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Aprender en El Siglo 21

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APRENDER EN EL SIGLO 21

MÓDULO 1:

Lectura 1: Jerarquizar como competencia clave para el éxito en la vida


universitaria.

➔ Perrenoud (2006) se debe aprender el oficio del alumno:

● Oficio de alumno: Un concepto integrador, en el que uno reconoce


diversos aportes: las relaciones entre familia y escuela, las nuevas
pedagogías, la evaluación, los deberes que se hacen en casa, la
comunicación pedagógica, los tipos de actividades en clase, el
currículo real, oculto o implícito, la transposición didáctica.

➔ El estudiante universitario se encuentra con dos desafíos por delante:

1. Aprender la carrera en sí misma: resulta clave que, rápidamente, los


ingresantes universitarios aprendan estos nuevos códigos y evitar situaciones
de frustración

2. Aprender el oficio del alumno universitario

➔ Para tener éxito en la vida universitaria, hay dos factores claves que deben
ser tenidos en cuenta:

1. tener motivación para el estudio que estamos emprendiendo: es la


fuerza que nos mueve a realizar una acción

2. tener las competencias necesarias para adaptarse a las exigencias


del mundo académico: que permitan tener éxito en nuestra vida
universitaria. Sin estas competencias, con la motivación sola no
alcanza. Las competencias se aprenden, se desarrollan y se mejoran
con el paso del tiempo.

➔ Jerarquizar: acción de ordenar y priorizar contenidos, programas, rutinas,etc.


Proceso de ordenar o dejar ordenado el tema. Va de lo más importante a lo
menos relevante.
Conocer la materia y también las reglas del juego de la vida universitaria se
convierte en el criterio ordenador de una correcta planificación sobre cómo
afrontar trabajos prácticos, notas de procesos, parciales o finales.

➔ Estudiar ocurre de manera no lineal, y uno se encuentra todo el tiempo
aprendiendo e intentando ordenar lo que va obteniendo. Lo fundamental es
no perder de vista los resultados que debemos alcanzar y trazar la estrategia
de cómo lograrlos.
➔ El riesgo de no ordenar el material y revisar los pasos, de no conocer los
objetivos a alcanzar, hace que cualquier contingencia sea un distractor
poderoso que atente contra resultados efectivos y satisfactorios. Además, en
ocasiones, se puede incurrir en costos no calculados.

➔ Es importante tener en cuenta los siguientes factores:

1. Objetivos que debemos lograr: Siempre se empieza con un objetivo en


mente, para lo cual es clave un estudio previo. Esto permite poner el foco que
luego nos ayudará a aprobar sin mayores problemas.

2. Planificar siempre: una vez que se tiene claro el objetivo, es decir, el qué,
se debe planificar, es decir, establecer el cómo. La planificación debe incluir
una serie de pasos que nos va a permitir, de manera gradual, cumplir con el
objetivo propuesto.

3. Consultar las inquietudes: este es otro de los aspectos clave para ser
estratégico.

4. Utilizar el intercambio y chequear la comprensión sobre el abordaje: es


muy importante generar una red de contactos que nos ayuden a estudiar,
evacuar dudas y nos sostengan anímicamente cuando aparezcan bajones,
etc.

5. Utilizar estrategias: es fundamental contar con herramientas tanto de


estudio como de planificación, con las cuales uno se siente más cómodo.

6. Conocer las reglas: entender cómo funciona el sistema permitirá


rápidamente sortear las dificultades que pudieran ir apareciendo.

7. Utilizar las habilidades éticamente: finalmente, hacer uso de todos los


conocimientos que se van adquiriendo al servicio del éxito, siempre con una
conducta ética.

➔ Sin conocer qué objetivos debes alcanzar, los tiempos y las reglas, será
complejo y te sentirás sorprendido, frecuentemente, por reglas desconocidas.

➔ Algunas evidencias revelan que el principal desafío es mantener la atención,


y técnicas cada vez más difundidas, como el mindfulness, aportan desarrollo
para ganar esta competencia.

➔ Una competencia clave será la capacidad de sobreponerse y decirle no a


este listado caótico de posibilidades que atenta a la perseverancia y traerán
más tarde frustración. El camino de tomar consciencia de la actitud
responsable que implica estudiar en el mundo de las distracciones, requiere
cambio de hábitos, o bien, incorporar algunos que no teníamos.
Una vez decidido el objetivo, vamos a presentar cuatro herramientas que nos
permitirá seleccionar las acciones que están alineadas con dicho objetivo: 1) matriz
FODA, 2) matriz de Eisenhower, 3) cronograma, 4) agenda y 5) tablero de gestión
de proyectos.

1. Matriz FODA: Consta de un análisis interno (fortalezas y debilidades) y un


análisis externo (oportunidades y amenazas). Es clave volver a remarcar que
fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas se identifican en relación
con el objetivo propuesto previamente.

2. La matriz de Eisenhower: una vez que aplicamos la matriz FODA, es


momento de usar la matriz de Eisenhower. Se trata de una matriz con dos
ejes y cuatro cuadrantes. En el eje vertical se escriben las tareas importantes
y las no importantes, y en el horizontal, lo urgente y lo no urgente. Las tareas
quedan asociadas a alguno de los cuatro cuadrantes, de la siguiente manera:

A. Importante y urgente. Estas tareas deben ser realizadas de inmediato.


B. Importante y no urgente. Estas tareas deben ser planificadas y resueltas en
un plazo a convenir.
C. No importante y urgente. Estas tareas deben ser resueltas también, pero por
un tercero, deben ser delegadas.
D. No importante y no urgente. Deben ser desechadas.
Estas dos herramientas, matriz FODA y matriz de Eisenhower, combinadas, son
muy útiles para planificar el uso del tiempo de una manera inteligente. Así, es
posible transitar la vida universitaria de la mejor manera.

● Cronograma: donde se visualiza rápidamente el uso del tiempo semanal,


mensual y anual. Los espacios se van llenando de acuerdo con las tareas
realizadas. Se completa una semana y, con un «golpe de vista», podrás ver
dónde estás usando el tiempo. Con el transcurso de las semanas,
progresivamente, se debería ir mejorando el uso del tiempo.

● Agenda: consiste en una herramienta que puede ser en formato papel o


virtual; contiene tareas y actividades ordenadas en un periodo de tiempo
determinado.

● Tablero de gestión de proyectos: una vez identificadas las tareas que se


deben llevar a cabo, es importante visualizar y planificar el estado de estas,
para lo cual hay herramientas virtuales y con una versión inicial gratuita; por
ejemplo, Trello (www.trello.com).

➔ Cuando se concluye la planificación, comienza el desafío de hacer realidad lo


planteado, es decir, la ejecución, lo cual implica altas dosis de constancia y
disciplina, aplicando todos los días las acciones propuestas.

➔ La autogestión se convierte en la reina de las competencias. La


autorregulación permitirá apropiarse del propio proceso de aprendizaje, es
decir, volverse dueño del propio proceso de aprendizaje, regulando su propio
estudio. La autorregulación del aprendizaje es una capacidad que se
desarrolla con esfuerzo y paciencia.

