Violencia
Violencia
Violencia
3
¿Sabías qué? Un poco de teoría…
5
¿Qué es la violencia de género?
17 Mitos
26
¿
Algunos Datos… ≠ pero =
?
Fórmulas metodológicas. ¡Elige tu fórmula!
29
33
60
¿Qué es la violencia de
Género?
ciar su voluntad
Se conoce por violencia la coacción física o psíquica ejercida sobre y ob
una persona para vi
liga
1
rla a ejecutar un acto determinado . Por desgracia en este mundo hay muchos tipos de
violencia, pero aquí vamos a hablar de uno muy específico, LA VIOLENCIA DE GÉNERO
(V.G.).
La ONU la define así: “Violencia contra las mujeres es todo acto de violencia basado en la
pertenencia al sexo femenino que tenga, o pueda tener como resultado, un daño o
sufrimiento físico, sexual o psicológico para las mujeres, inclusive las amenazas de tales
actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se produce en la vida pública o
privada” Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer. (Resolución de la
Asamblea General 48/104 del 20 de diciembre de 1993)
Hay otros términos muy utilizados, como “violencia doméstica” o ‘violencia intrafamiliar’,
pero estas expresiones son menos adecuadas porque se limitan a informar sobre el lugar en el
que se produce la violencia y no especifican aspectos tan esenciales de la misma como
quién es la víctima, quién el agresor o cuál es el objetivo y la causa de esta violencia. Dentro
de este tipo de “violencia intrafamiliar” se encuadraría la agresión entre cónyuges o parejas,
pero también la agresión a menores, a personas mayores, con discapacidad; dejando fuera
aquella violencia hacia la mujer que se produce fuera del ámbito de lo doméstico-familiar.
Veamos ahora una serie de elementos que diferencian claramente un tipo de agresión de
otro:
Los objetivos de la agresión son diferentes. El hombre la utiliza para hacer daño de forma
consciente y para mantener el control sobre la mujer (la ejerce siste- máticamente).
Mientras que en la mujer suele ser una respuesta a una situación previa de violencia
ejercida por el hombre, una reacción defensiva, y con ella la mujer no consigue salir de la
espiral de violencia a la que se encuentra sometida, sino aumentarla.
Las reacciones sociales también son diferentes. En el caso de la agresión a la mujer, la
sociedad responde minimizando la conducta del hombre y culpabilizando a la mujer. Sin
embargo, cuando es al contrario no se buscan atenuantes para la agresión de la mujer
al hombre.
En lo que se refiere a la relación, con la violencia el hombre pretende perpetuar esa
relación, mantener el sometimiento. La mujer en cambio recurre a la violencia como único
medio para acabar con dicha relación.
También encontramos diferencias después de la relación. El hombre continúa con la
agresión después de la separación (de hecho, la mayoría de las muertes se produce tras
ésta). La mujer no ataca al hombre una vez que ha salido de la relación violenta.
5
Factores que perpetúan esta violencia
Culturales Legales
La socialización específica de género. Menor estatus lega
Las definiciones culturales de los roles sexuales apropiados como en la práctica
para mujeres y hombres. Leyes sobre el divo
herencias.
Las expectativas del cumplimiento de los roles dentro de las
relaciones. Definiciones legale
Creencia en la superioridad inherente de los hombres respecto a Bajo nivel de forma
las mujeres.
Falta de sensibilidad
Valores que dan a los hombres derechos de propiedad sobre por parte de la polic
las mujeres y las niñas.
La noción de la familia como una esfera privada y bajo el control
masculino.
Determinadas costumbres matrimoniales (como la dote). Políticos
Maltrato Psicológico
Aquí entrarían actos como los insultos ("eres una puta"), los desprecios ("no vales para
nada"), las humillaciones y chanzas ("¿Quién te va a querer con esa cara?”). También
supone violencia psicológica el ignorar a una persona (no hablar a alguien o hacer como si
no existiera) y también la amenaza de agresión física ("como no me hagas caso, te parto la
cara"). El maltrato psicológico continuado, al igual que el físico, provoca sentimientos de
humillación, que van destruyendo la autoestima de las personas, y sus secuelas son incluso
más duraderas que las del maltrato físico.
