Tango y Complejo de Edipo
Tango y Complejo de Edipo
Tango y Complejo de Edipo
Hablar de la relación entre tango y análisis freudiano, no es tarea fácil, tampoco es una idea
traída de los pelos. El profesor Asdrúbal Valencia en su libro “El universo del tango”, afirma:…
“En 1897, Freud en una carta a su amigo Fliess le informaba el descubrimiento del complejo de
Edipo, en la esquina de Pueyrredón y Paraguay, en Buenos Aires, se estrenaba “El entrerriano”.
Para mí una disculpa no de mucho peso, más bien peregrina que justifica hermanar al tango
con el sicoanálisis.
Actualmente la cuestión no es tan difícil, un tío, un vecino nos sirven de modelo para la
identificación masculina. Una tía, una vecina nos sirven para la identificación femenina.
Tener claro de lo que es el complejo de Edipo exige un nivel intelectual y académico a los
cuales el vulgo difícilmente llega. Los trabajos de análisis sicológico de toda actividad humana
son a veces pocos y poco comprensibles, Nos gusta La ley del menor esfuerzo. Freud
empleaba historias antiguas en sus teorías para obviar este inconveniente. Una de sus teorías
más conocidas, y quizá la más influyente, es el complejo de Edipo. Básicamente, consiste en un
grupo de ideas y sentimientos inconscientes relacionados con el deseo de poseer al progenitor
del sexo opuesto al propio y eliminar al del mismo sexo. Este complejo aparece en los niños
entre los tres y los siete años, cuando desean a su madre, y por ello, envidian y odian al padre.
El complejo de Edipo es un tema abordado de una manera seria por Freud. Tan importante es
la superación de este complejo que no solo la sicología sino la literatura ha aportado para ser
entendido y digerido. (Ver tragedia de Sófocles). Por mucho tiempo incluso en la actualidad los
estudiosos de la sicología le dan a la mala superación de este complejo la única y valedera
razón para explicar el homosexualismo.
El complejo recibe su nombre de la tragedia del dramaturgo griego Sófocles sobre el mítico
Edipo, que mató a su padre y después se enamoró de su madre, casándose con ella sin conocer
su relación con ambos. Según la historia, un oráculo predijo que el príncipe de Tebas asesinaría
a su padre y se uniría con su madre. Para evitarlo, el padre abandona al niño en una colina con
los pies perforados, para que muriera de hambre y de desamparo. Pero unos extranjeros lo
encuentran y se encargan de su crianza. Tiempo después, y ajeno a todo, el muchacho regresa.
Mata al rey y libera al reino de la opresión de un monstruo, la Esfinge de Tebas, se casa con la
reina, que era en realidad su madre, y luego descubre la verdad. Lleno de horror ante su
crimen, aunque sin ser personalmente responsable de él, Edipo se arranca los ojos y, ciego, se
marcha al exilio.
Según Freud, este complejo es un fenómeno universal e independiente de la cultura donde nos
educamos. Decía que de él deriva gran parte de nuestra culpa inconsciente. Muchos de
nuestros sueños muestran la muerte de nuestros padres, y pueden resultar aterradores
(parricidio). Estos sueños deben interpretarse con cautela.
Son muchos los tangos que con sutilidad y aparente inofensividad unos: te quiero como a mi
madre…. “Cuando me entrés a fallar”, aparente porque al ojo de un analista es mucha la tela
que cortaría de esa simple frase. O descarnados y rayando con el mensaje incestuoso otros,
tratan el tema edípico: …yo solo tengo un cariño / que es el de mi madrecita /…buena como un
bandoneón /…fue inagotable fuente su ternura / de madre y de mujer…“Mi querer”.
Nuestra música colombiana tiene una excelente creación en ritmo de bambuco que nos puede
ayudar a entender este fenómeno sicológico.
De un mundo de santos mi / Dios quiso legarme / un ángel divino / virtuoso y amado, un ángel
hermoso /para que me guíe. / Por qué seré bueno? / por que seré malo? / lo cierto es que
llevo / su imagen bendita / jugando dulzona / en mi pensamiento,…/ Yo tengo una novia, / no
hay otra más buena, / más noble y más pura / Jamás va a engañarme! / Por ella gustoso daría
mi vida / porque ella no miente / porque ella es mi madre!..
Un complejo de Edipo bien superado no tiene por qué compararse el amor materno con el
amor romántico. Mi madre es mi madre, y mi amante es mi amante.
entonces me encontraste
“El poema en gris” Manuel Enrique Ferradás Campos / Eduardo Gregorio El chon Pereyra.
Una jermu que reúne las condiciones precisas para un estudio profundo de desadaptación de
un complejo de Edipo mal superado. Solterona, que espera a quien nunca había quedado
llegar, porque la esperanza es lo único que se pierde. La únicas persona que se le mediría a la
solterona sería un man que en el amor romántico busque una mamá, o sea un acomplejadito,
un enfermito. Ese amor maternal patentizado se insinúa como una ventaja, pero es todo lo
contrario. Un tipo sin complejos no busca para formalizar una relación con una persona que se
parezca a la madre.
