Temas para Predicar
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UN HOMBRE
SINGULAR
© 2018 Unión Argentina de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Departamento de Evangelismo.
Echeverría 1452 -B1604BL- Florida Oeste, Prov. de Buenos Aires,
República Argentina.
IMPRESO EN ARGENTINA.
ÍNDICE
1 DIOS ES FIEL 5
5
DIOS ESCRIBE DERECHO SOBRE
LÍNEAS TORCIDAS 29
9 DIOS Y EL SANTUARIO 60
12
¿DE DÓNDE VENDRÁ MI SOCORRO?
JESÚS ESTÁ REGRESANDO 80
13 DANIEL, EL VENCEDOR 88
DIOS ES FIEL
DANIEL 1
1
INTRODUCCIÓN
El libro de Daniel es uno de los más fascinantes de Biblia.
Fue escrito en dos idiomas: arameo, el idioma oficial del Im-
perio Babilónico, y hebreo, el idioma del pueblo de Israel. Los
capítulos 1 y 8 al 12 están en hebreo y del 2 al 7 en arameo.
Es considerado “el Apocalipsis del Antiguo Testamento”.
Las profecías apocalípticas tienen algunas diferencias
respecto a las profecías clásicas, como veremos luego. El
libro de Daniel es apocalíptico, porque a diferencia de los
otros profetas del Antiguo Testamento llamados “clási-
cos”, él recibió visiones en un lenguaje simbólico y nece-
sitó de un ángel intérprete para entender esos símbolos.
Sus profecías no son sólo de corto plazo —aplicadas a
Israel o a los países vecinos— sino de largo plazo, ha-
ciendo énfasis en el tiempo final, en el escenario cós-
mico que marca el destino de las naciones, e inclu-
so al mundo angelical. De esta manera se relaciona
el género literario de Daniel con el Apocalipsis de
Juan, en el Nuevo Testamento. El nombre de este
último libro llevó a los teólogos a denominar este
género como “apocalíptico”.
El estudio del libro de Daniel es vital para
desarrollar una generación fuerte de cristia-
5
◢ Un hombre singular
nos adventistas. Una de las consecuencias de la debilidad de esta ge-
neración es el rechazo de las profecías de Daniel y Apocalipsis, que
genera angustia y confusión (Luc. 21:25 y 26) con las pseudo profecías
que surgen de vez en cuando, anunciando un desastre terrestre o ce-
leste, o el fin de mundo en diversas fechas.
Muchas predicciones del Día del Juicio o las catástrofes anunciadas
por varios “adivinos” antiguos y contemporáneos no se han cumpli-
do. Pero las profecías apocalípticas de Daniel que abarcan 2.500 años,
se cumplieron en forma matemática. Y tiene mucho que decir acerca
del fin del mundo y del inicio de un reino eterno.
Por otro lado, es interesante notar que los “videntes” modernos
tienen mucho en común con los “videntes” de la antigua Babilonia
que, curiosamente, también fallaron en el pasado 1. Finalmente, los
intentos genuinos de interpretar las profecías de Daniel dentro del
cristianismo nos alertan también del peligro de colocar fechas exac-
tas para fin del mundo. Esto resalta la importancia del conflicto que
enfrentó Daniel en Babilonia con los falsos profetas y la validez de
una nueva Babilonia con los falsos profetas modernos que violan las
profecías de Daniel.
Este libro especial es la clave de la interpretación profética del
Apocalipsis, donde se mezclan la historia y la profecía para confir-
mar la soberanía divina en la historia humana.
El escenario es el cautiverio babilónico del pueblo de Israel, que
se produjo en el año 605 a.C. Daniel y sus amigos protagonizan ex-
periencias fascinantes que revelan cómo Dios dirige la historia de su
pueblo. Como estadista llamado para ser portavoz de Dios, Daniel re-
cibe profecías que revelan en detalle la historia de reinos y naciones,
marcando con precisión la venida y la muerte del Mesías.
El libro comienza con una historia que revela el cuidado de Dios
por su pueblo, incluyendo a los jóvenes y a cada uno de nosotros.
La historia de Daniel tiene algunas similitudes con la de José. Am-
bos llegaron al exilio sin merecerlo, los dos recibieron sueños pro-
féticos por parte de Dios y sabiduría para interpretar los sueños de
otros; los dos interpretaron correctamente el sueño del Faraón, o el
rey en medio del fracaso de los sabios oficiales; ambos aconsejaron a
6
DIOS ES FIEL ◣
los monarcas y estos recompensaron a los jóvenes otorgándoles car-
gos importantes en su reino.
El segundo sueño de Nabucodonosor anunciaba siete años de de-
mencia; el del Faraón siete años de prosperidad y otros siete de ham-
bre. Es interesante que Faraón dijo a José: “no hay entendido ni sabio
como tú” (Gén. 41:39) y Nabucodonosor respetó a Daniel y a sus ami-
gos porque “los encontró diez veces mejores que todos los magos y
astrólogos que había en todo su reino” (Dan. 1:20). Sin embargo, las
diferencias también son significativas: José se convirtió en un intér-
prete de sueños; Daniel fue primero intérprete de sueños y luego re-
cibió sus propias visiones proféticas. La historia de ambos sirve como
paréntesis en la historia del pueblo de Dios: José, cuando el pueblo
estaba en formación y, Daniel luego del colapso. Ambos sabios están
relacionados con un período de cautiverio y un éxodo 2.
2. Para un análisis detallado de estos conceptos véase: Funlola Olojede, “Sapiential Elements in
the Joseph and Daniel Narratives vis-à-vis Woman Wisdom —Conjunctions and Disjunctions”, Old
Testament Essays, OTE, (South Africa: Stellenbosch, 2012), Vol. 25, Núm. 2, pp. 351-368.
7
◢ Un hombre singular
“Pero el Señor envió tropas caldeas, sirias, moabitas y amonitas,
contra Judá para que la destruyesen, conforme a la Palabra que
él había hablado por sus siervos los profetas. Ciertamente vino
eso contra Judá por dicho del Señor, para quitarla de su presen-
cia, por los pecados que Manasés ha cometido, por la sangre
inocente que derramó, pues llenó a Jerusalén de sangre inocen-
te. Por eso el Señor no quiso perdonar” (2 Rey. 24:2 y 3).
C. Todo ocurrió por causa de la desobediencia del pueblo a Dios.
Aunque él envió mensajes a través de sus profetas, el pueblo se
rebeló contra ellos. Habían cometido todo el tipo de impiedad y
el tiempo de la justicia de Dios había llegado. La justicia, sin em-
bargo, vino con misericordia. Dios evitó, en esta ocasión, que
Nabucodonosor destruyese completamente la ciudad. Sólo los
jóvenes más notables del pueblo fueron llevados cautivos a Ba-
bilonia. El propio rey cuidaría de ellos en la metrópoli pagana y
los más inteligentes servirían al gobierno babilónico como fun-
cionarios y líderes.
D. La desobediencia a Dios siempre genera malas consecuencias.
“No se os engañéis: nadie puede burlarse de Dios. Todo lo que
el hombre sembrare, eso también segará” (Gál. 6:7). Dios sigue
llamándonos mediante su Palabra, a través de sus ministros y
de las circunstancias para que dejemos nuestros caminos y vol-
vamos a él. Dios suplica que lo busquemos, pero advierte que el
transitar por malos caminos acarrea tristes resultados.
Sin embargo, el Señor nunca se alegra con el castigo de su pue-
blo. “Diles: Así dice Jehová, el Señor: Vivo yo que no me com-
plazco en la muerte del impío, sino en que vuelva el impío de su
camino, y que viva. ¡Volveos, volveos de vuestros malos cami-
nos! ¿Por qué moriréis, oh casa de Israel? (Eze. 33:11).
CONCLUSIÓN
Dios todavía cuida a su pueblo. Él se ocupa incluso de reprender-
nos, “porque el Señor, reprende al que ama y azota a todo el que reci-
be por hijo” (Heb. 12:6). Dios aún derrama su misericordia sobre no-
sotros, todavía está dispuesto a mover el corazón de quien sea nece-
sario para proteger a sus jóvenes. Él llama a su poderoso ejército para
luchar contra el mal. Él conoce el potencial de los jóvenes y sabe que
pueden marcar la diferencia en un mundo degradado y apático.
Finalmente, Dios desea cuidarlo y derramar sobre su vida bendi-
ciones ilimitadas. Él quiere abrir las puertas del trabajo, de la univer-
sidad, quiere proteger a su familia, a sus hijos y a nietos. Quiere que
usted se convierta en cabeza y no cola (Deut. 28:13). Pero antes de
mostrar la fidelidad de sus promesas, él desea que usted se compro-
meta con la verdad, que decida ser fiel en todo lo que conoce y lo que
aún está por conocer. Aunque sea generoso, Dios no puede conceder
las bendiciones que desea a quien cierra las puertas del corazón y se
niega a obedecer los mandamientos que conoce.
Sea en la facultad o en cualquier otro ámbito, Dios nos llama a ser
sus representantes, siervos fieles y valerosos para ser diferentes y
marcar la diferencia. “…Si hoy oís su voz, no endurezcáis vuestro co-
razón…” (Heb. 3:15).
Este es el llamado del Señor para hoy. ¿Quién desea ser fiel a Dios
y recibir sus bendiciones?
12
DIOS TIENE PLANES
PARA USTED
DANIEL 2
2
INTRODUCCIÓN
Luego de pasar la primer gran prueba, Daniel y sus ami-
gos comenzaron a trabajar para el Imperio Babilónico. Dios
sabía que ésta era la oportunidad para que sus testigos lo
dieran a conocer ante el rey de esta nación.
El segundo capítulo de Daniel presenta una profecía
clave para comprender las otras profecías, no sólo las de
Daniel sino las del Apocalipsis.
Esta profecía también expresa un profundo mensaje
acerca del cuidado de Dios por cada uno de nosotros y
sobre nuestro futuro.
1. Merling Alomía, Daniel: el varón muy amado de Dios, (Universidad Peruana Unión: Ediciones
Theologika, 3° ed. 2010), I: 79.
2. Ibíd.
14
DIOS TIENE PLANES PARA USTED ◣
ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Lo dije, y lo haré.
Me propuse, y también lo cumpliré’ ” (Isa. 46:1, 9-11). Este con-
flicto entre el Dios verdadero y los ídolos es constante entre los
profetas. En el sueño del rey encontramos un conflicto militar
y espiritual entre la verdadera y la falsa. Dios retrata los futuros
imperios mundiales a través de un ídolo, la imagen. Para el rey
pagano, las naciones del mundo eran las luminosas y brillantes
contrapartes de los dioses que ellos adoraban.
