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Revista de Extension de La FFyH-UNC
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Revista de Extension de La FFyH-UNC
8 | Año 2021
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Secretaría de Extensión
Facultad de Filosofía y Humanidades
Uiversidad Nacional de Córdoba
Pabellón Brujas - Ciudad Universitaria
Córdoba (5000)- Argentina
Teléfono: (0351) 5353610 int. 50300 / 50035
Correo electrónico: revistaemase@gmail.com
https://ffyh.unc.edu.ar/extension/
Diseño
Sofía Morón
Ilustración de portada
Daana Banana
Corrección
Georgina Ricardi
ISSN 1853-8088
Licencia Creative Commons
2
N° 11 | Vol. 8 | Año 2021
3
Coordinación del Dossier
Sandra Cevilán (Escuela de Enfermería. Facul- Valeria Nicora (Facultad de Ciencias Sociales.
tad de Ciencias Médicas. Universidad Nacional Universidad Nacional de Córdoba)
de Córdoba)
Comité editorial
Andrea Giomi (Escuela de Archivología. Fa- José María Bompadre (Departamento de
cultad de Filosofía y Humanidades. Universi- Antropología. Facultad de Filosofía y Huma-
dad Nacional de Córdoba, Argentina) nidades. Universidad Nacional de Córdoba,
Argentina)
Carla Eleonora Pedrazzani (Departamento de
Geografía. Facultad de Filosofía y Humanida- Julia Monge (Escuela de Enfermería. Facultad
des. Universidad Nacional de Córdoba, Ar- de Ciencias Médicas y Escuela de Filosofía.
gentina) Facultad de Filosofía y Humanidades. Univer-
sidad Nacional de Córdoba, Argentina)
Celeste Maldonado (Escuela de Bibliotecolo-
gía. Facultad de Filosofía y Humanidades. Uni- Liliana Pereyra (Escuela de Historia. Facultad
versidad Nacional de Córdoba, Argentina) de Filosofía y Humanidades. Universidad Na-
cional de Córdoba, Argentina)
Eduardo Mattio (Escuela de Filosofía. Facul-
tad de Filosofía y Humanidades. Universidad Marina Yazyi (Escuela de Ciencias de la Edu-
Nacional de Córdoba, Argentina) cación. Facultad de Filosofía y Humanidades.
Universidad Nacional de Córdoba, Argentina)
Flavia Romero (Escuela de Ciencias de la Edu-
cación. Facultad de Filosofía y Humanidades. Sofía De Mauro (Escuela de Letras. Facultad
Universidad Nacional de Córdoba, Argentina) de Filosofía y Humanidades. Universidad Na-
cional de Córdoba, Argentina)
Georgina Ricardi (Secretaría de Extensión. Fa-
cultad de Filosofía y Humanidades. Universi-
dad Nacional de Córdoba, Argentina)
Comité académico-extensionista
Antônio Cruz (UFPel, Brasil) María das Dores Pimentel Nogueira (UFMG,
Brasil)
Carlos Santos (UdelaR, Uruguay)
María Inés Peralta (UNC, Argentina)
Daniel Maidana (UNGS, Argentina)
María Noel González (UdelaR, Uruguay)
Eugenia Aravena (AMMAR-Córdoba,
Mario Barrientos (UNC, Argentina)
Argentina)
Néstor Cecchi (UNMdP, Argentina)
Humberto Tommasino(UdelaR, Uruguay)
Olga Silvia Ávila (UNC, Argentina)
Lucas Crisafulli (NEISeD, UNC, Argentina)
Susana Andrada (UNC, Argentina)
Lucía Robledo (UNC, Argentina)
Valeria Grabino (UdelaR, Uruguay)
Marcela Pacheco (UNC, Argentina)
Viviana Macchiarola (UNRC, Argentina)
4
Comité de arbitraje
Alberto Canseco (Universidad Nacional de Macarena Peruset (Universidad Nacional de
Córdoba, Argentina) Córdoba, Argentina)
Bárbara García Godoy (Universidad de Bue- Mariana Abadie (Universidad Nacional La Pla-
nos Aires y Universidad Nacional Arturo Jau- ta, Argentina)
retche, Argentina)
Natalia Becerra (Universidad Nacional de
Fabricio Oyarbide (Universidad Nacional de Córdoba, Argentina)
Mar del Plata, Argentina)
Paola Machinandiarena (Universidad Nacio-
Laurencia Silveti Guillé (Universidad Nacional nal de Córdoba, Argentina)
de Santiago del Estero, Argentina)
Sandra Cevilán (Universidad Nacional de Cór-
Lucas Torrice (Director de Políticas Sociales doba, Argentina)
en Adicciones. Secretaría de Salud. Municipa-
Sonia Gastelu (Universidad Nacional La Plata,
lidad de Córdoba)
Argentina)
Luciana de Sousa (Universidade Federal de
Valeria Aimar (Universidad Nacional de Cór-
São Carlos, Brasil)
doba, Argentina)
5
Facultad de Filosofía y Humanidades
Universidad Nacional de Córdoba
Secretaría Académica
Secretaría Privada Decanato: Ramiro Pérez
Secretaria: Vanesa López
Sub-secretaria: María Luisa González
Programa Universitario en la Cárcel
Secretaría de Coordinación General Directora: Beatriz Bixio
Secretario: Leandro Inchauspe Coordinadora: Flavia Romero
6 6
ÍNDICE
Presentación E+E
9 La dimensión social de la salud en el campo extensionista:
proyectos colectivos en juego
Sandra Cevilán
Dossier
La dimensión social de la salud en el campo extensionista:
proyectos colectivos en juego
Artículos
18
Relatos de Experiencias
7 7
E+E Estudios de extensión en humanidades
Conversaciones
Reseñas
138 Vicenta
Federico Gaumet y Paloma Rubin
Debates Audiovisuales
8
PRESENTACIÓN E+E
Al iniciar la escritura de esta presentación, en primera instancia nos parece atinado poder
agradecer a quienes nos convocaron a esta aventura de escribir y coordinar este espacio de
encuentro a través de las vivencias puestas en palabras de grupos diversos de nuestro que-
rido país y de Latinoamérica.
¿Qué es la salud? ¿Desde dónde respondemos este interrogante? Tal vez se viene el con-
cepto aprendido de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que la define como: “La sa-
lud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de
afecciones o enfermedades” que fue adoptada por la Conferencia Sanitaria Internacional
en 1946, entrando en vigencia en 19481. Sin embargo, hace tiempo que se debate y discute
sobre este concepto que no es incluyente.
Quienes coordinamos este dossier, somos parte del equipo de salud, en nuestras formacio-
nes a pesar de ser diferentes, hay algunas coincidencias, como por ejemplo lo que hemos
aprendido acerca del sistema sanitario. A modo de recordar, aquí tomaremos lo expresado
por Cabreara de Para, A. (2010) “el sistema sanitario de un país debe articular en él todos los
espacios donde un individuo pueda acudir ante una eventualidad y es el resultado de la in-
teracción de factores sociales, económicos, políticos y culturales a lo largo de la historia, en
1 https://www.who.int/es/about/who-we-are/frequently-asked-questions
Para citación de este artículo: Cevilán, S. (2021). La dimensión social de la salud en el campo extensionista:
proyectos colectivos en juego. E+E: estudios de extensión y humanidades, volumen 8, nº 11, primer semestre 2021. 9
Abril-octubre 2021. Pp. 9-15.
E+E: estudios de extensión en humanidades. V 8, n°11, 2021. Pp.9-15 | Cevilán, S. (2021). La dimensión social de la salud
en el campo extensionista: proyectos colectivos en juego.
estrecha relación con los valores sociales”. Sin embargo, luego de años de ejercer la profe-
sión, nos posicionamos en la idea del campo de la salud en vez de sistema, esta es propuesta
por Spinelli, H. (2010) quien cuando se refiere al “concepto de campo, lo hace entendiendo
como tal la convergencia de actores, recursos, problemas e intereses que conforman una
red de relaciones, con autonomía relativa, en el que los diferentes agentes luchan por la
consolidación, o por la apropiación y el predominio de uno o más capitales”.
Desde una perspectiva bourdiana, Spinelli, sostiene que “los principales capitales que están
en juego en un campo son: el capital económico, el capital social, el capital cultural y el ca-
pital simbólico. De allí que los distintos agentes compitan por acumularlos y, en función de
ellos, tratan de construir, profundizar, dar continuidad o producir rupturas de las estructuras
del campo, en procesos de colaboración, de acuerdos o de clara confrontación. Esto expresa
la disputa por la agenda política, lo cual termina por definir posiciones dominantes, hege-
mónicas o de subordinación a su interior”.
Por su parte, Giacone M. (2017) sostiene que “quienes trabajamos en el campo de la salud,
y especialmente quienes realizamos investigación y, en este caso extensión, debemos plan-
tearnos algunas preguntas esenciales que nos permitan valorar los problemas que vivimos
en la actualidad”. Entre ellas seleccionaremos dos: “¿Hay espacio para la defensa de la vida
en una sociedad centrada en naturalizar la polarización de la riqueza, aún a costa de la ex-
clusión de las mayorías despojadas diariamente de sus derechos al trabajo, a la salud, a la
seguridad social y a la educación? ¿En la propuesta ideal del modelo ciudadano hay cabida
para efectivizar el derecho a la salud?”.
Estos interrogantes en el contexto actual han tomado relevancia, y han hecho que miremos
las brechas sociales con más detalle, por decirlo de alguna manera, dando lugar a la visibi-
lización de problemas que están instalados hace tiempo en nuestros territorios, las pande-
mias no declaradas. Sin embargo, las medidas tomadas desde el Estado han priorizado, una
vez más, la mirada de la hegemonía médica, la mirada parcializada.
Consideramos que en la realidad actual, en palabras de Giacone, M., “es necesaria una re-
flexión emancipadora sobre los problemas de salud de la sociedad, que logre superar las
limitaciones clásicas de las concepciones reduccionistas sobre la salud y el ambiente, que
refuerzan los fundamentos de una ciencia que viene demostrado ineficacia”.
En estos tiempos hablamos bastante del “cuidado de la salud”, aquí resulta interesante el
planteo de Giacone M. (2017) orientándonos a “trabajar hacia una perspectiva crítica, don-
de desde nuestra disciplina de Enfermería, consideramos que el cuidado de la salud como
Desde el diálogo de saberes, se puede conocer y reconocer cómo la praxis humana modifica
el cuidado en el espacio y en el tiempo, superando los pensamientos lineales tradicionales
en relación a las ideas de salud y a partir de él generar políticas adecuadas a las realidades.
El 2020 ha sido un año en el que las medidas políticas, sociales y sanitarias mostraron un
escenario incierto que continúa. Tal vez esta situación nos hacía pensar que la extensión
universitaria podría resultar insustancial, ante la imperiosa necesidad de responder a las ur-
gencias demandadas que acontecían en nuestras comunidades.
En este sentido tomamos lo expresado por Cano, A. e Ingold, M. (2020) “la primacía de los
asuntos prácticos de la emergencia—o sobre todo por ella—es necesaria una reflexión que
pueda abrir una brecha entre la pragmática asistencial y solidaridad, y la pragmática indo-
lente de la máquina económica que, anotada, no puede sino seguir haciendo lo único que
puede y sabe hacer: crecer, encontrar, expulsar (al tiempo que se ha evidenciado comple-
tamente incapaz de hacer lo que necesitamos hacer: parar, distribuir, cuidar). No se trata
de parar de hacer para pensar, sino más bien, al modo de Michel Foucault, procurar que
el pensamiento sea un multiplicador de la acción y que la acción sea un intensificador del
pensamiento” (Foucault 1988).
Las presentaciones a la convocatoria de este dossier, reflejan de alguna manera esta idea
multiplicadora de pensamiento a partir de la cual encontraremos diversidad de escritos so-
bre la experiencia extensionista, donde no solo se enmarca la situación de pandemia, sino
también otros temas, surgidos a partir de la necesidad de pensar(nos) en este tiempo par-
ticular.
siendo derivados verbalmente a la capital, sin contar con recursos básicos para acceder, sin
medios económicos, sin transporte, sin centros de atención que respondan a sus demandas,
recurriendo a redes informales para que respondan a sus requerimientos, a sus urgencias/
emergencias en los diferentes proceso vitales, para el nacimiento de un nuevo ser, para la
recuperación de la salud o para su muerte digna.
La pandemia nos expuso cierta igualdad a todos como sujetos, en lo que respecta a la di-
mensión biológica, sin embargo las medidas nacionales, que reconocemos como necesa-
rias, dejaron en evidencia las inequidades en las otras dimensiones humanas que deben
abordarse para poder garantizar el acceso digno a la salud desde el enfoque de derechos, es
necesario no solamente trabajar con programas basados en los determinantes sociales de
la salud, sino tomar en mayor medida la determinación social propuesta por Behil, J. (2013)
que nos traslada a mirar más allá de la biología humana, estilo de vida, organización, sistema
de salud y medio ambiente; esta categoría desarrolla una crítica empírico-funcionalista de
la epidemiología y propone una herramienta para trabajar la relación entre la reproducción
social, los modos de vivir y de enfermar y morir (p.2). Esto solo se logra desde un pensa-
miento crítico, asumido como herramienta para el desarrollo y necesariamente requiere que
consideremos como condicionantes la diversidad de los actores involucrados y la dinámica
en la que evolucionan sus intereses, conocimientos y capacidades para generar cambios.
En este sentido, los autores citados, convocan a “disputar las excepciones; reconociendo
la organización de la economía según las necesidades de la comunidad y no del merca-
do, la solidaridad como principio organizador del lazo social, la necesidad de contar con
instituciones públicas de salud y educación fuertes, de fortalecer las empresas públicas, la
producción de bienes necesarios, sin priorizar la especulación comercial, la organización
colectiva de los cuidados, la comprensión de que necesitamos establecer otra relación con
el ambiente (Riero, 2020), la liberación de contenidos científicos y culturales para que estén
accesibles a todos/as, y un largo etcétera, son algunos principios de excepción que necesita-
mos que se conviertan en la regla para que lo que venga sea mejor y no mucho peor. Hacer
de la incertidumbre generalizada un quehacer compartido, puede ser la certeza necesaria
para construir un nuevo común” (p.7).
Esto nos daría lugar a crear y recrear nuevas normalidades, donde la extensión universitaria,
desde la intervención crítica propositiva, siga generando transformaciones sociales, partien-
do de las alternativas colectivas, aprendiendo de ellas y produciendo conocimientos junto
a ellas.
Bibliografía
-Spinelli H. (2010). Las dimensiones del campo de la salud en Argentina. Salud Colecti-
va.;6(3):275-293. Consultado el 14/04/2021. Disponible en: https://www.scielosp.org/article/
scol/2010.v6n3/275-293/es/
Recepción: 17/03/21
Aceptación final: 13/04/21
Resumen
Desde que comenzó a instalarse en nuestro país la pandemia del Covid-19, a través del Ob-
servatorio de Salud Mental y Derechos Humanos hemos estado registrando, documentando
y organizando informaciones diversas respecto al campo de la salud mental en Córdoba en
este particular contexto: produciendo materiales con recomendaciones, vinculándonos con
distintas personas y organizaciones para trazar un mapeo colectivo de esta crisis socio-sani-
taria, publicando artículos académicos y periodísticos con algunas reflexiones, participando
de diversos espacios para intentar incidir políticamente, etc. Sin embargo, en este artículo, a
unos meses de que el Observatorio cumpla una década de existencia y por la necesidad de
hacernos una pausa para re-pensar nuestro rol y nuestras prácticas como actorxs sociales
pertenecientes al campo de la salud mental, decidimos llevar adelante una retrospectiva de
nuestro trabajo que recupere las tensiones del campo que todavía persisten a más de diez
años de sancionadas las leyes de salud mental. Finalmente, ensayaremos algunas reflexio-
nes e interrogantes que se abren en estos tiempos tan singulares marcados por la pandemia.
1 Este artículo fue escrito por María Angélica Bella (Centro de Investigaciones de la Facultad de Filoso-
fía y Humanidades/UNC y Observatorio de Salud mental y Derechos Humanos/IIFAP/UNC - email: marian-
gelicabella@gmail.com) en colaboración con Lucía Galíndez, Martín Passini, Solana Yoma, Soledad Buhlman y
María Paz Caminada, todxs miembros del Observatorio de Salud Mental y Derechos Humanos (IIFAP-UNC).
Para citación de este artículo: Observatorio de Salud Mental y Derechos Humanos de la provincia de Córdoba (2021).
18 Una pausa para pensar el campo de la salud mental. Reflexiones desde el Observatorio de salud mental y DDHH.
E+E: estudios de extensión y humanidades, volumen 8, nº 11, primer semestre 2021. Abril-octubre 2021. Pp. 18-35.
E+E: estudios de extensión en humanidades. V 8, n°11, 2021. Pp.18-35 | Observatorio de Salud Mental y Derechos
Humanos de la provincia de Córdoba (2021). Una pausa para pensar el campo de la salud mental. Reflexiones desde el
Observatorio de salud mental y DDHH.
Abstract
Since the Covid-19 pandemic became a reality in our country, from the Observatory of
Mental Health and Human Rights, we have been registering, documenting and organizing
information about the field of mental health in Córdoba in this particular context: we have
been producing materials with recommendations, relating ourselves with people and or-
ganizations to draw a collective mapping of this socio-sanitary crisis, publishing academic
and journalistic articles with some reflections, participating in various advocacy groups to
influence politically, etc. However, in this article, a few months before the Observatory ce-
lebrates a decade of existence and because of the need to pause to rethink our role and our
practices as social actors belonging to the field of mental health, we decided to carry out a
retrospective of our work that recovers the tensions of the field that still persist more than
ten years after the mental health laws were sanctioned. Finally, we will rehearse some reflec-
tions and questions that open up in these unique times marked by the pandemic.
Desde que comenzó a instalarse en nuestro país la pandemia del Covid-19, a través del Ob-
servatorio de Salud Mental y Derechos Humanos hemos estado registrando, documentando
y organizando informaciones diversas respecto al campo de la salud mental en Córdoba en
este particular contexto: produciendo materiales con recomendaciones, vinculándonos con
distintas personas y organizaciones para trazar un mapeo colectivo de esta crisis socio-sani-
taria, publicando artículos académicos y periodísticos con algunas reflexiones, participando
de diversos espacios para intentar incidir políticamente, etc. Sin embargo, en este artículo, a
unos meses de que el Observatorio cumpla una década de existencia y por la necesidad de
hacernos una pausa para re-pensar nuestro rol y nuestras prácticas como actorxs sociales
pertenecientes al campo de la salud mental, decidimos llevar adelante una retrospectiva de
nuestro trabajo que recupere las tensiones del campo que todavía persisten a más de diez
años de sancionadas las leyes de salud mental. Finalmente, ensayaremos algunas reflexio-
nes e interrogantes que se abren en estos tiempos tan singulares marcados por la pandemia.
En el año 2007 el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) presentó una investigación
titulada Vidas arrasadas: la segregación de las personas en los asilos psiquiátricos argentinos. Las
conclusiones más importantes de ese trabajo -que desde el Observatorio recuperamos en
un capítulo del informe Mirar tras los muros de 2013- fueron las siguientes: aproximadamen-
te 25.000 personas estaban detenidas en las instituciones psiquiátricas argentinas; más de
un 80 por ciento de estas personas fueron encerradas durante más de un año y muchas lo
fueron de por vida; dos tercios de las camas psiquiátricas pertenecían al sistema público; el
75 por ciento de las personas en el sistema argentino de salud mental público se encontra-
ban detenidas en instalaciones de 1000 camas o más. En ese informe también se señala que
muchas de estas internaciones constituían detenciones arbitrarias puesto que no se cono-
cía la legalidad de las mismas, las cuales produjeron: muertes que no fueron investigadas,
privación de la libertad en celdas de aislamiento, abusos físicos y sexuales, falta de atención
médica, condiciones insalubres de alojamiento, ausencia de rehabilitación, tratamientos in-
adecuados y sobrepoblación, entre otras graves violaciones a los derechos humanos.
La crudeza de los datos presentados en el informe Vidas arrasadas del CELS puso en eviden-
cia los escasos avances respecto a la ampliación de derechos de las personas usuarias de los
servicios de salud mental y el vacío legal existente sobre esta población aún en democracia
y sirvió para darle impulso en la agenda pública al debate en torno a la salud mental. Cabe
señalar también que un año antes, nuestro país había adoptado la Convención Internacio-
nal sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD) que establece que la dis-
capacidad no está en las personas sino en la relación entre éstas con el medio social que
facilita o dificulta su integración. En ese 2007 tan paradigmático para el campo de la salud
mental en Argentina también se conformó en Córdoba la Mesa de Trabajo Permanente en
Salud Mental y Derechos Humanos que nucleaba a diversxs profesionales, instituciones y
organizaciones de este campo con el objeto de instalar en la agenda pública la necesidad
de contar con una legislación que brindara el marco normativo para la transformación del
sector.
