COALICIÓN
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Entonces, ¿qué debemos hacer? La solución no es sencilla, ya que Pablo también nos
advierte que ser “de Cristo” puede ser tan partidista como ser de Pablo o de Apolos (1 Co.
1:12-13). En todo esto, es evidente que necesitamos entender cómo y por qué surgieron las
denominaciones.
Aunque los protestantes han generado una gran proliferación de denominaciones, muchas
veces esto ha sido sin querer. Martín Lutero no pensaba fundar la nueva Iglesia luterana,
sino reformar la antigua Iglesia católica. Así también los puritanos buscaban reformar la
Iglesia anglicana, pero con el paso del tiempo algunos hombres fieles llegaron a la
conclusión de que el proyecto de una iglesia genuinamente reformada solo se podía lograr
fuera del contexto de la “Iglesia oficial”. De la misma forma, John Wesley quiso liderar una
renovación dentro de la Iglesia anglicana y no formar una denominación distinta.
A la vez, aquí cabe señalar que el crecimiento de las iglesias evangélicas ha ocurrido a
menudo por movimientos separatistas. Estas iglesias nacieron de la convicción de que el
proyecto de reforma requería nuevas formas eclesiásticas.
A veces, las separaciones han deshonrado la causa de Cristo. Por ejemplo, la Convención
Bautista del Sur en Estados Unidos se formó de una división en el siglo XIX debido a un
desacuerdo relacionado con la trata de esclavos. A pesar de esto, el Señor en su bondad ha
usado grandemente a la Convención Bautista en la propagación del evangelio en el mundo.
En los últimos años, han hecho una mea culpa histórica ejemplar. Por mi parte, encuentro
mis raíces entre Bautistas Independientes que, motivados más bien por personalismos que
por legitimas cuestiones doctrinales, se han divido reiteradas veces.
Hay otro factor más que contribuye a la formación de nuevas denominaciones: nuestras
limitaciones humanas. Pablo escribió que por ahora vemos como en un espejo, oscuramente
(1 Co. 13:12). Tenemos en nuestras manos la eterna Palabra de Dios, pero nuestra visión
difícilmente se extiende más allá de nuestros limitados horizontes históricos. Tenemos el
don del Espíritu Santo, pero vivimos con los límites que vienen por nuestra posición
escatológica del Reino iniciado pero aún no culminado.
Dado que nuestra visión histórica no es más aguda que la de Lutero, quizá nuestra primera
reacción frente a la realidad de las denominaciones debería ser la humildad. Dudo que yo
hubiera logrado un mejor resultado si me hubiera tocado vivir las circunstancias históricas
de nuestros antepasados protestantes.
Por último, podemos orar por las iglesias locales y denominaciones. El padre de las
misiones modernas, William Carey, escribió en 1792 que, dado la condición dividida del
cristianismo de su época, era muy difícil emprender un proyecto misionero conjunto. Sin
embargo, dijo que no había impedimento para orar juntos por el avance del Reino de Dios.
Hoy podemos decir lo mismo. Lo maravilloso es que la oración conjunta es la herramienta
más efectiva que podemos usar
________________________________________
Respuesta: Para responder a esta pregunta, primeramente, debemos diferenciar entre (1)
denominaciones dentro del cuerpo de Cristo, y (2) sectas y falsas religiones no-cristianas.
Los Presbiterianos y luteranos son denominaciones cristianas; los Mormones y Testigos de
Jehová son sectas (grupos que aseguran ser cristianos, pero niegan uno o más de los puntos
esenciales de la fe cristiana); el Islam y el Budismo son religiones enteramente separadas.
La denominación Luterana fue nombrada así por Martín Lutero y estaba basada en sus
enseñanzas. Los Metodistas tomaron el nombre de su fundador, John Wesley, quien era
famoso por elaborar “métodos” para el crecimiento espiritual. Los Presbiterianos fueron
llamados así por su visión sobre el liderazgo de la iglesia – la palabra griega para anciano
es presbyteros. Los Bautistas tomaron su nombre, porque ellos siempre enfatizaron la
importancia del bautismo. Cada denominación tiene algunos énfasis o diferencias
doctrinales una de la otra, tales como: el método del bautismo; la disponibilidad de la cena
del Señor para todos o sólo para aquellos cuyos testimonios puedan ser verificados por los
líderes de la iglesia; la soberanía de Dios vs. el libre albedrío en lo referente a la salvación;
el futuro de Israel y la iglesia; el arrebatamiento pre-tribulacionista vs. el post-
tribulacionista; la existencia de dones de “milagros” en la era moderna, y la lista puede
seguir y seguir. El punto de estas divisiones nunca es Jesucristo como Señor y Salvador,
sino más bien, honestas diferencias de opinión de gente piadosa, aunque imperfecta, que
busca honrar a Dios y retener la pureza doctrinal de acuerdo a sus conciencias y su
comprensión de la Palabra.
