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ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN

Rev. Otorrinolaringol. Cir. Cabeza Cuello 2014; 74: 123-133

Biometría etmoidal realizada por tomografía computarizada


Biometrics ethmoid by Computed Tomography

Carlos Mena C1, Blas Medina R1.

Resumen
Introducción: El etmoides, en los últimos 20 años adquirió relevancia para anatomistas,
clínicos, neurocirujanos y otorrinolaringólogos, por el desarrollo de técnicas quirúrgicas
endoscópicas y múltiples variantes anatómicas que presenta.
Objetivo: Este trabajo fue elaborado con el objetivo de establecer en nuestra muestra la
profundidad del techo etmoidal predominante por sexo en población estudiada; frecuencia
con la que se presenta simetría en el techo etmoidal; frecuencia con la que se encuen-
tran celdas supraorbitarias en población estudiada; por último, se pretende establecer
percentiles por sexo de dimensiones del etmoides en población adulta.
Material y método: Estudio observacional descriptivo de corte transverso en el que
se realizó revisión retrospectiva, consecutiva de tomografías de senos paranasales en
cortes axiales, coronales y sagitales de pacientes mayores de 20 años, del Departamento
de Radiología de los Hospitales, de Clínicas, del IPS, del Regional de Luque, Clínica Iribas
y del Instituto Radiológico Calvo, Asunción, Paraguay.
Resultados: Se encontró que la profundidad del techo etmoidal fue de Keros II en
ambos sexos y ambas fosas nasales; se encontró simetría en el 60%; celdas supraorbi-
tarias se encontraron en el 27,5% de casos.
Conclusiones: Mediciones realizadas por tomografía computarizada en etmoides
de pacientes que participaron del estudio, no difieren de las mediciones realizadas por
otros autores. Estos resultados contribuyen a mejorar conocimientos de variantes ana-
tómicas propias de nuestra población para difundirlos, ponerlos en práctica y mejorar
la experiencia en el manejo integral de pacientes con patologías médico-quirúrgicas de
senos paranasales.
Palabras clave: Biometría etmoidal; techo etmoidal; ancho del etmoides; celdas
supraorbitarias.

Abstract
Introduction: The ethmoid is a structure that has become relevant for anatomists,
clinicians, neurosurgeons and otolaryngologists due the great development of endoscopic
surgical techniques and multiple anatomic variants.

1
Médico Otorrinolaringólogo. Hospital de Clínicas U. N. A. Paraguay.

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Revista de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello

Aim: This work was developed with the goal of establishing in our sample studied, depth of
ethmoid roof, predominant by gender; frequency with which symmetry in ethmoid roof is presen-
ted, and frequency with which supraorbital cells is in sample studied. Finally, the study is aimed
to establish percentages by gender, the dimensions of the ethmoid on adult population.
Material and methods: The cross-sectional, descriptive observational study in which
retrospective review was performed consecutively, tomographic studies of the paranasal
sinuses in axial, coronal and sagittal on patients over 20 years old at the Radiology De-
partment of the Hospitals, Clinics, IPS, Regional in Luque, Iribas Clinical Institute, and
Calvo Radiological Institute.
Results: The studies performed revealed that the depth of the ethmoid roof was Keros
II in both genders and both nostrils, the symmetry was found in 60%, the supraorbital
cells were found in 27.5% of both cases.
Conclusions: Measurements by computed tomography in ethmoid bone of patients who
participated in this study do not differ from the measurements performed by other authors.
Key words: Biometrics ethmoid, ethmoid roof, width of the ethmoid, supraorbital cells.