C. Los magos se alborotaron. ¿Cómo podrían adivinar lo que el rey
había visto aquella noche? Pero el rey estaba convencido de lo
que pedía. El soberano decidió aprovechar la ocasión para pro-
bar la sabiduría de sus consejeros. Entonces prometió que si le
ofrecían las respuestas que deseaba, los premiaría con riquezas
y honores; pero si no lo lograban, todos serían muertos y per-
derían su patrimonio. La amenaza no era inusual en aquellos
días, era arriesgada porque los magos componían la clase alta
y culta de Babilonia. Los caldeos argumentaron ante el rey que
una exigencia tal nunca antes había sido hecha, y que la res-
puesta que el rey demandaba sólo la podían dar los dioses —y
ellos no estaban entre los hombres. Ante esta respuesta, el rey
decretó la muerte de todos sus sabios.
La Palabra de Dios afirma que sólo Dios conoce el futuro; Sata-
nás y aún los ángeles leales están limitados en este sentido. La
omnisapiencia es un atributo exclusivo de Dios. Satanás sólo
puede especular acerca del futuro, claro que con muchas venta-
jas en relación a nosotros, porque conoce la conducta humano
desde hace más de 6.000 años y sabe más de las leyes físicas y
espirituales que nosotros. Por lo tanto, los adivinos, los brujos,
los hechiceros, etc., son expertos engañadores, especuladores
y/o médium de Satanás. El enemigo les permite conocer nues-
tro pasado y nuestro presente en forma exhaustiva, pero nun-
ca el futuro, que depende de nuestras decisiones. Dios nos creó
con libertad de elección, incluso en contra de su voluntad. Está
claro que Dios conoce el futuro mejor que nosotros, porque él
sabe todas las circunstancias que vendrán y puede planificar lo
que nadie puede impedir. Por este motivo, quien consulta a un
adivino se acerca al enemigo de Dios —y Dios prohíbe y conde-
na tales prácticas.
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◢ Un hombre singular
16
DIOS TIENE PLANES PARA USTED ◣
carácter: en vez de buscar gloria y honores para sí, o de mos-
trar superioridad ante los otros sabios, dio el crédito al Dios de
los cielos, a quien le debe todo el honor y la gloria. “…El misterio
que el rey demanda, ni los sabios, ni astrólogos, ni los magos,
ni los adivinos lo pueden revelar. Pero hay un Dios en el cielo,
que revela los misterios. Él ha mostrado al rey Nabucodonosor
lo que ha de suceder en los últimos días…” (Dan. 2:27 y 28).
El sueño era una revelación del futuro de la historia de la huma-
nidad, desde los días de Nabucodonosor hasta la implantación
del Reino Eterno del Señor.
1. La Cabeza de oro representaba el reino de Nabucodonosor.
Por eso Daniel afirma al rey: “tú eres esa cabeza de oro” (v.
38). Ese esplendor y magnificencia no existirían después. La
ciudad de Babilonia, que era la gloria del Imperio Neobabiló-
nico, alcanzó su apogeo durante el reinado de Nabucodono-
sor. Su período de dominio fue del 612 a.C. al 539 a.C.
2. El pecho y los brazos de plata representaban al próximo im-
perio mundial: Medopersia. Juntos derrotaron a Babilonia y
se convirtieron en nueva superpotencia. Su dominio duró del
539 a.C. al 331 a.C.
3. Las caderas de bronce representan al Imperio Griego, que
derrotó a los persas y extendió su dominio con Alejandro
Magno a casi todo el mundo conocido. Su soberanía fue del
331 a.C. al 164 a.C.
4. El cuarto imperio representado por las piernas de hierro
sería fuerte, poderoso e implacable: el Imperio Romano. Du-
ró casi 500 años, desde el 168 a.C. hasta el 476 d.C.
B. Los pies de la estatua, una mezcla de hierro y barro, represen-
tan a los reinos bárbaros que reemplazaron al poderoso el Im-
perio Romano. Estaban compuestos por naciones fuertes y
débiles que habrían de sucederse hasta la llegada del último
imperio. Estos reinos intentarían unirse mediante alianzas ma-
trimoniales, pero no lograrían. Carlomagno, Napoleón Bona-
parte, el emperador Guillermo II y Adolfo Hitler intentaron go-
bernar Europa, pero fracasaron —como afirma la profecía.
C. Dios conoce el futuro y establece reyes y reinos. “Que anuncio
el fin desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era
17
◢ Un hombre singular
hecho. Que digo: ‘Mis planes ce cumplirán, y hago todo lo que
deseo” (Isa. 46:10). Él mismo estableció, por su sabiduría y po-
der, un tiempo en que establecerá su dominio sobre este plane-
ta. La piedra lanzada sin ayuda humana (v. 34) revela la última
intervención divina en la historia humana. Dios despojará todo
poder humano y establecerá su reino de paz y armonía.
CONCLUSIÓN
Este mismo Dios conoce su vida y tiene un plan para usted. “Yo es-
toy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y me abre la puerta, en-
traré a su casa, cenaré con él, y él conmigo” (Apoc. 3:20).
“Yo sé los planes que tengo para vosotros —dice el Señor—, planes
de paz y no de mal, para daros un futuro y una esperanza. Entonces
me invocaréis, vendréis, oraréis a mí, y yo os escucharé. Me busca-
réis y me hallaréis, cuando me busquéis de todo vuestro corazón”
(Jer. 29:11-13).
Dios tiene un plan, pero depende de usted que el plan pueda con-
cretarse. El Señor llama a la puerta de su corazón, no la fuerza. Espe-
ra que usted le permita entrar en su corazón y en su mente.
¿Quién desea entregarse hoy a Dios? ¿Quién permitirá que el Se-
ñor desarrolle los planes en su vida?
18
DIOS EN PRIMER LUGAR
DANIEL 3
3
INTRODUCCIÓN
Babilonia era conocida como “la ciudad santa” porque la
religión era el centro de la vida en la gran metrópolis. En
sus cuatro distritos se habían construido 43 templos, 13 de
ellos ubicados en el barrio sagrado Eridu.
La increíble puerta de Istar daba entrada a la avenida
Procesión, de 900 metros de largo y 26 de ancho. Era ocu-
pada mayormente para procesiones dedicadas al dios de
la ciudad, Marduk, y terminaba en el corazón de la ciu-
dad, en el zigurat donde se encontraba su templo.
El conjunto de templos de Marduk, ubicados en el
centro de ciudad, era considerado por los babilonios
el centro del mundo. El templo Etemenanki fue cons-
truido sobre las ruinas de la Torre de Babel. Tenía en-
tre 60 y 90 metros de alto, lo que hoy mide un edifi-
cio de 30 pisos. Daniel y sus tres compañeros deben
haberse sorprendido por dicha construcción erigi-
da sobre una gran llanura, lo que lo hacía visible a
decenas de kilómetros de distancia.
Miles de personas trabajaban en los templos
de Babilonia; la casta más poderosa era la de
los sacerdotes. Babilonia respiraba religiosi-
dad, aunque el politeísmo es una religión fal-
19
◢ Un hombre singular
sa. El calendario religioso incluía varias fiestas mensuales y algunas
anuales, en las que exigía la presencia de sus habitantes.
Babilonia era un centro de culto falso desde la rebelión de Nimrod,
el constructor de la Torre de Babel, considerado su fundador. Allí co-
menzó la rebelión contra Dios del mundo postdiluviano. Algunos
historiadores consideran que Nimrod y su esposa se convirtieron en
símbolos de todas las divinidades con consortes del mundo antiguo.
Era la sede de la religión de Babel, la ciudad rebelde e idolólatra.
Hoy veremos cómo tres valientes jóvenes desafiaron aquella atrac-
tiva religión, colocando a Dios en primer lugar.
CONCLUSIÓN
A. “¿Quién forma un dios o funde una estatua que para nada sir-
ve?… El herrero toma la tenaza, trabaja con una brasa, le da for-
ma con los martillos, y trabaja con la fuerza de su brazo. Luego
tiene hambre, le faltan las fuerzas; no bebe agua, desfallece. El
carpintero mide con la regla, señala un tronco con lápiz, lo la-
bra con cepillos, le da figura con el compás, le da forma de va-
rón, a semejanza de un hombre hermoso para que esté en casa.
Corta cedros, y toma ciprés o una encina de entre los árboles
23
◢ Un hombre singular
del bosque; o planta un pino, que se críe con la lluvia. De él se
servirá después el hombre para quemar, para calentarse y para
encender el horno y cocer el pan. También hace de él un dios,
y lo adora; fabrica un ídolo, y se arrodilla ante él. Parte del leño
se quema en el fuego, con parte asa la carne y se sacia. Después
se calienta y dice: ‘¡Oh, me he calentado, he visto el fuego!’ Y del
sobrante hace un dios, un ídolo. Se postra ante él, lo adora, y le
ruega diciendo: ‘¡Líbrame, porque mi dios eres tú!’ No saben ni
entienden, porque sus ojos están encostrados para no ver, y su
mente cerrada para no entender. No reflexiona, no tiene senti-
do ni entendimiento para decir: ‘Parte de esto quemé en el fue-
go, sobre sus brasas cocí pan, asé carne y la comí. ¿Haré una
abominación del resto? ¿Ante un tronco voy a postrarme?’ Se
alimenta de ceniza, y su corazón engañado lo desvía, para que
no se libre, ni diga: ‘¿No es pura mentira lo que tengo en mi ma-
no?’ ” (Isa. 44:10, 12-20).
B. Dios desea adoración exclusiva y no permite que los hombres
hagan representaciones. No debemos postrarnos ante ninguna
imagen o representación para adorar, o hacer peticiones.
C. Cuando fue inaugurada la Torre Eiffel, una comitiva árabe vi-
sitó París. Al terminar la fiesta, los árabes fueron sorprendidos
tratando de robar un grifo del hotel; estaban maravillados con
el aparato que, según creían, era capaz de producir agua. Para
deshacer el mal entendido, fue necesario explicarles que el agua
provenía de un caño y de un depósito de agua. Dios nos mira
de la misma manera que nosotros miramos a los árabes de la
historia. Él nos dice: el ídolo es sólo un objeto, no tiene vida, no
tiene poder ni conciencia, no nos puede ayudar. Debemos bus-
car directamente a Dios, sin depender de las imágenes. Él es la
fuente de las aguas.
D. Otra forma de idolatría es colocar cosas por encima de Dios.
Puede ser un equipo de fútbol, el amor al dinero o incluso cosas
buenas, como el trabajo o el estudio. Todo lo que consideremos
más importante que Dios es un ídolo.
E. Dios quiere hacer milagros en su vida y desea adoración exclu-
siva. ¿Cuántos están dispuestos a aceptar sus indicaciones y re-
cibir sus bendiciones?
