TEMA 15

LA INTERVENCIÓN EDUCATIVA EN LA REFLEXIÓN SISTEMÁTICA

SOBRE EL LENGUAJE EN LA EDUCACIÓN PRIMARIA EN RELACIÓN

CON LAS CONDICIONES DE USO: EL CONTEXTO COMUNICATIVO,

LOS ÁMBITOS DE USO Y EL TEXTO. LA ADQUISICIÓN DE LA

LECTURA Y LA ESCRITURA.

EDUCACIÓN PRIMARIA

Almudena Palacios Página 1

 ÍNDICE

1. Introducción y justificación.

2. La intervención educativa en la reflexión sistemática sobre el lenguaje en la

Educación Primaria en relación con las condiciones de uso: el contexto
comunicativo. Los ámbitos de uso y el texto.
● El contexto comunicativo.
● Los ámbitos de uso.
● El texto.

3. La adquisición de la lectura y la escritura.

● Referencias sobre la lectura y la escritura.
● Adquisición de la lectura.
● Adquisición de la escritura.

4. Conclusión.

5. Bibliografía.

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1. INTRODUCCIÓN Y JUSTIFICACIÓN.

El lenguaje es una actividad compleja, ya que comprende habilidades para

establecer vínculos y relaciones constructivas con los demás y con el entorno, y
acercarse a nuevas culturas, que adquieren consideración y respeto en la medida
en que se conoce.

Cumple dos funciones básicas:

● Ser medio de comunicación para relacionarnos con las personas que nos
rodean y aprender los roles sociales.
● Ser instrumento de pensamiento para representar, categorizar y comprender
la realidad.

Por ello, el área de Lengua Castellana y Literatura contribuirá a desarrollar la

Competencia en Comunicación Lingüística, al poner el énfasis en el uso de la
lengua en diferentes contextos comunicativos.

El proceso de estructuración del lenguaje es un proceso evolutivo donde se va

estructurando el pensamiento que afectará al proceso comunicativo, que se
produce utilizando los diferentes medios de expresión. El medio utilizado
prioritariamente en la escuela es la expresión verbal, puesto que es el más eficaz
para recibir y emitir conocimientos, ideas, opiniones, sentimientos y vivencias
(Hymes, 1971).

La normativa legal que regula la etapa de Educación Primaria es la Ley Orgánica

3/2020, de 29 de diciembre, que propone una modificación de la Ley Orgánica
2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE).

Así, también queda expuesto en el Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por

el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria y en el Decreto
18/2016, de 7 de abril, que modifica el Decreto 27/2014, de 5 de junio, que

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establece el currículo de Educación Primaria en la Comunidad Autónoma de
Cantabria.

He elegido el desarrollo de este tema porque el lenguaje se considera una de las

condiciones humanas más importantes ya que permite que el hombre evolucione.
Hay que enseñar a nuestro alumnado a emplear el lenguaje como medio de
comunicación, adquisición y transmisión del conocimiento. Con esta área también
pretendemos acercarles a la lectura y comprensión de textos literarios.

Este tema lo relacionamos con el tema 1, ya que atiende al desarrollo

psicoevolutivo del alumnado entre 6 y 12 años; con el tema 2, 3, 4, 5 y 6, porque
forma parte del currículo y debemos relacionarlo con el Proyecto Educativo de
Centro y nuestras programaciones, con la tutoría, las Necesidades Específicas de
Apoyo Educativo, la evaluación y las Nuevas Tecnologías de la Información y
Comunicación. También queda relacionado con los temas 14, 16, 17, 18 y 19, que
tratan los diferentes campos de estudio del área.

Para terminar, pasamos a exponer los puntos o apartados del tema escogido, que
son: la intervención educativa en la reflexión sistemática sobre el lenguaje en la
Educación Primaria en relación con las condiciones de uso: el contexto
comunicativo, los ámbitos de uso y el texto y la adquisición de la lectura y
escritura, junto con las conclusiones obtenidas en su desarrollo y la bibliografía
consultada.

Terminada la introducción, paso a exponer el siguiente apartado del tema.

2. LA INTERVENCIÓN EDUCATIVA EN LA REFLEXIÓN SISTEMÁTICA SOBRE

EL LENGUAJE EN LA EDUCACIÓN PRIMARIA EN RELACIÓN CON LAS
CONDICIONES DE USO: EL CONTEXTO COMUNICATIVO. LOS ÁMBITOS
DE USO Y EL TEXTO.

