Capítulo 37
Capítulo 37
Capítulo 37
La digestión
1. Algunos invertebrados tienen un sistema digestivo muy simple, con una sola abertura; otros
presentan especializaciones en distintos tramos del tubo digestivo. En los vertebrados, el
sistema digestivo está dividido en numerosos compartimientos. Esto permite una división del
trabajo que optimiza la eficiencia en cada etapa: captación y digestión del
alimento, absorción y eliminación de los desechos.
2. El sistema digestivo de los vertebrados es un tubo largo y sinuoso que se extiende desde
la boca hasta el ano. La cavidad digestiva no forma parte del medio interno de un organismo,
porque es una prolongación de la superficie externa del cuerpo.
3. En un corte transversal del tubo digestivo se pueden diferenciar cuatro capas principales: la
mucosa, la submucosa, la capa muscular externa y la serosa. La capa muscular externa está
formada por dos capas de músculo liso, cuyas contracciones coordinadas producen los
movimientos peristálticos. En varias zonas, la capa muscular se engruesa y forma válvulas que
controlan el paso del alimento de un compartimiento a otro del tubo digestivo (esfínteres).
4. La fragmentación mecánica del alimento comienza en la boca. En muchas de las aves, esta
función se lleva a cabo en buches de almacenamiento que contienen arena y grava. La mayoría
de los mamíferos tienen dientes y una lengua que mueve y mezcla el alimento y lo dirige hacia
la parte posterior de la boca. Las secreciones de las glándulas salivales humedecen y
lubrican el alimento; en algunos casos contienen una enzima que digiere los hidratos de
carbono (amilasa).
8. Las moléculas simples que resultan de la digestión de los hidratos de carbono, proteínas,
lípidos y otros polímeros orgánicos son absorbidas a través de las paredes de las vellosidades.
Los monosacáridos glucosa y galactosa, y la mayor parte de los aminoácidos, son absorbidos
mediante transporte activo. La fructosa atraviesa el epitelio intestinal por difusión facilitada.
Varios aminoácidos y péptidos pequeños son absorbidos por otros mecanismos de transporte.
Estos nutrientes ingresan en los capilares sistémicos y la sangre los distribuye por todo el
cuerpo. Las grasas, hidrolizadas a ácidos grasos y glicerol y resintetizadas, son empaquetadas
en quilomicrones que ingresan en el sistema linfático.
9. Las principales glándulas anexas son el páncreas y el hígado. El páncreas aporta la mayor
parte de la secreción neutralizante. Secreta agua, algunos iones, amilasa y otras enzimas que
degradan grasas y proteínas. El hígado sintetiza la bilis, que contiene agua, iones y ácidos
biliares que contribuyen a la digestión de las grasas. La bilis circula a través de conductos que
la conducen a la vesícula biliar, donde se acumula y se vuelca en el duodeno. Las sales de los
ácidos biliares emulsionan las grasas en el intestino.
10. La neutralización de la acidez de los jugos gástricos que llegan al duodeno es esencial,
porque las enzimas que actúan en el intestino presentan una actividad óptima a valores
de pH comprendidos entre 7 y 8. La actividad digestiva del intestino también está coordinada y
regulada por hormonas provenientes del duodeno. Al llegar el jugo gástrico, la secretina
estimula la secreción de líquidos alcalinos en el páncreas y el hígado. Ante la presencia de
grasas y aminoácidos, la colecistocinina estimula la liberación de enzimas pancreáticas y el
vaciamiento de la vesícula biliar. El péptido inhibidor gástrico inhibe la motilidad gástrica y la
secreción de gastrina. El intestino se encuentra regulado por el sistema nervioso autónomo.
11. El intestino grueso continúa con la absorción de agua, sodio y otros minerales. Aloja
bacterias simbióticas que degradan el alimento aún no digerido y sintetizan aminoácidos y
vitaminas que el organismo humano aprovecha. El apéndice es un pequeño saco ciego que no
tiene ninguna función digestiva conocida aunque sí inmunitaria. Todo aquello que no fue
digerido o absorbido se elimina como materia fecal (compuesta por agua, bacterias, fibras
de celulosa y otras sustancias indigeribles). Estos desechos se almacenan brevemente en el
recto y luego se eliminan por el ano.
13. La absorción o la liberación de glucosa por parte del hígado está determinada
principalmente por hormonas que mantienen constante la glucemia: insulina, glucagón y
somatostatina (producidas por el
páncreas), adrenalina (médula suprarrenal), cortisol (corteza suprarrenal) y hormona del
crecimiento (hipófisis).