Redalyc - EL MONO Y EL CACAO LA BUSQUEDA D PDF
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Proyecto acadmico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
EL MONO Y EL CACAO: LA BSQUEDA DE UN MITO A TRAVS
DE LOS RELIEVES DEL GRUPO DE LA SERIE INICIAL DE CHICHN ITZ
RESUMEN: Recientes estudios sobre el cacao han subrayado la relevancia del rbol y de su fruto
en diferentes mbitos de la cultura maya y podra afirmarse que, despus del maz, fue la
planta ms venerada; su valor destaca en la esfera econmica, en la social y, por supuesto,
tambin en la religiosa. A pesar de ello se desconocen mitos sobre cmo los hombres llegaron
a obtenerlo; por ello, con base en el modelo mtico mesoamericano del maz, se propone una
interpretacin sustentada principalmente en el anlisis de algunos de los relieves del Grupo
de la Serie Inicial ubicado en Chichn Itz, en la que el simio juega un papel relevante.
ABSTRACT: Recent studies about cacao symbolism have stressed the importance of this plant
and its bean in several contexts of ancient Maya culture, sustaining the assumption that it was
the most revered plant after corn. Its value stands out in economic and social terms and, of
course, in religious contexts. However, we do not know the mythical beliefs related with its
procurement for the human beings; in this paper we propose a possible interpretation, based
on the maize mythical model and supported by several representations from the Initial Series
Group of Chichn Itz, where monkeys play an important role.
Introduccin
El cacao (Theobroma cacao L.) fue considerado como un fruto de gran vala en di-
ferentes mbitos polticos, econmicos, sociales y religiosos en la antigua Meso-
amrica. Al igual que otras semillas de gran estima para el universo indgena, ha
sido objeto de mltiples comentarios y estudios desde diversos ngulos: desde
los ofrecidos por los primeros cronistas, frailes y conquistadores, hasta los jui-
cios de europeos que si bien nunca pisaron el suelo americano, se deleitaron con
el sabor del chocolate o lo calificaron como un alimento daino. En los ltimos
aos varios autores han investigado al cacao desde mltiples perspectivas, ya sea
epigrficas, lingsticas, iconogrficas, biolgicas, etnogrficas, por citar algunas,
produciendo una literatura muy amplia.1
No obstante su relevancia en el mundo prehispnico, poco se ha escrito sobre
los mitos de origen del cacao; parecera que no sobrevivieron a la conquista, a di-
ferencia de los mitos fundamentales sobre el maz que abundan en Mesoamrica
y perduran hasta nuestros das. El propsito de este ensayo es, con base en un
anlisis comparativo con otras creencias e ideas mesoamericanas, rastrear cier-
*
Agradezco a Dolores Aramoni, Maricela Ayala, Guillermo Bernal, Michela Craveri, Lynnet Lowe,
Toms Prez, Rogelio Valencia, Carmen Valverde, Mara Elena Vega y Francisca Zalaquett los comenta-
rios, sugerencias y apoyo para este artculo, mismo que fue elaborado con apoyo del proyecto PAPIIT
IN404909. Asimismo agradezco a Daniel Salazar por haber retocado y redibujado las fotos y dibujos
que acompaan este trabajo.
1
Una de las publicaciones ms completas sobre el estudio del cacao entre los mayas es la de Ca-
meron McNeil, (editor) del 2006, titulada Chocolate in Mesoamerica. A Cultural History of Cacao. Rene
diversos artculos, algunos citados en este artculo. La obra contiene una amplia bibliografa.
2
Theobroma penragonum, cacao lagarto; T. leiocarpum, cacao calabacillo; y T. bicolor, patashte
o pataxte (Aramoni, comunicacin personal 2011).
Corazn sangre. Por metfora se deca de cacao, que solamente le usaban beber
los seores y senadores valientes hombres y nobles y generosos; porque vala muy
caro y haba muy poco. Si alguno de los populares lo beba, costbale la vida si sin
licencia lo beban, por sta se llamaba yollotli, yeztli, precio de sangre y de cora-
zn (Sahagn, 1989, libro sexto, cap. XLIII: 463).
3
Es interesante que esta pgina se vincula con el sur, regin del inframundo; y, como se ver, el
cacao se asocia con este mbito (Maricela Ayala, comunicacin personal).
