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Texto Ludico para Leer
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Texto Ludico para Leer
SONSOLES FERNÁNDEZ
EN LA FECHA DE PUBLICACIÓN ORIGINAL, PROFESORA DE LA ESCUELA OFICIAL DE IDIOMAS DE MADRID (ESPAÑA)
E
l lector que, atraído por el título, se acerca a estas líneas, lo hace, en la mayoría
de los casos, con una motivación que va más allá de lo científico y lo didáctico y
entra en el terreno de lo vivido, lo jugado, lo soñado. ¡Bienvenidos! Ojalá
podamos, a distancia ahora, disfrutar juntos de este juego, como ocurrió en el taller
de Las Navas, y consigamos hacer de este instrumento, que es el lenguaje, una
EXPERIENCIA realmente comunicativa.
Pretendo dar cuenta, en estas páginas, del taller que realizamos en septiembre. No es
fácil, pero seguiré aquellos pasos: primero, una fase de calentamiento para crear el
clima y la actitud hacia lo lúdico. Después, intentaré justificar didácticamente el tema
para desembocar, finalmente, en un taller lúdico, de donde cada uno podrá extraer
las aplicaciones que considere más oportunas para sus alumnos.
Mis juguetes fueron un lápiz y un papel. Empecé a escribir por el gozo de hacerlo, sin
sentirme obligado, disfrutando con las palabras y las letras como quien compone un
crucigrama u ordena un puzzle. Para mí solo, como no lo he vuelto a hacer nunca
más, despreocupado del efecto. El auténtico juego es aquel en el que lo que interesa
no es perder o ganar, sino el placer de estar jugando. Y así escribí de niño. Y algo de
aquel alborozado afán subsiste en mí. Hoy aún, cuando he jugado a mi juego
preferido -este ingrato y molesto y modesto de escribir- estoy de buen humor. No
porque tenga la tranquilidad del deber cumplido, ni muchísimo menos (a un juego no
se tiene que jugar: la esencia del juego es su pura contingencia, su innecesariedad);
Éste es mi juego, Tobías. Éstos son mis juguetes, mi isla misteriosa, mi país de las
maravillas, mi negro viernes, mi ballena blanca, mi vuelta al mundo, mi Polinesia, mi
jungla, mi Caribe. Aquí está todo. De aquí puede salir. Con la facilidad con que salen
cien pañuelos de la chistera de un prestidigitador (…). Ahora, como ayer, se trata aún
de un juego, el único juego que me queda. No es mi profesión, ni mi destino, ni mi
vocación, ni mi amor, ni mi vida. Es mi juego nada más, y con toda mi alma pretendo
que continúe siéndolo. Sólo mi juego. Aunque, quizá, Tobías, un verdadero juego
tenga que ser a la vez todas aquellas cosas.
Os invito a jugar a este juego, y con este juguete que todos llevamos, que todos
poseemos; aunque nos falten vídeos cintas..., “me queda la palabra”.
Explica Rodari que una piedra lanzada a un estanque provoca una serie de ondas
concéntricas sobre la superficie del agua, tocando y poniendo en relación cada una
de las cosas que reposaban allí quietas: un barquito de papel, una caña de pescar,
unas hojas... La piedra sigue cayendo, y en su caída remueve algas, asusta a los peces,
agita las miles de partículas que habitan en el agua. Llega al fondo y allí, remueve el
lodo, golpea los objetos olvidados y desentierra lo que yacía dormido.
Vamos nosotros a lanzar piedras a nuestro estanque, a ver qué pasa. Podemos lanzar
la primera a que se nos ocurra, o la que más nos gusta, o la que suena mejor...
...El juego empieza, primero fríamente, salen las palabras más inmediatas: cenicero,
silla, patio…; progresivamente las palabras van enganchándose unas en otras y
llueven de todas partes: árbol, duna, playa, viento, ciruela, rosa... En esta lluvia, las
palabras adquieren volumen y de repente nos fijamos en ellas y no sólo en lo que
representan.
Elegimos, de todas ellas, una. En nuestro taller fue ciruela. No soy capaz de recordar
todas las palabras y recuerdos que desató allí esta ciruela, así que elijo otra palabra
cualquiera, por ejemplo, viento.
59
Gramática de la Fantasía, pág. 10.