Desvalorización
Tergiversar los argumentos de tal modo que ella aparezca siempre como culpable de
todo lo negativo que sucede, incluso de hechos imprevisibles.
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Burlarse y reírse de ella.
Humillarla en público criticándola, rebajándola o ignorándola.
Elogiarla y humillarla alternativamente hasta originarle confusión.
No expresar nunca reconocimiento de sus cualidades o sus aciertos.
Compararla con
otras personas
en general, o
mujeres en
particular,
dejándola en
inferioridad.
Destrucción de la autoestima.
Distorsión de
su auto
imagen,
llegando a
sentirse como
estúpida,
poco valiosa
o poco
atractiva. Este
sentimiento
puede llevar a
la mujer,
paradójicame
nte, a sentirse
culpable en
algún modo
de lo que le
sucede e
incrementar
su inversión y
compromiso
en la relación
dirigiendo su
esfuerzo y
energía hacia
los objetivos
de quien la
maltrata.
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AISLAMIENTO Y ABUSO SOCIAL
Conductas que utiliza el agresor:
Prohibirle directamente relacionarse con su familia de origen, sus amigos, compañeros o
vecinos.
Lograr alejarla de su familia, amigos y compañeros a través de tácticas indirectas tales
como generar situaciones que le resulten incómodas y violentas cuando está con ellos
o montarle broncas cada vez que se relaciona por causas aparentemente ajenas al
hecho.
Otra táctica indirecta consiste en conseguir que la mujer carezca de tiempo para relacionarse a
través de sobrecargarla de responsabilidades que la impone como ineludibles (cuidado de los
hijos, trabajos domésticos, estar presente y disponible en el hogar en todo momento, etc.)
Sabotear los actos que suponen reunirse con familiares o amigos.
Impedirle llevar a cabo actividades que supongan salir fuera del hogar (trabajar, estudiar,
etc.) o dejarle salir el tiempo imprescindible para realizar la actividad controlando que
regrese inmediatamente.
Dejarle encerrada o con el teléfono desconectado cuando él se va para impedirle salir o
comunicarse.
Impedir que la mujer le acompañe en actividades sociales u obligarla acudir aunque no lo
desee.
En reuniones sociales, le obliga a retirarse cuando él lo desea, le prohíbe hablar de
ciertos temas, le impide bailar o divertirse, etc
Imponerle el modo en que debe ir vestida o maquillada.
CHANTAJE EMOCIONAL
Esta forma de maltrato consiste en mostrar sumisión, dependencia y auto degradación. La
mujer puede acabar por asumir la responsabilidad del bienestar emocional de la pareja,
imponiéndose la necesidad de protegerle y sintiéndose culpable de obrar de acuerdo a sus
propios criterios, si estos contradicen los de él, debido al sentimiento de culpa paralizante
que le genera.
Se trata en definitiva de viciar la voluntad de ella y controlar sus actos, por tanto de abuso, si
bien se usan métodos distintos a la violencia física, los insultos o las amenazas. Por el
contrario se pueden usar técnicas tales como llorar, rogar, expresar dependencia,
mostrarse desvalido, etc.
Inducir sentimientos de pena hacia él insistiendo en argumentos tales como dolencias, una
infancia desdichada, etc.
ABUSO AMBIENTAL
Destruir o dañar aquello que tiene valor afectivo para la mujer (animales, objetos, plantas,
fotos, recuerdos, etc.).
Volviendo a los datos obtenidos por el Proyecto Detecta el 21,76% de los adolescentes
no consideran que “el hecho de golpear o arrojar objetos durante una discusión” sea una
conducta violenta.
