisteos que presenciaron su poder sobre ellos y dioses.
2. Sinsabores de los filisteos con el arca. 1 Sam. 5:1 – 7:1: Los filisteos colocaron el arca
en el templo de Dagón como un trofeo de guerra, pues creían que Dagón les había dado la
victoria. El ídolo pagano fue destruido ante el arca. Los filisteos tuvieron cambiar el arca de
un lugar a otro, y cada vez los castigos de Jehová sobre sus ídolos y sus adoradores fueron
más penosos y humillantes. La forma de expiación, ratones (o ratas, Biblia de Jerusalén)
sugiere que los tumores fueron consecuencia de la peste bubónica que propagaban estos
animales. Los filisteos finalmente devolvieron el arca.
Dios Castigó la curiosidad irreverente de los hebreos en Bet-semes. La versión de los sesenta
reduce a 50.000 muertos a 70, cifra que armoniza mejor con lo que parece ser la realidad.
Se quedó el arca en Quiriat – Jearim hasta los días de David.
3. Samuel: juez, libertador y maestro. 1 Sam 7:12 – 17: La captura del arca fue en
realidad una bendición en disfraz: preparó el camino para efectuar un cambio espiritual.
Terminado el período de 20 años de silencio, aparece Samuel instando a los israelitas a dejar
sus ídolos y volverse al verdadero Dios. Era plenamente reconocido como sacerdote, profeta,
juez y hombre poderoso en oración.
Se produjo un gran avivamiento en todo Israel. Samuel convocó una gran reunión en mizpa
para hacer volver decisivamente la nación a Dios. El arrepentimiento vino expresado con el
derramamiento de agua ante Jehová (símbolo solemne del corazón y vida derramada en
dolor por el pecado y en consagración), con ayuno y con la confesión pública de los pecados.
Los filisteos, alarmados por las noticias de la asamblea, lanzaron un ataque. Pero Samuel
intercedió y Dios intervino sembrando pánico entre el enemigo mediante un trueno
espantoso. El poderío de los filisteos fue destruido e Israel recuperó algunas de las ciudades
25
que ellos habían capturado. Como juez. Samuel recorría anualmente un circuito ejerciendo
su magistratura en varias poblaciones. Ponía sus servicios al alcance de todos. Por primera
vez en varias generaciones, Israel tenía un dirigente realmente preocupado por su condición
espiritual.
En esos años, Samuel formó la compañía de los profetas, sus discípulos que Vivian en
pequeños grupos comunales y profetizaban en éxtasis al son de la música (1 Sam. 10:5).
Aunque a veces los hijos de los profetas poseían conocimientos sobrenaturales del futuro (2
Reyes 2:3, 5), por regla general profetizaban en el sentido de alabar a Dios como en el caso
de los levitas en el tiempo de David (1 Crón. 25:1-1-3. No deben ser considerados al nivel de
los grandes profetas. Probablemente realizaban cultos al aire libre, predicaban, adoraban a
Dios y ayudaban a los profetas a cultivar la vida espiritual de Israel.
I. SAMUEL Y SAUL
1 Sam. 8-15
3. La despedida de Samuel. Cap. 12: En el acto más noble y abnegado de su vida, Samuel
renuncia a su cargo de gobierno y se retiraba para dar lugar a otro hombre que sería soberano
de la nación. Sin embargo, no abandonaría su cargo profético ni dejaría de interceder por el
26
bien de la nación. El tema de su discurso es la perversidad pecaminosa de Israel al demandar
un rey. El propósito de sus palabras es provocar el arrepentimiento de Israel y la lealtad
hacia el rey invisible.
B. COMIENZOS DEL REINADO DE SAUL 1Sam. 13-15
En el principio de su reinado, Saúl cumplió bien con el propósito divino por el cual fue
establecido como rey, es decir, fue un gran libertador. Sin embargo, muy pronto aparecen
sus debilidades: el orgullo y su deseo de gobernar sin acatar las palabras del profeta. Su baja
naturaleza se afirmó más y más y Samuel tuvo que presenciar la gradual decadencia del rey.
1. Guerra contra los filisteos; sacrificio ilegal y voto necio de Saúl. 1 Sam. 13-14: El primer
error de Saúl fue ofrecer un sacrificio ilegal. Saúl llamó a los israelitas a la guerra, pero
Samuel le dio órdenes de trasladarse a Gilgal y esperar allí siete días hasta que el profeta
llegara y ofreciera sacrificio. Fue una oportunidad de demostrar su fe y obediencia.
Constituía un gran esfuerzo para Saúl esperar sin hacer nada cuando sabía que el enemigo
se preparaba para atacarlo, y que los cobardes de su propio ejército comenzaron a desertar.
Finalmente perdió la paciencia y ofreció el sacrificio usurpando el derecho de los sacerdotes.
Su impaciencia le costó el privilegio de fundar una dinastía En el fondo de su error se
encontraba la desconfianza en la ayuda y la excesiva confianza en su propia sagacidad.
Otro ejemplo de falta de juicio por parte de Saúl fue su necio voto. Prohibió que los hebreos
en combate se fortalecieran comiendo. Tenían dos consecuencias: el pueblo hambriento
comió carne con sangre y Saúl en un acto de ciega piedad estaba por dar muerte a su propio
hijo, el héroe de aquel día.
2. Guerra contra los amalecitas: segunda desobediencia de Saúl. Cap. 15: Jehová ordenó
a Saúl que destruyera completamente la tribu de Amalec que había hostigado al pueblo de
Israel durante muchos años. Saul capturó al Rey como un trofeo de guerra. Conservó
también lo mejor del ganado para “sacrificar”, esperando así apaciguar a Dios a fin de no
recibir castigo por su desobediencia. Las palabras del profeta “ciertamente el obedecer es
mejor que los sacrificios”, señalan que a Dios le agrada solamente sacrificios espirituales y
que ninguna ceremonia puede sustituir a la obediencia. Por consiguiente Saúl fue
desechado; su reino sería dado a otra persona mejor. Desde aquel momento en adelante,
Saúl reinó sin la autoridad ni la bendición de Jehová. Ya no era digno de reinar sobre Israel.
Saúl fracasó como rey y quedó relegado a un lugar secundario en la historia subsecuente de
1 Samuel. Una nueva figura, David, pasa a ocupar el lugar de prominencia. El joven pastor
de Belén llegaría a ser un rey ideal; su gran personalidad conciliaría el aspecto religioso y el
aspecto secular de la monarquía de Israel. Atendería los deberes de Dios y quedaría como
rey del futuro, el mesías. Su confianza suprema en Dios es la nota dominante de su vida y el
rasgo que lo diferencia diametralmente de Saúl.
27
A. DAVID ENTRA AL SERVICIO DE SAUL 1Sam. 16:1 – 18:5
28
1. David es ungido por Samuel 1 sam. 16:1-13: Dios reprendió a Samuel porque lamentó
en demasía el fracaso de Saúl y procedió como si el plan de Dios hubiera fallado. El profeta
fue enviado a la casa de Isaí para ungir a uno de sus hijos. Puesto que Dios mira el corazón
y no el exterior del hombre, mandó a Samuel que ungiera al hijo menor. “Desde aquel día en
adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David” Aunque tenía que esperar muchos años y
sufrir muchas pruebas, ya era el escogido de Dios para ser rey de Israel.
2. David en la corte real. 1 Sam. 16:14-23: Desde el momento en que Dios quitó de Saúl el
Espíritu, el rey vivió infeliz, puesto que lo consumía la envidia y sospecha, fue afectado por
ataques de ira y atormentando por un espíritu malo. Pronto el brillante arpista y cantor,
David fue llamado a la corte para sosegar el alma perturbada del rey desechado por Dios.
Aprendió a amar al rey como un amor impagable.
Se pregunta, ¿Sirvió David como músico en la corte antes de su combate con Goliat? Sí es
así ¿por qué indagó Saúl sobre la familia de David cuando este mató al gigante? (17:55-58) 1
Samuel 17:15 indica que David no se quedó en el palacio, sino que volvió a Belén para
apacentar las ovejas de su padre. Puede ser que hubiera un largo lapso de tiempo entre su
estadía en la corte real y el encuentro con Goliat. Mientras tanto David habría llegado a ser
adulto y Saúl no le reconocía. O Tal vez, ya conoció al arpista y supo que era de Belén, pero
quiso saber más acerca de su familia ya que había de ser su yerno.
3. David mata a Goliat. Cap. 17 Goliat tenía unos tres metros de altura, llevaba una
armadura que pesaba 57 kilos y quizás era descendiente de los anaceos (gigantes) que se
quedaron en Gaza, Gat y Asdód en el período de la conquista de Canaán (ver. Jos. 11:22). En
esa región los arqueólogos han encontrado esqueletos de gigantes similares, David podría
tener unos 18 o 19 años.
Los factores para el éxito de David son los siguientes:
a) El espíritu ya había venido sobre David, aunque parece que Saúl el hombre más alto de
Israel, era lo más competente entre los hebreos para pelear con el gigante, no quiso porque
cuando el espíritu le abandonó, también su valentía se disminuyó.
b) David vio en el desafío del gigante un reto a los ejércitos del Dios vivo y a Jehová mismo.
c) David escogió armas que ya había probado.
d) Pero no confió en su honda y propia destreza sino en Dios: “Tu vienes a mí con espada,
lanza y jabalina; más yo vengo a ti en el nombre de Jehová en sus encuentros con el león y el
oso. McLaren observa: “La historia (de David y Goliat) es para siempre el patrón de la
victoria de la fe sin armas, sobre lo más poderoso del mundo. Es la historia en miniatura de
la iglesia y un símbolo de todas las batallas por Dios”.
De la noche a la mañana, David se hizo héroe popular de Israel, jefe de la guardia personal
del rey y pasó al servicio de la corte en forma permanente. Así Dios estaba preparándole para
ser el futuro rey.
En este período David compuso muchos de los salmos: Samos 34 y 56 celebran su escape en
las manos de los filisteos en Gat. Parece que compuso el salmo 52 cuando tuvo noticia de las
mentiras y crueldades de Doeg; y salmos 54, 57 y 142 pertenecen a ese período. La nobleza
de David brillaba cuando perdonó dos veces la vida de Saúl y así practicaba el sermón del
monte mil años antes de que viniera Cristo. David contaba probablemente 22 años cuando
huyó de Saúl y vivió como fugitivo unos ocho años.
a) David mintió al sacerdote Ahimelec para conseguir comida y armas. Su pecado fue
el factor que provocó la masacre de los sacerdotes perpetrada por Saúl.
c.
Por largos años la misericordia de Dios había esperado el arrepentimiento voluntario del rey
en vano. Ahora el reinado de este se acercaba a su trágica conclusión. Amenazado por la
acometida filistea y abandonado por Dios, Saúl recurre a la médium espiritista de Endor
para conseguir la dirección sobrenatural. Pobre consuelo saca de la consulta pues le fue
dicho que al día siguiente Jehová entregaría a Israel en manos de los filisteos y él y sus hijos
perecerían. Su consulta con la pitonisa fue la última razón por la cual Saúl fue desechado. (1
Crónicas 10:14-14).
¿Realmente volvió Samuel del Seol, el lugar d los muertos? El Nuevo Testamento parece
enseñar que tal regreso sea imposible (Lucas 16:19-31). Sin embargo hay indicaciones que
fue Samuel mismo que se manifestó a la adivina. Ella vio algo inesperado, algo tan
sobrenatural que se asustó y gritó. También el mensaje parece corresponder al profeta. Si es
asi, entonces fue un caso excepcional, un milagro de Dios, y no la obra de la médium.
Saúl en su muerte se reveló contra su destino quitándose la vida. El suicidio era considerado
como algo aborrecible en Israel y era cosa muy rara en su historia. Asi terminó la vida trágica
del primer rey de Israel. Saúl nunca fue un hombre espiritual; no entendió la voluntad de
Dios ni asi mismo. Era impetuoso, se puso orgulloso y desobediente, y tuvo en poco los
consejos de Samuel. Talves su peor error fue guardar envidia diabólica contra David. En
cambio fue un buen caudillo que condujo a su pueblo muchas veces a la victoria y nunca
llevo a su pueblo a la idolatría.
A David no le agradaron las noticias de la muerte de Saúl por cuanto para él, Saúl siempre
fue el ungido de Jehová. David sentía profundo interés por la buena reputación de Saúl,
puesto que ella repercutía en el señor y en su pueblo. Después de un día de duelo y ayuno,
David pronunció juicio contra el amalecita y escribió una hermosa canción funeraria en
tributo a Saúl y Jonatán.
La época de los reinados de David y Salomón nunca fue igualada en los tiempos del A. T.
Engrandecimiento territorial e ideales contemplados por Moisés, fueron realizados en un
grado mayor que anterior o posteriormente en la historia de Israel. Los hebreos siempre
consideraron, sin embargo el reinado de David como el periodo más glorioso de su historia.
Aunque Israel alcanzó su apogeo bajo Salomón, también éste se apartó de Jehová. Dice
Gillis: “Tan grande fue la influencia de David que por fin llegó a ser el tipo de aquel hombre
que vendría para restaurar el antiguo reino en toda su gloria, del Mesías que habría de
inaugurar el reino eterno y universal de Dios sobre la tierra…”
31
A. GUERRA CIVIL 2 Sam. 2-4.
David ascendió al trono a la edad de 30 años pero los primeros siete años reinó sobre Judá
solamente, estableciendo su capital en Hebrón. Las otras tribus se negaron a proclamarle
rey porque David se había unido con los filisteos marchando con ellos a la batalla contra
Israel, y porque Abner, quien tenía gran influencia sobre Israel, favorecía la casa de Saúl,
estaba más preocupado de sus propios planes que de la voluntad de Dios, pues ya sabía que
David era el elegido de Dios (2 Samuel 3:9,10.18). estableció por rey sobre Israel a Is-boset,
el hijo débil de Saúl.
