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Abejas

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

Facultad de Filosofía y Letras


Colegio de Historia

Balam Cab.
Las abejas silvestres y su simbolismo
entre los mayas.

T E S I S

PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE

LICENCIADO EN HISTORIA

P R E S E N T A

PAVEL ALONSO GARCÍA MAGDALENO

Directora de tesis:
Laura Elena Sotelo Santos

MEXICO, D.F. 2013


"Que todos los seres sean felices
Que todos los seres se liberen de sus sufrimientos
Que nadie sea desposeído de su felicidad
Que todos los seres logren ecuanimidad libre de odio y apego"

Gueshe Kelsang Gyatso

2
Agradecimientos

Me gustaría comenzar agradeciendo a las tres joyas, Buda, el Dharma y la


Sangha, por ser mi sustento espiritual durante estos años.

Sin lugar a dudas este trabajo no hubieses llegado a su fin sin el amor y ejemplo
de mi madre Kelsang Kunwang, así como el apoyo incondicional de mi padre
Javier y mi querida Gloria, que además de apoyarme me han impulsado a finalizar
esta difícil labor.

Quisiera agradecer a mis hermanos Misael, Daniel, Gabriel y Emiliano por


acompañarme en esta travesía y escuchar mis constantes pláticas al respecto de
este tema, y también por ser mi joya de la Sangha particular y mi refugio
constantemente.

A Montserrat por ser parte de mi vida durante estos años de trabajo y alentarme
constantemente por no dejar este proyecto, así como leer infatigablemente este
texto, sin lugar a dudas este momento en mucho se debe a su cariño e impulso.

A Ana y Alfredo por ser mis lectores y fraternales correctores, dispuestos a


ayudarme en todo momento.

Este texto no podría ser lo que es ahora, sin el esfuerzo de mi asesora la Dra.
Laura Sotelo, quién a pesar de sus ocupaciones, se dio el tiempo para sacar lo
mejor de mí, como persona y como investigador.

A mi sínodo las Doctoras María Rosa Martínez Ascobereta, Ma. Del Carmen
Valverde y Martha Ilia Najera, y al Mtro. Roberto Romero por haber leído con
sumo cuidado el presente texto. Ya que este trabajo, sin sus sabios comentarios
no hubiera podido tener la calidad que logro en su versión final.

A la UNAM por darme todo lo que tengo como estudiante.A la DEGAPA y el


laboratorio Ixtli, por la beca de tesis dentro del proyecto Meliponicultura Maya. Y a
todos aquellos que directa o indirectamente colaboraron con este trabajo, y sin
cuyo esfuerzo esto no sería posible.
3
Índice
Introducción. ............................................................................................................ 6

Capítulo 1 Aspectos generales de la Biología de las abejas sin agujón................ 13

Las abejas ...................................................................................................... 15

Capítulo 2 Representaciones de las abejas silvestres en vasos mayas


prehispánicos ........................................................................................................ 21

Vaso K2284 ....................................................................................................... 23

Descripción ..................................................................................................... 23

Análisis de los elementos. .............................................................................. 25

Vaso K3924 ....................................................................................................... 32

Descripción ..................................................................................................... 32

Análisis de los elementos ............................................................................... 35

Vaso 2942 .......................................................................................................... 42

Descripción ..................................................................................................... 42

Análisis de los elementos. .............................................................................. 45

Vaso K6508 ....................................................................................................... 50

Descripción ..................................................................................................... 50

Análisis de los elementos. .............................................................................. 53

Capítulo 3. Acercamiento al simbolismo de las abejas silvestres.......................... 57

Un complejo simbólico triple: Mok chih, las abejas y la olla. .............................. 59

Mok Chih......................................................................................................... 60

Las abejas. ..................................................................................................... 61

La olla. ............................................................................................................ 70

Relaciones entre las abejas y la olla. .............................................................. 72

Conclusiones ......................................................................................................... 74

4
Obras Citadas ....................................................................................................... 84

Apéndices.............................................................................................................. 88

Apéndice I: Fotografías de las especies de abejas nativas representadas en los


vasos. (Fotografías de Jorge Mérida) ................................................................ 89

Tetragonisca Angustula .................................................................................. 90

Scaptotrigona Mexicana ................................................................................. 92

Oxytrigona mediorufa...................................................................................... 95

Cephalotrigona ............................................................................................... 98

Geotrigona acapulconis ................................................................................ 101

Scaptotrigona pectoralis ............................................................................... 104

Apéndice II: Descripción formal de los vasos mayas K2284, K3924, K2942 y
K6508............................................................................................................... 106

Descripción formal vaso K3924 .................................................................... 111

Descripción formal vaso K2942 .................................................................... 137

Descripción formal vaso K6508 .................................................................... 144

Apéndice III: Imágenes de los vasos mayas del periodo Clásico citados.
(Colección fotográfica de Justin Kerr) .............................................................. 152

5
Introducción

En el caso de Mesoamérica, y en particular de los mayas, la fauna local ha sido

parte fundamental de sus creencias. Diversos aspectos de la religiosidad de los

pueblos prehispánicos se sustentan en la observación de la naturaleza, y en

especial en el comportamiento de los animales; que tiene como resultado la

resignificación de algunas espacies como hierofanía o alegoría de lo sagrado.

Los animales representados en la plástica maya fungen como puente entre

lo sagrado y lo profano, sirviendo de medio para que los seres humanos puedan

acceder al espacio y tiempo divino.

Ejemplos de lo anterior, son la serpiente 1, el jaguar 2, el mono 3 o el

murciélago 4, de los cuales ya se han realizado extensas investigaciones. En

ocasiones, estos animales no sólo pertenecen a un sitio en el cosmos, sino que,

dependiendo de su contexto, pueden representar diferentes aspectos del universo.

1
Mercedes de la, Garza Camino, El universo sagrado de la serpiente entre los mayas, México,
UNAM, 1984.
2
María del Carmen, Valverde Valdes, Balam. El jaguar a través de los tiempos y espacios del
universo maya, México, UNAM, 2004.
3
Martha Ilia, Najera Coronado, “El mono y el cacao: la búsqueda de un mito a través de los
relieves del Grupo de la Serie Inicial de Chichén Itzá”, en Estudios de Cultura Maya No. XXXIX,
Primavera-Verano, Centro de Estudios Mayas, Instituto de Investigaciones Filológicas, Universidad
Nacional Autónoma de México, 2012.
4
Roberto, Romero Sandoval, Zotz. El murciélago en la cultura maya, México, Cuadernos de
estudios mayas 39, Centro de estudios mayas, Instituto de Investigaciones Filológicas, Universidad
Nacional Autónoma de México, 2013.

6
Entre las especies representadas en el arte maya podemos aquellas que

aparecen continuamente en el arte y la literatura maya, desde la época

prehispánica hasta nuestros días, como ocurre con el jaguar y la serpiente,

aquellos que aparecen en menor medida y por lo tanto no han sido muy

estudiados, y la fauna que no aparece en las imágenes del arte maya o dentro de

las narraciones míticas. Es con el segundo grupo con el que trabajaré a lo largo de

esta investigación, considerando que a pesar de que no sean pilar de las

creencias mayas sus referencias en la plástica o literatura, nos pueden ayudar a

entender aspectos relevantes de la cosmovisión maya.

Ejemplo de lo anterior son las abejas nativas en la zona maya. Donde

encontramos una relación de larga duración entre el ser humano y los insectos;

debido a la utilidad de sus productos, su importancia en la vida religiosa de la

comunidad, o ambos. Existen diferentes evidencias de este vínculo desde la

época prehispánica hasta nuestros días, teniendo como consecuencia su

representación en el arte.

La primera posible evidencia la encontramos en cuatro vasos tipo códice del

periodo Clásico, cuyas imágenes se encuentran en la colección fotográfica de

Justin Kerr, dentro de estas se puede observar un grupo de insectos similares

entre sí, que tienen ciertas características que nos hacen pensar que se tratan de

7
representaciones de abejas nativas. A pesar de encontrarse descontextualizados

es posible situarlos entre los sitios de Calakmul, Campeche y Tikal, Guatemala. 5

Posteriormente en el periodo Posclásico podemos encontrar una

importante sección del Códice Madrid, donde se plasman las abejas, su cultivo y

relación con diferentes deidades.

Para la época Colonial, a pesar de la introducción de las abejas europeas

pis mellifera, durante un largo periodo de tiempo continuo la tradición de cultivar

abejas nativas sin aguijón, llamadas de forma genéricas meliponas, y cuyo cultivo

se ha denominado meliponicultura, la producción más intensa de cera y miel en

Mesoamérica, producto de este tipo de abejas se dio en la península de Yucatán,

teniendo diferentes usos en la vida sagrada y cotidiana de los mayas de esta

región. Por otra parte en la zona de Guatemala el religioso Fray Francisco

Ximénez, reporta la posibilidad de cultivo de las distintas especies nativas 6.

En la actualidad, la meliponicultura se ha perdido en gran parte del área

maya, muy posiblemente por la poca producción de miel de las abejas nativas en

comparación con la especie europea, únicamente se conserva de manera

relativamente escasa en la península de Yucatán, donde se ha conservado por su

5
Sylviane, Boucher y Yoly Palomo, “Discriminación visual como determinante de estilo y asignación
tipológica de la cerámica códice de Calakmul, Campeche” en Estudios de Cultura Maya No. XXXIX,
Primavera-Verano, Centro de Estudios Mayas, Instituto de Investigaciones Filológicas, Universidad
Nacional Autónoma de México, 2012.
6
Francisco, Ximénez, Historia Natural del reino de Guatemala, Guatemala, Pineda Ibarra, 1967, p.
113-114

8
importancia en la religión maya. Por lo general la especie cultivada por los mayas

de la península, es la Melipona beechei.

Además del cultivo de abejas sin aguijón, encontramos evidencias de la

colecta de los productos de abejas silvestres, importantes por el contexto natural

donde se encuentran. Por lo general las especies recolectadas son distintas a las

cultivadas.

La presente investigación se centrará únicamente en el análisis de las

cuatro imágenes procedentes de la época Clásica, teniendo por objetivos el

identificar las especies representadas, analizar los elementos y contextos en que

aparecen los insectos y determinar el simbolismo que han tenido entre las

comunidades mayas. Así como su posible relación con las abejas silvestres y su

contexto.

Esta labor se puede realizar desde tres perspectivas y tres disciplinas. Las

tres disciplinas son: la Biología, en la comprensión del comportamiento de los

insectos; la Historia del Arte, en el análisis de los elementos gráficos; y la Historia

de las Religiones para poder entender el simbolismo religioso y el vínculo que

tienen estos insectos con el ámbito de lo sagrado.

A lo largo de esta investigación utilizaré distintas metodologías dependiendo

de las necesidades de este proyecto; sin embargo, he decidido utilizar como hilo

conductor la larga duración, de la relación entre los mayas y las abejas nativas.

9
Es por esto que considero adecuado utilizar la metodología propuesta por

Fernand Braudel 7 para el análisis de los fenómenos históricos, entendiendo que la

relación entre el espacio cósmico que ocupa la fauna y su simbolismo, así como el

vínculo con los seres humanos, son forma de entender el universo que ha

perdurado hasta nuestros días entre los mayas.

Para poder llevar acabo el primer objetivo, es necesario entender las

características generales de las abejas sin aguijón, para esto será necesario hacer

una breve revisión biológica. En este sentido utilizaré principalmente los trabajos

del biólogo Ricardo Ayala, quien ha dedicado buena parte de su vida a la

investigación de las abejas sin aguijón en México.

Para el análisis de los elementos de los elementos artísticos me basaré en

la metodología propuesta por el historiador del arte Erwin Panofsky en su libro

Estudio sobre Iconología 8, quien plantea tres niveles de acercamiento a la imagen,

el primero descriptivo, el segundo comparativo y el tercero interpretativo.

Para poder entender el contexto los fenómenos religiosos asociados a las

abejas y su simbolismo, me apoyaré en la línea de interpretación propuesta por el

estudioso de las religiones Mircea Eliade, quien realizó grandes aportaciones a la

7
Fernand, Braudel, Las Ambiciones de la Historia, Barcelona, Crítica, 2002.
8
Erwin, Panofsky, Estudio sobre Iconología, Madrid, Alianza, 1972.

10
Ciencia de las Religiones. Para este trabajo utilizaré principalmente sus textos Lo

sagrado y lo profano 9 y Tratado de Historia de las Religiones 10

Es así que en el capítulo 1, se presenta la Biología de las abejas, y en el

apéndice I, las fotografías de las mismas. Mediante esta parte del trabajo se podrá

asociar el hábitat, los comportamientos y las características biológicas de las

abejas nativas al posible simbolismo que tienen tanto en las representaciones

como en la narrativa maya.

En el del capítulo 2 y el apéndice II, se realizará una minuciosa

descripción–el primero de forma breve y el segundo con una mucho más extensa-

y un análisis comparativo de los vasos elaborados en el periodo Clásico maya y su

análisis iconográfico; así como la relación de los elementos representados. Lo

anterior nos ayudará a poder identificar de manera sólida los insectos de los

vasos, como abejas, así como su papel en las escenas en que aparecen y

comprender el simbolismo de las abejas silvestres en el arte maya del Clásico.

Con relación a las imágenes de esta colección, elaboraré un análisis similar

al propuesto por Erwin Panofsky, para conocer de manera general los elementos

que aparecen de manera recurrente en todas las obras.

Después de hacer la descripción y el estudio de cada uno de los vasos, en

el capítulo 3 realizaré un análisis conjunto del contexto en el que se encuentran los

9
Mircea, Eliade, Lo sagrado y lo profano, Barcelona, Paidos, 1998.
10
Mircea, Eliade, Tratado de historia de las religiones, México, Era, 1972

11
personajes representados en la imagen y de qué manera interactúan entre sí;

particularmente el conjunto compuesto de tres elementos que tienen una estrecha

relación con nuestro objeto de estudio: un personaje vinculado con la muerte, una

olla que porta dicho personaje y los insectos que vuelan a su alrededor.

La última parte de esta sección del texto también se verá complementada

por mitos y leyendas de los mayas contemporáneos, donde se habla sobre el

simbolismo de las abejas en la actualidad, ayudándonos a entender su

significación y su relación con las representaciones de las abejas en los vasos. De

esta forma podremos reconocer elementos de larga duración, en el fenómeno

religioso relacionado con las abejas.

12
Capítulo 1. Aspectos generales de la Biología
de las abejas sin agujón

13
Los principales aspectos de la Biología de las abejas que nos interesan resaltar,

pertenecen a las disciplinas de la Taxonomía y la Etología, la primera se centra en

la clasificación de los seres en dependencia de sus características físicas,

mientras que la segunda analiza su comportamiento.

Dentro de la disciplina taxonómica podemos mencionar que las abejas

pertenecen al orden Hymenoptera, esta se subdividen en dos superfamilias: la

Vespoidea, donde se encuentran tanto avispas como hormigas, y la Apoidea,

representada por las abejas.

En el caso de la Etología, nos ayuda a entender los grados de sociabilidad

dentro de estas poblaciones de insectos: desde los solitarios, hasta los que son

altamente sociales. Las grandes colonias se comportan como un superorganismo.

Paralelamente, la población, cuando alcanza una mayor densidad, se comporta

como una biomasa que requiere un gran consumo de energía; por lo que en

ocasiones se vuelven en importantes depredadores e intensos polinizadores de

las aéreas cercanas a su colmena. 11

Edward Osborne Wilson dice que los insectos se pueden caracterizar como

seres sociales cuando presentan tres principales rasgos:

1. Individuos de la misma especie cooperan en la crianza de los

jóvenes.

11
Olivia, Yáñez Ordoñez, Avispas y Abejas sociales (Hymenoptera: Vespoidea; Apoidea) en cinco
zonas de Campeche México, Tesis de Maestria en Ciencias, México, UNAM, p.5
14
2. División de labores con la presencia de individuos reproductivos e

individuos trabajadores.

3. Convivencia de dos generaciones que contribuyen a las labores de

la colonia. 12

Estas tres características las encontramos sin lugar a dudas en las diversas

especies de abejas en las zona maya.

Las abejas

Las abejas, con más de 20,000 especies en todo el mundo, son de los insectos

con una distribución muy amplia con presencia en casi todo el planeta. Son

benéficas para los cultivos y flores, pues se encargan en buena parte de la

polinización de las plantas aledañas a su panal. Además, los recursos que

producen como miel, cera, polen y propóleo, son aprovechados por el ser humano

para su consumo.

En el caso de las abejas, la clasificación como ya se dijo, depende de los

tipos de organismos, forman parte del orden Hymenoptera y de la familia

Apidae. 13 Dentro de este último grupo, podemos identificar dos géneros de abejas

comunes en América: las abejas europeas o Apis melífera, introducidas con la

llegada de los españoles, y las abejas nativas sin aguijón, pertenecientes a la

Subfamilia Meliponinae; de donde, las dos principales géneros son las Meliponas y

12
E.O, Wilson, Sociobiology, Cambridge, The Belknap Press of University of Harvard,1975. p 398
13
Miguel, Guzmán et Al. , Manejo de abejas nativas en México: Melipona beecheii y Scaptotrigona
mexicana, Chiapas, Ecosur, 2011. p.15
15
Trigonas. Para México se conocen 11 géneros y 46 especies, reportados por

Ricardo Ayala en su trabajo sobre las abejas sin aguijón en México. 14

Ayala caracteriza a estas abejas de la siguiente manera:

Las abejas sin aguijón o meliponinos se pueden distinguir del resto de los Apidae porque
presentan gran reducción de la venación de las alas anteriores, la falta de aguijón, tener
urtas simples y por presentar una línea de pelos gruesos a modo de peine en el margen
15
distal (apical) de las libias posteriores

Las diferencias de los géneros Meliponas y Trigonas, nos ayudarán a

entender que tipo de abejas se representan en los vasos mayas prehispánicos.

En el género Trigona, se suelen agrupar las Scaptotrigonas, las

Nannotrigonas y las Tetragoniscas, que a pesar de tener muchas características

en común, tienen diferencias de organización, funcionamiento de la colonia, y

algunos detalles morfológicos, comportamiento y forma de nidificación.

De las diferencias entre los géneros Melipona y Trigona podemos

mencionar su tamaño. Las trigonas, son mucho más pequeñas que las Meliponas;

además de eso, la forma de las celdas reales es distinta; ya que mientras las

celdas de las meliponas son iguales a las de las abejas obreras, las de las

trigonas son de mayor tamaño.

En el estado de Chiapas se reportan 32 de las 46 especies de abejas sin aguijón


registradas para México (Ayala 1999). De las especies reportadas pocas se cultivan; se
cultivan principalmente a S. mexicana, (“abeja congo”) Melipona beecheii (“abeja real”) M.
solani (“abeja real roja”) S. pectoralis (“abeja congo alazana” o “enreda pelo”) Trigona

14
Ricardo, Ayala, “Revisión de las abejas en México (Hymenoptera: Apidae: Meliponini)”, Tesis de
Maestría en Ciencias, México, UNAM, 1992.
15
Ibidem p. 2
16
(Tetragonisca) angustula (“doncellita”, “sayulita”) y la Nannotrigona perilampoides
16
(“doncellita prieta”, “sayulita”) con cultivadas en menor proporción.

Con respecto a las formas de nidificación de estos tipos de abejas sin

aguijón, las más comunes son en cavidades dentro de los árboles o troncos

huecos, así como entre las rocas o peñascos; sin embargo, también algunas

especies nidifican en el interior de la tierra.

Además de los lugares naturales de nidificación, existen dos formas de

mantener a las abejas por parte de aquellos que las cultivan, tradicional o

tecnificada, a los cultivadores se les llama meliponicultores.

Los sitios que utilizan de manera tradicional los meliponicultores para

conservar sus colmenas son: los hobones, 17 las ollas y, en algunos casos, los

jícaros. En el norte de la península de Yucatán, se utilizan hobones. De esta forma

tradicional se cultiva principalmente la especie Melipona beecheii; aunque en

ocasiones podemos encontrar algunas otras especies igualmente cultivadas en los

hobones, como la Scaptotrigona pectoralis.

Esta forma de cultivar las abejas es la que se parece más a su ambiente

natural. Sin embargo, en ocasiones, presenta algunas dificultades para la cosecha

de la miel, pues los troncos se encuentran de forma horizontal. Por lo que hay que

abrir el lado correcto, que corresponde al lugar donde se encuentra almacenada la

miel.

16
Miguel, Guzmán et Al. , Manejo de abejas nativas en México: Melipona beecheii y Scaptotrigona
mexicana, Chiapas, Ecosur, 2011. p.17.
17
Troncos huecos en los que se conservan las colmenas de abejas nativas.

17
En la zona del norte del estado de Puebla, encontramos el cultivo en ollas

como forma tradicional; los productores de mayor edad recuerdan que, desde que

ellos cultivan las abejas, ha sido en ollas. 18 Estos meliponicultores cultivan

principalmente la Scaptotrigona mexicana. El cultivo en ollas se hace de manera

vertical sobreponiendo dos ollas por la parte superior; esto facilita el cultivo, ya que

la olla de arriba guarda la miel y el polen. Mientras que, en la olla de abajo, se

encuentra la cámara de crianza. Sin embargo, la desventaja de esta técnica es

que las ollas absorben mucho la temperatura del ambiente, por lo que en las

ocasiones en que esta es muy extrema las colonias pueden verse afectadas.

Por último la crianza de las abejas en jícaros se conserva en algunas zonas

de Guatemala; 19 sin embargo, la investigación de este tipo de cultivo de las

abejas sin aguijón se ha hecho de manera mínima. Podemos decir que los jícaros

son las formas naturales de las ollas, por lo que no resulta extraño que se

conserven las abejas en éstos.

Los jícaros y los hobones son formas naturales de manejo de las abejas,

que asemejan o simulan sus maneras de nidificación; mientras que las ollas son

formas de conservarlas con un producto de manufactura humana. En todos los

casos, se trata de técnicas de gran antigüedad.