- Palabras que empiecen por -vi-: vino, Vicente, vista, vía, vibrar, vizconde, viejo,
¡viva!, Vigo, viaje, villa, violón, Vitoria, vital.
- Ahora palabras que acaben en -ento-, como viento: cuento, ciento, asiento,
momento, movimiento, portento, mostrenco, lo siento.
Éstas son las asociaciones más fáciles, pero la palabra va cayendo y sigue hasta el
fondo. Allí remueve el pasado y surgen recuerdos relacionados con esta palabra, los
recuperamos, y los traemos hasta el presente; experiencias vividas, soñadas, o
experiencias culturales:
• Aquel señor al que se le voló el sombrero y todo él iba corriendo detrás de él.
• La playa, muchos días en invierno. Y las cañas silbando.
• El estruendo de los árboles.
• La rosa de los vientos en tantos viajes y cuentos.
• La fuerza de Poseidón empujando las naves de Ulises.
• El viento que anuncia la lluvia a Mimí en “Las ratas”, de Delibes.
El viento vizconde.
Un viaje en viento.
Doscientos cuentos tras el viento.
V
I
E
N
T
O
Pero con las palabras podemos también reír, sonreír, captar el placer de la belleza.
Reír con las palabras está al alcance de cualquiera; hay quienes poseen una gracia
especial para ello y nos provocan verdaderas explosiones de risa. Traigo aquí algunos
ejemplos de El diccionario de Coll que ríe con las palabras, aplicando sorprendentes
etimologías y paranomasias:
No podemos por menos de sonreír cuando recordamos anuncios como los de “Calvo,
claro”, “A mandar, a manducar”, “Los diez manducamientos...“, o “...que menox
que Monix”.
Algunos trabalenguas nos hacen añorar la locura de don Quijote: “La razón de la
sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enloquece, que con razón
me quejo de la vuestra fermosura”.
M. Hernández
Jugar, crear, adivinar, reír, sonreír, disfrutar, todo eso es lo que hemos estado
haciendo con las palabras, dándoles vueltas, dejándonos sorprender y apropiándonos
de ellas al mismo tiempo60.
Desde una perspectiva didáctica, como la nuestra, hay dos temas muy próximos que
es necesario delimitar:
El tema que voy a desarrollar aquí es el segundo. El primero es más amplio, muy rico
didácticamente y para el que existe una amplia bibliografía. El segundo es más
restringido, y aunque se cruza muchas veces con el primero, intenta el desarrollo de
los recursos que nos ofrece el lenguaje para suscitar juego, risa, recreo, creación,
goce, diversión, placer. Se trata de desarrollar una función específica de lenguaje, la
60
Algunos participantes, además, tuvieron el tiempo y la gracia de jugar a otro juego. Fue parte del
taller y aquí lo traigo:
Sábado 18,30
A TI Y PARA MÍ:
Son soles lúdicos
que sustentan mi estatura
la horizontalidad de mi sombra
y sus dudas y temores.
Tu luz didacta, Sonsoles
ahora nos sonríe.
Vamos. Ahora ¡todos al corro!
y tírame una ciruela amarga,
como un beso.
Ángel Amezketa
Convento (perverso) de Magalia
26-9-1987.
Por FUNCIÓN PLACER, o FUNCIÓN LÚDICA de la lengua entiendo, la posibilidad de, a través
de la lengua, jugar, reír, sonreír, crear, recrearse, obtener libertad y placer, y no tanto
por el qué, por lo que se dice, sino por el poder que tiene el mismo lenguaje de
arrastrarnos en su ritmo, de provocarnos con sus combinaciones, de sorprendernos
con los diferentes encuentros de las sílabas, de provocar nuestra inteligencia para
inventar, crear, de espabilar nuestro humor para captar su juego, de proporcionarnos,
por fin, no sólo un instrumento, sino toda una experiencia lingüística abierta a todos.