24
DIOS DESEA
DARLE VIDA
DANIEL 4
4
INTRODUCCIÓN
El cuarto capítulo de Daniel presenta una de las historias
de conversión. El propio rey Nabucodonosor describe cómo
pasó de ser pagano a adorador del Dios verdadero.
El contacto del soberano con el Señor había comenza-
do con la llegada de los jóvenes cautivos de Judea. Por mo-
mentos Nabucodonosor se había rendido al Dios todopo-
deroso. Cuando Daniel interpretó el sueño de la estatua
y en la experiencia del horno de fuego, con Sadrac, Me-
sac y Abed-nego, él había dado testimonio de su fe en
Dios. Sin embargo, fue recién después de una experien-
cia personal cuando el rey de la Babilonia se entregó al
dominio del Señor de los señores.
Él mismo declara: “Conviene que yo publique las se-
ñales y milagros que el Altísimo Dios ha hecho con-
migo. ¡Cuán grandes son sus señales, y cuán potentes
sus maravillas! Su reino es reino eterno, y su domi-
nio de generación en generación” (Dan. 4:2 y 3).
CONCLUSIÓN
Apenas recuperó la conciencia, Nabucodonosor volvió a sus ojos
al cielo y declaró su fe en el Dios eterno. La verdadera grandeza del
Rey se vio en el momento en que reconoció su error y se sometió la
voluntad de Dios. El monarca depuso su orgullo y reconoció la sobe-
ranía y el poder de Alguien más grande que él. Su declaración de fe
es una de las más bellas de la Biblia:
“Ahora, yo Nabucodonosor, alabo, engrandezco y glorifico al Rey
del cielo, porque todas sus obras son verdad, sus caminos justos, y
puede humillar a los que andan con soberbia” (Dan. 4:37).
El Señor reconoció en el arrogante monarca a uno de sus hijos y,
como buen pastor salió a buscarlo. Dios hizo lo posible por salvar a
Nabucodonosor. El reconocimiento de su error y el cambio de actitud
—su conversión— mostraron que había aprendido la lección.
Dios busca a sus hijos donde están. De las pequeñas chozas en la
selva a los lujosos edificios de las grandes ciudades, Dios llama a su
rebaño. Sus ovejas oyen su voz.
¿Se identifica usted con Nabucodonosor? ¿Necesitamos sufrir las
consecuencias de nuestras elecciones equivocadas para volver a
Dios? Dios lo invita hoy a tomar la decisión más importante de su vi-
da: entregar su corazón a Jesús, mientras todavía hay tiempo.
28
DIOS ESCRIBE DERECHO
SOBRE LÍNEAS TORCIDAS
DANIEL 5
5
INTRODUCCIÓN
¿Sintió alguna vez que Dios lo estaba guiando en una di-
rección, mientras las personas de su entorno tenían otra
percepción? ¿Sintió la impresión de que Dios lo invitaba a
detenerse y aun así usted decidió desobedecerlo? Y si Dios
le mandara un mensaje, ¿tendría el valor de leerlo?
En nuestros días recibimos muchos mensajes a través
de WhatsApp, Sms, Facebook, Instagram, etc. Cuando es-
tos mensajes son positivos o levantan nuestra autoesti-
ma, nos alegramos. Pero, ¿qué pasa cuando son duros?
Cuando alguien nos corrige, ¿lo aceptamos?
Daniel no menciona todos los reyes que sucedieron
a Nabucodonosor, sólo al último —Belsasar— y se li-
mita a relatar el último acto de su vida. Este rey se
ensoberbeció contra el Señor, luego de una vida disi-
pada y rebelde. Los capítulos 7 y 8 vuelven a intro-
ducir a Belsasar, al inicio de su reinado. Parte del li-
bro de Daniel no fue escrito en orden cronológico.
Belsasar hizo una fiesta cuando su reino es-
taba en guerra contra el Imperio Medopersa.
Mientras sus soldados morían en la batalla él
se embriagaba. Y lo peor es que Belsasar y sus
amigos adoraron a sus dioses con los vasos
29
◢ Un hombre singular
sagrados del templo del Dios que se había revelado como único y ver-
dadero. Este pecado imperdonable, la mezcla del culto sagrado con
el pagano, determinó su sentencia a muerte. Lo mismo sucedió con
Nadab y Abiú: mezclaron fuego común en la adoración a Dios y fue-
ron consumidos. En ambos casos, los protagonistas habían bebido.
El conflicto entre el bien y el mal es de vida o muerte —y todos esta-
mos involucrados.
La Babilonia del Apocalipsis también es acusada de mezclar en
su culto lo correcto y lo incorrecto para beberlo con la sangre de los
mártires e intoxicar a los reyes de la tierra con el vino de su prostitu-
ción. Ella también debe morir, pues su pecado alcanzó el Cielo.
Según Daniel 1:2, los vasos del templo de Jerusalén fueron llevados
por Nabucodonosor hasta la región de Sinar. Génesis 11:2 afirma que
la torre de Babel (confusión) levantada por los hombres que se opo-
nían al gobierno de Dios, también fue erigida en la región de Sinar.
Esta región representa a Babilonia, como cultura que se opone a Dios.
Tanto Nabucodonosor como Belsasar le faltaron el respeto a Dios.
El teólogo Jacques Doukhan afirma que los dioses adorados por
Belsasar estaban hechos con los mismos metales que la estatua de
Nabucodonosor, colocados en el mismo orden. Recuerde que el sue-
ño del capítulo 2 representa, mediante diferentes materiales, los rei-
nos terrenales y celestiales: oro, plata, bronce, hierro, el barro —y el
reino de la piedra que fue cortada sin mano.
Daniel 5:4 dice que los dioses adorados eran “de oro y plata, de
bronce y de hierro, de madera y de piedra” —los mismos materiales
y en el mismo orden, excepto el barro que fue sustituido por madera,
también el más frágil de la lista. En el palacio de Babilonia no había
dioses de barro sino de alguna madera valiosa.
El brindis del rey es una parodia al sueño de su abuelo. En los me-
tales representados en el capítulo 2 los reinos terrenales iban a desa-
parecer. Ahora el rey los diviniza y los adora. Mediante su gesto, de-
liberada y públicamente se emancipa de su abuelo y de Dios.
La primera mención a Belsasar fue encontrada en textos babilóni-
cos en 1860. Más tarde se encontraron varias tablillas babilónicas de
arcilla y escritos persas que confirman su existencia, incluyendo es-
te cilindro escrito por Ciro, para contar su victoria sobre Babilonia.
Además, Nabonido cuenta en sus crónicas su derrota.
30
DIOS ESCRIBE DERECHO SOBRE LÍNEAS TORCIDAS ◣
Enciclopedia Ilumina.
El cilindro del rey Ciro, el grande.
1. John Walton, Victor Harold Matthews, Mark W. Chavalas y Victor Matthews, The IVP Bible
Background Commentary: Old Testament, p. 738.
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DIOS ESCRIBE DERECHO SOBRE LÍNEAS TORCIDAS ◣
veía la mano que escribía. Entonces el rey palideció, sus pensamien-
tos se turbaron, se debilitaron sus lomos y sus rodillas se batían una
contra la otra” (Dan. 5:5 y 6).
Durante el siglo VI a.C. en Babilonia había sólo dos formas de es-
critura: sobre un papiro, con una caña y tinta, y la escritura cuneifor-
me (del latín, “en forma de cuña”) en tablillas de arcilla o sobre una
piedra, con un cincel. Este tipo de escritura se encontraba, por ejem-
plo, en los monumentos que recordaban alguna victoria militar.
En este caso, el texto menciona los dedos de “una mano de hom-
bre”, pero no menciona el instrumento (caña o cincel). Lo curioso es
que Daniel no dice que fue vista una mano, sino los dedos. Esto hace
alusión al Sinaí, donde Dios descendió para escribir sobre tablas de
piedra con su propio dedo. Estas tablas, que serían la norma, fueron
guardadas en el arca, el lugar más sagrado del templo, que sólo era
visitado el Día de la Expiación, o Día del Juicio.
La mano divina escribió la sentencia contra el rey de Babilonia,
quien fue evaluado antes de ser condenado. Es interesante notar que
los únicos tres textos que citan dedos escribiendo lo hacen un con-
texto judicial. Jehová, que apareció en el Sinaí era el Hijo de Dios, no
Dios el Padre, como los dedos de Daniel 5; en ambos casos, la divini-
dad descendió para revelar su voluntad. Pero en Juan 8 fue el Verbo
hecho carne quien mostró su amor, sabiduría y justicia al escribir la
declaración más justa que se podría registrar.
Este es el texto que se escribió en la pared: MENE, MENE, TEKEL,
UPARSIN. Y ésta es la interpretación:
MENE: “Contó Dios tu reino y le dio fin”.
TEKEL: “Has sido pesado en balanza, y fuiste hallado falto”.
PERES: “Tu reino ha sido roto y dado a los medos y a los persas”
(Dan. 5:20-28).
Pero, ¿qué significan estas palabras? Las tres palabras están re-
lacionadas entre sí y tienen que ver con dimensiones y peso. Como
en el texto original no había caracteres para representar las vocales,
aunque el discurso fuera oral, existen dudas respecto al uso de estas
palabras como sustantivos o verbos. Si se utiliza como sustantivo,
mene se traduce como “mina”, una moneda que representa la 60 par-
te de un talento, o varias veces el valor de un shekel hebreo, que era la
unidad monetaria. Tekel equivale a un siclo hebreo, correspondien-
33
◢ Un hombre singular
te a 10 gr. en peso y la 50 ó 60 parte de una mina; en algunos textos
también como “parte, “de hacer parte de un mina” 2. Peres representa
la mitad de una mina 3. Como el sustantivo puede significar “parte” o
“porción”. Si se usa como verbo, mene significa “contar”, tekel “pesa”
y peres “dividieron”. La última palabra también se utiliza en las sec-
ciones arameas de Esdras y Daniel para nombrar al Imperio Persa.
Son las mismas tres consonantes arameas.
Para el teólogo Jacques Doukhan, la relación entre las medidas
de peso es la siguiente: mene, la mina, es de 600 gr.; tekel, 10 gr. y
uparsin, media mina, 300 gr. (en total, menos de un kilo). Y lo apli-
ca de la siguiente manera: “es una venta de liquidación de stock y, por
lo tanto, de cierre del negocio”. Recuerde también que, en el Antiguo
Testamento, mene se refiere sólo al Creador. Pero también es la raíz
del dios babilónico del destino (Isa. 65:11 y 12) 4.