Provocar daño emocional en la mujer a través de destruir cosas de valor sentimental para ella.
Intimidación y temor.
Sufrimiento emocional.
VIOLENCIA FISICA
Desde un empujón intencionado, una bofetada o arrojar objetos, hasta el extremo del asesinato.
El maltrato físico, además de poner en riesgo la salud y la vida de las personas agredidas en los
casos más extremos, provoca miedo intenso y sentimientos de humillación, que van
destruyendo la autoestima de las personas.
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VIOLENCIA O ABUSO SEXUAL
Cualquier contacto sexual no deseado. Desde levantar las faldas a una chica, hasta la
violación.
Las agresiones sexuales también producen fuertes sentimientos de humillación y por lo
tanto, producen daños psicológicos.
Ejercer dominio.
Conductas:
Administrar y disponer del dinero que ella gana impidiéndole acceder de manera directa a su
propios recursos.
Disponer de dinero para su ocio, caprichos o intereses a costa de mantener al resto de la familia e
situación de carencia.
Ocultar recursos.
Objetivos:
Consecuencias:
violencia
Ciclo de la
violencia
Además de las etapas que van dando forma a las situaciones de violencia, también se establece u
proceso cíclico entre una agresión y otra. Las fases descritas en cada uno de estos ciclos son tres
tensión, afirmación contundente de dominio (explosión) y arrepentimiento.
Tensión. En esta primera fase el agresor va acumulando tensión por todo aquello que en la relació
no es como él considera que debe ser. Se trata en realidad de una serie de tácticas coercitivas co
el objeto de aislar a la mujer de las posibles redes de apoyo y hacerla dependiente del propi
agresor (tanto en lo económico como en lo afectivo).
El arrepentimiento. Es una fase de manipulación afectiva, un proceso que utiliza el agresor par
mitigar el senti- miento de culpa y evitar que la relación termine. Esta etapa también es conocid
como “Luna de miel” porque el agresor comienza a hacer regalos y promete a la mujer que todo v
a cambiar, que está muy arrepentido de lo que ha pasado y que nunca volverá a repetirse. Una ve
que se ha mitigado el sentimiento de culpa y el riesgo de ruptura, la tensión comienza de nuevo.
En la fase de “afirmación del dominio” las agresiones son más severas y desmedidas
respecto a las causas que el agresor esgrime para justificar su conducta.
La fase de arrepentimiento se hace cada vez más corta, llegando incluso a desaparecer
18
“El amor romántico” y
la Indefensión aprendida
El amor romántico
Otro factor que afecta en multitud de ocasiones son las equivocadas concepciones del
amor y de las relaciones que tienen algunas de las víctimas. A veces determinadas
manifestaciones se confunden con conductas amorosas: posesividad, exclusividad,
preocupación e interés por el otro, autoridad, celos, control... Estas situaciones no hacen más
que confundir más a la mujer, y causas y efectos quedan entrelazados formando un
círculo sin salida.
Un informe “La violencia doméstica contra las mujeres” elaborado por el Defensor del
Pueblo en 1998, insiste en el arraigo entre muchas mujeres de lo que denomina “el amor
romántico”, que con su carga de altruismo, sacrificio, abnegación y entrega, refuerzan la
actitud de sumisión.
Indefensión aprendida
Hay algunas teorías que nos ayudan a entender estas situaciones, se trata de las teorías de
la indefensión aprendida y de la habituación.
Está demostrado que la exposición repetida a cualquier grado de violencia, incluso los muy
débiles, afecta y disminuye la conciencia crítica de percepción y de rechazo a la misma,
distorsionando el umbral de tolerancia y constituyendo una especie de anestésico ante la
violencia. Este proceso de asunción de umbrales altos de violencia como normales es al que
denominamos habituación.
