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Lactancia Materna

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Centro Regional de Estudios Superiores de Tres Arroyos

Escuela de Enfermería
“Lic. Isabel Di Rado”

TECNICATURA SUPERIOR EN
ENFERMERIA

CUIDADOS DE LA SALUD CENTRADO


EN LA COMUNIDAD Y FAMILIA
Informe: “Lactancia materna”

Alumno: Bellini Julieta, Iván Lazarte.

Docente: Lic. Deccechis Sandra

Tres Arroyos, 2021


INTRODUCCIÓN

La leche materna es el alimento más indicado durante los primeros 6 meses de


vida, continuando junto con la alimentación complementaria hasta el año o más,
según la voluntad de madre e hijo, ya que presenta múltiples ventajas para ambos.
Es por ello, que debería ser considerado un asunto de salud pública y no solo la
elección de un estilo de vida. El pediatra o agente de salud juega un papel
importante en la comunidad, promocionando la lactancia materna para conseguir
su mantenimiento, por lo que debe conocer la técnica correcta para ayudar a la
madre en la resolución de los problemas que puedan surgir y supervisar las
posibles contraindicaciones.
DESARROLLO
El primer año de vida es el período de crecimiento más rápido, por lo tanto, las
demandas nutricionales son mayores. La leche materna es el mejor alimento para
cubrir las necesidades nutricionales del lactante y, además, favorece el
establecimiento del vínculo madre-hijo.

Se ha demostrado que los beneficios del amamantamiento se hacen manifiestos


años después del destete. Está corroborado que la lactancia materna reduce el
riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) y muerte durante el
primer año de vida, disminuye el riesgo de padecer enfermedades
gastrointestinales, respiratorias y urinarias y, de presentarse, que sean menos
graves. Además, ayuda a prevenir la obesidad y futuras enfermedades crónicas.
(Cuadro I)

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna


exclusiva a demanda los primeros 6 meses de vida, incluidos los prematuros, los
gemelos y los niños enfermos, salvo muy raras excepciones, continuando hasta el
año de vida o más, junto con otros alimentos hasta que la madre y el niño lo
deseen.

Múltiples factores: sociales, educacionales, laborales, rutinas hospitalarias,


marketing de las fórmulas lácteas, la pérdida de cultura de la lactancia entre
familiares y amigos y la falta de apoyo de los profesionales, hacen que muchas
madres no logren sus objetivos. Las cesáreas programadas o dos o más
condiciones de estrés psicológico materno (episodios anteriores de depresión,
insomnio y percepción del parto como algo traumático) son factores de riesgo de
fracaso de la lactancia materna antes de los 4 meses, mientras que las clases o
sesiones de formación pre-parto tienen un efecto protector en el mantenimiento de
la lactancia materna.

Un 20-30% de las madres precisan asistencia para superar los problemas


surgidos durante la lactancia materna. Es por ello, que los obstetras, comadronas,
enfermeras pediátricas y pediatras juegan un papel muy importante, pues son los
responsables de transmitir las ventajas de la lactancia materna a las futuras
madres, conseguir que se instaure correctamente y que se mantenga el mayor
tiempo posible (Cuadro II).

VENTAJAS DE LA LACTANCIA

Beneficios para el lactante (Cuadro I)


 Disminuye el número y la gravedad de algunas infecciones.
 Estimula sistemas enzimáticos y metabólicos.
 Consigue el mayor rendimiento nutritivo con la menor sobrecarga
metabólica.
 Disminuye el riesgo de síndrome de muerte súbita.
 Tiene las cantidades necesarias de:
Vitaminas, como la A, B, y C para que crezca saludable y esté bien
protegido.
Fósforo y Calcio, para que tenga huesos sanos y fuertes.
Hierro, para mantener la energía.
Proteínas, para protegerlo contra las enfermedades y para que crezca
grande e inteligente.
Grasas: que los protegerán, cuando sean mayores, de padecer
enfermedades del corazón y de la circulación. Las grasas de la leche
materna también favorecen la inteligencia de los niños y niñas.
Azúcares, para que tenga energía y para alimentar al cerebro.

