Palma Godoy M - 2007 - Los Chacareros
Palma Godoy M - 2007 - Los Chacareros
Palma Godoy M - 2007 - Los Chacareros
Maestrando
Mario Palma Godoy
“Este documento es resultado del financiamiento otorgado por el Estado Nacional, por lo tanto,
queda sujeto al complimiento de la Ley N° 26.899”.
Director
Dr. Leopoldo Bartolomé
Julio de 2007
1
INDICE DE CONTENIDOS
Introducción……………………………………………………………………………1
PRIMERA PARTE
Capítulo I
Capítulo II
2
Capítulo III
Capítulo IV
SEGUNDA PARTE
Capítulo V
3
Plano Municipal Actual – Distribución de Superficie…………………73
5. Tipos de proyectos de inversión agropecuaria
“Chacareras”………….74
6. La inspección estatal de las unidades de tenencia……………………..77
7. Los datos revisados por tipo de proyecto presentado y tipo de proyecto
en ejecución…………………………………………………………………..78
8. Perfil socio ocupacional de tenedores de Unidades Económicas……..80
9. Tipos de tenedores de tierra agropecuaria………………………………82
10. Reflexiones del
capítulo………………………………………………...….83
Capítulo VI
Capítulo VII
4
4. El fin de la ilusión y las “verdades” vividas con el proyecto del
agua………………………………………………………………………….116
Plano Relevamiento de Agua en la Zona de Chacras………………...117
5. “Hay que enfrentar a Kirchner”…………………………………………118
6. Las teorías de los efectos ecológicos del agua……………….…………120
7. Incidencia del agua en el modelo
adaptativo……………….………….123
TERCERA PARTE
Capítulo VIII
Capítulo IX
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA…………………………………………….151
ESTUDIOS ESPECÍFICOS……………………………………………………156
5
Fuentes escritas Consultadas. Documentos provenientes de Zona de
Chacras…………………………………………………………………………….157
Documentos Legislativos……………………………………………………..157
Documentos Periodísticos……………………………………………………158
6
Introducción
7
resignificaciones nacionales y de las estructuras sociales particulares. En la
Patagonia Austral todo indica que en los ‘90 el neoliberalismo económico
paralelo a la expansión instaló ideológicamente y en nombre del desarrollo
regional una agenda que incluyó a las escalas locales y en ellas la dimensión
agropecuaria. Es decir, incluyó la posibilidad de imaginar procesos de
acumulación de capital mediante el constructo de desarrollo endógeno,
entendiéndolo como la capacidad y la confianza en sí misma de las
sociedades locales de un territorio regional en su afán por controlar sus
medios de producción – cualificación de la fuerza de trabajo de los hombres,
recursos naturales disponibles, nivel de tecnología disponible- (Francisco
Albuquerque, Carlos De Mattos, Ricardo J. Fuchs: 1990). En esta concepción
del desarrollo - como capacidad de acumulación- resulta estratégica la
existencia de “actores locales” dispuestos al aprovechamiento de los
excedentes económicos que la economía capitalista puede transferir como
renta social a las comunidades receptoras de proyectos de desarrollo. En
términos concretos, supone el principio que los excedentes (capital que
queda en los planos locales) puedan ser usados para ser reinvertidos en el
propio futuro del territorio mediante la diversificación de actividades
económicas como el desarrollo agropecuario. En la perspectiva de los autores
que venimos siguiendo, la confianza supone voluntad comunitaria que
estimula la creatividad y las sinergias internas de las comunidades de la
Región y de los ámbitos locales.
8
estatales en nombre del desarrollo local ¿Puede ser estudiado como un tema
estrictamente agrario o adquiere otro estatus teórico y metodológico?, por
último, la Antropología preocupada por los problemas del desarrollo: ¿Qué
puede aportar al conocimiento de este fenómeno emergente en el área
periurbana de Caleta Olivia desde la propia cultura organizacional
universitaria?. Estos interrogantes comienzan a ser respondidas en el
Capítulo III cuando describimos la ocupación del espacio humano de la
actual zona de chacras producto de las lógicas de las políticas locales
agropecuarias que a través de los contextos han posibilitado las
constricciones ambientales y culturales.
9
La tercera y última parte ha sido organizada en tres capítulos de
cierre de investigación en los que aspiramos a narrar, interpretar y
reflexionar sobre el conjunto de las interacciones sociales, políticas y
económicas que conforman el modelo de comportamiento local de adaptación
agropecuaria. En el Capítulo VII intentamos capturar el proceso de
interacción a través del estudio exhaustivo del denominado proyecto
estructural de la red de agua para chacras. En torno a este proyecto
esperamos poder mostrar cómo los “chacareros” y los técnicos de las culturas
organizacionales desarrolladoras construyen sus propias constricciones
socioculturales y naturales paralelo a la producción de la subcultura del
subsidio como forma de entender el desarrollo local y agropecuario. En el
Capítulo VIII recuperamos el proceso analizado para postular la existencia
de interfases posibles de identificar como campo social en formación y
espacio de construcción de legitimidad de las intervenciones entre los
actores involucrados en la política desarrolladora (Carolina Feito: 2005).
Las fases que estructuran contenidos culturales en el campo social local
son las que en definitiva configuran el modelo local agropecuario. Modelo
que en definitiva muestra cómo a través del intercambio reciproco de
percepciones y de comportamientos prácticos entre chacareros y técnicos
producen y reproducen la dimensión agropecuaria local. Modelo que
produce por un lado una forma particular de adaptación y por otras
renovadas formas de distribución de poder local al interior de las culturas
organizacionales y por ende de la ciudad.
10
11
Capítulo I
12
agropecuarios privados de los denominados “chacareros”. Conocer desde las
Perspectivas de los Actores (P.A.) los comportamientos de resignificación
empírica de los proyectos de unos y otros nos permitirá dar cuenta de las
incidencias de los entornos socioculturales y naturales en la construcción
cultural de una estrategia desarrolladora local en su dimensión
agropecuaria. Esperamos conocer algunas de las variables que estructuran
las racionalidades económicas presentes en los sujetos tenedores de tierra
agropecuaria y los técnicos de las culturas organizacionales. Es bajo este
encuadre que esperamos contribuir –desde el conocimiento local- a la
comprensión antropológica de los efectos del neoliberalismo sobre las
culturas organizacionales estatales desarrolladoras y sobre los actores
beneficiarios del desarrollo local en el actual contexto histórico.
13
ser ejecutados por tenedores particulares con financiación propia o con
aportes del Estado nacional y/o provincial.
2
Recordemos que a partir de la constitución de 1853 se comenzó un proceso gradual de legislación especial para la
Patagonia creando por Ley Nº 28 de 1862 la nacionalización de los territorios nacionales fuera de Buenos Aires,
por Ley Nº 954 de 1878 la creación de la Gobernación de la Patagonia y por ley Nº 1532 del 16 de octubre de 1884
la división de la Gobernación de la Patagonia en territorios de Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra
del Fuego.
3
En la perspectiva de Elsa Barbería (Ob. Cit.: 1996) la primera etapa de entrega de tierras se inicia hacia 1880 y
culmina en 1898, la segunda etapa duraría hasta 1915 cuando las extensiones adquirieron dimensiones menores
que oscilaban entre las 10.000 y las 20.000 ha. dentro de estos parámetros quedaron comprendidas las
distribuciones en zona norte, pudiendo no cada particular acumular grandes extensiones mediante sociedades y
arrendamientos.
14
Desde 1944 la historia de Caleta Olivia cambiaría abruptamente,
producto del inicio de las exploraciones petroleras que viene a crear
Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), Yacimiento Santa Cruz Norte4. Los
principales centros poblados que quedarían involucrados en la nueva
formación económica serían las localidades de Caleta Olivia, Pico Truncado
y Las Heras. Desde entonces, el perfil de pueblos rurales y ganaderos daría
paso a los nacientes pueblos petroleros y a partir de ahí serían
estratégicamente ubicados dentro de la denominada Cuenca Petrolera del
Golfo San Jorge. Este contexto coincide con la baja de los precios
internacionales de la lana, con lo cual la actividad ganadera de la zona norte
comienza a replegarse y a perder funcionalidad en el territorio. Muchos
estancieros- ganaderos se transformaron en rentistas a partir de percibir
sumas millonarias por servidumbre de campos llegando a remplazar las
ovejas por el martillar de las cigüeñas petroleras.
Año Habitantes
1912 82 Habit.
.
Provincializado el Territorio de Santa Cruz en 1958 se inicia un
proceso de construcción institucional que involucraba no sólo un mejor
conocimiento de los recursos naturales de la provincia, sino que además se
pretendía instalar las bases de un desarrollo industrial y de diversificación
económica (Mina Hudson: 678-679). En el contexto del desarrollismo
nacional de los ‘60 se pensaba seriamente en el petróleo como eje de la
economía, en la reconversión del campo -en franco decaimiento- y además
4
Recordemos que Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) había sido oficialmente creada por el General Enrique
Mosconi en 1922 y la Administración Central se estableció en el denominado Yacimiento de Kilómetro 3 de
Comodoro Rivadavia en la Provincia del Chubut.
15
se proyectaba el conocimiento de nuevos recursos naturales cono la minería.
Frente al problema histórico de la distribución de tierras y la crisis
agropecuaria, el Estado de Santa Cruz -en clara coincidencia con la política
nacional preocupada por la situación rural- creo en 1968 su propio Concejo
Agrario Provincial. Esta herramienta del desarrollo rural debía entender y
organizar un régimen de tierras y orientar las actividades agropecuarias
promoviéndolas y fomentándolas.
Fue en este mismo contexto histórico que por primera vez tuvimos
noticias del Interland Urbano de Caleta Olivia, a través de la descripción del
estudio de los Agrimensores Nacionales José Pastor y José Bonilla. Estos
expertos al diseñar el “Plan Regulador e Caleta Olivia” (1969) sostuvieron la
necesidad de diversificar la economía hacia el año 2000 dado el inminente
agotamiento que afectaría al petróleo (Pág: 29). Los autores describían la
futura frontera agraria como un “interland” que a futuro debía ser forestado
y cultivado con fines agrarios (Pág: 40). La accidentada historia Política
Nacional pareció eliminar - hasta entrada la democracia- las posibilidades
ciertas para que las clases gobernantes se ocuparan de la diversificación
económica y del Interland Urbano de Caleta Olivia.
16
nueva realidad social y económica se instaló como problemática del Estado y
la sociedad a consecuencia del ajuste estructural de la economía regional. La
no injerencia directa del Concejo Agrario Provincial en la periurbanidad de
Caleta Oliva obedece por lo tanto, al hecho de que el fenómeno emergente
si bien involucraba el vocablo agropecuario, era una cuestión de jurisdicción
municipal. La ocupación y distribución de la tierra ha sido en la perspectiva
de los decisores políticos de entrada pensada y operada como un problema
de desarrollo urbano y de búsqueda de competitividad urbana a escala local.
Por ello el histórico Concejo Agrario intervendrá ocasionalmente a través de
asistencia técnica, en tanto representa un problema de características
agropecuarias, pero no define su objeto de intervención propiamente dicho.
17
Moreno, y Los Antiguos, y un caso especial en la Costa en el Interland de
Puerto Deseado en “Tellier”. En este último paraje se producía desde
principios del siglo XX alfalfa para comercializar en la Región y productos
frescos para abastecer el poblado de Puerto Deseado. Estos tres poblados,
estuvieron en la primera mitad del siglo XX vinculados al tramo del
ferrocarril que circulaba entre Puerto Deseado y Las Heras. Este Ramal
que en principio estaba proyectado hasta el Lago Buenos Aires - donde
precisamente se ubica Perito Moreno y Los Antiguos- se restringió a servir
entre Puerto Deseado y Las Heras como transporte de cargas y pasajeros
hasta que colapsó en 1978. Estas tres economías originalmente estaban
asociadas a la ganadería (Perito Moreno y Los Antiguos) y la provisión de
pasturas, frutas y verduras frescas (Tellier); mientras que las localidades
de origen petroleros como Pico Truncado, Caleta Olivia o Las Heras no
registraban conexión de tradición agropecuaria en sus Interland urbanos.
Las formas históricas de ser chacarero comenzaron a desaparecer
socialmente en correspondencia con la crisis de la ganadería extensiva
(Perito Moreno). Este fenómeno se correspondía con el fin del ferrocarril en
1978 (Tellier) y con el advenimiento de la urbanización y mejoramiento de
rutas y medios de transporte regionales. Un caso inédito de adecuación al
cambio de contexto regional y mundial experimentará Los Antiguos a partir
de la década del ‘70 cuya cultura chacarera a través de sus descendientes y
nuevos chacareros, quienes desde la Cooperativa Oasis lograron
especializarse en la mono producción de la cereza y articular exitosamente
con el comercio mundial entrado los años ’90.6
6
En: Mario Palma Godoy (1999) “La cultura de la cereza como factor de desarrollo rural. El caso del Valle de Los
Antiguos”, en Salvia, A. (Comps.) LA PATAGONIA DE LOS NOVENTA. SECTORES QUE GANAN,
SOCIEDADES QUE PIERDEN; Bs. As., CEA-UBA-UNPA.
18
municipales que fueron incorporadas como respuesta estatal a la crisis de
desarrollo en los ‘90. Fenómeno que ha dado lugar al constructo de sentido
común o nativo, que identifica a un conjunto de sujetos vinculados a
unidades de tenencia agropecuaria como “chacareros”. Este constructo contó
desde siempre con cierta simpatía urbana que rememoraba en un nuevo
contexto histórico la etapa epopéyica de los viejos pioneros patagónicos que
“domesticaron” la naturaleza y transformaron el “desierto” en mundo rural.
Ahora se trataba de nuevos sujetos que reproducirían la epopeya pionera en
un paisaje semidesértico donde no “había nada”. Pero estos sujetos no son
europeos ni trabajadores rurales, son en su mayoría argentinos y en menor
medida de origen chileno. La mayoría argentina con experiencias concretas
en “zona de chacras” es de origen norteño, y otros provienen de distintas
provincias patagónicas. Son básicamente empleados asalariados de distintas
reparticiones públicas, jubilados y profesionales independientes.
19
La estructura teórica de esta tesis nos sitúa frente a un problema de
desarrollo local en su dimensión agropecuaria. Inicialmente discutiremos
lo “agropecuario” en sus propios términos desarrolladores o no
desarrolladores resultante de la imbricación localizada de sujetos urbanos y
tierra asumiendo como escenario el contexto de transformación del
fenómeno de lo rural; en segundo lugar reservaremos la discusión del
desarrollo local desde un criterio semejante, operación que nos permitirá
integrar seguidamente ambas dimensiones en una perspectiva teórica
(Capítulo II) propositiva y acotada a un modelo local.