Te contamos el experimento cómo si lo viéramos a través de una pantalla y desde “el punto de vista
de la rana”:
Habituación
Ponemos en fila 10 vasos iguales llenos de agua. Se informa de que a partir de un vaso concreto
se han empezado a añadir al agua gotas de edulcorante. En el primer vaso que se “endulza” se ha
añadido una gota, en el segundos dos, en el tercero tres…y así progresivamente a partir de uno de
los vasos, los demás están más dulces. Se trata de identificar a partir de que vaso el agua
empieza a estar dulce.
Ocurre que si una persona está acostumbrada a tomar mucho dulce y lo hace todos o casi
todos los días, no será capaz de reconocer el agua endulzada hasta que ésta tenga
muchas gotas de edulcorante. En el vaso siete u ocho, por ejemplo.
Sin embargo, la persona que casi no tome dulce, identificará éste en el primer o segundo
vaso con edulcorante, porque no está habituada al dulce y por lo tanto lo reconoce
inmediatamente
Este experimento nos sirve para ver como debido a la habituación o a la exposición constante de
situaciones de violencia o maltrato, muchas mujeres pierden su capa- cidad de identificar esas
situaciones
Mujeres de diferente cultura y clase social comparten la reacción paradójica de desarrollar un vínculo
afectivo gradualmente más fuerte con sus agresores, llegando al punto de asumir las excusas-
justificaciones esgrimidas por el agresor tras cada maltrato y de aceptar sus arrepentimientos, retirar
las denuncias policiales si las hay o detener procesos judiciales en marcha al declarar a favor de sus
agresores antes de que sean condenados. El síndrome de Estocolmo es un conjunto de
reacciones psicológicas observadas en personas sometidas a cautiverio mediante las cuales las
víctimas acaban manifestando una paradójica adhesión a la causa de los secuestradores,
estableciéndose cierto tipo de procesos de identificación entre rehenes y captores e incluso,
desarrollándose lazos afectivos y de simpatía en el marco del contexto traumático del secuestro. En
muchos aspectos, es posible establecer un paralelismo muy claro entre la emergencia de vínculos
paradójicos en experiencias de personas sometidas a secuestro y en mujeres que sufren violencia
en la intimidad, a modo de un Síndrome de Adaptación Paradójica a la Violencia Doméstica.
(A. Montero.
Presidente
de la
Sociedad
Española de
Psicología
de la
Violencia).
Estos conceptos los tenemos que tener claros para desmontar creencias que se materializan en
frases como “ellas se lo buscan por no irse” por parte de muchos alumnos y
“eso a mi no me pasa porque le dejo al primer insulto” por parte de muchas alumnas.
La mujer
maltratada
Ante todo hay que tener en cuenta que no hay un perfil de mujer maltratada, cualquier mujer puede ser
víctima del maltrato. Sí se encuentra una serie de carac- terísticas psicosociales similares en las
mujeres maltratadas, pero éstas deben ser consideradas como las secuelas que deja la situación
de violencia, nunca como previas a dicha situación.
Causas económicas
Ausencia de alternativas reales en cuanto a alojamiento, empleo o economía.
Dependencia económica de la pareja
Creencia de que si se separa no podrá dar a sus hijos e hijas un hogar decente, escolarización,
ropa...
Causas sociales
La falta de medidas eficaces de protección a las víctimas que eviten las agresiones cuando
éstas denuncian.
Los déficit en la eficacia del sistema judicial ante esta problemática.
La inadecuada respuesta de las instituciones.
Causas psicológicas
El sentimiento de culpa tan difícil de entender por contextos o personas que lo ven desde fuera
puede generarse por varias causas:
Atribuir lo que le sucede a su “forma de ser”, que les lleva a considerarse “merecedoras” de un
trato indigno por autopercibirse como poco competentes, de escasa valía, poco atractivas o, en
ocasiones, demasiado provocadoras.
Llevar a cabo conductas inapropiadas de evitación del abuso que intentan impedir o retrasar los
incidentes violentos. Con esta intención las mujeres utilizan estrategias como:
Mostrarse sumisa.