La leche de la madre es la mejor protección para el niño o niña contra:

• las diarreas y la deshidratación. • las infecciones respiratorias, tales como la


bronquitis y la neumonía. • el estreñimiento. • los cólicos. • las alergias. • las
enfermedades de la piel, como los granos y el salpullido o sarpullido. • el
sarampión. • el cólera. • desnutrición. • la diabetes juvenil. • deficiencia de
micronutrientes.

La leche materna puede considerarse un órgano inmunológico de transición del


recién nacido, al transferir anticuerpos, especialmente IgA secretora y células
vivas (macrófagos) con capacidad anti infecciosa, por lo que disminuye el número
y la gravedad de las enfermedades.

• Infecciones de las vías respiratorias bajas (IVRB): El riesgo de hospitalización


por IVRB, en el primer año, disminuye un 72% en los lactantes alimentados
exclusivamente al pecho más de 4 meses. La gravedad (duración de la
hospitalización y requerimientos de oxígeno) de la bronquiolitis por el virus
respiratorio sincitial (VRS) se reduce un 74% en lactantes alimentados al pecho
exclusivamente a los 4 meses.

• Otitis: La lactancia materna reduce el riesgo de otitis media un 23%, si es


exclusiva, y un 50% si se mantiene más de 3 meses.

• Infecciones del tracto gastrointestinal: La lactancia materna reduce un 64% las


infecciones inespecíficas gastrointestinales.

• Enterocolitis necrosante del prematuro (ECN): Un meta-análisis, desde 1983


hasta 2005, mostró que los prematuros alimentados con leche materna
presentaron una reducción del 58% de incidencia de ECN. Otro estudio de 2010
mostró una reducción del 77% en ECN en pretérminos alimentados
exclusivamente con leche materna.

Estimula los sistemas enzimáticos y metabólicos específicos:

• Patología alérgica: Existe un efecto protector de la lactancia materna exclusiva


durante 3-4 meses, disminuyendo la incidencia clínica de asma, dermatitis atópica
y eccema en un 27%, en población de bajo riesgo y hasta un 42% en lactantes
con historia familiar de alergia positiva.
• Enfermedad celíaca: Se ha encontrado una disminución del riesgo del 52% de
presentar celiaquía en lactantes alimentados al pecho durante la exposición al
gluten. El factor protector crítico más que el momento de la introducción del gluten,
es el solapamiento de la lactancia materna con la introducción del gluten.

• Enfermedad inflamatoria intestinal: La lactancia materna se ha asociado con una


reducción del 31% de riesgo de enfermedad inflamatoria intestinal infantil. Se
sugiere una interacción del efecto inmune modulador de la leche humana con la
susceptibilidad genética.

La leche materna consigue el mayor rendimiento nutritivo con la menor sobrecarga


metabólica:

• Obesidad: A pesar de los complejos factores de confusión en los estudios


de obesidad, se ha encontrado una disminución de la tasa de obesidad entre un
15-30% en adolescentes y adultos que fueron alimentados al pecho, comparados
con los alimentados con fórmula. Los lactantes alimentados al pecho auto-regulan
el volumen de la toma, se cree que es esta auto-regulación temprana la que
adecuará la ingesta del adulto y la ganancia de peso.

• Diabetes: Se ha encontrado un 30% menos de diabetes mellitus tipo 1


(DM1) en lactantes alimentados exclusivamente al pecho. Se postula como
mecanismo de desarrollo de DM1 la exposición a la beta-lactoglobulina, la cual
estimula un proceso inmunomediado con las células b pancreáticas. En otro
estudio, se ha encontrado una disminución del 40% en la incidencia de DM2,
posiblemente por el efecto positivo a largo plazo de la auto-regulación en los
alimentados al pecho.

Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL): Un meta-análisis mostró


que la lactancia materna reduce un 36% el riesgo de SMSL.

Prematuros: Los beneficios de la leche materna son también para los


prematuros, que deberían recibirla, fortificada para los de menor peso. Si la madre
no puede proporcionar leche, se recomienda el uso de leche de Bancos de Leche
Humana. Otro aspecto demostrado a favor de la lactancia materna prolongada
(hasta los 12 meses), es que reduce las posibilidades de hábito de succión del
dedo.

Beneficios para la madre (Cuadro II)

 Mejor establecimiento de vínculo afectivo.


