Transmision de La Revelacion
Transmision de La Revelacion
Transmision de La Revelacion
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HOGARES NUEVOS
Teología fundamental: Revelación
Prof. Lic. Edgar fiarías
TRANSMISIÓN DE LA REVELACIÓN.
A modo de introducción.
No es objeto de este escrito hacer una definición detallada de lo que es revelación, bastará dar una
pequeña definición que nos servirá como punto de partida para hablar ulteriormente de su
transmisión.
Estas constataciones nos dan paso a afirmar que el único destinatario de la auto revelación de
Dios es el hombre y “que la revelación acontece para el destinatario, y alcanza su sentido más
profundo, ante todo, allí en donde es entendida y traducida a la praxis de la vida.” 4 El hombre responde
1 WOLFGANG BEINERT, Revelación, en W. B. (Dir), Diccionario de teología dogmática, Barcelona 1990, p. 616-622.
2 Cfr. WENDELIN KNOCH, Revelación, escritura y tradición, (=EMATECA 4), Valencia 2001, p. 46-47.
3 KARL RAHNER, en ibíd., p. 280.
4 ibíd., p. 47.
a esa revelación de Dios mediante la fe.
En los inicios de la Iglesia se entendía por tradición las llamadas consuetudines ecclesiae, estos
es, las costumbres de la Iglesia, como la santificación del domingo, los ayunos, las varias
consagraciones y bendiciones. Esto y muchas cosas más se justificaron bajo el concepto de “tradición”
y se legitimó como elemento de la realidad concreta eclesiástica. 5 Este hecho fue uno de los temas de
discusión entre la reforma luterana, que llega a equiparar “traditio” con “abusus” y la contrarreforma
tridentina, que sostendrá que, la palabra, en definitiva, la revelación, no es una realidad independiente
que se cierne por encima de la Iglesia, sino que fue confiada a ésta por el Señor, por lo que no quedó
expuesta al indeterminado arbitrio humano, sino que así precisamente permanece en manos del mismo
Señor y se sustrae a la asidura del humano poder.
El hecho de la tradición.
5 Cfr. KARL RAHNER – JOSEPH RATZINGER, Revelación y Tradición, Barcelona 1971, p. 29-33.
6 RINO FISICHELLA, La revelación: Evento y credibilidad. Ensayo de teología fundamental, Salamanca 1989, p. 115.
7 ibíd., p. 115.
Lorizio aporta la idea de que la especificidad de la Revelación cristiana se coloca en la perspectiva del
“Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo”8 No se habla ya de una “traditio” entendida como
costumbres, sino de una “traditio” con contenido de revelación. Es importante resaltar la aseveración
que hace Fisichella: La tradición es un dato de hecho. Negar su existencia equivaldría a negar la
evidencia de lo que el hombre experimenta día tras día.9
Por su parte, W. Knoch, llegará a afirmar que: La relación entre revelación y magisterio puede, por
tanto, ser definida someramente, como que el Magisterio de la Iglesia en manera alguna acrecienta el
acontecimiento de auto revelación de Dios en su contenido de verdad, sino que únicamente lo puede
transmitir, proteger y desarrollar.10
La misión apostólica remonta sus orígenes al mandato de envío que Jesús hizo a sus discípulos:
“Se me ha dado todo poder en la tierra y en el cielo. Id, pues, y haced discípulos míos a todos los
pueblos…” (Mt 10. 28, 19 ss.) Cristo quiso fundar una Iglesia y determinó su estructura social.
Solamente las formas concretas de los oficios eclesiásticos han sido creadas por el primitivo
cristianismo bajo el influjo providencial de Dios. 11 Es Jesús mismo quien instituye el colegio de los
doce, como lo vemos en Mt 8, 18; Mc 1, 6-20; Lc 5, 10- 1. Si Jesús hubiera permanecido solo en su
predicación ambulante, la tradición no hubiera dejado escapar este rasgo sorprendente para
subrayar la singularidad de su misión.12 En el evangelio de Marcos 3, 14 dice explícitamente:
“estableció que fueran doce”, y según Lucas 6, 13, les dio también en esta ocasión el nombre de
“Apóstoles”. Una de las características esenciales del grupo de los Doce, es la misión. Ser apóstol
significa recibir y transmitir la misión de Cristo.
8 GIUSEPPE LORIZIO, La dimensión trinitaria de la Revelación. Una reflexión teológico-fundamental a 40 años de la Dei
Verbum, en Estudios Trinitarios 41(2007)291.
9 RINO FISICHELLA, La revelación […], p. 117.
10 WENDELIN KNOCH, Revelación […], p. 259.
11 ALBERT LANG, Teología fundamental, Madrid 1967, p. 53.
12 ibíd., p. 55.
Poder de Jurisdicción concedido a los apóstoles.13 Dos elementos podemos destacar, de este
apartado, como importantes. El primero es, el poder apostólico de atar y desatar. Jesús es quien les
confiere este poder, según podemos leer en Mt 18. Las palabras de este pasaje no están dirigidas a toda
la comunidad, sino a los apóstoles, como directores responsables de ella. El segundo aspecto, es “la
gran misión”, tema que podemos ver explícito en el mismo evangelio de Mateo, capítulo 28, en el que
Jesús confirió a los Apóstoles el poder de jurisdicción después de su Resurrección en el discurso
llamado, precisamente “la gran misión”. El gran discurso de misión, como lo hace ver Lang, contiene
tres pensamientos principales, que orientaban la fe y la actividad de joven Iglesia. Se alude a la misión
y el poder que poseía el Señor, la segunda alude a que ese poder que él poseía procede del Padre, y la
tercer que la Iglesia ha recibido del Señor y, mediante él, del mismo Dios su misión y sus poderes.
3) Relación entre escritura y tradición según los concilios de Trento y Vaticano II.
Concilio de Trento
Entre las decisiones que el concilio nos aporta sobre el tema, está la importancia que le da al tema de
la Tradición, que en la concepción católica, no es mantener determinados usos eclesiásticos
arbitrariamente fijados, como reprochaba Lutero, más bien mantener lo que relata la herencia de la
tradición apostólica de la fe. Con la referencia a los Padres, el Concilio un la traditio a la revelación,
13 ibíd., p. 62-67.
14 HEINRICH FRIES, Teología fundamental, Barcelona 1987, p. 358.
15 WENDELIN KNOCH, Revelación […], p. 259.
tematiza la Tradición y las tradiciones además en el contexto de las afirmaciones sobre la Sagrada
Escritura. En esta misma línea, sitúa a la Escritura en el punto central, y legitima también, en segundo
lugar, el fundamento sobre el que pueden establecerse principios como Tradición.16
Concilio Vaticano II
BIBLIOGRAFÍA
Salamanca 1989.