En la legislación actual, la Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, que propone

una modificación de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE),
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se establece que durante esta etapa los niños y niñas deben empezar a adquirir
un saber reflexivo sobre las prácticas comunicativas necesarias para vivir en la
sociedad del siglo XXI.

El área de Lengua Castellana y Literatura es el ámbito privilegiado para conseguir

estas metas. Esta área tiene como objetivo el desarrollo de las habilidades
lingüísticas: escuchar, hablar y conversar, leer y escribir.

Las actividades de producción de textos orales y escritos implican un uso

consciente de las formas, mecanismos y estrategias verbales. Esto supone una
reflexión sistemática sobre los factores del contexto, sobre los esquemas
textuales, sobre el funcionamiento de ciertas unidades lingüísticas como
elementos de cohesión del texto y sobre las regularidades léxico-sintácticas de
los textos de uso en la etapa.

En la reflexión sistemática sobre el lenguaje y sus condiciones de uso se propone

que el alumnado comience a elaborar un sistema conceptual básico y un
metalenguaje que facilite la comunicación en el aula y que sirva de apoyo para el
aprendizaje de otras lenguas.

En cuanto al contexto comunicativo, no puede existir comunicación sin

transferencia, sin diálogo, sin identificación con el otro. Antes de hablar,
aprendemos a escuchar y es siempre el doble movimiento de dar y recibir el que
nos permite comunicarnos con los demás. Cuanta más capacidad tiene la
persona para expresarse, más tiene para recibir y acoger la comunicación y las
múltiples formas de expresión de los otros.

Por medio de la percepción, la observación y la comprensión recibimos lo que

cada cual puede captar del mundo exterior y lo traspasamos a nuestro mundo
interior para asumirlo y darle nuestro matiz personal.

Comprender y saber comunicar son saberes prácticos que tienen que apoyarse
en el conocimiento reflexivo sobre el funcionamiento del lenguaje y sus normas de
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uso, e implican la capacidad de tomar el lenguaje como objeto de observación y
análisis.

Expresar e interpretar diferentes tipos de discursos acordes a la situación

comunicativa en diferentes contextos sociales y culturales, implica el
conocimiento y aplicación efectiva de los reglas de funcionamiento del sistema de
la lengua y de las estrategias necesarias para interactuar lingüísticamente de una
manera adecuada.

Deberemos desarrollar en el aula aspectos como:

o El código oral y el código escrito, como canales de comunicación.
o Las determinadas habilidades y recursos lingüísticos fónicos, gramaticales y
léxicosemánticos.
o El metalenguaje o lenguaje para hablar del propio lenguaje.
o El lenguaje adecuado para cada tipo de situación.

Los elementos de la comunicación humana son:

- Fuente: es el lugar de donde emana la información.
- Emisor: es el punto que codifica el mensaje e inicia el proceso comunicativo.
- Código: es el conjunto de reglas propias de cada sistema de signos y
símbolos.
- Mensaje: es el contenido de la información.
- Receptor: es el punto al que se destina el mensaje. En él está el descifrar e
interpretar lo que el emisor quiere dar a conocer. Hay dos tipos: el pasivo (solo
recibe el mensaje) y el activo (no solo recibe el mensaje sino que lo percibe y
lo almacena).
- Canal: es el medio a través del cual se transmite la información, estableciendo
una conexión entre el emisor y el receptor.
- Interferencia: cualquier perturbación que sufre la señal en el proceso
comunicativo.
- Referente: realidad que es percibida gracias al mensaje.
- Situación: es el tiempo y el lugar en que se realiza el acto comunicativo.

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- Retroalimentación: es la condición necesaria para la interactividad del proceso
comunicativo, siempre y cuando se reciba una respuesta, deseada o no.

A partir de estos elementos, podemos destacar que su análisis debe desembocar

en cómo los niños y niñas utilizan el lenguaje en distintas situaciones
comunicativas.

Estas funciones del lenguaje que emplean en contextos determinados son:

✔ Instrumental: cuando la usan cotidianamente.
✔ Regulativa: la que utilizan para controlar la conducta de otros, dar órdenes,
establecer normas o manipular y controlar a los otros.
✔ Interactiva: para establecer y definir las relaciones sociales.
✔ Personal: para expresar individualidad y personalidad.
✔ Imaginativa: para crear un mundo propio y expresar fantasías a través del
juego dramático, la poesía, cuentos, relatos.
✔ Heurística: se utiliza para explotar el ambiente, para investigar, adquirir
conocimientos y comprensión.
✔ Informativa: usada para comunicar información, para dar a conocer hechos o
conclusiones.