 Favorece la involución uterina y disminuye la hemorragia postparto.
 Retrasa la ovulación. No es un método anticonceptivo eficaz a nivel individual,
pero ayuda a espaciar las gestaciones.
 Reduce el riesgo de cáncer de mama y de ovario pre menopáusico.
 Mayor comodidad por la ausencia de preparación y manipulación.
 Ahorro económico.
 Ayuda a perder peso tras el embarazo.
 La placenta sale con más facilidad y rápidamente.
 La matriz recupera rápidamente su tamaño normal.
 La madre tendrá pechos menos congestionados cuando baje la leche.
 La leche baja más rápido dentro de los primeros días cuando el niño o niña
mama desde que nace.
 La madre no tendrá fiebre con la bajada de la leche.

Técnicas

Es importante repasar la técnica de lactancia para detectar y corregir errores.


Existen varias posturas adecuadas y hay que escoger la que resulte más cómoda
para madre e hijo. Una adecuada técnica es muy importante; de hecho, la mayor
parte de los problemas de la lactancia materna son por una mala técnica. Hay que
apoyar a la madre y ofrecerle la ayuda de un grupo de apoyo de la lactancia si lo
precisa.
1. Agarre: Es importante que todo el cuerpo del recién nacido esté de frente a
la madre, con la cabeza bien alineada al pecho. Hay que introducir gran
parte de la areola en la boca del niño. Para saber que la postura es
correcta, la barriga del niño debe contactar con la de la madre, posición de
ombligo con ombligo, la boca debe estar abierta, el labio inferior hacia
fuera, las mejillas aplanadas cuando succiona (no hundidas) y la nariz y el
mentón pegados al pecho. No es aconsejable que la madre separe con los
dedos la nariz de la mama ni que haga maniobras de “pinza” con el pecho.
Hay que evitar que el recién nacido tire del pezón a fin de evitar la aparición
de grietas.

2. Posturas: No hay una única postura adecuada, la madre debe elegir la que
le resulte más cómoda y puede variar con las tomas y en el tiempo. Una
postura adecuada de la madre es importante para evitar lumbalgias y otras
molestias secundarias a contracturas musculares.

Posición de crianza biológica: Más indicada los primeros días o cuando


haya problemas de agarre, la madre si sitúa recostada boca arriba y el bebé
boca abajo. Se desarrollan los reflejos de búsqueda y gateo.

Posición sentada: Puede ser más cómoda con elevación de los pies. El
tronco del bebé debe estar de frente y pegado al de la madre, que sujetará
con la mano su espalda apoyando la cabeza en el antebrazo.

Posición acostada: La madre se sitúa acostada de lado, con el bebé


también acostado de lado. Cómodo para las tomas nocturnas.

Posición invertida o balón de rugby: Con el niño por debajo de la axila de la


madre, con las piernas hacia atrás y la cabeza a nivel del pecho. Cómodo
para amamantar gemelos o prematuros.
Posición de caballito: Estando la madre sentada, se sitúa el bebé sobre una
de las piernas y contactando el abdomen del bebé con el de la madre.
Puede ser útil, en el caso de: grietas, reflujo gastroesofágico importante,
prematuros, labio leporino, mandíbula pequeña y problemas de hipotonía.

10 pasos para una lactancia materna eficaz (OMS/UNICEF)

1. Disponer de una política por escrito relativa a la lactancia materna que


sistemáticamente se ponga en conocimiento de todo el personal de
atención de la salud. Por eso, es importante que acabe un pecho y que
lo suelte espontáneamente, antes de ofrecer el otro. Para evitar la
ingurgitación mamaria, se recomienda empezar cada toma por el último
pecho que tomó o del que no ha completado la mamada
2. Capacitar a todo el personal de salud, de forma que esté en
condiciones de poner en práctica esa política.
3. Informar a todas las embarazadas de los beneficios que ofrece la
lactancia materna y la forma de ponerla en práctica.
4. Ayudar a las madres a iniciar la lactancia durante la media hora
siguiente al alumbramiento.
5. Mostrar a las madres cómo se debe dar de mamar al niño y cómo
mantener la lactancia incluso si han de separarse de sus hijos.
6. No dar a los recién nacidos más que la leche materna, sin ningún otro
alimento o bebida, a no ser que estén médicamente indicados.
7. Facilitar la cohabitación de las madres y los lactantes durante las 24
horas del día.
8. Fomentar la lactancia materna a libre demanda.
9. No dar chupetes a los niños alimentados al pecho.
10. Fomentar el establecimiento de grupos de apoyo a la lactancia
materna y procurar que las madres se pongan en contacto con ellos a
su salida del hospital o clínica.

