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Gota de Lluvia y Otros Poemas para Ninos y Jovenes Spanish Edition - Jose Emilio Pacheco

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SPANISH
J861.64
P115G
200fi
JOSÉ EMILIO PACHECO

Gota de lluvia
y otros por;.mas para niños y jóvenes

Selección y prólogo de Julio Trujillo


,.

]OSE EMILIO PACHECO


Gota de lluvia
y otros poemas para niños y jóvenes

Selección y prólogo de Julio Trujillo

Ediciones Era
Primera edición: 2004
Segunda reimpresión: 2008
ISBN-! O: 968.411.632.2
ISBN-13: 978.968.411. 632.0
DR © 2005, Ediciones Era, S. A. de C. V.
Calle del Trabajo 3 1, 14269 México, D. F.
Impreso y hecho en México
Printed and made in Mexico

Este libro no puede ser fotocopiado ni reproducido


total o parcialmente por ningún medio o método
sin la autorización por escrito de Ediciones Era.

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www.edicionesera.com.mx
¿Qué es la poesía?

¿Qué es la poesía? Es una manera de ver y de sentir el mundo,


como la música y la pintura. Así como una casa se hace con la­
drillos, Ja poesía se hace con palabras, ése es su material de tra­
bajo. Y las palabras son muy poderosas (es un secreto que todos
los poetas saben). Por ejemplo: las palabras "por favor" abren mu­
chísimas puertas, pero también las palabras "ábrete sésamo". Y
si dices "murciélago" mucha gente no se da cuenta de que ahí es­
tán todas las vocales, pero los poetas sí se dan cuenta.
Los poetas son muy amigos de las palabras, porque trabajan
con ellas todo el día, escuchan su sonido, estudian su significado,
las combinan con otras palabras, hacen experimentos... en fin:
escriben poemas. Y si las palabras son poderosas, imagínate un
poema, que es la combinación perfecta de palabras poderosas.
Por eso, cuando leas un poema, prepárate, concéntrate, porque
algo muy importante va a pasar: las palabras, convertidas en
poema, van a cobrar vida. Es como un globo: antes de inflarlo
es un pedazo de plástico de algún color, y ya; pero al inflarlo se
va convirtiendo en una esfera perfecta que, cuando terminas,
se va volando.
La comparación es buena: leer poesía es como inflar globos,
es darle vida a algo que estaba ahí, en las páginas de un libro, es­
perando nuestra ayuda. Qué sue11uda o suertudo eres si te gusta
la poesía y sabes leerla, y la verdad es que es muy fácil aprender
a leerla: sólo necesitas tener mucha imaginación y confianza.
¿Por qué confianza? Porque a veces la poesía dice cosas muy
raras o locas que nunca pasan en la vida real. Pero, si tienes con­
fianza, descubrirás que en el mundo de la poesía TODO puede

7
pasar. Una vaca puede volar, puede haber una persona verde, pue­
de haber viajes al pasado o una enredadera incendiada por la luz.
De todas formas, no te preocupes: los poemas que escogimos
en este libro de José Emilio Pacheco no fueron escritos para
los niños y sin embargo son muy fáciles de leer. José Emilio es
un poeta al que le gustan las palabras sencillas y las historias sen­
cillas: digamos que para él el mundo es redondo y las hojas ver­
des. Pero eso no quiere decir que no sea un poeta poderoso: es­
cribir poemas fáciles y buenos es dificilísimo, y son muy pocos
.
los que lo saben hacer bien. José Emilio es uno de ellos: cuan­
do terminas de leer un poema de él, sientes que, además de una
historia o un pensamiento, algo queda ahí, invisible, flotando en
el aire (como un globo): tal vez una enseñanza, un secreto, algo
que te hace sentir diferente.
¿Qué será exactamente eso? La verdad es que nadie sabe bien,
porque la poesía es muy misteriosa y es muy difícil, o tal vez
imposible, conocer todos sus secretos. Pero si te dejas llevar (con
confianza) por José Emilio, la poesía te va a revelar muchas co­
sas: la mirada te va a cambiar, y vas a aprender a ver cosas muy
bellas, o muy feas, o muy peligrosas, o muy felices, donde antes
sólo veías cosas normales.
Tal vez, con la lectura de estos poemas entiendas mejor a los
animales, porque a José Emilio le gusta mucho escribir sobre ani­
males, grandes y chicos, desde elefantes hasta hormigas. Ése es
uno de los grandes poderes de la poesía: ayuda a entender me­
jor el mundo. Podríamos decir que la poesía sirve para estar en
el mundo. Y este libro, sin duda, es como un manual de instruc­
ciones para estar en el mundo, para verlo con otros ojos, para dis­
frutarlo y entenderlo más.
Si no entiendes una palabra, ve rápido al diccionario. La poe­
sía también es una buena oportunidad para conocer mejor las
palabras, su significado y su sonido. Por ejemplo: ¿sabes qué