Mentir, encubrir al agresor ante terceras personas.
Acceder a mantener relaciones sexuales en contra de su voluntad.
Consentir un posible maltrato a los hijos y las hijas.
Considerar que, en cierto modo, ellas se han buscado lo que les sucede por no haber cortado la
relación en los primeros episodios de maltrato, haber renunciado a su trabajo y su proyecto
profesional, no haber escuchado las advertencias de familiares o amistades que percibieron en
su momento que la pareja elegida no era la adecuada, etc.
Variables paralizantes… ¿por qué no denuncian?
Causas psicológicas
maltratador
Si hay algo que caracteriza al agresor es precisamente aquello que permanece oculto, una serie de
estrategias que utiliza para controlar y aislar a la mujer y evitar que este maltrato salga a la luz. Algunas
de estas estrategias son:
SUELEN ACTUAR SECRETAMENTE: toman a menudo precauciones para ocultar a los demás la
violencia que ejercen.
NIEGAN:cuando falla el intento de ocultación puede negar los hechos, a veces, utilizan
estrategias previas y argumentos para atacar la credibilidad de la víctima y de los que
le acusan, cuestionando su estabilidad emocional, alegando argumentos de
venganza e influencias externas, especialmente cuando las mujeres se asesoran y
tiene apoyos desde el movimiento organizado de mujeres.
CULPAN: si lo anterior no es suficiente dirá que la víctima le provocó o que se causó el
daño ella misma.
CONFABULAN: puede intentar que otras personas (familiares, amigos, etc.) le den soporte
contra ella.
MINIMIZAN: puede reconocer que ocurrió pero pretender que eso ya pasó, que hay que perdonar,
olvidar y continuar juntos.
NO ACEPTAN LA RESPONSABILIDAD DE SUS ACTOS: no se sienten culpables ni
asumen la responsabilidad del daño ocasionado. Cuando desde la sociedad, los
poderes judiciales o los servicios públicos se ignora el maltrato, se refuerza el punto de
vista del agresor de que la violencia es aceptable, de que no es para tanto, que
también ella puede tener culpa.
creencias
A continuación, se exponen algunos de estos mitos o falsas creencias con el fin de que sean
conocidos por el profesorado y puedan ser cuestionados en el aula.
1. "Lo que ocurre dentro de una pareja es un asunto privado; nadie tiene derecho a meterse"
No es un asunto privado ya que es un delito contra la libertad y la seguridad de las personas. Los
delitos jamás son cuestiones privadas y menos aún cuando las víctimas no están capacitadas
para defenderse.
2. "Un hombre no maltrata porque sí; ella habrá hecho algo para provocarle"
Esta creencia es una de las más arraigadas y supone afirmar que la mujer es la responsable del
comportamiento violento del hombre. Supone afirmar que la víctima es en realidad la culpable o
por lo menos que no hay víctimas, que tanto ella como él se agreden mutuamente. En este sentido,
existe también la creencia de que la mujer agrede verbalmente y el hombre físicamente, que la única
diferencia está en la forma de ejercer la violencia, sin embargo, las personas expertas afirman todo
lo contrario: la mujer maltratada reprime su rabia e intenta evitar las agresiones adoptando
comportamientos totalmente pasivos como el de someterse a los deseos del hombre, darle la razón
y no cuestionarle.
La cuestión fundamental es que el hombre agresor vive como provocación que la mujer tenga y
exprese sus propios deseos y opiniones y se comporte según los mismos. Las/os especialistas
que tratan a agresores afirman que estos hombres basan su autoestima en su capacidad para
controlar y dominar, y por lo tanto sólo se sienten satis- fechos cuando consiguen la sumisión. De
todas formas nadie tiene derecho a pegar, insultar, o amenazar a otra persona, sea cual sea la
excusa que se ponga para ello.