El aprendizaje de las habilidades lingüísticas se realiza en las situaciones de

interacción comunicativa que ofrece el contexto del aula y del centro escolar,
siendo los ámbitos de uso el de las relaciones sociales, el de los medios de
comunicación, el literario y el ámbito académico.

La enseñanza de la Lengua que propone la nueva legislación está basada en el

uso social de la lengua en los diferentes contextos: privados y públicos, familiares
y escolares. Las distintas situaciones de comunicación que se pueden dar en
estos contextos requerirán diferentes estrategias de aprendizaje y puesta en
práctica.

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En la Educación Primaria se proponen actividades que contribuyen al desarrollo
de las habilidades de expresión y comprensión oral y escrita en diferentes
contextos y ámbitos sociales.

Algunos ejemplos son:

▪ Comprensión y valoración de textos orales procedentes de los medios de
comunicación para obtener información.
▪ Comprensión de textos de uso cotidiano.
▪ Recreación y narrativa de textos narrativos y poéticos.
▪ Composición de textos propios de las relaciones sociales.
▪ Composición de textos propios del ámbito académico.

Nuestro papel consistirá en ampliar la Competencia en Comunicación Lingüística

inicial que cada alumno o alumna presente, de modo que sea capaz de
interactuar en los diversos ámbitos sociales en los que se va a ver inmerso: las
relaciones sociales que conforman la vida cotidiana en el aula y en el centro, el de
los medios de comunicación, el literario y el ámbito académico.

Un texto es un entramado de signos con una intención comunicativa que adquiere

sentido en determinado contexto. Es un instrumento de conocimiento que enseña
a pensar. Una de las tareas fundamentales de la educación es enseñar a pensar,
a comprender e interpretar el mundo, y es la lectura el medio privilegiado
indispensable para el desarrollo de las operaciones intelectuales.
El texto, según Beaugrande y Dressler (1981) tiene que presentar siete
características:
o Tiene que ser coherente.
o Tiene que tener cohesión.
o Tiene que contar con adecuación al destinatario.
o Tiene que contar con una intención comunicativa.
o Tiene que estar enmarcado en una situación comunicativa.
o Tiene que entrar en relación con otros textos o géneros.
o Tiene que poseer información en grado suficiente para resultar novedoso e
interesante.
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A fin de agrupar y clasificar la enorme diversidad de textos, se han propuesto
diversas tipologías textuales. Se basan en distintos criterios como la función que
cumple el texto en relación con los interlocutores.

La clasificación que se rige por la intención comunicativa y que más ayudará al

alumnado a la hora de reflexionar sobre el lenguaje es la siguiente:
- Descriptivos: evocan, representan y sitúan objetos. ¿Cómo es?
- Narrativos: relatan hechos, acciones y acontecimientos. ¿Qué pasa?
- Conversacionales: representan por escrito conversaciones. ¿Qué dicen?
- Instructivos: dan instrucciones, recomiendan operaciones o indican
procedimientos. ¿Cómo se hace?
- Predictivos: expresan anticipación de los hechos. ¿Qué pasará?
- Explicativos: hacen comprender un tema. ¿Por qué es así?
- Argumentativos: expresan opiniones para convencer. ¿Qué pienso?
- Retóricos: impacta formalmente en el receptor. ¿Cómo se dice?

La propia organización y actividades ordinarias del aula, nos llevan de forma

natural a utilizar con mucha frecuencia el texto oral y el texto escrito. Enseñamos
a los niños y niñas el carácter instrumental del lenguaje. Pero, ya sabemos que
ellos dominan el lenguaje informal. Por lo tanto, no deberán adquirir nuevas
estructuras sino desarrollar las que ya tienen.
Tenemos que tener presente que el niño o niña sabe mucho más de lo que pueda
expresar y que aunque maneje las mismas palabras que nosotros, para él o ella,
tiene un significado distinto.

El proceso de adquisición del vocabulario es muy complejo y está íntimamente

relacionado con el estado evolutivo de su pensamiento y su capacidad de
categorización, inclusión, generalización y abstracción. De igual manera está
subordinado al ambiente social y familiar.