En la actualidad, además de estos métodos, en muchos lugares de México

se ha comenzado a utilizar las cajas tecnificadas para el cultivo de abejas sin

18
Entrevista con los miliponicultores de Cuetzalan, Puebla 2011.
19
Comunicación personal Gabriela Armas, Cuetzalan 2011.
18
aguijón. Estas cajas tienen como ventaja el poder dividir las colmenas con mayor

seguridad y manejar mejor las abejas. 20

Otra característica que nos puede ayudar a la identificación en los vasos, es

el comportamiento que tienen las diferentes especies antes mencionadas. Todas

las abejas que he considerado para la identificación de las que aparecen en los

vasos, son sociales; por lo que viven y se organizan en colmenas. Este

comportamiento se observa en las representaciones, pues se observan entre 4 a 6

insectos alrededor del personaje o de las ollas. En el caso de otros insectos que

no son sociales, como las moscas o luciérnagas, no presentan una forma de

colecta de recursos de forma conjunta o cuidados de su la colmena.

Entre las especies que con ayuda de los especialistas Ricardo Ayala y

Jorge Mérida he seleccionado para compararlas con las representaciones de los

vasos, se encuentran: la Tetragonisca angustula, la Scaptotrigona mexicana, la

Oxytrigona mediorufa, la Scaptotrigona pectoralis, la Geotrigona acapulconis y la

Cephalotrigona. Todas ellas forman parte de la fauna nativa de la zona maya.

Entre las características de la Tetragonisca angustula por las que la he

seleccionado, se encuentran su abdomen alargado y su comportamiento de

protección a su colmena, donde varios de los individuos vuelan en torno a esta. La

Scaptotrigona mexicana presenta un color pardo característico y un pequeño

tamaño. La Oxytrigona mediorufa presenta una coloración rojiza y una forma de

20
Raquel, Zepeda et al. Abeja Nativa. Cuaderno de divulgación sobre las abejas nativas. Chiapas
2011. p.13

19
defensa poco común, caracterizada por la mordedura e aplicación de ácido

fórmico. La Scaptotrigona pectoralis también presenta un color rojizo, pero tiene

un comportamiento menos agresivo que la Oxytrigona. La Geotrigona acapulconis

tiene como característica especial su forma de anidación, pues es de las pocas

especies que forma sus colmenas en el interior de la tierra. Y por último las

Cephalotrigonas se caracterizan por su cabeza de gran tamaño. 21

21
Ricardo, Ayala, “Revisión de las abejas en México (Hymenoptera: Apidae: Meliponini)”, Tesis de
Maestría en Ciencias, Op. Cit.

20
Capítulo 2. Representaciones de las abejas
silvestres en vasos mayas prehispánicos

21
En el presente capítulo, centraré mi atención en describir y analizar cuatro

imágenes de vasos mayas del periodo Clásico. Estos vasos proceden en su

mayoría de la zona entre Calakmul y Tikal, 22 sin embargo no tienen contexto

arqueológico. He decidido agruparlos, pues en ellos se observan insectos con

características muy similares, y propongo se tratan de abejas, que a pesar de sus

diferencias de estilo y representación, son consistentes en las cuatro imágenes.

Para el análisis, primero se presentará la imagen del vaso, tomada del

archivo fotográfico de Justin Kerr, después se hará una breve explicación de la

imagen; 23 Después se examinan los elementos recurrentes que se presentan en

cada uno de los vasos, para así poder entender el papel de los insectos en las

escenas representadas, y como su simbolismo en relación con las evidencias del

Clásico maya. Además de las imágenes se incluye las lecturas de los glifos que

han sido publicadas en trabajos académicos, que nos pudieran ayudar a entender

el contexto de la escena. Por esto mismo no he entrado en la Secuencia Primaria

Estándar, que se compone de un grupo de glifos que usualmente aparecen en la

parte superior de la imagen, pero de manera visible no pertenecen a la misma.

Normalmente estas inscripciones hablan sobre el tipo de uso que tenía el vaso o

del señor al que perteneció, y no de la imagen que se representa.

22
Sylviane, Boucher y Yoly Palomo, Op.Cit.
23
Una versión más extensa se encuentra disponible en el apéndice II, donde realiza una
descripción formal de los elementos plásticos, cercana al método de la Historia del Arte, analizando
cada elemento de manera muy minuciosa.

22
Vaso K2284

Figura 1

Descripción

Esta cerámica tiene, según el registro de Justin Kerr, 12 centímetros de

alto, 12 centímetros de diámetro y 37 de circunferencia. Se ha identificado como

un vaso tipo códice. Las imágenes que aparecen en su interior están delineadas

en color negro mientras el fondo es de color crema, toda la imagen esta

delimitadas por dos bandas de color rojo en la parte superior e inferior.

Este vaso está compuesto dos grupos de elementos, el primero de ellos

tiene por una serpiente, un jaguar y varios signos de estrella; y el segundo un

personaje que sostiene una olla en posición horizontal frente a él, de la cual

surgen tres insectos.

Dentro del primer grupo, el jaguar se encuentra en la parte central,

permanece de pie apoyado en las patas traseras, con su pata derecha en alto y

23
hacia atrás sostiene un elemento redondo, identificado como una piedra, la pata

izquierda se encuentra hacia abajo y muestra su palma. El cuerpo del felino está

girado tres cuartos, y pareciera tomar una posición de danza, su rostro hacia el

lado izquierdo y saca la lengua. La serpiente se extiende por buena parte del vaso,

pasando a la mitad por el cuello del jaguar. Las fauces de la serpiente se

encuentran abiertas con sus colmillos visibles, de ella surgen dos grandes volutas

en dirección al personaje que se encuentra sentado frente a ella, y en el final de su

cola se observa una cabeza humanizada de voltea hacia abajo. A la altura del

lomo del jaguar y parte del cuerpo de la serpiente observamos tres glifos de

estrella, dos en el cuerpo del ofidio y uno más sobre el lomo del felino.

El segundo grupo se conecta al primero mediante el rostro de la serpiente, y

los insectos que se encuentran frente a ella, rodeando la olla. Estos tres insectos

se encuentran volando frente al personaje sedente; tienen una cabeza redonda,

con un gran punto negro en el centro, dos alas, abdomen alargado y líneas negras

en el abdomen. Además de los tres insectos, que se pueden ver de cuerpo

completo, se ve un círculo blanco con un punto negro, en la boca de la olla, por lo

que considero se puede tratar de la cabeza de un cuarto insecto.

La olla se encuentra en las manos de un personaje antropomorfo y lleva en

su parte central una marca similar al glifo de obscuridad, esta olla es de cuello

angosto.

Por último el personaje que aparece en el extremo derecho del vaso, tiene

un hueso, aparentemente fémur por su tamaño que atraviesa a la altura de su

24
cabeza, permanece sentado y en el muslo de la pierna izquierda que esta visible

presenta un signo similar al signo de porcentaje que se ha identificado como

símbolo de la muerte entre los mayas, lleva un brazalete en la mano derecha, así

como un bastón, en la cabeza tiene un tocado de largas y estrechas bandas que

se juntan cerca de su cabeza y caen sueltas hacia su espalda.

Los insectos que se presentan en este vaso tienen una cabeza grande con

un punto negro en el centro de la misma, característica que comparten todas las

representaciones de estos insectos, tienen un tórax bastante alargado, y un

comportamiento colectivo alrededor de la olla.

Análisis de los elementos.

El grupo uno se identifica como un solo, pues en los vasos K1230 (fig. 7),

K1652 (fig.8) y K2284 (fig.1), aparece el jaguar con la serpiente enroscada y las

estrellas, la única variante es la cabeza antropomorfa que es sustituida por lo que

podría ser una columna vertebral en el vaso K1230 (fig. 7). Además, fue

identificado por Nikolai Grube y Werner Nahm 24 como parte del grupo de los

way. 25

24
Nikolai Grube y Werner Nahm Op. cit.
25
Espíritus compañeros o coherencias que aparecen en la cerámica maya del Clásico. Seres que
están relacionados con el mundo onírico, de ahí su nombre glífico. También se les vincula a los
fenómenos del nahualismo y totemismo, a los que se hace referencia en documentos coloniales y
etnografías actuales.

25
Su nombre glífico ha sido leído como jatz’al tok’ ek’ hix o “Jaguar Estrella

que golpea con piedras que echan chispas”26 El glifo T714 o “piedra en la mano”

que aparece en ambas imágenes y que ha sido interpretado por Marc Zender27 en

contextos como el de juego de pelota, como piedra que golpea

En el vaso se ve el glifo T539 28, que se puede leer u-WAY, “su Way”, lo que

alude a que el jaguar con sus elementos asociados son identificados como el

“animal compañero o cohecencia” de un gobernante o personaje de alto rango.

Por otra parte la cabeza antropomorfa en la cola de la serpiente, es el dios

Kawil. Existen representaciones en las que aparece Kawil de cuerpo completo 29,

como en los vasos K719, K1081 (fig.6) o el plato K3702 (fig.12), y la serpiente que

surge del pie de esta deidad se comporta de manera similar al ofidio que aparece

en K2284 (fig.1). El dios K’awiil es deidad del rayo, así como de la trasformación

chamanica 30.

El grupo dos del vaso, está compuesto por un conjunto de insectos cerca de

una variante de la deidad A’, que lleva por nombre glífico Mok chih “Boca

26
Alejandro, Sheseña, “Los nombres de los naguales en la escritura jeroglífica maya: Religión y
lingüística a través de la onomástica” en Journal of Mesoamerican Languages and Linguistics, Vol.
2, No. 1: 1-30, 2010
27
Marc,Zender, “Glyphs for “Handspan” and “Strike” in Classic Maya Ballgame
Texts”, The PARI Journal 4 (4): 1-9. 2004.
28
Stephen Houston, David Stuart y Karl Taube “Folk Classification of Classic Maya Pottery” en
American Anthropologist, vol.91, num.3, Washington. 1989. pp.720-726.
29
Rogelio Valencia y Ana García Barrios, “Rituales de invocación al dios K’awiil” en Andrés Ciudad
Ruiz et al. El ritual en el mundo maya. De lo publico y lo privado, Madrid, Sociedad Española de
estudios Mayas, 2010. p.235-272.
30
Velásquez Erik, “El pie de serpiente de K’awiil” en Arqueología Mexicana num.71, enero-febrero,
2005.
26
anudada” 31 o “Nausea Pulque” 32. En las tres representaciones que se tienen de

este personaje aparece asociado a los insectos, en dos de ellos (K2284 (fig.1) y

K3924 (fig.2)) se observan algunos insectos frente a él y otros los sostiene en su

mano; mientras que en el otro (K2286 (fig.9)) posee alas muy similares a la de las

abejas.

El personaje masculino en el extremo derecho del vaso, tiene las

características que Paul Schellhas 33 y Karl Taube 34 reconocieron para el dios A’,

una variante del dios de la muerte, pero no está descarnado como el dios A; Laura

Sotelo lo identifica en el Códice Madrid como una deidad distinta por lo que le

asigna la letra X. 35

Existen múltiples formas de representar a la deidad A’; en el caso del vaso

K2284 (fig.1), su nombre glífico fue leído por primera vez por Nikolai Grube y

David Stuart en 1987, en su artículo “Observations on T110 as the syllable ko” 36

Estos investigadores lo tradujeron como Mok chi “boca anudada”, sin embargo

este nombre no correspondía con sus características iconográficas. Años más

tarde el mismo Grube cambió de parecer en su artículo “Akan - the God of

31
Nikolai, Grube et al, Observations on T110 as the syllable ko, Washington, Center for Maya
Research, 1987.
32
Nikolai, Grube, 'Akan - the God of Drinking, Disease, and Death', in Graña Behrens et al.,
Continuity and Change: Maya Religious Practices in Temporal Perspective (Acta Mesoamericana
Vol. 14, 2004).
33
Paul, Schellhas, Representation of deities of the maya manuscripts, New York, Peabody
Museum, 1967.
34
Karl, Taube, The major gods of ancient Yucatán, Dumbarton Oaks Pre-Columbian Art and
Archaeology Studies Series 32, Harvart University, 1992.
35
Laura, Sotelo Santos, Los dioses del Códice Madrid: aproximación a las representaciones
antropomorfas de un libro sagrado maya, México, UNAM, 2002.
36
Nikolai, Grube et al, Op cit.
27
Drinking, Disease, and Death” 37, revisó el nombre de la deidad y propuso una

nueva lectura, Mok chih “náusea Pulque”. Él mismo reconoce que es posible que

la referencia del Pulque, sea más bien una bebida fermentada a base miel. Junto

con el nombre de esta deidad también encontramos el glifo T714 o “jutz’”, pero a

diferencia del jaguar no se integra en su nombre pues aparece en otros contextos

sin dicho glifo. Después encontramos el glifo T539, igual que el jaguar, Mok chih

es way de algún personaje.

El comportamiento colectivo de las abejas alrededor de la olla, que podría

tratarse de su colmena, junto con la morfología de los insectos, nos hacen pensar

que podían tratarse de la especie Tetragonisca Angustula, que se caracteriza por

su cuerpo esbelto y alargado. 38 Además, esta especie sobrevuela alrededor de su

colmena para protegerla, lo que la hace diferente de otras especies que se posan

sobre la entrada de la misma. 39 Asimismo en las comunidades de Cuetzalán

Puebla, se conserva el cultivo de abejas sin aguijón en ollas.

Estas abejas no tienen alguna coloración especial, sin embargo es visible

en la parte del abdomen las líneas que presentan los colores amarillo y negro

característicos de las abejas y avispas.

En el caso de la olla, que destaca por su tamaño con respecto a las

representaciones de otros vasos. Se observa en la parte media el glifo maya

37
Nikolai, Grube, Op cit.
38
Ricardo, Ayala, “Revisión de las abejas sin aguijón de México (Hymenoptera: Apidae:meliponini)”,
Op cit.
39
Gilberto, Morales Soto et al. “Observaciones sobre algunos comportamientos de Trigona
(Tetragollisca) angustula. IlIiger (Hyrn. Apidae)” en la Revista facultad. Nacional Agronomía
Medellin VoL 52, No. 2 pp. 721-732,1999.
28
Ak’bal, 40 oscuridad; lo que hace pensar que lo que se encuentra dentro de la

misma es algo obscuro.

En la actualidad, en la península de Yucatán, se sigue preparando una

bebida ritual a base de miel de abejas nativas y corteza del árbol llamado Balché.

Resulta interesante que esta bebida también sea preparada en la actualidad en

algunas ceremonias mayas con miel de abejas silvestres como refiere el Dr. Jorge

Gonzáles Acereto:

La miel silvestre de las llamadas abejas del monte por el fraile Diego de Landa (1959),
probablemente se le aplica un uso similar al que en la actualidad los descendientes de los
mayas de la colonia le dan en sus comunidades: un uso de tipo ceremonial para la
preparación de un brebaje ritual denominado Balché, que es usado en ceremonias como
las ofrendas del “U-hanlicab” y “U-hedz-luumil-cab”, que significan “comida de las abejas” y
41
“manejo de las abejas”, respectivamente.

Esta misma olla la encontramos en diferentes representaciones de las

variantes de lo que se ha identificado como A’ o Ahkan, como ocurre en el vaso

K927, donde hay dos alusiones a esta deidad como wayoob, estos fueron

identificados por Grube y Nahm como “Enema God A’ ” y “Gluttony man” esta dos

formas del dios A’ se asocian con estados alterados de conciencia, el caso del

vaso K792 donde se observa la misma deidad en actitud de autodecapitación.

40
Utilizaré esta forma para referirme al glifo maya de obscuridad, pues a pesar de que ha leído
recientemente como Ak’ab esta forma aún no es aceptada por todos los epigrafistas.
41
Jorge,González Acereto, et al, Aprovechamiento ancestral y sustentable de las abejas sin
aguijón (Apidae: Meliponini) por campesinos mayas de Yucatán, en la Revista Apitec #71 Nov/ Dic
2008

29
El vaso puede tener otras interpretaciones, sin embargo debe tenerse en

cuenta la contraposición entre la serpiente de fauces abiertas y el personaje que

permanece sentado genera una tensión que dirige la mirada hacia este sitio en

especial. Por otra parte, el movimiento del jaguar y el sitio hacia donde pareciera

dirigirse propone esa movilidad que nos hace girar la escena hacia la espalda de

Mok chih y el principio en que nos encontrábamos. Así, el punto nodal del vaso se

encuentra donde se sitúan los insectos, pero al mismo tiempo la movilidad y

estática de los elementos nos invitan a no quedarnos en este punto.

Este vaso presenta a dos wayoob que podrían estar enfrentandose, el

jaguar parece atacar a Mok chih con la piedra que sostiene en su mano izquierda

y que está a punto de lanzar, mientras que las fauces de la serpiente arroja un

aliento que pudiera alejar a las abejas. Sin embargo la deidad sedente se

contempla tranquila y las abejas no parecieran atacar al otro Way. Muy

posiblemente el jaguar danzaba en torno a Mok chih como parte de una danza

ritual. Así ambos wayoob podrían enfrentarse, pero no en un contexto de lucha,

sino de muerte ritual y de trasformación.

A partir de este análisis podemos llegar a la consideración de que en este

vaso se encuentra representado un chamán trasformado en jaguar que está

danzando, con la gran serpiente sobre su cuello. La serpiente podría tratarse de la

fuerza vital y la trasformación, 42 en tanto, participa de la fuerza de las abejas y el

42
Vease Mercedes de la Garza, El universo sagrado de la serpiente entre los mayas, Op cit.,
Sueño y Extasis. Visión chamanica de los nahuas y mayas, México, UNAM, 2012. y Linda Schele,
A Bief note on the name of the Vision Serpent, en The Maya Vase Book Vol.4, New York, Barbara
and Justin Kerr eds., Kerr Associates., 1994.
30
contenido ritual de la olla, que propician su trasformación. Todo esto corresponde

a los elementos propuestos por Mercedes de la Garza 43 sobre un ritual iniciático.

43
Mercedes, de la Garza, Sueño y Extasis. Visión chamanica de los nahuas y mayas, Op. cit.
31
Vaso K3924

Figura 2

Descripción

La imagen puede ser dividida en tres partes distintas: la primera

corresponde a los dos tamaños distintos de los personajes en la escena. Aquellos

que se encuentran en la parte superior son más pequeños que los que vemos en

la parte inferior de la imagen. Esta relación es aproximadamente de 1/ 3 para la

parte alta y 2/3 en la sección inferior. La sección inferior también se encuentra

dividida en una escena central y dos laterales. Esta división se hace latente, pues

detrás de la espalda de los dos personajes sedentes existe una forma divisoria

que excluye a los personajes de los extremos derecho e izquierdo de los cuatro

personajes que se encuentran en el centro. Es por esto que considero que estos
32
cuatro personajes, dos sedentes y dos descarnados, son el centro de la

composición. Con ellos comenzaré mi descripción, para después continuar con los

personajes en las laterales, y por último analizaré los personajes de la parte

superior. Es posible que esta relación de tamaño corresponda a una jerarquización

de los personajes o a la perspectiva, siendo los más pequeños, aquellos que se

encuentran más lejos.

Esta imagen pude dividirse en dos partes de forma vertical y ocho de

manera horizontal. Cada elemento ocupa un sitio en esta cuadrícula haciendo una

imagen de espejo casi perfecta. 44 Para poder hacer el análisis de este complejo

vaso he decidido nombrar la sección superior con la letra A y la inferior con la B, y

numerar del uno al ocho, de derecha a izquierda.

Además de esa división horizontal, es evidente una segmentación entre una

escena central, donde se encuentran dos personajes sedentes en los extremos

izquierdo y derecho, frente a los cuales se ven dos esqueletos de pie que hacen

ofrecimiento a los personajes que se encuentran en los tronos.

Dividiendo este espacio central de una sección lateral podemos ver un

grupo de elementos ovalados con un apéndice alargado en uno de los extremos,

estos se encuentran a espaldas de los personajes sentados, de manera vertical, y

sobre ellos y bajo los tronos, de forma horizontal.

44
Para poder leer la descripción detallada de los personajes que aparecen en cada cuadrante
véase el apéndice II.

33
En los sitios donde se une la parte horizontal y vertical, de estos elementos

se observan esqueletos, en el caso del personaje del lado izquierdo, mientras que

los del lado derecho son cabezas decapitadas. En la parte exterior de esta

división, se pueden observar dos personajes de pie, uno de cada lado sostiene un

parasol. La mayoría de los personajes que ocupan la parte inferior son seres

antropomorfos, a excepción de los esqueletos y de un jaguar del lado izquierdo de

la imagen que tiene una cabeza humana antes de su rostro felino.

En la parte superior de la imagen, la sección A, podemos observar un grupo

de seres con múltiples características, la mayoría de ellas fantásticas; entre estos

se encuentran animales, seres antropomorfos y descarnados.

Los esqueletos, que se encuentran en la sección B4 y B5, conviven con los

personajes sentados en los tronos, que están en B3 y B6, estos personajes

descarnados se encuentran en la parte central de la imagen de espaldas uno del

otro. Resulta interesante que estos seres tienen mucha movilidad a diferencia de

los seres humanos muertos, tal como el que aparece en la vasija K2794 (fig.10)

(ver apéndice III)

Además de todos estos elementos en la parte central, arriba de los

esqueletos, se encuentra Mok Chih que vimos en el vaso anterior; sin embargo, en

este caso no presenta tantas señales de relación con la muerte, pero encontramos

su nombre frente a él. Es posible observar que en esta ocasión lleva una olla muy

similar a la mencionada anteriormente, pero esta vez en su espalda, al igual que

en el vaso anterior los insectos que surgen presentan algunas características

34
similares como el punto negro en la cabeza, quizá los llamados ojos de la muerte,

así como el tipo de alas.

Se trata de una olla de cuello ancho y un gran interior, esta vez no presenta

el signo de obscuridad, sin embargo se pueden apreciar un par de marcas negras

en la parte central del objeto. En el caso de los insectos podemos ver cuatro, uno

de ellos surge de la olla, esta vez sí se ve el cuerpo de la abeja casi completo;

además Mok chi sostiene en ambas manos dos abejas, en el centro de sus manos

se encuentra la otra abeja, así frente a esta deidad se encuentran tres de los

cuatro insectos.

A diferencia de los otros tres vasos que se presentan que tienen una

imagen dinámica que guarda la forma cilíndrica y nos lleva a girar el vaso,

mientras esta imagen parece ser un mismo momento en el que se retratan

diversos aspectos.