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quiere decir "estruendo"? Suena como a "tremendo", como a al­
go fuerte. Pues estruendo significa "ruido grande". ¿Te fijaste có­
mo a veces el sonido y el significado de una palabra se parecen?
En este libro vas a descubrir muchas palabras nuevas y los
sonidos y ruidos que las acompañan. También vas a encontrar
montones de imágenes. ¿'fe preguntas qué es una imagen? A ver,
lee ésta: "La ceniza es el humo que se deja tocar". José Emilio
ha creado una imagen estupenda: la ceniza es como el humo,
pero más dura, más tocable. Una imagen, en poesía, no es una
explicación, sino una verdad, no necesita decir "es como el hu­
mo", dice: "es el humo", porque en el mundo de la poesía, no
lo olvides, todo puede pasar.

Julio Trujillo

9
Tarde otoñal en una vieja casa de campo

Alguien tose en el cuárto contiguo.


Un llanto quedo.
Luego pasos inquietos,
conversaciones en voz baja.

En silencio me acerco,
abro la puerta:

Como temí,
como sabía,
no hay nadie.

¿Me tendrán miedo los fantasmas?

11
Autoanálisis

He cometido un error fatal


-y lo peor de todo es que no sé cuál.

12
Lluvia

Toda la noche se ha poblado de agua.


Contra el muro del día
el mundo llueve.

13
Luz

Sobre un espacio del segundo


el tiempo
deja caer la luz sobre las cosas.

14
Jardín

El viento trae la lluvia.


En el jardín
las plantas se estremecen.

15
Mirada

Si se extiende la luz
toma la forma
de lo que está inventando la mirada.

16
Monos

Cuando el mono te clava la mirada


estremece pensar si no seremos
su espejito irrisorio y sus bufones.

17
Mosquitos

Nacen en los pantanos del insomnio.


Son negrura afilada que aletea.
Diminutos vampiros, sublibélulas,
caballitos de pica
del demonio.

18
Los grillos
(Defensa e ilustración de la poesía)

Recojo una alusión de los grillos:


su rumor es inútil,
no les sirve de nada
entrechocar sus élitros.

Pero sin la señal indescifrable


que se trasmiten de uno a otro
la noche no sería
(para los grillos)
noche.

19
Ratones

Comunidad de ritos primitivos,


los ratones adoran las tinieblas.
De noche se les ve
inquietos, siempre huyendo.

Incisivos, hambrientos, enfrentados


a la persecución, al ocultarse.
Siempre al acecho de quien los acecha ...

20
Álbum de zoología

Mirad al tigre: ,.
su altiva pose de vanidad satisfecha,
dormido en sus laureles,
gato persa
de algún dios sanguinario.
Y esas rayas
que encorsetan su fama.

Allí en la jaula,
como estatua erigida a la soberbia,
el tigre de papel, el desdentado
tigre de un álbum infantil.

Ociosa
en su jubilación,
la antigua fiera
de rompe y rasga
sin querer parece
el pavó real de los feroces.

21
Transfiguraciones

Mundo sin sol


lavado por la lluvia.

La luz recobra el aire.


Es transparencia.

Un minuto se enciende
-y cae la noche.

22
Elefantes n1arinos

Miden generalmente cinco metros de largo.


Tienen los ojos grandes y brillantes,
dulces como los ojos
de un animal nocturno.

Forman manadas,
viven
en cavernas mannas.
Aparecen inmóviles:
grandes rocas negruzcas,
amarillentos, sucios,
pesadamente informes.

Pertenecen al orden
de los pinnípedos,
familia de los fócidos.

Nombre científico:
Mirounga angustisrostris.

Recortado de "Fauna mexicana" de Juan B. Salazar, 1928.

23
Alba

La noche lentamente se deshace en la Luna


que avanza llena de claridad.

24
El segundero

Digo instante
y en la primera sílaba el instante
se hunde en el no volver.