Introducción la fosa olfatoria, o puede ser solamente de forma y


tener la misma profundidad de cada lado9-12.
La anatomía y las variantes anatómicas que Es el conocimiento de las variantes anatómicas
el etmoides puede presentar, seguirán siendo lo que ayuda a no tener complicaciones en las
objeto de estudio de los anatomistas, radiólogos, cirugías endoscópicas de la base del cráneo, ya
otorrinolaringólogos y neurocirujanos, teniendo en que estas variantes pueden estar en estrecha rel-
cuenta que muchas de las complicaciones de las ación con estructuras nobles. Por citar un ejemplo,
cirugías endoscópicas de senos paranasales son entre las complicaciones mayores, encontramos la
evitables, con el solo conocimiento de la anatomía fístula de líquido cefalorraquídeo, la cual se rela-
y las variables que este hueso puede presentar de ciona con una profundidad de la fosa olfatoria bien
un paciente a otro1-3. baja, es decir Keros III4,13,14.
Varias son las complicaciones de las cirugías Existen variantes anatómicas de neumatización,
endoscópicas que se relacionan con las variantes derivadas de las celdillas etmoidales, que algunos
anatómicas de este hueso. El techo etmoidal, por autores las denominan como de migración extra-
ejemplo, específicamente la fosa olfatoria, fue mural en el desarrollo del seno etmoidal15,16. Estas
objeto de estudio de varios autores, por ser una variantes, pueden producir una patología obstruc-
región vulnerable a sufrir lesiones en la cirugía tiva de los senos paranasales, pero también consti-
endoscópica y provocar así una de las compli- tuyen un potencial peligro quirúrgico17,18. Dentro de
caciones mayores, como es la fístula de líquido este grupo de variantes encontramos por ejemplo,
cefalorraquídeo. Keros4, en 1962, estableció la las celdas supraorbitarias; celdilla etmoidal que se
clasificación del techo etmoidal, según la diferencia extiende en dirección supero-lateral entre la pared
en el nivel de la lámina cribosa o fosa olfatoria; medial de la órbita y el techo del etmoides. Estas
posteriormente otros autores se basaron en esta celdas tienen una frecuencia que puede variar entre
clasificación, para realizar sus respectivos estu- 5,4% y 15% según los autores19-21.
dios, la cual se utiliza hasta nuestros días5-8. Entre las medidas importantes que se relacio-
Es bueno destacar que esta clasificación de nan con el hueso etmoides, encontramos una de
Keros se debe hacer para cada fosa nasal de forma mucha utilidad para el cirujano otorrinolaringólogo
independiente, ya que puede haber asimetrías y o neurocirujano, como es la distancia existente
éstas pueden ser relevantes en el momento de entre el techo etmoidal y el suelo nasal, ya que esta
planear una cirugía de senos paranasales. Estas distancia nos permite tener una idea de la distancia
asimetrías, pueden ser de varios milímetros de a la que se encuentra la base del cráneo en las
diferencia entre un lado y otro de la profundidad de cirugías de esta región. Esta distancia, que debe

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BIOMETRÍA ETMOIDAL REALIZADA POR TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA - C Mena, B Medina

