El derrame de petróleo en la costa peruana ocurrió en enero de 2022 cuando un buque italiano derramó entre 6,000 y 11,900 barriles de petróleo crudo en el mar. El derrame contaminó 1,800,490 metros cuadrados de tierra y 7,139,571 metros cuadrados de mar, afectando zonas protegidas y los medios de subsistencia de los pescadores. La empresa Repsol fue responsabilizada pero su respuesta fue ineficaz e insuficiente para controlar y minimizar el desastre ambiental.
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El derrame de petróleo en la costa peruana ocurrió en enero de 2022 cuando un buque italiano derramó entre 6,000 y 11,900 barriles de petróleo crudo en el mar. El derrame contaminó 1,800,490 metros cuadrados de tierra y 7,139,571 metros cuadrados de mar, afectando zonas protegidas y los medios de subsistencia de los pescadores. La empresa Repsol fue responsabilizada pero su respuesta fue ineficaz e insuficiente para controlar y minimizar el desastre ambiental.
El derrame de petróleo en la costa peruana ocurrió en enero de 2022 cuando un buque italiano derramó entre 6,000 y 11,900 barriles de petróleo crudo en el mar. El derrame contaminó 1,800,490 metros cuadrados de tierra y 7,139,571 metros cuadrados de mar, afectando zonas protegidas y los medios de subsistencia de los pescadores. La empresa Repsol fue responsabilizada pero su respuesta fue ineficaz e insuficiente para controlar y minimizar el desastre ambiental.
El derrame de petróleo en la costa peruana ocurrió en enero de 2022 cuando un buque italiano derramó entre 6,000 y 11,900 barriles de petróleo crudo en el mar. El derrame contaminó 1,800,490 metros cuadrados de tierra y 7,139,571 metros cuadrados de mar, afectando zonas protegidas y los medios de subsistencia de los pescadores. La empresa Repsol fue responsabilizada pero su respuesta fue ineficaz e insuficiente para controlar y minimizar el desastre ambiental.
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Derrame de petróleo en la costa peruana: puntos claves para
entender el desastre ambiental
El derrame de petróleo en la costa del Perú ocurrió en la madrugada del 15 de enero de 2022 por la caída de crudo del buque de bandera italiana Mare Doricum, propiedad de la empresa española Repsol, en los mares del distrito de Ventanilla en la provincia constitucional del Callao, en Perú. La empresa inicialmente atribuyó la responsabilidad del derrame al oleaje generado tras el maremoto causado por la erupción volcánica en Tonga.Posteriormente, el 14 de febrero atribuyó la responsabilidad al buque petrolero Mare Doricum e inició una reclamación a los propietarios del buque. Ha sido calificado por el OEFA como el mayor desastre ecológico ocurrido en el Perú. Las olas contaminadas con el crudo se expandieron a lugares tan distantes de Ventanilla, como Ancón y Santa Rosa al norte de la provincia de Lima, así como Aucallama y Chancay al oeste de la provincia de Huaral. El gobierno peruano declaró 90 días de emergencia ambiental, el impacto económico fue de pérdidas de S/ 100 000 en el sector pesquero ya que el consumo marino bajó en los mercados por temor de los ciudadanos en contraer enfermedades provocadas por la contaminación. La Marina de Guerra del Perú y el Grupo Repsol del Perú se acusaban mutuamente por la responsabilidad del derrame. Desde sectores civiles se crearon campañas para limpiar las costas afectadas y rescatar a los animales pringados de crudo, incluido la donación de cabello humano, con puestos de donación a nivel nacional. La postura del Estado peruano fue contradictoria ante estas campañas, ya que algunas municipalidades de urbes metropolitanas como Lima y Trujillo lo promovían, mientras que el Ministerio del Ambiente pidió que cesen estas campañas ya que son poco efectivas e incluso contraproducentes. ¿Cuánto petróleo se derramó? Si bien al principio la empresa señaló que solo se trataba de 0.16 barriles, el ministro del Ambiente, Rubén Ramírez, informó -el pasado martes 18 de enero- que el derrame al mar era de unos 6 mil barriles de crudo. Sin embargo, el pasado 27 de enero, el Minam actualizó la cifra en 11 900 barriles. Por su parte, la empresa Repsol asegura que la cifra es de 10 396 barriles.
Por otro lado, el 25 de enero, Osinergmin confirmó un segundo
derrame, esta vez se trató de 8 barriles adicionales en la misma estación de la refinería.
¿Qué zonas fueron afectadas?
