¿POR QUÉ LAS MALVINAS SON ARGENTINAS?

LOS ARGUMENTOS HISTÓRICOS, JURÍDICOS Y GEOGRÁFICOS

El reclamo argentino por la soberanía en el Atlántico sur tiene una larga his- ■■ La Argentina ejerció sobre las islas diversos actos de soberanía que tu-
toria. Este primer capítulo reconstruye las razones que la República Argen- vieron consecuencias políticas, jurídicas, administrativas y económicas.
tina tiene para reclamar sus legítimos derechos sobre las islas Malvinas, las Este proceso se vio interrumpido en 1833 cuando los británicos toma-
Georgias del Sur, las Sándwich del Sur y los espacios marítimos e insulares ron las islas Malvinas de manera ilegítima haciendo uso de la fuerza.
correspondientes.
Por lo tanto, lo hecho por Gran Bretaña puede considerarse una usurpación,
Los argumentos, la historia del litigio diplomático con Gran Bretaña y el tra- realizada en el marco de la política colonialista que esa nación europea des-
tamiento de la cuestión Malvinas en Naciones Unidas (ONU) son los princi- plegó durante el siglo XIX y que, aún hoy, dos siglos después de la indepen-
pales tópicos que se tratan aquí. También se analizan las relaciones entre dencia de las naciones suramericanas, hace posible que subsista un enclave
las islas y el continente antes de la guerra y cómo en la actualidad la mili- colonial en la región.
tarización que Gran Bretaña realiza en la región tiene como contrapartida el
acompañamiento a la postura argentina de los países latinoamericanos y de La Argentina tiene también razones geográficas: las islas forman parte de
otras naciones del mundo. su plataforma continental, tal como puede verse en el mapa bicontinental
(fuente 1). En este punto es notorio el contraste que existe entre la proxi-
Fundamentos del reclamo midad de las islas y el territorio argentino y la distancia geográfica que las
separa de Gran Bretaña.
Argentina reclama la soberanía en las islas Malvinas con distintos argumentos.
Por un lado, están las razones históricas: a partir de la Revolución de Mayo Por último están las razones diplomáticas, desde 1833, la República Ar-
(1810) y la Declaración de la Independencia (1816) ese territorio, al igual que gentina nunca dejó de reclamar sus derechos de soberanía, tanto en sus
el continental, es considerado “territorio heredado” de la Corona española. relaciones bilaterales con Gran Bretaña como en distintos organismos mul-
Este argumento se sostiene en dos cuestiones fundamentales: tilaterales. Este punto es importante, desde una perspectiva jurídica interna-
cional, porque impide la posibilidad de ampararse en lo que se denomina “el
■■ Las islas Malvinas estuvieron hasta el proceso político desencadenado derecho de adquisición por prescripción”, esto es, la ocupación efectiva sin
por la Revolución de Mayo bajo jurisdicción de la Corona española; protesta. En determinados contextos históricos el Reino Unido intentó avalar
su presencia ilegítima en Malvinas desde este principio.

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 Este cartel, en Av. Mitre
del partido de Avellaneda
(Prov. Bs. As.), recuerda
que Malvinas está
presente en cada punto
del territorio nacional.

Los primeros gobiernos patrios ejercen la soberanía en los territorios de los nuevos Estados suramericanos y que establece que los
las islas límites internos de las nuevas naciones se erigen sobre la base de las antiguas
delimitaciones coloniales.
Tras la Revolución de Mayo (1810) y la Declaración de la Independencia (1816)
las islas fueron consideradas territorios heredados de la corona española. Ello Como es sabido, el proceso de independencia nacional provocó grandes de-
fue posible a partir de un principio jurídico denominado uti possidetis iuri, es safíos que solicitaban importantes esfuerzos colectivos, tanto para asegurar el
decir, aquel principio del derecho internacional a partir del cual se delimitaron triunfo de las nuevas naciones independizadas sobre la Corona española como