20
entre nuevas tendencias agroindustriales empresariales, el papel del Estado
y nuevos sectores que han accedido a nuevas fronteras agrarias. Sostiene
que las familias urbanas empobrecidas han sido incorporadas producto de
la necesidad estatal de amortiguar conflictos sociales y no de las necesidades
de expansión de la producción agraria y movilidad rural-urbana en sus
estrategias de reproducción familiar. En este estudio se muestra claramente
como el Estado Provincial genera flujos de población que difícilmente
serán sostenidos por procesos de capitalización. Se trata de familias que
han empeorado sus condiciones de posibilidad de reproducción familiar. Es
en el caso de familias que no tienen vivienda y son provenientes de áreas
marginales de la ciudad, desempleados, cuentapropistas, trabajadores del
sector informal y desplazados agrícolas que deciden organizarse para
cambiar su situación de vida. Concluye que en el contexto provincial
coexisten junto a esta realidad una tendencia articuladora con la
modernidad que se asemeja a la tendencia propia de la nueva ruralidad
latinoamericana. La autora es tasita al señalar que el fenómeno local se
diferencia del caso europeo por cuanto allí la refuncionalización del mundo
rural provoca formas de organización para integración en la economía a la
población rural, aquí la multifuncionalidad provoca exclusión y mayor
vulnerabilidad. Por último queremos destacar el estudio de María Eugenia
Cepparo (2005) quien estudia desde una perspectiva de la geografía los
alcances de la oferta de hortalizas en Río Gallegos desde los años ‘90. Al
respecto la autora señala que el fenómeno ocurre entre un pequeño número
de siete productores que explotan el comercio local de hortalizas mediante
invernáculos comerciales y a cielo abierto, en los que aplican diversas
tecnologías y trabajo familiar. Enfrentados a los problemas del clima,
estacionalidad, costos de producción y dificultades de comercialización por
dependencia en la cadena de tiempos de pagos de supermercados, los
chacareros de Río Gallegos no logran estructurar una articulación exitosa
con el mercado local.
7
Ver FAOAG21:RevistaEnfoquesAgriculturaurbana.htm, actualizada el 03/01/2005; también Rachel Nuget, Florence Egal:
Alimentación urbana actualizada el 03/01/2005, y Urban Harvest, agricultura urbana.htm, actualizada el 03/01/2005.
8
La crisis de desarrollo urbano se expreso ampliamente en los medios periodísticos regionales por ejemplo en el
aniversario de la ciudad en 1992 donde se hablaba de las “ilusiones perdidas” por la retirada de YPF, la
inexistencia de una política para la Patagonia, el temor a la emigración, en Diario Crónica de Comodoro Rivadavia
1992.
21
estructuralmente bajo condiciones históricas de desigualdad social y
cultural. En efecto, la periurbanidad ha sido caracterizada como estrategia
de subsistencia de producción familiar en contextos de pobreza para
continentes como Asia y África fundamentalmente. Su promoción conceptual
se oriento como práctica de prevención a la seguridad alimentaria en
sociedades donde los niveles de ingresos de los hogares pobres no alcanzan
para adquirir alimentos frescos. En esos países, el trabajo femenino suele
ser visto como el pilar a partir del cual se disminuyen los riesgos de
nutrición. Pero -de acuerdo a los autores que venimos siguiendo- la
mitigación de los impactos sobre las familias pobres no deben ser
sobrestimadas. La agricultura, granja, u horticultura periurbana sólo puede
ser exitosa bajo determinadas condiciones tecnológicas y si cuenta con
estimulo de las políticas públicas. Si nuestra realidad local no se ajusta a
éstos parámetros ¿Cuál es la realidad en nuestro contexto de investigación?.
Todo nos indica que los sujetos que interactúan en Caleta Olivia -técnicos
y chacareros- unos representan en gran medida a un Estado con recursos
económicos únicos en la Argentina y otros son asalariados de ese Estado
Provincial y sus municipios o jubilados del Estado o profesionales
autónomos. Ambos no representan ningún tipo de pobreza empírica o de
adscripción teórica conocida a nuevas formas de precarización laboral rural
de la argentina de los ‘90 (Roberto Tenencia: 1996). Esta particularidad
local y subregional -que justifica en parte esta investigación de tesis-
obviamente no excluye que bajo condiciones semejantes de capitalismo
global y ajuste estructural en el mercado de trabajo regional no estemos
frente a un contenido particular de estrategias de subsistencia urbana.
Sospechamos que para al menos un sector de los tenedores de tierra
agropecuaria de Caleta Olivia estamos frente a una estrategia de
subsistencia. Este es el desafío que enfrentamos en Capítulo V y VI de esta
tesis en la que esperamos responder la pregunta acerca de ¿Quiénes son los
“chacareros”?; ¿Cómo se llega a hacer “chacarero” en Caleta Olivia?; ¿Qué
tipo de “chacareros” es posible distinguir empíricamente? y ¿bajo qué
condiciones locales se producen determinado tipo de respuestas adaptativas?
22
establecidas en el mundo urbano o pobres estructurales características de
otras regiones de la Argentina.
23
Producto de contingencias históricas -ya explicadas- la política
municipal recién a partir de los ‘90 inicia una política de distribución de
unidades parcelarías con fines productivos agropecuarios. Los primeros
estudios de carácter técnico y científico se conocieron cuando dos proyectos
estructurales se popularizaron a nivel social. Se trataba de la
implementación Plan Estratégico para Caleta Olivia (PECO- UNPA 1998) y
el proyecto de la Obra de Red de agua potable de la Municipalidad de Caleta
Olivia (2000). En este contexto se produjo el “Informe de la Primera Etapa
Diagnóstico General de la Zona de Chacras de Caleta Olivia”10, el cual se
centró en la potencial comercialización de productos agropecuarios. En este
diagnóstico la perspectiva técnica sostiene que la disposición de agua para
riego se convertiría en un factor clave para la factibilidad de
comercialización agropecuaria de los productores chacareros.
24
de esta investigación- generó el primer estudio ambiental. El Estado se vió
obligado a través de la Subsecretaría de Medio Ambiente de la Provincia en
contratar una consultoría de HIDROAR S.A. (Servicios Hidrogeológicos y
Ambientales). Esta entidad privada produjo el primer estudio
hidrogeológico en la zona de chacras de la ciudad de Caleta Olivia. Su
objetivo consistió en probar que las causas del afloramiento de aguas
salinizadas no se debían a la filtración de agua por recuperación de pozos
petroleros11. En este mismo contexto de discusión en el año 2004 un estudio
independiente del profesional ambientalista Silvio Romano describió las
características del suelo y las aguas y llegó a bosquejar un plan de gestión
ambiental para evitar la tasa decreciente de producción del área y el
aumento del proceso de afloramiento de salinización por irrigación12. Desde
que ambos estudios técnicos ocurrieron, la política municipal inició un
trabajo de drenaje con máquinas viales las cuales remplazaron un plan de
gestión ambiental, y desde entonces no se conocen más estudios
ambientales, comerciales o sociológicos. En definitiva, este conjunto de
antecedentes se constituyen en pilares básicos a partir de los cuales
esperamos aportar en un estudio con vocación integral que incluyen la
dimensión humana y natural en la interpretación de nuestros resultados de
trabajo de campo vivenciados entre el año 1999 y el año 2004.
Capítulo II
11
AA.VV. (Febrero 2003) “Estudio hidrogeológico ambiental en la zona de chacras ciudad de Caleta Olivia-
Provincia de Santa Cruz”. Secretaría de Medio Ambiente de la Provincia de Santa Cruz (73 páginas).
12
Silvio Romano (2004) “Plan de gestión ambiental para un desarrollo agrícola sustentable en Zona de Chacras”.
Caleta Olivia.
25
La ocupación humana de la zona de “chacras” de Caleta Olivia se
presenta como un fenómeno local dentro de un contexto nacional de crisis de
las economías regionales (Alejandro Rofman: 2001) y de ajuste estructural
de la Región Austral (Agustín Salvia: 1997) que circunscribió a los espacios
urbanos al debate sobre el cambio de paradigmas de gestión del desarrollo
local (Sergio Boisier: 2001, Antonio Vazquez Barquero:2001). Es en este
marco de relaciones estructurales, regionales y locales que comienzan a
inscribirse respuestas culturales que sitúan la dimensión agropecuaria del
desarrollo local como objeto de políticas. En Antropología la explicación y
comprensión de los procesos humanos que producen variaciones culturales
producto de los fenómenos referenciados nos exige conectar la perspectiva
de los actores y sus respuestas adaptativas atendiendo a los factores
naturales del entorno.
26
varíen, así como su importancia…” (Ubaldo Martínez Veiga:
1985: 30)
Y por modelo:
“... una construcción teórico-ideológica, también establecida
en un momento particular, que se propone como la
orientación que ese sistema sociocultural debe seguir en
adelante.“ (Ob. Cit: 30)
27
Cabría seguidamente preguntarnos ¿Dentro de que modelo regional y
estilo local de desarrollo ocurre la adaptación agropecuaria “chacarera”?
Esta pregunta nos conduce directamente a señalar que la perspectiva de los
técnicos o gerentes del cambio - como los ha denominado Alfredo G.A
Vallado (2000: 159) emergen de instituciones. Instituciones locales desde las
que interaccionan con los “chacareros” por lo cual se torna necesario relevar
que las perspectivas emicas técnicas que surgen de las instituciones en tanto
culturas organizacionales. Las culturas organizacionales según Fernando
Flores (1997) supone el estudio del conjunto de normas, pautas y conductas
que establecen modos de acción individual y colectiva al interior de las
organizaciones sociales. El análisis de una cultura organizacional considerar
básicamente: los modos de distribución y ejercicio del poder; los modos de
ingreso, elaboración y procesamiento de información (la del contexto y la de
la organización); los modos de procesamiento y resolución de conflictos; los
modo de autopercepción de los fines y metas de la organización; los
posicionamiento de la organización dentro de los sistemas sociales externos
que interactúan con ella. Esta serie de variables que definen la cultura
organizacional es sugerente para hacer antropología dentro del propio
contexto organizacional en el que debió posicionarse el autor de esta
investigación de tesis, pues permite no solo desentrañar la perspectiva
técnica, sino que su contexto de actuación en relación al fenómeno
desarrollador.
28
La perspectiva de José Arocena es de cierta utilidad para situar en el
análisis el fenómeno agropecuario local como un intento desarrollador en
pleno contexto de ajuste estructural en que “chacareros” y actores
institucionales accionando en el orden de transferencia de conocimientos;
(Universidad Nacional de la Patagonia Austral, Instituto Nacional de
Tecnología Agrícola y Consejo Agrario Provincial) y en las decisiones
administrativo políticas (Secretaría de Desarrollo y Producción Municipal)
interaccionan entre sí y con el actor “chacarero”. Sin embargo, a los fines de
un enfoque antropológico del desarrollo económico esta perspectiva resulta
útil para presentar los actores que construyen sentido explicativo emic de
sus acciones desde la perspectiva del mercado, pero nos resulta insuficiente
dada la escasa atención asignada a la dimensión cultural del desarrollo
económico. El énfasis puesto en la producción de excedentes de capital para
configurar un mercado se transforma en un escollo para conocer y
comprender la dimensión económica presente en las racionalidades de los
“chacareros”.
30
reproducción que hacen que el sistema sociocultural y se mantenga o
transforme. De allí la perspectiva de los actores resultan un recurso
metodológico irremplazable para la comprensión del desarrollo local en su
dimensión agropecuaria. Las formas de pensar, sentir y actuar expresadas
en conductas y significados representan pues las puertas de entrada del
investigador de campo para la reconstrucción cultural desde las perspectivas
de los actores.
31
“...un término genérico que engloba tres tipos principales de
unidades a saber, la unidad de residencia, la unidad reproductiva y
la unidad económica. La unidad económica es a su vez, un término
genérico que abarca a personas comprometidas conjuntamente en
el proceso de producción y consumo” (1972:106)
32
Hecha esta reflexión, debemos advertir que no esperamos definir la
producción de los G.D. “chacareros” como una modalidad doméstica de
producción agropecuaria propiamente dicha; más bien aspiramos a
incorporar ciertas variables que surgen de las teorías de los G.D. Ambos
enfoques nos permitirán situar la discusión de la producción en un nivel de
observación analítica donde lo agropecuario se teje como trama cultural de
perspectivas y significaciones cruzadas entre “chacareros” y técnicos
desarrolladores. Perspectivas que a su vez resultan fecundas para
estructurar la forma y/o modelo empírico “chacarero” que se viene
construyendo dentro del estilo de desarrollo local de Caleta Olivia en su
dimensión agropecuaria. Por ello debemos sostener que las U.D. en tanto
unidades de producción (U.P.) más bien, pueden ser entendidas como una
forma en que las mismas a través de trabajo familiar recrean el capital que
producen mediante la articulación de mecanismos específicos de
subsunción del trabajo doméstico (Gastón Gordillo:1992) a la vez que
garantizan la reproducción social. Es esta perspectiva la que conduce a
dejar instalada las interrogantes respecto si los G.D. en tanto U.P. orientan
su racionalidad hacia la subsistencia, es decir a las necesidades y deseos del
grupo, dando contenido a la dimensión económica de la reproducción
social?; o por el contrario su racionalidad dominante se orienta hacia la
obtención de ganancia?, es decir, dando sentido a la lógica del capital y
buscando articular con el mercado allí donde el grado de articulación con los
proyectos desarrolladores encontraría explicación y un punto de
comunicación a la vez qué nos permitiría acercarnos a responder la
siguiente pregunta ¿La actividad agropecuaria puede constituirse en una
dimensión estratégica del desarrollo local?
33
considerar la dimensión temporal de la composición demográfica de los
miembros, por grupo de edades, sexo, ocupaciones (previo al acceso a las
chacras) - entre otras variables- necesarias de relevar a fin de conocer el
ciclo de desarrollo del G.D. que han accedido a las unidades de tenencia –en
nuestro caso- como primera generación de tenedores.
34
otros teóricos (Partridge y Warren, 1984; Hoben, 1982) que la tarea del
antropólogo para el desarrollo consistiría en mitigar las consecuencias
negativas para las comunidades humanas involucradas y afectadas por los
esfuerzos hacia el desarrollo (Lins Riberio, 1999: 47). Es sugerente la
definición del autor si entendemos que desde estudios micro territoriales
podemos dar cuenta de interconexiones entre dimensiones estructurales
del capitalismo en la región y las relaciones sociales y culturales que
concretamente ocurren en escenarios localizados e impactados por proyectos
propios del neoliberalismo. Lins Ribeiro sostiene además que la
Antropología para el Desarrollo, al ocuparse de análisis de impactos ha
tenido también su trayectoria en la evaluación de Programas de Desarrollo
(formalizados o no). En nuestra experiencia de campo, no resulto raro que
mientras establecíamos nuestras relaciones de campo en la “Zona de
chacras” de Caleta Olivia, la palabra “proyecto” estuviera siempre presente
en los discursos de unos y otros actores. Es el impacto de los proyectos
estructurales y su relación con los micro proyectos individuales en la
construcción de sentido de los actores lo que pretendemos comprender y
revelar como una dimensión estratégica del proceso adaptativo. En nuestro
trabajo de campo nos encontramos más de una vez inmersos en una
práctica antropológica en la que debíamos opinar sobre problemas del
desarrollo local de Caleta Olivia; inclusive -por momentos- como debimos
actuar como intermediario (Giménez Romero, 1999: 69) de las relaciones de
conflicto entre las culturas organizacionales y los “chacareros”. Este fue
precisamente el caso del proyecto de invernáculo de autoconsumo familiar
del cual hablaremos en el Capítulo IV de esta tesis.
35
empírica?. Este interrogante obedece al hecho que la Universidad Nacional
de la Patagonia Austral, Unidad Académica Caleta Olivia ha formado parte
de las estrategias desarrolladoras que analizo en esta investigación de tesis.