En los estudios sobre las funciones del lenguaje, los teóricos, tanto de la lingüística
como de la psicología han puesto siempre de relieve las tres funciones primarias,
indiscutibles, que con terminologías próximas responden a la referencial, expresiva y
conativa, centradas en el referente, el emisor y el receptor, respectivamente. Sobre el
resto de las funciones, consideradas secundarias existe diversidad de opiniones sobre
el número y sobre si realmente están fundamentadas o no en los recursos que la
lengua posee. No me voy a detener en ese análisis61, sólo quiero recordar el esquema
ya clásico, de la comunicación de R. Jakobson que integra las funciones lingüísticas
posibilitadoras del proceso comunitario. Como es sabido, entre ellas incluye la que él
denomina función poética, centrada en el mensaje, y que no asimila sólo a la poesía,
como el nombre de poética puede sugerir, sino que más bien abarca lo que aquí
venimos llamando función placer o función lúdica. El término FUNCIÓN LÚDICA lo utiliza
F. Ynduráin62 en el estudio Para una función lúdica en el lenguaje, y después de
centrarla, como la poética de Jakobson, en el mensaje le pone unos límites muy
estrictos, para Ynduráin la función lúdica no atiende nada o mínimamente a la
referencia, es casi puro juego fónico. No me parece oportuno entrar en disquisiciones
teóricas, entiendo este último punto de vista, pero desde el enfoque que nos trae
aquí, no pongo ese límite, difícil muchas veces de discernir. La llamo FUNCIÓN LÚDICA y
no POÉTICA porque es verdad que esta última denominación nos sugiere casi todo
poesía. Yo he interiorizado, no sé a qué lecturas o a qué conversaciones se lo debo,
este concepto de función LÚDICA o PLACER del lenguaje, para todo aquello que siendo
gratuito nos proporciona una rica experiencia lingüística.
DESARROLLO DE LA COMUNICACIÓN
Este juego de crear y recrearse con la lengua desarrolla la función lúdica de la lengua,
que, aunque es verdad que no es primaria, sí posibilita y facilita la comunicación de
una manera muy especial. No se transmite algo de forma racional o intelectual como
61
Me remito a los estudios clásicos de Bühler, Malinvsky y Jakobson. Ver bibliografía.
62
En Doce ensayos sobre el lenguaje de varios autores. Rioduero. Madrid, 1974, págs. 215-227.
No se entiende, pero salta la chispa del sentimiento, de la sonrisa del humor en los
ojos y esa chispa lleva a adivinar, a captar lo que racionalmente no se comprende, esa
chispa es una puerta abierta a la comunicación.
AGRESIVIDAD Y LIBERACIÓN
Contra aquella fea mujer aplicaba yo mentalmente, siempre que la veía e incluso en
los momentos de papagayear el rosario, un raro trabalenguas, escogido de entre los
muchos oídos a mi madre y que hoy mismo sigo comprobando su justeza, la retrataba
graciosamente:
63
“La jitanjáforas” (1929-30) en La experiencia literaria. Ed. Bruguera, 1986, págs. 220.
Piraguamonte, piragua,
piragua, jevizarizagua.
Bio, bio,
que mi tambo le tengo en el río.
Lope de Vega
Morito pititán,
del nombre virulí
arrevuelto con la sal,
la sal y el perejil,
Perejil don, don,
perejil don, don,
las armas son,
del nombre virulí
del nombre virulán.
Anónimo
Del lenguaje popular son los apodos tan expresivos y lúdicos. Recuerdo algunos de los
que recogen o reinventan M. Delibes y C.J. Cela. De Delibes: La Uca-uca, Las
Guindillas, El Miñigo, El Undécimo Mandamiento. Cela, sólo en Brihuega (Viaje a la
Alcarria -primer viaje-) recoge una larga lista: El Portillo, El Capazorras, El Chapitel, El
Pincha, El Cagan idos, El Monafrita, El Padre Eterno, Chil y Huevo Fraysevino, Pioloco,
Mancobolo, Futiqui, Pilatos, etcétera.
64
La arboleda perdida. Seix Barral, pág. 32, 1975.
En este apartado intento convencer o, al menos, justificar para el que lo necesite, por
qué dar entrada a este mundo, a este lenguaje lúdico en el aula. Tal vez para algunos
pocos no sea una tarea seria, propia de una clase; otros, tal vez lo consideren una
pérdida de tiempo, porque en su furor nocio-funcionalista han extrapolado hasta
límites heterodoxos la “funcionalidad” y se preguntan para qué y cuándo un
extranjero necesita estos recursos.
En los apartados anteriores, hemos insistido en lo que podría ser la primera razón
para desarrollar la función lúdica en el aula: es una función si no primaria, sí vital en la
relación comunicativa, y favorece la comunicación de un modo posiblemente más
verdadero.