Finalmente, Doukhan reflexiona acerca del significado simbólico
de los números. Las cuatro palabras representan la universalidad y
el fin; se pueden oír las cuatro campanas fatales del fin. Para explicar
cada palabra, Daniel usa cuatro palabras arameas. Hay cuatro meta-
les en la estatua y cuatro bestias en Daniel 7 que implican totalidad y
límite. No son más que cuatro reinos terrenos. El número cuatro es el
anticipo del fin. También son cuatro los reyes que sucedieron Nabu-
codonosor. Belsasar, que es regente, podría ser el quinto a la muerte
de su padre. Pero no habrá un quinto 5.
34
DIOS ESCRIBE DERECHO SOBRE LÍNEAS TORCIDAS ◣
reino, la grandeza, la gloria y la honra. Y por la grandeza que le dio,
todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban y temían ante él. A
quien él quería mataba, y a quien quería daba vida. Engrandecía a los
que quería, y a los que quería humillaba. Pero cuando su corazón se
ensoberbeció, y su espíritu se endureció con orgullo, fue depuesto
del trono real y despojado de su gloria. Fue echado de entre los hom-
bres, y le fue dada la mente de una bestia. Con los asnos monteses
fue su morada. Le hicieron comer hierba como a un buey, y su cuer-
po fue mojado con el rocío del cielo, hasta que reconoció que el Altí-
simo Dios es soberano sobre el reino de los hombres, y pone sobre él
al que quiere. Y tú su hijo Belsasar, sabiendo todo esto, no has humi-
llado tu corazón. Antes contra el Señor del cielo te has ensoberbeci-
do, e hiciste traer ante ti los vasos de su casa. Y tú y tus príncipes, tus
esposas y tus concubinas bebisteis vino en ellos. Además, alabaste a
dioses de plata y oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra,
que ni ven, ni oyen, ni saben. Y no honraste al Dios en cuya mano es-
tá tu vida y de quien son todos tus caminos” (Dan. 5:17-23).
Daniel dedica más tiempo en reprender al rey que a interpretar
la escritura. Recuerda el juicio divino sobre Nabucodonosor (v. 18-21)
narrado en el capítulo 4, lo acorrala (recordando que son secciones
paralelas y el centro del quiasma arameo) y establece un contraste.
Nabucodonosor, a pesar de su arrogancia, reaccionó de forma positi-
va y humilde. Pero Belsasar “sabiendo todo esto” (v. 22), fue sacrílego.
Al tener más luz, tenía mayor responsabilidad.
La historia y las profecías cumplidas trajeron salvación a Nabu-
codonosor y desgracia a Belsasar. Las mismas historias y las mismas
profecías registradas por Daniel, traerán felicidad o desgracia eterna
a quien las estudia. Depende del ejemplo que sigan: el arrepentimien-
to de Nabucodonosor o la blasfemia de Belsasar.
Dios nos invita a aprender del pasado y depositar nuestra vida en
las manos del Creador. Sabio es aquel que aprende del sufrimiento
ajeno; tonto, quien sufre una y otra vez por tomar malas decisiones y
no aprende.
Belsasar había visto a su abuelo comiendo pasto con el cabello
desgreñado y el entendimiento de un animal. Pero endureció su co-
razón a los llamados divinos. Muchas personas siguen hoy el camino
de este rey rebelde. Prefieren las luces pasajeras del mundo, en vez de
aceptar a la luz del mundo, que es Jesús.
35
◢ Un hombre singular
CONCLUSIÓN
Daniel fue honrado y el reino de Belsasar derribado (v. 5, 29-31). El
doctor William Shea destaca la honestidad y el coraje de Daniel al re-
prender al rey impío, y declara: “Nuestro ejemplo en el capítulo 5 no
es Belsasar, sino Daniel. Belsasar proporciona una advertencia de que
hay un camino a seguir, Daniel traza el camino de fe y confianza que
lleva al reino de Dios” 6.
Pero, además de aludir explícitamente a la experiencia de Nabuco-
donosor en capítulo 4, también se refiere a la experiencia de Nabuco-
donosor en el capítulo 2, aunque implícitamente (v. 23). Recuerde que
en el sueño del capítulo 2 representa los reinos terrestres y celestiales
a través de una imagen de diferentes materiales: oro, plata, bronce,
hierro, hierro y barro, y el reino desmenuzado por la piedra.
Lo interesante es que en el versículo 23, donde Daniel menciona
al rey la causa del castigo, lo acusa de adorar a dioses “dioses de pla-
ta y oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra”. En el texto, los
primeros dos metales se separan del resto. Es interesante que el ver-
sículo 4 los ubica del más valioso al menos costoso, pero en el versí-
culo 23 Daniel hace un cambio y dice “plata y oro”, en lugar de “oro y
plata”, ya que en el sueño de Nabucodonosor el oro era Babilonia y la
plata Medo-Persia. Aquella misma noche se cumpliría la profecía y la
plata tomó el lugar del oro.
“Entonces, por orden de Belsasar vistieron a Daniel de púrpura,
pusieron en su cuello un collar de oro y pregonaron que él era el ter-
cer señor del reino. Esa misma noche fue muerto Belsasar, rey de los
caldeos. Y Darío de Media tomó el reino, cuando tenía 62 años” (Dan.
5:29-31).
Aquí se acaba el diálogo y sólo se describen acciones concretas:
primero Belsasar tuvo el noble gesto de cumplir la promesa que le
había hecho a Daniel —aunque no expresó ninguna palabra de arre-
pentimiento. La próxima acción narra la muerte de Belsasar. Quizá
alguien se pregunte por qué los persas mataron el segundo gober-
nante del reino y no el tercero, siendo que la ropa que llevaba pues-
ta Daniel revelaba su investidura. Los persas no mataban los reyes
de las naciones conquistadas; incluso Ciro el Grande dejó a algunos
36
DIOS ESCRIBE DERECHO SOBRE LÍNEAS TORCIDAS ◣
reyes a cargo del gobierno de su país. El motivo de la muerte de Bel-
sasar, el hijo de Nabonido, era la venganza del general Gubaru, quien
tomó a Babilonia aquella misma noche, porque Nabonido había ma-
tado a su hijo 7. Por otro lado, la profecía escrita en la pared, no sólo
anunciaba la caída de Babilonia, sino el juicio personal contra Bel-
sasar por su blasfemia.
La noche de la caída de Babilonia es fechada en las crónicas de Ba-
bilonia como 16 de tishri (séptimo mes en Babilonia). El mes de tishri
equivalente a etanim, para los judíos. Después del exilio fue conocido
como tishri babilónico, y era el mes de las fiestas de fin de año. El pri-
mer día del nuevo año sonaban las trompetas para anunciar el juicio
del Día de la Expiación, que cayó el 10 del mismo mes, y del 15 al 22.
Durante estos días ellos salían de sus casas y vivían en tiendas. Esto
les recordaba que, luego que Dios los sacara de Egipto, habían mora-
do en tiendas durante 40 años. Es interesante que Dios juzgó en favor
de su pueblo oprimido el día 10 y el 15, cuando las personas salieron
de sus casas para celebrar su libertad.
Era precisamente ese el día en el que los persas ingresaron en la
ciudad de Babilonia y fue Ciro, un tipo del Mesías (Isa. 44-45), quien
dio la orden de liberación de Judá para ir a reconstruir su templo
(Esd. 1:1-5; 2 Crón. 36:22 y 23).
LLAMADO
Pronto todos compareceremos ante el tribunal de Dios. Si lo he-
mos aceptado a Cristo como nuestro salvador, nos cubrirá con sus
méritos y podremos apropiarnos de su justicia. Cuando aceptamos
a Cristo no tememos el juicio, porque ya fuimos justificados por su
sangre. Él nos hace hijos del reino y, a partir de entonces, comenza-
mos a vivir en el reino celestial, aquí y ahora.
Pesados fuimos en la balanza y fuimos hallados sin falta, porque
Cristo murió en nuestro lugar. ¿Lo acepta hoy?
37
6 BOCAS CERRADAS,
VENTANAS ABIERTAS
DANIEL 6
INTRODUCCIÓN
“A Darío le pareció bien nombrar a 120 gobernadores que
estuviesen en todo el reino. Y sobre ellos tres presidentes,
de los cuales Daniel era uno, a quienes estos gobernadores
diesen cuenta, para que el rey no recibiese daño. Pero Da-
niel se distinguió tanto entre esos gobernadores y presi-
dentes por su espíritu superior, que el rey pensaba poner-
lo sobre todo el reino” (Dan. 6:1-3).
Darío organizó la administración del Estado en gober-
naciones, la división geográfico administrativa principal
del Imperio Persa, confiando en el conocimiento de pri-
mera fuente de Daniel. Darío le concedió un lugar es-
pecial: era uno de los tres presidentes del país, a cargo
de todos los gobernadores (o sátrapas). Pero Darío sa-
bía que Daniel era el mejor de los tres, y “el rey pen-
saba ponerlo sobre todo el reino” (v. 3).
El verbo “pensó” en arameo es ashaz y significa
pensar o “planificar”. El verbo está usado en par-
ticipio pasivo y puede ser traducido literalmente
como “yo estaba pensando”, “estaba planifican-
do” o, como fue traducido en la Biblia de Jerusa-
lén, “se proponía constituirlo sobre todo el rei-
no”, es decir: ya lo tenía definido. Fue la envi-
38
BOCAS CERRADAS, VENTANAS ABIERTAS ◣
dia la que sacó a Lucifer del Cielo. La envidia destruye las relaciones
laborales, todo tipo de relación.
CONCLUSIÓN
Finalmente el Dios de Daniel fue exaltado. “Entonces el rey Darío
escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas, que habitan en to-
da la tierra: ‘¡Paz os sea multiplicada! De mi parte ordeno que en todo
43
◢ Un hombre singular
mi reino, todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Da-
niel. Porque él es el Dios viviente y permanente por todos los siglos.
Su reino no será destruido, y su dominio nunca tendrá fin. Que salva
y libra, y hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra. Él libró a
Daniel del poder de los leones’. Y Daniel prosperó durante el reinado
de Darío y de Ciro, el persa” (Dan. 6:25-28).
Las declaraciones hechas por el rey Darío son la primer evidencia
de la fe en el Dios verdadero. Y son semejantes a las que brotaron de
los labios de Nabucodonosor, después de años de milagros y prue-
bas. Daniel no menciona más relatos ni incidentes del rey Darío. Este
es la última mención histórica que desemboca en la sección proféti-
ca apocalíptica. No sólo hay silencio por el corto reinado de Darío. La
mención fue suficiente para su salvación.
A continuación resumimos las siete declaraciones de Darío:
1. Él es el Dios vivo.
2. Permanecerá para siempre.
3. Su reino no será destruido.
4. Su dominio durará hasta el fin.
5. Él salva y libra.
6. Opera señales y maravillas en el cielo y en la tierra.
7. Él libró a Daniel del poder de los leones.
Con estas siete declaraciones el rey dijo todo lo que un hijo de
Dios puede decir sobre el Dios verdadero.