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 para organizar un nuevo orden político. Este complejo escenario político, sin em- tadounidenses que había infringido la legislación de pesca. El gobierno argentino
bargo, no impidió que los primeros gobiernos patrios realizaran diversos actos inició de inmediato las gestiones para obtener reparación de los Estados Unidos
demostrativos de su soberanía sobre las islas Malvinas, incluyendo la designa- y, a la vez, envió una goleta de la Armada para restablecer el orden en las islas,
ción de gobernadores, la legislación sobre recursos pesqueros y el otorgamien- que había sido quebrado por la irrupción de la nave estadounidense.
to de concesiones territoriales.
La usurpación británica
Así, en 1820 las Provincias Unidas del Río de la Plata ordenaron al Oficial de Ma-
rina David Jewett tomar posesión de las islas Malvinas en su nombre. Jewett lo Al tiempo de restablecido el orden en Puerto Soledad, tras el episodio protago-
hizo en un acto público en Puerto Soledad, al que asistieron loberos y balleneros nizado por la Lexington, una corbeta de la Marina Real británica, al mando de
de varias nacionalidades, entre ellos estadounidenses y británicos. La noticia John Oslow, amenazó con el uso de una fuerza superior y exigió la rendición y
fue publicada en medios de los Estados Unidos y del Reino Unido sin provocar entrega de la plaza. Tras la expulsión de las autoridades argentinas el 3 de enero
comentarios oficiales por parte de esos países. Cabe decir que Gran Bretaña de 1833, el gobierno inglés asignó en 1834 a un oficial de la Armada para que
tampoco manifestó pretensión alguna sobre las islas Malvinas en el proceso de permaneciera en las islas. Pero recién en 1841 tomó la decisión de “colonizar”
reconocimiento del Estado argentino, que culminó con la firma del Tratado de las Malvinas nombrando un “gobernador”.
Amistad, Comercio y Navegación de 1825.
El acto de fuerza británico fue inmediatamente rechazado. El 16 de enero de
El acto que con mayor contundencia demostró el ejercicio de soberanía en las 1833, el gobierno argentino pidió explicaciones al Encargado de Negocios bri-
islas aconteció el 10 de junio de 1829, cuando el gobierno argentino promulgó tánico, que no estaba al tanto de la acción de los buques de su país. El 22 de
el decreto que creaba la Comandancia Política y Militar de las Malvinas, desig- enero de 1833, el Ministro de Relaciones Exteriores presentó una protesta ante
nando en el cargo a Luis María Vernet, quien hizo ocupación efectiva de las islas el funcionario británico, que fue renovada y ampliada en reiteradas oportunida-
junto con un puñado de hombres y mujeres que se establecieron en las islas y des por el representante argentino en Londres, Manuel Moreno, hermano de
comenzaron a desarrollar distintas faenas (ver fuente 2). Mariano Moreno. Sin embargo, las presentaciones argentinas tropezaron con
respuestas negativas de parte del gobierno del Reino Unido.
Después de haber mantenido silencio por más de medio siglo en el curso del
cual se habían sucedido sin oposición administraciones españolas y argentinas, La cuestión quedó pendiente y así lo reconoció el Secretario de Asuntos Extran-
en noviembre de 1829 el Reino Unido protestó por el decreto del 10 de junio, en jeros británico en 1849. Por el lado argentino, continuó planteándose en distin-
el contexto de un renacimiento de su interés estratégico en el Atlántico Sur. Este tos niveles de gobierno y fue objeto de debates en el Congreso de la Nación. En
interés no era exclusivamente británico, a fines de 1831 la tripulación del buque 1884, ante la falta de respuesta a sus reiteradas protestas, la Argentina propuso
norteamericano Lexington arrasó Puerto Soledad en represalia por la captura llevar el tema a un arbitraje internacional, lo cual también fue rechazado sin dar
que las autoridades argentinas habían hecho de un grupo de navíos loberos es- razones por el Reino Unido.