Análisis de los elementos

En la parte central de la imagen se encuentran dos personajes

descarnados, de espaldas uno de otro, ambos frente a dos ajauoob que se

encuentran sentados en sendos tronos y parecen escuchar a los esqueletos. Los

dos esqueletos fueron identificados por Grube y Naham como espíritus way. El

ser descarnado del lado izquierdo corresponde al nombre y los atributos de K’ak’

ol kimi “Muerte del fuego del centro”; 45 mientras que en el lado derecho

45
Niñolai Grube y Werner Nahm Op cit.
35
identificaron a ese esqueleto como u ku chi kimi “venado muerto” 46 o “sagrado

venado muerto” 47 Los ajauoob que se encuentran frente a los seres descarnados

no han sido identificados; puede ser que se trate de un mismo ser en dos

momentos distintos o dos diferentes gobernantes. Sus atuendos son diferentes y

las características fisonómicas pueden ayudarnos a distinguirlos.

En cada uno de los laterales hay dos personajes de pie. Un personaje de

cada lado sostiene un estandarte y el otro funge como compañero. Del lado

izquierdo hay un tercer personaje con cuerpo de jaguar. Considero que los cinco

personajes fungen como el séquito o ayudantes, de los dos personajes sedentes

en la escena central. Es posible que los estandartes que portan se traten de

formas de identificar a cada señor. El ritmo de la imagen es claro. Todos los

personajes, exceptuando el que se encuentra en el cuadrante B2, miran hacia el

centro de la imagen, por lo tanto hacia los personajes descarnados. De esta

forma, la parte baja de la escena posiblemente representa la llegada de dos

wayoob en forma de esqueletos frente a dos ajauoob del pasado para poder

consultarlos, presentándoles diferentes objetos.

Por otra parte, los personajes de la sección superior fueron identificados por

Grube y Nahm como wayoob. En el sitio A1 se encuentra balan winik “hombre en

un bulto”. 48 Considero que no se trata precisamente de un bulto, sino más bien de

46
Ibídem.
47
Pilar, Asencio, “Muerte de un viajante. El viaje del way Sagrado Venado Muerto” en Mayab
No.19, Sociedad Española de Estudios Mayas, Madrid, 2007.
48
Nikolai Grube y Werner Nahm, Op Cit.
36
un ser humano que surge de una cueva. En este caso, el Balan o Balam podría

referir a lo oculto, y el nombre leerse como “hombre oculto”; lo cual es mucho más

cercano a la imagen. Es posible que se trate de un personaje que surge de un

lugar oculto como podría ser una cueva.

En el segmento A3 es visible el jaguar en llamas, lleva por nombre Ka’k hix

“jaguar en llamas”. 49 Este way aparece en otros vasos, como en el K2942 (fig.3).

El fuego a su alrededor se puede relacionar con diferentes ámbitos; sin embargo,

considero que en este contexto puede asociarse con los ritos iniciáticos, en

relación con la purificación y la muerte ritual. Al respecto el Diccionario de los

símbolos coordinado por Jean Chevalier dice:

Los innumerables ritos de purificación por el fuego, generalmente ritos de pasaje, son
característicos de las culturas agrarias […] El fuego, en los ritos de iniciación de muerte y
50
renacimiento, se asocia a su principio antagonista, el Agua .

Estos dos aspectos, el fuego purificador y el fuego iniciático, se unen dentro de los

rituales que corresponden a la muerte ritual y la visita al inframundo, contexto en el

que se enmarca todo la imagen.

Además de este jaguar en llamas, existe evidencia epigráfica de un jaguar

asociado con el agua llamado naab hix 51 o nahb hix, 52 asociado a las lagunas,

49
Ibídem.
50
Jean, Chevalier, y Alain Gheerbrant, Diccionario de los símbolos, Editorial Herder, Barcelona,
1988. pp. 512-513.
51
Nikolai Grube y Werner Nahm, Op cit.
52
Alejandro, Sheseña, Op cit.

37
uno de los hábitats del felino. Hay que recordar que al igual que el fuego, el agua

es un elemento purificador, a pesar de ser antagónicos.

Dentro de los mitos mesoamericanos, los dioses del sol y la luna se

sacrifican arrojándose a una hoguera. En el caso del Popol Vuh los gemelos se

arrojan en una hoguera preparada por los señores de Xibalbá; después, sus

huesos son arrojados a un río de donde volvieron a nacer los muchachos. 53 Aquí

podemos ver cómo el fuego, con sus características de purificador, se asocia con

el agua como elemento regenerador de vida. Y es solo después de esta muerte

que los gemelos pueden regresar a Xibalbá, vencer a los señores del inframundo,

y transformarse en los astros diurno y nocturno.

En la sección A4 aparece Mok chih 54 con su olla en la espalda, de la cual

surge una abeja, mientras otras dos las tiene sostenidas en sus manos, y una

cuarta revolotea frente a él. Este personaje se asocia directamente a la deidad de

la muerte, como se ha mencionado, y ha sido identificado como una variante del

dios A’, del cual Grube ha leído su nombre como Ahkan. 55 La asociación con las

abejas y con toda la escena en general, creo que se puede explicar a partir de la

nueva lectura de Grube de su nombre como “Nausea Pulque”. 56 Esto nos puede

ayudar a entender a esta deidad como una figura asociada a una bebida ritual

53
Popol Vuh: las antiguas historias del quiché, traducción Adrián Recinos, México, Fondo de
Cultura Económica, 1960. 100-101
54
Nikolai, Grube y Werner Nahm, Op cit.
55
Nikolai Grube, Op cit.
56
Ibidem

38
fermentada, que muy probablemente lleva en su olla y está hecha a base de miel,

por lo cual los insectos surgen de la misma o se encuentran asociados, como

también ocurre en el vaso K2284 (fig.1).

En esta sección las abejas tienen algunas características en común, con las

que aparecen en los otros tres vasos en donde se pueden observar dichos

insectos; sin embargo también presenta algunas diferencias. En este caso las

abejas son un poco más pequeñas y de color más obscuro, es posible que se trate

de una abeja Scaptotrigona Mexicana (ver apéndice I), este tipo de abejas, como

se ha dicho en la descripción biológica se cultivan en ollas en la región de

Cuetzalan Puebla, teniendo gran éxito su reproducción en esta zona.

En la sección A6 se observa un ser descarnado con las extremidades de

jaguar. Es posible que este personaje sea asociado con el way tzuk ch’ ok hix

también llamado “jaguar enema”. 57 De ser así, este way se asocia con la

aplicación de los enemas y aparece en el vaso K3312 (fig. 11) como si estuviera

vomitando en una olla. Estas características, nos hacen pensar que se puede

tratar de un ejemplo de trasformación mediante la ingestión de alguna bebida

ritual; mientras que la imagen representa un ser que parece encontrarse a la mitad

de la trasformación entre un animal y un ser descarnado.

Por último, en la sección A7 podemos ver un venado con algunos atributos

que lo pueden diferenciar. Sobre este personaje Pilar Asencio dice que se trata del

57
Nikolai, Grube y Werner Nahm, Op cit.

39
way que Grube y Nahm identificaron como chihil chan “venado serpiente” 58. A

pesar de que los epigrafistas no hablan de la presencia de este way en su trabajo,

Asencio lo identifica por sus características como los círculos en la mitad de su

cuerpo y el caracol que lleva bajo su pecho. 59

En su trabajo sobre el way Sagrado Venado Muerto, Pilar Asensio recalca

la relación entre el venado y el mundo natural, su importancia en la vida ritual

maya, y su asociación con la regeneración de la vida. 60 Todas estas valencias

simbólicas encajan perfectamente en el contexto que se encuentra dicho

personaje, y nos permiten entender que toda la escena se enmarca en un

momento de muerte y regeneración del universo mediante el viaje al inframundo

de los wayoob que se presentan frente a los antiguos gobernantes para pedir su

consejo 61.

De esta manera toda la imagen se encuentran en un contexto de

inframundo, donde la muerte en sus distintas facetas se hace presente de forma

evidente, con escenas de decapitación, ofrendas y seres infraterrestres, que

conviven con los gobernantes del pasado. Para acceder a este sitio resulta

importante el uso de ciertas sustancias rituales como pueden estar aludiendo el

“jaguar del enema” por el uso de dicho artefacto o Mok chih con la olla, ambos

58
Ibidem
59
Pilar, Asencio, Op cit.
60
Ibídem
61
Una visión más completa del viaje al inframundo de los chamanes en distintas culturas se puede
ver en Mircea, Eliade, El chamanismo, México, Fondo de Cultura Económica, 1976. p.249

40
contenedores de las sustancias. Asimismo, es necesario un proceso de

trasformación como el que vive el “venado serpiente” y surgir del lugar oculto

como ocurre con el way balan winik.

41
Vaso 2942

Figura 3

Descripción

En esta imagen podemos observar tres personajes antropomorfos de pie

con la pierna izquierda un poco levantada. Llevan un atuendo muy similar, su ex

las muñequeras y las tobilleras, son de color blanco con puntos rojos. Los tocados

de los tres personajes son casi iguales, pero el tercero está parcialmente perdido.

Además de estos tres personajes en el extremo derecho de la imagen se ve un

jaguar, que tiene el cuerpo en vertical pero miran hacia su derecha y hacia abajo.

De esta manera se observa el lomo del felino, lleva muñequeras y tobilleras

iguales a los demás personajes.


42
El personaje del extremo izquierdo, lleva en su mano izquierda un elemento

redondo similar a una piedra, así como un pectoral a la altura de su pecho, su

braguero y dos bandas que cuelgan de ambos lados de su cintura, que parecen

estar unidas por un elemento horizontal de color blanco similar al fémur que porta

Mok chi en el vaso K2284 (fig.1). Entre el elemento horizontal y las bandas

verticales podemos ver unos amarres de color café así como unos detalles del

mismo color que las bandas y la demás indumentaria que parecen ser

parcialmente circulares con picos, similares a las estrellas.

En el caso del segundo individuo, las diferencias que encontramos es que

en la mano izquierda sostiene una tela con los colores blanco con puntos rojos, de

la cual sale un pedernal que introduce en su cuello, en la mano derecha una olla

con signo de obscuridad muy similar a la que aparece en el vaso K2284 (fig.1).

Esta olla presenta dos peculiaridades, primero una agarradera que ayuda al

personaje a sostener la cerámica, y segundo en la parte inferior de la misma se

encuentran tres elementos que parecen ser vegetales. A la altura de su sexo

encontramos la “estrella” y a los lados los signos circulares.

El caso del tercer personaje que es el que más nos interesa, pues es aquel

que se encuentra más relacionado con las abejas. Este personaje lleva una

indumentaria distinta a los dos anteriores; una de las características notorias que

lo diferencia es la capa, la cual está llena de insectos muy similares a los que se

presentan en los vasos que se han descrito anteriormente.

43
Este personaje se encuentra en la misma postura de los dos anteriores, su

braguero es del mismo color, blanco con manchas rojas y es de forma circular,

lleva muñequeras blancas con manchas rojas. La capa que lleva es de color café y

le llega a los tobillos. Los insectos en este vaso son de color rojo con alas negras,

un poco más grandes de tamaño que los ejemplos anteriores y con unas patas

claramente definidas.

En esta cerámica encontramos cinco insectos de la misma forma y color,

dos de ellas se encuentran dentro de la capa en el lado derecho. Entre ellas

podemos ver un par de elementos cruzados, posiblemente huesos, que aparecen

continuamente en la iconografía maya; otras dos abejas se encuentran fuera de la

capa, pero muy cerca de la misma del lado izquierdo del personaje. El último

insecto está en la mano derecha del personaje. Sostiene con su mano izquierda

una olla similar a la que sostiene el personaje que se encuentra a su derecha, solo

que más pequeña, lo que posiblemente no nos deja ver el signo que se encuentra

en su interior.

Por último en el extremo derecho de la imagen podemos ver un jaguar que

se encuentra con la cabeza hacia abajo y las patas traseras hacia arriba, este

lleva puestas muñequeras y tobilleras muy similares a las que observamos en los

personajes antropomorfos, además se encuentra envuelto en llamas.

44
Análisis de los elementos

Al respecto de este vaso, tres autores dan interpretaciones distintas sobre

lo que se está representado en la escena. Justin Kerr dice que se trata de cuatro

formas distintas del Héroe Gemelo Yax Balam (Xbalanqué), que de manera

simultánea se presentan en una fase de trasformación; 62 por otra parte, Mercedes

de la Garza dice que esta escena se trata de una trasformación chamánica, en

conjunto con la colecta de miel alucinógena 63; por último, Nicolai Grube refiere

sobre esta escena que se trata de cuatro formas distintas del complejo de la

deidad Ahkan, identificada como A’. 64 Por mi parte, considero que las tres

interpretaciones tienen argumentos válidos, que pueden ser conjuntados para dar

una nueva visión sobre esta imagen.

El análisis de Grube en su artículo sobre Ahkan 65 aporta elementos que

identifican a todas las variantes de la deidad A’. Creo que a pesar de no contar

con los nombres de los personajes, efectivamente puede considerarse que los tres

personajes humanos se tratan de advocaciones de ésta misma.

Además de los elementos que llevan en las manos que se pueden

relacionar con esta deidad, existen representaciones, como en el caso del vaso

62
Justin, Kerr, “The Transformation of Xbalanqué or The Many Faces of God A prime”, en
(http://www.mayavase.com/tran/trans.html)
63
Mercedes, de la Garza Camino, Sueño y Extasis. Visión chamanica de los nahuas y mayas, Op
cit.
64
Nikolai, Grube, Op cit. p.68
65
Ibidem.

45
K5070 (fig.13), donde una advocación de Ahkan lleva puesto un ex, muñequeras y

tobilleras blancas con puntos rojos, similares a los que aparecen en esta imagen.

Este mismo personaje lleva en la mano una olla con el glifo Ak’ bal.

El primer personaje se puede relacionar con una forma de Ahkan

danzando y tiene en una de sus manos una piedra, como menciona el mismo

Grube. Entre los vasos en que aparece este personaje, están el K791 y el vaso de

Altar de Sacrificios. En las cerámicas anteriores, la piedra tiene un rostro, como

ocurre con el Way de jaguar del vaso K2284 (fig.1). En este caso, sólo se observa

el glifo de piedra para indicar el material del objeto que sostiene en su mano el

personaje uno. Ahkan con una piedra fue identificada como parte del grupo de

habitantes de Xibalbá por Grube y Nahm 66.

En el caso del segundo personaje, Grube 67 lo identifica como parte del

mismo complejo, ya que este personaje en numerosas ocasiones se decapita a sí

mismo. Por lo general, lo hace con un hacha, como en el vaso K1230 (fig. 7); sin

embargo, también lo hace con un cuchillo como en el vaso de Altar de Sacrificios.

Entre las lecturas de estos personajes autodecapitandose, se ha encontrado el

nombre de Ahkan y la referencia a que se trata de un way de Matawil,

posiblemente un nombre mítico de Palenque. 68

66
Nikolai, Grube, and Werner Nahm. Op cit.
67
Nikolai, Grube, Op cit.
68
Alfonso, Lacadena, y Søren Wichmann. “The Linguistics of Maya Writing”, En The representation
of the glottal stop in Maya writing. Wichmann, Søren (ed.) Salt Lake City: University of Utah Press.
2004

46
El tercer personaje se relaciona con la advocación de Ahkan llamada Mok

chih. Se encuentra acompañado de abejas y con una olla con el signo Ak’bal en

las manos; en este caso sostiene la olla con su mano izquierda y una abeja con la

derecha.

Estas abejas tienen algunas características en común, con las que

aparecen en los otros tres vasos en donde se pueden observar dichos insectos;

sin embargo también presenta algunas diferencias. En este caso las abejas son un

poco más pequeñas y de color más obscuro, es posible que se trate de una abeja

Scaptotrigona Mexicana (ver apéndice I), este tipo de abejas, como se ha dicho en

la descripción biológica se cultivan en ollas en la región de Cuetzalan Puebla,

teniendo gran éxito su reproducción en esta zona.

En el vaso K3924 (fig.2), también se observa un personaje sosteniendo una

abeja, pero en ese caso si es posible identificarlo como Mok chih, pues presenta

su nombre glífico. Otra de las cosas que puede vincular a este personaje con

Ahkan son los huesos cruzados que lleva dentro de su capa, similar a lo que

ocurre en el vaso K3395, donde un personaje con una capa obscura, relacionado

con esta deidad, tiene el mismo icono.

Por último, el jaguar en llamas fue identificado como otro way69 llamado

“k’ahk’ hix” o “jaguar ígneo”. 70 De la Garza refiere que este jaguar, igual que

69
Nikolai, Grube, and Werner Nahm. Op cit.
70
Alejandro, Sheseña, Op cit.

47
muchas otras figuras con los pies en el aire, son referencia a los giros que los

chamanes dan en el aire para transformarse. 71

Existe evidencia para pensar que las tres figuras humanas se tratan de tres

advocaciones diferentes del dios Ahkan, mientras el cuarto es un way en forma de

jaguar. Esta escena alude a una trasformación chamánica como refiere Mercedes

de la Garza.

Las diferentes advocaciones de Ahkan que reporta Grube 72 pueden tratarse

de imágenes subsecuentes, comenzando con Mok chih quien sería el portador de

la sustancia ritual en su olla; después la advocación que porta un enema 73 que

aparece en el vaso K927; posteriormente el que se ha identificado como “gluttony

man” 74, que muy posiblemente se trate una deidad después de la aplicación del

enema 75; a continuación se presentaría el momento en que se autodecapita la

deidad, señal de una muerte ritual de donde renacerá diferente y de esta manera

71
Mercedes, de la Garza Camino, Sueño y Extasis. Visión chamanica de los nahuas y mayas,
Op.cit.
72
Nikolai, Grube, Op.cit.
73
Nikolai, Grube, y Werner Nahm. Op cit.
74
Ibidem.
75
Tanto el uso de enemas, como el posterior crecimiento del estómago como resultado, es algo
que se encuentra documentado en numerosos vasos y vasijas. Para ahondar en este tema puede
verse Mercedes de la Garza Camino, Sueño y Extasis. Visión chamanica de los nahuas y mayas,
Op. cit.

48
poder nacer a su nueva de way. Todos estos personajes son representaciones de

diferentes momentos del proceso de trasformación como dice Kerr. 76

Por último, la danza con la piedra en la mano sería el momento previo a la

trasformación: en este caso es visible la oreja de jaguar, posible señal de un inicio

de cambio de ser, ya como un ser diferente y mediante piruetas podríamos

observar al jaguar en llamas, elemento purificador que termina con el paso entre

un ser y otro. Así en mi opinión todo el vaso estaría representando un

trasformación que se visualiza como una danza ritual que podría complementarse

al girar el vaso dando movimiento al baile ritual.

76
Justin, Kerr, “The Transformation of Xbalanqué or The Many Faces of God A prime”, en
(http://www.mayavase.com/tran/trans.html)

49
Vaso K6508

Figura 4

Descripción

En el vaso K6508 (fig.4) aparecen cuatro personajes, tres antropomorfos y

uno con atuendo jaguar. Otro de los elementos comunes son las capas que usan

los tres personajes antropomorfos.

El primer personaje lleva una capa de color obscuro, aparentemente café

purpura, en los bordes y en la sección que cubre el pecho de este individuo es

visible un color manchado muy similar a la piel de jaguar, solo que más obscuro.

Esto nos puede hacer pensar que esta capa se compone de dos elementos, por

fuera piel de jaguar y por dentro una tela lisa de color café purpura o el interior de

la piel curtida.

50
En el caso del segundo personaje, tiene una capa similar a la del primer

personaje pero el interior es de color blanco, mismo que forma parte de otras

partes de su atuendo, y se presenta en los insectos que lo rodean. Es de resaltar

que este personaje tiene alas que salen de la parte alta de su espalda, pero que

por la forma de la imagen se observan al costado derecho, son muy similares a las

que tienen los insectos. Es claro que las alas son de un insecto y no de un ave,

pues su forma es alargada y redondeada. Presentan un decorado muy peculiar en

su interior, círculos obscuros que se distinguen del resto del ala, podemos ver que

este decorado es más obscuro y lleva los colores del jaguar.

Este segundo individuo lleva en una mano una abeja y en la otra un

recipiente con agarradera; la abeja al igual que las demás que se representan en

este vaso es muy distinta a las que hemos visto en otras imágenes, en este caso

además del color blanco en la mayoría de su cuerpo presenta alas atigradas y en

la punta de su cola una mancha negra.

Entre las diferencias que podemos ver están, su tamaño descomunal y su

color. A pesar de esto su forma es similar a las abejas que aparecen en las otras

imágenes.

Dentro de esta imagen los insectos tienen ocho patas en lugar de seis, me

parece que se puede tratar de un error del dibujante, pues en todas las demás

representaciones se ve claramente que los insectos presentan únicamente seis

patas. El resto de la representación de los insectos es consistente a las demás

imágenes, en el resto de su cuerpo.

51
Además de sostener un insecto en su mano derecha que se encuentra a la

altura de su cabeza, este personaje lleva una olla con asa en la mano izquierda.

Esta olla presenta algunas diferencias con las que hemos visto en las imágenes

anteriores, parece ser mucho más sencilla, pues no presenta los colores que

comparten las anteriores que oscilan entre el gris y negro, con detalles en rojo. En

el caso de esta olla, es de color café rojizo y no presenta los detalles que hemos

visto como el signo Ak’ bal que aparece en dos ocasiones o las marcas negras

que se pueden ver en la olla de la segunda imagen. La olla que aparece en esta

imagen cuenta con un asa que parece ser una cuerda.

En el caso del tercer personaje que aparece en la imagen desde el lado

izquierdo tiene algunas características que nos pueden interesar en el análisis

posterior. Entre los elementos que resaltan de este personaje, que a la vez lo

hacen distinto a los restantes es un tocado muy similar a un sombrero de color

café obscuro, una orejera alargada de color blanco y un caracol que lleva en su

mano derecha. De estos elementos creo que el caracol que usa este personaje

como instrumento de viento nos puede ayudar a entender el contexto en el que se

encuentra toda la escena, hay que recordar que tanto en este vaso como en el

anterior todos los seres antropomorfos están en la posición de baile, junto con esto

la presencia del caracol, muy posiblemente de la especie Strombus gigas usado

como instrumento musical.

Por último podemos observar en el extremo derecho un personaje que tiene

todo su cuerpo cubierto de una piel de jaguar. Podemos diferenciar los jaguares

52
que parecen ser representaciones del felino, de esta imagen donde podemos decir

que es una figura antropomorfa bajo la piel del jaguar, pues en el ojo que se puede

ver y en su boca podemos observar su verdadera identidad.