Las diez claves de la lactancia materna (Cuadro III)

1. Amamantar pronto, cuanto antes mejor. La primera toma debe realizarse en la


misma sala de partos dentro de los primeros 20 minutos de vida.

2. Ofrecer el pecho a menudo día y noche.

3. Asegurarse que el bebé succiona eficazmente y que la postura es correcta.

4. Permitir que mame del primer pecho lo que desee hasta que lo suelte, después
ofrecer el otro.

5. Cuanto más mame el bebé, más leche producirá la madre 6. Evitar los suplementos
de fórmulas lácteas y agua.

7. Evitar el chupete los primeros días hasta que la lactancia esté establecida.

8. El llanto no siempre significa hambre.

9. Es importante que la madre descanse y se cuide.

10. Ofrecer apoyo de grupo de lactancia materna si la madre lo necesita.

Es importante que el recién nacido sea colocado encima de la madre, en contacto


piel con piel, lo antes posible y dejarlos como mínimo hasta que haya hecho la
primera toma. Habitualmente, antes de los 20-30 minutos, el recién nacido ya ha
realizado alguna succión. Las rutinas hospitalarias como la identificación y el test
de Apgar pueden realizarse estando el bebé encima de la madre, el peso y las
profilaxis pueden esperar tras las dos primeras horas de contacto piel con piel que
es cuando el recién nacido está más despierto y activo, después pasan por una
fase de sueño que puede durar entre 8 y 12 horas en las que no es conveniente
forzarlo a comer. A partir del primer día, lo habitual es que mamen unas 8-12
veces al día. Si permanecen adormilados, entonces conviene estimularlos
colocándolos en contacto piel con piel con la madre. Cuantas más veces mame,
más cantidad de leche se producirá. El calostro constituye “la primera vacuna”,
pues en las primeras 24 horas el recién nacido recibe unos 300 mg de IgA
secretora. También, tiene un efecto prebiótico, favoreciendo el crecimiento de
lactobacilos e impidiendo el de bacterias patógenas y favoreciendo el peristaltismo
intestinal. El estómago del bebé tiene poca capacidad y en las primeras 24 horas
pueden tener suficiente con 1,5 mL por toma cada 2-3 horas. Los primeros 3 días
hay que dejar que mame con frecuencia, porque el pecho aún está blando y le
resultará más fácil aprender y porque se precisa estimular el pecho para que
produzca leche. Tras la subida de la leche, a partir de las 48-72 horas después del
parto, la mayoría de los bebés suelen mamar entre 8 y 12 veces al día. La leche
cambia de composición durante la toma, al principio es rica en agua y azúcar y
gradualmente aumenta su contenido en grasa que sacia al bebé.

Por eso, es importante que acabe un pecho y que lo suelte espontáneamente,


antes de ofrecer el otro. Para evitar la ingurgitación mamaria, se recomienda
empezar cada toma por el último pecho que tomó o del que no ha completado la
mamada. Se recomienda que el bebé comparta la habitación con su madre para
facilitar la lactancia materna. La alimentación al pecho debe ser a demanda y la
duración de cada toma la determina cada niño. Hay que estar atentos a signos
sugestivos de hambre, como un estado de alerta y un aumento de actividad, y
ponerlo entonces al pecho, ya que el llanto suele ser un indicador tardío de
hambre y, en ocasiones, cuando está ya irritable puede dificultar el
amamantamiento. Cuando la ingesta de leche es insuficiente, hay que estimular la
producción de leche aumentando el número de tomas o con la ayuda de un
sacaleches. No se deben administrar suplementos de fórmulas lácteas ni agua los
primeros meses, las necesidades hídricas con el pecho quedan cubiertas.
Además, los lactantes alimentados con fórmula o que usan chupete tienen tres
veces más riesgo de tener problemas con la lactancia materna.
Factores de riesgo en la lactancia