4
Otros autores, como Rogelio Valencia (2010), sugieren que la transcripcin sera kakaw u pa.
5
Como ejemplos puede citarse en el Cdice Dresde la pgina 10b en la que Chaahk porta los
granos de cacao y en la 12a el dios del maz porta las mazorcas y Kawiil los granos de cacao, en la
lectura de los glifos se anuncia abundancia de alimento, abundancia de comida.
6
La feniletilamina es una amina aromtica muy simple; es adems alcaloide, neurotransmisor,
estimulante y antidepresivo.
Como seal, las historias sagradas sobre el origen del cacao son casi inexis-
tentes; por ello primero mostrar la fusin simblica entre el cacao y el maz y
luego, a travs de un modelo sobre los mitos del maz mesoamericano, tratar de
esbozar uno similar para el cacao. Considero que los diversos pueblos que habi-
taron la regin cultural de Mesoamrica compartieron un sustrato mtico comn
que se inicia desde periodos tempranos, y si bien se modific a travs del tiempo
algunos elementos fundamentales permanecieron por siglos. Entre los nahuas, el
nico elemento mtico que obtuve sobre el cacao proviene de los Anales de Cuau-
htitlan (1992: prrafo 37: 8), obra donde se asegura que Quetzalcatl en su tiempo
descubri, junto con otras riquezas, el cacao de varios colores; no obstante, no
relata cmo lleg a manos del hombre, si bien resulta interesante saber cmo, al
igual que el maz, el cacao puede ser de diversos colores (tal vez cada uno de es-
tos con un simbolismo determinado). En otro texto, Sahagn (1989: libro tercero,
cap. III y XII) refiere que Quetzalcatl en Tula tena todas las riquezas del mundo,
todo lo necesario para comer y beber; posea: oro, y plata, y piedras verdes []
y mucha abundancia de rboles de cacao de diversos colores, que se llaman xochi-
cacaoatl, cuando fue objeto de los engaos de Tezcatlipoca y tuvo que abandonar
su ciudad. Primero quem sus casas, enterr sus riquezas y convirti a los rbo-
les de cacao, en otros rboles, que se llaman mizquitl, dejando slo miseria.
Entre los grupos mayas, de acuerdo con ciertas representaciones del periodo
Clsico, algunas de las historias sagradas del maz se unen a las del cacao. Si-
mon Martin (2006: 154-156) analiza un cuenco de piedra esgrafiado del Clsico
Temprano (250-600 d.C.) para beber cacao que procede de Yucatn, resguardado
en la Coleccin Dumbarton Oaks7 (figura 2); sugiere que el cacao fue el primer
alimento que creci del cuerpo del dios del maz, el dador de todas las plantas
tiles, por lo cual el rbol del cacao posee una posicin privilegiada y sendas se-
millas pudieron compartir sus mitos. En las dos escenas conservadas aparece un
joven al que identifica con el dios del maz: de sus brazos y piernas crecen vainas
de cacao y la piel tiene marcas con motivos de madera. Por ello el autor considera
que personifica al dios del maz, en su aspecto no slo de dios del cacao sino
como encarnacin del rbol mismo. Martin se apoya en la lectura de los glifos
ixim / ixiim, que significa maz en casi todas las lenguas mayas, y del glifo te
para rbol, por lo cual propone la lectura iximte, Maz Dios rbol o Maz
rbol.8 Tambin considera que el ciclo del maz era la metfora central de la vida
y la muerte para los mayas, y el ncleo alrededor del cual se conformaba gran
parte de su religiosidad; no deja de ser interesante que ixim se llega a emplear
para todo tipo de grano.
7
Dumbarton Oaks Research Library and Collections, Washington D. C. (PC.B. 208).
8
Si bien ixim significa grano, en palabras compuestas puede significar toda la planta. Diccionario
Maya Cordemex, 1980: 275.