Una iglesia pentecostal puede trabajar de forma independiente o estar afiliada a una
organización religiosa, ministerio o apostolado de mayor cobertura. Sus ritos, prácticas y
costumbres dependen de la corriente con la cual se identifique.
Las iglesias pentecostales se financian a través del pago de diezmos, primiciasy donaciones,
así como a través de inversiones en la bolsa de valores y diversos negocios como el
mercado inmobiliario y el negocio de las telecomunicaciones.6
Antecedentes bíblicos[editar]
Los pentecostales utilizan, citan e interpretan diferentes textos de la Biblia para justificar
sus creencias, tales como los referidos a «La promesa del derramamiento del Espíritu
Santo»,7 «La revelación a Juan el Bautista» del Evangelio de Juan,8 «Jesucristo y sus
enseñanzas» del Evangelio de Marcos,9 «La promesa del Padre» del Antiguo
Testamento,10 el «Poder»,11 «El derramamiento del Espíritu Santo»,12 o los pasajes del
Nuevo Testamento «La casa de Cornelio»,13 «La iglesia en Éfeso» o14 «La iglesia en
Samaria».15
Historia
Este tipo de prácticas disminuyó considerablemente durante la Edad Media, época del
apogeo del catolicismo en occidente. Sólo más tarde, con la Reforma protestante del siglo
XVI, se registraron experiencias semejantes a las de la glosolalia y el avivamiento,
buscadas actualmente por los pentecostales. Tal es el caso de los hugonotes en Cevenas
durante la Guerra de los camisards.18
Los pentecostales consideran a Martín Lutero un profeta y evangelista, dotado de todos los
dones espirituales.19 También se sienten identificados con las prédicas sobre el Espíritu
Santo de George Fox20 y con los supuestos avivamientos experimentados por los husitas
de Bohemia.21
El pastor anglicano John Wesley, considerado el padre del metodismo, consideraba que los
dones perseguidos por el cristianismo primitivo debían rescatarse y no ser ridiculizados.17
En sus diarios registró diversas historias que supuestamente tenían que ver con dones
divinos.22 El mensaje de las iglesias metodistas marcó una fuerte influencia dentro del
movimiento pentecostal.23
En las décadas de 1730 y 1740 se desarrolló el llamado Primer Gran Despertar, un
movimiento de revitalización cristiana que se extendió por la Europa protestante y América
británica dejando un impacto permanente en la religión norteamericana y el movimiento
pentecostal. Entre sus principales predicadores se encontraban George Whitefield (1714-
1770), David Brainerd (1718-1747) y Jonathan Edwards (1703-1758).16
Más tarde, a fines del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX, se produjo en Estados Unidos
el Segundo Gran Despertar, del que surgió el denominado Movimiento de Santidad, un
conjunto de creencias y prácticas religiosas que surgió del metodismo y de ciertas
denominaciones evangélicas para enfatizar sus creencias a través de una doctrina central.
Entre 1811 y 1825, el teólogo metodista Adam Clarke difundió la idea de enfatizar más en
el Espíritu Santo, y en 1840 el Movimiento de Santidad comenzó a predicar acerca de la
doctrina del bautismo en el Espíritu Santo. El Movimiento de Santidad se considera uno de
los antecedentes del pentecostalismo moderno,24 y algunos de sus términos publicados
hacia 1857 y relacionados con la palabra «pentecostal» son utilizados por el
pentecostalismo actual.16 Algunos de sus principales predicadores fueron Charles G.
Finney (1792-1875), Dwight L. Moody (1837-1899) y Guillermo Arthur.16
Jesucristo salva. La salvación como un don dado por Dios a las personas con fe, otorgado
gracias a la crucifixión de Jesús. En este sentido, la mayoría cree en la doctrina del
arminianismo, que está en contra de la doctrina calvinista de la predestinación.