Como reseñamos en nuestra página web2, luego de tres años de trabajo colectivo, se elabo-
ró un proyecto de ley que fue presentado a la Legislatura de la Provincia de Córdoba y, como
fruto de la lucha desde diferentes sectores -y con algunas modificaciones al proyecto origi-
nal-, se aprobó en octubre 2010 la Ley de Salud Mental N° 9.848 de la provincia de Córdoba.
2 La dirección de la página web del Observatorio de Salud Mental y Derechos Humanos de Córdoba
es: observatoriosmyddhh.org
En este proceso, la Mesa tuvo una fuerte incidencia en el debate del problema y su inclusión
en la agenda pública, lo cual redundó en la formulación de políticas específicas para este
campo a partir de la incidencia legislativa. Un mes más tarde se sancionó la Ley Nacional de
Salud Mental N° 26.657 (LNSM) que fue celebrada por el colectivo de organizaciones que
conformaban la Mesa Provincial.
No obstante, debemos destacar que estas leyes se asientan sobre las diversas, fértiles y
también aisladas experiencias que, a partir de la década del cincuenta y en diferentes con-
textos locales argentinos, trabajaron sobre cómo pensar la articulación, planeamiento e
implementación de políticas tendientes a desarraigar la práctica manicomial, creando dis-
positivos comunitarios extrainstitucionales o instituciones de nuevo tipo que trabajasen el
padecimiento mental considerando a las personas en su integralidad, como unidad bio-psi-
co-social y haciendo de la salud “mental” una práctica social y comunitaria3. Por otro lado,
durante este periodo conviven numerosos instrumentos internacionales de salud mental
(tratados de DDHH e instrumentos específicos, observaciones y recomendaciones elabo-
radas en el ámbito de la Organización de las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la
Salud, la Organización Panamericana de la Salud y la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos) que constituyeron un aporte fundamental para el trabajo de todxs aquellxs que,
desde algún organismo estatal o desde la sociedad civil, defienden los derechos de las per-
sonas que se encuentran en situación de vulnerabilidad (Bella, 2019).
En ese sentido, desde la Mesa de Trabajo Permanente en Salud Mental y Derechos Huma-
nos se sostuvo que la legislación era un marco necesario pero no suficiente y, como conse-
cuencia, a finales de 2011 se presentó un proyecto de investigación al Ministerio de Ciencia
y Tecnología de la Provincia de Córdoba titulado “Producción de información para las polí-
ticas públicas: Observatorio de Salud Mental y Derechos Humanos de la provincia de Cór-
3 Dentro de estos antecedentes podemos ubicar al Servicio de Psicopatología de Lanús (1956- 1972),
al Plan Goldemberg de 1967, a la experiencia de Río Negro y la Ley Nº 2440 de 1991 (que había comenzado a
gestarse en 1980), a la Ley Nº 448 de CABA de 2000 (a partir de un debate iniciado a mediados de los noven-
ta) y a la Ley de Desinstitucionalización de San Luis de 2006 (cuyo origen puede rastrearse en 1991).
4 Luego del proyecto de investigación inaugural avalado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de
la Provincia de Córdoba, el Observatorio de Salud Mental y Derechos Humanos, continuó con sus tareas de
investigación y producción de información a partir de estudios multicéntricos a nivel nacional avalados por
la Comisión Nacional Salud Investiga (Ministerio de Salud de la Nación) y, posteriormente, con proyectos
de investigación avalados y financiados por la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional
de Córdoba. También desarrollamos tareas de extensión e intervención a partir de proyectos avalados por la
Secretaría de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional de Córdoba.
5 Se puede acceder el Facebook del Observatorio desde el siguiente enlace https://www.facebook.
com/ObservatorioSMyDDHH/
Con todas estas acciones y desde la convicción de que el trabajo colectivo es una vía por la
que podemos demandar y colaborar en la construcción de una salud mental respetuosa de
los derechos humanos de las personas, pretendemos contribuir a visibilizar y consolidar el
cambio de paradigma en salud mental por el que viene atravesando nuestro país.
Entre 2017 y 2019, como parte de las acciones que el Observatorio realiza para acercar el
debate sobre salud mental a toda la comunidad, se llevó a cabo junto a la Asociación Coo-
peradora y Amigos del Hospital Neuropsiquiátrico Provincial y Altroqué realizaciones, una
serie documental llamada “Entre muros y puentes”6. Esta serie aborda de forma integral y
mediante los testimonios y experiencias de actorxs directamente involucradxs en el campo,
el concepto de Salud Mental y las tensiones existentes que aún persisten a más de 10 años
de sancionadas las leyes de salud mental. Este material audiovisual se complementa con
una guía de trabajo pensada para ser empleada en instancias de taller y capacitación sobre
el paradigma de abordaje comunitario en salud mental. De allí recuperaremos una breve
descripción de los paradigmas en pugna: el modelo manicomial (los muros) y el modelo
comunitario (los puentes). ¿Cómo piensa la salud/padecimiento mental cada uno de ellos?
6 La serie, integrada por seis cortometrajes, se llevó a cabo mediante el financiamiento del Fondo de
Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual (FOMECA) del entonces AFSCA, ahora
ENACOM. Puede acceder a los 6 capítulos desde el siguiente link: https://www.youtube.com/channel/UC-
KREUXPtdVQLIU0-ubs5yDw
En los debates previos a la sanción de la LNSM, la psiquiatría emergió como la disciplina que
invisibilizaba a los otrxs actorxs del campo. Además, aunque en las disertaciones tanto en la
cámara de diputados como en la de senadores, lxs representantes de otras organizaciones
diferentes a la psiquiátrica le disputaban a esa disciplina ciertos principios, también repro-
ducían la hegemonía médica en su propio campo disciplinar (Bella, 2019). Esa situación hace
evidente, tal como se incorpora en la mencionada ley, la importancia de apostar al trabajo
interdisciplinar ya que este es central para abordar el desafío de la desmanicomialización. La
importancia de la interdisciplina radica, por un lado, en que posibilita el diálogo entre cono-
cimientos profesionales y no profesionales y por otro lado, porque habilita la participación y
la capacidad de la autorepresentación en el tratamiento.
Sostenemos que el derecho a la salud mental de quienes han atravesado internaciones psi-
quiátricas prolongadas, no consiste sólo en la posibilidad de acceso a prácticas de atención,
sino que debería constituirse como un proceso de subjetivación que deconstruya la objeti-
vación resultante del paso por los dispositivos manicomiales. Para tal fin, la desvalorización
de la palabra de lxs usuarixs de los servicios de salud mental, fruto del estigma que sobre
ellxs pesa, necesariamente debe ser revertido (Barukel; 2012).
La disputa sobre qué se entiende por “salud mental” resulta crucial debido a que es a partir
de esta noción que se interpretan las necesidades de las personas y las comunidades. La
7 Nancy Fraser (1991) define a los discursos de la reprivatización como aquellos que aparecen como
respuesta a las formas opositoras del discurso que surgen cuando las necesidades se politizan desde “abajo”.
“Desde esta concepción de sujeto, los factores que deben analizarse y que
entran en juego son, aparte del sistema de salud, los de vivienda, traba-
jo y educación. Esta comprensión integral de la persona, la cual plantea
la ley, implica dar un panorama más amplio de las problemáticas por las
que atraviesa el sujeto. Por todo esto, la atención no se centra sólo en lo
hospitalario, sino que se trabaja además, desde la atención primaria de la
salud con base en la comunidad donde vive el sujeto. Desde este modelo
se trabaja desde la intersectorialidad, es decir realizar acciones conjuntas
desde los diferentes sectores: salud, educación, justicia, trabajo, vivienda.
Así como también, realizar abordajes desde diferentes disciplinas: trabajo
social, psicología, acompañantes terapéuticos, abordajes grupales y co-
munitarios. Esto no implica que no se use medicación o internación en
los casos que lo requieran, sino que el fin último de este abordaje sea la
integración en la comunidad, respetando los Derechos Humanos de las
personas” (Bertorello et. al, 2019: 12).
Desde ese punto de partida, es posible entender la ley articulada con una perspectiva de
Derechos Humanos ya que involucra, en su Artículo Nº3 pero también en el Nº11, Nº14 y
Nº36 el derecho a recibir el tratamiento que menos restrinja derechos y libertades como
el acceso al trabajo o a la vivienda. La ley también subraya el derecho a la participación en
políticas públicas de lxs usuarixs de los servicios de salud mental y para ello, establece es-
pacios formales de participación, específicamente en el Órgano de Revisión (Art. Nº 39) y
en el Consejo Consultivo Honorario (Art. Nº2 decreto reglamentario). Esta referencia a la
vivienda, al trabajo y a la participación política, es decir, a aspectos de la vida social de las
personas -y no solo a aquellos vinculados a la “atención” en los servicios de salud mental-,
pone de manifiesto que la implementación de la ley requiere de un cambio de paradigma
que trascienda la esfera sanitaria (Rosales y Ardilla Gómez; 2017: párr. 2).
bilitar el derecho a “ser”, en términos de ciudadanía. Las personas usuarias de los servicios
de salud mental, desde el paradigma manicomial, lejos de poder “ser” se vieron obligadas a
transitar la vida sufriendo diversos tipos de violencias que las excluyen del sistema y que las
dejan fuera como sujetxs de derecho (Bella, 2019).
A esta situación se agrega que el 2020 fue el año que se introdujo en nuestro país la pande-
mia mundial por la Covid-19. Entonces nos preguntamos: ¿qué tipo de atención prevalece
en este momento de emergencia sanitaria?, ¿qué se considera prioritario en una situación
de crisis?, ¿qué salud mental queremos?, ¿cómo podemos organizarnos en movimientos
que pujen por la concreción de las reformas que queremos conquistar?
Lo que persiste
Escribimos porque elegimos cuidarnos de otro modo, colectivamente. Porque algunas soledades
no saben cómo ser nombradas. Porque algunos cuerpos están agotados y porque hay dolores que
ya no se soportan.
Escribimos porque a diez años de la sanción de la ley de salud mental seguimos sin un presu-
puesto digno que garantice que las prácticas sean en verdad desmanicomializadoras. Porque
nunca fue más evidente la concepción biologicista, reduccionista y empresarial de la salud.
Escribimos porque dejar una huella a veces es el modo de seguir un camino, o de empezarlo.
Escribimos porque mirar para el costado nunca habrá sido más caro. Escribimos porque escribir
es arriesgarnos a seguir vivxs.
La irrupción del Covid-19 significó una abrupta modificación de nuestros modos de vida. Su
aparición en geografías distantes hacia fines de 2019 y su capacidad para diseminarse veloz-
mente en el marco de un mundo globalizado nos fuerza a repreguntarnos qué entendemos
por salud y cuáles son los modos de abordarla, cuáles son sus alcances y vinculaciones con
las desigualdades económicas, políticas, territoriales, sociales, culturales… y qué responsabi-
lidades tenemos como actorxs sociales pertenecientes al campo de la salud mental.
El coronavirus nos enfrenta al reto de lograr una mayor amplitud para un entendimiento y
un compromiso común y vuelve evidente que la salud no es algo individual sino un proceso
multideterminado cuya protección reclama tanto de saberes diversos como de un Estado
capaz de coordinar los esfuerzos colectivos. Como argumenta Gabriel Giorgi en una nota
publicada en el diario Página 12: “La epidemia es siempre un zoom sobre ese tejido vital
compartido, iluminando las amenazas físicas pero sobre todo la amenaza de un sistema de
salud y de protección social desfondado. Revela, una y otra vez, que el enemigo principal no
es el virus, sino los poderes que nos abandonan a nuestra suerte”.
La pandemia, la consecuente emergencia sanitaria y las condiciones impuestas por las me-
didas de aislamiento y distanciamiento social, preventivo y obligatorio han agudizado las
tendencias que ya estaban presentes antes de la aparición del Covid-19 y han puesto aún
más en evidencia las deficiencias en el sistema de salud mental y las consecuencias pro-
vocadas por la continua desinversión en servicios públicos: cierre de dispositivos comu-
nitarios y de rehabilitación, precariedad absoluta en las condiciones de trabajo, despidos,
centralización de la atención en hospitales monovalentes priorizando casi exclusivamente
los abordajes de urgencias y emergencias, mayor demanda de atención y menos recursos,
medicalización de los padecimientos, así como la reducción de las diversas expresiones de
sufrimiento psíquico a cuadros psicopatológicos. Es decir, en 2020 la “solución” a los proble-
mas de salud mental en el contexto de la pandemia se dio bajo los modelos que desde hace
años estamos tratando de abandonar.
“El 2020 estaba marcado por la fecha límite para el cierre y reconversión de
los hospitales monovalentes, y la transformación del sistema de atención
a la salud mental, a un modelo comunitario, inclusivo, fortalecido en el pri-
mer nivel de atención y con un amplio abanico de dispositivos sustitutivos
al manicomio: centros de salud barriales, centros de días, casas de medio
camino, programas de vida independiente, salas de salud mental integra-
das en los hospitales generales, programas laborales y de apoyos, etc. (...)
A 10 años de la Ley y del compromiso asumido, a diferencia de los supues-
tos avances que declaran las autoridades provinciales, en Córdoba no se
8 La Organización de las Naciones Unidas (ONU) en un informe titulado “Covid-19 y los derechos de
las personas con discapacidad: directrices” planteó que algunas de las medidas principales que pueden adop-
tar los Estados para afrontar la pandemia consisten en fortalecer las estrategias de desinstitucionalización.
Por otro lado, desde la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones se recomendó reducir el número de
personas internadas por motivos de salud mental, sin deteriorar su calidad de atención y haciendo especial
énfasis en no contradecir ni retroceder en términos de los derechos y las garantías contemplados en la LNSM
(Buhlman, Burijovich, Heredia, Passini y Yoma, 2020).
9 Con la consigna “2020: Ni un paso atrás. La urgencia es construir en comunidad” las organizaciones que
integramos el Colectivo por el Derecho a la Salud Mental llevamos adelante una marcha virtual que consistió
en una serie intervenciones urbanas (sin movilización de personas) y acciones virtuales que visibilizaron, en un
ejercicio de cartografía social, el lamentable estado del sistema de atención a la Salud Mental en el territorio
de la provincia de Córdoba. La 7º Marcha (virtual) por el Derecho a la Salud Mental puede verse en: http://
marchasaludmental.com.ar/
Al mismo tiempo, llegamos al 2020 con un sistema de salud que es absolutamente hospita-
locéntrico, es decir, centrado en la atención en grandes instituciones hospitalarias y con un
primer nivel de atención en los barrios y territorios muy debilitado. Como consecuencia, al
seguir un modelo basado casi exclusivamente en la actividad hospitalaria, la salud pública
destina casi todos sus recursos al nivel secundario de atención (cuidados especiales o in-
ternación), al terciario (alta complejidad) y a las emergencias. Este tipo de asignación del
presupuesto va en desmedro del desarrollo de programas de atención primaria de la salud
que trabajen en territorios.
En el campo de la salud mental esta situación se agrava ya que la atención no sólo es hospi-
talocéntrica sino que se centra en hospitales monovalentes, hospitales que, según la LNSM
deben ser definitivamente sustituidos por otros dispositivos de atención. Paralelamente,
como ya lo mencionamos, la ley en su Art. Nº 7, inc d), postula que el Estado debe reconocer
a las personas con padecimiento mental “el derecho a recibir tratamiento y a ser tratado con
la alternativa terapéutica más conveniente, que menos restrinja sus derechos y libertades,
promoviendo la integración familiar, laboral y comunitaria”. Este abordaje sólo es posible
con equipos de salud mental insertos en la comunidad que acompañen los proyectos de
vida de las personas con padecimientos.
Más aún, durante la pandemia se han desmantelado los escasos espacios que venían fun-
cionando en ese sentido. Un ejemplo contundente de esa situación lo constituye el Equipo
de Atención Comunitaria de barrio Villa el Libertador, que fue desarticulado por el gobierno
provincial a partir de un reclamo por condiciones de higiene por parte de sus trabajadorxs.
La medida adoptada por la provincia implicó el traslado compulsivo de sus trabajadorxs
hacia otras instituciones. Tras el reclamo de distintos organismos y organizaciones sociales,
el gobierno restituyó a dos trabajadoras a sus funciones en dicho barrio, pero se mantuvo la
desarticulación del equipo interdisciplinario en tanto las otras 3 trabajadoras fueron reubi-
cadas en otras instituciones de salud. Esta situación obstaculiza la continuidad de las accio-
nes que este equipo ha desarrollado durante más de 35 años en este barrio.
Finalmente y con ese telón de fondo nos preguntamos: ¿es posible cuidar a lxs usuarixs con
falta de personal?, ¿es posible cuidar al personal con falta de personal?, ¿cuántas personas
se encuentran internadas porque están atravesando una agudización de su padecimiento y
cuántas siguen en los hospitales por no contar con otros dispositivos que las alojen por fue-
ra de la institución? En una situación en donde la mayoría de la población sufre el encierro
¿es posible seguir sosteniendo este método como parte de una práctica frecuente en salud
mental que se considera aplicada “por el bien de las personas”?, ¿cómo aislar a alguien que
ya tiene el suficiente aislamiento social?
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SULTA 01/03/2021
Recepción: 11/03/21
Aceptación final: 31/03/21
Para citación de este artículo: Dotti, N., Esteve, L., Machado, C., Martínez, M. y Yazyi, M. (2021). Infancias en
tiempo de pandemia. Experiencias sociopedagógicas con-junto a un centro de salud. E+E: estudios de extensión
y humanidades, volumen 8, nº 11, primer semestre 2021. Abril-octubre 2021. Pp. 37-52. 37
E+E: estudios de extensión en humanidades. V 8, n°11, 2021. Pp.37-52 | Dotti, N., Esteve, L., Machado, C., Martínez, M. y
Yazyi, M. (2021). Infancias en tiempo de pandemia. Experiencias sociopedagógicas con-junto a un centro de salud.
Resumen
Este escrito recupera las experiencias del proyecto de extensión “Niñez y derechos en terri-
torio: espacio sociopedagógico de acompañamiento a las trayectorias educativas en Villa Cornú”
de la carrera de Ciencias de la Educación, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad
Nacional de Córdoba, que se desarrolla en el Centro de Salud N°62 del barrio Villa Cornú
de Córdoba capital.
Nos interesa dar cuenta del proceso de gestación del proyecto de extensión hasta las nue-
vas formas de pensar y hacer extensión en tiempos de pandemia, siempre en diálogo con y
entre las voces de las/os participantes de una red conformada por profesionales del Centro
de Salud, educadoras comunitarias, docentes, estudiantes y egresadas/os de la carrera de
Ciencias de la Educación (FFyH, UNC). Se comparten las múltiples formas que tomó el
proyecto, los vaivenes, estrategias y acciones que supuso estar y hacer en territorio en el
año 2020, prestando especial atención a la invención de propuestas sociopedagógicas que
“alojan” a las infancias desde la perspectiva de derechos. Asimismo, a lo largo del escrito se
introducen reflexiones necesarias respecto de las infancias en estos tiempos inéditos que
invitan a las autoras a ensayar movimientos posibles para un escenario futuro de postpan-
demia.
Summary
This paper complies the experiences of the Extension Project “Childhood and rights in terri-
tory: socio-pedagogical space to accompany the educational trajectories in Villa Cornú” of the
Education Sciences career, Faculty of Philosophy and Humanities, National University of
Córdoba that took place in the Health Center N°62 in the suburb of Villa Cornú of Cordoba.
The aim of this article is to share the process, from the gestation of the project to new ways
of thinking and doing Extension during the pandemic times, always upholding the dialogue
amongst the voices of the participants of a network made up of the health center profes-
sionals, community educators, teachers, students and graduates of the Education Sciences
career (FFyH, UNC). The multiple ways in which the project took shape, including the ups
and downs and actions involved in being and doing in territory during year 2020 are shared,
paying special attention to the creation of socio-pedagogical proposals that “foster” chil-
dren from a rights perspective. Likewise, throughout the writing, necessary reflections are
introduced regarding infancy in these unpublished times that invite the authors to rehearse
possible movements for a future post-pandemic scenario.
