Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Enfermedad de Von Gierke Tipo 2

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 10

UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS


ESCUELA DE MEDICINA
CÁTEDRA DE BIOQUÍMICA

TEMA:
ENFERMEDAD DE VON GIERKE

ALUMNA:
MARÍA FERNANDA ESPINOZA CHÁVEZ

4º SEMESTRE GRUPO 6

FECHA DE ENTREGA:
MARTES 7 DE NOVIEMBRE DEL 2017
UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL BIOQUIMICA II

INDICE
INDICE ...................................................................................................................................... 2
RESUMEN ................................................................................................................................. 3
ABSTRACT ............................................................................................................................... 3
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................... 4
MARCO TEÓRICO ................................................................................................................... 4
Epidemiología ............................................................................................................................ 5
Grado de gravedad ..................................................................................................................... 5
Manifestaciones clínicas ............................................................................................................ 6
Diagnóstico................................................................................................................................. 7
Diagnóstico prenatal ............................................................................................................... 7
Diagnóstico Pre-implantacional: ............................................................................................ 8
Complicaciones .......................................................................................................................... 8
Tratamiento ................................................................................................................................ 8
Terapia Génica ......................................................................................................................... 10
BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................................................... 10

MARIA FERNANDA ESPINOZA CHÁVEZ


UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL BIOQUIMICA II

RESUMEN
Las glucogenosis son alteraciones del metabolismo del glucógeno, ocasionados por la ausencia
o deficiencia de enzimas que participan tanto de su síntesis como en su degradación. La mayoría
están localizadas en el hígado, siendo los signos clínicos característicos la hepatomegalia y la
hipoglucemia. El resto se ubica en el tejido muscular. Su frecuencia es de 1:20 000 recién
nacidos y son de herencia autosómica recesiva, excepto una que está ligada al cromosoma X.
Las formas más frecuentes son las tipo I, II, III y VI. La glucogenosis tipo I-a se produce por la
deficiencia de la enzima glucosa-6- fosfata y la glucogenosis tipo III por la falta de la enzima
desramificadora de glucógeno hepático. En ambas, las manifestaciones clínicas son
hipoglucemia, hepatomegalia, hiperlactacidemia, hiperlipidemia. Las complicaciones a largo
plazo son gota, insuficiencia renal progresiva, adenoma hepático principalmente en la
glucogenosis tipo I-a. El tratamiento consiste en evitar las hipoglucemias y las manifestaciones
secundarías con una dieta fraccionada durante las 24 h del día, proporcionando carbohidratos
de preferencia de absorción lenta y almidón crudo. El pronóstico general como en la mayoría
de los errores innatos del metabolismo, dependerá de la edad de diagnóstico, del tratamiento
oportuno y del buen control metabólico durante toda la vida.

ABSTRACT
Glycogen-storage diseases (GSD) are caused by enzymatic defects of glycogen degradation.
Most of these enzymatic defects are mainly localized in the liver. In this group the clinical
symptoms are hepatomegaly and hypoglycemia. Other enzyme defects are localized in muscles.
Their global incidence is 1: 20.000 newborns and the inheritance is autosomal recessive, except
for one, that is X-linked inherited. The most frequent GSD types are I, II, III and VI. Type I-a
GSD is due to glucose-6- phosphatase deficiency and type III GSD is due to debranching-
enzyme deficiency. In both types the clinical presentations include hypoglycemia,
hepatomegaly, hyperlactacidemia and hyperlipidemia. The complications like gout, progressive

MARIA FERNANDA ESPINOZA CHÁVEZ


UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL BIOQUIMICA II

renal failure and liver adenoma in type I-a GSD are particularly observed in adults. The aim of
treatment is to prevent hypoglycemia and suppress secondary metabolic derangements with a
diet every 2-3 hours 24 hours a day, providing precooked starch and uncooked starch. The
prognosis, as in the majority of inborn errors of metabolism, depends on the age at diagnosis,
early treatment and good follow-up during life.