Jesucristo bautiza con el Espíritu Santo. La doctrina del bautismo en el Espíritu Santo
enseñada por Jesús.
Jesucristo sana. La curación por la fe, como una promesa cumplida por Jesucristo al
momento de aceptar su crucifixión.
En cuanto al último punto, las iglesias pentecostales no proclaman una fecha para este
suceso, sino que alientan a sus creyentes a vivir en consagración, santidad y trabajo
cristiano.25 En general, los pentecostales sostienen que para recibir estos beneficios se
necesita mantener una constante dedicación religiosa.26
Creencias generales
Escena del drama anual de Semana Santa de la compañía Garywood Easter Drama, de
Asamblea de Dios, en 2007.
Como cristianos, los pentecostales son monoteístas. Los llamados pentecostales trinitarios
creen en la Santísima Trinidad, mientras que los pentecostales unicitarios no, pues
consideran que Dios es uno solo manifestado de muchas maneras, siendo Jesús su última
gran manifestación.26 Ven a la Biblia como un libro sagrado en el canon bíblico
protestante, cuyos escritores fueron inspirados por el Espíritu Santo. De este modo,
representa la palabra de Dios y, por tanto, su incondicional regla de fe y conducta.
Al igual que otras iglesias cristianas y protestantes, también creen en el pecado original, y
en particular en las figuras de Satanás, Adán y Eva.26 También creen en la posibilidad de
santificación del ser humano por medio de la fe.27 Se consideran parte de la «iglesia de
Cristo», sin tener mayores desavenencias con las iglesias históricas como las presbiterianas
o bautistas. Algunos pentecostales, no obstante, están en contra del ecumenismo.26
Los pentecostales creen que Dios se puede manifestar de diversas maneras sobrenaturales,
tales como señales o la realización de prodigios, milagros o dones: dones de sabiduría, de
conocimiento, la capacidad de sanar gente y realizar otros milagros a través de la fe, de
recibir profecías, de discernir espíritus entre ángeles o demonios y de hablar e interpretar
otros idiomas.24
Práctica religiosa
Liturgia pentecostales
Jesús Adrián Romero, cantante cristiano y antiguo pastor de la iglesia carismática mexicana
Vino Nuevo, de Ciudad Juárez.
La liturgia pentecostal varía según la iglesia, organización o corriente pentecostal, pero su
principal actividad es la lectura tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Durante las
ceremonias se suelen interpretar himnos y otros cantos de alabanza de variados estilos,
acompañados de música en vivo, aplausos, coros, exclamaciones de júbilo y pasos de danza
dirigidos o espontáneos. También se practican la oraciónconjunta, la predicación de los
pastores a los feligreses y la ministración u oración de los pastores o ministros dirigida a los
feligreses. Algunos ministros permiten que algunos feligreses digan breves testimonios
personales a los demás y se presten para supuestas sanaciones o expiación de demonios.28
Algunos de los músicos más interpretados por las iglesias hispanoamericanas son Marcos
Witt, Marco Barrientos, Danilo Montero, Jesús Adrián Romero, Juan Carlos Alvarado,
Fernel Monroy, Jaime Murrell, o los grupos musicales En espíritu y en verdad, Hillsong
United, Rojo e Inspiración.28
Prácticas y ceremonias[editar]
Bautismo por inmersión realizado por un pastor de las Asambleas de Dios en una playa de
Cancún.
Los pentecostales practican diversas actividades consideradas por ellos como sacramentos,
y que buscan emular momentos adjudicados por la Biblia a Jesús de Nazaret.26
Los pastores y misioneros pueden realizar bautismos por inmersión, los cuales, a diferencia
del catolicismo, generalmente son realizados a adultos y por voluntad propia; los recién
nacidos, al ser considerados incapaces de arrepentirse todavía por sus pecados, solo son
presentados ante el ministro o pastor de la iglesia. Ministros, pastores o diáconos también
pueden dirigir representaciones simbólicas de la Santa Cena. Otra actividad de varias
iglesias pentecostales es la del lavatorio de pies, como símbolo de humildad entre sus
pares.26
Los pentecostales creen en las posesiones demoníacas y en los exorcismos, los cuales,
sostienen, pueden ser ejecutados por creyentes consagrados a Dios y previamente expuestos
al ayuno. Para ellos, las razones por las cuales una persona puede ser poseída por un
demonio son esotéricas o bien están relacionadas con actos que consideran impropios para
un cristiano.26
Organización[editar]
Simón Pedro consagra a Esteban (de rodillas) como diácono de la iglesia de Jerusalén.