“O inventamos o erramos”
En el año 2016 desde el Centro de Salud N° 62 del barrio Villa Cornú de la ciudad de Cór-
doba se plantea la necesidad de mejorar y reorganizar el servicio brindado debido a la cre-
ciente demanda para dar respuesta adecuada a las situaciones de muchas familias que se
encontraban en situaciones de mayor vulnerabilidad. Es así que se replantean los modos y
estrategias de abordaje poblacionales que permitan dar respuestas adecuadas, integrales y
sostenidas en el tiempo a los problemas presentados por las familias. Se comienza con un
ciclo de asesoramiento y supervisión6 para empezar a implementar la metodología “Enfo-
que de Riesgo”7. Esta metodología implica el acompañamiento y seguimiento, fundamental
en la Atención Primaria de la Salud (APS), con una mirada integral y una frecuencia men-
sual de encuentro con las familias. Se refuerza y profundiza la articulación con el resto de
las instituciones con las que las familias interactúan y transitan cotidianamente (escuelas,
hospitales, organizaciones comunitarias, etc). A la vez, para sostener este acompañamiento
se realizan cartografías barriales y mapeos territoriales donde se identifican las familias. A
finales de 2018, en un proceso de evaluación, se advierte la necesidad de incorporar nuevas
propuestas y recursos que acompañen a las/os niñas/os8 de estas familias que, en su gran
mayoría, transitaban dificultades en los procesos educativos y de aprendizaje formal, la im-
posibilidad de acceso a espacios recreativos y culturales.
Es allí, que conociendo el recorrido territorial que parte de equipo de la Facultad de Filoso-
fía y Humanidades, Universidad Nacional de Córdoba, tiene desde hace trece años en el
6 Ciclo a cargo del licenciado Sebastián Betucelli (especialista en Psicología Comunitaria).
7 La metodología “enfoque de riesgo” se toma como referencia de los aportes del “Manual del enfoque
de riesgo en la atención materno infantil” (1986) Serie Paltex. Organización Panamericana de la Salud.
8 Las autoras de este escrito adhieren plenamente al lenguaje inclusivo como expresión superadora de
ciertas hegemonías culturales aún visibles en el uso lingüístico; no obstante, solo por cuestiones redaccionales
y/o estilísticas, se ha adoptado la forma binaria a/o-as/os para expresar las marcaciones de género.
barrio, -desde lo profesional, la militancia, los vínculos con propuestas de grado, socioco-
munitarias, extensionistas y de investigación9-, y el trabajo estrecho con las organizaciones
comunitarias y el Centro de Salud, nos reunimos para abrir nuevas posibilidades de trabajo
conjunto. A lo largo de estos años, desde la realización de los denominados “encuentros en
terreno”, estudiantes, docentes y egresadas/os de Ciencias de la Educación, junto a las/os
profesionales del Centro de Salud, han abordado problemáticas actuales en torno a las tra-
yectorias educativas de las/os niñas/os del territorio y se promovieron reflexiones conjuntas
con actores sociales y educativos que permitieron comprender esta necesidad de acompa-
ñamiento socioeducativos. Desde estos espacios de encuentro, se plantearon como ejes de
interés común las problemáticas de niñez en contextos territoriales y la construcción del
lugar de las/os niñas/os como sujetos de derecho, atendiendo a la dimensión educativa en
estos procesos y el papel que juegan las acciones sociales que el Centro de Salud desarrolla
en su comunidad con relación a estas cuestiones.
Es desde allí que se generó el proyecto de extensión “Niñez y derechos en territorio: espacio
sociopedagógico de acompañamiento a las trayectorias educativas en Villa Cornú” que se ins-
cribe en los procesos de acompañamiento que el Centro de Salud realiza a aquellas familias
que se encuentran en situaciones de mayor desigualdad. Tarea que supone un trabajo te-
rritorial sostenido y atento a las problemáticas de salud, sociales, económicas, educativas
y culturales de la población. El equipo se encuentra integrado por referentes territoriales,
profesionales del Centro de Salud N°62 del barrio de Villa Cornú de Córdoba capital, edu-
cadoras comunitarias, docentes, estudiantes y egresadas/os de Ciencias de la Educación de
la FFyH, UNC.
9 Desde 2009 a 2012 una de las integrantes del equipo coordinó el Jardín Maternal Comunitario y
realizó tareas de asesoramiento pedagógico institucional, asimismo durante 2012-2013 junto a estudiantes de
un Instituto de Formación Docente y de la carrera de Ciencias de la Educación, se desarrolló el Proyecto “ha-
bitARTE” (para niñxs de 5 a 12 años) en el Centro Comunitario El Vagón. Desde el año 2010 se establecieron
vínculos con propuestas de grado y extensionistas con el Seminario “Procesos comunitarios e intervenciones
pedagógicas”. Desde 2015 se gestaron las Prácticas Sociocomunitarias (PSC): “Niñez y Comunidad en Villa
Cornú. Recorridos y reflexiones junto a la organización comunitaria “EL VAGÓN” (2015 y 2016- Resolución del
HCD No 79/2014), y “Cotidianidades educativas en el Centro Comunitario: paisajes y relatos del trabajo con y
de los niños” (2017- Resolución Decanal No 293/17), de la Escuela de Ciencias de la Educación (FFyH, UNC).
Estas PSC paralelamente se vincularon con el proyecto de extensión “Niñez, Educación y Derechos. Forta-
lecimiento de lazos extensionistas a partir de una propuesta de Prácticas Socio Comunitarias” (Resolución
Decanal N°149- de 2016 a 2017). Estas propuestas estuvieron a cargo de docentes, estudiantes-ayudantes y
egresadxs de Ciencias de la Educación: Silvia Avila, Marisa Muchiut, Marina Yazyi, Ana Belén Caminos, Carla
Menicuchi, Fernanda Tenllado, Ana Álvarez, Ma. Isabel Leonardo, Ayelen Heredia. Las acciones, asimismo
se vinculan con trabajos de investigación del Proyecto de Investigación: “Reinvenciones de lo escolar en la
escuela pública. Instituciones, sujetos y experiencias en tiempos de demandas de igualdad”. Centro de Inves-
tigaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades, UNC, a cargo de la Mgter. Silvia Avila. El trabajo en te-
rritorio continuo y desde fines de 2018 se comenzó a gestar la propuesta de Práctica Sociocomunitaria “Hacer
escuela: infancia(s), contextos y derechos” (Resolución del HCD No 55/2019) Seminario/Taller de la Escuela
de Ciencias de la Educación (FFyH, UNC), a cargo de Marina Yazyi.
Entendemos que ampliar y fortalecer las trayectorias escolares y educativas de las/os niñas/
os que requieren mayor apoyo pedagógico y acompañamiento para acceder y/o sostener
su escolaridad plena, supone cumplimentar plenamente el derecho a la educación, en los
términos que plantea la Ley N° 26.206, Ley de Educación Nacional. En este sentido, la edu-
cación es concebida como un derecho, un bien público y social del cual las instituciones y la
sociedad son corresponsables en su cumplimiento. En esta clave, resulta fundamental con-
siderar las condiciones específicas de las infancias en ese territorio para habilitar espacios y
situaciones que acompañen las trayectorias educativas de las/os niñas/os desde la cual se
desarrollen estrategias diferenciadas que atiendan a sus problemáticas y se articulen con las
escuelas primarias a las que asisten.
En las barriadas populares los espacios públicos, las plazas, las calles, las escuelas, los es-
pacios socioeducativos y comunitarios, son lugares centrales que las/os niñas/os habitan
y recorren cotidianamente, por lo cual desde el inicio de la medida de “Aislamiento social,
preventivo y obligatorio” (ASPO) y posterior “Distanciamiento social, preventivo y obliga-
torio” (DISPO), dispuesto por el Gobierno Nacional ante la pandemia de coronavirus (CO-
VID-19) compartimos como equipo la relevancia de sostener, desde prácticas de cuidado, el
acompañamiento a las trayectorias educativas de las/os niñas/os del barrio. En ese sentido,
entendimos que era necesario habilitar otros espacios y tiempos que involucren a las niñeces
a conversar, jugar, leer, dibujar, cantar, e imaginar más allá de la emergencia sanitaria que
supuso la pandemia. Espacios y tiempos que promuevan la participación y el protagonismo
infantil, y que pongan a disposición de ellas/os otros vínculos con los saberes, de la mano de
expresiones estéticas y culturales diversas.
Las principales acciones y estrategias de intervención que hemos puesto en marcha desde
marzo de 2020 y que seguimos construyendo y reflexionando en equipo son:
Los Kits para jugar e imaginar son diseñados desde el equipo y compartidos con las profesio-
nales del Centro de Salud, quienes recorren cada semana, casa por casa, para hacer llegar las
actividades e insumos. Son creaciones artesanales que incluyen artículos de librería, alimen-
tos para meriendas y desayunos, al tiempo que les acercamos propuestas socioeducativas:
estéticas, artísticas, literarias y lúdicas, pensadas para jugar, escribir, plegar papeles, recortar,
amasar plastilinas, entre otras. También contienen textos literarios que invitan a imaginar y
crear los propios. Se trata de actividades que implican experiencias con la naturaleza, por
ejemplo, con la luz del sol, ramas secas, piedras, hojas, tierra y el propio cuerpo. Siempre con
recursos que proveemos o que imaginamos puedan ser fáciles de obtener.
Para diseñar esas propuestas, el equipo se dividió en cuatro grupos: Arte, Literatura, Juegos
y Coordinación. En cada entrega se articula entre los grupos para producir en torno a una
temática. También se contemplan las diferentes edades de las/os niñas/os en el diseño de
las actividades, teniendo en cuenta gustos y posibilidades de todas y todos. Las propuestas
se construyen cotidianamente desde la construcción colectiva y horizontal, recuperando
los principios de la educación popular y la pedagogía social.
El proceso de entrega a cada niña/o resulta fundamental, las referentes barriales registran
las voces de las niñas y niños, esos decires, nos permiten inventar propuestas que propicien
realmente el disfrute y que conviden a instancias creativas, a la vez que posibilitan “estar
ahí” presentes en el territorio.
Las diferentes acciones y líneas de trabajo constituyen nuestro hacer extensionista pero
comparten un mismo objetivo. Y aún más en estos tiempos, en los que vemos un mayor
trastocamiento de los derechos. En tal sentido, a lo largo de todos estos años, consideramos
necesario habilitar y sostener espacios de “diálogos de saberes” (De Sousa Santos, 2006)
entendidos como “diálogo de dignidades” en un enfoque de derechos que supone la politi-
cidad y ética a los conocimientos construidos. “El trabajo de extensión implica la materiali-
zación de un compromiso ético, social y político particular” (Pacheco, 2004, p. 26).
Es a partir de reconocer a las infancias como sujetos de derechos, que emprendemos la ta-
rea de buscar nuevos abordajes y renovar esfuerzos para fortalecer los lazos extensionistas,
entendiéndose al trabajo colaborativo como la única forma posible que nos permite estar
allí. Nos hacemos presentes construyendo procesos socioeducativos con las/os niñas/os,
que les permitan transitar vínculos con el saber de un modo diferente, estamos producien-
do procesos con saberes inéditos. Saberes que emergen del diálogo con la comunidad y las
niñeces, saberes que se contribuyen en vínculo con la Universidad y el Centro de Salud.
Saberes y prácticas críticas y colectivas.
En ese sentido, entendemos que estos son tiempos inéditos, que irrumpen, que trastocan
lo conocido, que nos convocan al despliegue de itinerarios dotados de movimientos, que
entraman componentes instituyentes, novedosos, de invención, desde los cuales es preciso
volver a mirar e imaginar escenarios posibles para/con las infancias (Yazyi, 2020).
Como hemos anticipado previamente, a lo largo de este año reinventamos las tramas y re-
des de trabajo. Resultó necesario acercarnos a las palabras, anécdotas y vivencias de las/os
niñas/os, y conformar las postales del territorio, habilitando otras formas -novedosas- de
dialogar con las infancias en tiempos de pandemia a través de los relatos de las referentes
en territorio. Por lo cual, en este contexto excepcional, se habilitaron intercambios perma-
nentes respecto de la cotidianeidad, las problemáticas y acontecimientos que estaban tran-
sitando las/os niñas/os y las familias en el barrio.
En las distintas conversaciones colectivas el eje estuvo en relación a la situación barrial y las
familias, a cómo las/os niñas/os significan las actividades y propuestas enviadas cada sema-
na. Desde allí, hemos problematizado colectivamente las prácticas de cuidado; la invisibili-
zación de las infancias en los espacios públicos y en el ámbito doméstico; la suspensión de
encuentros con pares, entre otras cuestiones. Las profesionales del Centro de Salud advier-
ten que las/os niñas/os y sus familias se ven atravesados por miedos, angustias y dificulta-
des para trabajar. En el momento donde hubo tantos casos, aparece más angustia y mucho
abandono del Estado con respecto al seguimiento del caso positivo y al acompañamien-
to a la familia. Frente a identificación de problemáticas durante la pandemia, participamos
del “Relevamiento del impacto social de las medidas de aislamiento social en el marco de
la pandemia del Covid-19” de la Comisión de Ciencias Sociales de la Unidad Coronavirus
COVID-19, MINCYT, CONICET, se organizaron campañas para acompañar a las familias
y, como miembros de la comisión de Niñeces y Adolescencias de la Mesa de Trabajo por
los de Derechos Humanos de Córdoba, se fuimos parte junto a múltiples organizaciones e
instituciones, de un diagnóstico respecto de los impactos de la pandemia en los derechos de
las/os niñas/os y adolescentes.
Cuando hablamos de prácticas de cuidado, nos referimos a un asunto público que nos com-
pete a todas/os. En ese sentido, estamos haciendo referencia a la amorosidad y el respeto
con el que son pensadas las propuestas que hacemos llegar a las niñas y niños del barrio.
Brailovsky ha puntualizado algunas consideraciones sobre esta idea de cuidado que nos in-
teresa compartir: “Cuidar es prestarle atención al otro, es pensar en el otro, es brindar el
tiempo propio al otro, un tiempo amoroso y honesto” (2020, párr. 6).
Sostener prácticas de cuidado supuso tensionar ciertas representaciones sobre los modos
de acompañamiento de las familias. Resultó significativo repensar ese concepto, elaborar
propuestas que no mencionan roles hegemónicos y preestablecidos. Cada propuesta es una
invitación que acerca recursos/actividades para realizar con quienes lo deseen, en compa-
ñía de quien esté dispuesto y disponible para ello.
Desde allí, es que en las propuestas intentamos alejarnos de aquello que reproduce el for-
mato escolar para acercarles otros lenguajes que inviten a las/os niñas/os a jugar, crear,
imaginar, “no se trata de posicionamientos que desconozcan el valor de la escuela como
institución educativa…” (Avila, 2014, p.85) sino de presentar otros modos de acercarse a la
literatura, las expresiones artísticas y lúdicas. Esos modos a los que hacemos referencia, los
pensamos desde el rol de protagonistas centrales y no meros receptores de las propuestas.
Por ello tomamos las palabras de dos referentes locales que nos permiten pensar las infan-
cias reconociendo que “el lugar protagónico de los chicos alienta un modo de relación con
los bienes simbólicos que les permite situarse activamente en la apropiación y construcción
de sentidos desde el lugar que ellos miran el mundo” (Avila y Uanini, 2006, p.9).
Cabe señalar que cuando pensamos y creamos las propuestas sociopedagógicas lo hace-
mos asumiendo una mirada plural respecto de las infancias, es decir, no concebimos a las
niñas y niños del barrio como una única manera de expresión. Tampoco adherimos a la idea
de niñez, como etapa cronológica de la vida de las personas en las que ya todo está dicho o
pensado y que el modo en que ven y sienten el mundo es único y podemos encontrarlo en
los libros de texto. Coincidimos con Carli, quien afirma que “las infancias refieren siempre
a tránsitos múltiples, diferentes y cada vez más afectados por la desigualdad, es posible, sin
embargo, situar algunos procesos globales y comunes que las atraviesan” (2009, p.1).
A los diálogos sostenidos entre las profesionales del Centro de Salud Nº62 de Villa Cornú
y las docentes, estudiantes y egresadas/os del equipo de extensión, se sumaron encuen-
tros con distintas referentes del campo educativo y social, locales y nacionales donde se
compartieron reflexiones sobre este tiempo desconocido, sobre el que no habíamos podi-
do prever muchas cuestiones. Las conversaciones y encuentros con otras/os que transitan
la novedad del tiempo que estamos atravesando, nos invitaron a pensar juntos, a hacerles
Esas conversaciones dieron lugar a la creación de una serie de podcast, llamada “Tiempos
inéditos: conversaciones sobre infancias” producida en el marco de la Practica Sociociocomu-
nitaria “Hacer escuela: infancia(s), contextos y derechos” y del proyecto de extensión. A lo
largo de cuatro emisiones -en tanto un modo de reinvención del formato radial-, donde se
comparten:
El proceso de elaboración de los podcasts nos acercó a testimonios y relatos que dan cuenta
de signos alarmantes de profundización de procesos locales/regionales de desigualdad. La
falta de trabajo y alimentos, el vaciamiento o cierre de algunos programas sociales provin-
ciales y municipales, la situación crítica dada la escasez y llegada a destiempo de recursos e
insumos en los Centro de Salud y en las organizaciones comunitarias se hacen evidentes en
estos contextos.
Para nuestra sorpresa, esas producciones también cruzaron fronteras y fueron escuchadas
y disfrutadas con quienes comparten posicionamientos significativos para “alojar” a las in-
fancias más allá de este contexto inédito. Nos sentimos convocadas a compartir esta expe-
riencia que como equipo vivimos ya que nos interpelaron y nos dieron nuevos contenidos
teóricos, experienciales, reflexivos para seguir imaginando nuestras acciones y estrategias
de intervención en el territorio.
En la complejidad de una situación tan inédita como la que transcurrimos, que implicó to-
mar medidas sanitarias que provocaron el aislamiento y posterior distanciamiento social,
resulta necesario pensar lo que nos acontece como equipo extensionista comprometido
Desde las voces de las referentes barriales, pudimos acercarnos a los sucesos y procesos
que atraviesan las infancias en el actual escenario. Valiéndonos de esos testimonios, mu-
chas veces atravesados por la crudeza de una realidad que se vive desde la mirada de quie-
nes trabajan en las primeras líneas, conseguimos identificar aquello que nos permitía crear
y brindar algunos gestos que habiliten “algo diferente” para/con las niñas y niños del barrio.
Sin colocarnos a nosotras mismas como poseedoras de la capacidad de revertir una situa-
ción, sino de habilitar lo posible.
Como equipo entendemos que, sobre todo en estos tiempos, somos convocadas/os a en-
sayar movimientos para un escenario futuro de postpandemia, para lo cual será necesario
continuar sosteniendo cotidianamente acciones y conversaciones con las instituciones,
organizaciones sociales, las/os vecinas/es/os, las familias, las/os niñas/os y demás actores
del barrio. El acompañamiento a las trayectorias educativas tanto en contexto de pande-
mia y transición al retorno a las aulas presenciales requieren de un trabajo en red con las
instituciones que acompañamos a las/os niñas/os en sus procesos educativos. Asimismo,
esto supone sostener y hacer públicas las luchas de las comunidades e instituciones, que
también son las nuestras, y “componer” juntas/os acciones, desplegar múltiples herramien-
tas y habilitar espacios para las/os protagonistas/os, sin caer en esos lugares comunes de
“universitarios y profesionales hablando en nombre de los barrios y las comunidades” En
ese sentido, asumimos que es necesario elaborar propuestas novedosas junto a/con las co-
munidades, que problematicen prácticas y discursos hegemónicos sobre los territorios, los
barrios populares, las infancias, las familias, el acceso y usos de recursos tecnológicos, las
prácticas educativas en tiempos de pandemia (Yazyi, 2020).
Muchas veces a lo largo del 2020 comprendimos que la pandemia ha puesto en evidencia y
profundizado las desigualdades existentes. A veces esta noción fue mencionada livianamen-
te en los medios de comunicación y en otras fue retratada con dureza y morbosidad. Sin
ánimos de rozar siquiera ninguno de los dos extremos, pero sí motivadas por atender a los
procesos de desigualdad, nos sentimos convocadas a ofrecer un tiempo propio para crear y
pensar con-junto al Centro de Salud y, de algún modo, estar presentes. Presentes para las/
os niñas/os sean pensadas/os, escuchadas/os y alojadas/os desde experiencias sociopeda-
gógicas sostenidas en prácticas de cuidado colectivas. Para ello, al decir de Simón Rodriguez
resulta necesario reinventar-nos…
Bibliografía
-Avila, S. y Uanini, M. (2006). Para pensar desde la experiencia: Niñez, Escuela y Articula-
ciones comunitarias. En S. Ávila (Comp.), Andanzas Entrelazadas: Recorridos en el marco
de la iniciativa 2003-2005. Argentina: Comunic-arte Editorial.