Por ello, esta pregunta no es inocente y exige esclarecer el rol antropológico
en un contexto de investigación de estas características. En tal sentido, no
se puede obviar el principio antropológico que nos ha enseñando la
antropología comprensiva (Renato Rosaldo, 1991:186) consistente en hacer
visible el lugar del autor, admitiendo de entrada que estuvimos siempre
sujetos a juegos de relaciones de poder en el ámbito universitario. Pero el
autor entiende que esta posición en el campo de relaciones sociales ofrecía
una dificultad de tipo ideológica no metodológica. La posible obstrucción
ideológica en Ciencias Sociales la sostenemos desde una concepción de
Universidad en la que no aceptamos ser cómplices de engendrar nuevas
relaciones de desigualdad social y cultural a través del conocimiento de
investigación. El tiempo transcurrido entre indagación en distintos ámbitos
institucionales estatales, provinciales y nacionales explican en gran medida
la temporalidad entre incursiones de trabajo de campo y la escritura de esta
Tesis.
36
denominado “Estados Municipales y actores socioeconómicos en un contexto
de economía global. Análisis del impacto de los programas orientados al
desarrollo local en dos Subregiones de Patagonia”. Este proyecto fue vital
para comprender los problemas culturales del desarrollo local y regional, a
la vez que nos ha permitido – junto a una serie de colaboradores y colegas-
discutir la dimensión de desarrollo local agropecuario y en particular en lo
referido a la “Zona de Chacras” de Caleta Olivia. Desde esta experiencia de
investigación fueron múltiples las técnicas que se focalizaron en el ámbito
de estudio “chacarero” y en los actores vinculados con mi problema de
investigación. Una beca de investigación para alumnos me permitió
contrastar mis propios registros y reflexiones de campo con la libreta de
campo que debía desarrollar un alumno como parte de su proceso de
formación. Otra experiencia con alumnos avanzados de la Universidad
Nacional de la Patagonia San Juan Bosco nos ha permitido disponer de
entrevistas grabadas focalizadas con informantes claves técnicos, políticos y
“chacareros”. Estas entrevistas fueron de utilidad a la hora de construir
esta tesis pues nos han permitido acceder a puntos de vista que difícilmente
podríamos haber accedido por nuestro propio rol universitario. En todos
los casos el autor de esta tesis diseñó los instrumentos de recolección de
información13 y mediante el propio proyecto de investigación – como parte de
una estrategia global de investigación- pudimos acceder gradualmente al
conocimiento de estudios técnicos escritos que fluían complementariamente
como información de contexto y que han sido ampliamente utilizados en
esta tesis para reconstruir la perspectiva de los técnicos.
13
Nos referimos a pautas de entrevistas semi estructuradas, con preguntas abiertas vinculadas a los tópicos que
comprendían específicamente el problema del desarrollo en la “Zona de Chacras”.
37
Nuestro acceso al ámbito municipal tuvo tres momentos que
estuvieron claramente determinados por las coyunturas políticas locales y
por los momentos medidos de inmersión en el ámbito “chacarero”. El primer
momento fue de acercamiento a la perspectiva política – técnica de quienes
en el año 1999 controlaban la Secretaría de Planificación de la
Municipalidad y la División de tierras agropecuarias. Perspectiva a la que
pude acceder gracias a un informante clave de la situación chacarera. El
segundo momento ocurrió, entre los años 2001 y 2003, cuando la Secretaría
de Planificación se transformó en Secretaría de Desarrollo y Producción, fue
entonces cuando pudimos establecer un fluido intercambio con los cargos
técnicos y políticos llegando inclusive a actuar como mediador entre la
vecinal y la Secretaría por conflictos pendientes derivados de la pérdida de
la elección del candidato del Intendente Córdoba como presidente de la
Unión Vecinal de “Zona de Chacras”. Esta situación me brindó la
oportunidad de generar una serie de reuniones de trabajo entre la vecinal y
los cargos políticos técnicos de la municipalidad con la excusa de realizar un
instrumento de evaluación del “proyecto de invernaderos” que tantas
disputas y acusaciones mutuas generaba.
38
Capítulo III
39
1. El “interland” urbano de Caleta Olivia
40
Vista desde el Oeste en dirección Sureste.
Avenida principal, en el fondo Caleta Olivia y océano atlántico.
41
En esta misma avenida se pueden observar pequeños movimientos de
actividad social, allí se ubica la Unión Vecinal, creada en 1993 que es
atendida generalmente por personal adscripto municipal o de planes
sociales provinciales. La Unión Vecinal revela un diseño en ciernes de una
forma de actividad que esta siempre en construcción y nunca logra
terminarse, allí periódicamente se informa sobre horarios de talleres
barriales, se recepcionan los servicios de gas, luz, teléfono y se utiliza como
ámbito social y de reuniones.
42
través de la vigencia de las casitas “carpas” de madera, utilizada entre los
años ‘40 y ‘60 para habitación de solteros y que hoy son refuncionalizadas
como hábitat para los estables y/o como depósitos para los que van y vienen
a trabajar la “chacra”.
44
Cercado perimetral con postes de más de tres metros de altura y cercado con material de rezago de
industria pesquera. Adecuaciones para cercar y proteger de los fuertes vientos
Cercados con utilización de materiales diversos y cercado perimetral con estacas, alambre de seis
hilos y cortina de Alamos
45
4. Clima, topografía y problemas del suelo
46
Vista panorámica desde el Sur hacia el Este: Zona media forestación
14
Estamos siguiendo básicamente AA VV (2003) “Estudio hidrogeológico ambiental en la zona de chacras ciudad de
Caleta Olivia- Provincia de Santa Cruz”. Secretaría de Medio Ambiente de la Provincia de Santa Cruz (Pág 27)
Otra clasificación que consideran los técnicos Clima es definirlo como tipo árido, mesotermal con nulo exceso de
agua y concentración estival de la eficiencia térmica 48% (EB2` d a`).
15
En el mismo estudio que venimos siguiendo la evapotranspiración ha sido estimada en 727 mm/año, si se tiene
en cuenta la precipitación media (228 mm/año), representa un déficit hídrico de 499 mm/año (Eavotranspiración
potencial 1675mm/año, con un déficit hídrico anual de 1447 mm( auto es exagerado el número. No existe déficit
hídrico en mayo, Junio, Julio (los otros mese s el déficit asciende a 499 mm.)
47
la dinámica de relación que resulte de las interacciones entre “chacareros” y
culturas organizacionales desarrolladoras. Pero este modelo cultural,
aparece vinculado a la actividad antrópica de población de origen urbano
que ha accedido a las unidades de tenencia y que lo ha hecho sobre la base
de una política pública que antepuso un criterio de distribución de tierras
sin el adecuado conocimiento científico-técnico del medio natural. Este
recién comenzará a ser implementado cuando un sector importante de
unidades de tenencias comienzan a experimentar una situación crítica en
los distintos sectores del espacio “chacarero” producto de un fenómeno de
incontrolados afloramientos acuíferos y manifiestos fragmentos de
salinización y alcalinización de los suelos.
48
49
5. Interrogantes e hipótesis que sugiere el medio natural
50
nos evidencia estar ante las condiciones mínimas y no las medias de
aprovechamiento del medio ambiente?; o por lo contrario ¿estamos situados
en el extremo del punto máximo de aprovechamiento de sustentación
posible?. Cualquiera de las dos interrogantes nos enuncian un problema
cultural en términos de adaptación al medio natural “chacarero”. Por ello
explorar las condicionantes objetivas (tipo de suelo y condiciones
hidrológicas naturales) y las construidas por la intervención humana
(proceso de ocupación, aumento de erosión, sobre irrigación, proyectos de
obras de ingeniería, etc.) representan conocimientos necesarios y estratégico
para revertir la mirada dominante en el sentido común que tiende a
depositar la mirada en la culpabilidad en los “chacareros”. Explorar desde
una mirada integral la dimensión cultural y natural de la dimensión
agropecuaria del desarrollo local, nos permitirá precisamente encontrar un
principio de explicación antropológica al fenómeno postulado si logramos
reconstruir cómo han venido produciéndose las respuestas adaptativas
individuales y colectivas frente a las condicionantes técnicas y de la
naturaleza y comprendiendo acerca de cómo los factores del entorno
condicionante –que incluyen las intervenciones técnicas -contribuyen a
determinar las racionalidades “chacareras” en la construcción del actual
modelo productivo.
Suelos de la
zona baja
salinizada
51
6. La naturaleza se impone al sentido común de las culturas
organizacionales técnicas
52
explicaciones más integrales en el que conjunto de variables culturales
sociales y naturales interactúen en un modelo de comprensión analítica
posible mostrar el proceso de adaptación humana alcanzado.
53
Capítulo IV
“Caleta Olivia será la puerta del fin del mundo...” Este fue el
emblema que la Consultora privada “Entrepeneuer” y “Moguier y
Asociados” le propuso a los Caletense como lema resultante de su
consultoría dentro del Plan de Desarrollo Estratégico contratado en 1998
por la Unidad Académica Caleta Olivia de la Universidad Nacional de la
Patagonia Austral16. Esta experiencia de puesta en juego de las sinergias
sociales en una población de 40.000 habitantes finalizaba en agosto de
1999 luego de toda una etapa de investigación diagnóstica financiada por la
gestión política de Unidad Académica de la Universidad Nacional.
Culminaba con una serie de talleres donde distintos actores individuales e
institucionales asistieron para elaborar ideas - proyectos que finalmente
fueron sistematizados por el equipo técnico universitario que gerenciaba
técnicamente la propuesta. El plenario final, contó con escasa presencia
ciudadana, con la ausencia del Intendente y autoridades locales, viéndose
obligada la consultora a exponer improvisadamente una carta pre
redactada donde intentaba mostrar la perspectiva de los participantes y
legitimar un cierre de su intervención exitosa en materia de planificación
estratégica urbana. Lo cierto es que más allá del agotamiento del modelo
participativo gestado originalmente -a objeto de nuestro estudio- el evento
representaba una puerta de entrada para examinar la concepción de
desarrollo local presente en la metodología de convocatoria y los resultados
obtenidos.
Entre los múltiples talleres que se ejecutaron por dos días –en la
etapa de cierre- uno de ellos estuvo orientado a la diversificación
económica. Allí se estableció una “Mesa” denominada: “Tierra, chacras,
animales, agroindustria”. Surgieron una serie de “propuestas-
conclusiones” que quedaron explícitamente planteadas como estrategias
para desarrollar lo que se entendía -en todos los actores participantes- como
una necesidad de apostar para volver productivo el naciente sector de
“Zonas de Chacras de Caleta Olivia”. Básicamente se estableció como
prioritario las siguientes líneas estratégicas:
16
UNPA-UACO. Formulación del Plan Estratégico de Caleta Olivia (PECO) 1988.
54
● Estudio integral del potencial productivo de la zona de
chacras.
● Programa de asistencia técnica permanente a los productores
de la zona.
● Programa de capacitación para la gestión de los
emprendimientos y la producción de la zona de Chacras.
● Conformación de una cooperativa de productores de la zona de
chacra.
● Constitución de una chacra experimental.
● Provisión de agua para riego a la zona de chacras.
● Definición de canales de comercialización para los productores
de la zona de chacras (ferias dominicales).
17
Las experiencias realizadas durante el contexto se desarrollaron en Puerto Madryn, Trelew, Esquel, Comodoro
Rivadavia en Chubut y en Caleta Olivia, Río Turbio dentro de la Provincia de Santa Cruz, todas ellas lideradas
desde los Estados Municipales.
18
Diario “Tiempo de Santa Cruz”, Caleta Olivia, Agosto de 1998.
55
Al interior de la cultura organizacional del Municipio y coincidente
con la búsqueda de control de la participación social y la presión sentida
desde la Universidad comenzaría una suerte de adecuación de su estructura
política institucional, cuya dinámica ocurrida entre los años 1999 y 2004
implicó crear la Subsecretaría de Producción y desarrollo – División
radicación zona de chacras (1998), la Coordinación de Zona de Chacras y la
articulación de emprendimientos a través de la Oficina de Enlace
Provincial (1999-2001). En el año 2001 la Subsecretaría de Producción y
Desarrollo adquirió el estatus de Secretaría y absorbió a la Unidad de
Enlace Provincial. El año 2002 se crea la Agencia de Desarrollo, momento
que a su vez coincide con la recomposición institucional de las relaciones
entre el Intendente Municipal y el Decano de la UNPA, situación que ocurre
próxima a un nuevo contexto electoral de ambas instituciones. En ese año
un Convenio Interinstitucional estableció a la Agencia de Desarrollo Local
como ente mixto (Universidad y Municipalidad). Este nivel de articulación
ocurría casi cuatro años más tarde de la ejecución del Plan de Desarrollo
Estratégico y se realizaba como antesala de la derrota electoral del
Intendente que entre 1991 y 2003 había gobernado la ciudad de Caleta
Olivia.
56
3. El contexto local y provincial
19
Eugenia Marques, en “Experiencias de Planeamientos Estratégicos” (p: 424 a 464) en IV Jornadas Patagónicas
sobre Trabajo y Desarrollo- Junio 2003- UNPA- UACO.
57
bajo formas de financiamiento de salarios públicos que implicaban adelantos
de regalías por coparticipación en la renta petrolera, más la sustentación
progresiva de la ayuda social a través del Ministerio de Acción Social.
Ambas estrategias generaron formas de asistencia reales que culminarán en
el asistencialismo y clientelismo local y que se articularán cómodamente con
el poder político provincial. Paralelamente este Estado Provincial tanteará
ejercicios desarrolladores locales a través de los Fondos Provinciales y
Nacionales gerenciados desde la Secretaría del Estado y de la Producción
dependiente del Ministerio de Económicas y Obras Públicas (MEOP).
58
Pero todo Programa o Proyecto nace de una institución; en la
perspectiva de la autora que venimos siguiendo, es a través de la dinámica
institucional que se puja por el desarrollo en la que se entrecruza y
construye la realidad social entre los actores involucrados. La mirada
institucional permite comprender las arenas de conflictos, negociaciones,
prácticas, discursos y sentidos que modelan la intervención. Se entiende a
la intervención desarrolladora ( María Carolina Feito, Ob Cit, siguiendo a
Rodríguez Billella (2004:3)- como:
59
Municipalidad de Caleta El gobierno provincial, La Universidad Nacional de
Olivia a través de: a través de: la Patagonia Austral,
(UNPA-UACO) a través de
- Secretaría de Planificación - Consejo Agrario su oficina de vinculación
Provincial tecnológica
Secretaría de Producción y - Secretaría del
Desarrollo Estado y la El Instituto Nacional de
producción Tecnología Agropecuaria
- Ministerio de (INTA)
Acción Social (MAS)
- Servicios Públicos
S.A.
20
En 1999 la Secretaría de Planificación dependía de Oscar Peralta; la División Zona de Chacras de Victoria
Rivera; La Dirección de Promoción Industrial de Eduardo Galarza; la Coordinación de Zona de Chacras de Saúl
Martínez; La Oficina de Enlace Municipal a cargo de la empleada Eugenia F; mientras que en la Comisión de
Tierras, actuaron junto a los Secretarios de Planificación primero y de Producción después los siguientes
Concejales: Periodo 1999 Concejales Mamami y Juárez; a partir del Año 2000 y hasta el 2004 los Concejales Pablo
Fernández y Marcelina Pródromos, todos ellos de filiación justicialista a excepción de Pródromos que ingreso por
la Alianza y culminó en el justicialismo.
