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Capasso, Verónica (2011) - Muralismo, Memoria y Espacio Público Un Estudio Sobre Producciones Platenses

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IX Jornadas de Sociología.

Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos


Aires, Buenos Aires, 2011.

Muralismo, memoria y espacio


público: un estudio sobre
producciones platenses.

Capasso, Verónica.

Cita:
Capasso, Verónica (2011). Muralismo, memoria y espacio público: un
estudio sobre producciones platenses. IX Jornadas de Sociología.
Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, Buenos
Aires.

Dirección estable: https://www.aacademica.org/000-034/41

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Muralismo, memoria y espacio público: un estudio sobre producciones
platenses.

Capasso Verónica

Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación y Facultad de Bellas Artes,


Universidad Nacional de La Plata.

verito_capasso@hotmail.com

Resumen.

La presente investigación intenta indagar sobre las producciones estéticas


murales en el espacio público de la ciudad de La Plata, específicamente referidas
a lugares de la memoria, los cuales construyen sentidos de representación del
pasado reciente del país vinculado al terrorismo de Estado. En una primera
instancia, haremos un relevamiento de los murales referidos a temas de la
memoria que se hayan realizado en la ciudad, para luego hacer hincapié en la
producción muralista del colectivo de arte Sienvolando, uno de los grupos con más
trayectoria y producción de la ciudad, el cual generó una amplia articulación con
otras agrupaciones y movimientos sociales, que incluyen posicionamientos en
relación a los Derechos Humanos y al repudio a la dictadura, sus crímenes y sus
consecuencias aún vigentes. En este sentido, tomaremos los murales cuya
temática refiera a la memoria, entendiendo que la memoria es un proceso de
creación de significados, elemento esencial en la construcción de identidad
individual y colectiva. Se analizará una selección de los murales de Sienvolando,
teniendo en cuenta la relación pasado - presente y la actualidad de los temas
relacionados a la memoria, lo que nos permitirá ver la activación de una esfera
pública de oposición no – estatal y la disputa por el espacio público.

Palabras clave: Espacio público - Memoria - Colectivo de arte - Sienvolando -


Muralismo

Introducción.

El análisis de la producción mural en la ciudad de La Plata contribuye al estudio de


las producciones estéticas locales, a la comprensión del contexto en el cual y por
el cual surgen los murales y al estudio de las identidades culturales planteadas en
el espacio público. El muralismo connota ejercicios contemporáneos de ocupación
y reclamo en escenarios no convencionales, generando así una red de
comunicación de contenidos, tomas de postura y demandas. Hemos elegimos
para esta investigación al grupo platense Sienvolando, como colectivo de arte que,
a partir de sus intervenciones, resignifica el espacio urbano, en un contexto de
construcción de un nuevo espacio donde tienen lugar formas alternativas de
discusiones y de demandas hacia el Estado. Dentro de su vasta producción mural,
haremos una selección tomando murales con representaciones en relación al
pasado reciente del país y sus consecuencias aún vigentes. Así, hablamos de la
posibilidad de usar el mundo artístico y sus producciones estéticas como una
estrategia para hacer memoria. Consideramos entonces a estos murales como
“vehículos de memoria”, pudiendo ver cómo ciertas experiencias que pueden
llegar a ser individuales y privadas se transforman en públicas y colectivas, donde
la memoria es un proceso de creación de significados, elemento esencial en la
construcción de identidad individual y colectiva. Estos murales enriquecen la
memoria colectiva sobre la época a la vez que crean un diálogo con otras obras de
arte memorial que ya existen en la ciudad. Es por ello que consideramos de vital
importancia estudiar no sólo estas producciones estéticas murales del colectivo
sino también ofrecer un relevamiento de las producciones murales en relación a la
memoria que se han realizado en la ciudad, contribuyendo así al estudio de
nuestra identidad cultural, aunque estableciendo diferencias entre ambos tipos. Se
analizará entonces una selección de los murales de Sienvolando, teniendo en
cuenta la relación pasado - presente y la actualidad de los temas relacionados a la
memoria, lo que nos permitirá ver la activación de una esfera pública de oposición
no – estatal y la disputa por el espacio público.
El espacio público juega un papel fundamental en la comunicación de los
ciudadanos, pues la inmediatez de la información que presenta facilita la
heterogeneidad de discursos en los que se incluyen los artísticos. Es a partir del
concepto de esfera pública elaborado por Habermas (1994) que podemos hablar
de un espacio que se encuentra fuera del Estado, donde se pondrán de manifiesto
las demandas de la sociedad hacia el Estado a partir de la participación activa de
la ciudadanía. Algunos autores, como Felshin (2001), han desarrollado la idea de
esfera pública habermasiana en una estrecha relación con el arte. Así, se
construyen tácticas de intervención comunicacional a través de la reapropiación
del espacio público mediante murales, graffitis, intervenciones, etc. Las opiniones
públicas representan un potencial político de influencia y en la medida en que las
experiencias se canalicen por medio de lenguajes como el del arte, el espacio
público artístico se entrelaza con el espacio público político. Estas intervenciones
urbanas exceden lo estético y plantean una actitud militante, irrumpiendo en un no
lugar, un espacio de tránsito y anónimo, volviéndolo significativo. En este sentido,
el objetivo es incitar o efectuar un determinado cambio social a partir del uso
autoconsciente del espacio público, de la calle, a partir de generar nuevos
espacios comunicativos de disenso.

Espacio y memoria.

Como sostiene Sosa (2010), en la definición de lugar hay una dimensión objetiva y
una subjetiva. Lo importante de estudiar los lugares es que la gente, se autodefine
en relación a los lugares, los lugares implican sentidos que no les pertenecen sino
que se los vamos depositando. En este sentido, siempre es una construcción e
implica siempre una estructura de sentimientos por lo que no hay una identidad
que sea intrínseca del lugar. Así, podemos odiar o amar un lugar, lo cual está
ligado a la cuestión identitaria. Entonces, por un lado, consideramos al lugar como
producto social que implica un discurso sobre el espacio, la visión del espacio y
del lugar, siendo el resultado de una lucha y una confrontación, implicando
visiones diferentes. Los lugares son abiertos y permeables y las interpretaciones y
definiciones de un lugar siempre son dinámicas en el tiempo y se diferencian en el
espacio. En síntesis, todas estas caracterizaciones nos sirven para poder pensar
al lugar como la zona donde se territorializa la memoria. A su vez, la ciudad puede
aparecer llena de memoriales, pero estos pueden estar ocupando el lugar de la
memoria del suceso. En este sentido, las personas ya no tendrían que recordar
más porque el memorial lo haría por ellas. Es por ello que planteamos que es el
memorial artístico el que obliga a reflexionar pues no se limita a registrar sino que
permite poner en juego diversas variables que hacen a una memoria activa. Por
ello, en este estudio nos enfocamos los murales.