LLAMADO
¿Qué declaraciones estamos haciendo en favor de nuestro Dios?
¿Dependemos de la oración? Y si Dios no me librara de alguna aflic-
ción, ¿seguiría confiando en él?
Dios nos invita a ganar las batallas de esta vida en el mejor y único
lugar donde se puede ganar: en nuestro recinto de oración. Las ver-
daderas victorias del cristiano no suceden en el foso, sino de rodillas
con las ventanas abiertas.
44
DIOS EL HIJO, EL
MONARCA UNIVERSAL
DANIEL 7
7
INTRODUCCIÓN
El libro de Daniel está dividido en dos partes. La primera
presenta historias relativas a Daniel y sus amigos: Sadrac,
Mesac y Abednego. A partir del capítulo 7 comienza la se-
gunda mitad del libro, que se concentra en las profecías.
En la Biblia existen dos tipos básicos de profecía: la clá-
sica y la apocalíptica.
◾ LA PROFECÍA CLÁSICA tiene como características:
‣ Previsión dada para períodos de tiempo próxi-
mos, en general cortos.
‣ Condicionalidad, es decir, existe una condi-
ción para que se cumpla. Un ejemplo de profe-
cía clásica se encuentra en el capítulo 4 de Da-
niel, que habla de la locura del rey. Tiene un
cumplimiento próximo, pero Daniel le pide
al rey que se arrepienta para que Dios no la
cumpla. Lo mismo ocurrió con Nínive, en
el libro de Jonás. También cubre un único
período de tiempo, no toda la historia.
◾ LA PROFECÍA APOCALÍPTICA es lo opuesto.
Sus previsiones son para tiempos muy le-
janos, que excedían la vida del profeta.
Tampoco depende de las condiciones
45
◢ Un hombre singular
del agente humano. Dios predijo y estableció que la profecía
se cumpliría al margen de las acciones que pudiéramos tomar.
Abarca todo el tiempo, desde la visión profética hasta la inter-
vención divina en la historia.
Considerando estas diferencias, las principales profecías apocalíp-
ticas se encuentran en Daniel y Apocalipsis. El libro de Daniel nos re-
vela los misterios del futuro de la humanidad. En él aprendemos que
Dios tiene todo bajo su control. No necesitamos estar ansiosos con
respecto al futuro de la humanidad; Dios lo tiene en sus manos.
1. En la versión La Biblia de las Américas aparece una nota que remite al texto original: Lit., “al
cabo de los tiempos, de años”.
50
DIOS EL HIJO, EL MONARCA UNIVERSAL ◣
tá compuesto por 12 meses de 30 días: 360 días en total. Si mul-
tiplicamos los tres años y medio x 360 días, obtendremos 1.260
días. Este período de tiempo se repite siete veces en Daniel y el
Apocalipsis. En Apocalipsis 11:2 y 13:5 aparece como 42 meses,
en Daniel 11:3 y 12:6 el tiempo se define como 1.260 días y en Da-
niel 12:14, como en Daniel 7:25 y 12:7, un tiempo, dos los tiempos
y la mitad de un tiempo. Esta repetición indica que se trata de
un importante período histórico-profético.
La clave que abre este misterio la podemos encontrar en los si-
guientes versículos:
◾ “Conforme al número de los 40 días, en que reconocisteis la
tierra, llevaréis vuestra culpa durante 40 años. Un año por ca-
da día. Y conoceréis mi desagrado” (Núm. 14:34).
◾ “Te he fijado los años de su maldad en una duración de 390
días. Durante esos días llevarás la maldad de la casa de Israel.
Cumplidos estos, te acostarás sobre tu lado derecho, y lleva-
rás la maldad de la casa de Judá durante 40 días. Un día por
cada año. Vuelve tu rostro hacia el cerco de Jerusalén, descu-
bre tu brazo, y profetiza contra ella” (Eze. 4:5-7).
Si aplicamos este principio, los 1.260 días proféticos se transfor-
man en 1.260 años literales que comenzaron en 538 d.C. y termi-
nan en 1798 d.C. Este período de supremacía del obispo de Roma
se destacó por las persecuciones religiosas. Terminó cuando Luis
Berthier, general de Napoleón Bonaparte encarceló a Pío VI.
CONCLUSIÓN
Dios siempre observa el sufrimiento de su pueblo, que es como “la
niña de su ojo” (Zac. 2:8). Sufre con él y espera el día en que retribuirá
a cada uno según sus obras (Apoc. 20:12).
Dios también es consciente del sufrimiento personal. Conoce sus
luchas, los problemas con los hijos, el marido difícil, la falta de recur-
sos financieros. Él siente su depresión y sus problemas psíquicos, ve
sus dificultades y promete estar a su lado en todo momento. Es más,
promete que un día usted estará con él en su reino, como un rey o
una reina, y vivirán juntos por la eternidad.
¡Qué maravilloso es saber que Dios está al control de la historia, y
juzgará al mundo concediendo la victoria eterna al pueblo que es fiel
a su Palabra! Podemos confiar en el amor de Dios, teniendo la certeza
de que Jesús pronto volverá para iniciar su reino, que durará por to-
da la eternidad.
52
DIOS Y LOS ENEMIGOS
DE SU PUEBLO
DANIEL 8
8
Primera parte
INTRODUCCIÓN
Como vimos en el tema anterior, las profecías de Daniel
son paralelas, es decir, repiten su significado mediante otros
símbolos. El capítulo 8 está íntimamente relacionado con 7,
y el capítulo 7 con el 2. Entre los capítulos 7 y 8 hay muchas
similitudes. Por ejemplo, en las dos visiones aparece un
cuerno pequeño que realiza las mismas acciones. Otras
coincidencias son el uso de animales para representar las
naciones y el ángel que explica las visiones. También hay
diferencias significativas que sirven para enfatizar as-
pectos específicos de estas visiones. Más adelante ana-
lizaremos las diferencias.
Esta visión, presentada dos años después de la an-
terior, es la segunda que recibe directamente Daniel.
Él mismo afirma “después de la que había tenido an-
tes”, otra forma de relacionar los capítulos 7 y 8.
Cuando Belsasar cumplía su tercer año como rey,
548-547 a.C., faltaban décadas para la caída de Ba-
bilonia. Por eso Dios no la incluye.
Esta visión comienza un nuevo ciclo. Daniel
escribió los capítulos 2-7 en arameo, la lengua
de Babilonia. Este capítulo está registrado en
hebreo, la lengua del pueblo de Dios, sugirien-
do que su mensaje no es universal. Revela de-
53
◢ Un hombre singular
talles para el pueblo de Dios. De acuerdo con la estructura de la sec-
ción aramea, percibimos que el mensaje muestra el destino de Ba-
bilonia y, en particular, de su rey (capítulos 4 y 5). La sección hebrea
que comienza aquí muestra el destino del pueblo de Dios, especial-
mente de su Rey, el Mesías (capítulo 9).
CONCLUSIÓN
Es interesante notar que el cuerno pequeño iba a destruir a mu-
chos que parecen vivir seguros (Dan. 8:25). Los que viven despreo-
cupadamente son aquellos que no se preocupan por las cosas celes-
tiales, que no tienen como objetivo principal el Reino de Dios. Sólo
viven seguros los que no temen alejarse de su zona de confort y pro-
curan el conocimiento pleno de la verdad. “Y conoceréis la verdad, y
la verdad os libertará” (Juan 8:32).
Debemos ocuparnos de las cosas eternas. No necesitamos procu-
rar los bienes materiales ni amoldarnos al pensamiento de la socie-
dad. Nuestro Salvador nos está llamando.
Si vivimos despreocupadamente seremos presa fácil del terrible
villano, el enemigo de Dios y de su pueblo —el “cuerno pequeño”. Y
entonces nos destruirá.
“Así, no os preocupéis, diciendo: ‘¿Qué comeremos, qué bebere-
mos, o qué vestiremos?’ Porque los paganos buscan todas estas co-
sas, pero vuestro Padre celestial sabe que necesitáis. Buscad primero
el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”
(Mat. 6:31-33).
59
9 DIOS Y EL SANTUARIO
DANIEL 8
Segunda parte
INTRODUCCIÓN
El foco del capítulo 8 se encuentra en el Santuario y en
sus actividades. Desde el principio de la visión Dios intenta
que el profeta y nosotros entendamos la importante lección
del Santuario. Es allí donde Dios y Jesucristo enfrentan el
problema del pecado para solucionarlo.
En este importante capítulo somos llevados a las rea-
lidades eternas. Se retira el velo de lo que sucede en las
cortes celestiales y se nos muestra cómo influyen estas
acciones en nuestra vida diaria.
Lo invito a dedicar un tiempo para desentrañar los
secretos de las realidades celestiales y entender su sig-
nificado para nuestra vida.
I. EL SACRIFICIO CONTINUO Y LA
PREVARICACIÓN ASOLADORA
A. El texto bíblico afirma que el cuerno pequeño
“quitó el [sacrificio] continuo” y “el lugar de
su Santuario fue echado por tierra”. Necesi-
tamos entender qué es el sacrificio conti-
nuo y la “prevaricación asoladora”.
“Entonces oí a un santo que hablaba, y
otro santo le preguntó: ‘¿Hasta cuándo
60
DIOS Y EL SANTUARIO ◣
durará la visión del continuo, de la prevaricación asoladora, y
del pisoteo del Santuario y del ejército?’ Y él respondió: ‘Hasta
2.300 días de tardes y mañanas. Entonces el Santuario será pu-
rificado’ ” (Dan. 8:13 y 14).
En el original hebreo no aparece la palabra sacrificio. Se agregó
en algunas traducciones para mejorar su comprensión. En he-
breo tenemos sólo la palabra tamid que significa “continuo”, en
el sentido de “periódico”. En el Antiguo Testamento se utiliza
muchas veces esta palabra para describir las tareas que se rea-
lizaban cada día en el Santuario.
1. Los sacrificios diarios (Núm. 28:1-4).
2. El candelabro (Lev. 24:1-4).
3. El pan de la mesa (Lev. 24:5-9).
4. El altar del incienso (Éxo. 30:1-8).
5. La ropa de Aarón (Éxo. 28:29 y 30).
Todo el servicio que se realizaba en el Lugar Santo era llamado
de tamid, es decir, continuo o diario. El trabajo desarrollado en
el Lugar Santo estaba ligado al perdón de los pecados. El sacer-
dote sacrificaba cada día el holocausto y llevaba parte de la san-
gre del sacrificio dentro del Santuario, transfiriendo simbólica-
mente el pecado del pecador al Santuario.