Para aprender Lengua, la Educación Primaria debe enseñar a utilizarla, a

manipularla, a crearla y a recrearla.
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Debemos tener presente lo siguiente:
▪ El aprendizaje de la Lengua implica operaciones mentales muy elaboradas.
▪ La interacción con nuestro entorno social y cultural.
▪ Aprender el lenguaje es aprender significados.
▪ Se aprende Lengua en la propia comunicación.
▪ La escritura y la lectura tienen que aprenderse como actividades cognoscitivas
complejas.
▪ Es necesario plantear el aprendizaje de la Lengua de acuerdo a un enfoque
comunicativo.
▪ El lenguaje va a ser la herramienta que vamos a utilizar para relacionarnos,
para pertenecer a un grupo, para sentirnos miembros de una sociedad.

Para finalizar el punto, establezco unas recomendaciones que tendremos en

cuenta en nuestra labor docente:
● Partir de experiencias vivenciales del niño o niña y de sus centros de interés.
● Conocer en todo momento, antes de trabajar una palabra, qué significado le
atribuyen los alumnos y alumnas.
● Adaptar los contenidos de los textos escolares al pensamiento y al lenguaje
del alumnado.
● Fomentar la construcción de conocimientos en lugar de la mera transmisión
de los mismos.
● La intervención del maestro tiene que centrarse en diseñar las situaciones de
aprendizaje que guiadas lleven al alumno o alumna, mediante su trabajo, al
autodescubrimiento.
● Plantear siempre dudas a las acciones, intervenciones o respuestas del
alumnado.
● No dar respuestas correctas, dejar que sea el propio alumno o alumna el que
las adquiera.
● Utilizar un modo de intervención divergente.
● Respetar los errores que pueda cometer.
● Las actividades las plantearemos de forma lúdica y participativa, de forma
grupal.

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Visto este punto, vamos a desarrollar la adquisición de la lectura y la escritura.

3. LA ADQUISICIÓN DE LA LECTURA Y LA ESCRITURA.

El aprendizaje de la lectura y la escritura constituye uno de los fines de la

Educación Primaria. Se establece, sin perjuicio de su tratamiento específico en
alguna de las áreas de la etapa, la comprensión lectora, la expresión oral y
escrita, la comunicación audiovisual, las Tecnologías de la Información y la
Comunicación junto con los elementos transversales.

Por su parte, con respecto a la lectura, se establece que ésta constituye un factor
fundamental para el desarrollo de las competencias clave. Los centros deberán
garantizar la incorporación de un tiempo diario a ella.

La escritura se encuentra en el entorno del niño y niña, en rótulos, carteles,

anuncios, productos de uso habitual… Los alumnos y alumnas observan cómo las
personas adultas leen periódicos o libros y cómo emplean la lengua escrita en
diversas actividades cotidianas.
En el comienzo de la Educación Primaria, hay que seguir potenciando el interés y
el deseo por aprender a leer y escribir. Gran parte del alumnado, sobre todo los
que han estado escolarizados en Infantil, sabe que las palabras escritas tienen
significado y poseen algunas nociones de las que es posible partir para construir
nuevos conocimientos. Se trata de aprovechar estos conocimientos y la
motivación hacia el aprendizaje.

El maestro debe servirse de diversos recursos con el fin de que los niños y niñas
identifiquen la lectura y la escritura como aprendizajes necesarios para la vida
cotidiana. Puede ser de gran ayuda disponer de variedad de materiales escritos
en el aula, leer delante de ellos y comentar lo leído, escribir mensajes funcionales.

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Desde esta perspectiva, la enseñanza de la lectoescritura ha de plantearse de
forma integrada, tratando de aproximar al alumnado hacia sus diferentes usos en
relación con la lectura y la escritura.

LECTURA:

La lectura es un aprendizaje complejo que implica la realización de procesos de

codificación o desciframiento y/o procesos de asociación comprensiva. En la
lectura, tendemos a relacionar y establecer relaciones directas entre el
significante y el significado correspondiente de nuestro léxico interno y sólo
cuando no reconocemos directamente una palabra procedemos de manera previa
a su descomposición fonológica.