Por otro lado, segn Mercedes de la Garza (2012: 200-203), las imgenes re-
presentan un ritual inicitico de un gobernante ataviado con las caractersticas
del dios del maz. En la primera escena el dignatario seala el vaso de cacao y
mantiene el ojo semicerrado; en la segunda ya ha bebido el cacao y est tendi-
do boca abajo flotando en las aguas del inframundo. El ojo, seala la autora, lo
mantiene muy abierto en una expresin de xtasis por haber logrado la visin;
entonces, el contenido del vaso sera de cacao compuesto con alguna flor que le
produjo el estado alterado de conciencia. Para los fines de este artculo me inte-
resa destacar, no obstante la diferencia entre las interpretaciones de los dos au-
tores, el vnculo tan estrecho entre el maz y el cacao, subrayando que del cuerpo
del personaje ataviado como el dios del maz surgen las mazorcas de cacao.
FIGURA 3a. Vaso Trpode de Berlin K6547. Regin central del Petn. Dibujo de Lothrop, figura 25
9
Segn McNeil, Hurst y Sharer (2006: 250) las representaciones de ancestros como rboles de
cacao aumentan durante el periodo Clsico Tardo, particularmente en Copn. Esto podra responder
al inters de los gobernantes por incrementar la produccin de cacao durante este periodo.
10
Al pataxte en maya yucateco se le conoce como balamte, rbol del jaguar.
11
En kiche, segn Craveri (2011) significa montaa hendida. De acuerdo con Carlos Navarrete
(2002: 19-22) Paxil en mam significa agua que corre debajo; es un punto referencial, una potencia
sagrada y un cerro en el municipio de La Libertad, departamento de Huehuetenango, en los Altos
Cuchumatanes.
FIGURA 5. Fragmento de un vaso para bebida de cacao. Periodo Clsico (Chinchilla, 2005: figura 9)
12
El hecho de que se refieran al cacao calentado o fermentado, no implica que entre los
mayas se considerara un elemento fro, dado que las categoras caliente y fro no estn relacio-
nadas con la temperatura de los alimentos.
13
Sendos grupos arqueolgicos fueron estudiadas durante el proyecto dirigido por Paul Schmidt
(1999-2002). El de la Serie Inicial se construy sobre una gran plataforma, situado dentro de lo que
se conoce tradicionalmente como Chichn Viejo; se localiza en el extremo sur (oeste) del centro
arqueolgico, a 800 m al sur del Grupo de las Monjas en la parte central de Chichen Itz. Se han
reconocido dos fases: la primera se ubica entre el Clsico tardo y terminal temprano (600 a 850
d.C.) y el Clsico terminal (800-1000 d.C.); la segunda fase se ha fechado en el Posclsico temprano
(1000-1250 d. C.). Los tiestos que se han localizado son del Complejo Sotuta y algunos agregados
del Complejo Hocaba (850 d. C. a 1150 d. C. y 1150 d. C. a 1250 d. C.) El de El Osario se encuentra
al sur poniente de la Gran Plataforma (Schmidt, 1999: 34; 2002 1-5; y 2007: 173).
14
Sobre todo si se compara con otras zonas mesoamericanas ms favorecidas para su cultivo.
15
Se encuentran diecisis paneles con estas imgenes.
16
Schmidt (2007: 174) indica que las tres terrazas superiores llevan dos paneles esculpidos sobre
cada lado de la escalera, sumando un total de 48 paneles que muestran las citadas aves mitolgicas.
que en este caso puede simbolizar su propio poder solar; no obstante la nariz
evoca a Kawiil, deidad ligada con, entre otros aspectos, linajes ilustres, pero
tambin con la regeneracin vegetal. Por esto quiz estemos ante la presencia
de Itzamnaaj Kawiil (cf. Garza, 1998: 93-96) (figura 7).
FIGURA 8. Plano general del Grupo de la Serie Inicial localizada al sur de Chichn Itz. La plaza cubre
una extensin de 44 m de norte a sur y 27 m este a oeste. Realizado por Francisco Prez Ruiz
(Schmidt, 2007, figura 24)
17
Me refiero a parte de la decoracin del Grupo de los Falos, del Palacio de los Caracoles, del
Templo de los Bhos y de la Galera de los Monos.