60
Durante todo el período 1999 – 2004 tuvimos la posibilidad de
interactuar con los distintos responsables del área municipal de acuerdo al
contexto que a cada uno les toco actuar. Fue así que pudimos registrar que
en 1999 el principal problema detectado por los funcionarios de turno era el
criterio de las adjudicaciones hechas y las usurpaciones; por ello ya se
enunciaba la necesidad de establecer una política de redefinición de criterios
de adjudicación; pero decían “el intendente no quiere tocar nada, es una
cuestión política”. Entre los años 2000-2001 el principal tema de agenda del
municipio consistió en lograr tender catorce kilómetros de red de agua en
“chacras”; mientras que a partir del 2001 y hasta fines del 2004 el tema de
agenda se transformó en establecer como prioridad la producción y atender
la relación conflictiva entre el Municipio y la Unión Vecinal de Zona de
Chacras. En resumen; las principales iniciativas desarrolladoras en
términos de proyectos estructurales consistió en la ejecución de la Red de
Agua y en términos de proyectos focalizado su participación a través de la
iniciativa interinstitucional de implementación de Invernáculos de
autoconsumo familiar.
21
Por Ley 1009 el Concejo Agrario Provincial se constituye en un ente autárquico cuya función esencial consistirá
en la ejecución de la política agropecuaria que fije el Poder Ejecutivo. Para el cumplimiento de esos fines se le
designan un diecinueve atribuciones entre las que podemos destacar según el Art. 3º de la Ley: Entender en todo lo
relativo al régimen de la tierra; Entender en todo lo concerniente a la conservación y aprovechamiento de los
recursos naturales agropecuarios; Proyectar y ejecutar planes de colonización; Dictar normas en materia de
conservación de los suelos; Fomentar la forestación, reforestación y conservación de los recursos naturales;
Proyectar y ejecutar obras de riego; Ejecutar medidas de defensa de las especies animales y vegetales; Mantener
contacto con organismos técnicos oficiales y privados a los fines de la debida coordinación para el desarrollo de sus
tareas específicas; Propender la investigación agropecuaria y fomentar la multiplicación, distribución de semillas,
organizar y crear estaciones zootécnicas y centros de experimentación; Ejercer el control de la sanidad animal y
vegetal.
61
trabajo en terreno22. No obstante, es claro que basado en su experiencia
como agrónomo y de las múltiples consultas que atiende ha generado su
punto de vista, sosteniendo que la principal característica de los
“chacareros” consiste en el desconocimiento de la faz productiva y en la
imposibilidad de realizar cooperativas; mientras que el principal problema
de la política agropecuaria municipal consistiría en la inexistencia de
criterios de segmentación de la población adjudicataria.
22
Una situación semejante ocurre en otras localidades de Zona Norte como Perito Moreno y Las Heras, donde la
tendencia del ente a nivel de Río Gallegos ha generado que los recursos humanos hagan trabajo de oficina en las
localidades, evidenciándose claramente la pérdida de la capacidad técnica y deterioro del equipamiento del
organismo a nivel agropecuario.
62
Sector de Proyectos Cantidad de proyectos Porcentajes
primario
Subtotal 11,6%
Sector
Secundario
Ind. Metálica 3 5%
Ind.Construcción 4 6,6%
Ind.Alimenticia 11 18,3%
Ind.Petrolera 1 1,6%
Otros 3 3,3%
Subtotal 45%
Sector
Terciario
Edic./publicidad 5 8,3%
Comunicaciones 3 5%
Arquitectura 1 1,6%
Turismo 3 5%
Otros 4 6,6%
Subtotal 42,6%
Totales 100%
Fuente: Elaboración propia año 2004 en base a datos Secretaría del Estado y la Producción Pcia.
Santa Cruz.
63
Financiamiento en el sector agropecuario de Zona de Chacras de Caleta
Olivia
$174.522
Fuente: Elaboración propia año 2004 en base a datos Secretaría del Estado y de la Producción -
Pcia. Santa Cruz.
64
4.4. Servicios Públicos S. A. (SPSE)
23
Ley de sociedad del Estado Nº 20705 y Ley Provincial Nº1345 de Octubre de 1980, sus estatutos son aprobados
por Decreto 1085/80 y el Estado Provincial representa el único accionista.
24
Servicios Públicos Sociedad del Estado. Proyecto de Inversión Zona de Chacras. Julio 2004. Folio 5.
25
Según Servicios públicos para el año 2005 la ciudad consumirá alrededor de 16.000 mts./ que deberán provenir
de inversión en reparación y nuevas baterías para ambos sistemas y por el nuevo acueducto del Lago Muster
(Chubut) en capacidad de bombear hasta 20.000 mts./3 diarios.
65
Provincia26. Por ello, ante la inmanente emergencia de las necesidades de
la población urbana presentada a través de los Centros de Integración
Comunitaria y ante la demanda de la Unión Vecinal de Zona de Chacras de
Caleta Olivia, este Ministerio se vio involucrado como fuente de financiación
en el Proyecto focalizado denominado “Proyecto de Invernáculos para
Autoconsumo Familiar”. El Organismo participó de este proyecto a través
del financiamiento de mil metros de polietileno para ser administrado por
la Comisión Directiva de la Unión Vecinal.
26
Se recomienda consultar: Alicia Kirchner, Paola Vessvessian (2001) “En busca de un ordenador social. Trabajo:
Agenda no resuelta”. Edit Espacio. Bs. As.
66
participación de técnicos del área de la carrera de administración contable.
Tal cual hemos visto al iniciar este capítulo, el plan original definía una
serie de proyectos prioritarios que incluían un estudio integral productivo,
asistencia técnica a los productores, capacitación en emprendimientos,
conformación de cooperativas, constitución de una chacra experimental,
apoyo a partir de la provisión de agua para riego y la definición de canales
de comercialización para los productores. Este Plan ambicioso se
materializó a través del Programa de Activación de la Zona de Chacras,
del cual surgió un estudio de diagnóstico denominado proyecto de granja
experimental que fue la base a partir de la cual comenzó a operar la Oficina
de Vinculación Tecnológica de la Universidad. Desde que se concursaron
Fondos Nacionales fundamentado en el Plan estratégico de Caleta Olivia se
presentó al interior de la Universidad como la construcción de un espacio de
relación de experiencias pilotos y de capacitación técnica que permitiría
mejorar el conocimiento existente acerca del potencial productivo de la zona
de chacras de Caleta Olivia27.
“…los jóvenes que viven allí que provienen de familias que viven ahí,
aprenden y luego implementan la tecnología que aprendieron”…”…se
espera que con el tiempo se constituya en un espacio para dar
capacitación. Nosotros sabemos que la zona de chacras no va a ser la
panacea, no podemos reconvertir la actividad económica pero es la
solución para algunas familias”.
27
Folio 5. Proyecto Unidad Demostrativa (Chacra experimental) Acuerdo del Consejo de Unidad UNPA –UACO. Nº
273/00.
67
Fortalezas Debilidades Oportunidades Amenazas
68
5.3. La dimensión agropecuaria del desarrollo local formo
decididamente parte de esa agenda, produciendo al interior de las
organizaciones, un proceso de adecuación de las dependencias
internas que establecieron como política pública desarrolladora el
objeto agropecuario. La Oficina de Vinculación Tecnológica de la
UNPA-UACO y la evolución que afecto a la Secretaría de
Planificación Municipal evidencian esta inserción del contexto en
las organizaciones.
69
Estado Provincial delega la dimensión agropecuaria del
desarrollo fundamentalmente a través de su Unidad de Enlace del
propio municipio, permitiendo que el 11, 6 % del 100% del
presupuesto de fuentes de financiación se otorgue a la actividad
de comercialización de productos de granja (Chinchillas y Zorros).
La segunda Delegación local del Estado Provincial que interviene
con un Proyecto Estructural esta representada por Servicios
Públicos. Organismo que reconoce de entrada participa en un
Proyecto de “… buena voluntad”; Mientras que el MAS actuará
también complementariamente desde una clara concepción de
economía social, subsidiando el polietileno para invernáculos
(Proyecto focalizado), y semejante conducta seguirá el Concejo
Agrario Provincial, que subsidiará semillas, diagnosticará e
instalará un técnico en la localidad que de entrada se auto
inhabilitó por carecer de recursos para operar en terreno.
5.8. Tal vez, quien mejor interpretó la realidad del contexto local y
del ámbito “chacarero” fue inicialmente la UNPA- UACO. Esta
institución estableció de entrada una política de adecuación de su
modelo de gestión creando la Oficina de Vinculación Tecnológica a
través de la cual justifico contratación de personal y obtuvo
recursos del Estado Nacional para desarrollar una política
científica mediante programas y proyectos agropecuarios. Pero
además la UNPA - UACO creo una política pública a través del
Plan de Desarrollo Estratégico exponiendo al Municipio en un
debate en torno al rol de las instituciones frente a la necesidad
social y política del cambio de los modelos de gestión para el
desarrollo. ¿Cómo fueron resignificadas estas conductas
organizacionales a través de las interacciones entre técnicos y
“chacareros”?. ¿Cómo las culturas organizacionales que
asumieron la dimensión agropecuaria del desarrollo local
procesaron la información de contexto para definir su propia
conducta frente al objeto agropecuario?, La relación entre
proyectos de desarrollo y ámbito chacareros ¿Pueden configurar
interfases?. Para responder estas interrogantes se hace necesario
recurrir a la perspectiva de los actores técnicos y “chacareros”,
operando éstos desde las culturas organizacionales y desde las
unidades de tenencia. Para ello, tres cuestiones previas
deberemos presentar al lector de esta tesis en el capítulo
siguiente: ¿Quiénes son los Chacareros”; ¿Cuáles fueron sus
proyectos productivos individuales?,¿Cuáles fueron sus resultados
en términos de comportamientos colectivos?. Las respuestas a este
segundo nivel de interrogantes las describiremos en los capítulos
siguientes desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo para
seguidamente presentar en Capítulo VII un ejemplo concreto y
totalizador –en torno al proyecto del agua- que evidencia los
comportamientos organizacionales y “chacareros”. Las respuestas
a este conjunto de interrogantes nos permitirán finalmente
70
hipotetizar en el Capítulo VIII los contenidos culturales que han
estructurado las interacciones que definieron las interfases
productivas, sociopolíticas y de coordinación y articulación entre
culturas organizacionales. Interfases que en definitiva
contribuyen a la definición del modelo empírico de la dimensión
local del desarrollo agropecuario que emerge a partir de las
organizaciones desarrolladoras
CAPÍTULO V
71
Los “Chacareros” de Caleta Olivia: Tierra y proyectos
desarrolladores
28
Paradójicamente este camión dado en donación por el Estado Provincial nunca ha sido utilizado por falta de
papeles y la discusión entonces giraba en torno al hecho de si exhibirlo implicaría aceptar que el gobierno
ayudaba o era preferible no mostrarlo para mantener un alejamiento con la ayuda estatal.
72
unas carretas improvisadas con jaulas que contienen unos cuantos cerdos,
patos, gallinas y verduras.
29
La primera Ordenanza sobre uso del Interland del ejido urbano se corresponde a la denominada Ordenanza
Orgánica 1-M- 70 del Plan Regulador del desarrollo de la ciudad de Caleta Olivia, hecha pública en abril de 1970.
Aquí se establecieron criterios y requisitos para la ocupación del interland rural. La etapa tercera del Plan
establecía Planos Maestros del desarrollo físico y planos complementarios en los que se diseñaron los usos de los
espacios verdes y áreas de recreación del ejido municipal. Luego del advenimiento de la democracia en 1989 se
promulga La Ordenanza 720/89, en la que se establece el Régimen general de tierras fiscales. Allí en el Capítulo
VII se establece el uso de parcelas fiscales destinadas a las actividades comerciales, agropecuarias, industriales e
instituciones intermedias; el Capítulo IX establece la adjudicación de parcelas fiscales destinadas a la actividad
agropecuaria, cediendo a la Comisión de tierras la competencia sobre “zona de Chacras” y los criterios de
adjudicación. En marzo de 1990 se promulgó la Ordenanza Nº 73/ 90 que modifica una serie de artículos de la
Ordenanza 720/89 facilitando el acceso a los chilenos con documentación de radicación y los criterios de mensura y
venta.
73
- Nota: Recepcionada la documentación solicitada, será elevada a la Comisión de
Tierras, quien autorizará o denegará a la Administración de Tierras a confeccionar
el instrumento legal correspondiente. En caso de no cumplir con la totalidad de los
requisitos enunciados, la Secretaría de Planificación no autorizará al Departamento
Mesa de Entradas de éste Municipio a recepcionar solicitud alguna por adjudicación
de parcela para Zona de Chacras”.
74
El Cuadro Nº 1 nos muestra el tipo de dominio, cantidad de unidades
de tenencia y superficie estimada a diciembre del año 2004 sobre 456,5
hectáreas mensuradas.
30
Durante la gestión de la Intendencia, Córdoba (1991-2003) el seguimiento de los tenedores no representó una
tarea cotidiana, recién a fines del 2001 se realizaron doce inspecciones que pusieron en evidencia problemas tales
como: invasión entre lotes, falta de producción, etc. En el año 2003 existió desde la Dirección de Tierras una
inspección en terreno de cada Unidad de tenencia, incluidas las que se encontraban en poder del Estado Municipal,
las de las Delegaciones Provinciales y de las ONG. Esta fuente registró información cuantitativa y cualitativa y la
hemos examinado minuciosamente. El análisis de la fuente ha sido complementada con los datos de unidades
obtenidos de nuestros registros de campo. Mediante la combinación de información hemos procesado y construido
una nueva formulación de la base de datos en la que se han respetado los criterios de construcción y procedimos a
depurar errores y ampliado allí donde es evidente el vacío de información. Dada las características de la
construcción de la base original en Programa Office Acces y los vacíos de información hemos ampliado dicha base
con nuestros registros y transferido la información al procesamiento de programa SPSS.
31
Corresponde a tierras por entregar, canteras y unidades agronómicamente pobres desde del punto de vista de la
invasión de medanos.
75
esparcimiento para sus afiliados. El dominio de la tierra en manos de
particulares lo hemos podido agrupar a su vez en dos tipos básicos:
1970-1975 1 - 1 1
1975-1980 1 - 1 2
1980-1985 7 1 8 11
1985-1990 44 5 49 59
1990-1995 44 2 46 105
76
Fuente: Elaboración propia 2004
388 *
32
De las 392 hectáreas en poder de tenedores particulares no disponemos sólo de cuatro tenedores sus registros.
