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Biografia Rudolf B.

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UNIVERSIDAD BETHESDA

UNIBETH

CARRERA DE TEOLOGIA

BIOGRAFÌA
RUDOLF BULTMANN

ESTUDIANTE: SHIRLEY GARCIA RIBERA


CATEDRATICO: LIC. DAVID TERRAZAS
MATERIA: TEOLOGIA CONTEMPORANEA
FECHA: 20/04/2020
BIOGRAFÌA

RUDOLF BULTMANN

1. Vida del Teólogo


Exegeta y teólogo luterano alemán (Wiefelstede, 1884 - Marburgo, 1976). Fue
profesor en Marburgo (1921-1951). Nació, el 20 de agosto de 1884 en una
aldea llamada Wiefelsfede, cerca de Oldeuburg, Alemania. Sus padres,
descendientes de pastores alemanes luteranos ejercieron una gran influencia
en su pensar protestante. Estudió en su escuela (Nolkschule) de 1892 a 1895.
Al tiempo, se tuvo que marchar después a la pequeña ciudad de Oldenburg,
donde trasladaron a su padre, y allí cursó el bachillerato en el Gymnasium
(1895-1903). De esos tiempos, el propio Bultmann recordaba las clases de
religión y literatura griega y alemana, con el teatro y la música.
Bultmann es uno de los teólogos más controversiales y polémicos del Siglo XX
que, a través de su pensamiento honesto y científico, acerca la interpretación
de las Sagradas Escrituras y la espiritualidad cristiana al existencialismo
heideggeriano.

2. Contexto histórico y social


La llegada de Heidegger a la ciudad, como profesor, y su encuentro con
Bultmann, marcan el preludio a un diálogo de 50 años eminentemente
productivo entre la filosofía y la teología occidental del siglo XX, con
repercusiones que siguen hasta hoy día.
Recibió las enseñanzas y la mayor influencia del filósofo Martín Heidegger.
Movimientos filosóficos que lo influenciaron:
- Existencialismo
- Liberalismo
- Humanismo

3. Sus obras
Su primera obra fue La historia de la tradición sinóptica, ensayo exegético en la
línea de la Formgeschichte (Historia de las formas), adoptado por K. L. Schmidt
y M. Sibelius, según la cual la exégesis correcta del texto bíblico debe
establecerse a través de los estilos literarios que usa el hagiógrafo. Por aquella
misma época colaboraba con K. Barth y F. Gogarten en la revista Zwischen
den Zeiten, órgano de la teología dialéctica o de la crisis. Pero tras el encuentro
con M. Heidegger, Bultmann se separó de Barth, para dedicarse a su nuevo
programa de "desmitificación" del cristianismo.
Con la desmitificación Bultman pretende purificar el cristianismo de todo
residuo mitológico, para devolverlo a su auténtico contenido de
"anuncio" (kerigma).
Rudolf Bultmann no se caracterizó por ser un gran escritor. Más bien fue un
investigador, un científico que, aunque escribió, en su mayoría fueron ensayos
que se compilaron en libros como: Creer y Comprender I – II o Jesucristo y
Mitología por nombrar solo dos. Estos son diversos ensayos o conferencias
que fueron editadas como el mismo expresa:
Sus obras más importantes son la publicación de Teología del Nuevo
Testamento e Historia de la Tradición Sinóptica. Sin embargo, la obra que
más ha influido en el mundo de la teología, sin duda, es el ensayo Nuevo
Testamento y Mitología, en el cual plantea la proposición hermenéutica de la
“desmitologización” del Nuevo Testamento como elemento interpretativo de las
Escrituras.
Bultmann fue un ensayista y conferencista bastante importante en la Europa de
mediados del siglo pasado y cuyo trabajo influyó decisivamente en la teología
liberal que actualmente está en boga en nuestro medio latinoamericano.