18
Schmidt cont hasta un total de 14 paneles con Pawahtunes (2003: I, 14)
19
Schmidt (2007: 183) menciona que existen entre catorce o quince paneles esculpidos con las
imgenes de los Pawahtun autosacrificndose que adornan las fachadas superior norte y este.
trellas delimita la parte inferior de la escena. Por el entorno y los atributos podra
tratarse de una deidad, probablemente el Sol nocturno que renace por el oriente:
y aparece entre personajes antropomorfos con mscara de aves que danzan y to-
can un pequeo tambor de mano, pax, participando en una solemne y bulliciosa
ceremonia (que incluye el sonido de cascabeles, movimientos y sonidos rituales
que propician la abundancia del cacao) (figuras 10a y 10b). En los relieves de la
fachada del piso superior, este y oeste, se representan tres jaguares que a decir de
Schmidt, se encuentran en un baile desenfrenado (Schmidt, 2003, I: 15); el sim-
bolismo de estos animales reitera el mbito nocturno al que nos hemos referido.
En los frisos de las fachadas este y oeste de la Casa de los Falos superior, as
como en los de la fachada oeste de la Casa de los Caracoles (5C5), las mazorcas
de cacao retoan entre hojas, flores y aves a travs de un brote que surge del
falo de personajes con mscaras de ave, barra nasal, plumajes en los brazos y to-
cados elaborados (figura 11). Cada hombre-pjaro20 nace de una enorme semilla
y sostiene la planta; de cada tallo surgen en abundancia enormes mazorcas de
cacao, as como hojas y flores en donde se posan aves que liban en los clices.
Schmidt (2003, I: 18) sugiere que el relieve de donde eclosiona la deidad puede
tratarse de una jcama de monte kup;21 no obstante, me inclinara por interpre-
20
Son tres personajes; slo dos llevan mscara con pico de ave (Schmidt, 2003: I, 17-18).
21
Schmidt (2003: I, 18) sugiere que este edificio debi tener la funcin de una Casa del Linaje,
y que podra tratarse de los Cupules, dueos de la regin de Chichn Itz al momento de la con-
quista espaola, lo cual se indicara con la kup o cup.
FIGURA 10b. Dibujo del relieve de los paneles norte y sur de la Casa de los Falos
de la fachada superior (Schmidt, 2003, III: figura 31a). Dibujos realizados
por Guillermo Couoh Cen y Peter J. Schmidt
22
Otro ejemplo en el que Kawiil porta granos de cacao es la tapa de bveda de Ciudad de
Mxico (Museo Amparo).
aqu, en el da 1 Ajaw, 10__ 13__ , la Gran Luna?, la Piedra de Fuego, los Antepa-
sados/Abuelos del Hombre Gobernante vieron la imagen del dios Kawiil del Cacao
(o del cacao del dios Kawiil)23
23
Agradezco a Guillermo Bernal la traduccin del texto de la tapa de bveda.
El mono y el cacao
le considera como un proveedor y dador del cacao, pues permite su ciclo natural.
Desde esta perspectiva el pequeo primate se vincula con la fertilidad del cacao,
pero a su vez es la gran amenaza para la cosecha porque roba el codiciado fruto.
En el mbito de lo simblico, el mono estuvo adems ligado a la glotonera, a
la sexualidad y al placer en general; a su vez a la vida fcil, la danza, la msica,
las artes propias de la lite, conductas opuestas a la ruda vida del campesino
(otra razn ms para asociarlo con el cacao). Su propia sexualidad y su hbitat
lo destinaron a un mbito hmedo, bajo, exuberante, inframundano, como los
espacios en donde se cultiva el cacao.
Las representaciones del binomio simio y cacao son muy tempranas, an en
Sudamrica. En una vasija de barro (estilo Tembladera procedente del valle Je-
quetepeque, al norte de Per, 1000-700 a.C.), el animal se delinea sobre un rbol
de cacao (figura 15). En diversas culturas mesoamericanas, como en el sureste de
Veracruz, los monos figuran como animales afines al cacao; como ejemplo est
la imagen de estilo Nopiloa del periodo Clsico, en la que se observa a un mono
araa sedente y con grandes orejeras que al parecer ofrenda una mazorca de
cacao (figura 16a), o bien se distingue a un simio en un rbol cargado de cacao
procedente de la costa sur de Oaxaca (figura 16b).
24
Denver Art Museum; Denver Colorado. Nmero del museo: 1989.214.