Es ley de todo proceso didáctico preguntarse por las necesidades e intereses del
alumno e intentar darles una respuesta. En esta línea es mi experiencia reiterada y
contrastada con mis colegas que las necesidades lingüísticas de los alumnos,
especialmente si residen en el país cuya lengua aprenden, pronto pasan del nivel de
subsistencia y necesitan captar mensajes más variados y estar alerta a las segundas
intenciones buenas o guasonas o... lúdicamente expresadas que caracterizan casi
todo discurso, desde el coloquial, al publicitario, al literario. Pronto, el alumno que
vive aquí, necesita saber el porqué de la hilaridad que provoca cuando dice
inocentemente: Profesor, estás muy bueno o cae en las múltiples meteduras de pata
a las que estamos habituados.
Por otro lado, las situaciones de comunicación que se crean en clase a través de este
tipo de actividades creadoras, desinhibidoras son más reales que las que se producen
con el típico diálogo en situación o la de los ejercicios estructurales. En el juego
siempre existe laguna de información, el proceso activo de descubrimiento dinamiza
a toda la persona y el aprendizaje es más eficaz. Además, la repetición propia del
65
En las encuestas que suelo realizar a los alumnos sobre sus necesidades lingüísticas, la de expresarse
LÚDICAMENTE es una constante, a partir del tercer curso e incluso a finales del segundo.
No se pretende hacer poetas o cómicos, sino sólo mostrar el valor de liberación que
puede tener la palabra, como dice Rodari, “no para que todos sean artistas, sino para
que nadie sea esclavo”.
CUÁNDO
¿Qué momentos son los adecuados para desarrollar la función lúdica de la lengua?
Ya dijimos más arriba que esta función es secundaria y, por tanto, complementaria en
el aprendizaje de un idioma. Cuando se va a sacar más provecho de este trabajo va a
ser en los niveles avanzados. Pero, y estamos todos convencidos, de que este
elemento lúdico puede y debe estar presente desde el principio. Actividades como la
discriminación de los nuevos fonemas y grafemas se prestan a múltiples juegos
formales: canciones, trabalenguas, pequeños poemas, diferentes tipos de
entonación, búsqueda de palabras que empiecen o acaben por el fonema o la letra
que se trabaja, combinar sílabas, comparar las onomatopeyas de los diferentes países,
las entonaciones, la risa de cada uno, las diferentes pronunciaciones de los
compañeros y de los españoles de procedencias diversas, crucigramas adecuados,
textos con clave, acrósticos..., aparte de trabajar y reírse de las múltiples meteduras
de pata de cada uno. Algunos ejemplos:
No le gustaría...
66
Ver la selección recogida por C. Bravo Villasante en la Antología de la literatura infantil española,
tomo 3, pág. 48 y ss.
Otro aspecto del cuándo desarrollar esta función, tiene que ver con la programación
no de los diferentes cursos, sino de cada unidad. Puede adaptarse a las situaciones de
comunicación que se abordan en clase, a las funciones programadas y a las
estructuras que se estén interiorizando (adivinar, por ejemplo, en quién pensamos -un
compañero, un personaje-, con la estructura del condicional: si fuera pájaro, libro,
ciudad, mueble... qué sería). Pero también podemos, por qué no, cambiar el aire de la
clase, ¡hop!, crear un clima distendido, lúdico, misterioso y empezar a TIPOTEAR, a
dejar volar la memoria y la imaginación con una palabra, crear un texto colectivo,
jugar a la “BODA CHINA”, reinventar una canción...
Pueden ser actividades gratuitas, como lo es jugar, pero también como el juego,
llevan consigo la socialización y la comunicación y con ellas la interiorización de la
nueva lengua.
En relación a lo lúdico, lo poético, lo artístico hay quienes nacen con estrella, con un
don o con un DUENDE. Estos privilegiados lo regalan todo, pero raramente nos
enseñan el camino; es algo, consideran, que no se enseña ni se aprende, se lleva
dentro.
En el polo opuesto están los que se podían llamar ESTRELLADOS, los profesores
ejecutivos para los que este acercamiento lúdico al lenguaje no tiene lugar.
