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Teología de Martín Lutero
Teología de Martín Lutero
Teología de Martín Lutero
Martn Lutero
Historia de la Iglesia
La Palabra de Dios
Lutero trata de hacer de la Palabra de Dios el punto de partida y la autoridad final de su teologa.
La Palabra de Dios es nada menos que Dios mismo al principio era la Palabra, y la Palabra era
con Dios, y la Palabra era Dios. la Palabra de Dios es Dios mismo, la segunda persona de la
Trinidad, el Verbo que se hizo carne y habit entre nosotros.
Luego, cuando Dios habla, no solo se nos comunica cierta informacin, sino tambin todo que
Dios acta. Puede verse en el libro de Gnesis donde la palabra es fuerza creadora.
victoria de Dios.
haba creado a ambas. La autoridad final no radica en la Biblia ni en la iglesia, sino en el evangelio,
en el mensaje de Jesucristo, quien es la Palabra de Dios encarnada.
El conocimiento de Dios
Es posible tener cierto conocimiento de Dios por medios puramente
racionales o naturales. Este conocimiento le permite al ser humano saber
que Dios existe, y distinguir entre el bien y el mal.
Teologa de la gloria. Pretender ver a Dios en aquellas cosas que los humanos
consideramos ms valiosas, y por tanto habla del poder de Dios, la gloria de
Dios y la bondad de Dios.
Teologa de la cruz. El hecho es que Dios en su revelacin se nos da a conocer
de un modo muy distinto. La suprema revelacin de Dios tiene lugar en la
cruz de Cristo. ver a Dios, no donde nosotros quisiramos verle, ni como
nosotros quisiramos que fuera, sino donde Dios se revela, y tal como se
revela, es decir, en la cruz.
All Dios se manifiesta en la debilidad, en el sufrimiento, en el escndalo.
Esto quiere decir que
Dios acta de un modo radicalmente distinto a como podra esperarse. Dios, en
la cruz, destruye
todas nuestras ideas preconcebidas de la gloria divina.
La ley y el evangelio
Dios se nos da a conocer de dos modos, a saber, la ley y el
evangelio.
La justificacin por la fe, el mensaje del perdn gratuito de
Dios, no quiere decir que Dios sea
indiferente al pecado.
Dios pronuncia su perdn sobre nosotros. Ese perdn es el
evangelio, y es tanto ms grande por
cuanto la ley es tan sobrecogedora.
Lutero dice: Antes no haba en la ley delicia alguna para
m. Pero ahora descubro que la ley es buena y sabrosa, y
que me ha sido dada para que viva, y ahora encuentro en
ella mi delicia. Antes me deca lo que deba hacer. Ahora
empiezo a ajustarme a ella. Y por ello ahora adoro, alabo y
sirvo a Dios.