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Estructura de Un Plan de Negocios

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1.

CARATULA
2. HOJA DE AGRADECIMIENTO
3. HOJA DE PRESENTACION
1. Estructura ideológica
Esta primera estructura equivale al alma de una empresa. Aquí se
presenta y describe la idea de negocio, así como los objetivos que se
pretenden alcanzar. Lo valioso de esta sección es que se trata de la tarjeta
de presentación frente a tus colaboradores e inversionistas potenciales.

La estructura ideológica se integra por los siguientes puntos:

- Nombre de la empresa. Éste debe reflejar de manera sencilla a lo que


se dedica el negocio y el giro en el que se desenvuelve. Lo mejor es que
sea corto, fácil de pronunciar y recordar. Haz una búsqueda en Internet
para saber los nombres utilizados por tu competencia y darte una idea de
cuál elegir.

- Misión. Es el propósito por el que surge una empresa y es lo que le da


identidad. Se compone de tres elementos:

- Descripción de lo que hace el negocio.


- A quién va dirigido el producto y/o servicio que ofrece.
- Qué lo hace diferente frente a sus competidores.

- Visión. Es una imagen de la compañía a futuro y su función es inspirar


a los colaboradores, inversionistas y público meta para llegar hasta
donde se propone. Ésta se caracteriza por ser:

- Realista, con objetivos viables y alcanzables.


- Motivadora.
- Clara, sencilla y fácil de comunicar.

- Valores. Son las reglas bajo las que se conducirá la organización a la


hora de cerrar un trato con clientes, proveedores, inversionistas y
colaboradores. Lo importante de este apartado es que los valores siempre
guiarán tus prácticas de negocio dentro y fuera de éste.

- Ventajas competitivas. Refleja los motivos por los que tu producto y/o


servicio tendrá éxito en el mercado. Esto dependerá tanto de su valor
agregado como de tus habilidades y expertise. 
- Compromiso. Responde por qué quieres emprender, determina qué tan
persistente eres, reconoce tus habilidades y calcula cuánto de tu tiempo
destinarás al negocio.

- Competencias. Toma en cuenta tu experiencia en el mercado al que


quieres ingresar, logros y fracasos, y cuánto sabes de la industria a la que
pertenece tu producto y/o servicio.

- Carácter. ¿Estás preparado para el riesgo? ¿Eres lo suficientemente


honesto como para hacer tratos justos con clientes, proveedores,
inversionistas y colaboradores

En cuanto a tu oferta, responde:


- ¿Qué necesidades cubre mi producto y/o servicio?
- ¿Quién lo comprará?
- ¿Por qué lo adquirirá?
- ¿Dónde se podrá tener acceso a él?
- ¿Por qué es mejor mi oferta que la de mis competidores directos?

2. Estructura del entorno


Esta sección del plan de negocios es una radiografía de la industria y el
mercado en los que se desarrollará tu empresa. Conocer el
comportamiento del sector al que pertenece tu oferta, cómo se han
comportado las ventas de productos y/o servicios similares al tuyo en los
últimos 12 meses y qué es lo que demanda tu público meta, te ayudará a
reafirmar si tu idea es viable o hay que reformularla.

Para comenzar a generar esta información, haz un análisis FODA. Esta


metodología te permite conocer, por un lado, las fuerzas y debilidades
del negocio, es decir, variables internas que puedes controlar. Y aunque
tanto las oportunidades como las amenazas son externas y más
impredecibles, si cuentas con un plan previsor puedes aprovecharlas y
evitarlas, respectivamente.

Las variables que incluye son:

- Fortalezas. Se refiere a aquellas características que hacen de la


empresa única y diferente a sus competidores

- Oportunidades. Aquí el emprendedor debe enumerar qué demanda el


mercado y cómo su negocio podrá satisfacer esas necesidades a resolver
- Debilidades. La honestidad es muy importante en esta variable, pues
hay que reconocer cuáles son los defectos del producto y/o servicio

- Amenazas. El empresario debe conocer muy bien la industria en la que


participa, porque sólo así detectará de dónde puede venir un golpe de la
competencia o qué le exigirá su consumidor en el corto, mediano y largo
plazo.

Posteriormente, enfócate en reconocer y documentar tu industria y


mercado. Empieza por completar estos puntos:

-Describir tu público meta. ¿Quién te comprará? ¿Son hombres o


mujeres? Define edades, ingreso promedio, hábitos y costumbres,
profesiones, etc. Recuerda que todo dato aporta información que te será
de gran utilidad

-Investigar datos demográficos del mercado.  Incluye crecimiento del


sector en los últimos tres años, compañías líderes del sector, tendencias
de consumo y perspectivas de crecimiento a corto, mediano y largo
plazo, etc.