Posiblemente carecen de una verdadera experiencia lingüística y, por tanto, no
pueden transmitirla. (Suscitar esta experiencia me parece una de las tareas más
importantes en la formación de profesores de lengua.)
En medio nos situamos los que ni nacimos con estrella, ni estrellados, pero estamos
TOCADOS por el placer el lenguaje, captamos las posibilidades que tiene y nos
empeñamos en buscar las estrategias de lo creativo, LA GRAMÁTICA DE LA FANTASÍA. A
continuación ofrezco una lista de posibles tipos de actividades que pueden favorecer
el desarrollo de la función lúdica en nuestros alumnos. Aunque nuestra experiencia
sea limitada sólo con abrir esta puerta damos entrada a personas, quizá, mejor
dotados que nosotros.
1. La comprensión o la producción.
2. Los diferentes niveles en el aprendizaje.
3. Aplicadas a las diferentes funciones y situaciones de comunicación.
4. Como apoyo en la interiorización de determinadas estructuras.
TIPOS DE ACTIVIDADES
- Captar el valor del juego fónico en anuncios, canciones, títulos, juegos, etcétera.
- Oír, buscar, inventar palabras que empiecen o terminen por la misma letra, la misma
sílaba.
PALABRA (SIGNIFICANTE)
- Buscar todas las palabras que se pueden formar a partir de las letras contenidas en
una primera. Asociarlas rítmicamente.
- Combinar dos o más palabras elegidas para formar un nuevo producto comercial,
un nuevo animal, una ciudad, etcétera.
- Utilizar prefijos y sufijos con palabras que 'no lo llevan. (PREFIJO ARBITRARIO de G.
Rodari). Definir el resultado.
PALABRA (SIGNIFICADO)
- Campos asociativos.
- Posibilidades: N y N, N y Adj., N y V.
N con complemento y N. con complemento, etcétera.
- Componer frases, cada uno una parte, sin conocer la otra o conociéndola. (Se
puede practicar con estructuras más o menos complejas.)
- Acrósticos: inventar una frase espontánea a partir de las letras de una palabra.
- Introducir la palabra deseada en una frase: las palabras así introducidas forman una
frase conocida que hay que adivinar.
TEXTO
- Así se puede trabajar sobre textos como: noticias, anuncios, historias, cartas, dichos
y expresiones coloquiales, retahílas, poemas, canciones, etcétera.
TALLER LÚDICO
El objetivo del trabajo que se planteó en esta fase, era el de realizar algunas de las
actividades propuestas, para verificar la oportunidad de la aplicación didáctica, en
cada caso. El resultado fue, es siempre, creador, divertido, y fecundo didácticamente.
EJEMPLOS
- Captar el valor del juego fónico en anuncios, canciones, títulos, juegos, poemas.
• El grupo inglés de rock U2, en español se lee U dos, y no sugiere nada; sin
embargo, en inglés, es homófono de you too, tú también, y es significativo,
creo yo, del mensaje del grupo.
• Anuncios como Ibiza en bici, o Este verano esté donde esté, estaremos con
usted, juegan con una repetición de sonidos que convierte al anuncio en un
slogan fácil de repetir.
• La poesía, tanto popular, como culta, hace un especial uso de estos recursos:
EL FAROLERO Y SU NOVIA
— Bien puedes amarme aquí,
que la luna yo encendí,
tú, por ti, sí, tú, por ti.
— Sí, por mí.
— Bien, puedes matarme aquí,
faro, farol, farolera,
la más álgida que vi.
— Bueno, sí.
• Los juegos de entonación son un buen ejercicio, para que de una manera
desinhibida, sin miedo al ridículo, se practique este aspecto tan importante en la
adquisición de un nuevo idioma. Antes ya hemos sugerido diferentes tipos de
entonaciones. El llamar a un compañero, o el repetir la conocida frase de “Juan
el tuerto se ha muerto...“ en diferentes tonos y modalidades, son también una
buena gimnasia de entonación.
• Por ejemplo, empezamos buscando palabras en las que entren los fonemas /k/ y /j/:
caja, queja, coja, quejar, coger, cojear, cajero, quejido, quijada, cajón, quejoso, jaca,
jaque, jeque, recoger... Con estas palabras podemos organizar frases de mayor
dificultad: Una jaca coja se quejaba de su jeque que cojeaba recogiendo cajas para su
peque. Los mismos fonemas que los que se repiten en la copia popular: Un cojo
cojeando, cogiendo flores, decía a otro cojo: — Cojo, ¿qué coges?, cojo, ¿qué
coges?, cojo, ¿qué coges?, un cojo cojeando, cogiendo flores.