La lucha entre la casa de David y la casa de Saúl fue larga y sangrienta; más al paso de los
días, David se iba fortaleciendo y la casa de Saúl iba menguando. Finalmente Abner, dándose
cuenta que la causa de Is-boset estaba perdida, se pasó al lado de David. Joab puso en peligro
la unificación asesinando a Abner. Poco después Is-boset fue asesinado también. David puso
de manifiesto su inocencia en cuanto a los dos crímenes: maldijo a Joab y ejecutó a los
homicidas de Is-boset. Sin embargo no hizo nada para tomar las riendas de la nación entera,
sino esperar cinco años más.
a) Cambió la capital a Jerusalén (2Sam. 5:6-10), con el fin de unificar más la nación;
decidió sabiamente trasladar la capital a un lugar más céntrico, en territorio neutral entre
Judá la tribu de David, y Benjamín la tribu de Saúl. Su posición y ventajas naturales la
convertirían en un poderoso puesto militar. David la hizo el centro de a vida nacional y
religiosa del pueblo de Dios, estableció un gobierno firme para que la religión verdadera
pudiera vivir y prosperar.
c) Trasladó el arca a Jerusalén (2Sam. 6). Comprendió que ninguna otra cosa podría
unificar más la nación, ya que la religión debe ser el centro de la vida nacional, la
participación de David en el acto y el deseo por la presencia y la gloria de Dios
32
manifestadas, revelan las profundidades espirituales de su corazón. Los Salmos 15, 24 y
132 parece haber sido inspirados por sus experiencias en ésta época.
e) David sostuvo muchas guerras y reunió rico tesoro para el templo (2Sam. 8 y 10).
Eran guerras defensivas. Derrotó a los filisteos, los moabitas, los edomitas, los amonitas y
sirios. Salmo 18 celebra el auxilio que recibió en las guerras contra esos enemigos. Su
pacífico hijo construiría el templo pero David libró a Israel de las amenazas de sus
enemigos y extendió ampliamente los límites del país.
f) David fue generoso con Mefi-boset, hijo de Jonatán. (2Sam. 9) David el rey era aun
David, el pastor. Se podía depender de él para buscar y encontrar la oveja perdida. El
secreto de su buen éxito se encuentra en su lealtad a Dios y en su amor para su pueblo, al
que cuidaba tan tiernamente como el pastor cuida a sus ovejas. Por esto se le llama algunas
veces el rey pastor (5:2; 7:7).
David contribuyó mucho a dar a la música un papel importante e el culto (1Cron. 25:12,
6). Se le llama “el dulce cantor de Israel” (2Sam. 23:1). Tenía aptitudes superiores para la
música y le dio un lugar prominente en la adoración a Dios. Empleaba instrumentos de
música y organizó coros de cantores que presentaban un culto de alabanza agradable a
Dios.
33
Así como los primeros diez capítulos de 2 Samuel describen los logros y fama de David,
los diez capítulos siguientes narran con igual franqueza y fidelidad su vergüenza y sus
consecuencias. Ningún biógrafo secular de aquel entonces prestaría tanta atención a los
fracasos de un gran personaje. La Biblia, sin embargo, prueba su origen divino
presentando a sus héroes tal cual son. No procura disculparlos. Eran todos personas como
nosotros, empeñadas en la misma lucha contra el pecado, y la Biblia nos permite aprender
lecciones espirituales a raíz de sus fracasos como así también por sus victorias. Además, la
triste historia del pecado de David pone en relieve al alto aprecio en que los israelitas
tenían el hogar y la pureza de la familia.
1. La caída de David. 2 Sam. 11: El primer factor que contribuyó al pecado fue que David
no obedeció la ley de Moisés que prohibía que los reyes hebreos tomasen muchas mujeres
(Deut. 17:17). Ya tenía seis esposas legítimas y varias concubinas,. La poligamia, por lo
general, lleva a la intemperancia. Otro factor fue que al parecer David ya descuidaba sus
deberes quedándose en el palacio en tiempo de guerra en vez de salir a la batalla.
Cuando trató de ocultar su adulterio, un pecado condujo a otro. Su acto más negro fue
enviar con el valiente Urías su propia sentencia de muerte. Urías sufrió y murió sin saber la
injusticia y recibió recompensa en la eternidad. Le pareció a David que todo había quedado
oculto y no confesó. Sin embargo, Salmo 32 revela que le remordía la conciencia gastando
sus huesos con continuo gemido.
2. Natán trae a David al arrepentimiento. 2 Sam. 12: con una aplicación personal de una
parábola sencilla, el profeta Natán reveló a David en el espejo de su propio juicio, el cuadro
de su egoísmo despiadado. Le señaló cómo Dios le había dado todo lo que había dado, todo
lo que había deseado el pobre pastor hecho rey, y como fue recibido con ingratitud
malvada.
David confesó arrepintiéndose con contrición profunda, buscando limpieza y un nuevo
corazón. Se revela su dolor en el “Salmo de Sollozos”, Salmo 51. Aunque la ley exigía la
pena capital, David fue perdonado. Sin embargo, había manchado su carácter, puesto en
peligro los cimientos del reino y dado a sus enemigos ocasión de blasfemar.
Por tanto sería castigado. La espada no se apartaría de su casa, y todos sus descendientes
sentarían los efectos de su mal. Primero, murió el niño concebido en adulterio. Luego se
repitieron en los hijos mayores los pecados que él había cometido, con la diferencia de que
él los había cometido en secreto, mientras que ellos los perpetuaron delante de todo Israel
y a la luz de sol. En total, cuatro de los hijos de David (el niño del adulterio, Amnón,
Abasión y Adonías) murieron fuera de tiempo y no se apartó la espada de la casa de David
hasta que los hijos del último rey de Judá, Sedequías, fueron muertos por los babilonios
(Jer. 52:10).
34
Dice F.B Meyer: “El fratícidio de Absalón nunca se hubiera verificado, si David hubiera
tratado de castigar inmediatamente a Amnón. Pero, ¿cómo podía él castigar la impureza de
su hijo, cuando él mismo había evadido este castigo? (Lev. 18:9-29).”
Joab también sabe respecto del pecado y emplea ese conocimiento en una hábil
estratagema para hacer retornar a Absalón a Jerusalén. Absalón llega a ser el personaje
central del gran drama de la familia de David, que provoca una serie de crisis políticas que
ponen al vivo las disensiones de la nación y comprometen el futuro del reino.
Cuando Absalón violó a las concubinas de su padre, era mucho más que un alarde
impuro; tomando posesión del harén de su padre afirmó su derecho al trono (1Rey. 2:13-
22), y era un insulto supremo a David. Ahitofel aconsejó prudentemente a Absalón,
diciéndole que debiera de perseguir a David inmediatamente y derrotarlo antes de que
pudiera organizar sus fuerzas. Pero Husai apeló a la vanidad de Absalón y contrarrestó el
consejo de Ahitofel. El papel de un héroe triunfante le llamó la atención de Absalón y
demoró la persecución. Herido su orgullo y al ver que la causa de Absalón sería perdida,
Ahitofel temía la venganza de David y se suicidó. Es uno de los pocos casos de suicidio
mencionado en el A.T.. Ahitofel tiene un extraño parecer con Judas el traidor (Sal. 41:9;
55:12-14).
5. La derrota y muerte de Absalón. 2Sam. 17:24-19:40: Cuando David recibió noticias del
éxito de Husai, se trasladó a Mahanaim, ciudad fortificada del norte del río Jaboc en
Transjordania. Hasta allí acudieron fuerzas leales desde todas direcciones. Sus últimas
instrucciones a sus generales antes de la batalla fueron las de un padre compasivo en el
35
sentido de que debían de proceder con gentileza en lo que respecta a Absalón. Cuando el
ejército de Absalón estableció contacto con las fuerzas de David, tuvo dificultades en
maniobrar en el terreno áspero y boscoso, debido a lo numeroso de sus soldados. El
ejército de David, más pero mejor organizado, contaba con grandes ventajas. Las fuerzas
de Absalón sufrieron una aplastante derrota.
El lamento que pronunció David cuando oyó de la muerte de Absalón es uno de los más
conmovedores en todo el reino de la literatura. Junto con su amor por Absalón, David
debiera de haber sentido profundo remordimiento. Su propio pecado y negligencia en no
criar bien a su hijo habían contribuido a que Absalón escogiera la senda de maldad. Había
formulado la pregunta de “¿El joven Absalón, está bien?” cuando ya era tarde. Joab
persuadió a David que dejara de pensar en su hijo malvado y que pensara en los que
habían arriesgado su vida para salvar al rey. David seguía su política de perdonar a sus
enemigos.
6. La sublevación de Seba. 2Sam. 19:41 – 20:26: El tradicional celo entre Judá e Israel se
encendió nuevamente y provocó otra lucha ente hermanos. Las diez tribus se irritaron
mucho porque Judá había planeado y rechazado todos los arreglos para la vuelta del rey, y
expresaron su enojo con palabras acaloradas e irritantes. Los hombres de Judá les
respondieron de igual manera. En un momento importuno Seba tocó la trompeta de
sedición y las diez tribus se separaron. David hizo frente a otra rebelión formidable. Sólo se
acabó por esfuerzos increíbles de parte de Joab. La muerte de Seba fue el único episodio de
la rebelión. Fue reprimida casi sin derramar sangre, pero siempre dejó una cicatriz en la
vida nacional.
1. Gran hambre y expansión por el pacto violado. 2Sam. 1:1-14: Contrario al pacto hecho
por Israel con los gabonitas, (Jos. 9:3, 6, 15). Saúl les había intentado exterminar. Todo el
pueblo fue castigado por el pecado de Saúl, por cuanto el rey representaba al pueblo, y tal
vez el pueblo hubiera visto con satisfacción la mat2anza, haciéndose así partícipe del
pecado. Dios demandaba arrepentimiento y expiación. De todo este incidente resalta cuán
sagrado es el juramento, y cómo Dios mira por la fidelidad de las palabras selladas con la
invocación de su nombre.
2. La lista de los valientes de David. 2Sam. 21:15-22; 23:8-39: El reinado de David era
una época de heroísmo en la historia de Israel. Las hazañas de los soldados de David
36
arrojan mucha luz sobre el carácter del rey. David convirtió los proscriptos en hombres
disciplinados y los inspiró a actuar con valentía extraordinaria. Cuando tres de ellos
arriesgaron sus vidas para traerle agua de Belén, el noble espíritu de David se manifestó.
En vez de tomarla, la ofreció a Jehová en libación, pues para él tomar el agua hubiera sido
como beber sangre de sus soldados que habían arriesgado sus vidas para conseguirla.
3. David censa al pueblo. 2Sam. 24; 1Crón.23:1-27: El historiador que escribió los libros
de Samuel le atribuye a Dios el impulsar a David a que hiciera un censo, pero el cronista ha
substituido “Jehová” por “Satanás” (1Crón. 21:1). Es probable que Jehová empleara a
Satanás para poner a prueba el carácter de David. David al parecer, había caído en una
actitud de satisfacción para consigo mismo. También se observa que se encendió “la ira e
Jehová contra Israel” (2Sam. 24:1), de modo que la conducta de los israelitas había
provocado el castigo divino. En esta ocasión, quizás, su pecado fuera la rebelión bajo
Absalón. Parece que Dios permitió que Satanás tentara a David con el objeto de destruir la
confianza del rey en sí mismo y juzgar a Israel por sus pecados.
Se ve la confianza de David en Dios cuando escogió ponerse en las manos de Dios para
recibir su castigo. Al ver al ángel destructor, reaccionó como un verdadero pastor, pidiendo
misericordia, no para sí sino para su pueblo. Mostró su nobleza también al insistir que
Arauna le vendiera la era y no se la regalara. Tampoco ofrecería a Jehová sacrificios que no
le costaron nada. La era comprada por David fue designada por Dios como el lugar para
construir el templo (1Crón. 21:28 – 22:1).
David es uno de los personajes más brillantes de la historia de Israel. Tenía carácter de
extraordinaria versatilidad y complejidad. Como genio militar no tuvo igual; como
estadista sabio y justo, no tuvo rival; como poeta no ha sido igualado. Cuando comenzó a
reinar, Israel estaba en pésimas condiciones; cuando entregó el cetro a Salomón, su
dominio se había extendido desde el Mediterráneo hasta el Eufrates, y desde el Orontes en
el norte, hasta el Mar Rojo en el Sur. Otros monarcas consideraban el trono como la
oportunidad de promover sus propios intereses y ambiciones, pero David lo consideró
como la oportunidad de servir a Jehová y a su pueblo.
Dios le consideró el gran honor de ser antecesor del Mesías, cuyo trono se llama l “trono
de David.” También como rey-pastor, es un símbolo profético del Cristo venidero. Gillis
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dice: “Perseguido por sus enemigos sin querer vengarse, amigo de los desechados y
forjador de hombres valientes y útiles. David se asemeja a Jesús que también tuvo que
hacer frente al odio de los líderes de su nación antes de conquistar para sí el reino que Dios
iba a darle.”
INTRODUCCIÓN
1. Nombre, autor y fecha. Originalmente formaron un solo libro llamado “Los Reyes”,
puesto que relata la historia de los reyes hebreos. Nadie sabe quien es el autor aunque la
tradición lo atribuye al profeta Jeremías. Fue escrito desde el punto de vista profético
posiblemente por alguien de la escuela de Jeremías. El autor junta los datos e interpreta la
historia a la luz de los principios de los grandes profetas, especialmente Jeremías. El andar
conforme a la ley de Dios traería la prosperidad pero el apartarse del pacto traería el
desastre. Los libros de los Reyes probablemente fueron escritos en el cautiverio babilónico
después de 561 A.C. y antes de 538 A.C.
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a los reyes de Israel se considera el pecado de Jeroboam. El castigo del pecado y la
recompensa del bien son doctrinas fundamentales de estos libros.
2. Autor, fecha y propósito: Aunque nadie sabe a ciencia quién es el autor, la tradición
atribuye el libro de Esdras. Se cree que no es anterior al cuarto siglo antes de Cristo.
Al volver del cautiverio babilónico Israel se vio seducido a una provincia del gran
imperio persa, sin más personalidad que la que provenía de su ley y de su religión. Por esto
la vida del pueblo se concentró en torno del templo y la autoridad religiosa, el sumo
sacerdote y los escribas de la ley. Fue una época aunque el sacerdote dominaba la vida de
los judíos. Los antiguos libros nacionales no eran adecuados para satisfacer los
sentimientos religiosos de la época. Hacía falta una nueva interpretación de la historia de
la nación a la luz de los principios religiosos corrientes de la época que guiaban la vida
moral del pueblo. Se lo escribió entonces desde punto un punto de vista sacerdotal.
3. Comparación con los libros de los Reyes: El cronista escribe acerca del mismo período
que los libros de Reyes. Pero el autor de Reyes eligió aquellos incidentes de la historia que
interesaban a los judíos en el cautiverio, mientras que el cronista escogió los
acontecimientos que interesaban a los judíos de la restauración; es decir, los libros de
Reyes fueron escritos del punto de vista de los profetas y las Crónicas del punto de vista
sacerdotal.