Hasta el 23 de enero, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) señaló que el área afectada por el derrame de petróleo era de 1 800 490 metros cuadrados de suelo y 7 139 571 m2 de mar. Asimismo, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) informó que el desastre afectó la vida silvestre de la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, y la Zona Reservada Ancón. El derrame también afectó a los recursos hidrobiológicos y la economía relacionada a su extracción. Por ejemplo, solo en la bahía de Ancón, según cálculos de la organización The Nature Conservancy (TNC), trabajan alrededor de mil pescadores, que extraen mariscos y peces, otros que trabajan en el procesamiento y comercialización de productos marinos, e incluso quienes realizan actividades turísticas. Se trata de una cadena de producción y sostenibilidad que hoy ha paralizado sus actividades económicas.
Ahora bien, aunque continúan en curso el inicio de procedimientos
administrativos, así como investigaciones técnicas y judiciales para determinar el impacto que causó el derrame a la biodiversidad marino-costera, así como a las actividades económicas y medios de vida de la ciudadanía contigua a la zona del desastre, además del nivel de responsabilidad legal de Repsol, es esencial conocer algunos puntos claves sobre este caso y las consecuencias que traería: 1. Repsol debe acatar las primeras medidas dictadas por OEFA y Osinergmin para controlar el daño ambiental El 18 de enero, OEFA dictó diversas medidas administrativas para ser implementadas inmediatamente y contener la contaminación. Estas son:
Identificar las zonas afectadas por el desplazamiento del
hidrocarburo derramado (en 2 días hábiles). Realizar las acciones de limpieza del área de suelo afectada por el derrame de petróleo crudo en la zona de playa Cavero y otras áreas que pudieran verse afectadas (en 10 días hábiles). Asegurar el área, realizar la contención y recuperación del hidrocarburo sobrenadante en el agua de mar de Ventanilla y en otras áreas en las cuales exista la presencia de hidrocarburo (en 5 días hábiles) Realizar la segregación, almacenamiento, transporte y disposición final de los residuos sólidos y líquidos peligrosos y no peligrosos generados como consecuencia de las actividades de la limpieza de las áreas afectadas (ocho días hábiles). 2. Repsol no ha implementado acciones inmediatas para el control y minimización del derrame Cuando se produce cualquier siniestro o emergencia ambiental, se deben adoptar acciones de primera respuesta, como contener, confinar y recuperar el contaminante para minimizar los impactos negativos ocasionados y otras acciones indicadas en el Plan de Contingencia del Estudio de Impacto Ambiental o Instrumento de Gestión Ambiental Complementario aprobado, además de avisar a las autoridades de la emergencia ambiental generada en las condiciones exactas y dimensionando el real impacto. En este caso, las acciones por parte de Repsol han sido ineficientes e insuficientes. Primero, Repsol declaró que las actividades de carga y descarga no se detuvo en su momento ya que, según lo informado por la Marina de Guerra, no había alerta de tsunami en el litoral peruano y por lo tanto no habría motivos para detener las actividades náuticas y operaciones en el mar. Incluso, a pocos días del derrame, Repsol señaló que no habían activado todo el despliegue operativo para limpiar el área afectada porque debían asegurar la seguridad y capacitación del personal. Recordemos que dicha estrategia es algo que ya debió estar previsto en su Plan de Contingencia, el cual es una herramienta que establece acciones de respuesta inmediata frente a situaciones de emergencia. Este plan ayuda a gestionar y disminuir los riesgos, previendo para ello y entre otros temas un adecuado entrenamiento del personal, disponiendo protocolos a priori; es decir, en esta instancia Repsol no debería experimentar sobre cómo atender un derrame en el mar, espacio donde opera hace años, sino que debe tener claridad absoluta de cómo responder frente a la emergencia más previsible en el marco de sus operaciones.
3. Afectación a la fauna silvestre fuera de áreas naturales
protegidas En el presente caso, la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre de Lima del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) sería la autoridad competente para atender la afectación a la fauna silvestre terrestre (no recursos hidrobiológicos) fuera de áreas naturales protegidas. Hasta el momento, la citada autoridad viene rescatando y prestando atención veterinaria a la fauna silvestre afectada, con el apoyo de personal especializado como, por ejemplo, del Parque de las Leyendas, cuyos expertos toman los cuidados necesarios para que la limpieza de los animales rescatados no les genere hipotermia. Cabe señalar que la normativa vigente prevé la figura de “guardafaunas voluntarios” a fin de brindar respaldo y organizar a las personas que voluntariamente realizan acciones orientadas a la conservación de la fauna silvestre, motivo por el cual se activa formalmente con la convocatoria del Serfor. Dado el interés concitado por la ciudadanía en el rescate de animales empetro lados, sería oportuno activar esta figura y, de esta manera, poder encauzar debidamente toda la iniciativa ciudadana que viene autoorganizándose en este momento, en especial por la magnitud del desastre ecológico.