La importancia de autogestionarse

➔ La autogestión es la competencia mediante la cual la organización de


cualquier método, habilidad o estrategia se orienta hacia el logro de los
objetivos. En tal sentido, aquí podrán encontrar, en forma sintética, según las
neurociencias, cómo usamos los hemisferios de nuestros cerebros. Para ello,
observemos el siguiente cuadro:
Ahora bien, en relación con el uso de dichos hemisferios, podemos reconocer
algunas habilidades, que se presentan en la siguiente tabla.

Resumiendo, a continuación, encontrarás otras recomendaciones que tienen que


ver con la organización de la vida del estudiante:

● La organización del tiempo. Es necesario poder dedicarle tiempo al estudio.


Estableciendo metas a corto plazo, concretas y alcanzables. En ese sentido,
la planificación es fundamental para poder crear una rutina de estudio.

● La organización personal.

● Conocer cómo puedes aprender mejor. Es importante desarrollar distintas


estrategias de lectura, para comprender aquello que se lee, y de escritura,
para cumplir con un registro formal, un vocabulario adecuado y una redacción
académica.

● Conformar comunidades de aprendizaje.Relacionarse con otras personas


que están compartiendo la misma experiencia resulta fundamental para
sentirnos acompañados.

Lectura 2: Aprendiendo a elegir estratégicamente

➔ Lo central para poder jerarquizar:

1. Conocer las reglas del juego según la modalidad.


2. Seleccionar nuestras fortalezas para adquirir un nuevo saber.
3. Aprender a gestionar dos competencias genéricas fundamentales: el saber
decir que no y que sí.​​
➔ Todo sistema, ya sea una organización o una institución, posee límites,
restricciones que hacen que sus partes operen de una forma particular.
Ordena, priorizando algunas cosas por sobre otras, también jerarquiza y
elige; por ello, desarrolla un reglamento que, como fin, proporciona las
condiciones para alcanzar determinados resultados y revisa periódicamente
estas condiciones, como filosofía evolutiva, siendo consecuente con los
cambios que operan fuera del sistema, habilitando nuevas posibilidades y
restringiendo otras.
➔ Dijimos, entonces, que un reglamento es una herramienta que nos ayuda a
conocer el alcance de algunas elecciones que hacemos, nos permite
reconocer límites y posibilidades. Por lo tanto, elegir en el universo de la
información, la velocidad y la pérdida de atención constante se transforman
en destrezas a gestionar.
➔ Una competencia que se hace presente es, entonces, realizar lecturas de
contexto, la autogestión para regular todas aquellas acciones que dependen
de nosotros o podemos resolver nosotros mismos, mediante el uso de
herramientas y habilidades.

➔ Aprender a pedir, cualquiera sea su forma, requiere una mirada personal para
identificar con qué cosas no podemos solos, a quién pedimos ayuda y tener
claridad sobre lo que pedimos. El acto de pedir es una competencia genérica
que hace que nuestras posibilidades se vean nutridas de oportunidades. Para
pedir, es importante saber:

1. qué se pide;
2. a quién se pide;
3. cómo se pide;
4. cuándo se pide.

➔ Entender el espacio académico implica conocer:

● el director de tu carrera;
● el plan de estudios;
● las condiciones de la modalidad;
● los tiempos de cada desafío y los calendarios;
● las herramientas de la plataforma.

Conocer para diseñar una estrategia efectiva

➔ Avanzar sin estrategia, pensando que solo eso será condición suficiente, es
—en ocasiones— incurrir en la ingenuidad de que todo lo podremos hacer
exitosamente. El éxito no es algo que suceda por acto mágico, sino que
requiere de una actitud de esfuerzo y superación.

➔ Las competencias que debemos dominar son la autogestión y la planificación.


➔ Son condiciones de una buena planificación:

➢ comprender cómo se nos abre el escenario anual,


➢ el tipo de desafíos que enfrentaremos en lo inmediato
➢ cómo deseamos terminar el año.

➔ La autogestión permite ser más efectivo. Eficacia y eficiencia orientadas a lo


que queremos hacer, con qué contamos y qué riesgos podemos asumir. Esto
permite diseñar los caminos y los atajos o las alternativas posibles.
Jerarquizar la información siempre ayudará a priorizar lo que queremos
alcanzar. Pensar en escenarios posibles ayuda a calcular contingencias y
administrar inteligentemente las elecciones. Lo contrario es especulación, y
cuando esta tiene gran vuelo, es posible que la falla y el fracaso aumenten.

Autogestión emocional

➔ Autogestión emocional: capacidad de reconocer y comprender las propias


emociones. Es la competencia más crítica de la inteligencia emocional, va
más allá del autoconocimiento, implica la capacidad de ser consciente del
efecto que las propias emociones y estados de ánimo causan a las
emociones de otras personas.

➔ La autogestión emocional es un “componente esencial para una interacción


exitosa con otros” (Moreno et al., 2018, p. 39).

➔ Los arrebatos emocionales (o también denominado secuestro emocional),


son tremendamente dañinos, ya que se anula la capacidad de análisis
racional, y la respuesta queda en manos de las emociones, que tienen
momentáneamente el control sobre nosotros.

➔ Gestionar las emociones no significa necesariamente no darles lugar, sino


poder administrarlas, esto es, que su persistencia no sea más que lo
necesario.

➔ En síntesis, la autogestión emocional es considerada una de las


competencias blandas más requeridas en la actualidad.De ella depende
nuestra capacidad de alcanzar el éxito en las relaciones humanas, los
equipos y también en la superación de situaciones difíciles, ya que un ciclo
de éxito requiere esfuerzo, conocimiento y compromiso con uno mismo.
El éxito requiere ser planificado, hay que dedicarle tiempo y esfuerzo y, por
supuesto, jugar con una parte de incertidumbre y volatilidad. El éxito llega de
la mano de la disciplina, la apertura y la humildad.

➔ Esfuerzo no es lo mismo que sacrificios. El esfuerzo requiere una sobrecarga


de tareas, a veces, de acciones para comprender que tendrá un final en
beneficio de una gratificación mayor (tal como lo veíamos en el video del test
del malvavisco). Ello implica saber que, si esperamos y hacemos
determinadas cosas, la gratificación que vendrá más tarde será duradera y
nos traerá la alegría de alcanzar una meta deseada. Sin embargo, el
sacrificio guarda más afinidad con dolor, insatisfacción, que si se sostiene en
el tiempo puede derivar en problemas de salud.

➔ Estudiar guarda relación con saber, con esforzarse y con comprender que
estamos comprometiendo nuestro presente por un futuro que es, por lejos,
más esperanzador y completo, siempre teniendo en cuenta el planteo de
Allen de “dominar el arte de gestionar el conocimiento de forma relajada”
(2001, p.51)

Lectura 3: Autorregulación del aprendizaje: ¿cuál es tu forma de aprender?