David actuó sabiamente cundo eligió a Salomón para ser su sucesor. Llegó Israel al
apogeo de su gloria en el reinado de Salomón. Las características de su reinado fueron
justicia, paz y prosperidad y así llegó a ser un tipo del reino milenario. David había
establecido el reino sobre los límites de Israel al mayor alcance de su historia y había
formado un ejército fuerte para conservar la paz. Así que Salomón cosechó los beneficios
de las labores de David y le quedaba la perspectiva más brillante de éxito.
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1. La Rebelión de Adonías. Cap 1. el segundo hijo de Absalón, Adonías se consideró el
legítimo heredero del trono. Se aprovechó de la debilidad física de su padre para iniciar una
rebelión a fin de apoderarse de trono. En parte David tenía la culpa, puesto que nunca había
disciplinado y tampoco había dado a conocer públicamente que Salomón había de ser su
sucesor (1:20). Lo más triste se encuentra en la traición de Joab y Abiatar. Joab era el
sobrino y viejo compañero de armas de David, pero había caído de la gracia de David por el
hecho que había dado muerte a Abner, Absalón y Amasa. Tal vez Joab temía que el jefe de
la guardia real, Benaía, tomara su puesto. Sadoc, el sacerdote, parece que era rival de
Abiatar, el único superviviente del sacerdocio de Nob y fiel siempre a David. Persiguiendo
fines personales se pasaron a Adonías (rebajándose después de una vida de lealtad) porque
pensaba más en sus intereses que en los de Dios.
Despertado por la advertencia del profeta Natán, David proclamó rey a Salomón y los
planes de Adonías fueron frustrados. La monarquía iba a hacerse hereditaria, pero la
primogenitura no sirvió como título suficiente. David elegía según la dirección de Dios
(1Crón. 22:9, 10). Por un tiempo Salomón fue corregente con David, de manera que el
joven rey contaba con el consejo y dirección de David en los primeros años de su reinado.
El perdón de Adonías fue condicional y fue un acto de gran benignidad puesto que otros
reyes orientales daban muerte a sus hermanos rivales sin misericordia.
2. Último consejo de David a Salomón. 2:1-12
Justo antes de morir, David le aconsejó a Salomón que guardara la ley de Moisés.
Lealtad absoluta a Jehová era el camino que conducía al éxito y la condición para perpetuar
la casa de David en el trono.
También le aconsejó que diera muerte a Joab y a Simeí. David no había castigado a Joab
por derramar sangre ni a Simeí por haberle maldecido. Para anular la maldición de Simeí,
había ser vuelta contra su autor. El reino prosperaría con más facilidad con quitar hombres
como Joab y Simeí, pero necesitaba también la fortaleza de hombres leales como los hijos
de Brazilai. Le convendría a Salomón recompensarlos por su fidelidad.
Otro modo de afirmar el reino era hacer alianzas matrimoniales con las naciones vecinas
y así asegurar la paz con ellas. Al casarse con la princesa de Egipto, Salomón demostró
confiar más en las alianzas políticas que en el brazo del Señor para obtener protección.
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1. Salomón pide y recibe sabiduría. I Reyes 3:3 - 28
Animado del deseo sincero de honrar a Jehová, Salomón ofreció mil holocaustos como
expresión de amor y de completa consagración. Su generosidad hacia Dios abrió la puerta
de la generosidad de Dios hacia él, pues Dios ama al dador alegre, y le da mucho más.
Luego, mientras esperaba durante la noche, parecía que la responsabilidad le hizo
comprender la magnitud de su responsabilidad y también su juventud y falta de experiencia.
Se dio cuenta además de que el pueblo no era suyo, sino que era pueblo de Dios. Cuando
Dios se le apareció y le dio la oportunidad de pedir lo que quisiera, no pidió riquezas ni
larga vida, ni el exterminio de sus enemigos, sino sabiduría para juzgar al pueblo de Dios,
lo cual revela que ya tenía inteligencia y un elevado concepto de su responsabilidad. Fue el
momento más noble de Salomón. La petición agradó en gran manera a Dios y le concedió
su deseo y también las otras cosas que no había pedido. Sin embargo, la promesa de alargar
su vida fue condicionada a la obediencia; no se cumplió pues Salomón se apartó por fin del
camino de Jehová.
La sabiduría que pidió Salomón no era la sabiduría abstracta de los filósofos sino una
sabiduría práctica para solucionar los problemas del pueblo y gobernar bien. Muy pronto,
se produjo un caso en que la decisión de Salomón demostró un chispazo de clarividencia
divinamente otorgada por el Dios que conoce el corazón del hombre, y el pueblo temía
hacer alguna cosa mala por la que pudiera ser llevado ate Salomón y ser juzgado.
Bajo el régimen de Salomón, el reino alcanzó su más grande extensión en toda la historia
de Israel abarcando la mayor parte del territorio entre Mesopotamia y Egipto. Tanto los
reinos satélites como sus gobernantes pagaban elevados tributos.
Salomón mantenía un ejército poderoso. Además del ejército formado por David,
Salomón organizó unidades móviles de combate de 1.400 carrozas y 12.000 jinetes los
cuales se distribuyeron en lugares estratégicos. Estas fuerzas armadas aumentaban la ya
pesada carga de impuestos.
41
Como David, Salomón comprendió la importancia de tener un solo centro de adoración.
Mucho antes, Moisés había profetizado que dios había escogido un lugar en la tierra para
establecer su nombre (Deut. 12:2-7). Limitando los sacrificios al templo de Jerusalén,
disminuiría la tentación de caer en las costumbres cananeas de sacrificar en los muchos
lugares altos. También la centralización del culto en Jerusalén mostraría a las otras naciones
que Israel adoraba solamente a un Dios. Se evidencia la importancia del templo en que el
relato de su construcción y dedicación ocupa la mitad del espacio bíblico dedicado a la
historia de Salomón.
Salomón reanudó el tratado con el pueblo mercader de Fenicia: compró cedros de Líbano
y contrató a los mejores artífices de Tiro para que dirigiesen la obra. Los hebreos no eran
arquitectos, emplearon también a un fenicio para que trazara los planos. Consiguieron la
piedra caliza de canteras ubicadas en las cercanías de Jerusalén. Como carecían de todo
género de máquinas y medios de transporte, el trabajo debía llevarse a cabo a fuerza de
brazos. Todavía se ven las excavaciones hechas para sacar piedras para el templo.
Salomón empleó siete años y medio en la edificación del templo. Cuando estuvo
terminado se asemejaba algo a los templos paganos, pero con una gran diferencia. En el
lugar santísimo no había ninguna imagen ni otra representación de Dios pues Dios es
espíritu y no se puede representarlo materialmente. La obra de arte del mar de bronce era
meramente de adorno. Si se compara el templo con los de los griegos y egipcios, resulta
relativamente pequeño. Las medidas eran aproximadamente 30, 10 y 15 metros. No era
edificado para que le pueblo se reuniera adentro. Era el sitio de sacrificio y el lugar donde
Dios podía manifestar su presencia.
Cuando los sacerdotes la instalaron en el templo, el lugar se llenó de una nube de gloria.
Era tanto el sello de aprobación divino a sobre el templo como la respuesta a la obediencia
y alabanza (2Crón. 5:12-14).
Jeroboam, un cuadillo de Efraín, fue designado rey futuro de las diez tribus. El romper
una capa nueva simbolizaba la división del reino que tenía menos de ciento veinte años de
existencia. El libro de Eclesiastés nos muestra cuán vacía era la vida del anciano rey
reincidente. Murió cuando tenía menos de 60 años. El hombre más sabio del mundo se hizo
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insensato y dejó que el orgullo, los placeres y el materialismo le arrastraran a la ruina. El
peso de los impuestos para mantener la corte y el costo enorme de sostener el ejército y
financiar las obras públicas le eran opresivos al pueblo y causaron descontento. Al morir
Salomón dejó unas arcas vacías, un pueblo desilusionado y la nación a punto de dividirse.
Ante las exigencias de las tribus norteñas, Roboam consultó primero con los ancianos.
Pero el consejo que ellos le impartieron era contrario a sus propias ambiciones e hizo
llamar a los jóvenes aristócratas que habían sido sus compañeros desde la niñez. Ellos
sabían de qué manera adularle y decirle cosas que él quería escuchar. Estuvieron de
acuerdo con el monarca en que cualquier concesión sería interpretada como debilidad y
seguida de nuevas demandas. La respuesta dura e insolente de Roboam precipitó la división
permanente de diez de las doce tribus. Solamente Judá y Benjamín permanecían fieles a la
casa de David. Se denominaba el reino septentrional “Israel” y a veces “Efraín”. El reino
sureño se llamaba “Judá”.
B. La División Religiosa
¿Qué haría Jeroboam con las oportunidades que se le presentaban como nuevo monarca
de las diez tribus de Israel? Sabía bien que la división del reino no se debía a las amenazas
imprudentes de Roboam sino a la idolatría de Salomón (I Reyes 11:9, 33). Dios le había
prometido que si andaba en los caminos rectos, sería un gran rey y su dinastía sería firme.
Pero Jeroboam temía más el retorno del pueblo a la adhesión a la casa de David, que a la
voz de Dios. Empleó la religión como medio para servir sus propios fines y para salvar el
reino para sí mismo.
Introdujo cambios en las leyes y costumbres religiosas a fin de levantar una barrera ente
las dos naciones. Introdujo costumbres paganas que había adquirid en Egipto. Cambió el
método de contar los años de su reinado simplemente para ser distinto de Judá. Celebró la
fiesta de los tabernáculos un mes más tarde de lo que prescribía la ley. En vez del
sacerdocio levítico instituyó un nuevo sacerdocio y muchos levitas fueron a Judá.
Lo peor fue que substituyó el culto del templo en Jerusalén, ordenado por Dios, por el
culto a los becerros de otro en Bét-el y Dan. Jeroboam probablemente quería que los
becerros de oro fueran símbolos de la presencia de Dios, como y el arca y los querubines.
Sin embargo, eran imágenes colocadas en un sitio de culto y como tales eran idólatras. Así
que el ejemplo de la ambición egoísta y mundanalidad de parte de Jeroboam fue seguido
por la mayoría de Israel hasta que los asirios conquistaron el reino norteño en 722 A.C.
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4. Las Consecuencias de la División
El cisma del reino fue una de las más grandes tragedias de la historia de Israel. Dejó el
reino norteño débil y muchas veces no podía enfrentarse solo a los enemigos. Había guerras
intermitentes que debilitaron los dos reinos aun más. Por fin fueron destruidos por grandes
potencias. Durante los 208 años de la existencia del reino del norte, ninguno de sus reyes
hizo lo que era recto a los ojos de Jehová. Ninguno de ellos intentó jamás volver al pueblo a
Dios. En Judá la mayoría de los reyes fueron idólatras pero algunos de ellos servían a Dios,
y de tiempo en tiempo hubo en Judá grandes reformas.
B. Los Reyes de Israel: Jeroboam I hasta Omri I Reyes 13:1-14; 20; 15:25 – 16:28.
La misión del profeta era severa; él debía ayunar como símbolo de tristeza por la
idolatría. Al no obedecer a Dios, sufrió el castigo de ser muerto por un león. Era una señal a
Israel de que la desobediencia trae consigo.
El más duro juicio contra Jeroboam fue pronunciado por Ahías, el profeta que le había
prometido que gobernaría sobre las diez tribus. La casa de Jeroboam sería cortada e Israel
sería deportado más allá del Eufrates, una profecía que se cumplió en la conquista de Israel
sería por Asiria. Nadab, el hijo de Jeroboam, reinó solamente dos años y fue asesinado por
Baasa que reinó en su lugar. Se describe Jeroboam como “el cual pecó, y ha hecho pecar a
Israel”.
Omri era uno de los más poderosos reyes del reino norteño. Fundó una nueva dinastía
que duró por tres generaciones. Sus sucesores eran Aceb, Ocozías y Joram. Al acto más
notable de Omri fue edificar su nueva capital en Samaria. La elección del lugar, por su
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centralidad y natural fortaleza, demuestra el buen criterio político-militar del monarca.
Samaria resistió muchos sitios y aun a los asirios les costó dos años de sitio para penetrarla.
Omri estableció su país militar y comercialmente hasta el punto que los asirios
denominaban Israel “la tierra de Omri” hasta ciento cincuenta años después. Entró en
relaciones comerciales con Tiro y Sidón y las cimentó con una alianza matrimonial entre su
hijo Acab y Jezabel, una princesa fenicia. Así se introdujo la religión del Baal fenicio en
Israel, la cual trajo funestas consecuencias por largos años.
1. Los reinados de Roboam y Abiam (Abías) I Reyes 14:21 – 15:8; 2Crón. 11-13.
Roboam no era un buen rey. Parece que al princpar su reinado era sincero en su
relación con Dios. Fortificó quince ciudades de Judá, mayormente las del sur hacía Egipto.
Luego él y su pueblo abandonaron a Jehová, practicando la vil religión de los cananeos.
Roboam prefería confiar en las altas murallas que en el Altísimo. Dios le castigó
permitiendo que Sisac de Egipto tomara muchas ciudades y pueblos en Judá e Israel.
Roboam le entregó los tesoros del palacio y del templo acumulados por Salomón a fin de
que Sisac no tomara la ciudad de Jerusalén. Sisac no mantuvo dominio sobre Palestina pero
grabó en el muro sur del gran templo de Amón en Karnac el relato de la conquista y una
figura en la cual se le representa presentando a su dios Amón 156 ciudades de Palestina.
Abiam (Abias) el hijo de Roboam, seguía los pasos idólatras de su padre. “Mas por amor
a David, Jehová su Dios le dio lámpara en Jerusalén y no apagó su dinastía”.
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Sin embargo, Asa cometió varios errores en la última parte de su reinado:
a. Hizo alianza con Ben-adad, el sirio, a fin de conseguir ayuda militar contra Israel. De
modo que no confiaba completamente en Jehová, el cual la había dado la victoria
sobre los etíopes.
b. Rechazó la represión del profeta, Hanaí, y le echó en la cárcel. Es la primera vez que
se menciona que un rey persiguiese a un profeta.
c. No buscó a Dios sino a los médicos cuando se enfermó.
Abatido, bajo el enebro, Elías se dio cuenta de su debilidad y de su fracaso. Todas sus
luchas parecían carecer de significado permanente. La vida misma parecía intolerable e
inútil. Pero Dios no procedió con apresuramiento ni severidad en el trato con su siervo.
Sabía que Elías necesitaba descanso y renovación. Lo hizo dormir, y después de un buen
descanso le dio comer.
Elías viajó a Horeb, la región montañosa donde Dios se había entrevistado con Moisés.