Arte memorial. Experiencias muralistas en la ciudad de La Plata.

Cada manifestación física y pública sobre la memoria y sobre todo la memoria que
tiene la intención de ser ejemplar es muy debatida entre los “emprendedores de la
memoria” pues su rol en el espacio público es realmente importante. Ellos pueden
influir en la memoria y es el arte justamente, una estrategia para hacer memoria
comunicando visualmente. Estos lugares de memoria suponen una memoria
dinámica, construida a través de fragmentos, preguntando a su vez si es posible
representar a través del arte episodios traumáticos y cómo darle una forma visual
a la memoria.
En el presente, es en la ciudad de La Plata (junto con las ciudades de Rosario y
de Córdoba), donde se ha producido un gran resurgimiento de la producción
mural, la cual se ha hecho más visible sobre todo desde el año 2001. Hay en
nuestra ciudad multiplicidad de murales, que son heterogéneos en tanto abarcan
un amplio espectro de temas (que van a depender del colectivo que los realice) y
calidades, pero son homogéneos en cuanto a que expresan “algo” en un espacio
no asignado para ese fin, siendo entonces un espacio tomado. Sin embargo hubo
murales anteriores al 2001 en la ciudad de La Plata, que se pueden tomar como
antecedente del movimiento que vendrá años después. Es importante asimismo
poder establecer diferencias con los murales que veremos más adelante, pues la
característica esencial va a ser la producción colectiva en el seno de un colectivo
cultural, entendiéndolo en términos de nuevo movimiento social. A modo de
ejemplificar esta cuestión, citaremos dos ejemplos de murales producidos antes
del 2001.
Un ejemplo de muralismo en relación a la memoria en la ciudad de La Plata es el
realizado en el año 2000 por la muralista Cristina Terzaghi, profesora en la
Facultad de Bellas Artes, conjuntamente con sus alumnos. Esta obra fue dedicada
a los jóvenes que combatieron en Malvinas, y está emplazada en la calle 63 entre
diagonal 78 y calle 9, en el muro externo del ex Distrito Militar de La Plata, edificio
que actualmente le pertenece a la Universidad Nacional de La Plata. Fue
inaugurado el 2 de abril, fecha en que se conmemora a los caídos en Malvinas. La
obra muestra, como describen Di María, González y Ruiz (2005),
“un joven que aparece en el centro del mural, portando un estandarte con la
bandera argentina, (que) está prácticamente desnudo y sin botas. Una postura
que también aporta al significado que encierran las garras y el águila que se
ubican en la parte superior y los chanchos y gallinas en la parte inferior (…) El
mural constituye un homenaje a esos jóvenes que repentinamente por la
trasnochada utopía del régimen militar, se convirtieron en combatientes, sin
instrucción ni equipamiento, héroes anónimos, a veces olvidados o rechazados,
marcados a fuego los que volvieron y lo que no, desperdigados en tierras extrañas
y alejado del homenaje de sus familiares”.
En este sentido, el mural apela a trabajar la memoria y evitar el olvido.
Citamos también el caso del mural realizado en el año 2001 en el bar de la
Facultad de Medicina de la UNLP. Este mural fue realizado por alumnos de la
Facultad de Medicina en colaboración con alumnos de la Facultad de Bellas Artes,
es decir no hubo participación de ningún colectivo de arte. Este mural alude al
momento del secuestro de una mujer en contexto de la dictadura. Como describe
Muñoz Cobeñas (2004):
“el personaje que se lleva a la mujer está de espaldas y tiene su gorra puesta.
Durante los secuestros, los apropiadores iban vestidos de civil y sin gorras, en
algunos casos con las caras cubiertas. En el extremo inferior izquierdo se
representa a un niño mirando la escena y también en dirección a un libro cubierto
por una bandera como suspendido en la atmósfera (fondo) en donde se sucede el
secuestro. El elemento, más realista y “conocido”, vivenciado por pasado
representado, es el Ford Falcon, con transparencias aparece en el medio de la
composición. El Ford Falcon era el coche que utilizaban las fuerzas parapoliciales
y paramilitares para los secuestros y las desapariciones”.
El último ejemplo que nombraremos es el mural titulado “Esos jóvenes”, realizado
en el año 2002 en conmemoración por la Noche de los Lápices. Para rememorar
este hecho y mantener viva la memoria, la Agrupación HIJOS y la muralista
Cristina Terzaghi, pensaron un mural alusivo, en el mismo lugar en el que
comenzaron los reclamos de los estudiantes platenses por sus derechos al boleto
estudiantil. Fue realizado en 7 entre 59 y 59 (Jardines del Ministerio de Obras
Públicas de la Provincia de Buenos Aires) por el grupo T.A.P.I.S. (Taller de Arte
Público e Integración Social) y coordinado por Terzaghi. Como dicen Di María G.,
González S. y Ruiz A. (2005), en la obra se lee, sobre una de las piernas del
estudiante que se encuentra ubicado a la derecha los nombres de “Esos jóvenes”:
Claudia, Víctor, Claudio, Daniel, Francisco, Horacio y M. Clara. El joven estudiante
sostiene en su mano un boleto de colectivo que marca la fecha del secuestro y
desaparición: 160976. En el reverso del mural dice: “HIJOS. Homenaje a los
desaparecidos en la noche de los lápices. 16 de set. 1976 – 2002.
Desde los aspectos artísticos, políticos y discursivos existen diferencias en las
intervenciones post 2001-2002 a lo que fue la historia del muralismo en la ciudad.
Sostenemos que el periodo inaugurado desde el 2002 generó mayor visibilidad y
multiplicación de colectivos culturales, entre ellos los muralistas, entrecruzándose
las experiencias entre estos grupos y otros nuevos movimientos, los cuales
tuvieron gran relevancia en el espacio público (como las agrupaciones piqueteras,
asamblearias, experiencias puntuales como la recuperación de fábricas, etc.). En
este sentido, muchos de los colectivos que realizaron (y realizan) murales,
generaron una red de relaciones en ese espacio público recuperado, por lo cual la
acción no se circunscribe sólo a la dimensión cultural y estética sino que se
vincula con la lucha política y social, donde el discurso se radicaliza y se redefine
en el marco de las luchas cotidianas en un contexto social conflictivo. En síntesis,
los murales que encontraremos luego del 2002, en general poseen nuevas
características dado que surgen de colectivos de arte, con un anclaje e identidad
territorial mucho más arraigado y que muchas veces se enlazan con otras
organizaciones sociales, por lo que, a través de la acción colectiva, se plasma aún
más fuertemente un contenido social y político radicalizado.