4. Su aporte o propuesta teológica


Bultmann estaba convencido de que la filosofía existencialista era el camino y
el sistema que podría servir para actualizar el modo de recepción en el mundo
de hoy del ideario religioso del Nuevo Testamento, es decir de lo que él creía
que era un mensaje verdadero de Dios a la humanidad pero revestido de un
ropaje mítico, insufrible hoy día, que eliminado dejaba en su núcleo una verdad
trascendental: Dios hace una llamada al ser humano a través de Jesús y el
hombre debe responderla.
Frente a la oposición que encontraba Bultmann al presentar el mensaje de
Cristo rodeado de un ropaje mitologico en sectores universitarios y cientificos,
el teólogo desarrolla un modelo para dialogar con la ciencia y la filosofía
moderna. Para ello, Bultmann pretende sustituir el lenguaje mitológico por la
interpretación existencial heideggeriana.
4.1. Bultmann no se fió de los relatos bíblicos.
Bultmann puso en tela de juicio la historicidad literal de los evangelios. A partir
de su primera obra publicada, Historia de la tradición sinóptica (1921),
Bultmann quería llegar a las tradiciones orales sobre las cuales los sinópticos
del Nuevo Testamento (Mateo, Marcos, y Lucas) habían basado sus
narraciones evangélicas. En vez de aceptar la Biblia como divinamente
inspirada por Dios, Bultmann, siguiendo la línea de Günkel (1862-1932),
Dibelius (1883-1947), y Schmidt (1891-1956), abrazó el método de la “historia
de formas”. Estaba convencido de que el Cristo mencionado en los evangelios
fue una invención de la iglesia primitiva, el cual no tenía nada que ver con el
Jesús de la historia.
4.2. Bultmann negó la importancia de la historia literal.
Puesto que la teología no podía tener acceso al Jesús de la historia, Bultmann
recalcó que el Cristo de la fe es lo que realmente importa en el quehacer
teológico. Por lo tanto, los relatos históricos acerca de Jesús no tienen por qué
interesarnos, sino el significado de esos eventos. Por ejemplo, Bultmann no
creía en la resurrección literal del cadáver de Jesús. La resurrección es
simplemente lenguaje mítico que nos ayuda a entender la importancia
trascendental del Cristo para los discípulos. Según el análisis de Xabier Pikaza,
“Lo que vale y nos salva no es su historia, sino el mensaje eterno de su
pascua, el mito de la presencia y/o acción de Dios en nuestra vida”.
4.3. Bultmann inauguró la desmitologización.
La metodología teológica de Bultmann está claramente explicada en su
conferencia más famosa, “El Nuevo Testamento y la mitología” (1941). En ella,
el teólogo destaca la necesidad de desmitificar el mensaje de la Biblia. ¿Qué
quiere decir desmitologización? Es la idea de que los escritores del Nuevo
Testamento estaban culturalmente condicionados por la cosmovisión mítica del
primer siglo. Así que en vez de apelar a la ciencia empírica como un modo de
explicar el estado del mundo, los autores bíblicos se referían a conceptos
premodernos tales como ángeles, demonios, milagros, etc., y creían que el
universo estaba dividido en tres partes: el cielo, la tierra, y el infierno.
Tal forma de pensar, razonó el alemán, ya no sirve en la época moderna
porque el hombre ha alcanzado “la mayoría de edad” (Kant). Lo que hace falta
es una desmitologización, esto es, quitar todo el ropaje mitológico del Nuevo
Testamento para dejar el mensaje central: el kerigma.
4.4. Bultmann ofreció una interpretación existencialista del
cristianismo.
El proceso de la desmitologización solo fue una parte del proyecto
hermenéutico de Bultmann. Además de quitar el lenguaje mitológico primitivo
de las Escrituras, el teólogo reinterpretó los mitos para su propia generación
según una determinada escuela filosófica.
El sistema que Bultmann escogió gracias, en parte, a la influencia de Martín
Heidegger (1889-1976) fue el existencialismo. El existencialismo sirvió el
propósito teológico de Bultmann, porque el alemán no creía en la importancia
de la historia literal y quería centrar su atención en el aspecto subjetivo de la fe.
En Bultmann, pues, todas las categorías teológicas se tornan existencialistas.
4.5. Bultmann presentó una escatología realizada.
En Bultmann, la escatología no tiene nada que ver con el futuro literal. El
momento escatológico como decía su colega neo-ortodoxo Karl Barth (1886-
1968) es ahora, solamente ahora. La vida eterna se experimenta en el aquí y
ahora cuando el ser humano responde en fe ante el anuncio del kerigma. Esta
vida eterna es existencia auténtica en la cual el hombre decide vivir en radical
dependencia de Dios. El futuro no importa; lo que cuenta es el momento
escatológico ahora.
4.6. Bultmann produjo una fe antropocéntrica.
A pesar de que Bultmann reprochara a sus maestros liberales por tratar del
hombre y no de Dios, su enfoque existencialista le llevó a caer en la misma
trampa antropocéntrica. Según Barth, Bultmann había vuelto al liberalismo
porque en el pensamiento del alemán la fe es una especie de respuesta
humana mediante la cual el hombre llega a la autocomprensión. En realidad,
todo el kerigma bultmanniano y su escatología giran en torno a la existencia
auténtica del ser humano. Bultmann creyó que solo una teología
antropocéntrica podía ser de utilidad para el hombre moderno ya que este
interroga constantemente el significado de su existencia en este mundo.
Evaluación evangélica
Los evangélicos han criticado a Bultmann severamente por su
escepticismo radical hacia la veracidad histórica de los relatos
neotestamentarios, sobre todo en cuanto a la resurrección de Cristo.
Como destacó Gresham Machen: “La gran arma con la cual los discípulos de
Jesús salieron a conquistar el mundo no fue una simple comprensión de
principios eternos; era un mensaje histórico, un relato de algo que ocurrió; era
el mensaje: ‘Ha resucitado’”. La doctrina no se puede separar de los eventos
históricos sobre los cuales está fundamentada.
Se ha criticado el antropocentrismo del sistema bultmanniano en el nombre del
teocentrismo de las Escrituras. Y, finalmente, se ha cuestionado si Bultmann
entendió la verdadera razón por la que el hombre moderno no quiere aceptar el
kerigma. En palabras de Harvie Conn: “La premisa de Bultmann de que la
pertinencia del evangelio será vista claramente por el hombre moderno olvida
la depravación del corazón humano. No es la ‘desmitologización’ sino el
Espíritu Santo el que puede disipar las tinieblas de la incredulidad y producir
que el pecador vea el evangelio. A pesar de todos los esfuerzos que se hagan
por aplicarle el evangelio (ya sean buenos o malos), el ‘hombre natural no
percibe las cosas que son del Espíritu de Dios porque para él son locura’ (1
Corintios 2:14)”.
5. Reacción personal
En mi opinión, no deberíamos cambiar los fundamentos de la palabra de Dios,
ni dejar a un lado los relatos históricos que son tan poderosos y verídicos,
porque estaríamos dando lugar a un evangelio light y religioso, que no produce
cambios en las personas, ni transformación, que solo concientiza y emociona.
El mensaje verdadero de Jesús fue: arrepiéntanse porque el reino de Dios ha
llegado, y crean. Hoy no deberíamos cambiar el mensaje, porque el mensaje
verdadero exige arrepentimiento y fe en la palabra completa de Dios, no
tomando solo algunas partes. No es que el evangelio tiene que adaptarse al
hombre, sino que el hombre tiene que alinearse al evangelio, y solo el poder
del Espíritu Santo es quien convencerá de pecado de justicia y de juicio a los
hombres.

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