Quería estar solo con Dios y saber por qué los resultados del fuego y la lluvia eran tan
excepcionales. Allí Dios le enseñó una lección admirable. No estaba en el viento
huracanado, ni en el terremoto, ni en el gran fuego. Le habló en un suave susurro. Quería
enseñarle que ni los milagros sensacionales ni las demostraciones de poder divino pueden
jamás convencer a aquellos que se niegan a escuchar la Palabra de Dios. También quería
que Elías se diera cuenta de que mucha de la labor de Dios realiza mediante la suave voz de
la Palabra divina obrando a través de la conciencia.
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a. Le hizo a Elías desviar los ojos de sí mismo y le dio trabajo que hacer. El mejor
remedio para la excesiva preocupación por uno mismo es preocuparse por las
necesidades de los otros.
b. Le hizo saber a Elías que Dios es quien rige los destinos de las naciones. Elías
pensaba que Jezabel era la que determinaba el destino de Israel. Al debido tiempo,
Jehú extirparía la casa de Acab.
c. Le hizo a Elías saber que la obra de Dios continuaría a pesar de lo que sucediera.
Nadie es indispensable. Le mandó ungir a Eliseo, quien continuaría y consolidaría la
obra que Elías había comenzado.
d. Elías no estaba realmente solo sino que había siente mil personas que no habían
cedido a la idolatría.
Los sirios volvieron a atacar a Judá pensando que los dioses de Israel eran de los montes
y no de la llanura. Se apegaban a la superstición de aquel entonces de que cada dios tenía su
propia esfera de acción. También pensaban emplear los carros de guerra en la llanura. Su
aplastante derrota ofreció a Acab la oportunidad de acabar con el poderío sirio pero no lo
hizo probablemente porque quería que Siria siguiera siendo un estado poderoso para resistir
al avance asirio. Se ve que esta política humana no fue bien acogido por parte de los
profetas, que juzgan las cosas desde el punto de vista espiritual. Acab pagaría con su propia
vida por su negligencia y desobediencia a Dios y su nación sufriría mucho en guerras
futuras con Siria.
Jezabel no tenía los escrúpulos de Acab. Venía de una tierra donde la voluntad del rey
era suprema. No tardó en actuar. Puesto que Acab no había aprendido a decir “no” a sus
deseos, dejó que Jezabel llevara adelante sus planes, convirtiéndose en cómplice de un
diabólico proyecto. Jezabel mandó en su nombre y con el sello soberano cartas que
contenían órdenes en representación de la ley y la religión. Así fue que dos personas sin
principios fueron sobornados para que acusaran a Nabot de traición. Un inocente fue
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apedreado y murió. El hecho de que los dirigentes carecían de suficiente integridad como
para defender el derecho de un súbdito suyo demuestra cuán triste era la condición por la
que Israel pasaba en aquel entonces.
Acab se transladó con alegría a la viña de Nabot pero Elías apareció repentinamente ante
el rey culpable. Con palabras que deben haber traspasado el corazón de Acab, Elías
pronunció el terrible juicio contra él y su casa. Los perros lamerían la sangre del rey en el
mismo lugar en que lamieron la de Nabot. Su posteridad sería barrida a su debido tiempo.
Dios impondría también el castigo a Jezabel. Así Dios intervino a favor del pequeño contra
la injusticia del poderoso.
Josafat sin duda percibió una nota falsa en su mensaje. Pidió otro profeta. Acab admitió
que había uno al que no habían llamado porque no le gustaban sus mensajes. Acab era
orgulloso y odiaba a todo aquel que no lo adulaba. Al principio, Micaías le contestó con
una cortesía sarcástica. Le dijo, en otras palabras, lo siguiente: “Puesto que no estás
interesado en la verdad, sino que quieres ser engañado, te diré exactamente lo que quieras
saber”. Acab captó el tono de mofa en las palabras del profeta y simuló desear que le dijera
la verdad.
La valentía de Micaías ante los cuatrocientos profetas falsos no es menos digna de elogio
que la de Elías. Es extraña la representación que se nos hace del consejo de Jehová, en el
que hasta el espíritu malo toma parte. Dios, que todo lo tiene en sus manos, se vale hasta de
los malos para realizar sus planes de misericordia y justicia. Aquellos que juegan con la
verdad, como lo hizo Acab, se exponen a toda clase de engaño, incluso el de Dios, que es
su debido castigo (2 Tes. 2:11).
Acab rechazó la palabra de Dios. Pensaba que podría evitar el peligro despejándose de
sus vestiduras reales y tomando parte en la batalla disfrazado. Pero ningún disfraz ni
armadura puede proteger al rebelde de la flecha del juicio divino. La muerte en la batalla
puso fin a las esperanzas y planes de Acab. Se cumplió al pie de la letra la profecía de Elías
(I Reyes 21:19; 22:38).
El hecho de que Ocozías consultara al dios de los filisteos demuestra que se había
apartado de la religión de Jehová, aun más que su padre Acab. Era necesario para los
52
hebreos consultar a Dios en cualquier eventualidad de la vida. ¿No era un acto indigno del
profeta de Dios destruir por fuego a los dos capitanes y sus soldados? La orden irreverente
del rey fue motivada por el deseo de detener a Elías y castigarle. También los primeros dos
capitanes actuaron en forma irrespetuosa burlándose del profeta. Menospreciaban el pacto
de Jehová y a su profeta. Jehová demostró que Elías era verdaderamente “un varón de
Dios” castigándoles por prodigios terribles.
IV. ELISEO.
II Reyes 2:1 - 8:15.
Eliseo era el sucesor de Elías y continuó la labor del profeta intrépido. Parece que fue
ungido unos ocho años antes de que Elías fuera arrebatado al cielo. Ocupaba un lugar
humilde, prestaba servicios a Elías y aprendía de él. Su ministerio profético duró unos
cincuenta años con muchas manifestaciones de las virtudes milagrosas del poder de dios.
Así continuó la obra de Dios iniciada por Elías y recogió los frutos del ministerio de su
maestro.
Los dos profetas presentan un contraste marcado. Ambos tenían celo por Jehová pero
uno obraba de manera muy diferente del otro. Elías vivía aislado en el campo; a Eliseo le
gustaba estar con la gente en las ciudades. Elías parece no haber tenido más posesiones que
su mano y su cinturón de cuero; Eliseo era un agricultor con doce yuntas de bueyes en el
campo. Elías aparecía repentinamente a los reyes de tiempo en tiempo con el mensaje de
juicio; Eliseo era amigo y consejero de reyes. Muchos de los milagros de Elías eran
destructivos; los de Eliseo eran mayormente obras de misericordia. Elías se parecía más a
Juan el Bautista; la ternura de Eliseo nos hace recordar la compasión del Salvador. Los
truenos y fuego del ministerio de Elías prepararon el camino para el ministerio tranquilo de
su sucesor.
2. La Importancia de Elías.
Elías es precursor de los escritores posteriores de los libros proféticos. Procuraba
volver a su pueblo al culto de Jehová y a los preceptos de Moisés. Malaquías profetizó que
Dios enviaría a Elías para preparar el corazón del pueblo antes que vinieran “el día de
Jehová, grande y terrible” (4:5, 6). Esta profecía se cumplió en el ministerio de Juan el
Bautista (Mat. 11:14; 17:12, 13). Se menciona en el Nuevo Testamento su nombre con más
frecuencia que el nombre de cualquier otro profeta. Muchos siglos después de su
arrebatamiento, Elías se presentó de nuevo a la vista humana, hablando con Jesús en el
monte de la Transfiguración. Él había tenido parte en preparar el camino para Aquel cuya
“voz callada y suave” obra la transformación del corazón humano.
¿Por qué fue tan severa la maldición de Eliseo contra los niños? Bet-el era uno de los
centros del culto a los becerros de oro. Los niños, probablemente reflejando las
conversaciones de sus padres idólatras, burlaron del arrebatamiento de Elías. Tal vez los
padres decían: “Así que Eliseo dice que Elías ascendió al cielo sin morir ¿Por qué el mismo
nos hace ver cómo hace? ¡Que él mismo suba al cielo, ese viejo calvo!” El insulto de los
niños afectaba a Dios mismo. Tanto los niños como los pares sufrieron por la delincuencia
paterna.
Después de un rodeo a lo largo del desierto, los tres reyes y su ejército llegaron a los
límites de Moab. Pero no habían hallado agua en los últimos siete días y estaban al borde de
la desesperación. Joram exclamó con fatalismo que Jehová los había condenado a la
destrucción en manos de Moab. Creía en Jehová pero le consideraba un lejano Dios que
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arbitrariamente castigaba a la nación o la prosperaba, según quería. En contraste con Joram,
el buen rey Josafat se negó a darse por vencido. Sabía que Dios podía responder a la
oración. Pidió un profeta que les trajera palabra del cielo. Felizmente para Josafat y todos
ellos, los profetas no estaban exceptuados del servicio militar en aquellos días, y Eliseo se
hallaba en el campamento.
¿Por qué rechazó Eliseo a Joram y respetó a Josafat? Aunque Joram no prestó culto a
Baal omo habían hecho sus padres Acab y Jezabel, dejó sin embargo, los becerros de oro en
Bet-el y Dan. Su religión era formalista, ritualista, y llena de ideas tomadas del paganismo
que lo rodeaba. Pero en Josafat, Eliseo encontró al hombre que había entrevisto el amor y
grandeza de Jehová.
La música del tañedor tranquilizaba el alma del profeta y le ayudaba a abrir las puertas
de su corazón a Dios. Pronto recibió la palabra profética que exigía profunda fe y
obediencia. El ejército debía cavar zanjas en el valle a fin de recibir una gran cantidad de
agua. Pero no vería ni lluvia ni el viento. Parecería una empresa inútil menos para los que
abrigaban fe.
Lejos del campamento de los israelitas, en las montañas de Edom, se desató un violento
aguacero que llenó de agua el valle, sin que los israelitas vieran la lluvia o sintieran el
viento. No sólo abasteció de agua al ejército israelita y Edomita sino que también engaño a
los moabitas. Estos al ver las aguas heridas por el sol, creyeron que era sangre y que los
ejércitos confederados habían luchado entre sí. Así cayeron fácilmente en la emboscada de
los tres reyes y sufrieron una derrota aplastante. El acto del rey Mesa en aquel momento
crítico nos revela lo que era la religión de aquellos pueblos opor los cuales Israel se dejaba
fascinar. No sabemos si la retirada de los reyes se debió al horror que infundió la idea de tal
sacrificio o más bien al temor supersticioso de la eficacia del acto.
Eliseo podía ser firme y enérgico cuando la ocasión lo demandaba, pero en general era
un hombre benévolo y tierno que sentía compasión por los que sufrían. Se hallaba siempre
en el lugar donde se lo necesitaba. Los milagros resultados en esta sección no tienen gran
significado teológico pero ilustran la solicitud de Dios para ayudar a los suyos en los
problemas del diario vivir.
¿Qué aplicación tiene este relato? Dios busca todavía vasos vacíos para llenar. Debemos
vaciarnos de la mundanalidad, egoísmo y orgullo y presentarnos al Señor. El Espíritu Santo
55
sigue llenando los vasos mientras que se los traemos. También nos enseña la necesidad de
traer a los vecinos para que ellos también sean recipientes de la plenitud de Dios.
La muchacha judía que servía como esclava en la casa de Naamán mantenía firme su fe
en Dios a pesar de estar rodeada de idolatría y de la falta de todo contacto con los de su
religión. No vaciló en testificar a cerca del poder de Jehová y en sugerir que Naamán
acudiera al profeta de Jehová. Cuando el rey sirio oyó el testimonio de la joven, envió a
Naamán que se presentara al rey de Israel con obsequios valiosos y con mucho aparato.
Los estudiosos de la Biblia notan que la lepra simboliza el pecado y la muerte. La lepra
no hace acepción de personas; ataca igualmente a los pobres y ricos, grandes y humildes.
También el remedio para el pecado no es lo mismo para todos. Al igual que Naamán, el
pecador tiene que vencer su orgullo y prejuicios para ser sanado. Tiene que creer y
obedecer. El siervo de Dios que dirige a los pecadores a las aguas sanadoras, no debe
aceptar ninguna recompensa ni gloria, sabiendo que de gracia recibe y de gracia debe dar.
Jesús citó la sanidad de Naamán por Eliseo como señal de que él mismo sería enviado a
otras naciones (Lucas 4:25-27).
Se nota que Eliseo era un jefe y maestro de los “hijos de los profetas”.
Los hijos de los profetas no eran verdaderos profetas, sino discípulos de los destacados
profetas tales como Samuel, Elías y Eliseo. Parece que Eliseo tenía escuelas en Bet-el,
Jericó y Gilgal. Los discípulos ayudaban a los profetas en sus esfuerzos de levantar la
moralidad del pueblo y volverlo a Dios.
Durante la última parte del ministerio de Eliseo, los israelitas sufrían mucho de las
manos de los poderosos sirios. Eliseo era el centinela puesto por Dios para defender a su
pueblo. Era verdaderamente una protección mas eficaz que los carros de Israel y sus carros
de a caballo (II Reyes 13:14).
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1. Eliseo Captura un Ejército Sirio. II Reyes 6:8-23
Durante el tiempo en que el rey de Israel estaba dispuesto a escuchar a Eliseo Dios dio
a Israel liberación de Siria. Por medio del profeta, Dios advirtió al rey de Israel de los
complots, incursiones y trampas de los sirios. Así fueron frustrados. Finalmente un siervo
del rey de Siria le informó que era Eliseo quien proporcionaba la información de sus
incursiones contra el monarca de Israel.
Eliseo era solamente un hombre, y sin embargo el rey de Siria envió un ejército para
capturarle. Demuestra el miedo que tenía el rey del profeta y la extraña ceguera de los
mundanos que no se dan cuenta que es imposible tomar a Dios por sorpresa. La
desesperación del siervo del profeta contrasta con la fe tranquila de Eliseo.
“Mas son los que están con nosotros que los que están con ellos”. El milagro que siguió
no era que los ángeles llegaron a socorrerlos sino que ellos fueron manifestados al joven.
Siempre los ángeles rodean al creyente (Sal. 34:7; 91:11; Dan. 6:22), pero están ocultos a
los ojos humanos. Al igual que al joven, necesitamos que Dios nos abra los ojos espirituales
para desviar la vista de los peligros físicos y fijarla en los recursos divinos.