-Brailovsky, D. (2020). El docente, arquitecto y anfitrión, Ed21, La escuela que viene, mayo
2020 - https://laescuelaqueviene.org/el-docente-arquitecto-y-anfitrion/
-Equipo Extensionista UNC para La tinta (2020). Conversaciones sobre infancias en tiem-
pos inéditos. 15 julio, 2020 by Redacción La Tinta (https://latinta.com.ar/author/admin/)
Recepción: 05/03/21
Aceptación final: 12/04/21
Resumen
La experiencia del Proyecto “Culturas Itinerantes: sigue circulando por los barrios”, después
de 10 años y más de 20 jornadas realizadas, es una historia con muchas historias dentro,
que se abraza a la convicción de que la cultura es salud mental, y que la salud mental es
en comunidad. Culturas Itinerantes fue en algún momento un proyecto de extensión de la
Facultad de Psicología; también fue y continúa siendo un espacio de prácticas de la Cátedra
de estrategias de intervención comunitaria, de la misma Facultad.
Durante todos estos años las condiciones de pobreza, desigualdad y vulneración de dere-
chos persiste, aun cuando al parecer, cambien las coyunturas; los territorios, las comunida-
des resisten y Culturas Itinerantes sigue vigente, insiste. Es urgente convocarnos a pensar
y repensar la salud, la implicancia de la universidad y el sentido de nuestras intervenciones
desde este lugar.
Para citación de este artículo: Rubio, M. E. (2021). Cultura y extensión: la experiencia de un proyecto cultural
en clave de salud mental. E+E: estudios de extensión y humanidades, volumen 8, nº 11, primer semestre 2021. 53
Abril-octubre 2021. Pp. 53-61.
E+E: estudios de extensión en humanidades. V 8, n°11, 2021. Pp.53-61 | Rubio, M. E. (2021). Cultura y extensión: la experi-
encia de un proyecto cultural en clave de salud mental.
Resumo
O texto tenta percorrer a experiência sistematizando ações, mas também tecendo senti-
mentos que explicam um vai e vem, interpelações constantes, aprendizagens em movimen-
to e certezas construídas entre matemáticas e olhares em torno de uma grade. No início:
entra a murga, começa a viagem; contextualizar é preciso começar, a história, os detalhes.
Então o papeleiro não é apenas uma ferramenta, é o símbolo de que existem momentos e
que cada momento é importante; os sentidos são postos em jogo, as perguntas começam
e não terminam. Um grupo aparece, mostra-nos brevemente o dia e suas implicações. Por
fim, um abraço de caracol, as perguntas reaparecem após o turbilhão de bandeiras.
Escolho relatar a experiência do corpo e trazê-la à vida com perguntas, perguntas compar-
tilhadas, do tipo que desafia fazer, que nos permite crescer com os outros.
Introducción
La cultura como derecho se conjuga en una serie de artículos en distintas declaraciones,
pactos, convenciones y tratados que definen y redefinen la cultura y lo cultural ¿pero cuál es
el lugar que ocupa? ¿Quién y cómo lo define?
El recorrido por esta experiencia cultural en clave de salud mental, pone en juego la con-
cepción de salud, que si bien se presenta integral en los discursos, aparece una y otra vez
separada, en partes que parecen nunca cruzarse. La psicología comunitaria orienta nuestra
mirada.
Entra la murga
Desde ahí, surge como proyecto de extensión, a partir de una lectura de la realidad que no
desconoce las urgencias, pero que encuentra, en la desigualdad que se reproduce, también
la invisibilización de la cultura como derecho, y detiene la mirada en reconocer la potencia
que presenta el hacer con otrxs.
cen los recursos disponibles que posibiliten el desarrollo de la jornada cultural. Finalmente
se propone un espacio de evaluación que cierre la intervención.
2 Rozas Pagaza (2018): “La cuestión social se origina con la instauración de la sociedad moderna que
deviene en sistema capitalista y, con él, las desigualdades sociales pasan a formar parte de las lógicas de su
funcionamiento en todas las esferas de la vida social”.
Si bien el proyecto tiene un equipo base, este ha ido mutando; de quienes le dieron impulso,
diversxs y amontonadxs, pensando la cultura desde la psicología comunitaria, el arte y la
comunicación, ahora quedamos quienes participamos de la cátedra, pero nos sostenemos,
sabiendo que no estamos solxs, segurxs de que hay muchxs alrededor.
El abordaje de “la(s) cultura(s)” “lo cultural” es, a veces, quehacer complejo -para quienes
intervenimos- en poblaciones que tienen muchos de sus derechos vulnerados, complejo
porque las preguntas reaparecen con cada movimiento, después de cada palabra, después
de cada certeza teórica. Porque “poner el cuerpo” es implicarse en ese diálogo desordenado
que tiene la teoría y la práctica, las palabras que nombran y la realidad nombrada, sin filtros.
Desde adentro, nos interpelamos, revisamos año a año los sentidos, intentamos ponerlo en
palabras porque reconocemos la necesidad de nombrar -sistematizar siempre es un obje-
tivo-, evaluamos, leemos, discutimos, nos preguntamos; sabemos que desde acá, es nece-
sario repensar los modos de disputar espacios de resistencia que escapen a la estratégica
ilusión de la “integración” y de lazos sociales que asumen -y naturalizan- las relaciones de
poder establecidas (Murillo, 2006), nos miramos, salimos al encuentro con otrxs y nos de-
jamos interpelar.
El papelógrafo
Entonces la cultura, como derecho, es el eje, y ahí estamos encontrándonos entre muchxs
para pensar un día, un momento entre la vorágine de la vida cotidiana para celebrarnos,
para ocupar los espacios públicos y decir algo. Y ¿qué hacemos hablando de culturas en un
merendero entre niñxs que esperan la leche o frente a una fábrica que mata a lxs vecinxs, en
una ronda de mates con jóvenes de un barrio sitiado por la Policía o adentro de un neurop-
siquiátrico, o con las organizaciones tras la pantalla de un celular mientras el mundo parece
detenerse por una pandemia? ¿Qué hacemos cuando intervenimos desde una propuesta
que no genera anclaje territorial, que es acotada y que pareciera que se agota cuando llega
el abrazo caracol al final de cada jornada? ¿Dónde encontramos la necesidad como motor
de la intervención? ¿Qué se posibilita en esos vínculos concretos, aparentemente efímeros?
¿Cómo se construyen los roles, en una intervención que se sostiene desde lo colectivo, una
intervención que insiste en la horizontalidad?
Nos mueven las preguntas, las compartimos, las construimos con vecinxs, organizaciones
y referentes, ahí, en territorio, escuchando y sosteniendo la mirada. Culturas Itinerantes, se
presenta como una posibilidad para decir algo, la cultura y el arte aparecen para dar la voz
necesaria. ¿Qué decir? ¿Cómo? ¿Quiénes? ¿Cuándo?
Pero no somos sólo nosotrxs -que llegamos desde afuera con imágenes de colores intensos
sobre jornadas pasadas- quienes lo hacemos posible. ¿Llevamos ideas? Claro, es un pro-
yecto que se fue haciendo un camino, que tiene una estructura pulida por las experiencias
y un objetivo concreto, pero apostamos a la construcción colectiva y la vivenciamos como
una práctica política. Y en esa acción damos cuenta de las relaciones de poder que se tejen
en todas las intervenciones a decir de Peralta (2019), y ponemos en juego la necesidad de
reflexionar nuestro quehacer. Lo hacemos, resulta imprescindible una evaluación y reflexión
constante, un tiempo para detenernos a sentir los pasos dados, para leer las sensaciones
que afloran; creo que no es posible habitar estos espacios sin la capacidad de respirar pro-
fundo, de abrir la mirada atentxs a las dialécticas que se hacen presentes, o sin los límites
claros que nos permiten dejarnos tocar por lo diverso.
En esos encuentros, en los que se imagina y da vida a la jornada, se construyen vínculos que
permiten un aprendizaje conjunto en ese momento y en ese lugar; interacciones que dan
lugar a reflexionar sobre las ideas previas y las que se abren a partir de esa experiencia; un
tiempo compartido que se nutre y permite nuevos movimientos, es lo que González y Nuc-
ci (2005) retomarán como una perspectiva constructivista y hermenéutica.
Sale un colectivo
¿Qué significado se les da a estas jornadas culturales que atraviesan la cotidianeidad y las
resistencias de los territorios? ¿Qué se busca decir con ellas? ¿En todas es lo mismo? ¿Qué
sentido le damos nosotrxs? ¿Buscamos unificar desde “lo cultural”? ¿Creemos, en serio, que
todo queda en dar lugar a las múltiples culturas? ¿Pensamos que hay una cultura popular?
En este punto, Culturas Itinerantes surge con la necesidad de generar, promover y sostener
espacios de encuentro, reconociendo a lxs sujetxs y a los vínculos que lxs mismxs producen,
posibilitando el ejercicio de la palabra, la construcción de necesidades sociales, políticas,
económicas y culturales, que se traducen en demandas. Entendiendo la cultura como posi-
bilidad de resistencia y enunciación propia ante hegemonías culturales (Proyecto, 2010). En
este punto es importante pensar las culturas como derecho, porque nos permite apropiar-
nos del discurso sin dar lugar a la resemantizacion3 (Murillo, 2006), ponerle voz a nuestras
historias, hacerlas cuerpo, repensarnos con otrxs. Darnos un recreo de los discursos hege-
mónicos que bajan, se naturalizan y se sostienen en el sentido común.
Los infaltables son la murga o una serie de instrumentos que se tocan a destiempo y suenan
como magia, la esperada “llamada” recorriendo las calles, invitando al encuentro; los juegos
que siempre están, ¿cuál? eso es cuestión de definir; el mural, interviniendo el espacio pú-
blico, dejando un poquito de la jornada grabada para el después; una banda que nos haga
bailar cuando ya el cansancio no importa porque estamos colmadxs de sonrisas.
3 La resemantizacion es una acción en el plano discursivo, como una colonización de los discursos, que
genera confusión, pues la apropiación del discurso de los oprimidos invisibiliza al opresor, lo presenta como
colaborador y hace imposible vislumbrar un «más allá» o un «afuera» (Murillo, 2006).
Durante la jornada, seguimos siendo un entre todxs, nos preguntamos, no hay decisiones
solitarias, en un ejercicio constante, nos miramos para acompañarnos, confiamos. Quienes
organizamos: el equipo, lxs vecinxs, las organizaciones, lxs artistas cuidamos el momento,
nos cuidamos, sabemos que estamos disputando lo cultural como sentido, ejerciendo un
derecho, estamos siendo un nosotrxs.
Un abrazo caracol
Como fin del relato, qué decir, estas relaciones que se tejen entre mates y afiches donde se
dibuja una grilla, esos abrazos hechos sonrisas después de los juegos, la merienda, el mural
y los bailes se convierten en redes, en puertas y en presencias.
La cultura como derecho, la salud como derecho, la cultura como salud, la salud como salud
mental, todo entrelazado, todo en espiral, como ese abrazo caracol que cierra cada jornada,
que nos encuentra, nos apretuja y nos contiene, es una despedida que queda abierta, nos
vamos siendo con otrxs.
.
Bibliografía
-Escalada, M., Fernández Soto, S., Fuentes, M., Martinelli, M., Travi, B. y otros (2004). El diag-
nóstico social. Proceso de conocimiento e intervención profesional. Espacio Editorial.
-González, C. y Nucci, N. (2005). Enseñar a intervenir con familias: algunas reflexiones des-
de el trabajo social. En: Revista Escenarios, Año 5- Nº 9-. Escuela Superior de Trabajo Social,
Universidad Nacional de La Plata.
-Murillo, S. (2006). Del par normal-patológico a la gestión del riesgo social. Viejos y nuevos
significantes del sujeto y la cuestión social. Ediciones CCC, Centro Cultural de la Coopera-
ción Floreal Gorini. Ediciones del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos C.L. Cua-
derno de Trabajo nº 70.
Recepción: 17/02/21
Aceptación final: 18/03/21
Resumen
Las condiciones de excepcionalidad que se impusieron a raíz del Aislamiento Social, Pre-
ventivo y Obligatorio (ASPO) generaron discontinuidades en la forma en que se aborda
la educación formal en la gran mayoría de los países. El nuestro no fue una excepción. Las
restricciones a la circulación y la suspensión de las clases presenciales en los edificios es-
colares afectaron también a las universidades. En consecuencia, toda la tarea educativa se
desplazó a las plataformas virtuales. Incluso las propuestas de extensión universitaria de-
bieron modificarse y, de múltiples maneras, se procuró responder a los condicionamientos.
En las siguientes líneas retomamos las formas en que articulamos docencia y extensión des-
de diversos proyectos que se entrelazan en el taller “Sujetos de aprendizaje en diferentes
contextos”, espacio curricular correspondientes al Nivel II de la praxis del Profesorado y la
Licenciatura en Ciencias de la Educación, en la Universidad Nacional de San Luis.
Para citación de este artículo: Jofre, J. (2021). “El amor se hace más grande y noble en la calamidad”: el entrama-
62 do extensión-docencia en tiempos de pandemia. E+E: estudios de extensión y humanidades, volumen 8, nº 11,
primer semestre 2021. Abril-octubre 2021. Pp. 62-68.
E+E: estudios de extensión en humanidades. V 8, n°11, 2021. Pp.62-68 | Jofre, J. (2021). “El amor se hace más grande y
noble en la calamidad”: el entramado extensión-docencia en tiempos de pandemia.
Summary
The exceptional conditions that were imposed as a result of social, preventive and compul-
sory isolation generated discontinuities in the way formal education is approached throu-
ghout the planet. Our country was no exception. The restrictions on circulation and the
suspension of face-to-face classes also affected the universities. Consequently, the entire
educational task shifted to virtual platforms. Even the university extension proposals had to
be modified and, in multiple ways, we tried to respond to these conditions. In the following
lines we report theactions that allowed us to articulate the tasks of teaching and universi-
ty extension from various projects that are intertwined in the Workshop: "Sujetos de
Aprendizaje en Diferentes Contextos", a curricular space corresponding to Level II
of the praxis of the Bachelor of Science in Education, in the National University of San Luis
(Argentine).
Introducción
“El amor se hace más grande y noble en la calamidad” escribe entre sutiles pinceladas Ga-
briel García Márquez en El amor en tiempos de cólera. Un deseo, una ilusión, una verdad en-
raizada o simplemente una necesidad en tiempos de aislamientos compulsivos que, ayer
como hoy, nos obliga a reinventarnos en situación de sujetos confinados y, al mismo tiempo,
sin sujeción. Tiempos en que la enseñanza y los aprendizajes se sienten más difíciles, en que
nos vemos obligados a reinventar los vínculos, en aislamientos corporales, con relaciones
pedagógicas hiper mediatizadas. Desde este lugar, en tiempos de Covid19, del glifosato, del
mercurio en el agua y en las venas, del despojo de las tierras, del avasallamiento de los te-
rritorios y sus recursos a los pueblos originarios, compartimos esta experiencia en el marco
de este taller denominado “Sujeto de aprendizaje en diferentes contextos” (en adelante el
“Taller”).
Este espacio curricular corresponde al Nivel II del Área de la Praxis y se ubica en el segundo
año de las carreras Profesorado y Licenciatura en Ciencias de la Educación, en la Univer-
sidad Nacional de San Luis (en adelante UNSL). Como lo señala el Plan de estudios (Res.
22/99), este Taller “tiene como propósito la aproximación a la realidad focalizada en los su-
jetos de aprendizaje (...) en diferentes contextos socio-culturales (…) de los que emergen
situaciones pedagógicas diferenciadas”. A partir de este horizonte desde el Taller prestamos
especial atención a los aprendizajes, tanto en lo relativo a contextos próximos como a otros
que resultan lejanos geográfica o culturalmente.
Durante el año 2020 el Taller se desarrolló, como todo en este mundo globalizado, en el
contexto de la emergencia sanitaria, producto de la pandemia ocasionada por el Coronavi-
rus Covid-19 Sars2. Es dable señalar que el continente de Abyayala, también llamado Amé-
rica, guarda con recelo la memoria de las “pestes”, que azotaron a las poblaciones originarias
tras la invasión europea. La más grande fue una que los náhuatl llamaron “cocolitzi” y que
diezmó a aquellos pueblos, arrasando la vida del 80% de la población (1545 – 1550; 1576)
(Guevara Flores, 2017). La causa parece haberse establecido descubierta casi quinientos
años después, por el grupo de investigadores de la Universidad de Tubinga. El equipo dirigi-
do por Ashild Vagene sostiene la hipótesis de que se trató de una epidemia producida por la
Salmonella entérica, una variedad de la Paratyphi tipo C (Castillo, 2018). Sin embargo, poco
dice el informe sobre la destrucción de los hábitos de limpieza e higiene que eran propios
de las ciudades náhuatl, costumbres que tanto sorprendieron a los extranjeros tal como
relatan los cronistas de la época. Prácticas que el invasor no dudó en destruir (Dussel, 2008;
León-Portilla, 2006).
En la búsqueda por acercarnos a estos actores sociales, durante el año 2020 nos encontra-
mos con importantes restricciones que afectaron a las formas que conocíamos de trabajo.
Situación que generó, además, grandes limitaciones para poder desarrollar praxis de exten-
sión y docencia desde los territorios. El Aislamiento Social y Preventivo Obligatorio (ASPO)
nos impulsó a repensar las estrategias de comunicación y de encuentro, propiciando que
los lugares de aprendizaje y sus sujetos vinieran a las aulas virtuales para poder escuchar
sus voces. Una apuesta a una universidad polifónica que pudimos sostener a través de las
plataformas virtuales.
El primer ciclo de charlas fue organizado junto al proyecto de extensión e interés social “Me-
moria, identidad y educación desde los pueblos originarios del territorio del Cuyum” que ar-
ticula, al mismo tiempo, con el proyecto de investigación “Pueblos originarios en el Cuyum”.
Ambos con sede en la Facultad de Ciencias Humanas. El proyecto de extensión, a su vez,
está conformado tanto por docentes y estudiantes de la Universidad como por integrantes
de comunidades indígenas del Cuyum.
El último ciclo fue organizado desde el Taller, siguiendo la lógica acordada en los proyectos
de extensión propuestos por el docente y por los estudiantes a partir de sus vínculos e in-
tereses.
Los dos primeros conversatorios articulan con uno de los proyectos de extensión y el nodo
del programa que pone en tensión la educación inter/plurilingüe, intercultural y plurinacio-
nalidad. Desde esta tracción abordamos la educación intercultural bilingüe (EIB), tal como
prevé la Ley de Educación Nacional (Ley 26.206), hacia horizontes que hacen visibles las
diversas maneras de entender la interculturalidad, la pluriculturalidad en relación con los
proyectos plurinacionales. A partir de allí atendemos la necesidad de encuadrar la educa-
ción en el marco de la justicia restitutiva que incluye el derecho de los pueblos originarios
a la tierra, el territorio y sus recursos. Un camino que permite traspasar las lógicas cultura-
listas hacia una pedagogía que asuma la herida colonial y restituya sus derechos en vías a la
autonomía comunitaria (Dussel, 1980; Mignolo, 2005; Derechos Pueblos Indígenas, 2007).
Es dable señalar que estos conversatorios estuvieron abiertos a la comunidad universita-
ria y a todas las personas de la comunidad que se inscribieron. Al estar disponible por una
plataforma virtual fue posible la participación de personas interesadas que residen en otras
provincias e incluso de Paraguay.
La intención de este conversatorio ampara la posibilidad de comprender que, entre las múl-
tiples naciones, pueblos y comunidades originarias en el territorio de Cuyo, se encuentran
las que lo habitan de manera tradicional, como las comunidades Huarpes, Ranqueles y Co-
mechingones. Así mismo, la habitan otros pueblos y otras comunidades que han migrado
desde sus lugares de origen y que traen consigo sus territorios, sus relatos, sus memorias e
identidades. Pueblos como los Ranqueles y Huarpes pujan por su identidad y sus territorios
con los estados provinciales que les reconocen y/o asignan territorios, presupuestos y les
disponen educación, dejando fuera de los pactos a otras comunidades y otros territorios no
reconocidos (Romá & Sanz, 2019).
La referente filosófica del pueblo Huarpe, Amta Quiroga, pertenece a una de las comuni-
dades a las que el Estado les reconoció su territorio, aunque aún pujan por sus recursos ya
que en nuestro país coexisten los sistemas de derecho occidental de raigambre liberal y los
derechos propios de los pueblos originarios (Melgarito Rocha, 2015). Amta Argentina Paz
Quiroga comenta esas tensiones, las analiza en relación con la situación actual de las comu-
nidades de pertenencia y relata cómo se configura, en sus vidas, una pedagogía decolonial y
descolonizadora, según sus palabras. En este sentido, señala cómo la restricción de recursos
naturales como el agua, que se desvía a fines industriales, pone en situación de peligro a las
comunidades que habitan el territorio hoy ocupado por el Estado provincial de San Juan.