Análisis de los elementos

Estos cuatro personajes se observan algunas peculiaridades que los

distinguen de la mayoría de los individuos que se presentan en los vasos que se

han analizado. Esto se hace evidente en el caso del jaguar, al que se le ven los

ojos y la boca de humano, a diferencia de otros wayoob jaguar que tienen el

cuerpo completo del felino.

El primer personaje, según Matthew Looper, 77 se trata de una

representación de Ahkan con una piedra en la mano. Es posible que esta

interpretación se deba al tocado que se prolonga frente al personaje, lo que ocurre

con frecuencia en esta deidad. 78 Por otra parte, atrás de su brazo izquierdo, se

observa un elemento que puede tratarse de la piedra que sostiene Ahkan en otros

casos, como en el caso del vaso K791 o el vaso de Altar de Sacrificios. Sin

embargo, en las demás imágenes de Ahkan, cuando sostiene una piedra, es

evidente que la tiene entre sus manos; mientras que en este caso, se mira como si

estuviera atrás del personaje. Mientras que la mayoría de los elementos tienen

color, éste solo se encuentra delineado en negro.

77
Matthew, Looper, To Be Like Gods: Dance in Ancient Maya Civilization, Texas,University of
Texas, 2009. p. 136
78
Nikolai, Grube, Op. cit.

53
El segundo personaje tiene muchas de las características de Mok chih;

además de encontrarse rodeado de abejas y sostener una de ellas en su mano

igual que aparece en el vaso K2284 (fig.1) y K3924 (fig.2), lleva una olla en la

mano, igual que la deidad cuando aparece en relación con las abejas. Por otra

parte, en el vaso K2286 (fig.9) aparece Mok chih con un par de alas muy similares

a las que se observan en el segundo personaje. La olla sería el contenedor del

fermento que le da su nombre. 79

Las abejas que aparecen en este vaso además de su color blanco,

destacan por su tamaño. Lo que hace posible que se traten de la representación

de las Cephalotrigonas. Éstas se caracterizan por el tamaño de su cabeza; 80 sin

embargo, este tipo de abejas nativas no son de color blanco.

Por otra parte, debido a la coloración en sus alas, hace posible que se trate

de una representación de las abejas llamadas Balam Cab, que Mercedes de la

Garza traduce como “abeja brava”. 81 Entendiéndose que en este caso, el termino

Balam no se refiere directamente al jaguar, sino a la bravura característica del

felino. También Cristina Álvarez refiere que este tipo de abejas viven en el interior

de la tierra: 82 lo que las relacionaría directamente con el inframundo y sus

79
Stephen, Houston et al. The Memory of Bones: Body, Being, and Experience among the Classic
Maya, Texas, University of Texas Press, 2006 p.118
80
Ricardo, Ayala, “Revisión de las abejas sin aguijón de México (Hymenoptera:Apidae:meliponini)”,
México, Op. Cit.
81
Mercedes, de la Garza, El universo sagrado de la serpiente entre los mayas, Op. Cit. p. 58
82
Cristina, Álvarez, Diccionario etnolingüístico del idioma maya yucateco colonial, Vol I: Mundo
Físico, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1980.

54
habitantes, entre los que se encuentra Mok chih. Y posiblemente con la especie

Geotrigona acapulconis, que anida en el interior de la tierra.

El tercer personaje tiene algunas características del way que Pilar Asensio

identifica como Sagrado Venado Muerte; 83 como los cuernos de venado en la

frente, el tocado característico de los cazadores, similar a un sombrero, el faldellín

de bandas y el caracol marino. Además, este way pertenece al señor de

Uaxactún, 84 lugar de donde es posible que proceda el vaso.

Por otra parte, algunas deidades que surgen de serpientes en los vasos

tienen características como estas; en especial en los vasos K556 (fig.5) y K8727

(fig.14), aparecen personajes que surgen de la serpiente y llevan en la mano un

caracol marino que tocan. En el caso de K556 (fig.5) el personaje tiene parte de la

cara pintada de negro, por lo que Kerr lo identifica como el conjunto de seres

asociados a A’. También tienen oreja de venado.

En diversos vasos se puede observar el instrumento que porta en la mano

derecha este personaje; este cuchillo que se relaciona con el sacrificio, al igual

que las prendas con puntos rojos. Cabe resaltar que un cuchillo igual es llevado

por “Gluttony Man” 85 en el vaso K2286 (fig.9), donde aparece junto con Mok chih.

83
Pilar, Asencio, Op cit.
84
Ibidem p.88
85
Nikolai, Grube, Op.cit.

55
Independientemente de que se trate del way Sagrado Venado Muerte o de

alguna otra entidad que se relacione directamente con los venados y la cacería, es

indudable que se trata de un ser asociado al mundo salvaje y al inframundo.

Por último, el cuarto personaje está vestido de jaguar, es posible que se

trate de otra personificación de way; sin embargo, de los numerosos wayoob de

felinos, hasta el momento, ninguno lleva consigo un elemento como el que se

observa en este vaso. Por otra parte, no es el único ejemplo de seres humanos

que se encuentran dentro de jaguares; entre los estudios al respecto Erik

Velásquez analiza el uso de lo que él llama “máscaras de rayos x” entre el corpus

de los vasos Ik. 86

Es muy posible que este vaso sea una representación ritual donde todos

los personajes se encuentran bailando, mientras que el tercer personaje toca el

caracol. Es posible, que se trate de cuatro wayoob personificados por cuatro seres

humanos que buscan transformarse en ellos.

Por otra parte, las abejas, el venado y el jaguar, todos son animales que

pertenecen al sitio no socializado del universo; mientras que Ahkan revela la

cercanía de estos personajes con el inframundo. Si el tercer personaje se tratara

de Sagrado Venado Muerto, considero que es posible que esta escena este

representado su viaje al inframundo.

86
Erik, Velásquez, Los vasos de la entidad política de ’Ik’: una aproximación histórico-artística.
Estudio sobre las entidades anímicas y el lenguaje gestual y corporal en el arte maya clásico. Tesis
de doctorado en Historia del Arte, Universidad Nacional Autónoma de México, 2009.

56
Capítulo 3. Acercamiento al simbolismo de las
abejas silvestres

57
Este capítulo tiene el objetivo de hacer un análisis conjunto de los cuatro vasos

(K2284 (fig.1), K3924 (fig.2), K2942 (fig.3) y 6508 (fig.4)) desde la perspectiva

simbólica. Entre las cuestiones que deseo profundizar, se encuentra el contexto en

que ocurren las escenas, los personajes en las imágenes, y especialmente un

conjunto que aparece en cada una de las imágenes.

Este complejo simbólico está integrado por un personaje relacionado con la

muerte que sostiene una olla y está rodeado por insectos. Trataré de explicar cuál

es el papel de este personaje en los vasos, y cuál es su relación con las abejas y

la olla. Asimismo, intentaré exponer cuál es el simbolismo del conjunto completo y

de cada uno de sus elementos: personaje, abejas y olla.

Propongo que podemos agrupar los cuatro vasos en dos complejos según

el tipo de escena que se está representando: primero aquellos en los que se

observan escenas del inframundo, K2284 (fig.1) y K3924 (fig.2); y el segundo

complejo, K2942 (fig.3) y K6508 (fig.4), en donde aparecen personajes bailando,

aquí el contexto no es claro. En los dos primeros vasos se puede leer los nombres

de los personajes que están representados; mientras que en los otros dos, sólo se

les puede identificar por sus atributos. Esto da pie a creer que podemos estar ante

dos modelos de representación, uno donde se plasma en la imagen el tiempo

sagrado, y los personajes sobrenaturales llevan sus nombres; y un segundo

modelo donde los personajes que danzan reproducen el tiempo sagrado, pero aún

se trata de seres humanos. Podríamos estar ante la proyección y la reproducción

58
de lo sagrado. De forma similar a la relación que se presenta entre el mito y el

rito.

Comenzaré por exponer el contexto de los dos primeros vasos, pues al

tener la identificación de los personajes es posible compararlos con otras

imágenes donde también aparecen.

Un complejo simbólico triple: Mok chih, las abejas y la


olla

A continuación se explicará la relación que guarda el conjunto de Mok chih, las

abejas y la olla. Asociando uno o más elementos entre sí y relacionándolos con

los mitos, la Etnografía y la Biología para poder entender de manera más profunda

el significado de cada uno, así como su interacción.

Estos tres objetos aparecen en los cuatro vasos, y a pesar de que se

presentan con algunas variaciones de estilo en cada uno de ellos, o diferencias en

la forma de representación, los componentes pueden ser identificados como los

mismos por sus elementos diagnósticos. En dos de los cuatro casos, el personaje

con las abejas se encuentra acompañado de su nombre glífico. Las abejas

presentan algunas características constantes, que a pesar de sus diferencias

pueden entenderse como representaciones del mismo insecto en contextos

similares. En el caso de las ollas las representaciones son variadas, sin embargo

las cerámicas que aparecen presentan características comunes entre sí, y se

adaptan al uso particular que se les está dando en cada escena.

59
Mok Chih

Mok chih es un personaje que hasta el momento se conoce poco en las

investigaciones sobre la cultura maya; aparece en diversos vasos y en el Códice

Madrid. Se le ha clasificado como una variante del dios A 87, dios de la muerte, o

como una deidad diferente. 88 También se le ha identificado como parte de los

way. 89 Sin embargo estas identificaciones no resuelven su relación con los

insectos que lo rodean en varias de las representaciones o su relación con los

contextos en los que aparece. A partir de estas cuatro representaciones podemos

comenzar a dilucidar algunas de estas interrogantes.

Es evidente que estamos ante la presencia de un ser asociado con el

inframundo: lleva como parte de su atuendo huesos, en su cuerpo el signo kimi,

muerte, y a veces una línea negra sobre los ojos, que identifican a los seres del

inframundo. A pesar de presentarse en escenas de inframundo no es un ser

muerto. 90

Por otra parte considero que la olla y las abejas tienen una profunda

relación con la muerte ritual y el renacimiento. Es por eso que creo que la

asociación de la palabra fermento al nombre glífico del personaje es sumamente

importante.

87
Paul, Schellhas, Op cit.
88
Sotelo Santos Laura, Op cit.
89
Nikolai, Grube y Werner Nahm Op cit.
90
Por lo general los personajes muertos en el arte mesoamericano, y en particular en el arte maya,
aparecen con los ojos cerrados. Esto se puede observar comúnmente en los Códices.

60
La ingestión de bebidas fermentadas era una de las formas más

frecuentes para entrar en contacto con las deidades dentro de los rituales. En los

vasos como el K1092 se observa una escena con varias ollas que llevan en el

centro el glifo chij, glifo para referir “fermento”; este signo puede identificar una

bebida alcohólica. 91 Asimismo, el uso de pox (aguardiente) y balché siguen

teniendo una gran relevancia dentro de los rituales mayas actuales. Mercedes de

la Garza registra la importancia del uso de las bebidas alcohólicas en la zona

maya. 92

Las abejas

Existen algunas características, ya sean bilógicas o simbólicas, que acercan a

ciertos tipos de abejas con el mundo natural y con el inframundo; además, existe

una íntima relación entre las abejas y las ollas, la cual se explicara a detalle más

adelante, que ayuda a clarificar que se tratan de estos insectos y por último está la

cercanía simbólica de las abejas y la muerte ritual.

Las representaciones que encontramos en los cuatro vasos son

consistentes entre sí. A pesar de que el tamaño y la forma en cada una de las

representaciones tienen variantes peculiares. Es una constante que los insectos

presenten una gran cabeza con un punto negro en el centro; asimismo tienen dos

alas alargadas y seis patas largas, únicamente en una de las representaciones

91
Mercedes, de la Garza Camino, Sueño y Éxtasis. Visión chamanica de los nahuas y mayas, Op
cit.
92
Ibidem. pp. 269-270.

61
parecen tener ocho patas, sin embargo el resto de la representación no es

consistente con la de un arácnido. Podemos pensar que el tipo de representación

de estos insectos es naturalista, ya que tienen múltiples elementos que son

comunes a las abejas, como el abdomen alargado con franjas negras o el tipo de

alas. A pesar de lo anterior es notorio que el tamaño de los insectos es mucho

mayor a su tamaño real; es posible que esta sea una forma del artista de resaltar

en importancia este elemento, para que pueda ser visible y corresponder en

proporción con el personaje con el que está conviviendo.

Además del tamaño y la forma, dentro de las cuatro representaciones, los

insectos presentan colores distintos, blanco, negro y rojo, en el caso del vaso

K2284 (fig.1) podría tener color, pero el vaso completo está pintado únicamente en

color negro. Hay que recordar que el Chilam Balam de Chumayel alude a las

abejas con respecto a las direcciones y a los colores del universo, 93 de estos

colores aparecen tres de los cuatro en las representaciones de los vasos.

Asimismo, en otra forma de dividir el cosmos, podemos pensar que la

diferenciación entre el mundo socializado y el mundo natural. En el caso de las

abejas, puede tratarse de una distinción que corresponde no solo a la relación

entre el ser humano y los insectos, sino también con respecto a las características

y comportamientos que éstos presentan, tales como su alimentación o su hábitat.

Además, muchas veces, aquellas especies que encontramos más relacionadas

93
Libro del chilam balam de chumayel, traducción Antonio Mendíz Bolio; prólogo, citas y notas de
Mercedes de la Garza Camino, México, SEP cultura, 1985.

62
con la parte civilizada del universo son las que pueden ser cultivadas, como es el

caso de la Melipona beecheii, que incluso dentro de la tradición yucateca se le

suele denominar “gente”; 94 mientras, como veremos dentro de este trabajo, las

abejas silvestres del genero Trigona se relacionan, sobre todo en las

representaciones, con el inframundo.

Existen algunas abejas que habitan el interior de la tierra, como puede ser

el caso de las llamadas ah balam kab, que según el Diccionario Codemex son

“abejas bravas, que se crían debajo de la tierra”. 95 Esto último haría a estas abejas

seres del inframundo por el lugar donde habitan. Es muy probable que por su

forma de nidificación se traten de las Geotrigona acapulconis, que a pesar de ser

originaria del estado de Guerrero, también podemos encontrarla en buena parte

de México y Centroamérica, incluyendo a la zona maya.

Por otro lado, con lo que respecta a la península de Yucatán, el Dr. Jorge

González Acereto menciona que, dentro de los rituales que se llevan a cabo para

la conservación de la milpa por parte de los mayas yucatecos, los hmen o

sacerdotes mayas hacen una figura humana con cera de abejas silvestres; esto,

para proteger la milpa y que ésta sea más productiva. Se llama a los aluxes como

protectores de la milpa. Hay que recordar que los aluxes son vistos como seres

anteriores a la creación del hombre, y también tienen relación con los seres del

inframundo al ser habitantes de las cuevas. Gonzalez Acereto menciona


94
Comunicación personal, Laura Sotelo, 2011.
95
Diccionario Maya Codemex, edición de Alfredo Barrera Vásquez et al., Yucatán, Ediciones
Cordemex, 1980. pp.32-33

63
Don Mario Eúan es un herbolario experto y reconocido Hmen de Tabi (Yucatán), señala
que la cera de la abeja Tajkaab, al provenir de una caverna similar a la que habitan entes
mágicos, como los aluxes, adquiere propiedades mágicas y por ello se convoca con ella a
96
los vientos para que bajen y acepten la ofrenda que se les ha preparado.

La cita anterior nos deja ver cómo influye la procedencia de un producto

especial dependiendo de su lugar sagrado dentro del universo; hay que recordar

cómo la cueva se relaciona con el origen del tiempo y con el inframundo. Además,

el mismo González Acereto identifica a las abejas Tajkaab con las

Cephalotrigonas sexmeniae. 97 Hay que recordar que este tipo de abeja es la

posible identificación de las abejas blancas que aparece en uno de los vasos.

La cita anterior cobra mucho significado, pues tanto los aluxes como las

abejas Tajkaab habitan en el interior de la cueva, entrada al inframundo; por lo

tanto, pueden ser considerados como habitantes de esta parte del universo maya.

Además como se va a ver, las abejas también son seres del inframundo,

por su vínculo con la fertilidad y lo femenino.

Al respecto, hoy la cera de abejas es importante para las festividades de los

antepasados, especialmente en la festividad de día de muertos, como explica

Calixta Guiteras:

96
Jorge, González Acereto, et al. “Los productos de las abejas nativas, la salud, la vida y la magia:
Elementos asociados en la realidad comunitaria entre los campesinos mayas de la península de
Yucatán”, en las Memorias del VII Seminario Mesoamericano sobre abejas nativas, Mayo 2011,
Cuetzalan Puebla P.20
97
Ibidem. p.19

64
Las ofrendas se colocan en los promontorios, en las cabañitas. Las candelas negras
(kandela ‘anima o ‘ik’ kandela) hechas de chab (cera de abejas silvestres, mezclada con
resina) se reclinan en los manojos de maravillas que forman un marco alrededor del
98
montículo… Se prende una cera por cada miembro de la familia.

Además de esta referencia, Eric Thompson habla de la importancia del uso de las

velas de cera negra, para los ruegos privado en la zona de Honduras:

Cuando Jacinto tomaba parte en nuestras expediciones de arqueología siempre iba alerta
para descubrir panales de abejas silvestres. La miel de estos insectos constituye un deleite
para cualquier indio maya, pero más importante que este placer es la cera que se obtiene
de la colmena. Jacinto preparaba esta cera negra y la llevaba a su casa al final de la
temporada, para emplearla en sus ruegos privados a los dioses, porque las velas de cera
de abeja tienen para ellos una mayor eficacia, en los ritos, que las velas blancas que se
99
compran en la tienda.

Las referencias de Guiteras y Thompson nos permiten comprobar la importancia

ritual de la cera de meliponas dentro de las creencias mayas; además, existe un

vínculo entre este tipo de candelas, llamadas candelas ánima, y los espíritus de

los muertos que regresan. Esta relación entre las abejas y sus productos, con los

seres del inframundo es un continuo desde distintos ámbitos.

Además de su cercano vínculo con el inframundo, las abejas se relacionan

con la fertilidad y la luna; pero también con la muerte ritual. Sobre esto, Thompson

nos da un breve relato que puede resultar muy significativo. Fue recopilado entre

los cakchiqueles que cuentan el cortejo del Sol a la Luna y el nacimiento de las

abejas:

98
Guiteras Holmes Calixta, Los peligros del Alma. Visión del mundo de un Tzotzil, México, Fondo
de Cultura Económica, 1965. P.134
99
Thompson Eric, Grandeza y decadencia de los mayas México, Fondo de Cultura Económica,
1984.pp 281-282

65
Después, la pareja decidió huir de la dominación del anciano. Tenía éste una cerbatana
mágica, y aspirando por ella podía atraer hacia sí aquel a quien apuntaba. El colibrí puso
cal, chile y hollín en la cerbatana antes de huir con su compañera. Mataktaní, incapaz de
hacer nada al aspirar tales cosas, buscó la ayuda de sus capitanes. Pidió a uno que
tronara, y que fulminara a su hija con un rayo. Muerta la muchacha, el colibrí puso sus
huesos en un jarro de barro que dejó al cuidado de una anciana, y prometió volver por
ellos. Una semana después había mucho ruido en el jarro y la anciana, asustada la tapó.
Chupamirtos volvió a las dos semanas. Al abrir la jarra descubrió que los huesos se habían
trasformado en aquellos animales que elaboran la miel y la cera para hacer las velas que
100
sirven a la gloria del Dios .

A pesar de que en la cita anterior no se menciona de manera directa al Sol

y la Luna, se debe a que es únicamente un fragmento del mito. Además, el autor

presenta las variaciones de los mitos dependiendo los distintos grupos mayas. Es

por esto que no se dice que son los astros de quienes se está hablando.

El tema del mito es el cortejo del Sol a la Luna. Resulta interesante que la

unión entre ambos astros esté prohibida. Es posible que esto se trate de una

prohibición de la unión entre dos de los opuestos más importantes. El Sol y la

Luna representan muchos de los opuestos en el mundo mesoamericano: la luz y la

obscuridad, lo cálido y lo húmedo, lo masculino y lo femenino, el fuego y el agua.

La unión de éstos dará inicio al tiempo profano.

La Luna y la lluvia son elementos que se vinculan con el elemento

acuático; es así que el dios de la lluvia usualmente domina el rayo y suele

presentarse como el padre de la diosa lunar. Este personaje trata de impedir la

unión entre el Sol y la Luna. Sin embargo, no puede lograr su cometido porque el

Sol pone en su cerbatana varios tipos de polvos como el chile, hollín y cal. Estos

100
Eric, Thompson, Historia y religión de los mayas, México, Siglo veintiuno editores, 1975. P.438

66
tres elementos funcionan como neutralizadores del poder mágico del anciano,

provocándole la imposibilidad de terminar con la unión del Sol y la Luna.

Hay que recordar que la cerbatana es usada también como arma de los

gemelos cósmicos en el relato del Popol vuh. Este dato resulta relevante cuando

pensamos en la temporalidad del relato, que a pesar de ser contemporáneo,

posiblemente tenga un antecedente mucho más antiguo; pues la cerbatana era un

arma que se utilizaba en la zona maya, antes de la introducción de arcos y flechas

en el Posclásico.

Al no lograr su cometido, el anciano le pidió a uno de sus capitanes que

hiciese el trabajo. Esto no resulta raro, si entendemos que entre los mayas, al

igual que entre los nahuas, el dios de la lluvia tiene ayudantes, que normalmente

son cuatro y corresponden a los rumbos del cosmos. En ocasiones se dice que se

tratan de advocaciones del mismo dios que se divide. Estos ayudantes, en maya

chaaques y en náhuatl tlaloques, pueden utilizar los elementos propios del dios,

por lo que uno de ellos es quien lanza el rayo que termina con la muchacha

(Luna).

Por otra parte, la trasformación del Sol en colibrí o chupamirtos se explica

fácilmente, pues este animal es una advocación del astro diurno. Al igual que la

guacamaya, ambas aves por sus características, representan a la deidad solar en

diferentes momentos o aspectos. En el caso del colibrí, de entre algunos grupos

de la zona de los altos de Chiapas, es visto como un animal muy poderoso, pero

de corte benévolo. Mientras que la Guacamaya aparece en relación al sol en el

67
Chilam Balam de Chumayel como Kinich Kakmo (Rostro u ojo solar Guacamaya

de Fuego) 101. De igual manera, algunos autores refieren que este animal como

representación del sol en su cenit. 102

En la última parte de la narración, se encuentra la sección que más nos

interesa. En ella los huesos de la Luna se trasforman en abejas. Al “morir” la joven

Luna, su amado coloca sus restos en una olla, es posible que los pequeños

fragmentos de la luna, estén también representando a las larvas, que permanecen

como muertas antes de su nacimiento “verdadero” como abejas. Esto puede

funcionar como una forma de enterramiento de la muchacha. En la zona maya

encontramos entierros en ollas particularmente en infantes, como regresarlos al

interior de la tierra y al seno de la madre de manera simbólica. Considero que, en

este caso, puede conservar esta función.

