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Clase #1
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Clase #1
UNIDAD: HERMENÉUTICA
INTRODUCCIÓN GENERAL
Si bien algunas partes de la Biblia son fáciles de entender, otras no lo son. Sin embargo, la
mayoría de los cristianos, desean entender todo lo que dice la Palabra de Dios, no solo las
secciones fáciles. Muchos de nosotros deseamos profundizar en este libro. Queremos
también estar seguros de que lo entendemos correctamente, es decir, queremos tener la
confianza de que podemos extraer el verdadero sentido de un texto concreto y que no
estamos meramente desarrollando una interpretación arbitraria, extravagante o
incorrecta. Basado en la necesidad de dar una correcta interpretación a los textos
sagrados es donde aparece una ciencia: La Hermenéutica.
Introducción a La Hermenéutica bíblica
(Según Henry Virkler, Libro: hermenéutica. Principios y procedimientos de
interpretación bíblica)
(del griego [hermeneutiké tejne], ‘interpretar’, ‘traducir’, ‘explicar’), es el conocimiento y
arte de la interpretación de los textos para determinar el significado exacto de
las palabras mediante las cuales se ha expresado un pensamiento, siendo esta, la aplicada
a los libros y epístolas de la Biblia, es decir, la interpretación de los documentos bíblicos. El
proceso de interpretación de los textos bíblicos debe ser de índole científico-crítico-
analógico, no un ejercicio de justificación del criterio teológico propio, por lo que la
hermenéutica bíblica no debe ser una excusa, sino una sincera búsqueda racional del
sentido y alcance de los textos en cuestión. En su sentido técnico, se define la
hermenéutica como la ciencia y el arte de la interpretación bíblica. Se le considera ciencia
porque tiene reglas que pueden clasificarse en un sistema ordenado. Se le considera arte
porque su comunicación es flexible y, por tanto, pudiera distorsionarse el verdadero
sentido de una comunicación si se aplican las reglas de manera rígida y mecánica.
La teoría hermenéutica se divide en dos categorías: hermenéutica general y especial.
Importancia de la Interpretación
El recorrido para la interpretación comienza con una lectura concienzuda y cuidadosa del
texto. A partir de esta lectura concienzuda podremos determinar el sentido del pasaje en
el contexto bíblico, es decir, lo que significó para los receptores bíblicos (oyentes
originales). No obstante, a menudo, cuando intentamos aplicar este significado
directamente a nuestra vida, surgen ciertos problemas. Estamos separados de los
receptores bíblicos por cultura, costumbres, idioma, situación, y una enorme extensión
de tiempo. Estas diferencias forman una barrera, un río que nos separa del texto y que
muchas veces nos impide comprender el significado del texto para nosotros. Y, por si esto
fuera poco, en el Antiguo Testamento el río de diferencias se ensancha añadiendo otra
barrera fundamental para la interpretación que nos separa de los receptores. Entre los
receptores bíblicos del Antiguo Testamento y los lectores cristianos de nuestros días hay
un cambio de pacto. Por ello, con frecuencia el cristiano de hoy tiene muchas dudas
acerca de cómo interpretar una buena parte de la Biblia. Por ejemplo, ¿Cómo hemos de
entender Levítico 19: 19, donde se prohíbe el uso de prendas confeccionadas con dos tipos
de material? ¿Significa acaso que los cristianos obedientes han de utilizar únicamente
ropa completamente elaborada con algodón?
Tengamos en cuenta que nuestra meta es entender el significado que Dios quiso darle al
texto. Nuestra tarea no es crear significados a partir del texto; sino más bien, procurar
encontrar el significado que éste quiere expresar. No obstante, hay que reconocer que no
podemos aplicar sin más a nuestra situación el sentido que las palabras bíblicas tuvieron
para la audiencia original puesto que existe un río que separa ambas realidades (cultura,
tiempo, situación, pacto, etc.). Seguir los pasos del recorrido interpretativo nos
proporciona un procedimiento que nos permite hacernos con el significado para la
audiencia original y cruzar el río para establecer lo que sería un significado legítimo para
nosotros hoy.
Si bien es cierto que los detalles de un pasaje en particular se aplican únicamente a la
particular situación de los receptores bíblicos, los principios teológicos que se revelan en
el texto son aplicables al pueblo de Dios de todos los tiempos. El principio teológico tiene,
por tanto, un significado y una aplicación tanto para los receptores bíblicos originales
como para los cristianos de nuestros días. Puesto que los principios teológicos tienen
sentido y aplicación para ambos receptores, se convierten en una especie de puente por
el que podemos cruzar el río de las diferencias. En lugar de intentar vadear el río a ciegas,
o de arrojamos a él en un intento de cruzarlo de un solo salto, o de quedarnos mirando a
la otra ribera sin atrevemos a pasar, podemos cruzar el río con seguridad por el puente
que nos proporciona el principio teológico. La construcción de este puente de los
principios será uno de los pasos críticos en nuestro recorrido interpretativo.