- Buscar todas las palabras que se pueden formar a partir de las letras contenidas de
una dada. Asociarlas rítmicamente:
• Sacar dos palabras de una dada más larga puede dar los siguientes resultados:
político (tilo y pico), teléfono (foto y leen, feto y león), petróleo (oler y peto).
- Combinar dos o más palabras elegidas para formar un nuevo producto comercial,
un nuevo animal, una ciudad, un nombre:
• Por ejemplo con las palabras: mechero, árboles, estuche, bolígrafo, libro, pájaro,
puede resultar: meboles, artuche, bolibro, ijaro, lituche... Un lijaro puede ser un
pájaro que tiene una lija en la parte posterior de las patas. Un lichera, un lechero un
poco cursi.
Palíndromas: Roma - amor, Adán - nada, odiar - raído, animal - lámina. Aunque con la
lectura al contrario no se obtenga una palabra existente, el resultado es siempre
curioso: Onumanu, soñin, loñapse. Siempre es divertido contar el cuento de
Caperucita con este mismos proceso: Tacirupeca Jarro bai por el quebos a saca de la
talibuea. De toprón el bolo...
PALABRA (SIGNIFICADO)
- Captar en anuncios, chistes y situaciones de la vida cotidiana el juego a que dan las
palabras polisémicas, homónimas y sinónimas:
• Tanto para este tipo de actividades, como para las que se refieren al juego
formal, me remito a los anuncios recogidos de la prensa que ofrezco más
adelante.
- Adivinanzas:
FRASE
Los tipos de actividades que se presentan en este apartado trabajan sobre estructuras
dadas; se pide al alumno imitar el modelo siguiendo la misma estructura, o rellenar
libremente una estructura que se pretende que asimile.
• Dos grupos eligen en secreto, cada uno una palabra que, presumiblemente,
no guardan ninguna relación entre ellas. A continuación se asocian.
• En nuestro taller, creo que salieron: forro y nube. La asociación recubre mil
formas diferentes: Forros y nubes, Forros de nubes, Nubes de forro, Nubes con
forro, Forrado de nubes, o ¿cómo hacer una nube con un forro, o un forro con
una nube? ¿Qué le dijo el forro a la nube?...
- Componer frases, cada uno una parte, sin conocer la otra, o conociéndola. (Se
puede practicar con estructuras más o menos complejas):
Si fueras un actor?
— Me gustaría siempre
hacer escenas de amor.
• Por ejemplo, con los mismos textos de los alumnos, copiados arriba: Si fuera
un actor, por delante, me gustaría, por detrás, siempre por delante, hacer
escenas de amor, por detrás.
Como en la frase, también para el texto, para los diferentes tipos de textos, es fácil
deducir una estructura sencilla que se puede rellenar libremente, en trabajo de grupo
o personal. Si se realiza colectivamente, o poniendo en común los resultados
parciales, el trabajo sobre léxico, estructuras sintagmáticas, puntuación, ortografía es
especialmente rico. Las modificaciones se hacen entre todos, el profesor puede ir
anotando en la pizarra las diferentes aportaciones y se negocian las elecciones finales.
La participación, además de movilizar los recursos de cada alumno, enriquece el
contenido y el resultado final.
Como para el trabajo con la frase, también aquí, se puede imitar directamente un
modelo, o rellenar una estructura dada. Si se imita el modelo, se cambian los
personajes, las situaciones, los diálogos o cualquier otro elemento. Seguir una
estructura dada puede ofrecer diferentes grados de dificultad. Una estructura sencilla
es la que ofrezco al final para la elaboración de un pequeño poema. Una estructura
más compleja, más libre y que requiere mayor dominio lingüístico puede ser, por
ejemplo, la siguiente:
Narración de aventuras:
Personajes:
Protagonista, personaje que desea conocer el mundo afrontar un riesgo.
Antagonista.
Personajes secundarios: amigos, colaboradores y oponentes.
Momentos:
Salida de su casa o de su tierra.
Encuentro.