La aparición de la anciana en este relato es un tanto difícil de interpretar,

pues no es claro su accionar en la narración, más que de cuidadora de los huesos

de la joven Luna. Sin embargo, no considero que su participación es menor, pues

es ella quien se encarga de resguardar “lo sagrado”: tarea que no se le

encomienda a cualquiera. Por lo general son los ancianos quienes poseen un

vínculo con lo sagrado. Muy probablemente porque son herederos de la tradición y

responsables de su conservación y transmisión a las nuevas generaciones.

101
Libro del Chilam Balam de Chumayel, traducción Antonio Mendíz Bolio; prólogo, citas y notas de
Mercedes de la Garza Camino, México, SEP cultura, 1985. P102
102
Mercedes, de la Garza Camino, El universo sagrado de la serpiente entre los mayas, Op cit.

68
También sería importante recordar que muchas veces las ancianas pueden

desempeñar ciertas funciones especiales dentro de las comunidades, como las de

parteras, pues han perdido ciertas energías características de las mujeres fértiles.

Por último, es relevante mencionar que la misma diosa lunar tiene dos

advocaciones en diferentes momentos: una que se presenta joven y la otra que se

representa como una anciana. 103 Cada una de éstas tiene distintos lugares y

momentos de acción en el universo, y sus responsabilidades son distintas, de

manera paralela a los roles de las mujeres de diferentes edades en la comunidad.

El surgimiento de las abejas de los huesos de la Luna, da cuenta de la

cercanía de estos insectos con el astro nocturno. Ambos, tanto la Luna como las

abejas, tienen una relación simbólica con la fertilidad. Hoy en día, en Cuetzalan

Puebla, dicen que se cosechan las abejas o se divide la colmena cuando la luna

esta fuerte o recia. 104 Pues en este momento la colmena se encuentra fuerte, por

lo tanto puede ser extraída su miel.

Cuando los meliponicultores hacen referencia a “que la luna este recia” es

muy probable que hagan referencia a que la Luna llena, ya que en esta fase es

cuando la luna tiene mayor poder sobre la tierra como se observa con las mareas.

Es posible que los ciclos lunares también tengan que ver con el ciclo de

crecimiento de la colmena. Resulta interesante que a nivel simbólico, pero también

103
Para profundizar en este tema véase el texto de Noemí Cruz, Las señoras de la Luna, México,
Universidad Nacional Autónoma de México, 2005.
104
Comunicación personal Meliponicultores de Cuetzalan, Puebla, 2011

69
a nivel biológico, pueda existir esta relación tal y como pasa con los ciclos lunares

y los ciclos menstruales de las mujeres.

Es así que la Luna se relaciona con lo femenino, la fertilidad y la vida; pero

al mismo tiempo con la noche, la muerte y la obscuridad. Si consideramos que en

este mito las abejas surgen de la muerte de la Luna, y por lo tanto participan de su

misma esencia, definitivamente ellas y sus productos compartirán muchas de las

valencias simbólicas que representa el astro nocturno.

De esta forma, podemos dar cuenta de que lo que aparece apenas

esbozado en la narración mítica que nos presenta Thompson es un tema que tiene

singular importancia. Es así, que podemos relacionar simbólicamente a las abejas

con la vida y la muerte, ya que, en el relato, la joven Luna muere para que puedan

nacer las abejas.

La olla

Del mito anterior podemos entender la estrecha relación entre las abejas y las

ollas, pero de momento hablaré sobre el simbolismo de la olla y su relación con el

interior de la tierra.

Respecto al simbolismo de las ollas en particular, este tiene una especial

relación con lo femenino: “ La primera acepción simbólica de la alfarería es en

efecto su identificación con el útero o la matriz”. 105

105
Jean, Chevalier, y Alain Gheerbrant, Op cit.
70
La identificación de lo femenino con el cuerpo –vasija o cuenco alude además a la misma
fundación de la femenino. La mujer es la <vida-vasija> en cuanto es su vientre, el
recipiente donde se forma la vida y todo lo que la alimenta y la hace crecer. Es la vasija la
106
que sostiene preserva, resguarda y transforma.

A pesar de que es claro el simbolismo entre lo femenino y la vida, es claro

que encierra en su interior, particularmente en su útero, una relación muy cercana

con el interior de la tierra.

En el centro del esquema vemos la Gran vasija como cuerpo femenino. Sus elementos
simbólicos principales son la boca, los pechos, el vientre. Afín de simplificar, el vientre
puede considerarse incluso como la zona simbólica de la totalidad del cuerpo-vasija, el
útero es el símbolo de entrada en esta región. El nivel más bajo de la zona del útero es el
Inframundo, vientre de la tierra. A este ámbito pertenece no solo la obscuridad subterránea,
el inframundo y la noche, sino los símbolos de la cueva, el abismo, las profundidades y la
107
grieta que en innumerables mitos y ritos son también el útero de la tierra .

La cita anterior nos deja ver esta ambivalencia de la vasija, tanto de vida

como de muerte; y nos aclara su relación con el inframundo. Si pensamos en los

numerosos entierros en ollas, en especial los entierro de niños que podemos

encontrar en Mesoamérica.

Con los argumentos anteriores queda más clara la relación que existe entre

el elemento de la olla, femenino y el inframundo.

Por otra parte, la representación de la olla como aquello que contiene lo

oscuro y tiene la facultad de transformarlo, es consistente con la hipótesis de que

se en su interior pueda haber una bebida psicoactiva de uso ritual.

106
Blanca,Solares, Madre terrible. La Diosa en la religión del México Antiguo, México, UNAM-
Anthropos Editorial, 2007. p.61
107
Ibídem.
71
Relaciones entre las abejas y la olla

Sobre el cultivo de abejas en ollas, existe la mención de Fray Francisco Ximénez

al respecto en la zona de Rabinal, en Guatemala.

…en el Pueblo de Rabinal son tantas en tanta manera, que a cada paso, se hallan
colmenitas de éstas, sólo en el convento tenía una maquina en los hoyos de las paredes. Y
hicieron gran colmenar en ollas y aquestas abexitas se conservan bien en ollas de barro, y
no era menester para meterlas en la olla más que tenerle hecha su tapadera de tabla
ajustada, y hacerle un hoyito pequeño a la olla en medio. Y sobre tarde sacarles los hijos y
meterlos en aquella olla, y taparla, que allí entre ellos iva la Reyna y dexar allí la olla, y
todas las abexitas se iban metiendo dentro de la olla, por aquel hoyito, y a la oración colgar
la olla, y dexarla. Y lo que más me maravilla era que en solo aquella noche, componían
auqel hueco de la olla, poniendo a sus hijos en medio, y llenándolo todo de aquellas
108
hojuelitas que parece que se havia compuesto muy despacio.

En la cita anterior podemos darnos cuenta de la relación que tiene las

abejas y las ollas, particularmente de las Tetragoniscas que hemos mencionado

antes. La excelente descripción de Ximénez nos proporciona una buena

información sobre la posible crianza de abejas nativas en la zona de Guatemala. A

pesar de que en el caso de las abejas que se crían en ollas en la zona de

Cuetzalan son distintas a las que nos describe el fraile dominico, resulta

importante que ambas pueden ser criadas en ollas. Este tipo de prácticas es muy

raro en la zona del sureste mexicano; sin embargo, es posible pensar que en la

antigüedad era una práctica que se llevaba a cabo, aunque con menor frecuencia

que en la península de Yucatán. Dentro de esto, es relevante que se trate del

mismo tipo de abejas que se había mencionado como hipotética identificación

para el vaso K2284 (fig.1).

108
Francisco, Ximénez, Op. Cit. p. 113-114

72
A nivel simbólico, esto puede ser una reiteración de su hábitat natural, como

puede ser cuevas o peñascos e incluso el interior de la tierra. Todos estos lugares

pueden ser representados simbólicamente por la olla y el signo Ak’ bal. Su centro,

sería una reiteración más de esta idea que alude al inframundo.

De esta manera podemos entender que de los tres elementos, Mok chih, las

abejas y la olla, pertenecen y se relacionan de manera íntima con el inframundo y

los procesos de muerte y trasformación ritual.

Es por esto que no considero que las representaciones de las ollas puedan

tratarse de “armas biológicas” como refiere Edwin Braakhuis. 109 Ciertamente en el

relieve de Toniná, el gran esqueleto lleva una olla boca abajo de la cual surge una

serpiente; sin embargo, considero que este animal también puede ser visto como

un ser de trasformación, igual que las abejas

109
Braakhuis Edwin, "Xbalanque’s Canoe: The Origin of Poison in Q’eqchi’- Mayan Hummingbird
Myth", en Anthropos, Vol. 100(1). Barcelona 2005. pp. 173-191.

73
Conclusiones

Después de revisar cuidadosamente los estudios referentes a la Biología de

las abejas sin aguijón, y de analizar iconográficamente las imágenes de los vasos

mayas del periodo Clásico, de la colección fotográfica de Justin Kerr, K2284

(fig.1), K2942 (fig.3), K3924 (fig.2) y K6508 (fig.4), donde aparecen abejas

asociadas a un personaje y una olla; y revisar fuentes históricas, así como

narraciones referentes a las abejas entre los mayas actuales, encontré una larga

tradición ininterrumpida de uso de los productos de las abejas silvestres, así como

un simbolismo que se ha mantenido hasta nuestros días.

Estas conclusiones corresponden a tres grandes interrogantes que se

intentaron responder durante el trascurso de la investigación. ¿Qué insectos son

los que se representan en los vasos mayas? ¿En asociación con qué otros

elementos se representan, y en qué contexto? ¿Cuál es su simbolismo?

Después del análisis comparativo entre las imágenes y la información

biológica e histórica revisada podemos mencionar que las imágenes nos ayudan a

definir algunas características plásticas de los insectos representados y generar

un argumento sólido para decir que se tratan de abejas sin aguijón, de

procedencia silvestre.

Asimismo es posible considerar que existe un modelo de representación de

las abejas dentro del arte maya, que se respeta, a pesar de las características de

la imagen, el contexto en que se encuentran los personajes, e incluso la posición


74
en la que se encuentran las abejas; la forma de las alas, la cabeza y el tórax, se

mantienen como una constante en todas las imágenes. Esto se debe

fundamentalmente en la observación por parte de los mayas prehispánicos de las

características físicas y etológicas de dicho insecto.

Una característica a considerar dentro de las imágenes, es que dentro de

las cuatro se puede observar que los insectos aparecen en grupo, entre 3 y 6

individuos. Es posible que esto sea una representación del comportamiento social

de estos seres, llamados insectos Eusociales. Entre esta clase de insectos

encontramos a las hormigas, termitas, abejas y avispas.

Entre estas cuatro clases de insectos, las imágenes se acercan mucho más

a las características de abejas o avispas, mientras que la carencia de aguijón y

del característico abdomen de las avispas, que se hace mucho más delgado en la

parte central, nos dejarían con las abejas. Específicamente las abejas sin aguijón

nativas de Mesoamérica.

Además de la morfología, existen algunos comportamientos de las abejas

nativas que coinciden con las representaciones en las imágenes. Especialmente la

actitud de las abejas Tetragonisca angustula de sobrevolar la entrada de su

colmena, que en este caso podría tratarse de la boca de la olla.

Por último lo que corresponde al hábitat de estos insectos existen

evidencias para relacionarlos con el inframundo, lugar donde se les representa en

dos de los vasos, esto se debe a que algunas especies como la Geotrigona

75
acapulconis viven bajo la tierra o en cuevas y peñascos, lugares que

simbólicamente son la entrada al mundo interior.

Además entre los sitios artificiales donde se les conserva podemos

encontrar en la sierra del estado de Puebla, el cultivo de abejas sin aguijón en

ollas. Asimismo el fraile Francisco Ximénez reporta la posibilidad de realizar dicha

práctica con las abejas llamadas “doncellitas” (Tetragonisca angustula) en la zona

de Guatemala para el siglo XVII. 110

Considero que lo anterior nos da bases suficientes para pensar de manera

concluyente que los insectos que se encuentran representados en las imágenes

de los vasos son abejas sin aguijón nativas de la zona maya, que incluso hoy se

siguen cultivando en algunos sitios de la península de Yucatán.

Sin embargo, creo que no se tratan de la misma especie representada en el

Códice Madrid y cultivada en la Península, Melipona beechei, y que ha sido

integrada como parte de la sociedad maya, sino de algunas de las especies que

aun hoy habitan la zona silvestre. Teniendo este tipo de abejas silvestres sus

propios usos y su simbolismo en la cosmovisión maya.

Como se ha mencionado cada una de las representaciones tiene ciertas

características particulares, como puede ser su color o la forma de su cuerpo, es

por esto que los especialistas en la materia Ricardo Ayala y Jorge Mérida, han

propuesto una identificación de las posibles especies representadas en cada uno

110
Francisco, Ximénez Op cit.

76
de los casos. Todas ellas vinculadas de distintas maneras con la sociedad maya,

pero en su mayoría aprovechadas por los pobladores mediante la extracción de

sus recursos y no del cultivo.

Considero que existe evidencia suficiente para poder relacionar e identificar

a los insectos que aparecen en las imágenes de los vasos como abejas silvestres

del género Trigona.

Resulta importante para los mayas la extracción de la miel y la cera de

estas abejas del ámbito natural, a pesar de la posibilidad de cultivar algunas estas

especies; el hábitat de las abejas silvestres, como pueden ser peñascos, cuevas

o el interior de la tierra, hacen que estos productos mantengan la sacralidad de los

lugares de donde son extraídos.

Después del análisis del material iconográfico referente a las

representaciones de las abejas en los cuatro vasos, encontramos que en relación

con las abejas siempre aparece un personaje antropomorfo, que en dos de los

vasos lleva el nombre de Mok chih “náusea Pulque” (sic) 111 el cual tiene algunos

atributos de la muerte como el sigo Kimi y la presencia de huesos dentro de su

indumentaria. Este personaje lleva en las manos o en la espalda, una olla, que

puede tener un signo Ak’bal, obscuridad, en la zona visible de la parte más ancha.

111
El término usado por el epigrafista Nikolai Grube nos ayuda a entender la línea, sin embargo
considero que la palabra Pulque no pertenece a este contexto, el Balché, bebida fermentada a
base de miel, puede ser mucho más cercano a este contexto.

77
Estos tres elementos, personaje, olla y abejas, son recurrentes en las

cuatro imágenes y se comportan como un grupo. En los vasos las abejas siempre

aparecen relacionadas con los otros dos elementos.

Por otro lado tenemos la evidencia del vaso K2286 (fig.9) donde Mok chih

parece que se representa sin las abejas y sin la olla, pero considero que no es así,

ya que los otros dos elementos están obviados de una forma menos notoria. Las

abejas, no están presentes pero el personaje lleva alas, como ocurre en el vaso

K6508 (fig.4) y la olla es mucho más pequeña que en otras representaciones

cuelga de su cuello, esta volteada hacia abajo y parece derramar un líquido.

Esta representación de la olla con el signo Ak’bal, más pequeña y volteada

hacia abajo, es un atributo que llevan muchas veces entre su vestimenta

diferentes wayoob, creo que en estos casos se están obviando los otros dos

elementos, pues considero que el líquido que se derrama tiene relación con las

abejas como se puede observar en los vasos que hemos analizado. Asimismo,

Mok Chih es el portador de dicha sustancia y el guardián de las abejas, siendo

quien permite a los wayoob transformarse.

En dos de los vasos que hemos analizado, los personajes representados

se encuentran en el inframundo realizando distintas actividades, en el caso de los

otros dos personajes se encuentran realizando una danza, es por esto que

considero que todas las escenas se encuentran en un contexto ritual, vinculados a

la trasformación la muerte ritual y la regeneración del cosmos. Las cuatro

78
imágenes podrían representar al mismo personaje, Mok chih, en diferentes

contextos, y pertenecer a dos modelos de representación distintos.

Este personaje, puede ser asociado directamente a un way, como en el

caso del vaso K2284 (fig.1). Puede encontrarse en un contexto de inframundo,

relacionado con el diálogo entre seres descarnados y gobernantes, como se ve en

K3924 (fig.2). Puede ser parte de un ritual de trasformación, como en K2942

(fig.3), o estar personificado en compañía de seres relacionados con la naturaleza,

como pasa en K6508 (fig.4). A pesar de estos cuatro aspectos, creo que siempre

se trata del mismo personaje Mok chih, quien lleva en su nombre la palabra

“Pulque” (sic), es portador del fermento ritual hecho de miel de abejas que

presentan características muy específicas, como puede ser tener sus colmenas en

cuevas o en el interior de la tierra o simplemente vivir de manera silvestre, y por lo

tanto tener cierta cercanía con el inframundo.

Creo que estas evidencias aportan argumentos que nos hacen repensar a

este personaje, que evidentemente tiene un vínculo con la muerte, pero que no se

encuentra descarnado, y que se asocia al mundo natural y ritual de los mayas

prehispánicos. Más allá de estas cuestiones que son evidentes por sus diferentes

representaciones es difícil concluir si se trata de una deidad como se ha

mencionado, o simplemente de un way, sin embargo este personaje no puede ser

disociado de las abejas y la olla, y tiene una cercanía importante con la muerte

ritual y la trasformación. Entiendo que esta trasformación, a pesar de poder estar

79
inmersa en un ritual, es una forma metafórica para aludir al paso a una nueva

condición, como ocurre en el momento de la muerte.

En este sentido, considero que existe evidencia etnográfica para relacionar

a las abejas, no sólo con el inframundo, sino también con el proceso de muerte y

renacimiento, bajo un nuevo aspecto; como puede ocurrir en la narración de la

Luna que da vida a las abejas o en la posibilidad de formar parte de una bebida de

trasformación.

En particular considero que es muy importante reflexionar sobre las

relaciones simbólicas de las abejas con los elementos que se asocia en las

imágenes. Creo que todas las imágenes, así como los textos, se ven inmersos en

un simbolismo común que nos lleva al inframundo como un lugar que mediante

distintos símbolos nos reitera constantemente su capacidad generadora y

regeneradora, su profunda relación con el origen de los tiempos y de la vida, su

característica de gran útero donde se gesta lo que mantiene el orden del universo.

Así, las abejas silvestres entre los mayas son símbolo de fertilidad y

abundancia, de muerte y renacimiento, así como la unión de ambos contrarios en

el concepto de regeneración del cosmos. A pesar de la posibilidad de cultivar las

abejas, se sigue recurriendo a la extracción en la naturaleza de la miel o la cera,

necesarios para la vida ritual de los mayas, por su simbolismo.

No es casualidad la aparición en un par de las imágenes de esta gran olla,

que en algunas de las representaciones lleve el signo de Ak’bal. Esto no solo nos

80
reitera la obscuridad de su interior, sino también su capacidad una sustancia que

propicia la muerte ritual y la trasformación.

De igual manera las abejas como vínculo entre el plano terrestre y el

inframundo, fungen como el puente que conducirá a aquellos que buscan

comunicarse con el espacio infraterrestre, sobre todo mediante el uso de sus

productos en distintas prácticas rituales.

No se trata de cualquier abeja, sino de aquellas que a partir de sus

características biológicas, comportamiento y/o su hábitat, han sido integradas a la

cosmovisión maya como parte del inframundo. Esta relación se ha mantenido

como un fenómeno de larga duración, pues hasta hoy encontramos evidencia de

la relación de ciertas especies y sus productos con el origen del mundo, con la

muerte, la regeneración y la fertilidad.

Es así a este grupo de abejas silvestres podríamos llamarlas “Balam cab” y

estarían opuestas a las Xunan cab (Melipona beecheii), que son cultivadas y

forman parte de la sociedad.

Además de su contraposición con el mundo socializado de la Xunan cab,

las Balam cab, las abejas que se alojan en “el monte”, tienen una relación

simbólica con el sitio no socializado al que corresponden, por habitar en el interior

de cuevas o peñascos. Sus alas de color amarillo con manchas negras, remiten a

la representación convencional de la piel del felino entre los mayas; las abejas

silvestres comparten muchos de sus simbolismos con el jaguar, por lo cual no es

raro que encontremos representaciones desde la época clásica, como el caso del
81
vaso K6508 (fig.4), donde las abejas tienen alas con los colores y manchas del

felino. También su hábitat, los peñascos, cuevas y el interior dela tierra son sitios

frecuentados por el jaguar y relacionados con el ámbito nocturno, donde se

representan ambos en los vasos.

En ocasiones el felino representa la fertilidad de la tierra, simbolismo que

comparte con las abejas. Por último, el jaguar se encuentra íntimamente ligado a

la transformación ritual y el poder del gobernante, no es raro que Mok chih sea

quien como way propicia la trasformación del gobernante en jaguar.

Después de analizar profundamente el complejo simbólico de Mok chih,

las abejas y la olla, considero que es una constante en todas las representaciones

y tiene una continuidad histórica, que podemos encontrar en las distintas fuentes a

través del tiempo. Sin embargo para comprenderlo en su totalidad es necesario

entender el triple proceso de trasformación que encierra este complejo simbólico.

La primera transformación la sufren las abejas que nacen dos veces;

primero como larvas, seres inacabados que podríamos relacionar con el mundo de

las etapas previas al ser humano, de color blanco, que podrían ser los huesos de

la Luna que ha muerto; éstas después de un tiempo tienen su segundo nacimiento

y se transforman en seres completos, integrados a la comunidad, nacen dentro de

la colmena.

La segunda transformación es representada por la olla, contenedora de lo

oscuro, de aquello que guarda un gran poder y un gran secreto, de la sustancia de

poder. Pero esa sustancia no puede obtener dicha fuerza sin pasar de ser miel,
82
sustancia curativa utilizada para sanar y dar vida, a ser un fermento que ha

terminado con su forma anterior para poder adquirir su nueva condición; es posible

ver el proceso de fermentación como un proceso de muerte y renacimiento.