B. Pero, ¿de qué manera podría interferir el cuerno pequeño el tra-
bajo del santuario? Como ya hemos visto, el cuerno pequeño
representa a la iglesia de la Edad Media. En este período ya no
había Santuario en la Tierra; el ejército romano lo había destrui-
do, junto con Jerusalén, en el año 70 d.C. ¿Y entonces? La res-
puesta se encuentra en el libro de Hebreos.
“Lo principal de lo que venimos diciendo es que tenemos un Su-
mo Sacerdote que se sentó a la diestra del trono de la Majestad
en el cielo; y es ministro del Santuario, de aquel verdadero San-
tuario que el Señor levantó, y no el hombre” (Heb. 8:1 y 2).
De este versículo surgen dos verdades: hay un Santuario en el
cielo erigido por Dios; Jesucristo es el Sumo Sacerdote. Otros
versículos confían la realidad del Santuario celestial:
“Y me harán un Santuario, y habitaré entre ellos. Conforme a
todo lo que yo te muestre, el diseño de la Morada y de sus uten-
silios, así lo haréis” (Éxo. 25:8 y 9).
61
◢ Un hombre singular
“Entonces fue abierto el Santuario de Dios que está en el cielo, y
quedó a la vista el Arca de su Pacto en su Santuario. Y hubo re-
lámpagos, voces, truenos, y un terremoto y una fuerte graniza-
da” (Apoc. 11:19).
C. El libro de Hebreos contrasta el Santuario celestial con el te-
rrenal, y muestra claramente que el Celestial es superior a los
construidos por Moisés y Salomón. De igual modo, los rituales
practicados en el tabernáculo terrenal se basaban en las cere-
monias celestiales, siendo estas últimas también superiores.
“Si estuviera sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habien-
do aún sacerdotes que ofrecen presentes según la Ley. Estos sa-
cerdotes sirven en el Santuario que es copia y sombra de lo que
hay en el cielo. Por eso Dios dijo a Moisés cuando iba a levantar
el Santuario: ‘Haz todas las cosas conforme al modelo que te fue
mostrado en el monte’. Pero ahora tanto mejor ministerio es el
de Jesús, por cuanto es mediador de un pacto mejor, basado so-
bre mejores promesas” (Heb. 8:4-6).
“Pero Cristo ya vino, y ahora es el Sumo Sacerdote de los bienes
definitivos. El Santuario donde él ministra es más grande y más
perfecto; y no es hecho por mano de hombre, es decir, no de
este mundo. Y Cristo entró en ese Santuario una vez para siem-
pre, no con sangre de machos cabríos ni de becerros, sino con
su propia sangre, y consiguió la eterna redención. Porque si la
sangre de los toros, los machos cabríos y la ceniza de la bece-
rra rociada a los impuros, santifican para la purificar la carne,
¡mucho más la sangre de Cristo, quien por el Espíritu eterno se
ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, purificará vuestra con-
ciencia de las obras que llevan a la muerte, para que sirváis al
Dios vivo!” (Heb. 9:11-14).
“Porque Cristo no entró en el Santuario hecho por mano de
hombre, que era sólo copia del Santuario verdadero, sino que
entró en el mismo cielo, donde ahora se presenta por nosotros
ante Dios” (Heb. 9:24).
D. Cuando Cristo ascendió entró en el Santuario y comenzó a mi-
nistrar como Sumo Sacerdote, intercediendo por los pecados de
los hombres, tal como ocurría en el terrenal. Él continuamente
(tamid) está perdonando los pecados que le son confesados.
62
DIOS Y EL SANTUARIO ◣
“Si confesamos nuestros pecados, Dios es fiel y justo para per-
donar nuestros pecados, y limpiarnos de todo mal” (1 Juan 1:9).
“Hijitos míos, esto os escribo para que no pequéis. Pero si algu-
no hubiera pecado, Abogado tenemos ante el Padre, a Jesucristo
el Justo” (1 Juan 2:1).
E. Sin embargo, el cuerno pequeño interfirió el trabajo de Cristo
en su Santuario, según estaba profetizado. Hay una doctrina ca-
tólica que limita el trabajo de Cristo, llamada “confesión auri-
cular”. Fue oficializada en el Concilio de Letrán en 1215, aunque
ya era muy utilizada. La doctrina de la confesión afirma que el
pecador debe confesar sus pecados a otros seres humanos, no
a Cristo. De esta forma, la iglesia usurpa la autoridad de perdo-
nar los pecados que sólo tiene Cristo.
“Porque hay un solo Dios, y un solo Mediador entre Dios y los
hombres, Jesucristo hombre” (1 Tim. 2:5).
Dios no concedió autoridad para perdonar pecados; ni la igle-
sia ni sus sacerdotes tienen derecho a hacerlo. Durante la Edad
Media, cuando sólo existía una forma de cristianismo adminis-
trado por Roma, se enseñaba al pueblo a pedir perdón a los sa-
cerdotes. Esto interfirió el trabajo de Cristo en su Santuario.
F. Ahora podemos entender qué significa “quitó el [sacrificio] con-
tinuo” y “prevaricación asoladora”. El continuo —tamid— (re-
cuerde que la palabra “sacrificio” se encuentra en el original) re-
presenta la religión verdadera centrada en Cristo y en el perdón
de los pecados confesados directamente a Dios, en el nombre
de Jesús. La “prevaricación asoladora” es la falsa religión que en-
seña el perdón de los pecados mediante la intercesión humana
y la oración a otros seres humanos, que llaman santos.
CONCLUSIÓN
¡Qué maravilloso mensaje de esperanza! Cristo, nuestro amado
Salvador, está intercediendo por mí delante del Padre y limpiando
mis pecados (Mat. 10:32). No necesitamos temer; nuestro amigo está
en los cielos intercediendo por nosotros (Juan 15:15). Tengamos siem-
pre presente sus promesas:
“Hijitos míos, esto os escribo, para que no pequéis. Pero si alguno
hubiera pecado, Abogado tenemos ante el Padre, a Jesucristo el Justo”
(1 Juan 2:1).
Tenemos ante el Padre al mejor abogado: nuestro salvador Jesu-
cristo, que se compadece de nosotros. Que pronto pueda terminar
este juicio y se concrete nuestro mayor deseo, la bendita esperanza
del regreso de Jesús.
“El que testifica de estas cosas, dice: ‘Ciertamente vengo en breve’.
¡Amén! Ven, Señor Jesús” (Apoc. 22:20).
¡Maranata! Ven, Señor Jesús.
67
10 ¿HASTA CUÁNDO,
SEÑOR?
DANIEL 9
INTRODUCCIÓN
¿Tuvo alguna vez un problema de salud que le provocó
una enfermedad, cuyo tratamiento parecía que no termina-
ría nunca ni lo podría soportar? En ese momento segura-
mente habrá preguntado: ¿Hasta cuándo, Señor?
O quizá se encontraba aislado, lejos de su casa y de sus
amigos, sin dinero y enfrentando grandes pruebas. En-
tonces clamó: ¿Hasta cuándo, Señor? O quizá se haya aso-
ciado con alguien, y después de algún tiempo se enteró
que lo habían estafado; perdió todo su capital y debe
más de lo que tiene. En ese momento uno se pregunta:
¿Hasta cuándo, Señor?
Este clamor desesperado es parte del último es-
fuerzo por resistir la situación que lo supera.
Muchas veces nos preguntamos: ¿hasta cuándo?
Lo hacemos incluso cuando las cosas van bien y pa-
samos por un tiempo de bonanza, porque sabemos
que en este mundo, la paz y la tranquilidad duran
poco tiempo.
En el capítulo 9 de Daniel encontramos una
de las oraciones más hermosas de la Biblia. Da-
niel es conocido como un hombre de oración,
que oraba tres veces al día (v. 6:10) y recibió
68
¿HASTA CUÁNDO, SEÑOR? ◣
respuesta a sus oraciones que salvaron vidas (como en el capítulo 2).
Incluso estuvo dispuesto a enfrentar a los leones hambrientos antes
de suspender su vida de oración (capítulo 6). Pero, de todas las ora-
ciones de Daniel, sólo se registra una oración completa.
1. Alan Lenzi, “Secrecy, Textual Legitimation, and Intercultural Polemics in the Book of Daniel”,
The Catholic Biblical Quarterly, (N° 71, 2009), p. 330.
71
◢ Un hombre singular
Si Daniel hubiera seguido un orden cronológico, como ocurre en
el resto de su libro, habría sido difícil relacionar ambos capítulos. Él
espera traer los 70 años de liberación de los oprimidos, como ocurría
cada siete años con el año sabático. Sólo que 70 años son diez veces
más que siete. Y como se refiere a una opresión diez veces mayor y a
una liberación en la misma proporción, Gabriel anuncia un mensaje
que no involucra 70 años, sino 70 veces 7.
En el Pentateuco, al final de cada ciclo de 49 años había una libera-
ción. Lo mismo ocurre luego de los 490 años mencionados en este ca-
pitulo —diez ciclos de 49 años. También encontramos el principio “día
por año” —no sólo en Números 14:34 sino en la ley del Jubileo: “Conta-
rás siete semanas de años, siete veces siete años, de modo que las siete
semanas vendrán a ser 49 años” (Lev. 25:8). No es casual que mencione
que, como consecuencia de la desobediencia a Dios, vendrían juicios y
desolación contra Israel (Lev. 26:14-17). Y agrega en el versículo 18: “Y si
con todo esto no me oís, volveré a castigaros siete veces más por vues-
tros pecados” (véanse también los versículos 21, 24 y 28).
El castigo por la apostasía de Israel (el cautiverio) duró 70 años,
siete veces más representa 490 años —ó 70 semanas de años—, co-
mo revela Daniel. “Entonces la tierra disfrutará sus sábados todo el
tiempo que dure su desolación, y estéis en país enemigo; entonces la
tierra descansará, y gozará de sus sábados. Todo el tiempo que dure
su desolación, descansará por los sábados que no reposó cuando ha-
bitabais en ella” (Lev. 26:34 y 35).
“Entonces oí a un santo que hablaba, y otro le preguntó: ‘¿Hasta
cuándo durará la visión del continuo, la prevaricación asoladora y del
pisoteo del Santuario y del ejército?’ Y él respondió: “Hasta 2.300 días
de tardes y mañanas. Entonces el Santuario será purificado’ ” (Dan.
8:13 y 14).
El santuario debe ser purificado en un período que conocemos
como “los 2.300 años”. La primera parte de esta larga profecía que el
ángel comienza a explicar a Daniel (v. 24-27) es lo que llamamos “la
profecía de las 70 semanas”.
De acuerdo con Números 14:34 y Ezequiel 4:5-7 entendemos que
en las profecías, un día equivale a un año. Por lo tanto, 70 semanas
equivalen a 70 veces siete, porque una semana tiene 7 días, —lo que
se traduce a 490 años. Las 69 semanas equivalen a 483 años, una se-
mana a 7 años, y media semana a 3 años y medio.