INTRODUCCIÓN
Nuestro cuerpo necesita dos componentes fundamentales para la vida: Oxígeno (aportado por
los pulmones) y glucosa (obtenida a partir de la dieta y metabolizada por el hígado) para obtener
energía como resultado final.
El papel del hígado es proporcionar la liberación de glucosa para todos los órganos (el más
importante el cerebro). En situaciones de stress o cuando disminuyen los niveles de glucosa en
sangre (por ejemplo, durante el ayuno), el hígado libera rápidamente la glucosa en el torrente
sanguíneo que la conduce a todos los órganos, principalmente al cerebro.
El glucógeno, es un polisacárido (una molécula formada por varios azúcares) de alto peso
molecular, existente en la mayoría de los mamíferos, cuyas reservas se concentran
principalmente en los músculos y en el hígado, para mantener constante la concentración de
glucosa circulante y suplir las necesidades energéticas inmediatas requeridas por los tejidos
musculares y de los diferentes órganos del cuerpo.
En los pacientes con glucogénesis, estos, no son capaces de liberar la glucosa del hígado; es
decir, no son capaces de transformar los depósitos de glucógeno en glucosa. La transformación
del glucógeno en glucosa se realiza mediante una serie de procesos, que regulan unas sustancias
llamadas enzimas. Cuando una de esas enzimas no es funcional, o tiene un funcionamiento
anómalo, debido a las mutaciones genéticas presentes no se lleva a cabo la transformación de
la glucosa. Dependiendo en la parte del proceso que esta falte, va ser el indicador de cada tipo
de glucogénesis
Durante las últimas décadas se ha descrito prácticamente todas las enzimas que participan tanto
en la síntesis como en la degradación del glucógeno. Los trastornos del metabolismo del
glucógeno afectan la liberación de glucógeno del hígado y del músculo en períodos de ayuno,
provocando acumulación del glucógeno en los diferentes tejidos, dando origen a una gran
variabilidad fenotípica.

MARCO TEÓRICO
Enfermedad Von de Gierke o glucogenosis tipo I es una afección en la cual el cuerpo no puede
descomponer el glucógeno en energía. El glucógeno se almacena en el hígado y los músculos
y normalmente se descompone en glucosa cuando usted no come. Esta enfermedad también se
denomina glucogenosis tipo I. (1) En las personas sanas, el hígado almacena glucosa en forma
de glucógeno y este es transformado en glucosa .En las glucogenosis de tipo I, el hígado
almacena la glucosa en forma de glucógeno pero no puede liberarlo normalmente; con el tiempo
se acumulan grandes cantidades de glucógeno en el hígado. Ciertas hormonas, particularmente
el glucagón, se incrementan en el cuerpo en un vano intento por parte del organismo de intentar
elevar los niveles séricos de glucosa en sangre. Las grasas se movilizan y almacenan en el

MARIA FERNANDA ESPINOZA CHÁVEZ


UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL BIOQUIMICA II

hígado (generando el efecto hígado graso) junto con el glucógeno, lo que conduce a un
agrandamiento del hígado (hepatomegalia).(3)
Se produce por la deficiencia o ausencia del complejo enzimático glucosa-6-fosfatasa que
hidroliza la glucosa-6- fosfato en glucosa. Esta enzima tiene un rol central en la glucogenólisis
y neoglucogénesis. Debido al bloqueo metabólico la galactosa, fructosa, glicerol, sucrosa o
lactosa no se metabolizan a glucosa.

Se han descrito múltiples mutaciones y el gen ha sido localizado en el cromosoma 17. Existe
una marcada heterogeneidad genética étnica, describiéndose mutaciones prevalentes en
poblaciones de Sicilia (R83C y Q347K), que representan al 66,9% de los alelos mutados, en
población Ashkenasis, la mutación R83C y en China la mutación 727G y R83H.