77
Cuadro 5 Tipo de superficie por subperiodo
Tipo 1 Tipo 2 Tipo 3 Tipo 4 Tipo 5 Tipo 6
1970-1975 0 0 0 1 0 0
1975-1980 0 1 0 0 0- 0
1980-1985 3 3 4 1 0- 0
1985-1990 22 22 12 3 0- 0
1990-1995 18 18 16 5 1 1-
1995-2000 53 53 24 9 2 2-
2000-2004 62 62 27 13 1 1
78
79
5. Tipos de proyectos de inversión agropecuaria “chacareras”
Granja 43 5 48 14,20%
Frutihortícola 15 2 17 5,029%
Hortícola 11 0 11 3,25%
Invernáculos 7 2 9 2,66%
Esparcimiento 6 0 6 1,77%
Forestal 2 0 2 0,59%
Frutales 2 0 2 0.59%
Industrial 1 0 1 0,29%
Autoconsumo 1 0 1 0,29%
80
inversión particular que proponen ante la Comisión de Tierras Fiscales
ejecutar un proyecto que incluye más de dos actividades agropecuarias,
pudiendo encontrarse actividades de granja, hortícola y frutales; hortícola,
fruticultura y forestación; invernáculos, granjas y forestación; y granjas,
lugar de esparcimiento y producción hortícola. En consecuencia, desde la
perspectiva de los tenedores lo que predomina colectivamente es la
diversidad de tipos de proyectos; iniciativas que además de las actividades
principales suponen la forestación de la unidad de tenencia como forma de
establecer el cercado perimetral en acuerdo a la Ordenanza 720/89. De la
misma manera alrededor de un 60% incluye la construcción de vivienda
como parte del proyecto. De esta manera teniendo como referencia el
dominio de iniciativas mixtas, elaboramos la siguiente tipología de tipo de
proyectos:
81
h) Proyectos con función social: Se trata de al menos un caso de iniciativa
privada con función social para recuperación.
Granja 1 5 3 26 13 48 14,20%
Frutihortícola 0 0 0 5 12 17 5,00%
Hortícola 1 1 1 5 3 11 3,2%
Invernáculos 0 0 1 4 4 9 2,6%
Esparcimiento 0 0 1 4 1 6 1,7%
Forestal 0 0 0 2 0 2 0,59%
Frutales 0 1 0 0 1 2 0,59%
Función 0 0 0 0 1 1 0,29%
Social
Industrial 0 0 1 0 0 1 0,29%
Autoconsumo 0 1 0 0 0 1 0,29%
82
6. La inspección estatal de las unidades de tenencia
1970-1975 0 1 0 0 0 0 0 0
1975-1980 0 0 0 0 0 0 0 0
1980-1985 5 1 0 0 0 0 0 1
1985-1990 38 2 2 4 0 0 0 0
1990-1995 37 1 3 3 0 0 0 1
1995-2000 110 8 5 4 0 1 1 3
2000-2004 125 4 3 1 1 1 0 0
315 17 13 12 1 2 1 5
34
La evaluación municipal marca una intención municipal insinuada en el año 2001 cuando por primera vez se
realizaron doce inspecciones y ya existían alrededor de 240 adjudicaciones. La evaluación realizada en el año
2003, coincide con un contexto electoral que culmina en diciembre de ese año en la que resultaran electas
autoridades municipales de una línea política distinta a la del Intendente Córdoba.
83
La característica básica de esta evaluación es que no considera el
porcentaje de construcción de instalaciones para otras actividades, ni la
construcción de viviendas terminadas o en proceso de preparación, por ello
debemos deducir que el criterio es estrictamente productivo de superficie
ocupada para fines agropecuarios según el proyecto presentado. Pero ¿qué
factores explican tan bajo porcentaje de producción agropecuaria?. Todo nos
indica que en la construcción de los porcentajes productivos no se han
considerado la distribución de una serie de actividades efectivamente
existentes al interior de las unidades de tenencias habiendo pasado por alto
una variedad de actividades de granja y agrarias que allí se realizan
diariamente. Dada la aplicación de un criterio estrictamente técnico con el
que se ha evaluado la relación entre el proyecto presentado, porcentaje de
producción en relación al proyecto y porcentaje de ocupación del lote en
producción, estas conclusiones nos resultan reñidas con nuestras
observaciones y registros de campo, y por supuesto con la descripción
cualitativa que forma parte de la misma inspección. En efecto, el
movimiento humano existente y las características de las actividades
agropecuarias que allí ocurrían nos exigían cuestionarnos sobre las
actividades productivas que allí efectivamente suceden. Curiosamente, es la
misma fuente que nos brinda la respuesta de carácter cualitativo a través
del informe anexo donde se registran datos identificatorios de cada tenedor,
porcentaje y tipo de construcción, tipo de actividad económica observada y
estado de la unidad de tenencia como así también la disposición de servicios.
Por ello vamos a revisar esta fuente prescindiendo de la evaluación técnica
y quedándonos con la observación cualitativa del técnico y con nuestros
propios registros de campo.
35
Esta ausencia de información del 10,4% no quiere decir que al momento de la inspección no estén ejecutando
algún tipo de actividad. De hecho al momento de inspección ese 10, 4% se reduce de entrada al 8, 7 % poniendo en
evidencia que en principio un 1,7 % ejecuta algún tipo de proyectos, independientemente que no hayan
presentado proyecto de acuerdo a las Ordenanzas y reglamentación municipal vigente.
84
comportamiento colectivo. Más aún la inspección revela que alrededor del
50% de los tenedores han construido algún tipo de edificación para vivienda
o se encuentran en proceso de construcción y/o acopia materiales para
construir. Descontado este 3,31 % de los 351 casos nuestro nuevo universo
ad hoc - para estimar la relación entre proyecto productivo presentado y
proyecto en ejecución- se reduce a 338 unidades objeto de observación.
36
En la depuración de esta nueva base hemos seguido semejante proceso a la muestra general. Es decir, no hemos
considerados los porcentajes de sin información y el porcentaje de viviendas, manteniendo exclusivamente la
comparación pensando en las actividades productivas.
85
Fuente: Elaboración propia 2004 (considera la comparación en porcentaje entre dos muestras)
86
invernáculos la cual representaba una tendencia del 2,66 % y representa al
momento de inspección el 4,44 %. Semejante tendencia también se puede
advertir en relación a las iniciativas de producción de frutales que pasa de
0,59% al 2,22% y a la producción forestal que arranca con 0,59% y aumenta
al 1,11% y las actividades de esparcimiento que arrancan con 1,77% y
disminuyen al 0,74 % y las actividades con fines sociales que pasa de 0,29%
al 0%. Sin lugar a dudas el dato de mayor relevancia esta representado en
la tendencia a la producción de autoconsumo familiar, la cual representó el
0,29% y muestra durante la inspección que el 19,62 % práctica que revela el
autoconsumo como claro indicador de alguna forma de subsistencia en
detrimento del cronograma de inversión agropecuario original. Más
llamativo aún resulta el hecho que el 47% de los tenedores no realice
ningún tipo de actividad productiva, poniendo en evidencia que cerca de un
50 % de los tenedores originales se han quedado en el camino.
87
Empleados de comercio 1 0.84% 0.25%
37
Los profesionales independientes se incrementan sobre todo en el último subperíodo del Intendente Córdoba
(2000-2004).
88
9. Tipos de tenedores de tierra agropecuaria
89
han obtenido con fines especulativos inmobiliarios para el
futuro.
90
La asignación de superficie se convertirá a nuestro juicio en un dato
fundamental para comprender las razones que han llevado a configurar las
racionalidades “chacareras” en la dimensión económica de la unidad de
tenencia. Los proyectos individuales al ser clasificados por tipo de
actividad productiva propuesta muestran una tendencia a la diversidad
productiva que se evidencia en el hecho que un 71 % aproximadamente se
inclinó a los proyectos mixtos, es decir a actividades variadas de granja y
plantaciones. Una reflexión de sentido común instala una pregunta de rigor:
si al interior del Estado Municipal al iniciar los expedientes se conocía que
en muchos casos la principal ocupación del solicitante –beneficiario se
correspondía con los salarios del propio Estado Municipal y/o Provincial y
que la ocupación principal se correspondía con empelados en plena
actividad ¿Qué criterio hizo creer que el territorio se transformaría en
agropecuario con el perfil de los “beneficiarios”?; ¿En qué tiempos se
establecieron?; ¿Existía una correspondencia entre superficie asignada y
perfil socio ocupacional del tenedor?.
Capítulo VI
91
producto de proyectos desarrolladores de todo tipo comenzamos este capítulo
describiendo dimensiones estratégicas de la vida social y política
“chacarera”. Seguidamente hemos seleccionado tres estudios de casos
construidos a lo largo de nuestro trabajo de campo en los que se muestran
con cierto detalle etnográfico las racionalidades de los tenedores a partir
de sus propias construcciones de sentido de proyectos estatales, privados y
proyectos individuales financiados con recursos estatales. En esa dirección
se presentan dos experiencias particulares de Tenedores con inversión
inicial mínima y adicional los cuales iniciaron sus actividades en el periodo
1995 – 2000 a través de la producción de granja. Proyectos que suponían la
crianza, procesamiento y comercialización de porcinos uno y de zorros otro,
de la misma manera conoceremos una experiencia colectiva de tenedores sin
inversión inicial mínima y que involucró a cerca de 65 beneficiarios a partir
de la única experiencia que planteaba el principio de coordinación de
acciones entre culturas organizacionales a partir de la producción de
invernáculos de autoconsumo familiar. El estudio de estos casos cumplen un
doble propósito: por un lado pretenden servir para ampliar la mirada de la
dimensión reproductiva social de la dimensión agropecuaria del desarrollo
local y son útiles y representativas de las racionalidades económicas de
los tenedores frente a sus unidades económicas y el mercado.
92
En este sentido la transmisión de normas y valores a partir de la
percepción de los actores referente a su relación con la naturaleza y la vida
sociocultural que emerge a partir de la “chacra” nos ponen en evidencia al
menos cinco dimensiones para considerar y que son relevantes para
comprender las interfases:
i. Organización social
ii. Conocimiento “chacarero” versus saber técnico
iii. Formas de cooperación dominante
iv. Organización política de “Chacareros” y entorno
sociopolítico
i. Organización social
38
Esta chacra es de uso exclusivo para esparcimiento urbano y brida sus servicios privados a las escuelas y al
Estado Municipal como granja recreativa.
93
un transporte contratado por el Municipio hacia las diversas escuelas de
Caleta Olivia; en la Unión vecinal presidida por Nélido Acosta - por entonces
de filiación Cordobista- un grupo de mujeres de los planes sociales
municipales brindaba atención al público en horas laborables municipales;
allí también se dictaban una serie de talleres de distintas temáticas
recreativas y culturales, al igual que en cualquier barrio de la ciudad. Este
contexto coincidió a su vez con nuestras relaciones de campo y entrevistas
sostenidas con informantes que actuaron en la política “chacarera” en el
período ocurrido entre 1999 y 2004, periodo en que esta dinámica de
presencia estatal municipal fue una constante.
94
c. Organización de Expoferias “chacareras”: Eventos anuales,
sobre todo en los ciclos estivales, donde concurren “chacareros”
con muestra de su producción de granja o de plantas y se oferta a
los habitantes de Caleta Olivia.
compra y se estimaba que en la segunda compra habría una ganancia potencial de $5.819 si los beneficiarios
pagaban los créditos que asumían con la propia vecinal. Esta forma de cooperación era relevante desde el punto de
vista de organización interna aún cuando era posible gracias al Estado municipal realizarlas por que este
financiaba fletes por $1.650 promedio.
95
Entre los “chacareros” “nuevos” o “viejos” que no participan
activamente en las Comisiones Directivas de la Unión Vecinal siempre
encontramos justificaciones que se fundamentan en el tiempo que implica
asistir a las reuniones “para no lograr nada” o por la distancia entre sus
unidades de tenencia y de residencia efectiva, ya sea estén ubicadas en
Caleta Olivia o en la misma zona de “chacras”. Si bien la Unión Vecinal es
percibida como el ámbito más cercano a las problemáticas de las unidades
con algún tipo de actividad, se reconoce que la politización de las
Comisiones determina lo que se pueda hacer o no hacer para ayudar a los
“chacareros”. Este factor es considerado a juicio de los propios “chacareros”
como un ámbito que ha profundizado el individualismo y la división entre
ellos; mientras que los técnicos explican esta consecuencia por la
personalidad de los presidentes vecinales, señalando con esto formas de
personalismos que atentan contra una empresa más solidaria.
96
proyecto de invernáculos de autoconsumo familiares los “chacareros”
aprendieron sobre condiciones de temperatura, diámetros y altura de
invernáculos, situación que sólo pudo ser vivenciada cuando las plantas se le
quemaban por las heladas o el calor se les acumulaba en exceso por falta de
altura. Sin embargo en orden de dificultades el principal factor que a juicio
de los “chacareros” ha incidido en la posibilidad de seguir produciendo es el
viento, ya que el mismo destruyó el plástico en muchos invernaderos. Este
factor de entorno emerge como una condicionante incontrolada
técnicamente, podemos ilustrar lo ocurrido con un odontólogo de mañana y
“productor” por la tarde, quien había logrado una cosecha dentro del
proyecto de Invernáculos, pero el viento le reventó literalmente el
invernadero; él había seguido todos los pasos técnicos y hasta se jactaba
orgullosamente de saber medir el “PH, salinidad y temperatura” pero la
estructura del invernadero estaba destrozada cuando lo visitamos. El
intentó una vez repararlo para no perder el proyecto hasta llegar al punto de
desistir y abandonar la empresa, hoy su unidad conserva instalaciones,
invernaderos no hay. Esta fue una constante del Proyecto de invernáculos: el
viento destrozo la estructura, no había más polietileno y hoy sólo sobreviven
las estructuras de varillas como mudas testigos de que el viento estuvo allí.
98
Zona de Chacras. Desde entonces se han sucedido cuatro presidentes de las
vecinales hasta el presente. Este microcosmos de la política ocurre bajo la
gestión del Intendente Córdoba, quien gobernó la ciudad por tres períodos
consecutivos (1991-2003) y en correspondencia con la gestión justicialista
provincial de Néstor Kirchner. Durante la gestión de Córdoba, primero bajo
el gobierno de Carlos Menem y luego en pleno contexto de la Alianza bajo el
presidente De la Rúa se producirían dos medidas políticas que en esencia
expresan una contradicción en términos de políticas agropecuarias.
99
de Damas. “Don Fer” parecía más inclinado inicialmente por la Alianza y en
la práctica buscó apoyo externo entre Concejales justicialistas opositores de
Córdoba, este último nunca olvidaría este momento.
100
el autoconsumo involucraba suministrar el alimento recogido en el basural
y en casas comerciales como Quintana y La Anónima de Caleta Olivia. Es
una norma cultural que bromatología municipal vea el transporte diario de
esta práctica, pero sólo actuaba cuando exista un caso de riesgo o por
circunstancias de mucha visibilidad del vendedor en la ciudad. En la
perspectiva de quienes han iniciado ciclos de producción controlados
bromatológicamente y con fines comerciales, sostienen que el precio del
producto incluye comprar el forraje, cumplir con las normativas
bromatológicas con alimentación balanceada. Por ello sostienen que los
tenedores que venden pero no son controlados son una competencia por
producir a más bajos costos y carne de baja calidad. En su perspectiva el
precio es establecido a partir de sus costos de producción que por el año 2002
suponía el traslado para comprar madres a más de 500 kilómetros, la
alimentación, la mano de obra del cuidador y el faenamiento por pieza.
Sostienen que un kilo de cerdo lo venderían a $ 6 y el comerciante de
Caleta Olivia, le dicen “no a mi me lo venden a $5.50” con el riesgo de
triquinosis que estos implica para la población. La crítica a Bromatología
Municipal pasa por el hecho que éstos permanentemente están detrás de
los legalmente constituidos para marcar los cerdos “caramanearlos”
mientras quienes dicen no tener fines de comercialización declarada. “….con
los comerciantes locales canjean de vez en cuando un cerdito y el control se
acaba…”. (contrabandean cantidad de chanchos marcados y no marcados).