mesurarse en cada fosa nasal de forma separada, en la base del cráneo, que pueda ocasionar una
en la literatura se la encontró en promedio, 52,3 morbilidad en el paciente25-27.
mm del lado izquierdo y 51,8 mm del lado derecho,
con una variación de aproximadamente ± 5,2 mm
de cada lado9,22. Objetivos
Otra de las medidas a tener en cuenta en la
cirugía endoscópica es la distancia existente entre 1. Identificar la profundidad del techo etmoidal
el techo del etmoides y el cornete medio, que predominante según el sexo en la población
también forma parte del etmoides, recibiendo el estudiada.
nombre de primera concha etmoidal. Se encontró 2. Determinar las medidas promedio del etmoides
en la literatura una distancia que varió entre 26 mm según el sexo.
y 27,7 mm del lado izquierdo y 25,9 mm y 28,5 3. Establecer la frecuencia con la que se presenta
mm del lado derecho, según la profundidad de la la simetría en el techo etmoidal.
fosa olfatoria9. 4. Identificar la frecuencia con la que se encuentran
La altura del etmoides, es otra medida de im- las celdas supraorbitarias en la población
portancia para los cirujanos otorrinolaringólogos, estudiada.
por las relaciones que tiene este hueso con la 5. Establecer percentiles por sexo, de las dimensiones
órbita y las estructuras que se encuentran en el- del etmoides en la población adulta.
las. Existen autores que relacionan directamente la
altura del etmoides con la altura del seno maxilar y
la expresan en proporciones6. Material y método
La longitud del techo etmoidal, otra de las med-
iciones de interés para los cirujanos de la base del Estudio observacional descriptivo de corte transverso
cráneo, se realiza desde el ángulo etmoido-frontal, en el que se realizó la revisión retrospectiva en forma
hasta el inicio del rostrum del seno esfenoidal. Si consecutiva de los estudios tomográficos de senos
bien es cierto no tiene una importancia quirúrgica paranasales en corte axiales, coronales y sagitales
significativa a la hora de realizar una cirugía de de los pacientes mayores de 20 años de edad, de
la base del cráneo, complementa las mediciones nacionalidad paraguaya, de raza blanca tipo nativa,
anteriores del etmoides, es decir tiene una impor- provenientes tanto de la capital como del interior
tancia anatómica23. del país (Paraguay). Los estudios se realizaron en
Otra de las medidas que tienen tanto un interés los Departamentos de Radiología: del Hospital de
quirúrgico como anatómico, es la distancia que Clínicas, del Hospital Central del I.P.S., del Hospital
existe entre el cornete medio y la lámina papirácea Regional de Luque, de la Clínica Iribas y del Instituto
del etmoides del mismo lado, ya que lo que se Radiológico Calvo entre enero y diciembre de
busca es familiarizarse con la distancia existente 2012.
entre estas dos estructuras, a fin de evitar las com- Los cortes tomográficos fueron realizados por
plicaciones de las cirugías endoscópicas de senos lo general con 3 mm de espesor en las distintas
paranasales, como son el hematoma orbitario y el incidencias de imágenes (axiales, coronales y sa-
enfisema orbitario13,14,24. gitales). Las imágenes fueron recolectándose a lo
Para el cirujano de la base del cráneo, ya sea largo del periodo en discos compactos, para luego
otorrinolaringólogo o neurocirujano y para fines almacenarse en un ordenador, utilizando el progra-
didácticos, ya sea a residentes de estas especiali- ma K-PACS Workstation V1.6.0, que nos permitió,
dades o para los anatomistas, existe una medición aparte del almacenamiento de imágenes, realizar
bastante importante como es la distancia entre la mediciones (operador dependiente) en milímetros
fosa nasal y el techo etmoidal, ya que las cirugías y en todas las dimensiones tomográficas.
endoscópicas son las más utilizadas en los últimos Se realizaron las siguientes mediciones: Pro-
20 años, uno debe estar en conocimiento acabado fundidad de la fosa olfatoria; distancia entre el
de la profundidad a la que puede llegar con los techo y el piso de cada fosa nasal por separado;
instrumentales quirúrgicos sin causar una lesión altura del hueso etmoides; distancia entre el techo

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Revista de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello

etmoidal y el borde libre del cornete medio; distan- de investigación fue de 196. Se llegó a esta cifra
cia entre la lámina papirácea y el cornete medio; utilizando estadística descriptiva del libro de Hulley
distancias mínima y máxima entre el techo etmoi- & Cummings28.
dal y la espina nasal anterior; ancho del etmoides y Los datos obtenidos fueron almacenados en
la longitud antero-posterior del techo etmoidal. Se una planilla Excel y analizados con los programas
buscó también la presencia de las celdas supraor- estadísticos SPSS y Epi Info 2007 aplicándose
bitarias (Figuras 1 y 2). Las mediciones se realiza- estadística descriptiva para determinar las medidas
ron en cada sexo por separado, obteniéndose dos de tendencia central y dispersión para las variables
grupos. Para la medición de la fosa olfatoria, se cuantitativas y distribución de frecuencias en las
utilizó la clasificación de Keros. Se consideró Keros cualitativas. Los resultados fueron estratificados
I cuando esta medición fue menor o igual a 3,9 por edad y para establecer diferencias significati-
mm. Keros II cuando esta medición resultó entre vas se utilizaron las pruebas t student y X2 a un
4 y 7,9 mm y Keros III cuando la medición resultó nivel de significancia <0,05.
por encima de 8 mm. Todas las mediciones realizadas se agruparon
La simetría del techo etmoidal, se evidenció en una tabla en donde se presentó la media y la
por una diferencia en la medida de cada fosa olfa- desviación estándar encontrada de cada una de
toria por separado; se consideró asimétrica cuando ellas, por sexo, con el fin de establecer parámetros
se encontró un milímetro o más de diferencia entre anatómicos estándares para futuras investigacio-
cada lado del techo etmoidal; se tuvo en ocasiones nes y otra tabla en la cual se incluyeron los percen-
una misma clasificación de Keros, pero se consi- tiles encontrados.
deró asimétrico si la diferencia fue de un milímetro
o más. Fueron excluidos los estudios tomográficos
de pacientes menores de 20 años por no tener aún Resultados
un completo desarrollo de los senos paranasales, o
con antecedentes de cirugías, tumores o fracturas De un total de 200 tomografías evaluadas, 102 (51%)
de los senos paranasales o de la base del cráneo, pertenecían a pacientes del sexo masculino. El rango
que se constaten en el estudio, en quienes la anato- etario estuvo entre 20 y 91 años, siendo la media ±
mía se encuentre alterada por dichos antecedentes desvío estándar de 46,3 ± 17,2 años; la edad media
patológicos. ± desvío estándar en el sexo femenino fue 47,1 ±
El cálculo del tamaño de la muestra fue he- 16,8 años y en el sexo masculino 45,6 ± 17,7 años;
cho considerando los resultados encontrados en la diferencia no fue significativa. En la Tabla 1 se
el trabajo de Monjas-Canovas y cols20, donde el puede observar la distribución por sexo y edad de
tamaño de la muestra mínimo para este trabajo los participantes del estudio (Tabla 1).

Figuras 1 y 2. Mediciones realizadas en los cortes axiales y sagitales respectivamente.

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BIOMETRÍA ETMOIDAL REALIZADA POR TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA - C Mena, B Medina

Tabla 1. Distribución por sexo y edad de los participantes

Edad Masculino Femenino Total


20-39 43 (42,15%) 32 (32,6%) 75 (37,5%)
40-59 36 (35,3%) 40 (40,8%) 76 (38%)
≥60 23 (22,5%) 26 (26,5%) 49 (24,5%)
Total 102 (51%) 98 (49%) 200 (100%)

Con relación a la profundidad de la fosa olfato- significativa en casi todas las mediciones reali-
ria, se encontró que la mayoría de la población es- zadas, a excepción de la profundidad de la fosa
tudiada presento una profundidad de tipo Keros II, olfatoria.
en ambos sexos y en ambas fosas nasales, como Con relación a la simetría entre ambas fosas, se
se puede apreciar en la Tabla 2 (Tabla 2). encontró del total de 200 tomografías estudiadas,
En la fosa nasal derecha se obtuvo una profun- techos etmoidales simétricos en 120 casos (60%)
didad de 5,2 mm en el sexo masculino y de 4,7 mm de los cuales eran del sexo masculino 63 (52,5%).
en el sexo femenino, lo que equivale a la clasifica- De los 80 (40%) techos asimétricos, eran del sexo
ción de Keros tipo II. Esta diferencia fue evaluada masculino 39 (48,7%).
con la prueba t student y resultó no significativa. Se buscó en los estudios tomográficos la pre-
En la fosa nasal izquierda, la profundidad en- sencia de las celdas supraorbitarias, identificándo-
contrada en el sexo masculino fue de 5,4 mm y en se en 55 tomografías (27,5%) y estuvo ausente en
el sexo femenino fue de 4,9 mm. También cae den- 145 estudios tomográficos (72,5%).
tro de la clasificación de Keros tipo II para dicha En la Tabla 4 se observa la distribución por
fosa. La diferencia en este caso entre ambos sexos sexo y edad en las cuales fueron encontradas las
tampoco resultó significativa, utilizando también celdas supraorbitarias en los estudios tomográfi-
aquí la prueba t para comparar las medias. cos (Tabla 4).
A continuación se presenta en la Tabla 3, las Se utilizo la prueba de X2 con un nivel de signi-
medias de las variables utilizadas en el estudio ficancia de p <0,05, encontrándose una diferencia
según el sexo (Tabla 3). no significativa entre sexos para la presencia de las
En los análisis estadísticos realizados con la celdas supraorbitarias (p =0,117).
prueba t, según el sexo, para las demás variables Para los diferentes rangos etarios utilizados, se
medidas, se encontró diferencia estadísticamente encontró que la presencia de las celdas supraorbi-