…
Un amigo que le reclama a su mujer porque no ora por él como lo hacía su madre. Un tango
sicológico, la mamá nunca le dijo en palabras que lo quería, lo cual es dañino. Los humanos
tenemos problema para decirle al otro “Te quiero”, y si la persona es del mismo sexo con
mayor razón, pues entra a jugar los prejuicios de homosexualismo. Cree que la madre va hacer
fuerza por los dos hasta después de muerta. Entetado hasta el máximo.
“Pa’ que bailen los muchachos” Domingo Enrique Cadícamo / Aníbal Troilo (Pichuco).
Un hombre sin cachos, es como un jardín sin flores. Tiene ganas de ir a buscarla, pero se
aguanta como los meros machos. Hermosa la frase… porque el baile es un abrazo. Niño de por
medio. La extraña por dos razones, porque fue mujer, y fue también como una madre.
al lao de la vieja
En la casa de la vieja
El tango da pa’ todo, él le pone una condición para volver tenés que hacerme el amor. Apenas
terminó con la mujer corrió pa’ donde la vieja, porque no hay como el hotel mama. Tango
claramente incestuoso.
Un tango jocoso, que pinta a un solterón presionado por amigos familiares y la sociedad para
que se case. Miedo a la mujer, él no buscó la mujer, se la buscaron, se la metieron por los ojos.
Matrimonio traído de los pelos fracasó. Hubo golpes. Pa’ onde cogió, pues pa ‘onde no le
cobran el puchero…al principio que dulzura!, puros mimos, cariñitos, me decía “cuchi cuchi” y
yo a ella bomboncito…
Y el calor de mi viejita,
La mujer desbanca a la madre que es lo que finalmente de eso se trate, él rechaza cariño que
ella buenamente le quiere dar, él con el amor de la madre tenía pero la vieja colgó los guayos.
Al que se va se lo olvida, y al que se muere se lo entierra.
Tango evocativo del barrio que se llevó el progreso, en el deja claramente ver que la vida de
niño no fue ninguna pera en dulce. La madre y el barrio murieron. La madre juega muy poco
en esta letra, más bien la nombra para reprocharla. La añoranza es al barrio.
…
Pinta a un hombre que deja la vida rea, de enamoramientos vanos por el cariño de la madre.
Amor maternal. Edipo mal superado. Le cuesta destetarse. Un hombre que no supo hacer una
buena elección de su pareja, una mujer linda con un fondo ruin, por semejante cosa su madre
pagó los platos rotos. Pide a Dios le ayude a vengarse. Hombre envenenado.
Hay una manifiesta soledad de una casa de campo y una comunión muy sentida entre madre
anciana e hijo dejado por una ingrata, el paño de lágrimas es la madre impotente para
solucionarle el problema al hijo. Se vislumbra un suicidio.
Hombre calavera que encontró su media naranja. Nunca falta un roto pa’ un descosido. No
buscaba esposa, buscaba una mamá. Edipo mal superado.
Lo grabó Gardel con acompañamiento de los guitarristas: José Ricardo y Guillermo Desiderio
Barbieri.
“Con la otra” Lito Bayardo / Lito Bayardo ( Manuel Juan García Ferrari).
…he tenido muchas veces por compañera / a la santa gaucha mía que me dejó / y del brazo por
la calle con que alegría / parecíamos novios, riendo los dos /. Cuando un día quedé solo,
busqué en tu pecho / el calor que me faltaba para vivir /….
El parroquiano lo que buscaba era una segunda mama, y la encontró pero los celos no dejaron
prosperar esa equivocación.
Un amnésico al que se le cruzan siluetas de mujeres, inicialmente pide que la mujer se haga
presente, pero cuando se da cuenta que a la mujer que nunca olvida es la madre, pide a la
supuesta mujer que no venga no hace falta, es la madre a la que nunca olvida, las demás no
valen la pena, las olvida fácil. La caricia y el beso sano, la que se lo daba era la mama. Un tango
algo frustrante desilusionante tanto bombo y platillo es la madre que según parece lo visita
desde el más allá. Un tango con un gran componente de locura, el parcero está de amarrar.
Un mate y un beso
Así me despierta
Siempre en la niñez
…cepillado el saco
…
Una madre abnegada que no quiere que a su bebé de 20 años se le pare un mosco. No lo deja
crecer, es común en nuestros hogares llamar mi bebé a mamones de 35 o 40 años. Una poesía
dice: …ojala nunca crecieras.
Un matrimonio a todas luces feliz. No tiene sino palabras dulces para su esposa: “fuiste un
ponchito tibio en mi frío anochecer…”.