Es necesario, que se lleguen a acuerdos en el centro sobre el método o los

métodos de lectoescritura, asegurando que tanto si se opta por métodos
fonéticos, fonéticos-silábicos, como si se opta por métodos globales, se asegure
con actividades complementarias el trabajar las dos vías de acceso al texto
escrito. La secuenciación del método, deberá estructurarse a lo largo de varios
años.
En cuanto a la comprensión lectora, ésta es el producto de la interacción de los
conocimientos que cada uno tiene y las características del texto. Durante este
proceso, el lector va anticipando y formulando predicciones sobre diversos
aspectos del texto y tratando de confirmarlas a través de la lectura.

El alumno y alumna tiene un papel activo, crítico y creativo en el establecimiento

de relaciones entre lo que lee con lo que sabe, en la evaluación del nuevo
conocimiento a partir del que ya posee y en la verificación de sus hipótesis.

La intervención del maestro, ha de tener un papel esencial a lo largo del proceso:

antes de realizar la actividad, en la preparación y actualización de los
conocimientos previos del alumnado; durante la lectura del texto, en la indicación
de distintas estrategias que favorecen la comprensión, y al finalizar el proceso, en
el análisis del texto.
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Para ello, antes de iniciar la lectura de un texto, es preciso discutir con los
alumnos y alumnas el objetivo que se persigue, tratando de aclarar el sentido de
la tarea y estableciendo elementos claros sobre los que valorar su progreso.

Puede resultar de gran ayuda proponer actividades encaminadas a la preparación

de la lectura, con el fin de motivar al alumnado y actualizar sus conocimientos
previos. Puede ser conveniente adelantar el tema, proponer a los alumnos y
alumnas que traten de predecir qué sucede a partir del título, de las ilustraciones
o de la portada del libro, contar alguna anécdota especialmente estimulante,
proporcionar información que ayude a situar la lectura…

Deben trabajarse distintas estrategias para fijar la atención sobre determinadas

partes del texto; el maestro podrá facilitar el significado de cada uno de estos
indicadores y fomentar la búsqueda activa de los mismos. Por otra parte, deben
abordarse distintos procedimientos para resolver problemas de comprensión del
texto.
Por último, el trabajo sobre comprensión puede completarse con el análisis de
algunos aspectos: diferenciación de hechos reales e imaginarios, identificación de
connotaciones sexistas, interpretación del doble sentido y sentido humorístico,
análisis de aspectos sencillos de la forma, ordenar las ilustraciones,…

Para llevar a cabo las actividades propuestas, puede ser interesante utilizar el
trabajo en pequeño grupo; a través de la interacción con otros, es posible
confrontar las propias interpretaciones y predicciones, razonar cómo se ha
llegado a ellas y expresar las estrategias empleadas a lo largo del proceso. La
intervención del maestro puede ser de gran valor para incidir en ciertos puntos de
vista, destacar procedimientos especialmente adecuados, apreciar diferentes
valoraciones,…

En las actividades de lectura se han de proponer una gran variedad de textos.

Progresivamente, el alumnado ha de irse familiarizando con diversidad de textos

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literarios, fuentes de información escrita, índices, mapas y gráficos, enunciados
de problemas matemáticos,…

Cada uno de ellos tiene peculiaridades en la estructura y en el vocabulario que

han de ser trabajadas.

La adquisición de la lectura se inicia en torno a los dos años y se completa hacia

los ocho. Podemos hablar de tres etapas para la adquisición de la lectura:
● Etapa logográfica: los niños y niñas son capaces de reconocer, globalmente,
un pequeño grupo de palabras familiares. Puede hacerlo con su propio
nombre o con algunos vocablos. Ejemplo: coca cola.
● Etapa alfabética: el niño o niña aprende el código alfabético y desarrolla al
máximo el nivel de conocimiento fonológico. Cuando consigue diferenciar los
fonemas que constituyen las palabras, comienza a representar el fonema con
una grafía. Se desarrolla la ruta fonológica y se van dominando los procesos
decodificadores.
● Etapa ortográfica: cuando se automatizan los procesos decodificadores, el
alumnado va adquiriendo un léxico interno por el hecho de leer, una y otra vez
los mismos vocablos.

ESCRITURA:

La escritura se compone de dos procesos: uno cognitivo y otro grafo-motor.

- Un proceso cognitivo o lingüístico-expresivo: implica considerar a la escritura
como un sistema para expresar los sentimientos y pensamientos de manera
que sean identificables por los demás.
- Un proceso grafo-motor: conlleva la elaboración de signos identificables
arbitrariamente establecidos tanto en su formato como en su direccionalidad y
orientación.