25
Esta imagen es similar a las de cautivos entregados al sacrificio, como el silbato que encontr
Chinchilla Mazariegos en Guatemala, donde se representa a un prisionero con las manos atadas a la
espalda y un collar de vainas de cacao (Chinchilla Mazariegos, 2005: 17, fig. 16, apud McNeil, 2006:
15).
26
Estas vasijas carecen de contexto arqueolgico.
FIGURA 16. Imgenes del binomio mono-cacao en el periodo Clsico de Mesoamrica: a) Nopiloa,
sur de Veracruz. Dibujado por Karl Taube basado en Easby y Scott (1970: 138), b) Mono en rbol
de cacao, tiesto de Talun. Costa sur de Oaxaca. Dibujado por Karl Taube basado en Urcid
(1993: figura 26-10) (Ogata, Gmez-Pompa, y Taube, 2006: figura 3.12)
FIGURA 18. Plato de barro con un mono llevando una mazorca de cacao. 600-900 d.C. Donacin
de Gail y J. Alec Merriam al Museo de San Francisco L10.4.16. Fotografa de Rogelio Valencia
FIGURA 20. Fragmento de K5185. Detalle de una vasija. Dibujo de Karl Taube basado en Kerr
(1997: 768) en Ogata, Gmez-Pompa y Taube (2006: 85 fig. 3.10d)
FIGURA 21. Imagen de un mono con una cuerda al cuello de la que penden vainas de cacao.
Tapa de incensario de cermica, Museo de Sitio de Tonin, INAH, Chiapas, 10-569388; 600-900 d.C.
(Miller y Martin, 2004: lmina 40)
FIGURA 22. Vasija con mono wahy portando una mazorca de cacao (Kerr, 5070)
FIGURA 24. Fragmento del muro oriente del claustro bajo del monasterio agustino de
la Purificacin y San Simn, Malinalco (White Olascoaga y Zepeda Gmez, 2005: 74)
En el cielo hay muchas montaas y muchos palos; robles, ocotes, encinos, cedros,
matapalos... Toda la noche los micos estn encajados en los palos comiendo frutas.
Como comen frutas cagan semillas. La caca cae por ac como una brasa prendida
y de ella nacen los robles, matapalos, encinos, ocotes, cedros bejucos, guamos de
este mundo. No se pierde lo que cagan los micos; cagan semillas para que nazcan
los palos de ac, para mantener los pjaros, como todo lo que tiene alas come fru-
tas. De nosotros, de lo que cagamos no nace nada como comemos mucha comida
cocida (Chapman, 1978: 163).
Comparto la idea de Schmidt de que las imgenes simbolizan una entrega de ali-
mentos a los hombres, pero ms que compararlo con un mito xicaque se podra
equiparar con las historias sagradas de la tradicin mesoamericana sobre el ori-
gen del maz, y como ya se anot esta planta y el cacao tuvieron fuertes vnculos
simblicos. Segn se interpreta el texto colonial yucateco Libro de Chilam Balam
27
Orden Piciforme, Subfamilia Picumninae; probablemente Dryocopus lineatus o campephilus gua-
temalensis.
de Chumayel (1985: 99), la semilla se extrajo de una gran piedra gracias a la grieta
producida por los rayos de la deidad Chac (Chaahk), el Gigante; pasaje similar
al que se expresa en la mitologa del centro de Mxico, en la Leyenda de los soles
(1992: 121). All se relata cmo a sugerencia de Quetzalcatl, Nanhuatl (quien
se transfigurar en el Sol), golpea la montaa en donde se encontraba el maz y
ayudado por los rayos de los tlaloque logra hendir el Tonacatpetl y obtener el
preciado grano para los hombres. En otros mitos mayas estos ltimos descubren
el maz por conducto de algn animal que habita en Paxil. Por ejemplo, en los
Anales de los Cakchiqueles (1980: 116) el maz lo haba ingerido el coyote, por ello
fue descuartizado y entre sus despojos estaba el grano. En el Popol Vuh los guar-
dianes del maz en Paxil eran yaak, gato del monte; utiw coyote; kel, perico
o chocoyo (aratinga strenua), y joj, el cuervo (Popol Vuh, en prensa, prrafo
46). Si los mitos del maz se convirtieron en un arquetipo del cual se derivaron
otras historias sagradas, se puede inferir, de acuerdo con este patrn mtico,
que el cacao debi estar resguardado en un sitio similar, en una Montaa de los
Mantenimientos, tal vez dentro de algn animal.