El complejo enzimático de la glucosa -6 fosfatasa está localizado en la pared interna del retículo
endoplásmico y cuenta con 3 translocasas que importan y exportan sustratos para la enzima. La
translocasa 1 (T1) permite la entrada de glucosa-6-fosfato; la translocasa 2 (T2), cambia el
fosfato por pirofosfato y la translocasa 3 (T3) exporta glucosa. Cualquier defecto en uno de
ellos ocasionará una glucogenosis. Es así como el déficit de la T1 causa glucogenosis tipo I-b;
el de la T2 la glucogenosis tipo I-c y el de T3 glucogenosis tipo I-d. La glucogenosis tipo I-b es
semejante a la I-a desde el punto de vista clínico, aunque presentan neutropenia y alteración de
la función leucocitaria, con una mayor predisposición a contraer infecciones; además se
describe una frecuencia elevada de alteraciones digestivas (enfermedad inflamatoria crónica y
enfermedad de Crohn).(2)
La enfermedad fue diagnosticada por primera vez en 1928 por Van Greveld, y estudiada
histológicamente en 1929 por Von Gierke. Las diferencias clínicas entre el tipo 1A y 1B no son
muy significativas, con la particularidad de que los afectados por el tipo 1B, además de todas
las afecciones del tipo 1A, presentan infecciones bacterianas recurrentes y neutropenia (niveles
anormalmente bajos de neutrófilos, un tipo de células pertenecientes a las defensas del
organismo). Debido a esta característica, también pueden desarrollar inflamación crónica del
intestino. (3)

Epidemiología
Las enfermedades de deposito tipo I tienen una incidencia estimada de 1 en 100000 a 1 en
200000 nacidos vivos a nivel mundial. La incidencia mas alta se observa en los judíos
Ashkenazi con una frecuencia de portador de 1:65 lo cual permite predecir una prevalencia
cinco veces mayor que en la población caucásica en general. De los subtipos ya mencionados
la glucogenosis tipo Ia es la más prevalente y representa el 80% de los casos

Grado de gravedad
La gravedad va depender de la precocidad en el diagnóstico y el tratamiento del afectado. En
todo caso, la incidencia metabólica y la capacidad enzimática innata a nivel hepático van hacer
depender que las perspectivas sean mejores o peores.
El tipo 1A identifica a los niños que muestran claramente en sus primeros momentos de vida
los síntomas de la enfermedad. Estos niños, normalmente, no tienen una esperanza de vida
superior a los dos años si no son tratados.

MARIA FERNANDA ESPINOZA CHÁVEZ


UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL BIOQUIMICA II

En la 1B esta gravedad se verá aumentada, debido al alto riesgo de infecciones derivadas de la


neutropenia. En ambos casos es primordial un diagnóstico y tratamiento precoz de la
enfermedad.
También existe un tipo intermedio: es el que se manifiesta en niños que no pueden ser adscritos
a los recién nacidos ni tampoco se les puede calificar como jóvenes. Es una forma que algunos
denominan híbrida.

Manifestaciones clínicas
Tanto la glucogenosisIa y Ib se caracterizan por hipoglicemia con ayuno no muy prolongado.
El uso de vías metabólicas alternativas produce hipertrigliceridemia, hipercolesterolemia,
hiperuricemia y acidemialactica. A diferencia de la glucogenosis tipo Ia, la tipo Ib se acompaña
de neutropenia y disfunciones de la línea mieloide, que no se relacionan con el metabolismo de
los órganos gluconeogénicos. Los pacientes presentan retraso del crecimiento, obesidad
centrípeta, hemorragias por disfunción plaquetaria, hepatomegalia y aumento del tamaño renal
por exceso en el depósito de glucógeno en estos órganos. Este último a su vez produce acidosis
tubular renal con perdida de bicarbonato de sodio y un elevado nivel de ácido úrico en orina.
Adicionalmente se encuentran niveles elevados de lactato, originando una acidosis con anion
gap elevado. Frecuentemente estos pacientes presentan irritabilidad, hipotonía e hipo
ventilación secundarios a la hipoglicemia.