➔ Diversas investigaciones señalan que los factores del entorno pueden afectar
el curso de la vida, pero la forma en que las personas aprovechan las
oportunidades y manejan las situaciones de presión son los factores que
marcan la diferencia (Lent, 2013).

➔ Las personas tenemos la capacidad de ser proactivas (dirigir nuestras


acciones para la consecución de determinados propósitos) (Bandura, 2006).
Es en este marco que cobra importancia la capacidad de autorregulación del
propio comportamiento.

➔ Se ha observado que los estudiantes que desarrollan un proceso


autorregulado de estudio transitan por tres etapas: a) planificación, b)
ejecución y c) monitoreo (Bandura, 1987).

Etapas en el proceso autorregulado

1. Planificación: es el momento previo a la realización de las actividades


académicas. En esta fase, se establecen metas, se planifica el tiempo y
esfuerzo que puede llevar cada actividad, y se tratan de anticipar dificultades
que puedan aparecer, minimizando las improvisaciones.

2. Ejecución: esta fase comprende la puesta en práctica de estrategias de


aprendizaje, la habilidad para direccionar el esfuerzo y la motivación
necesaria para cumplir con las tareas académicas.

3. Monitoreo: en esta fase, se evalúa y reflexiona


sobre los resultados alcanzados, analizando
aspectos que pueden mejorarse para el futuro o la
necesidad de pedir ayuda.

➔ En función de lo anteriormente nombrado, podemos ver que, en este


proceso, se pone en juego el autoliderazgo; ya que este implica el
compromiso con la mejora personal y profesional, la apertura para aprender
con otros y de otros, el diseño de un propósito, y el compromiso con el
objetivo.
➔ Cuando no estamos pudiendo organizar de manera exitosa nuestro tiempo,
surgen determinadas situaciones que vienen a mostrarnos que estamos en
tiempo de pedir ayuda. Estas situaciones de desorganización surgen cuando
no contamos con los apoyos necesarios para poder avanzar en el proceso de
aprendizaje.

Existen tres tipos de apoyos:

1. Apoyo socioemocional: es cuando otras personas te hacen sentir


valorado, contenido. Son personas que reconocen tus esfuerzos, te ayudan a
sobrellevar obstáculos y te hacen sentir más tranquilo.

2. Apoyo práctico: es cuando las personas te ayudan a enfrentarse a


problemas cotidianos, como cuidar a los niños, cocinar o resolver problemas
vinculados a tu vida diaria.

3. Apoyo Informativo: proviene, generalmente, de los docentes o tutores,


que pueden brindarte información, orientación o consejo para tomar
decisiones o resolver algún problema académico.

➔ recursos que pueden colaborar para desarrollar la autoconfianza y volver a


organizar y liderar el aprendizaje: detectar qué pensamientos nos generan
desconfianza; traer a la memoria buenas experiencias de nuestra vida, y
centrarnos en una perspectiva diferente que haga que podamos volver a
concentrarnos y asimilar los contenidos de manera exitosa.

➔ Los estudiantes que logran autorregular su aprendizaje poseen una mayor


adquisición de conocimientos y habilidades (Zimmerman, 2000), aprovechan
mejor los tiempos de estudio y presentan mayor rendimiento académico.

● Las tres etapas de la autorregulación del aprendizaje:

➢ Planificación
En la situación inicialmente descrita. La planificación tiene dos fases: i)
establecer metas y ii) armar una agenda

. 1. Establecer metas. Durante esta fase de la planificación, los estudiantes


establecen las actividades que van a realizar, es decir, las metas traducidas
en acciones. Tener metas claras de resultados y de las acciones que vamos a
realizar es clave para lograr una adecuada planificación del proceso de
aprendizaje.

2. Armar una agenda. Aquí se planifica cómo alcanzar las metas previas. Es
decir, una vez definido qué queremos hacer, se debe planificar cómo y
cuándo debemos hacerlo, mediante una adecuada gestión y distribución del
tiempo.
➔ Para que el aprendizaje sea ordenado y esté bajo control, se debe
partir de metas claras y tener una agenda de trabajo que se pueda
cumplir.

➢ Ejecución

La ejecución es otro aspecto muy importante, ya que muchos estudiantes logran


planificar adecuadamente su proceso de estudio, pero luego presentan otro tipo de
dificultades. Las dificultades más frecuentes suelen ser dos:

a) cumplir con la agenda que armaron: suele ser muy difícil, ya que tenemos la
tendencia a posponer las actividades que no nos resultan agradables. Esta acción
de posponer se denomina procrastinación y es uno de las principales
responsables de que no cumplamos nuestras metas académicas

b) usar estrategias superficiales de estudio: Es muy común que los estudiantes


abusen de estrategias simples de estudio, centradas en la repetición y el repaso, y
no utilicen estrategias de estudio más profundas que permitan un mejor aprendizaje
de los contenidos

Factores que afectan la fase de ejecución del aprendizaje autorregulado

➢ Monitoreo

La capacidad para autorregular el aprendizaje implica un proceso de mejora


continua, es decir, no existe un techo para poder mejorar tu manera de aprender.
Para lograr una mejoría sustancial se requiere de reflexión, tiempo y mucha
práctica. La fase de monitoreo es esencial para mejorar el proceso de
autorregulación del aprendizaje. No es solo importante porque genera mejoras a
largo plazo, sino que es indispensable para saber cuándo debo pedir ayuda. El
monitoreo del aprendizaje es de gran importancia para ir efectuando paulatinamente
cambios continuos que nos lleven a mejorar la manera en la cual aprendemos.
¿Qué demuestra la investigación sobre la autorregulación del aprendizaje?

➔ Los alumnos que no planifican suelen dejar las cosas para último momento,
utilizan estrategias superficiales de estudio (sin una adecuada comprensión
de los contenidos) y experimentan menos disfrute de sus actividades
académicas.
➔ Aquellos estudiantes que usan estrategias superficiales de estudio poseen un
33 % más de probabilidades de desaprobar sus exámenes.
➔ Organizar las ideas mediante mapas o cuadros ayuda a recordar más los
contenidos, siguiendo los siguientes cuatro pasos: 1) citar ejemplos, 2)
argumentar, 3) aplicar conceptos teóricos a la práctica y 4) comparar.
➔ El resultado de entrenar tu capacidad de autorregulación del aprendizaje no
solo posee un efecto a corto plazo, sino que sus efectos impactan a lo largo
de toda la carrera.

Lectura 4: Claves para un avance académico exitoso

➔ La falta de planificación suele ser el primer error que cometen los alumnos
que tienen dificultades para autorregularse.
➔ El tiempo es limitado y, necesariamente, debemos aprender a gestionarlo
para usarlo eficientemente.
➔ Existen dos factores clave involucrados en la fase de planificación de tu
aprendizaje: formular metas claras y establecer una agenda.
Componentes implicados en la fase de planificación del aprendizaje

Paso 1. Formular metas claras para planificar tu tiempo

➔ Tener metas claras no solo sirve para organizarnos, sino que también sirven
para que nos sintamos motivados.
➔ Diversos estudios han demostrado que la “percepción de progreso en metas”
es clave para la motivación, genera mayores niveles de emociones positivas
que la consecución de objetivos, poseen mayores niveles de felicidad.​​
➔ Es importante contar con metas claras para autorregular nuestro aprendizaje
ya que son las que otorgan dirección a nuestro comportamiento.
➔ Sin metas claras, corremos el riesgo de que nuestro proceso de estudio sea
desordenado.
➔ Contar con metas claras nos ayuda a darle más estructura al tiempo y a
usarlo eficientemente.
➔ Las buenas metas se caracterizan por tener las siguientes cuatro
propiedades: 1) factibles, 2) centrada en acciones, 3) temporales y 4)
medibles.