Fresco de la Capilla Nicolina, Ciudad del Vaticano. Detrás y de pie se encuentran otros seis
diáconos ordenados.
Las iglesias pentecostales poseen una organización característica conformada por diversos
cargos o ministerios, cuya cantidad y funciones difieren según la iglesia. También difiere el
rol de la mujer, pues mientras en algunas iglesias pueden ejercer como líderes, en otras esto
les está vedado.29
Diáconos (del griego diákonos: servidor, ayudante). Forman parte del cuerpo gobernante de
las iglesias pentecostales. Ayudan al pastor en la toma de decisiones y velan por la
seguridad de la iglesia y del pastor, realizan visitas a los enfermos y a otros miembros de la
congregación. En ocasiones ministran a los creyentes con la imposición de manos, oran por
los enfermos, participan en supuestos exorcismos y ministran la Santa Cena. Para los
pentecostales, los diáconos del cristianismo primitivo están retratados en la Biblia, y
también podían ser mujeres.29
Marcos Witt, cantante y compositor de música cristiana, fue pastor de la Iglesia Lakewood.
Pastores (del griego poimenas: pastor de ovejas; jéqueomai: líder; epískopo: anciano,
presbítero u obispo). También conocido como Ministro en muchas iglesias, es el ministerio
más numeroso entre los pentecostales y cumple un rol de liderazgo, al cuidar a los
creyentes y atraer a nuevos fieles a la iglesia. Su conducta se supone debe ser intachable de
acuerdo con los alineamientos de la iglesia. En algunas iglesias el pastor es la máxima
autoridad y quien tiene la última palabra en todas las decisiones; en las iglesias con
gobierno presbiterano, los pastores pueden recibir comentarios del cuerpo de ancianos.
Normalmente son personas con estudios bíblicos dictados por organizaciones religiosas y a
veces poseen calificaciones ministeriales. Los pastores suelen hacer bautizos, predicaciones
y visitas a sus feligreses y enfermos.29
Pentecostalismo histórico. Empezó a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX,
principalmente en Estados Unidos, a partir de la agrupación de iglesias protestantes que
fueron rechazadas por la importancia que le daban al supuesto don de lenguas.24 A
diferencia de algunos otros grupos pentecostales posteriores, los pentecostalistas históricos
creen en la Santísima Trinidad.26
Pentecostalismo clásico. Surgió el 1 de enero de 1901 en la ciudad estadounidense de
Topeka, Kansas.33 Sus doctrinas difieren dependiendo de sus organizaciones, pero como
los pentecostales históricos, muchas de ellas creen en la doctrina de la Santísima Trinidad.
Los pentecostales clásicos son más fundamentalistas, pues son dados al literalismo bíblico,
y entre otras cosas, practican la abstinencia al alcohol, el tabaco y otras drogas, consideran
que los creyentes tienen autoridad sobre aquello que consideran «demoníaco», y
desaprueban la homosexualidad y el divorcio.
Ecumenismo
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Entre las muchas personalidades relevantes que tienen o tuvieron influencia en el desarrollo
de la conciencia ecuménica se encuentran Robert Gardiner, el teólogo Yves Congar, el
hermano Roger Schutz —fundador de la Comunidad ecuménica de Taizé—, Chiara Lubich
—fundadora del Movimiento de los Focolares—, el patriarca Atenágoras I, los papas Juan
XXIII, Pablo VIy Juan Pablo II, y el arzobispo de Canterbury Rowan Williams.
Los romanos eran llamados "señores del «oikoumenē»" (Plutarco, Tiberius Gracchus 9, 6).
Polibio escribió: "todas las partes del mundo habitado («oikoumenē») han venido a estar
bajo el dominio de Roma" (Polibio, Historias 3,1,4). De la misma forma lo usó Dion Casio
(Historia Romana 37,1,2; 43,14,16; 43,21,2) y Flavio Josefo, entre muchos otros. Flavio
Josefo escribió que el rey Agripa dijo: "En el mundo habitable («oikoumenē») todos son
romanos" (La guerra de los judíos 2, 388).