Hay que identificar los factores de riesgo de fracaso, como son: prematuros,
nacimientos múltiples, los que son separados de sus madres por razones
médicas, mujeres con pezones planos o invertidos o malformaciones del bebé que
afecten a su habilidad para mamar. El recién nacido casi a término o de bajo peso
tiene mayor riesgo de ictericia y deshidratación, porque no tiene las reservas de
líquidos, electrolitos y calorías que protegen al término y de peso adecuado las
primeras 72 horas, hasta la subida de la leche. En estos casos, el umbral para
suplementar debería ser cuando pierdan más del 8% de su peso (en lugar del
10%), ofreciendo la mínima cantidad posible (menos de 30 mL) y con cuchara,
vasito o jeringa. (Cuadro IV)

Alrededor de los 3 meses de vida, puede aparecer el bache de la lactancia


materna, que se describe como el momento en que el bebé reclama mamar más a
menudo porque está creciendo y la madre no nota el pecho tan lleno, porque ya se
ha ajustado a las necesidades del niño que vacía el pecho de manera más eficaz.
La madre lo puede interpretar como que el niño se queda con hambre y ella no
tiene suficiente leche.

Signos de alerta (Cuadro IV)

 Pérdida ponderal más de 3-4 días o incremento lento sin


recuperación del peso de nacimiento a los 12-14 días.
 Signos de deshidratación (boca seca, ojos hundidos, piel seca,
ictericia).
 Lactante hiperalerta, hambriento o letárgico e indiferente.
 Queda dormido tras escasas succiones al pecho.
 Disminuye la diuresis y el volumen de las heces.
 Signos de mala posición: boca muy cerrada, alejado del pecho,
pezón dañado o niño que succiona muy rápido, mucho tiempo sin
llegar a saciarse o sin aumento de peso.
Complicaciones durante la lactancia materna

Las complicaciones de la lactancia materna suelen ser problemas obstructivos o


de insuficiente vaciado que se solventan aumentando la frecuencia de las tomas y
con tratamiento sintomático.

• La ingurgitación mamaria ocurre cuando los pechos producen más leche de la


que el lactante extrae. Se soluciona ofreciendo más a menudo el pecho o usando
un sacaleches para vaciarlo. Esta leche se puede congelar para alimentar al niño
posteriormente.

• La obstrucción de un conducto lácteo surge por un vaciado defectuoso o ineficaz,


se manifiesta como un bulto doloroso y enrojecimiento de la piel, sin fiebre ni otros
síntomas. El tratamiento es similar a la ingurgitación, aumentando la frecuencia de
las tomas (ofreciendo primero el lado sano) y aplicando calor local.

• La mastitis consiste en una inflamación de uno o varios lóbulos de la mama que


puede acompañarse o no de infección. Se manifiesta por dolor intenso y signos
inflamatorios, suele acompañarse de síntomas generales. La infección no se
transmite al lactar, por lo que no debe suspenderse la lactancia materna.

El tratamiento consiste en: aplicar calor local antes de las tomas, masajear el
pecho, aumentar la frecuencia de las tomas, extracción manual o con sacaleches
al final de la toma y aplicar frío entre tomas. Se debe tomar una muestra de leche
y realizar un cultivo para identificar el agente causal y el tratamiento de elección.

Contraindicaciones de la lactancia materna

Existen pocas contraindicaciones de la lactancia materna que el pediatra debe


conocer.

Negativa de la madre.

• Galactosemia y déficit congénito de lactasa.

• Consumo de fármacos contraindicados.

• Consumo de drogas de abuso.

• Madre con absceso mamario. Puede continuar con el pecho sano, una vez
drenado el absceso y tratado con antibióticos se puede reanudar. La mastitis no es
una contraindicación.

• Madre con lesión activa de herpes simple (HSV-I) mamaria.

• Madre afecta de tuberculosis activa bacilífera no tratada.


Madre con varicela 5 días antes o 2 días después del parto; según la AAP, debería
separarse del lactante, pero puede extraerse leche. En este caso, debe
administrarse tratamiento al lactante, pero, puesto que ya ha habido contacto con el
virus prenatalmente, el aislamiento de la madre es discutible, una alternativa es el
aislamiento de madre e hijo juntos.

• Madre con enfermedad neurológica u orgánica grave. Es una contraindicación


relativa según el estado de la madre por el riesgo de caídas del niño o imposibilidad
física de la madre.