El segundo conversatorio tuvo como protagonistas a las mujeres indígenas desde la con-
sideración de sus derechos y su participación. Las invitadas corresponden a comunidades
de diversos pueblos. Por la comunidad “Hijos del Sol” del Pueblo Nación Comechingones,
participó una de sus autoridades, Juana López. También estuvo presente Nadia Celia Gó-
mez perteneciente al Pueblo Nación Warpe del Cuyum. La tercera invitada fue Ange Val-
derrama Cayuman, periodista perteneciente al pueblo Mapuche del territorio Ngulo Mapu,
es decir del Wallmapu al Occidente de los Andes. También en este conversatorio participó
la antropóloga Ludmila Rizzo, de la Universidad Nacional de Rosario. Los relatos de cada
una de las participantes permitieron un breve reconocimiento de los aspectos comunes y
de las diferencias acorde a los contextos de cada uno de los pueblos. Al mismo tiempo, las
participantes recogieron las diferencias políticas dentro de las luchas por el reconocimiento
de las mujeres indígenas tanto en la sociedad en general, es sus comunidades, como en el
seno de los movimientos feministas. Los acuerdos y desacuerdos permitieron a cada uno de
quienes participamos poder corrernos de los lugares que tienden a romantizar y universa-
lizar las discursividades respecto a los pueblos indígenas y, a la vez, comprender la grave si-
tuación que atraviesan muchas comunidades en el territorio, tanto bajo la tutela del Estado
argentino como chileno. Estos dos conversatorios se continúan con el octavo que remite a
la Educación Intercultural Bilingüe en el Pueblo Ranquel. Ampliaremos, a su tiempo, sobre
este diálogo.
Las tres siguientes charlas surgen como alternativa a algunas de las actividades propuestas
en el proyecto de extensión y docencia (PED) “Educación y Comunicación para el cuida-
do de las semillas y los saberes”. En este PED se articulan, en una labor de transversalidad
pedagógica, asignaturas de diversas carreras de la Facultad de Ciencias humanas (“Análi-
sis de la realidad contemporánea”, el “Nivel II: Taller Sujetos de Aprendizaje en Diferentes
Contextos”, “Ética y Práctica Docente”) junto con actores comunitarios ligados a la produc-
ción agroecológica como es el caso de la Asociación Siembrazos. Al mismo tiempo, en los
recorridos tendientes a ampliar vínculos horizontales, estos conversatorios contaron con
la participación de integrantes de la Cátedra Libre Soberanía Alimentaria y Bioética del Sur
(CALISABIOSUR). También participaron integrantes de la agrupación Jóvenes por el Clima
San Luis.
En el marco de la propuesta pedagógica del Taller, estos conversatorios articulan con varios
nodos. Por un lado, en el marco de la pandemia, nos vimos invitados por las circunstancias
a abordar las formas de la pedagogía del cuidado desde las primeras clases. Esta pedagogía
hunde sus raíces en la “Academia” fundada por Platón, es decir en la ética del cuidado de sí y
de los demás en la filosofía clásica y llega hasta nuestros días con el cuidado esencial, como
lo llama Leonardo Boff (Foucault, 1984; Boff, 2002). En esta última mirada, la pedagogía de
cuidado se extiende al cuidado de la naturaleza con las múltiples formas que adquiere el
bien vivir entre los pueblos originarios. Desde el horizonte de la educación indígena, en-
tonces, el cuidado y la dignidad humana puede rastrearse en los huehuetlatolli, la ética en
la antigua palabra, contenida en los códices mesoamericanos. Es desde la historia profunda
de los pueblos indígenas de todo el mundo, además, donde el cuidado de los saberes, las
prácticas y las semillas encuentra sus antecedentes. El cuidado del maíz y sus semillas, sólo
por nombrar unas semillas de nuestro continente, lleva más de nueve mil años, tanto desde
las poblaciones mayas, hasta las comunidades huarpes en el sur de los Andes (Ortíz, 2006).
Con las invitadas y los invitados nos propusimos conocer y sentipensar desde dónde se
construye la Soberanía Alimentaria; cómo afecta la legislación que avala las semillas trans-
génicas y la industria alimentaria a este proyecto; cuáles son los proyectos agroecológicos
en nuestro medio local. Al mismo tiempo, nos interesó problematizar cómo afectan los
agrotóxicos en nuestra alimentación y cómo esa afección condiciona nuestro futuro, tanto
personal como colectivo.
De esta manera, el tercer conversatorio giró en torno a las responsabilidades por construir
Soberanía Alimentaria, tanto por parte del Estado, como de la sociedad civil, de los pro-
ductores y de los consumidores de alimentos. El diálogo estuvo a cargo de productores de
alimentos agroecológicos de la Asociación Siembrazos y fue coordinado por uno de sus in-
tegrantes, Omar Cejas, quien relató el proyecto pedagógico que promueve la asociación
que acompaña a otros productores y productoras en la transición hacia la agroecología.
Al mismo tiempo, desde ese proyecto trabajan en los barrios populares promoviendo las
huertas comunitarias y las formas de construcción económicas y eco amigables. En el relato
describe las metodologías participativas y colaborativas que sostienen desde este proyecto
político-pedagógico.
El cuarto conversatorio tuvo como tema central la confrontación entre la industria agrope-
cuaria y la Soberanía Alimentaria. La jornada de trabajo estuvo coordinada por el ingeniero
agrónomo Fernando Frank desde la Cátedra Libre Soberanía Alimentaria y Bioética del Sur.
El ingeniero señaló cómo la producción de semillas transgénicas está unida a la aplicación
de agrotóxicos, a la producción de monocultivos destinados a forraje para alimentar ganado
en China y producir biocombustible. Y cómo esta forma de producción, por un lado, agrava
el calentamiento global y, por otro, contamina nuestra comida junto a los barrios, poblados
y ciudades fumigadas con agrotóxicos. Confrontado a esta forma de producción, Frank pre-
sentó los proyectos basados en la Soberanía Alimentaria que tienen sus antecedentes en
los movimientos campesinos como son el MOCASE, Campesinos del Valle del Conlara, los
Campesinos Sin Tierra en Brasil. Además, Frank recogió los proyectos educativos -con sus
variantes en cada uno de los casos- que encuentran en la Colonia 20 de Abril, en Jáuregui,
Lujan, un proyecto educativo que lo conciben como un camino que va “desde la esclavitud
a la Soberanía Alimentaria (Declaración de La Habana, 2001; Goldschmidt, 2020).
Junto con los conversatorios organizados desde distintos espacios de la Universidad, el gru-
po de estudiantes participó de otros diálogos. Es así que, ligado al principio de una pedagogía
del cuidado, nos sumamos a un conversatorio ofrecido desde Montevideo por la psicóloga
victimóloga feminista Geru Aparicio Aviña. El diálogo fue propuesto por Cirilo Rivera García
y Geru Aparicio Aviña. Fue el primer conversatorio y resultó fundamental porque Aparicio
abordó el derecho al malestar en medio de las condiciones extraordinarias que se impu-
sieron a causa de la pandemia. Resultó fundamental y fundante para poder comprender, al
decir de las estudiantes, lo que estábamos transitando. Una situación de excepcionalidad
que se anunciaba por catorce días, que se extendió indefinidamente, y que implicaba con-
tinuar con las obligaciones familiares, escolares y laborales. Este diálogo permitió comenzar
el cursado virtual preguntándonos por las condiciones de posibilidad para las instancias pe-
dagógicas tanto de quienes estudian en la universidad; así como de los y las estudiantes que
debieron acompañar a sus hijos, hijas, hermanos y hermanas en edad escolar. Aparicio Viña
invitó a sentipensarnos desde el aislamiento y la virtualidad como articuladora/mediadora
de los vínculos sociales y pedagógicos.
El tercer ciclo de charlas se articuló desde el mismo Taller e implicó la posibilidad del en-
cuentro con espacios diversos donde la educación y las subjetividades están entrelazadas
con la especificidad de los contextos.
Así, en el séptimo conversatorio tuvimos como invitada a la profesora de artes visuales Pa-
tricia Ramírez, quien relató su experiencia que tituló “Muros que hablan: educación y arte
en la Escuela Malvinas Argentinas”. Con la finalidad de contextualizar dicha participación
resulta oportuno recordar que en este tiempo de pandemia todos y todas nos hemos vis-
tos conminados a permanecer en nuestras casas durante un período relativamente extenso
para la forma en que comprendemos nuestras vidas, especialmente en las ciudades. Los
medios de comunicación se han hecho eco y, podríamos decir, han sobreexplotado el ma-
lestar que la experiencia de encierro genera en cada uno de nosotros y nosotras. Es más, se
ha asociado el ASPO con un cercenamiento de la libertad equiparable con la prisión. De
allí que se insiste en que el gobierno nos tuviera retenidos como prisioneros. Sin embargo,
la experiencia de la restricción punitiva de la libertad tiene otras características que están
lejos de la comprensión para quienes nunca estuvieron detenidos en una penitenciaría. En
esta línea, y en sentido cronológico, el segundo conversatorio que propusimos surge de una
experiencia pedagógica que tiene lugar, tal como ya lo señalamos, en la Escuela Malvinas
Argentinas. A dicha institución acuden los internos e internas que se encuentran alojados
en la Penitenciaría de la Provincia de San Luis. En esa escuela trabaja Patricia Ramírez con
un proyecto de educación que encuentra en el arte un componente emancipador. ¿Cómo
se puede tener una experiencia emancipadora estando detenidos, detenidas, privados de la
libertad? ¿Qué libertades son las que se restringen en una prisión? ¿Qué derechos se deben
defender? ¿Por qué los detenidos tienen derecho a la educación? ¿Por qué tienen derecho a
trabajar y cobrar un sueldo? ¿Qué implica para ellos y ellas asistir a la escuela todos los días?
¿Por qué los guarda cárcel presionan a los internos e internas buscando excusas para res-
tringir el acceso a la escuela cuantas veces les sea antojadizamente posible? ¿Si la profesora
pudiera elegir, optaría por trabajar en esta escuela? Estos y otros interrogantes estuvieron
presentes en el diálogo con la docente. Desde este encuentro, las personas que cursan el
Taller se dispusieron a conocer otras experiencias de educación en el contexto de la priva-
ción punitiva de la libertad. Una de esas referencias la encontraron en la Unidad número 6
de Punta Rieles, en la ciudad de Montevideo. Una cárcel de baja seguridad, con forma de
ciudad, a donde curiosamente algunos prisioneros, tras ser liberados, decidieron regresar.
Difícil encontrar experiencias que muevan a un ex detenido a volver a la cárcel sin cometer
otro delito. Un regreso con sus emprendimientos individuales o colectivos, pues consideran
lo importante que es darles trabajo a sus compañeros para tener una chance de cambiar de
vida. Desde ambos relatos, las estudiantes pudieron valorar cómo la conjunción del arte,
el trabajo y la educación operan como dimensiones performativas para la rehabilitación y
reinserción social de los internos e internas penitenciarias (Álvez, 2019).
El octavo diálogo se organizó con la profesora Celeste Romá, una investigadora del proyecto
que se señala más arriba, quien desarrolla sus trabajos de campo en relación con la Educa-
ción Intercultural Bilingüe en una comunidad del Pueblo Nación Ranquel, situado en el sur
del territorio ocupado por la provincia de San Luis. La profesora Romá tituló este encuentro
“Abriendo la tranquera”, una referencia a la puerta de entrada a esta comunidad que se
encuentra en una zona rural. El encuentro es complementario con los otros diálogos a los
que hicimos referencia con anterioridad. Este conversatorio significó un aporte crucial para
la comprensión de la educación intercultural bilingüe. La comunidad con la que se trabaja
es fruto del reagrupamiento de familias que se encontraban fundamentalmente en dos ciu-
dades: Villa Mercedes y Justo Daract. A estas familias se les entregaron tierras como forma
de restitución, a más de doscientos kilómetros de su residencia habitual. Estas tierras se
entregaron luego de ajustar la Constitución Provincial a los estándares internacionales en
materia de Derechos de los pueblos Originarios. Al mismo tiempo, el relato de la profesora
permitió comprender que este reagrupamiento implicó, además, pasar de zonas urbanas
a zonas rurales. Desde una perspectiva etnográfica multisituada, la docente les permitió
a los estudiantes del Taller comprender cómo este pueblo, emplazado en tierras rurales,
lleva consigo territorios urbanos, con sus costumbres y su desconocimiento del nuevo me-
dio donde fueron emplazados. Al mismo tiempo, el conversatorio brindó herramientas para
comprender cómo la escuela que la Provincia creó, está lejos de reunir las condiciones de
interculturalidad bilingüe (Romá & Sanz, 2019), ya que está planificada y ejecutada desde
las oficinas de la Universidad de La Punta y es la misma que la que se aplica en todo el siste-
ma de escuelas digitales de la provincia, sin incorporar aspectos particulares de esta u otras
comunidades indígenas.
El noveno conversatorio fue propuesto por Rocío Lucero, estudiante que cursa Ciencias de
la Educación. Rocío conoce a través de talleres a un artista y educador popular que vive en
el barrio Carlos Mugica, conocido también como Villa 31, en la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires. Las referencias nunca son suficientes para la mayoría, por este motivo, este diálogo
permitió adentrarnos en espacios urbano marginales donde la pandemia azotó de manera
particularmente violenta, especialmente por la carencia de agua, un elemento indispensa-
ble para abordar la situación epidemiológica. Al mismo tiempo, la pandemia sacudió a los
barrios populares donde la mayoría de sus habitantes viven al día, de changas, de la venta
callejera y del servicio doméstico. Desde estas poblaciones se le solicitó al Ejecutivo que se
les permitiera el aislamiento comunitario, atento a que difícilmente sus habitantes pudieran
permanecer en sus viviendas, tanto por su tamaño como por la composición familiar. En lo
relativo a la escolaridad, en estos poblados se encontraron mayores limitaciones por la falta
de acceso a internet y a los medios tecnológicos para que los estudiantes pudieran asistir a
las clases virtualizadas y realizar sus actividades no presenciales (CCS-Unidad Coronavirus,
2020; UNICEF, 2020). A pesar de estos límites, las estrategias colectivas permitieron la su-
pervivencia, sin dejar nunca de reclamar. En ese entramado, y como forma de resiliencia, se
gestó este taller con jóvenes cuya intención acoge la posibilidad de pronunciar, de manera
crítica, su propio entorno desde el arte fotográfico. En ese barrio, Sabino Waldo vincula la
educación con el arte y el compromiso social desde el “Taller de fotografía en el campito”.
En la red social Instagram, denomina a este espacio “Laboratorio el campito: club de ex-
perimentos fotográficos y audiovisuales”. (https://www.instagram.com/laboratorioelcampi-
to_/).
tas escuelas fumigadas de nuestro país. Por tales motivos, el diálogo estuvo a cargo de Iván
Alejandro Fernández, un estudiante de Ciencias de la Educación y Becario de Iniciación a
la Docencia en este Taller. Iván fue tutor alumno de varios de los grupos de estudiantes que
desarrollaron sus praxis en esa y otras escuelas. En la aproximación que formuló Fernández
se pudieron recoger algunos rasgos que hacen particulares a estas escuelas, al tiempo que
relató sobre las grandes diferencias que hay también entre ellas. Diferencias que son nota-
bles al considerar, por ejemplo, que algunas son de personal único, mientras que otras son
instituciones plurigrados, con personal para cada uno de los cursos y materias. Otro de los
aportes que los y las estudiantes reconocieron como particularmente significativos, surgen
del relato de Iván cuando señala que, ir a las zonas rurales implica estar abierto no sólo a
enseñar, sino también a aprender. Recordó que junto a otros compañeros descubrieron el
propio analfabetismo respecto, por ejemplo, a la naturaleza: animales, plantas, la previsión
del clima, las hierbas medicinales. Recogió, entonces, aquel principio enunciado por Paulo
Freire respecto a que nadie es absolutamente analfabeto que no tenga nada que enseñar;
y que no hay nadie lo suficientemente sabio que no tenga nada que aprender. El diálogo se
tornó especialmente participativo ya que, entre las estudiantes, había quienes se formaron
en escuelas rurales y comentaron con orgullo que sus madres y padres fueron docentes
rurales. Al respecto, la estudiante del profesorado en Ciencias de la Educación, Bárbara Gil,
relata: “Cuando llovía y la escuela se inundaba, el comedor de mi casa se transformaba en
el aula”. Recogiendo de esta manera una dinámica que se asemeja a lo vivido a partir del
ASPO, que implicó que los comedores de nuestras casas se transformen en aulas.
Finalmente, señalaremos dos conversatorios de los que participamos, aunque fueron orga-
nizados por otros espacios e instituciones. El primero de ellos tuvo como tema la educación
popular, autonomía y emancipación. El invitado fue Roberto “Tato” Iglesias, impulsor desde
los años ochenta del proyecto de Universidad Trashumante desde su cargo en la Universi-
dad Nacional de San Luis. El nexo entre educación, arte y trashumancia está asociada a este
movimiento pedagógico que se desplaza a lo largo y ancho del país. Este proyecto se plan-
tea, recuerda Iglesias, dislocar la distinción entre lo que acontece al interior de las univer-
sidades y lo que se denomina extensión universitaria. Al mismo tiempo, como movimiento
atraviesa la supuesta escisión entre quienes producen conocimiento, los universitarios, y
quienes reciben el saber, la comunidad. En estos días, nociones como “soberanía alimenta-
ria”, “mandar obedeciendo”, “andar escuchando”, “vivir bien / buen gobierno”, “autonomía
comunitaria” dan cuenta de que el saber también se gesta entre los movimientos sociales
y entre las comunidades originarias, muchas veces lejos de las casas de altos estudios. Ca-
tegorías que invitan, al mismo tiempo, no sólo a reconocer los saberes producidos fuera de
los muros universitarios, sino también a transformar las ciencias sociales desde el sur global
(Botero Gómez et al., 2018; Dussel, 2006).
El recorrido realizado durante el año 2020 en procura de entrelazar el Taller con los territo-
rios que año a año acoge a nuestros y nuestras estudiantes, a partir de la articulación entre
docencia y extensión, puso a prueba la capacidad creativa del equipo de trabajo. Casi como
una obviedad debemos señalar que el recurso elegido fueron las plataformas que permi-
ten el encuentro virtual entre quienes participan. Procuramos emular los diálogos, generar
cierto clima de cercanía, de encuentro, incluso de empatía. Sin embargo, los encuentros en
la virtualidad difícilmente llegan a generar la experiencia corporal, afectiva, emocional de
la experiencia cara a cara, con niños, niñas, adolescentes y adultos. Están ausentes tanto
los olores como los dolores, las alegrías, las incertidumbres de cada encuentro, el deseo de
regresar o no volver nunca más, el asombro de saber que mientras desarrollabas tus activi-
dades con los niños y niñas, a pocas cuadras los vecinos se tiroteaban. Nos faltó la angustia
de escuchar que una niña se acerca a contarte lo que nunca esperabas que te cuenten y que
la maestra quiera saber de qué se trata. El llegar y encontrarse con una fiesta para festejar
la vida o enterarte que la maestra falleció. En este año, la vida está mediada por la distancia,
por el teléfono, la computadora o la tableta. Y debimos resistir al efecto “noticiero” que
adormece los sentidos.
Ese resistir fue posible porque no todo resultó de esta manera. Generar encuentro con estas
características resultó en muchos de los casos movilizador para cada uno y cada una de
quienes participamos en estas aventuras. Escuchar a una persona que relata que es miembro
de un pueblo originario, cuando tan claro se predica, por lo menos en el centro de Argentina,
que estos ya no existen, resulta una experiencia que conmociona. O escuchar a otros estu-
diantes, que militan por el clima, contar que nuestra comida está saturada de agrotóxicos
y que esto produce enfermedades como el cáncer, que agudizan las consecuencias de la
celiaquía, que producen abortos espontáneos o parálisis cerebral en los recién nacidos. Un
escuchar que nos deja atónitos y se vuelve revelación cuando alguien, en el aula, lo relaciona
con su madre, con su hermano o su hija. Expresando casi sin comprender “entonces el cán-
cer no es psicosomático, nos están envenenando”.
Una anécdota recreó, asimismo, las condiciones que proyectamos en relación con la ex-
tensión, ya que una de las estudiantes, de quien hablamos más arriba, volvió a su casa en el
campo para pasar el aislamiento con su familia. Y cada tarde, en cada encuentro, en cada
clase, la veíamos participar sentada en la base de la antena de wifi de una escuela rural. A la
intemperie para poderse conectar.
