Biografía Mons. Romero
Biografía Mons. Romero
Biografía Mons. Romero
Curso: 3C1
Fecha: 18/03/2020
Su vocación sacerdotal se puso de manifiesto desde que era un niño, pues antes de
empezar con sus actividades cotidianas entraba a la iglesia a encomendarse al Creador y a
pedirle por su familia, según testimonio del sacerdote Nazario Monroy, quien lo conoció por
aquellos años.
Óscar Romero era hijo de Santos Romero y Guadalupe Galdámez, ambos mestizos; su
padre fue de profesión telegrafista. Estudió primero con claretianos, y luego ingresó muy
joven en el Seminario Menor de San Miguel, capital del departamento homónimo. De allí
pasó en 1937 al Colegio Pío Latino Americano de Roma, donde se formó con jesuitas. En
Roma, aunque no llegó a licenciarse en teología, se ordenó sacerdote en 1942. En 1967 fue
nombrado secretario de la Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES), estableciendo su
despacho en el Seminario de San José de la Montaña que, dirigido por los jesuitas, era la sede
de la CEDES. Tres años después el papa Pablo VI lo ordenó obispo auxiliar de El Salvador.
Óscar Arnulfo Romero gozaba del apoyo del Nuncio Apostólico de Roma, y fue
nombrado obispo de Santiago de María en 1974. De gran dedicación pastoral, promovió
asociaciones y movimientos espirituales, predicaba todos los domingos en la catedral y
visitaba a los campesinos más pobres. Bien visto por ello entre los sacerdotes de su diócesis,
se le reprochó cierta falta de organización y de individualismo. En 1975, el asesinato de
varios campesinos que regresaban de un acto religioso por la Guardia Nacional le hizo
atender por primera vez a la grave situación política del país.
Así, cuando el 8 de febrero de 1977 fue designado arzobispo de El Salvador, las
sucesivas expulsiones y muertes de sacerdotes y laicos (especialmente la del sacerdote Rutilio
Grande) lo convencieron de la inocuidad del gobierno militar del coronel Arturo Armando
Molina. Monseñor Romero pidió al presidente una investigación, excomulgó a los culpables,
celebró una misa única el 20 de marzo (a la que asistieron cien mil personas) y decidió no
acudir a ninguna reunión con el Gobierno hasta que no se aclarase el asesinato (así lo hizo en
la toma de posesión del presidente Carlos Humberto Romero del 2 de julio). Promovió
además la creación de un Comité Permanente para velar por la situación de los derechos
humanos. El Nuncio le llamó al orden, pero Monseñor Romero marchó en abril a Roma para
informar al Papa, que se mostró favorable.
En junio de 1978 volvió a Roma y, como la vez anterior, fue reconvenido por algunos
cardenales y apoyado por el papa Pablo VI. Continuó, pues, con idéntica actitud de denuncia,
ganándose la animadversión del gobierno salvadoreño y la admiración internacional. La
Universidad de Georgetown (EE.UU.) y la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) le
concedieron el doctorado honoris causa (1978 y 1980 respectivamente); algunos miembros
del Parlamento británico le propusieron para el Premio Nobel de la Paz de 1979, y recibió en
1980 el Premio Paz de manos de la luterana Acción Ecuménica de Suecia.
En enero de 1980 hizo otra visita más a Roma (la última había sido en mayo de 1979),
siendo recibido entonces por Juan Pablo II, que le escuchó largamente y le animó a continuar
con su labor pacificadora.
En 2015 Óscar Romero fue beatificado por la Iglesia católica; los actos de la
beatificación congregaron a más de 250.000 fieles en la Plaza Salvador del Mundo de la
capital salvadoreña. Tres años después, el 14 de octubre de 2018, el papa Francisco ofició en
Roma la ceremonia de canonización.
Bibliografía