La enfermedad puede manifestarse en los primeros meses de vida, o bien, en los casos menos
graves, hacia finales del primer año. Sin embargo en una comunicación reciente [Cassiman D
et al.”An adult male patient with multiple adenomas and hepatocellular carcinoma: mild
glycogen sotorage disease type IA”, J Hepatol.2010 Jul; 53(1):213-7] fue diagnosticado a los
42 años por la presencia de adenomas hepáticos con síntomas muy leves en la infancia (forma
híbrida), lo que se explicaría por una actividad enzimática residual.
Los recién nacidos
- Pueden presentar hepatomegalia, distrés respiratorio, lactoacidosis y convulsiones
hipoglucémicas.

En la niñez
– Hipoglucemia: niveles muy bajos de azúcar en sangre.
– Ausencia de respuesta a la prueba del glucagón o adrenalina: se incrementa el ácido láctico
en sangre en lugar de los niveles de azúcar.
– Hepatomegalia: agrandamiento del tamaño del hígado.
– Aspecto de “muñeca”: mejillas hinchadas, extremidades y tórax delgados y vientre
prominente.
– Intolerancia al ayuno: necesidad de ingestas frecuentes.
– Niveles altos de ácido láctico, colesterol y grasas en sangre (principalmente triglicéridos).
– Retraso en el crecimiento lineal y del desarrollo motor.
– Sangrados frecuentes y hematomas por déficit plaquetario.
– Neutropenia e incremento en el riesgo de infección y úlceras en la boca o intestino, debido al
mal y escaso funcionamiento de los neutrófilos (en el Tipo 1B).

En la Pubertad.
– Retraso de la pubertad y desarrollo insuficiente.

MARIA FERNANDA ESPINOZA CHÁVEZ


UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL BIOQUIMICA II

– Nivel elevado de ácido úrico que puede provocar episodios de Gota.


– Adenomas hepáticos, que, si no se tratan adecuadamente, pueden derivar en malignos.
– Cálculos renales o Insuficiencia renal.
– Osteoporosis, como consecuencia de un equilibrio cálcico negativo.
– Proteinuria y micro-albuminuria.

Diagnóstico
Ante la sospecha de la presencia de GSD-I, debe ponerse en marcha un proceso de diagnóstico
que incluirá siempre análisis sanguíneos, así como ecografías de hígado, riñones, y pruebas de
ultrasonido, con el fin de detectar anomalías en dichos órganos.
En lo referente a los análisis sanguíneos debe resaltarse que la hipoglucemia en ayunas y la
hiperlipidemia, acidosis láctica y una respuesta disminuida o nula de la glucemia a la adrenalina
y al glucagón, sugieren fuertemente el diagnóstico; particularmente si se está en presencia de
hepatomegalia.
En aquellos casos en los que no se cuente con un estudio genético previo, el diagnóstico
Definitivo de la Enfermedad de Von Gierke se lleva a cabo mediante la determinación de los
niveles de enzima Glucosa-6-Fosfatasa y la presencia de depósitos de glucógeno en el hígado
a partir de análisis bioquímicos y microscópicos de una biopsia hepática.
Se deberá proceder de forma urgente con la extracción de la biopsia, si los síntomas, la analítica
y la exploración de los órganos afectados sugieren la presencia de la glucogénesis tipo I; si
existen antecedentes familiares que hayan desembocado en la realización de estudios genéticos
tendentes a identificar mutaciones de los padres, entonces es posible diagnosticar la enfermedad
en nuevos afectados de una forma rápida, precisa y no invasiva, mediante un análisis de ADN,
a partir de una muestra sanguínea del paciente, que confirmará la enfermedad si se advierte la
presencia simultánea de las mutaciones previamente detectadas en los padres.