3. "Si una mujer es maltratada continuamente, la culpa es suya por seguir conviviendo con ese hombre"
Esta falsa creencia responsabiliza a la mujer de la situación de malos tratos y por lo tanto culpa a
la víctima. Las razones por las que una mujer maltratada decide seguir conviviendo con su
agresor son múltiples y variadas, como hemos visto un poco más arriba.
5. "Los hombres que maltratan lo hacen porque tienen problemas con el alcohol u otras drogas"
Así se suelen justificar muchos maltratadores, evitando de esa forma hacerse responsables de sus
actos. Es cierto que el consumo excesivo de alcohol es frecuente en estas personas, pero este
hecho no les exime de su responsabilidad. Recordemos, por ejemplo, que en los accidentes de
tráfico la ingesta de alcohol es un agravante a la hora de imputar responsabilidades penales.
Además no todos los hombres que tienen problemas con el alcohol pegan y maltratan a sus
parejas. El alcoholismo (u otros tipos de drogadicción) sólo concurren en una de cada 5
agresiones.
6. "Los hombres que agreden a sus parejas son violentos por naturaleza"
Es muy frecuente que los hombres que maltratan a sus parejas no sean violentos con otras
personas. Incluso es frecuente que en el resto de sus relaciones sociales sean amables y
respetuosos. Por lo tanto, la cuestión no es que no puedan controlar su ira, sino que deciden
descargarla agrediendo a personas sobre las que se sienten con derecho a actuar así. Todas las
personas, en ciertos momentos, sentimos rabia y frustración en nuestras relaciones con los/las
demás, sin embargo nuestros valores y el respeto hacia los/las demás nos conducen a canalizar y
descargar ese malestar sin agredir.
28
7. "Los hombres que abusan de sus parejas, fueron maltratados en su infancia"
Diferentes investigaciones relacionan haber sido testigos de violencia en la familia de origen con
los roles de víctima y agresor que se establecen en las parejas, asumiendo que la violencia se
transmite de generación en generación. Sin embargo la relación entre estas dos cuestiones no
es la de causa-efecto; no todos los hombres que mal- tratan a sus parejas han sido testigos de
violencia o han sido también maltratados, ni tampoco todos los hombres que han sido testigos
de violencia o han sido también maltratados maltratan a sus parejas.
9. "Laviolenciacontralasmujeresnoesparatanto.Soncasosmuyaislados.Loquepasaesquesalenenlaprensa
y eso hace que parezca que pasa mucho"
Los casos que aparecen en los medios de comunicación e incluso las denuncias que se realizan
sólo representan una pequeña parte de la realidad. Las personas expertas en violencia
doméstica afirman que sólo se denuncian alrededor del 10% de los casos. Según datos
publicados por el Ministerio de Interior (1991;35), en el 6% de las familias andaluzas existen
malos tratos físicos.
10. "La violencia doméstica sólo ocurre en familias sin educación o que tienen pocos recursos económicos
(viven en la miseria)”
No es cierto. Es un fenómeno que se da en todas las capas sociales y económicas. La diferencia
suele estar en el tipo de violencia que se ejerce y en las salidas que se dan a esta situación. Es
muy probable que las mujeres pertenecientes a capas sociales medias y altas no recurran a los
Servicios Sociales y no presenten denuncias por sentirse presionadas a no hacer pública una
situación que afectaría negativamente a su estatus social. Es evidente, que la esposa/compañera de
un hombre con una vida pública prestigiosa se sienta muy presionada a ocultar la violencia
doméstica.
29
484 mujeres han perdido la vida por esta causa a manos de sus parejas desde 1998 a 2006.
Fuente: Informe 2006 “Atención Sanitaria a la violencia de género en el Sis- tema Nacional de Salud” elaborado por el Observatorio de Salud de la
Mujer
y la Comisión contra la Violencia de Género.
Fuente: redfeminista.org
Entre un
30% y un
60% de
las
mujeres
en el
mundo
son objeto
de
maltrato
[Informe
de la
CEPAL-
ONU del
2007].