Al mismo tiempo, ha existido también un amplio consenso sobre la existencia de

tres niveles en el proceso de adquisición de la escritura.

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✔ Copia: es la primera fase de la adquisición de la escritura y que implica
básicamente procesos grafo-motores y espaciales y que consisten en el
dibujado de la escritura realizada por otros. No implica ni procesos
audio-fonológicos ni procesos de comprensión y comunicación.
✔ Dictado: la segunda forma de escritura es aquella en la que además del dibujo
de las letras, sílabas y palabras es necesario poseer habilidades
audio-fonológicas, pero que no necesariamente ha de incluir procesos de
comprensión y comunicación.
✔ Espontánea: y el tercer nivel de la escritura consiste en la expresión
intencionada y coherente de ideas y conlleva necesariamente los niveles
anteriores.

Numerosos autores como Teberosky (2001) y Lebrero (1988) plantean la

necesidad de ir más allá de estos aspectos, debiéndose incidir de manera
sustantiva sobre la comprensión de la escritura del niño o niña desde que
comienza a representar signos gráficos, coincidentes o no con la escritura
convencional.

Los factores que intervienen en la adquisición de la escritura incluyen

necesariamente los planteados para la lectura, ya que la escritura debería correr
paralela a la misma.

La adquisición de la escritura es el proceso de construcción progresiva del

sistema de escritura, en el que también podemos hablar de tres fases:
o Fase de los grafismos primitivos o pseudoletras: usa inicialmente el dibujo en
una imitación del acto de escribir y comienza a realizar grafismos primitivos o
pseudoletras, que son los primeros intentos infantiles de escritura. Al principio,
pueden ser líneas onduladas o quebradas, palitos, bolitas,… Poco a poco, van
asimilando que para escribir han de usar tan sólo las letras.

o Escritura silábica: cada letra representa un sonido. Cuando el niño o niña

descubre que una sílaba se escribe con una vocal y una consonante,
abandona la escritura silábica y pasa a una escritura silábica a alfabética.
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o Escritura alfabética: se llega a escribir todas las letras para representar la
palabra y su escritura. En el proceso de alfabetización, los niños y niñas van
descubriendo la convencionalidad de la palabra escrita y su separación.
Implica una dificultad para comprender la segmentación de las palabras,
llamada hiposegmentación (unir palabras que deberían estar separadas). En
cambio, la hipersegmetación es separar palabras que deberían estar juntas.

Los aspectos más significativos del aprendizaje de la escritura son:

En primer lugar, las actividades descritas deben atender a necesidades reales de
comunicación de niños y niñas. Si el objetivo es lograr que este aprendizaje sea
significativo y funcional, será preciso aprovechar todas aquellas situaciones de la
vida cotidiana para las que se hace necesaria la escritura.

Se utilizarán las notas, los secretos, poesías, adivinanzas,... La escritura de notas

es una estrategia de gran rentabilidad a éstas y otras edades. De esta manera
puede favorecerse el cuidado en la presentación, el interés en el uso de una letra
clara y legible, y el respeto hacia las convenciones de la lengua escrita.

Puede ser útil aprovechar distintos interlocutores del entorno escolar. Resulta
conveniente abordar escritos sencillos dirigidos a diferentes interlocutores y que
respondan a estructuras diferentes.

Asimismo, es aconsejable trabajar textos que atiendan a diferentes finalidades

como: descripciones, comentarios personales, poemas, cuentos… La realización
de textos en los que se empleen conjuntamente el lenguaje verbal y la imagen
también es un contenido indicado para el aprendizaje de la escritura.

La introducción progresiva de este tipo de textos irá desarrollando destrezas de

codificación y decodificación, pero también estrategias de composición textual,
reglas socio-comunicativas que rigen unas u otras situaciones, usos de formas de
hablar y de escribir…

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Se introducirán fórmulas de inicio de cuentos y también las partes de que constan
(planteamiento, nudo y desenlace). Se puede reflexionar sobre estas divisiones
con los cuentos que saben, con los nuevos que leen… Conviene que puedan
plantear sus escritos a través de códigos diferentes: cómics, imágenes solas,
música,…

La realización de carteles, octavillas, prospectos… da pie a globalizar los demás

ámbitos de aprendizaje con la Lengua Castellana y la Literatura.