Solemos discutir sobre los sentidos de la extensión universitaria, sobre la segunda reforma,
sobre los saberes que están por fuera de las universidades, de la importancia de formarse en
el aula y en el territorio. Sentimos, cuando se declaró el ASPO, y se prorrogó una y otra vez,
que las clases virtuales implicarían una gran pérdida al no poder encontrarnos, conocer un
barrio, una escuela nocturna, rural, intercultural, llegar hasta el hospital para aprender desde
la práctica sobre pedagogía hospitalaria. Ciertamente muchos de estos sentidos quedaron
postergados, sin embargo, en el tejido que logramos elaborar con muchos colegas, compa-
ñeros y compañeras en los más diversos lugares, hicieron que los territorios estuvieran pre-
sentes en el aula. No sólo estuvieron presentes, sino que además esas presencias habilitaron
la experiencia de la praxis. Es decir, lo que se espera de la tarea de extensión, que genere
transformaciones, aunque parezcan pequeñas. Que generen vínculos, aunque parezcan
débiles. Que algunos propongan continuar involucrados en algún proyecto de extensión
o de investigación en el que confluyan docentes, estudiantes e integrantes de los distintos
espacios con los que nos vinculamos desde el Taller.
De este tiempo de pandemia, que según parece está lejos de acabar, nos queda mucho que
reflexionar, que dialogar y aprender. Nos queda mucho por imaginar y crear. En este caso,
para seguir ligando educación y extensión.
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“inclusión” puntana.
Recepción: 18/02/21
Aceptación final: 12/04/21
Resumen
Este artículo tiene como objetivo analizar, desde una perspectiva etnográfica, los procesos
de trabajo y las relaciones sociales que se desarrollaron en un espacio de salud llamado
Asamblea Popular Los Boulevares (APLB), en el ámbito de la salud colectiva, utilizando
también como herramienta metodológica la técnica de observación- participante. Este
centro de consultorios médicos funcionó combinando la salud comunitaria y la actividad
política entre los años 2002 y 2020 en barrio Los Boulevares de la ciudad de Córdoba.
Asimismo, registra estos sectores sociales sumamente desprotegidos, abarcando tanto a los
pacientes vulnerables con dificultades para el acceso a la salud, como también a los pro-
fesionales altamente calificados que deben apelar a formas de trabajo informal, como un
1 Lic. en Nutrición MP: 1569. Estudiante y tesista de la Especialidad en Antropología de la FFyH - UNC.
giomiv@gmail.com
Para citación de este artículo: Giomi, V. (2021). La asamblea. Un análisis antropológico sobre los procesos de
trabajo en salud colectiva en barrio Los Boulevares de Córdoba. E+E: estudios de extensión y humanidades, 79
volumen 8, nº 11, primer semestre 2021. Abril-octubre 2021. Pp. 79-95.
E+E: estudios de extensión en humanidades. V 8, n°11, 2021. Pp.79-95 | Giomi, V. (2021). La asamblea. Un análisis
antropológico sobre los procesos de trabajo en salud colectiva en barrio Los Boulevares de Córdoba.
Abstract
This article aims to analyze, from an ethnographic perspective, the work processes and social
relations that developed in a health space called Asamblea Popular Los Boulevares (APLB),
in the field of collective health, using also as a methodological tool the participant-obser-
vation technique. This medical office center operated combining community health and
political activity between 2002 and 2020 in Los Boulevares neighborhood in the city of Cór-
doba.
This work shows the APLB as a micro-universe, and shows the impact of the structural ne-
glect by the State towards community health spaces and the enormous difficulty they face
in order to exist, taking into account that these spaces have a great value in social and com-
munity terms.
It also registers these extremely unprotected social sectors, including both vulnerable pa-
tients with difficulties in accessing health care, as well as highly qualified professionals who
must resort to informal forms of work, as a way of making ends meet, in order to somehow
counteract the precarious labor contracting conditions of the hegemonic health care cen-
ters.
Introducción
La propuesta que presento es analizar en clave etnográfica, desde mi propio ejercicio pro-
fesional como licenciada en Nutrición, los procesos de trabajo que se realizaron en la APLB,
entendiendo a dicho espacio como una trama de vínculos e interacciones personales. Mi
incorporación como miembro del equipo de salud fue a finales del año 2016 y con el trans-
currir de los meses logré consolidarme como parte de los profesionales de la Asamblea.
Luego de un proceso la APLB se convirtió en mi objeto de reflexión antropológica para el
desarrollo del trabajo final de la Especialidad en Antropología. En el marco de ese recorrido
profesional y como estudiante de la Facultad de Filosofía y Humanidades, en este artículo
invito a interrogarnos por la dimensión social de la salud.
La Asamblea era un espacio de salud diferente al resto de las instituciones. Sus encargados
se definían como militantes de la salud comunitaria y allí, particularmente, la política esta-
ba no solo permitida, sino positivamente alentada: las ideas políticas se expresaban en los
cuadros que colgaban de las paredes, en las conversaciones que mantenían con los vecinos
y pacientes, en la participación a movilizaciones de organizaciones sociales y políticas, por
mencionar algunas de ellas. Sin embargo, los profesionales tenían libertad de adherir o no a
esas ideologías, es decir, la pertenencia política no era excluyente.
En ese sentido, me propongo analizar desde una perspectiva etnográfica cómo es el sistema
de salud en la Argentina y de qué manera sectores sociales vulnerables quedan por fuera
recurriendo a espacios alternativos en busca de cubrir sus necesidades, también intento
abrir algunos interrogantes sobre cómo se podría pensar en formas comunitarias de acceso
a la salud y cuáles serían las dificultades e (im)posibilidades de autogestión en el sistema de
salud. El enfoque en lo social permite poner la atención hacia “las formas y posibilidades en
que las personas hacen sus mundos de una manera que es tanto voluntaria como involunta-
ria” (Fernández Álvarez, Gaztañaga y Quirós, 2017:280). A través de la descripción de lo que
hacen y construyen, y de lo que dicen con lo que hacen, adoptando una metodología que
combina el hacer y estar en el campo, podemos estudiar los problemas sociales más amplios
y generales a una escala microscópica o micro-social, lo que nos permite ver y comprender
cosas que de otro modo no se podría.
El análisis se nutre de los aportes del campo de la salud colectiva, donde la cuestión social
adquiere mayor relevancia. El Dr. Spinelli (2015), especialista en salud colectiva, señala que
el trabajo desarrollado en estos espacios es relacional y se fundamenta, justamente, en las
relaciones que tejen sus integrantes, constituido por vínculos con el equipo de salud, con
los pacientes y con la comunidad. Para las autoras Bertolozzi y De La Torre Ugarte Gaunilo
(2012:27), la salud colectiva “presenta una triple dimensión: como corriente de pensamien-
to, como movimiento social y como práctica teórica”. En ese sentido, Laurell (1986) men-
ciona que el proceso salud-enfermedad, desde el enfoque de la salud colectiva, requiere
plantear la cuestión de la causalidad de forma diferente, ya que al ocuparse de la producción
social del proceso biológico humano necesariamente tiene que recuperar la unidad entre
la “enfermedad” y la “salud”, ambos como momentos de un mismo proceso. Asimismo, el
Dr. Menéndez (1994) plantea con respecto al proceso de salud/enfermedad/atención en la
salud colectiva, que la descripción y el análisis del campo relacional debe tomar en cuenta
las características propias de cada una de las partes, pero sobre todo debe enfocar su mira-
da sobre el sistema de las relaciones construidas, que componen una realidad diferente del
análisis aislado de cada una de las partes.
El Dr. Spinelli (2010) conceptualiza que el sistema de salud, término ampliamente utilizado,
está planteando como la existencia de un todo dividido en tres sectores: público, obras so-
ciales y privado, con una idea simplificada para abordar algo mucho más complejo. La APLB
no encuadraba en esa clasificación ya que estaba por fuera del sistema tripartito; más bien
se ubicaba como espacio “público no estatal” (Ouviña 2003), concepto que retomaré en el
desarrollo.
Además, este trabajo se nutre también de una perspectiva etnográfica interesada en abor-
dar “lo social como proceso vivo” (Quirós 2014) y que se interesa particularmente por el
“transcurrir” de la vida social (Fernández Álvarez 2016). La etnografía como modo de co-
nocimiento que permite contactar la multiplicidad de dimensiones de la comunicación y la
experiencia, acompañando y vivenciando los procesos sociales en el mismo momento en
que acontecen, forjando relaciones personales y de confianza que admitan ese acompaña-
miento. Desde esta perspectiva me valgo de los relatos de mis compañeros de la Asamblea
que van contando sus historias, en palabras de Fernández Álvarez (2016:17) “un transcurrir
que se convierte en herramienta analítica en tanto cobra vida en el curso del trabajo etno-
gráfico”, ese mismo acontecer con el que se va tejiendo la historia de la Asamblea.
Metodología
Durante diciembre del 2001 se desencadenaron hechos que marcaron un antes y un después
en la historia argentina. Una crisis hegemónica golpeó al país en ese entonces, luego de diez
años de políticas neoliberales que habían provocado un quebrantamiento y transformación
En consecuencia, se generó una profunda crisis política, económica y social con un incre-
mento en los índices de desocupación, ajustes en el presupuesto y los salarios, combina-
dos con un aumento de la movilización y la protesta social que cuestionaban al sistema
de representación política (Triguboff 2011). Las sucesivas medidas de ajuste económico, la
interrupción en la cadena de pagos de la deuda externa, la recesión, la multiplicidad de seu-
do-monedas que entraron en circulación (emitidas por Nación, Provincia, Municipio, etc.)
en reemplazo de la moneda legal y la implementación del corralito bancario, dejó como
corolario un estallido social con saqueos, manifestaciones, cacerolazos y movilizaciones,
que ocasionaron la mayor represión de las fuerzas policiales y de seguridad desde el retorno
de la democracia, con un saldo de más de 30 muertos y cientos de heridos. Se produjo la
renuncia del entonces presidente Fernando de la Rúa y la sucesión de cuatro presidentes
en doce días. El país quedó sumido en una crisis humanitaria, de representatividad, social,
económica, financiera y política (Svampa 2011).
En ese contexto y para hacerle frente a la situación, surgieron nuevas estrategias de orga-
nizaciones sociales y políticas de vecinos basadas en prácticas democráticas participati-
vas y formas de economía solidaria, como las asambleas barriales, los clubes del trueque
y las fábricas recuperadas (Magrini y Quiroga 2011). Estas novedosas formas participativas
congregaban a los vecinos del barrio, estimulaban la participación directa y promovían la
construcción de iniciativas para encontrar soluciones. Prontamente, estas prácticas fueron
celebradas como un nuevo modo de hacer política que buscaba restituir el lazo social a
partir de la creación de nuevas redes de vecinos y trabajadores (Magrini y Quiroga 2011). En
Córdoba surgieron más de veinticinco asambleas barriales, populares o ciudadanas, como
así también cooperativas de trabajo, fábricas recuperadas y servicios de salud (Parra 2008),
y la APLB formó parte de ese proceso.
Estaba conformado por profesionales de la salud de distintas áreas: clínica médica, gine-
cología, oftalmología, odontología, psicología, psicopedagogía, bioquímica, ecografía, nutri-
ción, donde además funcionaba una óptica, pedicura y depilación, y el ropero comunitario;
y un grupo de cinco encargados: Francisco y Adriana, matrimonio de los socios fundadores
oriundos del barrio, que contaban con una extensa trayectoria en la militancia política den-
tro del peronismo kirchnerista de Córdoba; Rodolfo y Tamara, matrimonio de profesiona-
les de la salud, óptico y psicóloga respectivamente; y Rosa a cargo del ropero comunitario.
Los encargados se organizaban para cubrir los diferentes horarios sin desatender sus otros
compromisos laborales. Francisco trabajaba como gasista, Adriana era locutora de una radio
Una de las actividades estructurales de la Asamblea era la confección de las Fichas Médicas
que el sistema educativo solicitaba de manera obligatoria para la inscripción en los ciclos
lectivos, como una manera de garantizar el control médico y odontológico. El médico clínico
del espacio les solicitó a los encargados incluir en la Ficha Médica la consulta nutricional, ya
que le pareció importante mi participación como nutricionista para abordar el tema de la
alimentación, en forma de consulta interdisciplinaria haciendo educación para la salud: me
dieron un lugar de relevancia dentro de ese circuito, algo que no pasaba en otras institucio-
nes con las nutricionistas. A diferencia de otros centros de salud más convencionales, don-
de la Ficha Médica es completada como un simple formulario solo por el médico, aquí en la
APLB se favorecía la interdisciplina buscando construir desde la salud colectiva y no desde
el ejercicio individual de las profesiones, desde la colaboración y no desde la competencia;
3 Operación Milagro: es un programa solidario nacido en Cuba, dirigido a personas que no pueden
acceder a los respectivos tratamientos debido a los altos costos de los mismos. El Centro Oftalmológico Dr.
Ernesto “Che” Guevara se encuentra ubicado en Barrio San Martín de la ciudad de Córdoba. Esta información
fue tomada de la página web: http://www.operacionmilagro.org.ar/nueva/
porque en este espacio de trabajo autogestivo, era importante que todos los profesionales
que se acercaban pudieran tener su lugar para desempeñarse.
Para dimensionar la forma de trabajo en la APLB, puedo decir que durante el horario de
atención de los viernes por la tarde (16 a 19 horas) podíamos coordinar para atender en
forma simultánea hasta seis profesionales en solo tres consultorios –además de odonto-
logía que era inamovible-. Esto era posible porque nadie se sentía dueño de su consultorio
y podíamos atender hasta en la habitación del ropero si era necesario. En lugar de ser un
obstáculo, esas dimensiones pequeñas eran una ventaja ya que desarrollábamos la atención
médica en forma colectiva, compartiendo los consultorios y arreglándonos con lo que había:
todo se resolvía. También, era aprovechado positivamente por los encargados para interac-
tuar de manera más cercana tanto con los pacientes como con los miembros del equipo
de salud. Se generaba así un vínculo cercano –hasta afectivo- entre los profesionales, los
encargados y los pacientes que guardaba relación con el espacio físico de la Asamblea.
Otra de las diferencias estaba relacionada a los honorarios profesionales. En la APLB cada
profesional pactaba de manera verbal sus honorarios y cobraba al final del turno en efectivo,
en el momento. Esta modalidad resultaba rentable sobre todo en épocas de procesos infla-
cionarios porque evitaba tener que esperar los tiempos burocráticos de las obras sociales
que oscilaban entre los cuatro y seis meses. Los profesionales de la salud, que tienen que
recurrir al pluriempleo para poder completar sus ingresos, aquí en la Asamblea podían pro-
yectarse colectivamente mediante esta forma de rebusque para mejorar sus condiciones
laborales y económicas.
La APLB era (también) una organización social y política4, que se formó en el marco de un
proceso de organización colectiva barrial y que se mantuvo como espacio de salud colectiva
4 Aclaración al lector: en el presente trabajo utilizaré Itálica para resaltar diálogos informales como
términos utilizados por mis interlocutores. Las citas bibliográficas y categorías teóricas serán introducidas a
de reclamos sociales como los de Milagro y Santiago, y alzaran la voz contra el autoritaris-
mo. Entre los profesionales había un grupo que no compartía estas ideas y manifestaban su
fastidio de que se hablara de política, pero inevitablemente estas cuestiones se mezclaban
porque la Asamblea era un espacio político.
Durante muchos años la APLB había logrado autofinanciarse enfocando la atención en los
vecinos del barrio que, en los tiempos de inicio del espacio eran desocupados y, por ende,
no tenían obra social; con el correr del tiempo y habiendo logrado tener un empleo con obra
social, continuaron eligiendo el espacio por sus numerosas conveniencias, principalmente
su forma de atención y su ubicación geográfica.
En tanto que los profesionales accedían a percibir una remuneración diferenciada, dejando
un 20% para la Asamblea, con el cual se realizaba el pago de alquiler y de servicios (luz, agua,
teléfono y alarma). El espacio estaba inscripto como una asociación civil sin fines de lucro
otorgando ciertas ventajas: por ejemplo, la factura de la luz estaba dentro de la categoría de
tarifa social, el escalafón más bajo para el cobro de servicios. Pero por otro lado, no recibía
subsidios del Estado ni podía adherirse a las obras sociales, dado que no cumplía con los re-
quisitos del Ministerio de Salud para su habilitación como consultorios. Como mencionara
con anterioridad, el sistema de salud en términos generales se divide en: público, privado
y obras sociales, es decir que la Asamblea quedaba por fuera del sistema tripartito. Al ser
un espacio autogestionado más identificado con sectores subalternos, podríamos definirlo
como “público no estatal” siguiendo la definición que dio Ouviña (2003) en investigaciones
realizadas en asambleas barriales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Este autor pone
en valor la recuperación activa de lo “público” para superar la dinámica mercantilista propia
del capitalismo, mencionando que otro de los aspectos que debe destacarse es la vincula-
ción con otros actores sociales y políticos, relación que las asambleas barriales generaron
desde su surgimiento. Esta noción de lo “público no estatal” adquiere una importante rele-
vancia cuando se caracteriza el tipo de densidad asociativa que se construía territorialmen-
te. Estas cuestiones que, tanto desde el Estado como desde el mercado eran consideradas
un problema individual, emergen como una cuestión colectiva y se resuelven en ámbitos
comunitarios, de manera diferente a la lógica del individualismo neoliberal. La APLB era
un espacio autónomo y autogestionado que brindaba soluciones a la comunidad, pero los
tiempos habían cambiado a partir de diciembre de 2015 con la asunción del nuevo gobierno.
Como señala el Dr. Spinelli (2010), los sectores de bajos ingresos y aquellos que no cuentan
con cobertura social, quedan bajo la órbita del Estado, tanto nacional, provincial y/o muni-
cipal. Asimismo, la presencia del capital económico dentro del campo de la salud ocasiona
dispositivos de “solidaridad invertidos tales como el pobre financiando al rico, o lo público
financiando al seguro de salud privado” (2010:277). Valiéndome de ese planteo ¿por qué el
Estado puede subvencionar a las obras sociales financiando a la salud privada y no cuenta
con ninguna herramienta para ayudar económicamente a los espacios de salud comunita-
rios? ¿Por qué la APLB no conseguía una subvención del Estado para sostener un espacio
de salud comunitaria donde acudía un sector de la sociedad vulnerable que quedaba por
fuera de las coberturas? Las políticas de Estado, si bien durante la última década habían
fomentado el desarrollo de espacios autogestionados, cooperativas o movimientos socia-
les, no implicaba ningún tipo de subsidios ni ayuda estatal. Tanto la precaria situación en la
que ya se encontraba la APLB, como el cambio de gobierno a partir de diciembre de 2015 y
la adopción de medidas de corte neoliberal, fueron una serie de acontecimientos que ge-
neraron el ahogo del espacio y su cierre definitivo. Dentro de las medidas del gobierno que
más impactaron puedo mencionar: la quita de subsidios a las personas con discapacidad y
a los medicamentos para los pacientes de PAMI, la eliminación de los subsidios a todos los
servicios públicos y la aplicación de un “sinceramiento de tarifas” popularmente conocido
como “tarifazos7” con incrementos de los servicios hasta del 1.600%. En la Asamblea esta úl-
tima medida repercutió de manera indirecta, ya que los servicios públicos pasaron a ocupar
un importante porcentaje del ingreso de los hogares y se redujo el poder adquisitivo de los
pacientes que concurrían al espacio.
Continuando con lo que ocurrió en la APLB, a finales de 2017 se renovó el contrato de al-
quiler de la casa con un monto de $9000 durante el primer año (casi el equivalente a un
salario mínimo vital y móvil según la actualización de enero de 2018). En febrero de 2018,
con el inicio de las consultas por Ficha Médica, notamos una reducción de pacientes a me-
nos de la mitad con respecto al año anterior. También se produjo una nueva devaluación de
la moneda (lo que ocasionó una pérdida de más de la mitad del valor del peso), inflación,
aumento de impuestos y servicios y pérdida del poder adquisitivo de la población. Estas dos
situaciones, la disminución en la cantidad de pacientes y la devaluación, ocasionaron mayo-
res dificultades para el cumplimiento del pago del alquiler y, como consecuencia, los encar-
gados se veían en la obligación de asumir la deuda. En septiembre 2018 el Estado degradó a
rango de Secretaría el Ministerio de Salud, pasando a depender del Ministerio de Desarrollo
Social evidenciando el vaciamiento implementado en el área salud y una sub-ejecución de
su presupuesto.
En los últimos tiempos de la APLB y como cualquier trama social, su grupo de conducción
tuvo cambios y modificaciones; fue durante el desarrollo de mi trabajo que fui testigo de
su disolución y separación definitiva: Adriana tuvo que mudarse a mediados del 2017 a una
localidad del interior de la provincia por motivos laborales; en el 2018 algunos profesionales
comenzaron a espaciar su concurrencia debido a la falta de pacientes. Uno de los médicos
compañeros me comentó que la disminución de pacientes se observaba en muchos espa-
cios de salud, tanto públicos como privados: “La gente no tiene un mango. Reducen hasta
Conclusiones
Las organizaciones sociales en salud se basan en las relaciones interpersonales, donde los
vínculos entre sus miembros son fundamentales para su funcionamiento.