Por último, la tercera trasformación está representada por Mok chih, quien

lleva sobre su cuerpo las marcas de la muerte, pero no es un ser descarnado,

tiene el poder de llevar las abejas en sus manos y fermento en la olla, domina

ambas trasformaciones anteriores, y es él quien dará el poder al gobernante de

transformarse en jaguar, y entrar en lo más profundo del inframundo, para

después regresar de la muerte como un nuevo ser.

Después de volver del inframundo el gobernante ha de dominar con su

poder y sabiduría todos los planos del cosmos; el plano celeste hábitat de las

Xunan cab, “gente” a quien ha alimentado con sus propia sangre; el plano terrestre

y sus cuatro direcciones, donde viven las abejas de los cuatro colores con sus

respectivas ceibas; y el interior de la tierra donde viven las Balam cab, portadoras

del poder sagrado de “el monte” y el inframundo. Así el dominio del gobernante,

que ha nacido a una nueva condición, como lo hicieron las abejas, quien se ha

transformado y viajado por el cosmos gracias al poder de aquellos pequeños

insectos que estaban en este mundo mucho antes que los hombres de maíz,

estará completo.

83
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87
Apéndices

88
Apéndice I: Fotografías de las especies de abejas
nativas representadas en los vasos. (Fotografías de
Jorge Mérida)

89
Tetragonisca angustula

90
91
Scaptotrigona mexicana

92
93
94
Oxytrigona mediorufa

95
96
97
Cephalotrigona

98
99
100
Geotrigona acapulconis

101
102
103
Scaptotrigona pectoralis

104
105
Apéndice II: Descripción formal de los vasos mayas
K2284 , K3924, K2942 y K6508

106
Descripción formal vaso K2284
Este vaso mide, doce centímetros de alto, doce centímetros de diámetro y

37 de circunferencia. Las imágenes que aparecen en su exterior están

enmarcadas en color negro mientras el fondo es de color blanco, toda la imagen

está delimitada en la parte superior e inferior por dos bandas de color rojo

El vaso es cilíndrico, por lo que la imagen es continua y no tiene un principio

y un final; debido a esto, la descripción que se presenta a continuación está

elaborada con base en la imagen tomada por Justin Kerr del vaso. 112

En la parte superior del vaso la imagen del vaso se encuentra una banda de

10 glifos; debajo una escena, que podemos dividir en dos grupos: el grupo 1 se

encuentra del lado izquierdo, y se compone de un jaguar rodeado a la altura del

cuello por una serpiente; el grupo 2 se encuentra del lado derecho, y en él

observamos un ser antropomorfo sentado con una gran olla en las manos y frente

a la cual vuelan tres insectos, que podrían ser abejas. Entre estos dos grupos

contrasta la intensidad del movimiento. Mientras que del lado izquierdo los

personajes se mueven de una forma más evidente, el personaje sedente lo hace

de una forma más sutil.

El grupo 1 está delimitado por dos pares de volutas y el jaguar se encuentra

en el centro. Este último aparece con las fauces abiertas y deja ver uno de sus

colmillos y su lengua, como si rugiera o bostezara. En la parte superior de su

112
Para una mayor referencia del proceso fotográfico puede verse Justin Kerr “Una breve historia
de los rollout fotográficos (o fotografías panorámicas en 360º)” en
(www.famsi.org/spanish/research/kerr/rollout_es.html)
107
cabeza tiene un pequeño elemento vegetal identificado como un lirio acuático. El

felino está parado en sus patas traseras, mientas que su cuerpo y su cabeza se

dirigen hacia el lado izquierdo; no obstante, sus patas delanteras se encuentran

volteadas, lo que hace posible que su dorso esté girado como si danzara. En su

pata delantera izquierda sostiene un objeto redondo, similar a un rostro de perfil.

En la parte inferior de su cuerpo, entre su pierna y su cola, se puede observar una

protuberancia blanca, posiblemente sus testículos.

La serpiente atraviesa el grupo uno, desde el extremo izquierdo con su cola

hasta el extremo derecho con su cabeza. En la parte media de su cuerpo pasa por

el cuello del jaguar. Las fauces de la serpiente se encuentran abiertas con sus

colmillos visibles, de ella surgen dos grandes volutas. Entre el lomo del felino y la

serpiente se encuentran tres glifos identificados como estrellas, dos de ellos se

encuentran muy cerca del cuerpo de la serpiente, mientras un tercero está

próximo al lomo del jaguar.

En el extremo opuesto del grupo, en la cola de la serpiente se encuentra un

rostro humanizado que voltea hacia abajo, tiene la boca abierta y son visibles dos

dientes, la parte inferior de su boca toca parte de la cola de la serpiente y la parte

superior se convierte en una nariz alargada. Su ojo es redondeado y tiene el

interior blanco. En la zona de su frente así como en la región de la nuca, podemos

ver sendos círculos blancos. De la parte superior de su cabeza surgen dos

volutas.

108
El grupo 2 es más pequeño y está delimitado por las abejas del lado

izquierdo y el final del tocado del personaje sedente del lado derecho. La parte

central de este grupo es sin lugar a dudas el personaje antropomorfo.

Lleva en su tocado un hueso, posiblemente un fémur. Y en su parte

superior se puede ver otros huesos; en la parte baja de este gran hueso a los dos

lados de la cabeza hay dos figuras en forma de gancho con puntos en su interior.

En la última parte del fémur, se observa un círculo con un gran punto negro en el

centro.

Arriba de los huesos, hay una forma redondeada negra, que podría ser el

cabello del personaje. Más arriba surge un tocado que comienza con un conjunto

de amarres que lo hace estrecho para después volverse cuatro tiras largas que

caen sueltas hacia la espalda, decoradas en el final con dos bandas anchas que

son separadas por una banda más delgada. Como parte del mismo tocado

podemos ver una tira más, ésta sube haciendo una curva y permanece cerca de la

cabeza, esta última es más delgada y termina en pequeñas líneas.

El rostro del personaje está pintado de negro a la altura de los ojos y tiene

la boca abierta; en el mejilla se ve una diagonal con dos puntos a los lados, similar

al signo calendárico de Kimi o cimi; lleva orejeras redondas de las que cuelgan

piezas alargadas.

Sobre los hombros lleva una prenda que lo cubre hasta la mitad de su

espalda. En el brazo izquierdo trae un brazalete y del lado derecho de su cuerpo

se observa un objeto largo en posición vertical que tiene en la parte alta un


109
cuadrado formado de pequeños círculos, después de esto se curva a la izquierda;

esta forma asemeja un bastón o un hacha. En el muslo de la pierna izquierda

presenta el mismo signo que en su mejilla. En la parte baja de su cuerpo porta un

braguero o Ex a la altura de la cintura. Sostiene con sus manos y a la altura de sus

piernas una gran olla con el signo Ak’ ab. Frente a ella se ven tres insectos. Uno

directamente arriba de la olla, otro a la altura del pecho del personaje y un tercero

muy cerca del suelo. Los insectos, muy posiblemente abejas, tienen una cabeza

redonda con un gran punto negro en el centro, un abdomen alargado, largas y

delgadas patas y revolotean alrededor de la olla, de la cual parece surgir una

cuarta abeja.

110
Descripción formal vaso K3924

Este es un vaso policromo, que tiene 25.3 cm de altura, 17.6 de diámetro y 51cm

de circunferencia. En la parte superior del vaso se encuentran 20 glifos de color

rojo, delineados de negro y fondo amarillo claro. Más abajo, una franja roja y una

línea amarillo claro dividen los glifos de la parte superior de los personajes que se

encuentran en el resto del vaso.

Los glifos que están en la parte superior del vaso pertenecen a la secuencia

estándar primaria, que habla sobre el propietario del vaso y su utilidad; mientras

los glifos que se encuentran dentro de la imagen hacen referencia a los

personajes de la imagen.

La imagen del vaso K3924 (fig.2) es sumamente compleja, para analizarlo

he decidido dividir la imagen tomada por Justin Kerr en dos partes horizontales y

ocho partes verticales. Esta división es para facilitar la descripción de las

imágenes contenidas en el vaso. La división horizontal no se encuentra

exactamente a la mitad del vaso, sino un poco más arriba, esto debido a que a

mayoría de los personajes de la parte baja ocupan aproximadamente dos tercios

de la altura del vaso. Mientras que los personajes de la parte superior completan

el otro tercio. Para esta división se asignarán la letra A para la sección superior y

B, para la parte inferior.

La división vertical en ocho partes también esta determinada por los

personajes que se presentan en el vaso, por lo que ésta división no es

111
estrictamente simétrica. Para identificar los segmentos verticales se numerarán del

1 al 8, de izquierda a derecha.

Estas dos divisiones ayudarán a la descripción general de la imagen; sin

embargo, es claro que la imagen se comporta de una manera distinta. Podemos

decir que toda la imagen se divide en tres. En la parte central, dos esqueletos que

se dan la espalda entre ellos mantienen comunicación con dos personajes

sentados en sendos tronos; esta parte está delimitada por unos atados con

cabezas. En los laterales, dos personajes de cada lado permanecen de pie, de los

cuales, uno sostiene un estandarte redondo. Y en la parte superior, un grupo de

animales y seres fantásticos completan la escena.

Esta escena se comporta en forma de espejo; ya que casi todos los

personajes del lado derecho tienen una contraparte del lado izquierdo. Esto solo

exceptuando dos personajes: uno que está en cuatro patas y tiene el aspecto de

jaguar, que se encuentra del lado inferior izquierdo; y otro, del que solo se ven la

cabeza, las piernas y una mano, y se localiza en la esquina superior izquierda de

la imagen. Todos los demás personajes tienen una figura que corresponde a su

posición y en varias ocasiones se asemeja en apariencia.

A continuación, haré la descripción detallada de los elementos del vaso

comenzando de izquierda derecha, y de arriba a abajo; por lo cual comenzaré en

el cuadrante A1 y terminaré con el B8.

En el cuadrante A1, encontramos un óvalo negro delimitado por una franja

blanca al exterior. De su interior, surgen algunas partes de un personaje


112
antropomorfo. Entre estas partes, podemos observar sus dos piernas, una mano y

su cabeza con un tocado vertical. Pareciera que el personaje surge del círculo

negro, y que sale de frente; sin embargo, es muy probable que lo haga en

diagonal. A pesar de que su cabeza se encuentra en el centro de la imagen, del

lado derecho es visible su mano y del lado izquierdo su pie. Debido a esto, es

posible considerar que esté en diagonal o que su cuerpo esté desmembrado.

El tocado de este personaje podemos dividirlo en dos, debido a su

coloración; en la parte de atrás, encontramos un grupo de elementos de color

amarillo y en la parte de enfrente una forma de color blanco que se curva y se

prolonga hacia adelante terminando en un flor blanca. Entre el tocado y el rostro

del personaje, se ve una franja horizontal delgada de color amarillo claro.

El rostro del personaje se encuentra de perfil, por lo que sólo es visible un

ojo, tiene la boca abierta y una línea de pintura facial, formada de pequeños

puntos negros en posición diagonal. Tiene una orejera redonda que se

complementa con una pieza alargada que se prolonga por su mejilla. A los lados

de su rostro, son visibles dos bandas que bajan hacia donde termina el rostro.

Estas franjas son el sostén del pectoral que se puede observar bajo la cara del

personaje. Este pectoral se compone de un elemento central redondo con el

centro rojo y las orillas amarillo claro; dos elementos rectangulares horizontales,

que igualmente tienen el centro rojo y la parte exterior amarillo claro, y por último

tres o cuatros líneas rectas delgadas y pequeñas, de color blanco que caen del

elemento central.

113
Del lado derecho del rostro, se encuentra la mano izquierda del personaje

que sostiene un elemento delante de su mano, parece ser una tela de color

blanco; y en la parte de atrás, tiene dos o tres formas triangulares.

En la parte externa del gran círculo negro, puede observarse un círculo

blanco delgado. Asociado a este segundo círculo, se ven tres óvalos horizontales.

Estos óvalos están situados en la parte superior izquierda, inferior derecha e

inferior izquierda del círculo blanco; y de cada uno de ellos surgen dos bandas

largas rectangulares que se curvan hacia los lados. Estas bandas son de color

blanco con manchas rojas. Es posible que el cuarto de estos elementos existiera;

sin embargo, se encontraría detrás de la mano del personaje y el objeto que sujeta

lo estaría cubriendo.

En el cuadrante siguiente hacia la derecha de la imagen, el correspondiente

al número A2, se puede ver lo que posiblemente se trate de un estandarte circular.

Este estandarte se compone de ocho secciones circulares concéntricas, cada una

más grande que la anterior. En la mayoría de los casos los círculos son de color

amarillo claro con divisiones en color negro. El centro del círculo está dividido por

una línea vertical negra que segmenta este elemento en dos. El segundo círculo,

un poco más grande, no está dividido y es delgado. El tercero está divido en cinco

secciones, por pequeñas líneas negras paralelas. El sexto tiene seis divisiones

muy similares a las anteriores pero que en su mayoría se encuentran en los

espacios vacíos del círculo anterior. El octavo círculo, una vez más, es delgado y

no está dividido. El noveno esta compuesto de 16 elementos blancos en forma de

114
flechas que se intercalan con un fondo negro que forma otras formas muy

similares pero de este otro color. El décimo círculo no está dividido, es de color

amarillo claro y delgado. Por último, el círculo exterior está hecho de líneas

pequeñas en posición vertical, como barbas; éstas solo se ven interrumpidas por

cuatro elementos circulares de color blanco, con una línea curva y un círculo

ambos de color negro que se encuentran en la parte más cercana del exterior.

Estos cuatro elementos blancos se localizan en los extremos superior izquierdo y

derecho, así como en el inferior izquierdo y derecho.

En el cuadrante A3, se puede observar un felino sentado con las piernas

cruzadas, sus manos a la altura del regazo y el rostro volteando al lado derecho

de la imagen. Tiene la nariz un poco puntiaguda y muestra sus dientes. A la altura

de su cuello, lleva puesta una prenda que viene de ambos lados de su cuerpo y

que se anuda en el centro; de este nudo caen dos franjas blancas. En la parte

trasera del felino, rodeándolo por completo, se observa un gran fuego.

Más hacia la derecha, se observan un conjunto de glifos. Posteriormente en

el cuadrante A4, se puede ver un personaje de lado que sostiene en cada mano

un insecto y lleva en su espalda una olla; además, se puede observar un insecto a

la altura de su pecho y otro que surge de la olla.

El tocado de este personaje es relativamente sencillo y se ha perdido

parcialmente. Lo que aún se conserva, es un conjunto de bandas verticales de

color blanco: dos de ellas en la parte trasera del tocado y otras dos o tres en la

parte central; de una de las líneas más cercanas a la frente del personaje surge un

115
circulo blanco. Debajo de todas estas bandas, se observa una franja gruesa de

color blanco arriba del rostro del personaje. En el rostro del personaje se alcanzan

a apreciar un par de líneas negras paralelas que cruzan a la altura de su ojo y

bajan hacía su mejilla. En la parte trasera de su rostro se puede ver una línea

blanca vertical que pasa por su cabello negro y después se prolonga hacía

adelante sobre su mejilla, como lo hacen en ocasiones las orejeras.

Sobre su cuello se ve una franja que cae hacía adelante y posteriormente

se prolonga hacía atrás, deteniendo con esto la olla que se encuentra en su

espala. A la altura de su pecho, se observa una protuberancia con forma

redondeada. Por la perspectiva, es posible que se trate de uno de los pechos del

personaje. Podría tratarse de una mujer o, también, de parte del elemento con el

que sostiene la olla; sin embargo, no es fácil definir de qué se trata.

Su brazo derecho está levantado con el codo flexionado, sostiene en su

mano un insecto; este insecto tiene la cabeza blanca con un punto negro, el

cuerpo de color obscuro y las patas blancas. La representación de los demás

insectos que se asocian a este personaje es igual a ésta. A la altura de la muñeca

del personaje, se puede observar un adorno, de igual manera que en su brazo

izquierdo. El brazo izquierdo del personaje esta flexionado hacia abajo y también

sostiene en la mano un insecto. Ambos brazos tiene manchas negras circulares

con líneas negras.

A la altura de su cintura, porta un elemento compuesto de tres partes: dos

franjas externas delgadas y una franja central gruesa. Esta última tiene una

116
pequeña división adornada con motivos zigzagueantes en color negro. Este

elemento se prolonga hacia adelante con una franja blanca que se posa sobre la

rodilla del personaje, y hacia atrás con una larga franja blanca que termina con

unas barbas largas y conecta a este personaje con la escena central que se

encuentra bajo él. Es posible que todo este conjunto se trate del Ex o braguero del

personaje, del cual comúnmente caen dos bandas largas una hacia el frente y una

hacia atrás. Bajo la parte central de este elemento, situado en la cintura del

personaje, encontramos un segmento se su cuerpo: muy probablemente sus

glúteos; sin embargo, esta parte de su cuerpo se asemeja mucho al abdomen

prolongado de algunas especies de abejas.

Las piernas de este personaje se encuentran en posiciones diferentes,

mientras que su pierna derecha se encuentra flexionada con la rodilla tocando el

suelo en el que se posa. Después, la pierna se va hacia atrás y el pie derecho

tiene la punta en el piso y con el talón sostiene los glúteos. Mientras que la

izquierda tiene el pie firme en el cuello y la rodilla es cubierta por el brazo del

personaje.

En la espalda del personaje se ve una olla de cuello angosto con dos

marcas negras en el centro, de dos bandas negras, una vertical y una horizontal

que se curvan en los extremos. De la parte superior de la olla surge un insecto.

En el cuadrante A5, se encuentra un personaje de pie con las dos piernas

flexionadas. Este personaje tiene las características de un ser descarnado, pero

tiene las manos y los pies de jaguar. Su cabeza se encuentra de lado mirando

117
hacia la izquierda de la imagen, y se está parcialmente descarnada, y en todo su

rostro se observan manchas negras. Su boca es alargada, mucho más de lo

común: parece que está desdentado. De su frente surge una línea recta que

termina en un círculo, posiblemente un ojo fuera de su órbita. De la parte de atrás

de su cabeza surgen dos volutas que de curvan hacia los extremos.

Lleva sobre sus hombros una prenda muy similar a la que porta el jaguar

del cuadrante A3. En este caso, en la parte que cubre los hombres se observa un

poco de coloración rojiza, de igual manera que en el nudo del centro y así como

en la sección que cae hacia el frente.

Su brazo derecho se encuentra levantado a la altura de su cabeza, la

sección donde termina la prenda que cubre los hombros tiene un poco de piel

amarilla con manchas negras; después, es visible el hueso hasta el codo, donde

se flexiona hacia arriba y termina con la mano felina a la que se le ven tres dedos

con sus respectivas garras. Su brazo izquierdo esta flexionado hacia abajo a la

altura de la cintura. También tiene la mano felina; sin embargo, tanto ésta como el

resto de los elementos se mesclan en la imagen, por lo que no se pueden ver con

claridad.

Sus dos piernas están flexionadas; también se puede observan que en

ambos casos, en la parte superior, aún conserva un poco de la piel manchada que

se ve en otros sitios de su cuerpo. Los dos pies presentan la piel de jaguar y cada

uno tiene tres grandes garras. De entre sus piernas y desde su cintura surge una

118
cola amarilla con manchas negras que termina a la altura de sus pies con una

punta de color negro.

En el cuadrante A6, podemos ver un venado con algunas características

poco comunes. Entre ellas puede notarse que lleva a la altura de la cintura un

elemento ajeno al animal; en su pecho, otro elemento; y de su boca surge una

franja que se continúa hasta el suelo. Su cuerpo es blanco, pero presenta algunas

tonalidades rojizas.

El venado está de lado, y se encuentra parado sobre tres de sus patas.

Únicamente su pata delantera derecha se encuentra un poco levantada. La zona

de su ojo presenta una coloración obscura. En la parte media de su cuerpo se

observan tres elementos circulares anudados, que en los extremos terminan en

dos franjas delgadas y largas. Una de ellas se prolonga por el lomo del venado y

la otra, hacia atrás de sus patas traseras. En su pecho, este animal tiene medio

óvalo que puede dividirse en dos: en la parte alta de este elemento se puede ver

una franja delgada de color blanco; después, el resto de este elemento es de color

rojo, en su mayoría reticulado.

En el centro de este elemento hay una sección circular de color amarillo

claro. Bajo este último elemento se observa una figura blanca que a la mitad tiene

un círculo negro rodeado de un semicírculo negro. En extremo opuesto al círculo

negro, se puede ver dos pequeñas líneas blancas que se prolongan de la sección

central de esta figura. En la parte superior del elemento blanco, hace una curva en

forma de gancho y regresa hacia una de las líneas que sobresalen de su centro.

119
De la boca del venado surge una banda gruesa que se prolonga hacia

abajo y se curva hacía adelante un poco después de la altura de las patas. Este

elemento en su exterior es de color blanco y tiene líneas del lado izquierdo que se

prolongan hacia adelante en la mayoría de su trayectoria; en el centro es de color

rojo y tiene una forma reticulada; además, tiene tres elementos circulares de color

blanco con un pequeño círculo negro en su interior.

En la sección A7 podemos ver otro estandarte redondo. Éste se divide en

siete círculos concéntricos. El primer círculo se divide en dos segmentos. De

manera vertical, del lado derecho el segmento es de color rojo y del lado izquierdo

es de color blanco. En la parte central del primer círculo se observa un espiral de

color blanco. El segundo círculo es de color blanco y está dividido en diez

secciones por pequeñas líneas negras paralelas. El tercer círculo es de color

blanco y tiene en su interior ocho círculos blancos con el extremo superior o

inferior negro. El cuarto círculo es de color rojizo y no tiene divisiones. El último

segmento en su mayoría está hecho de barbas; sin embargo, tiene en su interior

cuatro elementos que se repiten dos veces cada uno. En la parte central superior

e inferior se encuentra un elemento en forma de “T” que en los extremos

superiores tiene un pequeño círculo negro y en el centro de la figura una línea

negra vertical un poco ondulada, que en su parte alta también tiene un círculo

negro. En la parte lateral de ambos lados se pueden observar dos huesos

cruzados de cada lado. En la parte superior derecha y en la parte inferior

izquierda, se puede observar una mano abierta de frente con un pequeño punto

120
negro en la parte inferior. Mientras que en la parte superior izquierda e inferior

derecha, se ve un objeto que podría tratarse de una mano de perfil.