1. Factibles: es importante que las metas que nos planteemos sean realistas.
Es preferible comenzar con metas alcanzables, motivantes, para ir poco a
poco aumentando su dificultad. Aquí, puedes aplicar la regla del 1 %
planteada por Dave Brailsford (1964). El autor sostiene que se puede lograr
grandes mejoras aumentando un 1 %: empezarás estudiando 20 minutos por
día durante la primera semana, 22 minutos la segunda, 25 minutos la tercera
semana, etc. Así, podrás ir aumentando la cantidad de tiempo hasta alcanzar
la meta más adecuada.

2. Centrar las metas en acciones (o procesos): Las metas no solo deben


centrarse en el resultado, sino que deben considerar fundamentalmente las
acciones necesarias para alcanzar dicho resultado. De hecho, es importante
diferenciar dos tipos de metas:

a) las metas de resultados (que quiero lograr) y


b) las metas de acciones o procesos (qué acciones concretas
debo realizar para alcanzar dichos resultados).

➔ Las metas centradas en el proceso brindan a las personas un mayor sentido


de control.
➔ Plantearse metas centradas en las acciones (o procesos) no solo nos ayuda
a sentir que tenemos un mayor control de la situación, sino que además
aumenta nuestra motivación, ya que es más probable que sintamos que
estamos progresando en nuestras metas.

3. Temporales: es importante que las metas u objetivos que nos propongamos


tengan una fecha de inicio y una fecha de finalización. Si no lo hacemos,
corremos el riesgo de ir posponiendo el objetivo y dejarlo sin cumplir.

4. Medibles: es importante que desarrolles indicadores para poder medir el


cumplimiento del objetivo. Por ejemplo, cantidad de tiempo de estudio,
cantidad de páginas que vas a estudiar cada día, cantidad de unidades que
vas a estudiar, etc. Los indicadores pueden ser de tipo cuantitativos o
cualitativos, y cumplen la función de proveer información certera sobre el
nivel de avance realizado. Sin una medición de metas, corremos el riesgo de
pensar que estamos avanzando, cuando en realidad no lo estamos haciendo.

Paso 2. Establece una agenda

➔ Los problemas asociados a la sobrecarga pueden deberse a dos motivos.

1. efectivamente tienes muchas actividades y el tiempo del que dispones


no es suficiente

2. dispones del tiempo suficiente, pero no logras organizarlo bien.

➔ La falta de anticipación lleva a que muchas actividades que no eran urgentes


terminen siéndolo simplemente porque no las resolvimos cuando era
oportuno hacerlo.
➔ La sobrecarga, muchas veces, se debe a que no ejecutamos muchas
actividades porque consideramos que en ese momento no eran urgentes y
luego debemos resolver simultáneamente tareas nuevas y tareas antiguas
que dejamos sin hacer.
➔ Ambos estilos de gestión del tiempo son prototípicos. No hay personas que
sean 100 % de mirar para atrás o que el 100 % de las veces miren para
adelante.
➔ Debemos tratar que el porcentaje más elevado sea el de mirar para adelante.
Si el 20 % de nuestro tiempo estamos resolviendo tareas que nos quedaron
pendientes y el 80 % de nuestro tiempo estamos realizando actividades que
nos permiten anticiparnos a la semana próxima, nos encontramos en un buen
estilo de gestión. ​
➔ Para poder salir del círculo de lo urgente, necesitamos dedicar tiempo a
actividades importantes. Por este motivo, al momento de planificar nuestra
agenda semanal, las primeras actividades que incluimos son las que
consideramos más importantes. Para ello, prestaremos atención a la visión
panorámica de nuestros objetivos mensuales. En la medida en que podamos
traer tareas importantes del futuro al presente, menos urgencias tendremos
que resolver semana tras semana.
➔ Es muy útil trabajar en bloques de tiempo (BT). Cada bloque de tiempo debe
incluir un momento para hacer la tarea que tenías prevista, más un momento
para descansar y recuperarse del desgaste que implica haber realizado dicha
tarea.
➔ El uso de BT te permite focalizarse en una tarea concreta y hacer un uso
eficiente del tiempo.
➔ Planificar el tiempo de descanso nos permite tomar conciencia de que
debemos aprovechar ese tiempo para poder ser más productivos.
➔ Una buena estrategia es dividir los BT por horas. Es decir, 40 minutos de
estudio y 20 minutos de descanso.
MÓDULO 2:

Lectura 1: Teoría de las inteligencias múltiples de Gardner.

➔ Plantea la existencia de ocho tipos de inteligencias que cada persona posee


en mayor o menor medida, y cuyo desarrollo depende tanto de factores
genéticos como culturales.

➔ Fue en contra de la forma tradicional de medir la inteligencia que existía, la


cual consistía en medir el coeficiente intelectual, basado fundamentalmente
en la capacidad de deducción lógica de las personas.

➔ Gardner planteó que la inteligencia matemática o lógica no explicaba la


totalidad de la inteligencia humana. Había personas que eran inteligentes, es
decir, capaces de resolver problemas de manera creativa en distintos ámbitos
o con distintas capacidades.

➔ Plantea ocho tipos de inteligencia. Cada persona posee, en potencia, cada


una de las ocho inteligencias y las desarrolla a lo largo del tiempo, de
acuerdo con la estimulación que le brinde a lo largo de la vida a las distintas
redes neuronales que configuran su mente.

➔ Los ocho tipos de inteligencias son las siguientes:

1. Lingüística: capacidad de utilizar correctamente el lenguaje,


comunicarnos de manera correcta y eficaz. Es una habilidad muy
importante para nuestra vida social. (periodistas, docentes,
vendedores) La inteligencia lingüística verbal está ubicada en el
hemisferio izquierdo, mientras que la lingüística no verbal, en el
derecho.

2. Lógico-matemática: relacionada con la capacidad de razonar lógica y


deductivamente,(ingenieros, programadores, matemáticos, físicos)
Estas personas hacen uso del hemisferio lógico del cerebro y pueden
dedicarse a las ciencias exactas. Es el concepto más cercano al
concepto tradicional de inteligencia

3. Espacial: es la habilidad para moverse en el ambiente de manera


fluida, ubicarse en este. Son capaces de ubicarse en mapas o
planificar diseños en el espacio en tres dimensiones (arquitectos e
ingenieros civiles)

4. Musical: habilidad para el arte musical. (cantores y bailarines


profesionales)

5. Corporal-kinestésica: habilidad con el uso del cuerpo. (deportistas, un


mecánico o un panadero)

6. Intrapersonal: es la habilidad de reconocer emociones propias. Cada


uno es capaz de ser consciente de las emociones propias y
gestionarlas, para lo cual es muy importante el autoconocimiento y
autogestión.