25
Definición

La luz:
la piel del mundo.

26
Enigmas

Como el pasado ya pasó


no sabes
qué es en realidad
lo que ha pasado.

27
Mar eterno

Digamos que no tiene comienzo el mar:


empieza en donde lo hallas por vez primera
y te sale al encuentro por todas partes.

28
Un gorrión

Baja a las soledades del jardín


y de pronto lo espanta tu mirada.

Y alza el vuelo sin fin,


alza su libertad amenazada.

29
Sucesión

Aunque renazca el Sol


los días no vuelven.

30
Hoy mismo

Mira las cosas que se .van,


recuérdalas
porque no volverás a verlas nunca.

31
Agua y tierra: paisajes

Es la hora imperceptible en que se hace de noche.


Y nadie se pregunta cómo se hace la noche,
qué materia secreta va erigiendo a la noche.

Mar, devuelve a la noche


la oscuridad que atraes a tu abismo.

Llueve y el mundo se concentra en llover.


El agua se ensimisma.
La tiena entera se está hundiendo en la lluvia.

32
Despertar

Abre los ojos el jardíu:


No hay nadie.
Se detiene la noche en su espesura
porque el aire ya invoca al nuevo día.
Mundo que nace de sí mismo,
esfera
hecha de tiempo en derredor.
Las horas
bajan sin pausa a la memoria.

Abro los ojos,


veo el jardín:
no hay nadie.
Abre los ojos el jardín:
me mira.

33
Noche y nieve

Me asomé a la ventana y en lugar de jardín,


hallé la noche constelada de nieve.

La nieve hace tangible el silencio.


Es el desplome de la luz y se apaga.

La nieve no quiere decir nada.

Es sólo una pregunta


que deja caer millones de signos de interrogación
sobre el mundo.

34
La isla

Llegamos a la isla.
El otoño
se abría paso en el aire,
y en el lago
las hojas encarnadas y amarillas flotaban
como los peces muertos.

Sólo me acompañó a la playa el crepúsculo.


Agua color de mar,
piedras como olas.
Por todas partes
las infinitas hojas caídas.

La isla y yo éramos
hojas también y nunca lo supimos.

35
U na rosa, las rosas

Nadíe corte a la rosa que está allí,


detenida en su trémulo esplendor
para el que no hay mañana.
Nadie la corte: déjenla morir
para que exista siempre en el jardín
una rosa, otra rosa.

36
La flecha

No importa que la fleeha no alcance el blanco.


Mejor así.
No capturar ninguna presa,
no hacerle daño a nadie,
pues lo importante
es el vuelo, la trayectoria, el impulso,
el tramo de aire recorrido en su ascenso,
la oscuridad que desaloja al clavarse,
vibrante,
en la extensión de la nada.

37
A la orilla del agua

La hormiguita que pasa


por la orilla del agua parece
decir adiós al inclinar sus antenas.

Qué voy a hacer si pienso en ti al observarla,


tan segura de su misión, tan hermosa,
siempre a punto de ahogarse y siempre salvándose.

Siempre diciendo adiós


a quien no ha de volver a verla.

38
Homenaje

Con esta lluvia el mundo natural


penetra
en los desiertos de concreto.

Escucha
su música veloz,
contrapunto de viento y agua.

Ú nica eternidad que sobrevive,

esta lluvia no miente.

39
Extranjeros

Si te molestan por su acento o atuendo,


por sus términos raros para nombrar
lo que tú llamas con distintas palabras,
emprende un viaje,
no a otro país
(ni siquiera hace falta):
a la ciudad más próxima.

Verás como tú también eres extranjero.

40
Nombres

El planeta debió llamai"se Mar:


es más agua que Tierra.

41
Monólogo del mono

Nacido aquí en la jaula, yo, el babuino,


lo primero que supe fue: este mundo
por dondequiera que lo mire tiene
. .

rejas y rejas.
No puedo ver nada
que no esté ennegrecido por las rejas.
Dicen: Hay monos libres.
Yo no he visto
sino infinitos monos prisioneros,
siempre entre rejas.
En las noches sueño
con la selva erizada por las rejas.
Mi existencia consiste en ser mirado.
Viene la multitud que llaman "gente".
Le gusta enardecerme. Se divie11e
cuando mi furia hace sonar las rejas.
Mi libertad es mi jaula. Sólo muerto
me sacarán de estas brutales rejas.