Pasos del Recorrido interpretativo:
El recorrido interpretativo esencial, el cual se define como el proceso de leer, interpretar,
y aplicar la Biblia, comprende cuatro pasos:
PASO 1: COMPRENDER EL TEXTO EN EL «CONTEXTO» DE LOS RECEPTORES ORIGINALES
Pregunta que debemos formularnos: ¿Qué significó el texto para los receptores bíblicos u
oidores originales?
Este primer paso consiste en leer cuidadosamente el texto a interpretar y analizarlo. En
este primer paso debemos:
Intentar ver todos los detalles posibles del texto. Se trata de mirar, y remirar,
analizando todo lo analizable.
Escudriñar la Gramática y examinar todas las palabras importantes.
Estudiar también los contextos histórico y literario. ¿Cómo se relaciona el pasaje
en cuestión con lo que precede y lo que sigue?
Una vez terminado este estudio, el paso 1 termina con una síntesis del significado que
tuvo el pasaje para los receptores bíblicos en una o dos frases. Es decir, poner por escrito
lo que el pasaje significó para los receptores originales. Para crear estas frases de ideas
originales debemos utilizar verbos en pasados (estableció, ordenó, mandó, prohibió,
escribió, promulgó, etc.) e identificar el remitente y el (os) destinatario (s) (pueblo de…,
iglesia de…, hermano tal… rey de…), por ejemplo: Dios ordenó a Moisés que…, Pablo le
escribió a Éfeso…
En este paso no se debe generalizar ni intentar desarrollar principios teológicos.
PASO 2: MEDIR LA ANCHURA DEL RÍO DE DIFERENCIAS QUE HAY QUE CRUZAR
Pregunta que debemos formularnos: ¿Cuáles son las diferencias entre los receptores
bíblicos y nosotros?
Como se ha dicho anteriormente, el cristiano de hoy está separado de los receptores
bíblicos por diferencias de cultura, idioma, situación, tiempo y, a menudo, del pacto
vigente en su época. Tales diferencias forman un río que no nos permite pasar
directamente del significado de las palabras en su contexto original a lo que éstas
significan en el nuestro. La anchura del río varía, no obstante, de pasaje en pasaje. En este
paso 2 se buscan las diferencias importantes entre nuestra situación y la de los receptores
bíblicos. Si estamos estudiando un pasaje del Antiguo Testamento, hemos de asegurarnos
también de identificar aquellas diferencias teológicas importantes que surgen como
resultado de la vida y obra de Jesucristo. Además, ya sea que nos encontremos en el
Antiguo o en el Nuevo Testamento, hemos de intentar identificar cualquier aspecto que
haga que la situación del pasaje en cuestión sea única.
Para identificar estas diferencias debemos conocer los distintos aspectos culturales,
sociales, étnicos, religiosos, lingüísticos y hasta geográficos. Por ejemplo, la liberación del
pueblo de Israel de Egipto por mano de Moisés, podemos inferir algunas diferencias de
ese tiempo comparado a nuestra época: Israel era esclavo en Egipto, nosotros en esta
época no vivimos en esclavitud (diferencia social y cultural); los israelitas debían cruzar el
mar rojo, nosotros no debemos cruzar ningún mar u océano (diferencia Geográfica), etc.
PASO 3: CRUZAR EL PUENTE DE LOS PRINCIPIOS
Pregunta que debemos formularnos: ¿Cuál es el principio teológico que subyace en este
texto?
Este es quizá el paso más desafiante. En él buscamos el principio o principios teológicos
que se reflejan en el significado del texto que hemos identificado en el Paso l. El principio
teológico es parte del significado. La tarea no es crear el significado sino descubrir el que
el autor quiso darle.
Para determinar cuál es el principio teológico que se aplica, hemos de recordar en primer
lugar las diferencias que identificamos en el Paso 2. A continuación, hemos de intentar
determinar cualquier similitud entre la situación de los receptores bíblicos originales y la
nuestra. Estas similitudes las podemos tomar en carácter analógico de lo que los
receptores originales tenían (ya fueran líderes, reyes, pastores, profetas, etc.) y traerlos a
nuestra realidad como una enseñanza práctica. Por ejemplo, tomando en cuenta el pasaje
anterior sobre la liberación del pueblo de Israel por mano de Moisés podemos deducir
también algunas similitudes: Moisés fue elegido para liderizar y guiar al pueblo de Israel,
yo he sido elegido para guiar a mis alumnos o mi familia; el pueblo de Israel cruzó por el
Mar Rojo, quizás yo deba cruzar por senderos difíciles en la vida.