El matadero cobra por chancho hasta doce kilos $ 3 y desde doce kilos $5.
Según ordenanza municipal, en el año 2000 cuando en medio de la crisis, el
supermercado la Anónima introdujo a precios inferiores un stock procedente
de Brasil y minó las ventas de los productores individuales.
101
a su establecimiento y a una importante cantidad de tenedores, también fue
vista como sospechosa por ciertos tenedores y sus adversarios políticos
derrotados en las elecciones vecinales. Don “Fer” compraba madres en el
Valle de Trelew en Chubut, desde allí la trasladaba en su furgón Renault
acondicionado con dos tarimas para portar cerca de 24 cerdos.
Curiosamente el autor de esta tesis por pedido de “Don Fer” fue testigo el
año 2004 del ocaso del Establecimiento de “Don Fer” cuando Bromatología
Municipal ordeno al establecimiento matar los 80 chanchos del criadero por
haberse encontrado uno infectado con triquinosis. Debimos viajar a la
oficina de SENASA de Trelew para buscar documentación probatoria de la
genética y la procedencia de los chanchos del establecimiento que habían
sido conminados a morir.
102
2.2. “De los zorros a los invernáculos comerciales y a la
subsistencia”
40
Según ha trascendido entre los “chacareros” que uno de los socios ha sido el Secretario privado del Intendente
Juan Carlos Gómez y un tal “Porteño”.
103
que se deducirían de 40 madres que le entregaban y sobre la base del gesto
político de acceder a una unidad de tenencia colindante a la de los
principales emprendedores. “Don Mendoza” dice no haber dudado en la
oferta y en la posibilidad del negocio, aun cuando quedaba en deuda. Esa
deuda habría que pagarla, pero además sus socios le habían garantizado la
gestión de un nuevo crédito provincial a su nombre para potenciar su
emprendimiento zorrino propio, pagar sus deudas y recomponer su
inversión inicial que involucraba haber trasladado todos sus activos de
capital de la carpintería a construir sus propias instalaciones. En este
esquema de negocios con su primera parición - al igual que Galarza y
Compañía- comenzaría a capitalizar. Por entonces el dueño del
emprendimiento ya comenzaba a experimentar la soledad del trabajo en el
cuidado de los zorros, parte del dinero se había esfumado entre los socios
Galarza junto a “Don Mendoza” se estaban convirtiendo en deudores del
alimento balanceado que se trasladaba diariamente desde Pico Truncado. El
cuidado de la primera parición hasta los meses de matanzas era clave, y en
ambos casos coincidieron tres factores que provocarían un desenlace no
deseado en el espíritu emprendedor de Don Mendoza y Galarza. Primero: el
trabajo de cuidado del ciclo de parición exigía un tratamiento especial y
cualificado de las madres y crías para evitar que las madres mataran a sus
crías. En la experiencia de “Don Mendoza” de trescientas pariciones, sólo
ciento sesenta crías sobrevivieron y una situación semejante habría
ocurrido con la crías del emprendedor principal que iniciaba el negocio.
Segundo: los intentos de cuidados comenzaron a ser minados cuando el
proveedor de alimento balanceado de Pico Truncado cerró el crédito por
falta de pago. Crías y madres en peligro de inanición vieron agudizar el
ingenio de “Don Mendoza” quien recurrió a una mezcladora de cemento a
partir de la cual encargaron a uno de los cuidadores que hiciera una mezcla
de harina de pescado y otros complementos dietarios para recomponer la
dieta balanceada El resultado fue la paulatina muerte de madres y crías,
habiendo logrado una magra producción luego de tres meses de catástrofes.
Poco a poco, la dieta improvisada, se fue transformando en una dieta que
llegó a la idea de arrojarles los peces completos ante el riesgo de extinción
de los zorritos que eran sometidos a cambios drásticos de adaptación hasta
alcanzar la muerte. El tercer factor: los precios internacionales del producto
entre obtención del crédito y habían variado sustancialmente en el mercado
internacional. La cría implicaba producirla por un monto estimado de $140 y
la venta había bajado sustancialmente. La empresa estaba colapsada, don
Mendoza entregó las madres sobrevivientes a Galarza en medio de un
conflicto de incumplimiento del crédito provincial, y éste ya en una nueva
sociedad, salvó una cantidad ínfima de madres que finalmente se reintegran
al plantel de exiliados sobrevivientes en el criadero de Pico Truncado. “Don
Mendoza” dice nunca haber recibido el crédito prometido políticamente, sí
perdió sus activos y su ciclo de producción pero se quedo con casi cinco
hectáreas en adjudicación; Galarza abandonó el negocio, las sociedades y el
emprendimiento e instalaciones quedaron abandonadas; los socios, unos
desparecieron, otros siguen ocupando cargos estratégicos en el gobierno
municipal de Caleta Olivia en el presente. De las deudas del crédito, hubo
104
rumores de embargos familiares a Galarza, pero lo cierto es que nunca se
vio ni producción, ni figurará en la nómina de deudores en fiscalía de
Estado de la Provincia. La Unidad de tenencia ha estado desde entonces
abandonada y es posible observar esqueletos de zorros y pescados que allí
mismo se quedaron. “Don Mendoza”, con la Unidad de tenencia ha utilizado
nuevos recursos que incluye en su perspectiva recursos de su propio salario
como preceptor para comprar tres invernáculos comerciales y ha llegado a
plantar más de 400 plantínes de cerezas. Los invernáculos los ha explotado
por varios años, los cerezos le han dado varias cosechas entre los 50 y 250
kilos que comercializa a pequeña escala en periodos estivales. Un último
factor interferirá en esta historia: “Don Mendoza” ya es un señor grande y
próximo a jubilarse, no ha encontrado acompañamiento entre sus hijos
adultos y su esposa también es de avanzada edad. Sin poder encontrar
trabajadores estables desde el año 2005 los invernáculos comerciales los usa
para su subsistencia y ventas casuales puso en venta la chacra, tendencia
que esta siendo común entre quienes realizaron experiencias y no
construyeron vivienda para establecerse allí; de la experiencia de zorros
solo queda el nombre del sector: “La Zorrería”.
105
transitoria con los técnicos decisores municipales se había logrado
materializar una suerte de experiencia piloto colectiva de construcción de
invernaderos de autoconsumo familiar. Fueron beneficiados sesenta y
cinco tenedores de tierra sin capital inicial y que ya tenían experiencia en
la zona. Porcentaje que representa un 27 % sobre el total de adjudicaciones
y/o ocupaciones establecidas al momento de realización de esta
investigación y estimada en 240 tenedores. En efecto, luego de reiteradas
experiencias individuales, a veces fallidas en la explotación a cielo abierto, y
otras con invernaderos también fallidas, aún cuando había mediado el
acompañamiento municipal (1999)41; desde la recién elegida Comisión
directiva de la Unión Vecinal del año 2001, se logra echar a andar un
proyecto ya concebido en la gestión de “Don Acosta” y en el que intervendrán
originalmente cuatro instituciones estatales que vienen participado en
iniciativas de Desarrollo Agropecuario en la Zona de Chacras. Según consta
en las Actas de la Unión Vecinal intervendrían La Municipalidad de Caleta
Olivia (Secretaría de Obras Públicas primero, y Secretaría de Producción y
Desarrollo, después); la Universidad local (Vinculación tecnológica); el
Consejo Agrario Provincial (Delegación Caleta Olivia) y Ministerio de
Asuntos Sociales de la Provincia. El objetivo era construir Invernaderos
Familiares de Autoconsumo de hortalizas en el marco de lo que la Unión
Vecinal denominaba el “Proyecto de granja familiar orgánica” el cual
aspiraba a reproducir los aspectos positivos del Programa Pro huerta del
INTA. Las instituciones referidas y sus técnicos y/o representantes figuran
en las actas de la vecinal participando de reuniones y comprometidas en
funciones específicas42.
41
Fuente: Libro de registro de donaciones periodo 1996-2001 de la Unión Vecinal Zona de Chacras.
42
Fuente: Libro de Actas Comisión Unión Vecinal Zona de Chacras .Página 40 y 42. Caleta Olivia. 2001.
106
Del conjunto de los beneficiarios estimados finalmente en 65
tenedores un 83 % realizaron la experiencia de construir su invernadero
familiar, es decir cincuenta y cuatro invernaderos43. Basándonos en la
observación etnográfica y la implementación de una encuesta que relevaba
aspectos cualitativos logramos conocer que la experiencia –entre quienes
armaron invernaderos- fue evaluada como altamente exitosa por
beneficiarios e instituciones participantes. El éxito de la experiencia a
pequeña escala la definen los “chacareros” no solo por haber logrado que
las semillas entregadas por la Delegación del Consejo Agrario Provincial les
permitieran realizar entre dos y tres cosechas a partir del paquete que
entrega el Consejo (lechuga, acelga y perejil). Ellos habían logrado
experimentar una variación de resultados productivos - que desde sus
perspectivas- les ha permitido concluir que de llegar a tener calefacción los
invernaderos podría llegar a cosecharse todo el año.
Frutilla
43
Sobre el valor económico del “proyecto” invernadero: Con fines metodológicos e ilustrativos sostenemos esta
disgresión propia de una antropología económica formalista y sustantivista, dado que los valores económicos en
las intervenciones no suelen ser integrados a la hora de las evaluaciones que separadamente ocurren desde cada
ámbito intervencionista. Muchas veces, los propios “chacareros” me han evidenciado que no les interesa los gastos
del Estado, de allí que el “cumplir” con lo pactado con el Estado, sea algo de poca importancia en su asignación de
prioridades al establecer relaciones bilaterales que terminan controlando la negociación. Si se observara el
“proyecto” desde una estricta perspectiva económica formal podríamos sostener que las variables económicas
presentes en el “proyecto”, en la producción y en los excedentes de ganancia en los casos en los que eventualmente
se obtuvieron, involucran una serie de recursos económicos. Póngase por ejemplo el costo de cada paquete de
semilla subsidiado y que se estima en $20 c/u; si además se considera que cada varilla tiene un valor de $8 c/u y
por invernadero se requieren un mínimo de 10, asistimos a un valor de $80 por estructura. Pero los costos de
construcción incluyen además un valor de $ 25 aproximadamente en materiales (cemento, ripio, cal) para sostener
las estructuras. Por su parte el plástico de cada estructura se promedia a un valor de $76. Si estos montos
individuales, se los suma se estima un valor promedio de $201 por invernadero. Si esos $201 se los multiplica por
65 beneficiarios, obtendríamos un valor $13.069, de valor mínimo involucrado en el “proyecto”. De las cifras
anteriores, nótese que no se ha considerado el gasto de agua, que también corre por parte del Estado, ni tampoco
se ha considerado el valor de la energía humana de trabajadores, y representantes institucionales y técnicos.
Generalmente, el valor del trabajo, no es considerado en la perspectiva de los tenedores, ni el trabajo de los
técnicos o representantes institucionales
107
resultados óptimos y ponen en evidencia un comportamiento nuevo que
habiéndose basado en el ensayo y error -según nos han manifestado-
comienzan a ver en la producción de autocosnumo una alternativa para la
alimentación de sus unidades domésticas urbanas.
108
“Don Mendoza” en sus invernáculos tipo comercial utilizados hoy para el autoconsumo.
Actividad Especies
109
Invernáculos Sandias – chirimoya – zapallos – mango – lechuga – tomates – ají
–morrones – frutillas
110
mantenimiento de la unidad de tenencia que les demanda prácticamente dos
jornadas laborales.
111
Don González Tenedor con inversión inicial mínima y adicional “Chacra” El
Refugio para esparcimiento
112
desarrollador de invernáculos de autoconsumo. Tal cual veremos en relación
al proyecto estructural del agua -que examinaremos en detalle en el capitulo
siguiente- este recurso ha sido decisorio para determinar una forma de
racionalidad “chacarera” a través de los ciclos estivales que concluyeron en
la focalización en la subsistencia y el autoconsumo. La historia de los ciclos
productivos permite seguidamente postular tres conductas bien definidas a
partir de la vivencia de los “chacareros”.
113
parte importante de las unidades Tipo 2. Desde entonces, la
experiencia de producir es sinónimo de frustración personal, de
desconfianza y conflicto con el Estado y de mantenimiento de
un comportamiento percibido como irracional frente a los
técnicos estatales.
114
Entre el momento de la experiencia con la red de agua y el momento
de la “desilusión”, se establecen dos comportamientos como conductas
observables entre los tenedores sin inversión inicial y con inversión inicial.
En principio, es a través de los comportamientos seguidos con la
producción obtenida en los proyectos de invernáculos tipo familiar a partir
del cual podemos conocer la percepción de los tenedores sin inversión inicial
mínima acerca de la ganancia y predisposición a la comercialización para el
momento en que se dieron las condiciones mediante el proyecto de
invernáculos. Por entonces, el 71 % de los entrevistados aseguraron que la
producción era utilizada con exclusividad para el consumo familiar;
mientras que el 15,6 % expresó que utilizó la producción para consumo
familiar y ventas urbanas; por su parte un 12,5 % sostuvo una postura que
señalaba que obtenía su producción para consumo familiar e intercambio
con amigos. Al ser interrogados acerca de la posibilidad de futuras ventas
por nuevos ciclos productivos, un 89,7 % nos indicaba que si pudieran
vender venderían; mientras que un 10,3 % nos señaló que no tenía interés
de vender y que sólo venderían si tuvieran necesidad. Entre los que nos
manifestaban predisposición a la venta, señalaban cuatro motivos básicas
para tener que hacerlo: a) Como ayuda económica familiar; b) Como una
salida laboral; c) Para ganarse unos pesos; y d) Para reinvertir en la chacra.
De este tipo de percepción también hemos podido encontrar motivos acerca
de cual ha sido la estrategia de comercialización seguida. Aquí quienes
lograron establecer ventas a pequeña escala lo hicieron mediante tres
mecanismos: a) “Puerta a puerta”, b) A comercios minoristas de la ciudad; y
la principal, c) Mediante el sistema de ferias que organizó la unión vecinal y
que no fueron mas de cuatro durante nuestro trabajo de campo.
115
comercialización al mercado local, también está presente la desilusión y los
factores que según él explican la decepción. El año 2004 mantenía su
perspectiva y su estrategia individual de comercialización habiendo
establecido una red de clientes que preferían sus precios y su calidad
denominados como “mi clientela”. A la perspectiva declarada de
subsistencia, ganancia, inversión y reinversión, se le debe anexar la
perspectiva de quienes como Don Rivas (Tenedor sin inversión pero de
subsistencia plena) mantiene un importante establecimiento de 140 chivas
y cerdos en el que trabaja sólo junto a su esposa jubilada. Recuerdo con
nitidez, como en una larga entrevista en la que nos describió su rutina de
recolectar alimentos para cerdos en las fruterías de la ciudad, hace pastar
las chivas caminando por horas, y al alimentarlas hablaba de su red de
clientes estables, precios, etc. Le preguntamos si no le interesaría mejorar
su condición de productor de granja mediante un sistema de
comercialización regularizando su condición en la DGI, Bromatología, o
recibiendo algún tipo de apoyo estatal; pero Don Rivas luego de decir que
nos entendía perfectamente nos dijo que el era feliz con lo que hacía “por que
me complicaría la vida”. Este tipo de perspectivas sostenidas por un grupo
de residentes que disponen de vivienda y desarrollan sus variadas
estrategias frente a la unidad de tenencia revelan que la subsistencia plena
en chacras (producen para comer y comercializar a pequeña escala) se
corresponde con una racionalidad estrictamente individual donde inserción
al mercado, al financiamiento por crédito no existe como aspiración.