Sienvolando

Definimos a un “colectivo” como el conjunto de personas que interactúan


estableciendo principios de acción para fines comunes. Pueden provenir de
distintas disciplinas, son autogestionados en la mayoría de los casos y difunden
sus trabajos por Internet (blogs, fotologs, facebook). Comparten el rechazo de
jerarquías y sostienen la horizontalidad en la organización, además de que en
general actúan formando redes. Fijan un programa con connotaciones sociales, de
género o de transformación contextual, etc., por lo que su temática suele
considerarse asociada a la lucha social y a la protesta política teniendo además
una actitud de resistencia a los efectos del neoliberalismo y la globalización pero
aportando a la construcción de la memoria colectiva y al reclamo de justicia. Sus
producciones en el espacio público están en permanente diálogo con el entorno.
Siguiendo a Giunta (2009:55) en estos grupos lo colectivo como formato instaura
nuevos modos de producción, difusión y sociabilidad en los que se generan las
obras. Con la crisis se produjo un proceso de colectivización de las prácticas
artísticas que suponía desde el compartir los materiales y salas de trabajo por
problemas presupuestarios hasta la realización de trabajos conjuntos en una
misma obra. Retomando a Becker (2008:30), sostenemos que también la práctica
artística comprende la actividad conjunta y la cooperación, habiendo división del
trabajo y tareas. Se conforma así una red de personas cuyo trabajo o resultado
final depende del vínculo cooperativo, es decir de la acción colectiva.
Dentro de los colectivos de arte, existen aquellos que se dedican a la producción
mural, representación visual dirigida a un público amplio que va cambiando y
hasta puede morir, en relación a los cambios socio - políticos de su entorno local.
El colectivo de arte que hemos seleccionado en este trabajo, el grupo
Sienvolando, se conforma como tal en el año 2002 en el marco de un mural
realizado en Berisso, donde confluyeron experiencias del grupo y el trabajo junto a
diversas organizaciones sociales y de Derechos Humanos entendiendo la
expresión e intervención artística como una herramienta para intervenir en la
realidad social. Dentro de la trayectoria de los integrantes del grupo es interesante
el hecho de que antes de conformar el colectivo, muchos de los chicos ya estaban
insertos en otro tipo de experiencias de sociabilización colectivas, como eran
talleres de títeres, murgas y también algunos venían de otras experiencias
muralistas. El grupo llevó a cabo distintas articulaciones con diferentes
organismos, con los cuales desarrolló trabajos en conjunto. Por ejemplo, podemos
nombrar a la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional
(CORREPI)1, el Centro Social y Cultural Olga Vázquez2, los obreros de la fábrica
textil Mafissa3, el sindicato docente SUTEBA4, la realización del Mural con
Autoconvocados contra el SIDA en el Centro Cultural Favero5, entre otros. Era un
grupo heterogéneo en tanto no todos provenían de las ramas artísticas y era un
espacio abierto sin integrantes fijos. Esto se fue acentuando en los últimos años,
lo que les permitió apostar a otras formas comunicativas, no sólo al mural. Por ello
es que no sólo eran un grupo muralista, sino que también estaba orientado a la
comunicación y a una pluralidad de estrategias, incluso al momento de intervenir
en una pared. El colectivo se disolvió a mediados de 2009, luego de siete años de
presencia en el espacio urbano platense y en su blog, figura como el 27 de junio
de 2009 la fecha de separación. Sin embargo, no se plantea como una ruptura
radical del grupo sino que varios integrantes continuaron participando de otros
proyectos y colectivos de arte, hoy activos en el espacio público de la ciudad como
son el caso de LULI y Luxor Magenta.

Selección, justificación y análisis de los murales.

En este apartado nos proponemos analizar una selección de las producciones


murales del colectivo Sienvolando como representaciones – acciones en el
espacio público. El recorte surge en relación a los contenidos, los
posicionamientos, los reclamos y las demandas del colectivo hacia el Estado,
teniendo en cuenta el trabajo en red con otros colectivos, agrupaciones políticas y
movimientos sociales en el período de actividad del grupo (2002-2009). Asimismo,
esta selección, nos permitirá analizar, a través del colectivo de arte Sienvolando,
la activación de una esfera pública de oposición en el arte, surgida con fuerza a
partir del año 2001-2002. Con esto nos referimos a la puesta en escena pública de
cuestiones no resueltas por el Estado, denunciadas a través de prácticas
artísticas, pero al mismo tiempo aludimos a la oposición a los modos de
apropiación y significación del espacio por parte del poder hegemónico. La
selección de los murales que se propone en este trabajo supone tener en cuenta
la relación pasado-presente, es decir, más allá que los hechos a los que aluden
los murales hayan ocurrido en el pasado, muchas situaciones denunciadas tienen
todavía vigencia en la opinión pública. En cada análisis, primero aludiremos a la
coyuntura y luego al aspecto temático, es decir, haremos referencia al tema y al
contenido de cada obra. A su vez, nos hemos servido de las entrevistas para ir
desgranando estos sentidos implicados en las intervenciones. A los fines de este
trabajo, sólo nos referiremos a tres murales, que incluyen posicionamientos en
relación a los Derechos Humanos y al repudio a la dictadura, sus crímenes y sus
consecuencias aún vigentes. Dos de los murales aluden a la segunda
desaparición de Julio López y el tercero hace referencia al papel desempeñado
por la Iglesia y su complicidad en el golpe del ´76.

1- Mural Julio López, diagonal 79 entre 115 y 116.