Cada
quince
segundos
una mujer
es
maltratad
a. El
maltrato
es la
mayor
causa de
lesiones a
la mujer;
prevalece
sobre la
violación
callejera,
asaltos o
accidente
s de
coche.
7.000.000
de
española
s ha
sufrido
algún tipo
de
maltrato
físico o
psicoló-
gico por
parte de
su pareja,
un 18%
de las
española
s
mayores
de 18
años.
(Barómetr
o de “La
Ser”,
noviembr
e 2000).
El riesgo
de morir
por esta
causa es
5,3 veces
mayor en
el caso de
las mu-
jeres
extranjera
s
residente
s en
España.
Fuente:
Informe
2006.
Atención
Sanitaria
a la
violencia
de género
en el
Sistema
Nacional
de Salud”
elaborado
por el
Observat
orio de
Salud de
la Mujer y
la
Comisión
contra la
Violencia
de
Género.
Las
jóvenes
entre los
20 y los 30
años
forman el
segundo
grupo
más
afecta- do
por este
tipo de
violencia y
son los
que
menos la
reconoce
n.
Fuente: Observatorio Estatal contra la Violencia sobre la Mujer.
El 35% de
las
mujeres
que
ingresan
en
urgencias
lo hacen
por temas
rela-
cionados
con
violencia
de
género.
30
Sólo el 30% de las mujeres asesinadas por sus parejas había denunciado maltrato con
anterioridad. El 70% restante murió en silencio.
Fuente: Observatorio contra la Violencia Doméstica.
El 30% de las denuncias que podrían haberse enjuiciado como delito, por referirse a
amenazas de muerte, han sido consideradas de manera sistemática por los jueces
como faltas sin que en ningún caso se hayan adoptado medidas de protección a la
víctima. Sólo en un 18% de los casos denunciados se condena al agresor. (G.M.M.)
Desde junio de 2005 hasta mediados del 2006, 50.086 hombres han sido condenados
por maltratar a sus parejas o ex parejas, el 72% del total de las sentencias emitidas
sobre este tipo de delitos.
Fuente: Observatorio contra la Violencia Doméstica del Consejo General del Poder
Judicial.
El 20% de la población española conoce uno o más casos de hombres que maltratan
a su pareja y el 22% de los/as españoles/as no denunciaría los casos que conoce de
malos tratos.
Guía para Mujeres Maltratadas de A.Álvarez (G.M.M.)
En EE.UU. existen tres veces más refugios para animales que para mujeres maltratadas y
sus hijos/as. (G.M.M.)
Si no fuera por prácticas como el feticidio femenino, habría 120 millones más de mujeres
vivas.
Fuente: Informe “Por ser niñas” ONG PLAN
31
En Andalucía se presentaron durante los nueve primeros meses de este año un total de
11.325 denuncias por violencia de género, un número que ascendió a 14.325 durante
todo el pasado año.
“Las víctimas de malos tratos cada vez tardan menos en denunciar, según el IAM. La
directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Soledad Ruiz, ha dicho hoy que las
mujeres aguantaban antes hasta diez años para denunciar el maltrato porque los soportaban
"durante toda su vida", pero esa situación ha cambiado, especialmente entre las víctimas
más jóvenes, que deciden acabar antes con este tipo de violencia, lo que arroja
"esperanza" para combatir el problema.” 21 de noviembre del 2007, en prensa.
“Extirpar el clítoris de una niña en una clínica con todas las medidas higiénicas puede
conseguirse por un mínimo de 50 libras (7euros), en una operación que dura apenas
10 minutos”
“Se calcula que en torno al 90 por ciento de mujeres en edad fértil de Egipto han sufrido esta
operación, técnicamente llamada “mutilación genital femenina” 28/06/2007 EFE
“En términos globales, 130 millones de mujeres han manifestado haber sufrido algún tipo de
mutilación o práctica quirúrgica genital, según las investigaciones del bioantropólogo, Desmond
Morris”
“Los datos que se manejan sobre prostitución indican que ésta es ejercida de una forma
mayoritariamente abrumadora por mujeres y niñas, mientras que los consumidores de la
prostitución son mayoritariamente hombres.