7. Interpersonal: es la capacidad de identificar y gestionar emociones


ajenas, de otras personas. Se trata también de una habilidad clave
para el buen desempeño social.

8. Naturalista: es la habilidad de entender los aspectos relacionados con


la naturaleza y el sistema ecológico. Ser conscientes del todo y
entender que somos parte de un sistema más amplio, para vivir en
armonía con el entorno y no dañarlo.

● Concepto de inteligencia artificial según Goleman: capacidad de


reconocer y gestionar emociones propias y ajenas, lo cual es una
competencia clave para desempeñarse con éxito en cualquier ámbito de la
vida de las personas. Es la inteligencia de mayor importancia para el futuro
éxito profesional, en contra de la corriente dominante del momento que
planteaba el coeficiente intelectual (CI) de las personas como el elemento
más importante.

➔ Las personas emocionalmente inteligentes son capaces de ponerse en el


lugar del otro, en un proceso que se denomina empatía. Existen cuatro tipos:

1. Empatía cognitiva: es la primera parte del proceso, que es la


capacidad de entender al otro como un otro, distinto de uno mismo.
● Se trata de la teoría de la mente, denominada ToM: consiste en
la capacidad de darse cuenta de lo que piensa el otro. Es una
competencia que desarrollan los seres humanos de manera
intuitiva, a partir aproximadamente de los cinco años.
● Empatía cognitiva no es lo mismo que la lectura de mente.
● Para la teoría de la mente, es importante entender mensajes
verbales y no verbales, al igual que diferenciarlos de lo que uno
mismo está pensando.
● La teoría de la mente no significa que adivinar lo que piensa el
otro, pero sí significa tener la capacidad de darse cuenta qué le
pasa (más allá que luego la suposición pueda ser errada).
● La teoría de la mente es la capacidad de distinguir
pensamientos e intenciones de otras personas.
2. Empatía emocional: tiene que ver con las neuronas espejo (sistema
neuronal especular) que poseen las personas. El sistema neuronal es
clave para el aprendizaje por imitación y para saber qué siente la otra
persona. Las neuronas espejo se activan cuando observamos acción,
reconocemos intención y se simula un acto. Fueron descubiertas por
Rizzolatti, en el año 1996.

3. Empatía compasiva o preocupación empática: este tipo de empatía


pasa por la acción. O sea, no solo somos capaces de entender qué
piensan y sienten las otras personas, sino que además se pasa a la
acción.

4. Ecpatía: en este caso, si bien reconocemos las emociones y


pensamientos de las otras personas, nos desvinculamos, no
permitimos el contagio emocional dañino. Ecpatía es ponerse en el
propio lugar. Es importante evitar el exceso de empatía.

● Perspectivas de inteligencia emocional:

1. Perspectiva psicocognitiva: es la capacidad de reconocer e interpretar


emociones propias y ajenas y gestionar sus reacciones.

2. Perspectiva cognitivo cerebral: Se define como la capacidad de los lóbulos


prefrontales de gestionar el sistema límbico.

➔ El proceso de percepción, procesamiento y respuesta puede tomar dos


caminos posibles:

a) Camino corto (talámico amigdalino): Un estímulo activa el cerebro


emocional (150 milisegundos) y da una respuesta de inmediato, sin ser
pensada, denominada reacción. El camino corto genera una reacción
automática a un estímulo dado. El problema ocurre cuando el cerebro
emocional toma el control de las respuestas allí donde necesitamos
elaborarlas de manera racional.

Este proceso llevado al extremo, Goleman lo denomina «secuestro


emocional». que parece implicar dos dinámicas distintas: la activación de la
amígdala y el fracaso en activar los procesos neocorticales que suelen
mantener equilibradas nuestras respuestas emocionales, osea, el cerebro
emocional toma el control, anulando el cerebro racional.

En este caso, es importante tener en cuenta el denominado «periodo


refractario», que es el periodo durante el cual, después de experimentar una
emoción fuerte, todo lo que percibimos está distorsionado por la presencia de
estas sustancias químicas en el cuerpo, por lo cual se distorsiona nuestras
interpretaciones.

b) Camino largo (lóbulos prefrontales): Se activa el cerebro racional y la


capacidad de dar una respuesta racional, en vez de una reacción puramente
emocional (demora 500 milisegundos). Para lograrlo, la clave está en
aumentar el tiempo de procesamiento entre un estímulo y una respuesta,
para dar tiempo a que intervenga la capacidad racional de las personas.

● Tipos de emociones Paul Ekman (1979):

➔ Distingue entre:

(a) Emociones primarias/básicas: Expresiones faciales que son de origen


biológico y, por lo tanto, son universales y no dependen de las variaciones
culturales. Existen seis emociones básicas o primarias, que son similares
para todos los seres humanos: sorpresa, miedo, aversión (o asco), ira,
tristeza y alegría. Las emociones primarias son inconscientes, efímeras y
biológicas.

(b) Emociones secundarias: se enseñan y aprenden según la cultura. Estas son


una mezcla de genética más cultura. Según Ekman (1979), son producto de
nuestro crecimiento, la interacción con los demás y la combinación de varias
emociones primarias. Entre ellas, encontramos culpa, bochorno, desprecio,
complacencia, entusiasmo, orgullo, placer, satisfacción y vergüenza. Las
emociones son inevitables, inconscientes, universales y efímeras.

La inteligencia emocional posibilita manejar la reacción frente a una emoción.

Si bien las emociones surgen del sistema límbico, la gestión de las estas
nace en los lóbulos prefrontales (funciones ejecutivas) con la intervención del
camino largo anteriormente explicado.

La inteligencia emocional, desde el punto de vista neurobiológico, equivale a


entrenar a los lóbulos prefrontales para gestionar las reacciones límbicas; por
eso, el aprendizaje emocional es cognitivo.

● La emoción en el aprendizaje:

➔ El impacto emocional puede ser de dos tipos: positivo o negativo.

1. Emociones positivas: Favorece el estrés positivo o eustrés; por lo


tanto, los procesos de aprendizaje. Esto ocurre ya que la actividad
realizada por el alumno le genera curiosidad. El alumno focaliza la
atención selectiva, hay gran activación de la dopamina, la hormona del
placer. Esta, a su vez, activa el núcleo accumbens (centro del placer) y
el circuito de recompensa cerebral. La acción, a su vez, genera
noradrenalina. Finalmente, cuando se resuelve el desafío y se termina,
se libera serotonina.