La manera en que Eliseo terminó la guerra entre Siria e Israel es digna de ser imitada en
el siglo XX. En ves de vengarse Eliseo dio de comer a sus enemigos y ellos se convirtieron
en amigos. Así venció con el bien el mal (Rom. 12:21).
El rey de Israel al oír la historia del canibalismo narrada por la mujer, rasgó sus ropas y
se vistió de saco y ceniza. Luego, al igual que tantos gobernadores, buscó a quien echarle la
culpa a fin de que no recayera sobre él mismo.
¿Por qué Eliseo no le había advertido al rey en cuanto a la invasión Siria? ¿Por qué no
hizo nada para liberar a la ciudad? Le había faltado al rey y al pueblo. Merecía la pena de
muerte. Tal vez Eliseo le había prometido también que Dios libraría a Samaria y le había
animado al rey resistir a los sirios. Parece que Eliseo atribuyó la responsabilidad por los
sufrimientos al rey llamándole “este hijo de homicida” se esfumó la valentía del rey ante la
reprensión de Eliseo. Cambió de idea en cuanto a quien tenía la culpa. Ahora no era Eliseo
sino Jehová que había traído el mal sobre ellos. Pero si esto era así, ¿qué podía esperar de
él? No valía la pena servirle.
Eliseo se acercó al fin de su largo ministerio de más de 50 años durante los reinados de 6
reyes. Se calcula que tenía unos 90 años. Aunque Eliseo carecía de la espectacular
personalidad y ministerio de Elías, prestó servicios al pueblo en forma serena, fiel y útil. Su
ministerio era de pastor, maestro y consejero. Siguió fiel a Dios hasta el fin. Más aun, la
influencia de su vida continuó siendo una poderosa fuerza en Israel muchos años después
de su muerte.
El joven monarca Joas lloró al lado del lecho de la muerte de Eliseo. Recordó las
victorias que Dios había dado al pueblo de Israel mediante el profeta, y le comparaba al
ejército de su nación. Por su parte, Eliseo no prestó atención a las lágrimas del rey. Quería
que él levantara sus ojos al futuro, reconociera que Dios seguía siendo el mismo. El
disparar de las saetas mientras la mano de Eliseo se posaba sobre él, tenía el propósito de
demostrar al monarca que él podía lograr victorias sobre Siria si la mano de Jehová
reposaba sobre él. Dijo al rey que tomara las flechas y golpeara al suelo para indicarle que
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el mismo no estría siempre allá para impartir fuerza a las manos suyas. El monarca
necesitaba ejercer fe por sí mismo. Los golpes simbolizaban victorias sobre los sirios.
¿Por qué golpeó Joas el suelo sólo 3 veces en vez de hacerlo 5 ó 6? A igual que Acab,
Joas no quería que Siria fuese destruida, pues quería que ella se interpusiera entre Israel y
Asiria como defensa contra Asiria. Es decir, depositaba su confianza en el concepto
humano del equilibrio de poder en vez de confiar en Dios. Pronto se sentían las
consecuencias en Israel de la incredulidad de Joas. Los sirios no eran los únicos que se
aprovecharon de la debilidad de Israel. Merodeadores moabitas recorrían el territorio de
Israel robando y haciendo daño.
El hecho de que un muerto revivió cuando tocó los huesos de Eliseo tenía el propósito de
enseñar a la nación apóstata en su undécima hora que el poder que había tenido Eliseo
todavía estaría a la disposición de Israel si se arrepintiera.
Josafat era el rey más hábil y enérgico que había reinado Judá desde el tiempo de
Salomón. Reinó veinticinco años (873-848 A.C). Era corregente tres años con su padre
Asa, pues este se enfermó de los pies en la última parte de su reinado. Entabló buenas
relaciones entre Judá e Israel. Era un hombre muy pío e hizo lo recto excepto por su alianza
con los reyes de Israel.
Josafat seguía en las pisadas de su padre dedicándose a desarraigar de Judá todos los
restos del culto idólatra en los lugares altos y bosques que se habían salvado del celo
reformador de Asa. No podía extirpar completamente estos ritos, pues no todo el pueblo
“había enderezado su corazón al Dios de sus padres” (II Crón. 20:33).
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Reconoció la necesidad de enseñar al pueblo la palabra de Dios a fin de realizar una
reforma verdadera. Organizó equipos dirigidos por altos funcionarios acompañados por
levitas y sacerdotes para visitar todas partes del reino y enseñar al pueblo la ley de Jehová.
Sus reformas surtieron efecto y el temor de Jehová cayó sobre las naciones vecinas.
Cesaron guerras contra Judá. Los filisteos y árabes trajeron presentes a Josafat para
mantener buenas relaciones con él. Florecía el comercio con otras naciones y Judá prosperó
de gran manera. También, Josafat estableció un sistema de administrar justicia. En cada
ciudad nombró un juez o unos jueces, aparentemente laicos, para juzgar causas de todas
clases. Estableció en Jerusalén un tribunal de apelaciones. Se componía de sacerdotes,
levitas y laicos de edad madura y alto rango, en quienes podía confiar que administrarían la
justicia sin temor, favor, o aceptar cohechos.
2. Josafat hace alianza con la casa de Acab. IICrón. 18:1 – 19:3; 20:35-37.
Josafat terminó la larga enemistad entre Judá e Israel haciendo alianza con Acab y
arreglando el matrimonio entre Joram, su hijo, y Atalia, la hija de Acab y Jezabel. Se hizo
una confederación política del reino dividido. Era una gran equivocación de parte de Josafat
que tuvo con el transcurso del tiempo, consecuencias desastrosas. Josafat ayudó a Acab con
el intento de tomar Ramot de Galaad de los Sirios y por poco murió en la batalla. Colaboró
con Ocozías, el hijo de Acab. En la construcción de naves en Ezion-geber del golfo de
Alcabah. Fueron construidas para ir a Ofir por oro, pero fueron destruidas por una
tempestad casi antes de salir del puerto. Josafat tomó una parte en una campaña de Joram,
el segundo hijo de Acab, contra Moab y casi murió de sed, pero lo peor era que Atalía
obtuvo las riendas del gobierno de Judá, profanó el templo, llevó a Israel a la apostasía por
6 años y destruyó la línea de David salvo por un hijo que fue escondido. Es una lección que
nos enseña el peligro de unirse en yugo desigual con los incrédulos.
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2. El alabar al Señor es la mejor preparación para el conflicto. Las armas más
poderosas son las de la hermosura de su santidad (las vestiduras de los sacerdotes) y
de la alabanza a Dios.
3. La verdadera fe provee la victoria y bendice Jehová por ella si alabamos a Dios en
medio de los aprietos, el valle de la batalla se convertirá en el valle de Beraca
(“bendición”) y nos llevaremos gran despojo para enriquecer nuestras vidas.
Jehú era el comandante del ejército de Israel que estaba en Ramot de Galaad, la ciudad
fronteriza recién liberada del dominio de los sirios mediante una revolución sangrienta,
Jehú estableció la cuarta dinastía real de Israel. Su casa reinó más tiempo
(aproximadamente 90 años) que cualquier otra dinastía de reino septentrional. Incluyó a 5
generaciones: Joas, Jehú, Joacas, Jeroboam II y Zacarías (841-753 A.C). El baalismo
fenicio fue erradicado pero Israel se debilitó y perdió mucho territorio durante esta época.
Llegó al apogeo de su prestigio bajo la administración hábil de Jeroboam II y luego decayó
paulatinamente ante la agresión asiria.
Se había jactado de tener “celo por Jehová” (10:16) pero se nota que no era celo puro,
pues no quitó el culto a los becerros. Al igual a muchos hombres en la historia de la iglesia
que han actuado con violencia pensando que así servían a Dios, Jehú aparentemente fue
motivado por interés propio. Si es así, ¿por qué fue elogiado por el profeta? (10:30). No fue
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porque actuaba con astucia, ni fue porque era tan brutal. Dios le empleó como instrumento
para justiciar la casa malvada de Acab y erradicar la religión vil y cruel de Baal. Además la
revelación de Dios es progresiva. Dios se reveló como el Dios de justicia antes de revelarse
como el Dios perdonador.
3. El reinado de Jehú
Cuando Jehú exterminó la casa de Acab, perdió todo el favor de Judá y Fenicia, cuyas
familias estaban ligadas a Jezabel. Tampoco tenía favor con Siria, pues no se oponía el
avance a Siria. Llegando al trono mediante una revolución sangrienta, Jehú aparentemente
no pudo unificar su nación suficientemente para enfrentar bien los ataques de Siria. Los
sirios ocuparon los territorios al Este del Jordán que pertenecían a Israel y la hostigaban
todos los días de Jehú. Pagó Jehú un elevado precio por no quitar los cultos a los becerros y
no cuidar de andar en la ley de Jehová (10:31-32)
C. Reyes de Judá
Cuando Ocozías, heredero del trono de Joram fue muerto por Jehú, Atalía dio órdenes de
destruir todos los herederos del trono incluso sus propios nietos. Así afirmó su poder siendo
una fanática baalista, introdujo el culto fenicio en Jerusalén. Reinó 6 años. Se muestra la
insensatez de alianzas matrimoniales con paganos.
Sin embargo, Dios no permitió que se extinguiera la casa de David y que fallara a la
promesa de que siempre habría un descendiente suyo en el trono. Josaba (Josabet) hermana
de Ocozías, raptó y escondió a Joás, el hijo de Ocozías, quien contaba con un año. Cuando
el niño tenía siete años Joiada, el sacerdote, levantó una insurrección y puso a Joás en el
trono. Atalía reaccionó gritando “¡Traición, traición!”. Dice el comentarista Stanley
Horton: “No había dicho semejante cosa cuando hizo asesinar a los hijos del rey. Había
violado todo principio justo, había pasado por alto todo derecho. Y ahora procuraba decir
que el elevar el trono al verdadero rey era injusto ¡como se parece a los malvados de todos
los siglos!. Hace lo malo como si fuera justo y decente. Y luego se comportan como si
estuviesen muy asombrados cuando otros hacen lo justo y trastornan sus planes malvados”.
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2. Joas: Reforma y Recaída II Crón. 24:1-27; II Reyes 12:1-21
Joas reinó cuarenta años (835-796 A.C) puesto que era niño cuando fue coronado, el
peso verdadero del gobierno recayó en los hombros de Joiada, el sumo sacerdote, fueron
realizadas algunas reformas. Se extirpó el baalismo, se renovó el pacto y culto de Jehová y
se reparó el templo que Atalía había descuidado. “Joas hizo lo recto… todos los días de
Joiada, el sacerdote”. Pero después de la muerte de éste, fue seducido por los príncipes,
cayó en la idolatría y aun dio muerte al hijo de Joiada, su benefactor. Fue castigado por la
invasión de Siria. Sus siervos se volvieron en su contra por la injusticia que hbaía hecho a
la casa de Joiada y le dieron muerte. Así se ilustra el curso del carácter débil que depende
de la buena influencia de otros. El ser debe ser conduce al mal tarde o temprano, y el mal
conduce al desastre.
Luego Uzías se enorgulleció y entró en el santuario para ofrecer incienso, así usurpando
el lugar de un sacerdote. Dios le castigó hiriéndole con la lepra y se vio obligado a aislarse
en una casa apartada hasta el fin de sus días. Jotám, su hijo, era corregente durante los años
de la enfermedad de Uzías.
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Siria, bajo la dirección de Rezín e Israel, gobernaba por Peka, pero invadieron a Judá.
Dios permitió que batieran a Acaz, matando a 120.000 soldados de Judá en un solo día.
Sitiaron Jerusalén pero no pudieron tomarla. Luego devastaron el país. En esta profunda
aflicción de Judá, también sus antiguos enemigos, Filistea y Edom, se levantaron contra
ella. Judá perdió mucho territorio en las guerras. Isaías, el profeta, animaba a Acaz confiar
en Jehová para la liberación. Le dijo que pidiera una señal d Jehová para confirmar su
palabra. Pero Acaz, con piedad fingida contestó que no pediría ni tentaría a Jehová (Is.
7:12). Ya estaba resuelto a pedir ayuda a la poderosa Asiria. Reunió todos los tesoros que
podía y los envió al rey asirio Tiglat-pileser. Este estaba contento de tener una excusa para
librar guerra contra Siria e Israel. Marchó contra Siria conquistando y devastando su
favorable dentro de los muros, que prometió quitar a Peka, arregló el negocio. Nombró a
Uzuías, como rey tributario.
Así Acaz fue liberado de sus enemigos pero el precio que pagó era mucho más que los
tesoros del templo y palacio. Perdió la independencia de su reino y se hizo un mero súbdito
de Asiria. Tenía que pagarle tributo año tras año. También tenía que enviar al rey de Asiria
ricos regalos y aparecer delante de él para hacerle homenaje, siempre que estuviese en la
vecindad.
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Asiria destruyó el reino del norte en 722 A.C. había llegado al apogeo de su poder
militar. El rey Asur-nasipal (reinó 885 – 860 A.C.) era un guerrero cruel pero muy hábil.
Hizo de Asiria la mejor organización bélica del mundo antiguo. Los asirios eran muy
crueles. Cuando encontraban resistencia, obstinada o rebelión en sus tributarios,
“desarrollaban vivos a los prisioneros, les cortaban las manos, pies, orejas o narices; o les
arrancaban los ojos o la lengua, y levantaban montones de cráneos humanos, todo para
inspirar terror” (Halley, Compendio de la Biblia, p. 195).
Al principio Samaria pagó tributo a Asiria para evitar la destrucción. pero Peka se alió
con Siria contra Asiria. Los dos aliados trataron de obligar a Judá aliarse con ellos. Al
fracasar en el intento, invadieron Judá. Acaz pidió la intervención de Asiria. Ya hemos
leído acerca de la derrota de Siria e Israel. Cuando Tiglat-pileser murió en 728, el último
rey de Samaria, Oseas, dejó de enviar tributo a Asiria esperando que Egipto apoyara su
rebelión. Los asirios marcharon a la capital Samaria y ésa cayó en 722 A.C, después de tres
años de sitio.
a. Causas políticas: La división del reino dejó débil a Israel y no pudo enfrentar solo a
sus enemigos. Las alianzas que hizo con las naciones vecinas, también la
debilitaban pues tenía que pagarles fuertes tributos. Además se debilitó guerreando
contra Judá. Sobre todo, los reyes del norte regicidos y cambios de dinastía. Había
diez y nueve reyes y nueve dinastías en dos cientos ocho años, y de éstos, diez
murieron en forma valiente.
b. Causas morales y espirituales: Jeroboam al dividir el reino, instituyó la idolatría en
Israel y todos los demás reyes seguían en sus pisadas. Dios había enviado profeta, y
juicio tras juicio, pero en vano. Israel estaba entregada a sus ídolos y seguía la
corrupción de la vida social y moral. No había remedio. Sobrevivido la ira de Dios
que barrió Israel de la tierra.