Diagnóstico prenatal
Las técnicas utilizadas para el diagnóstico prenatal de otros trastornos, tales como el estudio de
déficit enzimático de las vellosidades coriónicas o del líquido amniótico, no sirven para detectar
el déficit de la enzima Glucosa-6 –Fosfatasa; por lo que el diagnóstico prenatal vía análisis
enzimático, se complica enormemente para la glucogénesis tipo I.(3)
En principio, para el subtipo Ia, si es posible realizar un diagnóstico prenatal a partir de una
biopsia del hígado del feto. En la práctica, sin embargo, es una opción poco fiable, debido a las
dificultades inherentes a la extracción de la biopsia hepática suficientemente grande en un feto,
a que la misma tendría que tener lugar en un estado avanzado del embarazo, con sus
consecuentes efectos iatrogénicos, y que, además, para la GSD 1A, está demostrada una débil
presencia de la Glucosa-6 Fosfatasa en el hígado y riñones fetales, lo que podría dar lugar a
equívocos en el diagnóstico bioquímico. Sin embargo, el diagnóstico prenatal puede resultar
factible, para los diferentes subtipos de la GSD-1, mediante un análisis genético del líquido
amniótico o de las vellosidades coriónicas, siempre que existan antecedentes familiares que
hayan permitido detectar las mutaciones causantes de la enfermedad.
Hasta mediados de la década de los años 90, no fue posible la identificación del gen responsable
de la síntesis de la Glucosa-6-Fosfatasa, el cual se encuentra localizado en el cromosoma
diecisiete (17q21), para el tipo 1A y en el cromosoma once (11q23) para la tipo 1B. En la
actualidad se han descrito ya amplios listados de mutaciones genéticas que originan la
enfermedad de Von Gierke en sus subtipos 1A y 1B; lo cual denota cierta heterogeneidad
genética en esta patología. Estos avances abren, por tanto, la puerta múltiples aplicaciones, tanto

MARIA FERNANDA ESPINOZA CHÁVEZ


UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL BIOQUIMICA II

en el ámbito prenatal como perinatal. Surge de esta manera, la posibilidad de un diagnóstico


genético pre-implantacional como alternativa que ahora es técnicamente posible.(3)

Diagnóstico Pre-implantacional:
Los avances en técnicas de de fecundación in vitro (FIV) y genética molecular y otras técnicas,
nos han permitido desarrolar la forma más precoz de Diagnóstico Prenatal, lo que hoy se conoce
como Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP).(3)
Con el DGP, los embriones obtenidos mediante la FIV pueden ser analizados en busca de
alteraciones cromosómicas o enfermedades genéticas graves, seleccionando aquellos
embriones sanos o cromosómicamente normales antes de la transferencia al útero materno y
por tanto, antes de que se haya producido la implantación. El DGP representa para las parejas
portadoras de alteraciones genéticas graves, la única alternativa a la interrupción del embarazo
después de diagnóstico prenatal de feto afecto.(3)
Las indicaciones para un diagnóstico genético preimplantacional podríamos resumirlas en:
– Enfermedad monogénicas (dominantes, recesivas, o ligadas al al X), cuya mutación es
conocida.
– Trastornos ligados al X, cuya mutación es no conocida, pero se evitan con la selección de
sexo.
– Anomalías cromosómicas estructurales (translocaciones recíprocas o Robertsonianas )o
numéricas.
Sin embargo, las posibilidades de la técnica han cambiado el panorama de diagnóstico en los
últimos años y las indicaciones del DGP se han ido ampliando, apareciendo otras no
contempladas en el diagnóstico prenatal.

Complicaciones
Las complicaciones a largo plazo son hipoglicemia severa, alteraciones en el crecimiento y
crisis convulsivas que se manifiestan a los 6 y 8 meses. Otras complicaciones son osteoporosis,
anemia refractaria al tratamiento con hierro, hiperuricemia, falla renal, hipertensión pulmonar
y adenomas hepáticos que pueden malignizarse. Se recomienda en los primeros diez años de
vida realizar una ecografía hepatobiliar anual y después de estos primeros años, una resonancia
magnética anual. Si en alguno de estos controles se hallan lesiones hepáticas, deben realizarse
controles cada 6 meses. Estas manifestaciones, aunque inevitables, pueden hacer una aparición
más lenta, si el paciente tiene un adecuado control metabólico.