2. Emociones negativas: Cuando la actividad no es placentera, se


produce adrenalina y luego se libera cortisol, que afecta a la salud. Se
genera distrés (estrés negativo o crónico) y se activan emociones
como el miedo.
Moreno et al. (2018): Situaciones de estrés intenso (en las que se
liberan niveles altos de cortisol) tienen un efecto nocivo sobre el
aprendizaje y la memoria, bloqueando el proceso cognitivo, y pudiendo
suponer, si el estrés se prolonga en el tiempo, incluso el deterioro de
las neuronas del hipocampo, estructura que resulta esencial para
adquirir conocimiento.

➔ El cortisol afecta la salud. La primera estructura cerebral que afecta es el


hipocampo y la memoria episódica, por lo cual empezamos a olvidar las
cosas.

➔ Para aprender, es necesario un clima de mucha confianza, con actividades


desafiantes, pero no amenazantes, libertad para equivocarse, es muy
importante el grupo de compañeros.
➔ Cuando el desafío planteado por el docente realmente motiva al alumno, el
organismo produce eustrés (positivo).

➔ En cambio, cuando el desafío supera al alumno, este produce cortisol, que es


la denominada «mala sangre», y se genera distrés (negativo), el cual afecta
tanto el aprendizaje como la salud. El distrés, en el ámbito de la educación,
puede tener muchos motivos, entre los que aparecen carga académica,
relaciones interpersonales, demanda de padres, competencia entre pares,
bullying, etc.

➔ La motivación puede ser de dos tipos: interna o externa. Las propuestas


pedagógicas tradicionales se han focalizado principalmente en fuentes de
motivación externa. En cambio, es necesario activar procesos de motivación
interna, generando las condiciones áulicas que posibiliten conectar con los
gustos, demandas y necesidades de los alumnos. La motivación interna está
“basada en la indescriptible emoción que se da al comprender algo (una
suerte de iluminación); se manifiesta como un poderoso recurso a favor de la
búsqueda del aprendizaje” (Moreno et al., 2018, p. 41).

Lectura 2: Liderazgo resonante y autoliderazgo.

➔ Liderazgo resonante (Goleman): Cuando las personas se convierten en


verdaderos hacedores de sus propias vidas e inspiran a los demás.

➔ Resonancia (Buitrago Acuña): Cuando los líderes encauzan sus emociones y


las de sus seguidores en una dirección positiva, provocan un efecto
fácilmente difundido sobre estos, al cual se llama resonancia, de allí se
considera al liderazgo resonante, en relación con las competencias
emocionales del líder, implicando la capacidad de este para sintonizar con los
sentimientos de las personas, conduciéndolos en una dirección
emocionalmente positiva.

➔ El liderazgo resonante termina contagiando a la totalidad de la organización,


que resuena con un estado emocional determinado. En este punto, es
importante tener cuidado porque, así como se contagian las emociones
positivas, también se contagian las emociones tóxicas, que generan
situaciones de estrés, que son tan contraproducentes para las personas y las
organizaciones.

➔ Tipos de liderazgo (Goleman): 1) coercitivo; 2) orientativo; 3) afiliativo; 4)


democrático; 5) ejemplar, y 6) formativo.

➔ Para ejercer un liderazgo resonante y para poder usar de manera correcta


cada uno de los estilos de liderazgo, es clave estar emocionalmente
equilibrado, en un estado de ecuanimidad.
➔ El autoliderazgo se entiende como la capacidad personal que tenemos las
personas de auto guiarnos, siendo capaces de tomar las decisiones correctas
para alcanzar los objetivos propuestos previamente.

➔ Canal de flujo: Cuando sus capacidades concuerdan con las demandas de


las tareas que realizan.

● Aprender a regular el estrés:

En términos generales, el estrés puede ser considerado como un proceso normal


que se inicia cuando aparece un estresor, es decir, una situación o acontecimiento
que demanda una respuesta. En términos evolutivos, las respuestas de estrés son
indispensables para la supervivencia.

➔ Estrés saludable: también llamado estrés positivo o eustrés, es una respuesta


que se desencadena cuando no tenemos los recursos suficientes para
afrontar una demanda. Este estrés involucra dos fases: fase de tensión y fase
de recuperación.

1. Fase de tensión: el organismo invierte un extra de energía para


responder a las demandas de la situación.

2. Fase de recuperación: el organismo debe invertir energía en


recuperarse. Mientras estas fases se suceden con normalidad,
podemos hablar de un proceso saludable de estrés.

➔ El aprendizaje, surge a partir del enfrentamiento de situaciones


demandantes, ya que al afrontar dichas demandas adquirimos nuevos
recursos y conocimientos, por lo cual estrés y aprendizaje están íntimamente
vinculados.

➔ Cuando se nos presenta una demanda nueva, quizás no contamos con los
recursos para poder afrontarla. A medida que vamos afrontando esta
demanda, nuestros recursos van creciendo o desarrollamos nuevos. Esto nos
permite afrontar las demandas de una manera óptima. Este crecimiento en
los recursos es lo que denominamos aprendizaje.
➔ Los problemas asociados al estrés surgen cuando este proceso natural se ve
interrumpido. Esto puede ocurrir fundamentalmente por dos motivos:

1. Por excesos de demandas, que llevan a que nuestro organismo pase


de una fase de tensión a otra fase de tensión.

2. Por la interrupción de la fase de recuperación. Esto puede ocurrir, por


ejemplo, cuando no logramos resolver el tema que nos está
estresando, cuando seguimos pensando en estos temas a pesar de
que ya no sea necesario (rumiación), cuando nos preocupamos más
de lo debido (catastrofización), cuando no dormimos lo suficiente o
cuando el cuerpo está cansado o débil. Si esto ocurre, el estrés pasa
de ser saludable a ser crónico.

➔ Estrés crónico, estrés negativo o distrés: es el tipo de estrés que debemos


aprender a gestionar, ya que puede generar consecuencias adversas sobre
nuestra salud, motivación y desempeño. Cuando el estrés se vuelve crónico,
aparecen dos síntomas típicos: el agotamiento y el cinismo.
1. El agotamiento: hace referencia a bajos niveles de energía. Cuando
estamos bajo los efectos del estrés crónico, comenzamos a sentirnos
cansados y con la sensación de que no logramos recuperarnos. Estos
síntomas de agotamiento ocurren, en parte, por la falta de
recuperación.

2. El cinismo: hace referencia a la sensación de pérdida de interés y


orgullo por lo que hacemos. Cuando estamos bajo los efectos del
estrés crónico, comenzamos a sentir que nuestro trabajo o actividad
no tiene sentido.

➔ Durante el estrés, nuestro cuerpo libera una hormona llamada cortisol, que es
la que nos brinda el extra de energía que necesitamos para afrontar
demandas. El problema es que esta hormona fue diseñada para situaciones
de corto plazo. Si nos estresamos de forma crónica y nuestro cuerpo
continuamente segrega esta hormona, pueden verse afectadas otras áreas
de nuestro cerebro.

● Pautas para regular el estrés:

1. Regular nuestros pensamientos: Existen dos tipos de pensamientos que


pueden generar que nuestros niveles de estrés aumenten afectando nuestra
salud y motivación.
(1) Catastrofización: hace referencia a un tipo de pensamiento que se
caracteriza por agrandar, de forma desproporcionada, las
consecuencias negativas de un problema. Es decir, frente a un evento
negativo, tendemos a agrandarlo excesivamente y verlo peor de lo que
en realidad es.