La Asamblea registra estos sectores sumamente desprotegidos abarcando tanto a los pa-
cientes como a los profesionales. Por un lado, a los pacientes de sectores vulnerables con
dificultades para el acceso a la salud, y por otro, proporcionando un espacio laboral a profe-
sionales altamente calificados que tienen que apelar a formas de trabajo informal, como un
rebusque, que se inscribe en la historia contemporánea del país de los últimos 30 años, para
contrarrestar de alguna manera las precarias condiciones de contratación laboral que tienen
en los centros de atención hegemónicos.
La Asamblea quedaba por fuera del sistema tripartito de salud, por ser un espacio autoges-
tionado más identificado con sectores subalternos, como “público no estatal”, buscando
superar la dinámica mercantilista propia del capitalismo. Dentro del campo de la salud se
Resulta sumamente importante poner en valor los procesos de trabajo en salud colectiva
que se desarrollaban en la APLB, que ofrecía a la comunidad una alternativa a algunos de los
problemas del sistema de salud, por fuera de la lógica del mercado, pero a la vez mostraba la
debilidad y fragilidad que infringía dicha lógica.
Bibliografía
-Fernández Álvarez, M. I., Gaztañaga, J. y Quirós, J. (2017). La política como proceso vivo:
diálogos etnográficos y un experimento de encuentro conceptual. Revista Mexicana de
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0325-1217.
Recepción: 17/02/21
Aceptación final: 15/03/21
Resumen
1 Adjunta de la cátedra Análisis Institucional Aplicado al campo de la Salud. Lic. en Ciencias de la Edu-
cación. Co-Directora del Proyecto de Extensión “La escuela como constructora de escenarios preventivos de
las adicciones y promotora de capacidades para la vida”. Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales- UNJu.
caropanire85@hotmail.com
2 Integrante del equipo de Extensión. Profesora en Educación para la Salud. Facultad de Humanidades
y Ciencias Sociales- UNJu liliespinola78@gmail.com
3 Integrante del equipo de Extensión. Profesora en Educación para la Salud. Facultad de Humanidades
y Ciencias Sociales- UNJu maryfse.5@gmail.com
Para citación de este artículo: Panire, C., Espíndola, N. y Torres, V. (2021). La educación para la salud como promo-
96 tora de capacidades para la vida y acciones preventivas de las adicciones en un Ceija de la provincia de Jujuy. E+E:
estudios de extensión y humanidades, volumen 8, nº 11, primer semestre 2021. Abril-octubre 2021. Pp. 96-111.
E+E: estudios de extensión en humanidades. V 8, n°11, 2021. Pp.96-111 | Panire, C., Espíndola, N. y Torres, V. (2021). La
educación para la salud como promotora de capacidades para la vida y acciones preventivas de las adicciones en un
Ceija de la provincia de Jujuy.
Summary
Community and institutional linkage is essential to favor the approach and overcoming of
social problems in different areas of our environment, highlighting the political interference
of the FHyCS of the UNJu, understood from the transforming commitment, and linked to
the deepening and complexity of understanding of the local reality, to base intervention
strategies in concrete situations. From this perspective, the experience of extension prac-
tices is part of the project called “The school as a builder of preventive scenarios for addic-
tions and promoter of capacities for life” 2019-2020 and responds to the objectives of the
Call “University extension to 100 years of the 1918 Reform “of the FHYCS of the UNJU.
Faced with the re-knowledge of the problematic substance use problem, the expressionist
team proposes to implement four specific plans of participation in topics of a preventive
nature of addictions, contributing to the development of personal capacities of the students
and from the Health Promotion, From an Intercultural approach, strengthen the subjectivity
of the student and contextual population as a whole.
Según la Ley 26.934, Plan Integral para el Abordaje de los Consumos Problemáticos:
Por lo tanto, el conocimiento de “lo institucional” -dimensión simbólica- nos invita a rea-
lizar un análisis de la institución educativa, su funcionamiento, los significados, la configu-
ración del clima escolar y cómo éste condiciona las posibilidades de convivencia pacíficas
en la escuela y la comunidad. En contraposición, el malestar, conflicto y crisis (Garay 2000)
interpela la dinámica institucional por lo que requiere de intervención, en palabras de Jac-
ques Ardoino (1980) “intervenir, es venir entre, interponerse. El objetivo de tal práctica es el
conocimiento de la situación y la dinámica de la evolución y el cambio”.
Por lo tanto, estas situaciones críticas deben abordarse desde las diferentes instituciones
que componen la sociedad y desde la perspectiva de interculturalidad institucional, enten-
dida como la intersección o entrecruce de culturas, donde se constituye un espacio, no en el
sentido físico–geográfico, sino simbólico, construido a partir de las instituciones, los sujetos
y sus prácticas.
Las acciones propuestas impulsaron a pensar en alternativas que generen factores para
contribuir al bienestar integral, físico, emocional, familiar y social de los estudiantes, par-
tiendo de la idea de la sensibilización de la problemática al personal directivo, docentes,
estudiantes y comunidad en general. Asimismo, se buscó que este proyecto contribuya a
los estudiantes para la construcción de un proyecto de su vida, su salud y su autocuidado,
de una manera responsable, respetuosa con ellos mismos y con los que están a su alrededor.
En otras palabras, se pretendió que los estudiantes reflexionen, tomen decisiones de vida
responsables y eviten llegar al consumo de sustancias psicoactivas.
Cabe destacar que los encuentros y acuerdos se dieron desde la concepción de espacios
de formación. En palabras de Giles Ferry (1997) el individuo es quien se forma, es quien
encuentra su forma a través de un “proceso social de desarrollo personal”. Por lo tanto, uno
no se forma a sí mismo, sino que es, también por mediaciones. A partir de este marco de
referencia, durante la experiencia formativa fueron imprescindibles las instancias de orga-
nización de acciones de intervención para generar y sostener espacios de intercambios y
debates en torno a temáticas de interés socioeducativo desde la promoción de la salud y la
convivencia comunitaria.
Los ejes temáticos del plan general de acción consistieron en: gestión emocional, comu-
nicación participativa en salud, tiempo libre, consumo problemático de sustancias y pro-
yecto de vida. Es de considerar que la planificación de los dispositivos de intervención fue
consensuada con las autoridades del establecimiento, quienes mostraron agradecimiento,
reconocimiento y predisposición a la tarea. Por otro lado, esta instancia se concretó en las
instalaciones del Ceija.
De esta manera, el 17 de octubre se realizó el primer taller denominado “La interacción so-
cial y la eficacia en la gestión de las emociones”, que se orientó a poner en debate la interac-
ción social como el vínculo que existe entre las personas y que son esenciales para la vida,
particularmente entre los adolescentes, jóvenes y adultos que concurren al Ceija.
Tía 1: “G, no tenés que salir tan tarde, si sabés que pasan muchas cosas en
la calle. Antes de las doce de la noche ya tenés que estar en tu casa, hay
mucho robo, muchas drogas, venite temprano, tenés que ser responsable
¿sí?. Soy tu tía, haceme caso”.
Alumna (tía): “Antes los padres no hablaban con los hijos, te castigaban
con un lazo, te trataban mal, te pegaban. Ahora en cambio es más comu-
nicativo”.
Alumna (novia de G): “Yo tengo buena relación, porque en el barrio tene-
mos dos enfermeros que siempre van a las casas. Cuando yo estaba emba-
razada, ellos iban a verme, te iban a revisar lo que eran las vacunaciones. Yo
tuve un embarazo de riesgo y a los cinco meses fueron a explicarme todo.
Sobre lactancia, vacuna, carnet, me explicaron todo”.
Luego, los coordinadores del taller invitaron a los estudiantes a que visibilicen el cortome-
traje “Tú decides”. En esta oportunidad se planteó como actividad dialógica compartir ex-
periencias personales vinculadas a los factores protectores y de riesgo en relación al tema
del consumo problemático; para ello se efectuó un registro colectivo con las siguientes pa-
labras clave:
Las palabras clave comprendidas en el segundo taller fueron: interacción social, relaciones
interpersonales, comunicación participativa en salud, promoción de la salud, factores pro-
tectores y empatía.
El encuentro se realizó el 31 de octubre con un tiempo de dos horas, cumpliéndose los ob-
jetivos planteados, centrados en la promoción de los factores protectores de la salud. En la
instancia del conversatorio se pudieron recuperar las conclusiones del primer taller y co-
mentarios sobre la presente dinámica de inicio. Al cierre, los participantes expresaron con
un emoji el estado emocional y con una palabra o frase elaboraron una reflexión final.
Para el desarrollo del mismo se propuso una dinámica de integración reflexiva que permitió
analizar los mensajes relacionados al consumo de sustancias, pudiendo compartir conoci-
mientos o saberes construidos por la comunidad científica, los aportes socioantropológicos
y las regulaciones legislativas sobre el consumo problemático de las mismas.
En el tercer momento se trataron temas como los niveles de consumo, test de identificación
de trastornos por consumo problemático, Ley de Salud Mental N° 26.657/10 Dec. Regla-
mentaria 603/2013 y rotocolo de asistencia de diferentes instituciones como la Guardia de
Salud Mental del Hospital San Roque, CAPS, Hospitales de la provincia, El Umbral, DIAT y
Arroyabe. Para fortalecer esta información se entregó un Trifolio (Contenido: imagen- in-
formación relevante - protocolos de intervención -instituciones de interés).
Como actividad final los estudiantes elaboraron un escrito sobre perspectiva de vida en el
ámbito familiar, laboral, escolar, etc. y cómo influyen en ellos (sentimientos, estados de áni-
mo, valores, etc.) las distintas acciones realizadas en los talleres sobre promoción de la salud
y prevención del consumo problemático de sustancias.
Para concluir se organizó una Expo-carreras, cuya propuesta surgió a través de la indagación
sobre los propios intereses de los estudiantes del Ceija, mediante actividades donde re-
flexionaron sobre sus aptitudes e incertidumbres. Una vez detectadas las áreas de intereses
de los estudiantes, accedieron a información relevante sobre la oferta académica de educa-
ción superior universitaria. La Expo estuvo dirigida por el equipo extensionista, acompañan-
do las consultas que emergieron en las actividades.
Algunas reflexiones
Desde esta perspectiva, se comprende a la institución desde una mirada holística y por tanto
complejizante. En esta línea, las instituciones son portadoras de singulares prácticas, tareas
e interacciones de factores contextuales -culturales, socioeconómicos y ambientales- don-
de el profesional en Educación para la Salud atiende las necesidades individuales, grupales,
comunitarias e institucionales, a partir de una actitud crítica y reflexiva sobre los problemas
en diferentes ámbitos. Se estudian sistemáticamente las variables socio-culturales y sanita-
rias que inciden en las condiciones de producción de la salud y educación en cada contexto
particular. En este sentido, la experiencia en articulación universidad y escuela secundaria
ubicada en uno de los sectores más vulnerables de la ciudad de San Salvador de Jujuy, se
produjo en un entramado de acciones con otras instituciones de salud, seguridad, familia y
comunidad.
cierre del proyecto con posibilidad de continuidad, se realizará en cuanto las condiciones
sanitarias y decisiones políticas lo permitan.
Bibliografía
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nible en: http://www.who.int/features/qa/health-promotion/es/
Marcos normativos
Recepción: 17/12/21
Aceptación final: 16/03/21
Para citación de este artículo: Beltrán, M., Dá Pra, M., González Rivero, E., Meyer Paz, M., Saracho, M., Villarreal, M.
112 y Zurita, V. (2021). E.S.I juventudes: una propuesta interseccional con perspectiva de derechos en la virtualidad.
E+E: estudios de extensión y humanidades, volumen 8, nº 11, primer semestre 2021. Abril-octubre 2021. Pp. 112-125.
E+E: estudios de extensión en humanidades. V 8, n°11, 2021. Pp.112-125 | Beltrán, M., Dá Pra, M., González Rivero, E.,
Meyer Paz, M., Saracho, M., Villarreal, M. y Zurita, V. (2021). E.S.I juventudes: una propuesta interseccional con perspec-
tiva de derechos en la virtualidad.
Resumen
La escuela como escenario privilegiado del intercambio entre pares y otras/os adultos, su-
pone un campo complejo y dinámico, pero favorecedor de la promoción de los derechos
humanos para las convivencias respetuosas. A partir del intercambio con las/os actores de
un IPEM8 de la ciudad de Córdoba, y en relación al contexto actual de pandemia, es que
diseñamos el siguiente proyecto de extensión.
Summary
School as a privileged setting for exchange between peers and other adults, is a complex and
dynamic field, but one that favors the promotion of human rights for respectful coexistence.
Based on the exchange with the actors of an IPEM in the city of Córdoba, and in relation to
the current context of pandemic, we designed the following extension project. The interdis-
ciplinary cabinet of the school demands tools and resources for the mainstreaming of the
work of Comprehensive Sexual Education -ESI- in the curriculum of the different subjects,
as well as the intervention through different devices, with the students. As general objecti-
ves of the project, we propose to promote spaces for reflection on gender issues, within the
framework of ESI, from the co-construction with the different school actors of the IPEM
and in turn, favor school coexistence among students, based on participatory practices and
experiences. Regarding the specific objectives, we consider facilitating the exchange and
co-production of knowledge of rights, in relation to situations of gender violence that occur
at school, within the framework of an intersectional and interdisciplinary gender perspec-
tive. Likewise, to identify situations of violence against women and gender-gender diffe-
rences that occur in virtual schools in the context of the pandemic. As well as, promote the
encounter between peers, the exchange of meanings and the construction of links in the
school coexistence. Regarding the Qualitative Methodology, we channel this project into
Participatory Action Research, which, as Montero (2004) proposes, is enriched with dyna-
mic and collective methods. Regarding the approach to the project, we understand writing
practices in a broad sense, as promoters of transformations at the intrasubjective level and
their sharing will be in connection with the social and collective dimension, intersubjecti-
ve and transubjective fields. We will use the approach life stories technique biographical
(Paulin et all, 2017) and its development, will be through collective workshops via meet or
moodle in virtual classroom, starting them, from topics about ESI and as an action of said
workshop the co-creation of productions by of the youth. From the extensionist nature of
the intervention, we consider that, as an expansive effect, it would have effects directly on
them, and indirectly on the school, families and the community in general. The characteris-
tic of the proposal will allow the meetings to be replicated, a posteriori, in other courses and
institutions. In this sense, the work articulated with the institution’s referents will promote
that the project can sustain its continuity through other actors from the proposed approach.
Introducción
Consideramos que intervenir en las escuelas desde una perspectiva de derechos humanos e
interseccional10 podría habilitar procesos subjetivantes y emancipadores de las/los jóvenes
y, por tanto, posibles transformaciones sociales y convivencias respetuosas. En la actuali-
dad, el acceso a la información virtual sobre ESI. es inmediato y rápido -lo cual, pensamos
que no es suficiente para la apropiación crítica de dicha información-, sin embargo, es muy
compleja la internalización de dicha información. En tanto que ello implica un proceso dia-
léctico en el campo intersubjetivo, que a su vez ancla transformado el campo intrasubje-
tivo, y es transversalizado dicho proceso por lo transubjetivo.11 Se generan de este modo,
transformaciones subjetivas que tienen implicancias en la vida de las/los sujetas/os y sus
distintos territorios.
En esta línea de ideas es que comprendemos a la extensión universitaria como una co-cons-
trucción de conocimientos a través de un diálogo de saberes, en tanto proceso de apren-
dizajes interdisciplinarios que pueden intercambiarse y reelaborarse, reconociendo a la/al
otra/o como sujeta/o de saberes y sentires propios.
Este proyecto se enmarca en el programa de extensión “Nuevas subjetividades infantojuve-
niles en contextos tecnoculturales”, cuyo enfoque se centra en el trabajo con las/os jóvenes
sobre el acceso a la información, conocimiento y la contribución con los procesos de sub-
jetivación.
10 Categoría teórica desarrollada por Platero R. (2013), quien establece y reconoce distintos ejes de
opresión y dominación que se interjuegan en la vida de las/los sujetas/os.
11 Desde los aportes de Grassi (2013) se entienden aquellos cambios corporales y de la historia personal
dentro del campo intrasubjetivo, por otro lado, los nuevos vínculos y los grupos de pares se desarrollan dentro
del campo intersubjetivo. Respecto a la transmisión generacional de la vida psíquica se dinamiza en el campo
transubjetivo.
Entendemos a este proyecto desde una mirada extensionista como producto de interven-
ción, es decir que los conocimientos construidos en la UNC no quedan enquistados dentro
de esta unidad académica, sino que trascienden, a las/os estudiantes, su escuela, sus fami-
lias y, por tanto, tienden puentes hacia y con la comunidad.
Objetivos generales
12 Entendemos como violencias -categoría que complejizaremos en el marco teórico - desde la Ley
N.º 26.485 que comprende por violencia contra las mujeres toda conducta, acción u omisión, que de manera
directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder,
afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así tam-
bién su seguridad personal. Quedan comprendidas también las perpetradas desde el Estado o por sus agentes.
Se considera a su vez, violencia indirecta toda conducta, acción u omisión, disposición, criterio o práctica
discriminatoria que ponga a la mujer en desventaja con respecto al varón - Fuente:https://www.argentina.gob.
ar/sites/default/files/cartilla_educar_en_igualdad_
Objetivos específicos
Marco teórico
Contextualización
Para contextualizar nuestra propuesta resulta inevitable hacer referencia a la coyuntura ac-
tual, signada por la pandemia COVID-19. Según Fornasari (2020), el inicio de este año mar-
có un hecho inédito por la presencia de un virus que trajo aparejados estados de perplejidad
y nos planteó interrogantes y desconciertos. La educación devenida virtual constituyó una
experiencia sorpresiva y singular, que afectó y afecta a las trayectorias educativas, inaugu-
rando un nuevo modo de estar y habitar las instituciones: la presencialidad virtual.
Luego de los intercambios con la institución, pudimos indagar que la problemática de géne-
ro es un emergente destacado. La perspectiva de género se encuentra incluida como tema
en los programas de enseñanza de todos los niveles dentro del Programa Nacional de la
ESI. Existen lineamientos curriculares aprobados por el Consejo Federal de Educación que
deben articularse con los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios, que son comunes a todas
las jurisdicciones (Resolución CFE Nº 45/08). Sin embargo, existe una gran desigualdad en
los niveles de cumplimiento provincial de la ESI, donde los avances coexisten con una im-
portante heterogeneidad en la implementación, y aún no se alcanza el acceso universal en
las escuelas.
En base a lo desarrollado anteriormente, pensamos este proyecto desde la perspectiva de
derechos humanos e interseccionalidad, contemplando el entrecruzamiento en la interven-
ción del eje: juventudes-virtualidad y ESI.
En este sentido -dando cuenta de que todo derecho es una conquista social mediada por
diferentes pujas de poder entre actores sociales y que implica en sí ciertas transformaciones
socio-culturales- reconocemos que el marco normativo per se no es suficiente para reducir
las brechas de desigualdades, erradicar la violencia y transformar las formas de vincularse.
Por ello, consideramos que el abordaje de problemáticas de la ESI en la escuela con las y los
jóvenes en tanto sujetas/os activas/os de derecho, puede contribuir a verdaderas transfor-
maciones sociales, culturales, políticas, relacionales y subjetivas.
Nos interesa destacar sobre los conceptos de Grassi (2013) antes expuestos, que el autor se
refiere a teorizaciones psicoanalíticas sobre lo vincular de cada sujeta/o, y plantea la exis-
tencia en las/os mismos de tres espacios psíquicos (intra, inter, y transubjetivo). Asimismo,
el autor sostiene que los espacios son tres en relación con sus referentes y son dos en tanto
territorios distinguibles en un adentro y un afuera del yo, un territorio del yo y un territorio
del otro. A su vez, sostiene Grassi (2013) que dichos espacios y territorios están interconec-
tados por procesos de interacción. Por lo cual, consideramos que el encuentro intersub-
jetivo habilita espacios de reflexión y de interpelación que, mediante distintas dinámicas
colectivas, -en este caso virtuales- posibilitarían procesos subjetivantes que enlazan en lo
que cerrar sus puertas y pasar de la presencialidad a la virtualidad. Esto permitió vislumbrar las diferencias
sociales de cada institución, como el acceso a internet, no contar con un dispositivo, entre otros. Además, trajo
aparejado un acrecentamiento en las violencias domésticas y de género, que ante el contexto de aislamiento
no se podían denunciar.
Asimismo, coincidimos con Reguillo (2000), quien comprende a las juventudes desde el
“reconocimiento de su carácter dinámico y discontinuo. Los jóvenes no constituyen una
categoría homogénea, no comparten los modos de inserción en la estructura social, lo que
implica una cuestión de fondo: sus esquemas de representación configuran campos de ac-
ción diferenciados y desiguales” (pág. 9).