Tratamiento
El objetivo principal del tratamiento en la glucogenosis tipo I-a es prevenir la hipoglucemia y
las alteraciones secundarias, promover un crecimiento normal y prevenir el daño neurológico.
Es necesario mantener un suplemento de glucosa exógena constante, mediante una dieta
fraccionada que mantenga la glucemia sobre 70 mg/dl, y prevenir la acción de los mecanismos
de contra regulación como la neoglucogénesis. Se sugiere una alimentación por sonda
nasogástrica o por goteo continuo en lactantes. También existen protocolos de uso nocturno a
largo plazo, acompañados de una alimentación oral diurna fraccionada con fórmulas basadas
en polímeros de glucosa o almidones de absorción lenta. (2)

MARIA FERNANDA ESPINOZA CHÁVEZ


UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL BIOQUIMICA II

Desde la década de los 80 se utiliza el almidón crudo de maíz porque enlentece la digestión y
absorción, liberando disacáridos y dextrinas en forma progresiva. Se ha demostrado que las
féculas de maíz crudo permiten mantener una glicemia normal hasta por 6 a 8 hrs, y disminuyen
la producción de ácido láctico. Se entrega fraccionado en 3 a 4 dosis diarias y no tiene
efectividad si va cocido o en forma acuosa.
Se recomienda iniciarlo desde los 12 meses de edad. Si se usa antes se debe proporcionar
enzimas pancreáticas, para evitar distensión abdominal y/o diarreas osmóticas producto de su
mala absorción. Las dosis indicadas son 1.6 g/kg en menores de 2 años y de 1.7 a 2.5 g/kg en
mayores de 2 años. Hay que diluirlo en agua a una razón de 1:2 para mejorar el gusto. Se puede
mezclar con leche de soya.
Al aportar la mayor parte de los hidratos de carbono como almidón crudo de maíz, se debe
eliminar los hidratos de carbono con sacarosa, lactosa, fructosa, galactosa o sorbitol. Almidones
de absorción rápida deben ser restringidos, dejando un pequeño margen para el uso de
almidones de absorción lenta (arroz, trigo, tapioca).
La distribución de la molécula calórica corresponde al 60 -70% del total como carbohidratos,
20-25% de grasas y un 10-15% de proteínas. Cantidades excesivas de calorías ocasionan
obesidad e hipertrigliceridemia.(2)
Alimentación continúa nocturna: corresponden al 25 a 35% del total de los requerimientos de
energía, durante 10 a 12 hrs y puede incluir fórmulas infantiles, glucosa o polímeros de glucosa.
Como la liberación de glucosa por esta vía es lenta, se debe iniciar una hora después de la
alimentación del día.
Alimentación diurna: Corresponde al 60% a 70% del total de energía. En los lactantes durante
los primeros meses de vida, las mayores necesidades de glucosa son cubiertas por las fórmulas
infantiles en volúmenes de 150 a 200 ml/kg, no siendo necesaria la adición de polímeros de
glucosa. Es importante enfatizar que debe estar exenta de sacarosa, y con bajo contenido de
lactosa. El fraccionamiento es cada 2 a 4 h durante el día y en la noche con alimentación por
sonda durante 12 hrs. Al inicio de la alimentación sólida, hay que comenzar con papillas ricas
en almidón (arroz, papas, pastas). En la medida que se aumenta el volumen de comidas, se
introducen los polímeros de glucosa en solución, a concentraciones de 12 a 15%.
Los niños mayores toleran intervalos entre comidas de 2 a 3 hrs. La ingesta elevada de hidratos
de carbono puede causar mala absorción, obesidad u osteoporosis, siendo necesaria la
suplementación con vitamina D3 en dosis de 400 a 800 UI/día y calcio 500 a 1000 mg/día. A
los adolescentes o adultos se les puede proporcionar una mayor dosis de almidón crudo (2-4
g/kg) en la noche y así evitar alimentaciones a media noche. Hay que sustituir las grasas
saturadas por poliinsaturadas como: aceites vegetales de preferencia con ácido alfa linolénico
o en su defecto aceite de pescado u omega
Los controles de glicemia se deben realizar diariamente en ayunas y en la noche, en las primeras
etapas de la dieta o durante cambios de alimentación. Si la glicemia se encuentra bajo 70mg/dL,
se recomienda aumentar el aporte de carbohidratos de en un 10% a 15% y reevaluar nuevamente
el nivel de glicemia. (2)