Ícono ortodoxo oriental que representa el primer Concilio ecuménico en Nicea, en 325
En los evangelios, el término «oikoumenē» es poco utilizado como tal. Por ejemplo, en
Lucas 2,1 se señala: "Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto
ordenando que se empadronase todo el mundo («oikoumenē»)". También, el diablo tienta a
Jesús ofreciéndole "todos los reinos de la tierra («oikoumenē»)" (Lucas 4, 5).
Primera Conferencia Misionera Mundial, celebrada en el Assembly Hall del New College,
Universidad de Edinburgo en 1910. Se considera el inicio del movimiento ecuménico
protestante.
El movimiento ecuménico estuvo marcado por diversos hitos. Entre ellos se pueden
mencionar los siguientes:
Por primera vez Nathan Söderblom, en una carta abierta, sugirió la creación de un Consejo
ecuménico de las Iglesias (C.OE.E).
En 1920, tiene lugar la Conferencia «Vida y Acción» del catolicismo práctico. Acuden
delegados de la jerarquía ortodoxa. Se creó un Comité de Continuación de la Conferencia
Misionera Mundial en Ginebra, para sentar las bases del movimiento Fe y Constitución.
En 1928, el papa Pío XI publicó su encíclica Mortalium Animos, en la que trató con
palabras duras las primeras iniciativas del movimiento ecuménico.7
En 1929, se realizó la primera evaluación seria del trabajo ecuménico por parte de los
católicos, con el libro de Max Pribilla s.j.: Um kirchliche Einheit, Stockholm, Lausanne,
Rome.
En cuanto a la Iglesia católica, el papa Juan XXIII produjo un cambio de rumbo con la
creación del "Secretariado para la promoción de la unidad de los cristianos", una comisión
preparatoria al Concilio Vaticano II que más tarde recibiría el nombre de Consejo
Pontificio para la Unidad de los Cristianos. El 6 de junio de 1960, Juan XXIII designó al
cardenal Augustin Bea como primer presidente del recién creado Secretariado.8 El
Secretariado participó en 1961 de la conferencia de Nueva Delhi y fue el responsable de la
redacción de diferentes borradores de documentos críticos durante el Concilio Vaticano II,
entre ellos el del decreto Unitatis redintegratio sobre el ecumenismo.9
Las últimas palabras pronunciadas por Juan XXIII en su lecho de muerte exteriorizaron su
compromiso ecuménico:
Ofrezco mi vida por la Iglesia, por la continuación del Concilio Ecuménico, por la paz en el
mundo y por la unión de los cristianos... Mis días en este mundo han llegado a su fin, pero
Cristo vive y la Iglesia debe continuar con su tarea. Ut unum sint, ut unum sint.10
Juan XXIII
El papa Juan XXIII (derecha) y el cardenal Augustin Bea(izquierda). Juan XXIII encargó a
Bea la confección del documento Unitatis redintegratio, decreto del Concilio Vaticano II
sobre el ecumenismo. Además, Bea presidió por vez primera el "Secretariado para la
promoción de la unidad de los cristianos" creado por Juan XXIII en 1960.
La Iglesia católica, a través del Concilio Vaticano II, estableció, entre otros puntos los
siguientes:
El ecumenismo debe ser fomentado por los obispos (Decreto Christus Dominus 16).
Los presbíteros no han de olvidar a los hermanos que no gozan de plena comunión
eclesiástica con los católicos (Decreto Presbyterorum ordinis 9).
Los católicos, en su acción ecuménica, deben, sin duda, preocuparse de los hermanos
separados, orando con ellos, tratando con ellos de las cosas de la Iglesia y adelantándose a
su encuentro (Decreto Unitatis redintegratio 4).
Es necesario que los católicos reconozcan con gozo y aprecien los bienes verdaderamente
cristianos, procedentes del patrimonio común, que se encuentran entre los hermanos
separados (Decreto Unitatis redintegratio 4).
(f) una mejora en cuanto a la profundidad y exactitud en el lenguaje con que se expresa la
doctrina de la fe (op. cit., 11), entre otros puntos.