42
Tres y cinco

Todas las tardes a las ti°es y cinco


llega hasta el patio un pájaro.
¿Qué busca? Nadie lo sabe.
No alimento: rehúsa
cualquier migaja.
Ni apareamiento:
está siempre solo.

Tal vez por la simple inercia de contemplamos


siempre sentados a la mesa a una misma hora,
poco a poco se ha vuelto como nosotros
animalito de costumbres.

43
En la playa

Lo que la arena dice al mar tal vez sea:


-No te serenes nunca. Tu belleza
es tu absoluto desconsuelo.
Si encontraras sosiego perderías
tu condición de mar.
Si te calmas
dejará de fluir el tiempo.

44
El silencio

La silenciosa noche. Aquí en el bosque


no se escuchan rumores.
Los gusanos trabajan.
Los pájaros de presa hacen lo suyo.
Pero yo no oigo nada.
Sólo el silencio que da miedo. Tan raro,
tan escaso se ha vuelto en este mundo
que ya nadie se acuerda de cómo suena,
nadie quiere
estar consigo mismo un instante.
Mañana
dejaremos de nuevo la verdadera vida para mañana.
No asco de ser ni pesadumbre de estar vivo:
extrañeza
de hallarse aquí y ahora en esta hora tan muda.
Silencio en este bosque, en esta casa
a la mitad del bosque.
¿Se habrá acabado el mundo?

45
Las hormigas

En marzo aparecieron las hormigas.


No unas cuantas -voraces y puntuales,
parte del mundo como siempre- sino
millones y millones en columnas vibrantes
por todas las bodegas de este país.
Arrastraron
al fondo de los ciegos pasadizos
hasta un grano de sal o cualquier cosa mínima
que antes hubieran rechazado .

No es pensamiento mágico: se trata


de un sentido que aún no descubrimos.
Como otros animales se anticipan
a terremotos y desbordamientos,
en víspera de crisis y escaseces
se multiplican las hormigas, cargan
con cuanto pueda preservar su especie.

Desprécialas si quieres, o extermínalas.


No las acabarás.
Han demostrado ser sin duda alguna
mucho más previsoras que nosotros.

46
Verdor en la grisura

Cuánto tiempo debe de estar guardada la lluvia


en una tierra que desconoce la nieve
para que en la secreta primavera del Valle
las flores se abran en su perpetuo comienzo,
reverdezcan los árboles, brote la hierba
y la belleza del mundo
se oponga a la fealdad que es culpa nuestra.

47
Alabanzas

El instante se ha llenado de azul.

Cantinamos bajo la monarquía absoluta del sol.

Hay un total acuerdo


entre el estar aquí y el estar vivos.

Alabemos el agua que ha hecho este bosque


y resuena
entre la inmensidad· de los árboles.

Alabemos la luz
que nos permite mirarla.

Alabemos el tiempo
que nos dio este minuto y se queda
en otro bosque, la memoria, durando.

48
La sal

Si quieres analizar su.ser, su función


su utilidad en este mundo,
tienes que verla en su conjunto.
La sal
no son los individuos que la componen
sino la tribu solidaria.
Sin ella
cada partícula sería como un fragmento de nada,
disuelta en algún hoyo negro impensable.

La sal sale del mar.


Es su espuma
petrificada.
Es mar que seca el sol.
Y al final, ya rendido,
ya despojado de su gran fuerza de agua,
muere en la playa y se hace piedra en la arena.

La sal es el desierto en donde hubo mar.


Agua y tierra
reconciliados,
la materia de nadie.

Por ella sabe el mundo a lo que sabe estar vivo.

49
Gota de lluvia

Una gota de lluvia tiembla en la enredadera.


Toda la noche está en esa humedad sombría.

De repente la Luna la ilumina.

50
La ceniza

La ceniza no pide excusas a nadie.


Se limita a fundirse en el no ser
,

a dispersarse en concentrada grisura.

La ceniza es el humo que se deja tocar,


el fuego ya de luto por sí mismo.

Aire nuestro que se hizo llama y ahora


no volverá a encenderse.

51
Granizada

Se oscurece la hora.
La luz muere
y se arrojan feroces contra el mundo
avalanchas de piedras que no duran.

Se congela la lluvia inaprehensible.


Caen guijarros, esferas iracundas,
kamikazes de hielo contra todo.

Cometas de agua y nada:


en un instante
cuajan el tiempo y se deshacen.