Obstáculo.
Lucha.
- Cualquier texto contado, escrito entre todos es una fiesta. Si queremos hacer el
diario, el retrato de un personaje ideal..., cada alumno va añadiendo una frase; entre
todos se expresa de la mejor forma, y el resultado es un éxito colectivo en el que cada
uno tiene su parte. Ofrezco, a continuación, algunos ejemplos sobre poemas.
Cantiga
En el texto de Gil Vicente, después de solicitar la presencia del marinero, del caballero
y del pastorcico, el verso siguiente expresa una acción propia de cada personaje
(introducida a través de una oración de relativo). Nosotros podemos hacer lo mismo
con el interlocutor que hemos elegido. El amanecer, por ejemplo, trae el día..., el
mediodía es la plenitud del sol..., el anochecer es el momento mágico, para el
misterio, para el amor... Entre las ideas de todos se eligen las más logradas, y al darles
forma, el profesor va transmitiendo el sentido del ritmo de lo que suena mejor, del
tono que requiere cada poema.
El último verso elige tres características del interlocutor para preguntar si éstas son tan
bellas como la doncella. El juego no es difícil. Al capitán de un barco se le puede
preguntar por el barco, por el mar, por el horizonte, por el puerto. Al amanecer, por
la luz, el color, el mar o la tierra que ilumina...
No creo que Gil Vicente se enfade por lo que él pueda haber inspirado y enseñado,
aunque los resultados sean viles imitaciones. Un ejemplo:
Se permite lo macarrónico:
Para terminar ofrezco una estructura sencilla, muy rítmica y fácil de llevar a la práctica.
Con un trabajo como el que he apuntado anteriormente y con un poco de cuidado de
que las palabras no sean demasiado pobres bonito, interesante, bueno..., ni
demasiado rebuscadas, dada la ligereza de la estructura, se puede escribir algo
legible, incluso bueno; los alumnos, a veces, nos sorprenden con hallazgos bellísimos:
Intento rehacer el poema que creamos en el taller. La palabra elegida fue volcán:
Un volcán,
en la luna, en el sueño, en el mar,
ardiente, profundo, feroz
rasga, rompe, estalla.
Es una luz herida, un fuego roto,
mi volcán, este volcán.
¡Qué siga el juego! Que las palabras jueguen con nosotros en clase alguna vez, y nos
hagan más creativos y más libres, siempre.
67
Tomado por F. Velázquez Siempre palabras nuevas. Narcéa, pág. 176. Madrid, 1977.
ANUNCIOS
Los textos de los anuncios que transcribo a continuación son una muestra del papel
que juegan el aspecto lúdico del lenguaje en la publicidad. Están recogidos en la
prensa del verano de 1987.
La SER enforma:
1º SER, 2º también.
Hoy por hoy lo 1º es hoy por hoy
SER la 1ª de la Villa. Y, Corte
SER de Madrid, al cielo.
La SER en forma.
El verano SEAT. Ven a veranear a nuestra costa. Este verano va a ser sonado:
Ibiza del Sol, Marbella Playa, Málaga Brisa con radiocasete. Porque los nuevos
SEAT de verano tienen tanta marcha como tú.
Ibiza en bici.
Este verano, en Madrid, Radio Minuto se oye con más frecuencia. (El 8 de
agosto, Radio Minuto cambia del 91 al 105 del dial para que oigas música y
noticias con más frecuencia).
Madridorm, Benimadrid.
BIBLIOGRAFÍA
ALARCOS LLORACH, E.: Fonología expresiva y poesía. “Archivum” 11, pág. 179 y ss.,
1950.
CARE, J. M., Y DEBYSER, F.: Jeu, langage et creativité. Hachette Larousse. Paris, 1978.
PELEGRÍN, A.: Poesía española para niños (ver especialmente la introducción). Taurus.
Madrid, 1986.
WEIS, F.: Jeux et activités communicatives dans la classe de langue. Hachette, Paris,
1980.
REYES. A.: La experiencia literaria (1941). Bruguera. Barcelona, 1986. Ver el capítulo:
Las jitanjáforas, págs. 212-264 (1929).
YNDURÁIN HERNÁNDEZ, F.: Para una función lúdica del lenguaje en “Doce ensayos
sobre el lenguaje”, Rioduero. Madrid, 1974.