72
¿HASTA CUÁNDO, SEÑOR? ◣
Teniendo esto en mente, vemos que este período comenzaría con
el decreto para reconstruir Jerusalén firmado por Artajerjes en el año
457 a.C. (Esd. 7:11-26). La ordenanza autorizaba la reconstrucción de
la ciudad y definía su cuerpo administrativo.
Gabriel revela que “desde que salga la orden de restaurar y reedi-
ficar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá 7 semanas, más 62
semanas” (Dan. 9:25). Siete semanas (49 años) más 62 semanas (434
años), 69 semanas en total (483 años) —de las 70 semanas.
Si comenzamos a contar a partir del año 457 a.C. llegamos al año
27 d.C., “hasta el Mesías Príncipe”. La palabra griega para “Mesías” es
Cristo, que significa “Ungido”. Todos los sacerdotes y reyes judíos eran
ungidos ante del Señor. Pero éste es el “Mesías Príncipe”. La profecía
no apunta al nacimiento del Mesías sino al inicio de su ministerio,
cuando hizo su aparición pública.
Si usted inicia el cálculo de las 62 semanas a partir del año 408
a.C. y le resta 434 años llegará al año 26, no al 27 d.C. Entonces, ¿por-
qué decimos que la profecía se cumple en el año 27 d.C.? Recordemos
que el decreto de Artajerjes (Dan. 9:25) se firma en otoño de 457 a.C.
y que no hay año cero.
Cuando calculamos un período de tiempo que se extiende desde
una fecha anterior a Cristo a otra posterior, debemos añadir un año.
El decreto de Artajerjes completaría un año en otoño de 456 a.C.
A partir del año 27 d.C. falta una semana para completar la profe-
cía. Daniel 9:26 afirma que sería muerto el Ungido. Tenga en cuenta
que existen 7 semanas antes de las 62 —69 semanas en total. Cristo
murió poco después de las 62 semanas, en el año 31 d.C, en la mitad
de la última semana profética, que concluye en el año 34 d.C. Según
Daniel 9:27, “En otra semana confirmará el pacto a muchos. Y a la mi-
tad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda…”.
El ángel Gabriel continúa interpretando la profecía de las 70 sema-
nas: “Después de las 62 semanas le quitarán la vida al Mesías (sería
asesinado), y no por sí mismo (en forma vicaria)” (v. 9:26). Aunque los
judíos del tiempo de Cristo esperaban un Mesías guerrero que mata-
ra a los enemigos de Israel y reinara sobre el trono de David durante
muchos años, Gabriel afirma que vendría a morir. Otros profetas ya
lo habían predicho antes de Daniel (Sal. 22; Isa. 52:13-53:12). La muerte
del Mesías no sería natural; sería asesinado.
73
◢ Un hombre singular
Jesús cumplió “el pacto a muchos” (v. 9:27) mediante su ministerio,
del año 27 d.C. hasta el 31 d.C. —un período de tres años y medio—,
marcando la mitad de la semana profética que finalizaría en el año 34
d.C., con la lapidación de Esteban.
El sacrificio de Jesús hizo cesar el de los animales. En el momento
de su muerte se rasgó el velo del templo de arriba abajo —indicando
que el Cordero de Dios estaba expiando el pecado de los hombres de
todos los tiempos.
Pero nos falta la segunda mitad de la septuagésima semana que,
según el versículo 24, terminó en el año 34 d.C. Las 70 semanas fue-
ron cortadas, separadas o identificadas para el pueblo judío y para
Jerusalén. Es decir, terminó el tiempo de la gracia para Israel, como
pueblo escogido. El Nuevo Testamento relata que en ese año los lí-
deres judíos rechazaron definitivamente la buena noticia del Mesías,
matando a Esteban.
En la parábola de la viña y de los labradores malvados Jesús dejó
claro que, la paciencia del Señor de la viña terminó cuando mataron
a su Hijo (Mat. 21:33-46). Entonces vendría el Señor a expulsar a los la-
bradores malvados y le daría la viña a otro pueblo: “Por tanto, os di-
go, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente
que rinda su fruto” (Mat. 21:43)
CONCLUSIÓN
Daniel 9 es fundamental para comprender la amplitud del perdón
y la gracia de Dios. Nadie ha ido tan lejos en el pecado que Dios no
pueda traer de vuelta, si esa persona lo permite. El perdón de Cristo,
el Ungido de Dios, es absoluto. Él nos libra de las garras del mal y de
la deuda del pecado.
Cristo no venció el pecado sólo en la cruz; lo venció durante su
vida pura y perfecta. Él pagó el precio del pecado en la cruz. En ese
momento se quitó la sentencia de muerte que pesaba sobre cada ser
humano. Podemos ser libres porque él nos amó, murió, resucitó y
hoy intercede por todos los que lo aceptan como Salvador.
Acepte hoy a Jesús como su Salvador, y comience a vivir el reino
de Dios aquí en la Tierra.
El Señor es quien lo está llamando hoy. ¿Hasta cuándo deberá es-
perar para entregarse a él?
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DANIEL, UN HIJO
DE MIGUEL
D A N I E L 10
11
INTRODUCCIÓN
“En el tercer año de Ciro rey de Persia, fue revelada Pala-
bra a Daniel, cuyo nombre era Beltsasar. La Palabra era ver-
dadera, y el conflicto grande. Él prestó atención y entendió
la visión” (Dan. 10:1).
Daniel recibió esta revelación en el año 536-535 a.C.,
cuando el pueblo había regresado a la Tierra Prometida y
comenzaba a restaurar el templo en Jerusalén. Se estaba
contestando la oración del capítulo 9. Este capítulo co-
mienza cuando resurge Israel. Ya pasaron los 70 años
de castigo y comienza algo nuevo en Jerusalén. Este ca-
pítulo está estrechamente relacionado con el cumpli-
miento de Daniel 8:14. El contexto histórico sirve co-
mo base para el cumplimiento escatológico (futuro),
con la restauración espiritual de Israel.
Daniel estaba angustiado, porque los judíos que
volvieron a Jerusalén sufrían oposición en su tarea
de restaurar el templo (Dan. 9:25). La mención de
Ciro hace alusión a la promesa de restauración
que acompaña su nombre (Isa. 44:28-45:1).
Isaías lo llamó “Mesías” o “Ungido”, el que res-
taurará y libertará definitivamente a su pueblo
santo. En este capítulo Daniel tiene el privile-
75
◢ Un hombre singular
gio de ver al Mesías en gloria, el libertador de su pueblo. La oración de
Daniel 9:3-19 generó la explicación de la primera parte de los 2.300 días
ó 70 semanas (v. 9:24-27) referente a Ciro, el libertador. La oración del
capítulo 10 trae la revelación de la última parte de los 2.300 días, cu-
yo libertador es el propio Miguel (Daniel 11-12). La primera oración es
descrita con más detalle que la revelación (Daniel 9); pero la última se
describe con menos detalles que la revelación (Daniel 10).
CONCLUSIÓN
La sencilla oración de un anciano cambió el curso de la historia,
movilizó al ejército celestial y generó una batalla con repercusiones
cósmicas. Algunos afirman que no importa si oramos o no; Dios co-
noce todo y siempre hará su voluntad. No es cierto.
Dios permite que avance el mal, a no ser que sus hijos oren.
Miguel, que significa “aquél que es como Dios”, ha ganado la bata-
lla contra Satanás y contra el pecado y muy pronto saldrá del Santua-
rio celestial para buscar a sus hijos. Quien se comprometa a vivir a su
lado también será un ganador. Todo el que acepta la justicia de Cristo
se convierte en soldado de Miguel y heredero del Reino de Dios.
¿Lo acepta hoy?
79
12 ¿DE DÓNDE VENDRÁ MI
SOCORRO? JESÚS ESTÁ
REGRESANDO
D A N I E L 11
INTRODUCCIÓN
¿Quién no se perdió alguna vez en medio de una carrete-
ra que no conocía? ¿O pensó que conocía el camino y ter-
minó en un embotellamiento de tránsito que le hizo per-
der la cita que tenía programada?
Con los GPS hoy disminuimos bastante el riesgo de
elegir un mal camino. Incluso se han desarrollado apli-
caciones sociales como Waze que son utilizadas por mi-
llones de personas. Sin embargo, incluso usando los
GPS podemos correr riesgos. Hace un tiempo se cono-
ció el caso de una pareja que utilizó esta aplicación en
la ciudad de Río de Janeiro. El aparato se confundió y
los llevó a una calle homónima a la que buscaban, en
un barrio extremadamente peligroso, donde fueron
asaltados y asesinados.
Situaciones como ésta ocurren a menudo, sin
consecuencias tan trágicas. Pero en el ámbito es-
piritual y profético hay muchas personas que se
encuentran absolutamente perdidas.
Recuerde que los capítulos 10 al 12 de Daniel
incluyen la misma visión —una mar'eh, visión
80
¿DE DÓNDE VENDRÁ MI SOCORRO? JESÚS ESTÁ REGRESANDO ◣
de un ser o aparición. Esta visión está asociada a un ser celestial, Mi-
guel —el Mesías antes de su encarnación—, y al ángel Gabriel como
intérprete, en el capítulo 10.
El capítulo 11 es narrado por el ángel que se encuentra en la pre-
sencia de Miguel, como Daniel. Por lo tanto, Daniel no está viendo a
los reyes del norte y del sur; apenas los oye —lo que los teólogos de-
finen como una “audiencia”, en lugar de una “visión”.
Al no ser una visión simbólica, carece de símbolos para interpre-
tar; el lenguaje es literal. Por ejemplo, cuando dice “el rey del norte”,
deberíamos entender que alude a un rey literal, que viene del norte.
Cuando menciona “años”, deberíamos entender años literales
(Dan. 11.6, 8 y 13). Pero después de la cruz, cuando Cristo hizo una
nueva alianza con un nuevo pueblo, el Israel espiritual, debemos en-
tender que los términos “norte”, “sur”, “reyes” y “tiempos” (Dan. 12;7,
11 y 12), en la forma espiritual o simbólica. La frase “tu pueblo” ya no
es literal, sino espiritual; el “rey del norte” ya no es Babilonia ni Siria,
sino la Babilonia espiritual. Tampoco el “rey del sur” es el Egipto lite-
ral, sino el espiritual (Apoc. 11:7).
Aunque el capítulo 11 es narrado por el profeta que contempla a
Cristo en gloria, tiene una progresión histórica que abarca desde los
reyes de Persia de su tiempo hasta la llegada de Miguel, la resurrec-
ción y el reino eterno de Dios. Lo mismo ocurre en el libro Apocalip-
sis: las siete iglesias deben ser entendidas en este contexto. Se debe
analizar, en principio, la situación de las iglesias en época de Juan,
pero luego se debe hacer una progresión ininterrumpida que termi-
na con la venida del Hijo del Hombre (Apoc. 1:7) y la resurrección que
sólo puede efectuar quien tiene “las llaves de la muerte y del sepul-
cro” (Apoc. 1:18). Existe un claro paralelismo entre Daniel 11 y la visión
de Juan de las siete iglesias.