Luego,
si algo hubo aquí,
ya todo ha terminado.

52
Bajo el tranvía "Primavera"

Bajo el tranvía "Primavera"


aplastábamos las monedas.

Quedaban planas como hostias,


simples objetos de goce,
caricia al tacto, aire puro.

Ruedas y rieles volvían


cosa de nada el dinero.

53
El cardo

El cardo es pura hostilidad.


Inmóvil escorpión, acecha y sabe
que alguien irá a clavarse en sus púas.

Planeta de odio, error de la tierra.

El cardo sólo sirve para herir,


sólo tiene lenguas
para la injuria.

Quiere vengarse de ser cardo.

Es la ofensa a todo,
el erizo que se difunde
para clavar su pica de rabia.

Y al cumplir su función
monrse.

54
"S"

En la reunión no la menciones por nombre.


Si lo oyeran se asustarían.

Cómo aborrecen su deslizamiento sinuoso,


su dominio enigmático
de las entrañas de la tierra;
su habilidad
para dejar atrás lo que fue,
para desprenderse
de lo que ya sirvió y se gastó

y no temer nunca al cambio.

55
Valencia

En la noche verbal esa fuente habla


un idioma que no comprendo.

Pero me basta su música.

56
Colibrí

El colibrí es el sol,
la flor del aire
entre las dos tinieblas.

57
Relámpago

A la 1 uz del relámpago aparece


indefensa
la Tierra.

58
Dragones

El que derrota al monstruo


y ocupa su lugar
se vuelve el monstruo.

59
Esperanza

El futuro nunca lo vi:


se convirtió en ayer
cuando intentaba alcanzarlo.

60
Tres del mar

1. Veracruz: Playa Nórte

A mares llueve sobre el mar.


La lluvia
es otro mar
y vertical inunda
el oleaje que llueve sobre la playa.

2. Acapulco

En el agua color de ayer


el Sol se funde y por un instante es más fuego.

El mar se vuelve noche.

Allá abajo,
en las rocas de espuma,
comienza el tiempo.

3. A la orilla

La arena que estuvo aquí hace un instante


ya no es la misma de ahora.
Y todas sus galaxias se conmocionan
cuando llega y se aleja la marea.

61
Cigarras

Liman los pies de la noche


que se desplomará cuando guarden silencio.

Roen la insolente oscuridad.


Forjan la luz entre la hierba.

Salen del fondo de la vida


yestán hablando con la tierra.

62
Crepúsculo

Bosque, astilla de luz:"'


el sol poniente
se vuelve una hoja más en el otoño.

63
Noche

Entra en lo oscuro
el mar:
ola es la noche.

64
Sol

En la frontera de la sal el Sol


convierte en mar de fuego
las montañas errantes.

65
Contraste

Las torres se derrumban y no se vuelven a alzar.


El humilde hormiguero siempre regresa.

66
Nubes

Estas nubes inmóviles se irán


dentro de poco tiempo,
cuando lo quiera el viento
y entonces
se quedarán la tarde y el bosque
ya sin testigos,
frente a frente y mirándose.

67
Árbol

El árbol no conoce la oscuridad.


De noche se enciende
con el verdor hirviente en sus ramas.

Cuando lo contemplamos ahogado en sombra


arde en su adentro toda una hoguera de savia.

Las tinieblas son culpa nuestra.


El árbol no entiende de ellas.

68
Mañana

El alba está lejana. ,.


No sé qué busca el pájaro
entre la noche densa.

Habla, murmura, insiste.


Se acerca a la ventana.

Dice que el Sol no ha muerto


y existe otro mañana.

69
Defensa de la "eñe"

Este animal que gruñe con eñe de uña


es por completo intraducible.
Perdería la ferocidad de su voz
y la elocuencia de sus garras
en cualquier lengua extranjera.

70
Lección de estilo

Lección de estilo: lo� sapos


a orillas de su charca,
bien sentaditos,
frescos, felices,
con la piel húmeda por el calor del verano
parecen dar las gracias por su breve existencia.