En estas edades puede ser interesante que los niños y niñas escriban pequeñas
notas. Para este tipo de notificaciones, conviene utilizar el tamaño de papel que
es propio de estas situaciones, así como adecuar el tamaño y distribución del
texto a la cantidad de lo escrito.

Puede ser interesante también la elaboración de guiones para asambleas de

curso, reuniones de delegados…

La carta es otra situación comunicativa narrativa que se puede trabajar. A estas

edades existe bastante interés por esta forma de relación personal, casi íntima.

La creación de revistas o periódicos, donde los niños y niñas puedan publicar sus
escritos es clave para potenciar este interés. También se pueden mantener
relaciones con otras publicaciones de otros centros.

Resulta necesario compartir con el alumnado los objetivos que se pretenden

alcanzar, ofreciendo elementos para una buena planificación, haciendo
conscientes a los niños y niñas de las situaciones de comunicación y presentando
referentes claros para la evaluación.

Otro elemento que ha de ser previsto en la organización de actividades en el aula

son los materiales de apoyo que pueden ser necesarios para la elaboración del
texto, ya sea referidos a los aspectos estrictamente lingüísticos como el contenido
y estructura del mismo.
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Además, es importante hacer públicas las producciones de los alumnos y
alumnas, con el fin de que lleguen a los interlocutores para los que fueron
escritas.

Para ello, puede ser conveniente incorporar algunos textos en la biblioteca de

aula: proponer situaciones en las que los alumnos y alumnas lean sus escritos o
los compañeros, al maestro o a otros interlocutores, incluir algunos textos en
publicaciones internas del centro,…

Por lo tanto, la elaboración de textos es una actividad compleja, que no puede

quedar reducida a acordar un conjunto de instrucciones e inducir directamente a
la composición del texto. Es precisa la utilización, por parte del profesorado, de
técnicas sistemáticas que orienten a lo largo del proceso y que progresivamente
sean interiorizadas por el alumnado.

Pueden proponerse comentarios colectivos en los que se actualicen los

conocimientos de los alumnos y alumnas o sugerir la búsqueda de información
complementaria en diversas fuentes.

En cuanto a la revisión, es preciso acostumbrar a los niños y niñas a volver sobre

los textos; deben detectar puntos en que no se ajustan al plan inicial, reconocer
algunos problemas y aplicar sus conocimientos sobre la lengua para resolverlos.

El docente puede jugar un papel muy importante en este proceso, tratando de

orientar gradualmente a niños y niñas hasta que sean capaces de realizarlos por
sí solos. Por otra parte, se ha de contribuir a crear una actitud en los alumnos y
alumnas favorable hacia la revisión de los propios textos.

El profesorado debe estar atento en todas estas producciones para detectar las
necesidades ortográficas, gramaticales y textuales que tiene el alumnado para
escribir de acuerdo con las reglas que rigen los escritos.

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La aplicación de técnicas específicas, juegos creativos, estrategias textuales, en
momentos adecuados a estas necesidades, puede ser una línea de actuación que
ayude al alumnado a recoger información y reflexionar sobre sus necesidades
para superarlas.

La ortografía ha de plantearse dentro de un clima donde el niño o niña tenga un

motivo para escribir pertinentemente. Es importante que el alumnado valore estas
normas como aprendizajes necesarios para lograr comunicarse a través de sus
éxitos.

Ha de evitarse convertirlo en una práctica descontextualizada hacia la que el

alumnado no muestra ninguna motivación, una práctica repetitiva, basada
exclusivamente en la memorización de reglas, es ineficaz.

En niños y niñas pequeños este proceso puede resultar complejo, pues requiere
un distanciamiento con respecto al propio texto que es difícil lograr a ciertas
edades, puede ser más fácil para ellos reconocer problemas en los textos de sus
compañeros; puede sugerirse la corrección en pequeños grupos en los que
puedan contrastarse distintas apreciaciones.

El trabajo en grupos es indicado para cualquier momento de la producción de un

texto; favorece la discusión y confrontación de diversos puntos de vista sobre el
contenido y las formas más adecuadas, obliga a establecer un plan para
organizar el trabajo y a considerar el papel de cada uno para lograr una
producción que recoja todas las aportaciones.

En síntesis, parece importante hacer hincapié en la necesidad de crear lectores

activos, críticos y competentes en las actividades de escritura, puesto que la
práctica educativa ha demostrado que el insuficiente dominio de estos contenidos
ha podido ser el origen de su fracaso, no solamente en esta área, sino a lo largo
de su vida escolar.