Tabla 2. Distribución por sexo de la clasificación de Keros para la fosa olfatoria

Keros Fosa olfatoria Sexo Sexo Total


Masculino Femenino

I (0-3,9 mm) Derecha 32 (15,7%) 36 (18,3%) 68 (17%)


Izquierda 24 (11,7%) 27 (13,7%) 51 (12,8%)

II (4-7,9 mm) Derecha 60 (29,4%) 57 (29,1%) 117 (29,2%)


Izquierda 68 (33,3%) 64 (32,6%) 132 (33%)

III (≥8 mm) Derecha 10 (4,9%) 5 (2,5%) 15 (3,8%)


Izquierda 10 (4,9%) 7 (3,6%) 17 (4,2%)

Total 204 (51%) 196 (49%) 400 (100%)

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Revista de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello

Tabla 3. Medidas de tendencia central y dispersión del etmoides según sexo



Media ± DE Media ± DE Valor p
Masculino Femenino

Profundidad fosa Derecha 5,3±1,9 4,8±1,7 0,068


olfatoria Izquierda 5,4±1,9 4,9±1,8 0,111
Distancia techo- Derecha 46,9±3,5 44,1±3,6 <0,001
piso FN Izquierda 47,3±3,6 44,3±3,4 <0,001
Altura etmoidal Derecha 31,1±5,2 27,3±5,4 <0,001
Izquierda 32,1±5,4 28,8±5,7 <0,001
Techo etmoidal - Derecho 25,2±3,8 24±3,1 0,021
Cornete medio Izquierdo 25,4±3,6 24,5±2,9 0,045
Lámina papirácea Derecha 10,7±2,6 9,9±1,6 0,019
- Cornete medio Izquierda 10,7±2,3 10,1±1,7 0,05
Distancia techo Máxima 70,2±6 64,9±5,1 <0,001
etmoidal-espina Mínima 54,2±3,9 51,4±3,6 <0,001
nasal anterior
Ancho del 25,8±2,9 25±2,7 0,037
etmoides
Longitud ántero- 32,9±5,8 30,9±5 0,013
posterior techo
etmoidal
Prueba estadística usada t student, significancia <0,05.

Tabla 4. Frecuencia de celdas supraorbitarias según edad y sexo en los participantes

Celda Supraorbitaria
Edad Masculino Femenino Porcentaje
20-39 15/43 (34,9%) 7/32 (21,9%) 22/75 (29,3%)
40-59 9/36 (25%) 9/40 (22,5%) 18/76 (23,7%)
≥60 9/23 (39,1%) 6/26 (23,1%) 15/49 (30,6%)
Total 33/102 (32,4%) 22/98 (22,4%) 55/200 (27,5%)
Prueba estadística usada X , significancia <0,05.
2

tarias en cada grupo, por número de pacientes por Discusión


grupo, resultó no significativa (p =0,631).
Se elaboró una tabla con los percentiles encon- Sin lugar a dudas, entre las variables más importantes
trados de las distintas mediciones realizadas para medidas por este estudio fue la profundidad de la
cada sexo, a fin de establecer parámetros que podrían fosa olfatoria, la cual fue mesurada por primera
ayudar a futuras investigaciones sobre esta área. vez en 1962 por Keros4. Se obtuvo y marcado
En la Tabla 5 se presentan los percentiles cal- predominio del Keros II en ambas fosas nasales y
culados según el sexo para cada variable utilizada en ambos sexos. Estos resultados son coincidentes
(Tabla 5). con la literatura consultada, ya que tiene una gran

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BIOMETRÍA ETMOIDAL REALIZADA POR TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA - C Mena, B Medina