116
exigían como primera medida controlar el proceso erosivo a través de
múltiples técnicas de construcción de cercados. Estas, junto con cumplir la
función divisoria de las unidades de tenencia representan a nuestro juicio
un primer modo de innovación local para el control de la erosión y que
permite hablar en definitiva de una subsistencia complementaria y plena
para los tenedores que efectivamente realizan actividades de características
agropecuarias.
117
Invernáculo familiar de autoconsumo
Capítulo VII
118
72 a 74). Anclado en estas variables de análisis nos interesa presentar el
proyecto estructural del agua como un elemento cultural en torno al cual es
posible comprender la urdimbre de significaciones construidas socialmente
(Clifford Geertz, 1995:20). Significaciones que se expresan en instituciones y
comportamientos sociales que explican cómo los “chacareros” y los técnicos
de las culturas organizacionales desarrolladoras construyen sus propias
constricciones socioculturales y naturales.
119
Sistema australiano de almacenamiento / Sistema combinado de almacenamiento para unidad de superficie y
vivienda
120
disponían. Muchos son los relatos muestran la decepción de los tenedores
cuando por no haber dispuesto de agua o ausencia de ellos mismos - uno o
dos días sin regar- se encontraban con sus plantines secos o quebrados por
la fuerza del viento, viéndose obligados a empezar reiteradamente hasta que
aprendieron como administrar sus tiempos con la disposición posible del
agua en función del viento y el suelo posible de regar.
121
Caleta Olivia. Advirtió además que posiblemente se instalarían medidores
“lo cual no significaría que se cobrará el consumo”47. Marzo transcurrió y la
obra no estuvo concluida, una nueva reunión en abril entre “chacareros”,
Sudaire y Obras Públicas municipales clarifico las responsabilidades de
cada ente estatal para informar además que la salida del agua sería de
cañería de ½ y durante las veinticuatro horas48. En ese mismo encuentro,
Nino Muñoz renuncia a la Comisión Directiva como Secretario de
Producción y Desarrollo de la Unión Vecinal. Allí se inicia un conflicto al
interior de la vecinal, y esta a su vez con Servicios Públicos, no quedando
excluido del conflicto el ejecutivo municipal por el tema del agua. En Mayo
de ese mismo año, el presupuesto municipal informa a través de sus
representantes que habría un cambio de cañería de ½ por de ¾ pulgadas,
pero al parecer no se ejecuto porque veintiún días después - el 29 de Mayo
del 2001- el agua estaba habilitada. En Junio del 2001 se informó
oficialmente - mediante la Unión vecinal- que la salida sería de ½ pulgadas
y que estaban todos en condiciones de conectarse, con una disposición entre
veintidós a veinticuatro mil litros de agua diaria, se cerraba de esta manera
un viejo reclamo con una cañería de ½ pulgadas y una nueva historia
comenzaría a inscribirse.
47
Unión Vecinal Zona de Chacras de Caleta Olivia, Libro de Actas ,Folio 27- 23/02/2001
48
Unión Vecinal Zona de Chacras de Caleta Olivia, Libro de Actas ,Folio 24- 28/04/2001
122
Néstor Kirchner, ya que él mismo había autorizado por dos años no pagar
el agua, tiempo estimado para organizar la producción49.
49
Unión Vecinal Zona de Chacras de Caleta Olivia, Libro de Actas, Folio 66- 9/02/2002
123
124
5. “Hay que enfrentar a Kirchner”
125
de pasar solo entran 13 millones de litros para el pueblo (refiriéndose al
acueducto Lago Muster- Comodoro Rivadavia); otros comenzaron hacer un
mea culpa del derroche por ineficientes sistemas de riego individual,
mientras “Don Fer” convertido en un verdadero técnico en aguas les
explicaba en un plano adosado a la pared el sistema de entrada del Agua a
la “Zona de Chacras”. Luego de un interminable debate de acusaciones,
Jorge un tenedor con inversión mínima y adicional advierte antes de
retirarse enojado que cada uno tiene el derecho de demandar, pero que
también hay que aprovechar el tanque que se va a poner, pero insistiendo en
que no va a pagar las mangueras. Se retira en franca discrepancia con
Echeverría por considerar que este estaba haciendo del reclamo un planteo
político, en el que él no entraría. Echeverría en concordancia con la línea
dura que había mantenido durante la semana en los medios escritos y
radiales, sostenía no aceptar la figura de Comisarios del Agua y apostaba a
ir directamente “al hueso”, “poner el puñal en el cuello”, esto significaba
correr al representante de Servicios públicos: Sudaire. Argumentaba que el
agua se estaba pagando a la vez que reclama “solidaridad” entre los
“Chacareros”. Finalmente luego de que “Don Fer” se comprometiera a una
próxima reunión con los representantes de Servicios Públicos se votaron las
mociones de no aceptar los Comisarios del Agua, y si aceptar el tanque
sustituto, ya que “todo lo que sume sirve” dijo un chacarero antes de
retirarse y argumentando que se perdía mucho tiempo en esas reuniones.
Tres días después, se esperaban nuevas deliberaciones, mientras tanto
Sudaire se veía obligado a responder por los medios el posicionamiento
oficial, informaba así a la comunidad que los diámetros de cañería que
entraban por Cañadón Quintar era de ½ pulgada, mientras que los que
entraban desde la captación del sistema del Lago Muster Comodoro
Rivadavia eran de ¾ pulgadas. A las tres de la tarde del día pactado pocos
vecinos se hicieron presentes en la vecinal, lo único que se hizo fue un
petitorio liderado por Echeverría quien en su tesitura sostenía “cortito y al
mentón”, a la vez que avanzaba fuertemente en la idea de ocupar la sexta
banca del Concejo Deliberante local para ocuparse personalmente del
problema.
126
Invernaderos comerciales de Echevarría
50
El 16 de Diciembre del 2004 en el Diario La Prensa de Santa Cruz se puede Leer “Productores de la Zona de
Chacras están preocupados por falta de agua” (p:9).
127
“...Que coincidencia ¿Por qué será? Que casi todos los que tienen
puestos políticos “entienden” que el fenómeno acaecido en nuestra
Zona de Chacras se debe a un “excesivo riego” de los mismos
chacareros (pobres chacareros) no pegamos una. Primero era que
no había agua entonces no podían regar, ahora tenemos agua y
tampoco vamos a poder regar porque ocasionamos inundaciones.
Esto se parece mucho a una verdadera paradoja o tomada de
pelo”51.
51
Diario la Prensa de Santa Cruz. Miércoles 4 de junio de 2003 (p:9).
52
AA.VV. (Febrero 2003) “Estudio hidrogeológico ambiental en la zona de chacras ciudad de Caleta Olivia-
Provincia de Santa Cruz”. Secretaría de Medio Ambiente de la Provincia de Santa Cruz (Pág: 2).
53
Nota obrante Diputación por Municipio de Caleta Olivia, Junio 2003.
128
la historia del proceso que le lleva a solicitar una indemnización estatal. En
el punto referido a Medio Ambiente de la Provincia argumenta:
54
Nota obrante Honorable Concejo Deliberante de Caleta Olivia Provincia de Santa Cruz, 24 de Marzo 2004.
129
7. Incidencia del agua en el modelo adaptativo
130
freática y un 2 % recurría a distintos métodos de traslado que incluía
tambores y compra a camiones cisternas. En las conclusiones los técnicos
destacaban “...los caudales que recibe la zona generalmente son
extremadamente escasos, muchas veces no alcanzan a cubrir sus necesidades
básicas hogareñas”55. Este mismo estudio nos brinda una descripción de los
sistemas de riego en el que se señala que de sesenta y un establecimientos,
el 23 % riegan mecanizadamente (por aspersión, por microaspersión, por
goteo y por combinación de goteo y aspersión). De esta observación se deduce
que el restante porcentaje corresponde a riego por surco y a “chorro abierto”.
En los momentos que el agua dejaba de ser un problema estructural de la
totalidad de unidades de tenencia, tuvimos la oportunidad -a propósito del
proyecto de invernáculos familiares de autoconsumo en el año 2001- de
verificar en la zona cuales eran las principales técnicas de riego que los
“chacareros” utilizaron en la experiencia, curiosamente la tendencia seguía
siendo la misma, un bajo porcentaje de técnicas de riego por goteo,
inexistencia de la aspersión en invernáculos de autoconsumo.
55
Según el estudio de HIDROAR (2004: pág15) para los ciclos estivales 2001, 2002 Y 2003 el balance hídrico
mensual para la zona bajo riego de chacras ha sido estimado en una media mensual de 144.400 mt3, es decir,
unos 4.658,06 mts3 diarios en una zona potencial de riego de 380 hectáreas. El balance hídrico resulta de una
ecuación que considera: precipitación mensual y evapotranspiración en suelos áridos sin reservas de agua en capas
superficiales como para compensar pérdidas máximas. Para la zona se estima un déficit hídrico anual de 499
mm/año. Pero el agua importada que experimenta problemas de sobreirrigación, además de problemas de
ingeniería mostrará – que el área bajo riego posee superhabit de volumen compensando el déficit hídrico natural
y generando además problemas de acuíferos, de salinización y alcalinización por la química de los suelos que
absorbe las pérdidas y la sobreirrigación.
131
la unidad económica en términos estrictos chacareros. Estos además de no
disponer de capital y de no poder cumplimentar en su mayoría sus planes de
inversión inicial que nunca han sido controlados por el Estado, sólo podían
garantizar sus condiciones de reproducción mediante la subsistencia.
132
estaríamos ante una nueva coyuntura agropecuaria56. Por otro lado la
perspectiva técnica del balance del uso racional del subsistema hídrico
importado; en estas perspectivas las voces coinciden en poner en la mira
las técnicas “chacareras” de riego y se asume que el sistema hídrico es
superavitario en relación a la cantidad de producción que existe y deficitario
desde la ingeniería y uso racional de la obra de red57. Es decir, se sostiene
que existiría más agua de la necesaria para la cantidad de hectáreas
efectivamente en producción. Las permanentes pérdidas en distintas zonas,
la inexistencia de una red organizada, y el sistema de riego explicarían lo
superavitario del sistema y los afloramientos de acuíferos que se salinizan y
la alcalinizan por la compasión del suelo (p: 55). No obstante, desde ningún
actor local parece registrase el efecto directo que estos fenómenos producen
en los comportamientos de los “chacareros”. Estos al estar presos de estas
condiciones de entorno, que ellos mismo han ayudado a construir a través
del subsidio de la obra y los materiales para la obra deben desarrollar
constreñidamente una conducta caracterizada por la incertidumbre
cotidiana de la disposición del recurso para riego o para mantenimiento de
las mejoras. Por ello es normal que los “chacareros” continúen cada día,
cuando el agua llega regando a “chorro abierto” alternando cuando se puede
(o sea cuando hay presión y caudal) con sistema de goteo, allí donde se han
subsidiado o hecho el esfuerzo individual de comprar mangueras para goteo.
Esta conducta que resulta explicable por la deficiente ingeniería de la obra
(cañerías de la red, inexistencia de planimetría, niveles de presión,
educación en sistemas de riego, etc.) muestran que difícilmente los efectos
de salinización y alcalinización del suelo se detendrán con solo producir
parciales obras de drenaje para canalizar el agua sobrante. Más aún si se
considera que existe una sobrepoblación que se encuentra además con
excesos de superficies que deben regar y que riegan técnicamente ineficiente
–según las perspectivas técnicas- ¿Qué es posible de esperar?, simplemente
el sub aprovechamiento, el autoconsumo y un potencial desastre ecológico de
no mediar un plan real de gestión ambiental para toda la zona. En
consecuencia, el estrés hídrico de las plantaciones ya es una realidad vivida
por los “chacareros” y la disminución de las cantidades de “verde” como ellos
la llaman es un problema que no pueden explicarse a sí mismos. No
obstante estas consideraciones, si es cierto que la adaptación puede resultar
irracional para los propios actores en términos de Mauricie Godellier (1980)
lo irracional de los técnicos también puede ser leído como un efecto
maximizador de beneficios para los “chacareros” frente a las restricciones
reales que han tenido que vivir. Por ello es que minimizar el mecanismo de
irrigación como simple hecho de sobreirrigación puede resultar una trampa
a la hora de las interpretaciones y hacer perder de vista el proceso en forma
integral.
56
Fuente citada HIDROAR (2004:55)
57
Fuente citada HIDROAR (2004:55)
133
Riego a chorro abierto Sistema de riego por goteo
134
Capítulo VIII
4. Interfase sociopolítica.
135
Es un denominador común entre las culturas organizacionales al
sostener que la falta de agua representaba el principal factor obstaculizante
para la producción “chacarera”. Esto fue claramente advertido en el
Programa de intervención Activación de la Zona de Chacras de la
Universidad el año 2000; seguidamente fue el sistema de riego el que fue
presentado como la clave para lograr una adecuada racionalidad del sistema
hídrico diseñado por Servicios Públicos y ejecutado por Obras Públicas de la
Municipalidad en el año 2001. Desde el Concejo Agrario (2000) se nos
informaba que la relación entre frontera agraria y sistema de riego sería
definitoria para la producción; Perspectiva semejante se sostenía desde el
Programa de Intervención Activación de la Zona de Chacras de la
Universidad, desde el cual aseveraba que la falta de agua representaba un
obstáculo real para la producción comercial.
136
ingresado a Caleta Olivia 156.240 kilos de verduras y 20.256 pollos
“nosotros estamos avanzando sobre esto para decirles “señores hay un
mercado, esto es factible, trabajen sobre eso…”. En esta tesitura se sostenía
además que el precio se pagaba por frescura y calidad.
59
Programa de activación productiva para la Zona de Chacra en la localidad de Caleta Olivia, Provincia de Santa
Cruz. Informe de la primera etapa “Diagnóstico General de la Zona de Chacras de Caleta Olivia (p: 16) Ing. Analía
Arpes ; Lic. Díaz Nora; Lic. Leonardo Clips; Lic. Aranciaga Ignacio. UNPA – INTA. Junio 2000.
137
condición objetiva de los recursos humanos desaprovechado y que es
característica en la zona norte por parte del Concejo Agrario, encuentra su
correlato en la Municipalidad de Caleta Olivia. Aquí no se asignaba una
función significativa a esta labor profesional y se depositaba indirectamente
esta responsabilidad en la Universidad. Desde la Universidad el rol del
Agrónomo se circunscribía esta labor a un contrato insignificante que
culminó en un fracaso del proyecto de Unidad Demostrativa (Segunda etapa
del Programa de Activación Productiva de zona de chacras) y que debió
buscar apoyo transitorio en el INTA quien ha pedido de la Universidad
realizó una capacitación que a su vez tubo poca recepción entre los
“chacareros”. Este panorama a su vez tiene su propio correlato entre los
“chacareros”, quienes al disponer ad honorem del Ingeniero Agrónomo que
recorría por su voluntad las “chacras” intentado poner en valor su función
social le asignaban escasa importancia sus conocimientos técnicos en unos
casos, y en otros (Tipo 1), querían “asistencia gratuita” y/o subsidiada desde
algún lugar (Tipo 2). Reiteradas veces tuvimos la oportunidad de encontrar
frases como esta “… a mi que me van a enseñar…” “… es Tucumano… no
conoce nada de la Patagonia…”..