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El maestro debe procurar una intervención atenta al conjunto del proceso,
buscando diferentes estrategias en cada momento. Por lo tanto el aprendizaje de
la lectoescritura como hemos señalado reiteradamente, va más allá del momento
en el que los alumnos y alumnas han alcanzado un buen nivel de decodificación y
grafo-motricidad para extenderse a lo largo de toda la etapa y continuarse en
etapas posteriores.

(Como intervención educativa, podéis poner a modo de ejemplo y muy resumido,

algún objetivo, contenido, criterio, estándar y actividad para desarrollar la
lectura-escritura. Recordad, siempre sacado del Decreto de la Comunidad
Autónoma).

Terminado este punto, paso a desarrollar la conclusión.

4. CONCLUSIÓN.

Los seres humanos somos seres sociables y por tanto tenemos la necesidad de
comunicarnos. Freire (2009) defiende que la comunicación, educación y sociedad
humana es de total implicación; no existe ser humano fuera de la sociedad y ésta
no puede existir sin algún modo de educación.

La forma de la educación se relaciona directamente con la forma de la sociedad.

Si defendemos una sociedad crítica, abierta, plástica; entonces se debe hablar de
una educación de igual magnitud en el proceso enseñanza-aprendizaje.

La comunicación evoluciona día a día dentro de la sociedad a través del tiempo;

la escuela no puede dar la espalda a esta evolución y debe introducir nuevos
contenidos. Las nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación son
herramientas que el alumnado debe saber manejar puesto que va a necesitar
utilizar en futuros procesos comunicativos.

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La enseñanza de la Lengua Castellana y la Literatura, en Educación Primaria,
debe partir de los usos de la lengua que los niños y niñas traen a la escuela. Es
preciso respetar y asumir ese bagaje lingüístico, que es el lenguaje funcional del
niño o niña y, a partir de él, sugerir y propiciar patrones lingüísticos.

En ese enriquecimiento y rectificación, el lenguaje del maestro y los textos que se

utilicen, han de desempeñar un papel modélico para el desarrollo de la
Competencia en Comunicación Lingüística.

El hecho de que la lengua escrita requiera de una enseñanza sistemática y

planificada se ha utilizado algunas veces como argumento para justificar una
presencia mayor, cuando no exclusiva, de la lengua escrita en la enseñanza
escolar.

El alumnado se ha de habituar a observar reflexivamente la lengua que utiliza.

Nuestro trabajo no puede descontextualizarse de lo que ocurre en el aula y en la
vida de nuestros alumnos y alumnas; al revés, debe ser la fuente que posibilite y
motive dicho trabajo.

Recordamos la Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, que propone una

modificación de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE); el
Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo
básico de la Educación Primaria y el Decreto 18/2016, de 7 de abril, que modifica
el Decreto 27/2014, de 5 de junio, que establece el currículo de Educación
Primaria en la Comunidad Autónoma de Cantabria.

Vista la conclusión, paso a detallar la bibliografía.

5. BIBLIOGRAFÍA.

● Coll, C.; Palacios, J.; Marchesi, A. (2014): Desarrollo Psicológico y Educación

II. Psicología de la Educación. Madrid: Alianza.
Almudena Palacios Página 21
● Freire, P. (2009): La Educación como práctica de la libertad. Madrid: Siglo XXI.
● Gimeno Sacristán, J. (2004): El sistema educativo: una mirada crítica.
Barcelona: Praxis.
● Halliday (1978) y Oliva, J. (1998): Las competencias comunicativas desde una
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● Hymes D. (1971). Acerca de la competencia comunicativa. En Llobera et al.
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● Lebrero, M. (1988): Cómo y cuándo enseñar a leer y escribir. España: Síntesis.
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● Savater, F. (1997): El valor de educar. Barcelona: Ariel
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● Teberosky, A. (2001): Aprendiendo a escribir. Barcelona: Horsori.
● Vygotsky, L. (1984): Infancia y aprendizaje. Madrid: Akal.

● Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, que propone una modificación de la

Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE).
● Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo
básico de la Educación Primaria.
● Decreto 18/2016, de 7 de abril, que modifica el Decreto 27/2014, de 5 de junio,
que establece el currículo de Educación Primaria en la Comunidad Autónoma
de Cantabria.

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