Después de examinar las diferencias e identificar las similitudes, hemos de regresar al
significado para los receptores bíblicos que se describe en el Paso 1 e intentar establecer
el principio teológico más amplio que se refleja en el texto pero que, a su vez, tiene
también relación con las similitudes que existen entre nosotros y los receptores bíblicos.
Este será el principio teológico que utilizaremos como puente para cruzar el río de las
barreras. Para construir el principio teológico debemos seguir los siguientes criterios:
El principio ha de estar reflejado en el texto.
Ha de ser un principio intemporal y no vinculado a una situación específica. Es
decir, debemos extraer una verdad que sea aplicable a cada época del tiempo.
No puede ser un principio supeditado a consideraciones culturales.
El principio en cuestión ha de armonizar con la enseñanza del resto de la Escritura.
Dicho principio debe ser pertinente tanto a los receptores bíblicos como a los
contemporáneos.
Para la expresión escrita del principio teológico utilizaremos una o dos frases y nos
serviremos de verbos en tiempo presente. Por ejemplo, tomando el pasaje sobre la
liberación del pueblo de Israel, un principio teológico aplicable a cada época seria: “La
obediencia de Moisés a los mandatos de Dios hizo que tanto el pueblo de Israel como el de
Egipto conociera quien era Dios, sentando un ejemplo vivo de cómo alguien puede ser
usado como instrumento para la gloria de Dios, para mostrar y revelar sus soberana
voluntad, y no solo la obediencia resultó en su liberación sino en su cuidado a lo largo de
la historia, así mismo nuestra obediencia actual es muy importante, porque en base a ella
obtendremos los cuidados de Dios en cualquiera situación.” Este ejemplo es solo uno de
muchos ejemplos de principios teológico, los cuales pueden variar de persona a persona,
la regla intrínseca es que no contradiga una verdad bíblica.
PASO 4: COMPRENDER EL TEXTO EN NUESTRO «CONTEXTO ACTUAL»
Pregunta: ¿Cómo deberían aplicar los cristianos de nuestros días el principio teológico a
sus vidas?
En el Paso 4 buscamos la aplicación del principio teológico deducido a la situación
específica de los cristianos individuales en nuestra época. No podemos dejar el significado
del texto atascado en un principio teológico abstracto. Hemos de tratar ahora la cuestión
de cómo responder a este principio en nuestro contexto. ¿Cómo se aplica esta verdad a
las situaciones reales de nuestros días? Cada uno de nosotros entenderá y aplicará el
mismo principio teológico, aunque de maneras ligeramente distintas, dependiendo de
cuál sea nuestra situación del momento y la realidad concreta de nuestra relación con
Dios. Por ejemplo, el principio deducido en el paso 3 se puede aplicar (diría alguna
persona) a “una situación cuando atraviesa una enfermedad, en donde ella se mantiene
firme en que, así como Dios libró al pueblo de Israel también Dios la librará a ella ”; quizás
otro pueda aplicar este principio cuando pierde un trabajo y dirá “así como Dios abrió el
Mar Rojo, Dios también abrirá puertas para su honra y gloria”. El punto aquí es usar el
principio deducido del pasaje que se analizó y aplicarlo a nuestra época.
ASIGNACIÓN
Dado el pasaje de Josué 1:1-9, aplique los cuatro pasos del Recorrido Bíblico
Paso 1: ¿Qué significó el texto para los receptores bíblicos?
Paso 2: ¿Cuáles son las diferencias entre los receptores bíblicos Y nosotros?
Paso 3: ¿Cuál es el principio teológico que se expresa en este texto?
Paso 4: ¿Cómo deberían aplicar los cristianos de hoy este principio teológico en sus
vidas?
Lección #1: Hermenéutica bíblica
Importancia de la Interpretación
Pasos del Recorrido interpretativo: El recorrido interpretativo esencial, el cual se define
como el proceso de leer, interpretar, y aplicar la Biblia, comprende cuatro pasos:
Paso 1: comprender el texto en el «contexto» de los receptores originales
Paso 2: medir la anchura del río de diferencias que hay que cruzar
Paso 3: cruzar el puente de los principios
Paso 4: comprender el texto en nuestro «contexto actual»