138
sobre este punto de acuerdo nos encontramos con que el escaso porcentaje
de tenedores que realizó ventas ocasionales evidenciaron una predisposición
mayor a obtener una o más ventas ocasionales y no a cumplimentar con los
requisitos del comodato establecido61. Es decir, entregar un porcentaje de la
producción como medio de pago de los materiales para ser distribuidos en
organizaciones de beneficencia de la comunidad. Semejante respuesta
ocurre sobre el armado de invernaderos en los que participaron por
momentos cuadrillas municipales; aquí afirman que la ayuda principal fue
de la familia no del Estado o del acompañamiento de la propia vecinal.
139
forestación (álamos, acacias, pinos); Nino Muñoz en una mesa de trabajo que
organizamos para intercambiar puntos de vista entre técnicos y “chacareros”
que asistieron “Chacareros” con capital inicial de inversión increpó al
representante técnico de la Municipalidad cuando este sostuvo que no
habían chacareros en la localidad63
140
de negociación en la compra de insumos y en la venta de sus producciones.
En este informe se advierte que esta generación no dará mayor importancia
al saber técnico y valoran el espacio de charlas en la Unión Vecinal. Se suele
sostener que la mayoría de los chacareros dispone de vehículos para
comunicarse con la chacra, lo que estaría revelando la disposición de medios
de transporte para comunicarse con el ámbito.
141
habían financiado nada. Tal fue el desencuentro que Servicios Públicos el
año 2004 se vio obligado a fijar una posición de mayor seriedad para dejar
ser blanco de criticas de unos y otros. Por ello diseño un “Proyecto de
inversión Zona de Chacras”, cuya finalidad era mostrar las deficiencias
existentes y mostrar las inversiones necesarias para racionalizar el sistema
de agua potable y redes de distribución. Proyecto en el que se reconoce que
luego de la Red, los diámetros de los sub acueductos no son los adecuados;
la malla de distribución vigente no respetaba el equilibrio de presión y la
topografía del lugar no había sido nunca considerada65
142
centenar de beneficiarios; el Asesoramiento agronómico (Universidad) fue
comprometido, y la propia responsabilidad de la Comisión Vecinal que
haría la entrega del polietileno y el seguimiento de la construcción estaban
de acuerdo que así se trabajaría. Sin embargo el acuerdo existente y
registrado en las propias actas de la vecinal se diluyó.67 Cambios en el
organigrama de la Municipalidad crearon la Secretaría de Desarrollo y de
Producción que pasó a ocupar el lugar de Obras públicas en la intervención;
el Consejo Agrario local cumplió con la entrega de semillas, pero por razones
presupuestarias de movilización justificaba su no seguimiento de las
experiencias; el agrónomo de la Universidad participó inicialmente como
asesor, pero más tarde le determinaron que se ocupara de la granja
experimental que poseía la Universidad diluyendo su participación;
finalmente la Comisión de la Unión Vecinal realizó entre agosto del 2001 y
Mayo del 2002 la entrega de polietileno en forma escalonada, siguiendo un
criterio de esperar que cada beneficiario recibiera varillas o las
autogestionara. Paralelo a esta tarea comenzó a concentrarse casi
exclusivamente en realizar compras comunitarias para los animales de
granja, sobre la base de financiamiento del flete a cargo del Estado
Municipal.
67
Fuente: Libro de Actas Comisión Unión Vecinal Zona de Chacras página 40 y 42. Caleta Olivia. 2001.
143
las debilidades que explicaban la no producción “chacarera” por falta de
políticas de apoyo estatal a la producción local. Diagnóstico que ponía el
énfasis en el Estado Provincial y Municipal y desde allí se explicaba la falta
de posicionamiento como zona productiva. Diagnóstico que incluía
paradójicamente como debilidad la falta de Asesoramiento Técnico y la falta
de coordinación entre productores.
144
local en torno al desarrollo agropecuario. Distantes y desconocedoras de la
dimensión agropecuaria pero no ajenas al juego del campo de la política local
que depositaba en la Municipalidad y sus respectivas dependencias la
confianza sobre la dimensión agropecuaria. Confianza que delegaba en la
Unidad de Enlace de La Secretaria de Estado y de la Producción y a través
del Centro Comunitario del barrio Gobernador Gregores de la ciudad en el
caso del M.A.S.. Distinta fue la situación política de tensión en la que ha
quedado involucrado el accionar técnico de Servicios Públicos. Esta cultura
organizacional, era imprescindible en una estrategia desarrolladora, pero
ante los reiterados problemas reconocidos por los propios técnicos y
decisores del periodo, era el Presidente de Servicios Públicos quien se
transformaba en el rostro visible del problema del agua. Por ello el proyecto
de inversión, se transformó desde el año 2004 en una herramienta
defensiva frente a reiteradas acusaciones de “chacareros” y funcionarios del
propio Intendente Córdoba.
145
territorio “chacarero”: Disposición de agua, características de los suelos, y
problemas para la comercialización eran datos conocidos. Estos
conocimientos a su vez reconocen problemas en la potencial escala de
producción, problemas de coordinación entre chacareros, a la vez que la
insuficiente iniciativa estatal. Este fue el primer gran aporte de la
Universidad Nacional de la Patagonia Austral.
146
organizacionales - que sí le reclamaba como conducta a “los chacareros”-
caracterizó los comportamientos colectivos de las culturas organizacionales,
el conjunto de los Proyectos Estructurales, Focalizados y Particulares
operaron desconectados entre sí e inclusive al interior de las propias
instituciones. La inexistencia de una planificación coordinada con
mecanismos de seguimiento y evaluación de experiencias focalizadas como el
proyecto de invernáculos, hipotecó de entrada la factibilidad que se
declaraba en las enunciaciones de las políticas públicas.
147
Capítulo IX
148
sujetos y del objeto agropecuario comenzó siendo exitoso en el plano formal
al formar la granja experimental con la Iglesia Salesiana establecida en
Caleta Olivia, pero al desvalorizar el conocimiento agrotécnico y al suponer
que la mano de obra de la granja experimental podría sostenerse con jóvenes
en riesgo social y sin salarios no logro procesar la información del contexto71.
71
Tuvimos la oportunidad de asistir a dos visitas a la granja experimental y conocer en distintos momentos la
perspectiva de tenedores de tierra, de técnicos que intervenían y de otras reparticiones estatales acerca de los
resultados y las relaciones con esta experiencia universitaria. En una de nuestras visitas nos encontramos con
Nino y otra con el Agrónomo; luego vendría el curso del INTA en el que participarían quince “chacareros” la
principal problemática que presentaba la granja experimental era la mano de obra establecida con jóvenes en
situación de riesgo que no lograban el disciplinamiento que demanda el trabajo agrícola. Dialogamos con ellos y
en su perspectiva obviamente estos no consideraban a la granja como un lugar de trabajo y representaba más una
suerte de lugar de castigo y de recreación en los horarios que ellos establecían como fuera de la mirada de control.
149
carencia de agua; mientras que las perspectivas técnicas ponen el énfasis en
la irracionalidad de los sistemas individuales de riego o en las dificultades
propias de la organización vecinal; mientras que entre los “chacareros” que
tienen plena producción por inversión privada, el principal obstáculo para
quienes no producen lo representa el Estado. En conjunto técnicos y
“chacareros” de distinto tipo advierten desde la experiencia o desde el
análisis el riesgo ecológico de una importante superficie del área chacarera
producto de la creciente salinización y alcalinización del suelo por exceso de
agua. Fenómeno que hemos definido desde el Capítulo III de esta tesis como
de eminente riesgo de colapso ecológico.
150
posibilidad de integrarlos a cualquier forma conocida de economía de
mercado.
151
la acumulación, la fundamentamos en el principio antropológico que esgrime
Keneth, E. Boluding (1976:15,16) al identificar relaciones de intercambio
por transferencia de bienes y servicios bidireccional y unidireccional. El
autor sugiere que existen formas humanas de de relaciones de intercambio
donde la transferencia de bienes y servicios es unidireccional a las cuales
denomina economía de las donaciones. Es decir, distribución o transferencia
desde un lugar que genera subordinación al otro producto que no existe
bidireccionalidad en el intercambio de activos que circulan de igual valor
entre partes.
72
Los resultados de situaciones semejantes frente a inversiones estatales de desarrollo local, han sido
ampliamente examinadas en Palma Godoy, Mario; Marques, Daniel “Apuntes para un diagnóstico
socioantropológico del desarrollo local de Caleta Olivia. El impacto de los programas de intervención económica a
partir de actores socioeconómicos”, En AA.VV. (2002). “Estados Municipales y actores socioeconómicos en un
contexto de economía global. Análisis del impacto de los programas orientados al desarrollo local en dos
subregiones de Patagonia” Informe final Secretaría de Ciencia y Técnica. UNPA – UACO. Proyecto 29/B019.
152
turno; mientras que el subsidio sólo puede llevar al autoconsumo como
forma de economía ajena a una escala mínima de mercado pero jamás
cercana al desarrollo agropecuario. Entonces nos formulamos una pregunta
para pensar: ¿El desarrollo de quien ocurrió?
153
problemas del desarrollo a culturas organizacionales no preparadas para
operar en el marco de los propios paradigmas teóricos que se difunden desde
la ideología hegemónica. Estos problemas, como tantos otros, que intentan
gestionarse desde administraciones ensimismadas en sus propias lógicas,
lejos de producir las políticas declaradas y financiadas producen nuevas
relaciones de poder local, mientras reproducen el orden social excluyente;
orden que cambia de forma, pero asume una nueva fisonomía social: “los
chacareros” en su estadio actual de desarrollo representan un segmento de
esa nueva forma.
154
el espacio vecinal para el encuentro por necesidades de productores de
granja (Ejemplo: Compras de alimentos en forma comunitaria) o para asistir
a charlas para el manejo de invernaderos. Beneficiarios del asistencialismo
que practica la Comisión Vecinal con recursos estatales, esta dualidad
evidencia la innovación en prácticas de asociación transitoria y
reproducción del asistencialismo de las unidades domésticas urbanas, que
representa precisamente una forma en que conductas culturales nuevas y
viejas se combinan. La financiación provincial en proyectos privados
agropecuarios (el 11,6% del total del período) muestra con entera nitidez
que los financiamientos otorgados en los ‘90 priorizaron el uso del dinero de
inversión productiva en problemas de contención de servicios de consumo
urbano. Cuando en el año 2001 los funcionarios municipales declaran
priorizar como agenda posible el desarrollo agropecuario, ya era demasiado
tarde, el ejecutivo municipal había seguido la agenda de los problemas, no la
proactividad desarrolladora endógena que el propio paradigma del
neoliberalismo le proponía desde la cultura organizacional universitaria.
4. Palabras finales
155
dentro de un contexto sociohistórico de clara expansión final del capitalismo
trasnacional sobre el territorio austral. Expansión para el capitalismo
trasnacional, ajuste estructural, contracción de la economía regional y
agendas de problemas del desarrollo local para las sociedades como las
nuestras. Decíamos al iniciar esta tesis que la expansión trasnacional
coincide con el despliegue de las empresas trasnacionales del petróleo, de la
minería y del turismo internacional que compiten por posicionarse en el
territorio instalando a las gestiones municipales y sociedades locales los
problemas de la reproducción social y del desarrollo local. Todo esto ocurre
en medio de un contexto donde el Estado Provincial constriñe sus
principales políticas desarrolladoras al “Síndrome del estatismo reciproco” y
a la permanencia de la “subcultura del subsidio” que a su vez permite hablar
de sustitución de la cultura del trabajo por la producción de la “subcultura
del subsidio”. Desde estas categorías locales ocurre la dimensión
agropecuaria del desarrollo local y en este contexto de discusión debería
reconstruirse intelectual y políticamente una estrategia de desarrollo
endógeno y local. Al Estado y la sociedad le queda el síndrome del estatismo
reciproco y la sustitución de la cultura del trabajo por la producción de la
subcultura del subsidio; en nuestro contexto local ambas dimensiones de la
cultura están en la forma de entender la economía que se expresa –reitero-
en renovadas formas de redistribución de poder local que no ha implicado
formas de participación democrática y deliberativas en términos de una
cultura que considere criterios de equidad sustentados en una nueva ética
de justicia e igualdad (Fernando Calderón, 2003:17).
157
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del Lago Musters, Conrado Roque Pérez a la Diputada por Pueblo Nieves Beroiza. Tema: Esquema de
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Consejo Agrario Provincial: Ing. Luis Castañón. Delegación Concejo Agrario Provincial
Universidad Nacional de la Patagonia Austral – Unidad Académica Caleta Olivia, Oficina de Vinculación
Tecnológica Alberto Zalazar, Ignacio Aranciaga
Municipalidad de Caleta Olivia: Jorge Zuñiga, Ing. Raúl Maza
Ministerio de Asuntos Sociales: Paola Vessvessian; Director del Centro Comunitario Barrio Gobernador Gregores:
Carlos Guenchur;
Servicios Públicos: A. Sudaire, Luis Almonacid;
Secretaría del Estado y de la Producción: Eugenia P.;
Concejales: UCR Alfredo Freile, PJ Argentina Nieves Beroiza;
Tenedores de tierra zona de chacras: Fernando Oliva, Nélido Acosta, Peralta, Nino Muñoz, Don P. Mendoza, Mario
Ruiz,, Julio Mirabal Mz 16 – Lote 3, Amiosto Rubilar Mz 17, Lote 6, Luis Alberto Zalazar, Héctor Peralta – María
Hernández M2 Lote 9, Abel Soto Mz 29 Lote 6, Luis Navarro Mz 31 Lote 4, Héctor Mayorga Mz 22 Lote 1, Luis
Silva, Gladis Alanis Mz 22 Lote 3, Fernández Manuel Mz 22 Lote 5, María Lemos Zanhueza Mz 51 Lote 1,
Barrionuevo Liliana Mz 23 Lote 9, Bustamante Jorge Mz 21 Lote 2, Segundo Valle Mz 21 Lote 8, Dagoberto Iturra
Mz 26 Lote 4, Rosa Moreno de Canale Mz 18 Lote 14, Aybar Antonio Mz 13 Lote 4, Valente Salvador Mz 13 Lote 2,
Viste Enrique Mz 20 Lote 10, Bordón Sara Mz 13 Lote 2, Saez María Mz 19 Lote 4, Lorenzo Espinoza – Eva Saldía
Mz 17 Lote 2, Telésforo Paez Mz 22 Lote 2, Mario Muñoz Mz 27 Lote 4, Laura Castillo, Jara Osvaldo Mz 14 Lote 2,
Mabel Huenchur Mz 27 Lote 2, Luis Andrade Mz 3 Lote 5, Felix Salaverry, Nicolás Pinto Mz 1 Lote 1 / 4, Quiroga
Mz 49 Lote 7, Ramón Castro Mz 50 Lote 7, Mirian Boboskich Mz 51 Lote 11, Vera Mz 51 Lote 2, Ana Delia
Catalán, Francisco Aguilar Mz 30 Lote 5, Simano Pedro Mz 30 Lote 6, Carlos Rasgido Mz 17 Lote 1, Brizuela Juan
Mz 22 Lote 10, Jorge Vidal Mz 58 Lote 8, Albita Godoy Mz 29 Lote 4.
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