En este sentido, la Ley N° 26.150 “Educación Sexual Integral” establece el derecho de las/os
educandas/os a recibir una educación sexual integral en instituciones privadas o públicas;
articulando aspectos biológicos, sociales, psicológicos, éticos y afectivos. En dicha línea,
Efron (1998) plantea que la construcción de la identidad no es únicamente la histórica pa-
rental ni la de los adultos en general. Existen referencias horizontales, tales como los grupos
de pares. La escuela se constituye como un espacio privilegiado para el encuentro con otras/
os pares y adultas/os, con lo pluriexistencial del universo social-cultural y económico, que
promueve el intercambio intersubjetivo y transubjetivo. Esta mirada de la educación exige
que los estados estén presentes con políticas públicas que promuevan la inclusión y la di-
versidad, aún más en el contexto virtual (Rascovan, 2013).
Metodología
En torno a este planteo inicial, consideramos el desarrollo de este proyecto desde el enfo-
que de la Psicología Comunitaria, anclado en el Paradigma de la Construcción y Transfor-
mación Social y Crítica (Montero, 2004) y que propone como Metodología Cualitativa a la
Investigación-Acción Participativa, la cual, como plantea Montero (2004), se enriquece con
métodos de carácter dinámico y colectivo. En este sentido, la autora señala que es menester
que la misma pueda transformarse al ritmo que las comunidades lo hacen; en tanto que la
metodología genere “construcciones en una acción crítica y reflexiva de carácter colectivo”
(Montero, 2004), incorporando, de esta manera, a las comunidades la intervención.
Pretendemos con ello promover un espacio flexible y participativo, donde el trabajo grupal
posibilite el encuentro con la/el otra/o, la expresión, la comunicación, el conocimiento y
la acción colectiva (Bonvillani, 2016). Favoreciendo, además, un hacer creativo y reflexivo,
donde también se pondrán en juego las intersubjetividades que se construyen en dicho es-
pacio y, por tanto, la metabolización intrasubjetiva enlazando con lo transubjetivo. Las acti-
vidades y los dispositivos pensados para el desarrollo de este proyecto adquieren un carác-
ter provisional, en tanto que nos posicionamos desde la escucha receptiva de la dinámica de
los grupos a intervenir. Por tanto pueden surgir, desde el mismo grupo, nuevas actividades,
modificaciones de las ya establecidas o incluso no llevarse a cabo alguna de ellas.
Resultados esperados
Las características de la propuesta posibilitarán que los encuentros sean replicados, a pos-
teriori, en otros cursos e instituciones. En este sentido, el trabajo articulado con las referen-
tes de la institución promoverá que el proyecto pueda sostener su continuidad a través de
otras/os actores desde el enfoque propuesto.
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0417.2012.28367
Para citación de este artículo: Bosio, M. T., Cevilan, S., De Mauro, S., Lario, M., Mantaras, J., Monge, J., Nicora, V.,
Rosemberg, P. y Zurbriggen, R. (2021). Entrevista colectiva sobre Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). E+E:
estudios de extensión y humanidades, volumen 8, nº 11, primer semestre 2021. Abril-octubre 2021. Pp. 127-130.
127
E+E: estudios de extensión en humanidades. V 8, n°11, 2021. Pp.127-130 | Bosio, M. T., Cevilan, S., De Mauro, S., Lario, M.,
Mantaras, J., Monge, J., Nicora, V., Rosemberg, P. y Zurbriggen, R. (2021). Entrevista colectiva sobre Interrupción Volun-
taria del Embarazo (IVE).
La lucha por el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo —cuya legalización nos
pone de cara a nuevos desafíos y a nuevas formas de continuar y extender todas las acciones
de educación, acompañamiento, información, promoción que han empujado justamente a
la sanción de la Ley—ha tenido una trama de elaboración colectiva que en los últimos años
se constituyó en uno de los reclamos más potentes de diversos movimientos feministas.
Este camino se urdió en distintos espacios: las calles, la vida cotidiana, las instituciones, asu-
miendo lo que implica la salud no sólo como derecho, sino como terreno de disputa de
representaciones, ideas y prácticas que teje cuestiones personalísimas con cuestiones so-
ciales y de interés público.
Desde la consigna de “mi cuerpo es mío” y el planteo de los abortos inseguros como proble-
ma de salud pública, se ha discutido la visibilización de una práctica ancestral y la manera en
la que el Estado debe reconocer ese derecho personal, que es político, asumiéndolo como
parte del derecho a la salud y garantizándolo para los cuerpos gestantes.
A pocos meses de aprobada la Ley 27.610 en Argentina, invitamos a referentes con distintas
trayectorias de militancia en relación con la Campaña por el Aborto Legal, a compartir en
una entrevista colectiva sus perspectivas acerca de la dimensión social de este derecho y
su vínculo con un proyecto colectivo de salud, puntualizando en qué desafíos y exigencias
plantea esta nueva etapa a las distintas instituciones públicas (sanitarias, educativas, de jus-
ticia) y particularmente a la universidad pública.
Entrevistadoras:
Sofía De Mauro. Integrante del Equipo Editorial, Revista E+E: estudios de extensión en
humanidades.
Julia Monge. Integrante del Equipo Editorial, Revista E+E: estudios de extensión en huma-
nidades.
Participantes:
ha
Hacé click en el link y mirá la entrevista
https://www.youtube.com/watch?v=BR1l4t96rJE
Para citación de este artículo: Meléndez Mar, E. (2021). Tejedores de historias. Memorias y narrativas de Enfer-
132 mería en tiempos de COVID. De Enfermería para Enfermería por la Salud. E+E: estudios de extensión y humani-
dades, volumen 8, nº 11, primer semestre 2021. Abril-octubre 2021. Pp. 132-137.
E+E: estudios de extensión en humanidades. V 8, n°11, 2021. Pp.132-137 | Meléndez Mar, E. (2021). Tejedores de historias.
Memorias y narrativas de Enfermería en tiempos de COVID. De Enfermería para Enfermería por la Salud.
Introducción
Tejedores de Historias, es una obra de cultura interactiva, que utiliza la narrativa como género
literario. Nace al visualizar un foro de expresión de Enfermería para Enfermería en tiempos
de COVID-19, y se consolida en acuerdo con la maestra Karla Ivonne Mijangos Fuentes y la
Empresa Editorial Luz y Vida, a fin de generar convocatoria y con el propósito en ciernes de
conocer la interacción de nuestra profesión enfermera y la sociedad con el advenimiento de
la pandemia de COVID 19. Con el propósito de estudiar la convivencia de esta triada desde
la perspectiva de quien la estaba viviendo y sufriendo, así como los mecanismos de defensa
que utilizó enfermería para confrontar al virus emergente SARS CoV2 y para comprender
cómo este fenómeno afectaba el tejido social, de salud pública y de la propia profesión
enfermera, se plantearon los siguientes interrogantes: ¿qué cambió en nosotros el COVID?,
¿cómo nos ha afectado como sociedad?, ¿qué necesidades de enfermería ha visibilizado
que tal vez ya existían y que ahora podemos ponerles nombre?, ¿qué transformaciones he-
mos sufrido en conjunto y cómo reparar los tejidos dañados por la pandemia?...
Estructura de la obra
Enriquecen esta obra, la diversidad de especialidades que ostentan los autores para el área
de competencias. Es así que encontramos especialistas en pediatría, quirúrgica, cardiología,
terapia intensiva, administradores en servicios de enfermería, docencia, salud mental, salud
pública, urgencias, enfermería comunitaria, epidemiología y gestión de la salud, especialis-
tas en atención al adulto mayor, además de diferentes niveles académicos de licenciatura,
maestría y doctorados en educación, enfermería, salud pública, teología y filosofía.
En cada uno de los treinta y cuatro capítulos, en cada historia viva que representan las he-
bras del telar, se repite como un fractal el choque de un virus emergente, inesperado y vil
en la vida de cada autor, de cada “tejedor” y cómo lo transcurrieron desde su dimensión
profesional, social, familiar y personal. Algunas historias se escriben en el mismo momento
en que el narrador está siendo presa de la enfermedad, expresando el miedo, la ansiedad, el
dolor, el aislamiento e incluso el duelo.
La obra inicia con el prólogo y continúa con una crónica que describe el inicio de la pande-
mia (cuando fue declarada como una Enfermedad de Salud Pública de Importancia Inter-
nacional ESPII por la Organización Mundial de la Salud OMS) y cómo se comportaron los
fenómenos de la velocidad de contagio y de la letalidad del virus, que hicieron fracasar los
esfuerzos de los cercos sanitarios de los mejores sistemas de salud del mundo. Revela tam-
bién la cosmovisión de la profesión que comulgan todos sus autores, en donde algunos de
ellos expresan de forma autobiográfica su vivencia COVID, provocando la interconexión de
emociones con el lector, mientras que otros, como narradores expertos en su campo, expre-
san herramientas para la resiliencia emocional y el bienestar espiritual También hay quienes
describen la confronta con el virus, como un motor para la generación de nuevas formas
de cuidar y atender las necesidades del paciente, como la razón de ser de la Enfermería, así
como las necesidades de los mismos profesionales que la ejercen.
A través de esta obra, los autores acercan desde la entraña del escenario hacia el proscenio
de los lectores, las batallas épicas en el cuidado asistencial de los pacientes en los covitarios,
la realidad de la pandemia en las comunidades marginadas que a veces son invisibles para el
mundo, y las falencias de los sistemas de salud que requirieron de la gestión, liderazgo, auto-
determinación y del paso de la reacción a la proaccion. Además, el texto muestra cómo cada
uno de forma individual o en equipo, respondió a estas necesidades individuales y colectivas
y las formas que representaron una herramienta técnico, administrativa y docente tanto
para la contención con medidas promopreventivas como para el estudio epidemiológico,
partiendo del seguimiento de los casos y la investigación.
Podría decirse que Tejedores de Historias es una obra sui generis, que nos revela cómo una
profesión, aún en su propia debacle emocional, está siendo capaz de derribar los muros de la
distancia y los regionalismos para conjugarse en un verbo de hermandad, dejando escuchar
su voz y proyectándose al mundo.
Valoración de la obra
Conclusiones
Es una obra que da pie y obliga al estudio profundo epistemológico, bioético, deontológico
legal y sociológico de la profesión. Tejedores de Historias, es un libro de memorias y narrativas
en tiempos de COVID 19 de Enfermería para Enfermería por la salud, sin precedente; que se
espera sea un referente mundial para las generaciones actuales y futuras, que abre la puerta
para una nueva proyección de sus profesionales, por lo que es una obra con alto valor re-
flexivo, académico, sociológico, político y científico.
El texto sale a la luz a través de una presentación virtual el 15 de diciembre de 2020 y re-
presenta un acto simbólico de reconocimiento al valor de enfermería en el caótico mundo
de incertidumbre ante la pandemia COVID-19, acto que congregó a los autores expresan-
do sus sentires al escribir su narrativa y la satisfacción producida ante la nueva experiencia
como escritores.
Desde una perspectiva personal como enfermera, autora de narrativa y editora de esta obra,
Tejedores de Historias se convierte en el cumplimiento de uno de los estándares más altos en
el haber profesional, para consolidar experiencias en publicaciones de libros. En ese sentido,
es el inicio de una nueva proyección de la enfermería en el arte literario que consolida evi-
dencias de sentires y haberes de los profesionales de enfermería para la atención de la salud
a nivel mundial. Este libro se constituye como un manual de consulta, de investigación y de
enseñanza, evidencia de una de las pandemias de más alto impacto en los sistemas de salud,
para los profesionales de la salud y para la economía mundial.
Vicenta
Para citación de este artículo: Gaumet, F. y Rubin, P.(2021). Vicenta. E+E: estudios de extensión y humanidades,
138 volumen 8, nº 11, primer semestre 2021. Abril-octubre 2021. Pp. 138-143.
E+E: estudios de extensión en humanidades. V 8, n°11, 2021. Pp.138-143 | Gaumet, F. y Rubin, P.(2021). Vicenta.
Ficha Técnica
Vicenta es una película estrenada en 2020. Narra la historia de la búsqueda y la lucha bu-
rocrática, judicial y política de una madre del sector popular para conseguir la interrupción
legal del embarazo para su hija de 19 años, con discapacidad cognitiva. El film nos muestra
cómo en la cotidianeidad de una consulta médica se construye el famoso caso “LMR vs el
Estado Argentino” ante la Corte Interamericana de Derechos, previo paso por la Corte Su-
prema de la Nación Argentina.
Nos cuenta la historia de la familia nuclear de Vicenta a través de las fotos de un álbum fa-
miliar y de los dibujos de niñes. La madre y sus dos hijas van creciendo en las imágenes, pero
continúan los dibujos infantiles. El padre está ausente, o tachado, o cortado de las fotos; su
falta no es un duelo, sino una rabia explícita.
Es una película clara, concisa, transparente. Su foco no está en mostrar mensajes velados,
sino en narrar una historia en perfecta conjunción entre lo técnico y lo artístico. La técnica
de fotos fijas y movimiento de cámara nos transporta al estado emocional de cada momen-
to, nos deja en libertad, pero con un rol activo a la hora de interpretar la escena. Una voz en
off narra cada detalle que debemos conocer sin lugar a dudas. Esa voz es nada más y nada
menos que la de Liliana Herrero: profunda, histórica, musical. De nuevo, transparente.
Vicenta, junto a sus hijas, Laura y Valeria iniciarán un recorrido por la burocracia estatal de la
Provincia de Buenos Aires, reflejado en travellings lentos por salas verde militar descascara-
das, cubiertas de expedientes apilados sin fin, hasta llegar al hospital público. Un periodista
encuentra a Vicenta en los pasillos y reporta su caso en una nota que se viraliza y logra que
escale a nivel nacional, en medios gráficos y audiovisuales.
Vicenta rodeada de banderas y cámaras: es Argentina en el año 2006. El primer año luego
del nacimiento público de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. El
aborto como estandarte del movimiento feminista argentino, las banderas de salvar la vida
como si eso fuera una excusa para coartar derechos. “Vicenta, te viste envuelta en una lucha
que no es tuya” dice la voz en off, pero esa lucha se vuelve suya.
Las militantes por el aborto visitan a Vicenta: se encuentran, se conocen, se comparten. Las
feministas se plantan a su lado, en una práctica clara de “te acompañamos’’. “Vamos juntas en
este camino, apelaremos hasta que sea necesario”.
Decisión de la Suprema Corte de Justicia: no se han violado leyes; se libera la suerte del
accionar a lxs médicxs. La colectiva feminista acompaña, redactan una denuncia al Estado
Argentino, por lo que Vicenta vuela hasta la sede del Comité de Derechos Humanos de Na-
ciones Unidas. En 2018, este caso emblemático “LMR contra el Estado Argentino” culminó
a favor de Vicenta y se emitió una disculpa pública y una compensación económica3.
3 El dictamen del Comité enuncia: “Esta es la primera vez que el Comité de Derechos Humanos consi-
dera que la negativa al acceso al aborto legal es violatoria del derecho a la igualdad entre varones y mujeres. En
Esta película escenifica la desigualdad subyacente en todos los aspectos de nuestra vida
social, y cómo se articula con mecanismos de exclusión, agravados por los ejes de género,
clase y raza. Podemos discutir muchas aristas a partir del visionado: la discriminación, la
discapacidad, la violencia y abusos sexuales -especialmente, como en este caso, en el seno
intrafamiliar-, el derecho a la planificación familiar, las interseccionalidades género y clase,
la división sexual del trabajo y la informalidad en Argentina (Vicenta, dedicada a trámites y
a sortear obstáculos legales, pierde sus trabajos).
Podemos discutir también sobre el rol de los medios (cuando el caso se amplía a escala na-
cional, vemos los rostros reales de lxs actorxs involucradxs a través de imágenes de archivo
que se proyectan en televisores de plastilina), el lugar de las leyes y las normas, la interven-
ción de la Iglesia en la cultura y en el Estado, la burocracia judicial, las evoluciones legales de
las normativas institucionales que permiten el acceso a una interrupción legal del embarazo,
los lugares y responsabilidades de cuidado desiguales entre mujeres y varones.
Sin embargo, nos interesa hacer hincapié en la dinámica de lo colectivo. La película se llama
Vicenta, porque es ella quien articula las historias, los pesos del patriarcado capitalista, y las
demandas por el derecho a un aborto legal para su hija Laura. Sin embargo, entendemos
porqué esta historia sigue presente y porqué se pudo terminar logrando esa interrupción del
embarazo: Vicenta nunca está sola.
cha por el aborto legal, seguro y gratuito. Vicenta funciona como un archivo artístico de la
dimensión colectiva de lo vivido, de lo luchado.
El director eligió la animación como estética para llevarnos por la historia y, la primera sensa-
ción es que no es “stop motion”, el movimiento está como en la vida real, según el punto de
vista. La cámara nos lleva hacia los personajes y nos trae a contemplarlos, más que mirarlos
simplemente, el poder de la estética hace que nos quedemos atrapados por su presencia.
Recorremos por el travelling de la cámara los espacios y sus habitantes con detención y eso
logra mantenernos abiertos a que el relato nos atraviese. Es el momento en que la decisión
estética termina de perfeccionarse y enriquecerse con el sonido de Liliana Herrero. No es
simplemente voz, es sonoridad que nos lleva por la historia. Son colores y sensaciones preci-
sas que pintan el interior de los personajes. La capacidad expresiva de ese sonido nos habla
desde adentro, como si nos contáramos a nosotros mismos lo que vivimos y lo relatamos en
forma de historia. Liliana logra que seamos nosotros quienes nos hablamos.
La obra desde sus primeros instantes plasma la historia, invitándonos a transitar innume-
rables emociones, interpelados por múltiples estímulos estéticos. La fuerza de la estética
adoptada demuestra poder trasladarse por todo tipo de terreno dramático, en los que un
Recepción: 23/03/2021
Aceptación final: 30/03/2021
Para citación de este artículo: Reano, L. y Arnao Bergero, M. (2021). Promoción de derechos en el embarazo y
parto en agentes de salud: una experiencia extensionista. E+E: estudios de extensión y humanidades, volumen 8, 145
nº 11, primer semestre 2021. Abril-octubre 2021. Pp. 145-148.
E+E: estudios de extensión en humanidades. V 8, n°11, 2021. Pp.145-148 | Reano, L. y Arnao Bergero, M. (2021). Promoción
de derechos en el embarazo y parto en agentes de salud: una experiencia extensionista.
2018, en la ciudad de Córdoba. Esta labor se articuló con un recorrido previo que como equi-
po extensionista veníamos desarrollando en torno a derechos sexuales reproductivos y (no)
reproductivos, particularmente en acciones centradas en torno a los derechos del parto y en
articulación con organizaciones, instituciones y diversxs actores clave en la temática. Como
antecedente fundamental contábamos con la elaboración previa de la cartilla de salud “De
mujeres a mujeres. Información sobre parto respetado” que tuvo como objetivo la elabo-
ración de un material de divulgación con diversos tipos de contenidos en relación al parto,
dirigido especialmente a sectores populares. Luego de más de un año de trabajo conjunto
con el equipo de profesionales que dentro del Hospital venían desarrollando acciones para
instalar los derechos del parto6 y de diferentes acciones de sensibilización, promoción de
derechos, formación e investigación; arribamos a la elaboración de la Cartilla dirigida a lxs
agentes de salud Afianzando derechos en el embarazo y el parto desde los equipos de salud,
que tiene como objetivo brindar información en torno a lo que denominamos aquí proceso
de parto, tomando diferentes marcos normativos y recomendaciones, desde un enfoque de
género e intersectorial, recuperando las voces de lxs usuarixs, fundamentales para abrir el
horizonte del encuentro entre profesionales, trabajadorxs, instituciones de salud y comuni-
dad hacia la co-construcción de escenarios de salud garantes de derechos.
Abstract
various key actors in the field. As a fundamental antecedent, we had previously elabora-
ted the health booklet “From women to women. Información sobre parto respetado” (From
women to women. Information on respected childbirth), which had as its objective the ela-
boration of a dissemination material with different types of contents related to childbirth,
especially addressed to popular sectors. After more than a year of joint work with the team
of professionals who had been developing actions within the Hospital to install the rights of
childbirth and different actions of sensitization, promotion of rights, training and research,
we arrived at the elaboration of Caritas Caritas’ booklet; We arrived at the elaboration of the
booklet addressed to health agents, Afianzando derechos en el embarazo y el parto desde
los equipos de salud, which aims to provide information about what we call here the process
of childbirth, taking different regulatory frameworks and recommendations, from a gender
and intersectoral approach, recovering the voices of the users, fundamental to open the ho-
rizon of the encounter between professionals, workers, health institutions and community
towards the co-construction of health scenarios that guarantee rights.
páginas 5 y 6 de la cartilla
https://bit.ly/39FBGOr