• Madre VIH positiva. En países desarrollados, hay que escoger la opción más
segura, que es la alimentación con fórmula. En los países pobres, en que la
lactancia artificial supone un riesgo añadido importante por diarreas y
deshidratación, se permite la lactancia materna. • Madre seropositiva a retrovirus
(HTLV-I, HTLV-II) o brucelosis no tratada.

Anticoncepción

La lactancia materna es una medida útil para espaciar las gestaciones de forma
global, pero no es en absoluto una medida efectiva a nivel individual. Es
conveniente consultar al ginecólogo para ayudar a elegir el método anticonceptivo
más adecuado. Los métodos de barrera son sencillos e inocuos y pueden
emplearse durante este tiempo. Tras la cuarentena, se puede colocar un
dispositivo intrauterino. Los anticonceptivos hormonales no son de primera
elección en las 6 primeras semanas y reducen la producción de leche. En caso de
embarazo mientras se está amamantando, se puede mantener la lactancia
materna excepto en embarazos múltiples o antecedentes de prematuridad. Es
posible amamantar en tándem a los dos hijos, solo se requiere mantener las
medidas habituales de higiene. La leche producida inmediatamente después del
parto será calostro y es importante que el recién nacido sea el que mame en
primer lugar.
PARTO RESPETADO

En la Argentina, existe la Ley 25.929 sancionada y promulgada en 2004 y


finalmente reglamentada en 2015 la cual defiende los derechos de las madres, los
recién nacidos/as y sus familias al momento del trabajo de parto, parto y post
parto, donde está detallado los distintos derechos que deben garantizarse a la
mujer, el recién nacido/a y su familia.

¿Cuándo un parto es respetado?

El término "parto respetado" o "parto humanizado" hace referencia el respeto a los


derechos de las madres, los niños y niñas y sus familias en el momento del
nacimiento. Promueve el respeto a las particularidades de cada familia - etnia,
religión, nacionalidad - , acompañándola a través de la toma de decisiones
seguras e informadas. El parto respetado implica generar un espacio familiar
donde la mamá y el recién nacido/a sean los protagonistas y donde el nacimiento
se desarrolle de la manera más natural posible. Cuando hablamos de parto
respetado nos referimos que la mujer siga su propio pulso de parto evitando todo
tipo de intervenciones innecesarias, así como a decidir la forma de controlar el
dolor durante el parto.

La Ley sobre el parto respetado en la República Argentina (Ley 25.929) La mujer


como usuaria del sistema sanitario tiene derecho, fundamentalmente, a recibir
información (existencia de complicaciones, ventajas e inconvenientes de los
posibles tratamientos), a decidir libremente la forma y posición en el momento del
parto y a ser tratada con respeto y consideración de sus pautas culturales.
Además, se deben tener en cuenta los deseos y necesidades de cada mujer,
como el estar o no acompañada por una persona de confianza en cada momento
y/o el tipo ingesta alimentaria durante el proceso de parto. Se la debe informar
sobre las distintas intervenciones médicas que pueden tener lugar durante el parto
y postparto y debe participar activamente en las diferentes decisiones y
actuaciones de los profesionales. Tiene derecho a no ser sometida a ningún
examen o intervención cuyo propósito sea de investigación. Así como también a
tener a su lado a su hijo o hija durante la permanencia en el establecimiento
sanitario, siempre que el recién nacido no requiera de cuidados especiales. Debe
ser informada, desde el embarazo, sobre los beneficios de la lactancia materna y
recibir apoyo para amamantar. Además, recibir asesoramiento e información sobre
los cuidados de sí misma y del niño o niña, y sobre anticoncepción en el momento
del puerperio.

Por su parte, los recién nacido/as tienen derecho a estar en contacto con su
madre desde el primer momento y a ser alimentados con leche materna sin
interferencias. Asimismo, deben ser tratados de forma respetuosa y digna, contar
con inequívoca identificación y a no ser sometido/as a ningún examen o
intervención cuyo propósito sea de investigación o docencia.

Tienen derecho a que sus padres reciban adecuado asesoramiento e información


sobre los cuidados para su crecimiento y desarrollo, así como sobre su plan de
vacunación
BIBLIOGRAFÍA

Lactancia materna – Manual UNICEF 2012 – Francesca Mondello – Consuelo


Carranza Gandara.

Lactancia materna: Ventajas, Técnica y Problemas – Laia de Antonio Ferrer.

Páginas web: https://www.unicef.org/argentina/parto-respetado

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