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VI. LOS ÚLTIMOS TIEMPOS
DEL REINO DE JUDÁ.
Ezequías era el rey más fuerte y el mejor de los últimos reyes de Judá. Aunque su padre
era malísimo y su hijo el peor de todos los reyes, Ezequías era un hombre pío, resuelto y
valiente. Puso su confianza en Jehová y decidió llevar a cabo una reforma que estableciera
en toda pureza el culto de Dios. Su reforma salvó, sin duda, a su reino del trágico destino
que sobrevino a Samaria, cuya caída correspondía con su reinado (si uno cuenta los años en
que servía como co-regente con su padre, (726 – 715 A.C). El profeta Isaías era su gran
consejero. Los dos secretos del éxito de Ezequías eran que determinó hacer pacto con
Jehová (II Crón. 29:10) y comenzó su obra de reforma inmediatamente (II Crón. 29:3).
c. Quitó la idolatría en Judá. Con celo iconoclasta, el pueblo rompió ídolos y altares que
Acaz había erigido, hizo pedazos a la serpiente de bronce porque era objeto de adoración y
quitó los lugares altos. Así se trató de limitar el lugar del culto en la nación a Jerusalén. La
reforma extendió a Benjamín, Efraín y Manasés.
d. Organizó las órdenes de los sacerdotes y levitas para que hicieran los servicios del
templo.
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e. Reformó la recolección de los diezmos y las ofrendas. Había un aumento notable de la
entrada financiera y de los productos de la tierra, de modo que se dispuso la preparación de
cameras en el templo para guardarlos en ellas.
Cuando Sargón falleció (705 A.C) había revoluciones en muchas partes del imperio
asirio. Ezequías procuró quitar el yugo de Asiria y formar una coalición con Egipto, la
Biblia no indica que Isaías aprobó la rebelión y ésta le costó mucho a Judá. Asiria invadió a
Palestina en 701 A.C. y devastó mucho de Judá. En un prisma de barro descubierto por
arqueólogos, Senaquerib, rey de Asiria, se jactó de tomar en Judá cuarenta y seis ciudades
fortificadas, 200,150 cautivos y le encerró a Ezequías “como pájaro enjaulado en
Jerusalén”. Isaías describió la desolación resultante en su libro (1:7-9). Ezequías pagó un
fuerte tributo a Asiria para que éste se retirara de Palestina.
3. La fe de Ezequías.
Todo sucedió como había predicho Isaías (34:1-12). Senarequib quebrantó su promesa
enviando de nuevo su ejército contra Judá. Rabsaces, el jefe de los oficiales del rey asirio,
trajo un mensaje insultante a Ezequías declarando que ni Egipto, ni Jehová podía ayudar a
Jerusalén. Ezequías fue el templo para orar. Entonces recibió un mensaje de Isaías
animándolo a confiar en Dios y resistir a Asiria.
El milagro del reloj solar consistía en que la sombra retrocedió, más el día no se
prolongó. Parece que no era la voluntad de Dios sanar a Ezequías, pues su curación fue
seguida por consecuencias lamentables. Ezequías desatinó, enseñando a los embajadores
babilonios que vinieron para felicitarlo, los tesoros de Jerusalén. Fue un factor en despertar
la codicia de Babilonia y en estimularla a invadir a Judá años después. También en está
tiempo Manasés, el peor rey de Judá, fue concebido. La moraleja es que más vale
resignarse a la voluntad manifestada de Dios que ser liberado y después traer desastre a
otros.
1. Manasés, idolatría grosera. (697 – 642 A.C) II Reyes 21:1-18; II Crón. 33:1-20.
Manasés era el peor rey de Judá y él que más tiempo reinó, aproximadamente cincuenta
y cinco años. Aunque sin duda fue criado cuidadosamente durante la vida de su padre, cayó
bajo malas influencias después. Estableció el politeísmo. Era un aborrecedor fanático de la
religión de Jehová. Deliberadamente deshizo las reformas que su padre había realizado con
tanto sacrificio y abnegación. Reedificó los altares e ídolos que Ezequías había destruido,
restableció culto a Baal e hizo una imagen de Asera (Astarte), la esposa de Baal,
poniéndola en el templo. Patrocinó el espiritismo, el culto a las estrellas y planetas, y aun
estableció el sacrificio de seres humanos, ofreciendo a sus hijos al dios Moloc. Cruelmente
silenció las voces de los justos quienes protestaban en contra de la idolatría, llenando
Jerusalén con su sangre. Dice la tradición que Manasés hizo aserrar en dos a Isaías. Se nota
que un reincidente es muchas veces más fanático en promover la religión falsa que el
pagano mismo.
El reino de Josías fue el período más feliz en la historia de Judá. Se caracterizó por
reforma, paz y prosperidad. Menguaba el poder de Asiria y paulatinamente volvió Judá a
ser una nación casi libre del yugo asirio. Sin embargo, hacia fines del reinado de Josías,
Judá se vio embrollada en la lucha entre las grandes potencias: la resurgiente Babilonia y el
antiguo Egipto. Ellas peleaban entre sí por adueñarse de los remanentes del imperio
desintegrante de Asiria.
Josías comenzó a reinar a los ocho años de edad y a los diez y seis empezó a buscar a
Dios. Aparentemente tenía consejeros piadosos que influían para que él siguiera a Jehová a
pesar de que la nación se entregaba casi íntegramente a la idolatría degradante. Era uno de
los mejores reyes de Judá, un hombre bondadoso, celosos para con la religión de Jehová y
un gran reformador.
El debilitamiento del imperio asirio permitió que Judá extendiera su influencia sobre el
área que anteriormente había sido el reno de Israel. Así que Josías podía realizar su reforma
en los territorios de Manasés, Efraín, Simeón, y hasta Neftalí. En Bet-el, el altar erigido al
becerro de oro hacía trescientos años por Jeroboam fue derribado. Pero primero, Josías
quemó sobre él los huesos de los falsos profetas cumpliendo así la profecía de I Reyes 13:2.
se observará que Josías actuó con violencia pero la tradición idólatra no podía ser cambiada
sino por métodos drásticos.
La fase positiva de la reforma consistía en reparar el templo. La casa de Dios había sido
descuidada por largos períodos de tiempo después del reinado de Joás. Muchas de las
paredes y edificios colaterales se hallaban derribados y los pisos estaban en mal estado.
Josías recogió una colecta para las reparaciones en Judá, Benjamín y toda la tierra de lo que
había sido el reino del norte.
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Se descubrió el libro de la ley cuando el templo fue reparado en 621 A.C. probablemente
fue el libro de Deuteronomio que contiene terribles maldiciones contra las prácticas
idólatras a que Judá se había entregado por tanto tiempo. El escriba Safán lo leyó al rey. Al
saber cuán lejos había apartado de la Palabra de Dios su nación, y las consecuencias
profetizadas por Moisés, Josías rasgó en alarma sus vestiduras. Consultó con Hulda, la
profetiza. Ella declaró que los juicios por la idolatría eran inevitables pero que Josías no
vera el cumplimiento pues él deseaba hacer la voluntad de Dios. Josías reunió una gran
cantidad de ancianos, sacerdotes, levitas y pueblo de Jerusalén a fin de escuchar la lectura
del libro. Representando su pueblo, Josías hizo un pacto solemne ante Jehová de que él
como rey sería fiel a la ley de Dios. Siguió llevando a cabo la reforma.
Josías mandó al pueblo celebrar la pascua, una fiesta que no se había observado hacía
tiempo. Fue celebrada con tal gozo y solemnidad que se la recordó como la más notable de
la historia de Judá.
Los profetas de Judá en esta época fueron Jeremías, Sofonías, Nahum y Habacuc. Fue un
tiempo de intensa actividad profética en que la nación oyó las urgentes advertencias de un
juicio inminente. Pero después de la muerte de Josías, el pueblo volvió a entregarse a la
idolatría pues su arrepentimiento no era ni profundo ni sincero.
El imperio asirio que había dominado el mundo conocido por más de dos siglos fue
destruido. En 612 AC las fuerzas combinadas de los babilonios, medas y escritas derrotaron
a los asirios y arrasaron completamente la ciudad capital de Nínive. Luego en 606 AC los
babilonios conquistaron los últimos remanentes del imperio. El faraón Necao, de Egipto,
marchó hacia el norte en el año 609 AC para adueñarse de parte del botín asirio, pero los
babilonios le derrotaron en 605 A en la batalla de Carquemis y se establecieron como
sucesores del imperio asirio.
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Pasada la época de Josías, la idolatría y la inmoralidad retornaron con ímpetu a Judá. La
nación se hallaba en la pendiente, tanto en lo espiritual como en lo político. Por un período
de tres años, la nación estaba sujeta a Egipto.
Así Judá fue destruida y el reino terrenal de David se terminó. Había durado
aproximadamente cuatrocientos años. Nunca más el trono sería ocupado por un
descendiente de David hasta que no apareciera Quien tenía el derecho de reinar, Jesucristo.
E. El Cautiverio Babilonio.
Se cuenta el año 605 AC como el comienzo del cautiverio babilónico dado que algunos
judíos escogidos fueron deportados a Babilonia para ser adiestrados en el arte de gobernar.
Duró el cautiverio aproximadamente setenta años (605 – 539 A.C). para que cumpliese la
profecía de Jeremías (29:10) y los años de jubileo no observados por los israelitas (II Crón.
36:21). No era demasiado duro, pues los judíos edificaron casas, tenían sus chacras y
negocios, y algunos ocuparon puestos altos en el gobierno. Tenían libertad de adorar a
Jehová.
a. Los hebreos fueron curados para siempre de la idolatría. Antes siempre eran
propensos a adoptar la idolatría de otras naciones; desde el cautiverio en adelante la
aborrecieron. Dios extirpó el cáncer de la idolatría mediante la cautividad en
Babilonia.
b. Emergieron con una fe más firme y clara que nunca. Muchas profecías se
cumplieron ante ellos, tales como la caída de Jerusalén profetizada por Jeremías y
Ezequiel y la derrota de Babilonia y la liberación de los judíos por Ciro, el perso,
predichas por Isaías.
72
c. Apreciaban como nunca la Palabra escrita de Dios. Antes, negligentes de las
Escrituras, ahora los hebreos las miraban con una reverencia que a veces lindaba
con la superstición.
d. Las sinagogas o centros del estudio de las Escrituras y culto, reemplazaron el
templo. Servían como una preparación para la iglesia cristiana.
e. La religión judía desde entonces en adelante recalcaba más el elemento personal. Ya
no existía el templo ni el individuo tenía que acercarse a Dios personalmente. Tanto
Jeremías como Ezequiel profetizaron el nuevo pacto en el cual el individup puede
conocer personalmente a Dios. También Ezequiel hizo hincapié de la
responsabilidad individual en vez de la responsabilidad nacional,
2. Cambios sociales.
a. Los hebreos aceptaron el idioma arameo de Babilonia como su dialecto vulgar. Era
el idioma de Israel en la época de Jesús.
b. Desde el cautiverio en adelante se llamaron judíos.
c. Ya no buscaban las alianzas con otras naciones y aun se apartaron con horror de
todos los extranjeros. Antes eran volubles, ahora llegaron a ser fanáticos y
nacionalmente intolerantes.
d. Dejaron de ser un pueblo agricultor y ganadero y se convirtieron en un pueblo de
comerciantes viviendo en las ciudades.
e. Llegaron a ser un pueblo gobernado por los sacerdotes. Antes eran amantes del
gobierno monárquico, ahora aceptaron de buen grado un gobierno sacerdotal.
INTRDUCCIÓN
A. El fondo Histórico
Ciro era el libertador de los judíos anunciado en Isaías 44:24- 45:25. Era hijo de
Cambiasis, rey de Asan, reino elamita. A raíz de varias compañas coronadas por el éxito, se
73
le conoció como rey de Persia. Alrededor del año 550 A.C., los medos entregaron a su
monarca en poder de Ciro, y se plegaron a éste.
Durante siglos los asirios y los babilonios establecieron la política de intercambiar las
poblaciones, con el objeto de disminuir el peligro de rebelión. Deportaron a muchos
pueblos cautivos regresaran a sus territorios. Era politeísta y consideraba que cuántas más
dioses podía complacer, tanto mejor iba a ser para él. De manera que aceptó públicamente
la predicción del profeta Isaías 44:28 – 45:7, 13, y creyó que a él le había sido dado el
mandamiento divino de facilitar el retorno de los judíos.
1. Autor: Los libros de Esdras y Nehemías son una continuación de las Crónicas, cuya
terminación se repite al principio de Esdras. Antes formaron un solo libro, dividiéndose
luego en dos. Probablemente fueron escritos por la misma persona, que empleó como
fuentes, documentos escritos en primera persona por Esdras y Nehemías. Parece que el
autor fue un contemporáneo de Esdras.
Los planes de Dios triunfaron, aunque los enemigos presentaron toda clase de oposición,
y a veces hasta provocaron demora. Dios hizo surgir reyes paganos que ayudaban a los
judíos a retornar y establecerse nuevamente en su país. Levantó profetas para que
despertaran al pueblo. Les proporcionó grandes dirigentes para que les ayudaran en la obra.
Esta restauración no era final ni completa sino señalaba algo mejor. Tenía el fin de
continuar la revelación de Dios a través de su pueblo y preparar el camino para redención
del mundo. La restauración final se produciría de acuerdo al nuevo pacto (Jer. 31:31-33).
La primera restauración giraba alrededor de la ley de Moisés pero la final tendrá su centro
en el Cristo crucificado y resucitado (Zac. 12:10).
3. Punto de vista: Al igual a los libros de Crónicas, el punto de vista es sacerdotal. Gira
alrededor de la ley mosaica, el sacerdocio y el templo.
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I. El Primer Regreso del Desierto.
Esdras 1 – 6.
¿Ordenó Ciro a todos los judíos que retornaran? (Note 1:3). Habían sido obligados a
sufrir el cautiverio, más el retorno debía ser voluntario. Cada familia debía decidir por si
misma. La mayoría de los judíos se hallaban radicados en Babilonia y no muchos
regresaron. Solamente 42.360 volvieron y con los siervos y músicos sumaron 50.000
personas.
