Traumatismo Craneoencefálico
Traumatismo Craneoencefálico
Traumatismo Craneoencefálico
Diagnóstico:
El diagnóstico del trauma craneal se basa en la historia (determinar el mecanismo de
la lesión, estado de conciencia inmediato al trauma...), examen físico y estudios
radiológicos.
El principal fin del examen físico es identificar las complicaciones que ponen en riesgo
la vida del paciente y por otro lado clasificar el trauma como de bajo, moderado o alto
riesgo de presentar lesiones intracraneales.
El nivel de conciencia según la Glasgow Coma Scale (GCS) también llamada solamente
“Escala de Glasgow” es la forma habitual de clasificación del TCE y consiste en:
Respuesta verbal (V)
Apertura ocular (E)
• Orientado:'5. '
• Espontánea:'4 '
• Confuso:'4 '
• Estímulo verbal (al pedírselo):'3 '
• Palabras inapropiadas:'3 '
• Al Recibir un Estímulo doloroso:'2 '
• Sonidos incomprensibles:'2 '
• No responde:'1 '
• No responde:'1 '
Respuesta motora (M)
Dado la relación entre la puntuación de la GCS y el resultado final. Con GCS de 14-15
se considera trauma leve, aunque un bajo porcentaje pueden tener posterior deterioro
debido a hematomas y contusiones hemorrágicas.
Puede realizarse TAC con contraste para mejorar la información en situaciones como:
Para cuantificar el flujo sanguíneo cerebral puede usarse TAC más xenón estable.
• Lesión secundaria:
En un 10-15% de pacientes con TCE severo en que el TAC inicial no muestra lesiones,
tienen posibilidades de desarrollar hipertensión endocraneal.
PRONÓSTICO
La GOS (Glasgow outcome scale) categoriza los pacientes en 5 grupos:
• Con buena evolución, vida normal, pueden tener pequeños déficit neurológicos
o psicológicos.
• Discapacidad moderada: déficits neurológicos o psicológicos evidentes pero
capaces de realizar una vida independiente.
• Discapacidad grave: pacientes dependientes a causa de secuelas neurológicas
y/o mentales.
• Estado vegetativo persistente.
• Muerte.
Según TCDB (Traumatic Coma Data Bank): la máxima mortalidad ocurre en la lesión
difusa IV, seguido de masa no evacuada. La menor mortalidad se corresponde con la
lesión difusa tipo I. El mayor porcentaje de discapacidad grave en la lesión difusa tipo
II. La lesión difusa tipo III se relaciona con el mayor porcentaje de pacientes en estado
vegetativo.
EVOLUCIÓN
• HEMATOMA EPIDURAL
Colección hemática en el espacio entre tabla interna del cráneo y duramadre.. Suele
deberse a sangrado de arteria meníngea, la más frecuente es rotura de a meníngea
media ocasionando, si la rotura es del tronco, un hematoma epidural en fosa craneal
media o escama temporal; si la rotura es de la división anterior ocasiona un
hematoma epidural frontal. Suele ser uniformemente hiperdenso.
• HEMATOMA SUBDURAL
Sangrado generalmente venoso por rotura de venas puente o de pared del seno
venoso, en el espacio subdural entre duramadre y araconoides. Es más frecuente
sobre la convexidad cerebral del mismo lado del traumatismo. Habitualmente tienen
forma creciente.
• CONTUSIONES CEREBRALES
La contusión hemorrágica es la lesión más frecuente tras TCE. Puede ser de cualquier
localización.
• HEMATOMA CEREBRAL
Ocurre en el 8% de los TCE severos.
El tipo más frecuente de lesión primaria de tronco es LAD, suele asociarse con LAD de
cuerpo calloso y sustancia blanca cerebral profunda. Son pequeñas y no
hemorrágicas, a menudo no se ven en el TAC inicialmente.
• LESIONES VASCULARES
No detectables con TAC. El método más eficaz para screening de pacientes con
lesiones vasculares es una angioresonancia.
En pacientes con TCE grave el daño secundario se desarrolla por aumento de la PIC
con compromiso de PPC e isquemia secundaria. Signos de TAC para sospechar HE:
compresión de cisternas basales, existencia de lesiones mayores a 25cc de volumen y
desplazamiento de línea media más de 5mm.
Los infartos cerebrales pueden ser por lesión directa de los vasos intracraneales o por
lesión de vasos extracraneales con embolización distal secundaria
TRATAMIENTO