MARIA FERNANDA ESPINOZA CHÁVEZ


UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL BIOQUIMICA II

Terapia Génica
Mediante estudios realizados en ratones y perros se ha logrado demostrar, que se necesita un
7% de la actividad hepática normal para corregir la glucogénesis tipo Ia. En el 2000 Zingone et
al. evaluaron la posibilidad de realizar un reemplazo génico como terapia para esta patología,
usando como transportador de G6Pasa-a un vector adenovírico. Una infusión simple de este
tratamiento restauro 19% de la actividad G6Pasa-a del hígado, mejoro la supervivencia y el
crecimiento en estos ratones y corrigió transitoriamente las anormalidades metabólicas que se
habían desarrollado. Sin embargo, todos estos beneficios se presentaban en un periodo de
tiempo muy corto debido a la rápida eliminación del gen transportado en el vector. Estudios
realizados en perros, a los cuales se les infundio G6Pasa-a usando un virus adeno-asociado tipo
2, demostraron que la supervivencia no depende de la dosis infundida del medicamento, así
como tampoco del grado de restauración de la función G6Pasa-a hepática. Se encontró, que la
normalización del 10.65 de la función hepática, es suficiente para normalizar los valores de
glicemia en ayunas. No se logró un adecuado control de las cifras de colesterol, triglicéridos y
lactato con el tratamiento. Por otra parte, un estudio realizado por Koeberl y colaboradores en
el 2008 demostró que la introducción de un vector que codifica la G6Pasa en modelos murinos,
aumentó la supervivencia con dosis aceptables para uso clínico. El promotor humano usado
para la expresión actuó suficientemente regulado como para permitir la corrección de la
hipoglicemia, sin causar hiperglicemia. Así, la deficiencia de la enzima fue completamente
restablecida, mientras que en estudios previos solo se logró obtener del 10 al 20% de la función
normal en modelos experimentales. Así mismo, se evidencio una expresión transgénica
sostenida con mínimo infiltrado linfocitario, lo que demuestra una adecuada tolerancia del
sistema inmune de los ratones y caninos. En cuanto a la estabilidad, se vio que la expresión se
mantenía por 52 semanas en la mayoría de los modelos, pero en algunos, se vio una actividad
estable permanentemente. Se observó, que la estabilización de los niveles de glicemia permite
corregir adecuadamente los otros trastornos metabólicos observados en esta enfermedad, como
ocurre en pacientes con trasplante hepático. El retraso en el crecimiento puede ser corregido,
siempre y cuando, la terapia génica se inicie a tempranamente en los ratones y caninos.

BIBLIOGRAFÍA
(1) https://www.clinicadam.com/salud/5/000338.html
(2) Cornejo E Verónica, Raimann B Erna. GLUCOGENOSIS TIPO I Y III. Rev. chil. nutr.
[Internet]. 2006 Ago [citado 2017 Nov 06] ; 33( 2 ): 135-141. Disponible en:
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-
75182006000200002&lng=es. http://dx.doi.org/10.4067/S0717-75182006000200002
(3) En: Fernandes J, Saudubray JM, Berghe G, Walter JH, eds. Enfermedades Metabólicas
Congénitas: Diagnóstico y tratamiento. New York, NY:Springer;2006:chap 6.
(4) Daza Cárdenas Jorge Armando Enfermedad de von gierke: nuevas tendencias en el manejo.
Revista Med. 2012 Febrero [citado 2017 Nov 06] ; 20 (2): 60-64, Disponible en:
http://www.scielo.org.co/pdf/med/v20n2/v20n2a07.pdf

MARIA FERNANDA ESPINOZA CHÁVEZ

También podría gustarte