De los datos que contabilizó la Guardia Civil en el 2004, la mayoría de las mujeres que
ejercen la prostitución en España, proceden de América Latina, le siguen las mujeres proce-
dentes de Europa Oriental y en último lugar las de África, siendo una minoría las
españolas.
Las encuestas revelan que aproximadamente tan sólo un 5% de las mujeres que ejercen la
prostitución en España, afirman hacerlo voluntaria y libremente. El resto, constituye un 95%”
Fuente: Secretaría para la Igualdad de UGT
32
Reflexión personal
51
Relación sin violencia
Teneisuna
relaciónen
igualdad...
Si tu pareja
55
Glosario...
CENTRO DE EMERGENCIA
Lugares donde se protege a las mujeres como medida de urgencia cuando escapan de una situación de
violencia. Son espacios de estancia breve hasta que se determina el recurso específico de derivación
DENUNCIA
Acción de denunciar. Notificación a la autoridad competente de una violación de la lay penal,
perseguible de oficio. Documento en que consta dicha ratificación
DEPENDENCIA
Hecho de depender de una persona o cosa. Estado mental y físico patológico en
que uno/a necesita un determinado estímulo para lograr una sensación de
bienestar
INDEFENSIÓN
Falta de defensa, abandono, desamparo. DER:situación en que se deja a la parte litigante a la que
se niegan o limitan contra ley sus medios procesales de defensa
VIOLENCIA DOMÉSTICA
Toda forma de violencia física o psicológica que pone en peligro la seguridad o bienestar de un
miembro de la familia; recurso a al fuerza física, incluida violencia sexual, en la familia o en el hogar.
En este concepto se incluyen el maltrato infantil, el incesto, el maltrato de mujeres y los abusos
sexuales o de otro tipo contra cualquier persona que conviva bajo el mismo techo.
VIOLENCIA DE GÉNERO
Toda violencia que atenta contra la dignidad e integridad física y moral de las mujeres, sobre la base de
la consideración social que tradicionalmente se le ha venido dando.
VIOLENCIA SEXUAL
Todo tipo de violencia ejercida mediante el recurso o la amenaza de recurrir a la fuerza física o al
chantaje emocional; se incluyen la violación, el maltrato a las mujeres, el acoso sexual, el incesto y
la pederastia. en el momento del nacimiento o repartirse en periodos determinados a lo largo de uno
o varios años en los que el padre ejercerá sus responsabilidades de atención a su hijo/a.
Fuente: www.educarienigualdad.org
58
Bibliografia...
Bibliografía utilizada
d
e
,
Á
t
a
Palmer, Pat y Alberti, Melissa. Autoestima, un manual para adolescentes. Valencia. Promolibro-
Cinteco.
Lorente Acosta M. y Lorente Acosta J.A. Agresión a la mujer: Maltrato, violación y acoso. Granada.
Comares. 1.998.
Jiménez Aragonés. Pilar (1999). Materiales Didácticos para la prevención de la violencia de género.
Consejería de Educación y Ciencia. Instituto Andaluz de la Mujer. Junta de Andalucía
McKay, Matthew y
Fanning, Patrick.
Autoestima. Evaluación y
Cómo desarrollar la
autoestima en los
adolescentes. Debate.
Echeburúa E.y Corral P. Manual de violencia familiar. Manuales de Psicología. Siglo XXI.1.998.
ante la vilolencia
Gracias al trabajo de las mujeres y del movimiento feminista se han ido creando recursos para
atender a las mujeres. Algunos de estos recursos son:
EMERGENCIAS: 112
60
FON O SO IA EUROPEO