El nuevo rumbo se profundizó con el papa Pablo VI, quien peregrinó a Tierra Santa del 4 al
6 de enero de 1964, en el primer viaje de un papa por el mundo.11 Como resultado de aquel
acercamiento histórico, en una declaración conjunta efectuada el 7 de diciembre de 1965,
Pablo VI y Atenágoras I, guías espirituales de los cristianos católicos y ortodoxos del
mundo respectivamente, decidieron «[...] cancelar de la memoria de la Iglesia la sentencia
de excomunión que había sido pronunciada [...]» en ocasión del Cisma de Oriente o Gran
Cisma de 1054.12Nota 1
El 25 de mayo de 1995, Juan Pablo II publicó la carta encíclica Ut unum sint (del latín, Que
sean uno), en la cual se instó a la unión de las iglesias cristianas mediante la fraternidad y la
solidaridad al servicio de la humanidad.13 Ya el 10 de noviembre de 1994, en su carta
apostólica Tertio Millennio Adveniente dirigida al episcopado, al clero y a los fieles con
motivo de la preparación del jubileo del año 2000, Juan Pablo II instó a analizar el curso de
los últimos diez siglos y señaló la falta de unidad de los cristianos entre «los pecados que
exigen mayor compromiso de penitencia y de conversión», al tiempo que lo calificaba
como «un problema crucial para el testimonio evangélico en el mundo».14
En febrero del 2016, el papa Francisco y el patriarca de Moscú y de todas las Rusias Cirilo
I de Moscú, firman una Declaración conjunta reunidos en Cuba, en este encuentro histórico,
dichos líderes se abrazaron después de casi mil años de separación de sus iglesias.1920 En
abril de ese año Francisco y los patriarcas Bartolomé I y Jerónimo II de Atenas, arzobispo
de Atenas y de toda Grecia, firmaron una declaración ecuménica conjunta para manifestar
su preocupación por la situación trágica de los numerosos refugiados, emigrantes y
demandantes de asilo, que han llegado a Europa huyendo de situaciones de conflicto.21 El
31 de octubre del 2016, en el marco de su viaje apostólico a Lund (Suecia) con ocasión de
la conmemoración luterano-católica por el quingentésimo aniversario de la Reforma
iniciada por Martín Lutero,22 el papa Francisco participó en una ceremonia ecuménica y
firmó junto a Munib Younan, presidente de la Federación Luterana Mundial, una
declaración conjunta.23
Una de las personas que más ha contribuido a la promoción de la idea del ecumenismo en
el siglo XX, especialmente entre los jóvenes, fue el hermano Roger Schutz, fundador de la
ecuménica Comunidad de Taizé. Su visión de la unidad cristiana deriva de la creencia de
que Jesús no vino para iniciar una nueva religión, sino para revelar el amor de Dios y
reconciliar a la gente entre sí. Por lo tanto, según el pensamiento de Roger Schutz, los
cristianos pueden ser reconciliados unos con otros mediante la oración en común, que
permite la entrada del Espíritu Santo en el corazón de la acción. En 1972, los jóvenes
mostraron la importancia que brindan al mensaje ecuménico de Taizé, tal como se señaló
en el periódico francés Le Monde:
El ecumenismo hoy[editar]
Un panorama general, basado en las apreciaciones de René Berthier,24 permite señalar los
puntos siguientes referidos al estado de situación del ecumenismo hoy.
La cuestión del bautismo quedó definitivamente resuelta: todos los cristianos, sean
católicos, ortodoxos, anglicanos o protestantes, reconocen el valor del bautismo
administrado por las demás Iglesias que no sean la suya propia. Si un cristiano desea pasar
a pertenecer a otra de estas confesiones cristianas, no requiere ser «bautizado de nuevo».
También progresan, aunque sin dudas con dificultades, las investigaciones teológicas
emprendidas en común sobre los problemas de la autoridad papal y de la llamada
infalibilidad pontificia. En particular, las Iglesias católica, ortodoxa y la Comunión
Anglicana se sienten menos alejadas entre sí a nivel doctrinal.
Sobre problemas de índole moral, como los del divorcio o del aborto, las divergencias no
son tan extremas como para excluir un posible acuerdo. En cuanto a problemas de
formulación más moderna, como los de la justicia social, la vida internacional y las
libertades cívicas (entre ellas, la libertad de culto, la libertad de enseñanza, la libertad de
expresión, etc.), los puntos de vista son similares hasta el extremo de que las distintas
Iglesias han llegado a pronunciarse a través de declaraciones comunes.