La mujer y el bebé son un aliciente para alejarse de la mala vida. Una buena mujer hace
milagros. Loa al hijo bebé es un elemento equilibrante junto con su madre similar. Complejo
de Edipo bien superado.
Al tipo éste lo dejan mirando pa’l páramo, le preocupa que su madre se de cuenta que su hijo
tiene un problemonón. Me parece una situación normal. Se trata más bien de un complejo de
Edipo bien superado.
y el calor de mi viejita,
Una mujer le puso los cachos, él sueña que vuelve a pedirle perdón, sueños que le cuenta a su
madre mostrando una dependencia hacia ella, le cuesta trabajo destetarse. Se pinta como un
hombre que no quiebra un huevo, le echa la culpa a la falsía de ella. Tango contradictorio y
dicotómico, si era buena, no le debería haber puesto cachos.
“Lloró como una mujer” Celedonio Esteban Flores / José María Aguilar.
…decime si yo no he sido
Una cucha que ya hace rato la había dejado el tren se consigue un garabo joven vividor y
perezoso que la explota hasta el cansancio, e inclusive le da la biaba. Ella le hace el reclamo de
que no merece ese trato, le saco el argumento de ha sido como una madre, finalmente no le
queda otra sino llorar como una mujer.
Las letras de tango de Discépolo son muy seductoras cuando de relacionarlas con desfases
sicológicos del mismo autor se trata. Vale la pena mencionar el trabajo de la siquiatra Amalia
Lucía Raczkowski “Equivalentes depresivos en la vida y obra de Enrique Santos Discépolo” En
este escrito solo trataré lo relacionado con el complejo de Edipo en los tangos de Discépolo. Mi
propósito aportar conclusiones que surgidas de las letras de sus tangos en la que es clara la
presencia del complejo. Me atrevería a concluir que en su obra hay un Edipo mal superado, y
no podía ser de otra manera en un niño que esta al cuidado de Carmen su tía gruñona sin
ninguna preocupación por la difícil que se le encomendó y más tarde sería Armando su tutor.
De las llamas cayó a las brasas.
Por que Discépolo?. El anverso del libro “Fratelanza” lo dice por mi “La extrema singularidad
de la obra de Discépolo y su figura querible, y en buena medida enigmática, permanecen
vigentes en el interés de los tanguistas sin mella del tiempo. Se cantan sus tangos como si
fuesen creaciones actuales y su rostro (su talento enorme y su nariz, como escribió Manzi) se
yerguen como icono porteño a la par del obelisco y la sonrisa de Gardel”.
Antes de cumplir 9 años ya era huérfano de padre y madre, semejante trauma marcaría para
siempre su vida anímica. Para una inteligencia brillante y analizante, las cosas de vida diaria
que para un hombre del común nada dicen, para el genio eran motivo de análisis e incluso de
preocupaciones. Su primera escuela fue religiosa. Entre sus útiles tenía un globo terráqueo que
"Lo cubrí con un paño negro y no volví a destaparlo. Me parecía que el mundo debía quedar
así, para siempre, vestido de luto".
En su juventud visitó Europa. En las tabernas de Madrid y París, y "en esas mesas que nunca
preguntan" observó un denominador común con aquellas otras de Buenos Aires y de tantas
ciudades argentinas: el hombre que está solo. Y dijo: "Me impresionó la soledad internacional
del hombre frente a sus problemas".
Me atrevería a decir que en la temática Edípica, Discépolo nace de más de 7 años, nada dice
antes de este tiempo. Y lo que no se dice es importante. No hay un tango a la madre
compuesto por Discépolo. Directamente, ella la asexuada aparece como algo secundario. La
figura paterna Ni fu ni fa, los reproches y las alabanzas son para ella. No aparece una familia ni
bien ni mal constituida.
La madre muerta.
La madre engañadora.
La madre comparada.
La madre reemplazante.
La madre muerta.
“Tres esperanzas”
La madre engañadora.
“Desencanto”
la oigo engañándome,
me cantó.
La madre comparada.
“¡Soy un arlequín!”
y me clavé
El amor a la madre, la valoración a la mujer y a la vez el desarme que ellas son capaces de
producir (mujer o madre) en momentos de desesperanza.
Eres lo único en la vida que se pareció a mi vieja… Valoración para algunos exagerada al café. A
la madre la tuvo hasta los 9 años de edad, el café lo acompañó por toda su vida.
La madre reemplazante.
“Victoria”
…
El actor vivía más aburrido que diablo en botella, pues su mujer era chancleta. Hasta aquí está
bien, pero esperar que se fuera la esposa para vivir con mama que lo deje dormir a pierna
suelta y le cante el Arro arro, es de cuidado. Aquí hay un complejo de Edipo mal superado. La
mujer es considerada como un objeto opresor.
“Saraca: Locución interjectiva. Es el lunfardo araca deformado por cruce con el napolitano
saraca: Sardina.
Las comillas son toma textual del libro “Todo tango” de José Gobello. Pág. 353