G01

Julio López, desaparecido desde octubre de 1976 hasta junio de 1979 durante la
dictadura del ´76, desapareció por segunda vez el 18 de septiembre de 2006,
luego de la condena a Etchecolatz. Habiéndose derogado las leyes de Obediencia
Debida y Punto Final, Miguel Etchecolatz fue el primer acusado por genocidio.
Julio López era querellante en la causa y un testigo clave, ya que sus
declaraciones involucraban a muchos militares y policías. Todavía hoy sigue
desaparecido y no se sabe absolutamente nada de su paradero.
El primer mural a analizar se encuentra ubicado en la pared de una escuela.
Dadas las características del soporte, es una imagen de naturaleza espacial y
bidimensional, realizada en forma apaisada y con un marco implícito. Por la
ubicación espacial (en una pared de una escuela) y por su gran tamaño, este
mural es de gran visibilidad en el espacio público. El tema es el pedido de
aparición de Julio López, a pocos días de su desaparición. Asimismo se pide el
desmantelamiento del aparato represor, al cual se acusa de la desaparición de
López. Por ello, es que lo consideramos como un mural interesante de analizar en
relación a la memoria y del pasado reciente del país, pues en este caso podemos
ver la relación pasado – presente, de la que ya hablamos y la vigencia que tienen
estos temas actualmente.
Este mural, realizado en noviembre del año 2006 por el grupo de muralismo
político Sienvolando, no posee título. La imagen se lee de izquierda a derecha y
podemos ver en un primer plano la figura de medio cuerpo de Julio López. En un
segundo plano, hacia la izquierda de la imagen, vemos el dibujo de una pared
rojiza en construcción con una inscripción que se asemeja a un graffiti y que dice
“genocidas y torturadores púdranse en la cárcel”. A su vez, se representan
elementos de albañilería: un balde con arena, una espátula y una maza. Los
elementos que reconocemos como de albañilería y la pared en construcción
marcan lo que podría ser una metonimia porque aparecen los elementos que
aluden a su profesión, a lo que lo caracterizaba. En la parte inferior y recorriendo
toda la imagen también aparecen palabras en un fondo azul, algunas más visibles
que otras, con la frase legible “desmantelamiento del aparato represor, juicio y
castigo a los responsables del genocidio memoria responsable, libera al pueblo y
encarcela a los culpables”, y en la parte superior, encontramos la leyenda
“aparición con vida de Julio López”, la cual se interrumpe por la posición del
cuerpo de López, que aparece antecediendo a su nombre. La repetición de las
frases que aluden al genocidio refuerza el mensaje y hace que persista.
La figura de López aparece sonriendo, vistiendo una camisa celeste, una campera
amarronada y una boina azul (siendo esta la ropa con la que declaró en el juicio).
La proporción del cuerpo lo hace resaltar del resto de la imagen, lo cual conforma
una hipérbole si se lo compara con el resto de la composición. Los acentos de luz
están en la cara de López, haciendo que sobresalga de la totalidad de la imagen,
junto con su nombre, de color blanco puro.
En cuanto a la idea de hacer este mural, D., uno de los integrantes de
Sienvolando, nos cuenta que “la idea de ese mural cuando se pensó fue retratar a
López en una forma gráfica (…) Representarlo a él como persona, con el barrio
atrás, con las herramientas del albañil, que era por ahí lo que lo representaba
como persona. Y por ahí nos parecía que simbólicamente lo que importaba era
poner una construcción por eso estuvo la idea de poner una pared y que en esa
pared mismo estuviera la denuncia, dice “genocidas púdranse en la cárcel”. Bueno
la idea en ese momento fue esa, de salir a decir, bueno, mostrar, decir ¿dónde
está López?6”.

En cuanto al emplazamiento del mural, se eligió esa pared de forma espontánea,


viendo un lugar concurrido y de gran espacio para realizarlo en un momento en el
cual el tema de “ciudad limpia” prohibía este tipo de acciones: “fue espontáneo.
Vimos que esa pared estaba posible. El tema es que después tuvimos que hablar
con la gente de la escuela. Sí, tuvimos quilombo. “Ciudad limpia” quiso taparlo (…)
llamamos a DDHH, cayeron, entonces el mural queda (…) 7. Al igual que los
murales mexicanos que se transformaron en crónicas de la historia de su país, no
sólo para retratar el contexto sino también por su función en tanto modo de
enseñanza, el haber elegido la pared de una escuela, aunque se remarque que
fue un hecho espontáneo, tiene algo de educativo si se quiere. Tanto los
maestros, como los alumnos ven ese mural y lo tienen presente todos los días.

2- Mural Von Wernich, calle 9 y 53.