Es importante mencionar que en estos grandes conflictos Daniel
sólo ve a un ser glorioso y triunfante, vestido de lino, como el Sumo
Sacerdote que intercede por su pueblo en todo momento. Lo mismo
ocurre con Juan en Apocalipsis 1-3 que muestra las vicisitudes de la
iglesia a través de la historia. Él sólo ve a este glorioso ser interce-
diendo por su iglesia, aunque en la visión no se muestran las igle-
sias. La inferencia de que el Sumo Sacerdote celestial de Daniel 10-12
comienza revelando el destino del Israel literal, y después de la cruz
81
◢ Un hombre singular
cambia al Israel espiritual, la Iglesia Cristiana, es explícita en su nue-
va cruzada posemergencia en el Apocalipsis, donde Juan escribe a las
siete iglesias que están en Asia.
Apocalipsis confirma el principio hermenéutico de que la Biblia se
interpreta a sí misma. “El rey del norte”, o Babilonia literal ya no exis-
tía en el tiempo de Juan; es una revelación el archienemigo del pue-
blo de Dios todavía es la Babilonia simbólica (Apoc. 14:8; 17:5, 18; 18:1-
4, etc.). Así como Apocalipsis ilumina la revelación de Daniel, el libro
de Daniel establece las bases para la comprensión del Apocalipsis. No
podemos empezar a estudiar Apocalipsis sin considerar al Sumo Sa-
cerdote celestial que aparece en el final del libro de Daniel.
CONCLUSIÓN
En este capítulo, uno de los más complicados de la Biblia, encon-
tramos a los poderes del mal luchando contra los integrantes del Rei-
no de Dios. Satanás utiliza reyes, reinos e imperios para ejecutar sus
planes de encadenar al ser humano y desvirtuar la adoración al Crea-
dor y la obediencia a su Palabra.
Pero todos estos intentos son en vano. Pronto Cristo alcanzará
victoria definitiva.
86
¿DE DÓNDE VENDRÁ MI SOCORRO? JESÚS ESTÁ REGRESANDO ◣
“Pero las noticias del oriente y del norte lo espantarán, y saldrá
con grande ira para destruir y matar a muchos. Y plantará sus tien-
das reales entre los mares, en el monte glorioso y santo. Pero llegará
a su fin, y no tendrá quien le ayude” (Dan. 11:44 y 45).
La Biblia asegura que Jesús se levantará; Miguel, el gran Príncipe,
vendrá a liberar a sus hijos. El regreso de Jesús es el clímax de la re-
dención de todos los tiempos.
Lo más importante es que hoy acepte a ese Rey maravilloso y co-
mience a experimentar su reino.
Cuando vea que las fuerzas del mal se ensañan con usted, no de-
sista ni piense que todo está perdido. Dios siempre cumple sus pro-
pósitos y es soberano en este vasto universo.
¿Le gustaría aceptar a Cristo como su Salvador, y caminar con él
hasta que nos venga a buscar?
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13 DANIEL,
EL VENCEDOR
D A N I E L 12
INTRODUCCIÓN
Como hemos visto en los mensajes anteriores, Daniel te-
nía atributos especiales que hicieron de este exiliado judío
un gran estadista y, por algunos momentos, un profeta para
los últimos días. Su vida puede ser resumida, por la gracia
de Dios, con una palabra: victoriosa. En la última parte de
este fantástico libro nos encontramos con el deslumbra-
miento de los últimos días, cuando Dios alcanzará la vic-
toria para sus hijos.
Cuando Cristo finalice su obra de intercesión en el
Santuario celestial, el Espíritu Santo será retirado de la
Tierra. En ese momento el pueblo de Dios sufrirá una
gran angustia, pues todos los poderes del mal se con-
centrarán haciendo el último intento por destruirlos.
Pero Dios les dará la victoria. Este es el tema princi-
pal del capítulo 12: la gran la victoria de Dios contra
el mal, contra la muerte y el engañador.
Este capítulo revela muchos acontecimientos
importantes de los últimos días, antes del regre-
so de Jesús. Además del tiempo de angustia que
deberá afrontar el pueblo de Dios, y de las re-
surrecciones, este capítulo también es rico en
profecías temporales, que establecen varias
88
DANIEL, EL VENCEDOR ◣
fechas y refuerzan algunos parámetros marcados sobre la línea de
tiempo profético.
I. EL TIEMPO DE ANGUSTIA
Poco tiempo antes del regreso de Jesús, cuando cese su mediación
en el Santuario celestial y se retire el Espíritu Santo, los poderes del
mal, que hasta entonces estaban contenidos, caerán con indescripti-
ble furia sobre este mundo.
En ese tiempo Satanás y sus ángeles tendrán dominio completo
sobre los impenitentes. “Desamparados ya de la gracia divina, están a
merced de Satanás, el cual sumirá entonces a los habitantes de la tie-
rra en una gran tribulación final. Como los ángeles de Dios dejen ya
de contener los vientos violentos de las pasiones humanas, todos los
elementos de contención se desencadenarán. El mundo entero será
envuelto en una ruina más espantosa que la que cayó antiguamente
sobre Jerusalén” (Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 600).
Para los impíos, este será un tiempo de angustia y castigo por sus
maldades, mediante las plagas del Apocalipsis (ver Apoc. 16). Debe-
rán sufrir por todos los males cometidos, que parecían haber queda-
do impunes.
Esta angustia se verá reflejada sobre las naciones para mostrar
cuán destructivo es el pecado. Sin la intercesión de Cristo merecemos
la muerte eterna. Pero la gracia y misericordia divinas nos dan espe-
ranza; las penurias temporales pronto se convertirán en victoria.
Todos sufrimos momentos de tristeza y desánimo. A veces por
causa de pecados ajenos, pero la mayoría como fruto de nuestras
malas decisiones. En esos momentos debemos aferrarnos a la ora-
ción, rogar a Dios que nos perdone y nos transforme, y persistir en la
lucha contra el pecado usando nuestro libre albedrío.
II. RESURRECCIONES
En el segundo versículo del capítulo 12, Daniel describe algunas re-
surrecciones especiales: “unos para vida eterna y otros para vergüenza
y confusión eterna”. No se trata de la primera resurrección, que ocu-
rrirá en ocasión de la Segunda Venida de Cristo (1 Tes. 4:16) —en la que
participarán sólo los justos (Apoc. 20:6). Tampoco de la segunda, al fi-
89
◢ Un hombre singular
nal del milenio, en la que sólo participan los impíos (Apoc. 20:5). Es una
resurrección parcial y especial que ocurrirá después del “tiempo de an-
gustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces” (Dan. 12:1)
—poco antes de la Segunda Venida de Cristo. En esta ocasión serán re-
sucitados al mismo tiempo algunos justos y algunos impíos, “unos para
vida eterna y otros para vergüenza y confusión eterna”.
El grupo de los impíos estará compuesto por los que mataron a Je-
sús. “Mirad que viene con las nubes; y todo ojo lo verá, aun los que lo
traspasaron. Y todos los linajes de la tierra se lamentarán por él. ¡Así
sea! ¡Amén!” (Apoc. 1:7).
“Jesús respondió: ‘Sí. Tú lo has dicho. Además, os digo que en el fu-
turo veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Todopoderoso,
y que viene en las nubes del cielo’ ” (Mat. 26:64).
Todos los que participaron activamente de la muerte de Cristo re-
sucitarán antes de su regreso. Luego volverán a morir y resucitarán
después del milenio.
El otro grupo que participará de la resurrección especial estará
compuesto por los que resucitan para vida eterna. Daniel menciona
a otro grupo que participará de la resurrección especial: los que re-
sucitan para la vida eterna (Dan. 12:2). Volverán a la vida junto con los
que mataron a Jesús, pero no para ser avergonzados, sino para pre-
senciar el regreso de Jesús como premio a su fidelidad. Estos son los
justos que murieron con la esperanza del pronto regreso de Cristo y
fueron obedientes, como lo describe el tercer ángel: “¡Aquí está la pa-
ciencia de los santos, los que guardan a los Mandamientos de Dios y
la fe de Jesús!” (Apoc. 14:12).
Acerca de este tema tenemos un mensaje inspirado: “Los sepul-
cros se abren y ‘muchos de los que duermen en el polvo de la tierra
serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y
confusión perpetua’ (Dan. 12:2). Todos los que murieron en la fe del
mensaje del tercer ángel, salen glorificados de la tumba, para oír el
pacto de paz que Dios hace con los que guardaron su ley. ‘Los que le
traspasaron’ (Apoc. 1:7), los que se mofaron y se rieron de la agonía
de Cristo y los enemigos más acérrimos de su verdad y de su pueblo,
son resucitados para mirarle en su gloria y para ver el honor con que
serán recompensados los fieles y obedientes” (Elena de White, El con-
flicto de los siglos, p. 621).
90
DANIEL, EL VENCEDOR ◣
Pero más importante que conocer en detalle quiénes son los que
van a resucitar antes del regreso de Cristo, es estar preparado. La se-
gunda venida del Salvador significa también, la victoria sobre el pe-
cado y la maldad, la victoria sobre los enemigos de Dios y sobre su
gran acusador: Satanás.
Hoy es tiempo de predicar esta gran verdad a nuestros vecinos,
amigos y compañeros de trabajo y de estudios: el regreso glorioso de
Cristo en las nubes del cielo, de forma literal para traernos la victoria.
CONCLUSIÓN
El libro de Daniel es la clave para entender el Apocalipsis. A través
del este libro aprendimos que Dios es el soberano de la historia, con-
duce naciones, reinos y poderes, y que Jesús volverá en breve para
instaurar su reino eterno.
91
◢ Un hombre singular
¿Está preparado para encontrarse con Jesús? Si muriera hoy, ¿cree
que Cristo lo resucitaría para vida eterna cuando regrese?
El sabio Salomón nos deja una reflexión muy importante:
“El fin de todo discurso, es éste: Venera a Dios y guarda sus Man-
damientos, porque éste es todo el deber del hombre. Porque Dios
traerá toda obra a juicio, incluyendo toda cosa oculta, buena o mala”
(Ecl. 12:13 y 14).
Daniel fue un portavoz de Dios para anunciar la victoria, en el
gran conflicto cósmico, del bien sobre el mal. Usted también es lla-
mado para anunciar la victoria de todo aquel que espera el pronto re-
greso de Jesús.
92
N O TA S
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