-Saber con qué frecuencia se adquiere tu producto y/o servicio. Este


dato es vital para calcular el tiempo para completar tu ciclo de venta y
así determinar, por ejemplo, tus costos de almacenamiento y
distribución.

-Estudiar a tus competidores. Investiga el valor agregado de la oferta


de tu competencia, los precios que ofrecen y los canales de distribución
que utilizan. También presta atención a sus estrategias de venta y
mercadotecnia. Consejo: no los imites y mejor usa esa información para
depurar tus ideas.

3. Estructura mecánica
Aquí se encuentran incluidos los objetivos de la compañía y las
estrategias para lograrlos, así como los plazos en los que se deben
reportar los primeros resultados. La estructura mecánica fungirá a
manera de bitácora y será la que te ayudará a detectar errores y cambiar
de táctica de inmediato en caso de ser necesario.

Con base en la “Estructura del entorno”, determina qué estrategias


implementarás para crear un plan de ventas y de mercadotecnia que
garantice un flujo constante de ingresos en la empresa. Por lo tanto,
tendrás que definir estos puntos:

- Precio de tu producto y/o servicio. Una buena forma de tasar tu oferta


es investigar el rango en el que oscilan los productos y/o servicios de tus
competidores. Eso sí, no castigues tu precio de venta con tal de bajar el
precio de venta al público, mejor apuesta por tener procesos internos más
eficientes que disminuyan tus costos de operación.

- Planes de pago. Si tu producto y/o servicio es más costoso que el tu


competencia, puedes diseñar esquemas de crédito o pagos diferidos. El
objetivo es que tus clientes dejen de lado el tema del precio y
aprovechen los beneficios de financiamiento que ofreces.

-Fuerza de ventas. Aquí se determina el número de vendedores que


necesitas para iniciar, así como su perfil y las habilidades requeridas para
colocar tu oferta en el mercado con éxito. Se vale incluir los esquemas
de compensación y pago.

-Canales de distribución. Dependiendo de la naturaleza de lo que


comercialices, tendrás que elegir los medios a través de los cuales tus
clientes potenciales tendrán acceso a tu oferta. Para ello, responde
preguntas como:
- ¿Necesitas hacerte de inventario?
- ¿Requieres de un lugar para almacenar tu mercancía?
- ¿Tus ventas se hacen sobre pedido?
- ¿Te conviene más tener un local o manejar un catálogo en Internet?

-Canales de comunicación. Actualmente, las empresas se apoyan de


otros medios además de los tradicionales (como radio y televisión) para
llegar a su público meta. Por eso, ya no es necesario invertir fuertes
cantidades de dinero para contar con un canal masivo de comunicación.
Basta con tener definido el perfil de tu consumidor para elegir cuál de las
siguientes opciones te conviene más explorar:

+Spots de radio y televisión. Se recomienda para negocios que ya están


operando y que cuentan con productos y/o servicios ya posicionados en
la mente del público.
+Redes sociales. La ventaja es que son de gran alcance e incluso,
algunas de sus aplicaciones son gratuitas. Son ideales para llegar a un
público juvenil, entre los 14 y 35 años. Entre las más populares, se
encuentran Facebook y Twitter.
+Campañas Web 2.0. Incluye los correos electrónicos directos, blogs,
páginas Web y Web banners en sitios con alto tráfico de cibernautas.
Estas estrategias requieren de una inversión de tiempo y dinero
moderada.

4. Estructura financiera
La experiencia de algunos emprendedores muestra que la parte más
complicada al momento de desarrollar un plan de negocios es la que
tiene que ver con las finanzas. Sin embargo, ésta es la que aporta más
información acerca de la viabilidad de una idea para que se convierta en
una empresa exitosa.
La estructura financiera básica de un plan de negocios se compone de
seis reportes:

- Estado de resultados pro-forma proyectado a tres años. Tiene como


objetivo presentar una visión a futuro del comportamiento del negocio.
“Se calcula considerando las siguientes variables: cuántas unidades
venderás y a qué precio, costo de ventas por unidad, costos fijos, costos
variables, intereses (si tienes un crédito) e impuestos. El resultado será la
utilidad neta”, afirma la experta.

- Balance general pro-forma proyectado a tres años. Este reporte se


divide en dos variables: qué tiene la empresa y cómo se financió.
Contempla desde mobiliario y equipo (activos de la compañía), así como
de dónde surgieron los recursos para adquirirlos.

- Conclusiones. Este apartado es al que más importancia le darán los


futuros inversionistas en caso de que utilices tu plan de negocios como
herramienta para conseguir financiamiento. Por ello, debe incluir la Tasa
Interna de Retorno y el análisis del punto de equilibrio, entre otros
indicadores clave.

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