G02

El mural sobre el cura Von Wernich fue realizado en 23 de julio de 2007 con la
intención de “denunciar al genocida capellán de la policía en la dictadura militar de
1976 en Argentina, acusado de crímenes de lesa humanidad” 8. Como sostiene
Verbitsky9, en la Argentina la Iglesia formó parte fundamental del dispositivo de
legitimación y, más aún, de complicidad directa con la dictadura. El autor, agrega
además que los capellanes formaron una verdadera red arterial que colaboraba en
la cotidianidad de la máquina de matar y a la vez vigilaba y controlaba a los
obispos. “La Iglesia –explica Verbitsky– no sólo bendijo las armas de la dictadura y
justificó la tortura con argumentos teológicos, sino que también fundamentó, a lo
largo de todo el siglo XX, el desprecio por la democracia, por la voluntad popular,
por la libertad de expresión y por la libertad crítica que está en la base de todas las
intervenciones militares en la política. La Iglesia es el fundamento dogmático de lo
que viene después: define los conceptos y se los predica a los militares. Es el
cerebro que arma el brazo militar.” 10 Von Wernich era un personaje clave del
aparato represivo montado por Ramón Camps y este lo designó empleado policial,
capellán de la policía Bonaerense.
El 9 de octubre de 2007 fue hallado culpable de 34 casos de privación ilegal de la
libertad, 31 casos de tortura y 7 homicidios calificados, condenándoselo a
reclusión perpetua e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. El
tribunal consideró que esos crímenes habían sido perpetrados en el marco del
genocidio ocurrido durante la última dictadura de la Argentina. Se lo acusa
además de la sustracción de Ana Libertad, quien fue dada en adopción a otra
familia y todavía no fue encontrada. Sus padres, Héctor Baratti y Elena de la
Cuadra, fueron secuestrados junto a Roberto Bonín, Humberto Fraccaroli y Norma
Campano de Serra en el consultorio odontológico de esta última, en 33 entre 24 y
25. Todos están desaparecidos. Elena estaba embarazada de 5 meses. El pedido
de dónde está la hija de Elena y Héctor es lo que aparece en el mural.
El mural representa al cura Von Wernich en grandes dimensiones, ocupando la
esquina de 9 y 53, con la cabeza gacha, los brazos en alto, con un atuendo acorde
a su profesión. Arriba de su figura, con letras y una fecha que lo señala, aparece
escrito: “Von Wernich genocida”. En la parte del mural que se extiende sobre calle
53, encontramos la pregunta “cura Von Wernich. ¿Dónde está la hija de Elena y
Héctor?” y hacia la izquierda, aparece representado un chupete de gran tamaño
con su listón. En este caso a través de una metonimia, el chupete refiere al bebé
apropiado, que a su vez se refuerza con la pregunta de dónde está el niño. En
cuanto al por qué de elegir este caso y visibilizarlo en el mural, uno de los
integrantes del colectivo nos dice: “lo principal tiene que ver con que tuviera un
arraigo concreto. Una cuestión concreta y no si se quiere la cuestión de los
derechos humanos en general. Sino decir concretamente este tipo sabe dónde
está la hija de Elena y Héctor (…) la idea era eso, no quedarse en una cosa
desanclada, que parezca un gran lema ¿no?, sobre todo en derechos humanos
hay mucho de “juicio y castigo”, “aparición con vida” (…). Nosotros hablamos de
una coyuntura y un caso particular. Vos no decís, es un hijo de puta, decís, dónde
está la hija de Elena y Héctor y el tipo que lo lee ve Héctor y Elena y aunque no
sepa nada de la historia de esas dos personas, ve nombres de primera persona y
le queda mucho la duda de que sean inventados. Llega de persona a persona (…)
no hay un monumento, sino que hay una persona atrás que está faltando” 11. En
este sentido, vemos que lo importante es apelar al espectador, estableciendo un
diálogo con él, generándole preguntas, interrogantes, rompiendo así con una
cuestión más bien estetizante de la imagen, porque en realidad lo que adquiere
importancia es comunicar un hecho y no la imagen en sí.
Las figuras y frases de la pared se ubican sobre un fondo negro que hace que
contrasten y resalten mucho más. A su vez, en la parte inferior del mural,
separada por una línea diagonal roja descendente y sobre un fondo azul, aparece
una frase escrita en letra cursiva de color blanco, con algunas palabras más
blancas y por ende, más visibles, que otras. Las palabras que aparecen más
visibles son: “falsedad ideológica”, “participación primaria en homicidio calificado” y
la palabra “genocidas”, por ser de mayor tamaño y estar en mayúscula y aludiendo
a los crímenes que se le imputan. El impacto que produce la imagen en la vía
pública no sólo está dado por el gran tamaño de la imagen del capellán sino
también por el uso de pocos colores, la mayoría saturados y altamente
contrastantes entre sí: azul, rojo, blanco y negro.
Este mural en realidad duró poco tiempo en el espacio en que fue emplazado.
Como nos cuenta uno de los chicos del colectivo “antes de Von Wernick había un
mural de Mercuri, nosotros fuimos ahí y le topamos la parada de Mercuri y
después el de Von Wernick, consideramos que era muy feo para la sociedad que
esté el cura ahí, presente todo el tiempo (…) 12”. Otro de los chicos nos dice:
“nosotros tampoco queríamos eternizar, monumentalizar, la figura del genocida,
en este caso Von Wernich, dejándole como impronta negativa su rostro pintado de
acá al eterno. Lo dejamos a López (en referencia al mural que se pintó un año
después en ese mismo lugar)13”. Esta referencia es importante, en tanto en el
espacio público toma mayor relevancia la desaparición de Julio López, y se le
asigna un lugar, como forma de hacerlo presente y de evocarlo a través de la
imagen, justamente en donde antes estaba Von Wernich, figura altamente
representativa de la dictadura militar. A su vez, parece que la sentencia a reclusión
perpetua que recibió el cura, meses después de realizado el mural, influyó en que
ya no era necesario que esa imagen siguiera vigente en el espacio público. Pero al
mismo tiempo, podemos ver que en realidad, no importa tanto el mural en sí, sino
que lo que interesa es generar un espacio activo. Por ello, sostienen que “quizás
era una pared muy táctica para nosotros vamos a ir cambiándola a medida que las
situaciones vayan superando al mural anterior”14. Y este cambio se produjo al
cumplirse dos años de la desaparición de Julio López.
Este mural entonces, nos sirve por un lado, para ver cómo el grupo apelaba a
casos concretos y no a consignas generales, apostando siempre a una mayor
llegada al público y a una reflexión sobre lo que se estaba viendo representado. El
hecho de refería a un caso puntual de apropiación de bebés durante la dictadura,
que sigue sin resolverse, de ahí la relación pasado – presente que observamos en
nuestros murales. Por otro lado, es relevante el uso del espacio urbano que se
hace, cómo nuevamente toma importancia la disputa simbólica del espacio público
como lugar de enunciación y la construcción de un espacio activo y dinámico. En
primer lugar, podemos ver que se tapó un mural sobre seguridad vial de Mercuri
(funcionario público), para poner el de Von Wernich y en segundo lugar porque la
imagen de Von Wernich desaparece ante la necesidad que plantea la coyuntura
de reclamar la aparición con vida de Julio López.
Por último, nos parece interesante remarcar el hecho de que este mural fue
realizado por el colectivo solamente, sin existir una coordinación con otras
agrupaciones. Sumado a esto, fue una acción que duró tan sólo un día. Por estas
dos razones es que consideramos que este mural es más simple, en términos
iconográficos, que el último mural analizado en el recorte.

3- Mural de Julio López, esquina de 9 y 53.