(2) Rumiación: Se caracteriza por ser un pensamiento repetitivo, esto es,


pensamos una y otra vez en el evento negativo. Este tipo de
pensamiento genera que la ansiedad y estrés dure más tiempo y nos
sea más difícil relajarnos.

➔ Este tipo de pensamientos son automáticos. Los pensamientos ocurren de


forma involuntaria. Son como una especie de reflejo que tiene nuestro
cerebro que a veces nos lleva a experimentar mayor estrés del necesario.
Podemos aprender a regular estos patrones de pensamiento mediante el
modelo ABC:

A:significa «algo pasa».


B: hace referencia a nuestras creencias. Se refiere a la interpretación sobre
lo que está pasando y responde a las siguientes preguntas: ¿qué es lo que creo que
está pasando?, ¿cómo interpretar lo que está pasando?
C: refiere a las consecuencias tanto emocionales como conductuales.

2. Practicar técnicas de relajación: Aprender a utilizar la respiración como un


instrumento para disminuir nuestra activación corporal cuando estamos
estresados.

3. Modificar la situación: Afrontar y resolver los problemas pendientes es una de


las mejores formas de disminuir el estrés. Cuanto más evitemos o
posterguemos el problema, más tiempo nos sentiremos estresados.

➔ Regla de los dos minutos (David Allen): Aquellas tareas que


demanden menos de dos minutos deben ser realizadas en el
momento. Las que lleven más de dos minutos, deben ser delegadas o
pospuestas.

4. Descargar/ventilar: Algo que resulta altamente recomendable es hacer


actividad física, sobre todo, cuando estamos en un periodo de mucha
sobrecarga o tensión.

5. Distraerse: Consiste en cambiar el foco de atención, mediante el desarrollo


de algún tipo de actividad placentera. Una técnica posible es 40/20, que
consiste en estudiar bloques de 40 minutos y descansar 20.

6. Celebrar o capitalizar: Las emociones positivas sirven para contrarrestar el


estrés y nos ayudan a mantenernos motivados y saludables.

7. Divertirse/gratificarse: Se recomienda incorporar, dentro de nuestras


actividades semanales, otras actividades que resulten divertidas y
gratificantes, También, es recomendable que, cuando realicemos estas
actividades prestarles atención y poder apreciarlas, evitando pensar en lo que
nos tiene preocupados.

8. Alimentarse saludablemente: Es clave también llevar una dieta equilibrada y


saludable, que ayude a eliminar el estrés crónico, disminuir el consumo de
azúcar y café, que puede generar insomnio y atenta contra un sueño
correcto.

9. Descansar correctamente: Dormir las horas necesarias asegura en el


organismo una serie de procesos metabólicos que disminuyen el estrés y
favorecen el aprendizaje, generando un círculo virtuoso entre ambos.

10. Evitar el consumo de sustancias dañinas al organismo: El consumo de este


tipo de sustancias genera una falsa sensación de superación de las
dificultades. No se elimina el estresor, sino que se evita confrontarlo,
postergando su resolución y, por lo tanto, evita disminuir el estrés.

Lectura 3: Cuando el resultado sí importa. Estudiar profundo vs. superficial

➔ La procrastinación puede dividirse en dos tipos:


1. Procrastinación hedonista: posponer actividades que no tenemos ganas de
realizar.
2. Procrastinación ansiosa: tendencia a posponer cosas por miedo.
➔ Una vez que reconocemos el tipo de procrastinación predominante, es
importante analizar los pensamientos que subyacen: pensamientos
permisivos (procrastinación hedonista) o pensamientos amenazantes
(procrastinación ansiosa).
1. Pensamientos permisivos: Son los que, poco a poco, nos van
convenciendo para que pospongamos la actividad o tarea
desagradable. Consiste en minimizar las consecuencias de no realizar
la tarea. Nos autoconvencemos de que no es tan grave si posponemos
un poco la tarea con la que nos habíamos comprometido. Son
pensamientos que acompañan la procrastinación hedonista, ya que la
persona pospone tareas importantes, pero displacenteras, por otras
menos relevantes, pero más placenteras. Estos pensamientos se
caracterizan por minimizar las consecuencias de no hacer la tarea de
forma inmediata y maximizar la capacidad para resolver los problemas
a futuro.

2. Pensamientos amenazantes: son pensamientos que nos convencen de


que no somos capaces, que algo no nos va a salir bien y que no
somos lo suficientemente buenos. Estos pensamientos acompañan la
procrastinación ansiosa y se fundamentan en el miedo al fracaso y el
perfeccionismo. Puede llevar a que posterguemos actividades o
decisiones y que, a largo plazo, no logremos los objetivos y el
reconocimiento de nuestro auténtico potencial. Se caracterizan por
catastrofizar.

● Gestionar tu energía

➔ Otro aspecto que debe ser trabajado para combatir la procrastinación,


además de la gestión de los pensamientos, es la gestión de la energía.
➔ La gestión inadecuada de la energía puede llevar a que el comportamiento se
vuelva caótico y desordenado.

➔ Es importante disminuir la dispersión y centrar la atención, seleccionando los


momentos más productivos del día.

➔ Para ello, no solo necesitamos tener metas claras, sino también una
adecuada gestión de la energía. Si la energía se dispersa, es probable que
no lleguemos a alcanzar los objetivos.

➔ Es importante reconocer los horarios más productivos del día y los horarios
donde nos sentimos cansados y menos productivos. Lo ideal es que en las
franjas horarias donde estemos con más energía, realicemos las actividades
más importantes y estratégicas, y que las tareas más rutinarias las
ubiquemos en horarios donde tengamos menos energía.

➔ Algunas actividades que pueden dispersar la energía:

● Revisar el correo electrónico.


● Mirar el celular/ redes sociales
● Ver televisión.
● Navegar en internet.
● Hacer tareas domésticas.
● Pautas para superar el uso de estrategias simples de estudio.

➔ Aunque cumplamos de forma estricta la agenda que establecimos, si al


momento de estudiar apelamos solo al uso de estrategias simples de estudio,
es probable que no logremos los resultados que estamos buscando.

➔ Centrar el estudio solamente en la repetición y el repaso, es un error.


Primero, se debe aprender un tema en profundidad, para lo cual es
importante utilizar estrategias de aprendizaje que nos permitan hacer un
procesamiento más profundo de la información. ​

Figura 1: Relación entre los procesos de comprensión, memorización y uso activo


del
conocimiento
➔ Cuatro estrategias posibles de comprensión:

1. Lectura comprensiva: Al leer el texto, intentar vincular los conceptos e


ideas que allí se plantean con los conocimientos que ya posees, con
experiencias previas o hechos que ya conozcas. Al leer un texto, es
importante articularlo con ideas que provienen de ti, preguntas que te
formulas.