Tabla 5. Percentiles calculados para cada variable contínua según el sexo

Sexo Percentiles
5 10 25 50 75 90 95
Profundidad fosa olfatoria Derecha F 2,1 2,8 3,4 4,5 5,9 7 8,6
M 2,2 2,6 3,5 5,2 6,9 7,9 8,5
Izquierda F 2,1 2,4 3,5 4,9 6,3 7,6 8,3
M 2,2 2,6 3,9 5,5 6,8 8 8,6

Distancia techo-piso Derecha F 37,8 39,2 41,7 44,3 46,3 48,6 51


M 40,9 42,3 44,4 47,1 49,3 51,7 53
Izquierda F 38,9 39,7 41,9 44 47 48,8 50,4
M 41 42,5 44,9 47,4 49,6 52,2 53,9

Altura etmoidal Derecha F 18,8 20,4 23,2 27,7 31,7 33,8 36,8
M 21,9 23,7 27,9 31,6 34,5 37,3 39,8

Izquierda F 19,3 21,2 24,2 28,6 33,6 36,5 39,3


M 21,5 24,3 28,5 32,8 36,2 39,1 39,6

Techo etmoidal-Cornete Derecho F 18,2 19,9 22,4 24,2 26 28 28,8


medio M 18 20 23,2 25,6 27,3 29,6 31,1
Izquierdo F 19,4 20,1 22,8 24,6 26,3 28,3 29
M 19,1 20,5 23,3 25,3 27,9 29,8 31,3

Lámina papirácea-cornete Derecho F 7,3 7,9 8,7 10,1 11,1 11,7 12,8
medio M 7,4 8,1 9,3 10,6 11,7 13,1 14,2
Izquierdo F 7,6 8,1 8,6 10 11 12,3 13,6
M 7,5 8,3 9,3 10,7 11,8 13 14

Distancia techo etmoidal- Mínima F 45,4 46,9 48 51,5 53,8 57 57,7


espina nasal anterior M 47,4 49,9 51,7 54,1 56,9 59,4 60,8

Máxima F 57,4 58,6 60,9 64,5 68,4 72 74,9


M 61,1 62,3 66,6 70,3 73,6 77 80,9

Longitud ántero-posterior techo F 24,1 25,3 27,5 30,1 33,2 37,4 44


etmoidal M 25,1 25,8 29,3 32,1 35,5 39,8 44,7
Ancho del etmoides F 20,9 21,5 23,2 24,7 26,8 28,4 30
M 21,1 22,3 23,6 25,8 27,7 29,6 30,2

variación que va desde 16% al 70% para algunas cia, rondando en 81,5% aproximadamente. Esto
series4,29. podría corresponder a diferencias étnicas, ya que
En lo que respecta a la profundidad de la fosa existe una diferencia marcada con los resultados
olfatoria, tipo Keros I, en esta serie fue la segunda encontrados en la población filipina4,30.
en frecuencia; en algunas series consultadas, se La importancia de la profundidad de la fosa
encontró bastante similitud en lo que respecta a olfatoria radica en la fragilidad que se genera en la
esta profundidad de fosa olfatoria, pero se encon- lámina cribosa, teniendo el cirujano mayor posibili-
tró diferencias bastante significativas con otras dad de complicación en una cirugía endoscópica de
series, en las que este tipo fue la de mayor frecuen- senos paranasales; siendo más explícito, a mayor

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Revista de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello

profundidad, mayor posibilidad de complicaciones encontró en la literatura una medición que abarque
mayores en cirugía endoscópica. En esta serie, la todo este ancho, sino solamente una que abarcaba
frecuencia de Keros III fue bastante baja en ambos desde el cornete medio hasta el apófisis uncifor-
sexos y ambas fosas nasales. En la literatura con- me, lo que sería solo el meato medio33. Como el
sultada, encontramos una variación amplia de este objetivo principal de este estudio es dar a conocer
tipo de techo, entre 0,5% y 64%29,30. las variantes en las medidas del etmoides, para la
Otra de las variables que se tuvo en cuenta en mejor orientación en los procedimientos quirúrgi-
este estudio es la distancia entre el techo y el piso cos, se pensó que lo mejor sería medir la distancia
de la fosa nasal. Se encontró en la literatura consul- entre la lámina papirácea y el cornete medio, a fin
tada, un promedio de 52,3 mm del lado izquierdo de evitar posibles complicaciones, ya que éstos
y 51,8 mm del lado derecho, con una variación de son los límites en las cirugías de etmoides anterior
aproximadamente ± 5,2 mm de cada lado. Existe di- y posterior. La diferencia entre ambos sexos en
ferencia en lo que se encontró en esta serie, ya que esta serie resultó significativa.
hubo diferencia significativa entre ambos sexos, Con el fin de delimitar la distancia del techo
obteniéndose en el sexo masculino 46,9 ± 3,5 para etmoidal a la entrada de la fosa nasal, se realizaron
la fosa nasal derecha y 47,3 ± 3,6 para la izquierda las mediciones de las distancias mínima y máxima
y en el sexo femenino, 44,1 ± 3,6 para la fosa nasal del techo etmoidal a la espina nasal anterior. En la
derecha y 44,3 ± 3,4 para la fosa nasal izquierda. literatura consultada se encontró una medición si-
Esta diferencia se debe a que en este estudio no milar, desde la espina nasal anterior hasta la arteria
se adicionó la profundidad de la fosa olfatoria a la etmoidal anterior, que se encuentra cerca del inicio
distancia entre el techo y el piso de la fosa nasal, del techo etmoidal, es decir lo que sería la distancia
ya que se consideró de vital importancia los límites mínima mesurada por nuestra serie. Esta distancia
precisos entre el techo y el piso9,22. encontrada en el estudio de Monjas-Cánovas y
La altura del hueso etmoides, resultó ser una cols20 fue de 55,5 ± 5,5 mm, lo que coincide en
variable difícil de comparar con la literatura, ya parte con lo encontrado por esta serie y comple-
que existen pocos artículos publicados que hayan menta lo encontrado en esa serie.
analizado esta variable, por lo cual se tuvo que El ancho del etmoides, definido como la distan-
recurrir a libros de anatomía clásica31 y a tratados cia existente entre una lámina papirácea y otra, o
de otorrinolaringología32 para poder relacionar por la distancia existente entre una cresta lacrimal
esta variable. Se encontró que variaba entre 25 y y la del lado contralateral por algunos autores34,
30 mm en promedio, sin tener en cuenta el sexo. coincide con los encontrados en la literatura, ya
Nuestra serie, podemos decir que se ajusta a lo que se considera normal para el sexo masculino
encontrado en estos libros, promediando ambos entre 21 y 28 mm, en promedio 26 mm y para el
sexos y ambas fosas nasales, se encuentra dentro sexo femenino entre 20 y 26 mm, en promedio
de lo descrito por la literatura31,32. 25 mm. Por encima de estos valores se consi-
La distancia existente entre el techo etmoidal dera hipertelorismo grado I, II o III según vaya
y el borde libre del cornete medio, fue otra de aumentando esta separación debido al ancho del
las variables estudiadas en esta revisión. Para etmoides34.
esta variable se encontró en la literatura que el La longitud ántero-posterior del techo etmoidal,
promedio oscilaba entre 25,9 mm y 28,5 mm para es una medida encontrada en la literatura, especí-
el lado derecho y entre 26 mm y 27,7 mm para el ficamente en los libros clásicos de anatomía31 y
lado izquierdo9. En esta serie de casos se hace la otorrinolaringología32, las cuales arrojaron medidas
aclaración por sexo, ya que la diferencia resultó como 30 mm o entre 40 y 50 mm respectivamente,
estadísticamente significativa. De todos modos sin detallar la forma de medición de esta zona.
en ambos casos el promedio de esta variable re- En nuestra serie se realizó esta medición con los
sultó ser ligeramente inferior al encontrado en la cortes sagitales, específicamente cuando se visua-
literatura9. lizaba la apófisis crista galli, que es un elemento
En lo que respecta a la distancia existente que nos indica la línea media exactamente. La
entre el cornete medio y la lámina papirácea, no se medición se realizaba desde la pared posterior del