G03

Este mural fue realizado el 18 de septiembre del 2008, a dos años de la


desaparición de Julio López, en coordinación entre el grupo Sienvolando, la
unidad muralista Hermanos Tello y la agrupación HIJOS, entre otros, como los
transeúntes que pasaban por allí.
Volviendo al análisis del mural, sobre la calle 53 una de las figuras sostiene una
pancarta con la frase “dónde está López” y otro sostiene un cartel con una silueta
con la cara de López, aunque no aparecen sus rasgos faciales. También aparece
representada una gran mano con el puño cerrado, una flor y dos estrellas, una
negra y una negra y roja, símbolo de la resistencia y la lucha. En el margen
izquierdo aparece un parlante con un círculo rojo tachado, que alude al “prohibido”
de las señales de tránsito, y a la señalética 15 utilizada por HIJOS, con la consigna
“silencio K”. La letra K por el contexto sabemos que alude a los Kirchner. También
aparece la palabra “impunidad”. Este sector, se asocia a la unidad muralista
Hermanos Tello por las características de los personajes y por el uso de
determinados colores. Como grupo ellos se definen con una identidad libertaria, es
decir, simpatizando con ideas anarquistas.
Por otro lado, la parte que se encuentra en la esquina, hace referencia a Néstor y
Cristina Kirchner, representados de una forma más realista y de un tamaño mayor
al resto de las figuras. También vemos las palabras “silencio e impunidad” las
cuales se asocian al poder presidencial. Aparece representada la policía federal
argentina, ilustrada de tipo caricaturesco, de rasgos calavéricos, y con escudo y
garrote. Por último las figuras de Néstor y Cristina aparecen manchada con
pintura negra y roja (colores del escrache asociados a la agrupación HIJOS) y en
la pared aparece escrito con aerosol “López carajo” (siendo una hipérbole al ser
de gran tamaño y porque ocupa gran parte de ese sector) y la palabra “escrache”.
Se revaloriza entonces a López, en este mural, desde la palabra más que desde la
imagen.
Sobre la calle 9, vemos la representación de un hombre con la intención de lanzar
algo rojo como si fuera una bombita de pintura. Esto cobra significación cuando el
día que se realizó la marcha por los dos años de la desaparición de López, se
escrachó a las figuras del poder con bombitas de pintura. También aparecen
stenciles superpuestos con la cara de López, sin rasgos faciales, es decir
significantes vacíos, sólo el contorno de la cara y su boina (que hace que lo
reconozcamos), y estrellas negras y rojas. Aquí prima la repetición y la metáfora
porque son caras sin rasgos, lo cual alude a su desaparición y que todos podemos
ser él. El contorno del rostro de López es definido como una silueta. Si bien
representa la “presencia de una ausencia” podemos reconocer que se trata de él,
a diferencia de lo que fue el siluetazo de 1983. Sin embargo, la alusión a los
desaparecidos de los ´70 es clara.
A continuación vemos la inscripción “sin este albañil no se puede construir”
acompañado de un balde y una espátula, que hacen alusión a su profesión. Esta
frase, refuerza la idea de que con un desaparecido en democracia no se puede
construir una sociedad democrática y con justicia. Por último, en la parte final del
mural hay otro parlante pero con la palabra “silencio” y la invitación a la
movilización por López que se realizó el día 18 de septiembre del 2008 en plaza
San Martín a las 17 horas.
Lo característico de este mural es que no aparece la imagen de López como figura
principal, aunque el tema del mural apele a su aparición. Es este sentido, no se
trata tanto de una acción artística sino más bien de una acción político militante a
través de medios estéticos, plasmando una connotación directa culpabilizando al
poder político y a las fuerzas policiales de su desaparición. Contrastando con el
otro mural de López que realizaron en el año 2006, uno de los chicos del grupo, D.
cuenta que “en el primero (el mural del 2006) se privilegió el resultado estético,
una cosa linda, agradable. Acá (el mural del 2008) no es, a mi no me parece que
sea un mural lindo y agradable sino más bien un mural de denuncia (…) después
en la marcha, en el momento del escrache está la denuncia. También se planteó ir
más a lo simbólico y por ahí, romper con la estructura que tenemos de la cara de
López, (...) como que nos parece que la cara de López se está naturalizando, y
está perdiendo fuerza todo el tiempo, está vaciándose de sentido, porque es un
símbolo que está repetido como cualquier otro. Nos parecía como decir bueno
tratemos de hacer un mural sobre López, sin López. O que esté López pero que
no esté mucho, que no sea el protagonista del mural. Entonces se pensó un poco
con la gente que estábamos coordinado y entre todos decidimos hacer un mural
donde poner a los principales responsables que creíamos, que creemos nosotros
que son, el Estado y en este momento los Kirchner ponerlos en el centro del mural
para después cuando se pase por la marcha escracharlos. O sea escrache
simbólico al mural mismo, a la parte del mural donde está la imagen de ellos16”. Es
claro además que, en cuanto a la representación, la figura de López pasa a un
segundo lugar en este caso. Como explica N.: “en un momento estuvo presente, la
gente pensaba que había una posibilidad de que aparezca y ahora ya todo el
mundo sabe que desapareció”17. Esto también está en relación a que la repetición
de la figura de López vacía su eficacia en la medida en que se cotidianiza. Por eso
se buscó apelar a nuevas formas simbólicas que “no caigan en la simbología
trillada de la cara de López”18.

En este mural se incorpora el mecanismo del escrache al mural mismo, propia de


HIJOS, que desde su formación, utiliza el escrache con el objetivo de la condena
social a los militares genocidas y sus cómplices libres. Por otro lado, una de las
características es que fue realizado en una pared en donde antes había otro mural
de Sienvolando, es decir, se reutilizó el espacio. Antes del mural de López estaba
el del cura Von Wernick, como ya dijimos, quien fue condenado por lo que este
espacio sirvió para otra intervención. Para los muralistas, las obras son finitas, ya
sea por el paso del tiempo o por una nueva intervención, por ellos mismos o por
otros que reutilicen el espacio público, generando un espacio activo: “y si que te
tapen es una máquina de hacer hablar, bienvenida la máquina de hacer hablar. Lo
que no va es el autoritarismo de la voz porque la voz la tiene coca – cola o no sé,
el intendente que en su momento te pintaba “ciudad limpia” o este que te pinta “La
Plata ciudad no sé qué cosa”. Pero sí te tapaban la voz. Cuando te intervienen lo
tuyo está bueno porque hay dialogo”19. En síntesis, prima para el colectivo la
generación de diálogo en la ciudad, la posibilidad de activar un espacio con
distintas voces, donde predomine el conflicto, el disenso y la resistencia.

Otra característica del mural es que cada grupo que participó en la realización
aportó elementos propios: “de la calle 53 está más lo que representa a la (unidad)
muralista los Hermanos Tello, en la esquina está un poco todo mezclado, después
hay un personaje muy gráfico que está como escrachando y después hay unas
citas con aerosol que son las que más está utilizando HIJOS también, entonces la
idea era unir todo. Pero bueno se unió un poco pero sigue estando la identidad de
cada uno ahí presente. Por eso esta cuestión de que hay distintas perspectivas.”
Además Sienvolando especifica cuál ha sido su aporte “de Sienvolando este
trabajo que se desarrolló sobre las caras de Cristina y Néstor, que era más, que
también como realista pero que a la vez es gráfico porque tiene una resolución por
planos tipo vectorizado, el corel (…)”.