2. Resumir información: Realizar resúmenes implica abreviar textos,


identificando sus ideas principales y secundarias y la relación entre
ellas. Reducimos el texto a la información básica, lo que será de gran
utilidad para comprender los contenidos y recordar lo aprendido.
● Paráfrasis: Expresar las ideas importantes del autor, pero con
nuestras propias palabras.

3. Representaciones gráficas: La ventaja principal de las


representaciones gráficas es que parte de la información es sustituida
por trazos o disposiciones espaciales (por ejemplo, flechas, llaves o
corchetes) para indicar las relaciones o conexiones entre las ideas.
Hay tres tipos de representaciones gráficas:

1. Esquemas: El esquema consiste en una representación que


pretende mostrar la estructura lógica de las ideas principales del
texto. Un aspecto básico del esquema es que las ideas deben
estar organizadas según su nivel de generalidad, de esta forma,
comenzamos introduciendo el tema general y luego avanzamos
desde las ideas o conceptos más generales hacia los más
específicos.

2. Diagramas. Los diagramas también permiten representar ideas


y sus relaciones, aunque, en estos casos, generalmente se trata
de relaciones de causa-efecto o condicionales («si ocurre A,
entonces B. Si no, C») entre los conceptos o ideas. Se trata de
representar diferentes tipos de relaciones entre los conceptos o
ideas, que pueden ser de causa-efecto. La utilización de
diagramas puede ser muy útil para representar conceptos o
ideas que refieren a procesos, pasos o etapas, acontecimientos
históricos o cronológicos.

3. Cuadros comparativos: Los cuadros comparativos constituyen


representaciones que permiten identificar mediante un «golpe
de vista» las semejanzas o diferencias entre dos o más datos,
hechos o situaciones. Por este motivo, son muy útiles para
resumir y visualizar ideas contrapuestas.

4. Toma de apuntes en clase.

Lectura 4: Monitorear el aprendizaje: búsqueda de apoyo y pautas para la


mejora continua.

➔ La falta de monitoreo del propio aprendizaje implica otro problema. Las


personas que no se percatan de sus déficits, generalmente, no solicitan
ayuda, y la búsqueda de apoyo es una variable crítica para mejorar el
proceso de autorregulación del aprendizaje.

➔ Recordemos los tres tipos de apoyo trabajados en la lectura 3 del módulo 1:

1. Apoyo socioemocional: es cuando otras personas te hacen sentir valorado,


contenido. Son personas que reconocen tus esfuerzos, te ayudan a
sobrellevar obstáculos y te hacen sentir más tranquilo.
2. Apoyo práctico: es cuando las personas te ayudan a enfrentarte a
problemas cotidianos, como cuidar a los niños, cocinar o resolver problemas
vinculados a tu vida diaria.
3. Apoyo Informativo: proviene generalmente de los docentes o tutores.

● Filosofía Kaizen:
➔ El uso de pasos muy pequeños para mejorar un hábito, un proceso o un
producto para alcanzar objetivos importantes (Maurer, 2015, p.8) .

➔ Una de las ventajas es que se va ganando confianza mediante pequeñas


victorias y satisfacciones: por lo tanto, para superar el miedo, la frustración.
Se convierte, entonces, en una muy buena estrategia para superar
situaciones estresantes negativas.

➔ Maurer sostiene que, para ser exitoso, según la filosofía Kaizen, es necesario
tener en cuenta los siguientes seis aspectos:

1. Hacer preguntas pequeñas.


2. Tener pensamientos pequeños.
3. Realizar acciones pequeñas.
4. Resolver problemas pequeños.
5. Conceder premios pequeños.
6. Reconocer los momentos pequeños.

➔ Para lograr grandes logros, es necesario realizar todos los días pequeñas
acciones que irán aumentando progresivamente en su nivel de dificultad,
siguiendo la regla del 1 % planteada por Dave Brailsford.

➔ Estas pequeñas acciones generan un círculo virtuoso de monitoreo y


mejoramiento continuo.

➔ Seis pautas que pueden ayudarte a que mejores de forma continua tu


proceso de autorregulación:

1. Toma conciencia de las señales de advertencia: Las señales de


advertencia son instancias en las cuales registramos ciertas conductas
que nos ayudan a identificar patrones de comportamiento erróneos,
que nos impide desarrollar la capacidad para autorregular el
aprendizaje y volverse dueño del proceso de estudio. Algunos
ejemplos de señales de advertencia son las siguientes:

- Dejar tareas inconclusas.


- No organizar tu tiempo.
- Incumplir las actividades que habías fijado en tu agenda.
- Posponer actividades o dejar tareas inconclusas.
- Retrasarte con tu plan de estudio.
- No utilizar estrategias profundas de estudio.
- Leer y repetir de forma excesiva.
- Recibir notificaciones o quejas de profesores o tutores.
- Sensación de estrés o agobio.

2. Desarrolla hábitos: A medida que repites las nuevas conductas, se van


transformando en hábitos y el esfuerzo que te demandan cada vez es
menor. Recuerda que el esfuerzo disminuye cuando se convierte en
hábito. La cantidad de veces que debes repetir un comportamiento
para que se transforme en un hábito es discutible. Sin embargo, según
la literatura científica, si repites un comportamiento entre los 21 y 60
días aproximadamente, puedes lograr que una conducta se vuelva
automática, es decir, que se transforme en un hábito.

3. Fortalece tus creencias de autoeficacia: La autoeficacia refiere a las


creencias que posees sobre tus propias capacidades para llevar a
cabo exitosamente alguna conducta o tarea. Las personas guían sus
vidas en función de sus creencias de autoeficacia (Bandura, 1999).
Existe una diferencia entre disponer de capacidades y ser capaz de
utilizarlas en diversas circunstancias. Las creencias de autoeficacia
también influyen sobre los niveles de estrés. Finalmente, la
autoeficacia puede incidir en el logro alcanzado.

4. Experimenta emociones positivas: Las personas que experimentan con


mayor frecuencia emociones positivas tienen menor estrés, mejor
rendimiento y mayor compromiso con las tareas que realizan. Las
emociones positivas no solo aumentan nuestro bienestar y motivación,
también actúan como protectores del estrés. El factor clave es la
frecuencia. Es preferible experimentar pequeños niveles de
emociones positivas con frecuencia, que un único pico de emociones
positivas.

5. Comprométete con tus objetivos: El esfuerzo y el compromiso son


claves para cualquier actividad que te propongas. Para lograr una
motivación a largo plazo, es necesario que tengas una visión también
a largo plazo. Es importante diferenciar las expectativas intrínsecas
(expectativas positivas que tenemos relacionadas con nuestra
experiencia personal) y las extrínsecas (consecuencias positivas que
esperas obtener al hacer una carrera universitaria vinculada con
aspectos externos a la propia persona) ej: mejor salario.

6. Planifica el tiempo: Para realizar cualquier tarea con éxito es clave ser
capaces de planificar el tiempo, siempre en función de un objetivo y
metas previamente establecidas. La planificación inteligente del tiempo
es una de las habilidades blandas (también conocidas como soft skills)
más buscadas en el ámbito laboral.

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