En la sección que corresponde a A8 se encuentran dos series de glifos en

línea vertical.

En el extremo inferior izquierdo de la imagen, se encuentra la sección B1 en

la que se puede observar un personaje de pie, que se encuentra de perfil, mira

hacia el lado derecho de la imagen, y sostiene el estandarte que se encuentra en

A2. Lleva puestas muñequeras y tobilleras blancas. La mayoría de su tocado se

encuentra en la parte trasera de su cabeza y lleva puesto un faldellín de la cintura

hasta un poco más arriba de las rodillas.

Arriba de su frente se puede observar una banda gruesa de color rojizo,

sobre la que hay dos elementos redondeados más obscuros compuesto de líneas

negras, posiblemente sea su cabello. En la parte de atrás de su cabeza, se

observa un elemento similar a los anteriores, sólo que esta vez es un poco más

grande y es visible de manera más fácil la curva que marca. De en medio de este

elemento surge una figura en forma de “T” de color blanco; después de esta figura,

se ve una banda que se curva en forma de gancho. Del final del elemento obscuro

surgen dos bandas largas rectangulares que terminan con un corte curvo. En el

sitio donde se unen ambos elementos es posible observar como cae un conjunto

de círculos, posiblemente nudos, algunos de color blanco y otros de color negro.

Al final de los círculos, a la altura de la cintura del personaje, surge un pequeño

121
rectángulo blanco y al final de éste un conjunto de líneas en forma de barbas, que

caen hacia el final de la cintura del personaje.

El personaje lleva un faldellín que se puede dividir en tres grande

elementos: el primero, una gran franja a la altura de su cintura, tiene en los

extremos bandas segmentadas de color blanco y negro, una línea blanca entre

éstos y la sección central que, además de ser más gruesa que las demás, es de

color rojizo; un segundo compuesto por dos bandas gruesas que caen frente al

primero; y el tercero en la parte baja de la banda que se compone de múltiples

líneas delgadas que forman barbas largas que cubren parte del pubis y piernas del

personaje.

Su brazo derecho sostiene el asta en la parte alta y el izquierdo lo sujeta en

la parte inferior.

En la sección B2 se encuentra otro personaje antropomorfo de pie. Su

cuerpo se encuentra de frente, pero su rostro mira hacia el lado izquierdo. Sus dos

brazos se encuentran al frente y sus manos se toman a la altura de su sexo. Lleva

un tocado con la base amarilla y tres figuras blancas con la base redondeada y la

parte superior en punta, similar a los botones de las flores. Una de estas figuras se

encuentra en la parte superior del tocado, una un poco más atrás y la tercera, a la

altura de la nuca del personaje.

A la altura de su nariz, frente al personaje, se pueden observar un grupo de

elementos. Frente a su nariz sale un pequeño rectángulo en posición horizontal, y

arriba de éste se ve un elemento circular; ambos son de color amarillo obscuro, y


122
arriba de éstos se ve un pequeño rectángulo vertical de color amarrillo. Debajo del

primer elemento cae una larga banda hasta el codo del personaje, tiene

tonalidades amarillas y rojas.

Tiene una pequeña orejera formada por un rectángulo vertical que en su

parte más alta se curva hacia adelante y se encuentra con otro rectángulo vertical.

La posición que presenta es poco usual ya que se encuentra a la altura de la

mejilla; sin embargo, por su forma es muy posible que si se trate una orejera.

Sobre su cuello lleva puesto un pequeño collar sostenido por dos franjas

delgadas en los costados, que se juntan en un elemento circular en el centro.

Entre su pecho y su ombligo se observa un elemento blanco alargado que

se curva sobre si mismo en la última parte, muy similar a las vírgulas de la palabra

que aparecen contantemente en códices.

Bajo este elemento, podemos ver un largo faldellín que lleva puesto el

personaje. Esta prenda está compuesta de cuatro franjas horizontales y un vertical

en el centro. La primera franja horizontal no es muy gruesa, es de color blanco

amarillento y esta adornada con una línea negra y cuatro pequeños triángulos del

mismo color en la parte superior. La segunda franja es roja y sólo se ve

parcialmente, pues las manos del personaje la cubren. La tercera es de color

amarillo claro, es gruesa y en medio tiene dos líneas negras horizontales. Por

último, la franja inferior esta compuesta por muchas líneas verticales de color

negro que forman barbas a todo lo largo del faldellín. En el centro de la prenda, se

ve la franja vertical que es gruesa y se comienza bajo las manos del personaje; a
123
la altura de la última flanja horizontal tiene una línea horizontal ondulante y termina

con una pequeña división horizontal de color más oscuro que el resto de la

prenda. Bajo este elemento se observan las piernas del personaje, que están de

frente y presentan manchas negras.

Entre el cuadrante B1 y B2, en la parte inferior, se puede observar un jaguar

con rostro humano de perfil, que voltea hacia la derecha. La representación del

felino es bastante naturalista, el lomo es de color amarillo, mientras que su parte

inferior es de color blanco, tal y como sucede con los jaguares en la naturaleza.

Este personaje tiene tres de sus patas apoyadas en el suelo: las dos traseras y la

delantera derecha, la pata delantera izquierda se encuentra levantada.

Entre las peculiaridades de este personaje se encuentra que, a pesar de

que la mayoría del cuerpo es bastante naturalista, después del cuello del felino se

observa un rostro humano, perfectamente definido; posterior al cual surge la

cabeza del felino con las fauces abiertas, mostrando sus colmillos.

Frente al rostro humano de este último personaje, y del lado izquierdo del

ser antropomorfo de la sección B2, se observa una división formada por un gran

número de elementos redondeados con un apéndice alargado. Éstos están

sobrepuestos de dos en dos, y forman una gran línea vertical desde la parte baja

del estandarte que se encuentra en A2 hasta los pies del felino de B2. En los

extremos terminan con un cráneo que mira hacia el lado izquierdo de la imagen.

De la parte trasera de ambos cráneos surgen nuevamente las figuras

redondeadas de forma horizontal hacia el lado derecho y terminan con otros

124
cráneos, que esta vez miran hacia el lado derecho. La línea inferior se encuentra a

la altura del trono del personaje que está en B3, mientras que la superior lo cubre

en su totalidad, y se encuentra debajo del jaguar de A3. Del otro lado de la

escena central, entre el segmento B6 y B7, existe una figura igual; sólo que esta

vez, en lugar de cráneos, podemos observar cabezas humanas con cabello largo y

los ojos cerrados, las dos que se encuentran en la parte superior están de

volteadas y su cabello cae hacía abajo.

El personaje que aparece en la sección B3 se encuentra sentado con las

piernas cruzadas sobre un trono redondo recubierto con piel de jaguar, el cual está

colocado sobre una banca compuesta por una plataforma rectangular sostenida

por dos patas. Este personaje está de frente, pero su torso se encuentra volteado

tres cuartos hacía su izquierda.

Su tocado es bastante grade y complejo. Lo podemos dividir en tres

segmentos: el primero se encuentra justo sobre la cabeza del personaje, es una

banda de color blanco, de un grosor medio; sobre y detrás del primer elemento

surge un segundo que está compuesto por líneas negras que se anudan en la

parte alta del tocado con un circulo y un rectángulo horizontal, ambos de color

blanco; después de esta parte, se puede observar un circulo compuesto por líneas

negras similares a las partes bajas de esta sección del tocado -es muy probable

que toda la segunda parte del tocado se trate del cabello del personaje atado en

un chongo en la parte alta de su cabeza; el tercer elemento se encuentra detrás

de su cabeza y tiene una figura similar a la de un gran trapezoide -la parte más

125
corta de la figura se encuentra cerca de la cabeza del personaje y se va

ensanchando hacia atrás donde está la parte más larga. En el interior de esta

parte del tocado, se observan seis franjas diagonales que tienen tonalidades

rojizas, pero se alterna una obscura y una clara. En medio de estas franjas, se

observan dos bandas blancas que surgen de la parte trasera del peinado del

personaje y terminan en pequeñas barbas. Estas bandas son mucho más claras

que todas las demás, por lo que creo que se tratan de un elemento diferente pero

se sobreponen al tocado. De la parte más ancha del tocado, lo que podía ser la

base del trapezoide en la sección media, surgen cuatro bandas delgadas de color

blanco: dos de ellas suben y las otras dos caen. Las cuatro terminan en punta.

La nariz de este personaje tiene una coloración rojo claro y frente a ella se

encuentra una banda delgada, que comienza en su nariz y cae hasta la altura de

su rodilla. Lleva una orejera en forma de T y pintura facial bajo su ojo.

A la altura de los hombros, este personaje lleva puesta una prenda similar a

las que llevan puesta sobre los hombros otros seres en este mismo vaso. En la

parte superior está compuesta por una gruesa banda de color rojizo, que se anuda

a la altura del pecho. En esta ocasión, se ve de lado por la posición del pecho del

personaje; después, del nudo cae una banda del mismo color. La segunda sección

de esta prenda está compuesta por líneas rectas negras que forman barbas bajo

todo el primer elemento. El brazo derecho de este personaje se proyecta hacia

adelante y tiene la mano abierta, entablando una comunicación con el personaje

126
que se encuentra frente a él; mientras que su brazo izquierdo está colocado en

sus piernas. En ambos brazos lleva puestas muñequeras.

En su cintura porta un Ex de color blanco con manchas negras. La parte

superior es una línea delgada. De en medio de este elemento y entre las piernas

cruzadas del personaje, cae una banda gruesa que cubre esta parte. Frente a las

piernas del personaje, muy probablemente también parte de su braguero, se

observa una banda más delgada de color rojizo.

Las piernas del personaje están dobladas y se posan sobre un gran óvalo

recubierto de piel de jaguar. Este elemento no está completamente cubierto de la

piel, pues se observa hacia el centro del óvalo como termina la piel de jaguar y

queda únicamente un color blanco con dos líneas rojas, una en la parte media y la

otra en la parte inferior.

En la base de este óvalo muy probablemente estaría un rectángulo; sin

embargo, se sobreponen los entrelaces de la división entre la sección lateral y la

central. Esta misma división da la imagen de cubrir por completo al personaje,

tanto en la parte superior como en la inferior.

El personaje que se encuentra en la sección B4 es un ser totalmente

descarnado. Se encuentra de pie y mira hacia el lado izquierdo de la imagen,

entablando un contacto con el personaje sentado frente a él. En su mano derecha

lleva tomado por los cabellos una cabeza humana que levanta a la altura de su

rostro y en la izquierda lleva un arma.

127
El tocado de este personaje está compuesto por un rectángulo blanco con

pequeñas líneas negras en su interior, después se ven largas líneas negras que

se extienden y se curvan, muy probablemente el cabello de esta calavera. En la

parte alta del cráneo se observan dos círculos blancos de los cuales surge una

línea negra delgada que termina en punta. Parte del rostro de este ser está

pintado de color rojizo.

Como ya se había mencionado, con su mano derecha sostiene una cabeza

humana por los cabellos. Esta cabeza humana se encuentra de lado, y el ojo que

es visible permanece cerrado. De la parte baja surgen varias bandas amarillas con

puntos negros, muy probablemente se trate de la sangre que surge de la cabeza

decapitada. El brazo izquierdo se encuentra muy cerca de la pierna del mismo

lado, y en la mano izquierda lleva un arma compuesta por un rectángulo delgado y

largo que tiene en su parte superior un óvalo horizontal con los extremos en punta,

muy probablemente una piedra afilada.

De la zona de su estómago surgen dos volutas de color blanco y rojo: la

que se prolonga hacia la parte superior del personaje es más pequeña y tiene

forma espiral, mientras que la inferior, que cae hasta la zona de las rodillas del

personaje, es mucho más larga y se curva en varias ocasiones.

En su cintura es posible que también llevara un Ex; sin embargo, de ser así

sería del mismo color que toda la calavera, lo que hace difícil de percibir. A pesar

de lo anterior, se pueden observar tres bandas que surgen de su cintura, dos de

ellas lo hacen de la parte posterior de la cintura y se prolongan hacia atrás y hacia

128
abajo, dos están decoradas con cuadros blanco y rojos, que se intercalan; estas

dos bandas llevan la misma trayectoria, a la altura del filo del arma, un poco más

arriba de las rodillas del personaje. Una de ellas termina en breve mientras que la

otra prosigue su trayectoria hasta los pies del personaje. La otra línea es poco

visible porque sigue la trayectoria del brazo y luego la del arma que sostiene el

esqueleto; es muy probable que esta comience en donde se juntan el hueso del

fémur y la cadera. Esta banda se hace visible después de que termina el arma, lo

hace con un segmento blanco, después hay un círculo del mismo color y luego

continúa con una banda roja, que tiene hacia el final un segmento blanco.

Los pies de este personaje están posados en dos círculos: uno en cada pie,

que tienen pequeños círculos en su interior.

En la sección B5 hay otro esqueleto de pie. Se encuentra de lado y mira

hacia el lado derecho de la imagen; su brazo derecho está hacia abajo y su mano

sostiene un objeto formado por un rectángulo alargado en posición vertical,

sucedido por un círculo, sobre el cual surgen tres rectángulos, dos diagonales en

los extremos y el centro en vertical. Mientras que su brazo izquierdo toma su

cuello, lleva cargando un bulto que tiene sobre él hay un caracol.

El tocado de este personaje es plano en la parte baja y redondeado en la

parte superior, similar a la forma de un sombrero, arriba de éste se ubica un

rectángulo vertical dividido en dos por un círculo. Todo esto de color amarillo claro.

Sobre el círculo se observa un largo rectángulo blanco.

129
Sobre el cráneo del esqueleto se observan nuevamente dos círculos

blancos con apéndices alargados de color negro, es muy probable que se traten

de ojos sacados de sus orbitas, por la forma que presentan. Sin embargo, la

posición no nos ayuda a definirlos como tales.

Del orificio provocado por la falta de nariz surge una banda larga y delgada

de color blanco y con manchas negras con un círculo en el medio.

Sobre el cuello, este esqueleto lleva una banda roja que surge bajo su

cabeza y da vuelta regresando hacia su brazo derecho. Sobre su espalda se logra

ver un elemento rectangular que cae hasta dónde terminan sus costillas: es de

color blanco con manchas negras. El bulto que carga sobre su espalda es un gran

círculo con una pequeña franja externa de color blanco y todo el interior

cuadriculado. Sobre este bulto, se observa un caracol marino con la punta que se

curva hacia el lado izquierdo de la imagen.

Este personaje lleva un faldellín. En la parte superior del mismo se ve una

banda larga que se prolonga y anuda hacia adelante, es de color rojo claro y las

dos bandas de caen del nudo tienen en el extremos una pequeña sección blanca.

El resto de la prenda esta hechas con barbas que son más largas en la parte de

atrás que en la de adelante. De entre sus piernas surge una larga banda con un

círculo arriba de las rodillas del personaje, que tiene segmentos rojo claro y

blancos. Las rodillas del personaje parecen estar sustituidas por dos figuras de

caracoles cortados; aunque es posible que se trate de una forma distinta de

130
representar el hueso de la rótula. Si es así la forma similar a la del caracol sería

una coincidencia.

El personaje que se encuentra en la sección B6 está de perfil y permanece

sentado, observa al ser descarnado frente a él, con el brazo derecho apunta en

dirección del esqueleto, y sostiene con esa mano un objeto formado por un

rectángulo horizontal de color blanco. Detrás de él se ve un gran círculo,

compuesto de una delgada línea blanca y con el centro amarillo rojizo. La exterior

está decorada por triángulos negros formados por pequeñas líneas horizontales

de color negro, la base de estos se encuentra más cerca del exterior del círculo.

Su tocado está compuesto por una cabeza animal con la boca abierta, de la

cual surgen dos volutas: la superior más pequeña que la inferior. Este rostro

zoomorfo tiene manchas de color negro. Sobresale una línea del mismo color que

las motas que recorre la parte superior del ojo y se extiende hacia delante hacia la

nariz. En la parte superior de la cabeza del animal hay un conjunto de elementos

asociados a ésta, todos de color blanco. En la parte inferior un rectángulo

alargado, forma la figura de un hueso interrumpido por un círculo en el medio, que

tiene a su vez un pequeño círculo negro. Sobre este círculo se ve una línea

vertical que tiene un apéndice que se prolonga de manera perpendicular a esta

línea. Tanto la línea como el apéndice terminan con una pequeña línea

perpendicular a ellos. En el espacio interior, entre la figura que surge del circulo y

la que lo atraviesa, salen cuatro bandas alargadas, dos de ellas se prolongan

hacía la espalda del personaje y las otras dos hacen una curva hacía arriba.

131
El rostro del personaje tiene una línea negra horizontal a la altura de sus

ojos, marcas negras en su mejilla y lleva una orejera en forma de “T”.

La prenda que cubre sus hombros está compuesta de varias partes: la

sección superior tiene dos líneas horizontales de color blanco, entre las cuales se

encuentra una banda formada por cuadros blancos con las orillas negras. Debajo

de este conjunto se ven barbas de color negro que cubren el pecho del personaje.

En la zona central de esta prenda se observan dos rectángulos de color blanco

con una línea roja cada uno.

Lleva puestas muñequeras en ambos brazos. Éstas son de color amarillo

claro y tiene pequeñas cuadros en su interior. A la altura de su cintura lleva puesta

una prenda redondeada en los extremos que cubren sus rodillas y formada por

seis franjas verticales en el centro. Este personaje está sentado con las piernas

cruzadas; son visibles sus pies. Su asiento es de forma ovalada y la parte superior

es de un tono rojizo. La parte inferior es blanca; sin embargo, no se observa por

completo ya que la línea que es cubierta por los círculos que dividen la escena

central de las laterales. Debajo de estos se observan las patas del asiento, esta

vez tiene forma ovalada en posición horizontal.

En la sección B7, después de la división de los círculos superpuesto con las

cabezas humanas que se explicó con anterioridad, se encuentra un personaje de

pie y de perfil. Con su brazo derecho se acerca al personaje sentado frente a él y

con la izquierda sostiene un arma con dos filos.

132
En la parte superior, el personaje tiene una cabeza de un animal peludo con

una nariz cuadrada. Su pelo es de color amarillo claro y tiene la boca abierta. En la

parte inferior trasera de la cabeza animal, se observa un pequeño círculo al que

suceden dos rectángulos: uno pequeño y blanco que se prolonga hacia atrás del

personaje, y otro con una coloración rojo claro que cae hacia la espalda del

personaje; éste último es más fino en su principio y se ensancha conforme se aleja

de la cabeza del personaje. En el final de esta banda tiene una sección blanca.

Sobre la frente, el personaje lleva puesta una banda de color blanco.

Su rostro presenta una coloración negra en la zona del ojo y sobre la boca,

ambas en forma de círculo. Lleva una orejera redonda, de cuyo centro se prolonga

hacia adelante una línea blanca delgada.

A la altura de los hombros se observa una larga banda compuesta por dos

líneas laterales lisas y la parte central decorada con cuadrados. Los signos que se

encuentran en el interior de los cuadrados no se distinguen con facilidad; sin

embargo, los primeros tres tienen las esquinas superiores e inferiores de color

negro y con un punto blanco y en el centro del cuadrado un punto negro -lo que

forma una cruz, muy similar a la figura del quincunce en el centro de México. Esta

prenda cae hasta los pies del personaje, y en la parte interior de la misma

presenta barbas de color negro.

Este personaje lleva puesto un Ex, compuesto de una banda muy gruesa

que cubre toda la zona de la cintura del personaje. Esta prenda es, en su mayor

parte, de color amarillo claro; sin embargo, en los extremos superior e inferior se

133
observa una línea roja horizontal de cada lado, y un poco más abajo del centro se

pueden ver dos líneas horizontales negras paralelas.

En su mano izquierda este personaje sostiene un objeto: compuesto de un

rectángulo vertical alargado de color rojo claro. En la parte superior de este

rectángulo se observan dos objetos ovalados con los extremos en punta; éstos

fueron colocados de forma horizontal y paralela entre sí. Una de las puntas de

ambos, se encuentra representada del otro lado del rectángulo, por lo que

atravesarían el mismo. En la parte superior del rectángulo se observa un elemento

circular, de cuyo interior surgen dos bandas rectangulares de color blanco, que se

prolongan hacia abajo, llagando a tocar el piso. Es muy probable que este

elemento sea un arma con dos filos de pedernal incrustados en una madera con

una tela en la parte superior como contrapeso u ornamento.

Por último, el personaje que está en la sección B8 se encuentra de lado,

mira hacia el lado izquierdo de la imagen, y sostiene el asta del estandarte que se

encuentra en el segmento A7, con ambas manos. Lleva puestas muñequeras y

tobilleras blancas.

La parte superior del tocado de este personaje es un óvalo horizontal

formado por muchas líneas negras, muy probablemente su cabello. De la parte

inferior trasera de este segmento surgen dos bandas rectangulares blancas: una

pequeña que se prolonga hacia arriba y la otra más larga que cae hacia la espalda

del personaje. Un tercer elemento surge del mismo sitio. Esta parte está

compuesta por ocho círculos blancos, que forman una línea descendente, para

134
después terminar en un rectángulo ancho de color negro. Debajo de la parte alta

de su tocado compuesta por el óvalo de líneas negras, se puede observar un

cuadrado de color blanco de que posiciona sobre la cabeza del personaje.

El rostro del personaje se encuentra de perfil. Al igual que la totalidad de su

cuerpo, alrededor de su ojo se observa un contorno rojo a su alrededor. En la

parte de atrás de su cabeza se observa su cabello y en dirección de su rostro un

circulo y un rectángulo largo que componen su orejera.

Bajo su cuello, cubriendo sus hombros, lleva puesta una prenda formada

por dos líneas horizontales, una blanca y una negra, y nueve líneas, cinco negras

y cuatro blancas, en posición vertical, y acomodadas de manera intercalada. Más

abajo a la altura de su estómago, lleva puesta lo que podría ser una faja. Ésta se

encuentra compuesta de una banda gruesa de color blanco que cubre al

personaje a la altura de su ombligo y dos bandas que tienen color rojizo en la

parte superior, y blanco en la parte final.