Por otro lado, una de las características que diferencia este mural de otros es que
fue realizado en una pared en donde antes había otro mural del grupo
Sienvolando, es decir, hubo una reutilización del espacio. Esto sucede en
concordancia con su política sobre la “muerte” de cada mural: “pensamos que está
bueno que el mural se escrache, que se descascare, que se rompa, que se muere
y no aparece más y bueno no importa. A nosotros nos parece que eso es
interesante”20. Como nos cuenta N., “Nosotros consideramos que el mural es
como la piel viva de la ciudad, entonces si van mañana y lo escrachan o le ponen
cualquier cosa encima nosotros no lo consideramos una ofensa sino más bien
tratamos de hacer una lectura sobre eso”.

Podemos concluir que el uso de técnicas digitales, como por ejemplo el corel
draw21, para la realización de bocetos y el hecho de aceptar la “muerte” de un
mural, puede hacernos pensar en ciertos rasgos vanguardistas que puede tener el
grupo. En síntesis, como ya dijimos, lo que prima para el colectivo es la
generación de diálogo en la ciudad, la posibilidad de activar un espacio con
distintas voces, donde predomine el conflicto, el disenso y la resistencia. Por ello
es que, estas voces, que conforman una esfera pública de oposición, le disputan
ese espacio al poder hegemónico, que es el que marca quién habla y quién no en
el espacio público.
Consideraciones finales.

El surgimiento del colectivo Sienvolando coincide con el periodo post crisis 2001,
cuando aparecen grupos de artistas activistas que empiezan a intervenir en el
espacio público, con la intención de disputar ese espacio, buscando evidenciar
otros discursos y generar cambios. Decimos entonces que sus representaciones –
acciones son prácticas de apropiación y utilización del espacio público, lugar de
denuncia pero también de resistencia. Se plantea el espacio de la ciudad como un
espacio ocupado y también un espacio comunicacional. La cuestión de quién
habla y quién no, y qué se dice y qué no, estuvo muy presente en este colectivo y
sigue siendo importante para los nuevos grupos que surgieron de su disgregación.
En el último tiempo (2008-2009) la dinámica del grupo cambió, porque aparece la
conexión con nuevos organizaciones y agrupaciones de DDHH y también la
participación de personas independientes, permitiendo un intercambio
enriquecedor tanto en los medios como en las formas comunicativas adoptadas.
Enfatizamos en la relación pasado – presente, en la continuidad que se observa
que tienen los temas tratados y las situaciones denunciadas en la opinión pública,
donde el Estado aparece en el centro de la controversia, en tanto muchas veces
les tapó sus producciones. La lucha no sólo es por una denuncia de situaciones y
búsqueda de justicia sino también tiene que ver con una lucha por ganar espacios
en la ciudad y hacerse visibles. Es importante también tener en cuenta que en la
mayoría de sus murales es muy fuerte la apelación al tema de los Derechos
Humanos y el repudio a la dictadura y sus crímenes, viendo que quedan temas sin
resolver, como la desaparición de Julio López. Las intervenciones realizadas por el
colectivo apuntaban a temas puntuales de denuncia y no hacia temas generales
de “la política” como tampoco hacia consignas generales sobre los Derechos
Humanos, sino hacia situaciones concretas que pudieran generar un tipo de
respuesta que llegara más al destinatario. Tomó mucha relevancia la difusión de
los trabajos del grupo por Internet (http://www.sienvolando.blogspot.com). Lo que
unificó a los diferentes reclamos fue que en todos los casos se interpeló al
gobierno y a sus funcionarios, posicionándose claramente en una esfera pública
de oposición no – estatal. El territorio aparece como espacio de resistencia y
resignificación.
En cuanto a la relación con el Estado, como ya dijimos, los murales o
intervenciones analizadas aluden en todos los casos a situaciones de denuncia,
de impunidad y desidia por parte del Estado. Por ello, en la selección de murales
hemos hecho hincapié en la relación pasado – presente, es decir, en la
continuidad que se observa que tienen los temas tratados y las situaciones
denunciadas en la opinión pública, donde el Estado aparece en el centro de la
controversia. Por otro lado y al mismo y tiempo, existe para el grupo una relación
conflictiva con el gobierno en tanto muchas veces les tapó sus producciones. Así,
lo que se discute es quién dice qué y cómo, y quién decide quien habla, es decir,
un Estado que actúa como intermediario que no permite la circulación de las
obras. Por ello, la lucha no sólo es por una denuncia de situaciones y búsqueda de
justicia sino también tiene que ver con una lucha por ganar espacios en la ciudad,
hacerse visibles y confrontar desde el disenso. A su vez, es importante tener en
cuenta que en la mayoría de los murales es muy fuerte la apelación al tema de los
Derechos Humanos y el repudio a la dictadura y sus crímenes. En este sentido es
paradójico el hecho que desde esta esfera pública de oposición no-estatal a la que
nos venimos refiriendo, o sea, desde el colectivo de arte Sienvolando se está
reclamando por algo que se constituyó en la bandera del gobierno de N. Kirchner
desde el 2003, es decir la política de los Derechos Humanos. Si bien quedan
temas sin resolver, como la desaparición de Julio López, tanto desde los que
reclaman, como a quienes va dirigido el reclamo al menos "en teoría" se lucha por
lo mismo. Sin embargo, ante la pregunta, C. nos dice: “En relación al kirchnerismo,
vale la aclaración, que si bien logró hegemonizar los discursos y las
organizaciones de Derechos Humanos, esto no significa que no hubiera sectores
contra-hegemónicos, que disputaran el sentido de lo que se consideran DDHH. En
La Plata, siempre fueron los organismos contra-hegemónicos nucleados
claramente en Justicia Ya!, HIJOS La Plata, el FPDS y la Multisectorial, quienes
impulsaron los juicios y hegemonizaron las articulaciones locales. Se ve con más
claridad después de lo de Julio López. Las consignas "exigimos al gobierno...",
"silencio K = impunidad", etc. Aunque no era tan claro antes de 2006 (…) Por otra
parte, tanto en lo de la masacre de magdalena, como en lo de los aborígenes,
como lo de López, o los derechos de los chicos, a quien se interpela es al
gobierno actual. Incluso en el primero de López (octubre de 2006) la consigna es
desmantelamiento del aparato represivo. En ese sentido tiene que ser analizado
en una situación coyuntural específica de La Plata”22. Con esto, se establece una
clara diferencia con lo que sucede en Capital Federal, donde en general, los
organismos de DDHH acompañan y apoyan en estos temas al gobierno nacional.
Lo que vemos entonces es que en todas las intervenciones que hizo el grupo, y en
la variedad de temáticas coyunturales que abarcó, lo que unificó a los diferentes
reclamos fue que en todos los casos se interpeló al gobierno y a sus funcionarios,
posicionándose claramente en una esfera pública de oposición no – estatal.