El rey Ciro animaba a los judíos que no quisieron volver a dar ofrendas voluntarias a los
exiliados que regresaban. El mismo devolvió generosamente los vasos santos que
Nabucodonosor había llevado del templo como trofeos de guerra. Muchos de ellos habían
sido profanados en la fiesta infame realizada por Belsasar (Dn. 5). Ahora se les devolvió al
pueblo, para que fueran consagrados nuevamente al servicio de Jehová.
Estos vanales reflejan la pobreza general de los judíos que volvieron. De cada seis
personas, una era dueña de un burro y de un esclavo. De cada sesenta personas, sólo una
disponía de un caballo. De cada cien personas, una tenía un camello; de cada ciento setenta
y cinco personas, una persona era dueña de una mula.
¿Qué era lo que impulsó a muchos volver con Zorobabel? Fue el favor patriótico y la fe
santa de príncipes como Zorobabel y sacerdotes como Josué que conmovieron al pueblo, y
les dio deseos de retornar. El entusiasmo de los dirigentes en acción era contagioso.
Se considera que el regreso era el segundo éxodo de Israel. El gozo y los cánticos
caracterizaron los preparativos y la partida. El camino era largo y a través del desierto, un
viaje de aproximadamente cuatro meses. Pero por el gozo que sentían, no les parecería tan
largo ni fastidioso. Los músicos tocaban y el pueblo cantaba. Era como un avivamiento o
nuevo nacimiento (Sal. 126).
75
¿Por qué reconstruyeron el altar antes de comenzar la reedificación del templo? Se
dieron cuenta de que la adoración es más importante que la casa de adoración. El altar era
de importancia básica para el culto a Jehová pues no existe acceso a Dios sin el
derramamiento de sangre. Los israelitas comenzaron su vida nacional obedeciendo la ley de
Moisés. También sacrificaban holocaustos de consagración a Jehová en gratitud por el
renacimiento de la nación. Finalmente, temían a los samaritanos y otros pueblos y querían
ganar el favor y protección de Dios.
Celebraron también la fiesta de los tabernáculos recordando así (la forma) como Dios
había enviado el maná, traído agua de la roca, les había guiado y suplido todas sus
necesidades. Mediante la fiesta querían significar que aun dependían exclusivamente de
Dios para que les dirigiera y satisficiera sus necesidades.
Los ancianos que habían visto el templo de Salomón no podían menos que llorar. Se ve
por éste lo lejos que el nuevo templo estaba de la magnificencia de de Salomón. Los gritos
de los que lloraban y las exclamaciones de júbilo de los que regocijaban, se combinaban y
oían a gran distancia.
Mediante maniobras políticas, el pueblo de Samaria pudo convencer al rey de Persia que
los judíos pensaban rebelarse contra él. La construcción fue suspendida por diez y seis
años. Los samaritanos aprovecharon la oportunidad que les dio la carta de Artajerjes para
destruir el muro que fue parcialmente construido y quemar sus puertas con fuego (Neh.
1:3).
Se nota que los judíos permitieron que cundiera el desaliento cuando se intensificó la
oposición. Cuán fácil es decir, “No debe ser la voluntad de Dios que edifiquemos ahora”,
cuando encaremos la oposición a una obra. Pero tal insinuación no viene del cielo.
Zacarías también conmovió al pueblo diciéndole que aunque era débil y pobre en
comparación a los materiales del templo de Salomón, no obstante ello, la obra era de Dios.
Todas las dificultades desaparecerían si trabajaran fielmente. No eran ricos, y carecían de
poder militar. Sin embargo “no es con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu ha dicho
Jehová de los ejércitos” (Zac. 4:6).
La renovada construcción del templo llamó la atención del gobernador Tatnai, Setar-
boznai y sus compañeros. Comenzaron una investigación, tal vez con el motivo de
intimidar nuevamente a los judíos. Pero los judíos estaban convencidos de la protección de
Dios y se mantuvieron firmes en la construcción. Dios hizo que la investigación fuera una
bendición a los judíos y confusión para el enemigo, pues se encontró el decreto de Ciro.
Los judíos fueron revindicados. El rey persa, Darío, hiciera nula la oposición y aun hizo
que Tatnai y Setar-boznai entregaran fondos reales de los impuestos de la región
Transeufratina a los judíos para ayudar en la construcción y dieran animales para os
sacrificios.
La construcción del templo duró cinco años. Los materiales que se empleaban en la
edificación eran muy inferiores a los del templo de Salomón y faltaba el arca, pues ésta
había sido destruida por los babilonios al tomar Jerusalén. Sin embargo, Dios inspiró a
Hageo para que declarara: “La gloria postrera de ésta casa será mayor que la primera”
(Hageo 2:9). De más valor es un rústico salón donde habita la gloria de Dios, que una
suntuosa catedral sin su presencia.
La dedicación del templo era una ceremonia impresionante y motivo de gran gozo. Entre
los muchos sacrificios ofrecidos era el de doce machos cabríos que representaban una
ofrenda para las doce tribus. Los judíos consideraron pues que se había restaurado la nación
entera. La celebración de la pascua era muy interesante. Fue instituido para que los hebreos
recordaran siempre su liberación de la esclavitud de Egipto. Ahora los judíos se gozaban
también de la liberación de Babilonia.
77
Los años intermediarios. Entre la dedicación del templo y la llegada de Esdras a
Jerusalén había un lapso de cincuenta y ocho años. El capítulo 6 de Esdras termina en el
año 515 A.C. Esdras mismo entra en escena en el capítulo 7 y la fecha es 458 A.C.
Durante el intervalo entre los 2 capítulos, Jerjes ascendió al trono de Persia (486-465
A.C). Prácticamente todos los exógatas Bíblicos identifican Jerjes con el Asuero de la
Biblia. De manera que los acontecimientos del libro de Ester ocurrieron en este período.
Hacia fines del intervalo, las cosas espirituales no anduvieron bien en Jerusalén. La nueva
generación nada sabía del fervor de sus padres y abuelos. La pureza y la debilidad
caracterizaron la forma en que practicaron su fe y los judíos no cumplieron estrictamente la
ley de Moisés. Parece que Jerusalén marchaba nuevamente hacia la decadencia. Pero Dios
levantó a un hombre, Esdras, para hacer volver a su pueblo.
Entre los personajes del período después del cautiverio babilónico, Esdras se destaca,
pues más que cualquier otro, él contribuyó a la formación del carácter de los judíos durante
el tiempo de intertestamentario. Se distingue por su especial atención a la ley de Moisés,
dando mucho énfasis a su estudio y dese eso entonces la nación se caracteriza por su
respecto a la ley. Se llama Esdras “escriba diligente en la ley” (7:6, 11,12). Tan profunda
fue la influencia de Esdras sobre el judaísmo que se le puede considerar como a un segundo
Moisés hablando en sentido figurado llevó al pueblo nuevamente al monte de Sinaí, para
que volviera a oír la voz pronunciando los mandamientos divinos.
El secreto del éxito de Esdras como un hábil intérprete de los detalles minuciosos de la
ley y gran maestro de las verdades divinas se encuentran en Esdras 7:10. Había preparado
su corazón para:
a. Para inquirir la ley de Jehová.
b. Para cumplirla y ponerla por obra, y
c. Para enseñarla.
Que Dios nos conceda corazones preparados y que sigamos el orden de actuar que seguía
Esdras. Entonces la mano de Jehová estará sobre nosotros también. (7:6).
Esdras pronto congregó a una compañía compuesta de casi mil quinientos hombres que
se ofrecieron con sus familias para emprender el largo viaje a Jerusalén. Al pasar la lista a
la gente que había venido, notó que no figuraban levitas entre ellos. Dado que la
restauración había recalcado el culto puro, se había prestado atención especial a los
sacerdotes y se había descuidado a los levitas. De modo que no recibieron mucho estímulo
para regresar. Esdras deseaba que el culto fuera completo con canciones, coro y orquesta.
También los sacerdotes necesitaban la ayuda de los levitas. Esdras persuadió a unos dos
cientos y cincuenta levitas para que retornaran con sus familias.
¿Por qué proclamó Esdras ayuno en Ahava? No había solicitado escolta militar puesto
que había dado su testimonio ante el rey, respecto de su Dios. Muy pronto comenzarían a
atravesar el desierto, donde una caravana tan rica despertaría la codicia de las hordas de
beduinos que infestaban las regiones desoladas de Arabia y Siria. Se calcula que el oro y la
plata que los judíos llevaban para el templo equivalían a más de cinco millones de dólares.
“La buena mano” de su Dios estaba sobre ellos protegiéndoles en el camino.
Las tristes noticias traídas por su hermano conmovió su corazón. La obra de construir los
muros de Jerusalén fue perjudicada por los samaritanos muy pronto después de la primera
vuelta. Cuando estos recibieron una orden del rey Artajeres que detuvieran la
reconstrucción, destruyeron las murallas parcialmente construida y quemaron las puertas a
fuego. Es de extrañarse que los judíos no hiciesen otro intento de reconstruir los muros.
Parece que el desánimo y la indiferencia cundió nuevamente entre el pueblo hebreo.
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1. Nehemías anima al pueblo a reedificar. 2:9 – 20.
Al llegar a Jerusalén, Nehemías no hizo nada por espacio de tres días. Supo esperar
hasta ver la situación desde adentro y compenetrarse del punto de vista de los judíos.
Luego, en voz de hablar del problema de ellos, podía referirse al problema “nuestro” y
actuar con entendimiento. Se puede comparar la obra de Nehemías con la de un pastor
sagaz. Alan Redpath, predicador evangélico y escritor dice que Nehemías tomó pasos
necesarios para realizar el servicio de Dios.
a. La inspección. Nehemías hizo una inspección de las ruinas del muro antiguo de
noche para que el enemigo no le viera antes de que estuviera preparado. De igual
manera, el obrero evangélico explora una zona nueva antes de hacer planes para una
campaña o de iniciar un anexo.
b. El conseguir la cooperación de otros (2:17 y 18) Nehemías sabía la verdad del dicho
“Es mejor hacer que diez hombres trabajen que hacer el trabajo de diez hombres”.
Animó al pueblo a reedificar los muros. Aunque Nehemías hizo milagros, podía dar
su testimonio de que la buna mano de Dios había sido sobre él. Inspiró a los judíos a
esforzarse y a trabajar.
c. La determinación firme de perseverar en la obra (2:19 – 20). Cuando el enemigo de
dio cuenta que los judíos estaban resueltos a construir los muros, ellos comenzaron
una campaña para obstaculizarlos. Nehemías hizo frente a la burla declarando su fe
en la fidelidad de Dios y su firme resolución de edificar.
Tan pronto como Sanbalat, gobernador de Samaria, y sus colegas se dieron cuenta que
los judíos habían comenzado a reedificar los muros, se enojaron y trataron de detener la
obra. Nehemías tuvo que tomar medidas para contrarrestar sus maquinaciones. Se puede
hacer una comparación entre las experiencias de los edificadores del muro y las de los que
edifican la iglesia de Cristo. El progreso espiritual crea oposición satánica y hay manera
para encararla.
Luego Sanbalat recurrió a la burla y desprecio. Tacha a los judíos de ser débiles, de creer
que la única cosa que tenían que hacer para reconstruir los muros era ofrecer sacrificios a
Dios. Luego se burla de los materiales que empleaban y presenta el proyecto como una
empresa sin esperanza. Críticas similares son lanzadas contra el creyente que procura
81
cimentar el carácter cristiano en la vida de los hombres, y contra el pastor que trabaja para
levantar la obra. Pregunta: ¿Qué realizan los débiles evangélicos con sus reuniones de
oración? Los grandes hombres de Dios no permiten jamás que la burla les detenga.
Per el peligro mayor no era externo sino interno. El pueblo respondiendo a la amenaza de
la guerra y a la fatiga natural de la obra, empezaron a desanimarse. Se quejaron de que se
cansaba y que de entre los escombros de ciento y cuarenta años era difícil quitar las piedras
que antes habían formado el muro.
En la iglesia de Cristo, a veces los que trabajan son pocos y están sobrecargados de
responsabilidades. Pueden desanimarse por cansancio y por las dificultades en la obra.
También puede ser que haya escombros que deben ser quitados antes de que se pueda
construir sobre fundamentos sólidos. Los escombros toman distintas formas, tales como el
orgullo, la envidia, la haraganería y los métodos ineficaces.
Nehemías estaba consciente de los renovados temores del pueblo. Reconoció el peligro
de un ataque de los samaritanos. Suspendió los trabajos en la muralla y colocó a la gente
en posiciones estratégicas para defender los lugares débiles donde aun no se habían
completado la construcción. Luego fue de una parte a otra exhortándoles a tener fe y no
atemorizarse. La amenaza del ataque no se materializó. La fe y valor de Nehemías
demostró ser una inspiración para toda la gente. Los judíos respondieron con tanta valentía
que los enemigos cejaron en su empeño y se retiraron por un tiempo.
Ahora Nehemías podía disminuir la vigilancia y luego, en lugar de juntar a los obreros
para la vigilancia, les armó y los mantuvo en el puesto de trabajo. Desde el alba hasta el
anochecer trabajaron en la construcción. El entusiasmo del pueblo se ilustra en que
trabajaban y dormían con la ropa puesta (4:23); solamente la quitaban para bañarse.
83
2. Le acusan de conspirar. 6:5 – 9.
A continuación fue enviada a Nehemías carta abierta (no sellada para que su contenido
fuese del conocimiento público). En la carta, le acusaron de conspirar e indicaron que
Gasmu insinuaba que los judíos pensaban rebelarse contra Persia. Nehemías negó
dignamente la acusación, sin acalorarse. Sabía que una negativa violenta y extrema sólo
contribuiría a esparcir el rumor y agradar al enemigo. Sabía que toas las maquinaciones del
enemigo tenían como finalidad inspirar el miedo en él y en sus colaboradores para que
dejaran la obra (6:9). Nuevamente recurrió a Dios en oración.
Parece que fue por obra de Nehemías que los israelitas se reunieron con tanto entusiasmo
en la plaza para escuchar la lectura de la ley. Para Nehemías, la terminación de la tarea
material era señal para comenzar la tarea espiritual. Las condiciones eran ideales para un
avivamiento. Existía unidad entre los judíos pues habían orado, trabajado y sufrido juntos
en la construcción del muro. También deseaban escuchar la Palabra divina. Se dieron
cuenta que su verdadera defensa se encontraba en Dios, y la condición de obtener esa ayuda
era de obedecer la ley. Por lo tanto pidieron que Esdras les leyera los escritos de Moisés.
Esdras no se menciona en el libro de Nehemías hasta este momento. Puede ser que hubiera
estado en Babilonia de nuevo y hubiera retornado en fecha reciente a Jerusalén.