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Desde entonces y hasta el presente, la República Argentina reclamó insis- En consecuencia: dado que en Malvinas no hay un pueblo subyugado por
tentemente, tanto en el plano bilateral como en distintos foros multilaterales, un poder colonial, sino un territorio colonizado, es que la Argentina sostiene
entre ellos las Naciones Unidas y la Organización de los Estados Americanos. que en el litigio con Gran Bretaña debe aplicarse el principio de integridad
territorial y no el principio de autodeterminación.
La cuestión Malvinas en los procesos de descolonización
Asimismo, sería absurdo que se aplique el principio de autodeterminación de
Hacia los años sesenta del siglo XX la cuestión Malvinas cobró un giro impor- los pueblos allí donde, como hemos visto, la población originaria argentina
tante, en el marco del proceso de descolonización abierto por la independen- fue expulsada en 1833 por medio de la fuerza por parte de los británicos,
cia de los países africanos. En este contexto, en diciembre de 1960 la Asam- quienes también por medio de la fuerza impidieron su retorno, sellando así
blea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 1514 (XV), titulada una violación a la integridad territorial argentina. En las fuentes que acompa-
como la “Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y ñan este capítulo, seleccionamos un fragmento del discurso del diplomático
pueblos coloniales”. Allí proclamó “la necesidad de poner fin, rápida e incon- argentino José María Ruda (conocido como el “alegato Ruda”) ante el Comité
dicionalmente, al colonialismo en todas sus formas y manifestaciones”. Para de Descolonización de Naciones Unidas, en el año 1964, donde establece
esto consagró dos principios fundamentales que debían guiar la descoloni- con suma elocuencia por qué el principio de autodeterminación no es apli-
zación: el principio de autodeterminación y el principio de integridad territorial. cable al caso Malvinas.
El principio de autodeterminación otorga a los pueblos el derecho de instituir
sus propios gobiernos; y el principio de integridad territorial encomienda que Finalmente, la Asamblea General de las Naciones Unidas se pronunció, en
ningún Estado se constituya violando el territorio de un Estado preexistente. el año 1965, en torno a la cuestión de las islas Malvinas. Lo hizo a través
de la Resolución 2065 (ver fuente 6), que deja traslucir un apoyo al planteo
En este contexto, Gran Bretaña pretendía que para la cuestión Malvinas se argentino y constituye uno de los más relevantes reconocimientos en el plano
aplique el principio de la autodeterminación; la República Argentina, en cam- internacional acerca de la existencia de un litigio entre Argentina y Gran Bre-
bio, rechazó este planteo y sostuvo que en la cuestión Malvinas debía primar taña en torno a la cuestión Malvinas. ¿En qué sentido? Básicamente, porque
el principio de la integridad territorial. ¿Por qué? Básicamente porque el insta a las partes a negociar pero estableciendo que en la mesa de diálogo
caso de las islas Malvinas posee un carácter específico dentro de los proce- hay sólo dos partes en disputa: Argentina y Gran Bretaña. Esto supone un
sos de descolonización. ¿Cuál es su especificidad? Que a diferencia de las rechazo tácito al planteo británico que pretendía que la controversia se di-
naciones africanas que luchaban por la descolonización durante el siglo XX, rimiera según el principio de autodeterminación; en efecto, de haber sido
en este no hay un pueblo subyugado por un poder colonial, sino que lo que tenido en cuenta este principio, la Resolución habría tenido que considerar a
ha sido colonizado es el territorio argentino mismo, por parte de una nación los isleños como una de las partes en la disputa, punto que explícitamente
con una innegable tradición de expansión colonialista. queda descartado en la Resolución 2065.

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 La agrupación Markitos Zuker,
bautizada así en memoria de
un militante político asesinado
por la dictadura, pintó la entra-
da del club porteño Defensores
de Belgrano con dos símbolos
de la identidad nacional: YPF
y Malvinas.

Esta interpretación se confirma allí donde la Resolución estipula que en la La Resolución 2065 constituye un hito importante en la historia del litigio. A su
negociación diplomática entre Argentina y Gran Bretaña se tienen que con- vez, lo que se afirma en ella ha sido ratificado por la Asamblea de Naciones Uni-
siderar los intereses pero no los deseos de la población de Malvinas. Lo cual das en numerosas ocasiones, a través de otras Resoluciones, como por ejem-
significa –acorde con lo que establece nuestra Constitución según la Reforma plo la Resolución 3160 (del año 1973) o la Resolución 31/49 (del año 1976).
de 1994- que en la negociación entre Argentina y Gran Bretaña se debe
llegar a acuerdos que respeten el modo de vida de los isleños, sin que ello
signifique reconocer que los pobladores de las islas son titulares de derechos
de soberanía.

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