En síntesis, a través de sus murales (y de otro tipo de intervenciones) se apropian


del espacio público con representaciones visuales que no sólo apelan a lo artístico
sino que la imagen también actúa como una herramienta para comunicar algo,
denuncia sobre situaciones actuales y el reclamo de justicia, en este caso en
relación a la memoria. A través del arte se interpreta y reconstruye una parte de la
historia, se trae el pasado al presente y se posibilita construir un futuro. Esto
potencia la reflexión sobre cuestiones sociales y políticas para comprender la
sociedad y cómo se llegó a engendrar el horror de la dictadura y cómo se
transforma en el tiempo el sentido sobre esos hechos. Planteamos que es el
memorial artístico, a diferencia de otro tipo de memorial, el que obliga a reflexionar
pues no se limita a registrar sino que permite poner en juego diversas variables
que hacen a una memoria activa, siendo una estrategia para hacer memoria a
partir de una comunicación visual. De este modo, hablamos de la posibilidad de
usar producciones estéticas como una estrategia, considerando entonces a estos
murales como “vehículos de memoria”, donde la memoria es un proceso de
creación de significados, esencial en la construcción de identidad individual y
colectiva. Así, podemos pensar a los murales como el espacio donde se
territorializa la memoria.
Bibliografía.

 Becker, H. (2008). Los mundos del arte. Sociología del trabajo artístico. Buenos
Aires, Universidad Nacional de Quilmes.

 Di María G., González S. y Ruiz A. (2005, agosto 11-13). Arte e identidad en la


ciudad de La Plata. Producción mural en los espacios públicos. En Jornadas del
Departamento de Humanidades, Área Historia del Arte, Universidad Nacional del
Sur, Bahía Blanca.

 Giunta, A. (1998). “Destrucción-Creación en la vanguardia argentina del


sesenta. Arte y política. Mercados y violencia”, en Razón y Revolución, Buenos
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 Giunta, A. (2009). Poscrisis. Arte argentino después de 2001. Siglo Veintiuno


Editores Argentina S.A.

 Habermas, J. (1994). Historia y crítica de la opinión pública. La transformación


estructural de la vida pública. Barcelona, Gustavo Pili.

 Muñoz Cobeñas, L. (2004) Los usos del pasado. Prácticas sociales juveniles.
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 Svampa, M. (2008). Cambio de época. Movimientos sociales y poder político,


Siglo Veintiuno Editores Argentina S.A.

 Sosa V. (2010) “Espacio y Política. Reflexiones sobre las formas de


territorialización de la memoria: el caso de las Madres de Plaza de Mayo”,
Aletheia, volumen 1, número1.
1
Mural por la Masacre de Magdalena: Mural realizado el 4 de mayo de 2008, en coordinación con la
CORREPI, por la denominada Masacre de Magdalena. Donde el 22 de octubre de 2005 el servicio
penitenciario bonaerense asesinó a 33 pibes encerrándolos en el pabellón en medio de un incendio.
2
Mural en el C.S. Olga Vazquez en 60 entre 10 y 11, La Plata, 1 y 2 de septiembre, 2007.
3
Trabajadores de Mafisa en Lucha: Mural realizado el 29 y 30 de diciembre de 2007 en calle 44 y 184 -
Olmos.
4
Mural SUTEBA La Plata - 13 entre 56 y 57 - interno El mural fue realizado entre julio y octubre de 2007.
5
Mural con Autoconvocados contra el SIDA en el Centro Cultural Favero, calle 117 y 40, La Plata. Iniciado en
Julio 2008. Finalizado e inaugurado el 5 de octubre.
6
Entrevista a Daniel, integrante del grupo Sienvolando, 12/11/08.
7
Entrevista a Nacho, integrante del grupo Sienvolando, 17/11/08.
8
http://sienvolando.blogspot.com/2007/07/mural-von-wernich-genocida.html
9
Granovsky M., “Vade Retro”, entrevista a Horacio Verbitsky, suplemento Radar, Diario Página12, extraído de
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-6607-2010-11-14.html, domingo 14 de noviembre de
2010. Consultado el 3 de diciembre de 2010.
10
Ginzberg V., “La iglesia es el cerebro que arma el brazo militar”, entrevista a Horacio Verbitsky, suplemento
Radar, Diario Página12, extraído de http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-2184-2005-04-
24.html, domingo, 24 de abril de 2005. Consultado el 3 de diciembre de 2010.
11
Entrevista a C., integrante del grupo Sienvolando, 7/12/10.
12
Entrevista a N., integrante del grupo Sienvolando, 17/11/08
13
Entrevista a C., integrante del grupo Sienvolando, 7/12/10.
14
Entrevista a N., integrante del grupo Sienvolando, 17/11/08.
15
La señalética estudia las relaciones fundamentales entre los signos de orientación en el espacio y el
comportamiento de los individuos. Un ejemplo es las señales de tránsito. Las señales viales son resignificadas
por el Grupo de Arte Callejero (GAC) y en trabajo conjunto con HIJOS se usaron para señalar centros
clandestinos de detención y para denunciar los domicilios de los represores de la dictadura que están libres.
16
Entrevista a D., integrante del grupo Sienvolando, 12/11/08.
17
Entrevista a N., integrante del grupo Sienvolando, 17/11/08.
18
Entrevista a N., integrante del grupo Sienvolando, 17/11/08.
19
Entrevista a C., integrante de Sienvolando, 7/12/10.
20
Esta es una postura sostenida por todos los integrantes del colectivo.
21
El Corel Draw es un programa de diseño gráfico y edición de imágenes vectoriales que facilita la creación
de ilustraciones: desde simples logotipos a complejos diagramas.
22
Entrevista a C., integrante del grupo Sienvolando, 14/12/10.
G01. Mural Julio López, diagonal 79 entre
115 y 116.
G02. Mural Von Wernich, calle 9 y 53.
G03. Mural de Julio López, esquina de 9 y 53.

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