Las relaciones entabladas a nivel jerárquico son muy buenas, impensables un siglo atrás. El
«Consejo Mundial de Iglesias», que representa al conjunto de Iglesias de la Comunión
Anglicana, protestantes y ortodoxas, goza de un alto prestigio moral. La Iglesia católica no
es miembro del Consejo, pero ha participado de algunas comisiones, como la de «Fe y
Constitución». No se excluye que en el futuro se integre en el Consejo como miembro de
pleno derecho.
Parecería que la unidad entre las distintas confesiones cristianas fuese una idea más afín
entre los cristianos jóvenes, a quienes el sentido de la vida, la promoción de la sociedad, el
significado de la figura de Jesucristo y la ayuda solidaria en común les importan
mayormente. Quizá sea por eso que los jóvenes sigan sintiéndose tan atraídos por
experiencias como la que presenta la ecuménica Comunidad de Taizé, o más nuevas como
la comunidad religiosa-ecuménica de los Misioneros y Misioneras del Amor Sacramentado.
Entre las personalidades reconocidas por su carácter ecuménico y sus aportes decisivos al
ecumenismo se pueden citar:
El Ecumenismo
¿Qué es el Ecumenismo?
Clases
Bibliografía
Antecedentes
Este movimiento en la actualidad busca el diálogo para un acercamiento con las diferentes
corrientes del cristianismo. Busca raíces del ecumenismo en la Biblia y en la historia de la
Iglesia, en que apoyarse para describir la unidad de la iglesia cristiana. El movimiento
ecuménico busca raíces en el sentir de Jesucristo ".Para que todos crean " S. Jn. 17:21,
Por una parte, existen los que le atribuyen a la Biblia cosas que ella no dice respecto al
ecumenismo, lo asocian con el fin de hacer valer opiniones personales, forzando la Biblia
para establecer doctrinas que carecen de seriedad y profundidad interpretativa bíblica.
Asocian el ecumenismo con lo diabólico o con la mega iglesia apocalíptica. Por otro lado,
los que han marginado la Biblia y hablan del ecumenismo, partiendo desde un punto de
vista social humanista o filantrópico y político.
Ambos extremos han presentado su concepto de ecumenismo lejos de la realidad bíblica.
¿Qué dice la Biblia de estos extremos? En alguna medida los miembros de la iglesia
evangélica ignoran lo que es el movimiento ecuménico y la unidad que impulsa.
Erróneamente se cree que este movimiento es impulsado solo por la iglesia católica
romana; sin embargo este movimiento nace en la cuna del protestantismo. El ecumenismo
viene desde tiempos remotos según se verá en este documento; por lo que se hace necesario
un estudio bíblico, histórico adecuado para lograr un vigoroso entendimiento del
movimiento ecuménico de la actualidad. Es vital que la iglesia evangélica de hoy tenga un
concepto definido y específico de lo que es ecumenismo.
¿Qué es el Ecumenismo?
Ecumenismo se refiere a toda iniciativa que apunte a una mayor unidad o cooperación
religiosa. En su sentido más amplio, esta unidad o cooperación puede referirse a una unidad
mundial religiosa, por la advocación de un mayor sentido de espiritualidad compartida
entre las tres religionesabrahámicas: Judaísmo, Cristianismo e Islam. Más comúnmente, sin
embargo, el ecumenismo es usado en un significado más específico, en referencia a una
cooperación mayor entre las denominaciones diferentes religiosas de una sola de estas
confesiones.
Por Ecumenismo: se entiende el movimiento surgido, por la gracia del Espíritu Santo, para
restablecer la unidad de todos los cristianos. Participan en él los que invocan al Dios Uno y
Trino y confiesan que Jesús es el Señor y Salvador. Casi todos, aunque de distinta manera,
aspiran a una Iglesia de Dios única y visible. El Movimiento Ecuménico comenzó
oficialmente con el Congreso Misionero de Edimburgo (Escocia) en 1910. Surgió en un
ambienteprotestante y en un contexto misionero, por la necesidad de presentar un frente
unido en los países paganos.
La Iglesia Católica considera la separación de los ortodoxos y los protestantes como una
herida profunda infligida a la Iglesia de Cristo. Por lo que al mismo tiempo que las iglesias
protestantes, inicia un movimiento a favor de la unidad de los cristianos.