En algunas comunidades contemporneas (mopanes, pokomchi, mames, tzel-
tales, kekchi y choles) se reitera la mediacin de un pjaro carpintero en la
obtencin del maz.28 Los mames de San Ildelfonso Ixtahuacn relatan un mito en
el que primero aparece un felino que consume unas cositas amarillas; cuando
los hombres le preguntan sobre el sitio donde obtena el grano, responde que
lo haba obtenido de una cueva en la montaa Paxil, el mismo sitio mencionado
en el Popol Vuh y en los Anales de los cakchiqueles. El orificio para obtenerlo era
demasiado pequeo, por ello le piden al pjaro carpintero que ample la abertura
de la roca; sin embargo, su pico no fue del todo eficiente y slo logra sacar unos
granos de maz que all mismo comieron. Al fallar el ave, le solicitan ayuda al
28
Thompson (1967) en un artculo titulado Maya Creation Myths relata que en 1930 recogi el
mito entre los mopanes de San Antonio, Honduras, y agrega que los kekchi tambin lo preservan,
quienes a su vez tomaron la historia de los manch chol. En 1950 Thompson, en un trabajo de
campo, la registr entre los mames de Colotenango. Diez aos despus logra lo mismo entre los
pokomchi.
La reconstruccin de un mito
Contamos con una serie de elementos que es preciso unir y comparar para tratar
de bosquejar una o varias historias sagradas, aunque la naturaleza fragmentaria
de nuestras fuentes slo permite una reconstruccin hipottica y provisional; no
obstante, con estas advertencias en mente, podra intentar reorganizar algunos
datos y esbozar inferencias viables acerca de la recuperacin de un mito alrede-
dor del cacao.
En principio habra que cuestionarse por qu siendo un alimento tan signifi-
cativo, con la relevancia econmica que tuvo durante siglos y por supuesto con
implicaciones simblicas y rituales an vigentes en nuestros das, no sobrevi-
vieron mitos de origen sobre el cacao (en contraste con las mltiples historias
sagradas alrededor del maz, de la forma en la que el hombre lo obtuvo y de
cmo aprendi a prepararlo). Desde luego la razn fundamental es la relevancia
que tuvo y conserva el maz en la dieta mesoamericana; adems, a diferencia de
la gran difusin de historias sagradas sobre aquella semilla, los mitos del cacao
debieron ser propios de la lite y tuvieron una menor difusin (al desaparecer los
grupos de poder indgenas, se perdieron muchos de sus mitos). A esto se anan
las controversias que el cacao suscit durante la Colonia. En diferentes escritos
europeos se discutieron sus virtudes o vicios; no obstante su grato sabor, el cho-
colate era ajeno a la vida austera y se consider como una bebida afrodisiaca que
promova la pasin venrea. Adems, con la pulpa se obtena una bebida que al
fermentarse embriagaba e intoxicaba (Henderson y Joyce, 2006: 140-153); por lo
dems, se empleaba en mltiples rituales indgenas y se combinaba, como seala
Garza, con alucingenos, produciendo diversos estados de conciencia. Durante
el siglo XVI las propiedades psicoactivas del chocolate lo convierten en una sus-
29
Navarrete seala que el primero en publicar con algunas variantes el relato de San Ildelfonso
Ixtahuacn fue Bcaro Moraga en 1959.
30
El relato fue rescatado en 1970.
31
Jos Alejos y Michela Craveri (comunicacin personal) consideran que seran dos patrones
narrativos diferentes; en uno Kawiil, actuando como un elemento fecundador masculino, el rayo,
rompe la tierra y lleva a la tierra el cacao; la segunda narracin estara en el resto de las imgenes.
Esta interpretacin tambin es factible; no obstante, la reconstruccin del mito, reitero, es slo una
propuesta y por ello acepto la posibilidad de varias historias sagradas.
32
Recurdese que, segn Schmidt, este fragmento tambin proviene del Grupo de la Serie Ini-
cial.
33
Tanto el perro como el coyote estaban tambin ligados con lo nocturno, con el inframundo y,
por ende, con la fertilidad.
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