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Los israelitas escucharon atentamente mientras Esdras leía la Palabra desde su púlpito. El
daba la oportunidad a los levitas de explicar el sentido de la ley al pueblo haciendolo
entender el significado. Cuando Esdras comenzó a alabra al Señor, muy pronto se oyeron
exclamaciones de “¡Amén!” de parte del pueblo. Así se demostró que la Palabra alcanzó
tanto la mente como el corazón de los oyentes. La explicación de la Palabra era tan eficaz,
que la gente se dio cuenta que había pecado y que necesitaban a Dios. El arrepentimiento
del pueblo produjo el llanto pero Nehemías y Esdras les consolaban diciéndoles que no
llorasen. Era día santo al Señor y “el gozo de Jehová es vuestra fortaleza”. Los judíos,
renovados por el arrepentimiento, comieron con alegría del banquete que seguía y llevaron
porciones a los que no pudieron asistir. Después celebraron la fiesta de tabernáculos.
Se reunieron nuevamente en una fecha posterior para oír la ley nuevamente y confesar
sus pecados. Fue la ocasión de una hermosa plegaria a Dios por parte de los levitas (9:6 –
37). Después los israelitas renovaron el pacto con Jehová.
Nehemías era un hombre valiente y enérgico que tenía que enfrentarse con muchas
dificultades. Supo vencerlas con firmeza y con sagacidad no dejándose desviar en lo más
mínimo del camino que debía trazar. También se destaca por su generosidad a otros y su
fidelidad a Dios.
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PROTECCIÓN EN LA DISPERSIÓN: ESTER
INTRODUCCIÓN.
El libro de Ester se distingue entre los otros libros de la Biblia en que evita nombrar a
Dios y no enseña la ley y la religión judía. Sin embargo, la historia de Ester revela por
doquiera la mano de Dios sobre su pueblo. Dice el famoso comentarista Mateo Henry: “Si
el nombre de Dios no está aquí, su dedo si está”. Ester relata como Dios empleó una
hermosa doncella judía para librar del peligro mortal a su pueblo disperso en el imperio
Persa. Ilustra magníficamente la providencia de Dios. La palabra providencia viene del
latín, “pro” y “videre”, y quiere decir mirar adelante o prever. El Dios que todo lo prevé,
planea de antemano sus buenos propósitos para con sus hijos y luego los lleva a cabo. En
Ester Dios manifiesta su poder de una manera independiente sino a través de los
acontecimientos. Mardoqueo y Ester lo sabían y pusieron su confianza en Dios que ha de
llevar a cabo sus planes incluso aunque fallara el instrumento humano escogido. Así que
4:13-17 es la clave del libro.
1. Nombre. El nombre del libro viene de su protagonista principal, Ester. Ella se llamaba
Hadasa en el idioma hebreo y significa “Mirto”. Fue cambiado por el nombre persa que
quiere decir “Estrella”.
Los arqueólogos han descubierto una tabla cuneiforme en Borsipa, cerca de Babilonia
que menciona a Marduca como un alto oficial de la corte real de Susa durante los primeros
años del reinado de Jerjes. Tal vez se refiere a Mardoqueo cuyo nombre fuera alterado un
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poco según la pronunciación persa. Parece que Mardoqueo servía como guardia de la puerta
del rey y después llegó a tener un puesto alto en Susa (2:19 – 21; 10:2-3).
Hay comentarista que piensan que el libro de Ester no debiera ser incluido en el canon
bíblico y hacen ver que el nombre de Dios no se haya en él. Ross explica: “Es probable que
la historia tal como la leamos en Ester haya sido copiada de los registros persas. (note 2:23;
6:1; 10:2). Esto explicaría por qué no aparece el nombre de Dios en el libro, y explicaría
por qué encontramos en el libro una descripción minuciosa de la vida de la corte de Jerjes”.
Añade C.O. Gillis “por todo el libro está el mismo espíritu y doctrina que caracterizan a los
otros libros canónicos, y la omisión del nombre de Dios es incidental y de poco
significado”.
Otra objeción es su clima de violencia y venganza. Se transforma el complot de Amán;
Ester y Mardoqueo están de acuerdo con la justicia con él; Mardoqueo ocupa su lugar y los
judíos exterminan a sus enemigos. Sin embargo, no debemos perder de vista que el libro es
anterior a la revelación cristiana. Las actuaciones de Ester y Mardoqueo están de acuerdo
con el espíritu de aquella época y las costumbres de la corte oriental.
Después de la muerte de Ciro, Darío reinó y organizó el basto imperio persa. Su sucesor
Asuero (Jerjes en la historia griega) es el monarca descrito en Ester reinó desde 486 hasta el
465 A.C.
5. Propósito. Ester fue escrito para demostrar cómo Dios intervino para proteger a su
pueblo en tierra extranjera, y mostrar cómo originó la fiesta de Purím.
Dondequiera que se persiguen a los judíos este libro les inspira confianza en que Dios
también a ellos les librará de la muerte y de la aniquilación. Por eso es un libro muy
querido de este pueblo.
87
7. Versículos clave. Ester 4:14-16
CONTENIDO
Los años de las guerras desastrosas contra los griegos transcurrieron entre los capítulos 1
y 2. Según el historiador griego Heródoto, el rey persa volvió a su harén después de sus
derrotas en Grecia. Se consolaba disipando sus energías en pasiones carnales como las que
se reflejan en el primer capítulo de Ester.
1. Ester elegida Reina. 2:1-18. Cuando el monarca lamentaba que ya no tenía a Basti
como su consorte favorita, los siervos de la corte sugirieron que se buscase a las jóvenes
más bellas del reino a fin de que el rey eligiera una de ellas para ser reina. (Los reyes
orientales tenían un harén numeroso; pero entre todas las mujeres había una que se
destacaba y llevaba el titulo de reina). El plan complació al rey y lo halagó, de manera que
ordenó que se comenzara la búsqueda. La crisis producida en el palacio fue la que dio a
Ester la oportunidad de subir al trono y luego intervenir en la salvación de su pueblo. Dios
emplea las flaquezas del hombre con frecuencia, a fin de realizar sus propósitos divinos.
Debe notarse que Ester no se ofreció para ocupar el lugar dejado vacante por Basti. Los
funcionarios de Asuero la trajeron al palacio por su belleza aunque esto era contrario a la
ley judía. Así que Ester fue obligada a la corte de Asuero. Además se trataba de una
huérfana criada por su primo. Mardoqueo le había mandado no declararse judía pues
pensaba que el conocimiento de su origen sería perjudicial para ella.
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Tan pronto que Ester llegara a la corte lo inesperado comenzó a suceder. Consiguió
favores desacostumbrados de parte de todos. Es evidente que la hermosura de carácter de la
doncella haría juego con su belleza física. Es la providencia de Dios, Ester conquistó la
admiración del rey y fue elegida como reina.
Aunque Ester subió rápidamente al puesto mas elevado que se ofreció a una mujer de
aquel entonces y fue rodeada de honores y de riquezas, ella no perdió la sencillez de su
corazón ni el amor a su pueblo. No alentó sentimientos de superioridad hacia el portero.
Mardoqueo, que la había criado. Seguía escuchando sus palabras y honrándolo como su
padre adoptivo.
2. Mardoqueo descubre un complot contra el rey. 2:19-23. Como portero del palacio,
Mardoqueo también vigilaba a suerte de su prima. Un día se enteró de un complot contra la
vida de Asuero. Lo comunicó a Ester quien le hizo saber al rey salvándole la vida. Este
suceso le valió mucho posteriormente.
El capítulo tres pone a relieve el contraste del carácter de las tres personas: Mardoqueo,
Amán y Asuero. Mardoqueo no era conformista. Mientras que todos los demás hacían
honor a Amán arrodillándose ante él, Mardoqueo permanecía en pie. El se había declarado
judío. Su religión no le permitía arrodillarse a ningún hombre pues era un acto de culto.
Había decidido adorar a Jehová viniera lo que viniera.
Amán hace contraste marcado con Mardoqueo. Era de la clase de político que sube al
poder empleando cualquier medio, sea bueno o malo para adelantarse. Era ambicioso,
arrogante, astuto, cruel y vengativo. No le importaba en lo más mínimo el bien de su
pueblo. Pensaba solamente en sus propios intereses. Cuando se enteró que Mardoqueo se
negaba a inclinarse ante él, se llenó de ira. Quiso vengarse, pero consideraba que dar
muerte solamente a Mardoqueo sería insuficiente para castigar el insulto a su dignidad
personal. Sabiendo que Mardoqueo era judío Amán tramó diabólicamente la destrucción de
todos los judíos del imperio persa. Pero Amán estaba tan supersticioso como cruel que echó
suertes a fin de determinar el día más propicio para la masacre. El día escogido cayó en una
fecha de casi un año después, dándole tiempo a los judíos, y dando a Amán tiempo para que
su orgullo constituyese su caída.
Con astucia Amán presentó su plan al rey haciendo notar que los judíos tenían sus
propias leyes y no guardaban las leyes reales. (Esto era calumniar pues los judíos
guardaban esmeradamente las leyes persas excepto las que tenían que ver con la idolatría).
Asi que no convenía al rey dejarles vivir. Además el apelaba a la avaricia del monarca
prometiéndole las riquezas de los judíos asesinados.
El cuadro que el rey presenta en este incidente es poco halagador. Era vanidoso e
indolente. A él no le importaba firmar un edicto que ocasionaría la muerte de miles de sus
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súbditos. Sin investigación alguna, sin siquiera preguntar de qué gente se trataba el rey
aceptó el plan de Amán y le autorizó a llevarlo a cabo. Era un hombre sin iniciativa alguna.
El destronamiento de Vasti, el método de elegir a su sucesora, el plan propuesta para
exterminar a los judíos y el decretp contrario para salvarlos, los honores dados a
Mardoqueo y la ejecución de Amán fueron todos planes de otros, no del rey.
Amán tenía el anillo del monarca, pero no se dio cuenta que el apoyo de la autoridad real
no garantizaba que los planes suyos se cumplieses. Hay un Dios que puede trastornar los
propósitos de los reyes y príncipes.
2. Ester invita al rey y a Amán a un banquete. 5:18. Luego de ayunar tres días, Ester se
puso las mejores vestiduras para aparecer ante el rey pues conocía su naturaleza impulsiva.
Dios la acompañó y el monarca le extendió el cetro de oro y le prometió darle lo que ella
quería. ¿Por qué Ester no le pidió al rey por lo que realmente deseaba en el primer
momento? Quizás por querer confrontar a Amán con su maldad de una forma y en un lugar
que no le permitiera escapar. Tal vez ella aun no se sintiera segura del apoyo incondicional
del rey. Así que les invitó a ambos a otro banquete.
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3. Ira de Amán contra Mardoqueo. 5:9-14. Amán salió del banquete muy alegre por el
honor especial que le había conferido la reina, pero perdió todo su gozo al ver que
Mardoqueo rehusó rendirle homenaje. Contó a su esposa y amigos de los honores que
habñia recibido. “Pero todo esto de nada me sirve cada vez que veo al judío Mardoque
sentado a la puerta del rey” (5:13). Su esposa y sus amigos le sugirieron que se haga una
horca y que él diga al rey el día siguiente que se cuelgue a Maroqueo en ella. A Amán le
pareció bien la sugerencia.
4. El rey honra a Mardoqueo 6:1-14. Mientras que Amán construía la horca altísima en la
noche, el rey no pudo dormir. Aunque parece insignificante el insomnio del monarca, Dios
lo utilizó para salvar a Mardoqueo y llevar a cabo sus planes. Asuero mandó que trajeran y
leyeran el registro de los acontecimientos de su reino. Quizá pensaba que un libro tan
aburrido le diera sueño. ¿Era por casualidad que se leyó el pasaje que relataba cómo
Mardoqueo había salvado la vida del rey? Hay un Dios que dispone todas las cosas.
Amán llegó al palacio para pedir permiso de dar muerte a Mardoqueo justo en el
momento en que Asuero quiso honrar a Mardoqueo. Con supremo orgullo Amán pensaba
que el rey hablaba de él. Amán le sugirió conferir honores, los cuales a el mismo mas le
deleitarían recibir, pero le disgustó mucho el tener que darlos a su enemigo. Su esposa y
amigos vieron en eso el comienzo de su caída.
Cuando Asuero volvió, halló que Amán, fuera de si por temor había caído sobre el lecho
en el cual se reclinaba la reina mientras que ella comía. Interpretó mal su acción pensando
que Amán quiso violar a la reina. Los siervos cubrieron la cabeza de Amán según la
costumbre persa de tratar a los condenados. Fue entonces que uno de los eunucos del rey
señaló la alta horca que Amán había hecho levantar para Mardoqueo. El castigo que Amán
había planeado para Mardoqueo cayó, con toda justicia sobre su propia cabeza (Prov.
16:18).
1. Decreto de Asuero a favor de los judíos 8:1-17. Aunque Amán, el conspirador contra
los judíos, fue muerto, todavía estaba vigente el decreto que permitiría el exterminio de los
judíos. Y según la ley de los medos y persas los edictos no podían ser cambiados. Así que
el monarca expidió un segundo decreto a fin de contrastar los daños que produciría el
91
primero. Autorizó los judíos a congregarse y defenderse contra cualquier atacante, matar a
sus enemigos y confiscar su propiedad. El edicto fue enviado luego a todas partes del
imperio de la manera más rápida de aquel entonces. Los judíos se regocijaron.
2. Los judíos destruyen a sus enemigos. 9:1-16. los judíos actuaron en defensa propia
contra los que procuraron aprovecharse del primer edicto propuesto por Amán pero no
confiscaron las propiedades de sus enemigos. Tal vez nos parece algo cruel y vengativo el
pedir la muerte de diez hijos de Amán. Sin embargo, debemos tomar en cuenta que
mientras ellos vivían, dado el espíritu de venganza que existía entre los orientales, no estaba
segur la vida ni de la reina ni la de Mardoqueo.
4. Mardoqueo honrado por el rey 10:1-3. Al igual que José, Mardoqueo actúo
discretamente. No pidió reconocimiento por el servicio que pudo rendir a su amo. También
era fiel a Dios y a su pueblo. No buscó nada para sí mismo sino se preocupaba por los
demás. A su debido tiempo fue exaltado. Asuero le elevó al cargo que Amán había
ocupado. Además le dio a Mardoqueo las vestiduras reales que Amán había ambicionado
pero que nunca recibió. Algunos eruditos de la Biblia consideran que Mardoqueo es más
héroe en el libro que la misma Ester.
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