Clases
Ecumenismo protestante:
Las tres grandes figuras que pusieron las bases del ecumenismo protestante fueron:
Ø Carlos Brent. Episcopaliano canadiense. En 1927 reunió en Lausana, Suiza, una
conferencia que dio origen al movimiento Fe y Constitución. Su objetivo era unificar la
doctrina.
Ø Natan Sôderblom. Obispo luterano de Upsala, Suecia. Trató de enfocar la unidad de los
cristianos bajo el aspecto práctico y no doctrinal. Buscaba la colaboración de las
actividades prácticas como camino para llegar a la unidad. En el Congreso de Estocolmo de
1925 fundó el Movimiento Vida yAcción.
Ø Juan Mott. Metodista, enamorado del ecumenismo. Su lema fue: "Mediante la acción
unida de todos, demos muestra de que el ecumenismo es una realidad, dejando a la
Providencia manifestarnos el camino a seguir". En 1946 recibió el Premio Nobel de la Paz
y fue presidente vitalicio del Consejo Ecuménico.
Ecumenismo católico:
Ø En 1930, el padre José Metzger fundó la asociación "Una Sancta", con el objetivo de
fomentar el ecumenismo.
Ø En 1960, el Papa Juan XXIII, funda el "Secretariado para la Unión de los Cristianos".
Fue puesto bajo la presidencia del Cardenal Agustín Bea, es el organismo católico por
excelencia para promover la unión de los cristianos.
Ø La Asociación "Ut Unum Sint", palabras tomadas de Jn 17, 21, que significan "Que sean
una sola cosa", fue fundada por la Congregación del Concilio y tiene como finalidad
promover la unidad de todos los cristianos en la única Iglesia de Cristo.
La costumbre de Juan Pablo II de orar en común, en todos sus viajes, con los representantes
de los hermanos separados.
1914 Robert Gardiner manda una carta de invitación en latín al Cardenal Gasparini. El papa
Benedicto XV contesta que se considera a sí mismo como la fuente y la causa de la unidad
de la Iglesia.
1918 El obispo luterano Nathan Söderblom se acerca a numerosos clérigos católicos para
invitarles a hablar de la paz. Reunión de Uppsala en septiembre. Gasparini no se toma la
cosa en serio.
1919 Una delegación de obispos episcopalianos se acerca a diversas iglesias europeas. Al
llegar a Roma, les recibe Benedicto XV, quien les dice que la única unidad posible se
encuentra en su vuelta a la iglesia católica.
Por la primera vez, Nathan Söderblom, en una carta abierta, sugiere la creación de un
Consejo ecuménico de las Iglesias (C. OE.E).
1925 Conferencia del cristianismo práctico en Estocolmo. Violento ataque del canónigo
católico Charles Journet contra el cristianismo práctico en sulibro "L'unión des églises et le
Christianisme pratique".
1929 Primera evaluación seria del trabajo ecuménico por los católicos con el libro de Max
Pribilla s.j. : Um kirchliche Einheit, Stockholm, Lausanne, Rome.
Coincide esta etapa con la historia del «Consejo Mundial de Iglesias» (CMI). Su estatuto,
fijado provisoriamente en Utrech en 1938, a causa de la Segunda Guerra Mundial, no fue
adoptado hasta la asamblea de Ámsterdam, en 1948. El consejo se definió no como una
«super Iglesia» o como una «Iglesia mundial», sino como una «comunidad de Iglesias que
reconocen a Cristo como Dios y Salvador». Desde su fundación se han establecido 7
asambleas generales: Ámsterdam (1948); Evanston (1954); Nueva Delhi (1961); Upsala
(1968); Nairobi (1968); Vancouver (1983) y Canberra (1991).
En cuanto a la Iglesia católica, un cambio de actitud empezó con Juan XXIII y siguió con
Pablo VI dando pasos concretos y asumiendo una conciencianueva en el Concilio Vaticano
II. El gran paso fue la creación del Secretariado para la unión de los cristianos (1960) con el
cardenal Agustín Bea a la cabeza, pasando en 1961 a participar en la conferencia de Nueva
Delhi y llegar en 1964 a la promulgación del decreto «Unitatis redintegratio», documento
del Concilio Vaticano II dedicado enteramente al Ecumenismo.
En 1995, Juan Pablo II publica la Carta Encíclica Ut unum sint, en la cual se insta a la
unión de las iglesias cristianas mediante la fraternidad y la solidaridad al servicio de la
humanidad.1