Este personaje también lleva puesto un faldellín, que en la parte superior a

la altura de la cintura del personaje se compone de una línea horizontal por siete

cuadros blancos y en la parte inferior por múltiples líneas de grosor medio, en

posición vertical, de color blanco con el contorno en negro. Estas líneas forman las

barbas que componen la mayoría del faldellín. Por debajo de la parte trasera de su

faldellín surgen tres rectángulos alargados de color blanco: el primero tiene la

misma dirección que su pierna izquierda, el segundo se encuentra un poco más

135
arriba y tiene una trayectoria diagonal con respecto al primero, y el último se

encuentra más arriba hace una curva terminando muy cerca del segundo.

136
Descripción formal vaso K2942

Este es un vaso polícromo, que tiene 18.2 centímetros de alto, 10.5 de

diámetro y 32 de circunferencia. En el exterior del vaso está decorado con una

escena delimitada en la parte superior e inferior por bandas de color rojo. El fondo

de la imagen es amarillo claro. En la parte superior, después de la franja roja, se

observan nueve glifos; sin embargo, es visible que se han perdido por lo menos

tres más. Sobre la banda roja inferior, se encuentran dos líneas negras delgadas

con un espacio entre ellas. Éstas sirven como suelo para los personajes que

ocupan la parte central de la imagen en el vaso.

La escena está compuesta por cuatro personajes: tres de ellos son

humanos y el cuarto es un jaguar. Al igual que el vaso anterior su forma cilíndrica

nos permite distintas secuencias de lectura, en este caso es posible iniciar con

cualquiera de los cuatro personajes y terminar con el personaje contrario al que se

ha iniciado la lectura. Para evitar este problema, haré la descripción, numerando a

los personajes del uno al cuatro de izquierda a derecha, a partir de la imagen

tomada por Justin Kerr de este vaso.

Los tres seres humanos comparten algunas características: tienen el cuerpo

de frente pero su cabeza de perfil, llevan tocados similares. Al parecer el tocado

es la cabeza de un ser narigudo que únicamente presenta la mandíbula superior

los dientes de este ser se encuentran justo sobre la cabeza de los personajes

antropomorfos. Esta figura del tocado se encuentra de perfil, por lo que solo se

137
aprecia unos de sus ojos que tiene forma de U y su pupila es de color rojo. En la

parte superior trasera de la cabeza-tocado surge un punto rojo, seguido por dos

volutas del mismo color y un elemento vegetal; mientras que al frente de su nariz,

se alcanzan a percibir tres pequeñas bandas blancas.

Los tres seres humanos tienen frente a su nariz un trozo de tela anudado

en el centro, que tiene los extremos y la parte central de color rojo. Todos los

personajes, en este caso incluido el jaguar, llevan puestas muñequeras y tobilleras

blancas con dos puntos rojos en la parte superior, y otros dos en la parte inferior;

una línea roja horizontal divide los puntos superiores de los inferiores. Los tres

seres humanos llevan puesto un braguero o Ex y parte del resto de su vestimenta

es blanca decorada con círculos rojos.

La pierna izquierda de los personajes antropomorfos está doblada hacia

arriba tocando el suelo de ese lado solo con la punta del pie, posición identificada

con la actividad de danzar. 113

Entendiendo estas similitudes, a continuación se describirán las

particularidades de cada uno de los personajes que vemos en la imagen, tomando

en cuenta los elementos que ya se han explicado anteriormente.

El personaje número uno que puede verse en el extremo izquierdo de la

imagen y presenta las siguientes peculiaridades: en su tocado-cabeza, de las

volutas y forma vegetal, surgen otras tres bandas largas de color grisáceo que

113
Matthew, Looper , To Be Like Gods: Dance in Ancient Maya Civilization, Texas, University of
Texas, 2009.

138
caen hacía su espalda, y una cuarta que baja en la primera mitad y luego da

vuelta hacia arriba. Debajo de estas cintas se observa una tira de color negro,

posiblemente el cabello del personaje, interrumpido por tres círculos blancos,

continuando hasta pasar por atrás de su brazo izquierdo.

Tiene orejeras alargadas y es visible una oreja de jaguar entre el rostro y el

tocado. Sobre los hombros lleva puesta una prenda que tiene dos franjas negras y

en medio una blanca, que tiene pequeñas barbas en la franja inferior; ésta se

encuentra anudada a la altura del pecho por dos bandas rojas.

Su brazo derecho baja hacia su estómago, por lo que su mano está en este

sitio haciendo un ademán o quizá sosteniendo otro objeto poco visible en la

imagen. Por otro lado, el brazo izquierdo lo tiene levantado más arriba de donde

termina su tocado, y en su mano sostiene una figura redonda con pequeños

círculos en su interior identificada con el glifo Tun o piedra. En la parte baja de su

cuerpo lleva un complejo atuendo, sostenido en su mayoría por una figura

alargada blanca, aparentemente firme, que cruza por su espalda hasta sobresalir

a ambos los lados del personaje. Al final, de cada lado se observa un círculo

blanco con una línea negra que sale del centro a uno de los extremos, como

suelen representarse los huesos. Ésta puede estar anudada por enfrente a la

altura del estomago. En el caso de este primer personaje, el nudo estaría

compuesto por dos bandas: una blanca y una roja. Existe la posibilidad de que

ambas hayan sido rojas y se haya perdido el color de una; pues en el segundo

personaje es más visible el nudo y la coloración de ambas bandas es roja.

139
De los extremos del elemento blanco que pasa por su espalda se sostienen

dos cintas rojas que unen la forma blanca con una figura similar a una estrella, la

cual tiene tres picos en la parte superior y dos en los extremos inferiores; de la

parte media caen tres cintas hacia el piso. En el centro, se observa una cinta roja

anudada, al parecer la misma que se une con el elemento blanco. La cinta roja

entra por la mitad de la figura de estrella y se anuda por el frente, tanto las

estrellas como las cintas son de color blanco con puntos rojos.

A la altura de su cintura, frente a su braguero, se ve un círculo de color

blanco con manchas rojas rodeado de pequeños círculos rojos delineados de color

negro. Al igual que los elementos laterales, se observa una cinta anudada en la

parte central, que posiblemente lo sujeta a la cintura del personaje. Por último,

tiene y dos bandas que cuelgan del centro, también de blancas con puntos rojos.

El personaje numero dos tiene un atuendo muy similar al del personaje uno,

por lo que únicamente aludiré a las diferencias: las distinciones de este segundo

sujeto se encuentran principalmente en los elementos que lleva en las manos, la

posición de sus brazos, el orden de las figuras que aparecen en su vestimenta, y

algunos otros detalles.

Entre estos detalles observamos que, en este segundo caso, el personaje

no lleva las bandas grisaseas que surgen de su tocado, no tiene la oreja de jaguar

y no lleva la prenda sobre los hombros.

En lugar de dicha prenda, porta un collar que es sostenido por dos bandas

blancas en el cuello, que tienen una franja negra en el interior; a la altura del
140
pecho, el collar tiene una forma redondeada blanca con un semicírculo negro, en

forma de gancho, tres círculos rojos en cada lado y tres nudos blancos después de

los círculos rojos.

El brazo derecho de este segundo personaje se encuentra estirado hacia el

suelo y con la mano derecha sostiene una olla con signo de Ak’ ab, obscuridad.

Esta olla presenta dos peculiaridades: primero una agarradera que ayuda al

personaje a sostener la cerámica; y segundo, en la parte inferior de la misma se

encuentran tres elementos que parecen ser vegetales.

El brazo izquierdo está en la misma posición que el personaje anterior,

dirigiendo el brazo hacia arriba flexionado levemente. En su mano izquierda

sostiene una tela blanca con puntos rojos; este mismo elemento se torna hacía

atrás y después toma una forma distinta, se observa una franja roja después unos

puntos blanco y una línea vertical roja. Todo esto en conjunto compone el mango

de un cuchillo que el mismo personaje introduce en su cuello. El cuchillo a la

mitad, en la parte superior, tiene dos semicírculos negros, seguidos por dos

semicírculos blancos y dos puntos negros, similares a la parte superior del glifo Ak’

ab. En la cintura del personaje, tiene la “estrella” de cinco picos, y en contraste en

los laterales se ve la misma forma que tiene el personaje uno frente a su Ex.

El personaje tres lleva en su mayoría una indumentaria distinta a los dos

anteriores; sin embargo, conserva el elemento frente al Ex en forma de círculo que

lleva el primer personaje. Lo más seguro es que el tocado fuera el mismo que los

anteriores; a pesar de que en su mayoría se perdió, han quedado pequeños

141
rastros que se asemejan a los otros dos tocados. Lleva un collar igual que el que

tiene el personaje dos.

A diferencia de los otros dos seres humanos, este personaje lleva puesta

una capa de color café y le llega a los tobillos. Comienza en los hombros con tres

bandas, dos negras en los extremos y una blanca en medio, esta capa tiene

cuatro insectos, dos en su interior del lado izquierdo de la imagen y dos en su

exterior del lado derecho. Entre los dos insectos que se encuentran en el interior

de la capa, podemos observar un par de líneas gruesas blancas que se

entrecruzan en el centro y que en los extremos terminan en círculos de color rojo,

forma como suelen representarse los huesos.

Las abejas en este vaso son diferentes a las anteriores: son de color rojo

con alas negras, un poco más grandes de tamaño y con unas patas claramente

definidas. Además de las abejas antes mencionadas, se encuentra otra en la

mano derecha del personaje, mientras que con la izquierda sostiene una olla igual

a la del personaje dos solo que más pequeña, lo que posiblemente no nos deja ver

el signo de su interior.

Las abejas que vemos en esta cerámica tienen similitudes con dos especies

de abejas que existen en la zona maya: la Scaptotrigona pectoralis, 114 que

presenta algunas características que coinciden con la imagen, tales como el tipo

114
Ricardo, Ayala, “Revisión de las abejas sin aguijón de México” Op. Cit.

142
de alas, el color del insecto y la cabeza negra; y la Oxytrigona mediorufa, 115 pues

esta especie presenta el color rojo.

Por último, el cuarto personaje es un jaguar. Su cuerpo se encuentra

invertido, la cabeza y las patas delanteras se encuentran en la parte inferior;

mientras que las patas traseras se juntan en la parte superior. De su cabeza

surge un motivo vegetal que termina con una flor blanca. En su cuello tiene dos

franjas rojas que se anudan en el pecho. Está rodeado en su totalidad por fuego, y

tiene las mismas muñequeras y tobilleras que llevan los demás personajes.

Los glifos son parte de la secuencia estándar primaria, que usualmente

trata sobre la dedicación del vaso, su dueño y en ocasiones la sustancia que

contenía. Es por esto que no aporta información sobre el contenido de la escena,

sino del contexto del vaso. La lectura de David Moran de los glifos de esta

secuencia, como parte del proyecto “The Primary Standard Sequence (PSS):

Database Compilation, Grammatical Analysis, and Primary Documentation” solo

identificó pocos glifos, por lo que no es posible extraer datos relevantes para esta

investigación. 116

115
Ibidem.
116
David, Mora Marín, “The Primary Standard Sequence: Database Compilation, Grammatical
Analysis, and Primary Documentation With Addenda: Description of Digital Database of PSS Texts
&& Database of PSS Texts”. 2004 en
(http://www.famsi.org/reports/02047es/PSSdbase02047es.pdf)

143
Descripción formal vaso K6508

El vaso K6508 (fig.4) ha sido catalogado como un vaso policromo por Justin

Kerr; sin embargo, dentro de su base de datos no se encuentran las medidas del

mismo. 117 Perteneció posiblemente a la zona de Uaxactún. 118 El fondo es de color

amarillo claro, y en la parte superior e inferior encontramos bandas rojas. Después

del segmento rojo de arriba, son visibles 14 glifos en color rojo que se están

separados del resto de la escena por una línea roja con bordes negros. Estos

glifos pertenecen a la secuencia estándar primaria.

Al igual que los casos anteriores, este recipiente es cilíndrico; por lo que la

descripción de la imagen, puede realizarse comenzando en casi cualquier punto.

Es por esto que la siguiente descripción está basada en la fotografía tomada por

Justin Kerr, numerando a los personajes del uno al cuatro y de izquierda a

derecha.

En la parte inferior de los glifos se observan cuatro personajes de pie, con

el cuerpo de frente y la cabeza de perfil; todos tienen su pierna derecha

visiblemente flexionada, y la izquierda erguida o ligeramente flexionada. El pie

117
Justin,Kerr, en (research.mayavase.com)
118
David, Mora Marín, “The Primary Standard Sequence: Database Compilation, Grammatical
Analysis, and Primary Documentation With Addenda: Description of Digital Database of PSS Texts
&& Database of PSS Texts”. 2004 en
(http://www.famsi.org/reports/02047es/PSSdbase02047es.pdf)

144
derecho sólo toca con la punta el suelo, mientras que el izquierdo se encuentra

apoyado en su totalidad. Este tipo de posición se asocia con la danza. 119

Los tres primeros personajes portan capas, muñequeras y tobilleras

blancas; tanto las muñequeras como las tobilleras presentan dos franjas

horizontales negras en la parte central que forman una franja blanca. Los tres

personajes llevan tocados alargados de la parte inferior y un poco abultados en la

parte superior De igual forma los cuatro personajes llevan puestas orejeras

redondas, con el centro de color amarillo con manchas negras.

El personaje número uno tiene un tocado complejo de color rosa-purpura,

que podemos dividir en cuatro elementos: uno al interior del tocado, otro que lo

rodea, un tercero que sobresale hacia arriba y hacia atrás, y el cuarto que surge

del interior del tercero y se prolonga hacia adelante del personaje. Parte del

tocado presenta pequeños puntos negros y, en algunos sitios, podemos ver

puntos rojos.

El primer elemento comienza con una sección vertical pequeña que en la

parte superior tiene color rojo; después, ésta se une con una sección horizontal

que da vuelta y termina en otra parte vertical. El segundo cubre al primero por la

parte de atrás y presenta la misma forma, pero se diferencia del primero por una

línea negra que los divide; además, este segundo elemento, tiene en su interior

más puntos negros. El tercero se encuentra justo sobre la cabeza del personaje y

119
Matthew, Looper, To Be Like Gods: Dance in Ancient Maya Civilization, Texas, University of
Texas, 2009.

145
está dentro del primero, por lo que sigue su forma, pero se caracteriza por tener

en el centro una línea vertical blanca; mientras, en la parte alta, sigue la forma

horizontal del elemento uno, dando la forma de una curva blanca de la cual surge

el cuarto elemento. El cuarto elemento tiene dos bandas largas que surgen del

interior del tocado y se prolongan hacia adelante, para después hacer una curva

descendente hacia el frente del personaje. Una de las bandas es más delgada que

la otra.

Este primer personaje lleva una capa de color obscuro, aparentemente

purpura; en los bordes y en la sección que cubre el pecho de este individuo, es

visible en la capa un color amarillo con manchas negras. Debido a esto, es posible

deducir que la capa se compone de dos elementos: por fuera, piel de jaguar y por

dentro, una tela lisa de color purpura. Del centro del pecho cuelgan cuatro tiras

rojas, que podrían tratarse de un solo elemento dividido. Lleva un Ex con cintas

gruesas de color rojo. Su brazo derecho lo tiene extendido hacia abajo, y el

izquierdo lo tiene un poco encogido; esto hace que sus hombros estén en

diagonal. Detrás de su brazo izquierdo, se puede observar una figura delineada de

negro; podría tratarse de un rostro que mira hacia el lado derecho de la imagen

con un tocado cuadrado y una nariz picuda.

El personaje numero dos también lleva un tocado poco común: en la parte

inferior y hacia los extremos es largo y delgado, mientras que en el centro se

abulta, similar a un caparazón de tortuga. La parte central está dividida en dos

partes por una línea negra; en la parte superior, se observa un decorado amarillo

146
con manchas negras. De la parte superior de esta sección del tocado, surge una

banda blanca en forma de L; la sección más corta es la que se encuentra en

vertical, mientras que la parte más larga se prolonga hacia la espalada del

personaje. En la parte inferior del tocado, se observa una forma tubular de color

blanco con manchas que pareciera surgir entre el tocado y la cabeza del

personaje; ésta se extiende hacia adelante en una pequeña curva y termina en

color negro. Esta parte del tocado se asemeja a la entrada de algunas colmenas

de abejas nativas especialmente las del genero Trigona. 120

Como parte de su atuendo, lleva en el pecho un pequeño pectoral de color

blanco que tiene en el centro un círculo, dos bandas a sus lados y en los extremos

tres nudos. Además, tiene una capa similar a la del primer personaje; pero el

interior, esta vez de color blanco y en las orillas de la misma se percibe un color

atigrado. Entre su cabeza y su cuello se pueden observar dos figuras ovaladas;

muy posiblemente se trate de un par de alas que salen de la parte posterior de su

cuerpo. Sin embargo, por la posición de la imagen, se encuentran en el costado

derecho: éstas tienen el mismo color y forma que las de los insectos que lo

rodean.

Su braguero o Ex tiene cuatro partes: una que se sostiene a la cintura, una

banda que cae hacia adelante y se curva a la izquierda de la imagen, otra que cae

hacia atrás y una última que surge de su entrepierna y se prolonga hacia la

120
Miguel, Guzmán, et al. , Manejo de abejas nativas en México: Melipona beecheii y
Scaptotrigona mexicana, Chiapas, Ecosur, 2011.

147
derecha del lado del primer personaje. La banda de la cintura y la que se extiende

hacia adelante son de color blanco; esta última termina con un círculo del mismo

color. Mientras que la franja que cae hacia adelante y la que cae hacia atrás son

de color rojo.

Este segundo individuo lleva en una mano una abeja y en la otra un

recipiente con agarradera; la abeja, al igual que las demás que se representan en

este vaso, es de color blanco, tiene alas atigradas y en la punta de su cola una

mancha negra; su cabeza, de gran tamaño, es blanca con un punto negro en su

interior. Estos insectos tienen ocho patas en lugar de seis patas, lo que los haría

arácnidos; sin embargo, las alas hacen evidente que no lo son: podría tratarse de

un error del dibujante.

Además de la abeja que sostiene en su mano, este personaje esta rodeado

por cinco abejas más: dos ellas se encuentran del lado derecho, otras dos del lado

izquierdo y una más en la parte superior de las alas del personaje, esta última se

encuentra parcialmente pérdida. De modo tal que tenemos seis abejas en la

escena que sobresalen por su tamaño: mucho más grande a las de otras

representaciones.

Además de sostener una abeja en su mano derecha, localizada a la altura

de su cabeza, este personaje lleva una olla con asa en la mano izquierda. Esta

olla de color café rojizo cuenta con un asa que de la que la sostiene el personaje.

El personaje tres tiene un tocado de color café obscuro. Éste se compone

de tres elementos: el primero en la parte inferior es un rectángulo delgado y


148
alargado, en el centro se observa un segundo elemento del mismo color que tiene

la forma de medio ovalo, y de la parte superior surge el tercer elemento que

consiste de seis bandas de color blanco que caen hacia atrás del personaje. Bajo

este tocado se observa una sección en color negro, muy posiblemente el cabello

del personaje. En la frente tiene un elemento en forma de E curveada y con los

extremos en punta, muy posiblemente se trate de las astas de un venado. Tiene

una orejera negra con un punto negro en su centro, de atrás de ésta surge una

orejera alargada de color blanco, característica de las representaciones de

venado.

Lleva una capa similar a los personajes anteriores, el interior es morado y el

exterior también es amarillo con manchas; sin embargo, en esta ocasión se

pueden ver círculos blancos alrededor de toda la capa: en el interior de estos se

ven dos líneas negras, por lo que es posible que se traten de conchas. La

coloración del exterior es visible en los hombros, en este caso las manchas negras

predominan sobre el amarillo del fondo. En el centro, y quizás uniendo ambos

lados de la capa a manera de broche, se observa un círculo blanco con pequeñas

protuberancias, que tiene el mismo color atigrado en el interior y un punto blanco

en el centro: éste está a la altura del pecho del personaje. En la parte inferior de

esta sección de la capa, la tela tiene barbas. Y bajo el posible broche cuelgan dos

bandas rojas.

Este personaje lleva un faldellín blanco con dos bandas en la cintura y entre

diez y doce segmentos que caen hacia abajo. A la altura de su sexo, en el centro

149
del faldellín, tiene un círculo blanco que, a su vez, en el centro tiene un pequeño

círculo rojo. El resto del círculo tiene manchas rojas. Debajo de éste se observa un

rectángulo blanco, igualmente con manchas rojas; después tres pequeñas bandas

rectangulares blancas en posición horizontal, con un círculo blanco en el medio

cada una y por último un rectángulo blanco con manchas rojas.

Con su mano derecha, este personaje se lleva a la boca un caracol marino,

usado como instrumento musical. Mientras que en la izquierda sostiene un cuchillo

de tres filos y mango redondo.

Por último, el cuarto personaje parece ser un jaguar. Sin embargo, ni su ojo

ni su boca son los de un felino: puede observarse el ojo y la boca humanos. De

ahí en fuera, todo el resto del cuerpo parece ser un jaguar.

En lugar de tocado, sale de su frente un motivo vegetal que se bifurca en

dos partes. Además de su orejera redonda de color blanco con el interior atigrado,

cuelga de su pecho un pectoral en forma de estrella con los bordes blancos, el

interior amarillo con manchas y un punto blanco en el centro. Sus hombros los

cubre un textil de color purpura, parece que se anuda en el centro y caen dos

bandas gruesas del mismo color.

Lleva un Ex también de color purpura: la parte que rodea la cintura es muy

delgada, y la franja que cae hacia el frente es gruesa y tiene la forma de un

cuadrado. En su mano derecha sostiene un elemento largo: la primera parte es

delgada, larga, de color café rojizo, de forma rectangular y se encuentra en

posición vertical; después, tiene un pequeño rectángulo horizontal del mismo


150
color. Más abajo, caen cuatro pequeñas bandas blancas que parecen tener

pliegues, y por último bajo éstas, otras tres bandas de forma similar, pero más

largas.

151
Apéndice
121 III: Imágenes de los vasos mayas del
periodo Clásico citados. (Colección fotográfica de Justin
Kerr)

121
El orden de los vasos que se presentan a continuación no corresponden a su aparición dentro
del texto, sino a la numeración de Justin Kerr asignada a las piezas.

152
K556

Figura 5

K1081

Figura 6

153
K1230

Figura 7

K1652

Figura 8

154
K2284

Figura 1

K2286

Figura 9

155
K2794

Figura 10

K2942

Figura 3

156
K3312

Figura 11

K3702

Figura 12

157
K3924

Figura 2

K5070

Figura 13

158
K6508

Figura 4

K8727

Figura 14

159

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