71
Índice

¿Qué es la poesía?, prólogo de Julio Trujillo, 7

Tarde otoñal en una vieja casa de campo, 11


Autoanálisis, 12
Lluvia, 13
Luz, 14
Jardín, 15
Mirada, 16
Monos, 17
Mosquitos, 18
Los grillos, 19
Ratones, 20
Álbum de zoología, 21
Transfiguraciones, 22
Elefantes marinos, 23
Alba, 24
El segundero, 25
Definición, 26
Enigmas, 27
Mar eterno, 28
Un gorrión, 29
Sucesión, 30
Hoy mismo, 31
Agua y _tierra: paisajes, 32
Despertar, 33
Noche y nieve, 34
La isla, 35

Una rosa, las rosas, 36


La flecha, 37
A la orilla del agua, 38

73
Homenaje, 39
Extranjeros, 40
Nombres, 41
Monólogo del mono, 42
Tres y cinco, 43
En la playa, 44
El silencio, 45
Las hormigas, 46
Verdor en la grisura, 47
Alabanzas, 48
La sal, 49
Gota de lluvia, 50
La ceniza, 51
Granizada, 52
Bajo el tranvía "Primavera", 53
El cardo, 54
"S", 55
Valencia, 56
Colibrí, 57
Relámpago, 58
Dragones, 59
Esperanza, 60
Tres del mar, 61
Cigarras, 62
Crepúsculo, 63
Noche, 64
Sol, 65
Contraste, 66
Nubes, 67
Árbol, 68
Mañana, 69
Defensa de la eñe, 70
Lección de estilo, 71

74
Fotocomposición: Alfavit
Impresión: Programas Educativos, S. A. de C. V.
Calz. Chabacano 65-A, 06850 México, D. F. Empresa certificada por el Instituto
Mexicano de Normalización y Certificación, A. C., bajo la norma IS0-9002:
1994/NMX-CC-04: 1995 con el número de registro RSC-048, e IS0-14001:
1996/NMX-SAA-OOI: 1998 IMNC con el número de registro RSAA-003.
28-Vl-2008
José E.milio Pacheco
en Biblioteca Era

Poesía completa

Los elementos de la noche


El reposo del fuego
No me preguntes cómo pasa el tiempo
Irás y no volverás
Islas a la deriva
Desde entonces
Los trabajos del mar
Miro la tierra
Ciudad de la memoria
El silencio de la luna
Álbum de zoología
La arena errante
Siglo pasado (desenlace)
La fábula del tiempo (antología)

Narrativa

El viento distante
Las batallas en el desierto
La sangre de Medusa y otros cuentos marginales
El principio del placer
Morirás lc:jos

Traducción de poesía

Aproximaciones
Las generaciones anteriores crecieron en un medio en que la
poesía no era algo lejano y ajeno sino formaba parte natural de
la vida. Canciones de cuna, adivinanzas, recitaciones, epigramas,
lectura en voz alta, pruebas de ingenio estaban en el trasfondo
de la vida cotidiana.
·

-�os medios electrónicos, que han acercado a millones de


formas de arte antes vedadas para la mayoría, han reducido por
contraste el público natural de los poetas. Sin embargo, la
poesía debe estar de nuevo al alcance de las niñas, los niños y
los jóvenes porque es la mejor manera de dominar su lengua
materna y, por tanto, adquirir un pensamiento (\!aro y libre. .
F
Julio Trujillo, un poeta que es joven también, e gió de entre
los doce libros de José Emilio Pacheco publicados por Era, estas
páginas para que los nuevos lectores y lectoras empiecen a dis­
frutar de la poesía, una afición que, adquirida a tiempo, nos
acompañará a lo largo de toda la existencia.
La poesía no son las letras negras en la página blanca, sino lo
que nuestra sensibilidad y nuestra inteligencia hacen con ellas.
En palabras de Trujillo, la poesía es, como la música y la· pintura,
una manera de ver y de sentir el mundo.
Si un globo es un pedazo de plástico al que si le infundimos
nuestro aire se convierte en una esfera perfecta y capaz de
volar, leer poesía es darle vida a algo que espera nuestra ayuda
entre las páginas de un libro. <

Los poemas que forman Gota de lluvia ciertamente no fue1 -

escritos para el público infantil y juvenil. Pero si quienes ,j =


integran se dejan llevar por su lectura, la mirada les v¡ """" ¡¡¡¡¡¡¡ .
1 -
cambiar, aprenderán a ver cosas distintas en donde antes ve)> ¡¡¡¡¡¡¡
nada más lo cotidiano. Tal vez al leer Gota de lluvia entende1 �=
mejor el mundo y empezarán a conocerse a sí mismos. b =
U>;;;;;;;
�­
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9 789684 116320
Diseño: Paola Álvarez ,

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