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BIOMETRÍA ETMOIDAL REALIZADA POR TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA - C Mena, B Medina

seno frontal hasta el rostrum del seno esfenoidal. coincidentemente en ambos sexos y en ambas
Los resultados obtenidos coinciden más con los fosas nasales.
textos de anatomía descriptiva clásicos revisados 2. Las medidas de tendencia central y dispersión
que con los de otorrinolaringología31. del etmoides, distribuidas según el sexo, fueron
La simetría del techo etmoidal, se evaluó te- similares a estudios anteriores, con algunos
niendo en cuenta una diferencia de más de 1 mm aportes mencionados en las tablas.
entre ambos lados, es decir, se consideró un techo 3. Se encontraron techos etmoidales simétricos
asimétrico si la diferencia encontrada entre ambas en más de la mitad de los estudios evaluados,
fosas olfatorias era igual o superior a 1 mm. En la con lo que podemos afirmar que estos techos
literatura se encontró varias formas de evaluar esta fueron los más frecuentes dentro de la población
simetría y ciertos autores la dividen de acuerdo a estudiada.
la diferencia de profundidad en mm, por ejemplo, 4. La frecuencia de las celdas supraorbitarias
de 0 a 1,9 mm; de 2 a 3,9 mm y más de 4 mm de resultó mayor en esta población en comparación
diferencia9,10. Existen otros que consideraron como a otros estudios consultados.
en esta serie una diferencia por encima de 1 mm 5. Se estableció a lo largo del estudio, los percentiles
para describir la asimetría, y fue por cierto, bas- según el sexo de las distintas medidas del
tante frecuente en esta serie consultada, llegando etmoides y se los agrupó en una tabla para su
casi a la totalidad de los participantes11. Esta serie mejor visualización y comparación.
difiere bastante con la literatura consultada, ya que
menos de la mitad de los casos evaluados presentó
Agradecimientos
asimetría, en los cuales hubo un ligero predominio
del sexo femenino en estos techos asimétricos.
Al Prof. Dr. Ricardo Cuevas y al Sr. Rubén Pérez por
Por último, las celdas supraorbitarias, fueron
su aporte en las especificaciones técnicas y en el
bastante más frecuentes en esta serie que en la lite-
elemento de medición utilizado para la realización
ratura consultada. La diferencia con algunas series
de este artículo científico.
que la mencionan en 5%19 de frecuencia y otras
Estudio multicéntrico realizado en las siguien-
que la mencionan en 15%20 es significativa, pero tes instituciones: Departamento de Radiología del
algunos autores hacen la salvedad que se la podría Hospital de Clínicas, Facultad de Ciencias Medicas,
encontrar en más del 15% de los casos observa- (U.N.A.). Servicio de Imágenes del Hospital Central
dos, ya que es una variable de neumatización bas- del Instituto de Previsión Social (I.P.S.). Servicio de
tante frecuente entre las variables etmoidales21. Radiología del Hospital Regional de Luque. Clínica
Si bien es cierto, no se encontró en la literatura Iribas. Instituto Radiológico Calvo.
los percentiles etmoidales para adultos, teniendo
en cuenta que nuestra población estudiada fueron
mayores de 20 años, se intentó establecer una Bibliografía
tabla de percentiles para adultos, del hueso etmoi-
des, que podrían ayudar a investigaciones futuras a 1. Ruiz CR, Wafae N, Rios Nascimento SR, Camelo JC,
orientar sobre parámetros considerados normales. Teixeira Maciel L, Severo Consolari, MA. A importância
Se hace la salvedad que los rangos comprendidos da investigação de variações anatômicas das células
en la tabla de percentiles, son los más frecuente- etmoidais através da tomografia computadorizada
mente encontrados y no significa que si se sobre- no planejamento da cirurgia endoscópica nasal. Rev
pasan los percentiles extremos se caiga dentro de Imagem 2009; 31(1/2): 19-23.
la anormalidad. 2. Basak S, Karaman C, Akdilli A, Mutlu C, Odabasi
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Dirección: Carlos Enrique Mena Canata


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